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Dedicatoria
Agradecimientos
Prólogo de Domingo Vida
Introducción
5. HACER EL CAMBIO
Gustos y necesidades diferentes
9. NECESIDADES NUTRICIONALES
Déjale comer hierba
Las necesidades nutricionales de los cachorros
Las necesidades nutricionales de un perro mayor
16. EL RECETARIO
Conclusión
Índice de recetas
Bibliografía
Notas
Créditos
Dedicado a todos los perros,
con la esperanza de que puedan volver a comer
lo que la naturaleza diseñó para ellos.
Agradecimientos
Cuando se escribe un libro, hay muchas personas detrás del autor que le
ayudan a realizar su obra. Desde luego, el autor es el creador, pero cuenta con
la ayuda de otros cuyas palabras, hechos, dichos, trabajos o tan solo
paciencia, cariño y apoyo permiten que un libro se haga realidad.
Quiero dar las gracias primero a mis padres. A mi madre, por
infundirme el amor hacia los animales y el respeto hacia todas las demás
formas de vida, todas las criaturas y creaciones de Dios; por insistirme en que
los perros deben comer de forma natural como lo han hecho siempre. A ella
le debo haber emprendido la gran aventura de alimentar a los animales a mi
cargo con aquello que la naturaleza pretendía para ellos, a pesar y en contra
de mi entorno y la comunidad veterinaria.
A mi padre quiero agradecerle el amor y respeto que me infundió por la
naturaleza, su poder y su magnificencia. Por animarme y ayudarme a ver
siempre el lado positivo de las cosas.
A mi marido, Clemens, desearía darle las gracias sobre todo por su
apoyo incondicional en este proyecto y en todos los que me propongo; por
estar detrás de todas mis locuras y ayudarme a razonar cuando pierdo el
oremus o me enciendo ante las injusticias de este mundo. Sin él, hubiese
perdido el equilibrio hace tiempo en un mundo como el de la protección
animal.
A mis hermanas, Jessica y Melanie, me gustaría mostrarles mi
agradecimiento por quererme, respetarme y aceptarme, a pesar de todas esas
ideas raras que tengo y que van en contra de muchas corrientes.
A mi suegra, Daniela, que fue, junto a mi madre, la persona que nos
animó a gestionar Canópolis y a crear la Fundación Trifolium. Sin su apoyo
nada de esto hubiese sido posible, y yo no podría escribir con tanta
experiencia adquirida sobre el cuidado de animales abandonados.
Quiero dar las gracias también a mi equipo, esas personas que trabajan a
diario en el refugio, que se dejan la piel para dar lo mejor de ellos a esos
animales que tenemos a nuestro cargo, caiga lo que caiga, trabajando a la
intemperie y asumiendo con dignidad el drama de los animales abandonados.
Quiero agradecerles el entusiasmo que demuestran cuando comparto
experiencias con ellos y aprenden de alimentación y terapias naturales
conmigo y en Canópolis.
En especial, mi agradecimiento a Vanessa Alba, la persona que
actualmente lleva el bienestar de los animales en el refugio y la que me ha
empujado a mejorar la dieta de los perros en los últimos años. Gracias a ella,
los perros ahora comen un menú variado, y por ello he podido compartir mi
experiencia en este libro.
Quiero agradecer el apoyo y el entusiasmo de mis compañeras Nuria
Santamaría, Pilar Martín y Silvia Acebes, que siempre están ahí apoyándome
en todo lo que me proponga para mejorar la vida de los animales. Son mis
mayores fans y mis mejores amigas.
A Marita Casasola le agradezco haber compartido conmigo mucha de su
infinita sabiduría sobre la acupuntura, la historia lejana y los antiguos
maestros: en sus cursos, en sus libros y en esas incontables sesiones desde
2003 en las que me ha pinchado a mí y a mis perros. Gracias a ella se han
curado muchos de los animales a mi cargo y viven con mejor calidad de vida
hasta el final. Pero, además, gracias a Marita supe reconocer la magia de los
animales, que la comunicación existe entre la naturaleza y sus criaturas más
allá de las palabras; solo tenemos que volver a escuchar y recordar el
lenguaje olvidado, el legado de los antiguos. Comparto en este libro su
famosa receta china del congi para fortalecer los huesos y los riñones.
Quiero agradecer a Domingo Vida que haya colaborado en este libro con
su prólogo. Él fue el primer veterinario que conocí en España que defendía la
alimentación y las terapias naturales en animales. Hemos colaborado en
talleres y conferencias sobre estos temas y admiro mucho su coraje en un
entorno hostil. Añado aquí a otra veterinaria a la que quiero mucho y que me
ha prestado su gran ayuda con una larga lista de animales que ha tratado y
salvado. Amparo Mompó ha sido la veterinaria de Trifolium desde 2001. Fiel
a su ciencia, se convenció del poder de la naturaleza y sus medicinas viendo
cómo mejoraban los animales de Canópolis. Es acupuntora y homeópata, y
ahora es ella quien me enseña a mí.
Quiero agradecer el valor de todos los veterinarios (citados y no citados)
que se enfrentan al actual paradigma por el amor y el bienestar de los
animales. Personas como Mercè Jiménez, quien se atrevió a crear el primer
portal en España sobre terapias y alimentación natural para animales: Vida
Natural Animal (http://vidana turalanimal.com). Gracias a ella, los
propietarios de animales de compañía cuentan con una fuente extraordinaria
de información en castellano, así como un directorio de profesionales que
incluyen en sus currículos las terapias naturales y la nutrición natural.
Quiero dar las gracias a Francesc Ribes, el editor que me propuso
emprender este proyecto y me ha animado durante todo el camino, y a Olga
García, su compañera, que ha colaborado en la edición de los textos. Les
agradezco que tú puedas ahora tener este libro y que tus perros puedan ser
más dichosos por ello. Gracias también a La Esfera de los Libros, la editorial
que supo reconocer que en castellano no existen libros de esta categoría y hay
muchas personas necesitadas de esta información.
Quiero, finalmente, darte las gracias a ti. Comprar este libro significa
tres cosas para mí. Una, que eres un amante de los animales, y este mundo
necesita gente como tú. Dos, que quieres tanto a tu perro que deseas darle lo
mejor, porque reconoces que es uno de los mejores amigos que tienes a tu
lado. Y tres, porque los animales al cuidado de la Fundación Trifolium y más
allá se beneficiarán con lo que yo gane de la venta de este libro.
¡Gracias a todos!
Por último, quiero dar las gracias a los animales. A todos. Son mis
mejores maestros y guías. Son mi inspiración. Están en mi corazón y alientan
mi alma. Son mi razón de ser.
Prólogo
En 1995 llegué a España desde Londres con una mente muy cartesiana. Para
mí, lo mejor para alimentar a los perros era el pienso que me recomendaba el
veterinario. No albergaba ninguna duda de que esas bolitas estaban
perfectamente estudiadas y equilibradas para que los animales tuvieran una
salud óptima y una larga vida.
Ese mismo año había enterrado a mi primera perra, una golden retriever
que, con tan solo cinco meses, fue atropellada en Suiza ante mis ojos. Ya en
Barcelona, buscaba el mejor criadero de goldens porque no podía soportar el
vacío que había dejado su temprana muerte. Pero mi vida cambió cuando
tropecé con mi primer perro abandonado. Un buen día, entre unos matorrales,
desvalido y hambriento, encontré un cachorro que cambiaría mi destino. En
aquella época, mi marido y yo planeábamos abrir un hotel en Barcelona,
pero, paseando por la playa, este recién llegado se enamoró perdidamente de
otra perra abandonada, y no la pudimos dejar allí. Ya eran dos y al poco
tiempo, tres. Había perros abandonados por todas partes.
El sueño del golden se esfumó, y el del hotel no tardó mucho más
cuando comprendimos que debíamos hacer algo frente a tanto perro
abandonado. Mi madre me habló de un refugio llamado Canópolis que estaba
en los altos del Garraf: se hallaba al borde del desahucio y necesitaba ayuda
para sus doscientos animales. Por otro lado, mi suegra nos animaba a dejar el
proyecto de negocio por uno altruista. Y así lo hicimos. En 1998 los perros
abandonados que vivían en casa ya eran cinco, y creamos la Fundación
Trifolium-Todo por los Animales. Mientras tanto, empezamos a acometer las
mejoras de Canópolis y luchamos en los tribunales para que ese refugio fuera
legal y estuviera protegido de los intereses económicos de la cementera
vecina. Así, con el cambio de milenio, Canópolis se convirtió en el principal
proyecto de Trifolium, un refugio singular, un proyecto para inspirar, una
plataforma para concienciar.
Con mi poca experiencia con respecto a la salud y bienestar de los
perros, Canópolis me empezó a enseñar desde el primer día. Ha sido mi
mejor escuela… Como decía al principio, yo venía de Inglaterra pensando
que para alimentar a los perros no podía haber mejor opción que aquello que
me recomendaran los veterinarios, esos profesionales y científicos que habían
pasado por la universidad, como yo. En el Canópolis de entonces, las
personas que llevaban ese refugio sin recursos alimentaban a los perros con
un cocido que hacían ellas mismas con carcasas trituradas y arroz partido. A
mí me parecía una alimentación precaria, de pobres, de otro tiempo. En la era
moderna ya se habían superado esas limitaciones y ahora existía una
alimentación estudiada y perfecta. Eso fue lo primero que cambié al tomar las
riendas de Canópolis.
Las grandes ollas se convirtieron en bebederos comunes y empezamos a
buscar fabricantes de piensos que nos pudieran abastecer con grandes
cantidades para alimentar a los ciento ochenta perros y sesenta gatos de
entonces. Probamos una marca, y todos tuvieron diarrea; probamos otra, y
pronto aparecieron las alergias en la piel. Entonces decidí invertir en pienso
de gama alta. Ese primer verano, la plaga de garrapatas fue de proporciones
épicas, y las heces de los animales estaban llenas de gusanos intestinales.
Unos adelgazaban, otros engordaban. La cantidad de excrementos que
recogíamos se triplicó en pocos meses. Era evidente que algo no iba bien, ni
con los piensos más caros.
Mi madre me recordaba que, hasta hacía bien poco, los perros se habían
alimentado con las sobras caseras o con el cocido de toda la vida a base de
carne, arroz y verduras. La perra dálmata con la que yo había crecido había
vivido sana hasta su último día, a los catorce años, alimentada con eso
precisamente. Ella me animó a volver a cocinar para los perros. Y eso me
propuse. En casa, mis cinco perros empezaron a comer cocido casero, y en el
refugio monté unas grandes ollas de acero; busqué proveedores que nos
sirvieran carne de pollo triturada; el arroz venía directamente del Empordà,
de Molí de Pals, e instalé unos congeladores para guardar verduras ya
congeladas.
Por aquel entonces, llegó a mis manos un libro que cambió mi modo de
pensar: The Natural Remedy Book for Cats and Dogs, de Diane Stein. Fue la
inspiración para emprender un camino hacia el cuidado holístico de los
animales y para que hoy en Canópolis, aparte de alimentarlos con comida
natural, los animales se traten con terapias naturales.
Ese libro abrió mis ojos y descubrí así el oscuro mundo de la
alimentación industrial para animales y su potente marketing, destinado a
convencer y adoctrinar no solo a nosotros, los consumidores, sino a las
universidades patrocinadas por estas mismas empresas, donde los veterinarios
aprenden a pensar que la única alimentación sana y equilibrada es a base de
bolitas prensadas a altas temperaturas, extrusionadas y rebozadas con grasas
y sabores para deleitar los paladares de nuestros pobres animales.
Desde entonces no he dejado de investigar sobre la mejor forma de
alimentarlos, partiendo de la idea de que la clave de la salud está en lo
natural. Me esfuerzo para que los animales que están a mi cargo coman lo
mejor posible, con ingredientes frescos y, a ser posible, ecológicos. El pienso
queda relegado a la condición de lo que, para mí, sería una pizza congelada
en situaciones de emergencia —si no hay otra opción, qué le vamos a hacer
—, pero nunca como alimento básico.
En este libro me he propuesto compartir mi experiencia y los años de
investigación, para que todos cuantos estén dispuestos a escuchar o leer
puedan tomar decisiones bien informadas, por el bien de sus animales y para
que cada vez sean más los que vuelvan a comer de forma natural y sana.
Somos lo que comemos. Creo que eso lo entendemos todos, y por eso
existe una creciente tendencia hacia lo natural y equilibrado. La información
sobre la alimentación sana en humanos es abundante. Nos vamos dando
cuenta de que la industria ha tomado las riendas de nuestra nutrición porque
se las hemos entregado. Nuestro estilo de vida requiere comida rápida y
precocinada. Pero ¿a qué precio? La ciencia nos procura información
detallada sobre nuestro sistema digestivo: las necesidades del organismo,
para qué sirven las vitaminas, los oligoelementos y los ácidos grasos, o cómo
funcionan las enzimas… Asimismo descubrimos que a los animales que se
crían para el consumo humano se les suministran antibióticos u hormonas, y
que sufren precisamente a causa de su condición de productos cárnicos;
sabemos también que las frutas y hortalizas ya no son lo que eran, pues
maduran en condiciones artificiales, en suelos pobres y llenos de sustancias
químicas. Así pues, buscamos mejores opciones, pero ¿y nuestros animales
de compañía?
En Estados Unidos y en Reino Unido, desde hace décadas, a pesar de
que los piensos siguen siendo la alimentación preferente para la mayoría de
los perros, existe un movimiento muy extendido hacia la alimentación
natural, ya sea cruda o cocinada. En estos países crece el número de
veterinarios que relacionan la alimentación a base de piensos con muchos
problemas de salud, y han descubierto que estos se reducen o desaparecen
con un simple cambio de dieta. Si en España estamos en la ida, en estos
países ya vienen de vuelta. Es decir, estas sociedades, en las que los animales
de compañía ya se alimentaban con piensos desde los años cincuenta, han
tenido unas décadas más que nosotros para poder observar lo que ocurre con
los piensos en más generaciones de perros. Aquí nos estamos empezando a
dar cuenta. Ya tenemos profesionales que comienzan a hablar de ello, y nacen
movimientos en Internet que atraen a un número cada vez mayor de personas
contrarias a los piensos.
Más adelante explicaré qué ocurre con los piensos y por qué no son
buenos para la salud de nuestros perros, pero ahora quiero concentrarme en
explicarte por qué es mejor cocinar para ellos.
2
En los casi veinte años que llevo alimentando a los animales a mi cargo, y a
partir de la investigación evolutiva que me ha llevado a ir mejorando la dieta
que comen mis animales, puedo decir, sin lugar a dudas, que, según mi
experiencia y opinión, los piensos son TODOS una forma insalubre de
alimentar a los animales. Presiento tu sorpresa porque, aunque muchos de los
que estáis leyendo este libro ya lo habéis comprobado, la mayoría creéis que
los piensos de gama alta, con formulaciones naturales o grain free, no pueden
ser tan malos. Pero os aseguro que incluso las fórmulas mejor pensadas, las
más estudiadas y las que mejores ingredientes contienen, todas ellas merecen
esa calificación.
CAMBIO DE PARADIGMA
HACER EL CAMBIO
Hemos visto por qué tiene sentido cocinar para tu perro. También hemos
visto por qué es mejor dejar los sacos de pienso para momentos puntuales,
como tú y yo recurrimos a una pizza congelada o nos acercamos al
restaurante de comida rápida cuando no tenemos tiempo de cocinar. Bueno, a
decir verdad, estoy asumiendo que cocinas para ti y que utilizas ingredientes
frescos en tu dieta, pero quizás esté equivocada y quieres hacer un cambio
para tu perro pero no has pensado en ti. Quizás este libro te esté abriendo los
ojos, no solo para alimentar mejor a tu compañero de cuatro patas, sino que,
al mismo tiempo, te estoy animando a hacer el cambio junto con tu perro.
Espero que así sea y ambos ganéis en salud, volviendo a una dieta natural y
casera, hecha con conciencia y amor.
CARNÍVOROS, OMNÍVOROS
Y VEGETARIANOS
PROTEÍNAS
El perro, como animal depredador, necesita una cantidad alta de proteína de
buena calidad y fresca para desarrollarse y vivir. Las proteínas les permiten
crear células, enzimas, hormonas, ligamentos, tendones, etcétera.11
En las dietas naturales, las fuentes de proteína pueden venir de carnes
como pollo, pavo, ternera, cerdo y cordero, aunque no soy muy partidaria de
las últimas dos por su alto contenido en grasa, y, aunque te parezca extraño o
incoherente, no me los como ni yo, por la gran afinidad que tengo con estas
dos especies. En realidad, la carne de cualquier animal de caza puede servir
también, y de hecho se están utilizando las carnes de animales salvajes para
alimentar perros que han desarrollado alergias a las fuentes de proteína
convencionales. Por ello ahora se incluyen el conejo, el ciervo, el pichón, el
avestruz y el pescado a la lista de fuentes de proteína alternativas.
Las piezas de carne de músculo y huesos carnosos son las fuentes de
proteína más típicas en las dietas caseras. Las pechugas y muslos de pollo y
pavo, la carne para estofado, cuartos, piernas, lomos de vaca son muy
apropiados y se pueden conseguir en tacos o la carne ya picada. Lo mejor,
evidentemente, es acudir a una carnicería tradicional, seleccionar las piezas y
pedir que nos corten la carne o nos la piquen. En los supermercados la carne
ya viene preparada y envasada en bandejitas de plástico con su fecha de
caducidad, pero en el caso de la carne picada podemos encontrarnos con una
larga lista de aditivos que se han añadido al producto para garantizar su
conservación. Estos pueden incluir estabilizadores, colorantes y conservantes
artificiales, y no es idóneo. En el caso de la carne picada de pollo, hay que
comprobar atentamente que no lleve almidón de maíz, entre otros aditivos
misteriosos.
Algunos veterinarios a la vanguardia de la nutrición animal, como los
que estoy citando en este libro —Billinghurst, Pitcairn, Becker, Hamilton,
etcétera— recalcan en sus publicaciones la importancia de mantener el
equilibrio entre el calcio y el fósforo por las razones que he mencionado
antes. La carne es la mayor fuente de fósforo, y los huesos de calcio. Para
lograr este equilibrio, se dice que el perro debería consumir la correcta
proporción entre carne y hueso. Aquellos que alimentan a sus perros a base
de una dieta cruda (o BARF) siguen estas pautas y las tienen muy presentes.
La carne únicamente, sin materia ósea, representaría un índice de fósforo más
alto que el de calcio, y para equilibrarlo, el cuerpo del animal podría extraer
el calcio de los huesos para conseguir el ratio adecuado. Richard Pitcairn dice
que se debería suplementar el calcio en todas las recetas de forma natural o
artificial para que esto no ocurra. Saber exactamente cuánto fósforo hay en
una receta es casi imposible, a pesar de que profesionales como Pitcairn nos
aconsejen que el ratio debería mantenerse entre 1, 4 y 2 partes de calcio por 1
de fósforo —el pensamiento científico de estos veterinarios se refleja
asimismo en sus consejos y sus dietas—. Por mi parte, creo que, si llegamos a
este extremo, dejaremos de elaborar dietas caseras por miedo a causar
deficiencias en nuestros perros, ya que es imposible tal precisión. En mi
opinión, es tan sencillo como añadir un suplemento de calcio cuando
elaboramos una dieta casera, y hay varias formas accesibles para lograrlo. El
yogur es fuente de calcio, las algas como la espirulina y los huesos (de los
que hablo más adelante) también lo son. La cáscara de huevo machacada en
un mortero es un excelente suplemento de carbonato de calcio (puedes
encontrar la forma de elaborar este suplemento casero en la sección de
recetas). Estos alimentos constituyen una fuente de calcio adicional barata,
accesible y, lo más importante, de origen natural, whole food; es decir, en
estado completo y biodisponible. La suplementación con polvo de huesos es
muy común en Estados Unidos y existen muchas marcas que lo fabrican
como aditivo de calcio natural para perros. En España no es común.
Los órganos y las glándulas son magníficos recursos para una
alimentación rica en muchas sustancias, además de aportar proteína. Hoy en
día no es fácil encontrar estos recursos proteicos en los supermercados. En
estos establecimientos solo se venden los cortes de carne más populares. A
veces se pueden encontrar bandejitas con hígados de pollo o riñones de
cordero, pero poco más. Únicamente las carnicerías de barrio ofrecen
órganos, y a menudo hay que pedirlos con antelación. El corazón es mi
favorito porque es un órgano que no está involucrado en la digestión o
eliminación de alimentos, y por lo tanto contiene menos toxinas y metales
pesados. Desgraciadamente, encontrar alimentos libres de contaminantes es
toda una odisea, ya sea para nosotros o para nuestros perros. Buscar carne de
animales que no hayan sufrido las inmundicias de la cría intensiva12 o que no
hayan sido tratados con antibióticos y hormonas, o que no hayan sido
alimentados con transgénicos es tan difícil como caro. La carne ecológica aún
es un bien escaso en España y, cuando la encontremos, su precio será
exorbitante. Sin embargo, me consuelo con pensar que intento hacerlo lo
mejor posible, y siempre será mejor la carne fresca que pueda comprar en la
carnicería o en el súper que cualquier pienso o lata.
El pescado se está introduciendo cada vez más en la alimentación
canina, tanto en piensos como en recetas naturales y caseras. Existe una gran
variedad de pescados que se pueden utilizar, como la panga, la caballa, el
salmón, las sardinas, los arenques, el atún, la merluza y un largo etcétera.
Según tu presupuesto puedes probar unos u otros. En el apartado de recetas
encontrarás una de salmón y un suquet de pescado para tu perro que sirven de
alimento principal. Las sardinas, el salmón y el atún, tanto frescos como
enlatados en aceite de oliva virgen, pueden servir de suplementos en la dieta
de tu perro, ya que aportan una serie de nutrientes fundamentales, como la
vitamina D y aceites omegas, entre otros, todos esenciales para una buena
salud y que a su vez suelen ser deficientes. Se pueden conseguir aceites de
salmón, hígado de bacalao y sardinas, y añadirlos al plato antes de servir
como aporte adicional. No son fáciles de encontrar y su calidad puede variar.
Estamos hablando de aceites muy delicados que fácilmente pueden
estropearse y perder sus cualidades, sobre todo los ácidos grasos. Los aceites
rancios no son buenos y pueden convertirse en alimentos tóxicos. Prefiero
utilizar el pescado entero para evitar errores de manipulación en los aceites
envasados, salvo en el caso del aceite de hígado de bacalao destinado a
consumo humano que se presenta en perlas de gelatina, cuya integridad está
más garantizada. Perforar una perla y vaciar su contenido en el comedero
antes de servirlo es lo ideal. Cuanto antes se consuma y cuanto menos calor
experimente el aceite, mejor.
HIDRATOS DE CARBONO
En la dieta ancestral, los perros extraían los HdC de las vísceras de las presas.
De hecho, cuando un carnívoro caza, lo primero que se come son los órganos
digestivos, donde encuentra sangre, enzimas y alimentos vegetales como
grano y plantas. Los cereales que pudieran ingerir estos cánidos vendrían del
estómago e intestinos y se encontrarían en un estado predigerido, o
precocinado, que viene a ser parecido. Las proporciones, por lo tanto, serían
muy inferiores a las que comen los perros y gatos domésticos que se
alimentan de pienso cada día. Los perros que dejaron de ser salvajes y
comenzaron a ingerir las sobras del humano se han adaptado para comer
alimentos cocinados y con un mayor porcentaje de HdC, de los cuales los
cereales representan una cantidad superior a la del cánido que sigue una dieta
ancestral.
Los HdC son los alimentos que proporcionan una fuente de energía a
partir de la metabolización de cereal, fruta o verdura, que se convierten en
azúcares. Otra forma de explicarlo sería que los HdC son fuel para una rápida
combustión. Son alimentos necesarios para que los perros se desarrollen, pero
la proporción de estos en la dieta de los canes, como hemos visto, se
encuentra en pleno debate. Sin querer demonizar los HdC y los cereales,
como fuente de estos, creo que podemos llegar a un acuerdo moderado en el
que aceptamos que nuestros perros ya no son lobos ni animales salvajes
campando por la tundra o la estepa. Son animales domésticos que viven en
casas, se pasean por aceras y parquecitos, y son descendientes de muchas
generaciones de animales de compañía. Su dieta puede asumir un mayor
porcentaje de HdC. Sin embargo, la dieta de los perros —que no han dejado
de ser animales carnívoros— no puede continuar teniendo porcentajes tan
elevados como el 40-60 por ciento y hasta el 70 por ciento de materia vegetal,
de los cuales los subproductos de cereales comprenden la mayor parte. Ya
comenté anteriormente los problemas de salud que podemos generar en los
perros con una dieta tan rica en almidones y HdC de baja calidad.
Uno de los cereales que más me gusta es la avena. Comprada en copos,
es un excelente aporte de vitaminas B, es un cereal bajo en gluten y regenera
la mucosa intestinal. El arroz es el cereal que más he utilizado en las dietas
caseras, por ser más económico y accesible. Si es integral, mejor, aunque
alarga bastante el tiempo de elaboración de cualquier receta; no obstante, hay
arroces integrales precocinados cuyo tiempo de cocción es parecido al arroz
blanco. Alguna vez he usado la quinoa y el cuscús, pero muy de vez en
cuando. No sabría deciros, por ello, si son cereales que se podrían utilizar a
diario sin problemas, aunque el doctor Richard Pitcairn los incluye en sus
recetas, lo que puede ser una buena señal de que están indicados como
cereales aceptados en la buena nutrición natural para perros.
La mejor fuente de HdC son las verduras y las frutas, sin lugar a dudas.
Bajo esta categoría existen verduras y frutas que son indigestas para los
perros y, aunque no estoy diciendo que no se las des nunca, es mejor evitarlas
o añadirlas a la dieta en pequeñas cantidades. En la lista de verduras que no
utilizo porque, según mi experiencia, parecen irritar el sistema digestivo del
perro incluiría los pimientos, las cebollas,13 las berenjenas y el repollo.
Frutas como las cerezas, las ciruelas, las naranjas y los kiwis parecen
tener el mismo efecto. Las verduras que posiblemente sientan mejor son las
acelgas, las espinacas, el calabacín, el tomate, la calabaza, la patata y los
boniatos,14 los nabos, la zanahoria (bien cocida para que la puedan digerir
bien), los espárragos, la remolacha, el tomate y el apio (en poca cantidad y en
trozos muy pequeños porque puede estropear toda una receta si el animal lo
rechaza por su fuerte sabor y textura; se puede rehogar una rama y retirarla
después para que el perro se beneficie de sus propiedades sin que le disguste
el plato). Las mejores frutas son las manzanas y las peras, que se pueden
añadir al cocido, porque tienen buena sinergia con la carne y son frutas muy
suaves para el sistema digestivo. Como premios, si a tu perro le gusta la fruta,
los melocotones, la sandía, el plátano, las mandarinas y los arándanos, entre
otros frutos del bosque, parecen gustarles a muchos perros con predilección
por la fruta.
GRASAS
A pesar de la mala prensa que tienen las grasas en algunos medios de
comunicación, tanto tú como tu perro las necesitáis. Las grasas proveen
vitaminas y ácidos grasos esenciales. Una cantidad de grasa moderada ayuda
a mantener lubricadas las articulaciones, el cerebro y los ojos, y se necesitan
para muchas funciones celulares. El pelo y la piel precisan de las grasas para
estar en un estado óptimo, y son fundamentales en los procesos de
cicatrización. De donde vengan esas grasas es otro tema. Mencionaba en el
apartado sobre los piensos que las grasas trans son un peligro para la salud,
mientras que las grasas mono y poliinsaturadas son beneficiosas en diversos
niveles. La carne fresca aporta grasas saludables, en su justa medida. No
obstante, hay que comprobar que el corte de la carne, o la carne picada que se
utilice, no contenga demasiada.
Otros alimentos grasos muy interesantes son el aceite
de oliva virgen, aceite de onagra y el de borraja,15 como el
aceite de salmón o el aceite de hígado de bacalao, que he
mencionado brevemente en el apartado sobre las proteínas.
Por lo general, yo utilizo el aceite de oliva virgen para
cocinar, por razones económicas y logísticas. Lo compro
en cualquier sitio. Es fácil encontrarlo ecológico y de
primera presión en frío, que es lo más beneficioso, pues
estará libre de elementos químicos y mantendrá todas sus propiedades. Los
aceites de pescado son caros si son de buena calidad. Son inestables y se
oxidan con rapidez, y resultan difíciles de encontrar (los buenos, me refiero).
Está muy de moda dar a los perros aceite de salmón, pero ojo con la calidad y
estabilidad de este, porque existen productos que están adulterados para
conservarse en el envase durante más tiempo. Otro aporte de grasas son las
sardinas (frescas, mejor que enlatadas), que poseen igualmente muchos otros
nutrientes fundamentales para una dieta óptima, como la vitamina D,
importante para adherir calcio a los huesos. Aportan cantidades interesantes
de vitaminas B6 y B12, así como fósforo y hierro.
No hay que tener miedo a las grasas si podemos escoger fuentes que
sean de alta calidad, frescas y poco manipuladas. Al revés, debemos
incluirlas y añadirlas con moderación para que conviertan la dieta natural en
un alimento completo e ideal.
HUESOS
En las últimas décadas, los huesos han pasado de ser un alimento habitual y
natural para los perros a entrar en la lista de alimentos peligrosos. Pero, a
pesar de su mala fama, son fundamentales en la nutrición canina. La cuestión
es saber cuáles y cómo darlos para que no supongan un problema.
Desde siempre todas las especies caninas han comido huesos. Como
carnívoro y parcialmente carroñero, el perro necesita sobre todo el aporte de
calcio que supone ingerir cierta cantidad de materia ósea. En la era de la
alimentación a partir de piensos que experimentamos actualmente, el perro ha
perdido casi totalmente la costumbre de roerlos, y muchos pueden padecer
problemas por ello. La cantidad de perros con exceso de sarro y gingivitis es
pandémica. He oído y leído en varios sitios que comer pienso limpia los
dientes de los animales, sin que corran el riesgo que supone roer huesos.
Según estas fuentes, los huesos se pueden astillar y provocar obstrucciones y
laceraciones en el tracto intestinal. Y es cierto si nos referimos a huesos
cocidos, sobre todo de pollo, cerdo y cordero, y si el perro no sabe comerlos
porque no tiene suficiente práctica y no se le ha enseñado a hacerlo, o los
come con el estómago vacío. Pero pensar que el pienso es un alimento que
mantiene la dentadura de tu perro en perfecto estado es una fantasía. Por lo
general, el perro mastica algunas galletas, pero la mayoría las engulle enteras
sin rozar ningún diente. Los azúcares añadidos, y el exceso de HdC en estos,
que también se convierten en azúcares, provoca la proliferación de bacterias
en el sistema digestivo, que se manifiesta, de entrada, en la boca del perro. La
cantidad de almidón que contienen los piensos es la causante de que hoy en
día el 85 por ciento de los perros sufra enfermedades periodontales y se
tengan que someter a limpiezas periódicas bajo anestesia (nada saludable), o
que sus dueños tengan que recurrir a los productos de higiene dental que se
inventa la industria alimentaria de mascotas para paliar un problema que está
fuera de control.
Los huesos son excelentes cepillos de dientes para los perros. Solo hay
que ver la dentadura de un animal al que se le da la oportunidad de roerlos.
Te animo a que realices el experimento. Tan solo en un mes verás cómo la
dentadura de tu perro cambia y este luce unos dientes blancos y brillantes, así
como unas encías sanas. Por otro lado, los huesos, como decía, constituyen
un aporte de calcio fundamental. Sin ellos, una dieta natural podría ser
deficiente, y tu perro correría el riesgo de padecer un desequilibrio entre
fósforo (presente en la carne y el pescado) y calcio. Según el doctor Hiromi
Shinya, el sistema intenta establecer un equilibrio entre estos dos minerales
para mantener el pH en el cuerpo. Para compensar un exceso de fósforo, en
una dieta con mucha carne, el cuerpo extraerá el calcio de los huesos para
conseguir ese equilibrio y alcalinizar el pH. Sin huesos, la dieta necesita un
suplemento de calcio de alguna fuente alternativa, pero se sabe que las
fuentes de calcio artificiales son difíciles de asimilar, porque se encuentran en
un estado inorgánico. Es muy difícil saber qué cantidad de calcio se debe
aportar como suplemento a un perro, de modo que se corre el riesgo de que
este experimente una deficiencia o un exceso. El remedio puede ser peor que
la enfermedad. Como dice el veterinario Ian Billinghurst, el calcio de origen
natural es asimilado correctamente por el sistema del perro. Ese sistema
inteligente sabe cuánto calcio necesita y elimina el resto sin dificultad.
Cuando el aporte de calcio es inorgánico, es decir, de suplementos
artificiales, el cuerpo no reconoce la fuente de calcio correctamente y se
pueden crear deficiencias o excesos de este mineral que no puede asimilar o
eliminar correctamente.16
Dar a los perros huesos carnosos está en pleno auge en las dietas BARF
(crudas). Se cree que estas piezas cárnicas aportan calcio y fósforo en
proporciones equilibradas, y se evita así la descompensación entre estos dos
elementos. Yo no tengo experiencia en este ámbito, por lo que solo puedo
sugerir que investigues más por tu cuenta para averiguar si lo que prefieres es
seguir una dieta cruda o ancestral. Lo que yo puedo hacer es compartir
contigo mi experiencia dándoles hueso de rodilla y caña de vaca a los perros
—los huesos deben estar siempre crudos, a excepción de los de caña de vaca,
que pueden darse cocinados—. De hecho, estos son los únicos tipos de
huesos que recomiendo, ya que nunca me han dado ningún problema, y mis
perros disfrutan de los ratos que se les permite roer estas piezas.
Frutos secos como las nueces, las almendras y las avellanas crudas pueden
ser un excelente premio para los perros que les gusten. No constituyen un
ingrediente esencial en la dieta del perro, pero aportan nutrientes interesantes
como aceites omega, proteína, vitaminas, minerales y fibra. Las semillas de
sésamo o lino, espolvoreadas de vez en cuando en el plato del perro, ofrecen
las mismas propiedades que los frutos secos. La linaza merece especial
mención por su contenido en lignanos, sustancia que se ha mencionado como
potente anticancerígeno y antioxidante.
CONDIMENTOS
Además de dar sabor a la comida, los condimentos —sal,
hierbas aromáticas, especias— se pueden utilizar como
complementos nutricionales o fitoterapia (medicina con
plantas). La sal marina sin refinar (de venta en
herboristerías) proporciona oligoelementos y sales
minerales que el cuerpo necesita para muchos procesos vitales. Aunque corre
por ahí la leyenda urbana de que la sal es mala para los perros, una vez más,
se trata de una cuestión de cantidad. Una pizca de sal en el guiso que se vaya
a preparar, aparte de potenciar el sabor y extraer los jugos de los ingredientes
para que estos se mezclen mejor, es beneficiosa y necesaria. En el glosario al
final del libro he incluido una lista de alimentos llamados nutracéuticos, en la
que se recogen las propiedades que poseen diversas hierbas aromáticas.
Añadidas a la comida de tu perro, las hierbas le darán un toque de sabor
distinto para recetas que pueden ser similares y acabar aburriendo al perro.
Especias como la cúrcuma, poseen propiedades medicinales que también
expongo al final del libro. Como la sal y las hierbas, harán que los menús que
prepares a tu perro sean diferentes y estimulantes, y asimismo terapéuticos.
LEGUMBRES
A pesar de que Baïracli Levy y Pitcairn incluyen legumbres en sus recetas
(las recetas vegetarianas las utilizan como fuente de proteína a cambio de
eliminar carne de la dieta), yo no soy muy partidaria. Aunque son conocidas
como fuente de proteínas, hierro, sales minerales, etcétera, en algunos casos
pueden producir flatulencias, irritar la mucosa intestinal y, francamente,
podemos encontrar otros grupos de alimentos que aporten los mismos
nutrientes sin estos inconvenientes. Las legumbres son un alimento que se
desarrolló sobre todo en los países del entorno mediterráneo, cuando la carne
y el pescado eran escasos, y suplían así estas fuentes de proteína. Hoy en día,
la carne y el pescado abundan, y no son demasiado caros. Si tu presupuesto
no te permite comprar carne, o tienes muchos perros y darles esta fuente de
proteína es una ruina, puedes darles legumbres sin miedo. Hemos visto que el
perro es un animal con una capacidad adaptativa envidiable y, si las
introduces en su dieta poco a poco, no creo que tengas problemas, excepto el
inconveniente de las flatulencias. Pero prefiero que les des legumbres y
menos carne por una cuestión de presupuesto, antes que volver al pienso o las
latas y sufrir flatulencias aún más apestosas y las consecuencias de una
alimentación tan deficiente para tu perro. Yo les he dado muchas veces el
resto de mi potaje de lentejas o alubias, y a algunos les encanta. Pero de esta
forma, puntualmente, y por no tirar las sobras. Hay recetas por ahí que las
incluyen cocidas y hechas puré. Pero insisto en que no son necesarias para
que tu perro esté sano. Es solo mi punto de vista.
PROBIÓTICOS
Se trata de uno de los pilares de la vida en el planeta. Los probióticos son una
familia de bacterias que se encuentran en todos los procesos digestivos y
regeneradores, y gracias a ellos, la vida medra. Hoy en día nuestra exposición
a los contaminantes del aire, el agua y los alimentos nos ha llevado a sufrir su
carencia, que conlleva nuestro envejecimiento prematuro, el de nuestros
animales y nuestro medioambiente.
Teruo Higa es otro de mis científicos japoneses de referencia, como
Masaru Emoto (Mensajes del agua) o Hiromi Shinya (La enzima prodigiosa),
que ya he mencionado en varias ocasiones. Profesor de la Universidad de las
Ryukyus, en Okinawa, Higa estuvo años experimentando con fermentaciones
de microorganismos para buscar algo natural que pudiera reemplazar a los
fertilizantes químicos, y descubrió lo que hoy se conoce como tecnología EM
(Effective Microorganisms o Microorganismos Efectivos). Su particular
mezcla de levaduras y bacterias acidolácticas y fototrópicas ha revolucionado
el mundo agrario, ganadero y, más recientemente, el sector de la limpieza y la
desinfección, así como la salud humana y animal. En España aún no son muy
conocidos, pero estos microorganismos se utilizan en numerosos países y con
mucho éxito en una gran variedad de aplicaciones que incluyen el bienestar y
salud animal y humana (www.emearth.com).
Gracias a una compañera de acupuntura, decidí probar esta mezcla en mí
misma en 2004, con el resultado de que mi piel, mi sistema digestivo y mi
pelo experimentaron un cambio positivo y radical en tan solo dos semanas.
Como te puedes imaginar, no tardé nada en pedir suficiente cantidad de esta
fermentación para probar en los animales de Canópolis. Los resultados fueron
aún más increíbles. Los perros y gatos empezaron a mostrar un aspecto
rejuvenecido: pelo brillante, limpio, lustroso… Las heces que recogemos a
diario mejoraron aún más al comenzar con EM: eran compactas e inodoras.
Compostamos los excrementos de los animales en el mismo refugio, y
nuestra sorpresa fue que ese lugar apestoso dejó de serlo en tan solo un par de
meses. Las heces de los perros se descomponían con rapidez. En definitiva,
eran signos de que el sistema digestivo de nuestros animales había mejorado,
estaban asimilando mejor los nutrientes de su alimentación: el cocido casero,
que, si ya es infinitamente mejor que el pienso, ahora, con los EM, ¡era la
bomba! Mis animales son la viva imagen del poder de los probióticos.
Desde entonces no hemos mirado atrás y decidimos ampliar el espectro
de usos de los EM en Canópolis. Fregamos con ellos los suelos de las
estancias del refugio, y nunca huelen (de hecho, la gente que nos visita se
sorprende de la ausencia de malos olores, ni en las estancias de los gatos, que
sería característico de una protectora). Fumigamos el entorno con esta mezcla
y hemos reducido la cantidad de moscas y garrapatas entre un 60-80 por
ciento según el año y la frecuencia con la que fumiguemos. Bañamos a los
perros inválidos con los EM y frenamos la incidencia de llagas o problemas
de irritación de la piel en estos perros con poca movilidad.
La idea es que, aportando una cantidad de microorganismos de este tipo
al cuerpo y al entorno de tu perro, estás ayudando a que estos microscópicos
aliados se coman todas las materias en descomposición o contaminantes para
convertirlos en sustancias antioxidantes al digerirlas. Son unos auténticos
héroes para nuestra época.
Según Higa, existen tres tipos de bacterias: las buenas, las malas y las
neutras. En un ambiente de putrefacción, abundan las malas, por lo que las
neutras deciden unirse a estas por resonancia. Sin embargo, si a este
escenario añadimos una cantidad adecuada de EM, esas bacterias neutras se
aliarán con las EM para transformar el proceso de putrefacción en uno de
regeneración. ¿No es maravilloso?
La razón por la que incluyo toda esta parrafada en este apartado de un
libro de cocina para perros es porque, para mí, la suplementación con EM es
fundamental tanto para la buena alimentación de tu perro, como para la de
cualquier ser vivo. En casa, nosotros, mis perros, mis caballos, mi huerto y
mi jardín, todos bebemos EM. Los cambios espectaculares que he visto tanto
en mí misma como en mis animales me llevan a animarte a convertir la
suplementación con EM en algo natural y cotidiano.
Rayo es un caballo que llegó a mis manos todo piel y huesos, con
problemas serios de malnutrición. Con una dieta rica en calorías y proteínas,
Rayo comenzó a ganar kilos y en un año había recuperado casi totalmente su
peso normal. Pero sufría de flatulencias y borborigmos exagerados, y empezó
a desarrollar un problema de piel importante en casi todo el cuerpo. Probé
todo lo natural que tenía a mi alcance, y me resistía a darle antibióticos y
esteroides. Resonaban en mi cabeza las palabras del doctor Don Hamilton
acerca de que enmascarar afecciones en la piel con medicamentos paliativos
solo haría que el problema surgiera más tarde con más fuerza, o que esas
toxinas que el animal eliminaba por la piel fueran a comprometer algún
sistema vital, al profundizar con la química supresora. Solo me faltaba probar
los EM. Era una época en la que había perdido el contacto con mi distribuidor
y estábamos buscando otro. Al final, decidí lanzarme a seguir las
instrucciones en la página web www.emearth.com en la que explican cómo se
pueden fabricar y reproducir los EM en casa. Ahora compramos la esencia
madre EM-1, la mezclamos con melaza de azúcar y agua, y la dejamos
fermentar entre siete y catorce días (depende de la época del año y la
temperatura ambiente). Empecé a darle a Rayo estos EM mezclados en su
ración de avena. Al cabo de un mes, el animal había mejorado notablemente
de su afección cutánea, pero lo más espectacular fue cómo consiguió ganar el
peso que le faltaba y cómo le brillaba el pelo. Al cabo de dos meses estaba
enviando fotos de la total recuperación de Rayo a alumnos y compañeros.
Si no tienes acceso a los EM, los probióticos en sí se consiguen de
muchas maneras. El yogur, el kéfir y los suplementos en cápsulas se
encuentran en los supermercados y las tiendas de productos naturales. Si
pueden ser de origen ecológico, mejor, claro. Los mamíferos necesitamos un
equilibrio en la flora intestinal, y el estrés y la contaminación son los
principales causantes de que haya tantas personas y animales con problemas
digestivos que desencadenan un sinfín de procesos de intoxicación, alergias y
envejecimiento prematuro. Tu perro debería tener acceso a un aporte
suplementario de EM para ser un animal sano. Al final del libro me extiendo
en cómo y qué propiedades poseen los probióticos, para que entiendas mejor
cómo funcionan y cómo utilizarlos.
8
CRUDO O COCINADO
NECESIDADES NUTRICIONALES
LA PIRÁMIDE ALIMENTICIA
Decíamos hace unas páginas que los perros necesitan proteína, grasas y
carbohidratos como pilares esenciales de su alimentación. A partir de estos,
podemos extendernos en otros elementos nutricionales, como vitaminas,
minerales, aminoácidos, aceites grasos esenciales, enzimas y probióticos, que
son los nutrientes de los que la ciencia tiene constancia en este momento. Lo
digo así porque la noción de los aceites omega o de las enzimas es reciente,
por lo que no podemos estar seguros de que está todo dicho en el ámbito de
los nutrientes de los alimentos. Es posible que en el futuro se sigan
descubriendo otros, como se descubrió que la taurina es fundamental para
evitar cardiomiopatías en los gatos, o que los problemas osteoarticulares en
los perros pueden estar relacionados con un exceso de fósforo en su
alimentación. Solo ahora empezamos a comprender cómo funcionan las
enzimas y el papel tan importante que desempeñan los probióticos en la
absorción de nutrientes del intestino al sistema sanguíneo.
Ciencia aparte, particularmente sigo una pirámide alimenticia muy
básica y sencilla de comprender. Se trata de saber qué grupos de alimentos
necesitan los perros de más a menos, en proporciones variables dentro de
unos parámetros que siguen la dieta natural, ancestral y evolutiva. Esta
pirámide es la que marca las cantidades en las recetas de este libro, y es la
que recomiendo para los perros.
70-85 por ciento CARNE, VÍSCERAS Y HUESOS.
5-15 por ciento VERDURAS/PLANTAS.
0-5 por ciento FRUTAS.
0-5 por ciento CEREALES, LEGUMBRES Y FRUTOS SECOS.
0,5-1 por ciento SUPLEMENTOS NUTRICIONALES BIODISPONIBLES.
LA DESPENSA: INGREDIENTES
QUE DEBEMOS TENER EN CASA
Las verduras que más utilizo son calabacín, espinaca, acelga, nabo,
zanahoria, calabaza y tomate. Y con menos frecuencia compro apio, puerro,
hinojo, patatas y boniatos.
Tanto en el refugio como en casa, solemos emplear hierbas aromáticas
como condimento, pero también como fitoterapia (medicina a base de
plantas). En el último apartado del libro puedes consultar las propiedades de
las hierbas que más uso: tomillo, romero, salvia, perejil y cúrcuma.
12
TRUCOS Y ATAJOS
Para aquellas personas a las que se les hace un mundo el tema de la verdura
—lavarla, rallarla…— un atajo supondría recurrir a las acelgas y las
espinacas en bolsa. Incluso he visto paquetitos de verdura rallada en algún
que otro supermercado. Sale más caro, eso sí.
Otro truco es comprar cremas de verduras precocinadas (en bote de
cristal o tetrabrik), que se añaden al final de la cocción de la carne. También
se puede acortar el tiempo de elaboración comprando bandejitas de sopa
juliana deshidratada, preparada a partir de una mezcla de verduras. Si te ves
en un apuro, puedes elaborar una receta básica poniendo a hervir cierta
cantidad, según el tamaño de tu perro, luego salteas la carne, añades las
verduras, un chorrito de aceite, una pizca de sal y ¡listo! No te preocupes por
si lleva cebolla. Un poco de cebolla no va a matar a tu perro, ni le va a
provocar anemia de Heinz, sobre todo si está deshidratada y no la come en
grandes cantidades cada día.
Estos consejos son para utilizar cuando hay prisa y poco tiempo.
Disponer de estos ingredientes en la cocina te puede sacar de un apuro sin
comprometer la alimentación de tu perro en esos días en que llegas tarde del
trabajo, tienes algún compromiso por la noche y solo te da tiempo a dar una
vuelta con él y prepararle algo rápido. Pero hay que ser conscientes de que
con estos atajos, aunque son mejores opciones que abrir un saco o una lata, el
perro recibe menos nutrientes que si comiera verduras frescas.
13
MATERIAL Y UTENSILIOS
Además de los típicos utensilios de cocina, como cuchillos, una tabla, una
cazuela y una sartén, necesitarás también una báscula al principio para poder
elaborar las recetas. Una vez que adquieras más experiencia, acabarás
cocinando a ojo, como yo, y quizás ya no la necesites. Para preparar algunas
recetas (por ejemplo, los premios caseros), tendrás que usar una bandeja de
hornear y un vaso medidor para calcular las cantidades de algunos
ingredientes. Un rallador para las verduras es esencial, porque permite
manipularlas y cortarlas en tiempo récord. Una picadora manual puede ir bien
para el ajo y perejil, y un mortero, para triturar la cáscara de huevo, aunque,
si no se dispone de tiempo, quizás sea más útil la batidora para molerlo (se
podría usar también un molinillo de café, si cuentas con uno).
La batidora es ideal para poder pasar las verduras a puré si a tu perro le
cuesta comer verdura rallada. Yo no la uso, pero puede servirte en estos
casos. Si tu perro es mayor o está convaleciente, o padece alguna dolencia
bucal, pasar la comida por la batidora también es una opción. Así puede
seguir disfrutando de su comida natural sin que le suponga un problema
masticar.
Una olla exprés es otra herramienta de cocina que viene bien si tienes
que cocinar para varios perros grandes en poco tiempo. Este método de
cocción tiene el valor añadido de que permite que los alimentos se cocinen en
su propio jugo, y se pierden menos nutrientes. Las vísceras se cocinan un
poco más que las piezas musculares, por lo que hay que tener en cuenta el
tiempo que se dejan en la olla, para que no se pasen.
14
TÉCNICAS DE ELABORACIÓN
Y CONSERVACIÓN
Para que tu perro disfrute de una dieta variada y óptima, es conveniente que
organices, en la medida de lo posible, un menú semanal. Para ti será más fácil
realizar la compra, almacenar la carne en bolsas preparadas con la cantidad
necesaria para cocinar cada día o, como opción alternativa, uno o dos días por
semana y congelar el resto en fiambreras.
EL RECETARIO
Por fin llegamos a la parte más creativa de este libro: las recetas. Verás que
muchas de ellas llevan nombres de platos típicos de comida humana. No
quiero confundirte, porque, aunque parecidas, no se someten a los mismos
criterios que en la cocina que tú y yo nos llevamos a la boca (aunque yo me
comería más de una). Quería darles nombres familiares y divertidos, pues se
trata de convertir la comida de tu perro en algo cercano, cotidiano y natural,
con la que disfrutarás haciéndola, y tu perro, comiéndola. Mientras tanto, le
proporcionas una alimentación sana, fresca y equilibrada en el más amplio
sentido de esta palabra, porque empleas ingredientes que no han sido
adulterados y que contienen todas sus propiedades originales, que no pueden
nunca imitar o replicar las dietas industriales.
Tal vez no sepas cuánta proteína hay exactamente en ellas, pero sí que
esta es de la mejor calidad y que no contiene, por ejemplo, melamina.24
Quizás no sepas cuántas vitaminas del grupo B lleva, pero sabes que la que
está presente es orgánica y biodisponible. Puede que ignores la proporción de
calcio que pueda haber, pero, ante la duda, con un suplemento natural, a tu
perro no le va a suponer ningún riesgo porque se trata de calcio en formato
natural y podrá absorber lo que necesita y desechar lo que le sobra sin dejar
residuos en sus riñones, articulaciones o en la sangre.25 De todas formas,
como he comentado anteriormente, las recomendaciones de las cantidades de
nutrientes esenciales para una salud óptima en los perros varía tanto entre las
fuentes que es muy difícil unificar criterios.26 No obstante, yo sigo
investigando, y si mis recetas hace diez años eran de 40 por ciento carne / 50
por ciento arroz / 10 por ciento verdura, ahora, con más conocimientos y
experiencia, me inclino hacia unas proporciones de 70 por ciento carne / 15
por ciento arroz / 15 por ciento verdura en el refugio, y en casa, 85 por ciento
carne / 15 por ciento verdura y cereales variados. Las recetas que he reunido
aquí están basadas en estas proporciones, aproximadamente.
También verás que hay recetas de diferentes tipos para satisfacer
diversos tipos de dieta (tradicional, casera, grain free, ancestral). Hay un
poco de todo. No incluyo ninguna vegetariana porque los perros no son
vegetarianos, y la dieta vegetariana para carnívoros no me parece adecuada
para su especie. Aun así, este asunto se puede llevar a debate, porque hay
muchas personas que proporcionan dietas vegetarianas a sus perros y gatos y
están muy satisfechas (si te interesa este tema, puedes leer, en inglés,
Vegetarian Cats and Dogs, de James A. Peden). Expongo un par de dietas
básicas a partir de las cuales se puede elaborar un gran número de
variaciones, tan solo con cambiar el tipo de carne, el cereal y las verduras.
También he elaborado una receta que puede ser muy útil para animales
convalecientes o que padecen algún tipo de enfermedad.
Mientras escribo este libro, hay amigos y personas allegadas que me
están pidiendo recetas para todo tipo de problemas de salud. Me preguntan:
«¿Vas a incluir una receta para perros con alergias, diabetes, cáncer,
pancreatitis…?». Podría dedicar el libro entero a escribir recetas para
diferentes tipos de enfermedades crónicas que padecen hoy en día los perros.
Cuando me lo dicen, les pregunto en primer lugar qué es lo que están
comiendo sus perros en la actualidad. Casi todos me responden que pienso. A
esto contesto rápidamente que cambien a una alimentación natural casera, y
verán que no se necesitan recetas especiales, sino un cambio nutricional que
favorece el sistema inmune, ayuda al cuerpo a desintoxicarse, permite que el
animal pueda disponer de nutrientes en estado puro, probióticos, enzimas y
antioxidantes, todos esenciales y ausentes en sus dietas actuales.
Son muchos los casos de animales que mejoran de sus enfermedades
crónicas con un simple cambio de dieta. En el caso de las alergias, esto
incluye un cambio de fuente de proteína (como, por ejemplo, cambiar el pollo
por pavo), probar a eliminar los cereales, por si tuvieran algo que ver, y
sustituirlos por diferentes tipos de HdC como la fruta, las verduras y la patata.
En el caso de la pancreatitis, la solución sería elaborar recetas bajas en grasas,
sobre todo las trans, pero también en cereales, que, si os acordáis, pueden
sobrecargar el páncreas al convertirse en azúcares. Nada más. Para el cáncer,
lo mejor es lo más crudo posible, con el fin de que todos los alimentos estén
lo menos manipulados y más frescos, posible con objeto de que los
antioxidantes que poseen ayuden al sistema inmunológico, así como a
desinflamar los tejidos y desintoxicar la sangre y la linfa.
La diabetes está proliferando en perros, y aún más en gatos. Si esta
enfermedad se relaciona con una ingesta desproporcionada de azúcar, no es
de extrañar que los perros y gatos la estén manifestando con más frecuencia,
como lo están haciendo las nuevas generaciones de niños que no comen más
que cereales refinados y beben zumos cargados de azúcares. Leí
recientemente que en España se venden trescientas cincuenta mil toneladas de
pienso al año, de las cuales entre el 40 y el 70 por ciento son cereales y sus
subproductos, a modo de relleno barato. Quienes los fabrican y comercializan
no se dan cuenta, o sí, pero les da lo mismo, de que esa desproporción de
almidón está causando la lenta extinción del perro y el gato doméstico.
Proponerse, como lo estás haciendo tú, cocinar para tu perro no solo es el
futuro de la alimentación canina, sino que asegurará que esta especie pueda
seguir medrando y deje de estar en peligro de desaparecer por las
enfermedades que padece debido a su dieta actual.
Siento haberme ido por la tangente. Lo que quería decir sobre las recetas
especiales es que, básicamente, no son necesarias mientras el animal coma
natural y fresco y se adapten ligeramente a su estado.
Para los que tenemos poco tiempo, que somos casi todos, he conseguido
confeccionar una lista de recetas que se pueden elaborar en un máximo de 10
o 15 minutos, si uno se organiza bien. En realidad, las recetas grain free son
las más rápidas, porque no incluyen el tiempo de cocción de los cereales, a
los que nadie les quita los 15 minutos mínimo que necesitan. Un atajo para
minimizar este inconveniente es cocer de una vez la cantidad de arroz, quinoa
o cuscús que vayamos a utilizar en los próximos días y guardarlo en la
nevera. De este modo, los días siguientes a la preparación del cereal
significarán un tiempo de elaboración mucho más corto. La avena y la patata
son muy rápidos de preparar. Los copos de avena solo hay que echarlos
encima del guiso ya apagado, se mezclan y absorben los jugos. La patata
rallada, si se echa al principio de la cocción, se hace rápido y no implica ni un
segundo añadido.
17
Las recetas que verás a continuación están pensadas para que no tengas que
medir cada ingrediente. Con que escojamos la cantidad adecuada de carne,
podemos hacer un cálculo aproximado del resto de ingredientes para seguir
una dieta en la que la carne es el componente principal y representa entre el
70 y el 85 por ciento de la comida de tu perro. He señalado antes que el perro
debería comer entre 100 y 150 g de carne por cada 10 kg de peso. Una vez
más, depende mucho del perro, su edad, raza, estilo de vida y carácter,
incluso la estación del año. Verás que en invierno los perros, especialmente
aquellos que viven en climas más fríos, tienen más hambre en los días de
temperaturas más bajas. Y lo contrario: en verano desciende notablemente el
volumen de comida que reclaman. Ya me gustaría poder hacerlo más fácil y
darte una cantidad exacta, pero tú tendrás que descubrir cuál es probando. Por
ello recomiendo empezar por 120 g por cada 10 kg. Es una cantidad que se
encuentra en el medio de estas dos proporciones, y te permitirá averiguar si
conviene reducirla o aumentarla. Cuando preparamos una comida en el que el
70 por ciento es carne, significa que la dieta incluye cereal. Es difícil que un
perro acepte tanta verdura en su plato como para que esta represente el 30 por
ciento de su dieta. No es imposible, pero es difícil. Aun así, te ofrezco el
cálculo en gramos de verdura para que lo puedas probar. Si nos decantamos
por una dieta grain free, es decir, sin cereal, aumentamos la cantidad de carne
para que esta represente el 85 por ciento de la receta, y la verdura (incluyendo
la patata), el 15 por ciento restante. No obstante, toda esta información no es
más que una hoja de ruta. Todas las recetas que he reunido en este libro se
han preparado a ojo, que es como yo cocino, pero de poco te van a servir si
no te doy al menos unas pautas para poder reproducirlas. Lo que ocurrirá,
seguramente, es que al principio te guíes por mis recomendaciones, pero al
final tú y tu perro vais a desarrollar vuestras propias recetas. La siguiente
tabla ofrece unos cálculos en gramos de los ingredientes para recetas con o
sin cereales en los que se calcula que la carne representa el 70 o el 85 por
ciento de la dieta.
120 30 21
120 51
150 27
150 10 17
SUPLEMENTAR LA COMIDA
Para que la dieta de tu perro tenga una proporción adecuada entre calcio y
fósforo, recomiendo que le des huesos para roer una vez por semana, pero, si
esto no es posible, entonces puedes suplementar con polvo de cáscara de
huevo (véase receta en pág. 195), queso fresco y/o yogur. Verás que algunas
recetas ya incluyen estos ingredientes, pero puedes aventurarte a cambiarlos
por cualquier fórmula que contemple alguna fuente de calcio. Asimismo,
puedes darle un tentempié antes de cenar o escoger una de las recetas para
desayunar.
Si te es económicamente difícil darle a tu perro carne en las
proporciones que recomiendo —para ello incluyo una receta para el perro con
dueño en crisis—, puedes añadir otras fuentes de proteína más baratas e igual
de sanas, como el huevo o los garbanzos, así como abrir unas cápsulas de
espirulina y mezclarlas en su comida. Incluir otros nutrientes como
suplemento es fácil con la comida natural. Se pueden mezclar polvos o
líquidos con el resto de los alimentos recién cocinados, aunque siempre se
recomienda esperar a que la comida se haya enfriado un poco para que estos
no sufran degradación por calor, y siempre justo antes de servirla para que
estén lo más frescos posibles, como la espirulina, los probióticos en polvo, en
líquido o en yogur, la acerola, la cúrcuma, la levadura de cerveza, el aloe,
etcétera; se mezclan con el alimento mientras está reposando y listo. En el
caso del aceite de oliva, aunque se haya utilizado una cantidad para cocinar,
siempre está bien echar un chorrito de más en el plato mientras se enfría para
que tu perro disfrute de todas sus excelentes cualidades antioxidantes, pues
algunas se habrán perdido en el proceso de cocción. Tu perro tendrá en su
plato su comida y su medicina, todo en uno, sin más engorro. Puedes leer
todo sobre nutracéuticos, suplementos e ingredientes medicinales que utilizo
en el apartado «Alimentos como medicina».
19
LAS RECETAS
Elaboración:
Corta el queso en taquitos y riégalo con la miel.
Elaboración:
En un bol, vierte el yogur e incorpora los copos y semillas o frutos secos.
Mezcla bien y añade media cucharadita de miel para endulzar (opcional).
Si a tu perro no le gustan los frutos secos enteros, pásalos un poco por
un triturador. También los venden ya triturados en las secciones de pastelería
en algunos supermercados.
Macedonia de frutas
Ingredientes:
Entre 60 y 100 g de dos a tres variedades de
fruta de temporada o más si a tu perro le
gustan: manzana, pera, plátano, aguacate
y/o mandarina. En temporada, puedes
añadir sandía y melocotón o nectarina, que
a muchos perros les encantan.
Ingredientes opcionales: hojitas de menta, zumo de manzana, gel
de aloe o zumo de aloe, miel.
Elaboración:
Trocea la selección de fruta.
Opcional: riega la fruta con un poco de zumo de manzana o una
cucharadita de miel, para endulzar. Se puede añadir una hoja de menta
troceada o una cucharadita de gel de aloe para condimentar.
A esta receta se le pueden agregar frutos secos como nueces, avellanas o
almendras, en trocitos o picados.
Nota: si quieres acostumbrar a tu perro a comer fruta, empieza poco a
poco mientras la compartes con él. Empieza a darle trocitos de tu propia
fruta, a ver qué pasa. Te advierto que es posible que tu perro tienda a ser más
carnívoro y no quiera saber nada de lo que pretendes hacer. Yo lo he
experimentado. Sin embargo, también he conseguido que algunos se
acostumbren y lleguen a disfrutar de muchas variedades de frutas.
PLATOS PRINCIPALES
Arroz mar y montaña
En esta receta se pueden aprovechar las sobras de carne y pescado, ya sean
del día anterior, ya sean los recortes que no vayas a emplear en tu propia
comida. Se pueden utilizar huesos que hayas guardado de tu comida o que
hayas congelado de la paella de quinoa, etc. Si no, todo se puede comprar
especialmente para preparar este arroz. La elección de verduras también
puede variar en función de lo que tengas o lo que te apetezca añadir.
Ingredientes:
Elaboración:
Lava el arroz para que suelte un poco el almidón y no se pegue. Ralla o
trocea el tomate, corta el apio en finas rodajas (si a tu perro no le gusta
mucho la verdura, lo puedes dejar entero y retirarlo al servir) y pica el perejil.
Calienta aceite en una sartén profunda o una cazuela. Añade la verdura y el
perejil (en caso de incluir el ajo, échalo entero) y saltea brevemente.
Incorpora los huesos y el arroz, la sal y algunas hierbas. Cubre con agua
caliente. El arroz necesita unos 15-18 minutos si es blanco, y unos 20-25 si
usas el integral. Ve removiendo y, a mitad del tiempo de cocción del arroz,
agrega la carne y el pescado que vayas a utilizar. Sigue removiendo hasta que
el arroz esté hecho. Retira los huesos y el apio si lo has dejado entero. Si
empleas salsa de tomate en vez de tomate fresco, esta se mezcla al final. Deja
reposar y se sirve.
Tiempo aproximado de elaboración: con arroz blanco, unos 25 minutos;
con arroz integral, añade 10 minutos más.
Nota: se puede utilizar arroz previamente cocido el día anterior. Debe
agregarse en el mismo momento indicado en la receta, pero junto con la carne
y el pescado. Como queremos que la carne quede demi-cuit, se pueden restar
unos 10-15 minutos a la elaboración, aunque no queda tan sabroso, ya que el
arroz no absorbe los sabores de la misma manera. Pero si el problema es el
tiempo, esta es una receta igualmente deliciosa.
Elaboración:
Pon agua a hervir mientras troceas los espárragos. Ralla el queso. Lava el
arroz y déjalo escurrir. Calienta aceite en una sartén profunda o cazuela.
Añade la verdura y el ajo, y saltea brevemente. Agrega la carne, el arroz y la
salvia. Incorpora agua hirviendo poco a poco, a medida que el arroz se vaya
quedando seco, sin dejar de remover. No añadas sal, porque el queso ya lleva
suficiente. Dependiendo de si usas arroz blanco o integral, el tiempo de
cocción variará. El integral siempre tarda más, pero es más rico en nutrientes.
Puede que tengas que añadir más agua con el arroz integral. A mitad del
tiempo de cocción, agrega el queso. Sigue añadiendo agua hasta que el arroz
esté listo. Deja reposar y sirve.
Tiempo aproximado de elaboración: 20 minutos con arroz blanco.
Nota: puedes comprar el queso rallado y ahorrarte el rallado. También
puedes hervir arroz integral para un par de días y darle a tu perro comida con
arroz durante dos o tres días. Evitarás el tiempo de cocción el segundo y el
tercer día. En este caso, multiplica la cantidad de arroz en consonancia.
Paella de quinoa
Ingredientes:
30 g de quinoa.
100 g de pechuga de pollo o muslos deshuesados.
1 costilla de cerdo por cada 10 kg de peso del animal.
Tomate o salsa de tomate.
Judías verdes y/o puerro (las verduras deben sumar unos 20 g,
aproximadamente).
Perejil.
Ajo.
Aceite de oliva virgen.
Sal.
Elaboración:
Lleva agua a ebullición mientras picas el ajo y el perejil. Trocea las judías y
el puerro. Ralla el tomate si lo usas fresco. Calienta el aceite en una sartén
profunda o cazuela y añade el ajo y el perejil picados y la verdura troceada.
Agrega la carne y la salsa de tomate si no usas el tomate fresco; a
continuación la quinoa, y cubre con el agua hirviendo. Sazona y deja cocer
hasta que la quinoa esté blanda. Retira la costilla para despegar la carne del
hueso. Puedes guardarlo en el congelador para preparar un congi (véase
receta en pág. 194). Deja reposar y sirve.
Tiempo aproximado de elaboración: 20 minutos.
Cuscús cancán
La pechuga de pollo resulta ideal para este guiso, pero es cara. Una
alternativa es comprar un pollo entero, limpiarlo y despojarlo de carne.
Quedarán la carcasa, el cuello y las vísceras, que pueden servir para hacer
otro guiso o un caldo para condimentar otro plato.
Ingredientes:
30 g de cuscús precocinado.
120 g de carne de pollo troceada (pechuga u otro corte más
económico).
Tomate.
Zanahoria.
Calabaza (las verduras deben sumar unos 20 g,
aproximadamente).
Garbanzos de bote o de sobras.
Ajo.
Aceite de oliva virgen.
Sal.
Elaboración:
Pon agua a hervir. Si dispones de un hervidor, será más rápido. Mientras
tanto, ralla la zanahoria, la calabaza y los tomates. En un bol, pon el cuscús y
cúbrelo con agua hirviendo y un chorrito de aceite. Deja reposar para que se
infle. Calienta aceite de oliva en una sartén profunda o cazuela y saltea
ligeramente las verduras con el ajo. Añade la carne y los garbanzos, y
cocínalo todo hasta que el pollo cambie de color por fuera pero quede crudo
por dentro. Al final, agrega el cuscús y mezcla bien. Deja reposar y sirve.
Tiempo aproximado de elaboración: 15 minutos.
Sobra-asada
Esta receta trata de aprovechar nuestras sobras para preparar la comida de los
perros. En este caso he utilizado una crema de calabaza y un resto de polenta
del día anterior. Se puede adaptar como se quiera: con sobras de arroz o puré
de patata, caldo de verduras, restos de lentejas, fabada o cocido de garbanzos,
salsa de tomate o sofrito, etcétera. Deja que tu imaginación te guíe y la
comida de tu perro puede convertirse en algo rico, natural y diferente. Así
nunca tiraremos comida y él podrá disfrutar de muchos nutrientes diferentes.
Ingredientes:
Elaboración:
Calienta el aceite en una sartén o cazuela. Añade la carne cruda, la sal, el ajo
y las hierbas. Saltea hasta que quede semicruda o como la prefiera tu perro.
Añade las sobras y mézclalas con la carne. Deja reposar y sirve.
Tiempo aproximado de elaboración: 5 minutos.
Elaboración:
Ralla el nabo, trocea las espinacas y corta los tomates en rodajas (también se
pueden rallar). Calienta el aceite de oliva en una sartén profunda o cazuela y
añade las verduras con el diente de ajo entero. Saltea 1 o 2 minutos. Agrega
la carne, el polvo de cáscara de huevo y la sal. Cocina durante 2 o 3 minutos
más hasta que la superficie de la carne cambie de color pero el interior
permanezca crudo. Vierte el yogur por encima y mezcla bien. Si tu perro
tolera bien la carne semicruda, saltéala brevemente para que se mezclen los
sabores y ya está; si no, hazla un poco más. Dependiendo de la cantidad que
prepares, este guiso puede tardar un poco más.
Tiempo aproximado de elaboración: 10 minutos.
Ingredientes:
Elaboración:
Pica el perejil y el ajo, y mézclalos con el polvo de cáscara de huevo. En un
bol, bate el huevo y agrega la zanahoria rallada, las espinacas picadas y la
carne. Mezcla bien y sazona. Con las manos, retira unos 50 g de la mezcla y
haz una bola que luego, encima de una tabla, aplanarás para darle forma de
hamburguesa. Repite hasta terminar la mezcla de carne. Te saldrán unas tres
o cuatro hamburguesas.
Calienta un poco de aceite en una sartén y cocina las hamburguesas; la
idea es que se hagan por fuera pero queden semicrudas por dentro. Al darles
la vuelta, añade las espinacas en la misma sartén y saltéalas mientras se
acaban de cocinar las hamburguesas. Una vez fuera del fuego, trocea las
hamburguesas y mézclalas bien con las espinacas salteadas. Deja que reposen
y sirve.
Tiempo aproximado de elaboración: 12 minutos.
Nota: es mejor amasar la carne de las hamburguesas con tus manos que
con una herramienta. Tus manos son conductores de energía, de chi, y cuando
entras en contacto directo con la comida de tu perro, aumentas la vitalidad de
esta al transmitir tu amor por él en lo que haces.
Elaboración:
Pon cuatro dedos de agua a hervir en una cazuela pequeña. Corta los boniatos
en dados pequeños (no hace falta pelarlos). Introdúcelos en el agua hirviendo
y añade la sal, la salvia y el ajo. Tapa y deja cocer.
Mientras tanto, saltea los trozos de carne en una sartén con un poco de
aceite de oliva, dejándolos semicrudos o según el gusto de tu perro. Cuando
los boniatos estén blandos, haz un puré con ellos, con el caldo incluido.
Dispón la carne en el fondo de una fuente de cristal, espolvorea la levadura
de cerveza y esparce el puré de boniato encima. Deja reposar y sirve.
Tiempo aproximado de elaboración: 12 minutos.
Nota: la carne roja acepta muy bien el sabor del yogur o el quark. Si
quieres darle un aporte de calcio a la receta, añade 1 cucharada por cada 10
kg al plato y mezcla ligeramente.
Revuelto de hígado
Ingredientes:
Elaboración:
Trocea las acelgas y ralla el calabacín o la zanahoria. Saltea las verduras
brevemente en una cazuela con un poco de aceite previamente calentado.
Condimenta con el ajo y el tomillo. Agrega el hígado troceado, la carne
picada y una pizca de sal, y saltea junto con las verduras hasta que cambien
de color. Según el gusto de tu perro y su capacidad para digerir vísceras, este
guiso se cocina más o menos. Si es delicado o es mayor, aconsejo que el
hígado quede bien hecho. Al apagar el fuego, incorpora los copos de avena si
has decidido usarlos, y deja reposar antes de servir. Puedes añadir un chorrito
de aceite de oliva una vez que se haya enfriado.
Tiempo aproximado de elaboración: entre 7 y 10 minutos, según el
punto de cocción del hígado.
Elaboración:
Pon dos dedos de agua al fuego en una cazuela pequeña. Cuando hierva el
agua, introduce las patatas cortadas en dados pequeños con una pizca de sal.
En una sartén con aceite, saltea los trozos de corazón un par de minutos,
añade la calabaza rallada, el ajo, el romero y la cúrcuma. Saltea otro par de
minutos. Cuando las patatas estén blandas, agrégalas a la sartén y mezcla
bien durante 2 minutos más. Añade los copos de avena si los vas a utilizar.
Deja reposar y sirve.
Tiempo aproximado de elaboración: 12 minutos.
Nota: se pueden chafar las patatas para que tu perro las coma mejor.
Según mi experiencia, algunos perros se comen la carne y dejan los dados de
patata, pero si la chafo, se la comen.
Elaboración:
Ralla la zanahoria y la patata (si la quieres usar) y corta los muslos y los
hígados. Calienta aceite en una sartén profunda o cazuela e introduce la
verdura, los ajos y la sal. Saltea ligeramente y agrega la carne. Condimenta
con el perejil y saltéalo todo hasta que la carne esté cocida por fuera pero
cruda por dentro. Vierte un chorrito de agua para que haya un poco de jugo.
Apaga el fuego y deja reposar.
Tiempo aproximado de elaboración: 10 minutos.
Revuelto de boniatos
Ingredientes:
27-30 g de boniato.
1-2 huevos.
Perejil.
Mantequilla.
Sal.
Elaboración:
Bate los huevos y ralla el boniato. Mezcla con una pizca de sal y otra de
perejil (si no tienes, esta receta funciona también sin perejil). En una sartén,
pon a derretir la mantequilla. Cuando esté bien fundida y cubra el fondo de la
sartén, añade la mezcla de huevo y boniato. Remueve con una cuchara de
madera. Deja que se cueza un poco y apaga el fuego. Después de reposar,
sirve. Esta receta está tan buena que no podrás resistir a hacer un poco más de
revuelto y comerlo con tu perro.
Nota: si tu perro tolera bien los huevos, puedes utilizar dos, pero si no,
aumenta la cantidad de boniato y utiliza solo un huevo. También depende del
tamaño del huevo.
Suculento suquet
Ingredientes:
Elaboración:
Si el arroz no está hecho del día anterior, pon una cazuela pequeña con agua
para cocerlo.
Hay dos formas de preparar esta receta: al horno, en una cazuela de
barro o cristal, o al fuego, depende del tiempo de que dispongas.
Al horno: caliéntalo a 200 °C. Ralla la zanahoria y el tomate, y trocea el
pescado, las acelgas y las judías verdes. Pon un chorrito de aceite del
recipiente que vayas a utilizar. Echa primero las verduras en el fondo y el
pescado troceado encima. Condimenta con una pizca de sal y romero. Hornea
durante 20-25 minutos.
Al fuego: ralla la zanahoria y el tomate, y trocea el pescado, las acelgas y
las judías verdes. Calienta aceite de oliva en una sartén profunda o una
cazuela. Añade la verdura y el ajo, y saltéalos unos minutos. Agrega luego el
pescado, la sal y el romero. Deja que se cocine unos minutos más, hasta que
el pescado esté hecho por fuera pero quede crudo por dentro.
En ambos casos, añade el arroz cocido al final y mezcla bien. Deja
reposar y sirve.
Tiempo aproximado de elaboración: 25 minutos al horno; 15 minutos al
fuego.
Nota: si cocinas una cola de rape para ti o tu familia, puedes utilizar el
hueso y la piel para añadir sustancia a esta receta. Si no vas a hacer el suquet
ese mismo día o el siguiente, puedes congelar los restos de rape hasta el
momento en que quieras hacer esta receta a tu perro. Así, no se tira nada y
harás un suquet aún más sabroso.
Pollo asado
Ingredientes:
Elaboración:
El pollo debe estar entero, a ser posible con las entrañas y el cuello. Se puede
retirar la molleja y la bilis, para que no quede amargo, pero todo lo demás es
interesante para tu perro desde el punto de vista nutricional. Calienta el horno
a 200 °C. Rellena el pollo con un diente de ajo, la hoja de laurel y un
ramillete de tomillo y/o salvia. Ponlo en una bandeja, píntalo con un poco de
aceite y sazona con un par de pizcas de sal. Hornea durante 30 minutos.
Tiempo aproximado de elaboración: 35 minutos.
Nota: para esta receta puedes utilizar los típicos ramilletes sazonadores
que venden preparados con laurel y tomillo. Asimismo, puedes añadir unas
rodajas de tomate y patata rociadas con un chorrito de aceite en el último
cuarto de hora, para servir el pollo con algo de verdura. Chafa la patata con el
tomate y trincha el pollo para mezclarlo todo junto en el plato. Por otro lado,
los condimentos que lleva esta receta —el tomillo, el ajo y la salvia— son
excelentes potenciadores del sabor. Un pollo asado no es un pollo asado sin
estas hierbas aromáticas. Al mismo tiempo, se trata de pura fitoterapia:
medicina con plantas. Puedes consultar en el siguiente apartado las
propiedades que ofrecen estas plantas a los perros.
Sardinas al ajillo
Ingredientes:
150 g de sardinas.
Perejil.
Ajo.
Aceite de oliva virgen.
Elaboración:
Calienta el aceite en una sartén y saltea brevemente las sardinas junto con el
perejil y el ajo picados. Deja reposar y sirve.
Nota: aunque esta es una receta grain free, se pueden agregar copos de
avena al final para aumentar el volumen de comida (añade un poco de agua
para que absorban los jugos). De todas formas, esta receta no te va a servir
para un perro grande, porque saldría muy cara, y no la recomiendo para
perros mini por las espinas. Está pensada para perros medianos de 10-20 kg
de peso.
Tiempo aproximado de elaboración: 7 minutos.
CASI CRUDO
Steak tartar
Ingredientes:
Elaboración:
Introduce en un bol la carne picada, una pizca de sal y el aceite de oliva
virgen. Pica el ajo y el perejil, y ralla el tomate. Añádelo todo al bol junto con
un huevo crudo. Añade la cáscara en polvo (véase receta en pág. 195) si vas a
utilizarla, y mezcla bien con el resto de ingredientes. Sirve.
Tiempo aproximado de elaboración: 10 minutos.
Boeuf Bourguignon
Ingredientes:
Elaboración:
Llevar a ebullición dos dedos de agua en una cazuela y agrega la media
pastilla de caldo. Pica el perejil. Cuando el agua esté hirviendo, introduce la
carne para escalfarla durante un par de minutos. Retírala y ponla en un plato,
añade el polvo de cáscara de huevo, el aceite de oliva y el perejil. Mezcla y
sirve.
Tiempo aproximado de elaboración: 10 minutos.
Ingredientes:
Elaboración:
Hierve ligeramente el calabacín y el nabo rallados. Cuélalos y mézclalos en
un bol junto con el filete de salmón cortado en dados. Añade un chorrito de
aceite de oliva virgen y unas gotas de salsa de soja.
Tiempo aproximado de elaboración: 10 minutos.
Nota: puedes sustituir estas verduras por otras, como zanahoria,
rábano... Si tu perro es aventurero con la comida, convierte esta receta en un
tataki añadiendo aguacate en dados en vez de la verdura.
Pollo con avena
Ingredientes:
Elaboración:
Trocea la pieza de pollo. En el cuenco del perro, mezcla la carne con los
copos de avena, el puré de verduras y el aceite de oliva. Añade una pizca de
sal y ¡listo!
Tiempo aproximado de elaboración: 5 minutos.
Nota: el puré de verduras puedes prepararlo tú expresamente, usar el que
te haya sobrado o comprarlo envasado. Si proviene de las sobras o es
envasado, ya llevará sal, por lo que no hace falta que la añadas a la receta. Si
te da aprensión el pollo completamente crudo, hierve agua, escalfa los dados
brevemente y continúa con la elaboración de la misma manera.
Carcasas de pollo
Ingredientes:
Elaboración:
Dependiendo del tamaño del perro, las carcasas se pueden dar enteras o
troceadas. En una tabla de madera, golpea las carcasas para trocearlas, o
córtalas con un cuchillo grande. En el plato del perro, pon los trozos de
carcasa y vierte el puré de verduras por encima. Se mezcla todo y ya tenemos
la cena.
Tiempo aproximado de elaboración: 3 minutos.
Nota: esta es una receta ultrarrápida y barata, pero solo la recomiendo
para perros grandes y jóvenes, o para aquellos que están acostumbrados a
comer crudo y no engullen.
PLATOS ESPECIALES
Receta para tiempos de crisis
En mi opinión, es siempre mejor cocinar para el perro que darle pienso.
Incluso si no se dispone de presupuesto para elaborar las recetas anteriores,
sigue siendo mejor opción cocinar, porque la comida que puedas preparar en
casa siempre estará llena de nutrientes sin adulterar, enzimas, probióticos y
energía vital (chi), todos ellos ausentes en los alimentos industriales. Si te
preocupa no poder ofrecer a tu perro las proporciones de proteína necesarias
porque resulta muy caro, siempre puedes añadir espirulina, garbanzos y
huevos.
Ingredientes:
Elaboración:
Pon agua a hervir en una sartén profunda o cazuela de barro. Mientras tanto,
ralla o trocea la verdura que vayas a utilizar. Está bien emplear uno o dos
tipos de verdura y alternar. Se puede usar la verdura que esté de oferta o la
que tengas en la nevera y que ya no vayas a comer. Añade sal al agua en
ebullición y vierte el arroz. Cuando al arroz le falten unos pocos minutos para
estar en su punto, agrega la verdura y los recortes o vísceras. Cuando termine
la cocción, añade el huevo crudo o los garbanzos, mezcla y apaga el fuego.
Riega con un poco de aceite y deja reposar.
Tiempo aproximado de elaboración: 12 minutos.
Nota: recuerda que el yogur es muy sano para los perros, y una fuente
fácil y económica de calcio y probióticos. Puedes añadir medio yogur por
cada 10 kg.
Ingredientes:
1 pechuga de pollo.
1 ramita de apio o de tomillo (pon un día apio y otro tomillo, y
lee sobre sus propiedades terapéuticas en págs. 212 y 224).
Ajo.
Sal.
Aceite de oliva virgen.
1 cucharada de arroz y 1 cucharada de zanahoria o calabaza
rallada (opcional).
Elaboración:
Pon agua en una cazuela, añade todos los ingredientes y cuece hasta que el
pollo esté bien hecho (puede quedar ligeramente crudo por dentro, pero solo
ligeramente). Retira el ajo y el apio del caldo. Saca la pechuga y córtala o
desmenúzala con el tenedor para que el animal no tenga que masticar mucho
y su sistema digestivo no tenga que trabajar demasiado. En su plato, pon la
carne y riégala con el caldo. Deja reposar y sírvelo templado.
Tiempo aproximado de elaboración: 10 minutos.
Nota: hay perros que tienen alergia al arroz, de modo que, cuando están
débiles o no lo podemos constatar, prefiero no dárselo, pero esto lo dejo a
criterio del dueño. En todo caso, pondría una proporción de arroz y zanahoria
muy pequeña. Si el animal está débil, puedes darle la comida con la mano de
forma pausada y en varias tomas a lo largo del día, para que su sistema pueda
asimilarla sin mucho esfuerzo. Esta receta se puede pasar por la batidora para
convertirla en puré y darla con cuchara o jeringa directamente en la boca.
Todo depende del estado del animal. Cuando tiene inapetencia, se le puede
motivar metiéndole un poquito de comida debajo del labio. Así se le activan
los procesos digestivos y se le abre el apetito.
En la medicina tradicional china, la zanahoria y la calabaza son verduras
que, por su particular energía y color, tonifican el sistema digestivo,
favoreciendo sus funciones. El arroz es astringente y ayuda a compactar las
heces.
Elaboración:
Calienta el horno a 180 °C. En un bol, mezcla los copos y la harina. En otro
bol, bate los huevos e incorpora las avellanas y la miel. Vierte esta mezcla en
el bol de la avena y la harina, y mezcla todo hasta lograr una masa
homogénea. Con una cuchara, coge una porción de la masa y forma las trufas
(si lo prefieres, aplasta las bolas para hacer galletas). Repártelas en una
bandeja y hornéalas durante 20 minutos.
Rabitos de queso
Esta receta está basada en una que hace una amiga mía que se llama Tanta
Soubriet, una excelente repostera que, además, es la fundadora de Método
Anubis, un proyecto que pretende ayudar a las personas a sobrellevar la
última etapa de la vida de sus perros y el duelo posterior. Tanta trabaja
también en favor de la reinserción de los perros guía jubilados.
Ingredientes:
50 g de queso rallado.
200 g de harina integral.
1 yogur.
1 huevo con su cáscara.
Una pizca de sal.
1 cucharada de aceite de oliva virgen (opcional).
Elaboración:
Pon el horno a calentar a 180 °C. En un bol, echa la harina integral y
mézclala con la mitad del queso rallado. En otro bol, bate el huevo y
mézclalo con el yogur y la sal. En un mortero, machaca bien la cáscara de
huevo e incorpórala al bol con el huevo y el yogur. Añade la mezcla húmeda
a la harina y amásalo todo junto. Si ves que la masa queda muy seca, añade 1
cucharada de aceite, y si ves que luego queda muy húmeda, añade otra de
harina.
Elaboración:
Calienta el horno a 180 °C. Extiende la masa y córtala en rectángulos de unos
3 cm de ancho y 7 cm de largo. Corta las salchichas en trocitos de,
aproximadamente, 3 cm. Ponlos en un extremo de cada rectángulo de masa y
enróllalos. Pon los rollitos en una bandeja y hornéalos durante 15 minutos o
hasta que la masa se dore.
Tiempo aproximado de elaboración: 20 minutos.
Montaditos
Ingredientes:
Elaboración:
Unta el paté en las tostadas. Puedes trocearlas y servirlas en el plato del perro,
o dáselas con la mano. Dárselas enteras puede ser un lío de migas y paté por
el suelo si tu perro es como el monstruo de las galletas.
Taquitos
Ingredientes:
Elaboración:
Corta el queso y el membrillo en taquitos, ponlos en un bol y sirve. Puedes
darlos con la mano a modo de premio.
COMPLEMENTOS
Congi
Esta receta es de Marita Casasola, pionera de la acupuntura en animales en
España y mi maestra. Marita afirma que esta receta tonifica los huesos. Está
indicada para complementar cualquier dieta, sobre todo en animales mayores,
con procesos artríticos o artrosis, o que se recuperan de alguna fractura.
Ingredientes:
Elaboración:
En una cazuela profunda, introduce los huesos y cúbrelos con agua. Añade la
sal marina. Cuécelos a fuego lento durante cinco horas, añadiendo agua
cuando sea necesario para mantener los huesos cubiertos. Deja enfriar y ya
puedes añadir el congi a cualquier receta. Se puede guardar en la nevera hasta
tres días y darlo solo o regando la comida habitual del perro. No lo sirvas
frío.
Tiempo aproximado de elaboración: 2-5 horas.
Nota: si no dispones de cinco horas, yo lo he hecho en dos horas. Quizás
no sea tan potente el remedio, pero mejor eso que no hacerlo.
Polvo de cáscara de huevo
Ingredientes:
Cáscaras de huevo.
Elaboración:
La cáscara de huevo en polvo es un excelente suplemento de calcio
biodisponible. Richard Pitcairn lo menciona en su libro como una forma
natural de añadir calcio a cualquier receta, y es fácil de preparar.
Calienta el horno a 200 °C. Pon las cáscaras en una bandeja para hornear
encima de un trozo de papel de aluminio. Hornéalas durante 10 minutos.
Pásalas a una batidora o a un molinillo de café y tritúralas hasta que se
conviertan casi en polvo. Guárdalo en el frigorífico, dentro de un frasco de
cristal o un tupper.
20
ACEROLA
Decía al principio del libro que las vitaminas de origen natural son mucho
más saludables que las que se encuentran en suplementos fabricados
artificialmente. Nunca será absorbida de igual forma la vitamina C de los
limones, o la acerola, en los que se encuentra combinada con los flavonoides
y fitonutrientes que la complementan, que el ácido ascórbico que se deriva de
la hidrogenación del azúcar de maíz modificado, procesado con acetona.31
La acerola es una fuente de vitamina C en estado natural muy interesante
que puede ser administrada como suplemento nutricional de gran valor en la
dieta de los perros. Se pueden encontrar varias marcas de suplementos que la
venden sola o en combinación con otras plantas conocidas por su capacidad
para aumentar las defensas.
La vitamina C o ácido ascórbico es una sustancia fundamental para la
vida y la salud. Los perros la producen en pequeñas cantidades. Según Diane
Stein, los perros producen 40 mg de vitamina C por kilo al día. Los humanos
no tenemos esta capacidad. Aun así, cita a Wendell Belfield,32 veterinario e
investigador sobre las vitaminas en animales de compañía, y fundador de la
medicina ortomolecular en animales (véase www.belfield.com), quien ha
propuesto que estos sufren un estado subclínico de escorbuto (enfermedad
por deficiencia de vitamina C), lo que puede explicar muchas de las dolencias
que padecen hoy en día. Belfield sugiere que la deficiencia de vitamina C
podría estar detrás de la displasia de cadera, cojeras, artritis, mielopatías en la
columna vertebral, hernias discales, diversos virus y problemas de piel en
perros. En gatos, relaciona esta deficiencia crónica con la leucemia felina, el
síndrome urológico felino (FUS) y otros virus que son letales o que someten
a los gatos a estados crónicos de inmunodeficiencia.
La vitamina C se la conoce como la vitamina del sistema inmune. Es
más popular como solución a los resfriados y estados griposos, pero está
involucrada asimismo en la producción de colágeno y retiene los minerales
en los huesos. La vitamina C regula el equilibrio bioquímico del cuerpo y es
el mayor depurativo y regenerador frente a los daños que provoca el estrés.
Las toxinas y el estrés son las mayores razones por las que los perros (como
nosotros y otros animales) necesitan un mayor aporte de esta vitamina. Los
estilos de vida a los que sometemos a los perros requieren la suplementación
con alimentos ricos en vitamina C biodisponible para poder hacer frente a las
agresiones del ambiente y el entorno (aire, agua, alimentos procesados y
contaminados, vidas sedentarias con poco acceso a sol y aire libre, etcétera).
Sin vitamina C tampoco podríamos librar a nuestro perro de la intoxicación
por metales pesados y otras sustancias cancerígenas. Diane Stein, sugiere una
suplementación para empezar de 250 mg (perros pequeños), 1.500 mg (perros
medianos) a 3.000 mg (perros grandes) y 6.000 mg (razas gigantes) de
vitamina C, incrementando la cantidad a 1.500 mg (perros pequeños), 3.000
mg (perros medianos), 6.000 mg (perros grandes) y 7.500 mg (razas
gigantes). Para perras embarazadas y lactantes se sugieren las segundas
cantidades. A los cachorros se les administrarían las primeras cantidades
durante los primeros seis meses y se incrementarían gradualmente hasta el
año de vida. Ella se basa en las recomendaciones de Richard H. Pitcairn y
Susan Hubble Pitcairn que figuran en su libro Complete Guide to Natural
Health for Dogs & Cats.
Hubo una época en la que suplementaba mucho con vitamina C en
Canópolis para tratar muchas afecciones. Me acuerdo de Tou, un perro al que
se le diagnosticó escorbuto, y nuestra veterinaria lo curó con altas dosis de
vitamina C. Aunque esta enfermedad era más propia de los navegantes de la
era de los descubrimientos por carecer de alimentos frescos durante sus largas
travesías, Diane Stein y Wendell Belfield parecen estar de acuerdo en que
puede estar produciéndose una deficiencia de vitamina C crónica a niveles
epidémicos, que mantiene a nuestros perros en un estado de salud muy pobre,
por lo que podría hablarse de un tipo de escorbuto subclínico generalizado.
En mi opinión, es imperativo que el origen de las vitaminas sea
orgánico. La acerola como suplemento alimenticio rico en vitamina C o el
escaramujo son las mejores opciones. No escatimes en vitamina C y busca en
herbolarios un producto que contenga uno o ambos ingredientes. A pesar de
que se relaciona la sobredosis de vitamina C con diarrea, esta es pasajera
mientras el cuerpo se adapta a su ingesta. Y no, no crea piedras renales, sobre
todo si proviene de una fuente natural. Si tu perro padece una enfermedad
crónica, dale vitamina C a diario, siguiendo las pautas recomendadas por
Stein y Belfield, y si está aquejado de alguna dolencia aguda, dobla la dosis.
Puedes hacer tandas de un mes. Luego, haz un descanso de dos semanas y
vuelve a suplementar.
AGUA DE MAR
La terapia de agua de mar se remonta a tiempos antiguos y está presente en
culturas como la mediterránea y la pacífica. Recientemente se está
redescubriendo su capacidad para fortalecer los riñones, las articulaciones y
las funciones del sistema inmune, lo que la está situando en la primera línea
de remedios naturales indispensables para una salud de hierro. Parece ser que
se empieza a utilizar en hospitales en los que se añade diluida en las
infusiones intravenosas de los enfermos para acelerar su recuperación.
Se puede comprar en cualquier establecimiento dedicado a la venta de
productos naturales, y se diluye en el agua del perro. Se pueden hacer tandas
de tres semanas dos o tres veces al año, antes de los cambios estacionales
bruscos para mitigar sus efectos.
En la medicina tradicional china, el agua de mar es el origen de la vida y
la que nutre los riñones, receptores de esa energía ancestral que se remonta a
los principios de la vida en la Tierra. Los riñones y su sistema energético
rigen el sistema osteoarticular, con lo cual se puede perfectamente deducir
que la salud de los huesos depende de los riñones, y que el agua de mar sea
por tanto un buen remedio para tonificar ambos sistemas.
AJO
Habrás podido ver que soy una gran fan del ajo, a pesar de su
reciente mala fama, derivada de una leyenda urbana basada en
un experimento en el que se les administraba a los perros vía
intragástrica un concentrado equivalente a 75 dientes de ajo
diarios. Estos perros desarrollaron una dolencia conocida como anemia de
Heinz y desde entonces este mito campa en todos los foros sobre perros en
Internet y en publicaciones diversas. El ajo se ha convertido en uno de los
alimentos prohibidos para los perros, pero siento que los propietarios se lo
crean y priven a sus perros de un alimento que Dioscórides y Galeno
consideraban una panacea para la salud y la fortaleza, y que hoy ha sido
corroborado por la ciencia.
Aunque la mayoría de las recetas en este libro incluyen el ajo, no lo
pongo a diario en la comida de mis perros. De una a tres veces por semana es
suficiente. No es que no se pueda dar cada día, simplemente no es necesario.
Aunque sus propiedades se conservan mejor cuando se da crudo, mi
experiencia se deriva de darlo cocinado, por lo que no mantiene todos sus
valores nutricionales. De todas formas, los perros suelen rechazar el ajo crudo
y, si no está picado en el plato, se quedarán los dientes enteros. A veces
cocino con ajos enteros, cuando lo uso para condimentar o como dosis de
mantenimiento; otras veces lo pico con perejil si quiero añadirlo como
complemento terapéutico a diario durante una semana.
Las numerosas propiedades terapéuticas del ajo se conocen desde la
Antigüedad y se ha utilizado para condimentar alimentos, para elaborar
remedios caseros y como una auténtica medicina. Es antibiótico, antifúngico,
antiviral y antiséptico. Sus propiedades antimicrobianas hacen del ajo un
sustituto de antibióticos por su capacidad para acabar con bacterias, hongos y
virus. Las sustancias activas en el ajo no permiten que estos patógenos se
reproduzcan. También tiene poder frente a la bacteria E. coli y está indicado
para frenar la cistitis, entre otras infecciones urinarias. Ataca a estafilococos y
estreptococos, y tiene la capacidad de diferenciar entre las bacterias malignas
de las benignas, por eso es capaz de regular la flora intestinal. Además,
reduce el colesterol LDL33 por su capacidad de inhibir su absorción a nivel
intestinal. Por si fuera poco, ayuda a repeler insectos y parásitos externos e
internos, especialmente las garrapatas, la tenia y otros gusanos intestinales
(áscaris y oxiuros).
El ajo se relaciona con la capacidad para estimular el sistema
inmunológico, porque activa las células que protegen frente a infecciones, y
se están realizando estudios en los que el ajo demuestra su capacidad para
bloquear la actividad de sustancias cancerígenas. Sus propiedades
antioxidantes frenan los procesos y trastornos del envejecimiento, y es capaz
de librar el cuerpo de toxinas, al estimular las funciones hepáticas, biliares y
pancreáticas.
También se le atribuyen al ajo beneficios en casos de hipotiroidismo, al
regular la absorción de yodo, y de depresión, por estimular la producción de
serotonina.
Para condimentar, utilizo un diente entero en cada receta (un ajo de
tamaño medio). Como remedio, suelo picar un diente de tamaño normal por
cada 20 kg de peso. Así, un perro de 10 kg tomaría medio diente, uno entero
el perro mediano, y uno y medio el perro grande. Cuando cocino para mis
cuatro perros, hecho un diente por perro. En Canópolis echamos 3-5 cabezas
enteras en la olla para los cien perros. Como los ajos varían mucho de
tamaño, y según cómo se hayan cultivado contienen más o menos principios
activos, es muy difícil dar unas pautas exactas. Pero no te preocupes, que no
vas a envenenar a tu perro. Al revés, has visto todas las propiedades que
contiene el ajo, no le prives de este maravilloso alimento.
ALOE VERA
El aloe es otra de esas maravillosas plantas con un sinfín de atributos que
benefician la salud. Ya se conocía su capacidad cicatrizante en los campos de
batalla de la antigua Grecia, y, como el ajo, tiene capacidades
antimicrobianas, antisépticas, antibióticas, antifúngicas, cicatrizantes,
balsámicas, etcétera. El aloe vera contiene más de setenta principios activos y
aminoácidos, como el triptófano, importante en perros con problemas de
comportamiento relacionados con ansiedad.34 Su uso interno regenera toda la
mucosa intestinal y regula su flora, por lo que es útil para tratar el
estreñimiento o la diarrea.
Pero donde el aloe demuestra su gran valor es en el tratamiento de
lesiones de piel como úlceras, abscesos, quemaduras, eccemas, sarna y
heridas. He utilizado el aloe vera en incontables ocasiones para todo tipo de
problemas de piel y para ayudar a cicatrizar heridas sin necesidad de aplicar
antibióticos. Posee una gran capacidad depurativa y es uno de los mejores
remedios para limpiar el sistema digestivo (incluyendo el hígado, el páncreas
y los riñones) y el colon. Por este motivo, también alivia los síntomas
inflamatorios de afecciones osteoarticulares como la artritis y la artrosis. Es,
asimismo, un incomparable remedio contra la inflamación de las
hemorroides. En Canópolis, hemos tratado perros con problemas de colon y
recto con zumo y gel de aloe, con resultados asombrosos.
En 1997, en la Universidad de San Antonio, el doctor Jeremiah Herlihy
llevó a cabo un experimento en ratas para demostrar los posibles efectos
negativos de beber zumo de aloe a diario. Además de no descubrir ningún
efecto negativo, los animales testados demostraron reponerse mejor de
enfermedades como leucemia, insuficiencia renal y cardiopatías. Las ratas
que bebieron aloe vivieron un 25 por ciento más que las del grupo de
control.35
En tratamientos de cáncer parece reducir la náusea, eleva los niveles de
energía de los pacientes sometidos a radiaciones y quimioterapia, y aumenta
los niveles de leucocitos que se ven afectados por estas terapias tan agresivas.
Como complemento alimenticio, es un todoterreno. Se puede añadir la
planta directamente, tras pelar y lavar la hoja para eliminar la aloína (acíbar),
una sustancia amarillenta situada entre el gel y la piel que puede irritar las
mucosas por su actividad laxante. Se corta en taquitos o se pasa por la
batidora para hacer un puré de gel que dura un par de días en la nevera. Se
puede añadir al final de la cocción a cualquier receta, o mezclar con yogur y
miel, con o sin muesli, como desayuno. Apúntate tú también. Si no dispones
de la planta, puedes comprar zumo. Pero cuidado con qué zumo compras:
muchas marcas venden agua con zumo de aloe. Mira los ingredientes del
envase, y si pone gel de aloe como primer ingrediente, vas bien. La marca
Aloe Forever es mi favorita. Para saber dosificar la cantidad, se divide el peso
de un adulto de unos 50 kg por el peso del animal y se calcula la cantidad de
zumo. Aun así, Domingo Vida, veterinario amante de la terapia con aloe, dice
que una persona adulta puede tomar hasta 250 ml de zumo al día. Esto se
hace poco a poco, aumentando la dosis durante varias semanas.
APIO
El Apium graveolens es una de esas verduras que parecen haber caído en el
olvido y son una gran fuente de beneficios para la salud. Al cocinar para tu
perro, puedes añadir esta maravillosa y humilde planta a muchas recetas para
que pueda disfrutar de sus abundantes propiedades.
El apio es un depurativo y diurético fantástico, alcalinizante y
remineralizante, por eso es muy interesante para los perros con problemas de
artritis o artrosis, así como para desintoxicar la sangre y fortalecer el sistema
inmune. Incluyo el apio en la receta para los perros convalecientes porque
trata problemas digestivos como el estreñimiento y la gastritis y reduce los
gases intestinales. Su poder diurético ayuda a eliminar toxinas y patógenos en
procesos renales, de vejiga e intestino. Tiene la capacidad de abrir el apetito,
tonificar el hígado y mejorar la circulación. Contiene interesantes cantidades
de vitaminas A, B1, B2, C, E, y K, así como minerales como el hierro, calcio,
fósforo, magnesio y cinc. Y parece tener capacidad vermífuga, es decir, para
eliminar parásitos intestinales.
Todas estas propiedades dependen de dónde viene el apio y cómo se
cultiva. Lo ideal sería que fuera de cultivo ecológico porque, más que un
ingrediente en la comida, es un verdadero medicamento y refuerzo
inmunológico a nivel preventivo, así como un tratamiento para animales que
han sufrido alguna enfermedad y se han tenido que medicar con química.
CÚRCUMA
Es el polvo de la raíz de la Curcuma longa, una planta nativa de Sri Lanka,
Bangladesh y Myanmar, que le da a la mezcla de especias del curry ese tono
amarillo característico. Sus propiedades se conocen bien en la medicina
tradicional china y la ayurvédica, y se centran en el aparato digestivo. La
cúrcuma es tónica para el estómago, colagoga (estimula el vaciado de la
vesícula) y carminativa (evita y ayuda a eliminar gases) y facilita la digestión.
Según el portal Mr Ginseng (http://mr-ginseng.com/), es un potente
purificador de la sangre y un protector hepático, y se relaciona con
propiedades anticancerígenas, así como antioxidantes. Esta especia, cada vez
más conocida en Occidente, posee propiedades antiinflamatorias y se
encuentra en suplementos nutricionales específicos para problemas
articulares. Actualmente, estoy probándola como complemento nutricional en
mis caballos para ver el efecto que puede tener sobre la artrosis. Y en breve la
probaré como suplemento en los animales de Canópolis.
En la cocina de los perros la añado como condimento, pero también con
la intención de ofrecer sus propiedades terapéuticas a nivel preventivo. Si
quieres probar la cúrcuma para tratar, es mejor administrarla en cápsulas a
diario, o esparcir el polvo del rizoma al final de la cocción de cualquier
receta. Se recomienda 1 g al día para una persona adulta para experimentar
sus propiedades antiinflamatorias, y de 2-3 g diarios para curar úlceras
estomacales. Se toma con aceite de oliva para facilitar su absorción en el
intestino.
ESPIRULINA
Esta alga tiene unas propiedades extraordinarias que no pueden faltar como
suplemento en la dieta de tu perro. De la espirulina destaca, además de su
contenido en clorofila, su alto valor proteico, lo que la convierte en un
excelente complemento en dietas con poca proteína, o en situaciones en las
que el perro necesita un aporte más alto (por ejemplo, en su vejez, cuando
necesita una mayor cantidad de proteína de alta calidad). Asimismo, sus
proteínas son de altísima calidad por contener los ocho aminoácidos
esenciales (los que no produce el perro) y también los no esenciales.
Asimismo, contiene ácidos grasos insaturados (aceites Omega), tan
importantes para la salud. Añadamos a esto vitaminas A, E, K y un alto
contenido de vitaminas B —sobre todo la B12, más de la que puedan aportar
la carne, los huevos y los lácteos— y tendremos un alimento esencial en
dietas vegetarianas. Su alto contenido en hierro también es destacable, y por
ello es un excelente aditivo en un tratamiento de anemia, por ejemplo, o para
ayudar a hembras preñadas o lactantes, o en enfermedades como cáncer o
parasitosis (ehrlichiosis, leishmaniosis, etcétera), en las que sea necesario un
aporte de hierro orgánico.
La espirulina tiene, por otro lado, una capacidad muy particular: puede
absorber metales pesados y otros contaminantes, como la radioactividad de
los sistemas a los que se la expone. Se le otorga una capacidad extraordinaria
para depurar y descontaminar porque contiene elementos como las sales
potásicas y magnésicas, selenio y bicarbonato sódico.
Por todas estas propiedades, se le atribuyen poderes para tonificar la
musculatura, equilibrar el sistema nervioso en procesos de ansiedad y
depresión, aumentar la capacidad de concentración y compensar cualquier
carencia en la dieta, siendo un tónico para todo el sistema. Pese a ello, no
debería abusarse de ella, es mejor hacer tandas de suplementación de tres
semanas y luego un mes de descanso.
Mi caballo Tuareg sufrió de babesiosis hace unos años, una enfermedad
parasitaria inducida por una garrapata que destruye los glóbulos rojos. El
tratamiento alopático implicaba inyecciones de Imizol, un insecticida interno,
que le podía producir daño al hígado y cólicos. Preferí probar primero con
remedios naturales, y le traté con acupuntura y suplementando su comida con
altas dosis de espirulina. A las tres semanas, el animal recuperó los niveles
normales de glóbulos rojos en su sangre, y decidí dejarlo ahí. Quizás no
eliminamos el parásito, pero ayudé a Tuareg a aprender a convivir con él.
Desde entonces, repito tandas de espirulina durante tres semanas, dos veces al
año.
En Canópolis, los perros reciben suplementación con espirulina cuando
engordan al ser esterilizados o si sufren de ansiedad por la comida, también si
padecen anemia o necesitan un tónico natural que les levante el ánimo y su
vitalidad. Los gatos de Canópolis la reciben en el agua, entre otros
suplementos. Desde que la incluimos en su dieta, no padecen los resfriados
que les aquejaban antaño en los cambios de tiempo.
Es importante comprar espirulina de alta calidad, porque no toda es
igual y, dado que es capaz de absorber contaminantes, es recomendable
averiguar el origen de su cultivo. La marca Markus Rohrer parece ser de una
cierta garantía, aunque por cuestiones económicas utilizo la de la marca
Vegetalia, que es más barata y funciona bien.
LEVADURA DE CERVEZA
La levadura de cerveza es otro de esos alimentos dignos de ser incluidos en la
dieta natural de los perros por sus muchas cualidades. Destaca por su aporte
vitamínico del grupo B, que influye en el estado de la piel, pelo y uñas, aparte
de regular el sistema nervioso y anímico, entre muchas otras cosas. También
encontramos las vitaminas B1 (tiamina), B2 (riboflavina), B3 (niacina), B5
(ácido pantoténico), B6 (piridoxina), B8 (biotina), B9 (ácido fólico) y B12
(cianocobalamina), y contiene cantidades interesantes de hierro para procesos
anémicos, fibra para regular y depurar el tracto intestinal, y proteína que
favorece la creación de masa muscular.
Por si fuera poco, la levadura de cerveza tiene una cualidad muy útil
para quienes tenemos perros, y es que protege a los animales de infestaciones
por pulgas. Su acción depurativa y fortalecedora de la piel hace que estos
indeseables bichitos consideren a nuestro perro como un anfitrión hostil.
Con animales muy hiperactivos, como pueden ser los perros cazadores,
la levadura de cerveza es un aliado para calmar el sistema nervioso. Por otro
lado, puede ayudar a levantar el ánimo en un animal deprimido.
Yo añado una cucharadita de café por cada 10 kg de perro en la comida
de mis perros de una a dos veces por semana. Aunque la has visto como
ingrediente en tan solo un par de recetas en este libro, se puede utilizar a
diario como forma de prevención en épocas en las que las pulgas se hacen
más presentes. También se pueden hacer tandas mensuales para preparar a tu
perro para los cambios estacionales de otoño a invierno, o de primavera a
verano, y aumentar así su inmunidad.
MIEL
PEREJIL
El perejil es esa hierba humilde que condimenta muchísimos platos
mediterráneos y el secreto de grandes recetas, pero es tan cotidiana que no
sabemos el tesoro que alberga. Según Gabriela Gottau de Vitónica, en tan
solo 20 g de perejil podemos encontrar 32 mg de vitamina C, 30 mg de ácido
fólico, 170 mg de vitamina A, 160 mg de potasio, 36 mg de calcio y otros
nutrientes beneficiosos en menor cantidad como fósforo, hierro, magnesio y
vitaminas del complejo B. Fíjate qué maravilla. Tiene igualmente
propiedades diuréticas y depurativas tan potentes como el apio, que nos
protegen frente a la acumulación de toxinas y patógenos, ayudan al sistema
circulatorio y regulan la tensión arterial. Estas propiedades benefician al
sistema urinario, el hígado y la sangre. También es carminativo, por lo que
favorece el sistema digestivo, reduciendo gases y estimulando el
metabolismo. Su alto contenido en vitamina C lo convierte en un antioxidante
que regula la proliferación de radicales libres y facilita la absorción de hierro
orgánico. Asimismo, posee propiedades como antiinflamatorio y relajante
muscular, y regula la proliferación de colesterol LDL.
PROBIÓTICOS
Probiótico significa «pro vida». Es un término muy de moda y en los medios
de comunicación se anima a las personas a tomarlos en forma de yogur o
kéfir, en cápsulas o bebidas preparadas. Todo se debe a que nuestro sistema
digestivo (y el de los perros que conviven con nosotros) sufre las agresiones
de nuestro ritmo de vida, el estrés y la contaminación. Síndromes como el del
colon irritable o del intestino permeable, las úlceras, las alergias, etcétera, son
tan solo una muestra de las consecuencias de la vida moderna. Disminuyen
las defensas y se produce toda una cadena de síntomas que tienen su origen
en una falta de equilibrio en la flora y el pH de la mucosa intestinal. La
ingesta de las bacterias contenidas en los probióticos ofrece un excelente
remedio al alcance de todos. Pero no todas las mezclas tienen la misma
eficacia y vamos a ver por qué.
Teruo Higa, profesor de la Universidad de Okinawa (Japón), descubrió
hace unos veinticinco años una particular mezcla de bacterias o
microorganismos mientras trataba de encontrar una solución a la
degeneración del suelo provocada por las prácticas de cultivo intensivo que
incluía el uso de pesticidas y fertilizantes químicos. La historia de su
descubrimiento es demasiado larga para contarla aquí, pero te animo a leer
sobre ella porque es realmente interesante.
Lo que descubrió Higa, casi por accidente, era una mezcla de tres tipos
de bacterias: levaduras, lácteas y fototrópicas. Conocemos bien los primeros
dos tipos. Las levaduras se encargan de fermentar alimentos, las segundas se
emplean para elaborar queso y yogur. Pero las realmente interesantes en esta
combinación son las fototrópicas. Son bacterias anaeróbicas, es decir, no
necesitan oxígeno para medrar. Utilizan la luz del sol para metabolizar tanto
materia orgánica, como inorgánica. Y esto es lo más importante, porque son
capaces de ingerir sustancias tóxicas y convertirlas en elementos necesarios
para la vida, como aminoácidos, oxígeno y antioxidantes.
La combinación de los tres tipos de bacterias es lo que se conoce como
tecnología EM (por las siglas en inglés de «microorganismos efectivos»). Lo
que hace de los EM un probiótico excepcional es la sinergia entre estos tres
tipos de microorganismos, cómo se complementan y cómo actúan en el
medio en el que son expuestos. Higa los probó primero en las plantas. Su
éxito le llevó a experimentar en granjas de cerdos, también con buenos
resultados. Y si su uso en animales demostró ser positivo, solo faltaba
probarlo en humanos. La tecnología EM se ha extendido a muchos países, y
es en Estados Unidos, Polonia, Japón y Alemania donde más acogida tiene.
Yo tuve el placer de conocer los EM a través de Rita, una compañera de
acupuntura que me regaló un bidón de cinco litros para probar en los
animales de Canópolis en el año 2004. Decidí probarlos en mí primero, y tras
dos semanas de beberlos a diario no dudé en empezar a utilizarlos en el
refugio. Existe un antes y un después de la tecnología EM en Canópolis. Los
animales ya demostraban buena salud y pelaje con una alimentación natural,
pero al empezar a poner EM en el agua se notó aún más la diferencia. Su pelo
brillaba más. Parecían haber rejuvenecido. Desde entonces, los perros son
más longevos. Sus heces, si ya eran compactas y de menor volumen con
comida natural, ahora apenas huelen, y su volumen se ha reducido todavía
más. Por otra parte, al encontrarnos en un parque natural, las plagas de
garrapatas eran espantosas y la proliferación de moscas, espeluznante. Tras
empezar a limpiar y a fumigar con EM, se notó considerablemente la
diferencia. Antes no podía ni empezar a concebir hacer cursos en Canópolis,
o recibir visitas de niños, o que pernoctara gente durante los meses de
primavera y verano. Ahora es posible y tiene que ver con los probióticos. No
tengo suficiente espacio aquí para explicar las cuantiosas ventajas de utilizar
EM vía interna o externa, pero el que después de tantos años hagamos el
esfuerzo económico para ponerlos en el agua, limpiar, fumigar, tratar heridas,
bañar a los perros, y tratar las depuradoras biológicas y el compostero, es una
señal de su eficacia y extraordinarios beneficios a todos los niveles. Gracias a
su uso diario, hemos podido eliminar mucha química en la vida de los
animales y en el entorno del refugio.
A nivel nutricional, los EM aportan mucho más que bacterias
favorables. Contienen enzimas, antioxidantes, vitaminas y aminoácidos, entre
otros nutrientes. Y superan a cualquier otro probiótico que podamos
encontrar en el mercado. Como dice la veterinaria Deva Khalsa en un artículo
sobre el tema,36 los EM de Higa están a años luz de cualquier yogur y otras
mezclas probióticas… Ella trata con EM a perros con diarrea crónica,
síndrome de colon irritable y alergias, y asegura que los resultados son
espectaculares. Yo lo puedo constatar con mi experiencia en casa y en el
refugio, con mis perros, gatos, cerdos y caballos. Puedes obtener más
información sobre la tecnología EM en www.em-technology.es o
www.microorganismos-efectivos.com, o en el libro de Teruo Higa Una
revolución para salvar la Tierra (www.terra.org).
ROMERO
Este arbusto (Rosmarinus officinalis) es otra de esas plantas comunes en los
bosques de España a la que no prestamos mucha atención y que esconde un
tesoro para la salud. Sus cualidades como antirreumático y relajante muscular
destacan entre sus muchas otras propiedades. El alcohol de romero es un
remedio que elaboramos en Canópolis para hacer fricciones y masajes a los
perros que sufren de artrosis y contracturas derivadas de problemas
osteomusculares. Pero también usamos la planta como condimento en la dieta
de nuestros perros. Es conocida como tónico para revitalizar los estados de
agotamiento y convalecencia, y el estrés. Según relata el doctor Pamplona en
la Enciclopedia de las plantas medicinales, en el siglo XIV, la reina de
Hungría, quien desde muy joven sufría dolores articulares graves, juraba que
el romero le había devuelto la juventud y la vitalidad. El reconocimiento de
su capacidad para revitalizar perdura en nuestra época.
No es un antiparasitario tan potente como el ajo y el tomillo, pero sirve.
Y añadido a la comida proporciona ácido rosmarínico, flavonoides, alcaloides
(rosmaricina), taninos, saponinas, vitamina C y aceites esenciales (eucaliptol,
borneol, alcanfor de romero, etcétera). Todos estos principios activos actúan
en el sistema convirtiéndolo en digestivo, carminativo, regenerador hepático,
diurético y antiespasmódico, así como en inmunoprotector.
SALVIA
Existe mucha literatura sobre la Salvia officinalis, conocida por muchas
culturas antiguas, que la han utilizado como medicina y en rituales
espirituales. Su nombre indica sus poderes curativos, ya que significa salud.
El libro A Garden of Herbs, de Eleanour Sinclair Rhode, que recoge muchos
dichos y leyendas sobre las plantas medicinales, menciona la noción popular
británica de que la salvia es la planta de la longevidad. Como vegetal que
absorbe energías densas y negativas, se la utiliza para limpiar ambientes a
nivel energético, quemando una rama seca o su aceite en un quemador. Pero
voy a referirme a ella como medicina y condimento culinario, para animarte a
utilizarla en la comida de tu perro.
Tiene propiedades parecidas a las del tomillo y el romero: bactericidas,
fungicidas, vermífugas, etcétera, a las que hay que añadir vitaminas B y C,
potasio, enzimas y estrógenos. Este último atributo puede ayudar mucho a
hembras esterilizadas, o con celos prolongados o recurrentes, ya que regula el
sistema hormonal femenino. Otras propiedades incluyen en la tonificación
del sistema nervioso o la preservación de la memoria; también es un buen
aliado para los animales que sufren procesos degenerativos con temblores,
vértigos y otros desequilibrios del sistema neurovegetativo. La salvia tonifica
el sistema digestivo, por lo que alivia muchos de sus males como flatulencias
o digestiones pesadas y difíciles. Es un excelente remedio para la higiene
bucal y la garganta, combate la halitosis y la gingivitis, y desinflama la
mucosa en casos, por ejemplo, de tos de perrera o enfriamiento; en bulldogs y
razas similares, que sufren tanto de inflamaciones faríngeas, evita que se
acumulen patógenos en esta zona tan delicada para ellos. Su poder diurético
la convierte en otro remedio estupendo para la salud del sistema urinario,
hepático y circulatorio.
Para la higiene bucal, basta con hacer una infusión de hojas y rociar la
boca y la garganta del perro con una jeringa tres o cuatro veces por semana.
Se pueden diluir 2-3 gotas de su aceite esencial en una jeringa de 10 ml.
Como complemento nutricional y fortalecedor de la salud, se añaden las
hojas frescas o secas al principio de la cocción de la receta, para que sus
propiedades se extraigan con el calor, y se mezclen con el aceite de oliva y
los demás alimentos.
TOMILLO
Para los egipcios, el tomillo prevenía la putrefacción y se
utilizaba para embalsamar. Hoy en día se reconoce su
capacidad antimicrobiana. El tomillo contiene aceites
esenciales que lo dotan de potentes propiedades
antisépticas. Según el doctor Jorge Pamplona Roger, es un
bactericida más potente que el fenol y el agua oxigenada, y
tiene la facultad de potenciar los leucocitos (glóbulos
blancos), lo que le convierte en un inmunopotenciador.
De igual forma, esta humilde planta acredita propiedades carminativas
(elimina gases), insecticidas y vermífugas, y es capaz de eliminar parásitos
internos (tenias) y externos (pulgas, piojos y sarna). Es expectorante y
antitusígeno, y balsámico, diurético y sudorífico. Es eficaz en enfermedades
como cistitis, vaginitis, bronquitis, asma, tosferina (similar a la tos de las
perreras), cólicos y gastritis. En definitiva, su uso interno es muy útil para
tratar todas estas afecciones y como preventivo para fortalecer el sistema
inmune. Mediante lociones y fricciones realizadas con su aceite esencial,
decocciones o maceración en alcohol desinfecta y tonifica la piel, el pelo y
los huesos.
En Canópolis y en casa llevo muchos años añadiendo esta pequeña
planta a la comida de mis perros con el beneficio añadido de no tener que
recurrir casi nunca a la desparasitación química. Combinado con el ajo y el
romero, les proporciono una desparasitación natural sin tener que
envenenarlos con praziquantel y otras sustancias poco deseables.
Como condimento, no podemos negar su capacidad para enriquecer
cualquier plato, pero ya ves que su consumo regular en la comida puede
ayudar y mucho a mantener a tu perro libre de parásitos y fuerte frente a las
infecciones.
VINAGRE DE MANZANA
El vinagre de manzana es otro tesoro de la naturaleza que no puede faltar en
el botiquín nutricional. Hasta hace bien poco, en las casas del mundo rural se
preparaba el vinagre de manzana para uso doméstico al igual que se hacía
jabón o se cultivaba un huerto. Se utilizaba para limpiar, para conservar
alimentos, como desinfectante de heridas y tónico de la salud, para tratar
picaduras de insectos o repelerlos, para tratar infecciones de orina y un largo
etcétera.
Yo lo llamo el Viakal natural porque tiene, entre muchas
otras propiedades, la de depurar los sistemas urinario, óseo y
sanguíneo de impurezas y calcificaciones. Previene los
depósitos de calcio en las arterias, en las articulaciones, en la
vesícula y en las vías urinarias. Igual que limpia los grifos de
cal, dejándolos relucientes, lo mismo hace en el organismo. Pero además he
comprobado su eficacia en mi perra Maus, al reducir notablemente los
depósitos de placa dental, mejorando la inflamación de sus encías y la
halitosis desde que bebe agua con unas gotas de vinagre de manzana. Maus
es demasiado mayor como para practicarle una limpieza bucal, y no puedo, a
su edad, someterla a semejante estrés. Tampoco roe huesos como lo hacía
antes, se los tengo que sujetar porque se cansa. Así que el vinagre me ha
venido genial para solucionar un problema que podía haberle provocado
infecciones secundarias.
El vinagre de manzana es un excelente suplemento nutricional por todas
las propiedades que puede contener. Y digo «puede contener» porque, como
la espirulina o la miel, dependerá de dónde venga y cómo se prepare o
manipule. El vinagre de manzana que puedes comprar en el supermercado no
está mal, pero estará pasteurizado y homogeneizado para que sea transparente
y no se oxide. El mejor es el vinagre cien por cien puro, sin filtrar ni tratar,
para que contenga lo que se llama la madre del vinagre, esa nube de
sustancias que parece flotar en el mismo. Sin la madre, es como si el vinagre
fuera inerte. La marca Vegetalia lo vende y parece como un vinagre opaco, a
veces con posos. Este es el vinagre que te recomiendo utilizar.
El vinagre contiene vitaminas A, B y C, enzimas, minerales y sales
minerales (fósforo, calcio, potasio, magnesio, azufre, cinc, hierro, flúor,
silicio y calcio), ácidos grasos esenciales, taninos y pectina. Y aumenta la
producción de enzimas y regula la flora intestinal, y ayuda a metabolizar las
grasas y eliminar su exceso en las células.
Para administrarlo vía oral lo diluyo en agua. Se lo pongo a mis perros
en su bebedero. Una cucharadita de café por cada 10 kg de peso. Si quiero
hacer algún tratamiento como enjuague bucal, o como remineralizante para
perros convalecientes, lo diluyo y se lo doy con una jeringa. Vía externa, se
puede hacer un espray diluyendo el vinagre en agua y rociándolo por todo el
pelo. Este adquiere un aspecto brillante, a la vez que protegemos al perro de
pulgas y picaduras de mosquitos. A esta dilución se le pueden añadir gotas de
aceite de árbol de té u otros aceites esenciales repelentes. El vinagre regula el
pH de la piel y convierte a tu perro en un ser hostil para estos bichitos.
YOGUR
A pesar de que Hiromi Shinya, el autor de La enzima
prodigiosa, desaconseja todos los productos lácteos, yo sigo
creyendo que el yogur es un alimento con dos propiedades
fundamentales para el organismo de los perros. Has visto que
lo incluyo al final de la preparación de varias recetas, así como
en los desayunos.
El yogur es fuente de calcio y bacterias lácteas (probióticos, organismos
vivos). Cuando un perro no puede o no tiene acceso a fuentes de calcio a
partir de huesos, creo que el yogur es un buen suplemento de calcio para
mantener la ratio calcio-fósforo en la dieta del animal. Las bacterias lácteas
regulan la flora intestinal, regeneran la mucosa e intervienen en la protección
frente a patógenos, lo que convierte al yogur en un aliado del sistema inmune.
También regula el pH de la mucosa urogenital. En inflamaciones de la vulva,
lo he administrado directamente con este propósito. Para animales con
alergias a los cereales que presentan problemas digestivos y de piel, el yogur
puede ayudar a reducir la inflamación de los intestinos, favorecer la flora
intestinal y reducir estos síntomas.
Suelo dar a mis perros 2-3 tomas de yogur a la semana (½ yogur por
cada 10 kg). Les chifla.
22
SUPLEMENTOS NUTRICIONALES
COMERCIALES
RESOLUTIVO REGIUM
Es un preparado de plantas que quizás se conoce poco porque se trata de un
producto un tanto antiguo. Aun así, es el mejor depurativo que conozco. Lo
probé en mí misma después de una hospitalización en la que me
administraron fuertes medicamentos que me dejaron el hígado afectado.
Desde entonces, lo uso en animales que necesitan un depurativo digestivo y
hepático, con resultados muy positivos.
ANIMA STRATH
Es un producto veterinario fabricado en Suiza y, a pesar de que es caro, es un
suplemento muy rico en vitaminas del grupo B de origen natural. Lo uso
cuando un animal necesita recuperar fuerzas, ha sufrido algún bajón o una
operación, está convaleciente o decaído por la vejez.
ESI
Es un laboratorio italiano con un amplio catálogo de suplementos de muy alta
calidad y buenos precios. Expongo los que más utilizo:
EJERCICIO MODERADO
Muchos perros urbanos pasan de estar echados todo el día esperando a su
dueño a ser atados a la bici o al patín para salir a hacer ejercicio. En mi
opinión, esta es una práctica equivocada y a la larga dará sus problemas. Un
perro sedentario necesita calentar sus articulaciones antes de empezar a
correr, a pesar de que salga disparado por la puerta, desesperado por salir a la
calle o al parque. Salir a pasear con calma y aumentar el ritmo es lo mejor.
Según la raza y la edad del perro, este se aumenta progresivamente y luego se
reduce antes de llegar a casa otra vez, para que el perro pueda enfriarse
también progresivamente, y no llegue a casa jadeando con la lengua fuera.
Nunca se debe dar de comer a un animal inmediatamente después del
ejercicio. Déjale que se calme antes de comer y se pueden evitar así la
mayoría de torsiones de estómago. Salir al parque y tirarle pelotas sin cesar es
otra práctica que no me parece adecuada. Muchos perros se vuelven adictos a
sus pelotas, y, aunque es una manera de sacar la energía acumulada en un
espacio de tiempo reducido, tampoco es sano para el animal. Igualmente, ese
perro ha de calentar sus músculos, y echarle algunas pelotas o palos está bien,
pero luego debe continuar el paseo para que pueda relacionarse con otros
perros y su entorno a partir de su olfato. El perro reconoce su entorno
olisqueando el suelo, las plantas, las farolas, las ruedas de los coches, los
árboles. A veces marcará su territorio para comunicarse con sus congéneres,
y hará lo mismo con la orina y deposiciones de sus vecinos caninos.
Permitiendo este proceso ayudas al animal a relacionarse y a estar más
equilibrado. Es algo natural y necesario para él.
DETOX DOS VECES AL AÑO
Vivimos en un ambiente altamente tóxico, no solo para nosotros, sino
también para los animales con los que convivimos. La contaminación está en
el aire, en el agua, en la comida, en la casa y en el entorno. Siento si te
deprime este panorama, pero no te voy a dejar ahí, porque existen muchas
cosas que tú puedes hacer para mejorar la vida de tu perro y, por ende, la
tuya. Hacer un par o tres semanas de desintoxicación dos veces al año le va a
ayudar a descargar y purificar los órganos encargados de depurar el sistema y
la sangre. El hígado y el riñón son los maestros de esta función y a menudo se
ven comprometidos por la agresión de una vida tan aferrada a la química.
Hay un excelente depurador en el mercado, poco conocido por ser tradicional
y un tanto antiguo: el Resolutivo Regium, que menciono en la anterior
sección. Es una destilación de plantas que están pensadas para realizar la
función de depurar el hígado y el riñón. Administrar este producto a diario
durante tres semanas es una forma fácil, práctica y barata para hacer esta
detox. Y puedes añadir a la comida de tu perro una serie de plantas y verduras
que tienen las mismas funciones, como el apio, el perejil, los espárragos…
Añadir e intercalar estos ingredientes en el menú durante esos días es otra
forma de ayudar a desintoxicar el sistema de tu perro. El vinagre de manzana
es otro depurador excelente, echando unas gotas al agua de tu perro a diario
durante esas semanas completas el programa de depuración.
AMOR INCONDICIONAL
Los perros son el amor incondicional personificado, y todos los que tenemos
el honor de convivir con ellos tenemos la oportunidad de experimentarlo.
Pero ¿y nosotros? Podemos ofrecerles el mismo amor que nos profesan. El
amor incondicional es difícil de practicar para los humanos. Siempre están
nuestras necesidades y expectativas de por medio. También hemos crecido en
una sociedad que nos ha condicionado mucho, y nos es difícil practicar un
amor sin condiciones, basado en el respeto y la aceptación hacia otros seres.
Pero tu perro necesita que hagas ese esfuerzo. Quizás no lo sepas, pero él está
contigo por algo. Su misión en la vida no es solo acompañarte, protegerte y
entretenerte. Tiene como objetivo que sepas quién eres de verdad, y te lo va a
mostrar de la mejor forma que su condición como perro le permite. Hay
perros que son pacientes y aguantan muchas cosas. Otros no. Son
hiperactivos, rompen y muerden cosas… Te pueden llevar al extremo de
querer abandonarlos. Pero si no sabes que en ellos se encuentra un maestro
disfrazado, poco vas a aprender de la vida a su lado. Reconocer la
inteligencia emocional y espiritual de tu perro te puede llevar a cambiar de
rumbo, de trabajo, de pareja, de vida, y por ello vas a ser más feliz si te dejas
guiar por él. Asumir que cuando tu perro orina en las paredes, destroza tu
sofá o ladra incansablemente es porque te está intentando decir algo es un
paso en el buen camino. Deshacerte de él, regañarle o pegarle no te va a
servir de nada. Pronto volverá a tu vida algo que te muestre el error. Si le
aceptas e intentas escuchar, puedes averiguar mucho.
En la enfermedad, los perros tienen algo que decir también. Su estado
físico y emocional es una expresión de cómo piensas o llevas a cabo tu vida.
Cuando empezamos a reconocer a los perros como maestros y guías,37 verás
cómo cambia la salud de tu perro. Si no sabes interpretar lo que te intenta
mostrar, piensa en un espejo. Y si no, puedes participar en algún curso de
comunicación interespecie. Hay varias profesionales en nuestro país que ya
están ayudando a muchas personas con sus animales a través de talleres de fin
de semana, o consultas presenciales y por teléfono. Personalmente,
recomiendo el trabajo de María Victoria Simona (www.entrespecies.com),
Olga Porqueras (www.lasesenciasdetama.blogspot.com) y Laura Trillo
(www.terapiafelina.com)
Al finalizar este trabajo, mis perros han ganado todos unos kilitos. Como
buenos conejillos de indias, se han puesto las botas probando todas y cada
una de las recetas que he elaborado para el libro (pero ya les he puesto un
poco a dieta, reduciendo las cantidades…, ¡algunos días engullían más de una
versión de algunas recetas publicadas!). La verdad es que, aunque ya comían
muy bien, ahora lo hacen todavía mejor. Haber investigado más sobre la
nutrición natural en perros, haber recordado ingredientes que había dejado de
utilizar, me ha permitido recobrar el entusiasmo de cocinar para mis perros,
cosa que se había convertido en algo rutinario. A la vez, el deseo de crear
recetas para ofrecerte opciones reales que puedas cocinar a tu perro en un
tiempo inferior a 10 minutos me ha llevado a descubrir un sistema para
alimentar a los perros muy sencillo y útil. Se lo he enseñado a mi marido, a
mis familiares y personas allegadas, que han seguido este proceso y han
probado las recetas que he elaborado. Están encantados porque han reducido
el tiempo que necesitaban para hacer la comida de sus perros y han
descubierto las ventajas del método demi-cuit (semicrudo).
A pesar de todo lo escrito, me doy cuenta de todo lo que ha quedado en
el tintero. Sin embargo, pienso que tienes a tu disposición una buena cantidad
de información que procesar y asimilar, así como un buen manual de
instrucciones para empezar a alimentar a tu perro con alimentos frescos,
naturales y ricos en nutrientes, de una forma sencilla y con alternativas para
todos los bolsillos.
Solo espero que haya despertado en ti la curiosidad de descubrir las
ventajas de la alimentación natural y que tu perro sea más dichoso por ello. Si
ya la practicabas, deseo que hayas aprendido cosas nuevas y se te haya
despertado la creatividad y el arte por la cocina para los canes. La meta es
convertirte en el Master Chef de tu perro.
También me gustaría que hubieras perdido los miedos que nos intentan
infundir los medios y los intereses económicos de la industria, y te lances en
serio a proveer a tu perro la mejor comida del mundo: la que tú le puedes
proporcionar con conocimiento y cuidado. Dije en algún momento del libro
que los perros pueden sobrevivir comiendo pan y agua, o arroz y carcasas,
porque son unos supervivientes. Pero, si queremos que sean fuertes,
vigorosos, equilibrados emocionalmente y longevos, nos tenemos que
esforzar un poco. Has podido ver la cantidad de ingredientes que podemos
utilizar, en múltiples combinaciones y sazonados con una variedad de plantas
extraordinarias que nos ofrece la naturaleza para condimentar y completar
cualquier receta, o una versión que se te antoje preparar. No puedes fallar.
Natural es mejor, no hay lugar a dudas.
Si quieres compartir tu experiencia y tus dudas, me encantaría poder
seguir ayudándote. Para ello te animo a que me escribas en la página de
Facebook que lleva el mismo nombre que este libro.
Índice de recetas
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Natural Pet Productions, Chicago, 2013.
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En Internet: