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RESUMEN: PARCIAL DE PSICOLOGIA DE LA TERCERA EDAD Y VEJEZ

UNIDAD 1

IACUB, R. (2011). IDENTIDAD Y ENVEJECIMIENTO.

CAP 1 - LA IDENTIDAD SOCIAL EN EL ENVEJECIMIENTO Y LA VEJEZ


[ Por ser sujetos del lenguaje, resulta indispensable discernir de qué modos se habla desde el otro, desde la
cultura, ya que los significados socialmente establecidos inciden en la construcción de las identidades, en tanto
esos códigos funcionan como descriptores que modelan a los sujetos. Desde los espacios de contradicción y
quiebre discursivo donde resulta posible cuestionar dichos significados, pudiendo con ello reconsiderar las
identidades socialmente conformadas. ]

TERMINOS
Los significados del envejecimiento y la vejez suponen concepciones diversas, contradictorias entre sí,
dinámicas en el tiempo, con sentidos variables, positivos o negativos, son espacios en construcción.
Las definiciones de envejecimiento suelen apuntar a su biología. De esta forma se concibe al envejecer como
proceso de deterioro cognitivo.
El envejecimiento es un proceso que acontece desde que nacemos hasta que nos morimos y que implica el
interjuego entre factores biológicos, psicológicos, o sociales que pueden tener formas diferenciales en cada
persona.
Este proceso supone que el sujeto, a lo largo de su vida, toma las características asociadas a la vejez. Estas
resultan variables y se relacionan con la diversidad cultural, histórica, generacional y subjetiva. Características
asociadas a la vejez: el deterioro o la involución como la maduración y la sabiduría.
Diversos procesos de envejecimiento: biológico, psicológico o social que, aun produciéndose en un mismo
individuo, pueden tener formas diferentes. Ninguno de estos procesos es lineal y cada uno presenta rasgos
diferenciales en cada etapa.
La vejez se define como una significación, que produce un corte en lo social. Es relacionada al tramo final de la
vida, o lo que implique el final del termino laboral, o de reproducción, etc., y conlleva una serie de procesos
biológicos y psicológicos propios. Esta etapa, al ser significada por cada cultura, toma características
particulares a dicho grupo humano que promueven espacios sociales con variantes muy diferentes.

El término VEJEZ es definido como “la cualidad de ser viejo” o también es aplicable a las personas que han
vivido más tiempo que las demás, es decir que surge desde una comparación con el interior de una comunidad
o de un grupo.
La palabra “viejo” resulta en nuestra comunidad lingüística la más interiorizada socialmente, aun cuando
produce un alto nivel de rechazo. Otras palabras como “anciano”, “tercera edad” o “adulto mayor” hacen
referencia a la idea de viejo. Cada una refleja una historia de la lengua cargada de significaciones propias y
dinámicas.
LA CONSTRUCCION DEL CONCEPTO
Cada sociedad construye su propia concepción acerca de lo que significan las edades del ser humano , una de
ellas: la vejez. Sin embargo, las concepciones son múltiples en cada sociedad y cultura con distinto nivel de
validez.
La categoría “edad” es uno de los cortes que realiza una sociedad conformando un esquema social
determinado. En este caso, nos referiremos a la vejez como una subcategoría que se continúa de la categoría
“edad”. De esta última, se desprenden una serie de funciones y roles sociales asociados a cada edad, con toda
una serie de valoraciones, tanto positivas como negativas.
La edad determina, en el diagrama social de un pueblo, los modos en que una sociedad considera y habilita
posibilidades de trabajo o de goces, usos de poder y saber, etc., determinando con ello una serie de
valoraciones diversas en relación con un amplio sistema social, económico y cultural.

LA PERSPECTIVA DEL CURSO DE LA VIDA


En la actualidad, existen múltiples teorías y perspectivas que tratan de definir el envejecimiento, Dixon y Lerner
consideran que esta perspectiva no encuentra una causa única y singular para explicar el comportamiento y el
desarrollo individual, ni recurriendo a variables internas (biológicas o psicológicas), o interpersonales
(relaciones entre pares), ni a variables externas (ambientales o institucionales). Su comprensión es posible
articulando estos tres niveles de organización:
IACUB destaca ciertos ejes básicos para la concepción del Curso de la Vida:
1. El envejecimiento como un proceso de diferenciación progresiva: el envejecer es una realidad de cualquier
forma de vida, aunque su complejidad difiera según la especie, el individuo y la etapa histórica; de allí que
existen tantas formas de envejecer como individuos. A medida que se envejece, la variabilidad interindividual
aumenta tanto por razones genéticas como del ambiente.
2. Reconceptualización del desarrollo y el envejecimiento: el desarrollo y el envejecimiento deben ser
analizados más allá de sus aspectos biológicos, pudiendo indagarlos desde una perspectiva cultural que vaya
más allá de concepciones unidimensionales, estáticas y limitantes. El desarrollo y el envejecimiento han de
entenderse como procesos simultáneos y permanentes durante la vida, en los cuales se conjugan ganancias y
pérdidas, así como múltiples influencias y orientaciones.
3. Multidimensionalidad, multidireccionalidad, plasticidad y discontinuidad: estos criterios implican que
diferentes factores y sistemas de conjugan e interactúan en direcciones disimiles en la construcción de la vida
de cada persona. Cada curso vital implica, al mismo tiempo, continuidad y discontinuidad: mientras algunos
aspectos se mantienen, surgen otros nuevos.
4. El envejecimiento como un proceso dinámico y contextual: las múltiples influencias de las que se compone
el envejecimiento conforman una serie de ecología social en la que resultan determinantes la ubicación
estructural, la construcción social de los significados y las conexiones entre el individuo y lo social.
5. El curso vital modelado por transiciones y trayectorias relacionadas con la noción de edad: la edad aparece
modelada por una estructura social, al tiempo que las vidas humanas se ajustan al modo en que se considera
“adecuado vivir” según la edad. El modelo de “currículum vital” presenta el modo en que una sociedad
construye y propone a los individuos ciertos principios organizadores del desarrollo de su vida. Son sistemas
de normas que generan los roles por edad y las transiciones en las etapas vitales.
6. Importancia del contexto y de la historia: los modelos contextuales son los más apropiados para estudiar las
trayectorias vitales, dado que estas son cada vez más atípicas. Existen factores que inciden en el curso vital:
expectativas sociales relacionadas con la edad, influencias históricas y acontecimientos personales únicos.

DE LA DEFINICIÓN A LA IDENTIDAD
Los modos en que se construye una cierta definición, implican un diseño de identidad socialmente establecida.
Toda definición supone el ejercicio de una serie de controles sobre la trayectoria vital de los individuos,
imponiendo normas acerca de lo que significa tener “cierta edad”. Estas formas de control son parte de las
políticas sobre la identidad desde las cuales se determina lo que se designa por vejez.
Al sujeto se lo intenta definir a través de un conjunto de relaciones objetivas ancladas en ciertas formas de
poder que lo transforman en alguien que puede ser concebido por un determinado discurso narrativo y que se
espera que actúe desde el campo de dominación, lo cual es otra forma de construir la identidad.
Dichas representaciones, ya sean divisiones etarias, de género o de clase social, suelen presentarse como
discursos hegemónicos, con la capacidad de poder establecer el sentido común, la doxa social o el fondo de
descripciones autoevidentes de la realidad social que normalmente permanecen inexpresadas. Positiva o
negativamente, dichas descripciones limitan los espacios identitarios y conforman a su vez identidades
sociales expresadas por características que se suponen específicas.
Los sistemas sociales prefijan al sujeto, brindándole un rol y un estatus dentro de su medio. Esto implica un
marco de adaptaciones, siempre creativas, que el sujeto realiza en base a las normas ofrecidas, buscando el
reconocimiento del otro.
Las modalidades de aceptación o del rechazo dependerán de las normas sociales imperantes y podrán tener el
signo de la virtud o del pecado, de lo bello o lo feo, de lo normal o anormal.
La identidad puede funcionar como una interfase entre una definición del sujeto enunciado por predicados
sociales y predicados singulares. Dubar lo define como una identidad para sí y para el otro.

LA CUESTIÓN DEL GOBIERNO DE SÍ


Foucault plantea el modo en que el sujeto gobierna y construye su yo a partir de la interacción entre las
regulaciones sociales e individuales. La tecnología del yo es definida como “la historia del modo en que un
individuos actúa sobre sí mismo”, los mecanismos autodirectivos o el modo en que los individuos se
experimentan, juzgan y conducen.
El modo en que una persona vieja se lee a sí misma no es un resultado cierto de los discursos que se le
plantean, aunque estos serán parte del conjunto de descripciones desde donde el sujeto se narrará. Resulta
necesario subrayar la heterogeneidad y especificidad de los ideales y modelos de individualidad y del
envejecimiento que se despliegan en las diferentes prácticas sociales, los diversos códigos que emergen en
las divisiones de género, etnias o clases sociales, y su articulación con respecto a problemas y soluciones
específicas concernientes a la conducta humana.
Presupuestos relativos a la noción de gobernabilidad de sí:
1. La problematización es entendida como el modo en que un sujeto, el viejo, o una temática, la vejez,
devienen temas a ser cuestionados y a la vez delimitados desde ciertos criterios sociales. Su producto
serán las definiciones sobre este conjunto poblacional. Cada momento histórico problematiza y
construye distintos parámetros socioculturales.
2. Las teleologías son las formas de vida, metas o ideales propuestos a determinado grupo social, en las
que se incluyen los códigos de conocimiento que apoyan estos ideales y valores éticos. Sobre cierta
problematización surgirán teleologías y es allí donde la desvinculación puede ser un resultado tan
cierto como la inclusión, la expectativa de dependencia o de autonomía, de pasividad o actividad, de
fracaso o éxito y de retiro o continuidad. Todo dependerá del modo en que se problematice la vejez y
se construyan ideales sociales que funcionen como expectativas sociales para este grupo.
3. Las tecnologías son los montajes estructurados a partir de una cierta racionalidad práctica con el fin
de encauzar la conducta de un sujeto en direcciones especificas, propiciando determinados roles y
funciones sociales. Toda tecnología debe estructurarse a partir de practicas e instituciones sociales a
fin de posibilitar el objetivo deseado.
4. Las autoridades son aquellas a quienes se otorga o reivindica la capacidad de hablar verazmente de
los seres humanos, de su naturaleza y sus problemas, ya sea el sacerdote, el medico o el psicólogo.
5. Las estrategias vinculan los procedimientos para regular las capacidades de las personas a objetivos
morales, sociales o políticos mas amplios concernientes a los rasgos deseables o no deseables de una
sociedad. Las estrategias relativas a la vejez suponen una inversión social que implica esfuerzos
humanos y económicos relativos a investigaciones o estudios científicos, narrativas artísticas, luchas
sociales o políticas sociales, entre otros, y que posibilita un tipo de cuadro de realidad u otro, lo que
implica una cierta problematización de la vejez.
 
Estas premisas permiten reconocer modelos de gobernabilidad y tecnologías del yo en diferentes temáticas
que aluden a la posición del viejo y la vejez.

LAS PERSPECTIVAS Y LOS SIGNIFICADOS DE LA VEJEZ:


Los modos en que se establecen los significados sobre la vejez son múltiples y disimiles a lo largo de la
historia. Algunos resultan de mayor continuidad y otros aparecen localizados en determinados momentos
históricos.
Existen factores que brindan continuidad, tales como la fragilidad física y la cercanía con la muerte. Por otro
lado, aparecen otros como la jubilación o la noción de edad que resultan ligados a contextos socio-históricos
más limitados. La edad, el género, la educación, clase social, etnia, generación y cohorte son los que
determinan los tipos de vejez.
El prejuicio y estereotipo se piensan como marcas sociales que imprimen un sesgo identificador, con altos
niveles de aceptación social, sin que sean verificables desde ciertos códigos científicos, aunque los prejuicios y
los estereotipos son también ángulos desde donde una cierta cultura local, con sus representaciones de la
realidad, critíca a otra. Toda cultura carga con representaciones ideológicas, determinadas por políticas de
edad que nos llevan a pensar, investigar y producir la realidad de una determinada manera.
Existe una serie de falsas creencias acerca de la vejez, una de ellas es el “mito de la modernización”, consiste
en creer que a lo largo de la historia, la vejez había sido apreciada y que la modernidad denigro el lugar
simbólico de los mayores. También se sostiene que antes los viejos vivían en familias multigeneracionales y
ahora en familias nucleares, o que antes los viejos estaban excluidos de la sexualidad y es ahora que se les
empieza a posibilitar un espacio. Gran parte de estos datos y dichos son falsos y se producen como efecto de
un momento de la cultura.

LA PERSPECTIVA DE LA EDAD
A lo largo de la historia, la edad tuvo diversos niveles de influencia en la definición de los roles y las actitudes
esperables a nivel social e individual.
Kohli: “El curso de la vida implica un conjunto de reglas que organizan una dimensión clave se la vida” en una
determinada sociedad y en un momento histórico especifico. Dicho curso de la vida se compone de un
conjunto de trayectorias vitales, más o menos entrelazadas, donde se desarrolla la existencia humana.
La modernidad tendió a la estandarización de las edades e intentó hallar en cada grupo etario diferencias
notables y características, donde el trabajo se constituyó como el gran ordenador social. En la sociedad, cada
miembro resulto visible tanto por la imagen que debía transmitir a través de la indumentaria, como en
conductas y roles que se concebían adecuados según la edad.
Con la posmodernidad, se produce una emergente desinstitucionalización y desdiferenciación del curso vital,
dando lugar a una mayor individualización. Tanto la edad como el género dejaron de ser variables relevantes
para definir los roles y comportamientos. Se puede ver un mov9imiento hacia un estilo más informal “uni-age”
donde la edad se vuelve irrelevante.
Existe actualmente un cambio en la temporalidad adjudicada a cada edad, así como una flexibilización
respecto de sus límites, lo que permite hallar adolescencias alargadas o envejecimientos postergados.
Estudiar, trabajar o jubilarse se desvanecen de su ordenamiento por edades y se convierten en una serie de
opciones alternadas y no consecutivas.

LA PERSPECTIVA DE GÉNERO
La noción de género surge como otra de las maneras de construir la identidad en lo social. Esta se define
como un conjunto de creencias, valores y representaciones acerca del varón y la mujer, hetero u homosexual,
que suponen roles, formas de expresión de las emociones y los sentimientos, tipos de actitudes y actividades.
Cada una de estas formas se despliegan en contextos de interacción, mediatizadas por usos jerárquicos del
poder.
Estos modelos de identidad son parte de una cultura que se transmite en cada generación aportando
representaciones de género, los cuales a su vez envejecerán de modos diferenciales. La rigidez de los
modelos denominados tradicionales acerca de los roles de género pueden fragilizarse antes los nuevos
contextos que plantea el envejecimiento.

LA PERSPECTIVA DE COHORTES
Se concibe la cohorte como “un grupo de personas que experimenta un evento durante un mismo intervalo de
tiempo”. Por eso no debe confundirse la cohorte con la generación, ya que la primera se construye en función
de influencias específicas de eventos y experiencias históricas, que no necesariamente son compatibles con el
conjunto de las personas de la misma edad.
Las cohortes modelan a un sujeto en la juventud, debido a la apertura que se realiza a nuevos contextos y a
múltiples formas de socialización. Se adquieren perspectivas del mundo, asociadas a valores, creencias y
actitudes, que impactaran en esta etapa y se mantendrán el resto de sus vidas.
Las diferencias en el desarrollo entre personas de diferentes cohortes son de una gran variabilidad de
características, incluso en personas nacidas en la misma época, ya que estas dependen de las circunstancias
históricas particulares, generando trayectorias de edades específicas que se reflejan en capacidades
cognitivas, las ideologías políticas, las características de personalidad u otras.
Los cambios de cohorte influencian también los rasgos de personalidad, hallando en los adultos mayores de
hoy niveles más altos de apertura y extroversión.

LAS PERSPECTIVAS DE CLASES SOCIALES, ETNIAS Y LOS NIVELES DE EDUCACIÓN


Cada sociedad construye diferencias y semejanzas ente los grupos etarios. Ser pobre o rico no es
simplemente un hecho económico, sino que implica una serie de vivencias biológicas, psicológicas y sociales
que determinan modos de llegar a la vejez, expectativas de rol, tipos de familia, etc. Contar o no con una
jubilación o un trabajo puede implicar niveles de independencia o dependencia, recursos de atención y
cuidado, y capacidad de seguir desarrollándose, entre otros.

LOS SIGNIFICADOS DE LA ERÓTICA EN LA VEJEZ


• La compañía y el goce sexual a lo largo de toda la vida: aparece un llamado a disponer del goce sensual en
el marco de la pareja durante toda la vida.
• La construcción del pudor: la imagen de la vejez aparece fuertemente deserotizada en la medida en que se
contrapone con los modelos estéticos vigentes asociados a la juventud.
• La respetabilidad como demanda moral: supone que los viejos tienen menos posibilidades para el disfrute, ya
que se encuentran más demandados socialmente que los de otras edades a controlar sus deseos.
• De la asexualidad a la perversión: un viejo que es definido como un asexuado o imposibilitado para el sexo,
aunque ante la emergencia de un interés erótico puede ser concebido como un perverso.
• El control corporal: la deserotización de la vejez se encuentra asociada a una visión utilitarista del cuerpo,
este no es concebido como un objeto de goce sino de conservación=
• La reducción de los goces a la genitalidad: el funcionamiento genital aparece como un parámetro normativo
que organiza la relación del sujeto con su deseo, especialmente en el varón. • La promoción sexual:
actualmente aparece una tendencia a la promoción del goce sexual, con una mirada uniage que busca desafiar
las lecturas habituales de esta etapa vital. Surge una sexualidad sin criterios normativos de edad que resulta
fuertemente sostenida por los relatos científicos que afirman la importancia y la posibilidad y deseabilidad del
sexo sin edad
• El cuerpo fetiche y fetichización de la sexualidad: aparecen como referentes de una forma de erotismo en la
que predomina lo estético y el dominio de lo visual, produciendo un goce más ligado a la seducción y a la auto
contemplación, que puede excluir al cuerpo envejecido
LOS SIGNIFICADOS DE LA PRODUCTIVIDAD Y LA AUTONOMÍA EN EL ENVEJECIMIENTO
Hay dos dimensiones importantes, el valor de la productividad y de la autonomía. Aun cuando la noción de lo
productivo ha ido transformándose, resultan remarcables las dificultadas que aún hoy sigue provocando la
jubilación en muchas personas mayores y la difícil transición hacia actividades económicas no productivas. La
valoración social del trabajo formal, establecido no solo como medio de subsistencia, sino como ideal y
referente vital, lleva también a que el término de la vida laboral se asocie con una pérdida de la pertenencia
organizacional, la identidad laboral y las formas de socialización; cambio en la autoimagen, autoeficacia y
autoestima; modificación de metas y objetivos, y de rutinas que estructuran el uso del tiempo.
Por otro lado, el valor de la autonomía se contrapone la independencia con la interdependencia, presentando
de este modo un rasgo de la cultura occidental actual que piensa al sujeto de una manera muy aislada de los
otros, valorizando con ello un tipo de vivencia que pareciera excluir al otro. La autonomía puede incluir a otros
que apoyen de una manera interdependiente.

LOS SIGNIFICADOS DEL SUJETO PSICOLÓGICO ENVEJECIDO


Las descripciones del sujeto envejecido son múltiples y variables. El discurso emergente asociaba a la vejez
como un momento improductivo, tanto a nivel reproductivo como económico.

PRESUPUESTOS ACERCA DEL SUJETO PSICOLÓGICO EN LA VEJEZ:


• Los adultos mayores son rígidos y están deprimidos: este estereotipo supone un sujeto que cuenta con
escasos recursos psicológicos, rígido, sin capacidad de disponer de herramientas de afrontamiento frente a los
declives que plantea el proceso de envejecimiento. Hoy contamos con evidencia empírica que muestra la
existencia de conductas flexibles en la vida adulta y adecuados recursos de afrontamiento.
• Los adultos mayores están aislados, abandonados o institucionalizados: se esperaban carencias y
limitaciones en su integración social y redes de apoyo social en la vejez. Se consideró que sufrían perdidas, a
la vez que existían escasa posibilidades de incluir nuevos vínculos y por eso se generaban situaciones de
aislamiento social, sentimientos de soledad y diversas patologías que de ellas derivaban. Los trabajos
recientes cuestionan la supuesta disrupción de la red como un hecho generalizado y propio de la vejez.
Investigaciones han demostrado que los adultos mayores poseen una vida social muy activa, disponen en su
mayoría de redes amplias y suficientes, se encuentran satisfechos con el apoyo del que disponen e incorporan
nuevos vínculos durante esta etapa de la vida
• Los adultos mayores son personas cognitiva y psicológicamente disminuidas: se refiere a la descalificación de
la capacidad intelectual (cognitiva). Una suma de concepciones prejuiciosas y estereotipadas acerca de los
adultos mayores suele hacerlos equivaler a sujetos aniñados, con exageradas limitaciones a nivel cognitivo
que llevan a confundir los cambios normales en la memoria con el deterioro cognitivo, generando muchas
veces una generación de las demencias ante cualquier limitación o problema intelectual.

Esta descalificación promueve tres problemas centrales:


1. produce limitaciones en la posibilidad de autonomía.
2. genera interferencia en las interacciones sociales.
3. induce a que se les oferten y adopten actividades inapropiadas, infantilizantes o poco estimulantes.
*Existe una opinión sobre la vejez totalmente opuesta que afirma que son todos sabios, lo cual más allá de ser
un prejuicio positivo, es igualmente reduccionista de la vejez.

LOS SIGNIFICADOS DE LA ACTIVIDAD EN EL ENVEJECIMIENTO


La actividad ha devenido uno de los referentes más actuales que sitúa la problemática del envejecimiento.
Desde los años 60 la gerontología ha intentado salir de los esquemas discriminatorios al proponer para los
viejos un estilo de vida “activo”, que evidencia el fondo mítico de los prejuicios y ponga en juego valores de la
juventud en la organización de sus actividades.
La teoría gerontológica ha considerado el campo de las actividades posibles en la vejez no solo como un
instrumento empírico profesional, sino también como un lenguaje critico acerca de las narrativas prejuiciosas
sobre esta etapa de la vida, un nuevo ideal cultural y una racionalidad política.
Estas concepciones han generado que estar activo aparezca en las representaciones sociales actuales como
un recurso para enfrentar el propio envejecimiento. Aun cuando resulte criticable la idealización de la actividad,
no debemos dejar de tener en cuenta los efectos positivos de las mimas. Las propuestas de actividades
pueden facilitar y volver accesible esta nueva etapa vital.
Es por ello que esta nueva demanda social requiere ser criticada en la medida en que obtura elecciones y
ofertas más singularizadas, puede suponer una negación encubierta al propio envejecer. Sin embargo, también
debemos tener en cuenta los innumerables efectos positivos de una vida activa, con opciones elegidas, frente
a otros modelos de pasividad para los viejos.

ENFERMEDAD
En el siglo XX surge una preocupación biológica y médica por tratar de solucionar las enfermedades de la
vejez, evitar los signos del envejecimiento y alargar el curso vital.
Este enfoque produjo una reducción de interpretaciones acerca del fenómeno del envejecimiento a un hecho
biológico, en el cual todo debía ser visto y contrastable en el cuerpo: asociación de la vejez con la enfermedad.
Estos significados constituidos han limitado a pensar que el sujeto debería dedicarse a cuidar su salud que
resulto empobrecedor a nivel individual ya que limita el proyecto vital a una práctica de cuidados físicos. Es
importante resaltar que la vejez excede el binomio salud-enfermedad.
Actualmente existen una serie de términos que aluden a esta franja etaria, descripta desde los 60 en adelante
para los países en vías de desarrollo y desde los 65 en adelante para los desarrollados, los más utilizados son:
“tercera edad”, “adultos mayores”, “personas de edad” o “jubilados”.

EL VIEJISMO COMO UNA TRANSFORMACIÓN CONCEPTUAL


LA NOCIÓN DE VIEJISMO es un concepto que introdujo Butler en 1969 y que permitió reformular este
conjunto de juicios estigmatizadores, tanto negativos como positivos sobre la vejez.
EL VIEJISMO SE DEFINE como una alteración en los sentimientos, las creencias o los comportamientos en
respuesta a la edad cronológica percibida de un individuo o un grupo de personas.
Este prejuicio involucra procesos psicosociales por los cuales los atributos personales son ignorados y los
individuos son etiquetados de acuerdo con estereotipos basados en la afiliación grupal. Como todo prejuicio
genera dos actitudes fundamentales:
• una dislocación social, en tanto promueve una pérdida o redefinición de roles sociales.
• el uso de estereotipos, de creencias, generalmente negativas, basadas en características excepcionales o
inexistente atribuidas de manera categórica a todos los miembros de un grupo en particular. Esta modalidad
lleva a la estereotipia, definida como el proceso psicológico y social a través del cual se ignoran los atributos y
las características personales y se etiqueta a los individuos de acuerdo a estereotipos basados en la afiliación
grupal.
McGowan señala el hecho de que un pequeño porcentaje de personas viejas sea frágil y dependiente es
tomado como un atributo general del volverse viejo.
Levy y Banaji plantean un punto de vista distinto acerca del viejismo, el factor implícito del mismo, que puede
operar sin ser advertido, controlado o con intención de dañar de manera consciente, lo que se convierte en un
factor particularmente complejo. A diferencia de otros prejuicios, donde los victimarios y las victimas suelen ser
claramente reconocibles, y donde el repudio es explícito.
No existen grupos que repudien y muestren antipatía hacia las personas viejas, como contra otros grupos
minoritarios, e incluso los prejuicios y estereotipos suelen estar tanto en los jóvenes como en los viejos. La
ausencia de un odio fuerte y explicito hacia los viejos y una amplia aceptación de sentimientos y creencias
negativas, produce que el rol de las actitudes y los conocimientos implícitos acerca de la edad se torne
especialmente importante.

DOS CATEGORÍAS DEL VIEJISMO IMPLÍCITO


Levy y Banaji utilizan dos categorías:
• Los estereotipos implícitos de la edad definidos como pensamientos acerca de los atributos y
comportamientos de las personas viejas, que existen y operan sin presentar una advertencia consciente,
intención y control.
• Y las actitudes implícitas de la edad definidos como sentimientos hacia las personas más viejas que existen y
funcionan sin advertencia consciente, intención y control.

ENTRE EL EMPODERAMIENTO Y EL DESEMPODERAMIENTO


La palabra empoderamiento significa potenciamiento, apoderamiento o capacitación. Se refiere a este “poder
para” o “poder sobre”. El empoderamiento requiere la reconstrucción de un determinado discurso,
respondiendo a determinados intereses o concepciones. Implica un proceso de reconstrucción de identidades,
que supone la atribución de un poder, de una sensación de mayor capacidad y competencia para promover
cambios en lo personal y en lo social. Esta toma de conciencia produce una representación nueva de sí y
genera una dimensión de un colectivo con determinadas demandas comunes.
En esta concepción del empoderamiento cabe observar tres dimensiones:
• personal: supone el desarrollo de la confianza y de la capacidad individual, así como deshacer los efectos de
la opresión interiorizada.
• relaciones próximas: se refiere al desarrollo de la capacidad de negociar e influir en la naturaleza de la
relación y de las decisiones que se toman dentro de ella.
• colectiva: implica el trabajo conjunto para lograr un impacto más amplio del que podría haber alcanzado
individualmente.
El desempoderamiento, es el proceso de confrontación con diversos estereotipos sociales negativos que minan
lenta y progresivamente la consideración que los mayores tienen de sí mismos, ya que se los comienza a
identificar con la debilidad intelectual, física, con la improductividad, la discapacidad sexual, etc., limitando con
ello su autonomía y autoconcepto.

UNA LECTURA DESDE LAS INVESTIGACIONES


Las creencias culturales y las teorías implícitas sobre el envejecimiento pueden influir en la autoeficacia
durante la vejez, desalentando las expectativas, las metas y los resultados. Incluso aquellos que tienen
expectativas positivas sobre su proceso de envejecimiento parecen ser vulnerables a la amenaza de los
estereotipos. El efecto es un incremento de ansiedad y amenaza al yo, lo cual puede interferir con la ejecución
de tareas intelectuales y motoras.
Los estereotipos negativos hacia la vejez, en las personas mayores, genera una sensación de amenaza a
la integración personal, menor rendimiento a nivel de la memoria, en la capacidad para las matemáticas,
en el sentimiento de autoeficacia, en la capacidad para la escritura, en trastornos de salud y en toda una
serie de retiros anticipados de compromisos y roles laborales y sexuales.

LA CONSTRUCCIÓN DE UN SUJETO Y UN AGENTE


El concepto de empoderamiento se relaciona con la disposicion del poder sobre si, darse su propia norma y
reconocerse con la capacidad de seguir disponiendo de su vida. La autonomía y el autoconcepto son dos ejees
que permiten enfrentar “los mitos de la dependencia”. El sujeto no es un ente pasivo, sino que es el motor de
cambio ante los modelos que sobre él se plantean. En la medida en el sujeto toma conciencia de su
aminoramiento social, puede volverse capaz de subvertir el orden que lo victimizaba.
La misma persona que se encuentra construida por todos los significados que se le atribuyen es a la vez un
agente social, en la medida que puede modificar y negociar el reconocimiento de su identidad, en el interior de
una multiplicidad de representaciones ideológicas contradictorias. El mismo proyecto que construye sujetos
dominados establece sujetos que resisten y donde los efectos nocivos, relativos a los estereotipos de la vejez,
pueden modificarse en contextos que promuevan representaciones menos rígidas y negativas.
El concepto de empoderamiento, en tanto modificación del un orden ideológico y social que puede limitar y
estereotipar a las personas viejas, se transformaría en una posibilidad de construir una identidad diferenciada y
singular.

CAP 2 IDENTIDAD PSICOLÓGICA EN EL ENVEJECIMIENTO


La Identidad es algo que se desarrolla a través del tiempo, conteniendo aspectos de gran fijeza (rasgos
estructurales o de personalidad) que tienden a tener mayor estabilidad y también otros aspectos que son más
influenciables por diversos contextos de significación.
Entre estos dos aspectos hay una continuidad, existe una elaboración psicológica que se narra en presente,
resignificando aquello que aparece como primario. La identidad es un modo en que el aparato psíquico
produce significados que otorgan sentido y continuidad.
La psicología del envejecimiento debe dar cuenta de ambos aspectos: la estabilidad y el cambio, articulando
los aspectos estables de la personalidad (conformados tempranamente en la historia vital del sujeto) y los
aspectos de orden más procedimental (socioculturales, situacionales y temporales específicos) por medio del
cual se produce la identidad, realizando una “edición narrativa”.

IDENTIDAD Y PROCESO DE ENVEJECIMIENTO


El proceso de envejecimiento se produce a lo largo de toda la vida y adquiere connotaciones más específicas
en la mediana edad. Envejecer implica modificaciones de múltiples niveles:
• En la lectura que el otro hace sobre el sujeto envejecido.
• En los aspectos físicos, los cuales alteran la relación del sujeto consigo mismo, produciendo variantes en la
lectura de sí.
• Las representaciones de sí mismo, las cuales fueron variando según las experiencias y los contextos.
• La relación de cantidad de tiempo vivido y el que queda por vivir, hay más pasado que futuro lo que hace que
aparezcan proyectos finitos y una representación de la propia muerte.
• La relación del sujeto frente a ideales sociales altamente valorados, como la carrera laboral.
• Los factores que motivan la creciente desinserción de los marcos sociales habituales.
• El cambio de lugar en las cadenas generacionales.

La noción de crisis: significa separar, separación o abismo. En los momentos de crisis se revela ante el ser
humano lo que siempre había tenido ante sí y que había desplazado con creencias, roles e ideales sociales: da
lugar a una desesperación que se relaciona con la desorientación, perdiendo referentes que guían al sujeto.
Las personas necesitan conducirse con referencias que indiquen rumbos, sentidos y contextos en los que
sientan niveles de seguridad. La inminencia de un cambio puede producir inseguridad y pérdida de control que
lleve a un sujeto a esa desesperación.
La identidad se construye con relación a límites que forjan un mapa conocido, ya sea por los afectos con los
que se relaciona o los contextos en los que se desenvuelve. Así, el límite se convierte en un significado de la
identidad, ya que dice lo que se es y lo que no se es. Son los límites los que sitúan los centros y los márgenes,
connotados por valores ideales.
La crisis es entonces una experiencia que limita, escinde y margina: la persona puede intentar buscar un
retorno a la seguridad ofrecida por el estado anterior, permanecer en una vivencia de tristeza e inadaptación
por la pérdida de lugares o explorar nuevas formas identitarias que no generan una sensación de exclusión.
La resolución de una crisis supone la interacción con los múltiples contextos en los que el sujeto se
desenvuelve, los que proveerán márgenes de posibilidad y limitación. Ocurre cuando la persona puede hacer
una lectura distinta acerca de del modo en que fue construido “su problema”. Modificar esta construcción de su
problema podría dar lugar a resultados diversos.
La crisis promueve nuevas representaciones de la identidad, por medio de las cuales se forjará una
representación posible del sí mismo, limitando la sensación de exclusión que la experiencia límite de la crisis
había producido.

IDENTIDAD EN LA MEDIANA EDAD


Existe una serie de cambios referidos a la vejez que se condensan en esta etapa. Wahl y Kruse proponen dos
formas de análisis de la mediana edad: descriptivo y evaluativo.
-Descriptivo: describe o estudia los significados de la edad cronológica, no existen factores biológicos o
funcionales que delimiten a mediana edad. Es cambiante según las reglas de la sociedad. Se define como el
período vital entre los 40 a 60/70 años, siendo el punto final de la juventud o temprana adultez y el inicio de la
vejez. Unas de las referencias sociales son el declive en la edad de tener hijos y la aparición de la abuelidad en
etapas tempranas. También es época en la que aparece como el final de una etapa laboral. Todo esto, ubica al
sujeto en una nueva relación frente a los ideales sociales y redefinen sus objetivos personales.
Se diferencian dentro de esta categoría la temprana edad media y la tardía, ya que la estructura de vida y las
características funcionales de cada una se encuentran separadas por una transición lenta o repentina del
trabajo al retiro.
Esta etapa vital se organiza según circunstancias sociales altamente cambiantes, tales como la jubilación o la
ida de los hijos (que puede generar el “síndrome del nido vacío”).
También existen cambios biológicos propios de la edad, que afectan las capacidades y facultades, interfiriendo
en la ejecución de planes y obligaciones, o que conmueven la imagen personal, incidiendo en el
reconocimiento del envejecimiento personal.
-Evaluativo: evalúa o estudia las percepciones y vivencias de las personas de mediana edad, cambios como
rupturas de un equilibrio anterior que ponen en juego la identidad.
Todas estas circunstancias pueden llevar a que se pongan en duda determinados roles y expectativas sobre el
sujeto y sobre el sí mismo, por lo que se volverá necesaria la compleja tarea de reconstruir la identidad: volver
a establecer un nuevo concepto de sí mismo, redefiniendo objetivos y aspiraciones personales.
La aparición de la mediana edad coincide con una crisis: la conciencia de uno mismo, definida como “un
enfoque sobre el sí mismo y un reconocimiento de la identidad”, deberá procesar a través de modelos
personales y sociales, la experiencia de envejecimiento para producir un renovado autoconocimiento. Es
también un momento paradójico, ya que al tiempo que se produce una estabilización económica y afectiva, se
daría una ruptura con ese equilibrio que emerge de las preocupaciones por el sí mismo, entre las que se
subrayan los cambios corporales, el rendimiento psicofísico, posicionamiento personal y en relación con los
otros.
Eventos en la mediana edad
- Cambio en roles familiares
- Síndrome del nido vacío (pérdida del rol de padres)
- Relación de pareja
- Cuidado de los padres
- Reevaluación de éxitos o fracasos de los hijos-nuevos miembros en la familia.
- Propósito vital
- Abuelidad como logro (generatividad-transmisión)

CAMBIO EN ROLES FAMILIARES


El rol en la familia puede replantear el rol social del sujeto.
El “síndrome del nido vacío” describe la sensación de desamparo que padecen los padres ante la ida de sus
hijos del hogar familiar. Hay una tristeza frente a la pérdida, no solo de la cercanía de los hijos sino también de
un rol social asociado a su identidad.

Otras esferas se pueden ver amenazadas


- relación con la pareja
- propósito vital
- significados de sí mismo
- reevaluación de éxitos o fracasos a través de los hijos
- nuevos miembros en la familia: plantea celos, rivalidades y una sensación de pérdida de lugares afectivos y
de poder frente a los hijos.
- Cuidado de los padres. Cambio en la cadena generacional
- Abuelidad

Actualmente, aparece la ida más tardía de los hijos, lo que genera en los padres sensación de cansancio por
tener que ocuparse de éstos en edades que se supone ya deberían haberse ido.
La abuelidad suele aparecer como uno de los logros de esta etapa, ya que se puede recuperar una posibilidad
de vínculo afectivo intenso, renovar la relación con los hijos y sentir que la vivencia de finitud y de pérdidas
físicas se compensa con la continuidad que brindan los más jóvenes. Pero también es posible hallar celos y
envidia, tanto de los padres como de los hijos, por perder un espacio sin sentir que los nietos representen una
recuperación.
La prolongación de la vida también ha generado que las personas de mediana edad deban ocuparse del
cuidado de los propios padres, lo que trae el mayor problema para éstos y constituye la mayor fuente de
estrés.
Conflictos en la abuelidad: El criado de los nietos, más allá de ser placentero, tiene un alto costo y puede
resultar una tarea estresante. “síndrome de la abuela esclava” (Morales)

LA AMISTAD EN LA VEJEZ
Los amigos son considerados fuentes secundarias de apoyo y son importantes. En la vejez avanzada lo que
sucede es una transformación, personas que eran considerados vecinos, compañeros o conocidos, son
promovidos a la categoría de amigos. Es más importante la calidad de las relaciones que la cantidad, un alto
nivel de intimidad, confianza, y de elección constante.

MENOPAUSIA
Siempre se utilizaron terminologías que resaltaban los significados negativos de esta etapa. Pero hoy en día
hay otras lecturas que, sin dejar de lado los síntomas a nivel biológico y psicológico (sofocos, irritabilidad,
sudores nocturnos), ofrecen una nueva perspectiva acerca de cómo se interpreta la menopausia. Sugieren que
permitiría nuevas identidades y elecciones, y la entrada a una fase de la vida sin género o con posiciones de
género menos estereotipadas.
Se relativiza la noción de límite que tiene la menopausia como experiencia de envejecimiento en relación a la
fertilidad: la generación actual de mujeres con menopausia tuvo acceso a píldoras anticonceptivas, lo que
permite que la mujer se pueda definir a sí misma por fuera del orden biológico reproductivo, así que no debería
pensarse la menopausia como el fin de la fertilidad ya que tampoco haría falta esperarla para ello.

CARACTERÍSTICAS DEL YO Y DE LA ETAPA VITAL


-Yo existencial: percepción emergente del sí mismo con una existencia temporal y dependiente del propio
cuerpo. Estos aspectos físicos y temporales de la identidad van creciendo en su significación personal. Existe
una personalización de la muerte: en la mujer, esta personificación surge en una representación prospectiva de
viudez y en el varón, en la amenaza de la enfermedad.
-Yo físico: tarea de adaptación a la edad biológica. Se destaca la manera en la que la persona representa los
periodos de la vida y el paso del tiempo a través del cuerpo. Y también se relaciona con las observaciones
acerca de cómo la edad física incide en las posibilidades y la apariencia del cuerpo. En la temprana ME el
temor a las enfermedades y las características del funcionamiento psicológico son fuertes y van aumentando
hacia el final de esta etapa. En la segunda mitad de la ME, el significado del cuerpo es totalmente diferente de
lo que es para los jóvenes adultos. El sexo y los eventos románticos son de gran importancia en la joven
adultez pero menos mencionados en la ME y la vejez.
-Yo temporal: incremento de referencia temporales para dar cuenta de la propia identidad. Hay un aumento en
las expresiones lingüísticas sobre referencias temporales y declaraciones acerca del pasado, y de
anticipaciones futuras del yo y de la vida. La memoria anuda el pasado personal con una perspectiva de futuro.
La identidad temporal se conecta con la experiencia del movimiento a través del curso de la vida y del saber
acerca de la mayor proximidad a la fragilidad y la muerte. Hay también un cambio en la percepción del tiempo,
se piensa más en el tiempo que queda por vivir.
-Memorias autobiográficas y reminiscencias: pensamientos relacionados con lo vivido de una persona. El
pasado es largo y una considerable parte de la vida se ha materializado. Referencias espontáneas a lo ya
vivido se van incrementando. También surge una mirada introspectiva frente a alguna limitación personal
subjetivamente vivida, balance acerca de lo que uno fue. Aparece la reminiscencia como un trabajo psíquico
para mantener la economía mental en un estado de equilibrio: a través del acto de pensar sobre, relatar
eventos o el recuento de experiencias pasadas, especialmente las más significativas de la vida personal.
-Yo laboral: la vida laboral resulta contradictoria. Aparece una mayor satisfacción laboral, motivación positiva,
experiencia social y profesional. Pero también un sentimiento de incremento de la presión laboral o de un modo
igualmente preocupante surgen el hastío o aburrimiento. La identidad laboral puede verse amenazada por la
mayor comprensión en las limitaciones de los objetivos, afectando la autoestima y satisfacción vital. La
expectativa de retiro laboral puede afectar por diversas vías: impone límites a la proyección del sujeto, que
puede verse como un trabajado envejecido aun en plena ME. Y a pesar de que a veces la jubilación puede ser
anhelada, la cuestión económica puede resultar muy compleja, con una notoria disminución de ingresos.
-Yo psicológico: una mayor conciencia de sí, selectividad, control del entorno, dominio, competencia y una
amplia gama de estrategias cognitivas. Surge un nivel intersistémico de integraciónen el cual se produce un
gradual alejamiento de los valores ideales hacia un mayor contextualismo, o sea que las formas de
comprender y comportarse se ajustan a las circunstancias, lo que supone que la reflexividad y el conocimiento
del sí mismo se incrementen. Hay también un pensamiento posformal como un mecanismo de adaptación para
solucionar problemas, que se desarrolla en la experiencia social y que no suele surgir antes de la adultez
madura. Este pensamiento se relaciona con la búsqueda de un significado de la vida y de las relaciones con
los otros, la creación de una verdad personal y la necesidad de realizar balances.
 
TEORÍAS Y PERSPECTIVAS SOBRE LA IDENTIDAD EN LA VEJEZ
• TEORÍA DE LA ACTIVIDAD
Surge de una propuesta la cual sostiene que la realización exitosa de actividades u ocupaciones en el
desarrollo de la vida brindaría felicidad, y el fracaso de éstas produciría infelicidad y reprobación social. Ej:
programas de Upami. Posee dos hipótesis centrales:
- Las personas viejas y activas se encuentran más satisfechas y mejor adaptadas que aquellas que son
pasivas.
- Las personas viejas pueden sustituir las pérdidas de roles por otros nuevos, para mantener su lugar en la
sociedad.
Lemon, Bengston y Peterson entienden que cuanta más actividad, mayor satisfacción vital se producía. Hay
tres tipos de actividades:
-Informal: amigos y vecinos.
-Formal: grupos voluntarios y socio-recreativos
-Solitaria: se realiza de forma independiente, como cuidar la casa o el ocio.
(Crítica: las actividades formales también pueden hacerse con amigos o vecinos, por lo que la separación entre
formales e informales no existiría realmente).
Las informales serían las más fortalecedoras y contribuirían a una mayor satisfacción de vida que las solitarias,
porque permitirían reafirmar los roles y restablecer miradas positivas sobre el sí mismo.
Sostiene que gran parte del retraimiento tiene que ver con los prejuicios existentes y que la continuidad de la
actividad depende de motivaciones personales y del ajuste de las actividades a las posibilidades y los deseos.
No es la actividad misma la que es provechosa sino lo que para el individuo tiene sentido de realización y
disfrute,
Crítica: No creer que lo bueno y lo esperado es hacer actividad •

TEORÍA DE LA DESVINCULACIÓN (DESAPEGO O DESENGANCHE)


Existe una retirada gradual y natural de los contactos sociales, parte de un proceso lógico y universal de
adaptación a las nuevas circunstancias vitales y a sus disminuidas capacidades sensorio-motrices. Este
proceso sería entonces deseado y normal. Es un distanciamiento o desvinculación recíproca entre las
personas que envejecen y el sistema social al que pertenecen. Esta retirada está acompañada de una
preocupación creciente por el yo y por una disminución en la inversión emocional en las personas y los objetos
del ambiente.
Posee tres factores fundamentales:
-Primero, y uno de los más importantes, la pérdida de roles al cambiar la posición del individuo en la sociedad.
Ej: jubilación
-Segundo, de orden más psicológico, el aumento de la conciencia de que el futuro es limitado y que la muerte
no sólo es inevitable, sino que está cerca. Así, el viejo se centra más en sí mismo y lo que es importante para
él.
-Tercero, de orden biológico, la pérdida de las capacidades sensorio-motrices no permitiría mantener
determinado nivel de actividades.
Esta retirada tiene fines adaptativos, individual y socialmente, ya que permitiría el recambio generacional a
nivel socioeconómico. Es considerada funcional, prevé el alejamiento de la persona vieja del mundo
productivo, permitiéndole prepararse para la muerte y así facilitaría la apertura de espacios para los más
jóvenes eficientes, logrando el mejor fin social.
Crítica: propone la segregación del grupo poblacional de viejos. Además, las desvinculaciones resultan ser
más un resultado de demandas sociales y políticas que algo natural.

• MODELO SOC (SELECTIVIDAD, OPTIMIZACIÓN Y COMPENSACIÓN)


Se presenta como un ejemplo de adaptación, ya que a medida que envejecemos es fundamental optimizar la
utilización de los recursos disponibles, sabiéndolos limitados como los temporales, los naturales y los
personales. El curso de la vida implica multidimensionalidad y multidireccionalidad, y también selectividad (S),
optimización (O) y compensación (C). Estos procesos funcionan de manera activa y pasiva, consciente e
inconsciente, individual y colectiva.
-Selectividad: darse cuenta de oportunidades y restricciones específicas en los distintos dominios de
funcionamiento y actuar en consecuencia, diseñando metas alcanzables (selección centrada en las ganancias)
o cambiándolas y acomodándose a pautas distintas (selección centrada en las pérdidas).
-Optimización: identificar procesos generales que se encuentran involucrados en la adquisición, la aplicación y
el refinamiento de los medios para el logro de metas relevantes, previniendo resultados indeseables.
-Compensación: producción de respuestas funcionales frente a la posibilidad de que ocurran pérdidas sin
necesidad de cambiar las metas. Son nuevos medios y recursos, dirigidos a la producción de objetivos, que
compensan la pérdida de medios y recursos disponibles.

• TEORÍA DE LA SELECTIVIDAD SOCIOEMOCIONAL


La gente considera el tiempo que tiene por delante y fija sus metas de acuerdo a éste. Hay una reducción en
la red social, no como el resultado de una perdida, sino como un cambio motivacional en las metas sociales. El
cambio en el tamaño de la red social es interpretado como una elección de objetos más significativos que se
satisfacen con las personas más relevantes. No hay tiempo que perder con personas distintas a las allegadas.
Hay una necesidad de mantener cercanía emocional con otros significativos, conduciendo a interacciones más
selectivas.
LA PARADOJA DEL BIENESTAR
Expresa la contradictoria relación entre indicadores sociales negativos relacionados con el envejecimiento y
una gran mayoría de adultos que expresan sentirse bastante felices. La gente se volvería menos preocupada y
ansiosa a medida que avanza la edad. Las personas mayores utilizan estrategias más centradas en la
emoción, dando diversos significados al problema, permitiendo comprenderlo de manera más positiva. Se
adaptarían mejor a las circunstancias que los rodean a través de una estrategia que brinda un mejor manejo de
la situación.

CAP 3 - EL ENVEJECIMIENTO DESDE LA IDENTIDAD NARRATIVA


La identidad es concebida como una NARRATIVA, integra multiplicidad de interpretaciones del si mismo. Es
una interfase entre lo social y lo singular, da cuenta de la temporalidad subjetiva a través de la articulación de
la mismidad y la diferencia. Es una narrativa que integra una multiplicidad de interpretaciones del Si mismo. Se
produce en lo cotidiano y el sujeto es parte activa de su procesamiento, son formaciones de sentido
contingentes que se producen en el presente, modifican la lectura del pasado y construyen nuevos horizontes
de futuro.
El sujeto lee su vida como si fuera otro, al mismo tiempo que la escribe, y en ese movimiento de lectura y
escritura se produce una transformación de la representación que tiene de sí. La identidad narrativa aparece
como un movimiento pendular y dialéctico entre lo discordantes y lo concordante, lo incoherente y lo coherente.
Un momento dentro de una dinámica de permanente mutabilidad con la función de organizar y dar mayor
coherencia al conjunto de la vida, que de otro modo se presentaría fragmentada y difusa. Es dar sentido a las
cosas que nos pasa, aunque muchas situaciones no tienen sentido , por ej: la muerte. Eje temporal –
dimensión practica que enfatize el presente- movimiento dialectico concordiante / discondante – Continuo /
discontinuo – Reconfiguracion ( Quien Soy ¿?) / Configuracion ( Coherencia, Sentido de unidad)
Hay una polifonía  de voces, muchos sí mismos, que generan “momentos de integración”, y en el cambio y la
dinámica entre voces hay una continua conversación entre ellos. Las historias se construyen en relación con
determinadas audiencias, así como ciertas situaciones llaman a determinados tipos de relatos.
Existe un pensamiento narrativo como el medio por el cual el sujeto se cuenta historias a sí mismo y a los
otros, implica una construcción de significado que otorga sentido a la experiencia.
La figuración o representación del sí mismo dan cuenta de los modos en que un sujeto se concibe, se ve y se
comprende como tal, tanto por sí mismo como por el otro.
 
Fragilidad Identitaria: El sujeto edifica su identidad a partir del reconocimiento del otro, de los otros y de lo otro,
que de alguna manera lo constituyen, lo que le brinda niveles de seguridad haciendo posible el manejo de un
entorno que sino podría resultar incierto y atemorizante.
Las variaciones en la identidad, promueven experiencias de fragilización de las figuraciones identitarias, lo que
puede producir una “ruptura biográfica” ya que el sujeto siente que su nueva identidad es desconocida,
negativa o estigmatizada. Estos cambios producen evaluaciones de las diversas representaciones del sí mismo
intentando promover resoluciones positivas. Se puede calificar también a estas evaluaciones como “reflexiones
vitales” que surgen en situaciones en las que se requiere elaborar lo novedoso, promoviendo nuevos
posicionamientos ante un nuevo contexto vital. Son necesarios los procesos reflexivos que organicen el sí
mismo y le brinden un nuevo sentido de identidad que dé unidad y propósito.

REFIGURACIÓN: alude al cambio en la figuración a través de nuevas categorías narrativas desde la que se
pensaba el sujeto. Ponen en cuestión el quién o el autor de la acción o del relato. Es allí donde el sujeto se
siente interpelado por el nuevo contexto de significación o circunstancia vital y requiere una reelaboración
identitaria. El “síndrome del nido vacío” o la jubilación pueden ser experiencias que modifican la figuración que
se tenía de sí mismo, de los roles y posiciones que habían ocupado hasta ese momento y una demanda de un
¿quién soy ahora? o ¿qué debería ser?

El cuerpo es uno de los contextos donde se producen los cambios más resonantes: el cuerpo viejo marca
discordancias con el cuerpo de la juventud, significados unos como cuerpos negativizados y los otros como
idealizados socialmente. Además, se produce un cambio biológico en los movimientos, las sensaciones, las
capacidades que modifican los tiempos y los recursos para enfrentar la vida cotidiana y dar forma al sí mismo.
La dificultad de organizar una identidad como viejo se expresa en una escisión de sí. También hay una
dificultad del reconocimiento personal: el quien aparece escindido entre el que puede y no puede, entre el
mismo y el otro. Esta dificultad puede promover un sentimiento de inconsistencia y de vacío.

CONFIGURACIÓN: Esta nocion implica la tarea de aprehender como un todo, circunstancias discontinuas y no
coherentes, y darle un sentido que vuelva seguible y comprensible un conjunto de actos, hechos o sucesos a
través de un orden de causalidades estructurados en base a la orientación relativa a un fin prometido. La
función de la narrativa es restaurar esos acontecimientos azarosos con sentidos que den al presente
recordando un curso de vida coherente e integrada, y generar de esta manera un incremento en el sentido del
bienestar.

Aparece como la respuesta de cierre a la refiguración: se encuentra la misma escisión, aunque organizada a
través de un sentido de identidad personal, que parece centralizar el quién, lo que de otra manera aparecía
difuso y escindido. El sujeto puede verse o concebirse con una representación más clara y objetiva de sí, más
allá de la escisión que sostiene o que emerge en confrontación con la misma. La configuración aparece como
la respuesta de cierre a la refiguración.
Algunas configuraciones requieren una dependencia con algún relato que brinde significado al ser y que
permita la representación, así como contar con otro. El relato y el otro se vuelven soportes de la identidad y
solo allí el sujeto puede sentirse con una figuración de si más clara y estable.
Este proceso requerirá de diversos modos de elaboración que permitan a las personas darse continuidad,
coherencia y posibiliten restablecer un sentido ante ciertos límites que se presenten como disruptivos o
discrepantes a medida que avanza el envejecimiento.
La función narrativa tendrá como objetivo cohesionar una representación del sí mismo a lo largo de la vida, a
través de volver coherente lo que era discordante y volver continuo lo que resultaba discontinuo. Así, el relato
tiene dos funciones esenciales: brindar una continuidad narrativa a la dimensión temporal de la vida y
encadenar historias discontinuas de la propia vida que dificultarían reconocer un sentido de identidad. El sujeto
se convierte en narrador de su propia vida sin ser totalmente el autor.
Así la identidad narrativa sería el producto inestable de la intersección y el entrecruzamiento entre la historia y
la ficción. El sujeto requerirá de un relato que sostenga dicha necesidad, para lo que se realizarán múltiples
interpretaciones de la historia, lo cual redundará en una historia ficcionada. La ficción no implica verdad o
falsedad, sino versiones diversas de un mismo hecho o historia de vida.
A través del relato se configura la identidad del sujeto a lo largo del tiempo, lo que implica una construcción que
requiere una historia contada, encontrándose entre la permanencia y el cambio, mediando entre las
concordancias y discordancias.
La concordancia es la posibilidad de dar coherencia a la propia narrativa, lo cual implica cierto grado de
consistencia entre los elementos que componen el relato, nexos de continuidad y causalidad. Y el
conocimiento de sí consiste en una interpretación mediante la cual el sujeto se apropia del personaje, de sí
mismo.
El envejecimiento y la vejez requieren un significativo trabajo de configuración que facilite la integridad de la
identidad personal.

EL EJE TEMPORAL
Los modos de integración identitaria en la vejez están articuladas a la cuestión temporal, por toda la serie de
discontinuidades que se presentan en la representación del sí mismo, se destacan la ruptura de la simetría
temporal, donde hay mucho vivido y menos por vivir, y las discordancias entre el sí mismo pasado y el
presente.

IDENTIDAD RETROSPECTIVA:
Implica un ángulo de mirada del pasado desde un momento presente. Resulta central ya que plantea un
examen, una revisión, otra mirada, reconsideración, reelaboración, reevaluación, suponiendo una retroacción.
La reminiscencia y la revisión de la vida son las dos que pueden producirse en la vejez.
-Revisión de la vida: señala Merriam, es la reorganización de las experiencias pasadas, lo revisado es reflejado
sobre el sí mismo. No es un proceso ordenado, puede aparecer como pensamientos olvidados e insignificantes
acerca de uno mismo y sobre la historia personal. Solo en la vejez se tiene el sentido del ciclo de la vida
entero, que implica mayor conciencia de la muerte y el comienzo del proceso de revisión. Puede dar resultados
positivos (serenidad, sabiduría o expiación de la culpa) o negativos (desórdenes depresivos). -Reminiscencia:
alude a la retrospección espontánea o motivada del sí mismo en el pasado, y es un proceso reflexivo a través
del cual el individuo es capaz de definirse o redefinirse introspectivamente. Permite la confrontación
rememorativa entre el que fui y el que he llegado a ser. Otorga claridad subjetiva al sujeto, que posibilita hallar
nuevas correspondencias de identidad entre el sí mismo pasado y el actual.

Este orden y significado permite hallar un sentido, entendido “hacia dónde” o un “para qué”. La nostalgia es un
modo de reminiscencia, supone un recuerdo doloroso y aparece una sensación de vulnerabilidad por no haber
alcanzado los objetivos esperados y la sensación de que ya no hay tiempo para realizarlos.
Funciones de la reminiscencia
• Narrativa: descripción de hechos del pasado con el propósito de transmitir información o brindar datos
biográficos. Es un recuento de anécdotas, datos y hechos del pasado.
• Transmisiva: transmitir valores morales, éticos, enseñanza y la herencia cultural. Conocimientos adquiridos a
lo largo de la vida.
• Instrumental: aplicar experiencias del pasado en soluciones del presente. Recordar metas y objetivos del
pasado y el modo en que se llevaron a cabo, reconocer sus dificultades y sus soluciones para aplicarlas a
situaciones problemáticas del presente.
• Integrativa: intento de encontrar coherentizacion y conciliación con el pasado, con lo real y lo ideal.
Aceptación propia y de otros, tranquilidad por la capacidad de resolución de conflictos.

EFECTOS DE LA REMINISCENCIA
Produce una mayor capacidad de adaptación, mejora la solución de problemas actuales, posibilita la
preparación a la muerte y refuerza el sentimiento de coherencia de sí. Puede dar una evaluación positiva del sí
mismo, integración de las vivencias positivas y negativas del pasado y del presente, responsabilidad por lo
realizado y un bajo nivel de victimización. La negativa produce ansiedad, culpa, desesperación y depresión,
aislamiento social y síntomas de inadecuación.

IDENTIDAD PROSPECTIVA
Alude al futuro, al análisis y estudios sobre las condiciones de la realidad futura, con el fin de anticiparse a ello
en el presente. Permite anticipar la dimensión de la futuridad de un sujeto, destacándose la construcción de
una proyección a través de un sentido o propósito de vida, la trascendencia y la transmisión. El ser humano es
autotélico, requiere y genera sus propios objetivos e ideales que le permiten dotarse de un sentido que
organice su vida a futuro. El proyecto, la trascendencia y la transmisión son formas de dar continuidad al ser, lo
sostienen en la ficción de permanencia.
• Proyecto vital: conjunto de deseos, necesidades, valores o intereses que logran una determinada
planificación con el fin de lograr un objetivo vital que permite dotar de sentido la expectativa presente de futuro.
Puede relacionarse con valores sociales como la necesidad de ser útiles y productivos. Krause define esta
perspectiva como un “fuerte sentido de un propósito en la vida” generando mejor percepción de la salud,
estado de ánimo positivo, sensación de crecimiento, desarrollo permanente, mayor aceptación personal del
propio envejecimiento y redes sociales fuertes y significativas.
• Trascendencia: hace referencia a una metáfora espacial, en tanto implica pasar de un ámbito a otro,
atravesando el límite que los separa. Es la continuidad de sí mismo en el recuerdo de los otros, aparece una
cierta búsqueda de la finitud.
• Transmisión: impronta cultural, en la cual se transmite de una generación a otra y tiene forma de un legado.
Implica un grado de compromiso con la comunidad más fuerte que la trascendencia. Alude al cuidado y a la
transmisión para nuevas generaciones, no sólo respecto los hijos propios. Una de las modalidades que adopta
este concepto es la generatividad, según Erikson, es la relación del sujeto con las generaciones subsiguientes.
Las personas con más alto grado de generatividad se sienten más próximas a los otros, con relaciones
afectivas más fuertes y se sienten más satisfechos y más felices.
La identidad narrativa aparece como un recurso teórico de gran potencial para explicar situaciones de cambio o
crisis vitales, que ponen en juego los quiebres de significados, refiguraciones, y sus resoluciones,
configuraciones.
Cada una de las formas de configuración ofrece posibilidades de superar la inconsistencia y el vacío que
promueven las refiguraciones, otorgando nuevas modalidades de sentido. También ofrecen modos de
narración de la identidad que inciden efectivamente en los modos de ser y representarse como adultos
mayores.
El envejecimiento requiere de teorías que permitan argumentar los cambios y las pérdidas, al tiempo que
evidencien el potencial configurativo que puede dar lugar a integraciones y producciones de sentido.

LEVY B. Y BANAJI M. (2004). VIEJISMO IMPLÍCITO EN VIEJISMO. ESTEREOTIPOS Y PREJUICIOS


CONTRALAS PERSONAS MAYORES

LEVY Y BANAJI plantean un punto de vista distinto acerca del VIEJISMO, el factor implícito del mismo, que
puede operar sin ser advertido, controlado o con intención de dañar de manera consciente, el EDAISMO es
una forma de discriminación “aceptable” a diferencia de otras (racismo). A diferencia de otros prejuicios, donde
los victimarios y las victimas suelen ser claramente reconocibles, y donde el repudio es explícito. Por ejemplo
el racismo.
No existen grupos que repudien y muestren antipatía hacia las personas viejas, como contra otros grupos
minoritarios, e incluso los prejuicios y estereotipos suelen estar tanto en los jóvenes como en los viejos. La
ausencia de un odio fuerte y explicito hacia los viejos y una amplia aceptación de sentimientos y creencias
negativas, produce que el rol de las actitudes y los conocimientos implícitos acerca de la edad se torne
especialmente importante.

Dos categorías del Viejísimo Implícito


• Los estereotipos implícitos de la edad definidos como pensamientos acerca de los atributos y
comportamientos de las personas viejas, que existen y operan sin presentar una advertencia consciente,
intención y control.
• Y las actitudes implícitas de la edad definidos como sentimientos hacia las personas más viejas que existen y
funcionan sin advertencia consciente, intención y control.

Entonces lo que caracteriza a la concepción de Viejísimo implícito son los estereotipos implícitos de la edad
como los prejuicios.
Utilizan el término “COGNICION SOCIAL IMPLICITA” idea de que los pensamientos y los sentimientos pueden
funcionar fuera del ámbito de la conciencia, el control y la intención. (Pueden ser de manera favorable o
desfavorable)

TEST DE ASOCIACION IMPLICITA Y OTROS METODOS (estereotipos implícitos) demuestran que: los viejos
y jóvenes tienden a actitudes implícitas negativas hacia los más viejos y positivas hacia la juventud. Los
estereotipos cognitivos de la vejez son construcciones preexistentes en los sujetos tanto de los más jóvenes
como también los más viejos.
Los sujetos más viejos expuestos a los estereotipos positivos se desempeñan mucho mejor que los que son
expuestos a los estereotipos negativos , también las percepciones , la escritura y la memoria se ven afectadas
por los auto-estereotipos implícitos : “ Individuos expuestos a estereotipos negativos presentaban una escritura
más temblorosa que aquellos que habían sido expuestos a estereotipos positivos”
Según estudios el viejísimo podría tener un impacto en la cognición de los individuos, en el comportamiento y
en la salud de manera inconsciente. Las manifestaciones de los estereotipos sociales podrían activar los
autoestereotipos implícitos del envejecimiento – Por ejemplo los cuentos para niños o la televisión puede
ofrecer imágenes del envejecimiento que contribuyen a la formación de estos estereotipos implícitos. Una vez
que son adquiridos, son aplicados automáticamente ante la presencia de una persona mayor. Se mantienen
con el tiempo y pueden fortalecerse a graves de varios procesos.
Los autores postulan la necesidad de que surjan estereotipos explícitos positivos para poder cambiar los ya
preexistentes, la mayor exposición a los positivos de la gente mayor a lo largo de toda la vida, podría
beneficiarlos y limitar los estereotipos negativos. Proponen para los adultos mayores desarrollar
conscientemente una identidad de la vejez y sus atributos positivos, utilizándolos para compensar los efectos
de la debilidad que trae el Viejísimo Implícito.

IACUB, R. (2014) MASCULINIDADES EN LA VEJEZ. VOCES EN EL FÉNIX. AÑO 5 N° 36 (PP.38-47)


FREIXAS ,ANNA. (1997). ENVEJECIMIENTO Y GÉNERO: OTRAS PERSPECTIVAS NECESARIAS.

Edad y género son dimensiones indisociables en la construcción de la identidad del ser humano, resulta de
gran valor para entender la conformación de sentimientos, malestares, proyectos y actitudes del varon viejo.
La cultura puede entramar las narraciones otorgándoles continuidades entre ambas, ofertando sentidos que
faciliten organizar renovadas formas de masculinidad en la vejez. Lo que daría cuenta de los niveles de
bienestar o maltestar según las demandas culturales sobre la masculinidad frente a la capacidad de
afrontamiento posible en la vejez.
El narrativismo entiende a la realidad como una construcción basada en relatos, hay un importante margen de
subjetividad, relativismo y creación. Las identidades culturales, familiares, grupales o individuales son
exponentes de la incidencia de los relatos en la construcción de subjetividades. Los relatos sobre la edad y el
género organizan escenarios sociales, entramados al poder, que atribuyen creencias, rasgos de personalidad,
actitudes, sentimientos, valores, conductas y actividades que diferencian a los sujetos. Hombres y mujeres de
diversas edades asumen roles en las relaciones género y edad, se comprometen en prácticas y son afectados
por dichos proyectos, tanto a nivel corporal, psicológico y social.

Teoría de los guiones:


Las teorías de los guiones, permiten reconocer de qué modo se elaboran marcos de significados
preestablecidos que funcionan al modo de libretos macro y micro contextuales.
Los niveles macro contextuales, se refieren a escenarios culturales que suponen el conjunto de saberes
disponibles acerca de la masculinidad y la vejez, con versiones hegemónicas y marginales de los mismos.
Estos son fruto de acumulaciones históricas y de emergentes narrativos; continuidad y discontinuidad en la
sociedad.

Una forma de atravesamiento del macro contexto surge en:


Los guiones interpersonales: son medios de interpretación, modificación y aplicación de los escenarios
generales. Funcionan al modo de estrategias de interacción, de esta manera se posibilita que emerjan
construcciones de significado más flexibles y delimitadas de los grandes relatos.
Los guiones intrapsíquicos están modelados por escenarios y guiones interpersonales, que le dan alto nivel de
la identidad personal, permite a los individuos desarrollar imágenes acerca de sí mismos con representaciones
y vivencias específicas que circunscriben a la masculinidad de maneras singulares. En la intersección entre
escenarios culturales, los guiones interpersonales y intrapsiquicos se producen formas de concebir lo
masculino y lo viejo.
Los relatos, las prácticas sociales y los sujetos fijan, interpretan y cambian las narraciones sobre la edad y el
género / según contextos, clases sociales, niveles educativos, grupos generacionales … “Modos” en que una
sociedad construye el ser varon o el ser viejo generando espacios de prestigio (sabio), como también relatos
sobre la masculinidad que excluyen a la vejez no admitiendo limites en las demandas de fuerza o potencia,
esto lleva a que los sujetos puedan incluirse , excluirse , empoderarse o desempoderarse ante dichos espacios
simbólicos.
Las narrativas hegemónicas conforman relatos contados por una cultura con el fin de comunicar sus valores,
creencias y expectativas. Tienen un rol fundamental en la construcción de significados en la vida de los sujetos
ya que suelen ser referentes a partir de los cuales contrastamos nuestras propias narrativas. Estos imaginarios
sociales determinantes sobre el envejecimiento y la vejez son internalizados y conforman y modelan nuestros
marcos de referencia. A su vez, funcionan como paramentos por su alto grado de determinación.
La masculinidad es una construcción social acerca de lo que significa ser varón en determinado tiempo y lugar.
Badinter dice que “ser varón cuesta caro” poniendo en evidencia la cantidad de esfuerzos y demandas que
implica la posición masculina.

La masculinidad hegemónica se asocia con:


- rasgos de competividad
- poder físico, sexual y económico
- desapego emocional
- coraje y dominación
- capacidad de protección y autonomía

Modelos que se refuerzan a lo largo de la adultez y que presentan serias dificultades en el envejecimiento
masculino, debido a que caen los aspectos del sí mismo y generan una pérdida de la identidad (refiguración).

Cambios en el envejecimiento
El fin del periodo laboral y la entrada a la jubilación o retiro implica:
• Cambios en el aspecto físico
• Cambios en relación a la cantidad de tiempo vivido y por vivir
• Cambios en la representación de la propia muerte
• Cambios en el lugar de la cadena generacional
• Modificación de las redes sociales

Entra en crisis la identidad, los valores, los ideales y la hegemonía del adulto joven.
Hay una pérdida de la potencia masculina, pérdida del poder y reconocimiento social, la falta de un rol laboral,
la fragilidad física y los cambios sexuales. Su carencia y su exposición social aparecen como los causantes de
malestares, en la, mayor tasa de suicidios que se registra en los varones viejos.

FREIXAS ,ANNA. (1997). ENVEJECIMIENTO Y GÉNERO: OTRAS PERSPECTIVAS NECESARIAS.

Se tiende a homogeneizar a las personas mayores en un todo ignorando su diversidad.


Por eso se hace hincapié en la diversidad de experiencias de las personas a lo largo de la vida, que permite
subrayar el papel de las vivencias de personas diferentes, considerando que los sujetos enfrentan situaciones
variables y plurales, multidimensionales y multidireccionales.
Diversas investigaciones indican que la mayoría de las parejas reciben con alivio la etapa del nido vacío, que la
ausencia de hijos no necesariamente es problemática en la vejez y que la aceptación de roles tradicionales se
correlación con índices de depresión en mujeres de mediana edad.
Las mujeres explican su recién descubierta energía y sociabilización en la vejez, en relación a la disminución
de sus obligaciones familiares, podemos concluir que, para las mujer mayores librarse de dos de los elementos
que el patriarcado ha considerados fundamentales para su felicidad y realización: la casa y la familia, se
relaciona con un mayor sentimiento de felicidad, mejora de autoestima y bienestar psicológico.
Entrecruzamiento de roles en la segunda mitad de la vida, hombres más dependientes y afectivos y mujeres
son más independientes y asertivas.

MENOPAUSIA Y SALUD
A pesar de la fuerte campaña que laboratorios y clase médica llevan a cabo para medicalizar la menopausia,
cargándola con numerosos temores, las mujeres lo ven como algo natural, normal y a menudo como una
experiencia liberadora.
Reta el estereotipo de que la mujer en la menopausia experimento un sinfín de síntomas. La menopausia está
empezando a perder este estigma y ganando reconocimiento de un importante acontecimiento de la salud.
En la autopercepción de la menopausia influye de manera importante la educación que proporciona mayores
fuentes de información y recursos para afrontar la adecuadamente y también proporciona una posible
preparación para esta experiencia.

SALUD PERCIBIDA Y EDUCACIÓN


La educación tiene un peso fuerte sobre el estatus de salud. La educación que disponen las mujeres a lo largo
de la vida se traduce en estrategias o mecanismos de afrontamiento que permiten una vida menos estresante,
qué o si positivo en sus efectos sobre la salud y el bienestar.
Diferencias en el mercado laboral, como con la vida familiar:
Economía dual, las mujeres quedan en el sector periférico.
La segmentación del mercado laboral: empleos prioritarios (cargos donde se cobran más) empleos
secundarios (cobran menos y tienen menos valoración).
Historia marital: modelos tradicionales provocan dependencia y como consecuencia una situación económica
precaria.
Las difíciles relaciones entre la mujer y dinero en la juventud se concretan en pobreza y dependencia en la
vejez.
UNIDAD 2

IACUB Y OTROS, (2016). IMPACTO SUBJETIVO DE LOS CAMBIOS EN EL PROCESO DE


ENVEJECIMIENTO
UNIDAD 3

IACUB, R. (2006). REVOLUCIÓN SEXUAL EN LA VEJEZ. DISCURSOS EN TORNO AL CUERPO Y EL


SEXO EN LASEGUNDA MITAD DEL SIGLO XX EN ERÓTICA Y VEJEZ. PERSPECTIVAS DE OCCIDENTE.

Desde la segunda mitad del siglo XX se han producido una serie de transformaciones en la moral social que
han dado lugar a la denominada “revolución sexual”. El erotismo en la vejez no ha sido un tema de profunda
reflexión cultural, sin embargo, hoy se escucha un nuevo discurso que posibilita y alienta la sexualidad en los
adultos mayores. Pero lo cierto es que permanece la impresión general de rechazo hacia el erotismo en la
vejez. El horror estético aparece como la categoría más fuerte de descalificación, si bien es a menudo
silenciada. Esto se debe a que se relaciona este periodo de la vida con la enfermedad, la discapacidad, la
pérdida de poder e incluso la idea de muerte.
De todas formas, en las últimas décadas surge un nuevo relato acerca de una sexualidad posible en la vejez
que toma elementos propios del discurso posmoderno. Si la modernidad había establecido de un modo muy
pautado, de las normas y expectativas sociales en relación con la edad, la posmodernidad desestructuró los
aspectos esperables ligados a ella y creó nuevos modelos, donde la discontinuidad y la fragmentación eran
constantes. Existe actualmente un cambio en la temporalidad adjudicada a cada edad, así como una
flexibilización respecto de sus límites, lo que permite hallar adolescencias alargadas o envejecimientos
postergados. Esta nueva lógica de la edad produce también un cambio en la posición de los viejos, quienes
rechazan la suave retirada de la vida y se oponen a perder derechos y privilegios obtenidos a través de una
politización de la vejez sin precedentes.
Foucault define al erotismo como el modo particular en el que cada uno se erotiza, según su erótica. Y la
erótica, según Bauman, es el procesamiento cultural del sexo. Es decir, es lo que la sociedad permite.
 
ENVEJECIMIENTO EXITOSO. MICROMUNDO DE MAYORES
Uno de los fenómenos más llamativos de las últimas décadas es la agrupación de los mayores en espacios
específicos asociados con la recreación, el turismo y la educación. Estos “micromundos comunitarios”
posibilitan un tipo de sociabilidad que incluye el erotismo y supone estilos de vida definidos por una ideología
denominada del “envejecimiento exitoso, activo o positivo”. Su objetivo declamado, aunque algo elíptico es la
integración y la equiparación de oportunidades para los mayores.
La propia denominación de “tercera edad” surge como resultado de nuevas políticas sociales para la vejez.
Uno de los objetivos es evitar que sea la condición de jubilado la que defina la situación social del viejo y no la
continuidad con su propio estilo de vida. En tal sentido, la “tercera edad” determina un modo de envejecer que
remite a una nueva oportunidad, con actividades diversas que se semejan a las de otras edades y que intentan
romper con la idea de fin o retiro.
Estos espacios proponen una serie de programas en los que el erotismo suele tener un lugar posible. Las
salidas propician los encuentros sexuales, la formación de parejas o el contacto erótico en términos más
amplios.
 
DE LA MÁSCARA RECHAZADA A LA REPRESENTACIÓN ELEGIDA. EL CUERPO COMO PROYECTO
En las sociedades posmodernas, el modo de gobierno del cuerpo se ha modificado: se lo regula con el objetivo
de buscar placer, se hace dieta con el fin de mejorar su aspecto como si fuera un sistema de simbolismo
sexual. Con la estetización de la vida cotidiana, el cuerpo se torna proyecto. La centralidad del gimnasio y del
deporte en la cultura moderna son ejemplos de ello.
El proyecto del cuerpo carga con una serie de significaciones asociadas a la idea de la juventud. El parecer
bello o joven toman un sentido común, así como el parecer viejo se asocia con lo feo. Se libra una guerra
contra el cuerpo que envejece, la cual toma la forma de una mayor necesidad de control y de uso de terapias
diversas frente a los signos del envejecimiento, convirtiéndolo en objeto de disciplina. La fantasía posmoderna
es la de crear cuerpos a medida.
 
EL SUJETO TRANSETARIO
Frente a una casuística que revela, en algunos sujetos, la desidentificación progresiva ante un cuerpo que
presenta marcas de un otro no deseado y aun temido, surgen como respuesta soluciones tecnológicas
orientadas a relativizar las marcas de la vejez. Se trata de tecnologías eficaces que le permiten al individuo
recuperar una representación de sí más deseables.
A estos sujetos se los ha denominado “transetarios” ya que conforman una nueva categoría social basada en
una identidad emergente. Cabe tomar como referencia, a pesar de sus diferencias, las ideas de transexualismo
y transvestismo, ya que en ambos casos también se verifica cierto sentir interior: el de un cuerpo discordante
con la idea que el sujeto tiene de sí mismo, y el hallazgo, en la tecnología y en la liberalización de la vida
cotidiana, de una nueva forma de escribir su propia historia.
Tanto el cuerpo siliconado y transformado por las dietas, las cirugías y el gimnasio, cómo el trasplantado,
transfundido, transmutado, son partes de una nueva construcción donde el cuerpo biológico deja de ser el
escenario fijo de una individualidad, para convertirse en un espacio más íntimo y más sujeto a intercambios
simbólicos. La valoración de la imagen, que sostiene una posibilidad de erotismo, ha llevado a los sujetos
transetarios a instrumentar un cambio en sus cuerpos que habilite y facilite una posibilidad de goce erótico.

IACUB, R. (2006). LA CORRECCIÓN DEL SOFISMA. LA NUEVA NORMA SEXUAL ERÓTICA Y


VEJEZ.PERSPECTIVAS DE OCCIDENTE.

LOS APORTES DE HELEN KAPLAN:


Los orígenes de la sexología se remontan hacia fines del siglo XIX y principios del XX. La sexología construyó
un nuevo paradigma para pensar, estudiar y tratar la sexualidad. La especialista en sexualidad Kaplan
consideraba que los nuevos conocimientos de la sexología habían modificado el ángulo desde donde se
concebían las disfunciones sexuales. Sostenía que éstas no siempre derivan de graves trastornos
psicopatológicos, sino que podían reducirse a “problemas inmediatos y sencillos”, como la anticipación a un
fracaso, las humillaciones, las exigencias exageradas, etc. La sexualidad, desde este punto de vista,
funcionaba a través de aprendizajes, más o menos exitosos y de una comunicación con la pareja lo
suficientemente fuerte como para encontrar pautas de interacción válidas y esencialmente móviles en el
tiempo. Kaplan considera que el aprendizaje era clave para acceder a un saber abierto y racional, y que en la
vejez el conocimiento de los cambios en las funciones sexuales características de esta etapa de la vida
posibilita romper con los prejuicios existentes.
 
LOS APORTES DE ALFRED KINSEY:
Planteó una nueva manera de pensar y situar la sexualidad, en tanto la desligaba de la clínica médica o
psicológica para estudiarla desde la sociología y extraer los datos partiendo de la estadística. Cuestionó a los
estudios clínicos que buscaban demostrar la existencia de un periodo de climaterio de brusca reducción de la
estimulación sexual en los varones. Sostenía que una de las causas de la actividad sexual era la declinación
física y fisiológica que genera fatiga, pero también halló un factor determinante en el aburrimiento frente a la
repetición de la misma experiencia, y el agotamiento de las posibilidades debido a la falta de ensayo de nuevas
técnicas, nuevas formas de contacto y nuevas situaciones. La justificación que dio a estas hipótesis fue una
experiencia que manifestaban los ancianos, quienes al encontrar nueva pareja, adoptar nuevas técnicas o
aceptar diferentes formas de relación sexual mejoraban su rendimiento. Sin embargo, el autor no dudaba en
afirmar que la excitabilidad erótica descendía constantemente a lo largo de la vida. Consideraba que aquellos
que habían comenzado temprano se mantenían más tiempo en una vida sexual activa, aunque reconocía los
efectos de la fatiga psíquica antes descripta.
 
LOS APORTES DE MASTERS Y JOHNSON:
Al referirse al tema de la vejez señalaron un sofisma, difundido socialmente en su época según el cual: la
incompetencia sexual es un componente natural del proceso de envejecimiento. Frente a esto, sostenían
que la comprensión de los procesos psicofisiológicos intervinientes en la sexualidad servía para evitar un
destino signado por el malentendido. Los autores consideraban que la metodología educativa era el
mecanismo que promovía la modificación del sofisma, y para ello se servían de una prolija descripción de los
cambios producidos con la edad, lo que evidenciaba que no implicaba incompetencia ni desinterés sexual. Hay
muchos conceptos erróneos relacionados con el proceso de envejecimiento que se reflejan en una progresiva
falta de confianza psicosocial. Consideraban verdaderamente relevante la cuestión pedagógica, ya que
aseguraban que una educación prejuiciosa y represiva inhibia el acceso a la sexualidad en las personas de
edad.
Con respecto a las modificaciones en la sexualidad como producto del envejecimiento, consideraban que su
conocimiento resultaba central, ya que le permitirían al sujeto aprender a manejarse sexualmente de otra
manera. Las conclusiones más relevantes a las que llegaron fueron las siguientes:
 El envejecimiento puede enlentecer la respuesta sexual humana, pero no terminar con ella.
 El mejor predictor a nivel de la sexualidad humana es el nivel de actividad de los años tempranos.
 
Cambios en el hombre como consecuencia de la edad:
 La erección requiere de mayor cantidad de tiempo para lograrse y posee mayor dificultad en alcanzar
la plenitud (un hombre mayor va a necesitar más tiempo para tener una erección y el pene no se
mantiene tan erecto durante toda la relación sexual)
 El período de la fase de meseta es de mayor duración que en los jóvenes, lo que implica la ventaja de
que el acto sexual se prolongue.
 Respecto a las dos etapas que componen el proceso eyaculatorio -inevitabilidad eyaculatoria y
fenómeno orgásmico- puede suceder que la primera no se produzca, es decir que no haya eyaculación
y que el orgasmo tuviera una duración menor.
 La emisión preeyaculatoria puede verse reducida y hasta desaparecer en algunos casos. Es decir, la
eyaculación puede ocurrir sin previo aviso.
 
Cambios en la mujer:
Pretenden romper con el mito de que las mujeres menopáusicas carecían de deseo sexual y que los cambios
fisiológicos de esa edad significaban el término de su vida sexual. 
 Menor producción de secreción vaginal (debe usar lubricación externa para no lastimarse)
 Adelgazamiento de las paredes vaginales por efecto de la involución ovárica.
 Pequeña disminución del tamaño del clítoris
 Contracciones espasmódicas durante la fase orgásmica.
 
LOS APORTES DE SIMONE DE BEAUVOIR:
Criticó el mito de la perversión en la vejez relacionada con los casos de paidofilia, voyeurismo y exhibicionismo,
postulado que había sido avalado por figuras como Henry Ey.
 
INVESTIGACIONES SOBRE LA SEXUALIDAD EN LA VEJEZ
Los resultados de las investigaciones realizadas describen un declive gradual de la actividad sexual, en parte
debido a la viudez, aunque también se observaba en las parejas casadas. Según el estudio, el deseo se
mantenía vivo en las mujeres hasta los 60 años y en los hombres hasta los 70. Estos estudios demostraron
que la viudez y el deterioro en la salud eran los principales factores que daban por terminada la sexualidad en
la vejez, no así la longevidad. No dejaban de tener relaciones ni deseo por la edad.
Otros estudios señalan que más allá de la declinación del interés, el sexo seguía desempeñando un importante
papel en la vida de los sujetos estudiados. Otro estudio realizado exclusivamente a mujeres indicó que el 82%
de las evaluadas se masturbaba, por lo cual se sentían tontas, tenían sentimientos de culpa y sentimientos
negativos. Se informa que para la mayoría el placer sexual se incrementa con la edad, especialmente entre las
posmenopáusicas que estaban sexualmente activas y sentían deseos.
Otro estudio indicó que el 70% de las parejas continuaba manteniendo relaciones sexuales incluso después de
los 80 años. Otras investigaciones de tipo longitudinal han mostrado no sólo que algunos sujetos continúan con
su actividad sexual a lo largo de la vejez, sino que una pequeña porción la aumenta.
Desde mediados de siglo, ha surgido un cambio de enfoque en relación con la sexualidad en la vejez y el
erotismo tendiente a la desmitificación y búsqueda de variables positivas. Se abandona el estereotipo
victoriano de la imposibilidad y de la perversión para pasar a pensar a un sujeto que no encuentra estímulos a
causa de la represión social imperante.
 
IACUB, R. (2006.) DE LOS MITOS A LOS GOCES. EL PLURALISMO SEXUAL EN ERÓTICA Y
VEJEZ.PERSPECTIVAS DE OCCIDENTE

La gerontología aborda la sexualidad desde un discurso moderno y científico que intenta presentar a la
sexualidad y al envejecimiento como términos que no se excluyen mutuamente. No sólo eso, sino que
considera que la vida sexual activa constituye un valor tan central como la salud. Entre los mitos vinculados
con esta cuestión se encuentran los siguientes:
 La sexualidad no es importante en la vejez.
 La práctica sexual no es considerada normal en esa etapa de la vida.
 No debería alentarse a volver a casarse a aquellas personas mayores que han quedado viudas.
 Es lógico que un hombre mayor busque una mujer joven, pero no lo contrario.
 La gente mayor debería ser separada en instituciones por sexo para evitar problemas familiares,
institucionales y comunitarios.
Hoy en día, muchos autores conciben a la sexualidad como un remedio, fuertemente asociado a la salud física
y mental, y como un recurso indispensable para el bienestar. El sexo puede ser un antídoto ante la idea del
cuerpo como una suma de dolores. Pueden y deberían disfrutar de una vida sexual, la que le daría serenidad
al envejecimiento.
Los avisos comerciales de la televisión nos dan un estereotipo en el que la sexualidad existe sólo para la gente
linda con músculos duros y cuerpos ágiles. La idea de personas viejas gozando -fofas, arrugadas, y con otros
rasgos propios de la vejez- se nos aparece como repugnante.
La educación acerca de los cambios que se producen en la sexualidad durante el envejecimiento constituyen
un factor importante para el logro del goce erótico, pero también resulta valiosa la aceptación de la variabilidad
y el alcance de la expresión sexual.
 
¿EL GERIÁTRICO CURA, AISLA U HOSPEDA? EL EROTISMO EN EL ENCIERRO
La situación de los geriátricos carga con los estigmas de la asexualidad atribuidos a la vejez. Por otro lado, los
objetivos que presenta esta institución son confusos. No se precisa si los geriátricos curan, aíslan u hospedan,
lo cual impide definir las prácticas que en ellos se realizan.
La separación del lecho en los matrimonios sigue siendo un rasgo característico, así como la aplicación de
sedantes ante las emergencias de deseos sexuales. La sexualidad en términos generales sigue siendo
desaprobada y vista como problemática o anormal. La falta de conocimiento en el propio personal genera que
las actitudes eróticas sean vistas como peligrosas y dañinas para el individuo y la institución y por ello se las
silencia.
La sexualidad también se encuentra asociada a las prácticas corporales, como cuando los cuidadores ayudan
a los viejos a bañarse, lo que determina que se produzcan situaciones de mayor rechazo social. Sin embargo,
las nuevas demandas sociales también van siendo incluidas en estas instituciones, aunque con mayor retraso;
de hecho, los derechos sexuales han entrado en las reglamentaciones, por lo que se ha habilitado una serie de
prácticas eróticas, incluso en las personas con demencias.
 
LA BIOMEDICALIZACIÓN DEL ENVEJECIMIENTO. PATOLOGÍAS, FARMACOLOGÍA Y SEXUALIDAD.
 La biomedicalización del envejecimiento define una ideología social prevalente en la actualidad que piensa la
vejez como un proceso patológico y que, por lo tanto, la interpreta desde una perspectiva médica, con las
consecuencias lógicas en el plano de las prácticas médicas, la investigación y la opinión pública. El control que
se produce sobre los cuerpos viejos busca eliminar cualquier tipo de riesgo posible, lo que limita ciertos
márgenes de libertad entre los que se incluye la elección de su propio goce.
Uno de los temores más habituales, particularmente entre los hombres mayores es la “muerte por orgasmo” al
asociar al acto sexual con el ataque cardíaco. También existe la creencia de que las mujeres
posmenopáusicas, al tener reducidos los niveles de estrógenos, pueden ser más vulnerables a este tipo de
muerte. Sin embargo, estas muertes son extremadamente raras.
Existen una serie de medicamentos que se les proveen a los viejos que inicien en su sexualidad, pero resulta
importante diferenciar aquellos utilizados para diversas patologías y que pueden actuar en forma negativa
sobre su sexualidad, de aquellos específicos para mejorar su rendimiento sexual. La abusiva cantidad de
medicación que se les prescribe en algunos casos a los viejos no suele tomar en cuenta sus necesidades
sexuales, y muchas veces estos no son consultados ni prevenidos de los efectos colaterales que pueden
provocar. Esto lleva muchas veces a la ausencia de la vida sexual en vistas al cuidado de la salud.
UNIDAD 4

IACUB, RICARDO (2015). CONFIGURACIONES VINCULARES EN LOS ADULTOS MAYORES,


UNIVERSIDADEABERTA PARA TERCEIRA IDADE: O IDOSO COMO PROTAGONISTA NA EXTENSÃO
UNIVERSITÁRIA (PP. 51-84), ED. RITA CASSIA DA SILVA OLIVEIRA Y PAOLA ANDRESSA
SCORTEGAGNA.

La noción de configuración vincular describe el modo en que se relaciona un sujeto con una persona, objeto,
institución o ideal, como la incidencia que ese vínculo tiene en sus propias representaciones. El vínculo resulta
de un espacio intersubjetivo caracterizado por su bidireccionalidad, el sentido del mismo deviene de la relación
que se conforma, y que a su vez es conformadora, tanto del sujeto como del otro.
Los vínculos aparecen como soportes materiales de la identidad y por eso los procesos de cambio refiguran la
representación de sí. Los vínculos son medios para lograr la proximidad y el contacto con personas, objetos,
instituciones o ideales, que aseguren afectos, representaciones y apoyo, así como también dichas formas de
vinculación conforman figuras de la propia identidad.
El vínculo es un organizador de la identidad, lo que implica que las circunstancias de cambio o crisis en el
sujeto, el otro o lo otro modificaran el vínculo y la identidad: brinda seguridad, apoyo y bienestar y por otro lado
stress y soledad, a veces es lugar de malestar.
El propio sujeto y sus significados, se conforman en relación a los otros. Tanto a nivel social como psicológico
el sujeto requiere del otro, en un encuentro siempre regulado.

LOS VÍNCULOS ENTRE GENERACIONES


Margaret Mead destaca tres modalidades de relaciones entre generaciones fundamentadas en un “pacto
social” relativo a quien dispone del poder, cifrado en la atribución del saber y el conocimiento. Dichos pactos
sociales entraman las culturas: Postfigurativa, Cofigurativa y Prefigurativa.
- En la Post-figurativa aparece una concentración de saber-poder en los modelos de conocimiento estipulados
por los antecesores, se podría denominar tradición.
- La Co-figurativa esta connotada por un quiebre real o simbólico de las formas culturales anteriores. Aparecen
nuevas tendencias culturales que fragmentan las diversas generaciones, provocando con ello un tipo de
convivencia entre cohortes.
- La Pre-figurativa construye una propuesta mesiánica, ya que el saber aparece ubicado en el que vendrá.
Siendo los jóvenes los más favorecidos. Esto lleva a una apuesta por lo que vendrá o lo que representa el
futuro.
Las configuraciones vinculares permiten comprender el modo en que los adultos mayores transitan los
cambios en los vínculos, tanto a nivel de la identidad como en los espacios de relaciones. Modelos de
configuraciones vinculares en la vejez
• Familia
• Nuevas parejas
• Abuelidad
• Amigos
• Grupos de pares
• Otras redes de apoyo

FAMILIA
El concepto tradicional de familia es el de un lugar donde pueden encontrarse la función de protección,
procreación y desarrollo de sus miembros. El amor, la comprensión y el apoyo. El lugar donde podemos
recuperar el aliento y sacar nuevas energías para enfrentarnos mejor al mundo exterior. Sin embargo para
millones de familias conflictivas, esto resulta un mito.

LA FUNCIÓN PSICOLÓGICA DE LA FAMILIA


Para Bleger, la función institucional de la familia es la de servir como el reservatorio, control y seguridad de la
satisfacción de la parte más inmadura y narcisista, pero a su vez permitiendo un buen nivel de simbiosis que
dé lugar a las partes más adaptadas y maduras del individuo y su relación con el extragrupo.
El conflicto puede surgir cuando la seguridad y la protección necesarias fallan, dando lugar a que la familia se
transforme en un vínculo simbiótico patológico que absorba al individuo, frente a esto surgen dos modos
polares de defensa: LA FUSION Y LA DISPERSION, que se manejarían de diversas maneras según la
individualización alcanzada por el grupo familiar.

LA FUSIÓN, (familia aglutinada): la cual busca remediar las fallas en la simbiosis a través de aumentar los
niveles de fusión del grupo, alojando de esa manera la parte más primitiva de la personalidad. Cualquier nivel
de individuación y diferenciación, aparece como una amenaza frente al modo de protección que se había
establecido. El alejamiento físico, psicológico o la propia muerte pueden ser vistos como cambios difíciles de
procesar. Hay cambios y crisis que llevan a un desajuste. Sentimos que todo lo que hasta hace pocos años
se mantenía consolidado se está desarmando y que a cada paso los escenarios de la vida se van
transformando (Najmanovich).

LA DISPERSIÓN, (familia esquizoide): son familias donde se defienden de la fusión separándose física y
espacialmente, aunque cada uno de los integrantes se sitúe desde las proyecciones que el grupo realiza sobre
el sujeto. El individuo sale de la familia pero no pudiendo reconocerse como un individuo entre otros, sino
manteniendo sus roles primarios. Aparece la figura del viejo, cuando ya no puede ser autónomo, como una
amenaza a una demanda de encuentro que podría ser vivida como fusional y ante la que excedería ciertos
niveles de manejo.

NORMAL: la que permite al sujeto obtener niveles de seguridad apropiados al tiempo que salidas al exogrupo,
lo que calificará como un nivel apropiado de individualidad.

LA ABUELIDAD
Es una construcción histórica desde diferentes factores socioculturales que intervinieron en como se define
este concepto : variables demográficas, modelos familiares, estructuras económicas, asi como el genero, la
edad , clase social y de etnias , dichas características dan tipos y modalidades de contacto, intensidad en las
interacciones, regulaciones del afecto y funciones, entre otros rasgos específicos. Entre los aspectos culturales
de la abuelidad se pueden encontrar distintas formas de significaciones: norte argentino: relaciones entre
abuelos y nietos suelen ser mas cercanas y de mayor influencia y autoridad que en las grandes ciudades del
centro del país, como también en los pueblos originarios el cuidado del niño es pensado como una
responsabilidad .. Al mismo tiempo las normas culturales actuales piden que el abuelo no se entrometa en la
educación ni en la imposición de limites a los niños, los abuelos pueden quedar por fuera del nucleo familiar en
relación a las reglas. La abuelidad parece asociarse a lo femenino ya que tanto los cuidados como el juego con
los niños suelen estar mas cerca de lo que se ha caracterizado como lo femenino. Estudios demuestra como
los varones han ido acercándose a estos roles encontrando una retribución en ello ya que muchas veces no
pudieron realizarlo con sus propios hijos.

CINCO ESTILOS DE ABUELIDAD según NEUGARTEN Y WEINSTEIN.


Los abuelos formales: manifiestan un interés constante por los nietos, pero estableciendo una ligadura
convencional que no interfiere con el rol parental.
Los abuelos alejados: muestran poco interés por sus nietos y no tienen con ellos más que contactos
episódicos, ya sea para las fiestas u otros eventos de importancia.
Los abuelos reservorios de saber familiar: son los encargados de transmitir los valores y de ofrecer modelos de
comportamiento a los nietos.
Los abuelos lúdicos o buscadores de diversión: esta relación es percibida como una fuente de placer y de
satisfacción para los niños y los abuelos, alejándose de una representación del abuelo como figura de
autoridad.
Los abuelos padres sustitutos: son los que reemplazan a los padres, un rol que en general es ocupado por las
abuelas.

DENHAM Y SMITH CATEGORIZARON LOS ESTILOS DE ABUELIDAD EN TRES TIPOS:


La influencia indirecta: se refiere a factores que afectan a los nietos a través de los efectos que tienen sobre los
padres, ya sea a nivel psicológico, económico o instrumental.

La influencia directa: se refiere a los abuelos y nietos que tienen una interacción cara a cara. Los abuelos
pueden cuidar nietos pequeños, bromear, ver la tv, etc. Pueden dar consejos, enseñarles habilidades y juegos,
como también medidas disciplinarias.

La influencia simbólica: se refiere al efecto que tienen los abuelos por solo estar presentes, sin que cumplan
funciones concretas. Los nietos se sienten bien de tener abuelos que puedan acudir como regulador de
tensiones o en casos de conflicto entre los miembros de la familia.

Conflictos de la abuelidad
Entra en conflicto por un lado, toda una serie de propuestas e ideologías que propenden al envejecimiento
activo y autónomo y por otro, ciertas demandas de solidaridad familiar asociadas al cuidado de los nietos, las
situaciones que detona este conflicto suelen producirse frente a diversos problemas, tales como adicciones,
enfermedades, divorcios, crisis económicas o compromisos de trabajo en la generación intermedia. El cuidado
de los nietos, más allá de lo placentero, puede resultar una tarea estresante, modificando la vida cotidiana de
los adultos mayores, cuando la labor que ejerce ese cuidado no es un valor para la persona y por lo tanto
puede ser percibido como un esfuerzo que no le corresponde, la obligación de dedicarse a los nietos sin poder
elegir los tiempos de encuentro predispone a la depresión, al riesgo coronario y al deterioro físico en general.
Por otro lado, esta labor puede dar como resultado una mejoría de la salud y de la autoestima por cumplir con
esta tarea. La cuestión reside en que la abuelidad sea una función ELEGIDA, más allá de la culpa y la
vergüenza como respuesta ante lo que algunas veces no se quiere o no se puede hacer.

Las nuevas parejas


Las nuevas parejas de adultos mayores reflejan un tipo de familia que consigue una fuerte resonancia en lo
social. Aparecen como un modelo ajustable a las exigencias de autonomía y actividad que se le demanda a
este grupo etario en la actualidad, esto posibilita que los mayores no sean definidos solo por su rol de abuelos,
sino como personajes adecuados al mismo estilo de vida que el resto de los participantes, la falta del otro y la
menor chance de formar pareja le brindan un rasgo de exclusividad y necesidad que lo vuelven particularmente
valioso. El goce erótico aparece como una sorpresa que alude tanto a la capacidad efectiva de gozar
genitalmente como a la de ser deseables para el otro.

La amistad en la vejez
En la vejez, la amistad puede ser un vinculo tanto o mas importante que en otras etapas de la vida. Diferentes
investigadores dieron su aporte en esto; El contacto con los niños y la familia no aumentaba necesariamente la
esperanza de vida, aquellos participantes que tenían mas y mejores relaciones de amistad denotaban
estadísticamente mayor longevidad que aquellos que contaban con menor vida social. Los amigos son
considerados fuentes secundarias de apoyo, en algunas circunstancias son especialmente importantes, por
ejemplo, para quienes se encuentran lejos de la familia o para las personas que no tienen pareja ni hijos. Se
afirma que la mayoría de los adultos mayores prefieren las viejas amistades, según Argyle los amigos mas
intimos tienen una importancia especial, ya que implicaban un mayor nivel de “apertura”: mayor confianza en el
otro para poder abrirse y compartir sentimientos y pensamientos.
En la vejez avanzada, ocurre una transformación: personas que anteriormente eran considerados vecinos,
compañeros de iglesia o del club son “promovidos” a la categoría de amigos. Para los adultos mayores es mas
importante la calidad de las relaciones que la cantidad, la calidad hace referencia a un alto nivel de intimidad,
de confianza, de elección constante, lo cual concuerda con los desarrollos de la teoría de la selectividad
socioemocional.

Diferencias culturales y de genero


Otros estudios demuestran las diferencias que existen a la hora de mantener relaciones de amistad en los
diferentes generos, la amistad tiene significados diferentes para hombres y mujeres. Scott y Wenger
observaron que mientras las mujeres mantienen relaciones cara a cara, reuniéndose para hablar y pudiendo
verbalizar sus sentimientos y emociones, los hombres se juntan principalmente para realizar alguna actividad,
sus relaciones se basan en el tiempo invertido juntos, cuando las mujeres lo hacen en la experiencia y la
emoción. También existen diversidad en cuanto a los tipos de redes, las mujeres mantienen redes más
homogéneas, mientras que los hombres se relacionan con mayor diversidad de individuos, algunos vinculados
al entorno laboral, también por la proximidad geográfica o dentro de la propia familia. El apoyo opcional
provisto por los amigos es probablemente más apreciado que el cuidado recibido obligadamente por la familia.
Las particularidades culturales también encarnan las nociones de amistad, ya que establecen valores,
significados y hasta afectos que se ponen en juego en estas relaciones. Las redes comunitarias son diferentes
para hombres y mujeres, Scott y Wenger mencionan que en las zonas rurales las mujeres tienden a participar
mas en actividades comunitarias que los hombres , en las ciudades los hombres son quienen participan mas.
En organizaciones políticas de adultos mayores cuya población mayoritaria es masculina, mientras que en
organizaciones dedicadas al trabajo comunitario, la promoción de la salud y las actividades recreativas la
participación de las mujeres de edad avanzada es mayoritaria. La amistad es un vínculo que se elige y que
puede ser incluido en cualquier etapa de la vida, con lo cual cobra especial relevancia durante la vejez.

ARIAS, C. (2009). EL MODELO TEÓRICO DEL APOYO SOCIAL. FACULTAD DE PSICOLOGÍA.

Para Claudia Arias, EL APOYO SOCIAL es entendido como “la ayuda ya sea emocional, instrumental o de otra
índole que se deriva de un determinado entramado social” y cumple un papel fundamental en proveer sentido a
la vida y propiciar actividades personales que se orienten al cuidado y la promoción de la salud. El apoyo social
se refiere a la percepción subjetiva del sujeto de que, a partir de la red social, es amado, cuidado, valorado y
que pertenece a una red de derechos y obligaciones. El marco teórico del apoyo social surgió desde modelos
ecológicos que intentan comprenden y explicar la conducta humana en función de la relación entre el individuo
y su ambiente; en la década del 70’. Produjo un redescubrimiento del valor de las redes de apoyo y se
consolidó el movimiento de salud mental comunitaria. Se centró en el estudio de aquellos que se encontraban
en desventaja social o eran discriminados (como los inmigrantes, desocupados, madres solteras,
discapacitados). En la actualidad la temática de las redes sociales y el apoyo social ha sido incorporada en
diversas disciplinas.

PRINCIPAL HIPÓTESIS
El modelo de apoyo social sostiene que la participación activa en los espacios sociales y la integración familiar
y comunitaria incrementan el bienestar y elevan la calidad de vida. Entre sus principales fundamentos podemos
señalar:
• Se centra en el estudio de los aspectos sociales
• posee un interés preventivo
• sostiene una concepción de salud positiva
• se interesa por problemáticas de personas con fragilidad
• se centra en el trabajo con los recursos y potencialidades
• persigue el logro de cambios
• apunta al desarrollo individual y grupal, institucional y comunitario
EL APOYO SOCIAL DETERMINA LA PERCEPCION SUBJETIVA DEL SUJETO.
FUENTES FORMALES E INFORMALES DE APOYO SOCIAL A ADULTOS MAYORES
Podemos diferenciar dos fuentes del apoyo social:

Formales: trabajan con reglas formales y procedimientos estandarizados. Pueden prevenir del ámbito público o
privado, poseen una estructura burocrática y objetivos orientados a ofrecer ayuda en áreas específicas. La
disponibilidad de este tipo de apoyo se vincula con el nivel de institucionalidad existente en un territorio
determinado.

Informales: trabajan con reglas implícitas y actividades espontáneas. Corresponden a las redes personales
(familiares y amigos) y a las comunitarias que no estén estructuradas como programas de apoyo. Ayuda a las
personas de edad y les proporciona “cuidados no estructurados, complementarios a los que proporcionan los
gobiernos”.

Ambas fuentes de apoyo son importantes y necesarias. La participación desbalanceada, una intervención
exclusiva o la participación escaza de alguna de ellas, puede brindar una respuesta insuficiente. Estas fuentes
poseen modos de funcionamiento diferentes pero deben trabajar juntas, complementarse y equilibrarse. Se
deben clarificar las áreas de intervención y las responsabilidades de cada una para no superponer apoyos ni
provocar una insuficiencia en los mismos.

CARACTERÍSTICAS DE LA RED DE APOYO SOCIAL


La red de apoyo social posee distintas características:
Las características estructurales aluden al tamaño de la red (cantidad de personas que la componen),
densidad (grado de interrelación entre los miembros, uno puede tener una red grande pero ninguno se
conoce), distribución (tipo de vínculos, el vínculo puede estar más denso aunque no haya contacto físico, sino
a distancia ), dispersión (distancia entre los miembros) y homogeneidad o heterogeneidad (similitud o
diferencia de características sociales, culturales y demográficas entre los miembros de la red). Para ser
significativa y real, debe hacerse con los propios involucrados.

Las funciones de la red son: compañía social, apoyo emocional, guía cognitiva, consejos, ayuda material, de
servicios y de acceso a nuevos contactos.
Los atributos de los vínculos aluden a: funciones prevalecientes de los mismos, su multidimensionalidad,
reciprocidad, intimidad, frecuencia de contactos e historia.
El mapa de la red social incluye a todas las personas que la conforman y diferencia cuatro sectores que
diferencian el tipo de relaciones en: familia, relaciones de trabajo o estudios, de amistad y relaciones
comunitarias. Estos cuatro sectores son atravesados por tres círculos que distinguen los vínculos de acuerdo
con el grado de intimidad. La red brinda información acerca de los vínculos que la componen, los recursos de
ayuda con lo que dispone la persona y los factores a fortalecer. La evaluación de la red permite: conocer las
posibilidades de apoyos suficientes frente a situaciones problemáticas y aporta información útil para el diseño
de tratamientos y cuidados para cada caso particular.
CAMBIOS EN LA RED SOCIAL
Las redes sociales no son estáticas, son sistemas abiertos y dinámicos, que se encuentran en interacción
constante, construcción y reconstrucción permanentes. La red atraviesa una etapa de expansión durante la
niñez y la adolescencia, de estabilización en la adultez y de contracción en la vejez. Sin embargo, hay una
amplia variabilidad de redes en los adultos mayores. No se puede identificar un tipo de red propia de ellos ya
que son heterogéneas. Por lo tanto podemos decir que no siempre la red se reduce en la vejez. Hay casos en
los que los adultos mayores incorporan nuevos vínculos en esta etapa de su vida, conforman pareja o
establecen nuevas relaciones de amistad que modifican notablemente su estado de ánimo. Si la red de achica
en la vejez, no es por la edad; si no que hay que incluir otras variables.
Al respecto, la teoría de la selectividad socioemocional proporciona una lectura diferente ya que cree que la red
disminuye en la vejez como resultado de una elección intencional del adulto, quien selecciona los vínculos que
más le interesa seguir manteniendo. Hay una amplia variabilidad de redes que se presentan entre los adultos
mayores. No se puede identificar un tipo de red propio de los adultos mayores.

NO HAY UNA RED “TIPICA” EN LA VEJEZ, ES SINGULAR.

No se puede proponer un “tipo ideal” de red uniforme, por el contrario, la suficiencia y funcionalidad de la red
debe ser pensada desde los casos particulares que involucren historias vitales, las características de
personalidad, los gustos y las preferencias.

BENEFICIOS DE LA RED SOCIAL


Los propios adultos mayores consideran que el disponer de relaciones familiares y sociales satisfactorias es un
aspecto relevante al evaluar su calidad de vida. Las redes sociales suficientes indicen de manera positiva en la
salud física y el estado funcional de los adultos mayores. El poseer una adecuada red social disminuye los
tiempos de hospitalización y de recuperación de la salud y el poseer una insatisfactoria red favorece la ideación
suicida.
Pero… ¿Cuándo una red es suficiente?
Las redes que brindan satisfacción son variables, no podemos proponer un tipo ideal de red uniforme ya que
depende del individuo. La suficiencia y funcionalidad de la red debe ser pensada desde los casos particulares
que involucran las historias vitales.

INTERVENCIONES DESDE EL APOYO SOCIAL


Las intervenciones desde el apoyo social pueden efectuarse desde los niveles más macro desde el ámbito
público, como políticas públicas desde los organismos de gobierno, hasta lo más micro, como el trabajo a nivel
individual con un adulto mayor que presenta un problema. Pueden hacerse a nivel comunitario, institucional,
grupal e individual y con distintos fines: promoción de la salud, prevención o asistencia.
Desde el ámbito privado se suelen crear grupos de apoyo para adultos mayores, centros de día, programas
recreativos y de actividad física, entre otros. Dentro del sistema informal encontramos grupos de autoayuda
con determinadas patologías. Entre los programas de intervención se destacan también los voluntariados. A
nivel institucional se debe apuntar a articular las redes formales e informales, trabajando en la apertura de las
residencias para mayores en una doble dirección: hacia afuera, propiciando que los adultos salgan siempre
que sea posible y participen de la vida familiar y comunitaria, y hacia adentro, estimulando la incorporación de
familiares y amigos a la residencia. Los profesionales de la salud y el personal de las residencias son de gran
importancia para los adultos y suelen incluirlos en su red de apoyo. A nivel individual es importante valorar
cada caso con sus particularidades. Esto permitirá no estandarizar las intervenciones, si no que por el contrario
pensarlas para cada situación. La implementación de las intervenciones debe acompañarse de investigaciones
que proporcionen información acerca del impacto de las mismas.

BARROS LEZAETA, C.; MUÑOZ MICKLE, M. (2003). RELACIONES E INTERCAMBIOS FAMILIARES


DELADULTO MAYOR EN REVISTA DE TRABAJO SOCIAL, PERSPECTIVAS NOTAS SOBRE
INTERVENCIÓN Y ACCIÓNSOCIAL, AÑO 8, Nº 12, 63-72.

Familia: conjunto de personas unidas por el sentimiento de pertenecer a un grupo de parentesco y vinculadas
por lazos de solidaridad y afecto mutuos. La familia es un grupo que tiene recursos humanos, económicos y
expresivos para satisfacer las necesidades de cuidado diario, protección, manutención de sus miembros.

La familia tiene conceptualmente una doble importancia para los adultos mayores. Por una parte son quienes
pueden brindarles los cuidados y la ayuda que pudiesen requerir, les otorga confianza y seguridad, y por otra
parte, tiene que ver con el apoyo afectivo y cognitivo tan necesario para asumir las pérdidas que conlleva
envejecer, para contrarrestar las discriminaciones sociales apoyando la autoestima y siendo una base para
darle sentido a sus vidas. También para alentar confianza en sí mismos y facilitar el asumir un rol activo.
En cuanto a los niveles de cercanía afectiva, no hay ninguna categoría de personas que se ubique en un único
nivel. En cada nivel hay una variedad de personas.
Entre los miembros de la familia se establecen lazos de solidaridad y responsabilidad mutuas, que permite a
sus miembros tener la seguridad de que pueden contar unos con otros en caso de necesitarlos. Esto los hace
sentirse respaldaos, confiados y seguros.
El apoyo social es un recurso que fortalece la capacidad del adulto mayor y lo recibe de a) hacer frente en
forma más efectiva a las demandas de la vida diaria y a los problemas que conlleva, b) sobrepasar o
contrarrestar sus dificultades y limitaciones y c) sobrellevar mejor el dolor y las perdidas.

HAY TRES TIPOS DE APOYO:


• El apoyo cognitivo se refiere a intercambiar experiencias, transmitir información o significados y dar consejos
que permiten entender la situación en que el adulto mayor se encuentra y encarar mejor los problemas. Los
sujetos lo buscan predominantemente en agentes no familiares por sobre los familiares. en caso de requerir
consejos lo buscan en amigos y en especialistas. ej: sacerdote, asistente social.

• El apoyo afectivo se pueden distinguir dos variantes. Una consiste en intercambiar afectos y simpatía. Ello lo
hace sentir al adulto mayor que se preocupan por él, que lo toman en cuenta, que es alguien querido y valioso
lo que contribuye a mantener su autoestima. El sentirse amado, puede compensar el dolor y darle un sentido a
la vida.
Frente a la soledad y la tristeza los adultos no acuden al apoyo de otras personas, sino que tratan de
arreglárselas por si solos apelando a variados recursos como oír la radio, salir a dar una vuelta, rezar, etc.
Cuando acuden a personas lo hacen a amigos.

• El apoyo o ayuda instrumental se refiere a proporcionar bienes y servicios que facilitan la solución de
problemas prácticos o que constituyen formas de colaborar en el desempeño de las tareas de la vida cotidiana
o que contribuyen a crear condiciones de vida más favorables.
La familia es muy importante para los adultos mayores debido a que satisface sus necesidades afectivas.
Cuando la familia no percibida por los adultos mayores como agente satisfactor de todas sus necesidades de
apoyo los mayores déficits son, el no estar seguros si serán comprendidos por ellos cuando necesiten hablar
de algo, y quienes mejor pueden otorgar este tipo de apoyo son los amigos.

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