Gordon Allport define la actitud como una disposición duradera y organizada a

responder de una manera específica a un objeto o situación determinados. En otras

palabras, una actitud es una evaluación positiva o negativa hacia un objeto o situación, y
esa evaluación se refleja en la forma en que una persona responde a ese objeto o
situación.

Según Allport, las actitudes son un aspecto importante de la personalidad y están

compuestas de tres componentes: cognitivo, afectivo y conductual. El componente
cognitivo se refiere a las creencias y opiniones que una persona tiene sobre un objeto o
situación. El componente afectivo se refiere a los sentimientos y emociones asociados
con ese objeto o situación. El componente conductual se refiere a la forma en que una
persona actúa en relación a ese objeto o situación.

Allport argumentó que las actitudes son relativamente estables a lo largo del tiempo y a
través de situaciones diferentes. Sin embargo, también señaló que las actitudes pueden
cambiar en función de la experiencia y de la información que una persona recibe. Por lo
tanto, las actitudes son un aspecto importante de la personalidad que pueden influir en la
forma en que una persona percibe, responde y actúa en el mundo que lo rodea.

Según Gordon Allport, un hábito es un comportamiento repetitivo y automático que se

realiza sin pensar. Es decir, un hábito es una forma de actuar que ha sido incorporada en
la vida diaria de una persona y que se ejecuta de manera consistente y sin necesidad de
una decisión consciente. Los hábitos pueden ser positivos o negativos y pueden tener un
impacto significativo en la vida de una persona, ya sea para mejorar su calidad de vida o
para causar problemas.

Allport argumentó que los hábitos se forman a través de la repetición y que a medida
que un comportamiento se repite, se vuelve más automático y se integra en la
personalidad de una persona. Según él, los hábitos pueden ser difíciles de cambiar
debido a la frecuencia y la duración de su uso, y por lo tanto pueden ser un factor
importante en la formación de la personalidad.