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PALABRAS CLAVE EN LA DOBLE OBRA LUCANA

a. La palabra “hoy” tiene la función de señalar la acción divina y al tiempo de la


salvación. En Zaqueo La palabra “hoy” está unida dos veces a la palabra “casa” (19,
5.9)

b. Casa. Jesús envía a los discípulos sin el equipamiento usual. Eso no es ideal de
pobreza, sino que subraya la meta del viaje: ser recibido en las casas. La meta no es
andar por el mundo, sino visitar casas. Significa no sólo la construcción, sino también
“familia” o “generación”. Zaqueo experimenta la salvación por dos razones: por
recibir a Jesús en su casa y por ser “hijo de Abrahán”. Con Zaqueo experimenta
también su casa la salvación, su familia, su generación, y con su “casa” todos los hijos
e hijas de Abrahán, como Lucas afirmó ya antes de la narración de la curación de la
mujer encorvada (13, 10-17), declarada por Jesús hija de Abrahán (13, 16). Zaqueo
no recibió a Jesús para ser salvado, sino que le hospedó obedeciendo a Jesús, que
quiso hospedarse en su casa (19,5). No fue el dar la mitad de sus bienes a los pobres
lo que le trae la salvación, pues la salvación ya había llegado. El reparto de sus bienes
es efecto de su acción: recibiendo a Jesús, zaqueo experimenta que ¡ya está salvado!

c. “El año de gracia del Señor” es una frase que se relaciona con la “Buena Nueva”,
“liberación” ( 4,18).

d. El “año de gracia” o “año jubilar” que se repite cada 7 o 49-50 años significa, según,
Lv 25, 8-55, la libertad para todos, la exención general de deudas y cargas, el
restablecimiento de la inicial posesión de las tierras y de los derechos generales de
personalidad.

e. Seguimiento y envío 9, 57-62 y 10, 1-20. La palabra clave que une las dos
narraciones es “el Reino de Dios”. Lucas realza que seguir a Jesús y anunciar el Reino
de Dios son la misma cosa, pues Jesús invita al seguimiento (9, 59), con el encargo
de anunciar el Reino de Dios (9,60).

f. 72 discípulos o 70. Se trata de cifras simbólicas. En aquel tiempo se contaban setenta


pueblos del mundo, y según una leyenda, setenta y dos tradujeron el texto hebreo al
griego. Así Lucas señala la difusión del Evangelio en todo el mundo.
g. Mesa. Y los discípulos deben permanecer en ellas (casas), no andar de casa en casa,
y comer y beber porque la comunidad a la mesa sirve para anunciar el Evangelio.

h. Alegría. Lucas tematiza el campo semántico de la “alegría”; a éste pertenecen


también palabras como “fiesta”, “música y danzas”, “se echó a su cuello”, “le besó
efusivamente”, “celebrar”. La alegría es la señal del tiempo salvífico de Dios que
empezó con el anuncio del nacimiento de Juan el Bautista (1, 14.44.58), y continuó
con la “gran alegría” del nacimiento de Jesús (2, 10). La alegría es una consecuencia
de esta presencia de la salvación. Aparece como don de Dios, inseparablemente unido
al don de la salvación mesiánica (Lc 1, 18), y por ello es signo de su presencia (Lc 1,
41.44; 2, 10). Lc lo subraya en los momentos principales del camino salvador, obras
de Jesús (Lc 13, 17) y su resurrección (Lc 24, 41.52), y evangelización de los gentiles
(Hch 11, 23; 13, 48.52; 15, 3). Se manifiesta, especialmente, en los que reciben la
salvación (Lc 8, 13; 19,6; Hch 8, 39; 13, 48.52; 15, 3 16, 34), en la vida comunitaria
(Hch 2, 46), en la superación de los problemas eclesiales (Hch 15, 31) y en la
esperanza de la salvación final (Lc 6, 23; 10, 20). Igualmente está presente en los que
cooperan en el apostolado, predicando (Lc 10, 17.20) y siendo perseguidos (Lc 6, 23;
Hch 5, 41). Puesto que evangelizar connota la idea de dar una alegre noticia, Lc
subraya la presencia del gozo como respuesta a la evangelización (Hch 8,
4.8.25.35.39): es la manifestación terrena del gozo que hay en el cielo cuando el
hombre acepta la salvación y vuelve al Padre (Lc 15, 5.6.7.9.10. 32). También los
setenta y dos discípulos enviados por Jesús experimentaron esta alegría (10, 17),
aunque Jesús corrige el motivo: que sus nombres están inscritos en los cielos (10, 20).
Jesús mismo se llenó de esta alegría (10, 21) y asimismo la gente que ve sus hechos
se alegra (13, 17). Lucas describe más detalladamente esta alegría, pues es “alegría
por el pecador que se arrepiente y se convierte” (15, 7.10). La “alegría” porque Jesús
es el salvador anunciado a los pastores (2, 10-11) también la experimenta Zaqueo
cuando recibe a Jesús (19, 6): “hoy a llegado la salvación a esta casa”.

i. Alegría por la conversión. La conversión se equipara con “ser hallado” y “volver a


la vida”. Es la alegría por el hijo o el hermano que había muerto y ha vuelto a la vida,
se había perdido y ha sido encontrado. Este entusiasmo es resultado de la conversión,
y alienta a los pecadores a atreverse a dar el paso y convertirse. Ni sermones ni
reproches por la conversión, sino enorme alegría y entusiasta bienvenida; así, les
anima a convertirse.
j. Fariseo. “Fariseo”, como personaje negativo de identificación que nos exhorta a no
tenernos como “justos” o “buenos” a causa de lo que debemos a Dios.

k. Publicano. Al publicano, en cambio, Jesús lo presenta como ejemplo positivo. Con


eso pone en duda los criterios que forman nuestras opiniones: ¿Con qué medida
juzgamos a otros? El publicano es consciente de sus pecados e infracciones. Sabe que
forma parte de un sistema que trata injustamente a otros y que explota
despiadadamente. Pero, por ser parte de ese sistema, no puede salirse fácilmente, pues
él mismo quiere sobrevivir. El publicano nos recuerda que nosotros también estamos
implicados en sistemas que explotan a otros, les hacen dependientes y les tratan
injustamente. Aunque a veces hacemos bien, no podemos considerarnos justos.

l. “Preciso” y “prisa” -baja pronto, se apresuró (19, 5-6), “hoy”, “quedarse” (19,5) y
“alegría” pueden adquirir también sentido teológico, pues refieren al plan salvífico de
Dios que debe ser cumplido; de hecho, ya empezó a realizarles y se sigue realizando,
“hoy”.

m. “Quedarse” en el contexto con “recibir”, “entrar”, y “acoger” a Jesús significa


mucho más que “hospedarlo”, pues implica duración: “para siempre”. La salvación
experimentada por Zaqueo no es un acto aislado, sino que dura para siempre.

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