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¿Dónde se pagan más impuestos?

Según la última edición del informe anual Estadísticas de Recaudación de la OCDE,


publicada recientemente, el país con un porcentaje mayor de impuestos pagados
respecto al PIB en 2021 fue Francia, con un 46,2 %, por delante de Dinamarca (46
%), Bélgica (44,6 %), Suecia (44 %), Finlandia (43,3 %) e Italia (42,4 %). España se
situó en la parte media de la tabla, con un porcentaje del 33,7 %, medio punto por
debajo de la media de la OCDE (34,2%), y medio punto más que el año anterior
(33,2%). Los cinco países con menos impuestos fueron Corea del
Sur (26,9%), Turquía (24,9%), Irlanda (22,8%), Chile (20,2%) y México (16,2%).

Según los datos recabados por la agencia de noticias independiente y sin ánimo de
lucro ProPublica, basado en una colección de datos fiscales del Servicio de Impuestos
Interno (IRS por su sigla en inglés), “los 25 estadounidenses más ricos, entre ellos Jeff
Bezos, Michael Bloomberg y Elon Musk, pagaron relativamente poco —y en
ocasiones nada— en impuestos federales por ingresos entre 2014 y 2018”. Este tipo
de comportamientos hace que haya ciudadanos con escaso poder adquisitivo que
intenten hacer lo mismo.

¿Es obligatorio el pago en todos los países?


El pago de impuestos es obligatorio en todos los países del mundo,
independientemente de su cuantía. “Toda colectividad organizada, ya sea pública o
privada, necesita recursos económicos para el cumplimiento de sus fines. Cuando se
trata de un Estado o una administración pública, los recursos económicos van
destinados al sostenimiento de las actividades y servicios públicos. Por
consiguiente, resulta difícil concebir que puedan existir países con nula fiscalidad. En
todo caso, pueden tener una muy baja fiscalidad, porque la misma es suficiente para
sufragar sus gastos públicos o la mayor parte de servicios están en manos de la
iniciativa privada”, afirma Benja Anglès profesor de Derecho Financiero y Tributario de
la Universitat Oberta de Catalunya (UOC).
Tributos en España
Efectivamente, la principal fuente de financiación de los estados bebe de un sistema
recaudatorio de tributos que en España gestiona la Agencia Tributaria y garantiza la
prestación de servicios públicos, entre otras cosas. Estas aportaciones son
obligatorias y están fijadas por ley. El sistema tributario español está enmarcado
legalmente por la  Constitución Española, la Ley General Tributaria, la Ley general
presupuestaria, las leyes reguladoras de los tributos y los reglamentos que desarrollan
las leyes tributarias. Un conjunto de normas que controlan que los ciudadanos
cumplan con sus obligaciones.
Como menciona López Espadafor, el sistema tributario español distingue tres tipos
de tributos, las tasas, las contribuciones especiales y los impuestos:

 Tasas. Se trata de tributos exigidos como


contraprestación directa por la prestación de un
servicio público, la realización de una actividad
pública o la utilización privativa o el
aprovechamiento especial del dominio público,
cuando el servicio, actividad o aprovechamiento no
sean de solicitud o recepción voluntaria para los
obligados tributarios o no se presten o realicen por
el sector privado. Ejemplos de tasas son las que se
pagan por el abastecimiento de agua, la recogida
de la basura o un vado permanente. Existen varios
tipos de tasas:

1. Las tasas estatales: Aplicadas por el


Gobierno central por servicios que se
prestan desde el Gobierno nacional.

2. Tasas autonómicas: Al igual que las


estatales, tasas que aplica el Gobierno,
pero en este caso de la comunidad
autónoma o la región correspondiente.

3. Las tasas locales: De igual forma,


hablamos de una tasa aplicada por los
ayuntamientos.

4. Tasa administrativa: Aquella tasa que


debe abonarse por el uso de un servicio
público. Por ejemplo, por la expedición del
DNI.

 Contribuciones especiales. Son tributos exigidos


como contraprestación directa por la obtención de
un beneficio especial individual, como
consecuencia de la realización de obras públicas o
del establecimiento o ampliación de servicios
públicos (una parada de metro o el asfaltado de
una calle, por ejemplo)

 Impuestos. Tributos exigidos sin contraprestación


directa, cuyo hecho imponible está constituido por
negocios, actos o hechos que ponen de manifiesto
la capacidad económica del contribuyente como
consecuencia de la riqueza que posee
(patrimonio), de los ingresos que obtiene (renta) o
de lo que consume.
Por su parte, Anglès añade que, “aunque el principal objetivo de los impuestos es
financiar el gasto público, se pueden diferenciar los impuestos estrictamente
fiscales, que son aquellos cuya finalidad es meramente recaudatoria, de
los extrafiscales, que también pueden responder a otras finalidades de interés
general. Además, estos se identifican con los principios rectores de la política social y
económica establecidos en los artículos 39 y siguientes de la CE, en ámbitos como el
medioambiente, la salud, el trabajo, etc. (por ejemplo, los impuestos al tabaco o a los
carburantes)”.

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