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Universidad Central de Nicaragua

Deontología y Ética Médica

Relación entre el derecho y la medicina.

Docente: Dra. Francella Miranda.

Alumna: Elyda Tayz Orozco Cortez.

No. Carnet: 202310010552

Grupo D , aula – 6 –

Jueves 4 de mayo del año 2023, Managua


Tema: Relación entre el derecho y la medicina.

Tema Delimitado: Importancia de la relación entre el Derecho y la medicina.

Objetivos del autor: demostrar a través del texto crítico argumentativo la relación entre el
Derecho y la Medicina.

Objetivos del texto: Argumentar mediante información extraída de libros y sitios web la
importancia de la relación entre el derecho y la medicina.

Tesis: las ciencias médicas y de las ciencias del Derecho son los avances de la humanidad
hacia un mayor bienestar general, y su interdependencia debe seguir apuntando a un
desarrollo integral de ambas disciplinas guiadas por la batuta de la investigación científica
que les permita envolverse con las diferentes ramas del saber, y rompa con la endogamia
académica que cercena e impide el avance y el hallazgo de las soluciones adecuadas en un
mundo cada vez más complejo.

Extensión: 1056 palabras.

Género: Ensayo Critico argumentativo.


Desde diferentes puntos de vista, pues la Medicina atiende a aspectos biológicos y
antropológicos, y el Derecho se ocupa de su vertiente social o intersubjetiva, pero es el
hombre mismo el sujeto sobre el que giran las dos. Y no sólo eso, sino que ambas,
Medicina y Derecho buscan, desde lugares diferentes de la realidad del hombre, el bienestar
de éste: la Medicina, como instrumento al servicio del mantenimiento y recuperación de la
salud física o psíquica del ser humano; el Derecho, como medio para la consecución de la
justicia y la convivencia en paz de los hombres.

Como se ve, ambas son ciencias humanísticas, parcelas al servicio de un fin más general,
dentro de lo que entendemos como civilización, que es la preservación y consecución de la
dignidad del ser humano: su dignidad como ser indiviso y autónomo, compuesto por un
conjunto de sistemas y órganos cuyo complejo engarce facilita su desarrollo vital. Pero
también su dignidad como ser social, el conocido “ton politicón” –sic– del que nos hablaba
Aristóteles: el hombre como ser autónomo, tiene derecho a la preservación de su dignidad
física, un derecho moral a la salud, pero también tiene un derecho moral a vivir en paz, en
justicia, en libertad y con igualdad de oportunidades que el resto de sus congéneres: y esto
último quien debe facilitarlo es ese vasto territorio de normas, principios y reglas que
conforman los ordenamientos jurídicos ¨El Derecho¨.

Derecho y Medicina, son, en resumidas cuentas, instrumentos al servicio de la


preservación de la dignidad de los hombres. Pero, al margen de ello, que creo es una
realidad difícilmente refutable, las relaciones entre el Derecho y la Medicina no derivan tan
solamente del hecho de proyectarse, las dos, sobre el ser humano. A mayor abundamiento,
y pese a sus diferencias esenciales en cuanto a técnicas, métodos y objetivos particulares, la
Medicina y Derecho mantienen una interdependencia palpable en algunas de sus parcelas
más características.

Las dos son actividades humanas que se remontan a los orígenes de la civilización, y los
avances de la Medicina y el Derecho han ido aparejados, cuando no han sido los motores,
del avance de la civilización. Uno como otra han estado a lo largo de centurias muy ligados
a la religión y a la magia, lo que muy posiblemente contribuyera a su no inclusión entre las
denominadas “artes liberales” que componían en el Renacimiento el Trivium y el
Quadrivium. Algunas de las notas características que impidieron al Derecho ser integrado
entre las denominadas Ciencias exactas están presentes en la Medicina.

Medicina y Derecho no sólo son expresiones máximas del grado de civilización del
hombre; comparten, además, una esencial función terapéutica; la Medicina, al diagnosticar
el grado de sanidad del sujeto y aplicar el tratamiento paliativo o curativo más idóneo, el
Derecho, al actuar como solución frente a las patologías de las relaciones sociales,
proponiendo soluciones legales pacíficas y equitativas que garanticen la convivencia social
y eviten la reacción vengativa del afectado y de los miembros de su clan contra el ofensor,
o preventivas que eviten el conflicto. Lo dicho nos conduce, sin solución de continuidad,
dentro de las coincidencias entre Derecho y Medicina al ámbito de su mutua
interdependencia, circunstancia que se hace día a día más patente: el Derecho influye en la
práctica de la Medicina desde antiguo y como cabría esperar, toda vez que de la relación
médico-paciente se derivan una serie de recíprocos derechos y obligaciones de cariz no sólo
ético sino eminentemente jurídico. Al margen del innegable valor ético del código
hipocrático, la actuación del profesional sanitario se define por parámetros reglados en la
Ley y está condicionada por las demandas y expectativas del paciente de una adecuada
atención médica; un paciente que, como ciudadano, tiene cada vez mayor conciencia de sus
derechos.

En el campo de la investigación también hay indicios de la interdependencia entre Derecho


y Medicina, pues los avances de la moderna investigación han provocado una lógica
reacción bioética que necesariamente ha derivado en el establecimiento de pautas regladas
sobre el ajuste a Derecho de determinadas prácticas profesionales hasta ahora desconocidas.
Como digo, también la Medicina ha influido en la evolución y perfeccionamiento de las
ordenaciones legales. El modo de ser de los derechos y de las relaciones jurídicas viene
definido por variables de diferente índole, entre las que existen no pocos elementos
extrajurídicos que entroncan de manera directa con el ámbito sanitario. Por otro lado, el
legislador se ve en muchos casos en la necesidad de manejar conceptos jurídicos
indeterminados, en la medida en que son comprensivos de conceptos o realidades que
producen consecuencias jurídicas. Hechos como el nacimiento, la vida, la edad, la muerte,
la incapacidad, la demencia, la sordomudez, la enfermedad, el ensañamiento, el
envenenamiento, la capacidad de obrar y otros, tienen relevancia para el Derecho, pero
exigen, para su determinación, la previa asunción de un concepto para cuyo conocimiento
exacto se siente más seguro y capacitado el médico que el jurista.

La Medicina ha desarrollado además técnicas auxiliares para ciertos ámbitos del Derecho
que permiten al operador jurídico conocer mejor la realidad de los hechos sobre la que se
aplica, y que ha transformado muchas concepciones jurídicas. En este punto ha sido
particularmente clara la influencia, por ejemplo, de la Psiquiatría, la Genética o la
Anatomía Patológica, decisivas en nuestro Derecho penal. Muchos de cuyos enunciados
han evolucionado al ritmo de la ciencia médica por no hablar de la esencial labor del perito
médico en la decisión de muchos litigios y causas judiciales, tanto para la subsunción de
hechos en el supuesto de la norma como para la propia averiguación de hechos no
aprehensibles por los sentidos para el lego en Medicina.

Con todo lo dicho se han demostrado pruebas suficientes de la relación entre derecho y
medicina y ya por último:

“El médico es un gran humanista en su actuar cotidiano, es esencialmente una


persona que trata con personas que tienen una afección, y no sólo con enfermedades,
ése es el gran valor del actuar médico, ahí está la interacción entre la medicina y el
derecho, donde el bioderecho exalta la dignidad del paciente, el respeto de su
autonomía, su libertad y sus derechos, permitiendo regir las normas que tratan de
regular cómo los seres humanos atendemos lo vivo, es decir, la parte médica”.

Dr. Víctor Manuel Martínez Bullé Goyri


Bibliografía

 https://www.redalyc.org/journal/5121/512164564003/html/
 https://www.medicosypacientes.com/articulo/la-medicina-y-el-derecho-
tienen-en-la-%C3%A9tica-un-punto-de-encuentro
 Cossío Díaz J, & de Oca Arboleya R, & Sánchez Mejía D (2017). El
derecho en la educación médica. Sutton L, & Ruiz Pérez L.C.(Eds.),
Educación médica y profesionalismo. McGraw Hill.
https://accessmedicina.mhmedical.com/content.aspx?
bookid=2450&sectionid=193963588 Capítulo 16

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