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UNIVERSIDAD NACIONAL

Escuela de Historia
Educación Cívica II
Máster Alejandra Barquero Ruiz
Tayna Morales

RESUMEN DE LECTURA NÚMERO 3


“RENDICIÓN DE CUENTAS”:
LOS FUNDAMENTOS TEÓRICOS DE UNA PRÁCTICA DE LA CIUDADANÍA
Alverto J. Olvera y Ernesto Isunza

En una sociedad democrática es importante la participación de los ciudadanos en


asuntos políticos y administrativos, más allá de la acción de votar. Como comentan los
autores en la lectura, problemas como: la “desigualdad social, deterioro institucionalidad del
Estado y choque entre altas expectativas ciudadanas en la democracia y las duras realidades
de Estados [...]” (Olvera y Isunza, 2004, pág. 335) unido a la desigualdad de la población y
prácticas excluyentes, han desencantado a la población. Una alternativa a esta crisis política
es la búsqueda del control por parte de los ciudadanos, que se logra poner en práctica gracias
al concepto de “rendición de cuentas”. Sin embargo los autores hacen énfasis en la ausencia
se de un marco teórico al alcance de todos sobre el concepto de “accountability” o rendición
de cuentas, las posibles acciones, sanciones y espacios.

En medio de una sociedad en donde surgen grupos internacionales entre los citados
por el autor: de derechos humanos, movimientos ecologistas y feministas, que consiguen
realizar una presión civil a los gobiernos y exigir derechos. Según el aporte de Olvera e
Isunza, podemos realizar una cronología del surgimiento del concepto de “accountability”,
iniciando en los años ochentas, donde se da una participación organizada de la ciudadanía en
asuntos públicos. Luego en los noventas, aparece una participación ciudadana ligada a
proyectos entre ciudadanos y el gobierno; se crean consejos y políticas públicas al respecto.
Los ciudadanos dejan de ser vistos como simples clientes y se extiende la responsabilidad de
la administración pública a toda la población. Todo esto logró mejorar el desempeño del
gobierno, sin embargo, falta mucho por recorrer, ya que en muchos casos faltaron derechos y
políticas que regularan dicha participación.

El término “accountability” o rendición de cuentas surge como “una respuesta a la


incapacidad de los gobiernos para reformarse a sí mismos, crear una burocracia profesional y
responsable, y abrir sus cuentas al escrutinio público” (Olvera y Isunza, 2004, pág. 340).
Pudiendo destacar el concepto según su etimología como “la acción de computar, es decir, de
evaluar, juzgar o verificar colectivamente algo” (Olvera y Isunza, 2004, pág. 343). Otra
definición de rendición de cuentas que se expone en el artículo es la siguiente:

[...] constelación de fuerzas legales, políticas, socioculturales y económicas” que busca


hacer efectivo el control de los servidores públicos en tres perspectivas de sus acciones como
tales: los recursos financieros relacionados con, los productos resultados de y el trato
imparcial a los ciudadanos afectados por, las políticas públicas (Behn, en Olvera y Isunza,
2004, pág. 348)

Es así, como el concepto remite a una justificación o sanción y lo que se busca


conseguir con la implementación del sistema de rendición de cuentas, además de la
participación activa de la sociedad civil, es la necesidad de crear gobiernos transparentes y
responsables, abiertos a la ciudadanía, para mejorar la confianza entre los distintos sectores
sociales.

Los autores definen el proceso de rendición de cuentas como la creación de una


interfaz que permite la acción, en la cual participan dos actores y una acción. Los actores son
el mandante por un lado y los ciudadanos del otro. La acción es la que realiza el mandatario
como política pública y del cual los ciudadanos piden registros y resultados. Para que se de
todo este proceso, Norman Long citado por Olvera y Isunza, 2004, indica que dicha interfaz
debe cumplir con las siguientes características:
● Ser una entidad organizada.
● Generar un lugar para el conflicto y la negociación.
● Ser un sitio de confrontación de paradigmas.
● Implicar procesos de conocimiento.
● Firmar estrategias y significados.
● Tener discursos múltiples.
● Ser un espacio de intervención de actores sociales individuales y colectivos.

La rendición de cuentas, utilizando metáforas espaciales, puede ser horizontal (control


entre los poderes del Estado) o vertical (la sociedad controla las acciones del Estado). En
medio de estos actores se encuentran los medios de comunicación que poseen un control
mental de la población y responden en su mayoría a intereses políticos específicos. Debido al
diálogo entre los actores antes descritos (Estado y sociedad), también existe un eje de
rendición de cuentas transversal, en donde son las instituciones tanto públicas como
internacionales las que solicitan la rendición.
A manera de conceptualización Olvera y Isunza (2004), según una lógica temporal,
proponen tres tipos de procesos: la participación de la ciudadanía antes de la realización de
las políticas públicas (prospectiva), su monitoreo durante su realización (procesal) y a
evaluación que se realiza después de ejecutada (retrospectiva). Las tres etapas dependen de
un conocimiento técnico y una normativa; exigen la presencia de grupos sociales organizados
y una claridad política sobre lo que se está solicitando la rendición de cuentas, los
mecanismos para solicitarla y la normativa vigente.
Para finalizar también podemos categorizar a la rendición de cuentas por su actividad,
ya sea política, administrativa, legal o profesional, fungiendo dicho proceso como un
elemento de la modernización del Estado, por lo que los autores concluyen el estudio con una
lista de los componentes en las sociedades civiles que pueden contribuir al gobierno:
● Universidades, ONG de investigación y alianzas de ONGs, información.
● Organizaciones de base, potencial de acción de los más pobres.
● Pobres, los cuales pueden formar lazos de confianza entre los ciudadanos y educarse.
● Agentes del gobierno y su disposición para ayudar.
Concluyendo que la democracia no es un sistema sin mancha ni errores, sino que
necesita de la participación de la ciudadanía, su interés en el conocimiento y vigilancia de las
acciones que realizan los gobernantes y su búsqueda de conocimiento para poder exigirle a
los gobernantes hacerse responsables de sus acciones como lo indican los autores: “[...] sólo
institucionalizando una estructura de rendición de cuentas puede obligarse a la burocracia a
hacerse responsable de sus actos” (Olvera y Isunza, 2004, pág. 341).

Olvera, Alberto y Isunza, Ernesto (2004). “Rendición de cuentas”: los fundamentos teóricos de una práctica de
la ciudadanía”. en Alicia Ziccardi (coord.) Participación ciudadana y políticas sociales en el ámbito
local, Memorias I, México, pp 335 - 358.

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