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Universidad de Guayaquil

Facultad de Ciencias Administrativas

ASPECTOS REGIONALES DE NEGOCIOS

Econ. Guillermo Peña Cabrera,MAE


UNIDAD # 2
INTEGRACIÓN Y PRODUCCIÓN
REGIONAL
INTEGRACIÓN ECONÓMICA REGIONAL
Una de las características destacadas de las relaciones económicas
internacionales del siglo XX ha sido la generación de procesos de
integración económicos regionales y cómo estos se articularon en su
oportunidad con las obligaciones que emanaban de la integración
económica internacional de tipo multilateral en el marco del GATT.
Sin embargo, a partir de la década de los noventa, un proceso
extenso y profundo -y aún no acabado- conocido como la
globalización condujo a los Estados a aunar esfuerzos y a repensar la
inserción internacional en términos estratégicos, lo que los motivó a
dar un nuevo impulso a la integración regional hasta nuestros días.
Con la creación de la Organización Mundial del Comercio (OMC) en
1995, la Integración Económica Internacional (IEI) se tornó profunda
desde el momento que incorporó todos los sectores vinculados al
comercio en el proceso de liberalización multilateral, contemplándose a
los Acuerdos de Comercio Regional (ACR) como un medio de gestionar
los efectos de la economía globalizada.
Entre los rasgos sobresalientes de la globalización se destaca la profunda
integración de los mercados bajo la convergencia de ciertas “reglas del
juego” compartidas –y a veces impuestas- por los distintos actores
internacionales a través de la liberalización del comercio de bienes
industriales y agrícolas, el peso del sector servicios en los flujos
comerciales, la liberalización de los sistemas financieros, la apertura y
desregulación económica y la deslocalización de los procesos
productivos entre otras cuestiones.
A ello se suma el impacto de las nuevas tecnologías de la información y
la comunicación al servicio de la configuración de un gran mercado real
y virtual cada vez más integrado, en el cual lo importante es estar
adentro, ser competitivo y adaptarse para no quedar excluido.
En este sentido, la globalización económica entendida como un proceso complejo en el
que se configuran una serie de interacciones sociales –de naturaleza económica, cultural,
tecnológica- en el espacio y en el tiempo, convivió con un proceso coetáneo y no
excluyente como son los regionalismos.
De esta manera, resulta importante marcar que los regionalismos no han sido una opción
excluyente a la globalización económica ni contradictoria, sino una forma de inserción
complementaria en la economía internacional globalizada.
Por tal motivo, abordaremos la Integración Económica de tipo Regional (IER) en donde se
dará cuenta de los distintos tipos de interacciones que realizan los actores estatales. Para
ello, se identifica un trilema de interacciones con su respectiva especificidad, como son la
concertación, la cooperación y la integración.
Asimismo, se describirán los niveles de integración en consonancia con los procesos de IER
que se encuentran vigentes. Luego, se procederá a analizar las ventajas y desventajas que
supone un proceso de IER. Y, por último se analizará el estado de situación de la
integración regional latinoamericana –para lo que se considera importante emplear la
distinción entre región y regionalismo- atendiendo a los contextos y a las interacciones en la
que se superponen diferentes instancias de concertación, cooperación e IER.
El trilema de la concertación - cooperación - integración

Cuando se alude al concepto de integración económica regional es importante


tener en cuenta el contexto en el que se desarrolla pero también poder identificar
qué se entiende por ella, para no confundirla con otras formas de interacciones
que los Estados llevan adelante en sus vinculaciones en el sistema internacional.
Entonces, se hace necesario identificar la existencia de un “trilema” en el que se
presentan tres tipos de interacciones de naturaleza estatal como son:
 la concertación
 la cooperación
 la integración
donde cada una de ellas posee su respectiva especificidad para evitar incurrir en
errores de apreciación.
Ante la proliferación de procesos de IER en el sistema internacional, como de
esquemas de cooperación y de concertación en los últimos años, identificar cada
una de las interacciones permitirá saber qué actores participan y qué objetivos
persiguen, con el fin de dilucidar el trilema que se presenta cuando se alude a
ellas indistintamente.
Concertación

La concertación es un proceso en el que dos o más actores estatales


interactúan de manera conjunta en la dimensión político-diplomático
para con otros actores ya sea individual o colectivamente sobre temas
de interés de la agenda externa.
De esta definición se desprende que la concertación la realizan los
Estados, siempre en el plano estrictamente político –para lo que es
importante que existan previamente relaciones diplomáticas entre los
mismos que permitan convocar a encuentros de los representantes de los
gobiernos- ante una variedad de temas que suscitan interés y en el que
se fijan cursos de acción para su abordaje y resolución.
Es importante no confundir la concertación con las otras formas de
interacción, dado que la concertación dependiendo de la naturaleza
del tema entre las partes no necesariamente conduce a la decisión de
emprender un proyecto estratégico de integración económica regional.
Sin embargo, una vez inmerso en uno, la voluntad integracionista requiere
de gestos y de acciones de alto nivel para fortalecer el vínculo cuando se
necesita primero abordar en términos políticos una determinada cuestión
que se encontraba latente o no.
Ejemplo: durante la década de los ochenta, el conflicto
centroamericano condujo a los Estados de la región a la necesidad
de encontrar lo que se denominaba una solución latinoamericana,
para lo cual se convocaron a reuniones de Jefes de Estado y
Cancilleres y se diseñaron cursos de acción a implementarse en el
terreno.
Primeramente surgió el Grupo Contadora y luego el Grupo Apoyo a
Contadora.

Otro ejemplo, pero dentro de un proceso regional de integración, fue


el problema de las “pasteras” entre Argentina y Uruguay por la
instalación de la empresa finlandesa Botnia en el margen Oriental del
río Uruguay en la localidad de Fray Bentos.
La escalada del conflicto condujo a encuentros y negociaciones
diplomáticas bilaterales sin éxito, motivo por el cual las partes
acordaron llevar el caso ante la Corte Internacional de Justicia de La
Haya.
Cooperación

Partimos de la Teoría de la Cooperación y más precisamente de la definición brindada por Robert


Keohane cuando dice que “la cooperación se produce cuando los actores adaptan sus conductas a
las preferencias presentes o anticipadas de otros, por medio de coordinación de políticas”.
La cooperación es entendida como un proceso de interacción, de índole política, en el que las
acciones de cada actor involucrado requiere de una mutua adaptación por medio de un proceso de
negociación, al cual el mencionado teórico denomina coordinación de políticas.

En este sentido, cuando se habla de coordinación de políticas se está diciendo de una manera
clara que la cooperación no presupone la ausencia del conflicto, lo cual estaría dando lugar a
una situación de armonía, sino que por el contrario es una reacción frente al mismo. Por ello,
toda negociación es un proceso que se produce cuando existe un conflicto de intereses, en donde
se procede de forma iterativa, toda vez que sea necesario, y por aproximaciones sucesivas en el
tratamiento de una determinada cuestión. Así, el entendimiento “depende de la posibilidad de
re-conocer, de las pericias de las partes en detener un proceso que, de seguir descontrolado, los
perjudicaría, mientras que, de ponerse en marcha, puede beneficiarlos” (Altschuls: 1993; 39).
Por tal motivo, la cooperación está más vinculada a la presencia de una
situación de discordia la cual se produce cuando “los gobiernos consideran
que las políticas de los otros obstaculizan el logro de sus metas, y se hacen
mutuamente responsables de estas imposibilidades”.
A partir de una mutua coordinación de políticas entre las partes interesadas,
es cuando se puede llegar a establecer la cooperación, lo cual aunque
parece fácil decirlo requiere de una férrea voluntad de negociación, debido
a que no sólo basta con celebrar un acuerdo de cooperación.
Se necesita, entonces, entablar un proceso complejo en el cual se produzca
un ida y vuelta en la comunicación, con el objeto de llegar a un acuerdo
cuando las diferentes partes tienen “intereses parcialmente contrapuestos y
otros parcialmente compartidos”.
De allí que la cooperación implique un número de interacciones para que
esta pueda emerger y se genere una sinergia, porque a mayores contactos,
mayores probabilidades de que ello ocurra.
En ningún momento se debe suponer que por un único encuentro se hable
estrictamente de cooperación, en consecuencia una máxima para tener
presente es la siguiente: lo que hoy se siembra mañana se cosecha y así
sucesivamente, si la intención es realizar la cooperación.
Al respecto, Robert Axelrod plantea que “en tanto las interacciones no sean
reiteradas, será muy difícil que tenga lugar la cooperación [. . . ] es esta
interacción continuada lo que hace posible que la cooperación basada en
la reciprocidad sea estable”.
 Primero, resulta interesante remarcar que la interacción continua permite
un flujo de información, a través de la comunicación entre las partes,
especialmente, cuando existe un interés para volver a encontrarse. Con
relación a este aspecto, la estrategia basada en la idea de magnificar la
sombra del futuro, es decir, hacer propicio un nuevo encuentro a
condición de que los costos en los que se puede incurrir de no efectuarse
puedan ser elevados, permitiría una vez más abordar aquellos temas en
donde se hace necesario una mayor adaptación mutua de políticas, o lo
que es lo mismo, cooperar. Para lo cual la perdurabilidad de las
interacciones es una característica sobresaliente por encima de la
confianza que pueda mediar entre las partes.
 Segundo, hacer que la cooperación tenga como basamento la
reciprocidad, entre los que deciden realizar una mutua adaptación de
políticas, puede generar la posibilidad de llegar a acuerdos más
satisfactorios entre las partes. En este sentido, conviene mencionar que
por reciprocidad se entiende “a los intercambios de valores
aproximadamente equivalentes en los cuales las acciones de cada
parte dependen de las acciones previas de los demás”.

Ahora bien, la cooperación presupone la existencia de algún grado de


concertación previo, en donde la voluntad de las partes se consolida en
la medida que se negocian temas en un conjunto de issues areas
(comercio, tecnología, medio ambiente, ciencia y técnica, cultura).
Si bien la cooperación no solo es un atributo de los Estados, pudiéndose
dar entre otros actores no estatales, la misma es una interacción siempre
presente en todo proceso regional de comercio. De tal modo, puede
haber cooperación económica-comercial- sin integración entre un grupo
de Estados, pero no puede haber integración económica, sin
cooperación.
En el siguiente cuadro, se puede ver cómo es la dinámica
que se genera entre la interacción estatal a la que, por un
lado, llamamos cooperación e integración, por el otro.
Integración

La Integración Económica Regional (IER) en términos teóricos implica la


configuración de un espacio o mercado económicamente ampliado con
relación a una unidad de comercio entendido esto como un Estado o un
país.
En términos prácticos, la IER implica la remoción de los instrumentos de
políticas comerciales para poner fin a la otrora discriminación entre los países
socios que pasan a integrar un mercado ampliado en un bloque, esquema o
proceso de integración como también se lo puede denominar.
La integración se traduce en el establecimiento de relaciones económicas
regionales a través del acercamiento, la imbricación y la
complementariedad de las economías de los países en un espacio
económicamente ampliado. Para ello, se necesita pasar de una instancia
nacional a una regional, en la que se requiere un alto componente político -
la concertación- que de impulso a la misma así como también la formación
de vínculos -de cooperación- estables y profundos para el avance de la
integración económica.
Por tal motivo, la integración se debe entender como “un proceso
dirigido por los gobiernos y orientado a propiciar las economías de
escala y el progreso técnico de las industrias locales, del cual se
esperan efectos progresivos sobre la productividad, el desarrollo
industrial y el nivel de vida de la población”.
Cuando la IER es pensada en términos estratégicos, no es suficiente la
liberalización comercial a ultranza sino que se necesita, además, la
implementación de políticas activas que acompañen al cambio de
las estructuras productivas que contribuyan al desarrollo económico y
social.
Cabe mencionar, que la IER reviste distintas características, pudiendo
encontrarse todas ellas o algunas en un proceso como se detallan a
continuación:
 Desde el momento que se decide iniciar un proceso de IER, se generan efectos
que deben ser tenidos en cuenta en los estudios de factibilidad, con el objeto
de saber si es posible o no realizarlo. Dado que siempre existen costos y
beneficios que los actores deben asumir, un proceso de IER siempre produce
una situación dual como por primera vez lo argumentó Viner en la distinción
conocida como creación y de desvío de comercio.
Se produce una situación de creación de comercio –en un proceso de IER-
cuando un país deja de abastecerse de un productor local ineficiente para
hacerlo a través de otro del país socio, en el que sólo existe el costo del
transporte, en virtud que se han removido los instrumentos de políticas
comerciales que previamente existían.
Mientras que el desvío de comercio se produce cuando en lugar de importar
de un productor eficiente del resto del mundo, se importa del país socio menos
eficiente en donde la única ventaja es que no se pagan aranceles.
Los estudios de factibilidad que se realizan antes de iniciar un proceso de IER
tienen en cuenta la situación de creación y de desvío en todos los sectores y
productos afectados en el comercio. En otras palabras, ambos conceptos
conllevan la necesidad de realizar un análisis relacional, en virtud de que toda
IER genera ganancias pero también pérdidas que deberán evaluarse con
criterio de viabilidad, es decir que la creación en términos generales supere al
desvío y que sea posible aplicar políticas activas que permitan promover la
reconversión de los sectores más perjudicados por la apertura.
 Asimismo, en todo proceso de IER intervienen factores políticos,
sociales, económicos y culturales entre los socios en el que se da
lugar –según la tipología clásica que establece a una integración
negativa y una integración positiva.
Por un lado, la integración negativa resulta de la eliminación de las
barreras comerciales entre los países socios con vista a favorecer
un espacio económicamente ampliado sin discriminaciones.
Por el otro, la integración positiva resulta tanto del establecimiento
de instituciones comunes como de nuevas barreras o instrumentos
comerciales hacia terceros países, con el objeto de brindar
privilegio a los socios, generando nuevos derechos y obligaciones
entre los mismos como así también el compromiso de regular y
corregir las fallas al interior del mercado económicamente
ampliado.
Ejemplo: El Tratado de Asunción que creó el Mercado Común del
Sur (MERCOSUR) dispuso en su articulado llevar adelante una
desgravación arancelaria automática y lineal entre los Estados
Parte (integración negativa), como así también dado el objetivo
planteado, establecer un Arancel Externo Común (AEC) hacia
terceros países (integración positiva).
 Desde una perspectiva institucional, la IER puede
adoptar el carácter intergubernamental o
supranacional dependiendo de la estructura que se
adopte como la más apropiada para el proceso de
integración.
La integración intergubernamental es aquella en donde
se crean organismos que hacen a la dinámica del
funcionamiento del proceso de integración en donde
la composición de los mismos se hace a través de
representantes y/o funcionarios de cada uno de los
países socios.

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