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La dimensión política de la ética. Ética y acción colectiva

Presentation · February 2018


DOI: 10.13140/RG.2.2.15665.89448

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Imanol Zubero
Universidad del País Vasco / Euskal Herriko Unibertsitatea
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5ª SESIÓN. 14 febrero 16:00 -20:00
TEMA 9. LA DIMENSIÓN POLÍTICA DE LA ÉTICA
• Una política del compromiso moral
• Austeridad, solidaridad, justicia global
Textos de referencia:
34 Pogge: ¿Qué es la justicia global?
35 Skidelsky: Salidas de la competitividad febril.
36 Jackson: Una prosperidad duradera.
TEMA 10. ÉTICA Y ACCIÓN COLECTIVA
• La elaboración colectiva del malestar social
• De las realidades sociales problemáticas a las políticas públicas
• El papel de la sociedad civil organizada a la luz del debate sobre el dilema humanitario
Textos de referencia:
37 Petras: El posmarxismo rampante.
38 Sogge y Biekart: Cálculo, compasión y opciones.
39 Brauman: Por una ética de la entrega.
40 Rieff: Una cama por una noche.
Práctica 8: ¿Cómo transitar entre lo personal y lo social?
• Una de las cuestiones más determinantes a la hora de impulsar procesos de transformación de la
realidad es acertar en la articulación entre las prácticas individuales y las prácticas sociales.
• Lectura y discusión de los textos de Singer: La solución de Singer a la pobreza en el mundo y de
Riechmann: ¿Pueden un socialista o una comunista del siglo XXI no ser vegetarianos?
Thomas Pogge: ¿Qué es la justicia global?
Expresión de relevancia reciente.
Algunos de los temas más amplios que se discuten hoy bajo el título "justicia global" se
vienen tratando desde hace siglos, inclusive desde el principio de la civilización. No obstante,
se los discutía bajo distintos rótulos, tales como "justicia internacional", "ética internacional" y
"la ley de las naciones".
Emergencia un mundo post-Westfalia.
La pobreza mundial ha superado a la guerra como la mayor causa de miseria humana
evitable. Han muerto muchas más personas -unos 300 millones- por el hambre y las
enfermedades curables en el período de 17 años de paz desde el fin de la Guerra Fría que las
que perecieron por las guerras, las guerras civiles y la represión gubernamental durante todo
el siglo XX.
En un contexto de prosperidad global sin precedentes que es holgadamente suficiente para
erradicar toda pobreza que amenace la vida. Un deslizamiento en la distribución global del
ingreso de solamente 0,7% del ingreso global erradicaría por completo la pobreza severa que
hoy asola la vida de más del 40% de la humanidad.
Las condiciones de vida en cualquier lugar de la tierra se ven profundamente afectadas por
interacciones internacionales de muchos tipos y, en consecuencia, por las normas que rigen
dichas interacciones.
RELEVANCIA DE LA PERSPECTIVA DE LA JUSTICIA GLOBAL.
Destacar el análisis causal y moral del orden institucional global contra el trasfondo de sus
alternativas viables y alcanzables. Enfatizar la cuestión sobre cómo funciona nuestro orden
institucional global en comparación con sus alternativas viables y alcanzables, en lo que respecta a
los intereses humanos fundamentales que resultan relevantes desde un punto de vista moral. Al
extender el análisis institucional moral más allá del estado, esta pregunta centra la atención sobre
de qué manera la incidencia masiva actual de la violencia y la pobreza extrema, y los profundos
excesos de mortalidad y morbilidad que provocan, se pueden evitar -no sencillamente a través de
una mejor conducta por parte de los gobiernos, en el plano interno y el internacional sino también, y
de manera mucho más efectiva, a través de reformas institucionales globales que, entre otras
cosas, mejorarían esa conducta gubernamental al modificar las opciones a disposición de los
gobiernos y los incentivos que enfrentan.
La importancia de este enfoque de justicia global va más allá de la filosofía. Crucial para que el
ciudadano común -especialmente en los países desarrollados- alcance una comprensión adecuada
de su situación y sus responsabilidades morales. También para que los especialistas en ciencias
sociales, especialmente los economistas del desarrollo, superen su prejuicio a favor del
nacionalismo explicatorio, su tendencia a explicar la pobreza y el hambre exclusivamente en
términos de factores causales internos de las sociedades donde ocurren. Esas explicaciones
nacionalistas deben complementarse con una investigación sustancial sobre los efectos
comparativos de factores institucionales globales en la incidencia de la pobreza severa y (en
términos más generales) el incumplimiento de los derechos humanos en el nivel internacional.
DOS TIPOS DISTINTOS DE ANÁLISIS O DIAGNÓSTICO MORAL.

DIAGNÓSTICO MORAL INTERACTIVO. Tomemos un evento de relevancia moral: un niño sufre de


desnutrición, una mujer está desempleada o un hombre recibió heridas en un accidente de tránsito.
Podemos rastrear estos eventos hasta llegar a la conducta de agentes individuales o colectivos,
incluyendo a la persona que padece el daño. Eso requiere formular juicios contrafácticos sobre
cómo hubieran sucedido o podrían haber sucedido las cosas si este o aquel agente hubieran
actuado de otra forma. Determinar si alguno de los agentes causalmente relevantes debería haber
actuado de manera diferente. Analizar si alguno de esos agentes hubiera podido predecir que su
conducta causaría el evento lamentable y también si razonablemente hubiera podido evitar el daño
sin incurrir en un costo sustancial para sí mismo o para terceros.
DIAGNÓSTICO MORAL INSTITUCIONAL. Rastrear los eventos lamentables hasta llegar a rasgos
corrientes en el sistema social en el cual ocurren: su cultura, por ejemplo, o su orden institucional.
Se podría remontar la cadena de las causas de la desnutrición infantil hasta llegar a las elevadas
tasas aplicadas a la importación de alimentos, el desempleo hasta una política monetaria restrictiva
y los accidentes de tráfico hasta la falta de inspecciones regulares de la seguridad de los
automotores. Esto requiere juicios contra-fácticos acerca de cómo podría o hubiera podido suceder
otra cosa si este o aquel conjunto de normas sociales hubiera sido diferente. Ello nos llevará a
analizar si los responsables por el diseño de las normas pertinentes -por ejemplo, los legisladores-
podrían haber previsto que causarían daño y hubieran sido razonablemente capaces de reformular
las normas sin causar daño sustancial en otro lado.
UNA PROSPERIDAD DURADERA
Tim Jackson
La sociedad se enfrenta a un profundo dilema. Resistirse al crecimiento es arriesgarse al
colapso económico y social. Apostar por el crecimiento ilimitado implica poner en peligro los
ecosistemas de los que dependemos para nuestra supervivencia a largo plazo.
 No podemos modificar los límites ecológicos. No podemos alterar la naturaleza humana.
Pero podemos crear y recrear el mundo social. Sus normas son nuestras normas. Sus visiones
son nuestras visiones. Sus estructuras e instituciones dan forma y son conformadas por esas
normas y visiones.
Más allá de proporcionarnos alimentos y cobijo, la prosperidad tiene que ver con nuestra
capacidad para participar en la vida de la sociedad, con nuestro sentido de un propósito
compartido y con nuestra capacidad de soñar. Nos hemos acostumbrado a intentar alcanzar
estas metas a través de medios materiales. Conseguir liberarnos de esta restricción es el
fundamento del cambio.
Esto no lo lograremos permitiendo que el mercado reine libremente; ni tampoco se alcanzará
mediante la simple exhortación. La acción individual o de base comunitaria nos brinda una vía
muy apropiada para el cambio. Pero también afirmo que los intentos de un grupo de persuadir
a otro para que renuncie a la riqueza material son éticamente sospechosos. Es como pedirle a
la gente que renuncie a determinadas libertades sociales y psicológicas.
El progreso se basa fundamentalmente en la construcción de alternativas creíbles.
La tarea consiste en fomentar en la gente capacidades reales de florecimiento, de
modo menos materialista.
Debemos renovar nuestro sentido de lo que se entiende por espacio público, por
instituciones públicas, por finalidades comunes. Se trata de invertir dinero y tiempo en
metas, activos e infraestructuras para ser compartidas. Espacios verdes, parques,
centros recreativos, instalaciones deportivas, bibliotecas, museos, transporte público,
mercados locales, centros de retiro y «de quietud», festivales diversos: estos son
algunos de los pilares sobre los que desarrollar una nueva visión de la participación
social.
Las tres intervenciones macroeconómicas clave que se necesitan para alcanzar la
estabilidad ecológica y económica en esta nueva economía son bastante específicas:
- transición estructural hacia actividades basadas en los servicios;
- inversión en activos ecológicos; y
- una política sobre el tiempo de trabajo como mecanismo estabilizador.
La dimensión de esta tarea abarca tanto lo personal como lo social. Las
posibilidades para la acción personal —o basada en la comunidad— son claras. El
cambio puede manifestarse a través del modo en que vivimos, las cosas que
compramos, la forma en que viajamos, dónde invertimos nuestro dinero, o cómo
pasamos nuestro tiempo de ocio. Puede lograrse a través de nuestro trabajo. Puede
verse favorecido por el modo en que votamos y por la presión democrática que
ejerzamos sobre nuestros gobernantes. Puede fomentarse a través del activismo de
base y del compromiso comunitario. También es importante la búsqueda de la
frugalidad individual, de la simplicidad voluntaria.
Al mismo tiempo, son notorias las fuerzas que dificultan esta posibilidad de cambio
individual o comunitario como mecanismo a gran escala para el cambio social. Es
imprescindible un cambio estructural a nivel social. En este libro hemos destacado
tres dimensiones de semejante tarea. En primer lugar, debemos establecer límites
ecológicos a la actividad humana. En segundo lugar, es urgente corregir el
analfabetismo ecológico de la doctrina del crecimiento económico ilimitado. Por
último, debemos superar la dañina lógica social del consumismo.

SKIDELSKY
Salidas de la competitividad febril
Robert Skidelsky y Edward Skidelsky

La generación de economistas de Keynes asumía que, a medida que las personas
fuesen cada vez más eficientes en la satisfacción de sus deseos, trabajarían menos
—y es lo que deberían hacer, como seres racionales— y disfrutarían más de la vida.
Hemos identificado dos obstáculos al cumplimiento de la profecía de Keynes: los
provocados por relaciones de poder y los que surgen de la insaciabilidad de los
deseos humanos. Ambos se combinan para producir una ética de codicia, que
condena a las sociedades a un creación de riqueza continua y sin objeto, algo que
antes no existía y que, en cierto modo, es una peculiaridad del capitalismo.
Las rivalidades internacionales avivan el fuego de la codicia. A pesar del alto grado
de prosperidad alcanzado, constantemente se nos recuerda que nos preparemos
para mayores desafíos, especialmente por parte de los chinos y de otros países
pobres, pero diligentes.
 Por mantenernos «al máximo de nuestras posibilidades» mantenemos un sistema
que sigue festejando la codicia a costa del placer.
La suposición de abundancia, y el consiguiente rechazo de la tecnología y distanciamiento
psicológico del mundo del trabajo, fue el imaginativo telón de fondo de los movimientos
utópicos norteamericanos de la década de 1960.
La cuestión es: ¿por qué la percepción de la inminencia de la felicidad absoluta de la
década de 1960 condujo al resurgir del capitalismo darwiniano en la década de 1980? ¿Qué
alzó al poder a Reagan y a Thatcher y propició el renacimiento del fundamentalismo del libre
mercado?
¿Por qué el crecimiento económico llegó, de una forma tan rápida y contundente, a triunfar
sobre todos los demás objetos de la política económica? La respuesta es simple, aunque
sorprendente: con el supuesto logro de pleno empleo permanente a través de la política, ya
no quedaba ningún otro objeto de política económica. El pensamiento económico quedaba
libre para concentrarse de nuevo en la eficiencia de la producción: congruente con el espíritu
de maximización de la economía. Que el crecimiento pudiera convertirse en un objeto de
política económica fue debido, en gran medida, al desarrollo de la estadística de ingresos
nacionales —el PIB—, que permitía comparar los rendimientos económicos de los distintos
países. Y, en el período subsiguiente a dos guerras inmensamente destructivas, hacer que los
pueblos se hiciesen más ricos, en lugar de hacer que las naciones fuesen más belicosas,
parecía una aspiración más civilizada.
Más razones: Occidente en su conjunto creía que tenía obligación de acelerar su tasa de
crecimiento para poder mantener la carrera armamentística con el bloque soviético.
Los apóstoles del crecimiento en la década de 1960 eran sobre todo economistas y
políticos de izquierda que habían abandonado —o, en el caso de Estados Unidos, nunca
habían adoptado— la propiedad pública como mecanismo, pero que conservaban sus
aspiraciones socialistas de una sociedad más igualitaria. Anhelaban una versión
democrática del sistema de planificación soviético, que inyectase mayor energía a la
empresa privada a base de objetivos, subsidios e incentivos fiscales, al tiempo que se
asignaba una parte cada vez mayor de los frutos de la empresa a educación, y servicios
sociales y públicos. Este escenario resultaba especialmente atractivo en una Gran Bretaña
que crecía a un ritmo muy lento.
El ingrediente esencial que Thatcher y Reagan agregaron a la filosofía del crecimiento fue
una fe ideológica en el sistema de mercado. La forma de crecer más rápido no residía en la
planificación, sino en liberar los mercados de la burocracia, mejorar los incentivos mediante
la disminución de impuestos, reducir el poder de los sindicatos y ampliar los mercados
mediante la privatización y la desregulación. La combinación de estas medidas aumentaría
la eficiencia de la distribución del capital. El régimen Thatcher-Reagan también consideraba
aceptable el aumento de la desigualdad de ingresos, en tanto en cuanto mejoraba los
incentivos de los «creadores de riqueza»: generaría un «goteo» de los ricos a los pobres.
Este conjunto de ideas se convirtieron en lo que Adair Turner denomina la «sabiduría
convencional instrumental» en toda la esfera política durante los siguientes treinta años.
Para cumplir los requisitos de la buena vida, tendremos que apartarnos de
las orillas de la integración económica, al menos mientras la igualación de
las situaciones de unos y otros países sea una realidad, no una simple
aspiración.
Los países desarrollados deberán basarse en mayor medida en sus propios
medios de producción para satisfacer sus necesidades.
Las economías de mercado en vías de desarrollo deberán abandonar sus
modelos de crecimiento de la exportación, que se apoyan en una demanda
de consumo en perpetuo crecimiento en los países desarrollados. Si los
países ricos se integran menos con los pobres, lo más probable es que
estos salgan beneficiados.
Aun deberíamos, sin embargo, mantener nuestros mercados abiertos a los
países más pobres de África.

DE-CRECIMIENTO / NO-CRECIMIENTO
Está muy bien reducir individualmente el consumo de carne y de agua: pero nos hace
falta –si de veras aspiramos a ecologizar la economía y la sociedad— socializar la
banca y el sector energético. La reciente reflexión decrecentista se centra en el
consumo (a menudo con una perspectiva individual). Veamos una definición típica: “El
decrecimiento es una gestión individual y colectiva basada en la reducción del
consumo total de materias primas, energías y espacios naturales gracias a una
disminución de la avidez consumista, que nos hace querer comprar todo lo que
vemos”. Pero consumo y producción van de la mano. Productivismo-y-consumismo:
producir más para consumir más para producir más para… (Otra forma de verlo:
producir por producir y consumir por consumir.) Pero la rueda que mueve la máquina
infernal está oculta detrás del vistoso primer plano: es la acumulación de capital. Nos
oponemos al productivismo/ consumismo (producción por la producción acoplada con
el consumo por el consumo), y no puede obviarse la dimensión de los cambios
estructurales que son necesarios. Dicho de forma un poco provocadora: no solamente
necesitamos fomentar organizadamente el consumo responsable, sino también la
socialización responsable de los medios de producción (de una parte esencial de los
mismos). […] La posible trampa en el decrecimiento es el simple consumerism: hemos
de ser conscientes de ella y estar atentos para desactivarla.
JORGE RIECHMANN: http://tratarde.org/una-nota-sobre-consumo-consumerism-y-ecosocialismo/
Carecemos de una guía segura como la que proporciona a los demás
animales un aparato de instintos bien ajustado a su entorno. Por ello para el
ser humano resulta inesquivable la moral como estructura en el sentido de
José Luis L. Aranguren: “La realidad moral es constitutivamente humana; no
se trata de un «ideal», sino de una necesidad, de una forzosidad, exigida por
la propia naturaleza, por las propias estructuras psicobiológicas.”

REPRODUCCIÓN
LEGITIMACIÓN
externalización
FRAMING

objetivación /
PERSONA SOCIEDAD
institucionalización

internalización / socialización
CONSTRUCCIÓN DEL
CONSENTIMIENTO
CAPITAL ECONÓMICO +

CAPITAL CIULTURAL -

http://biblioteca.udgvirtual.udg.mx
/eureka/pudgvirtual/Bourdieu2.pdf
Bourdieu advierte sobre el carácter ruinoso de la división entre objetivismo y
subjetivismo:
El hecho mismo de que esta división renazca sin cesar bajo formas apenas
renovadas, bastaría para atestiguar que los modos de conocimiento que
distingue le son igualmente indispensables a una ciencia del mundo social
que no puede reducirse ni a una fenomenología social ni a una física social.
La firme intención (y, en mi opinión, la más importante) que guía mi trabajo
ha sido superar» la oposición entre objetivismo y subjetivismo (1989).

ESPACIO CAMPO HABITUS PRÁCTICAS


Red de
Estructura Reproducción Transformación
relaciones
entre
Posición posiciones
POSICIÓN

DISPOSICIÓN

TOMA DE POSICIÓN
“Las estructuras sociales se organizan en torno
a las relaciones de producción/consumo, poder
y experiencia, cuyas configuraciones espacio-
temporales constituyen las culturas. Son
promulgadas, reproducidas y finalmente
transformadas por los actores sociales,
enraizados en la estructura social y sin embargo
comprometiéndose libremente con prácticas
sociales conflictivas, que llevan a resultados
impredecibles”.

Manuel Castells
http://www.mecd.gob.es/dctm/revista-de-
educacion/articulosre2001/re20010410351.pdf?documentId=0901e72b8125dd24
“Decenas de miles de personas, socios y
colaboradores de nuestras organizaciones aspiran a
que España pueda ser algún día un referente ético en
el mundo global. ¿A qué esperan nuestros partidos
políticos? La sociedad civil espera sus respuestas”.

¿De verdad?

http://elpais.com/elpais/2014/04/10/planeta_futuro/1397151779_
831837.html
Si un damnificado por el terremoto de Nepal, o
una mujer que lucha por la paz y la reparación ¿Saldrá algún día
en Colombia, o un niño que quiere ir a la
escuela en Mozambique, tuvieran puesta alguna
la solidaridad
expectativa en las elecciones del próximo del armario?
domingo, ésta se vería frustrada por una dura
realidad. Apenas importan. Apenas aparecen en
los programas de los partidos, menos aún en los
discursos.
Oxfam Intermón, junto con varias federaciones
de ONGD, hemos realizado un análisis riguroso
e independiente de los programas de los
partidos que concurren a las elecciones. En la
web de vigilancia ciudadana La realidad de la
ayuda se recoge la metodología y las
conclusiones de este análisis y se anima a
presionar a las candidaturas en estas últimas
horas.
José María Vera, Director general Oxfam Intermón.
21/05/2015. http://www.huffingtonpost.es/jose-maria-
vera/cooperacion-al-desarrollo_b_7313586.html
“Deberían ser tenidos en cuenta, pero no pueden hacer oír su voz. Excluidos de la
comunidad de los argumentos, tales personas son extranjeros. Excluidos de la
reciprocidad de las miradas, son invisibles. Excluidos de la “comunicación”
pública, son mudos.
Incluir a los excluidos, convertir en visibles a los invisibles, facilitar el uso de
la palabra a quien social o institucionalmente está sancionado como áfono o
afásico se cuentan entre los primeros deberes que se desprenden de nuestro
genérico y precioso ideal de igualdad.
Los rostros de la exclusión, de la invisibilidad y de la afonía social son múltiples. Se
identifican con los numerosos rostros del sufrimiento socialmente evitable. La
maximización de la atribución y de la salvaguarda universalista de los derechos
exige paralelamente el compromiso a favor de la minimización del sufrimiento
socialmente evitable generado por la multiforme exclusión” (VECA).

¿Cómo hacerlo? ¿Quién lo hará?


¿Quién tiene interés y poder para hacerlo?
http://www.raco.cat/index.ph
p/EducacioSocial/article/view
File/278529/368834
“NOSOTROS”

Perspectiva Década para el


“moralizante” Desarrollo / Plan
Marshall

Cooperación para
“Nos interesa Asumirlo:
“OTROS” combatir el el desarrollo en
condiciones de GLOTZ
subdesarrollo”
escasez (límites)
“En nombre de la ideología nos negábamos ayer
a dejarnos engañar por el sufrimiento.
Enfrentados al sufrimiento, y con toda la miseria
del mundo al alcance de la vista, nos negamos
ahora a dejarnos engañar por la ideología”.

Alain Finkielkraut

¿Qué hacer?
Humanitarismo vs.
Repolitización
http://www.marxistsfr.org/espanol/lenin/obras/1900s/quehacer/index.htm
El humanitarismo moderno nace de las cenizas de la idea de humanidad. Pero
también de la confianza en la humanidad.
Como señala Finkielkraut: “En Solferino, Henri Dunant descubre que la misma
guerra que enfrenta a los combatientes une en el sufrimiento a las víctimas de
los combates.
«Tutti fratelli», dicen las mujeres de Castiglione que,
siguiendo su ejemplo, no hacen ninguna distinción de
nacionalidad y tratan de prestar asistencia tanto a los
heridos italianos como a los heridos enemigos”.
La idea humanitaria, en cuanto hecho social, tiene
todas las características propias de un invento: un
sujeto inventor, un tiempo y un lugar, un motivo. El
sujeto es Henri Dunant, hombre de negocios suizo. El
tiempo y el lugar, el 25 de junio de 1859 en Solferino.
El motivo, el horror.

http://www.icrc.org/spa/assets/files/other/icrc_003_p0361.pdf
El sol del día 25 alumbró uno de los más espantosos espectáculos que puedan ofrecerse a la
imaginación. Todo el campo de batalla está cubierto de cadáveres de hombres y de caballos; los
caminos, las zanjas, los barrancos, los matorrales, los prados están sembrados de cuerpos
muertos que, en los accesos a Solferino están, literalmente, amontonados [...]
Los desdichados heridos recogidos durante todo el día están pálidos, lívidos, anonadados;
unos, y más en particular los muy mutilados, tienen la mirada entontecida y, al parecer, no
comprenden lo que se les dice; sus ojos son de sonámbulos, pero esa visible postración no les
impide sentir sus sufrimientos; a otros agitan una conmoción nerviosa y un temblor convulsivo;
aquellos, con heridas abiertas, en las que la inflamación ya ha comenzado, están como locos de
dolor; piden que los rematen y, con el rostro contraído, se retuercen en los últimos estertores de
la agonía.
Más allá, desafortunados no solamente alcanzados por balas o por fragmentos de obús que los
abatieron, sino también con las piernas o los brazos rotos porque sobre sus cuerpos pasaron
las ruedas de piezas de artillería. El impacto de las balas cilíndricas hace que los huesos se
esquirlen en todas las direcciones, de modo que la herida resultante es siempre gravísima; los
fragmentos de obús, las balas cónicas producen también fracturas extremadamente dolorosas y,
a menudo, terribles estragos internos. Esquirlas de toda índole, fragmentos de hueso, retazos de
vestimenta, partículas de objetos de equipo o de calzado, tierra, trozos de plomo complican e
irritan las heridas y duplican los sufrimientos.
Quien recorre este interminable teatro de los combates de ayer encuentra a cada paso, y en una
confusión sin igual, indecibles desesperaciones y todo género de miserias.
El movimiento humanitario surgido en los primeros años de la década de los Setenta
(organizaciones como Médicos Sin Fronteras, Francia, 1971), entronca con la tradición
inaugurada en 1864 por el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), cuya idea fuerza
es la de la neutralidad de la acción humanitaria:
El corpus de la doctrina del CICR sobre la cuestión de la neutralidad está bien
establecido. “Las instituciones de la Cruz Roja deben evitarla [la política], ¡como se
evita el fuego! Se juegan la propia vida”, escribía hace 20 años Jean Pictet, uno de
los principales pensadores de la organización. “A decir verdad, como un nadador en
el agua, está zambullido en la política hasta el cuello. Pero si el nadador se apoya en
el agua, no debe tragarla, so pena de ahogarse. El CICR debe, pues, tener en cuenta
la política, pero nunca ha de dejarse ganar por la misma”. El CICR trata de mantener
y proteger su fuerza moral negándose a comprometerse en cuestiones muy
politizadas. “No se puede ser, a la vez, campeón de la justicia y de la caridad; hay
que elegir. El CICR ha elegido, desde hace mucho tiempo, ser una obra asistencial”.
O, en palabras de otro miembro del CICR, Jacques Moreillon: la finalidad de la Cruz Roja
es “ayudar, no condenar. Debe poder socorrer a las víctimas en todas las partes, lo cual
implica una moderación en sus críticas. ¿Se puede realmente pretender ayudar y condenar
en el mismo país?”. En definitiva, la finalidad de la neutralidad es la acción.
Los ideólogos posmarxistas, marginados del
Estado por los neoliberales, han hecho una
virtud de su impotencia. Absorbiendo
acríticamente la retórica antiestatal que les
llega desde arriba, la trasmiten hacia abajo.
Los posmarxistas tratan de justificar los
vehículos organizativos (las ONG) que
utilizan para lograr movilidad hacia arriba,
con el argumento de que operan fuera del
Estado y en la sociedad civil, cuando de
hecho, están financiados por gobiernos
http://vientosur.info/articulosabier extranjeros para trabajar con los gobiernos
tos/vs_0031.pdf
nacionales.
En marcado contraste con los primeros noventa, no hay a principios del siglo XXI trabajador
humanitario experimentado a quien haga falta recordarle la nueva sabiduría convencional,
según la cual no hay soluciones humanitarias a los problemas humanitarios.
Pero de esta sencilla verdad pueden extraerse conclusiones diametralmente opuestas
acerca de lo que debería ser, o en qué necesita convertirse la acción humanitaria.

Dejemos que el humanitarismo sea el humanitarismo.


Dejemos que salve algunas vidas, a pesar de cualesquiera
sean los compromisos que deba firmar a lo largo del
camino; dejemos que atienda a las víctimas y que recuerde a
este rincón del mundo que es lo bastante afortunado como para
no vivir en la agonía el sufrimiento, la miseria y la aflicción
incalculables que, literalmente, sienten miles de millones de
personas todos los días de su vida. ¿Es eso en verdad tan
poco? ¿Deben los humanitaristas, por desesperación,
conformidad con una moda intelectual y moral, o infundada
esperanza -la esperanza por la esperanza- insistir en ser la
palanca de Arquímedes de la paz perpetua, el estado de
derecho universal o incluso, según la formulación más modesta
de Oxfam, de un mundo más justo?
Quizás la tragedia del humanitarismo sea que, a pesar de todas las fallas y
limitaciones de su punto de vista, representa lo decente en un mundo indecente. Sus
asunciones básicas -la solidaridad, una simpatía esencial hacia las víctimas y una
antipatía indeclinable por los opresores y explotadores- constituyen lo que somos en
esos raros momentos en que, tocados por la gracia, somos lo mejor que podemos ser.
Un dirigente de Acción contra el Hambre se refirió con desprecio a la “caridad de la
desesperación”. La idea de que el mundo no puede transformarse era, escribió, “el
mito de Sísifo en todo su horror”. En su lugar, proponía un humanitarismo “utópico”
que “busque romper el círculo vicioso de miseria y ayuda humanitaria, [y quiera
desplazarse] de la simple solidaridad social a la fraternidad humana”.
Y no está solo. Mucha gente, incluyendo muchos cooperantes, hablan en estos días
de “mera” caridad, “mero” humanitarismo. Como si luchar contra un mundo
deshonroso de forma honorable, contra un mundo cruel con amabilidad, no fuera
honor suficiente. Sin embargo, una idea seria, maravillosa y limitada se ha convertido
en el cajón de sastre de las frustradas aspiraciones de nuestra época. Pero pocos
parecen darse cuenta, y aún a menos les preocupa lo que se está perdiendo.
A finales de 1978, la escisión de MSF marca 2 tendencias dentro
del movimiento sinfronteras, con dos concepciones de sus
relaciones con los poderes políticos, aunque están de acuerdo en
que la acción humanitaria no puede sustituir a la política. Las
diferencias están en la manera de entender los conceptos de
neutralidad y testimonio. MSF se mantiene como organización
independiente, crítica de la acción humanitaria de los estados.
La mayoría de sus fundadores, con Kouchner a la cabeza,
piensan que los estados y las organizaciones internacionales son
los únicos que poseen medios para desarrollar una ambiciosa
acción humanitaria y al estar en minoría se ven forzados a dejar
la organización y fundan Médicos del Mundo. B. Kouchner
defiende su idea de que “el acto médico no es más que un
pasaporte hacia un acto político” y se convertirá en el símbolo del
humanitarismo de estado y del derecho de injerencia de
Naciones Unidas, ligando la agenda humanitaria a la agenda
política. Este punto de vista se contradice con la idea del
humanitarismo independiente, centrado en las necesidades de
las víctimas.
https://www.msf.es/sites/default/files/publicacion/cuaderno17.pdf
http://www.msf.org/sites/msf.org/files/msf-in-
the-eyes-of-others.pdf
http://politica.elpais.com/politica/2013/05/25/actualidad/1369502041_257516.html
¿Qué necesitamos?
RIESGO: Que el
reforzamiento de
X
la cultura cívica
avance al
margen/en
contra de la
capacidad
X
regulatoria de la
política
institucional.
X
PRÓXIMA SESIÓN
http://www.ciudadaniayong.org/index.php/el-libro/descargar-libro-pdf
 OLIVIER FILLIEULE: propuestas para un análisis procesual del
compromiso individual. http://www.intersticios.es/article/viewFile/15549/9934
 MARÍA JESÚS FUNES: ¿Qué conduce a la solidaridad colectiva?
http://www.caritas.es/imagesrepository/CapitulosPublicaciones/723/05%20-
%20%C2%BFQU%C3%89%20CONDUCE%20A%20LA%20SOLIDARIDAD%20COLECTIV
A.PDF
 MARÍA JESÚS FUNES: Procesos de socializacion y participacion
comunitaria: estudio de un caso . http://ih-vm-
cisreis.c.mad.interhost.com/REIS/PDF/REIS_067_11.pdf

ÁLVARO PORRO: Políticas públicas y cambios de consumo y


estilos de vida: de círculos viciosos a círculos virtuosos .
http://www.fuhem.es/media/cdv/file/biblioteca/revista_papeles/121/Politicas_pub
licas_y_cambios_de_consumo_A_Porro.pdf
Contextos, prácticas, valores y círculos viciosos
Si los contextos (las leyes comerciales, el urbanismo, las condiciones laborales, los
valores culturales hegemónicos) no cambian, poco cambiarán nuestras prácticas
(patrones de consumo). Y los contextos, al menos en la medida en que estos
dependen de políticas públicas, no parecen estar cambiando al menos en la
dirección que los estilos de vida sostenible requieren.
Por un lado, los cambios de valores profundos se dan en el marco de un contexto
que los retroalimentan. Es en los contextos donde se “construyen” socialmente
nuestros valores, creencias, actitudes, conocimientos y normas personales. Por otro,
en muchos casos es el cambio en las prácticas el que activa el cambio de valores y
no al revés, al menos para su consolidación y profundización.
La espiral parece no tener salida, entramos en un círculo vicioso. Si no hay cambios
en las prácticas propias, el cambio de valores tiende a ser insuficiente o meramente
declarativo. Si no hay cambio de contextos, el cambio de prácticas está muy limitado
y es poco extensible a las mayorías. Si no hay cambio de valores, es imposible crear
un caldo de cultivo social que promueva los cambios estructurales que modifican el
contexto. Y vuelta empezar.
Incidir sobre los patrones de consumo no es la única palanca mediante la que
articular el cambio necesario; es necesaria, pero no suficiente. No cambiaremos el
mundo desde el consumo pero si el consumo no cambia, el mundo tampoco lo
hará. Pero tratar de incidir sobre prácticas y estilos de vida aporta elementos
específicos en la búsqueda de esa transformación ya que las mayorías sociales
pueden, con especial facilidad y efectividad, activar/pensar, desde las prácticas, las
transformaciones necesarias y sus dificultades asociadas. Ello otorga al consumo
un potencial transformador nada despreciable.
La ética para el desarrollo como problema de acción colectiva

En un colectivo que comparte intereses siempre


existe una fracción considerable de personas para
las que el esfuerzo (el coste) de la acción a realizar
para proteger esos intereses es superior a la
esperanza matemática de obtener resultados
significativos de esa acción (el beneficio).
Es decir, que para una parte del colectivo el precio
de la acción colectiva es superior al beneficio
individual que les puede reportar y, por ello, puede
suceder que la movilización no se produzca o sea
mucho más reducida de lo que cabría esperar en
función de las dimensiones del colectivo que posee
una comunidad de intereses.

http://economiaufac.files.wordpress.com/2011/09/la-logica-de-la-accion-colectiva.pdf
Vida cotidiana y opciones últimas

OPCIONES RESTRINGIDAS OPCIONES ÚLTIMAS

MARCO DE MARCO DE
MARCO DE
VALORES VALORES
VALORES Objetivo A
A B
Objetivo A Objetivo B Objetivo A Objetivo B
Medio A
Medio A Medio B Medio A Medio B
M

ELECCIÓN ELECCIÓN
RAZÓN 4: Es la única manera de empezar a combatir la
tiranía de los modos de vida.

Los inmensos riesgos contemporáneos


no pueden ser atribuidos a nadie en
particular. El reconocimiento y la
atribución de culpabilidad exigen en
nuestra cultura, desde una perspectiva
científica y jurídica, la existencia de un
principio causal, de un origen.

ULRICH BECK:
La irresponsabilidad organizada.
http://inicia.es/de/cgarciam/Beck01.htm
Los modos de vida nos gobiernan y se nos escapan de las manos.
La manera según la cual se imponen estos modos de vida no es la de
la planificación voluntaria –ya que nadie ha tenido el propósito explícito
de fabricar una sociedad tecnológica-, ni es la del puro azar histórico.
Su manera de evolucionar es más bien la de la emergencia, donde una
multitud de acciones aisladas terminan imponiéndose, por su efectos
acumulados y convergentes, consecuencia general, esta, que nadie ha
querido como tal.
Lo propio de la emergencia es precisamente esto: hacernos pasar de
la adaptación progresiva al hecho consumado, sin solución de
continuidad.
Los modos de vida no tratan de explicar cómo los actores asimilan
esquemas de comportamiento o disposiciones duraderas que son como la
marca de la sociedad depositada en cada individuo; persiguen más bien
poner en evidencia la manera según la cual el sistema produce expectativas
de comportamiento que se convierten en la condición de la socialización de
los individuos.
El modo de vida se sitúa pues en la interfaz del sistema y de la
experiencia social tal como es vivida por los propios actores. Los modos de
vida designan así las expectativas de comportamiento impuestas de forma
duradera por el sistema a los individuos y a los grupos, y que se imponen
independientemente de la voluntad de los actores.
El sistema se impone afectivamente porque sabe ir en la dirección de
nuestras inclinaciones individuales, favoreciendo nuestra comodidad,
explotando nuestra fascinación técnica, excitando la pasión infantil de
provecho, competición, distinción y temor a la sanción que él mismo nos ha
inculcado, convirtiéndonos en utilitaristas individualistas.
La historia nos enseña que no hay posibilidad alguna de animar "por
decreto“ propuestas emancipatorias. Estas formas emancipadas de vida
sólo tienen sentido en la medida en que surgen de las posibilidades que la
misma realidad ofrece.
Es preciso mostrar en la práctica que desde ahora mismo es posible, para la
mayoría de las personas, empezar a vivir de otra manera. Zonas liberadas
en las que sea realmente posible hacer que florezca lo inédito viable de la
realidad, pues esta es la única manera creíble de mostrar en la práctica que
nuestras propuestas de transformación son posibles.
 Manuel Sacristán: “No se puede seguir hablando contra la contaminación
y contaminando intensamente".
 Jorge Riechmann: "No necesitamos vanguardias omniscientes; pero en
cambio son inexcusables las minorías ejemplares“.

DESOBEDECER
“Si la capacidad de desobediencia
constituyó el comienzo de la
historia humana, la obediencia
podría muy bien provocar el fin de
la historia humana”.

http://www.enxarxa.com/biblioteca/FROMM%20El%
20Miedo%20A%20La%20Libertad.pdf
El surgimiento del actor moral

NARCISO PIZARRO: El sujeto y los valores: la sociología de la acción de Alain


Touraine. http://www.reis.cis.es/REIS/PDF/REIS_005_05.pdf

IMANOL ZUBERO: Nuevos y viejos actores de la transformación social.


http://www.icariaeditorial.com/pdf_libros/Cambio%20social%20y%20cooperacion%20en
%20el%20s.XXI.pdf
La aparición del actor moral y la relevancia de los estilos de vida

Debemos llegar a la conclusión de la pérdida de


importancia o incluso de la desaparición de actores
propiamente sociales, pero éstos dejan paso a otros
actores, no sociales, en la medida en que ponen en
juego orientaciones culturales fundamentales.
Redefinición de los actores, no ya como actores
sociales, sino como actores morales y personales.

El punto fundamental es reconocer que los actores ya no están motivados por sus
intereses sociales y económicos, sino por la voluntad de defender sus derechos, es
decir, de basar su deseo de libertad y de justicia en la conciencia que tienen de ser
sujetos humanos.
El fundamento de su actuación es la defensa de unos derechos que deben ser
directamente humanos, y no solamente sociales.
Bauman: Sociedad individualizada
Beck: Individualismo institucionalizado
La individualización, en la actualidad, no significa –
necesariamente- atomización y aislamiento, ni
tampoco emancipación y autonomía; sino disolución
y desmembramiento de las formas de vida
características de la sociedad
industrial/estatonacional (organizadas en función de
identidades y roles estables asociados a la
ciudadanía nacional, la clase, la familia, la profesión
o el sexo), que son crecientemente sustituidas “por
obra de otras en las que los individuos tienen que
montar, escenificar e improvisar sus propias
biografías” (Beck).
En esta situación, la biografía “normal” es cada vez
más una biografía necesariamente elegida o
construida, casi siempre de manera artesanal.
https://filosinsenti
do.files.wordpress.
com/2013/07/317
7.pdf
YO POROSO
vs.
YO BLINDADO

Para el yo poroso, la idea misma de que exista un límite neto que permita
definir una “zona interior” separada del resto carece de sentido. El yo poroso
está enraizado en el cosmos (es vulnerable a los espíritus, a las fuerzas
cósmicas) y en la comunidad.
En cambio, para el yo blindado moderno existe la posibilidad de distanciarse,
de separarse de todo lo que se encuentra fuera de la mente. Distingue
claramente entre interior y exterior. Vivimos con una percepción mucho más
firme del límite que separa el yo de lo demás (de lo que no es yo).
DANILO MARTUCCELLI:
Sociología del individuo
[9:40]  6:15
http://www.reis.cis.es/REIS/PDF/REIS_1
https://www.youtube.com/watch?v=0HoW3o3_9zw
49_071420724059872.pdf
Del sujeto-individuo a la acción colectiva

“¿Cómo transformar un principio universal –el sujeto, los derechos humanos-


en formas de organización y de relaciones sociales?” (Touraine 2011).

“La self-identity que explora Anthony Giddens es


una realidad psicológica, un paso del individuo
dirigido hacia él mismo, mientras que el Sujeto, tal
como yo lo defino, es un disidente, un resistente,
y se forma lo más lejos posible de la
preocupación de sí, allí donde la libertad se
defiende contra el poder”.
“El sujeto es siempre un mal sujeto, rebelde a la
regla y a la integración” .
(Touraine 1993)
Son las víctimas las que nos constituyen como (nuevos) sujetos

“Es preciso que el reconocimiento del otro como sujeto impulse a participar
en los esfuerzos del otro para librarse de coacciones que le impidan vivirse
como sujeto. Y hacerse cargo de esto no puede ser puramente individual,
porque, si el sujeto es siempre personal, los obstáculos a su existencia son
casi siempre sociales” (1993: 353).
“Sin este paso al movimiento social, el sujeto corre el peligro de disolverse
en la individualidad; sin este recurso a un principio no social de acción n la
vida social, la idea de movimiento social cae en la tentación alienante de
conformarse al sentido de la historia. No hay sujeto sin compromiso social;
no hay movimiento social sin apelación directa a la libertad y a la
responsabilidad del sujeto” (1993: 365).
Relevancia de la noción de estilo de vida

“A medida que la tradición pierde su imperio y la vida diaria se reinstaura en


función de la interrelación dialéctica entre lo local y lo universal, los individuos
se ven forzados a elegir estilos de vida entre una diversidad de opciones.
Naturalmente, existen también influencias normalizadoras (sobre todo en
forma de mercantilización, dado que la producción y distribución capitalistas
son componentes nucleares de las instituciones de la modernidad).
Pero, debido a la «apertura» de la vida social actual, la pluralización de
ámbitos de acción y la diversidad de «autoridades», la elección de un estilo
de vida tiene una importancia creciente para la constitución de la identidad
del yo y para la actividad de cada día” (Giddens).

Anthony Giddens, “Cambiar el estilo de vida”, El País, 22/10/2007


HTTPS://ELPAIS.COM/DIARIO/2007/10/22/OPINION/1193004004_850215.HTML
Vida cotidiana y opciones últimas

OPCIONES RESTRINGIDAS OPCIONES ÚLTIMAS

MARCO DE VALORES MARCO DE VALORES


MARCO DE VALORES
A B
Objetivo A
Objetivo A Objetivo B Objetivo A Objetivo B
Medio A
Medio A Medio B Medio A Medio B
M

ELECCIÓN ELECCIÓN
¿Nos movilizaremos para exigir(nos) austeridad?

• “La campaña contra el cambio climático es muy extraña. A diferencia de


todas las protestas públicas que la han precedido, es una campaña no
para obtener más libertad, sino menos. Y lo más extraño de todo es que
es una campaña no contra otros, sino contra nosotros mismos” (p. 279).
• “Me temo que los partidos políticos de la mayoría delos países ricos ya lo
han comprendido y saben que deseamos objetivos ambiciosos, pero que
al mismo tiempo queremos que no se cumplan. Saben que refunfuñamos
sobre su incapacidad para frenar el cambio climático pero no nos
echaremos a la calle. Saben perfectamente que nunca se han producido
disturbios para pedir austeridad” (p. 81).
[George Monbiot, Calor]
Ya ocurrió una vez…
“Los abolicionistas británicos [s. XVIII] se sintieron
conmocionados por los datos que llegaron a conocer
sobre la esclavitud y la trata de esclavos […].
Su aparición repentina en aquel momento concreto
pilló a todos por sorpresa. Los esclavos y otras gentes
sometidas se habían rebelado a lo largo de la historia,
pero la campaña de Inglaterra fue algo nunca visto:
era la primera vez en que un gran número de
personas se sentía indignada por la falta de derechos
ajenos, y siguió sintiéndose así durante muchos años.
Pero lo más llamativo del asunto es que se trataba de
los derechos de gente de distinto color y de otro
continente […].
A veces parecía, incluso, que los británicos se organizaban para ir en contra
de sus propios intereses”.
Projimidad / proximidad
“Los abolicionistas triunfaron porque superaron un reto al que se siguen
enfrentando en la actualidad cuantos se preocupan por la justicia social y
económica: el reto de relacionar situaciones próximas y distantes […].
El siglo XVIII tenía su propia y floreciente versión de la globalización, en
cuyo núcleo se hallaba la trata de esclavos y sus productos.
Sin embargo, en Inglaterra misma no había caravanas de cautivos
encadenados ni capataces con látigo que recorrían montados a caballo
los surcos plantados de caña de azúcar.
La primera tarea de los abolicionistas consistió en hacer comprender a los
británicos qué se escondía tras el azúcar que consumían, el tabaco que
fumaban y el café que bebían”.
Práctica 8: ¿Cómo transitar entre lo personal y lo social?
• Una de las cuestiones más determinantes a la hora de
impulsar procesos de transformación de la realidad es acertar
en la articulación entre las prácticas individuales y las
prácticas sociales.
• Lectura y discusión de los textos de Singer: La solución de
Singer a la pobreza en el mundo y de Riechmann: ¿Pueden
un socialista o una comunista del siglo XXI no ser
vegetarianos?

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