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Renacimiento italiano

A lo largo de la historia, pocos movimientos artísticos han tenido un impacto tan


profundo como el arte del Renacimiento italiano. Este periodo a menudo es
considerado una edad de oro para las artes, la música y la literatura, y las obras de los
grandes maestros como Leonardo da Vinci y Miguel Ángel han inspirado a todo tipo
de creadores durante siglos.

Exploraremos la historia y las tendencias de este movimiento revolucionario, con


particular atención a las características estéticas y técnicas artísticas que lo definen.

Sandro Botticelli, “El


nacimiento de Venus”
(1480s)

¿Qué es el Renacimiento
italiano?
El Renacimiento italiano
tuvo lugar entre los siglos
XIV y XVII en Italia.
Específicamente, su
epicentro fue la región de la
Toscana, en ciudades como Florencia y Siena.

Derivado de la palabra rinascimento, el Renacimiento suele ser considerado como una


época iluminada del arte y la arquitectura debido a un renovado interés cultural en la
antigüedad clásica, en contraste con la “edad oscura” que le siguió al esplendor
grecorromano.

El Renacimiento inicia con el llamado quattrocento, el periodo entre 1400 y 1490 en el


que artistas como Fra Angelico y Sandro Botticelli comenzaron a experimentar con el
realismo. Entre 1490 y 1527, artistas italianos de renombre como Da Vinci, Miguel
Ángel y Rafael produjeron obras de arte particularmente famosas. Este periodo de
tiempo se conoce como “Alto Renacimiento”.

Historia

Pietro Perugino,
Cappella Sistina (ca.
1481-1483)

Durante la Edad Media


(aproximadamente entre
500 y 1000 d.C.), el arte
italiano estuvo
predominantemente
arraigado en la religión.
En la pintura, este
enfoque se caracterizó por
la incorporación de iconografía espiritual, composiciones planas, el uso de paletas de
colores poco realistas y la inclusión de figuras etéreas y sobrenaturales. Sin embargo,
durante el siglo XIV los artistas italianos radicados en Florencia abandonaron esta
estética distintiva y adoptaron un enfoque más humanista sobre el arte. Esta época de
cambio eventualmente sería conocida como el Renacimiento italiano.

Aunque no sabemos con exactitud qué fue lo que impulsó al Renacimiento italiano,
muchos investigadores creen que el cambio se debió a la inestabilidad económica, ya
que la falta de oportunidades de inversión en Italia en el siglo XIV llevó a los
ciudadanos ricos a financiar las artes. Este creciente interés por el arte duró varios siglos
y tuvo una profunda influencia en la pintura, escultura y arquitectura italiana.

Arte del Renacimiento italiano

PIN TURA

Leonardo da Vinci, “Mona Lisa” (ca. 1503-1506)


)
En la pintura, este nuevo enfoque se manifestó como
representaciones realistas de la gente, como lo demuestra la
icónica Mona Lisa de Leonardo. Utilizando la técnica del
esfumado —en la que el artista favorece los contornos suaves
y difuminados— así como sombras realistas y una
perspectiva aérea, Leonardo logró producir un retrato humanista y aparentemente
secular de una figura femenina contemporánea.

Además, a diferencia de las pinturas medievales —que a menudo retratan figuras


“flotantes” sobre fondos etéreos— las escenas renacentistas suelen tener fondos
terrenales. En la Virgen del jilguero de Rafael, por ejemplo, la Virgen María, Jesús y
Juan Bautista protagonizan una escena ordinaria y cotidiana en la naturaleza. Esto
humaniza a la Sagrada Familia, lo que da como resultado una representación realista.

Rafael, “Virgen del jilguero” (ca. 1505-1506))

FR ESC OS

Rafael,
“La

Escuela de Atenas” (1511)

Además de las obras tradicionales sobre lienzo, los artistas del Renacimiento
popularizaron otro tipo de pintura: el fresco. Los frescos, creados al aplicar pintura
sobre yeso húmedo, son famosos por su estética mate, la riqueza de sus colores y su
larga duración, lo que nos permite admirarlos hasta nuestros días. El nombre “fresco” se
refiere a que el enfoscado (una fina capa de yeso) de un verdadero fresco está húmedo al
momento se aplica la pintura.

Estas pinturas adornan grandes superficies, como La Escuela de Atenas de Rafael en


las estancias papales del Vaticano, al igual que el techo de la Capilla Sixtina de Miguel
Ángel.

Miguel Ángel, techo de la


Capilla Sixtina (1508-1512)
ESCU LTURA

Miguel Ángel, David (ca. 1501-


1504)

Al igual que las figuras de las pinturas del Renacimiento,


las esculturas realizadas durante este periodo muestran
un claro interés por el realismo. Esto es particularmente
evidente en las esculturas figurativas de Miguel Ángel,
como su icónica estatua del David. Colocado
en contrapposto, o “contraposición”, el David muestra
una postura realista y equilibrada. Además, la figura
presenta características realistas y una anatomía
detallada.

Este interés por el realismo y el equilibrio se manifiesta


también en la Piedad de Miguel Ángel, una dramática escultura de la Virgen María con
su hijo crucificado. La pieza, que muestra un interés en el naturalismo, sigue siendo una
de las esculturas más famosas del mundo.

Miguel Ángel, “Piedad” (ca. 1498-1499)

ARQUITECTURA

Filippo Brunelleschi, duomo de Florencia (1436)


Además de las bellas artes, la influencia renacentista también es evidente en la
arquitectura de la época. Liderada por Filippo Brunelleschi, diseñador y arquitecto del
famoso duomo, o cúpula, de Florencia, la arquitectura del Renacimiento italiano se
caracteriza por un estudio de las proporciones, elementos de la arquitectura clásica, así
como planos rectangulares y simétricos.

Los edificios del Renacimiento suelen incluir columnas, arcos y molduras, como lo
demuestra la fachada ornamentada de la Basílica de San Pedro en la Ciudad del
Vaticano. De este periodo también destaca la Capilla Sixtina, el Palacio Farnesio y el
Palacio Médici Riccardi.

Donato Bramante, Miguel


Ángel, Carlo Maderno y Gian
Lorenzo Bernini, Basílica de
San Pedro (1626)
Legado
Hoy en día, el Renacimiento
italiano suele considerarse
como el punto más alto de la
historia del arte. Con un
énfasis en el equilibrio y la
apreciación del humanismo, el
arte producido durante este
periodo influyó en movimientos posteriores, como el renacimiento nórdico, pero sus
nociones pueden apreciarse hasta en el arte contemporáneo. Además, muchas obras
maestras del Renacimiento ahora forman parte de la cultura popular, demostrando la
influencia perdurable de esta gran época histórica.

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