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La sonoridad en la respiración
Ya he expuesto la técnica respiratoria en mi libro “LA QUENA –investigación y método-“, por lo
que solo me detendré en aquellos conceptos que relacionan estrechamente a la respiración con el control
de la sonoridad.
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La sonoridad en la embocadura
Si bien los dos componentes claves de la sonoridad son la embocadura y el abdomen, como
sistema espiratorio, es desde el control de la presión de los labios donde basaremos el control sonoro del
instrumento, con colaboración del apoyo abdominal para determinados sectores de la tesitura y
exigencias específicas de la interpretación.
El apoyo abdominal por sí solo no puede ejercer el control sobre el aire que llega al bisel, mientras
que los labios en tensión de embocadura, sí bien podrían hacerlo sin ayuda de un correcto apoyo
abdominal, sin este no lograrán jamás un sonido robusto y estable.
La relación entre estos dos componentes es estrecha y dependiente. El apoyo del aire desde los
músculos abdominales oficia de motor del caudal, control mayor de la presión del aire que llegará a los
labios. Estos últimos son la válvula de apertura, que controlará la velocidad/amplitud del canal de aire.
El control de los labios es el mayor desafío que exige cualquier instrumento de viento por soplo y,
dadas las características de su embocadura, en particular de la quena.
Los labios no abrirán una “ventana” por donde el aire deba salir. Por el contrario, estos intentan
cerrarse, y comienzan así, un ejercicio de fuerzas con el aire-abdomen (como motor de la columna de
aire). Piense en los labios como una válvula, la cual si no tuviese una fuerza que la exija, se cierre. Si bien
esto no es estrictamente necesario, nos ayudará a entender el sentido de válvula que planteo.
Desde la correcta relación de estas tensiones para lograr el mejor sonido posible, el aumento de
presión entre labios será el encargado de lograr relacionar toda la tesitura. Luego de dominar esta técnica,
se complementará con la técnica de apoyo abdominal para determinadas situaciones (ver capVIII
Diferenciación entre graves y agudos, LQ iym).
Esta relación de presiones ejerce en el conducto respiratorio (Tráquea, laringe, faringe y boca) un
ensanchamiento por presión que hace confuso el reconocimiento de cada parte con el fin de comprobar
su correcta tensión o relajación. En el caso particular de la boca, se experimenta a través de esta presión
una clara tendencia a que las mejillas se inflen, esto será un indicador (dentro de situaciones de sonido
normal) de la falta de tensión en los músculos de la embocadura (labios y boca). En el caso de la tráquea y
laringe, este ensanchamiento por aumento de presión, hace confuso el reconocimiento de una indebida
tensión en la garganta y la glotis, vulnerable a generar sonidos de las cuerdas vocales. En este caso el
reconocimiento se dará con el tiempo y la facilidad del auto reconocimiento sobre dichas partes del
cuerpo.
La sonoridad en la digitación
Buscando relacionar todos los componentes que influyen en la sonoridad de la quena,
encontramos un elemento que, a simple vista, no pareciera tener una influencia determinante al respecto.
Pero existen conexiones significativas entre ambos elementos.
Técnica de obturación:
Para poder trabajar la sonoridad correctamente, dependemos de una adecuada aplicación de las
técnicas de digitación. Un orificio mal obturado o una descordinación de los dedos en la digitación harán
muy dificultoso el trabajo sobre la sonoridad.
Técnica de sostén:
Prestemos atención a la morfología del instrumento:
Hablamos de un tubo de paredes relativamente angostas, en la mayoría de los casos, construido
de caña, un material sumamente frágil.
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LA QUENA Técnica de sonoridad Pancho Díaz
Nos abocaremos ahora a uno de los sectores más dificultosos de la sonoridad del instrumento.
El pobre componente armónico de las notas del sector 3 (notas fundamentales del sector 5) (Ver
cuadro de componentes armónicos), resulta en un empobrecimiento claro del sector 5, que suele sonar
sin cuerpo y con un sonido por demás incisivo.
Su dominio requiere un gran control de la presión labial, no de una gran cantidad de presión sino
de una presión muy precisa y controlada. Para estas notas, es tan común y contraproducente ejercer una
falta de presión de aire como un exceso de la misma y así un desequilibrio en la tesitura del instrumento y
desafinación. Luego de poder controlar dicha presión, el desafío radica en el mantenimiento de la misma
para que el sonido no se vea alterado, esta tarea estará a cargo tanto del mantenimiento de la tensión de
embocadura, como de una firme y constante presión abdominal.
Su búsqueda será a través de la misma técnica ya utilizada:
v Ubique las posiciones y la presión labial y abdominal necesarias para la nota LA-1 100%.
v Ejecute la nota RE-1 de acuerdo a lo expuesto en la técnica para ese sector.
v Desde RE-1 aplique la técnica de búsqueda del primer armónico, tenga en cuenta que será un camino
sonoramente más “áspero” que para el sector 4 y, en un comienzo, dichos armónicos sonarán con un gran
componente de sonido de viento. Esto lo reduciremos con dedicación y ejercitaciones específicas.
v Repita estos pasos para el resto de las notas del sector, tenga en cuenta que en relación a RE-2, las notas MI-2
y FA#-2 son aún más dificultosas y “ásperas”.
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Una técnica recomendada para comenzar las notas RE-2, MI y FA#-2 de manera más controlada
para dinámicas de bajo volumen, es el ataque denominado “P”. Este ataque lo logramos controlando
muy bien la presión entre labios para forzar al aire a salir en forma de una pequeña “burbuja” de aire
entre los labios
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Mantenimiento de presión en sector 5:
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Movimiento del maxilar
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