CAPÍTULO 1

ORGANIZACIÓN DEL ESTUDIO DEL ARTISTA

Después de más de 26 años de estar trabajado con artistas, he notado la gran

necesidad de orientación que requieren quienes se están iniciando en esta profesión. Es
por eso que decidí brindar una asesoría completa, para enseñar cómo el artista se puede
profesionalizar más, y de esta manera, desarrollar un trabajo consiente de principio a fin.

Lo que quiero decir con esto, es que si deseas realizar un trabajo con éxito, debes
empezar primero desde los cimientos. Y esa estructura esencial, la obtendrás en la
escuela de arte, donde exponen los principios como profesional artístico — porque hay
muchos autodidactas que carecen de esto — el segundo, radica en los pilares de
organización y el tercero, sobre el aspecto fundamental de la disciplina.

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El proceso de creación de tu obra

En este caso quiero empezar con varios puntos, de los múltiples que tengo para
este primer capítulo, los cuales son:

1. Estudio

Tener un buen estudio y organigrama a tu alrededor, es la plataforma esencial para

empezar a crear tu obra.

El artista desea alcanzar su objetivo principal, lo cual es, que su obra salga
magnífica, que llegue a calar dentro de cada una de las personas que tengan la
oportunidad de mirarla, y por otro lado, que mueva las emociones del espectador. Este
proceso creativo requiere de un espacio especial, el cual será, el estudio.

He frecuentado varios estudios, y en todos he notado que los artistas no gozan de

las condiciones adecuadas, para realizar su trabajo, inclusive, algunos ni siquiera poseen
un área personal de trabajo.

Entiendo que eso se debe, en la mayoría de los casos, a razones económicas o

cualquier otro motivo; pero si hay algo importante que debe tener en cuenta un artista —
para que su obra salga a un mercado altamente competido, y donde la crítica es fuerte —
es crear un ambiente de armonía y paz, donde su obra pueda estar gestada de manera
ventajosa, bien dispuesta y organizada.

Un buen estudio, es un área específica, donde el artista pueda sentirse a gusto, y

moverse como corresponde, complementados con otra serie de elementos, como por
ejemplo: una buena iluminación natural — o eléctrica — que debe provenir siempre del
lado de atrás, y nunca de frente.

NOTA: Si no tienes buena luz, la obra y los colores no van a concebirse en la

proporción que deseas.

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 Otro detalle que debes considerar, es la música. Esta te ayudará a relajarte y a
armonizar el lugar de trabajo. Estos son fundamentos básicos que necesita el artista, para
concebir una buena producción, por eso recomiendo especialmente este buen comienzo,
para que el nacimiento de tu proyecto, esté bien cimentado y empieces con el pie
derecho.

Es necesario también, que tomes medidas exactas, y que estés estudiando

detenidamente las proporciones, para que tu obra, tenga una perfecta composición y
armonía, y así, logre cautivar a quienes la miren.

No te estoy enseñando nada nuevo, ni te estoy diciendo cómo tienes que crear tu
propio espacio, pero sí te quiero recalcar, que el factor más importante es tener un buen
estudio.

¿Por qué?

Porque es ahí, donde se empieza a germinar una obra de arte, y ello requiere que
en el entorno, haya elementos que contribuyan a proporcionar un ambiente estético,
acorde con el propósito final.

El estudio debe ser tratado como un templo o lugar sagrado, donde se produce la
creación, — no como un lugar para libar con amigos —. Cuida la energía que allí se
genera y sé responsable de lo que ocurre, para que quien lo visite, tenga respeto por tu
trabajo y por ese halo especial que circula en el ambiente.

También es de vital importancia que el espacio físico donde te mueves, sea

generoso. Si no tienes libertad de movimientos, no vas a tener los “cercas” y los
movimientos de lejos — varios pasos hacia el frente para ir observando tu trabajo — que
necesitas hacer para tener una perspectiva mejor de lo que estás elaborando.

Por eso es imperioso que el artista tenga un espacio, lo más amplio posible. Los
grandes artistas que han triunfado, y a los que he tenido la posibilidad de visitar en sus
estudios, trabajan en espacios supremamente grandes, donde procesan varias obras a la

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vez.
Para ello se necesita moverse sin estrechez, sin maltratarse, es decir, que debe
haber suficiente espacio para observar y planificar tu obra detenidamente. Si no lo tienes
de momento, puedes aplicar el truco del espejo, para otorgar dimensión a tu espacio,
colocándolo en forma estratégica en la parte trasera, para engañar al ojo.

2. Técnicas para mantenerte equilibrado

Una técnica excelente que te mantiene equilibrado es la respiración, y otra es la

meditación. Estas y otras técnicas mucho más profundas — que vamos a tratar más
adelante — te ayudarán a conseguir un estado de relajación y quietud, en el que estarás
en capacidad de bajar mucha información en “banda ancha”, que solo se consigue
cuando hay paz espiritual y tranquilidad.

¿Por qué te hablo del término “bajar información”?

Porque muchas veces los artistas encuentran trabas en el proceso creativo, es

entonces cuando recomiendo usar una silla cómoda y entrar en un estado de relajación,
que te ponga apto para la creación. Si quieres más información al respecto, ve a los dos
capítulos finales, donde hablaremos de creatividad.

En esos momentos en los que estás en el proceso de creación, necesitas

estudiar tu óleo, la tela, hacer una composición y hasta realizar varios procesos de
comunión con tu creación dentro del enfoque, hasta conseguir ese estado ideal, donde
puedas expresar fácilmente la idea que venía dando vueltas en tu cabeza, y que necesita
ser expresada.

Muchos artistas conocidos, ya han aplicado todo lo que he mencionado arriba, y

están obteniendo resultados favorables en su vida profesional, es por eso que me atrevo
a sugerírtelos, ya que aspiro lo mismo para ti.

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3. herramientas de trabajo

El segundo punto importante, es saber elegir los elementos y herramientas que

usarás para trabajar.

Es preciso que acudas a las tiendas de arte especializadas y compres pinceles y

oleos de muy buena calidad, ya que al generar una obra, vas a proyectarla para que entre
a un mercado de fine art, con lo cual necesita ser producida con artículos de óptima
calidad, que van a garantizarle una larga vida a la pieza final.

Si por economizar, utilizas óleos o pinceles de mala calidad, ese pincel barato, va
a dejar un rastro de cerdas en la tela y no van a durar mucho tiempo; está comprobado
que un pincel bueno, tiene larga vida, así que, desde el punto de vista económico es
mejor inversión, aunque de momento tengas que hacer una erogación mayor.

Si utilizas oleos para estudiantes — o baratos —, la pintura no va a trascender y

después de una temporada se va a opacar, o se apreciará un tanto añeja con el trascurrir
del tiempo; es necesario que el artista tenga presente estos cuidados acerca de los
materiales, porque esto le va a dar un esquema excepcional para que su obra sea
admirada, y los compradores deseen obtenerla y expandir la noticia sobre su nueva
reliquia.

4. Organización de sus herramientas de trabajo

Estos productos deben estar bien organizados y guardados, con el fin de cuidarlos,
pues algunos son perecederos y pueden dañarse. Debes mantener tu paleta limpia y el
resto de los implementos que usas, porque esa limpieza se va a ver transmitida en la
obra, como también el orden y la limpieza del suelo, paredes y el entorno en general.

En el momento en el que estás en acción, debes tener todos los materiales e

implementos que estás usando diagramados y ordenados de tal manera, que estén a la
mano con facilidad y precisión, para que no pierdas la concentración, y tengas acceso
rápido a lo que necesites en ese momento.

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 Si mantienes tu trabajo y vida en orden, no te verás expuesto a la manipulación de
los compradores, que con frecuencia suelen hacerlo, cuando ven el estudio del artista en
estado deplorable.

5. Los colores

Los artistas que suelen usar colores fuertes, deben tener la formación adecuada
en una escuela de arte, para que tengan el manejo eficiente de los mismos. Por más
autodidacta que seas, debes acudir donde los grandes maestros, o a escuelas
especializadas, para que te den una guía acertada sobre el uso del color. Este punto es
muy importante, porque la academia es el lugar donde puedes aprender a hacer la mezcla
de los colores, tener acceso al conocimiento de técnicas para mezclar y “cocinar” tus
colores —como lo decían en la universidad —.

Como habrás notado, en esta primera fase no he profundizado en temas como el

mercado o comercialización, ya que es necesario que pases por estos procesos iniciales
que son fundamentales. Ya hablaremos del mercado más adelante, pero primero, lo
primero.

Es necesario que veas que para llegar a ser un gran artista, hay que empezar
desde el estudio a proyectar una obra, y mucho más aún, si vas a querer hacer una
exposición.

Hay artistas que planifican una exposición de quince o veinte obras, pero tienen
tan solo dos o tres obras buenas, entonces la historia de la exposición no va a ser muy
fructífera, es necesario que planifiques las diez, quince o veinte obras que vas a producir
para una exposición, una por una, trabaja concienzudamente en cada una de ellas, para
que la exposición no se vea desmembrada ni débil.

Uno de los procesos importantes, es empezar a gestar el lenguaje creativo, porque

esto te va a ayudar a que la historia te cautive y te lleve hacia proyectos muchos más
importantes.

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¿Qué quiere decir gestar un lenguaje?

Es muy fácil — tú ya lo sabes — crear tu propia obra, tu marca, tu distintivo, en

otras palabras, ser original, semejante al de los grandes maestros, que en cuanto las
personas ven sus obras, dicen:

— “Este es un Picasso o este es un Dalí” —.

Esto es lo que necesitas, crear tu propio lenguaje de trabajo, esa identidad única
que te diferenciará del resto.

Por otra parte, es primordial que si quieres lanzarte al mercado, realices una
estrategia, creando una pequeña plataforma para que veas cómo va a ser lanzada tu
obra.

Hay muchos artistas que pintan por pintar y otros que son muy fructíferos, y
producen bastantes obras, pero desmembrada, usando diferentes técnicas, e inclusive
con diversas ópticas, es decir, que tienen distintos elementos pintados, sin una curaduría
exacta.

Por ende, es fundamental que tengas una estructura para planificar tu exposición;
procura que haya un hilo conductor o tema específico y ponlo en práctica, las sugerencias
que te comenté anteriormente — aparte de mantener un buen lenguaje — para que toda
la obra sea muy bien gestada, organizada y con sus piezas muy bien estudiadas, con un
agente de cohesión entre ellas.

Cuando ya tengas listas varias obras, y sientas que tienen potencial para ser
presentadas al público, convoca a algunos amigos cercanos — que tengan cierto
conocimiento en arte — y haz un mini show, con el objetivo de experimentar con un
público más pequeño la aceptación de la muestra. Al mostrar tu obra, el público emitirá un
concepto y debes estar preparado para recibirlo y procesarlo.

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 Después de este pequeño evento, es de suprema importancia que llames a un
crítico de arte, para que emita un juicio más profesional sobre tu trabajo, puedes buscarlo
en las universidades, por intermedio de una galería o por internet; hay muchos que
prestan sus servicios de curaduría a través de honorarios, pero otros no cobran. Inclusive
hay curadores que ayudan a armar el proyecto en conjunto, para un sitio especializado, y
ya tienen establecidas tarifas especiales.

Es importante que estés consciente que todo lo que vas a realizar, requiere de una
inversión; desde el momento en el que compras tu primera tela, ya estás desembolsando
dinero.

¿Por qué?

Porque hasta el simple hecho de comprar una tela, también tiene su técnica. Si
compras una tela que no es buena, luego el resultado va a ser deplorable; recomiendo
que compres buenas telas, y consigas un especio apropiado, en donde puedas desarmar
y bajar la obra del stretcher, para poder enrollarla; o bien mover la obra para trasladarla y
volver a rearmarla. Todos estos detalles son de suprema importancia, porque si sigues las
indicaciones desde que empiezas, obtendrás la obra que deseas.

Antes de empezar, hay que imponerse una autodisciplina. Yo admiro la disciplina

con que trabajan los grandes maestros, ellos empiezan como una persona que tiene un
trabajo regular, de 8:00 AM o 9:00AM, hasta alrededor de las 6:00 PM.

Algunos lo hacen durante la noche con la rutina de empezar 7:00 u 8:00 PM y

terminan en la madrugada, pero concentrados, sin distracciones. Si tienen una reunión
pueden tomarse un descanso, atienden su reunión y vuelven a trabajar.

Recomiendo que cuando se está en el proceso de creatividad, se debe evitar el

uso del Internet y las redes sociales, ya que desenfocan al artista. Aparte de que distraen
y amaneran su obra, algunos tratan de convertirse en escritores, filósofos, o creativos de
otras técnicas, que lo desenfocan.

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 Si eres un escritor o gustas de escribir, hazlo en horarios totalmente diferentes;
siempre recomiendo no mezclar las actividades. Evita en tu área de trabajo el uso de la
computadora, es más, tenla lo más retirada posible de tu estudio, para evitar la tentación
de usarla.

Todo esto lo digo porque ya los estudiamos detenidamente; si tienes una

exposición y estás muy atareado, te recomiendo que tu computadora la veas una hora al
día, para que puedas responder tus e-mails, y hagas lo que tengas que hacer, pero luego,
concéntrate en el desarrollo de tu obra, única y exclusivamente; porque de lo contrario, se
va a intercambiar ideas con la computadora y puede surgir un mal efecto. Si estás
estudiando algún curso virtual o tienes trabajos especiales, dedica tiempo fuera de las
horas de trabajo que has establecido para tu labor de artista.

Muchos artistas, se están volviendo adictos a Internet y están dejando de producir

por estar navegando por las redes sociales. Y al dejar de trabajar, muchas obras de gran
valor, se dejan de hacer por la falta de productividad.

Yo vengo haciéndoles seguimientos a algunos artistas por años, y he notado que,

si no han avanzado es porque pasan demasiado tiempo en Internet. Por eso es necesario
que tengas un enfoque único en tu proceso creativo; antes de empezar a trabajar,
dedícale tiempo a la meditación; si no crees en eso, haz oración, relajación, o una
caminata por el bosque en medio de los árboles. Si no te gustan algunas de estas
técnicas, simplemente siéntese a trabajar, pero a conciencia, en armonía y con paz.

¿Qué ocurre si estás de mal genio?

Lo más recomendable es que no trabajes ese día, o durante esas horas. Es

supremamente importante que tengas plena conciencia, que al plasmar una obra, tendrás
una conexión directa con Dios o con esa divinidad en la que crees. Por lo cual es preciso
que te veas, “bajando” una información que es valiosa para los demás, para la persona
que va a adquirir la obra, pero sobre todo, para ti.

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 Es prioritario que recuerdes que todo trabajo que realices, es para ti, porque estás
desarrollando tu proyecto de vida, así que amerita que empiece a realizarlo de la mejor
manera. Cada obra debe estar perfectamente estudiada y programada, informándote a
través de los múltiples mecanismos que existen.

Si no eres un artista que has estudiado en una universidad, te recomiendo que

estudies técnicas que te ayuden en tu formación. Está comprobado que el pintor técnico,
es el que más éxito ha tenido; a diferencia del pintor de escuela, pero el pintor que ha
tenido una trayectoria de escuela, de universidad, de post grados, desde luego que
conoce la técnica y lo sabe todo, ese, llega más rápido al éxito.

Si no has tenido esto, te recomiendo que estudies, asistas a cursos intensivos, y a

seminarios dictados por grandes maestros, para que desarrolles algunas de las técnicas
aprendidas. Si eres figurativo, abstracto, fotógrafo o escultor, es de suma importancia que
acudas a estudiar todos estos procesos, que te ayudarán a evitar las falencias más
comunes de los empíricos. Cuando aprendes correctamente las técnicas, puedes mejorar
la capacidad para resolver los errores, de manera más acertada.

El curador

Después de que tengas a una persona que te cubra toda tu exposición, es decir,
que te consiga la sala — o si ya estás trabajando tu exposición para un sitio no específico
— es necesario que tengas fotografías y un croquis del espacio, para ir diagramando la
manera en cómo irán colocadas las obras en ese sitio — todo esto con la asesoría
experimentada del curador —.

El curador es clave en este primer período, porque él puede además de asesorarte

en temas esenciales, ayudarte en la elaboración de los proyectos, en la elección y
diagramación adecuada de los espacios para la exposición, etc. Él le va a dar formatos, y
te va a indicar de qué manera debe ir colgada la muestra.

Por lo general los curadores cobran una suma considerable de dinero, pero
tampoco son demasiado costosos o imposibles de pagar. Algunos son afables y otros son

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desagradables, pero lidiar con esos bemoles, es parte del camino que debes recorrer para
llegar a tus objetivos personales; el camino del ego es uno de los más intensos procesos,
por los cuales, vas a transitar en este mundo del arte.

El curador por lo general siempre se da su importancia, y es posible que tengas

que llamarlo varias veces para conseguir que te atienda, pero hazlo, pues esto es
importante para tu plataforma.

Ahora, si no puedes pagar un curador — o de tener a alguien que te ayude a

organizar estos eventos — organiza tú los diagramas.

¿Cómo?

Primero debes ir al sitio en donde vas a organizar tu exposición, luego, en un plano

pequeño, ve proyectando tu evento, para que sea de gran impacto en la comunidad.

El impacto visual

Es de suprema importancia que la gran mayoría de piezas en tu primera, segunda

y demás exposiciones que realices, sean de gran impacto visual. Además que esta se
destaque por la organización, publicidad y ventas, para que cada vez que hagas un
evento, este sea un gran acontecimiento que despierte admiración en los asistentes.

Todo lo que he venido diciéndote, va junto desde el principio: Desde el primer

momento que estás utilizando tus pinceles, brochas o manos para gestar una escultura, o
para pintar un cuadro, debes imaginar, a través de la visualización creativa, que vas a
llegar a un gran mercado.

Uno nunca sabe en qué espacio va a terminar una de las piezas de arte, pero sí es
importante que desde el momento en que se geste en el pensamiento, todos los detalles
vayan planificados en grande. Por eso recomiendo a los artistas, que si tienen algunas
obras con las que no se sienten seguros, — que no esté apta, que tenga algún problema
de composición de color, o un mal bastidor — a veces es mejor no colgarla; es preferible

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hacer otra o dejar esa obra para otra ocasión.

Después de que el curador, experto o conocedor de arte pase por tu estudio, es

conveniente que contrates un galerista; porque tú no eres experto en ventas. En ninguna
universidad de arte enseñan a los alumnos a vender sus obras, así que si quieres
convertirte en un artista profesional y vivir del mercado del arte, es necesario que
contrates a un experto, o vayas con personas que te enseñen cómo vas a planificar la
venta de tus obras de arte, cómo calcular los precios, teniendo en cuenta las inversiones
que hiciste y todos los gastos que has tenido.

Es preferible delegar esta función a un experto, ya que hay una serie de

movimientos que solamente los galeristas o Art Dealers conocemos, como son: planificar
la venta, organizar la exposición, calcular los porcentajes, entre otros, y aunque
autorizarás que alguien más la realice, igual debes aprender estos detalles.

Si no los aprendes, es porque los galeristas no suelen compartir sus

conocimientos, ya que como es lógico, ese es su negocio y no quieren promulgar los
secretos del mismo. Pero al menos, debes conocer los parámetros básicos, para que
tengas el conocimiento preciso, de cómo una exposición te va a generar ingresos y
ganancias.

Desde luego, siempre que vayas a hacer una exposición, debes contemplar la
inversión y los gastos de manera minuciosa. Muchas galerías cobran un valor, otras no,
pero igual hay gastos como: pagar el transporte, las revistas, la publicidad en internet, así
que para organizar una exposición, es necesario que planifiques a cabalidad todos y cada
uno de los gastos e inversiones que has hecho desde que empezaste, y verificar si tus
exposiciones van a ser rentables o no.

Hago énfasis en éste tópico, porque muchos artistas cuelgan su exposición, así no
más — lo cual ayuda muchísimo, porque esto hace que su hoja de vida se optimice —
pero es mucho más importante que su exposición produzca ganancias. El galerista te va a
dar las pautas para que hagas estos cálculos, cuando visite tu estudio, porque ellos mejor
que nadie, saben cómo calcular los costos.

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 Yo recomiendo, que si tu economía no está estable, organices mejor un open-
studio, porque este pequeño evento te puede generar recursos que refresquen tu
economía. Una noche de estudio con las obras que vas a exponer, donde algunos de tus
amigos, conocidos o gente que visite tu open-studio, te compren algo. Con ese ingreso,
puedes seguir adelante con la evolución de la exposición, con las arcas más llenas para
los gastos que generan la exposición.

Esta modalidad, se utiliza mucho en varias partes del mundo y oxigena al artista,
para que pueda continuar con su proyecto. Porque estos son costosos y el artista a veces
no cuenta con los recursos para financiarlos.

Patrocinio

Si por alguna razón el presupuesto de la exposición excede los gastos, yo te

recomiendo acudir a la empresa privada, para conseguir patrocinadores. Mediante una
carta muy cordial, donde expliques la razón de tu petición de ayuda, le propones a la
empresa, las alternativas de comprar una obra o que te patrocinen la exposición.

Tú le solicitas de manera concisa, qué es lo que necesitas del patrocinio:

 Una página en el periódico.

 Alguna revista en internet.

 Algún equipo que te haga falta.

Haz una lista pormenorizada de lo que necesitas con el valor total, ya que las
empresas privadas suelen financiar a los artistas que les gustan o a quienes les vean
proyección. Sé muy claro en lo que prometes en compensación, por ejemplo, puedes
ofrecer algún tipo de publicidad en tu misma campaña, y de esa manera todos ganan.

Estos elementos deben ser considerados, desde el momento en que planificas tu

obra, pues si están bien organizados todos los aspectos, ésta será tu bienvenida al

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mundo del éxito como artista, pero ten en cuenta que toda esta proyección, la harás
desde tu estudio, porque es allí donde todo empieza.

Cuando planifiques la obra, recuerda que los formatos demasiado grandes, son de
difícil manejo al momento de movilizarlos. He visto artistas caminando por las calles con
obras inmensas e inmanejables para transportar. Si vas a mandar una obra a otro país,
debes considerar que el traslado en transporte del bastidor, es bastante elevado, así que
si estás empezando, te recomiendo que planifiques exposiciones de obras de menor
formato, que se puedan operar fácilmente, o que se puedan desenrollar bien para
trasladarlas con facilidad.

Ahora, si elaboras instalaciones, trata de trabajar las que puedan armarse y

desarmarse en el mismo espacio donde van a ser expuestas. Si trabajas esculturas,
recomiendo que no sean demasiado grandes, que las bases se puedan desmontar,
inclusive, que se elaboren en el lugar donde van a quedar.

He estado casado con una artista por más de 26 años, y conozco todas las
vicisitudes por las que pasan, es por eso que el objetivo central de este libro, es poder
ayudarte a crear una plataforma, para que puedas proyectar adecuadamente tu trabajo.
Aparte de este libro, también hice una serie de videos con información valiosa que te
serán de mucha ayuda.

En los videos, explico paso a paso todo lo que un artista debe hacer para crear su
plataforma. Además doy a conocer lo que he hecho para llevar a los artistas a mejores
proyectos, galerías, museos, centros culturales, a ferias de arte internacionales; por lo
tanto todo este conocimiento lo he venido poniendo en práctica desde hace muchos años,
porque he estado muchas horas en el interior de un estudio, y eso, implica tener el
conocimiento de todo lo que tienes que hacer para volverte más fácil la vida.

Ahora, si ya eres un experto en el mercado de arte, quizás esta información no te

va a interesar mucho; pero también tengo consejos para ti, si ya tienes cierta trayectoria.

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 El objetivo es que tengas éxito, y para ello estoy llegando por intermedio de
videos, libros y mi página web, para que complementes la experiencia que ya tienes, y
alcances más éxito en la promoción y ventas de tus obras.

También trataremos sobre los conocimientos que nos transmiten los artistas
profesionales, y por mi experiencia personal en este rubro, he recopilado información
valiosa que ahora pongo a tu disposición. He dedicado buena parte de mi vida al mundo
del arte, y he estado en contacto directo con grandes maestros, y eso me da la facultad
de poder trasmitir lo aprendido.
Quiero que al leer este libro te comuniques conmigo. Estoy dando asesoría por
Skype, y ayudando a muchos artistas. Soy Roberto Preciado, continuamos en el próximo
capítulo.

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