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Con el nombre de “Antigua China” se hace referencia, de una manera muy imprecisa, al pasado
ancestral de la cultura China, una de las más antiguas de la humanidad. Se trata de una civilización
asiática surgida en la región oriental del continente, hace alrededor de 5.000 o 6.000 años (según
sus propios relatos orales), aunque sus más antiguos documentos escritos provienen de hace cerca de
3500 años. Es una de las pocas culturas que se ha conservado de manera ininterrumpida desde
la Antigüedad remota hasta la Era Contemporánea.
A pesar de que la Antigua China abarcó un inmenso territorio en el que vivían distintos pueblos y
civilizaciones, su historia se centra mayormente en la etnia Han, el más numeroso y dominante
entre los cincuenta y seis pueblos chinos reconocidos, al cual le corresponde el 92 % de la población
actual de China y el 20 % de la población mundial actual. Este grupo étnico consolidó su dominio
durante la llamada dinastía Han (206 a. C. – 220 d. C.), considerada como el periodo dorado y
fundacional de la identidad china.
La historia antigua de China, sin embargo, es muy anterior. Los primeros grupos humanos conocidos
en poblar su territorio surgieron en las adyacencias del Valle del río Amarillo alrededor del año 5000 a.
C. Existe evidencia arqueológica que sugiere un alto nivel de sofisticación en la cultura agrícola de
estas poblaciones ancestrales, como es el caso del famoso caserío neolítico de Banpo, descubierto en
1953 cerca de la ciudad de Xi’an. Las tres grandes civilizaciones prehistóricas que surgieron en este
lapso fueron:
Cultura griega
La cultura de la Antigua Grecia, también conocida como la Grecia Antigua o la Grecia Clásica, es la
llamada cuna de la Civilización Occidental: fue una de las culturas de mayor influencia e
importancia en la antigüedad mediterránea. Su centro se hallaba la antigua ciudad-Estado de
Atenas.
Gran parte de esta cultura sobrevive hoy en día. De hecho, ha influido fuertemente numerosos
aspectos de la cultura occidental: el imaginario, la política, la lengua, las artes, la filosofía,
las ciencias y los sistemas educativos.
Esta cultura estuvo prácticamente prohibida y silenciada durante los 1500 años de medioevo
cristiano, tildada de pagana. Sin embargo, mucho de ella sobrevivió en el Imperio Bizantino (o
Imperio Romano de Oriente), hasta su caída frente a los Otomanos. De hecho, su reaparición en
Occidente ocurrió durante el Renacimiento europeo de los siglos XV y XVI.
ISRAEL
La religión de Israel y Judá empezó a surgir en el siglo X a. C. en el seno de la cultura semítica occidental,
también conocida como cultura cananea. Entre los siglos X y VII a. C., la antigua religión de Israel y Judá era
politeísta. Sin embargo, ese politeísmo se contrarrestaba con la devoción a una o dos deidades primarias, una
práctica conocida como henoteísmo (van der Toorn, 2047). El henoteísmo es la práctica donde se reconoce a
muchas deidades pero el culto principal gira en torno a una única deidad. Dentro de las comunidades judaicas e
israelitas, la devoción principal solía ser hacia Yahvé. Puesto que tanto Judá como Israel eran estados
emergentes, Yahvé era la deidad nacional, una idea que encuentra sus orígenes en las prácticas religiosas de la
Edad de Bronce.
En cuanto a la práctica, el culto en los templos y los rituales de sacrificio como el Yom Kippur, las fiestas de
luna nueva, el Pésaj y otros festivales tenían un papel fundamental. Prácticas como la adivinación y la profecía
eran también formas comunes de devoción religiosa. En cuanto a las acciones, el comportamiento ético tenía un
papel importante en la forma en que los antiguos israelitas y judaicos expresaban su devoción religiosa.ui
En los siguientes párrafos, exploraremos con más detalle los aspectos mencionados de la antigua religión de
Israel y Judá. Centrándonos en el periodo comprendido entre los siglos X y VII a.C., consideraremos el marco
cultural semítico occidental más amplio, la religión familiar, el henoteísmo, el ritual y el comportamiento ético.
Los historiadores coinciden en que un gupo étnico integrado por tribus arias llegó al valle
del Indo desde la meseta de Ankara hacia el 1500 a.C. y dominó o desplazó a los
drávidas hacia el sur.
Luego de los sucesivos imperios, el territorio fue dominado por los persas (341
a C) y posteriormente por griegos y romanos. Desde el siglo IV de nuestra era
formó parte del Imperio Romano Oriental, y posteriormente Imperio Bizantino.