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El documento describe los cambios físicos que ocurren durante la vejez, incluyendo cambios en la piel, huesos, órganos y sistemas. También discute cómo el envejecimiento afecta el funcionamiento sensorial y motor, con una mayor probabilidad de problemas de visión, audición, fuerza y equilibrio. El documento explica que estos cambios varían entre individuos y que es posible mitigar algunos efectos a través de tratamientos médicos y cambios en el estilo de vida.
El documento describe los cambios físicos que ocurren durante la vejez, incluyendo cambios en la piel, huesos, órganos y sistemas. También discute cómo el envejecimiento afecta el funcionamiento sensorial y motor, con una mayor probabilidad de problemas de visión, audición, fuerza y equilibrio. El documento explica que estos cambios varían entre individuos y que es posible mitigar algunos efectos a través de tratamientos médicos y cambios en el estilo de vida.
El documento describe los cambios físicos que ocurren durante la vejez, incluyendo cambios en la piel, huesos, órganos y sistemas. También discute cómo el envejecimiento afecta el funcionamiento sensorial y motor, con una mayor probabilidad de problemas de visión, audición, fuerza y equilibrio. El documento explica que estos cambios varían entre individuos y que es posible mitigar algunos efectos a través de tratamientos médicos y cambios en el estilo de vida.
1- ¿Qué cambios se observan hoy en la población mayor?
La población global está en proceso de envejecimiento. En el año 2008, casi 56 millones de personas en todo el mundo tenían 65 años o más y el aumento neto anual es de más de 870 000 cada mes. Se estima que, en el año 2040, la población total de ese grupo de edad ascenderá a 1.3 billones de miembros. Se estima que, dentro de 10 años, la cantidad de personas de 65 años en adelante sobrepasará por primera vez a la de los niños de cinco años y menos. Los incrementos más rápidos se darán en los países en desarrollo, donde ahora vive 62% de la gente vieja del mundo. El envejecimiento de la población es resultado de la disminución de la fertilidad acompañada por el crecimiento económico, una mejor nutrición, estilos de vida más sanos, mejor control de las enfermedades infecciosas, agua e instalaciones de salubridad más seguras, y el avance en la ciencia, la tecnología y la medicina 2- ¿Cómo ha cambiado la expectativa de vida, que ocasiona el envejecimiento y que posibilidades existen de alargar el ciclo de vida? ¿Cuánto tiempo vamos a vivir? ¿Por qué tenemos que envejecer? ¿Le gustaría vivir para siempre? Los seres humanos se han hecho esas preguntas durante miles de años. La primera pregunta implica varios conceptos relacionados. La expectativa de vida es el tiempo estadísticamente probable que una persona nacida en un momento y un lugar específicos puede llegar a vivir, dadas su edad y condición de salud actuales. La expectativa de vida se basa en la longevidad promedio, o duración real de la vida de los miembros de una población. Las mejoras en la expectativa de vida reflejan una disminución de las tasas de mortalidad (la proporción de la población total o de grupos de cierta edad que muere en un determinado año). El ciclo de vida humano es el periodo más largo que pueden vivir los miembros de nuestra especie. El ciclo de vida más largo que se haya documentado hasta ahora es el de Jeanne Clement, una francesa que murió a los 122 años de edad. La segunda pregunta expresa un tema de la vejez: el anhelo por una fuente o pócima de juventud. Detrás de este anhelo está el temor, no tanto de la edad cronológica como del envejecimiento biológico: la pérdida de la salud y de las capacidades físicas. La tercera pregunta expresa la preocupación no sólo por la duración sino por la calidad de la vida. 3- ¿Qué cambios físicos ocurren durante la vejez y como varían esos cambios entre los individuos? Algunos cambios físicos que por lo general se asocian con el envejecimiento resultan evidentes para un observador casual, aunque afectan más a algunos ancianos que a otros. La piel envejecida tiende a palidecer y a perder elasticidad, y puede arrugarse a medida que se reducen la grasa y la masa muscular. Tal vez aparezcan venas varicosas en las piernas; el cabello de la cabeza se adelgaza y se torna gris y luego blanco, y el vello corporal comienza a escasear. La estatura de los ancianos se reduce a medida que se atrofian los discos entre las vértebras espinales. En especial entre las mujeres con osteoporosis, el adelgazamiento de los huesos puede ocasionar cifosis, llamada comúnmente “joroba de la viuda”, una curvatura exagerada de la columna vertebral que por lo general ocurre entre los 50 y los 59 años (Ball, 2009). Además, la composición química de los huesos cambia, lo que crea un mayor riesgo de fracturas. Otros cambios, menos visibles, pero igual e importantes, afectan a los órganos internos y los sistemas corporales, el cerebro y el funcionamiento sensorial, motor y sexual. CAMBIOS ORGÁNICOS Y SISTÉMICOS Los cambios en el funcionamiento orgánico y sistémico son muy variables, entre los individuos y dentro de un individuo. Algunos sistemas corporales se deterioran con mucha rapidez mientras que otros permanecen intactos. El envejecimiento, aunado al estrés crónico, puede deprimir el funcionamiento inmunológico, lo que hace a los ancianos más susceptibles a las infecciones respiratorias y disminuye la probabilidad de prevenirlas. El estrés crónico en los adultos mayores también se relaciona con la inflamación crónica leve. Por otro lado, el sistema digestivo permanece relativamente eficiente, aunque los adultos mayores tienen un riesgo mayor de desnutrición. El ritmo cardiaco suele hacerse más lento e irregular. Los depósitos de grasa se acumulan alrededor del corazón y pueden interferir con su funcionamiento, y a menudo se eleva la presión sanguínea. FUNCIONAMIENTO SENSORIAL Y PSICOMOTOR Las diferencias individuales en el funcionamiento sensorial y motor se incrementan con la edad. Algunos ancianos experimentan deterioros notables, pero otros prácticamente no presentan cambios en sus habilidades. Un hombre de 80 años puede escuchar cada palabra de una conversación susurrada mientras que otro no escucha el timbre. Una mujer de 70 años corre ocho kilómetros al día, otra no puede caminar alrededor de la cuadra. El deterioro suele ser más severo entre los viejos de edad avanzada. Los problemas visuales y auditivos pueden privarlos de las relaciones sociales y de su independencia, a la vez que las discapacidades motoras pueden limitar sus actividades diarias. -Visión y audición Los ojos viejos necesitan más luz para ver, son más sensibles a la luz y puede resultarles difícil localizar y leer las señales. Por ello manejar puede ser una actividad peligrosa, en especial de noche. Los adultos mayores pueden tener dificultades con la percepción de profundidad o de color, o con actividades diarias como leer, coser, ir de compras o cocinar. Las pérdidas en la sensibilidad al contraste visual pueden ocasionar problemas para leer letras muy pequeñas o muy. Los problemas de visión también pueden ocasionar accidentes y caídas. Muchos adultos que viven en instalaciones comunitarias afirman tener problemas para bañarse, vestirse y caminar alrededor de la casa, debido en parte a su deterioro visual. Las personas con pérdidas visuales moderadas a menudo pueden ser ayudadas con lentes correctivas o cambios en el ambiente. Sin embargo, 17% de la población estadounidense de adultos mayores y 30% de las personas de 85 años en adelante tienen problemas para ver, incluso si usan anteojos o lentes de contacto y por lo general las mujeres son más afectadas que los hombres, al menos hasta los 85 años. Las cataratas, áreas nubosas u opacas en el cristalino, son comunes en los adultos mayores y a la larga ocasionan visión borrosa. La cirugía para eliminarlas suele ser exitosa y es una de las operaciones más comunes entre los ancianos estadounidenses. La degeneración macular relacionada con la edad, que provoca que el centro de la retina pierda de manera gradual la capacidad para distinguir con nitidez los detalles fi nos, es la causa principal de deterioro visual entre los adultos mayores. En algunos casos, la pérdida de la visión puede prevenirse con tratamientos como cirugía láser, terapia fotodinámica y complementos con antioxidantes y cinc. El glaucoma es un daño irreversible del nervio óptico causado por un aumento en la presión del ojo que si no se trata puede ocasionar ceguera. El tratamiento temprano puede disminuir la presión ocular alta y demorar el inicio de la condición. -Los problemas auditivos se incrementan con la edad y afectan a 31.6% de los estadounidenses de 65 a 74 años y a 62.1% de los que tienen 85 años o más. Los hombres son más propensos que las mujeres a experimentar pérdida auditiva y la gente blanca la padece más que las personas negras. Esta condición puede contribuir a la falsa percepción de que la gente mayor es distraída, despistada e irritable y suele tener un efecto negativo no sólo en el bienestar de la persona afectada sino también en el de su pareja. También puede contribuir a la dificultad para recordar lo que otros dicen. Las prótesis auditivas pueden ser de ayuda, pero son costosas y pueden magnificar los ruidos de fondo junto con los sonidos que la persona quiere escuchar. Los cambios en el diseño ambiental, como luces de lectura más brillantes y una opción en los televisores de colocar subtítulos pueden ayudar a muchos adultos mayores con limitaciones sensoriales.
Fuerza, resistencia, equilibrio y tiempo de reacción Por lo general, los adultos
pierden entre 10 y 20% de su fuerza a los 70 años y la pérdida aumenta después de esa edad. La resistencia disminuye de manera continua con la edad, en especial entre las mujeres, en comparación con otros aspectos de la condición física como la flexibilidad. Las disminuciones de la fuerza y poder muscular pueden ser resultado de una combinación del envejecimiento natural, la disminución de la actividad y la enfermedad. SUEÑO Los adultos mayores suelen dormir y soñar menos que antes. Sus horas de sueño profundo son más restringidas y pueden despertarse con mayor facilidad por problemas físicos o exposición a la luz, o quizá como resultado de cambios relacionados con la edad en la capacidad del cuerpo para regular los ciclos circadianos de sueño y vigilia. Sin embargo, puede ser peligroso suponer que los problemas del sueño son normales en la vejez. El insomnio o falta de sueño crónica puede ser un síntoma o, si no se atiende, un precursor de la depresión. Tanto la falta como el exceso de sueño se asocian con un mayor riesgo de mortalidad. Por lo general se emplean fármacos como los benzodiacepinas para tratar los problemas del Sueño. FUNCIONAMIENTO SEXUAL El factor más importante para mantener el funcionamiento sexual es la actividad sexual continua a lo largo de los años. En una encuesta nacional, 53% de los adultos estadounidenses de 65 a 74 años y 26% de los de 75 a 85 años dijeron ser sexualmente activos. Los hombres tienen una probabilidad mucho mayor que las mujeres de mantener la actividad sexual en la vejez, lo que en gran medida se debe a que, por constituir una población menos numerosa, es más factible que tengan pareja. En la adultez tardía el sexo es diferente de lo que era antes. A los hombres por lo general les lleva más tiempo desarrollar una erección y eyacular, quizá necesiten más estimulación manual y pueden experimentar intervalos más largos entre erecciones. En las mujeres, la congestión mamaria y otras señales de excitación sexual son menos intensas que antes, y pueden experimentar problemas de lubricación. La actividad sexual puede ser más satisfactoria para la gente mayor si tanto los jóvenes como los viejos reconocen que es normal y saludable. Los arreglos de vivienda y los cuidadores deberían considerar las necesidades sexuales de los ancianos. 4- ¿Qué problemas de salud son comunes en la adultez tardía, que factores influyen en la salud y que problemas mentales y conductuales experimentan algunas personas mayores? -ESTADO DE SALUD La mala salud no es una consecuencia inevitable del envejecimiento. Alrededor de 76% de los adultos estadounidenses de 65 años en adelante consideran que su estado de salud es bueno o excelente. Como en etapas más tempranas de la vida, la pobreza es un factor que se relaciona de manera estrecha con una salud deficiente y con el acceso y uso de la atención médica. Por ejemplo, la pobreza se relaciona con mayor incidencia de artritis, diabetes, hipertensión, cardiopatía, depresión e infartos en los ancianos. Es menos probable que los adultos que viven en la pobreza practiquen conductas saludables como realizar actividad física en el tiempo libre, evitar el tabaquismo y mantener un peso corporal apropiado. Enfermedades crónicas comunes Seis de las siete causas principales de muerte en la vejez en Estados Unidos son condiciones crónicas: cardiopatía, cáncer, apoplejía, enfermedad crónica de las vías respiratorias bajas, diabetes e influenza/neumonía (considerada por las autoridades gubernamentales de salud como una sola condición). Discapacidades y limitaciones de la actividad Cuando una enfermedad no es grave, por lo regular se puede lidiar con ella de modo que no interfiera con la vida diaria. Una persona que padece artritis o que se queda sin aliento puede dar menos pasos o cambiar las cosas a los estantes inferiores donde le resulte más fácil alcanzarlas. Sin embargo, ante condiciones crónicas y pérdida de la capacidad de reserva, incluso una enfermedad o lesión menor pueden tener graves repercusiones. En un estudio que examinó a adultos mayores hospitalizados después de una caída, aquéllos tenían mayor probabilidad de morir o de ser colocados en un asilo que los que fueron admitidos al hospital por razones no relacionadas con una caída. -INFLUENCIAS DEL ESTILO DE VIDA EN LA SALUD Y LA LONGEVIDAD Actividad física El ejercicio regular puede fortalecer el corazón y los pulmones y disminuir el estrés. Puede ser una protección contra la hipertensión, el endurecimiento de las arterias, la cardiopatía, la osteoporosis y la diabetes. Ayuda a mantener la velocidad, la resistencia, la fuerza y la energía, así como funciones básicas como la circulación y la respiración. Reduce la posibilidad de lesiones pues fortalece y flexibiliza las articulaciones y los músculos, y ayuda a prevenir o aliviar el dolor de la espalda baja y los síntomas de artritis. Permite a las personas con padecimientos de tipo pulmonar y artritis que mantengan su independencia y previene el desarrollo de limitaciones a la movilidad. Además, puede mejorar el estado de alerta mental y el desempeño cognoscitivo, ayuda a aliviar la ansiedad y la depresión leve, y mejora los sentimientos de destreza y bienestar. Nutrición Desempeña un papel importante en la susceptibilidad a enfermedades crónicas como la ateroesclerosis, cardiopatía y diabetes, así como a limitaciones funcionales y de la actividad. La grasa corporal excesiva, que puede ser producto de una dieta rica en carnes rojas y procesadas y alcohol, ha sido vinculada con varios tipos de cáncer. i bien no es sano que los adultos mayores aumenten de peso, tampoco es conveniente que pierdan mucho peso. La pérdida excesiva de peso puede dar lugar a debilidad muscular y fragilidad general, y para los adultos mayores, eso puede ser tan debilitante como el aumento de peso. -PROBLEMAS MENTALES Y CONDUCTUALES Sólo 6% de los ancianos estadounidenses afirma tener dificultades mentales frecuentes. Sin embargo, los trastornos mentales y conductuales que ocurren pueden tener como resultado un impedimento funcional para realizar actividades importantes para la vida, así como deterioro cognoscitivo. Depresión En 2006, 10% de los ancianos y 18% de las ancianas estadounidenses manifestaron síntomas de depresión clínica. La herencia puede explicar entre 40 y 50% del riesgo de depresión mayor. La vulnerabilidad parece resultar de la influencia de múltiples genes que interactúan con factores ambientales como sucesos estresantes, soledad y abuso de drogas. Los factores especiales de riesgo en la adultez tardía incluyen la enfermedad o discapacidad crónica, deterioro cognoscitivo y divorcio, separación o viudez. Demencia La mayoría de las formas de demencia son irreversibles, pero con un diagnóstico y tratamiento oportunos es posible revertir alrededor de 10% de los casos, aunque existen alrededor de 50 causas de demencia de origen conocido, la gran mayoría de los casos. Alrededor de dos terceras partes de los casos de demencia son causados por la enfermedad de Alzheimer (EA), un trastorno cerebral degenerativo y progresivo. La enfermedad de Parkinson, segundo trastorno más común que involucra una degeneración neurológica progresiva, se caracteriza por temblores, rigidez, movimientos lentos y postura inestable. Enfermedad de Alzheimer Se trata de una de las enfermedades terminales más comunes y más temidas entre las personas mayores a las que despoja de manera gradual de su inteligencia, su conciencia e incluso de la capacidad para controlar sus funciones corporales, causando finalmente la muerte. El padecimiento afecta a más de 26 millones de personas en todo el mundo, casi la mitad de ellas en Asia, y se espera que su incidencia se cuadruplique en 2050.