Taller de fotografía

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Componentes de una cámara

Todas las cámaras tienen puntos en común y también otros que las diferencian. Su
funcionamiento base, sin embargo, sigue el mismo principio: la luz entra por el
diafragma (por ahora diremos que es un pequeño orificio) y se registra en una
superficie fotosensible (puede ser de diferentes materiales según el dispositivo).
Pero antes de que existiese la posibilidad de registrar las imágenes debemos hacer
un pequeño recorrido.

La cámara oscura

La cámara oscura es un instrumento óptico que permite obtener una proyección

plana de una imagen externa sobre la zona interior de su superficie. Constituyó uno
de los dispositivos ancestrales que condujeron al desarrollo de la fotografía. Los
aparatos fotográficos actuales heredaron la palabra cámara de las antiguas cámaras
oscuras. Consiste en una caja cerrada y un pequeño agujero por el que entra una
mínima cantidad de luz que proyecta en la pared opuesta la imagen del exterior.
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¿Cómo vemos los objetos?

La teoría de la luz afirma que la misma es una onda electromagnética que puede
ser captada por el ojo humano en lo que se llama espectro visible. Esto implica que
los humanos podemos ver sólo una parte de toda la onda electromagnética. Cuando
vemos objetos o personas lo hacemos porque estos están reflejando la luz que
reciben y absorbiendo otra parte.

Según la materialidad del objeto reflejarán algunos colores y absorberán otros. es

decir, cuando vemos algo no estamos percibiendo todos los colores que forman
parte de la onda electromagnética. Vemos un árbol de color verde porque este
refleja, en su mayoría, este color.

Así como nosotrxs podemos ver estos objetos, las cámaras también funcionan de
una manera similar. En este caso la luz reflejada será registrada en un soporte
particular que,en el caso de las cámaras digitales, se trata del sensor.
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Cómo funciona un sensor

El sensor está formado por millones de celdas fotosensibles, cada una de ellas de
tamaño microscópico. Estas celdas son los llamados píxeles. Cuando nos hablan de
megapíxeles se corresponde con los millones de píxeles (celdas) que forman parte
del sensor de nuestra cámara.

Cuando tomamos una foto, cada celda del sensor analiza la luz que le llega: una
pequeñísima parte de la imagen de la escena que queremos fotografiar. Esto implica
que a mayor cantidad de megapíxeles, mayor será nuestra imagen.
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Exposición

Las cámaras tienen diferentes variables que nos permiten manejar la cantidad de
luz que llega al sensor y que será registrada por el mismo.

Las cuatro variables

1. El diafragma

El diafragma es un dispositivo que le provee al objetivo la capacidad de

regular la cantidad de luz que entra a la cámara. Suele ser un disco o sistema
de aletas dispuesto en el objetivo de una cámara, de tal forma que limita la
cantidad de luz que llega hacia el medio fotosensible en la cámara.
Cuanto más abierto esté el diafragma, más luz podrá ingresar y ser registrada
por el sensor.
Para comprender su funcionamiento podemos hacer una análogía: cuando
abrimos la canilla, por ejemplo, estamos dejando pasar una X cantidad de
agua. A más cerrada esté, menos agua pasará y si la abrimos más
dejaremos que salga mayor cantidad. Si colocamos un recipiente que reciba
el agua se llenará más rápido, por ejemplo, si dejamos la canilla más abierta.
En los términos de la fotografía se designa con el número f a la apertura del
diafragma. A mayor Nro. F, menor apertura del diafragma.
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2. El obturador

El obturador es el dispositivo de la cámara que nos permite controlar el

tiempo que va a estar expuesto el sensor a la acción de la luz. Su función es
semejante a la del diafragma: regular la luz que va a alcanzar el sensor.

Podemos pensar en el obturador como una cortinilla que se abrira y cerrará a

determinada velocidad, dejando pasar la luz en el tiempo que permanezca
aberta. Cuanto más tiempo sea, más luz dejará pasar. Siguiendo con la idea
de la canilla y el agua podemos imaginar que si dejamos abierta la canilla
mucho tiempo, será bastante el agua que salga y nuestro recipiente se
llenará más rápido.
El obturador está situado en el interior de la cámara, justo delante del sensor.
Está formado por dos cortinillas, hechas de una aleación ultraligera, cuyo
movimiento está controlado por la electrónica de la cámara.
En fotografía hablamos de velocidad de obturación, para referirnos al tiempo
que va a estar expuesto el sensor a la acción de la luz. La escala estándar de
velocidades de obturación tiene los siguientes valores:

1/1000s - 1/500s - 1/250s - 1/125s - 1/60s - 1/30s - 1/15s - 1/8s - 1/4s - 1/2s -
1s

Cada paso significa el doble o la mitad de la luz. 1/15 deja pasar el doble de
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luz que 1/30, y 1/60 deja pasar la cuarta parte de luz que 1/15.

3. El ISO

La sensibilidad ISO es un parámetro que nos permite indicar al sensor qué

cantidad de luz debe recoger. Aumentar el ISO implica forzar la sensibilidad
normal de las celdas. A mayor sea el nro. del ISO, mayor luz registrará el
sensor.
ISO no es más que la sensibilidad del sensor a la hora de captar la luz. A
mayor número de ISO, mayor capacidad para captar luz, a menor valor,
menor capacidad para capturar dicha luz. Cuando duplicas el valor ISO, es
decir, pasas de, por ejemplo, ISO 100 a ISO 200, necesitas la mitad de luz
para lograr la misma exposición.

4. La cantidad de luz

La última variable es la cantidad y el tipo de luz. Puede ser luz natural (es
decir, la del sol) o luz artificial (lámparas, velas). Tanto la luz natural como la
artificial pueden variar en su cantidad. Por ejemplo, en un día nublado
tendremos menos luz que en uno soleado o, por el contrario, durante la
noche tendremos mucha menos luz que en una tarde con nubes.
Lo mismo ocurre con la luz artificial: las velas emiten menos luz que una gran
lámpara.
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Combinando las variables

Estas variables se combinarán y trabajarán en conjunto, según cómo las
manejamos, para lograr la fotografía deseada.
Podemos variar la apertura del diafragma, la velocidad del obturador y el ISO en
función de la cantidad de luz que exista en el espacio. Además, cuando hay luz
artificial también podemos, por ejemplo, alejar más la fuente de luz o acercarla.
Sin embargo estas variables no inciden solo en la cantidad de luz registrada, sino
que tienen otros efectos estéticos que veremos más adelante.

La cantidad de luz que reciba nuestro sensor se verá reflejada en nuestra fotografía.
Si recibe demasiada luz nuestra imagen puede quedar sobreexpuesta y, por el
contrario, si la luz es poca el resultado será el de una fotografía subexpuesta.