Diego habla solo

Hombre hablando solo.

Una obra de Jonathan Londoño.

Dramaturgia en tiempos de Pandemia.

Monologo compañero de:

Lucia habla sola. (Mujer hablando sola) del año 2017
Dedicada a Cusumbo, un proyecto que no alcanzamos a concretar.
 Diego habla solo-Jonathan Londoño

ESCENA ÚNICA.
(Diego un hombre de edad no tan avanzada como para ser tan viejo y ni tan poca como para
ser tan joven, ingresa a su apartamento, un espacio modesto pero privilegiado como para
pasar un largo tiempo sin salir. El espacio está perfectamente organizado, tiene una mesa,
un televisor, VHS, se logra ver la cocina, un par de sillas, un perchero y un balcón. Diego
entra con bolsas llenas de mercado, se le ve muy encartado. Fuera del apartamento, en el
pasillo, se escucha su vecina, a la cual nunca veremos, “por fortuna para nosotros”.)

VECINITA: Don Dieguito, no debió haber salido, recuerde que puede ser factor de riesgo… No solo
para usted sino para los que convivimos cerca…

DIEGO: Necesitaba hacerlo…

VECINITA: Claro, como mantiene solito, con mi familia estamos contando los días para que esto se
acabe…

DIEGO: Yo igual…

VECINITA: ¿Si supo del señor del 601 que se murió ayer en el ascensor?

DIEGO: Si terrible…

VECINITA: Vivía solo y a nadie le contó que padecía esa enfermedad… Ya era muy mayor…

DIEGO: A los cincuenta años nadie es mayor…

VECINITA: No crea a los 50 uno ya vivió una vida entera, a esa edad toca dejarle espacio a las
nuevas generaciones…

DIEGO: Si usted lo dice.

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VECINITA: Si necesita algo solo es que nos diga, los vecinos tenemos una linda red de apoyo a las
personas mayores. Tan solo tiene que poner un pañuelo, tela roja en la ventana o en la puerta y
alguien más joven le ayudará.

DIEGO: Gracias…

VECINITA: Por cierto cuando salga a botar las bolsas de basura por el ducto recuerde el KIT básico
de la salud. (Cantando) Los guantes debes llevar, tu salud podrás cuidar, tapabocas debes portar,
si a tu familia quieres salvar…

DIEGO: Siempre tan oportuna…

VECINITA: Don Dieguito, lo que sea por la comunidad…

(Diego entra y sale varias veces con las bolsas que contienen el mercado.)

DIEGO: Vecina, podría coger al perrito…

VECINITA: Pero si mi Rex es lo más de tierno.

(Rex, el perro de la vecina, gruñe.)

DIEGO: Le agradecería si lo coge un momento para pasar por el alcohol que está en esas bolsas, no
querrá usted que no me pueda desinfectar y me muera una noche de estas en mi apartamento…

VECINITA: La virgen no lo oiga… ¿Se imagina el olor tan horrible?…

(Diego entra al apartamento con otras bolsas, Rex no para de gruñirle, entre ademanes se
despide de su vecina.)

DIEGO: Adiós… Adiós…

VECINITA: Don Dieguito se le quedó acá la torta que compra todos los meses.

(La vecina le pasa una torta.)

VECINITA: ¿De qué la compró esta vez?
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DIEGO: De chocolate, es la única que compró.

VECINITA: Yo me hago unas tortas de plátano buenísimas, las decoro y me quedan de ataque.
Cuando quiera le hago una, mis hijos se las devoran de un solo sentón, si le hago la suya la puedo
decorar con la leyenda que usted quiera: Feliz cumpleaños o lo que quiera.

DIEGO: La dejo…

VECINITA: Podríamos ponerle: te extraño.

DIEGO: Ya le dije que solo compro de chocolate.

VECINITA: Lo digo por si se le ofrece.

DIEGO: La dejo.

VECINITA: Chao vecinito siempre recuerde… (Cantando) Los guantes debes llevar, tu salud podrás
cuidar, tapabocas debes portar, si a tu familia quieres salvar… RECUERDELO DON DIEGUITO, POR LA
COMUNIDAD…

(Diego le quita la torta de las manos, cierra la puerta.)

DIEGO: (Remedando a su vecina, haciendo una coreografía.) Los guantes debes llevar, tu salud
podrás cuidar, tapabocas debes portar, si al infierno no quieres llegar… Me vio cara de anciano,
vieja hi...

(Diego ubica la torta en la mesa, la destapa, esta dice FELIZ CUMPLEAÑOS JUAN. Saca de
una de las bolsas una virgen, la pone en un rincón y le prende una veladora, cierra los ojos
un instante, hace una oración, se persigna.)

DIEGO: ¿A quién le gustan las tortas de plátano? Siempre le quedan quemadas, aunque bueno hay
que reconocer que de buen sabor. ¿Cómo puede uno decorar una torta de plátano? Corroncha.
Sale con unas cosas esa señora.

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 Diego habla solo-Jonathan Londoño

(Diego saca de la bolsa una botella de champaña, la pone al lado de la torta, se queda
mirando el teléfono, rectifica que esté conectado y tenga tono, marca, suena, se va a la
contestadora.)

GRABADORA TELEFONICA: Este es el 6-6-3-6-8-1-0 y es el número de Juan, ahorita no me

encuentro, pero déjeme el mensaje de después del tono y cuando pueda le llamo. CHAO…

DIEGO: ¡ALO!

(Diego cuelga. Va a la pared y revisa el calendario marca los días y cuenta.)

DIEGO: miércoles, jueves, viernes, sábado y tenemos el 29 de diciembre. Este año se pasó volando.

(Diego toma un celular que tiene guardado, se queda un rato observándolo.)

DIEGO: Su batería se está agotando, conecte antes que se termine su carga. ¿Dónde estará el
cargador? No entiendo este aparato. Ya no estoy para estas cosas, eso es para los muchachos.
(Remedando nuevamente a la vecina.) Los vecinos tenemos una linda red de apoyo a las
personas mayores. Tan solo tiene que poner unos calzones rojos en la puerta y sabremos que se
está muriendo viejo asqueroso… ¿Será que me veo muy viejo?

(Se mira al espejo, mete barriga, saca pecho, se peina, se pone de perfil, toma aire, saca
culo y pone cara de bravucón. Lo hace varias veces, en la última como si fuera Robert de
Niro en Taxi Driver saca una pistola imaginaria de su chaqueta, dialoga con el espejo,
imitando la escena del actor.)

DIEGO: Más rápido que tu hijo de perra… ¿Qué te has creído? Te he visto venir…

(Guarda su pistola.)

DIEGO: Idiota, bueno aquí estoy atrévete… Atrévete… Atácame… Atácame…

(Vuelve y saca su pistola apuntando al espejo.)

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DIEGO: Ni lo intentes estúpido...

(Guarda una vez más su pistola, da media vuelta y voltea de reojo.)

DIEGO: You talking to me? You talking to me? You talking to me?

(Revisa con su mirada el espacio buscando a alguien detrás de él, vuelve al espejo.)

DIEGO: Then who the hell else are you talkin' to? You talkin' to me? Well I'm the only one here. Who
the fuck do you think you're talking to?… ¡Oh yeah! OK…

(Vuelve y le da la espalda al espejo, saca sorpresivamente la pistola, apunta al espejo.)

DIEGO: Escuchen malditos, locos idiotas, aquí hay un hombre que no soportará una más, que no
consentirá… (Rectifica) Escuchen malditos, locos idiotas, aquí hay un hombre que no soportará
una más, un hombre que se enfrentará a la escoria, a las prostitutas, los perros, la suciedad, el
excremento, aquí hay un hombre enfrentándose a… Aquí hay…

(Dispara.)

DIEGO: ¡BAM!... MORISTE…

(Suena el teléfono, Diego rompe su pose de Robert de Niro. Va a contestar.)

DIEGO: ALO.

OPERADORA: ¡Muy buenas tardes! recuerda este valioso mensaje que nos ayudará a salir rápido de
esta cuarentena… Debes lavar tus manos con agua y jabón mínimo cada dos horas, cuando salgas
a la calle no olvides tu paz y salvo que certifica que efectivamente puedes estar en la calle y
siempre, siempre lleva tu tapabocas… Canta con nosotros… (Suena música, cantan) Los
guantes…

DIEGO: Faltaba más que cantara con una maquina…

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(Diego cuelga, va a sacar el mercado de las bolsas, para un instante y vuelve al teléfono,
marca. El teléfono suena, se va a la contestadora.)

GRABADORA TELEFONICA: Este es el 6-6-3-6-8-1-0 y es el número de Juan, ahorita no me

encuentro, pero déjeme el mensaje de después del tono y cuando pueda le llamo. CHAO…

(Diego escucha la contestadora y cuelga. Vuelve a las bolsas para sacar el mercado.)

DIEGO: Tres tomates, dos pechuguitas, una bolsa de leche y el dinero se fue… ¡Como el agua entre
las manos! (ríe) Si esto sigue así me va a tocar pedir ayuda a la red de apoyo… Primero muerto…

(Diego saca una botella de aguardiente, la destapa, bota el primer chorrito al piso.)

DIEGO: ¡Una por la animas!

(Ríe, sirve en una copa pequeña.)

DIEGO: Me verán primero pidiendo limosna en la calle antes que ayuda a la vecina, si estuviera en el
campo otro gallo cantaría. No tendría que usar esa porquería (Refiriéndose al tapabocas) hasta
para cagar… ¿Qué más puedo hacer en estas cuatro paredes? ¿Qué tanto puede hacer uno un año
entero encerrado? 12 meses, 365 días, 8760 horas, 525600 minutos, metido en este mugroso
edificio con apartamentos de 60 metros cuadrados, quisiera un potrero para salir corriendo. …Ya
me bailé a todo Michael Jackson… Leí a Julio Flórez… “Todo nos llega tarde, hasta la muerte”
(Brindando hacia el cielo por Julio Flórez) … Por fin supe quién era Coco Chanel… Cambié todo
de puesto, renové las energías del espacio según el Feng Shui y esas corroncherias… Incluso me
escuché a todo Silvio Rodríguez… Y esta mierda no acaba…

(Diego va hasta la bolsa del mercado y saca el periódico.)

DIEGO: Como en los viejos tiempos no con esos aparatos modernos que los entenderá mandraque…

(Diego lee.)

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DIEGO: Internacionales… Se repiten las trágicas escenas del jueves negro de 1929 en Nueva York,
después de la quiebra definitiva de su Bolsa de Valores, Wall Street llora el más grande símbolo del
capitalismo, miles de empresarios se suicidaron arrojándose hoy desde sus ventanas recordando
las hilarantes escenas que cerraban los años 20 del siglo pasado. Estados Unidos se declara en
banca rota, mientras Donald Trump insiste que fue un ataque planeado por el gigante asiático para
desestabilizar la economía mundial. El mercado chino se apodera de las grandes multinacionales,
mientras ellos tienen controlada la pandemia desde hace más de un año cuando se presentó el
primer brote…

(Diego cambia de página.)

DIEGO: ¡Caramba! ¿Por qué no vienen y desestabilizan a mi vecina? A ver si se lanza por la ventana.
Los titulares de la prensa dirían VECINA INSOPORTABLE SE LANZA POR EL BALCÓN DE SU
APARTAMENTO… Su vecino el viejo decrepito de 59 años del 503 celebra con un cartel que dice
“Bien hecho vieja jijuepuerca”, además de ayudarle dándole una patada al tierno Rex lanzándolo
detrás de ella. Sus familiares los lloran con todas las medidas de seguridad, porque los guantes
deben llevar si a su familia quieren cuidar.

(Diego se acerca a la pared.)

DIEGO: Vecina, si me está escuchando es con la mejor intención… de que se muera… Si gastara la
misma cantidad de tiempo que gasta en estar pendiente de mí y la invirtiera en sacarse las
cucarachas de la cabeza el mundo sería un lugar mejor. Un lugar sin dolores de cabeza, con
pájaros cantando en el parque, el sol saldría todas las mañanas y aunque lloviera, nunca, nunca
sería un día para lamentar… Yo no sé el vecino como se la aguanta, o si quiera si le hace el amor,
vieja frígida… Eso debe ser más que una experiencia religiosa, deber ser como el purgatorio. Si yo
fuera su marido fingiría demencia, dolor de cabeza, flatulencia, sueño y cansancio… ¿Qué sentirá al
despertar cada mañana al lado de esa mujer? ¿No se arrepentirá? Pobre hombre…

(Toma otra copa de aguardiente.)

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DIEGO: Asumo que debemos estar en igualdad de condiciones; ella esperando a que yo corra a
lanzarme por la ventana porque represento un peligro para la humanidad y yo esperando a que
alguien la tire desde el quinto piso haciendo que parezca un accidente.

(Diego finge pose de investigador.)

DIEGO: Aunque pensándolo mejor yo mismo puedo meterme de incognito en su apartamento y

cuando le esté hablando a las matas como una loca… ¡BAM! La cojo de las patas flacas de gallina
culeca, la levanto por los aires y ¡ZAZ! La lanzo al vacío… (Ríe) Serian tantas sus ganas de chisme
que mínimo se queda suspendida en el aire para ver quien la mató y contarlo en el infierno.

(Pegándose aún más a la pared y gritando.)

DIEGO: Si alguien necesita una coartada para hacerlo yo estoy dispuesto a cubrirlo. Cuenten
conmigo. Si nuestra salud queremos cuidar a la vieja chismosa debemos matar…

(Ríe. Timbran a la puerta, Diego duda si ir o no. Decide abrir.)

VECINITA: Don Dieguito ¿Se encuentra bien? Lo escuche gritar…

DIEGO: Si vecinita, todo en orden…

VECINITA: El tapabocas y los guantes no se los puso para abrirme…

DIEGO: No pensé que fuera importante.

(Diego se pone el tapabocas.)

VECINITA: Claro que es importante. Me preocupa mucho la salud de las personas mayores, Según la
O.M.S…

DIEGO: ¿La qué?

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VECINITA: La Organización Mundial de la Salud, OR-GA-NI-ZA-CI-ÓN- MUN-DI-AL-DE- LA- SA-LUD…

Las personas mayores como usted tienden a padecer en medio del encierro ansiedades,
depresiones y se han visto hasta casos hasta de suicidio…

DIEGO: No es mi caso...

VECINITA: Igual recuerde que tenemos una linda…

DIEGO: Siempre lo tengo en cuenta.

VECINITA: Me pega un gritico en la pared que igual se escucha todo lo que habla…

(Diego le cierra la puerta.)

DIEGO: Ya ni siquiera se puede hablar solo.

(Ríe)

DIEGO: Del anonimato a los gritos… Ahora debe estar pensando que estoy planeando mi suicidio o
su asesinato. Debería hacer algo para que me lleve la policía a ver si le ponemos un poquito de
sabor a los días.

(Diego mira hacia el balcón, se acerca, sujeta la baranda, intenta subir un pie. Frena, entra
al apartamento.)

DIEGO: Ni loco estampillado en el piso. Si me he de matar que sea en la tranquilidad de mi casa.

(Diego toma un cuchillo de cortar hueso de la cocina, revisa como podría matarse con él.
Se le ve torpe intentando estupideces. Ríe, lo tira.)

DIEGO: Con esto más bien podría tajar el cuerpo de cierta mujer, echarlo al refri y hacer
empanadas para arreglar la situación económica. Las empanadas siempre se venden, no importa
que estén rellenas ¿Cuántas veces nos habremos comido al prójimo en una esquina? ¿Cuántos
maridos infieles habrán calado ahí? Menos mal me separé hace años.

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(Se levanta, guarda el cuchillo, sirve un trago de aguardiente, lo toma. De repente va y saca
una caja de madera, la abre con cuidado y saca una pistola antigua envuelta en un paño, la
observa por unos instantes, la carga con una única bala que tiene, gira el tambor.)

DIEGO: ¡Te estaba guardando para un momento especial belleza!

(Se apunta a la sien, aprieta el gatillo, pero la pistola no se acciona. Se mete el cañón en la
boca.)

DIEGO: No, así vestido jamás. Una cita con la muerte debería ser todo un evento, sabrá Dios si hay
cielo o infierno, mejor nos vamos bien vestidos.

(Diego rápidamente trae una camisa, una corbata, se alista, se acomoda lo mejor posible,
vuelve y mete el cañón en su boca, se arrepiente, cambia de posición, vuelve y mete el
cañón en su boca. Lo intenta varias veces, se le ve incomodo, pero sigue intentando buscar
la mejor posición para dispararse, se para, se acuesta, se sienta. Después de un largo rato
parece encontrarla, acciona el gatillo, pero la pistola no se dispara, lo intenta dos veces
más sin éxito alguno.)

DIEGO: ¡CARAJO! ¿A quién engaño? No voy a quedar muerto tan bonito como en las películas. Hasta
para matarse hay que saber cómo, para no dejar un reguero tan feo, que los sesos no queden
repartidos por todos lados es muy importante y que se pueda mostrar la carita del cadáver en el
velorio es vital para dejar una buena impresión… ¡Ni para que me mato!

(Ríe.)

DIEGO: Señoras y señores soy un pobre cobarde vaciado, tranquilos que no me voy a matar y
tampoco voy a ser tan de buenas para que la enfermedad esa lo haga. Hasta ella me huye.

(Se levanta torpemente con un cuidado extremo con la pistola, la deja encima de la mesa,
da media vuelta, se enreda, esta cae al suelo y se dispara accidentalmente. Diego cae
también, parece muerto. Silencio largo.)
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 Diego habla solo-Jonathan Londoño

DIEGO: ¡QUE SUSTO TAN TETRAHIJUEPUTA!

(Mira al cielo, junta las manos.)

DIEGO: Santa María madre de Dios, ruega por nosotros ahora y en la hora de nuestra muerte…
AMEN.

(Se levanta, besa la virgen, le sirve una copa y brinda con ella.)

DIEGO: ¡Celebremos la vida!

(Suena un celular metido entre su chaqueta, Diego va rápidamente lo saca, lo intenta

contestar, aunque se nota que le da trabajo. No entiende de tecnología.)

DIEGO: Alo, Alo… (Torpemente lo acciona.) ¿Dónde lo contesto? … Alo, Alo… (El celular sigue
sonando.) Llámeme al fijo… No entiendo estas perolas… Si es para trabajo llámeme al fijo…

(El celular deja de sonar, se ha apagado.)

DIEGO: Se apagó. Sabrá Dios donde está el cargador…

(Diego busca el cargador con la mirada, se da por vencido. Toma la pistola y el celular, los
bota a la caneca de la basura.)

DIEGO: Nunca entendí cómo funcionaban, mejor no tenerlos… Tener cosas es perder cosas… El que
me quiera que me llame al fijo, como en los buenos tiempos…

(Diego va hasta el teléfono fijo y lo revisa, luego va a la radio, la prende, comienza a

sintonizar emisoras.)

RADIO: …Francia sufre la peor jornada de su historia reciente, más de mil quinientos muertos al
día, las fosas comunes no dan abasto, mientras para los africanos la salud florece… (Cambia el
dial, habla don Jediondo) … Don Grabrielito de las Casas… Este fin de semana es fin de semana de
Crucero… Cruzo pa´ la cocina, cruzo pa´ la sala, cruzo pal balcón… Y hasta ahí… (Se escuchan

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risas, Diego cambia el dial.) En este especial de música de cuarentena tenemos un éxito del
ayer…

(Suena USTED QUÉ HARÍA del cantante argentino DIEGO VERDAGUER.)

Miren si en esta vida

Nos dieran otra oportunidad
Miren si se pudiera parar el tiempo
Volverlo atrás

Miren si se pudiera con experiencia recomenzar

Miren si se pudiera borrar las cosas que hicimos mal
¿Usted qué haría?, usted qué haría?
¿Usted qué haría?, usted qué haría?

Yo correría a buscar a la que fue mi amada

Y borraría con besos las penas que le daba
Yo haría tan sólo lo que ella quisiera
Sería más bueno para que ella me adorara

Yo voltearía el muro que de ella me separa

Y borraría lo malo que de mi recordara
Nunca tendría amores con otra, tan sólo con ella
Ella nunca me engañaba

(Diego toma su botella de aguardiente, comienza a cantar y bailar por el espacio, se libera,
sale al balcón a cantar a viva voz.)

DIEGO:

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Miren si en esta vida

Nos dieran otra oportunidad
Miren si se pudiera parar el tiempo
Volverlo atrás

Miren si se pudiera con experiencia recomenzar

Miren si se pudiera borrar las cosas que hicimos mal
¿Usted qué haría?, usted qué haría?
¿Usted qué haría?, usted qué haría?

VECINITA EN OFF: Don Dieguito, por favor podría bajarle un poquito al escándalo, vamos a tomar los
alimentos en familia y nos gustaría hacer la oración, pero su ruido no deja que el espíritu santo
entre a la casa…

(A lo lejos se escuchan otras voces pidiendo silencio.)

VOCES: cállese, estamos trabajando… otra vez el loco del quinientos tres… silencio… deje dictar
clase señor… estoy en examen… música tan fea.

DIEGO: Buen provecho…

(Diego vuelve y entra a su casa, se toma otra copa de aguardiente. Apaga la radio, le habla.)

DIEGO: Tocayo, no saben lo que es un verdadero clásico. ¡No lo saben! En 1984 en la Unicornio Club
Disco este era el tema que prendía la noche, Parece tan lejos 1984, pero fue ayer. 36 años ¿Qué
son 36 años? ¿Qué pasó? ¿Qué me pasó? ¡La vida se me fue como el agua entre las manos! ¿Quién
iba a pensar que ese año la vida entera me cambiaria? Mi ex mujer debe estar muy feliz por
haberse liberado de mí.

(Brinda, saca una foto de ella.)

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 Diego habla solo-Jonathan Londoño

DIEGO: Brindo por usted Yury, menos mal nos separamos antes de que todo esto empezara, nos
hubiéramos matado en el encierro… Cuando la conocí en 1983, era igualitica a la Yury famosa,
mona, chaparra; le fascinaba imitarla en sus shows, yo la seguía a donde fuera, como perro
faldero… La juventud fue frenética, confundimos la locura con el cariño y en 1984 estábamos dando
el sí en la iglesia del Carmen con Yurycita… ¡Que ironía, que tortura, que desgracia! …Para 1990 ya
nos odiábamos con todo nuestro ser… Un día se le dio que porque quería cuidar la figura, en su
afán de combatir la edad, se inscribió al gimnasio y me dejó por Juan Gabriel el entrenador. A ella
siempre le gustaron altos, musculosos y medio locotas… Nada que ver conmigo flaco, desgarbado,
calvo.

(Ríe.)

DIEGO: Que cabrón tan de malas, quedarse con esa vieja tan harta… ¿Cuándo les pregunté que
como había pasado? Tuvieron el descaro de decirme… “Fue más o menos así, vino blanco, noche y
viejas canciones, se reía de mí, dulce embustera la maldita primavera. Que queda de un sueño
erótico si de repente me despierto y se ha ido, siento el vacío de él. Me desespera, como si el amor
doliera y aunque no quiera, sin quererlo pienso en él.

Si para enamorarme ahora, volverá a mí la maldita primavera. Que importa si, para enamorarme
basta una hora, pasa ligera la maldita primavera. Pasa ligera, me hace daño solo a mi…”

(Ríe.)

DIEGO: Ella agarró sus vainas y me dejó solo… Yury traviesa… Ojalá estén vivos, ojalá se la haya
aguantado. Ojalá él salga por el mercado y ella no tenga que exponerse en la calle a coger un virus
que la mate.

(Diego va a la televisión, la prende.)

TELEVISOR: Eres una zorra…

(Cambia de canal.)

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TELEVISOR: A continuación, el inmortal Chavo del Ocho…

(Cambia de canal.)

DIEGO: Al menos él es inmortal…

TELEVISOR: …En otras noticias, el presidente de la republica acaba de decretar un mes más de
confinamiento para tratar de aplanar la curva del virus. En Colombia ya súmanos más de dos
millones de muertos y los casos van en aumento. Miles de familias piden el levantamiento de la
norma que completa ya su segundo año en vigencia, todo para el reencuentro con sus seres
queridos. Se pide a las personas mayores de cincuenta años no salir de casa. Una vez más el
llamado es al aislamiento social y a lavarse las manos con frecuencia.

(Diego apaga el televisor, coge sus manos y se las restriega por toda la cara. Se acerca a
la perilla de la puerta, la toca con su rostro, busca diferentes superficies y se las lleva a la
cara desesperado. Lo hace con todo lo que encuentra a su alrededor, sin tregua.)

DIEGO: Mátame virus de mierda, acá estoy ¿Qué esperas? Soy un cincuentón indefenso, gastritico,
sin defensas, soy todo lo que podrías matar, estoy tan indefenso y tan solo que hasta una tos me
llevaría al otro mundo. Acércate si eres tan letal y mátame, mátame de una vez.

(Diego va a la cocina, se le lava las manos y el rostro cuidadosamente. Sirve café, coge un
frasco con tranquilizantes y toma uno, dos, tres.)

DIEGO: Este era el último cuncho de café que quedaba. Desde que todo esto empezó tengo una dieta
balanceada a base de tranquilizantes, uno al desayuno, dos almuerzo y cinco a la comida, todo
acompañado de una dosis de recuerdos… Me voy a enloquecer, solo puedo asomarme a la ventana
y ver cómo pasa la vida. No soy capaz de vivir, pero tampoco de matarme.

(Toma otros dos tranquilizantes y mira a la virgen.)

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DIEGO: Otros dos como para echarle algo a la barriga. No perdamos la costumbre virgencita de
algo tenemos que vivir.

(Suena el timbre de la puerta, Diego va hasta la puerta, decide devolverse a la cocina

agarra el cuchillo de cortar hueso y lo pone detrás en su espalda, abre, es la Vecinita.)

VECINITA: Don Dieguito, desde hace rato no lo escucho gritar ¿Está bien? Recuerde que…

(Diego la amenaza con el cuchillo.)

DIEGO: Deje de ver para dentro de mi casa, mejor siga y yo mismo le muestro a mi desgracia y le
comparto todos mis secretos… Bien pueda siga…
VECINITA: ¡Ay no!
DIEGO: ¿No va a entrar? ¿No quiere meterse un poco más en mi vida? Soy un hombre adulto que
sabe tomar decisiones, si decido tirarme por la ventana tranquila que el golpe avisa. Gracias por
estar siempre atenta y chismosa veci…
VECINITA: ¡Qué grosero! Por eso está solo, eso gana una con estar pendiente de un señor de edad
como usted. Debería seguir las recomendaciones, yo sí me voy a cuidar para reencontrarme con
mis seres amados cuando esto termine, dicen que para el 31 de diciembre levantarán la norma
para poderse reunir con las familias. Tendré a quien abrazar cuando nos dejen salir y póngase el
tapabocas que nos puede dejar el pasillo infectado con su saliva. Viejo cochino, como no tiene quien
lo visite.
DIEGO: No voy a volver a usar tapabocas, ni a lavarme las manos nunca más, cuando la vea le voy a
toser encima…
(Diego comienza a toser.)
VECINITA: Y un consejito gratis, deje de gastar plata en tortas que siempre bota a la basura, mi
perrito se las come y se intoxica. Voy a llamar a la policía…

DIEGO: POR FAVOR, PARA QUE NOS HAGAN EL FAVOR DE LLEVARSELA…

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 Diego habla solo-Jonathan Londoño

(Diego tira la puerta, se ve aliviado. Silencio largo. Contempla el teléfono por un largo rato,
toma la bocina, la descuelga y marca. Suena.)

GRABADORA TELEFONICA: Este es el 6-6-3-6-8-1-0 y es el número de Juan, ahorita no me

encuentro, pero déjeme el mensaje de después del tono y cuando pueda le llamo. CHAO…

DIEGO: Juan, otra vez yo… No sé cuántas veces lo he llamado… Ya perdí la cuenta… (Guarda
silencio al teléfono.) … Creo que el teléfono ha estado fallando mijo, como que no entran las
llamadas o no sé qué es lo que le pasa a la línea, yo ya he llamado a quejarme, pero me dicen que
todo está bien, que no reporto llamadas y no me explico por qué si yo soy su papá, quisiera saber
algo de usted… (Guarda silencio al teléfono.) Debería haberse comunicado conmigo al menos
una vez…

GRABADORA TELEFONICA: El tiempo para grabar su mensaje ha culminado.

(Suena el teléfono colgado.)

DIEGO: No entiendo cómo funciona ese aparato moderno que me regaló, llámeme cuando pueda,
igual no voy a salir ningún lado.

(Diego cuelga el teléfono. Saca una cinta y la pone en el VHS, se reproduce en el televisor,
lo contempla, nunca vemos lo que sucede en la pantalla, solo lo escuchamos.)

DIEGO: Juan míreme acá un segundito.

JUAN:…Diego no me grabe, que pena… Apague esa cámara, mínimo es para hacerme quedar en
ridículo con sus amigos… ¿Y esa caja?

DIEGO: Ábrala pues.

JUAN: ¿Qué es eso?

DIEGO: Ábrala y se entera-

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 Diego habla solo-Jonathan Londoño

JUAN: ¡AH! EL DISCO QUE VIMOS EL OTRO DÍA EN EL CENTRO COMERCIAL Y ORIGINAL… SE LUCIÓ
VIEJO…

DIEGO: Espero sea ese el que quería.

JUAN: Y tiene la canción que me gusta.

DIEGO: Entonces si era ese.

JUAN: Se lució, mamá, mi papá… El viejo se lució… Gracias, gracias…

DIEGO: Póngalo en el discman.

(Se escucha que tararean TROUBLE de la banda inglesa COLDPLAY. Diego canta también
sentado en su sillón.)

TELEVISOR:

Oh no I see
A spider web it's tangled up with me
And I lost my head
And thought of all the stupid things I said
Oh no what's this
A spider web and I'm caught in the middle
So I turned to run
The thought of all the stupid things I've done

And I never meant to cause you trouble

And and I never meant to do you wrong
And and well if I ever caused you trouble
Oh no I never meant to do you harm…

(Diego para la cinta y la rebobina, varias veces.)

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 Diego habla solo-Jonathan Londoño

TELEVISOR: - Y tiene la canción que me gusta- (Rebobina) Diego no me grabe, que pena… Apague
esa cámara, mínimo es para hacerme quedar en ridículo con sus amigos… (Rebobina) - EL OTRO
DÍA EN EL CENTRO COMERCIAL Y ORIGINAL… SE LUCIÓ VIEJO… (Rebobina) Se lució, mamá, mi papá…
El viejo se lució… (Rebobina)…mi papá… El viejo se lució… (Rebobina)… se lució…

(Diego para la grabación, bota el control remoto lejos.)

DIEGO: El día que vi sus ojitos claros en mis manos, casi lo suelto de la impresión. La primera
cambiada de pañal fue fatal, me tocó a mí, se cagaba y se cagaba sin tregua, gasté muchos
pañales, como eran de tela los botaba sin lavar. Saber que la peor cagada que me hizo no fue esa.
Yo qué pensaba que eso de ser papá era súper fácil…

(Ríe, sirve un trago de aguardiente y parte un pedazo de torta, come.)

DIEGO: Yury y yo nunca no lo esperamos, confundimos la idea de ser padres con el amor…
Abortarlo no era una opción, al menos para mí, ella hubiera dado lo que fuera por no tenerlo, por
botarlo en una caneca de la Caracas… Nunca fue buena mamá, sí, hay mujeres que no nacieron
para eso, no todas tienen el instinto maternal desarrollado, ella vino al mundo para ser una
estrella sin fama, una Yury sin gloria… Juan nació ahí en la materno infantil por la décima, un 29
de diciembre de 1984 ¡Que mala fecha para nacer! Siempre me lo engañan con los regalos, los
amigos me lo dejan solo para esas fechas, Yury se iba con la familia y me quedaba solo con él… Era
mi mejor oportunidad para tenerlo para mi solito y llevarlo al parque, hacerlo sentir especial,
comprarle su tortica, cantarle el Happy Birthday… No hay día que yo anhele más que los 29 de
diciembre de cada año… Del Hospital no nos dieron salida sino hasta el 1 de enero porque no había
médico que firmara los papeles, aunque si hubiéramos querido nos habíamos podido volar, un fin
de año no hay ni siquiera celadores haciendo guardia... A nadie le importa si alguien nace por esos
días. Ese 31 nos dimos el feliz año viendo los juegos artificiales desde la ventana y con él en
brazos… Fue creciendo y como si fuera un castigo se parecía cada vez más a mí, el día que dio su
primer paso fue el más feliz de mi vida y ni hablar cuando dijo mi nombre… Nunca me ha dicho

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 Diego habla solo-Jonathan Londoño

papá, siempre Diego, como si fuera una condena ser su progenitor… De adolescente ya le daba
pena que lo besará en la mejilla, me decía “No me haga quedar en vergüenza, no sea ridículo, yo lo
amo pero de lejos”. Con distanciamiento social.

(Diego va hasta la virgen, apaga la veladora y la bota a la caneca de la basura. Sirve otra
copa de aguardiente, corta otro pedazo de torta.)

DIEGO: Hasta le puse una veladora a la virgen y todo para que me llame, para que me haga el
milagrito, pero no me escuchó, debe estar muy ocupada en asuntos divinos con su propio hijo…
Brindo por esos 29 diciembre que lo saqué al parque, por esos 29 de diciembre en que los amigos
no estaban y lo tenía para mí. Brindo por las tortas que no le partiré nunca más, por las salidas a
la cicloruta que no volveremos a tener, por las noches que me trasnoché en casa de Yury y su
nuevo amor haciéndole los trabajos del colegio, por los grados a los que solo yo asistí, por los
fines de semana trabajando para que pudiera tener un estudio digno, por los Discos que le compré
para hacerlo tan feliz… Brindo por la vida que se me fue criándolo desde 1984… Lo más fácil fue
cambiarle los pañales, el verdadero trabajo fue la vida entera. PELAO´DE MIERDA.

(Diego toma la bocina del teléfono vuelve y marca. Del otro lado contestan.)

JUAN: ALO…

DIEGO: ¿Juan?

JUAN: ¡PAPÁ! … ¡DIEGO, VIEJO! Me encontró de milagro… He tenido pendiente llamarlo a este
número, pero es que el tiempo no me alcanza y no lo había podido buscar… Con esto de la
pandemia todo se me volvió trabajo. (Silencio largo) ¿Qué pasó con el celular? Por ahí lo estuve
llamando, pero nunca contesta. ¿Viejo, está ahí?

DIEGO: …Espero que pronto sea 29 de diciembre para que venga a buscarme porque no quiere
estar solo, cada vez que salgo de compras le traigo una torta como las que le gustan y espero que
venga para poderle cantar el Happy Birthday, porque es de la única manera en la que me quiere

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 Diego habla solo-Jonathan Londoño

ver, ya tengo contados los días y faltan cinco para que sea su santo y venga a estarse conmigo
como cuando era pequeño… Lo espero el jueves.

(Diego cuelga el teléfono, en seguida este suena y suena sin parar. No lo contesta,
desconecta el cable, toma lo que queda de la torta y la tira a la basura.)

DIEGO: Lo más grave de todo esto no es el encierro, no es que la gente se muera afuera de la
puerta de mi casa, no es que las cifras no paren de crecer, no es que los negocios vayan mal, no
es que el perro de la vecina ladre sin parar, no es no poder imitar a Robert de Niro… Lo más grave
de todo esto es que el teléfono no suene, es que a mi puerta nadie golpee, es que si me muero
nadie me vaya a llorar, lo más grave de todo esto es estar solo aun cuando la cuarentena acabe.

(Diego se toma un trago directamente de la botella, sale al balcón del edificio y grita.)

DIEGO: PARTIDA DE HIJUEPUTAS, ESPERO QUE LA CUARENTENA NUNCA SE ACABE.

(Rex ladra. La luz cae lentamente en la ciudad de Bogotá.)

A todos los padres que han sido madres.

10 de mayo de 2020

FIN.

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