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NUTRICIÓN

Y DIETÉTICA
DEL PERRO Y EL GATO
Guía para el veterinario
Propiedad de:
© 2020 Grupo Asís Biomedia SL
Plaza Antonio Beltrán Martínez, nº 1, planta 8 - letra I
(Centro empresarial El Trovador)
50002 Zaragoza - España

Primera impresión: diciembre 2020

Esta obra es la traducción del libro:


Nutrizione e dietetica del cane e del gatto
© 2020 Edra S.p.A
ISBN edición en italiano: 978-88-214-5147-8
eISBN edición en italiano: 978-88-214-5148-5

Traducción:
Ubiqus Spain SLU

ISBN: 978-84-18339-43-1
eISBN: 978-84-18339-35-6
DL: Z 1614-2020

Preimpresión e impresión:
Grupo Asís Biomedia SL
www.grupoasis.com
info@grupoasis.com

Reservados todos los derechos.


Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de
esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción
prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos) si
necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra (www.conlicencia.com; 91 702
19 70/93 272 04 47).

Advertencia:
La ciencia veterinaria está sometida a constantes cambios evolutivos, del mismo modo que
la farmacología y el resto de las ciencias también lo están. Así pues, es responsabilidad
ineludible del veterinario clínico, basándose en su experiencia profesional, la
determinación y comprobación de la dosis, el método, el periodo de administración y las
contraindicaciones de los tratamientos aplicados a cada paciente.
Ni el editor ni el autor asumen responsabilidad alguna por los daños o perjuicios que
pudieran generarse a personas, animales o propiedades como consecuencia del uso o la
aplicación correcta o incorrecta de los datos que aparecen en esta obra.
Autores

Debora Guidi
DVM, Residente del ECVCN
Departamento de Ciencias Veterinarias, Università degli Studi di Torino

Raimondo Colangeli
DVM, Experto en medicina del comportamiento
Vicepresidente de la ANMVI
Expresidente de la SISCA

Agradecemos su colaboración a:

Alessia Candellone
DVM, EMSAVM, PHD
Departamento de Ciencias Veterinarias, Università degli Studi di Torino

Natalia Russo
DVM, Residente del ECVCN
Departamento de Ciencias Veterinarias, Università degli Studi di Torino

Diana Vergnano
DVM, Diplomada del ECVCN
Departamento de Ciencias Veterinarias, Università degli Studi di Torino
Presentación

Me complace realizar la presentación de este libro de Debora Guidi, ya que la


nutrición veterinaria, disciplina a la que se dedica, es la pasión que ambas
compartimos y que hizo que nos conociéramos hace casi 15 años. La Dra.
Guidi y yo trabajábamos en el desarrollo y la difusión de la nutrición
veterinaria cuando los defensores de esta disciplina en Italia podían contarse
con los dedos de una mano.
En estos 15 años, hemos visto juntas el enorme desarrollo que ha tenido la
disciplina aunque, como sucede a menudo en los periodos de expansión,
también hemos asistido a la aparición, en el ámbito comercial, de figuras que
afrontan esta ciencia de forma superficial. La nutrición, entre todas las
especialidades médicas, es probablemente una de las ciencias más exactas y,
como tal, deja muy poco espacio a la aproximación y al surgimiento de
distintas escuelas de pensamiento.
Los dueños de animales tienen la necesidad de hablar con el veterinario
sobre el tema de la nutrición, ya que alimentar al propio animal es una
situación que se afronta diariamente, desde que el animal es un cachorro o
gatito hasta que es un animal geriátrico, pasando por situaciones como la de
una nutrición específica en el curso de estados patológicos. Hoy todos los
propietarios saben que la alimentación es un factor clave tanto en la
prevención de enfermedades como en su tratamiento, por lo que es normal
que esperen encontrar en su veterinario un interlocutor capaz de resolver sus
dudas. El objetivo de este libro es precisamente proporcionar al veterinario
algunas recomendaciones nutricionales basadas en la evidencia que van más
allá de las modas y los factores “emocionales” que en ocasiones, además de a
los dueños, implican también al veterinario.

Liviana Prola
DVM, Diplomada del ECVCN
Departamento de Ciencias Veterinarias
Università degli Studi di Torino
Introducción

Que tu alimento sea tu medicina


y tu medicina tu alimento.
Hipócrates de Cos

Hasta ahora, la nutrición no ha sido la primera especialidad a tener en cuenta


en la práctica veterinaria. Sin embargo, a lo largo de los años, se ha entendido
la importancia que tiene, sobre todo en animales sanos, para mantener un
buen estado de salud, prolongar la vida media y prevenir la aparición de
enfermedades como la obesidad, la diabetes mellitus, la lipidosis hepática,
etc.
El objetivo de esta obra es proporcionar consejos nutricionales para que el
profesional veterinario pueda utilizarlos en la práctica diaria y proporcionar
respuestas sencillas a las preguntas más frecuentes de sus clientes y a las
necesidades de sus pacientes, buscando un equilibrio adecuado entre el
conocimiento y los aspectos prácticos. Comienza con una descripción general
de los nutrientes básicos, para luego exponer la nutrición en las diferentes
etapas de la vida, indicando qué tipo de alimento elegir y cómo comparar los
distintos alimentos. También evalúa el enfoque nutricional más adecuado
para las enfermedades que se diagnostican con más frecuencia. Además,
incluye algunas recetas sencillas para utilizar en la práctica diaria, junto con
las indicaciones proporcionadas en los manuales nutricionales de los distintos
fabricantes de alimentos, para poder elegir, y dar a elegir al cliente, los tipos
de dieta a seguir.
En el último capítulo, de Raimondo Colangeli, se trata la nutrición desde el
punto de vista conductual, ofreciendo elementos de reflexión nuevos y
realmente útiles en la práctica clínica diaria.
Agradecimientos

No es frecuente hacer un trabajo que nos guste y que al mismo tiempo sea
nuestra pasión desde siempre. A mí me pasó. Precisamente por esto doy las
gracias a mis padres, que me han apoyado a pesar de no pocas dificultades,
permitiéndome ser veterinaria y realizar lo que desde pequeña ha sido mi
mayor sueño.
Doy las gracias a mi hermana Barbara, que siempre me ha acompañado y
es para mí una guía y un apoyo.
Gracias a Liviana Prola por darme la oportunidad de seguir y hacer crecer
mi segunda pasión, la nutrición. Todavía recuerdo el correo electrónico que le
envié para emprender juntas el largo camino del diploma europeo, pero aún
recuerdo más su respuesta y la gran aventura que siguió a continuación
Por último, agradezco a mis hijos Valerio, Marco y Gaia su paciencia y su
gran apoyo. A ellos les digo: “Os quiero y siempre os querré”.
Índice de contenidos

CAPÍTULO 1. PRINCIPIOS NUTRITIVOS Y NECESIDADES


NUTRICIONALES
Somos lo que comemos
Agua
Energía
Proteínas
Grasas
Hidratos de carbono
Vitaminas
Minerales
Antioxidantes

CAPÍTULO 2. LA ALIMENTACIÓN EN LAS DISTINTAS ETAPAS


DE LA VIDA
No existe una única dieta ideal para todos
Cachorros y gatitos
Adulto
Animal de edad avanzada
Gestación
Lactación

CAPÍTULO 3. LOS ALIMENTOS


Comerciales o frescos, lo importante es que sean
completos, equilibrados y… que el animal se los coma
Elección del alimento
Alimentos envasados (comerciales)
Comida preparada en casa
Dietas vegetarianas y veganas
Dietas crudas tipo BARF
Dietas grain free o gluten free
Dietas hipoalergénicas
Cómo y cuántas veces alimentar a su animal
Snacks o premios
Lectura de la etiqueta
Alimentos, plantas y otras sustancias tóxicas

CAPÍTULO 4. MANEJO DE LA ALIMENTACIÓN EN EL


TRANSCURSO DE ENFERMEDADES
Antes que nada, comer
Insuficiencia renal crónica (IRC)
Trastornos gastrointestinales
Enfermedades de las vías urinarias inferiores
Sobrepeso y obesidad
Reacciones adversas a alimentos
Enfermedades cardiacas

CAPÍTULO 5. RECETAS
La consigna es “gradualidad”
Recetas de mantenimiento para perros adultos activos
Recetas de mantenimiento bajas en calorías para perros adultos poco activos,
esterilizados/castrados
Recetas de mantenimiento para perros adultos activos (hipoalergénicas) y
poco activos, esterilizados/castrados (hipoalergénicas bajas en calorías)
Recetas de mantenimiento para perros adultos activos (grain free) y poco
activos, esterilizados/castrados (grain free bajas en calorías)
Recetas de mantenimiento para perros adultos activos (BARF) y poco
activos, esterilizados/castrados (BARF bajas en calorías)
Recetas de mantenimiento para el perro adulto activo (vegetarianas) y poco
activo, esterilizado/castrado (vegetarianas bajas en calorías)
Recetas de mantenimiento para gatos adultos activos
Recetas de mantenimiento bajas en calorías para gatos adultos poco activos,
esterilizados/castrados
Recetas de mantenimiento para gatos adultos activos (hipoalergénicas) y
poco activos, esterilizados/castrados (hipoalergénicas bajas en calorías)
Recetas de mantenimiento para gatos adultos activos (BARF) y poco activos,
esterilizados/castrados (BARF bajas en calorías)

CAPÍTULO 6. CONDUCTA ALIMENTARIA


Del cuenco a la mente
Raimondo Colangeli
Neurofisiología y etología
Prerrogativa social de la gestión de los recursos alimentarios
Comportamiento de agresividad depredadora
Semiología conductual: signos y síntomas que nos dirigen al diagnóstico
diferencial entre patología orgánica y patologías conductuales
Conducta alimentaria del gato

Bibliografía
Capítulo 1

Principios nutritivos y
necesidades nutricionales
Somos lo que comemos

OBJETIVOS DEL CAPÍTULO

• Conocer los nutrientes y las necesidades nutricionales para evitar


carencias o excesos.
• Calcular las necesidades diarias y la densidad energética de la dieta para
poder programar un correcto racionamiento.

Tanto el perro como el gato son mamíferos que pertenecen al orden de los
carnívoros, aunque la historia evolutiva del perro indica una dieta natural más
omnívora que la del gato, cuya dieta ha sido carnívora a lo largo de todo su
recorrido evolutivo. De hecho, podemos definir al gato como un carnívoro
estricto, mientras que el perro es un carnívoro adaptado o, incluso, un
carnívoro oportunista.
Esto se puede observar también examinando su dentadura, ya que las dos
especies poseen el mismo número de incisivos y caninos, aunque el perro
tiene un número mayor de molares y premolares, por lo que es capaz de
masticar y triturar mejor la comida que el gato. Es probable que este tipo de
dentadura esté relacionado con un mayor consumo de sustancias vegetales o,
en general, con una dieta más omnívora.
En este capítulo se examinarán los principios nutritivos y las necesidades
nutricionales, ya que su conocimiento nos permitirá responder a otra pregunta
importante.
¿Cuánto y qué debe proporcionar una dieta?
Además de satisfacer las necesidades energéticas, la dieta debe proporcionar
agua, proteínas, hidratos de carbono, grasas, vitaminas y minerales
(figura 1.1). Es importante recordar que ningún nutriente actúa de forma
aislada, ya que para el buen funcionamiento de todo el organismo son
indispensables las interacciones entre los distintos nutrientes. Estas
interacciones se producen tanto durante la absorción como durante el uso y la
eliminación.
Además de saber cuáles son los nutrientes, también es importante conocer
sus cantidades.

¿Dónde podemos encontrar las cantidades de referencia para


evitar deficiencias o excesos?
Las cantidades de referencia se encuentran en las tablas de la Association of
American Feed Control Officials (AAFCO), el National Research Council,
Nutrient Requirement of Dogs and Cats (NRC) o la European Pet Food
Industry Federation (FEDIAF). Estas últimas son las que se han utilizado en
este texto y están disponibles online de forma gratuita (www.fediaf.org).
En estas se presentan todos los valores de nutrientes tanto para el gato
como para el perro, adulto o en fase de crecimiento, para poder
proporcionarles una dieta completa y equilibrada. Aunque hay que tener
cuidado, ya que es importante saber que los valores indicados son los valores
mínimos, por debajo de los cuales no debemos encontrarnos para evitar
carencias. También se presentan algunos valores nutricionales y legales
máximos. Los valores nutricionales son los niveles máximos que, según los
estudios actuales, no se han asociado a efectos perjudiciales; es decir,
superarlos no tiene por qué ser perjudicial, pero debido a que no existen
estudios al respecto, conviene evitarlos. Los valores legales, en cambio, están
regulados y recogidos en un registro de aditivos (1831/2003/CE); estos hacen
referencia a algunos minerales y a la vitamina D cuando se añaden
precisamente como aditivos a las recetas, por lo que es obligatorio no
superarlos.
FIGURA 1.1 Principios nutritivos.

Los sistemas digestivos del perro y el gato son muy diferentes de los de
otros animales domésticos y del del ser humano. La mayor diferencia está en
la longitud del intestino; mientras que el intestino del bovino es unas 20 veces
la longitud de su cuerpo, el del caballo es 12 veces y el del cerdo 14, el
intestino del perro es cinco veces la longitud del cuerpo y el del gato solo
cuatro veces. Por tanto, el intestino de estos animales es corto y los procesos
digestivos son muy rápidos, por lo que es importante proporcionarles
alimentos de alta calidad y muy digeribles. Para digerir y asimilar mejor los
alimentos el perro debe comer 2-3 veces al día. El gato, en cambio, debe
comer poco y a menudo.
Comer una vez al día no solo crea problemas en la
digestión de los alimentos, con aparición de diarreas y
carencias alimentarias, sino que puede predisponer al
perro a dilatación y torsión gástrica y al gato a
problemas en las vías urinarias inferiores.

Agua
El agua es el nutriente más importante para la vida. El 60-75 % del peso
corporal de un organismo es agua. Un animal puede sobrevivir después de
haber perdido casi toda la grasa y más de la mitad de las proteínas, pero
podría morir si pierde aproximadamente el 10 % del agua corporal. El aporte
de agua en los carnívoros domésticos, así como en el ser humano y en los
demás animales, es fundamental no solo porque es el componente principal,
indispensable para todos los procesos metabólicos y los intercambios que
tienen lugar en el organismo, sino también porque el agua permite regular la
temperatura corporal.
Los animales toman agua directamente o a través de los alimentos y la
pierden con la orina, las heces y la transpiración. La necesidad de agua es de
importancia crítica sobre todo cuando la temperatura es elevada, cuando el
animal está realizando un trabajo intenso o cuando se produce una fuerte
pérdida a través de la leche, las heces (diarrea), la orina o la sangre
(hemorragia).
Los animales deben tener siempre a su disposición agua fresca y potable
para beber, libre de olores y sabores desagradables, y a una temperatura de
10-25 °C.
Por supuesto, también es importante comprobar con regularidad las
condiciones higiénicas de los bebederos.

En el caso del gato, la ingestión de agua es fundamental


también, y sobre todo a través de la comida, por lo que
son preferibles los alimentos húmedos.
Energía
La energía es el combustible del organismo y se obtiene a partir de las
proteínas, las grasas y los hidratos de carbono. La energía sirve para
mantener constante la temperatura corporal, para hacer funcionar los distintos
órganos y tejidos y para el crecimiento, la producción de leche y el trabajo
muscular. Solo se utiliza una parte de la energía ingerida (alrededor del 75 %)
que se denomina energía metabolizable (EM); el resto se pierde con las heces
y la orina (figura 1.2).
Los distintos nutrientes (proteínas, grasas e hidratos de carbono)
proporcionan diferentes cantidades de energía metabolizable. Las grasas son
las más eficientes, y es importante tenerlo en cuenta, sobre todo en el ámbito
de las dietas hipocalóricas. En ocasiones, la densidad energética de un
alimento viene recogida en el envase; de lo contrario, puede determinarse de
varias formas, una de las cuales es multiplicar la cantidad de proteínas, grasas
e hidratos de carbono contenidos en el alimento por determinados valores
(3,5; 8,5; 3,5 kcal, respectivamente) que se denominan factores de Atwater
modificados. La densidad energética se mide en kilocalorías (kcal) o julios (J)
(tabla 1.1).

FIGURA 1.2 Energía metabolizable.


TABLA 1.1 - FACTORES DE ATWATER MODIFICADOS

Principios nutritivos* Kilocalorías


Glúcidos 3,5
Lípidos 8,5
Proteínas 3,5
* En 1 g de alimento.

Además de la densidad energética de un alimento, es importante


determinar también las necesidades energéticas diarias de un animal, ya que
estas condicionan las cantidades de alimento necesarias y, en consecuencia,
las de los demás nutrientes. Las variables que pueden modificar las
necesidades de mantenimiento son numerosas, como, por ejemplo, la
temperatura, la edad, el estado fisiológico y la actividad física. Además, en la
especie canina se observa una heterogeneidad extrema entre individuos, que
no es comparable a la de otras especies. Las variaciones de peso van de 1 a
100 kg; el pelaje puede ser largo y denso o casi ausente; el carácter, y por
consiguiente la actividad física espontánea, es muy diverso. Por este motivo,
la energía necesaria para el organismo está relacionada con la superficie
corporal y no con el peso, y se habla de peso metabólico.
Las necesidades energéticas de mantenimiento (maintenance energy
requirement, MER) de un perro se pueden calcular de varias maneras. La
fórmula que utilizamos con mayor frecuencia es la siguiente:

MER = 110 × (peso en kg)0,75

Además, si es necesario, pueden aplicarse factores de corrección que se


multiplicarán por las MER (tabla 1.2).
Las MER se definen como las necesidades energéticas de un animal adulto
con actividad física moderada en condiciones de termoneutralidad (25 °C
para los animales de pelo corto y 14 °C para los de pelo largo).
También para el gato, existen diferentes formas de calcular las MER. En
nuestro caso utilizamos la siguiente:

MER = 70 × (peso en kg)0,75


MER = 70 × (peso en kg)0,75 × 0,8 (si está esterilizado/castrado)
La determinación de la densidad energética del alimento y de las
necesidades energéticas del animal es la verdadera clave del racionamiento.
Mediante una simple relación se puede determinar y, por tanto, indicar la
cantidad de alimento que debe administrarse a diario (figura 1.3).
TABLA 1.2 - FACTORES DE CORRECCIÓN PARA EL CÁLCULO DE LAS
MER

Edad 1-2 años × 1,10


Temperatura 30-35 °C × 1,2
20 °C ×1
<10 °C × 1,1 (excepto en razas nórdicas)
<0 °C × 1,2 (excepto en razas nórdicas)
–10 °C × 1,5
Actividad Normal-moderada × 1,2
Nervioso-activo × 1,3
y temperamento
Razas Nórdicas o predispuestas × 0,9
a la obesidad (Beagle,
Labrador, Golden
Retriever, Cocker, Boxer,
etc.)
Predispuestas al × 1,1
adelgazamiento (Galgo,
Alano, etc.)

FIGURA 1.3 Ejemplo de determinación de la cantidad de alimento que


debe administrarse a diario a un perro.
Todas estas fórmulas deben suponer un punto de partida.
Es importante vigilar continuamente el peso del animal
para aumentar o disminuir las calorías en caso necesario.
Se recomienda empezar siempre con necesidades
mínimas/bajas, ya que nuestros animales rara vez tienen
un gasto energético alto.

Proteínas
Las proteínas son moléculas complejas. Pueden dividirse en proteínas
sencillas si están formadas únicamente por aminoácidos como, por ejemplo,
la albúmina plasmática, la lactoalbúmina de la leche, la zeína del maíz y las
proteínas estructurales queratina, colágeno y elastina, y en proteínas
complejas si están formadas por aminoácidos y moléculas no proteicas como
las nucleoproteínas, las glucoproteínas y las fosfoproteínas.
Las proteínas desempeñan numerosas funciones en el organismo y son los
principales componentes de pelo, plumas, ligamentos, tendones, músculos,
etc. Llevan a cabo numerosas reacciones metabólicas y son indispensables
para la digestión, la absorción y demás procesos. Tienen diversas funciones
hormonales, como la insulina y el glucagón, o de transporte, como la
hemoglobina (para el oxígeno) y la transferrina (para el hierro). Son
importantes para el equilibrio ácido-básico del organismo y son los
principales componentes del sistema inmunitario, los anticuerpos.
Los principales componentes de las proteínas son los aminoácidos que se
dividen en esenciales y no esenciales (tabla 1.3). Los aminoácidos esenciales
deben suministrarse con la dieta ya que el organismo no puede sintetizarlos.
En el perro, los aminoácidos esenciales son 10; entre los más importantes se
encuentran la arginina, la metionina, el triptófano y la lisina. En el gato son
11, ya que también está la bien conocida taurina.
Las proteínas se destruyen y sintetizan constantemente; de hecho, el
organismo puede sintetizar nuevas proteínas si están presentes los
aminoácidos esenciales y el nitrógeno, pero no puede conservarlas.
Las proteínas, cuando se suministran en cantidades superiores a las
necesarias, se utilizan con fines energéticos o se transforman en grasas e
hidratos de carbono.
TABLA 1.3 - AMINOÁCIDOS ESENCIALES Y NO ESENCIALES

Aminoácidos esenciales Aminoácidos no esenciales


Arginina Alanina
Histidina Asparagina
Isoleucina Ácido aspártico
Leucina Cisteína
Lisina Ácido glutámico
Metionina Glutamina
Fenilalanina Glicina
Triptófano Hidroxilisina
Treonina Hidroxiprolina
Valina Prolina
Taurina (gato) Serina
Tirosina

La determinación de las necesidades de proteínas de nuestros animales no


es fácil de establecer, ya que depende de numerosos factores como la calidad,
la composición de aminoácidos y la digestibilidad; además, la densidad
energética de la dieta, la edad y el grado de actividad del animal también
influyen directamente en las necesidades del individuo. El gato tiene una
necesidad de proteínas muy superior a la del perro, debido a varios factores,
entre los que se encuentra una mayor necesidad de aminoácidos esenciales.
Esto es especialmente evidente en el gatito, en el que más del 60 % de las
proteínas se utilizan para el mantenimiento y solo el 40 % para el
crecimiento. En el perro ocurre exactamente lo contrario.
A continuación se indican las necesidades mínimas de proteínas en el perro
y el gato adultos (tablas 1.4 y 1.5), durante el crecimiento y la reproducción
(tablas 1.6 y 1.7).
TABLA 1.4 - NECESIDADES MÍNIMAS DE PROTEÍNAS EN EL PERRO
ADULTO*

Adulto MER 110 kcal/kg0,75 18,00 g


*FEDIAF (2017), unidades por 100 g sobre materia seca.
TABLA 1.5 - NECESIDADES MÍNIMAS DE PROTEÍNAS EN EL GATO
ADULTO*

Adulto MER 100 kcal/kg0,67 25,00 g


*FEDIAF (2017), unidades por 100 g sobre materia seca.

TABLA 1.6 - NECESIDADES MÍNIMAS DE PROTEÍNAS EN EL PERRO


DURANTE EL CRECIMIENTO Y LA REPRODUCCIÓN*

Primera fase del crecimiento (<14 25,00 g


semanas)
Reproducción
Segunda fase del crecimiento (≥14 20,00 g
semanas)
Reproducción
*FEDIAF (2017), unidades por 100 g sobre materia seca.

TABLA 1.7 - NECESIDADES MÍNIMAS DE PROTEÍNAS EN EL GATO


DURANTE EL CRECIMIENTO Y LA REPRODUCCIÓN*

Crecimiento/Reproducción 28,00/30,00 g
*FEDIAF (2017), unidades por 100 g sobre materia seca.

Las fuentes de proteínas que pueden utilizarse son la


carne, el pescado, los huevos, la soja y las legumbres.
Las proteínas vegetales no son tan equilibradas y
disponibles/digestibles como las proteínas animales de
alta calidad, pero son superiores a las contenidas en
subproductos animales de mala calidad como huesos,
cabezas, patas, etc.

Por supuesto, todos los aminoácidos esenciales son importantes, pero


profundizaremos especialmente en la taurina y la arginina.

Taurina
La taurina se encuentra como aminoácido libre en los tejidos animales,
mientras que está completamente ausente en el mundo vegetal. Carne, aves,
pescado, crustáceos (¡y los ratones!) son especialmente ricos en este
aminoácido. En la mayoría de los mamíferos puede sintetizarse a partir de
metionina y cisteína, pero no en el gato (figura 1.4). Además, como el gato
tiene una necesidad mucho mayor que el resto de los animales es muy
sensible a su deficiencia en la dieta. La deficiencia de taurina conlleva una
serie de alteraciones de la actividad reproductiva, sobre todo en las hembras,
de la conjugación de los ácidos biliares con disminución de la absorción de
vitaminas y grasas, alteraciones de la retina (degeneración central de la
retina) con pérdida de visión y alteraciones cardiacas (miocardiopatía
dilatada), con disminución de la contractibilidad muscular e insuficiencia
cardiaca.
La cantidad necesaria de taurina varía en función del tipo de alimento, ya que
varía su degradación por la flora bacteriana. En los alimentos húmedos, la
cantidad suplementada debe ser mayor para evitar posibles deficiencias (tabla
1.8).

FIGURA 1.4 Vía metabólica de síntesis de la taurina.


TABLA 1.8 - NECESIDADES DE TAURINA EN EL GATO ADULTO,
DURANTE EL CRECIMIENTO Y LA REPRODUCCIÓN*
*FEDIAF (2017), unidades por 100 g sobre materia seca.

Arginina
La arginina es un aminoácido esencial y es necesaria para la síntesis de
proteínas y el ciclo de la urea en el organismo. Esta sustancia permite la
conversión del amoníaco producido por el metabolismo de las proteínas en
urea, que a continuación se elimina. La ausencia de arginina en los alimentos
provoca una carencia inmediata y grave. El gato puede desarrollar una
hiperamonemia grave incluso a las pocas horas de consumir una comida
proteica. Los signos clínicos consisten en vómitos, espasmos musculares,
ataxia y espasmos tetánicos, incluso hasta el coma y la muerte. El perro
también puede presentar estos signos clínicos, aunque de forma menos grave.
La importancia de la arginina en el ciclo de la urea, asociada al elevado
catabolismo proteico y a la poca flexibilidad de este, hace que el gato sea
mucho más sensible a su carencia (tablas 1.9 y 1.10).
TABLA 1.9 - NECESIDADES DE ARGININA EN EL PERRO ADULTO,
DURANTE EL CRECIMIENTO Y LA REPRODUCCIÓN*

*FEDIAF (2017), unidades por 100 g sobre materia seca.

TABLA 1.10 -NECESIDADES MÍNIMAS Y MÁXIMAS DE ARGININA EN EL


GATO ADULTO, DURANTE EL CRECIMIENTO Y LA
REPRODUCCIÓN*

*FEDIAF (2017), unidades por 100 g sobre materia seca.


N = nutricional.

La carencia de arginina también puede ser relativa. Cuanto mayor sea el


nivel de proteínas, mayor deberá ser su concentración.
En el perro se deben suministrar 0,1 g más de arginina por cada 1 % más
de proteínas en exceso. En el gato, 0,2 g de arginina más por cada 1 % de
proteínas en exceso.
Grasas
Las grasas, o lípidos, desempeñan numerosas funciones en el organismo. Son
la principal fuente de energía, regulan la termogénesis, son los
transportadores de las vitaminas liposolubles y aportan ácidos grasos
esenciales. Las grasas tienen un alto contenido energético (8,5 kcal/g de
energía metabolizable) y una digestibilidad muy elevada (>90 %). Los
carnívoros, gracias a su notable secreción biliar, tienen una elevada capacidad
para utilizarlas, por lo que las grasas pueden constituir hasta el 15-30 % de la
ración diaria.
Los lípidos más sencillos y abundantes en la naturaleza son los
triglicéridos. Estos son la principal fuente de lípidos alimentarios, son el
principal combustible para la mayoría de los organismos y representan la
forma más importante de reserva de energía química.
Los principales componentes de los lípidos son los ácidos grasos, que
difieren entre sí por la longitud de la cadena (4-24 átomos de carbono) y por
la presencia, el número y la posición de sus dobles enlaces (saturados,
monoinsaturados, poliinsaturados).
Dos familias de ácidos grasos son especialmente importantes para el
organismo, las de las series omega-6 (ω-6) y omega-3 (ω-3). Entre los ácidos
grasos más importantes de la serie omega-6 se encuentran el ácido linoleico
(ácido graso esencial tanto para el perro como para el gato), el ácido gamma-
linolénico y el ácido araquidónico (ácido graso esencial para el gato y para
los cachorros). Entre los de la serie omega-3 se encuentran el ácido alfa-
linolénico, el ácido docosahexaenoico (DHA) y el ácido eicosapentaenoico
(EPA).
La grasa de los animales terrestres es muy rica en ácidos grasos de la serie
omega-6, mientras que la de los animales marinos es rica en la serie omega-3.
Los ácidos grasos esenciales (essential fatty acids, EFA) no pueden ser
sintetizados por el organismo, por lo que deben tomarse en la dieta al igual
que los aminoácidos esenciales (figura 1.5; tablas 1.11 y 1.12). La carencia
de EFA, en particular de ácido linoleico, provoca alteraciones de la piel y el
manto, con pelo sin brillo y seco, alopecia, lesiones cutáneas, descamación,
exudación interdigital, u otitis. El perro adulto, como la mayoría de los
animales, es capaz de sintetizar los ácidos grasos de la serie omega-6 a partir
del ácido linoleico. Los gatos y los cachorros no son capaces de hacerlo, por
lo que también necesitan un aporte alimentario de ácido araquidónico. La
carencia de este ácido graso implica el desarrollo de una alteración de la
coagulación de la sangre (alteración de la agregación plaquetaria y
trombocitopenia) y de una alteración de la capacidad reproductiva. El ácido
araquidónico solo está presente en los tejidos animales, lo que confirma que
el gato es un carnívoro estricto. El DHA y el EPA son esenciales para el
crecimiento, ya que su carencia provoca un desarrollo insuficiente del sistema
nervioso, la retina y el nervio acústico.

FIGURA 1.5 Vía metabólica de síntesis de los ácidos grasos omega-6 y


omega-3.
TABLA 1.11 -NECESIDADES MÍNIMAS Y MÁXIMAS DE GRASAS Y ÁCIDOS
GRASOS EN EL PERRO ADULTO, DURANTE EL
CRECIMIENTO Y LA REPRODUCCIÓN*
*FEDIAF (2017), unidades por 100 g sobre materia seca.
N = nutricional.

TABLA 1.12 -NECESIDADES MÍNIMAS DE GRASAS Y ÁCIDOS GRASOS EN


EL GATO ADULTO, DURANTE EL CRECIMIENTO Y LA
REPRODUCCIÓN*

*FEDIAF (2017), unidades por 100 g sobre sustancia seca.

Sin embargo, las deficiencias de EFA son raras y


requieren mucho tiempo para manifestarse. A menudo
están relacionadas con dietas mal formuladas o
conservadas de manera incorrecta; de hecho, las altas
temperaturas y la humedad pueden favorecer el
enranciado y, por tanto, la pérdida de estas sustancias.
Los EFA también pueden inactivarse cuando el nivel de
antioxidantes en la dieta es insuficiente (p. ej., con
carencia de vitaminas E y C). Hemos visto que la
carencia de EFA conlleva graves problemas, sobre todo
dermatológicos, debido al alto recambio de las células
cutáneas, con piel seca, pelo mate, alopecia, prurito,
lesiones cutáneas e infecciones secundarias, pero
también una ingestión lipídica excesiva puede ocasionar
diversos problemas, como aumento de peso, obesidad,
diarrea, etc. No solo su presencia es muy importante,
sino también la relación entre los ácidos grasos omega-6
y omega-3, sobre todo en los animales alérgicos
(5:1/3:1). Hace tiempo que se demostró que el aumento
de los ácidos grasos omega-3 en la dieta es fundamental
para el tratamiento de las dermatitis inflamatorias y de
muchas otras enfermedades.

Las grasas que se pueden utilizar en la dieta son los aceites de oliva,
girasol, cacahuete, pescado, la grasa de pollo, de cerdo, etc.

Hidratos de carbono
Los hidratos de carbono son los principales componentes energéticos de los
vegetales y constituyen el 60-90 % de la sustancia seca. Pueden dividirse en
(1) monosacáridos, azúcares sencillos como la glucosa, la fructosa y la
galactosa; (2) disacáridos, como la lactosa (glucosa + galactosa), presente en
la leche de todos los mamíferos, o la sacarosa (glucosa + fructosa), conocida
como azúcar de mesa (cuadro 1.1); (3) polisacáridos como el almidón, el
glucógeno, las dextrinas y las fibras (celulosa, hemicelulosa, pectina, goma y
mucílago) (figura 1.6).

CUADRO 1.1 LOS DISACÁRIDOS

El perro y el gato no toleran bien algunos disacáridos, como la sacarosa o


la lactosa. Esto depende de las enzimas digestivas presentes, si sus niveles
son muy bajos o incluso ausentes, a veces se pueden producir diarreas
relacionadas con el efecto osmótico del azúcar que escapa a la digestión y
a la excesiva producción de ácidos grasos volátiles por parte de las
bacterias.

FIGURA 1.6 Clasificación de los hidratos de carbono.

Los hidratos de carbono son importantes por varias razones: proporcionan


la estructura carbonada para la síntesis, por ejemplo, de aminoácidos, ADN y
ARN, son una fuente importante de energía, son indispensables para el buen
funcionamiento del sistema digestivo (fibras) y, conjugados con proteínas o
lípidos, se convierten en componentes estructurales de los tejidos.
Todos los animales tienen una necesidad metabólica de glúcidos y esta
necesidad puede satisfacerse mediante la producción endógena, utilizando
proteínas, en particular aminoácidos glucogénicos (alanina, glicina, serina,
etc.), o glicerol, o con la ingestión alimentaria directa de hidratos de carbono.
Cuando esta necesidad aumenta como en el crecimiento, durante la gestación
(para el desarrollo fetal) y durante la lactancia (para la síntesis de lactosa), es
necesaria una presencia adecuada en la dieta de hidratos de carbono o sus
precursores para mantener los procesos metabólicos normales. En estas
situaciones, los hidratos de carbono se vuelven necesarios de forma
condicional y se recomienda la presencia de al menos un 20 % en la dieta.
El almidón es el principal hidrato de carbono presente en la alimentación
animal. Los cereales como el maíz, el trigo y el arroz son sus principales
fuentes. La patata también es rica en almidón y por ello se utiliza con
frecuencia.
El almidón es una fuente de energía económica importante para el proceso
de extrusión (croquetas). Una vez cocido, es digerido tanto por el perro como
por el gato, lo que permite un ahorro de proteínas por parte del organismo,
que entonces se utilizan para otros fines.
Entre los hidratos de carbono se encuentran las fibras, que son muy
importantes para nuestros animales. Según sus características fisicoquímicas
y su relación con el agua contribuyen de distintas maneras al buen
funcionamiento del tubo digestivo, favoreciendo el peristaltismo intestinal,
aumentando o disminuyendo la absorción de nutrientes y aumentando las
defensas inmunitarias a nivel local así como la digestión de los nutrientes.
Pueden dividirse en solubles, insolubles o viscosas, o rápida o medianamente
fermentables y no fermentables (tabla 1.13; figura 1.7). Es importante
conocerlas para poder utilizarlas mejor.
Cuanto más solubles y fermentables son las fibras, más disminuyen el
tránsito intestinal y la masa fecal, al tiempo que aumenta la excreción ácida
de la bilis. Cuanta más agua retenga la fibra, mayor será el volumen fecal.
Todas las fibras retienen más o menos agua, aunque las insolubles y
medianamente fermentables suelen hacerlo en mayor medida (p. ej. la
celulosa). Algunas pueden formar soluciones viscosas y geles que reducen la
absorción, la glucemia posprandial, el vaciado gástrico y el tránsito en el
ciego, propiedades evidentemente útiles en algunas enfermedades (p. ej.,
diabetes mellitus), aunque menos útiles o contraindicadas en otras (p. ej.,
gastritis). Estas fibras parecen también muy útiles para favorecer el tránsito
de los bolos de pelo de los gatos, reduciendo los fenómenos de vómito
crónico. Entre las fibras conestas características se encuentran: el psyllium, la
fibra de guisante o de avena y la pulpa de remolacha.
TABLA 1.13 -HIDRATOS DE CARBONO Y SUS CARACTERÍSTICAS DE
FERMENTABILIDAD Y SOLUBILIDAD

Almidones, Fermentabilidad Solubilidad


azúcares y fibras
Fructanos, galactanos, Rápidamente Solubles
mananos, mucílagos fermentables
Pectinas Rápida y medianamente Solubles
fermentables
Hemicelulosa Mediana y lentamente Solubles e insolubles
fermentables
Celulosa Lentamente fermentables Insolubles
Lignina No digerible o –
fermentable
Almidones resistentes Moderadamente –
fermentables
Almidones Enzimáticamente –
digeridos
Mono y disacáridos Absorbidos –

FIGURA 1.7 Hidratos de carbono de menos a más fermentables.

En los últimos 10 años, se ha prestado especial atención a las fibras


prebióticas, que tienen diferentes niveles de solubilidad y fermentabilidad y
son capaces de apoyar el crecimiento de la flora bacteriana intestinal
beneficiosa (bifidobacterias, lactobacilos) en detrimento de la patógena
(Bacteroides y Clostridium spp.). Además, la fermentación de estas fibras
conduce a la formación de ácidos grasos volátiles de cadena corta (short
chain fatty acids, SCFA), que reducen el pH intestinal e inhiben el
crecimiento de las bacterias patógenas, además de nutrir el intestino (acetato,
propionato o butirato). El butirato es utilizado preferentemente por las células
del intestino, en particular del colon. Se ha comprobado que esto da lugar a
un aumento del número de colonocitos, del peso de la mucosa intestinal, de la
absorción de agua y electrólitos y de la actividad de las enzimas digestivas, y
a una reducción de la adhesión y la translocación bacterianas. Entre las fibras
prebióticas, las más conocidas y estudiadas son los fructooligosacáridos
(FOS) y los mananooligosacáridos (MOS).
Hablando de prebióticos no podemos dejar de mencionar también los
probióticos. Se entiende por probióticos bacterias vivas y viables que,
cuando se ingieren, tienen efectos beneficiosos sobre el huésped. Estas deben
ser capaces de resistir el ambiente ácido del estómago y la bilis, así como de
adherirse o multiplicarse en el tubo digestivo. Existen estudios que
demuestran los diversos efectos beneficiosos de estos microorganismos
(inmunomoduladores, antiinflamatorios, antialérgicos, anticancerígenos,
antidiarreicos) a concentraciones de 1 × 108-1 × 1011 de unidades formadoras
de colonias al día (UFC/día), especialmente en seres humanos. En el perro y
el gato no hay muchos estudios sobre este tema y, en su mayoría, no son
determinantes.

Vitaminas
Las vitaminas son moléculas orgánicas necesarias en pequeñas cantidades y
son indispensables para el crecimiento y la supervivencia de todos los seres
vivos, en cantidades obviamente diferentes según la especie y el estado
fisiológico. Están presentes en unos alimentos y ausentes en otros. El término
vitamina no se acuñó hasta 1912 y se relaciona con la importancia de estas
sustancias para la vida.
Las primeras descripciones de deficiencia vitamínica se remontan al año
2600 a.C., y hacen referencia al beriberi, enfermedad que afectaba al sistema
nervioso de las personas que comían predominantemente arroz
descascarillado, que carece de vitamina B1. El escorbuto, debido a la carencia
de vitamina C, era conocido por los egipcios desde el año 1500 a.C.
La mayoría de las vitaminas no se sintetizan en el organismo, por lo que
deben tomarse con la dieta. Se dividen en vitaminas liposolubles e
hidrosolubles. El primer grupo incluye a las vitaminas A, D, E y K; en el
segundo grupo se encuentran el complejo de las vitaminas B y la vitamina C.
Las vitaminas liposolubles pueden acumularse en el organismo, por lo que
presentan una toxicidad potencial; sin embargo, por la misma razón, su
carencia es menos frecuente y se desarrolla más lentamente (tabla 1.14).
Las fuentes alimentarias de las vitaminas son la carne, el pescado, la leche,
los huevos, las verduras de hoja verde, los cítricos, las legumbres, etc.
Cada vitamina tiene su propio mecanismo de acción y su deficiencia da
lugar a manifestaciones típicas. También una ingestión excesiva de vitaminas
puede causar alteraciones y enfermedades graves. Hoy en día, de hecho, los
mayores problemas se deben precisamente a una ingestión excesiva. Por
supuesto, todas las vitaminas son importantes, pero aquí solo vamos a
profundizar en algunas de ellas.
TABLA 1.14 -VITAMINAS: FUNCIONES Y SIGNOS CLÍNICOS DE
DEFICIENCIA

Vitaminas Funciones Signos clínicos de


deficiencia
A Protege los epitelios, Inflamación de la conjuntiva,
controla el crecimiento y crecimiento deficiente
la reproducción
D Antirraquítica, regula la Raquitismo
absorción de calcio y
fósforo
E Previene las distrofias Esterilidad y distrofias musculares
musculares y los
trastornos del aparato
reproductor
K Antihemorrágica Hemorragia
B1 (tiamina) Regula el metabolismo de Parálisis, convulsiones, pérdida
los hidratos de carbono del apetito
B2 (riboflavina) Regula el metabolismo de Infiltración grasa del hígado,
los aminoácidos y las pérdida de peso
grasas
B6 (piridoxina) Regula el metabolismo de Pérdida de peso, parálisis, anemia
las proteínas, las grasas y
los hidratos de carbono
PP (B3, niacina) Garantiza la integridad de Afecciones de la piel, trastornos
la piel y del aparato digestivos
digestivo
B12 (cobalamina) Participa en la formación Retraso en el crecimiento, anemia
de glóbulos rojos
H (B8, biotina) Mantiene el buen estado Dermatitis, despigmentación y
de la piel y el pelo pérdida de pelo
Ácido pantoténico (B5) Controla el crecimiento, Crecimiento deficiente y pérdida
garantiza un buen estado de pelo
de la piel y el pelo
Ácido fólico (B9) Participa en la síntesis de Anemia
la hemoglobina

Vitamina A
Se presenta en diversas formas químicas, de las que el retinol es la más activa
desde un punto de vista biológico. Es importante para la integridad del tejido
epitelial, el esqueleto, el aparato reproductor y el ojo. La vitamina A puede
encontrarse en la leche, en la yema de huevo y, en cantidades elevadas, en el
hígado.
Muchos animales, incluidos el ser humano y el perro, pero no el gato,
pueden sintetizarla a partir de algunos precursores, como el betacaroteno, que
se encuentran en determinados vegetales como las zanahorias, los boniatos o
las verduras de color verde oscuro. En el gato se observa una importante
deficiencia, o incluso ausencia, de la enzima intestinal capaz de transformar
los carotenoides en vitamina A, por lo que el animal está más predispuesto a
carencias y se le debe alimentar con fuentes animales que contengan esta
vitamina (carnívoro estricto). La deficiencia de vitamina A en animales
jóvenes puede provocar anomalías del crecimiento óseo y trastornos
neurológicos. En los adultos se producen alteraciones del aparato
reproductor, visuales y del epitelio cutáneo y mucoso de los aparatos
digestivo y respiratorio. Los signos clínicos más frecuentes son anorexia,
xeroftalmía y conjuntivitis, opacidad y ulceración corneal, lesiones cutáneas,
etc.
Como todas las vitaminas liposolubles, la vitamina A puede almacenarse
en el organismo y, precisamente por eso, puede causar problemas si se toma
en exceso. Una vez más, el gato es más sensible y puede sufrir una patología
denominada espondilosis cervical degenerativa. En la práctica, se desarrollan
neoformaciones óseas a nivel cervical que provocan, en los casos más graves,
dificultad de movimiento, cojera y parálisis. En el pasado estas intoxicaciones
eran más frecuentes, ya que existía la costumbre de alimentar a los gatos solo
con hígado y leche. Hoy en día, el uso de una alimentación específica
completa y equilibrada hace muy difícil la aparición tanto de carencias como
de intoxicaciones por vitamina A.

Vitamina E
También esta vitamina se presenta en varias formas, de las cuales la más
activa es el alfatocoferol. Este es un potente antioxidante que protege las
membranas celulares del organismo, bloqueando la oxidación (peroxidación)
de los lípidos (fosfolípidos) por los radicales libres.
La carencia de vitamina E no es frecuente y puede estar relacionada con
una mala conservación del alimento o una suplementación excesiva con
ácidos grasos poliinsaturados (PUFA). En el perro, la deficiencia de vitamina
E se ha asociado con degeneración de los músculos esqueléticos, problemas
reproductivos, degeneración de la retina y disminución de la respuesta
inmunitaria. En el gato, se ha asociado con panesteatitis, caracterizada por
edema de la grasa amarilla, anorexia, depresión, fiebre, renuencia al
movimiento etc.
Las fuentes alimentarias más ricas en vitamina E son los aceites de soja,
girasol y maíz y los brotes de trigo. La vitamina E también está presente en
cantidades moderadas en nueces, verduras de hoja verde, semillas, etc.

Vitamina D
Incluye un grupo de esteroles que están presentes como provitaminas, la
vitamina D2 (ergocalciferol) y la vitamina D3 (colecalciferol), que tienen
mayor importancia nutricional en omnívoros y carnívoros. Puede sintetizarse
en el organismo cuando el compuesto 7-dehidrocolecalciferol presente en la
piel, se expone a la luz del sol, o tomarse con los alimentos; esta última
modalidad es la mejor para el perro y el gato, ya que la activación a través de
la piel es insuficiente.
La vitamina D interviene de forma compleja en la homeostasis del calcio y
el fósforo. Su efecto se produce en el intestino, el hueso y el riñón, lo que
provoca un aumento de la calcemia y la fosforemia hasta niveles necesarios
para la mineralización y el remodelado óseos. Su carencia provoca una
alteración de la mineralización, causando raquitismo en los cachorros y
osteomalacia en los adultos. La hipervitaminosis D provoca
desmineralización ósea, cojera, fracturas y depósitos de calcio en el corazón,
el riñón y los grandes vasos sanguíneos.
La vitamina D se encuentra en cantidades moderadas en la yema de huevo
y en el hígado.

Minerales
Los minerales son elementos inorgánicos muy importantes para los procesos
metabólicos del organismo. Pueden dividirse en macroelementos, presentes
en cantidades considerables en el organismo, como el calcio, el fósforo, el
magnesio, el azufre, el sodio, el potasio, el cloro, y en microelementos,
presentes en cambio en trazas o concentraciones muy bajas, como el cinc, el
manganeso, el yodo, etc.
Estos desarrollan numerosas funciones y a menudo están relacionados
entre sí, como el calcio y el fósforo, lo que puede influir, entre otras cosas, en
su absorción, su metabolismo y su actividad propiamente dicha. Otras
relaciones importantes son las que se observan entre el calcio y el magnesio o
entre el cinc y el calcio.
Como ya hemos visto en otros nutrientes, hoy en día los mayores
problemas están relacionados con los excesos o incluso los desequilibrios
causados por la interacción con otras sustancias, como los fitatos que, si están
presentes en el alimento, pueden disminuir la absorción del hierro, el cinc y,
en menor medida, del calcio y el magnesio. En la tabla 1.15 se resumen las
funciones y los signos clínicos relacionados con la carencia de diversos
minerales. A continuación analizaremos en profundidad dos elementos en
particular, el calcio y el fósforo.
TABLA 1.15 -MINERALES: FUNCIONES Y SIGNOS CLÍNICOS DE
DEFICIENCIA

Minerales Funciones Signos clínicos de


deficiencia
Calcio y fósforo Formación de los huesos Raquitismo en los animales
y dientes jóvenes, osteoporosis en los de
mayor edad
Potasio Control de la transmisión Debilidad muscular, lesiones
nerviosa y del cardíacas y renales
funcionamiento muscular
Cloro y sodio Control del equilibrio Fatiga, sequedad de la piel,
electrolítico pérdida de pelo
Magnesio Formación de los huesos Pies “en pantufla"
Hierro y cobre Formación de glóbulos Debilidad, anemia
rojos, transporte de
oxígeno
Manganeso Osificación, control de Crecimiento deficiente, trastornos
las funciones metabólicos
reproductivas
Cinc Formación de enzimas Problemas en la piel y el pelo
importantes
Yodo Función tiroidea Bocio, problemas en piel y pelo

Calcio y fósforo
El calcio es el principal componente inorgánico de los huesos; de hecho, el
99 % se encuentra en el esqueleto y solo el 1 % está libre. El nivel de calcio
en suero se mantiene y regula mediante mecanismos homeostáticos (hormona
paratiroidea, calcitonina y vitamina D) y es independiente del aporte
alimentario. El calcio es fundamental para los huesos, para la transmisión del
impulso nervioso, para la contracción cardíaca y muscular en general y para
la coagulación de la sangre.
El fósforo, en el hueso, está relacionado principalmente con el calcio,
desempeña numerosas funciones y participa en casi todos los procesos
metabólicos. Es un componente del ADN, el ARN, el ATP, los fosfolípidos
de membrana, etc.
La carencia de calcio, así como la de fósforo, produce una reducción del
crecimiento, desmineralización ósea, fracturas espontáneas, raquitismo y
osteofibrosis. El exceso de fósforo puede complicar una posible carencia de
calcio (hiperparatiroidismo nutricional).
El exceso de calcio dificulta la absorción de otros minerales (P y Zn) y,
especialmente en perros jóvenes de razas grandes, es un factor de
predisposición a trastornos del aparato locomotor (tablas 1.16 y 1.17).
TABLA 1.16 -NECESIDADES MÍNIMAS Y MÁXIMAS DE CALCIO Y
FÓSFORO EN EL PERRO ADULTO, DURANTE EL
CRECIMIENTO Y LA REPRODUCCIÓN*
*FEDIAF (2017), unidades por 100 g sobre materia seca.
N = nutricional.

TABLA 1.17 -NECESIDADES MÍNIMAS Y MÁXIMAS DE CALCIO Y


FÓSFORO EN EL GATO ADULTO, DURANTE EL
CRECIMIENTO Y LA REPRODUCCIÓN*

*FEDIAF (2017), unidades por 100 g sobre materia seca.


N = nutricional.

Los cachorros presentan una absorción tanto activa


como pasiva del calcio en el intestino, a diferencia del
adulto, en el que solo es activa. Por eso son más
sensibles a los excesos y pueden enfrentarse más
fácilmente a patologías.
Como hemos visto, no solo son importantes las cantidades individuales,
sino también su relación. La relación óptima entre calcio/fósforo, tanto para
el perro como para el gato, es de 1:1.

Antioxidantes
Los antioxidantes son moléculas capaces de bloquear los radicales libres. La
actividad, la utilidad y, por tanto, los beneficios de estas sustancias se han
demostrado y comprobado en muchas ocasiones, no solo para el ser humano,
sino también para nuestros amigos de cuatro patas. Los radicales libres son
átomos o moléculas inestables que causan diversos daños tanto en el núcleo
(incluido el ADN) como en la membrana celular.
Estos radicales libres son responsables de numerosas enfermedades, de
hecho se han relacionados con ellos más de 50 patologías, como las
enfermedades de Alzheimer y de Parkinson, diabetes, artritis reumatoide,
cáncer, enfermedades cardiovasculares, etc. Todas las células pueden estar
implicadas.
Cuando el número de radicales libres supera el de la barrera antioxidante,
se entra en lo que se denomina estrés oxidativo, considerado, con razón, el
nuevo asesino de nuestro siglo.
Son muchas las sustancias y moléculas con acción antioxidante. Entre las
más conocidas están la vitamina C, la vitamina E y los bioflavonoides.
Los vegetales frescos, sobre todo flores, hojas, frutos, semillas y huesos de
frutas, son muy ricos en bioflavonoides, así como en sus derivados.
No existen estudios sobre las cantidades que pueden utilizarse para
nuestros animales y, en ocasiones, incluso se han manifestado
contraindicaciones para su uso, como en el caso de la vitamina C
(enfermedad de las vías urinarias inferiores).
Capítulo 2

La alimentación en las
distintas etapas de la vida
No existe una única dieta ideal para todos

OBJETIVOS DEL CAPÍTULO

• Conocer las diferentes necesidades del perro y del gato durante las
distintas etapas de la vida.
• Elegir la dieta adecuada evitando deficiencias y excesos.

Es fundamental conocer las necesidades nutricionales de los animales sanos,


ya que esto nos permite elegir la dieta más adecuada, capaz de mantener el
peso ideal y un buen estado de salud. También hemos observado como la
vida media de los animales se ha alargado, lo que parece estar relacionado,
sobre todo, con una alimentación adecuada.
Es importante tener cuidado durante todos los periodos de su vida: de
cachorros, porque “unos buenos cimientos nos permiten construir palacios
fuertes que duran mucho tiempo”; de adultos, porque también el
“mantenimiento” es importante; en edades avanzadas, porque este es el
periodo más delicado, y es aún más importante no generalizar, sino adaptar la
dieta a cada individuo reevaluándola con frecuencia.

¿Qué debemos evaluar/hacer?


En primer lugar, debemos evaluar las necesidades nutricionales en función de
la edad o si están en fase de reproducción o no. Como ya se ha indicado en el
primer capítulo, existen varias directrices, de las cuales nosotros utilizamos
sobre todo las de la FEDIAF. En ellas se encuentran los perfiles nutricionales
y las cantidades mínimas, y en determinados casos también las máximas, de
proteínas, grasas, vitaminas y minerales para cachorros, adultos y animales en
reproducción, lo que nos permite evitar carencias y excesos y
formular/evaluar si un alimento es completo, equilibrado y adecuado para
nuestro animal.
El segundo paso es garantizar un aporte energético adecuado. El objetivo
es mantener el peso ideal y la relación correcta entre masa magra y masa
grasa. Para ello podemos utilizar las fórmulas recogidas en el capítulo
anterior. En nuestra consulta nunca debe faltar una báscula y deberemos
evaluar siempre en todos nuestros pacientes el índice de condición corporal
(body condition score, BCS) y el índice de condición muscular (muscle
condition score, MCS). El BCS está diseñado para evaluar visualmente y
mediante palpación los depósitos de grasa y tiene como puntos de referencia
la fosa del flanco, las costillas, las vértebras lumbares y los huesos de la
pelvis. Existen dos escalas: la mejor está dividida en 9 puntos, ya que permite
evaluar mejor a los animales que se sitúan en los valores límite (figura 2.1).
Cinco es el valor ideal; es decir, el animal está en buena forma y el peso
marcado por la báscula puede considerarse su peso ideal. Si la puntuación
aumenta, significa que tiene sobrepeso o está obeso. Por el contrario, si
disminuye, está por debajo del peso adecuado. Cada cambio de un número a
otro de la escala se considera un aumento o disminución con respecto al peso
ideal de aproximadamente el 10-20 % (figura 2.2; cuadro 2.1).
La escala de 9 puntos se subdivide del siguiente modo:
• Infrapeso:
1. Costillas, vértebras lumbares, huesos pélvicos y otras prominencias
óseas visibles a distancia; grasa corporal indistinguible; pérdida
evidente de masa muscular.
2. Costillas, vértebras lumbares y huesos pélvicos fácilmente visibles;
ausencia de grasa palpable; otras prominencias óseas parcialmente
detectables; pérdida mínima de masa muscular.
3. Costillas fácilmente palpables, a veces visibles; ausencia de grasa
palpable; vértebras lumbares visibles; huesos pélvicos prominentes;
cintura abdominal evidente, retracción abdominal pronunciada.
• Peso ideal:
4. Costillas fácilmente palpables, con un revestimiento adiposo mínimo;
cintura abdominal bien diferenciada desde arriba; retracción
abdominal evidente.
5. Costillas palpables sin revestimiento adiposo excesivo; cintura
abdominal distinguible desde arriba; retracción abdominal visible
lateralmente.
• Sobrepeso:
6. Costillas palpables con un ligero revestimiento adiposo; cintura
abdominal distinguible desde arriba aunque no evidente; retracción
abdominal apreciable.
7. Costillas difícilmente palpables, revestimiento adiposo grueso;
depósitos de grasa apreciables en la región lumbar y en la base de la
cola; cintura abdominal ausente o apenas marcada; ligera retracción
abdominal.
8. Costillas no palpables bajo un revestimiento adiposo grueso o
palpables solamente mediante una presión significativa; depósitos
gruesos de grasa en la región lumbar y en la base de la cola; cintura
abdominal indistinguible; retracción abdominal ausente; distensión
abdominal evidente.
9. Depósitos de grasa máximos en el tórax, la columna vertebral y la
base de la cola; cintura abdominal indistinguible; retracción
abdominal ausente; depósitos de grasa en el cuello y las extremidades;
marcada distensión abdominal.
FIGURA 2.1 Índice de condición corporal (BCS). Cortesía de la World
Small Animal Veterinary Association (WSAVA). Disponible en el sitio web
WSAVA Global Nutrition Committee Nutritional Toolkit:
https://www.wsava.org/Guidelines/Global-Nutrition-Guidelines. Consultado
el 12 de noviembre de 2019. Copyright Tufts University, 2014.

FIGURA 2.2 Porcentaje de aumento o disminución con respecto al peso


ideal.

CUADRO 2.1 EJEMPLO DE CÁLCULO DEL PESO IDEAL

Perro, peso 15 kg, BCS 7/9


Sobrepeso del 20-40 % (3-6 kg)
Peso ideal: 9-12 kg

En cambio, el MCS evalúa la masa muscular, siempre mediante observación


y palpación. En este caso, las partes que se evaluarán son el muslo, las
vértebras, los huesos temporales y los huesos pélvicos (figura 2.3). Hay
cuatro categorías: normal, leve, moderado y grave.
Es importante evaluar el BCS y el MCS a la vez, sobre todo en animales de
edad avanzada y con distintas enfermedades.
El tercer paso consiste en elegir el alimento adecuado. No importa que la
comida sea comercial, casera, húmeda, seca, cruda, etc., lo importante es que
le guste al animal y se la coma, y que responda a las expectativas y
exigencias del propietario.
FIGURA 2.3 Índice de condición muscular (MCS). Cortesía de la World
Small Animal Veterinary Association (WSAVA). Disponible en el sitio web
WSAVA Global Nutrition Committee Nutritional Toolkit:
https://www.wsava.org/nutrition-toolkit. Consultado el 29 de junio de 2016.
Copyright Tufts University, 2014.

Recordemos que el cumplimiento del propietario es


fundamental. Es importante que este comprenda las
indicaciones que se le dan, que las siga atentamente y,
sobre todo, que sea constante.

De hecho, con demasiada frecuencia nos centramos en los aspectos


técnicocientíficos dejando de lado los emocionales. Siempre debemos
explicar al dueño por qué elegimos ese alimento en particular para su animal
y también debemos preguntarle, en controles posteriores, si el animal come a
gusto. De esta manera podremos mantener el control sobre lo que el animal
está consumiendo y evitaremos dejarlo a criterio del propietario.
Por último, pero no menos importante, debemos racionar la comida;
mediante el cálculo de las kilocalorías que debe consumir el animal y de las
que contiene el alimento, debemos indicar las cantidades que hay que
administrar diariamente.
Aunque disponemos de las tablas de referencia que aparecen en los
envases y manuales, es conveniente rehacer los cálculos reevaluando la dosis
y el peso del animal después de al menos un mes, y con frecuencia a lo largo
del tiempo. Es aconsejable incluir siempre los premios en el cálculo total de
las kilocalorías diarias.
Obviamente, todos estos elementos deben comprobarse y reevaluarse
siempre a lo largo del tiempo (figura 2.4).
FIGURA 2.4 Elementos a evaluar y reevaluar a lo largo del tiempo.
FIGURA 2.5 Una dieta equilibrada es esencial para el correcto desarrollo
de los gatitos.

Cachorros y gatitos
Una dieta equilibrada durante el crecimiento es un factor crucial para el
desarrollo musculoesquelético normal y para reducir el riesgo de infecciones
víricas y bacterianas e infestaciones parasitarias (figura 2.5). En este periodo
se producen un crecimiento y un desarrollo excepcionales en un tiempo
relativamente corto. Los perros de raza grande alcanzan el tamaño normal de
adulto a los 15-24 meses de edad. Los perros de razas pequeñas y medianas y
los gatos lo hacen alrededor de los 12 meses de vida.
Aproximadamente a las 4-6 semanas de vida, se producen cambios
digestivos y metabólicos que hacen que los cachorros estén preparados para
empezar a consumir alimentos distintos a la leche y se puede iniciar el
destete.
Los gatitos de 4-6 semanas de edad y los cachorros de 8 semanas también
son capaces de masticar alimentos secos. En este periodo es importante
proporcionar alimentos completos, energéticos y proteicos, pero sobre todo
extremadamente digeribles. Es preferible introducir un ingrediente nuevo
cada vez o alimentos monoproteicos sobre todo durante el primer periodo del
destete. Los primeros 6 meses de vida representan la fase de crecimiento más
rápida, después la velocidad de crecimiento tiende a ralentizarse. Las
necesidades energéticas superan a las de cualquier otro periodo de la vida,
excepto la lactancia materna. Las necesidades energéticas de los cachorros
son aproximadamente dos veces las del adulto. Para calcular las kilocalorías
hay que multiplicar las necesidades de mantenimiento por determinados
factores de corrección relacionados con el peso actual en porcentaje respecto
al peso que el animal tendrá cuando sea adulto (tablas 2.1 y 2.2).
Obviamente, para los perros de raza o en los casos en que se conoce el
pedigrí del animal, el cálculo será más sencillo; en los demás casos, solo
podrán hacerse hipótesis y estimaciones, y seguir su crecimiento.
TABLA 2.1 - FACTORES DE CORRECCIÓN EN EL CACHORRO

Peso del cachorro/Peso de adulto Coeficiente


30 % 2,14
40 % 1,94
50 % 1,75
60 % 1,58
70 % 1,42
80 % 1,28
90 % 1,14

TABLA 2.2 - FACTORES DE CORRECCIÓN EN EL GATITO

Peso del gatito/Peso de adulto Coeficiente


<50 % del peso del adulto 3
50-70 % del peso del adulto 2,5
>70 % del peso del adulto 2

Necesidades de crecimiento del cachorro


Coeficiente de multiplicación de las necesidades de mantenimiento.
Ejemplo: cachorro, 4 meses de edad, peso 10 kg; peso de adulto estimado 25
kg.

10/25 = x/100
x = 40 %

Por tanto, el coeficiente que hay que utilizar es 1,94. A continuación se


calcularán las necesidades de mantenimiento del siguiente modo:

100,75 × 110 = 618

Lo que se multiplicará por el coeficiente calculado:

kcal = 618 × 1,94 = 1198

Necesidades de crecimiento del gatito


Coeficiente de multiplicación de las necesidades de mantenimiento.
Ejemplo: gatito, 6 meses de edad, peso 2 kg, vive en casa, entero; peso de
adulto 4-5 kg.

2/4 = x /100

x = 50 %

Por tanto, el coeficiente que hay que utilizar es 2,5. A continuación se


calcularán las necesidades de mantenimiento del siguiente modo:

20,75 × 70 = 117

Lo que se multiplicará por el coeficiente calculado:

kcal = 117 × 2,5 = 292

En esta fase es fundamental evitar la sobrealimentación,


que puede predisponer al animal a la obesidad y a
patologías esqueléticas. En el pasado eran frecuentes las
enfermedades debidas a deficiencias, pero hoy
observamos con más frecuencia enfermedades por
excesos.

Proteínas
Las necesidades proteicas son superiores a las de un adulto, ya que las
proteínas también se utilizan para la síntesis de nuevos tejidos. Estas deben
ser de alta calidad y muy digestibles.
No se han hecho estudios en perros en crecimiento que demuestren, como
ocurre con la energía, los efectos perjudiciales del exceso en el aporte de
proteínas, aunque hay que recordar que la capacidad digestiva y renal por
debajo de las 8 semanas de vida es menor.
La carencia de proteínas puede dar lugar a una reducción del crecimiento,
pérdida de peso, menor resistencia a las infecciones y alteraciones del
desarrollo cerebral. Hay que tener mucho cuidado sobre todo en los gatitos,
en los que más del 60 % de las proteínas ingeridas se utilizan para el
mantenimiento y solo el 40 % para el crecimiento. En el cachorro, estas
proporciones son del 34 % y el 66 %, respectivamente (figuras 2.6 y 2.7).
Por eso es aún más importante que el aporte de proteínas sea siempre
adecuado y esté controlado, sobre todo en gatitos.
Las necesidades de proteínas de los cachorros y los gatitos son diferentes
de las de los adultos, desde un punto de vista no solo cuantitativo sino
también cualitativo. En esta fase son importantes no solo los aminoácidos
esenciales, sino también los no esenciales. En gatitos, la deficiencia de
taurina puede provocar alteraciones de la retina y miocardiopatía dilatada en
5-6 meses. Sin embargo, la taurina parece estar disponible en la mayoría de
los gatitos, quizá porque se produce una menor degradación por las bacterias
en el intestino.
Por el contrario, en el cachorro, si hay metionina y cistina en
concentraciones suficientes, estas bacterias son capaces de sintetizar taurina.
FIGURA 2.6 Uso de proteínas en el gatito.

FIGURA 2.7 Uso de proteínas en el cachorro.

Aminoácidos
La arginina es un aminoácido esencial. En general en el gato adulto y en
gatitos, así como en el cachorro, su deficiencia puede dar lugar a
hiperamonemia. La carencia de arginina también puede ser relativa cuando el
nivel de proteínas es elevado. Se estima que por cada 1 % más de proteína
con respecto a la materia seca (MS) deben añadirse proporcionalmente 0,01 g
de arginina en el perro y 0,02 g en el gato. En el cachorro y el gatito, la
deficiencia de arginina e histidina también puede provocar la aparición de
cataratas, anorexia o reducción del crecimiento.
También son importantes los aminoácidos no esenciales, como la
fenilalanina y la tirosina. Su carencia puede provocar una alteración del
metabolismo proteico y de la producción de hormona tiroidea y
catecolaminas, o incluso una simple alteración de la coloración del pelo,
sobre todo si es negro.

Grasas
Las grasas son esenciales para el animal, sobre todo durante el crecimiento,
ya que aportan energía, ácidos grasos esenciales y vitaminas liposolubles.
Son importantes para la piel, el pelo, el desarrollo del sistema nervioso, la
regulación de la inflamación y del sistema inmunitario, etc. Obviamente,
entre los ácidos grasos, el de mayor interés es el ácido linolénico (LA),
aunque también el ácido araquidónico (ARA) omega-6, el ácido alfa-linoleico
(ALA), el ácido docosahexaenoico (DHA) omega-3 y el ácido
eicosapentaenoico (EPA) omega-3, que son indispensables en los cachorros,
a diferencia de en los adultos.
La carencia de DHA y EPA da lugar a un desarrollo insuficiente del
sistema nervioso, la retina y el aparato auditivo. En el cachorro, la conversión
de ácidos grasos de cadena corta en DHA no es eficiente, por lo que el aporte
de DHA a través de la dieta se considera esencial durante el crecimiento.

Minerales y vitaminas
Los minerales y las vitaminas son siempre importantes, aunque obviamente
en el cachorro y en el gatito desempeñan un papel fundamental. Es necesario
optimizar el crecimiento sin incurrir en carencias, excesos o desequilibrios,
que podrían provocar el desarrollo de patologías esqueléticas, sobre todo en
perros de raza grande y gigante, alteraciones del sistema inmunitario y
tegumentario, etc.
Hemos visto que la falta de calcio causa hiperparatiroidismo secundario y
exceso de calcitriol y, en casos graves, fracturas, retraso del crecimiento y
raquitismo. La relación calcio/fósforo es siempre importante, aunque en esta
fase aún más. Debemos tener mucho cuidado, ya que los cachorros, además
de la absorción activa del calcio también presentan absorción pasiva hasta los
6 meses de vida. Esto los protege de las carencias, pero los pone en riesgo de
posibles excesos.
Un exceso de calcio produce alteraciones del metabolismo esquelético con
aumento de la actividad de los osteoblastos, disminución de la actividad de
los osteoclastos y aumento de la masa ósea y de los conos cartilaginosos.
Esto puede dar lugar a curvatura del radio, osteocondrosis, enostosis, etc.
La vitamina D es importante porque aumenta las concentraciones
sanguíneas de calcio y fósforo al aumentar la reabsorción renal e intestinal.
La carencia de vitamina D produce las mismas alteraciones que la carencia de
calcio. Sin embargo, también el exceso es perjudicial e implica
calcificaciones ectópicas y una intoxicación grave en cachorros y gatitos, que
pueden morir en tan solo 2-5 semanas.
La deficiencia de cinc causa alteraciones cutáneas, disfunción del sistema
inmunitario y disminución del crecimiento. En general, está relacionada con
dietas no equilibradas (enfermedad de los alimentos secos genéricos) o
demasiado ricas en calcio. Los perros de razas grandes y gigantes son los más
predispuestos.
Muchos alimentos para animales contienen cantidades de cobre adecuadas,
pero a veces este elemento no está disponible. En los cachorros con carencia
de cobre se producen pérdida de la pigmentación del manto (grises o
marrones/negros), hiperextensión de las falanges distales y apertura frontal de
los dedos o incluso anemia normocrómica normocítica.
El potasio en el gatito es muy importante y su demanda es alta. La
carencia puede conducir al síndrome hipopotasémico típico del periodo
posterior al destete, lo que conlleva reducción del crecimiento, depresión y
problemas motores. A menudo está relacionada con un alto nivel de proteínas
en la dieta o al uso de dietas acidificantes durante este periodo de la vida.
Los prebióticos, los probióticos y los nucleótidos son siempre útiles, pero
sobre todo en cachorros. Los prebióticos y los probióticos se han mencionado
en el capítulo anterior.
Los nucleótidos se consideran nutrientes semiesenciales. Estos son
precursores del ADN y del ARN y están compuestos por un azúcar, una base
nitrogenada y de uno a tres grupos fosfato. Dependiendo de la base se
clasifican en purinas y pirimidinas. Promueven la reparación y las defensas
de la mucosa intestinal, protegen frente a la diarrea y reducen los tiempos de
recuperación, promueven el crecimiento de lactobacilos y bifidobacterias y
aumentan la capacidad inmunitaria humoral y celular; además, tienen efectos
positivos sobre la regeneración hepática. Muchos tejidos como la médula
ósea, el hígado, la mucosa intestinal y las células inmunitarias tienen una
capacidad, aunque limitada, de producirlos de novo.
Desde el punto de vista metabólico, su producción es difícil y “cara”, sobre
todo en animales jóvenes e inmunodeprimidos.
Los alimentos de origen vegetal son pobres en nucleótidos, mientras que
los de origen animal poseen algunos de ellos, pero que son poco disponibles,
especialmente para los animales jóvenes y de edad avanzada. La leche
materna es rica en nucleótidos, excepto la leche de vaca. Por este motivo,
cuando se considere necesario, deberá comprobarse su presencia en alimentos
o suplementos.

¿Cuántas veces al día deben comer los cachorros y los gatitos?


Durante el destete, poco y a menudo, a continuación de cuatro a cinco veces
al día, con tres comidas principales y dos más ligeras para el perro; para el
gato se recomiendan siempre comidas pequeñas y frecuentes.
Adulto
Las necesidades nutricionales del animal adulto se ven afectadas por el peso,
la esterilización, la temperatura ambiente y su temperamento. La
administración de una cantidad adecuada de alimentos de alta calidad y bien
formulados ayudará a mantener el peso corporal ideal y un estado de salud
óptimo, previniendo y ralentizando la aparición de enfermedades (figura 2.8).
Lamentablemente, en esta etapa de la vida del animal se presta poca
atención y se realizan pocos controles.

El sobrepeso y la obesidad son enfermedades muy


frecuentes en esta etapa de la vida, sobre todo en los
animales esterilizados. Por este motivo es importante
controlar el peso del animal y si es necesario modificar
la cantidad o el tipo de alimento que se proporciona.

FIGURA 2.8 Para mantener la salud del perro adulto en óptimas


condiciones es indispensable proporcionarle alimentos de alta calidad y
correctamente formulados.

A igual peso, un animal esterilizado necesita aproximadamente un 20-30 %


menos de energía que el animal no esterilizado, por lo que debemos
recomendar un alimento equilibrado específico. De hecho, no se pueden
reducir simplemente las dosis del alimento administrado anteriormente, ya
que se corre el riesgo de que se produzcan deficiencias y desequilibrios
nutricionales.
Como todos sabemos, los animales con sobrepeso u obesos presentan un
mayor riesgo de padecer enfermedades crónicas, como diabetes,
enfermedades pulmonares y cardiovasculares, problemas articulares, etc. Por
tanto, hay que tener mucho cuidado con el tipo y la cantidad de alimentos que
ingieren, incluidos los premios y los snacks.
Un estudio reciente indica que aproximadamente el 56,8 % de los perros y
el 26,1 % de los gatos reciben premios/snacks. Según nuestra experiencia, en
perros se supera ampliamente el 90 %. Por varias razones, los premios y
snacks son un elemento importante en la relación entre el hombre y el animal,
aunque recomendamos programarlos, evitando dejar esta responsabilidad al
propietario. A veces cubren hasta el 40 % de las kilocalorías necesarias,
mientras que se recomienda que no superen el 10 % de las necesidades
diarias. Hay que tener mucho cuidado con premios como carne seca,
salchichas tipo Viena o similares, que obviamente son muy apreciadas por los
animales, porque aumentan notablemente el aporte proteico diario y
desequilibrando la dieta. Es inútil prohibir los premios y snacks, pero hay que
aprender a limitarlos e incluirlos en el cálculo de la dieta de nuestros
animales.

¿Cómo deben calcularse las necesidades energéticas de


mantenimiento de un perro o un gato esterilizado/castrado?
Las necesidades de mantenimiento se calcularán con las fórmulas estudiadas
anteriormente y se multiplicarán por un factor de corrección de 0,8 (tabla
2.3).
TABLA 2.3 - CÁLCULO DE LAS NECESIDADES ENERGÉTICAS DE
MANTENIMIENTO DE UN ANIMAL
CASTRADO/ESTERILIZADO

Necesidades de mantenimiento Factor de multiplicación


MER = 110 × (peso en kg)0,75 0,8

En el caso del gato también se puede utilizar directamente la fórmula:

MER = 60 × peso en kg

¿Cuántas veces al día deben comer los perros y gatos


castrados/esterilizados?
Al menos dos veces al día en el caso del perro y 3-4 veces, o incluso más, en
el caso del gato (siempre es mejor poco y con frecuencia). No es necesario
ofrecer una amplia variedad de alimentos. Es más adecuada una dieta
constante que prevenga trastornos gastrointestinales como los vómitos y la
diarrea.

Animal de edad avanzada


La nutrición desempeña un papel fundamental en el control del
envejecimiento, previniendo o ralentizando la aparición de enfermedades
asociadas a la edad y mejorando los signos clínicos, la calidad y, por tanto, la
duración de la vida (figura 2.9). En esta fase de la vida se observa una
disminución natural de la actividad física y una modificación de la
composición corporal, con mayor proporción de tejido graso y menor de
tejido magro. Esto también implica una reducción de las necesidades diarias
del 30-40 % (figura 2.10). En una primera fase, deberá disminuirse el aporte
energético para evitar patologías como la obesidad o la diabetes mellitus, pero
a continuación se aumentará de nuevo y será necesario contrarrestar la
pérdida de masa magra típica de los animales de edad avanzada. En el gato,
esto ocurre principalmente alrededor de los 13 años, aunque hay cierta
variabilidad y se deberá evaluar a cada animal.
FIGURA 2.9 En los perros de edad avanzada, la nutrición adecuada
desempeña un papel esencial en la prevención de enfermedades.

FIGURA 2.10 Evolución de las necesidades energéticas en el animal de


edad avanzada.

La evaluación del BCS y el MCS es siempre importante,


aunque en el animal de edad avanzada resulta
fundamental, precisamente por los cambios fisiológicos
en la relación entre masa magra y masa grasa.
En el animal de edad avanzada se reduce también la renovación celular y
tisular, la piel pierde elasticidad y pueden producirse hiperqueratosis,
aparición de zonas de alopecias y pérdida de pigmento de los folículos, con
aparición de pelos blancos sobre todo en el hocico. La capacidad de eliminar
los catabolitos, sobre todo los proteicos, se reduce y a menudo aparecen
enfermedades crónicas como la insuficiencia renal, que es una de las
patologías crónicas más frecuentes en los perros y ocupa el primer lugar en
los gatos. Disminuye la capacidad de ingerir, digerir y metabolizar los
alimentos.
La edad también predispone a algunos animales ancianos al estreñimiento,
debido a la reducción de la motilidad del colon.
Por desgracia, en las tablas de la FEDIAF no se recogen los valores de
referencia para esta etapa de la vida, por lo que es fundamental evaluar el
estado de salud general del animal y adaptar la alimentación según los
cambios que se produzcan con el tiempo, las necesidades del momento o la
aparición de posibles patologías.
Las proteínas deberán suministrarse en cantidades adecuadas y serán de
alto valor biológico y muy digestibles. Durante años se ha cometido el error
de reducirlas para prevenir problemas renales; en el capítulo 4 se indicará si
esto es conveniente y cuándo hacerlo. Siempre hay que tener en cuenta que se
ha demostrado que el perro de edad avanzada tiene una necesidad proteica de
al menos el 20 % de la materia seca, mientras que en el gato esta necesidad es
aún mayor, ya que este animal sigue siendo un “supercarnívoro” a cualquier
edad.
La evaluación del MCS es muy útil para comprobar el aporte correcto de
proteínas. Las grasas deberán ser de alta calidad y ricas en ácidos grasos
esenciales, pero deberán suministrarse a los animales de edad avanzada en
cantidades limitadas, debido a su escasa capacidad para metabolizarlas.
Las defensas inmunitarias y la capacidad del organismo para eliminar los
radicales libres también disminuyen, por lo que es esencial proporcionar,
sobre todo durante este periodo, sustancias y vitaminas antioxidantes, como
la vitamina E. En general, las vitaminas que resultan más importantes son las
del grupo B, que son necesarias para el uso de los hidratos de carbono debido
a la disminución de la tolerancia a la glucosa típica de esta edad. De hecho, es
importante reducir el índice glucémico de las raciones para tratar de prevenir
patologías como la diabetes mellitus, utilizando eventualmente también
hidratos de carbono específicos como cebada y sorgo. No obstante, se
recomiendan controles frecuentes, como máximo cada 4-6 meses.

¿Cuántas veces al día deben comer los animales de edad avanzada?


Debemos considerar a los animales de edad avanzada como “cachorros
especiales”, ya que deben comer poco y a menudo y, sobre todo en esta fase
de la vida, deben evitarse cambios bruscos en la alimentación.

Gestación
La alimentación y el cuidado de los animales durante la gestación son
fundamentales para su salud y forma física y para la viabilidad, la salud y el
crecimiento de las crías (figura 2.11). Idealmente, una alimentación adecuada
debe comenzar durante el crecimiento y el desarrollo de los padres y
continuar durante el apareamiento, la gestación y la lactación. Es muy
importante que sobre todo la hembra, antes del apareamiento, esté en
condiciones físicas óptimas. Si el animal presenta un peso por debajo de lo
normal, o incluso sobrepeso, su fertilidad se reduce notablemente, con
disminución del número de camadas, celos silenciosos, dificultad para el
parto y mayor mortalidad neonatal. Las perras y gatas gestantes deben ser
alimentadas con alimentos de alta calidad, muy digestibles y energéticos.
FIGURA 2.11 Para que la gestación continúe de forma óptima, debe
controlarse especialmente la alimentación de la gata.

Al contrario de lo que se piensa, no es necesario cambiar


el tipo de alimento ni aumentar su cantidad
inmediatamente después de la fecundación, sino hacerlo
de forma gradual después de la 4a-5a semana en la perra
(último tercio de la gestación) y después de la 2a semana
en la gata, para evitar el aumento excesivo de peso y, por
tanto, posibles problemas, sobre todo en el momento del
parto (figuras 2.12 y 2.13).

Las necesidades energéticas de la perra aumentan de media un 30-60 %


con respecto a las de mantenimiento, en función también del número de fetos;
en la gata aumentan del 25-50 %, independientemente del número de fetos
(tabla 2.4).
FIGURA 2.12 Aumento de las kilocalorías después de las tres cuartas
partes de la gestación.

FIGURA 2.13 Aumento gradual de las kilocalorías durante toda la


gestación, a partir de la segunda semana.
TABLA 2.4 - CÁLCULO DE LAS NECESIDADES ENERGÉTICAS DURANTE
LA GESTACIÓN EN PERRAS Y GATAS

Gestación Energía de × 1,25-1,5


mantenimiento

En esta fase hay que prestar mucha atención a las proteínas y a


aminoácidos como la arginina, la metionina, el triptófano y, siempre, la
taurina en la gata. No solo son muy importantes las cantidades de proteínas,
sino también su composición y su digestibilidad. También se prestará
atención a las grasas, especialmente a algunos ácidos grasos tratados
previamente, como el ácido linoleico, el ácido alfa-linolénico, el ácido
araquidónico, el EPA y el DHA.
En este periodo especialmente hay que tener cuidado con los hidratos de
carbono (>23 % MS). Más del 50 % de la energía para el desarrollo fetal
procede de la glucosa, por lo que al menos el 10-20 % de la energía
suministrada por el alimento debe proceder de los hidratos de carbono.
Precisamente por esto, entre las vitaminas la más importante es la tiamina
(vitamina B1), que tiene un papel fundamental en la regulación del
metabolismo de los hidratos de carbono.
Es muy importante mantener los niveles correctos de minerales y
vitaminas. Las deficiencias son peligrosas, al igual que los excesos. Los
niveles correctos de calcio y fósforo son fundamentales. Su deficiencia, por
ejemplo, puede provocar inercia uterina, alteración de la osificación en el feto
y problemas esqueléticos en los cachorros.
Un exceso de calcio o vitamina D puede provocar eclampsia (cuadro 2.2) y
calcificación de los tejidos blandos.
El exceso de vitamina A puede causar malformaciones congénitas y
reducción del número de crías, mientras que la carencia de cinc puede
provocar además resorción fetal.
Se recomiendan comidas pequeñas, y el cambio a una dieta específica debe
realizarse siempre, e incluso aún más en este momento, de manera gradual.

CUADRO 2.2 TETANIA/ECLAMPSIA PUERPERAL

Afecta con mayor frecuencia a las perras que a las gatas, a las razas de
pequeño tamaño y sobre todo a las primíparas jóvenes (<4 años). Se
caracteriza por una calcemia baja (7 mg/dl o inferior) y signos clínicos
tetánicos, a menudo precedidos de inquietud y agresividad. Esta patología
también se ha observado en perras normocalcémicas, y es posible que las
perras hipocalcémicas no presenten signos clínicos. Debe tratarse a tiempo
y los cachorros deben separarse de la madre durante las primeras 24 horas
de tratamiento. Si hay recaída, se procederá a una separación definitiva. Es
importante evitar los excesos de calcio durante la gestación (efecto de
retroalimentación negativa sobre la hormona paratiroidea) y garantizar un
aporte adecuado tras el parto para compensar las importantes pérdidas
debidas a la lactancia.

Lactación
La lactancia materna representa uno de los mayores retos nutricionales, ya
que durante este periodo las necesidades energéticas y de diversos nutrientes
aumentan aún más, alcanzando su máximo durante la cuarta semana después
del parto en la perra y la séptima semana en la gata (figura 2.14).
El alimento debe ser de alta calidad, digestible y energético. En las tablas
de la FEDIAF se pueden encontrar referencias a las necesidades de proteínas,
grasas, vitaminas y minerales, que de hecho se superponen a las de la primera
fase del crecimiento (<14 semanas) en el perro y del crecimiento en general
en el gato. En esta fase, el animal necesita tomar entre tres y cuatro veces más
energía que la necesaria para el mantenimiento. Por supuesto, esto también
dependerá en gran medida del número de crías presentes (tabla 2.5).
Además, durante la lactación, el 10-20 % de la energía metabolizable debe
proceder de los hidratos de carbono. El agua siempre es fundamental, pero en
este periodo un aporte hídrico insuficiente determina una reducción
considerable de la cantidad de leche producida (figura 2.15). En general, el
destete de los gatitos y de los cachorros comienza hacia la 4a-6a semana
después del parto en la gata y la 7a-8a semana en la perra. Durante este
tiempo, el consumo de alimentos de la madre no debe superar el 50 % del
consumo de mantenimiento (como al final de la gestación), por lo que es
importante empezar a reducirlo gradualmente en las semanas anteriores. En
general, durante la lactación, los animales experimentan un adelgazamiento
natural, que no debe superar el 10 % del peso corporal normal. Si la
alimentación y los cuidados durante la gestación y la lactación han sido
adecuados, la pérdida de peso de la madre se reduce al mínimo incluso en
caso de crías numerosas, su recuperación será más rápida y las crías serán
viables y estarán en condiciones óptimas.

FIGURA 2.14 Evolución de las necesidades energéticas durante la


lactación.
TABLA 2.5 - CÁLCULO DE LAS NECESIDADES ENERGÉTICAS DURANTE
LA LACTACIÓN EN PERRAS Y GATAS

Lactación Energía de × 3-4


mantenimiento

FIGURA 2.15 Durante la lactación es especialmente importante asegurarse


de que la gata toma la cantidad correcta de agua.

Es mejor proporcionar comidas pequeñas y frecuentes durante el día para


evitar superar la capacidad digestiva, aunque también se puede recomendar
una alimentación ad libitum, para que los animales puedan autorregularse.
Capítulo 3

Los alimentos
Comerciales o frescos, lo importante es que
sean completos, equilibrados y… que el
animal se los coma

OBJETIVOS DEL CAPÍTULO

• Conocer los distintos tipos de alimentos.


• Saber leer una etiqueta.

Hoy en día disponemos de un gran número de alimentos, naturales o


comerciales, que difieren en cuanto al tipo de preparación, el porcentaje de
agua, el tipo de ingredientes, etc.
¿Qué recomendar? ¿Cuáles elegir? Veremos los pros y los contras de los
distintos tipos, entenderemos cómo evaluar los alimentos comerciales
mediante la lectura de la etiqueta y descubriremos cuáles son las
características más importantes por las que guiarnos y dejarnos guiar.

Elección del alimento


Hay tres características que debemos tener en cuenta a la hora de elegir un
alimento: la idoneidad nutricional, la palatabilidad y la digestibilidad. No
obstante, en nuestra opinión, hay una cuarta característica, el propietario
(figura 3.1).
FIGURA 3.1 Las cuatro características en función de las cuales se elige un
alimento.

Como hemos visto en los capítulos anteriores, para empezar, un alimento


debe ser completo y equilibrado, es decir, debe satisfacer las necesidades
calóricas y al mismo tiempo debe cubrir las necesidades de todos los
nutrientes.

El alimento, además, debe ser apetecible para el animal. Esta característica


debe ser revisada constantemente a lo largo del tiempo, sin dejar este aspecto
en manos del propietario. Contrariamente a lo que se piensa, los animales no
son capaces de regular el aporte de nutrientes, sino que comen para satisfacer
sus necesidades energéticas, por eso nuestro papel es fundamental si
queremos evitar carencias o excesos. Debemos explicar a nuestros clientes
que existe una gran diferencia entre la palatabilidad y la idoneidad
nutricional, y que no deben dejarse influir por las decisiones del animal, sino
seguir nuestros consejos, ya que el animal no elige el mejor alimento o el más
equilibrado. Siempre debemos asegurarnos de que el cliente acepta y sigue el
consejo a lo largo del tiempo, y se reevaluará si es necesario (los animales no
son todos iguales). En la elección debemos prestar especial atención al gato.
En la naturaleza este animal caza un gran número de presas, llegando a
realizar muchos ataques al día, de los cuales solo un pequeño porcentaje llega
a buen término. Además, captura presas diferentes cada vez, lo que le
garantiza variabilidad y adecuación nutricionales. Esto podría explicar por
qué al gato que vive en casa le gusta comer poco y a menudo, pero también
cambiar a menudo de alimento.
La digestibilidad de un alimento también es importante, ya que está
estrechamente relacionada tanto con el porcentaje de nutrientes realmente
absorbidos, por tanto disponibles, como con el bienestar general del animal.
Un alimento que no sea digestible o se digiera mal puede provocar
fermentaciones excesivas, con producción de gas y aumento del peristaltismo
intestinal, lo que da lugar a heces mal formadas o incluso a diarrea. Un
alimento digestible, en cambio, produce un pequeño volumen de heces,
formadas y compactas, sin moco ni sangre. La frecuencia de evacuación no
es excesiva (1-2 veces al día) y los movimientos intestinales son regulares y
constantes. Disponemos de tablas de comparación que pueden ayudarnos a
interpretar las heces (faecal scoring system [sistema de clasificación de
heces]). Por lo tanto, es importante solicitar siempre al dueño esta
información, posiblemente mostrándole la tabla de comparación si hay
alguna duda. Con el tiempo, podemos y debemos reconsiderar la elección del
alimento mediante la evaluación de la piel y el pelo, el mantenimiento del
peso corporal, la regularidad del crecimiento, etc.
Por último, pero no menos importante, aunque pueda parecer extraño, la
elección del alimento depende, como ya se ha mencionado anteriormente,
también del propietario, de sus expectativas, del tiempo del que dispone, de
su predisposición o sus convicciones, etc. Tener presente este factor permite
un mayor control sobre la comida ingerida y no dejar esta responsabilidad en
manos del propietario.

Alimentos envasados (comerciales)


Los alimentos envasados, según el contenido de agua y el método de
conservación y elaboración, pueden dividirse en secos y húmedos. Los
alimentos secos contienen un 6-10 % de agua (humedad). Entre ellos están
las galletas y los piensos extrusionados (crujientes). En el caso de las galletas,
los ingredientes se mezclan en una masa que, a continuación se corta
(moldeado) y se cocina al horno. Los piensos se producen en una máquina
llamada extrusora, que combina la acción de la temperatura con la de la
presión. El proceso de extrusión mejora la digestibilidad de los hidratos de
carbono complejos (almidones) y esteriliza el producto. En general, los
alimentos secos son más baratos que los alimentos húmedos o caseros, y se
conservan más fácilmente gracias al bajo contenido en agua; son
verdaderamente prácticos, completos y equilibrados, pero suelen ser menos
apetitosos, por lo que se les añaden sustancias estimulantes del apetito
denominadas digest.
Los alimentos húmedos tienen un contenido en agua de alrededor del 75 %
y se preparan cocinando y mezclando los ingredientes, enlatando y
completando a continuación la cocción del recipiente cerrado, que se
esteriliza de este modo. Existen dos tipos: los completos y equilibrados, que
incorporan vitaminas y minerales, y los complementarios, constituidos
principalmente por carne o pescado. Los alimentos húmedos son más
apetecibles y digestibles que los secos. También son prácticos, pero una vez
abierto el recipiente, deben consumirse como máximo en 48 horas; además,
tienen un coste más elevado, sobre todo en el caso de perros de raza mediana
y grande. Deberían ser los alimentos preferentes para los gatos y,
eventualmente, asociarse con alimentos secos. Hoy en día, la mayoría de los
dueños utilizan alimentos comerciales listos para su uso, ya que son más
baratos (especialmente para perros de tamaño mediano o grande), más fáciles
de conservar, más completos y equilibrados, pero sobre todo más rápidos de
suministrar.

Los gatos tienden a concentrar mucho la orina, por lo


que comer solo alimentos secos puede predisponerles a
enfermedades de las vías urinarias inferiores como
cistitis y cálculos urinarios. Sin embargo, la mayoría de
los alimentos secos se prestan mejor a ser utilizados para
sus comidas pequeñas y frecuentes.

Comida preparada en casa


La comida preparada en casa es seguramente más apetecible que la envasada,
sufre menos transformaciones, permite ver y elegir los ingredientes y puede
ser de mayor calidad y digestibilidad. Muchos propietarios prefieren este tipo
de dieta por muchas razones, entre las que se encuentran con mayor
frecuencia: poca palatabilidad de los alimentos comerciales, falta de
confianza en estos alimentos comerciales o, simplemente, el placer y el deseo
de cocinar para su animal. Puede seguirse una dieta casera y, sobre todo,
puede aconsejarse, y es tan fiable desde un punto de vista nutricional como
las comerciales de buena calidad incluso para los cachorros, pero el dueño
deberá disponer de tiempo, contar con una receta correctamente formulada,
equilibrada y suplementada, y deberá ser capaz de respetar rigurosamente las
dosis y los ingredientes.
Nunca debe sustituirse o eliminarse ninguno de los ingredientes de las
recetas, incluidos los suplementos. Los controles son siempre importantes,
pero en este caso lo son aún más, y hay que comprobar que la dieta no ha
sufrido cambios ni variaciones con el tiempo.

Dietas vegetarianas y veganas


Como se ha explicado anteriormente, el perro y el gato son carnívoros y una
dieta vegetariana o vegana resulta obviamente algo forzado. Hoy en día
existen pocos estudios sobre este tema y, sobre todo, son limitados en el
tiempo. A menos que tome suplementos, no puede alimentarse a un gato con
una dieta vegetariana ni mucho menos con una vegana. De hecho, ya hemos
visto cómo este animal necesita diversos nutrientes presentes exclusivamente
en carne, pescado, huevos, leche, grasas animales, etc.
En cambio, parece posible alimentar al perro con una dieta vegetariana,
pero no con una vegana pura. Debemos recordar que las proteínas vegetales
son menos digestibles que las animales y, además, contienen fitatos que
pueden quelar diversos minerales provocando su carencia (calcio, hierro,
cinc, etc.). También pueden contener inhibidores de proteasas,
hemaglutininas, etc. Los factores críticos que deben vigilarse son los
aminoácidos esenciales, sobre todo triptófano, metionina y lisina, y las
vitaminas B12, A y D. Actualmente, en ocasiones, se utilizan dietas
vegetarianas en perros y se ha demostrado su utilidad sobre todo en animales
con intolerancia o alérgicos a las proteínas animales. En cualquier caso, es
mejor utilizar dietas comerciales envasadas, que pueden garantizar mejor la
presencia de todos los nutrientes esenciales; sin embargo, esto no puede darse
por sentado, por lo que hay que tener mucho cuidado y realizar visitas y
controles frecuentes.
Dietas crudas tipo BARF

La búsqueda continua de dietas más saludables y naturales ha llevado al


desarrollo y uso de un número ingente de este tipo de dietas, que siguen el
concepto de depredador-presa. Existen varias concepciones y filosofías en la
alimentación cruda correcta, de las cuales la más conocida es la llamada
BARF, abreviatura que generalmente se utiliza con el significado de alimento
crudo biológicamente adecuado (biologically appropriate raw food). Estas
dietas se caracterizan por carne cruda, con un alto porcentaje de hueso con
médula y órganos (bazo, hígado, pulmones, intestino, etc.). También incluyen
verduras y frutas crudas, frutos secos, aceites, hierbas, algas, huevos y
productos lácteos. Están libres o prácticamente libres de hidratos de carbono,
especialmente de cereales. La carne cruda es más digestible que la cocida,
pero su uso conlleva riesgos higiénicos como contaminación bacteriana
(Escherichia coli, Salmonella, Campylobacter y Yersinia) y parasitaria
(Echinococcus, Toxoplasma, etc.). La contaminación parasitaria puede
controlarse utilizando carne congelada durante al menos 48 horas, aunque la
congelación no impide la contaminación bacteriana. En este sentido
aconsejamos, cuando sea necesario, el uso de carne de vacuno, que se somete
a un mayor número de controles sanitarios más precisos y que, por término
medio, está menos contaminada; es la única carne que puede ser consumida
cruda también por el hombre. Los huesos mejoran la masticación y la
limpieza de los dientes, aunque pueden provocar irritación y lesiones de
diverso grado; por otro lado, es difícil controlar y equilibrar el calcio, el
fósforo y otros minerales que aporta su consumo.
También es importante saber que algunos ingredientes no son adecuados
para su consumo en crudo, como los huevos, que contienen avidina que se
une a la biotina (vitamina B7) provocando su deficiencia; además, contienen
un inhibidor de la tripsina que dificulta la digestión de las proteínas.
Muchos pescados crudos contienen tiaminasas, que degradan la tiamina
(vitamina B1), y pueden contener trimetilamina, que se une al hierro y puede
causar anemia.
Estas dietas, con las modificaciones necesarias, suplementadas y
equilibradas adecuadamente, pueden ser una alternativa válida a otras dietas,
sobre todo en algunos animales con problemas digestivos.

Dietas grain free o gluten free

Las dietas grain free o sin cereales son ricas en proteínas y carecen de
cereales o de gluten. Contrariamente a lo que muchos piensan, no siempre
tienen un bajo contenido en hidratos de carbono; al contrario, simplemente
están presentes en una forma diferente como patatas, guisantes, tapioca o
legumbres. Hasta ahora, se han utilizado e incluido hidratos de carbono,
especialmente cereales, en las dietas caseras y comerciales debido a que
permiten un ahorro en el uso de proteínas y son importantes para la
elaboración y los procesos tecnológicos de producción. Sin embargo, el papel
de los hidratos de carbono, sobre todo de los cereales, ha terminado siendo
cuestionado, tanto en las dietas para el perro como para el gato. Hoy en día,
en el mercado, se encuentran numerosos productos grain free o gluten free
que están teniendo un gran éxito y prometen mejorar y proteger la salud del
animal. Hasta donde se sabe actualmente, a menos que un animal tenga una
determinada alergia documentada a un cereal (algo bastante raro), la
administración de una dieta sin cereales ni gluten no aporta ningún beneficio.
Tampoco hay pruebas de que los hidratos de carbono sean un factor de
riesgo directo para el desarrollo de diabetes en gatos y perros, y muchos
estudios han demostrado que los hidratos de carbono no están asociados a la
obesidad, que parece estar relacionada con la alimentación ad libitum y la alta
densidad energética de la dieta (alto contenido en grasas, paradójicamente
mucho más alto en las dietas con bajo contenido en hidratos de carbono).
Sin embargo, es cierto que la dieta natural del perro, y sobre todo del gato,
es baja en hidratos de carbono y rica en proteínas. El gato no posee amilasa
salival y presenta cantidades menores de amilasa pancreática que el perro;
aún así es capaz de digerir, asimilar y utilizar los hidratos de carbono, sobre
todo cuando estos se preparan y cuecen. Esto es aún más cierto en el perro,
considerado un carnívoro oportunista. El perro, a diferencia del gato y, sobre
todo de su primo, el lobo, durante la evolución y la domesticación ha
desarrollado la capacidad de digerir mejor los hidratos de carbono
(almidones).
Actualmente no existen estudios publicados en los que se hayan
examinado las diferencias a largo plazo entre los animales alimentados con
las nuevas dietas (dietas crudas, grain free, gluten free, etc.) y los
alimentados con las dietas tradicionales (croquetas, latas, etc.), con excepción
de los estudios de digestibilidad de las dietas crudas tipo BARF. En la
actualidad, no disponemos de datos que permitan indicar cuál es la dieta más
adecuada y ni siquiera determinar si los cereales pueden causar problemas, o
un mayor número de problemas, en comparación con otros hidratos de
carbono, en animales sanos. Sin embargo, esto no excluye la posibilidad de
utilizar estas dietas, especialmente en animales que han mostrado mejoría con
su ingestión.

Dietas hipoalergénicas

El término hipoalergénico no es exactamente correcto, ya que en realidad no


existe una carne o un alimento hipoalergénico. Un alimento puede ser
hipoalergénico para un animal y no serlo para otro. En general, los alimentos
hipoalergénicos deben ser alimentos sencillos, con dos o un máximo de tres
ingredientes, y contener fuentes de proteínas e hidratos de carbono nuevos, es
decir, nunca ingeridos por el animal.
Paradójicamente, la carne de pollo puede ser hipoalergénica para un animal
que nunca la ha ingerido, a pesar de que con frecuencia se identifica como
alergénica en muchos animales.
Se han identificado varios ingredientes que se repiten con mayor
frecuencia en las alergias/reacciones adversas a los alimentos, como carne de
vacuno, pollo, pescado, productos lácteos, etc. Las dietas recomendadas en la
bibliografía, especialmente en la fase de diagnóstico, son las caseras, ya que
garantizan un mejor control de los ingredientes. Si no es posible adoptarlas,
se pueden utilizar dietas comerciales hidrolizadas, aunque desaconsejamos
las monoprotéicas, ya que en varios estudios se ha puesto de manifiesto la
presencia de contaminaciones, que llegan hasta el 80 % en las dietas secas y
el 20 % en las húmedas, lo que afecta a los resultados.

Cómo y cuántas veces alimentar a su animal


Este tema es muy importante, ya que a menudo prestamos mucha atención a
qué comida dar a nuestro animal pero no a cómo hacerlo, aunque la forma en
que lo alimentamos es fundamental para su salud y para una mejor
convivencia.
Las respuestas se darán teniendo en cuenta la fisiología, las características
y los hábitos de nuestros amigos de cuatro patas.
El perro es un animal social y para él la comida también asume un papel
social. Se recomienda proporcionarle alimentos 2-3 veces al día, como hemos
visto anteriormente. Además, los alimentos deben dejarse a su disposición
durante un tiempo determinado, tanto por motivos relacionados con la
digestión como por motivos de conducta. No se recomienda una sola comida
al día, ya que esto predispone a enfermedades digestivas, mala digestión y
mala asimilación de nutrientes.
El gato es un animal solitario, come poco y a menudo, y se estresa muy
fácilmente. Si hay más de un animal, es importante que cada uno tenga su
propio cuenco y se elegirán lugares elevados y apartados. El gato puede
comer hasta 15 veces al día y, como hemos visto, eso lo protege de algunas
patologías. Por tanto, si es posible, debemos prever una alimentación ad
libitum, dividiendo la comida total diaria en varios cuencos colocados en
diferentes lugares. Debemos tener en cuenta que el gato es un depredador y
que nunca pierde el instinto de caza, por lo que podemos servirnos de este
instinto para hacer el acceso a la comida más complicado, utilizando juegos
ya preparados o preparándolos nosotros mismos. Esto puede ser muy útil,
especialmente para las crías con sobrepeso, con el fin de aumentar de forma
natural su actividad.

Snacks o premios
Se recomienda utilizar premios o snacks masticables para el juego o el
adiestramiento. En el mercado existen varios tipos y formas (figura 3.2), y
hoy en día también se pueden encontrar snacks completamente vegetales,
muy útiles para los animales de edad avanzada que tienden a engordar o para
aquellos que presentan intolerancias o alergias. Los snacks son importantes
para la higiene bucal y para la masticación en general, ya que refuerzan el
periodonto y permiten controlar el estrés. Nosotros recomendamos
principalmente orejas de cerdo, cuernos de ciervo o simplemente pan duro.
En cambio, deben evitarse por completo los de piel de búfalo, los huesos y
todos los snacks excesivamente calóricos.
Los perros tienen el instinto de buscar comida y se las ingenian para
obtenerla; por eso, puede utilizarse la comida y los snacks para su
entrenamiento o, simplemente, para hacer que jueguen. Sin embargo,
debemos prestar atención a las calorías que proporcionan los distintos snacks.
Como hemos visto anteriormente, a menudo representan una parte importante
de las kilocalorías ingeridas, mientras que no deberían superar el 10 % del
total diario. Por tanto, sí a frutas (manzana), hortalizas (zanahorias), pan duro,
galletas secas comerciales (sencillas), queso parmesano, carne cocida (asada).
No a carne o pescado comercial deshidratado, salchichas crudas o carne
cruda.
En el caso del gato, los snacks no son necesarios, aunque pueden utilizarse
para interactuar con el animal. Sin embargo, es importante que no se
conviertan en la única forma de contacto con el animal de compañía. Pueden
utilizarse trozos de carne cocinados a la plancha o croquetas de pienso, si no
lo comen habitualmente, o croquetas distintas de las utilizadas habitualmente.
FIGURA 3.2 Algunos ejemplos de snacks disponibles en el mercado, de
formas, tipos y colores diferentes.

Lectura de la etiqueta
La información que podemos y debemos obtener de la etiqueta es diversa.
Parte de esta puede ayudarnos a elegir el alimento más adecuado, otra parte
nos permite comparar los diferentes productos, pero debemos tener en cuenta
que, al leer la etiqueta, no podemos evaluar realmente la calidad de un
alimento y, sobre todo, no podemos conocer su característica más importante,
la digestibilidad, que no se encuentra entre la información de obligada
inclusión. Por esta razón, el verdadero juez de un alimento es exclusivamente
el animal.
Existe diversa legislación relativa a las etiquetas; de la cual la que más nos
interesa es el Reglamento (CE) 767/2009, en el que se regulan las
condiciones de comercialización de los piensos y se garantiza la seguridad y
la información adecuada al consumidor. En particular, este reglamento tiene
por objeto garantizar que la información recogida en las etiquetas es clara y
no engañosa, especificar qué debe indicarse obligatoriamente (tipo, especie,
composición, aditivos, etc.), qué es opcional (presencia o ausencia de una
sustancia, funciones nutricionales especiales, etc.) y, por último, qué no debe
indicarse.
Aquí examinaremos las indicaciones más importantes para nosotros (figura
3.3) y les remitimos al Reglamento (CE) 767/2009 si desean profundizar más
en la materia.

Clasificación del alimento


El tipo de alimento debe estar siempre indicado en la etiqueta. Nos permite
saber si un alimento es completo o complementario, y es una de las primeras
informaciones que debemos mirar a la hora de elegir un alimento. ¿Qué
diferencia hay entre un alimento completo y uno complementario? Un
alimento completo contiene proteínas, grasas y, en general, también hidratos
de carbono, y se suplementa con vitaminas y sales minerales; puede
suministrarse solo y garantiza que el animal obtiene todos los nutrientes que
necesita. En cambio, un alimento complementario contiene mayoritariamente
un único ingrediente, o pocos ingredientes, en su mayor parte fuentes de
proteínas, y no está suplementado, por lo que debe darse necesariamente
junto con un alimento equilibrado o bien suplementarse.

FIGURA 3.3 Factores importantes que deben evaluarse en una etiqueta.

Los alimentos húmedos suelen formar parte de la categoría de alimentos


complementarios. Los tratamientos sufridos por las materias primas (calor,
triturado, deshidratación, etc.) provocan importantes pérdidas, sobre todo de
vitaminas; además, un único ingrediente, obviamente, no puede garantizar la
presencia de todos los nutrientes necesarios. El uso de alimentos
complementarios solos puede causar deficiencias, a veces incluso graves
(figura 3.4).

Composición
La composición representa la lista de ingredientes, que pueden enumerarse
por su nombre, como pollo, ternera, maíz, arroz, etc. (fórmula abierta), o por
su categoría, como carne y derivados, cereales, etc. (fórmula cerrada). Los
ingredientes deben ordenarse obligatoriamente según su peso en orden
decreciente, del más representado al menos representado.
La fórmula abierta nos permite conocer exactamente cuáles son las
materias primas utilizadas, pero si no tenemos cuidado, podría escapársenos
el ingrediente (o ingredientes) mayormente representado. La fórmula abierta
implica la separación de los ingredientes, incluso de aquellos pertenecientes a
la misma categoría, que de otro modo se incluirían juntos y terminarían en la
receta como ingredientes principales. En el siguiente ejemplo (fórmula
abierta) la carne aparece como principal ingrediente: pollo, maíz, grasa de
pollo, arroz, zanahorias, etc. Con la fórmula cerrada el mismo ejemplo se
convertiría en: cereales (maíz + arroz), carne, grasas, verduras, etc., y la carne
se incluiría como segundo ingrediente. Por tanto, para tener la carne como
primer ingrediente basta con utilizar diferentes fuentes de hidratos de
carbono.

FIGURA 3.4 Ejemplos del contenido de alimentos completos y


complementarios.

Son preferibles los productos con fórmula abierta y


fuentes de proteínas animales como ingredientes
principales. Debemos leer siempre todos los ingredientes
enumerados en la etiqueta, porque esto nos permitirá
entender la representación real de cada ingrediente.

Contenidos analíticos
Los contenidos analíticos representan la lista de los porcentajes de proteínas,
grasas, fibra y cenizas que son de declaración obligada. La humedad debe
declararse exclusivamente si es superior al 14 %, es decir, solo en los
alimentos húmedos. Debemos prestar atención, ya que se expresa tal cual.
Por tanto es necesario, si queremos hacer comparaciones, referirnos a la
materia seca. En el caso de alimentos secos como las croquetas, que
contienen un 8-10 % de humedad, esto no supone un gran problema pero
resulta imposible comparar un alimento seco con otro húmedo con un 60-80
% de humedad. Por tanto, solo podemos comparar dos alimentos si tienen el
mismo porcentaje de agua (humedad); de lo contrario, será necesario
establecer determinadas proporciones. También recomendamos prestar
atención a la densidad calórica (kcal), ya que afecta a los porcentajes de
diversos nutrientes y a las cantidades diarias que se deben administrar.
Por lo tanto, la comparación debería hacerse siempre a partir de la materia
seca, con más o menos la misma densidad calórica, o bien se pueden hacer
comparaciones después de calcular la cantidad diaria que hay que
administrar.
Altos porcentajes de proteínas no indican necesariamente un producto
mejor, por tanto, debemos cruzar siempre la información y comprobar
mediante la lectura de los ingredientes cuál es el origen de las proteínas.
Las proteínas animales, como ya se ha dicho, son cualitativamente mejores
que las vegetales y más digestibles. El gluten de maíz tiene un alto porcentaje
de proteínas pero un bajo valor biológico para nuestros animales; su
presencia puede aumentar el porcentaje proteico aunque, al tratarse de
proteínas vegetales, desde un punto de vista cualitativo su valor no sería el
máximo. Un alto contenido en fibra hace que los alimentos sean menos
digestibles, no obstante, deberá evaluarse el tipo de fibra presente. Hemos
visto que la fibra prebiótica presente en algunos ingredientes como la pulpa
de remolacha, la achicoria, la fibra de guisante, etc. puede ser muy útil para la
salud gastrointestinal.
Las cenizas representan los minerales presentes en el alimento y pueden
proceder de los suplementos o de ingredientes de baja calidad que contienen
una elevada cantidad de hueso, como las harinas de carne o carcasas. En estos
casos, un bajo contenido en proteínas con un alto porcentaje de cenizas
debería hacernos desconfiar.

Aditivos
Se entiende por aditivos las sustancias añadidas distintas de las materias
primas. Muchos dueños los ven con recelo, ya que se asocian a colorantes y
conservantes, pero es importante saber que, con la nueva normativa europea,
también entran en la categoría de aditivos las vitaminas, los minerales,
algunos aminoácidos como la taurina, denominados aditivos nutricionales, u
otros como el extracto de achicoria, denominados aditivos organolépticos.
Solo pueden añadirse los aditivos que se encuentran registrados (en el
Register of Feed Additives [Registro de aditivos para la alimentación animal])
y es obligatoria su declaración si existe un límite máximo.

Alimentos, plantas y otras sustancias tóxicas


Podemos encontrar numerosos peligros en el hogar para nuestros amigos de
cuatro patas. A menudo, plantas, medicamentos, determinados alimentos y
ciertas sustancias químicas son protagonistas de diversos envenenamientos o
intoxicaciones. La gravedad de la intoxicación depende de varios factores:
• Cantidad ingerida (dosis).
• Peso y edad del animal.
• Tipo de sustancia.
• Tiempo y modo de contacto.

Plantas tóxicas
Se conocen muchas plantas potencialmente tóxicas. Entre ellas encontramos
plantas con nombres muy comunes, mientras que otras que parecen menos
conocidas en realidad están muy difundidas en los hogares: la adelfa (Nerium
oleander), las euforbiáceas como el ricino (Ricinus communis), las aráceas
como el caladio y la cala, el calicanto (Calycanthus) o flor de invierno, el
castaño de Indias (Aesculus hippocastanum), la azalea y el rododendro
(Rhododendron), la cica o palma sago (Cycas revoluta), la flor de pascua
(Euphorbia pulcherrima), el kalanchoe, el cotyledon, el narciso etc.
La toxicidad está a menudo ligada a toda la planta, como en el caso de la
adelfa, o solo a partes de la misma (flores, raíces, frutos, hojas o savia), como
en el caso de la flor de pascua. La sialorrea (hipersalivación), los vómitos y la
diarrea son los primeros signos que aparecen después de la ingestión. Otros
signos clínicos que pueden aparecer son eritema, edemas, temblores,
convulsiones, necrosis hepática, ictericia, anemia hemolítica y, en los casos
más graves, coma y muerte.

Fármacos tóxicos
A menudo, los propietarios administran a sus animales antipiréticos como el
paracetamol o el conocidísimo ácido acetilsalicílico, ya que se consideran
inofensivos. A veces se dejan por descuido y el animal los ingiere. Estos son
muy tóxicos y, por desgracia, también muy atractivos para nuestros animales.
Pueden causar dolor abdominal intenso, hipertermia, hiperpnea, anemia,
ictericia, cianosis, coma y muerte.

Alimentos tóxicos
El aguacate, el ajo, la cebolla, la uva e incluso el chocolate pueden ser
perjudiciales. La cebolla contiene una sustancia denominada disulfuro de n-
propilo que es muy tóxica para nuestros animales. Inicialmente causa vómitos
y diarrea; a los 1-4 días también aparecen hipertermia, depresión, coloración
oscura de la orina y una anemia hemolítica que puede ser mortal.
El chocolate contiene algunas sustancias denominadas metilxantinas. Una
de ellas es la teobromina que, si se consume en grandes cantidades, puede
resultar tóxica (la toxicidad, sin embargo, es más frecuente en el perro que en
el gato). En las 4-5 horas posteriores a su ingestión aparecen vómitos, diarrea,
dificultad para respirar, incontinencia urinaria y temblores musculares que
evolucionan, en casos muy graves, a convulsiones y muerte. Factores como la
sensibilidad individual a la teobromina, la presencia de otros alimentos en el
tubo digestivo en el momento de la ingestión y una cantidad diferente de
teobromina en los distintos productos a base de chocolate pueden causar
grandes variaciones en la intoxicación.

Otras sustancias tóxicas


Se trata de insecticidas, raticidas, herbicidas o anticongelante para motores
(etilenglicol). Este último provoca una de las intoxicaciones más frecuentes
en nuestros animales, tanto por la facilidad con que pueden entrar en contacto
con la sustancia (que no se desecha correctamente o a menudo se deja
desatendida) como por su sabor dulce y la pequeña cantidad necesaria para
que resulte mortal (1,44 ml/kg). Inicialmente aparecen vómitos, diarrea,
letargo y temblores; posteriormente aparecen signos de insuficiencia renal
grave.
La prevención es sin duda lo más importante, por lo que es esencial educar
al propietario. En caso de intoxicación, la rapidez de la intervención es
fundamental, así como realizar una anamnesis detallada. Por desgracia, en
ocasiones esto no es posible y en caso de duda es conveniente provocar el
vómito, administrar sustancias adsorbentes y mantener al animal bajo una
estrecha observación.
Capítulo 4

Manejo de la alimentación
en el transcurso de
enfermedades
Antes que nada, comer

OBJETIVOS DEL CAPÍTULO

• Elegir la mejor dieta para cada animal y cada patología.


• Elegir la mejor dieta para administrar que sea apetecible para el animal.

En este capítulo abordaremos el manejo de la alimentación durante las


enfermedades más frecuentes. Muchas de ellas, aunque no todas, pueden
verse afectadas por la dieta, ya sea directamente (enfermedades en las que la
alimentación puede prevenir o retrasar su progresión, atajar o aliviar los
signos clínicos, etc.) o indirectamente (enfermedades asociadas a hiporexia o
anorexia que causan efectos secundarios relacionados con un aporte calórico
insuficiente). En concreto, abordaremos la insuficiencia renal crónica, las
gastroenteropatías, la prevención y el tratamiento de las enfermedades de las
vías urinarias inferiores, la obesidad, la intolerancia/alergia alimentaria y las
enfermedades cardíacas. Veremos cuáles deben ser las características de un
plan específico para cada animal y cada patología, dependiendo del estadio en
el que se encuentra.
Obviamente, este tratamiento no podrá ser exhaustivo ni sustituir a la
experiencia y el conocimiento del especialista. Si tiene alguna duda, le
recomendamos que acuda a un centro especializado o a un nutricionista
cualificado. A veces estamos tan atentos al diagnóstico y a la administración
de los medicamentos y la dieta correctos que perdemos de vista al animal y a
su dueño. Es evidente que centrar la atención en estos últimos siempre es
importante, pero en este caso el cumplimiento puede marcar la diferencia. A
veces es necesario llegar a compromisos para tener siempre el control de la
situación y evitar lo más posible que el propietario actúe por su cuenta, para
limitar los daños que, en este caso, pueden ser irreversibles y fatales.

Insuficiencia renal crónica (IRC)


El tratamiento dietético durante la IRC es la piedra angular del tratamiento de
esta enfermedad. Con la dieta podemos retrasar la progresión del daño renal,
reducir los signos clínicos relacionados principalmente con la uremia,
controlar los trastornos electrolíticos y metabólicos y, en particular, las
necesidades nutricionales.
El agua es fundamental para evitar la deshidratación, por lo que, a pesar de
la polidipsia compensatoria puesta en marcha por el organismo,
recomendamos utilizar alimentos húmedos (70-80 %) o añadir agua/caldo al
alimento. El uso de varios cuencos o bebederos puede ser otra buena
solución, especialmente para el gato.
El animal debe recibir el aporte energético adecuado para evitar el
catabolismo de las proteínas endógenas, lo que provoca desnutrición y
empeoramiento de la uremia (tabla 4.1). La energía debe proceder de los
hidratos de carbono y sobre todo de las grasas que, además de hacer el
alimento más apetecible, aumentan la densidad energética, lo que permite la
ingestión de un volumen reducido de alimentos, disminuyendo los signos
clínicos de náuseas y vómitos.
Se recomienda la restricción de proteínas en los estadios iniciales, sobre
todo para retrasar la progresión de la enfermedad, y en los estadios más
avanzados, para controlar los signos clínicos urémicos (tablas 4.2 y 4.3). La
IRIS (International Renal Interest Society) recomienda una restricción
proteica mayor en presencia de proteinuria, especialmente en perros y gatos
en estadio I con ratio proteína/creatinina urinarias (PU/CU) superior a 2 y, en
estadios II-IV, a partir de un PU/CU superior a 0,5 en perros y 0,4 en gatos.
TABLA 4.1 - CONSTANTE DE MULTIPLICACIÓN PARA EL CÁLCULO DE
LAS NECESIDADES ENERGÉTICAS DEL PERRO Y EL GATO
CON IRC
Constante de multiplicación de las Constante de multiplicación de las
MER en el perro MER en el gato
MER = 110 × (peso en kg)0,75 × K MER = 70 × (peso en kg)0,75 × K
K = 1,1-1,6 K = 1,1-1,4

TABLA 4.2 - PORCENTAJES DE PROTEÍNAS RECOMENDADOS EN DIETAS


PARA PERROS CON IRC Y PROTEINURIA

% de proteínas recomendado en la % de proteínas recomendado en la


dieta del perro sobre MS dieta del perro con proteinuria
sobre MS
14-20 14-15
MS = materia seca.

TABLA 4.3 - PORCENTAJES DE PROTEÍNAS RECOMENDADOS EN DIETAS


PARA GATOS CON IRC Y PROTEINURIA

% de proteínas recomendado en la % de proteínas recomendado en la


dieta del gato sobre MS dieta del gato con proteinuria
sobre MS
28-35 28-30
MS = maetria seca.

Si la restricción de proteínas es eficaz, se producirá una


reducción del nitrógeno ureico en sangre (blood urea
nitrogen, BUN) hasta del 50 % en 3-4 semanas. Por ello,
es importante volver a evaluar al animal para comprobar
si es necesario realizar una nueva reducción.

La restricción de proteínas puede producir desnutrición, con pérdida de


masa muscular y reducción de la respuesta inmunitaria y de la síntesis de
hemoglobina y proteínas. Por eso es importante vigilar al animal y aplicar
una restricción gradual, posiblemente comparando las dietas que tengamos
disponibles. Las mayores restricciones se recomiendan en los estadios III y
IV y las proteínas deberán ser de gran calidad para evitar carencias de
aminoácidos esenciales.
La reducción del fósforo es fundamental para controlar la hiperfosfatemia
y el hiperparatiroidismo secundario a la insuficiencia renal, con todas sus
alteraciones relacionadas: hipocalcemia, osteodistrofia y reducción de los
niveles de vitamina D3 (tabla 4.4).
TABLA 4.4 - NIVELES DE FÓSFORO RECOMENDADOS EN LOS DISTINTOS
ESTADIOS

Estadio Niveles de fósforo en sangre


recomendados en perros y gatos
(IRIS)
II 2,7-4,6 mg/dl
III <5 mg/dl
IV <6 mg/dl

Lo primero que hay que hacer es reducir la cantidad de fósforo en la dieta,


disminuyendo el aporte de proteínas y utilizando proteínas con menor
concentración de fósforo (p, ej., pechuga de pollo o huevos de gallina). Si
esto no es suficiente, se utilizarán quelantes intestinales (acetato de calcio,
carbonato de calcio o de lantano), que se mezclarán con la comida (tabla 4.5).
El uso de quelantes puede tener algunas contraindicaciones (hipofosfatemia,
hipercalcemia o problemas digestivos), por lo que se recomienda empezar de
forma gradual, prescribiendo dietas específicas que no contengan ningún
quelante e introduciéndolos solo más adelante. La fosfatemia se vigilará
inicialmente cada 4-5 semanas y, posteriormente, cada 3-4 meses.
La hipopotasemia puede aparecer sobre todo en el gato, aunque no en
todos los animales. Suele ser de grado moderado, sin signos clínicos
evidentes. En el perro, en ocasiones se observa hiperpotasemia sobre todo en
animales alimentados con dietas renales comerciales, ya que generalmente
estas contienen suplementos de este elemento. Por este motivo, es importante
comprobar siempre la concentración de potasio presente en la dieta y, si fuera
necesario, utilizar dietas preparadas en casa por un nutricionista cualificado,
si no se consigue controlar el nivel en sangre.
Se recomienda siempre la restricción de sodio, ya que las nefronas
restantes no tienen capacidad suficiente para eliminarlo. El sodio se acumula
y contribuye a la hipertensión, aunque es importante saber que su reducción
no conlleva un descenso de la presión arterial (tabla 4.6). Es frecuente que
aparezca hipertensión en la IRC y esta es uno de los factores responsables de
la progresión de la enfermedad, por lo que es importante controlarla e
intervenir si es necesario. Mantener la presión dentro de los límites
recomendados también nos permite controlar mejor la proteinuria y, por
tanto, utilizar un mayor porcentaje de proteínas en la dieta.
TABLA 4.5 - NIVELES DE FÓSFORO RECOMENDADOS EN LOS
ALIMENTOS DEL PERRO Y EL GATO SOBRE MS

Niveles de fósforo recomendados Niveles de fósforo recomendados


en la dieta del perro en % sobre en la dieta del gato en % sobre MS
MS
0,2-0,5 0,3-0,6
MS = materia seca.

TABLA 4.6 - NIVELES DE SODIO RECOMENDADOS EN LOS ALIMENTOS


DEL PERRO Y EL GATO SOBRE MS

Niveles de sodio recomendados en Niveles de sodio recomendados en


la dieta del perro en % sobre MS la dieta del gato en % sobre MS
<0,3 <0,4
MS = materia seca.

Una de las alteraciones que se presenta sobre todo en los estadios III y IV
es la acidosis metabólica, relacionada tanto con la reducción de la
eliminación de iones de hidrógeno por el riñón como con la reducción de la
reabsorción de bicarbonato. La acidosis metabólica aumenta el catabolismo,
la degradación de las proteínas musculares y la desmineralización ósea, por lo
que es importante controlarla con el uso de alcalinizantes (p. ej., bicarbonato
de calcio o citrato de sodio). Sin embargo, el uso de estas sustancias puede
agravar algunos signos clínicos, como son letargo, anorexia, vómitos y
náuseas, por lo que es evidente que hay que comprobar su necesidad antes de
recetarlas, eligiendo la dieta también en función de este factor. Los ácidos
grasos omega-3 de cadena larga, como el ácido eicosapentaenoico (EPA) y el
ácido docosahexaenoico (DHA), tienen una acción protectora con respecto al
riñón y reducen la presión glomerular y la proteinuria, lo que retrasa la
progresión de la enfermedad (tabla 4.7).
Las fibras fermentables también son muy útiles ya que, como sabemos,
promueven la multiplicación bacteriana intestinal. Las bacterias utilizan el
nitrógeno amoniacal para crecer, así como el procedente de las proteínas del
alimento; de este modo reducen su disponibilidad y, por tanto, su absorción.
Se ha demostrado que la ingestión de estas fibras reduce la urea en sangre
en los seres humanos y en las ratas. Aunque faltan estudios al respecto, se
supone que interviene el mismo mecanismo en el perro y en el gato.
El daño oxidativo se considera una de las causas responsables de la
progresión de diversas patologías como cáncer, aterosclerosis, enfermedades
cardiovasculares o diabetes mellitus. Los radicales libres también se
consideran factores de riesgo para la progresión de la IRC. El uso de
antioxidantes como la vitamina E, la vitamina C, la luteína, etc. es útil para
reducir el daño renal (alteraciones tubulointersticiales, proteinuria o
glomeruloesclerosis) (tabla 4.8). Sin embargo, aún deben aclararse y definirse
las cantidades y la sinergia entre los distintos antioxidantes.
La dieta desempeña un papel fundamental en la IRC, aunque debe
utilizarse de forma adecuada. La IRC es una enfermedad progresiva y
dinámica, por lo que la dieta debe modificarse y adaptarse con el tiempo en
función del estadio de la enfermedad y del estado metabólico del paciente.
Esto se recomienda a partir del estadio II, también para acostumbrar al animal
a la nueva dieta cuando todavía no presente signos clínicos como náuseas o
vómitos.
TABLA 4.7 - NIVELES DE OMEGA-3 RECOMENDADOS EN LOS
ALIMENTOS Y PROPORCIÓN OMEGA-3 Y OMEGA-6

% de EPA-DHA recomendado en % de EPA-DHA recomendado en


la dieta del perro sobre MS la dieta del gato sobre MS
0,4-2,5 0,4-2,5
Proporción omega-6/omega-3: 1:1 /7:1
MS = materia seca.

TABLA 4.8 - CANTIDADES DE VITAMINAS E Y C RECOMENDADAS EN


PERROS Y GATOS CON IRC

Vitamina Perro Gato


E 400 UI/kg 500 UI/kg
C 100 UI/kg 100-200 UI/kg

En los estadios II y III tiene como objetivo principal frenar la progresión


de la enfermedad; en el estadio IV, el objetivo principal es aliviar los signos
clínicos relacionados con la uremia. Los controles deberán ser frecuentes,
cada 2-3 semanas durante el primer periodo y, posteriormente, al menos
cuatro veces al año.

¿Qué dieta renal debe utilizarse?


Hay numerosas dietas renales en el mercado, aunque es necesario evaluarlas
de vez en cuando en función de las necesidades del animal. También se
puede considerar la posibilidad de proponer una dieta casera específica,
formulada por un nutricionista cualificado, sobre todo si el animal no come o
necesita una dieta en particular no comercializada.

No es factible la prescripción múltiple continua durante


la IRC, ya que la dieta debe modularse en función del
animal y del tiempo. Como hemos visto, no es necesario
practicar inmediatamente una restricción proteica
excesiva ni utilizar sustancias acidificantes o quelantes.

Trastornos gastrointestinales
Ningún otro sistema, como el tubo digestivo, se ve tan directa e
inmediatamente afectado por la alimentación. La modificación de los
ingredientes, el perfil nutricional, la consistencia del alimento, el método, el
tiempo y la frecuencia de administración constituyen una herramienta válida
y potente para el tratamiento de estas enfermedades. El tratamiento
farmacológico no asociado a un tratamiento dietético suele producir
resultados nulos o parciales y, en algunos casos, la dieta también puede ser un
instrumento diagnóstico válido.
En este apartado se tratarán las enfermedades más frecuentes en la práctica
veterinaria y aquellas para las que los profesionales o propietarios acuden con
más frecuencia a un nutricionista, como enteropatías agudas, enteropatías
crónicas (entre ellas, las enteropatías sensibles a la dieta [food responsive
enteropathies, FRE]) y aquellas sensibles a la administración de esteroides
(enteropatías sensibles a esteroides [steroid responsive enteropathies, SRE] o
enfermedades intestinales inflamatorias [inflammatory bowel diseases, IBD])
y, por último, las colitis.

Gastroenteritis agudas
Las gastroenteritis agudas se encuentran entre las enfermedades más
frecuentes en la práctica veterinaria. Las causas pueden ser diversas:
infecciones bacterianas, víricas, parasitarias, reacciones adversas a los
alimentos, etc. La dieta debe proporcionar todos los nutrientes y permitir la
normalización de la función y la motilidad intestinales. En general, se prevé
un ayuno durante al menos 24-36 horas antes de reanudar el suministro de
alimentos, aunque sabemos lo importante que es iniciarlo lo antes posible
para mantener la integridad de la mucosa y las vellosidades intestinales, así
como evitar la translocación bacteriana. La dieta debe ser altamente
digestible, con un contenido moderado de grasas y un contenido bajo de fibra
(fermentable o no) (tabla 4.9).
No es necesario, aunque se recomienda, el uso de nuevas fuentes
antigénicas, sobre todo cuando se tienen dudas de una posible reacción
adversa a los alimentos. Inicialmente, la cantidad suministrada deberá ser el
25 % de las necesidades energéticas en reposo (resting energy requirements,
RER) que se aumentara gradualmente (nutrición mínima), ya que la
capacidad de digestión y absorción está comprometida.

RER = 70 × (peso en kg)0,75 (perro y gato)

Se recomiendan las dietas caseras y las comerciales secas de alta calidad,


mientras que solo hay un consenso parcial sobre las húmedas. De hecho, las
dietas comerciales húmedas suelen ser menos digestibles, con un mayor
contenido tanto de grasas, que retrasan el vaciado gástrico y aumentan el
peristaltismo intestinal, como de fibra viscosa, que altera la digestibilidad y la
motilidad digestiva. Siempre debemos comparar y verificar las dietas, como
hemos visto en el capítulo anterior, sobre todo las específicas del sistema
digestivo.
TABLA 4.9 - NIVELES DE LÍPIDOS, FIBRA Y DIGESTIBILIDAD DE LOS
ALIMENTOS RECOMENDADOS SOBRE MS

MS = materia seca.

Antes de cambiar de dieta, siempre debemos asegurarnos


de que lo que nuestro paciente está tomando no es
adecuado para no correr el riesgo de empeorar la
situación.

Gastritis crónica
La gastritis crónica es una de las causas más frecuentes de vómitos en el
perro y el gato. Las causas pueden ser diferentes: parasitarias, trastornos
metabólicos (uremia y enfermedades hepáticas), inmunomediadas, reacciones
adversas a los alimentos, etc.
El agua es un nutriente importante, ya que en presencia de deshidratación
obviamente se hace necesaria la fluidoterapia, así como en caso de alteración
de los niveles de cloro, sodio y potasio, aunque en la dieta sigue siendo
oportuno que estén presentes en cantidades mayores (tabla 4.10).
Las proteínas deberán ser de alta calidad, altamente digestibles y en
cantidad limitada para evitar la producción excesiva de gastrina y de
secreciones ácidas, y es mejor si son antigénicamente nuevas o hidrolizadas
(tabla 4.11).
El nivel de grasas, para favorecer el vaciado gástrico, deberá ser bajo (tabla
4.12).
El nivel de fibra también deberá ser bajo y es conveniente evitar por
completo las fibras solubles como el psyllium, la goma arábiga, la goma guar,
la pectina, etc., ya que hacen que la comida sea viscosa y retrasan el vaciado
gástrico (tabla 4.13).
TABLA 4.10 -NIVELES DE POTASIO, CLORO Y SODIO RECOMENDADOS
EN LOS ALIMENTOS SOBRE MS

MS = materia seca.

TABLA 4.11 -NIVELES DE PROTEÍNAS RECOMENDADOSEN LOS


ALIMENTOS SOBRE MS

Especie % de proteínas sobre MS


Perro 16-26
Gato 30-40
MS = materia seca.

TABLA 4.12 -NIVELES DE GRASAS RECOMENDADOS EN LOS ALIMENTOS


SOBRE MS

Especie % de lípidos sobre MS


Perro <15
Gato <25
MS = materia seca.

TABLA 4.13 -NIVELES DE FIBRA RECOMENDADOS EN LOS ALIMENTOS


SOBRE MS

Especie % de fibra sobre MS


Perro y gato <5
MS = materia seca.

Se recomienda una dieta casera o una dieta comercial húmeda, aún mejor
si es líquida o semilíquida pero con bajo nivel de grasa y fibra. Los líquidos
abandonan el estómago más rápidamente que el alimento seco. La dieta se
suministrará a temperatura ambiente o, mejor, a temperatura corporal
(aproximadamente 38 °C).

Enfermedades intestinales inflamatorias (IBD)


Las gastroenteritis crónicas son enfermedades que se caracterizan por diarrea,
vómitos, náuseas y, en los casos más graves, pérdida de peso. Pueden
dividirse en sensibles a la dieta (FRE), a antibióticos y/o a esteroides (IBD).
Entre las más frecuentes se encuentran las IBD, un grupo de enfermedades
idiopáticas caracterizadas por infiltración en la lámina propia de linfocitos,
células plasmáticas, eosinófilos, macrófagos, neutrófilos o combinaciones de
los mismos. Su etiología todavía no está totalmente clara, aunque hay una
fuerte sospecha de que existe una respuesta inmunitaria anómala por parte de
la mucosa a la microflora intestinal bacteriana o a sus productos y/o a la
dieta.
La dieta desempeña un papel fundamental, sola o en combinación con el
tratamiento farmacológico, reduciendo la irritación y la inflamación,
modificando la flora bacteriana y normalizando la motilidad intestinal.
Pueden utilizarse tres tipos de dietas: 1) dieta de alta digestibilidad con bajo
contenido en fibra; 2) dieta de alta digestibilidad con alto contenido en fibra o
3) dieta de eliminación con nuevas fuentes antigénicas o hidrolizadas.

¿Qué enfoque es mejor?


El enfoque depende de varios factores y la dieta debe probarse en el animal.
Los signos clínicos (diarrea) desaparecen rápidamente (a los 7-10 días);
según nuestra experiencia, una combinación de las dietas primera y tercera
suele ser la mejor solución y la más resolutiva. Se recomiendan dietas de
eliminación caseras o comerciales hidrolizadas, mientras que las dietas
monoproteicas comerciales están menos indicadas, ya que varios estudios han
revelado fuentes proteicas diferentes y/o no declaradas en la etiqueta, lo que
podría afectar a los resultados. La dieta debe tener una alta densidad
energética para que se pueda reducir el volumen de la comida y, en
consecuencia, la distensión y las secreciones gastrointestinales. Por desgracia,
la alta densidad energética implica una elevada presencia de grasas, lo que
puede exacerbar la diarrea osmótica y la pérdida de proteínas. Por tanto,
resulta más adecuada una dieta con un aporte energético moderado (4-4,5
kcal/g) y un nivel medio-bajo de grasas (tabla 4.14).
En los casos más graves o en presencia de linfangectasia debe preverse una
restricción lipídica mayor. Incluso en estos casos, los ácidos grasos omega-3
pueden ser útiles para controlar la inflamación:

EPA + DHA = 125 mg/kg/día


Proporción omega-6/omega-3 = 1:1/3:1
Las proteínas deberán ser de alta calidad y extremadamente digestibles
(>87 %), nuevas o hidrolizadas, en cantidad adecuada. A veces también se
recomienda el uso de una proteína nueva durante la primera fase (6 semanas)
que se sustituirá por otra proteína nueva diferente cuando la inflamación del
intestino esté controlada y la mucosa en vías de curación, para evitar una
posterior sensibilización. Si el animal está en tratamiento con cortisona, es
preferible realizar el cambio antes de suspender dicho tratamiento con el
fármaco o reducir su dosis (tabla 4.15).
TABLA 4.14 -NIVELES DE GRASAS RECOMENDADOS EN LOS ALIMENTOS
SOBRE MS

Especie % de lípidos sobre MS


Perro 12-15
Gato 15-25
MS = materia seca.

TABLA 4.15 -NIVELES DE PROTEÍNAS RECOMENDADOS EN LOS


ALIMENTOS SOBRE MS

Especie % de proteínas sobre MS


Perro 25
Gato 35
MS = materia seca.

Se recomienda una baja cantidad de fibra para evitar que se reduzcan la


densidad energética y la digestibilidad del alimento (véase la tabla 4.13).
Con frecuencia pueden producirse carencias de vitamina B12, folatos,
vitamina K y cinc. Si el animal responde al tratamiento, su suplementación en
la dieta puede ser suficiente, aunque en los casos graves o en ausencia de
respuesta al tratamiento es necesario intervenir por vía parenteral.

Colitis
Alessia Candellone
El intestino grueso, especialmente el colon, puede verse afectado por
numerosas enfermedades que requieren enfoques nutricionales diferentes.
Teniendo en cuenta el papel predominante que desempeña la dieta en el
manejo de las enteropatías crónicas del intestino grueso, cuyas causas se
resumen en la tabla 4.16, centraremos la atención en estos trastornos. No
obstante, un aspecto común a las diversas colopatías es la manifestación
clínica de cólico en el paciente, cuyo signo principal es la diarrea del intestino
grueso, que se caracteriza por mucosidad en las heces, que se produce con
mayor frecuencia aunque con un volumen reducido, en ocasiones
caracterizada por estrías de sangre superficiales de color rojo vivo, que afecta
principalmente a la última parte de la producción fecal. El animal también
podrá manifestar tenesmo, disquecia, vómitos y, en los casos graves o de
cáncer de colon, pérdida de peso y disminución del BCS. No es raro que los
animales con trastornos funcionales o de motilidad del colon también
presenten estreñimiento.
En este apartado, la atención se centrará en la colitis crónica para la que se
reconoce como desencadenante una causa dietética (colitis por reacción
adversa a alimentos, FRE, y colitis sensible a la fibra) o inmunitaria (IBD del
intestino grueso). Las consideraciones expuestas sobre la etiopatogenia y los
criterios de elección de las fuentes de proteínas en la FRE del intestino
delgado también son aplicables al intestino grueso. En este apartado se
facilitarán más detalles sobre la elección de los ingredientes con fibra [véase
más adelante, síndrome del colon irritable (irritable bowel syndrome, IBS)].
TABLA 4.16 -CLASIFICACIÓN DE LAS ENTEROPATÍAS CRÓNICAS DEL
INTESTINO GRUESO

Condiciones que causan enteropatía crónica del intestino grueso


Reacciones adversas a alimentos (FRE del intestino grueso)
Colitis sensible a la fibra
Síndrome del colon irritable (irritable bowel syndrome, IBS)
IBD del intestino grueso (colitis linfoplasmocítica, colitis eosinofílica, colitis
granulomatosa, colitis ulcerativa histiocítica)
Neoplasia de colon (adenomas, adenocarcinomas, linfomas, leiomiomas, etc.)
Trastornos funcionales, de dismotilidad

Durante la colitis crónica, con independencia de la causa subyacente,


pueden adoptarse tres tipos de enfoques dietéticos, aplicados en el orden que
se considere más adecuado basándose en la presentación de cada paciente:
1. Dietas enriquecidas con fibra.
2. Dietas que contienen alimentos de alta digestibilidad y residuos bajos.
3. Ensayos dietéticos de eliminación.

En los animales con signos clínicos leves e intermitentes [véase más adelante,
síndrome del colon irritable (irritable bowel syndrome, IBS)], debe sugerirse
la suplementación dietética de fibra sin modificar la dieta original del
paciente. El nivel óptimo de inclusión de fibra en la dieta y el tipo de enfoque
que debe utilizarse solo pueden determinarse mediante el método de ensayo y
error. De hecho, no existen alteraciones clínicas ni pruebas complementarias
capaces de predecir qué método tendrá éxito, aunque a menudo se necesitan
numerosos ensayos dietéticos para entender qué dieta funciona mejor en un
caso concreto. Si se opta por un plan dietético de eliminación, deberán
combinarse una fuente nueva y exclusiva de proteínas animales de gran
digestibilidad o un hidrolizado de proteínas con una única fuente de almidón
y la introducción de cuotas adecuadas de fibra soluble e insoluble. Deben
eliminarse todas las demás posibles fuentes dietéticas de proteínas e hidratos
de carbono, incluidos barritas para masticar, snacks y premios, complementos
vitamínicos y de minerales, suplementos dietéticos y/o medicamentos
aromatizados.
Los factores nutricionales clave a tener en cuenta en la selección de
alimentos comerciales secos o húmedos o en la formulación de dietas caseras
para pacientes con enteropatía crónica del intestino grueso se esquematizan
en la tabla 4.17.

Síndrome del colon irritable (irritable bowel syndrome,


IBS)
El síndrome del colon irritable o irritable bowel syndrome (IBS) es un
trastorno actualmente poco definido en el perro que provoca la aparición de
diarrea del intestino grueso, para el que no se han identificado lesiones
histológicas significativas ni agentes etiológicos. Este representa el
equivalente canino al síndrome del colon irritable en el ser humano,
anteriormente conocido como colon espástico, colon nervioso o colitis
espástica. En el ser humano es una enfermedad muy frecuente y debilitante,
que afecta aproximadamente al 10 % de la población general, con mayor
incidencia en las mujeres de 20 a 50 años de edad. En la actualidad, a pesar
de su elevada prevalencia, la etiopatogenia sigue siendo parcialmente
desconocida y probablemente multifactorial. Las similitudes existentes entre
el perro y el ser humano, sobre todo la posible influencia del entorno en las
manifestaciones clínicas de la patología, han identificado al paciente canino
como un posible modelo espontáneo para el estudio de dicha patología en
otras especies.
TABLA 4.17 -PRINCIPALES FACTORES NUTRICIONALES PARA EL
TRATAMIENTO DE LA COLITIS*

Nutrientes Niveles recomendados


Proteínas** Perros adultos: 18-30 %
Perros en crecimiento: 25-32 %
Gatos adultos: 30-45 %
Gatos en crecimiento: 35-50 %
Grasas Perros adultos: 8-15 %
Gatos adultos: 9-25 %
Fibra total Dietas de gran digestibilidad: <5 %
Dietas enriquecidas con fibra: 7-8 %
Electrólitos Sodio: 0,3-0,5 %
Cloro: 0,5-1,3 %
Potasio: 0,8-1,1 %
MS = materia seca.
* Los valores se expresan como % sobre MS.
** NOTA: considerar el uso de dietas de eliminación o hidrolizados de proteínas.

De hecho, el IBS del perro es una causa frecuente de diarrea crónica


recurrente del intestino grueso en animales jóvenes, hiperactivos o estresados.
Los animales afectados no presentan otras anomalías extraintestinales y el
colon aparece normal en la exploración endoscópica e histológica; por tanto,
el síndrome del colon irritable se ha incluido entre los trastornos funcionales.
Se supone que la afección cuenta con un componente neurológico, con
alteraciones motoras o sensoriales del colon, aunque en la actualidad hay
pocas pruebas científicas que respalden esta hipótesis en el perro.
El corolario de signos clínicos varía de un animal a otro en cuanto a
frecuencia y gravedad de su manifestación. Se describen episodios
intermitentes de mucosidades en las heces, hematoquecia, flatulencia,
tenesmo y náuseas. Como se ha mencionado anteriormente, se trata de una
enfermedad de difícil confirmación diagnóstica, por lo que antes de emitir un
diagnóstico de IBS sería conveniente investigar y descartar todas las demás
causas de diarrea del intestino grueso (causas parasitarias, tóxicas, dietéticas,
etc.). Dado que las fibras alimentarias son capaces de modular parámetros
como la actividad mioeléctrica, motilidad, volumen fecal, tiempo de tránsito
gastrointestinal y microbiota, se recomienda a menudo la suplementación
dietética de fibra en pacientes humanos y caninos. Los estudios científicos
han demostrado que un número considerable de animales con IBS puede
beneficiarse de la inclusión de un 1-5 % de fibra insoluble sobre MS (materia
seca) y de un 10-15 % de fibra soluble. También resultan adecuados para el
manejo alimentario de la enfermedad los alimentos complementados con
fuentes de fibras mixtas (solubles e insolubles) a concentraciones
comprendidas entre el 5 y el 10 % sobre MS. Sin embargo, en la práctica
diaria no siempre es posible conocer el contenido de las diferentes fracciones
de fibra de un alimento comercial o de una materia prima vegetal; por tanto,
se suelen formular o prescribir dietas en las que el contenido de fibra bruta
de la dieta, expresada sobre MS, se sitúa alrededor del 8 %. En tal caso, será
la relación de alimentos con fibra que figura en la etiqueta la que servirá
como guía para la elección del producto, ya que permite una estimación del
contenido relativo de fibra soluble o insoluble.

Son fuentes alimentarias de fibra insoluble, por ejemplo,


la celulosa, las hemicelulosas y las ligninas, mientras
que pueden encontrarse cantidades elevadas de fibra
soluble en pectinas, gomas y semillas de psyllium. En
cambio, los cereales integrales como arroz, avena y
trigo, la fibra de guisante y la pulpa de remolacha
representan fuentes de fibra mixtas, ampliamente
utilizadas para la formulación de dietas caseras o
comerciales para el tratamiento de la colitis sensible a la
fibra y del IBS.

Por tanto, un enfoque práctico consiste en prescribir o formular una dieta


que contenga fuentes de fibra mixtas (solubles e insolubles), seleccionando
ingredientes como salvado de trigo o avena para considerar posteriormente
fuentes alimentarias de fibra soluble (p. ej., polvo de psyllium) en caso de
falta de respuesta terapéutica. Se prohibirán estrictamente los alimentos
distintos de los seleccionados para el control de los signos clínicos, sobre
todo en los individuos en los que los cambios dietéticos repentinos y
frecuentes, la ingestión de snacks y premios o el acceso a sobras de comida
pueda constituir un desencadenante para la aparición de episodios de cólico.
Si las enfermedades concomitantes no permiten modificar la dieta del perro
en cuanto al tipo de alimentos y/o la relación entre nutrientes, pueden
administrarse suplementos dietéticos de fibra soluble o mixta. Por ejemplo, la
fibra soluble puede añadirse a la dieta en forma de polvo de psyllium, con una
dosis inicial de 1,3 g de polvo de psyllium/kg de peso corporal, lo que
equivale a unas 6 cucharaditas de café para un perro de 15 kg de peso. La
fibra soluble es capaz de mejorar la calidad y la consistencia de las heces,
promoviendo la producción de butirato para mantener la salud de los
colonocitos. Sin embargo, no puede actuar suficientemente sobre la posible
dismotilidad intestinal, en cuyo caso podría ser necesario recurrir a alimentos
suplementarios complementados también con fibra insoluble, o a fuentes
alimentarias de fibra insoluble. Muchas dietas caseras formuladas para perros
con IBS incluyen cereales integrales, que normalmente se utilizan en el
desayuno humano, en dosis de 1 cucharadita por cada 13-15 kg de peso
corporal. De hecho, la fibra insoluble tiene la capacidad de unirse al agua,
aumentar la masa fecal y mejorar la motilidad intestinal. No se recomienda la
administración de más de 5 cucharaditas a animales con un peso corporal <15
kg.
Con independencia de las fuentes alimentarias de fibra seleccionadas, la
adición de fibra debe hacerse sistemáticamente y modularse en función de la
respuesta clínica del paciente. La suplementación debe realizarse de forma
escalonada, con incrementos de aproximadamente el 25 % con respecto a la
dosis inicial cada 2 semanas, hasta alcanzar la dosis mínima suficiente para
mejorar o resolver los signos clínicos digestivos. En casos raros, la adición de
fibra dietética puede exacerbar la frecuencia y la gravedad de los signos
clínicos; en este caso, debe suspenderse inmediatamente el suplemento
dietético, ya que es poco probable que se consigan mejoras con el tiempo si
se observa un empeoramiento inicial.
Además de la gestión nutricional, se han propuesto varios protocolos
farmacológicos para la gestión del IBS, que quedan fuera de los objetivos de
este volumen.
Por último, dada la frustración que a menudo sienten los dueños debido a
las condiciones de su animal, es fundamental establecer con ellos una buena
comunicación para asegurar su colaboración durante todo el proceso
diagnóstico y terapéutico.

Enfermedades de las vías urinarias inferiores


Estas enfermedades se encuentran con frecuencia en nuestros animales. En el
perro, la incidencia aumenta con la edad y está relacionada principalmente
con infecciones bacterianas y urolitiasis. En el gato son frecuentes la
cistitis idiopática y la urolitiasis en animales menores de 10 años; en los de
edad avanzada, además de la urolitiasis, como en el perro son frecuentes las
infecciones bacterianas.

Urolitiasis
Las urolitiasis representan hasta el 45 % de las causas de estas enfermedades.
Están implicados factores de diversos tipos como familiares, congénitos y/o
adquiridos. Entre los más importantes se encuentran la supersaturación de la
orina, la retención o reducción del tránsito urinario, la falta de inhibidores o
la presencia de promotores para la formación y el crecimiento de urolitos.
Aproximadamente, el 90 % de las urolitiasis están representadas por estruvita
y oxalato de calcio; son menos frecuentes las purinas, que representan el 5-8
% (uratos, sales de urato como urato de amonio y xantinas, etc.), y la cistina,
que representa aproximadamente el 1 % (tablas 4.18 y 4.19).

Estruvita
Los cristales y los urolitos de estruvita están compuestos de fosfato, amonio y
magnesio y pueden formarse en presencia o ausencia de infecciones urinarias.
En general, la presencia de estruvita estéril es típica en gatos menores de 10
años y afecta en el mismo porcentaje a machos y a hembras. La estruvita se
forma porque la composición de la dieta de los gatos es naturalmente rica en
fosfato, amonio y magnesio, porque el gato produce orina concentrada
(sobresaturación) o porque el pH de la orina puede elevarse naturalmente
después de las comidas como consecuencia de la marea alcalina posprandial
(cuadro 4.1), provocando la precipitación de estos minerales.
TABLA 4.18 -RESUMEN DE LOS FACTORES MÁS IMPORTANTES QUE
DEBEN TENERSE EN CUENTA PARA LA PREVENCIÓN DE LA
UROLITIASIS

TABLA 4.19 -COMPARACIÓN ENTRE LOS ALIMENTOS SECOS Y


HÚMEDOS EN CUANTO A AGUA INGERIDA Y PRODUCCIÓN
DE ORINA EN EL GATO

Volumen (ml/día) Comida húmeda Comida seca


Contenido de agua en la 246 6
comida
Agua bebida 32 221
Total de agua consumida 278 227
Agua fecal 27 44
Orina 166 79
Tomado de: Burger IH, Smith PM. Effects of diet on the urine characteristics of the cat.
In: Edney ATB (Ed.) Nutrition, Malnutrition and Dietetics in the Dog and Cat:
Proceedings of an international symposium; 1987 Sept 3-4; Hanover, Alemania. British
Veterinary Association UK, págs. 71-73.

CUADRO 4.1 LA MAREA ALCALINA POSPRANDIAL

La marea alcalina posprandial está provocada por la compensación renal


que, para mantener constante el pH de los líquidos corporales tras la
pérdida de iones de hidrógeno durante la comida, elimina iones alcalinos
(bicarbonatos) en la orina, lo que causa un aumento del pH. Es
directamente proporcional a la cantidad de comida y a la presencia de
sustancias o ingredientes alcalinizantes o acidificantes en la dieta.
Precisamente por la presencia de la marea alcalina
posprandial, para una correcta evaluación del pH
urinario, es fundamental que el animal esté en ayunas
durante al menos 8-12 horas.

Para prevenir la formación de cálculos de estruvita es fundamental, en


primer lugar, llevar a cabo la dilución de la orina [peso específico (Ps)
inferior a 1035-1040 en el gato y a 1025 en el perro], el pH deberá estar por
debajo de 6,6 y la dieta contendrá proteínas animales de alta calidad
(naturalmente acidificantes porque son ricas en aminoácidos sulfurados) con
un contenido bajo en hidratos de carbono (naturalmente alcalinizantes porque
son ricos en sales de potasio). La dieta debe tener un contenido moderado de
magnesio (0,04-0,14 %), en cualquier caso, inferior o igual al 0,25 %.
También se puede conseguir la disolución de este tipo de cristales y cálculos
en 2-4 semanas con la restricción de fósforo, magnesio y proteínas, lo que
lleva el pH a un valor próximo a 6.
Se recomiendan dietas comerciales húmedas específicas o caseras
formuladas por un nutricionista; están menos indicadas las dietas comerciales
secas, precisamente por su condición de secas, aunque sean dietéticas (8-10
% de agua). En cualquier caso, debe evitarse la adición de sustancias
acidificantes a las dietas comerciales formuladas para estos problemas para
evitar los efectos secundarios relacionados con la hiperacidosis; también
deben utilizarse con precaución las dietas secas enriquecidas en sal (cloruro
sódico) para aumentar el agua ingerida y, por tanto, el volumen de orina, por
los posibles efectos secundarios que el sodio pueda tener (aumento del riesgo
de formación de cálculos de oxalato de calcio y empeoramiento de la
azotemia). Por la misma razón, no se recomienda el uso de diuréticos de asa.
Las urolitiasis por estruvita también pueden estar inducidas por infecciones,
debido a la presencia de bacterias productoras de ureasas; estas son más
típicas en el perro, y sobre todo en las hembras, mientras que en el gato están
más presentes en los animales de menos de un año de edad o de edad
avanzada. La composición de la dieta no es importante para la prevención,
aunque también en este caso se puede inducir la disolución, que suele ocurrir
más lentamente (en unos 70 días). Es fundamental continuar con el
tratamiento antibiótico durante todo el periodo de disolución, ya que puede
haber bacterias atrapadas en la matriz que se liberarán poco a poco en la orina
perpetuando el ciclo.

Oxalatos de calcio
Estos cristales o cálculos están compuestos como indica su nombre por
oxalatos y calcio. Son frecuentes sobre todo en perros, principalmente en los
machos. No se pueden disolver, por lo que resulta más importante su
prevención, sobre todo en individuos que muestran predisposición, como los
animales obesos. Hay varias cosas que hacer: 1) dilución de la orina para
reducir la saturación y aumentar el tránsito urinario (Ps < 1025 en el perro; Ps
= 1035 en el gato); 2) reducción de la presencia de los dos elementos
utilizando inhibidores como el citrato y el magnesio, o de sus precursores (p.
ej., el ácido oxálico, producto terminal del metabolismo de la vitamina C, la
serina o la glicina, que forma con el calcio una sal insoluble) o también
evitando la hipercalciuria, la hipercalcemia, la acidosis metabólica (causa de
la hipercalciuria) y el exceso o la activación de la vitamina D (p. ej., debido a
la carencia de fósforo) para la hipercalcemia asociada; 3) mantener el pH > 7
para evitar la formación de oxalatos.

Debe prestarse atención a las dietas comerciales de


mantenimiento que anuncian beneficios para las vías
urinarias, ya que por lo general son dietas que
promueven la acidificación de la orina, tienen un bajo
contenido de magnesio y pueden ser válidas para los
animales que tengan predisposición a cálculos de
estruvita pero no para aquellos con predisposición a
cálculos de oxalatos.

Purinas
Las purinas son catabolitos (hipoxantinas, xantinas, ácido úrico, sales de
ácido úrico, etc.) componentes del ADN y el ARN. Pueden ser de origen
endógeno o derivarse de la dieta. Entre los urolitos de purinas, los de uratos
de amonio son los más frecuentes. Están formados por ácido úrico y amonio
y a menudo son secundarios a anomalías vasculares. También son frecuentes
en algunas razas como Dálmata, en perros, o Shorthair, en gatos. En el perro
se puede intentar su disolución mediante dilución (Ps <1025) y restricción de
proteínas y purinas, elevando el pH por encima de 7 y administrando
alopurinol. En el gato, la única opción es la extirpación quirúrgica ya que no
hay un número adecuado de estudios al respecto. Por supuesto, la prevención
es fundamental. Pueden recomendarse las dietas comerciales renales, por su
composición y sus características, así como las dietas caseras, si están bien
formuladas. La restricción de purinas durante la administración de alopurinol
es importante ya que este medicamento puede predisponer a la formación de
urolitos de xantina debido a la acumulación de este tipo de sustancias tras la
ausencia de degradación. El alopurinol debe utilizarse con precaución en
animales con problemas de riñones, ya que podría empeorar la función renal.

Cistina
Los cristales o cálculos de cistina son los menos frecuentes en nuestros
animales. Afectan tanto a los gatos machos como a las hembras, mientras que
los perros machos muestran una mayor predisposición. Se presentan
concentraciones elevadas de cistina cuando se produce una alteración de la
absorción en el túbulo renal proximal. En el caso del perro existe un
protocolo médico para su disolución utilizando fármacos a base de tiopronina
(2-MPG), a dosis de 15 mg/kg por vía oral cada 12 horas, mientras que no
hay estudios suficientes en el gato. Para su prevención están indicados, junto
con la reducción de la cantidad de proteínas, el aumento del pH por encima
de 7,5 y la dilución del peso específico por debajo de 1025.

Cistitis idiopática
Entre las causas más frecuentes de las enfermedades de las vías urinarias
inferiores se encuentra las cistitis idiopáticas, que suelen afectar a los gatos
menores de 10 años de edad. Estas se caracterizan por hematuria, polaquiuria,
estranguria y micción inadecuada. Aún no se han aclarado sus causas, aunque
parece que tienen un importante componente relacionado con el estrés. Por
ello se aconseja, junto con el uso de dietas húmedas (no hay otras
indicaciones especiales respecto a la dieta), el enriquecimiento ambiental y,
en cualquier caso, una atención general al ambiente en el que el gato vive (p.
ej., número de bebederos adecuado, número de camas superior al número de
gatos presentes, etc.).
Infecciones bacterianas
Son frecuentes sobre todo en animales de edad avanzada, tanto en perros
como en gatos. Hasta el momento se desconoce qué factores dietéticos
pueden aplicarse, si es que existen, para prevenir estas infecciones. Las
bacterias implicadas logran sobrevivir a un pH que oscila entre 4 y 9, por lo
que no es necesario realizar cambios en este sentido. Algunos estudios han
demostrado la utilidad de los probióticos, especialmente de los
mananooligosacáridos (MOS), que limitan la adherencia de Escherichia coli
al epitelio urinario in vitro. También en este caso, es probable que la dilución
de la orina y el aumento del tránsito urinario sean útiles para el tratamiento.

Sobrepeso y obesidad
Natalia Russo
La obesidad es uno de los principales trastornos nutricionales tanto en el
perro como en el gato. Aunque algunas enfermedades, como el
hipotiroidismo y el hiperadrenocorticismo, o fármacos, como los
glucocorticoides y los anticonvulsivos, pueden causar obesidad, la principal
razón de su desarrollo es la diferencia positiva entre el aporte y el gasto
energético. Por tanto, una ingestión dietética excesiva o el uso inadecuado de
la energía pueden dar lugar a un balance energético positivo y, por tanto, al
aumento de peso.

La obesidad se define como una acumulación de


cantidades excesivas de tejido adiposo en el cuerpo
superior al 20 % del peso ideal.

En varios estudios se indica que la incidencia de sobrepeso/obesidad en la


población canina es del 22-40 %, hasta llegar al 56 % en Europa. La
incidencia de obesidad felina es similar a la del perro y la obesidad está
aumentando en ambas especies.
Hay varios factores predisponentes que hay que tener en cuenta: genéticos,
la esterilización, dietéticos y conductuales (dueño).
La predisposición genética es uno de los primeros factores. Se ha visto que
las razas de trabajo, seleccionadas para vivir en países fríos, como los
Retriever y las razas nórdicas (Alaskan Malamute), o algunas razas de gatos
(Domestic Shorthair), tienen necesidades energéticas aproximadamente un 20
% más bajas que un perro de caza del mismo peso. Esto explica por qué no es
inusual ver por la calle a un Labrador Retriever con sobrepeso u obeso.
La esterilización es otro factor importante, ya que implica una disminución
de la tasa metabólica de entorno al 20 % debido a una reducción de los
niveles de hormonas sexuales, lo que da lugar a un aumento de la ingestión
de alimentos y una reducción de la actividad física, sin la correspondiente
reducción del aporte energético.
Los factores dietéticos pueden conducir al desarrollo de obesidad en ambas
especies, lo que parece estar relacionado con el consumo de comidas
demasiado grasas, pero sobre todo con la ingestión de premios y/o comidas
extra.
Los factores conductuales se encuentran entre los más importantes para el
desarrollo de la obesidad, en los que el elemento “dueño” desempeña un
papel primordial. En el caso de los gatos, entre los posibles factores
implicados en el desarrollo de la obesidad se incluyen ansiedad, depresión e
incapacidad para establecer una conducta alimentaria correcta y para
desarrollar el control de la saciedad, lo que normalmente se define como
bulimia felina. La relación entre el propietario y el animal es importante y se
ha demostrado que es más intensa en los dueños de gatos obesos. La
interpretación errónea del comportamiento felino por parte del propietario es
importante; en este sentido, muchos dueños interpretan mal las señales
conductuales de su gato asociadas a la comida. Contrariamente a los seres
humanos y a los perros, para los que comer es una función social, los gatos
no tienen ninguna necesidad intrínseca de interacción social durante los
momentos de la alimentación. Cuando el gato inicia el contacto, los dueños a
menudo piensan que se trata de una solicitud de alimento incluso cuando no
lo es. No obstante, si se suministra alimento en esos momentos, el gato
pronto aprende que el inicio del contacto conduce a una recompensa
alimentaria; de hecho, este es un elemento común con la obesidad infantil
(estudios recientes toman como modelo a los gatos obesos para entender el
fenómeno de la obesidad infantil). En cambio, en el caso de los perros, los
factores conductuales están relacionados principalmente con cómo ve el
dueño la comida. A menudo los propietarios observan al perro mientras come
y, si no termina la comida, piensan que no es un alimento de su agrado y
tienden a cambiarlo por algo más apetecible y, a menudo por desgracia,
también con mas grasa. Se ha comprobado que si el dueño lleva una
alimentación desequilibrada y presenta predisposición a la obesidad, también
su animal tendrá sobrepeso u obesidad.
Al igual que en el ser humano, la obesidad aumenta el riesgo de mortalidad
en el perro y en el gato, y puede predisponer a numerosas enfermedades
(tabla 4.20).

¿Cómo se mide la obesidad?


El método más sencillo, aunque no el más preciso ya que es subjetivo,
consiste en la evaluación mediante el BCS (véase el capítulo 2, figura 2.1).

Tratamiento de la obesidad
En el ser humano, las opciones terapéuticas actuales para la obesidad
incluyen el control de la dieta, el ejercicio físico, la modificación psicológica
y del comportamiento, el tratamiento farmacológico y la cirugía. En el perro
y el gato están indicados principalmente:
• El tratamiento dietético, con reducción de las kilocalorías y modificación
de los ingredientes.
• El ejercicio físico.
TABLA 4.20 -ENFERMEDADES ASOCIADAS A LA OBESIDAD EN
ANIMALES DE COMPAÑÍA

Anomalías metabólicas • Hiperlipidemia/dislipidemia


• Resistencia a la insulina
• Intolerancia a la glucosa
• Síndrome metabólico
• Lipidosis hepática (gato)
Endocrinopatías • Hiperadrenocorticismo
• Hipotiroidismo
• Diabetes mellitus
• Insulinoma
• Hipopituitarismo
• Lesiones hipotalámicas
Trastornos ortopédicos • Osteoartritis
• Fracturas condilares humerales
• Rotura del ligamento cruzado
• Hernias de disco
• Trastornos articulares
Enfermedades cardiorrespiratorias • Colapso traqueal
• Obstrucciones de las vías respiratorias
• Parálisis laríngea
• Insuficiencia cardiaca
• Disnea
• Hipertensión
Aparato urogenital • Incontinencia urinaria
• Urolitiasis
• Infertilidad
• Complicaciones durante el parto
Neoplasias • Vesicales
• Mamarias
Otros • Aumento del riesgo anestésico
• Intolerancia al ejercicio físico
• Intolerancia al calor
• Disminución de la esperanza de vida

¿Cómo se calculan las necesidades diarias de un animal obeso?


Para el cálculo de la energía de mantenimiento se multiplican las fórmulas
por un coeficiente de 0,8, con lo que se reducen en un 20 % las calorías
diarias:

MER en el perro = 110 × (peso en kg)0,75 × 0,8

MER en el gato = 70 × (peso en kg)0,75 × 0,8

El manejo dietético ha ido cambiando a lo largo de los años; de hecho, en


el pasado se aumentaba el aporte de fibra insoluble (poco digestible) en la
ración, con el fin de mantener siempre el mismo volumen con un aporte
calórico inferior. Este enfoque no era adecuado para todos los pacientes,
sobre todo en las razas caninas más predispuestas a la obesidad y, en
cualquier caso, tampoco en el gato. En la actualidad, el método preferido y
recomendado es la estimulación del metabolismo. Esto puede lograrse
incrementando el aporte de proteínas por encima del 40 % de la materia seca
para activar una lipomovilización de los tejidos adiposos. No obstante, como
siempre, el consejo es adaptar el protocolo de reducción de peso a cada
paciente y a su estado de salud general.
Otros factores dietéticos que pueden ser útiles para la pérdida de peso son
la adición de L-carnitina y ácido linoleico conjugado (CLA), aunque con
respecto a este último hay datos contradictorios.
La L-carnitina es un aminoácido que se sintetiza en el hígado y los riñones
a partir de lisina y metionina en presencia de ascorbato. La suplementación
dietética con L-carnitina mejora la retención de nitrógeno, aumentando la
masa magra y reduciendo la masa grasa. Se ha demostrado que la
incorporación de L-carnitina a niveles de 50-300 ppm en las dietas de
reducción de peso limita la disminución de tejido magro durante la pérdida de
peso. Los posibles mecanismos de este efecto protector sobre los tejidos
magros incluyen la mejora de la oxidación de los ácidos grasos y la
disponibilidad de energía para la síntesis de proteínas en los momentos de
necesidad.
El CLA pertenece a una familia de isómeros de ácidos grasos derivados del
ácido linoleico. Varios estudios experimentales en animales han sugerido que
tiene un efecto antiadipogénico; entre los mecanismos propuestos se incluyen
la inhibición de la actividad de la estearoil-CoA 9-desaturasa, que limita la
síntesis de ácidos grasos monoinsaturados mediante la síntesis de triglicéridos
y la supresión del alargamiento y la desaturación de los ácidos grasos en
ácidos grasos de cadena larga.

¿Cuánto debe o puede bajar de peso un animal?


Normalmente, un animal debe perder entre el 0,5 y el 2 % de su peso a la
semana. Esto permite controlar el adelgazamiento y estimar el tiempo
necesario. Una vez que el animal haya alcanzado su peso ideal, deberán
reajustarse las kilocalorías y la dieta para conseguir el mantenimiento del
peso alcanzado.

¿Qué dieta elegir?


Existen varias dietas comerciales, tanto secas como húmedas, que son
completas y equilibradas y están diseñadas precisamente para conseguir una
pérdida de peso, aunque complementadas para que el animal no sufra una
escasez de nutrientes. De hecho, no es posible poner a dieta a un animal con
un alimento de mantenimiento, ya que al reducir las kilocalorías se reducen
también todos los demás nutrientes. En general, siempre es conveniente
calcular las necesidades diarias de cada animal en función del producto
elegido. Si se decide confiar en las tablas indicadas, hay que tener presente
que las cantidades que hay que suministrar son las relativas al peso ideal y no
al real. También se pueden utilizar con buenos resultados dietas caseras bien
formuladas. Estas últimas deben tenerse en cuenta sobre todo cuando la
relación entre el animal y el dueño se establece solo o principalmente a través
de los alimentos. Además, es fundamental tener en cuenta y calcular los
premios y los snacks de la dieta.
La obesidad es una de las enfermedades con mayor fracaso terapéutico y
mayor tasa de recidivas. Se dice que un animal obeso lo es para toda la vida,
aunque mantenga el peso ideal, por lo que es importante que el dueño cambie
los hábitos alimentarios del animal y no crea que debe mimarlo porque lo
ama.

Reacciones adversas a alimentos


Diana Vergnano
Cuando se habla de una reacción adversa a los alimentos (RAA), se entiende
una respuesta anómala a uno o más componentes del alimento. Las RAA
pueden clasificarse de varias formas, aunque en este texto se propondrá una
de las clasificaciones más utilizadas. Según esta clasificación, las RAA se
dividen principalmente en reacciones inmunomediadas (definidas como
alergias alimentarias) y no inmunomediadas (definidas como intolerancias
alimentarias).

Reacciones inmunomediadas o alergias alimentarias


La fisiopatología de estas reacciones aún no se ha aclarado por completo,
aunque se cree que en su etiología hay una alteración del procesamiento
normal de los antígenos entéricos y del desarrollo de tolerancia oral.
Normalmente, los antígenos son proteínas que deben tener un tamaño mínimo
para desencadenar una reacción inmunitaria. En medicina humana se ha
establecido que su tamaño mínimo es de 10 a 70 kD.
Las inmunoglobulinas se sintetizan después del primer contacto con el
alérgeno, por lo que la primera vez que este se ingiere se tolera con
normalidad.
En esta categoría se incluyen:
• Reacciones mediadas por IgE (hipersensibilidad de tipo I). Se
considera que la mayoría de las alergias están mediadas por IgE. Estas
reacciones pueden provocar signos clínicos de hipersensibilidad
inmediata (que aparece entre unos minutos y varias horas después de la
ingestión) e intermedia/tardía (que aparece entre unas horas y varios días
después), esta última causada por la liberación de citocinas por los
mastocitos activados por las IgE.
• Reacciones no mediadas por IgE (hipersensibilidad de tipos II, III y
IV). Se dispone de poca información sobre este tipo de reacciones; sin
embargo, parece que en el perro y el gato intervienen los mecanismos de
los tipos III y IV (hipersensibilidad mediada por inmunocomplejos o por
células), pero no los de tipo II (reacciones citotóxicas). Estas reacciones
producen signos clínicos de hipersensibilidad retardada (entre unas horas
y varios días).

Reacciones no inmunomediadas o intolerancia


alimentaria
La fisiopatología de las intolerancias alimentarias varía para cada tipo de
reacción. Se piensa que incluso ingredientes que no contienen proteínas,
como algunos aditivos, pueden desencadenar este tipo de reacciones.
En esta categoría se incluyen:
• Reacciones idiosincrásicas o idiopáticas. Con este término se
denomina a las reacciones que imitan a una reacción alérgica, pero en las
que no está implicado el sistema inmunitario. Se diferencian de las
alergias en que pueden producirse incluso en el primer contacto con la
sustancia responsable, aunque se desconoce el mecanismo
desencadenante.
• Intoxicaciones alimentarias. Están causadas por la presencia de una
toxina en el alimento, generalmente de origen bacteriano o fúngico.
Algunos ejemplos típicos son las micotoxinas y la toxina botulínica.
• Reacciones alimentarias metabólicas o enzimáticas. Están causadas
por una anomalía metabólica, como una deficiencia enzimática a nivel
gastrointestinal. El ejemplo típico es la intolerancia a la lactosa; puesto
que la enzima suele estar presente, aunque en cantidades menores, la
reacción es dependiente de la dosis, al contrario de lo que se observa en
las alergias alimentarias.
• Reacciones farmacológicas. Estas también son dependientes de la dosis
y, por ejemplo, son las que se observan cuando los alimentos contienen
dosis altas de aminas vasoactivas, como la histamina. El caso más típico
es la ingestión de pescado en mal estado, en el que la histidina se
descarboxila a histamina por acción bacteriana. Los signos clínicos
clásicos, que imitan a una reacción alérgica, son prurito, eritema,
vómitos y diarrea.

Signos clínicos
Las RAA se manifiestan principalmente con signos clínicos dermatológicos
y/o digestivos, no necesariamente combinados. Los signos clínicos
dermatológicos son muy variados y entre los principales se encuentran:
• Prurito no estacional, que puede ser generalizado o localizado.
• Eritema, escoriaciones, otitis externa y pododermatitis del perro.
• Dermatitis miliar, placas eosinofílicas y alopecia simétrica autoinducida
en el gato.
Los signos clínicos digestivos consisten en diarrea y, en ocasiones, vómitos y
dolor abdominal.

Diagnóstico
En la actualidad no existe predisposición por la edad, el sexo o la raza,
aunque los signos clínicos a menudo aparecen en animales muy jóvenes. La
concomitancia de signos clínicos dermatológicos y digestivos apunta
firmemente al diagnóstico de RAA.
El diagnóstico se obtiene evaluando la respuesta al tratamiento dietético, es
decir, la dieta de eliminación, después de descartar otras enfermedades que
podrían causar signos clínicos similares (p. ej., dermatitis parasitaria,
dermatitis alérgica por pulgas, parasitosis intestinal).

Tratamiento dietético: dieta de eliminación


El objetivo del manejo nutricional de las RAA es excluir de la dieta el
ingrediente o ingredientes que causan la reacción adversa en el paciente.
Dado que es difícil determinar cuál es el componente que hay que evitar,
se adopta el sistema de la dieta de eliminación, que consiste en administrar
una dieta con ingredientes a los que el animal nunca haya estado expuesto
previamente. Por tanto, la dieta de eliminación es al mismo tiempo un
instrumento para el diagnóstico y el tratamiento.
Para establecer una dieta de eliminación existen algunas alternativas entre
las que podemos elegir. No existe una opción mejor que las demás de manera
absoluta, aunque la elección dependerá de varios factores, como la especie, la
edad y las preferencias del paciente, el tipo de manejo por parte del dueño y
el presupuesto disponible. Además, para tomar la mejor decisión es
indispensable obtener un historial nutricional, es decir, elaborar una lista de
todos los alimentos que el animal ha ingerido a lo largo de su vida. No solo
hay que tener en cuenta los alimentos de mantenimiento, sino todo lo que el
animal pueda haber ingerido, incluidos snacks, comida de los dueños y
cualquier medicamento que contenga aromatizantes o estimulantes del
apetito. A continuación se enumeran las principales alternativas.

Alimentos a base de ingredientes nuevos. El principio se basa en la


eliminación del ingrediente responsable del desencadenamiento de la
reacción adversa, introduciendo ingredientes que nunca han sido
administrados y a los cuales, por lo tanto, el sistema inmunitario del animal
nunca se ha visto expuesto.
Dentro de esta categoría existen dos opciones principales: utilizar
alimentos comerciales o establecer una dieta casera.
• Alimentos comerciales. Se trata de alimentos formulados con una única
fuente de proteínas y/o una única fuente de hidratos de carbono, en
forma de alimentos secos o húmedos (compuestos por una única fuente
de proteínas, con o sin fuente de hidratos de carbono). Se comercializan
muchos productos de este tipo, que se conocen como monoproteicos, y
se puede elegir entre numerosas y diferentes fuentes de proteínas. Tienen
la ventaja de ser muy prácticos para el dueño y, en el caso de los
alimentos secos y de algunos alimentos húmedos, de ser muy completos
(para comprobarlo basta evaluar si en la etiqueta figura la mención
“alimento completo” o “alimento complementario”, obligatoria por ley).
Si se trata de alimentos complementarios, hay que tener en cuenta que
pueden utilizarse como único alimento durante periodos limitados de
tiempo y solo si se trata de animales adultos; en los demás casos, deben
complementarse adecuadamente.
• Dieta casera. Normalmente se formula eligiendo una fuente de proteínas
y una fuente de hidratos de carbono (que también contiene proteínas)
nuevas para el animal (p. ej., caballo y patatas). La principal ventaja es
que puede descartarse con certeza la presencia de otras fuentes de
proteínas o aditivos que podrían ser responsables de la RAA. Las
desventajas son la poca practicidad de este tipo de régimen alimentario,
que requiere un mayor esfuerzo por parte del propietario y que su coste a
menudo es mayor. Además, si la dieta se formula únicamente con dos
ingredientes, sin duda no será completa, por lo que podrá utilizarse
durante periodos breves y, a continuación, deberá complementarse. Para
ello, es aconsejable elegir los suplementos específicos de minerales y
vitaminas, dando prioridad a aquellos que no contengan aromatizantes o
estimulantes del apetito.

Alimentos a base de proteínas hidrolizadas. Estos alimentos se basan en el


concepto de que una proteína debe tener un tamaño determinado para
desencadenar una reacción inmunitaria; si la proteína se hidroliza y, por
tanto, se divide en péptidos de tamaño muy pequeño, no podrá dar lugar a
reacciones adversas. Existen en el mercado diversos alimentos de este tipo;
algunos combinan la proteína hidrolizada con una fuente poco común de
hidratos de carbono y otros utilizan almidón purificado. Estas dietas pueden
ser una buena opción cuando resulta difícil identificar una nueva fuente de
proteínas porque el paciente ya ha estado expuesto a muchas fuentes o porque
sus antecedentes nutricionales son incompletos. Esta opción, además, tiene la
ventaja de ser práctica para el dueño, aunque bastante costosa.

Duración de la dieta de eliminación


La dieta de eliminación debe mantenerse durante al menos 8-12 semanas si se
observan signos clínicos dermatológicos y 2-4 semanas si solo se observan
signos clínicos digestivos.
Es muy importante que el dueño lleve a cabo correctamente la dieta de
eliminación y que el animal esté bajo un estricto control durante este periodo
(p. ej., el gato que normalmente tenga acceso al exterior deberá permanecer
en casa y el perro deberá ir siempre atado con la correa durante las salidas).
Si el animal ingiere un alimento que no esté en la dieta de eliminación, la
prueba deberá repetirse de nuevo.
Si los signos clínicos no mejoran y se tiene la certeza de que el dueño ha
seguido correctamente la dieta de eliminación, se recomienda probar una
segunda dieta de eliminación distinta de la primera, porque existe la
posibilidad de que los ingredientes elegidos no sean realmente nuevos para el
paciente o de que este experimente reacciones adversas a más de un
ingrediente. Además, puede producirse reactividad cruzada antigénica, es
decir, la posibilidad de que el animal reaccione a proteínas diferentes pero
que presentan secuencias de aminoácidos similares.
Si los signos clínicos mejoran solo parcialmente, debe considerarse la
posibilidad de que existan otras enfermedades concomitantes, como
dermatitis atópica y alergias ambientales.

Prueba de exposición
Los animales que hayan mejorado clínicamente con la dieta de eliminación
deberán recibir de nuevo los ingredientes de la dieta anterior para obtener un
diagnóstico adecuado de RAA.
La introducción de un único ingrediente a la vez cada 1-2 semanas debería
permitir identificar cuál era el ingrediente responsable. Sin embargo, en la
práctica, este sistema es difícil de aplicar ya que los dueños a menudo, tras
haber resuelto el problema, no están interesados en realizar la prueba, además
no siempre es fácil identificar todos los ingredientes presentes en un alimento
comercial y, por último, no es seguro que la prueba funcione debido a la
diversidad de tratamientos térmicos y de procesos de producción de los
ingredientes; de hecho, parece que algunos alérgenos se desactivan o, por el
contrario, se forman otros a las altas temperaturas.
La reintroducción de la dieta anterior es sin duda más fácil de llevar a
cabo, aunque no siempre es obvio que se vaya a contar con el cumplimiento
del dueño; en este caso la reaparición de los signos clínicos permite
establecer un diagnóstico de RAA pero no identificar el ingrediente
responsable.

Mantenimiento
Una vez diagnosticada la RAA, habrá que elegir un alimento de
mantenimiento adecuado; si se utilizó un alimento completo para el
diagnóstico (hidrolizado, monoproteico completo o dieta casera completa)
podrá mantenerse el mismo alimento; si se ha utilizado un alimento
complementario o una dieta casera no completa, la dieta deberá equilibrarse
adecuadamente.
Algunos animales con RAA pueden desarrollar con el tiempo nuevas
reacciones adversas; si esto ocurre, será necesario volver a cambiar los
ingredientes de la dieta.
Enfermedades cardiacas
Las enfermedades cardiacas son frecuentes tanto en el perro como, sobre
todo, en el gato. En los últimos años, el tratamiento médico ha mejorado y
permite aumentar la esperanza de vida y mantener, sobre todo, una buena
calidad de vida, controlando los signos clínicos y la progresión de estas
enfermedades. Hay varios factores de riesgo que pueden causar o complicar
estas enfermedades que deben tenerse en cuenta en todo momento (tabla
4.21). En este apartado veremos cuáles son los nutrientes más importantes
que afectan, en general, a las enfermedades cardiacas, especificando en cada
caso en qué patología pueden ser relevantes.
Una de las claves del éxito del tratamiento médico de las enfermedades
cardiacas es precisamente la nutrición, ya que esta puede ayudar a frenar la
progresión de la enfermedad, mejorar la calidad de vida e incluso reducir el
número o la dosis de algunos medicamentos (especialmente los diuréticos).
Normalmente el especialista realizará un seguimiento de estas enfermedades,
pero el control de la dieta y del paciente, en general y con el tiempo, es sin
duda de nuestra competencia.
TABLA 4.21 -FACTORES DE RIESGO DE CARDIOPATÍA

Raza
Sexo
Obesidad
Enfermedad renal
Fármacos
Endocrinopatías
Filariasis

El primer gran objetivo real, común al tratamiento de


todas las patologías y aún más de las cardiacas, es
proporcionar la cantidad de kilocalorías correcta
evitando excesos o carencias.
En primer lugar, se evaluarán el BCS y el MCS, como hemos visto
anteriormente. Es importante, como siempre, el cumplimiento por parte del
dueño y será necesario investigar constantemente qué y cuánto come el
animal, si el propietario sigue nuestros consejos y si se proporcionan premios,
snacks, etc. Como en el caso de la IRC, en los estadios muy avanzados de la
enfermedad es necesario llegar a compromisos sobre lo que sería necesario
comer y lo que el animal desea comer, para evitar carencias y, sobre todo,
evitar o limitar lo que normalmente se denomina caquexia cardiaca.
La caquexia cardiaca es prevalente en los animales con insuficiencia
cardiaca congestiva (congestive heart failure, CHF) y parece estar
relacionada con un proceso multifactorial que provoca anorexia, aumento de
las necesidades y producción de citocinas inflamatorias (p. ej., factor de
necrosis tumoral, interleucina 1, etc.), que exacerban el proceso e inducen
también el catabolismo de la masa magra.
Aunque la obesidad es un factor de predisposición para las enfermedades
cardiacas, los animales obesos están menos predispuestos y más protegidos
de los efectos de la CHF. Esto se conoce como la “paradoja de la obesidad”.
En estos animales es típico el apetito caprichoso, sobre todo durante la fase
de empeoramiento. Se ha observado que, poco antes del empeoramiento
clínico de la enfermedad, sobre todo en la CHF, los animales reducen la
cantidad de alimentos ingeridos o se vuelven anoréxicos. Esto puede ser útil
para intentar prevenir el empeoramiento, reevaluando a los animales y
realizando cambios o ajustes en el tratamiento si es necesario. Por eso
tenemos que asegurarnos de que el dueño esté sensibilizado y comunique
rápidamente cualquier disminución del apetito.
La dieta para un animal con cardiopatía supone siempre un reto. No existe
una única dieta ideal que sea válida, ya que esta debe adaptarse al tipo de
enfermedad, al estadio en el que se encuentra, al animal y a cualquier
enfermedad concomitante, como la IRC. Los nutrientes que hay que tener en
cuenta son diversos; además, en algunos estudios disponibles se recogen
determinadas cantidades de referencia (tabla 4.22). La cantidad de proteínas
debe ser adecuada y solo se prevé su restricción en caso de IRC; además,
deben ser de alta calidad y muy digestibles.
TABLA 4.22 -NIVELES DE FACTORES NUTRICIONALES QUE HAY QUE
TENER EN CUENTA EN LOS ALIMENTOS SOBRE MS

Nutriente Perro Gato


Sodio 0,15-0,25 %, fase 0,07-0,3 %
asintomática
0,08-0,15 %, fase
sintomática
Potasio 0,4 % 0,52 %
Magnesio >0,06 % >0,04 %
Taurina 0,1 % >0,3 %
L-carnitina 0,02 % -
MS = materia seca.

Sodio
En las fases iniciales de la cardiopatía está indicada una restricción mínima
del sodio, aunque no hay estudios que demuestren beneficios especiales en
cuanto al retraso de la progresión (véase la tabla 4.22). Esta restricción no
está indicada o incluso se desaconseja en ausencia de signos clínicos, ya que
la carencia de sodio puede activar o anticipar la activación del sistema renina-
angiotensina-aldosterona (RAAS), con consecuencias bien conocidas.
Cuando los signos clínicos y/o la dilatación se hacen evidentes, se
recomienda una restricción mayor (véase la tabla 4.22), sobre todo si se
utilizan diuréticos. Deben evaluarse todas las posibles fuentes de sodio, desde
la dieta hasta los premios, los snacks o el agua.
En los estadios avanzados se puede considerar el uso de agua destilada o
que contenga como máximo 150 ppm de sodio. Obviamente, este aspecto es
importante durante la CHF, aunque en los animales hipertensos se
recomienda su reducción para controlar mejor la presión arterial, en
combinación obviamente con el tratamiento médico, que sigue siendo el
tratamiento más eficaz hasta la fecha (amlodipino). Es importante explicar al
dueño que, a diferencia del ser humano, el perro y el gato aceptan sin
problemas una restricción de sodio en los alimentos y que la posible
inapetencia puede estar relacionada con otros factores (a menudo con
medicamentos o con un empeoramiento inminente de la enfermedad).

Potasio y magnesio
Sin duda, estos dos elementos deben controlarse. También pueden
presentarse hiperpotasemia, hipopotasemia e hipomagnesemia por efecto de
los fármacos que se utilizan, dando lugar a arritmias, alteración de la
contractilidad, efectos secundarios mayores que los provocados por los
fármacos cardiacos, en definitiva, un empeoramiento de las condiciones
generales. Obviamente, la dieta o la complementación se elegirán en función
de la alteración que se presente (véase la tabla 4.22), evaluando y
comprobando de vez en cuando las dietas comerciales que tenemos a nuestra
disposición o considerando el uso de una dieta casera específica.

Taurina
Como se ha visto anteriormente, la taurina es un aminoácido esencial en el
gato, aunque en presencia de una patología cardiaca es absolutamente
recomendable su suplementación también en el perro (ver tabla 4.22). La
taurina tiene una acción osmorreguladora y moduladora del calcio, inactiva
los radicales libres y es un antagonista natural de la angiotensina II.
En el gato, su carencia es responsable de miocardiopatía dilatada; en el
caso del perro, algunas razas como Cocker Spaniel, Labrador Retriever,
Dálmata, Bulldog Inglés, etc., presentan una especial predisposición (tabla
4.23). Por tanto, se aconseja su suplementación si se tiene solo la sospecha,
pero no la certeza, de una deficiencia de este elemento ya que, tanto en el
perro como en el gato, su administración en exceso no tiene efectos
secundarios.

L-carnitina
La L-carnitina se sintetiza a partir de la lisina y la metionina y es un
componente esencial de las enzimas de la membrana mitocondrial, que
transportan los ácidos grasos utilizados como energía; además, tiene una
acción detoxificadora de las mitocondrias.
En el perro, su deficiencia se asocia a miocardiopatía dilatada. En general,
es secundaria (véase la tabla 4.23), aunque en el Bóxer, como en el ser
humano, puede ser primaria. Se recomienda su suplementación, sobre todo en
esta raza, aunque por desgracia hay que tener en cuenta los costes, que en el
tratamiento cardiaco suelen ser muy altos.
TABLA 4.23 -POSIBLES CAUSAS DE DEFICIENCIA DE L-CARNITINA Y
TAURINA EN EL PERRO

Perros alimentados con niveles bajos de Carnitina y taurina


proteínas
Perros vegetarianos Carnitina y taurina

Antioxidantes
Otros nutrientes que deben tenerse en cuenta son los ácidos grasos omega-3
(EPA, DHA), que son útiles porque reducen la formación de citocinas
inflamatorias y la pérdida de masa magra, sobre todo en la CHF, y tienen un
efecto antiarrítmico. La dosis recomendada es de 40 mg/kg de EPA y 25
mg/kg de DHA al día. Por último, los antioxidantes pueden desempeñar un
papel importante en las enfermedades cardíacas gracias a su control de los
radicales libres, especialmente los del oxígeno denominados especies
reactivas de oxígeno (reactive oxygen species, ROS), especialmente en la
miocardiopatía dilatada (dilated cardiomyopathy, DCM), la enfermedad
valvular crónica (chronic valve disease, CVD) o la CHF avanzada, cuando
hay un aumento de su producción y la cobertura de los antioxidantes
endógenos puede no ser suficiente, aunque no hay muchos estudios al
respecto y por ahora no disponemos de una dosis de referencia.
Capítulo 5

Recetas
La consigna es “gradualidad”

OBJETIVOS DEL CAPÍTULO

• Elegir la receta para nuestro paciente/propietario en función de sus


necesidades.
• Indicar con precisión al propietario las cantidades requeridas para cubrir
las necesidades del paciente.

En este capítulo encontramos algunas recetas caseras útiles para el perro y el


gato adultos. Son recetas de mantenimiento para animales activos y no
activos, hipoalergénicas, vegetarianas y en crudo, que ofrecen una alternativa
válida y rápida a las dietas comerciales y satisfacen las necesidades tanto del
animal como del dueño. No pretenden ser exhaustivas ni sustituir a ningún
plan nutricional específico, pero pueden ser útiles a corto plazo, junto con la
aplicación de los conocimientos adquiridos hasta ahora.
Algunos consejos para el propietario son: la carne y el pescado se pueden
cocinar al vapor, a la plancha o con un poco de agua. La carne puede
suministrarse también cruda, pero solo la de bovino y después de haberla
congelado durante al menos 48 horas. Pueden utilizarse órganos internos
como el corazón, los riñones, los pulmones y el bazo; se recomienda utilizar
poco el hígado.
Como hemos visto, podemos utilizar como fuente de hidratos de carbono
pasta, fideos, cuscús, etc., normales o integrales (sobre todo si queremos
aumentar la cantidad de fibra), o alimentos sin gluten como patatas, polenta,
arroz, quinoa, tapioca, etc. La pasta, el arroz y demás, deberán estar cocidos
pero no en exceso (y es mejor dejarlos cocer durante unos minutos más de lo
que se indica en el envase) y no es necesario lavarlos después de la cocción,
aunque sí al principio de la preparación.

FIGURA 5.1 Una dieta equilibrada debe basarse en una variedad de


alimentos saludables.

Entre las verduras se pueden utilizar zanahoria, calabaza, judías verdes,


calabacín y las verduras de hoja como acelga, achicoria, espinacas, lechuga,
etc. La cantidad de verduras se puede aumentar o disminuir dependiendo de
la consistencia de las heces y es más conveniente que estén cocidas,
machacadas o trituradas.
La fruta, como manzanas, peras y melocotones, se da sobre todo como
premio. Aquellas frutas que contienen mucha fructosa (p. ej., plátano, melón
y sandía) deben suministrarse con precaución. Es importante saber que la
fruta también afecta a la consistencia de las heces.
Se utilizarán como fuente de grasas el aceite de girasol y de maíz y,
alternativamente, aceite de oliva, salmón, mantequilla y manteca. Es muy
importante no sustituir los ingredientes presentes en las recetas por otros ni
eliminar ninguno. Los ingredientes se mezclarán para que el animal no pueda
elegir entre ellos (figura 5.1).
La dieta indicada es diaria y deberá dividirse entre las distintas comidas. El
peso de los ingredientes se considera en crudo. También se puede elegir entre
dos suplementos para equilibrar las recetas.

La dieta debe introducirse de forma gradual durante un


periodo de 1 semana a 10 días, y mejor si se añade un
ingrediente nuevo cada vez. El peso indicado en las
dietas corresponde al animal que se encuentra en
perfecta forma, es decir, con un BCS de 5/9. Si el animal
tiene sobrepeso o un peso insuficiente, tendremos que
elegir una dieta que indique el peso que queremos que
alcance nuestro paciente.

Recetas de mantenimiento para


perros adultos activos

Peso: 5 kg
Kcal: aproximadamente 370

1
Ingredientes Cantidad
Pechuga de pollo/pavo 100 g
Arroz/pasta 50 g
Aceite de girasol/maíz 2 cucharaditas de café
Verduras (zanahoria, calabaza, calabacín, 60 g
judías verdes, acelgas, espinacas,
achicoria, lechuga, etc.)
Pan 20 g
Suplemento *
* En función del tipo de suplemento utilizado

2
Ingredientes Cantidad
Merluza/bacalao 140 g
Arroz/pasta 50 g
Aceite de girasol 2 cucharaditas de café
Verduras (zanahoria, calabaza, calabacín, 60 g
judías verdes, acelgas, espinacas,
achicoria, lechuga, etc.)
Pan 20 g
Suplemento *
* En función del tipo de suplemento utilizado

3
Ingredientes Cantidad
Carne magra/lomo de cerdo 100 g
Arroz/pasta 30 g
Aceite de girasol/maíz 2 cucharaditas de café
Verduras (zanahoria, calabaza, calabacín, 60 g
judías verdes, acelgas, espinacas,
achicoria, lechuga, etc.)
Pan 20 g
Suplemento *
* En función del tipo de suplemento utilizado

Peso: 10 kg
Kcal: aproximadamente 600

1
Ingredientes Cantidad
Pechuga de pollo/pavo 200 g
Arroz/pasta 60 g
Aceite de girasol/maíz 4 cucharaditas de café
Verduras (zanahoria, calabaza, calabacín, 60 g
judías verdes, acelgas, espinacas,
achicoria, lechuga, etc.)
Pan 40 g
Suplemento *
* En función del tipo de suplemento utilizado

2
Ingredientes Cantidad
Merluza/bacalao 220 g
Arroz/pasta 80 g
Aceite de girasol 4 cucharaditas de café
Verduras (zanahoria, calabaza, calabacín, 60 g
judías verdes, acelgas, espinacas,
achicoria, lechuga, etc.)
Pan 40 g
Suplemento *
* En función del tipo de suplemento utilizado

3
Ingredientes Cantidad
Carne magra/lomo de cerdo 180 g
Arroz/pasta 40 g
Aceite de girasol/maíz 4 cucharaditas de café
Verduras (zanahoria, calabaza, calabacín, 60 g
judías verdes, acelgas, espinacas,
achicoria, lechuga, etc.)
Pan 40 g
Suplemento *
* En n función del tipo de suplemento utilizado

Peso: 15 kg
Kcal: aproximadamente 840

1
Ingredientes Cantidad
Pechuga de pollo/pavo 200 g
Arroz/pasta 60 g
Aceite de girasol/maíz 6 cucharaditas de café
Verduras (zanahoria, calabaza, calabacín, 60 g
judías verdes, acelgas, espinacas,
achicoria, lechuga, etc.)
Pan 100 g
Suplemento *
* En función del tipo de suplemento utilizado

2
Ingredientes Cantidad
Merluza/bacalao 240 g
Arroz/pasta 70 g
Aceite de girasol 6 cucharaditas de café
Verduras (zanahoria, calabaza, calabacín, 60 g
judías verdes, acelgas, espinacas,
achicoria, lechuga, etc.)
Pan 100 g
Suplemento *
* En función del tipo de suplemento utilizado

3
Ingredientes Cantidad
Carne magra/lomo de cerdo 180 g
Arroz/pasta 50 g
Aceite de girasol/maíz 6 cucharaditas de café
Verduras (zanahoria, calabaza, calabacín, 60 g
judías verdes, acelgas, espinacas,
achicoria, lechuga, etc.)
Pan 100 g
Suplemento *
* En función del tipo de suplemento utilizado
Peso: 20 kg
Kcal: aproximadamente 1.000

1
Ingredientes Cantidad
Pechuga de pollo/pavo 300 g
Arroz/pasta 80 g
Aceite de girasol/maíz 6 cucharaditas de café
Verduras (zanahoria, calabaza, calabacín, 60 g
judías verdes, acelgas, espinacas,
achicoria, lechuga, etc.)
Pan 100 g
Suplemento *
* En función del tipo de suplemento utilizado

2
Ingredientes Cantidad
Merluza/bacalao 350 g
Arroz/pasta 90 g
Aceite de girasol 6 cucharaditas de café
Verduras (zanahoria, calabaza, calabacín, 60 g
judías verdes, acelgas, espinacas,
achicoria, lechuga, etc.)
Pan 100 g
Suplemento *
* En función del tipo de suplemento utilizado
3
Ingredientes Cantidad
Carne magra/lomo de cerdo 250 g
Arroz/pasta 60 g
Aceite de girasol/maíz 6 cucharaditas de café
Verduras (zanahoria, calabaza, calabacín, 60 g
judías verdes, acelgas, espinacas,
achicoria, lechuga, etc.)
Pan 100 g
Suplemento *
* En función del tipo de suplemento utilizado

Peso: 30 kg
Kcal: aproximadamente 1.400

1
Ingredientes Cantidad
Pechuga de pollo/pavo 500 g
Arroz/pasta 130 g
Aceite de girasol/maíz 8 cucharaditas de café
Verduras (zanahoria, calabaza, calabacín, 100 g
judías verdes, acelgas, espinacas,
achicoria, lechuga, etc.)
Pan 100 g
Suplemento *
* En función del tipo de suplemento utilizado
2
Ingredientes Cantidad
Merluza/bacalao 600 g
Arroz/pasta 160 g
Aceite de girasol 8 cucharaditas de café
Verduras (zanahoria, calabaza, calabacín, 100 g
judías verdes, acelgas, espinacas,
achicoria, lechuga, etc.)
Pan 100 g
Suplemento *
* En función del tipo de suplemento utilizado

3
Ingredientes Cantidad
Carne magra/lomo de cerdo 450 g
Arroz/pasta 80 g
Aceite de girasol/maíz 8 cucharaditas de café
Verduras (zanahoria, calabaza, calabacín, 100 g
judías verdes, acelgas, espinacas,
achicoria, lechuga, etc.)
Pan 100 g
Suplemento *
* En función del tipo de suplemento utilizado

Recetas de mantenimiento bajas en


calorías para perros adultos poco
activos, esterilizados/castrados
Peso: 5 kg
Kcal: aproximadamente 290

1
Ingredientes Cantidad
Pechuga de pollo/pavo 130 g
Arroz/pasta 20 g
Aceite de girasol/maíz 1 cucharadita de café
Verduras (zanahoria, calabaza, calabacín, 60 g
judías verdes, acelgas, espinacas,
achicoria, lechuga, etc.)
Pan 20 g
Suplemento *
* En función del tipo de suplemento utilizado

2
Ingredientes Cantidad
Merluza/bacalao 160 g
Arroz/pasta 30 g
Aceite de girasol 1 cucharadita de café
Verduras (zanahoria, calabaza, calabacín, 60 g
judías verdes, acelgas, espinacas,
achicoria, lechuga, etc.)
Pan 20 g
Suplemento *
* En función del tipo de suplemento utilizado

3
Ingredientes Cantidad
Carne magra/lomo de cerdo 110 g
Arroz/pasta 10 g
Aceite de girasol/maíz 1 cucharadita de café
Verduras (zanahoria, calabaza, calabacín, 60 g
judías verdes, acelgas, espinacas,
achicoria, lechuga, etc.)
Pan 20 g
Suplemento *
* En función del tipo de suplemento utilizado
Peso: 10 kg
Kcal: aproximadamente 480

1
Ingredientes Cantidad
Pechuga de pollo/pavo 180 g
Arroz/pasta 40 g
Aceite de girasol/maíz 4 cucharaditas de café
Verduras (zanahoria, calabaza, calabacín, 60 g
judías verdes, acelgas, espinacas,
achicoria, lechuga, etc.)
Pan 20 g
Suplemento *
* En función del tipo de suplemento utilizado

2
Ingredientes Cantidad
Merluza/bacalao 260 g
Arroz/pasta 40 g
Aceite de girasol 4 cucharaditas de café
Verduras (zanahoria, calabaza, calabacín, 60 g
judías verdes, acelgas, espinacas,
achicoria, lechuga, etc.)
Pan 20 g
Suplemento *
* En función del tipo de suplemento utilizado
3
Ingredientes Cantidad
Carne magra/lomo de cerdo 190 g
Arroz/pasta 20 g
Aceite de girasol/maíz 2 cucharaditas de café
Verduras (zanahoria, calabaza, calabacín, 60 g
judías verdes, acelgas, espinacas,
achicoria, lechuga, etc.)
Pan 20 g
Suplemento *
* En función del tipo de suplemento utilizado

Peso: 15 kg
Kcal: aproximadamente 670

1
Ingredientes Cantidad
Pechuga de pollo/pavo 220 g
Arroz/pasta 40 g
Aceite de girasol/maíz 6 cucharaditas de café
Verduras (zanahoria, calabaza, calabacín, 60 g
judías verdes, acelgas, espinacas,
achicoria, lechuga, etc.)
Pan 50 g
Suplemento *
* En función del tipo de suplemento utilizado
2
Ingredientes Cantidad
Merluza/bacalao 260 g
Arroz/pasta 60 g
Aceite de girasol 6 cucharaditas de café
Verduras (zanahoria, calabaza, calabacín, 60 g
judías verdes, acelgas, espinacas,
achicoria, lechuga, etc.)
Pan 50 g
Suplemento *
* En función del tipo de suplemento utilizado

3
Ingredientes Cantidad
Carne magra/lomo de cerdo 220 g
Arroz/pasta 30 g
Aceite de girasol/maíz 4 cucharaditas de café
Verduras (zanahoria, calabaza, calabacín, 60 g
judías verdes, acelgas, espinacas,
achicoria, lechuga, etc.)
Pan 50 g
Suplemento *
* En función del tipo de suplemento utilizado

Peso: 20 kg
Kcal: aproximadamente 800
1
Ingredientes Cantidad
Pechuga de pollo/pavo 330 g
Arroz/pasta 60 g
Aceite de girasol/maíz 6 cucharaditas de café
Verduras (zanahoria, calabaza, calabacín, 60 g
judías verdes, acelgas, espinacas,
achicoria, lechuga, etc.)
Pan 50 g
Suplemento *
* En función del tipo de suplemento utilizado

2
Ingredientes Cantidad
Merluza/bacalao 380 g
Arroz/pasta 80 g
Aceite de girasol 6 cucharaditas de café
Verduras (zanahoria, calabaza, calabacín, 60 g
judías verdes, acelgas, espinacas,
achicoria, lechuga, etc.)
Pan 50 g
Suplemento *
* En función del tipo de suplemento utilizado

3
Ingredientes Cantidad
Carne magra/lomo de cerdo 300 g
Arroz/pasta 40 g
Aceite de girasol/maíz 4 cucharaditas de café
Verduras (zanahoria, calabaza, calabacín, 60 g
judías verdes, acelgas, espinacas,
achicoria, lechuga, etc.)
Pan 50 g
Suplemento *
* En función del tipo de suplemento utilizado

Peso: 30 kg
Kcal: aproximadamente 1.100

1
Ingredientes Cantidad
Pechuga de pollo/pavo 450 g
Arroz/pasta 100 g
Aceite de girasol/maíz 6 cucharaditas de café
Verduras (zanahoria, calabaza, calabacín, 100 g
judías verdes, acelgas, espinacas,
achicoria, lechuga, etc.)
Pan 50 g
Suplemento *
* En función del tipo de suplemento utilizado

2
Ingredientes Cantidad
Merluza/bacalao 600 g
Arroz/pasta 110 g
Aceite de girasol 6 cucharaditas de café
Verduras (zanahoria, calabaza, calabacín, 100 g
judías verdes, acelgas, espinacas,
achicoria, lechuga, etc.)
Pan 50 g
Suplemento *
* En función del tipo de suplemento utilizado

3
Ingredientes Cantidad
Carne magra/lomo de cerdo 450 g
Arroz/pasta 50 g
Aceite de girasol/maíz 6 cucharaditas de café
Verduras (zanahoria, calabaza, calabacín, 100 g
judías verdes, acelgas, espinacas,
achicoria, lechuga, etc.)
Pan 50 g
Suplemento *
* En función del tipo de suplemento utilizado

Recetas de mantenimiento para


perros adultos activos
(hipoalergénicas) y poco activos,
esterilizados/castrados
(hipoalergénicas bajas en calorías)
Las recetas son completas y equilibradas, aunque se recomienda dar solo
carne, hidratos de carbono y aceite durante los primeros 45 días a 2
meses (el tiempo necesario para obtener el diagnóstico) y suplementarla
solo posteriormente.

Peso: 5 kg
Kcal: aproximadamente 370

Ingredientes Cantidad
Carne de caballo 80 g
Tapioca 50 g
Aceite de girasol 2 cucharaditas de café
Verduras (calabaza) 60 g
Suplemento *
* En función del tipo de suplemento utilizado
No administrar durante el periodo de diagnóstico

Peso: 5 kg
Kcal: aprox. 290 (baja en calorías)

Ingredientes Cantidad
Carne de caballo 60 g
Tapioca 40 g
Aceite de girasol 1 cucharadita de café
Verduras (calabaza) 60 g
Suplemento *
* En función del tipo de suplemento utilizado
No administrar durante el periodo de diagnóstico

Peso: 10 kg
Kcal: aproximadamente 600

Ingredientes Cantidad
Carne de caballo 120 g
Tapioca 80 g
Aceite de girasol 4 cucharaditas de café
Verduras (calabaza) 60 g
Suplemento *
* En función del tipo de suplemento utilizado
No administrar durante el periodo de diagnóstico

Peso: 10 kg
Kcal: aprox. 480 (baja en calorías)

Ingredientes Cantidad
Carne de caballo 100 g
Tapioca 60 g
Aceite de girasol 4 cucharaditas de café
Verduras (calabaza) 60 g
Suplemento *
* En función del tipo de suplemento utilizado
No administrar durante el periodo de diagnóstico

Peso: 15 kg
Kcal: aproximadamente 840

Ingredientes Cantidad
Carne de caballo 160 g
Tapioca 110 g
Aceite de girasol 6 cucharaditas de café
Verduras (calabaza) 60 g
Suplemento *
* En función del tipo de suplemento utilizado
No administrar durante el periodo de diagnóstico

Peso: 15 kg
Kcal: aprox. 670 (baja en calorías)

Ingredientes Cantidad
Carne de caballo 140 g
Tapioca 80 g
Aceite de girasol 6 cucharaditas de café
Verduras (calabaza) 60 g
Suplemento *
* En función del tipo de suplemento utilizado
No administrar durante el periodo de diagnóstico

Peso: 20 kg
Kcal: aproximadamente 1.000

Ingredientes Cantidad
Carne de caballo 210 g
Tapioca 130 g
Aceite de girasol 6 cucharaditas de café
Verduras (calabaza) 100 g
Suplemento *
* En función del tipo de suplemento utilizado
No administrar durante el periodo de diagnóstico

Peso: 20 kg
Kcal: aprox. 800 (baja en calorías)

Ingredientes Cantidad
Carne de caballo 170 g
Tapioca 120 g
Aceite de girasol 4 cucharaditas de café
Verduras (calabaza) 60 g
Suplemento *
* En función del tipo de suplemento utilizado
No administrar durante el periodo de diagnóstico

Peso: 30 kg
Kcal: aproximadamente 1.400

Ingredientes Cantidad
Carne de caballo 300 g
Tapioca 200 g
Aceite de girasol 8 cucharaditas de café
Verduras (calabaza) 100 g
Suplemento *
* En función del tipo de suplemento utilizado
No administrar durante el periodo de diagnóstico

Peso: 30 kg
Kcal: aprox. 1.100 (baja en calorías)

Ingredientes Cantidad
Carne de caballo 250 g
Tapioca 150 g
Aceite de girasol 4 cucharaditas de café
Verduras (calabaza) 100 g
Suplemento *
* En función del tipo de suplemento utilizado
No administrar durante el periodo de diagnóstico

Recetas de mantenimiento para


perros adultos activos (grain free) y
poco activos, esterilizados/castrados
(grain free bajas en calorías)

Peso: 5 kg
Kcal: aproximadamente 370

Ingredientes Cantidad
Lomo de cerdo asado 100 g
Patatas sin piel 150 g
Aceite de girasol 2 cucharaditas de café
Verduras (zanahoria, calabaza, calabacín, 60 g
judías verdes, acelgas, espinacas,
achicoria, lechuga, etc.)
Manzana 50 g
Suplemento *
* En función del tipo de suplemento utilizado

Peso: 5 kg
Kcal: aprox. 290 (baja en calorías)

Ingredientes Cantidad
Lomo de cerdo asado 100 g
Patatas sin piel 70 g
Aceite de girasol 1 cucharadita de café
Verduras (zanahoria, calabaza, calabacín, 60 g
judías verdes, acelgas, espinacas,
achicoria, lechuga, etc.)
Manzana 50 g
Suplemento *
* En función del tipo de suplemento utilizado

Peso: 10 kg
Kcal: aproximadamente 600

Ingredientes Cantidad
Lomo de cerdo asado 200 g
Patatas sin piel 280 g
Aceite de girasol 2 cucharaditas de café
Verduras (zanahoria, calabaza, calabacín, 60 g
judías verdes, acelgas, espinacas,
achicoria, lechuga, etc.)
Manzana 50 g
Suplemento *
* En función del tipo de suplemento utilizado

Peso: 10 kg
Kcal: aprox. 480 (baja en calorías)

Ingredientes Cantidad
Lomo de cerdo asado 200 g
Patatas sin piel 170 g
Aceite de girasol 1 cucharadita de café
Verduras (zanahoria, calabaza, calabacín, 60 g
judías verdes, acelgas, espinacas,
achicoria, lechuga, etc.)
Manzana 50 g
Suplemento *
* En función del tipo de suplemento utilizado

Peso: 15 kg
Kcal: aproximadamente 840

Ingredientes Cantidad
Lomo de cerdo asado 250 g
Patatas sin piel 400 g
Aceite de girasol 4 cucharaditas de café
Verduras (zanahoria, calabaza, calabacín, 60 g
judías verdes, acelgas, espinacas,
achicoria, lechuga, etc.)
Manzana 100 g
Suplemento *
* En función del tipo de suplemento utilizado

Peso: 15 kg
Kcal: aprox. 670 (baja en calorías)

Ingredientes Cantidad
Lomo de cerdo asado 250 g
Patatas sin piel 260 g
Aceite de girasol 2 cucharaditas de café
Verduras (zanahoria, calabaza, calabacín, 60 g
judías verdes, acelgas, espinacas,
achicoria, lechuga, etc.)
Manzana 100 g
Suplemento *
* En función del tipo de suplemento utilizado
Peso: 20 kg
Kcal: aproximadamente 1000

Ingredientes Cantidad
Lomo de cerdo asado 350 g
Patatas sin piel 450 g
Aceite de girasol 4 cucharaditas de café
Verduras (zanahoria, calabaza, calabacín, 60 g
judías verdes, acelgas, espinacas,
achicoria, lechuga, etc.)
Manzana 100 g
Suplemento *
* En función del tipo de suplemento utilizado

Peso: 20 kg
Kcal: aprox. 800 (baja en calorías)

Ingredientes Cantidad
Lomo de cerdo asado 350 g
Patatas sin piel 260 g
Aceite de girasol 2 cucharaditas de café
Verduras (zanahoria, calabaza, calabacín, 60 g
judías verdes, acelgas, espinacas,
achicoria, lechuga, etc.)
Manzana 100 g
Suplemento *
* En función del tipo de suplemento utilizado
Peso: 30 kg
Kcal: aproximadamente 1.400

Ingredientes Cantidad
Lomo de cerdo asado 500 g
Patatas sin piel 550 g
Aceite de girasol 6 cucharaditas de café
Verduras (zanahoria, calabaza, calabacín, 60 g
judías verdes, acelgas, espinacas,
achicoria, lechuga, etc.)
Manzana 150 g
Suplemento *
* En función del tipo de suplemento utilizado

Peso: 30 kg
Kcal: aprox. 1.100 (baja en calorías)

Ingredientes Cantidad
Lomo de cerdo asado 500 g
Patatas sin piel 260 g
Aceite de girasol 4 cucharaditas de café
Verduras (zanahoria, calabaza, calabacín, 60 g
judías verdes, acelgas, espinacas,
achicoria, lechuga, etc.)
Manzana 150 g
Suplemento *
* En función del tipo de suplemento utilizado

Recetas de mantenimiento para


perros adultos activos (BARF) y
poco activos, esterilizados/castrados
(BARF bajas en calorías)
Peso: 5 kg
Kcal: aproximadamente 370

Ingredientes Cantidad
Carne sin grasa visible 70 g
Corazón, bazo, riñones, pulmones, 30 g
hígado
Patatas sin piel 200 g
Aceite de girasol 2 cucharaditas de café
Verduras (zanahoria, calabaza, calabacín, 60 g
judías verdes, acelgas, espinacas,
achicoria, lechuga, etc.)
Manzana 50 g
Suplemento *
* En función del tipo de suplemento utilizado

Peso: 5 kg
Kcal: aprox. 290 (baja en calorías)

Ingredientes Cantidad
Carne sin grasa visible 70 g
Corazón, bazo, riñones, pulmones, 30 g
hígado
Patatas sin piel 90 g
Aceite de girasol 2 cucharaditas de café
Verduras (zanahoria, calabaza, calabacín, 60 g
judías verdes, acelgas, espinacas,
achicoria, lechuga, etc.)
Manzana 50 g
Suplemento *
* En función del tipo de suplemento utilizado

Peso: 10 kg
Kcal: aproximadamente 600

Ingredientes Cantidad
Carne sin grasa visible 150 g
Corazón, bazo, riñones, pulmones, 50 g
hígado
Patatas sin piel 280 g
Aceite de girasol 2 cucharaditas de café
Verduras (zanahoria, calabaza, calabacín, 60 g
judías verdes, acelgas, espinacas,
achicoria, lechuga, etc.)
Manzana 50 g
Suplemento *
* En función del tipo de suplemento utilizado

Peso: 10 kg
Kcal: aprox. 480 (baja en calorías)

Ingredientes Cantidad
Carne sin grasa visible 150 g
Corazón, bazo, riñones, pulmones, 50 g
hígado
Patatas sin piel 170 g
Aceite de girasol 1 cucharadita de café
Verduras (zanahoria, calabaza, calabacín, 60 g
judías verdes, acelgas, espinacas,
achicoria, lechuga, etc.)
Manzana 50 g
Suplemento *
* En función del tipo de suplemento utilizado

Peso: 15 kg
Kcal: aproximadamente 840

Ingredientes Cantidad
Carne sin grasa visible 250 g
Corazón, bazo, riñones, pulmones, 50 g
hígado
Patatas sin piel 400 g
Aceite de girasol 4 cucharaditas de café
Verduras (zanahoria, calabaza, calabacín, 60 g
judías verdes, acelgas, espinacas,
achicoria, lechuga, etc.)
Manzana 50 g
Suplemento *
* En función del tipo de suplemento utilizado
Peso: 15 kg
Kcal: aprox. 670 (baja en calorías)

Ingredientes Cantidad
Carne sin grasa visible 250 g
Corazón, bazo, riñones, pulmones, 50 g
hígado
Patatas sin piel 200 g
Aceite de girasol 2 cucharaditas de café
Verduras (zanahoria, calabaza, calabacín, 60 g
judías verdes, acelgas, espinacas,
achicoria, lechuga, etc.)
Manzana 100 g
Suplemento *
* En función del tipo de suplemento utilizado

Peso: 20 kg
Kcal: aproximadamente 1000

Ingredientes Cantidad
Carne sin grasa visible 250 g
Corazón, bazo, riñones, pulmones, 100 g
hígado
Patatas sin piel 460 g
Aceite de girasol 4 cucharaditas de café
Verduras (zanahoria, calabaza, calabacín, 60 g
judías verdes, acelgas, espinacas,
achicoria, lechuga, etc.)
Manzana 100 g
Suplemento *
* En función del tipo de suplemento utilizado

Peso: 20 kg
Kcal: aprox. 800 (baja en calorías)

Ingredientes Cantidad
Carne sin grasa visible 250 g
Corazón, bazo, riñones, pulmones, 100 g
hígado
Patatas sin piel 280 g
Aceite de girasol 2 cucharaditas de café
Verduras (zanahoria, calabaza, calabacín, 60 g
judías verdes, acelgas, espinacas,
achicoria, lechuga, etc.)
Manzana 100 g
Suplemento *
* En función del tipo de suplemento utilizado

Peso: 30 kg
Kcal: aproximadamente 1.400

Ingredientes Cantidad
Carne sin grasa visible 350 g
Corazón, bazo, riñones, pulmones, 150 g
hígado
Patatas sin piel 600 g
Aceite de girasol 6 cucharaditas de café
Verduras (zanahoria, calabaza, calabacín, 60 g
judías verdes, acelgas, espinacas,
achicoria, lechuga, etc.)
Manzana 150 g
Suplemento *
* En función del tipo de suplemento utilizado

Peso: 30 kg
Kcal: aprox. 1.100 (baja en calorías)

Ingredientes Cantidad
Carne sin grasa visible 350 g
Corazón, bazo, riñones, pulmones, 150 g
hígado
Patatas sin piel 300 g
Aceite de girasol 4 cucharaditas de café
Verduras (zanahoria, calabaza, calabacín, 60 g
judías verdes, acelgas, espinacas,
achicoria, lechuga, etc.)
Manzana 150 g
Suplemento *
* En función del tipo de suplemento utilizado

Recetas de mantenimiento para el


perro adulto activo (vegetarianas) y
poco activo, esterilizado/castrado
(vegetarianas bajas en calorías)
Peso: 5 kg
Kcal: aproximadamente 370

Ingredientes Cantidad
Huevo de gallina tamaño mediano 53 g (1 huevo)
Clara de huevo de gallina 74 g (2 claras de huevo)
Cuscús 50 g
Aceite de girasol 2 cucharaditas de café
Verduras (zanahoria, calabaza, calabacín, 30 g
judías verdes, acelgas, espinacas,
achicoria, lechuga, etc.)
Yogur natural desnatado 125 g
Suplemento *
* En función del tipo de suplemento utilizado

Peso: 5 kg
Kcal: aprox. 290 (baja en calorías)

Ingredientes Cantidad
Huevo de gallina tamaño mediano 53 g (1 huevo)
Clara de huevo de gallina 74 g (2 claras de huevo)
Cuscús 35 g
Aceite de girasol 1 cucharadita de café
Verduras (zanahoria, calabaza, calabacín, 30 g
judías verdes, acelgas, espinacas,
achicoria, lechuga, etc.)
Yogur natural desnatado 125 g
Suplemento *
* En función del tipo de suplemento utilizado

Peso: 10 kg
Kcal: aproximadamente 600

Ingredientes Cantidad
Huevo de gallina tamaño mediano 53 g (1 huevo)
Clara de huevo de gallina 185 g (5 claras de huevo)
Cuscús 90 g
Aceite de girasol 4 cucharaditas de café
Verduras (zanahoria, calabaza, calabacín, 30 g
judías verdes, acelgas, espinacas,
achicoria, lechuga, etc.)
Yogur natural desnatado 125 g
Suplemento *
* En función del tipo de suplemento utilizado

Peso: 10 kg
Kcal: aprox. 480 (baja en calorías)
Ingredientes Cantidad
Huevo de gallina tamaño mediano 53 g (1 huevo)
Clara de huevo de gallina 185 g (5 claras de huevo)
Cuscús 65 g
Aceite de girasol 2 cucharaditas de café
Verduras (zanahoria, calabaza, calabacín, 30 g
judías verdes, acelgas, espinacas,
achicoria, lechuga, etc.)
Yogur natural desnatado 125 g
Suplemento *
* En función del tipo de suplemento utilizado

Peso: 15 kg
Kcal: aproximadamente 840

Ingredientes Cantidad
Huevo de gallina tamaño mediano 53 g (1 huevo)
Clara de huevo de gallina 259 g (7 claras de huevo)
Cuscús 110 g
Aceite de girasol 6 cucharaditas de café
Trigo candeal 20 g
Verduras (zanahoria, calabaza, calabacín, 60 g
judías verdes, acelgas, espinacas,
achicoria, lechuga, etc.)
Yogur natural desnatado 125 g
Suplemento *
* En función del tipo de suplemento utilizado
Peso: 15 kg
Kcal: aprox. 670 (baja en calorías)

Ingredientes Cantidad
Huevo de gallina tamaño mediano 53 g (1 huevo)
Clara de huevo de gallina 259 g (7 claras de huevo)
Cuscús 80 g
Aceite de girasol 4 cucharaditas de café
Trigo candeal 20 g
Verduras (zanahoria, calabaza, calabacín, 60 g
judías verdes, acelgas, espinacas,
achicoria, lechuga, etc.)
Yogur natural desnatado 125 g
Suplemento *
* En función del tipo de suplemento utilizado

Peso: 20 kg
Kcal: aproximadamente 1.000

Ingredientes Cantidad
Huevo de gallina tamaño mediano 53 g (1 huevo)
Clara de huevo de gallina 259 g (7 claras de huevo)
Cuscús 135 g
Aceite de girasol 8 cucharaditas de café
Trigo candeal 30 g
Verduras (zanahoria, calabaza, calabacín, 60 g
judías verdes, acelgas, espinacas,
achicoria, lechuga, etc.)
Yogur natural desnatado 125 g
Suplemento *
* En función del tipo de suplemento utilizado

Peso: 20 kg
Kcal: aprox. 800 (baja en calorías)

Ingredientes Cantidad
Huevo de gallina tamaño mediano 53 g (1 huevo)
Clara de huevo de gallina 259 g (7 claras de huevo)
Cuscús 90 g
Aceite de girasol 6 cucharaditas de café
Trigo candeal 30 g
Verduras (zanahoria, calabaza, calabacín, 60 g
judías verdes, acelgas, espinacas,
achicoria, lechuga, etc.)
Yogur natural desnatado 125 g
Suplemento *
* En función del tipo de suplemento utilizado
Peso: 30 kg
Kcal: aproximadamente 1.400

Ingredientes Cantidad
Huevo de gallina tamaño mediano 53 g (1 huevo)
Clara de huevo de gallina 296 g (8 claras de huevo)
Cuscús 200 g
Aceite de girasol 8 cucharaditas de café
Trigo candeal 70 g
Verduras (zanahoria, calabaza, calabacín, 100 g
judías verdes, acelgas, espinacas,
achicoria, lechuga, etc.)w
Yogur natural desnatado 125 g
Suplemento *
* En función del tipo de suplemento utilizado

Peso: 30 kg
Kcal: aprox. 1.100 (baja en calorías)

Ingredientes Cantidad
Huevo de gallina tamaño mediano 53 g (1 huevo)
Clara de huevo de gallina 296 g (8 claras de huevo)
Cuscús 125 g
Aceite de girasol 6 cucharaditas de café
Trigo candeal 70 g
Verduras (zanahoria, calabaza, calabacín, 100 g
judías verdes, acelgas, espinacas,
achicoria, lechuga, etc.)
Yogur natural desnatado 125 g
Suplemento *
* En función del tipo de suplemento utilizado

Recetas de mantenimiento para


gatos adultos activos

Peso: 3 kg
Kcal: aproximadamente 160
1
Ingredientes Cantidad
Pechuga de pollo 40 g
Menudillos de pollo/corazón, bazo de 50 g
ternera/cerdo
Aceite de girasol 1 cucharadita de café
Verduras (calabaza, zanahoria, 10 g
calabacín)
Suplemento *
* En función del tipo de suplemento utilizado

2
Ingredientes Cantidad
Bacalao/merluza 110 g
Menudillos de pollo/corazón, bazo de 40 g
ternera/cerdo
Aceite de girasol 1 cucharadita de café
Verduras (calabaza, zanahoria, 10 g
calabacín)
Suplemento *
* En función del tipo de suplemento utilizado

Peso: 5 kg
Kcal: aproximadamente 234
1
Ingredientes Cantidad
Pechuga de pollo 100 g
Menudillos de pollo/corazón, bazo de 50 g
ternera/cerdo
Aceite de girasol 1 cucharadita de café
Verduras (calabaza, zanahoria, 20 g
calabacín)
Arroz/cuscús/fideos 5g
Suplemento *
* En función del tipo de suplemento utilizado

2
Ingredientes Cantidad
Bacalao/merluza 150 g
Menudillos de pollo/corazón, bazo de 50 g
ternera/cerdo
Aceite de girasol 2 cucharaditas de café
Verduras (calabaza, zanahoria, 20 g
calabacín)
Arroz/cuscús/fideos 5g
Suplemento *
* En función del tipo de suplemento utilizado

Peso: 8 kg
Kcal: aproximadamente 330
1
Ingredientes Cantidad
Pechuga de pollo 150 g
Menudillos de pollo/corazón, bazo de 50 g
ternera/cerdo
Aceite de girasol 2 cucharaditas de café
Verduras (calabaza, zanahoria, 20 g
calabacín)
Arroz/cuscús/fideos 5g
Suplemento *
* En función del tipo de suplemento utilizado

2
Ingredientes Cantidad
Bacalao/merluza 160 g
Menudillos de pollo/corazón, bazo de 50 g
ternera/cerdo
Aceite de girasol 3 cucharaditas de café
Verduras (calabaza, zanahoria, 20 g
calabacín)
Arroz/cuscús/fideos 20 g
Suplemento *
* En función del tipo de suplemento utilizado

Recetas de mantenimiento bajas en


calorías para gatos adultos poco
activos, esterilizados/castrados

Peso: 3 kg
Kcal: aproximadamente 160

1
Ingredientes Cantidad
Pechuga de pollo 40 g
Menudillos de pollo/corazón, bazo de 50 g
ternera/cerdo
Verduras (calabaza, zanahoria, 10 g
calabacín)
Suplemento *
* En función del tipo de suplemento utilizado

2
Ingredientes Cantidad
Bacalao/merluza 110 g
Menudillos de pollo/corazón, bazo de 50 g
ternera/cerdo
Verduras (calabaza, zanahoria, 10 g
calabacín)
Suplemento *
* En función del tipo de suplemento utilizado

Peso: 5 kg
Kcal: aproximadamente 180

1
Ingredientes Cantidad
Pechuga de pollo 50 g
Menudillos de pollo/corazón, bazo de 50 g
ternera/cerdo
Aceite de girasol 1 cucharadita de café
Verduras (calabaza, zanahoria, 10 g
calabacín)
Suplemento *
* En función del tipo de suplemento utilizado

2
Ingredientes Cantidad
Bacalao/merluza 120 g
Menudillos de pollo/corazón, bazo de 40 g
ternera/cerdo
Aceite de girasol 2 cucharaditas de café
Verduras (calabaza, zanahoria, 10 g
calabacín)
Suplemento *
* En función del tipo de suplemento utilizado

Peso: 8 kg
Kcal: aproximadamente 260

1
Ingredientes Cantidad
Pechuga de pollo 110 g
Menudillos de pollo/corazón, bazo de 50 g
ternera/cerdo
Aceite de girasol 2 cucharaditas de café
Verduras (calabaza, zanahoria, 10 g
calabacín)
Suplemento *
* En función del tipo de suplemento utilizado
2
Ingredientes Cantidad
Bacalao/merluza 160 g
Menudillos de pollo/corazón, bazo de 50 g
ternera/cerdo
Aceite de girasol 2 cucharaditas de café
Verduras (calabaza, zanahoria, 20 g
calabacín)
Suplemento *
* En función del tipo de suplemento utilizado

Recetas de mantenimiento para


gatos adultos activos
(hipoalergénicas) y poco activos,
esterilizados/castrados
(hipoalergénicas bajas en calorías)

Peso: 3 kg
Kcal: aproximadamente 160

1
Ingredientes Cantidad
Lomo de cerdo asado 100 g
Aceite de girasol 1 cuchara de café
Verduras (calabaza, zanahoria, 10 g
calabacín)
Suplemento *
* En función del tipo de suplemento utilizado
No administrar durante el periodo de diagnóstico

2
Ingredientes Cantidad
Bacalao/merluza 180 g
Aceite de girasol 1 cuchara de café
Verduras (calabaza, zanahoria, 10 g
calabacín)
Suplemento *
* En función del tipo de suplemento utilizado
No administrar durante el periodo de diagnóstico

3
Ingredientes Cantidad
Conejo (muslo) 100 g
Aceite de girasol 1 cucharadita de café
Verduras (calabaza, zanahoria, 10 g
calabacín)
Suplemento *
* En función del tipo de suplemento utilizado
No administrar durante el periodo de diagnóstico
Peso: 3 kg
Kcal: aprox. 128 (baja en calorías)

1
Ingredientes Cantidad
Lomo de cerdo asado 85 g
Verduras (calabaza, zanahoria, 10 g
calabacín)
Suplemento *
* En función del tipo de suplemento utilizado
No administrar durante el periodo de diagnóstico

2
Ingredientes Cantidad
Bacalao/merluza 130 g
Aceite de girasol 1 cucharadita de café
Verduras (calabaza, zanahoria, 10 g
calabacín)
Suplemento *
* En función del tipo de suplemento utilizado
No administrar durante el periodo de diagnóstico

3
Ingredientes Cantidad
Conejo (muslo) 90 g
Verduras (calabaza, zanahoria, 10 g
calabacín)
Suplemento *
* En función del tipo de suplemento utilizado
No administrar durante el periodo de diagnóstico

Peso: 5 kg
Kcal: aproximadamente 230

1
Ingredientes Cantidad
Lomo de cerdo asado 120 g
Aceite de girasol 2 cucharaditas de café
Verduras (calabaza, zanahoria, 20 g
calabacín)
Suplemento *
* En función del tipo de suplemento utilizado
No administrar durante el periodo de diagnóstico

2
Ingredientes Cantidad
Bacalao/merluza 250 g
Aceite de girasol 2 cucharaditas de café
Verduras (calabaza, zanahoria, 20 g
calabacín)
Suplemento *
* En función del tipo de suplemento utilizado
No administrar durante el periodo de diagnóstico

3
Ingredientes Cantidad
Conejo (muslo) 120 g
Aceite de girasol 2 cucharaditas de café
Verduras (calabaza, zanahoria, 20 g
calabacín)
Suplemento *
* En función del tipo de suplemento utilizado
No administrar durante el periodo de diagnóstico

Peso: 5 kg
Kcal: aprox. 180 (baja en calorías)

1
Ingredientes Cantidad
Lomo de cerdo asado 110 g
Aceite de girasol 1 cucharadita de café
Verduras (calabaza, zanahoria, 20 g
calabacín)
Suplemento *
* En función del tipo de suplemento utilizado
No administrar durante el periodo de diagnóstico

2
Ingredientes Cantidad
Bacalao/merluza 220 g
Aceite de girasol 1 cucharadita de café
Verduras (calabaza, zanahoria, 20 g
calabacín)
Suplemento *
* En función del tipo de suplemento utilizado
No administrar durante el periodo de diagnóstico

3
Ingredientes Cantidad
Conejo (muslo) 110 g
Aceite de girasol 1 cucharadita de café
Verduras (calabaza, zanahoria, 20 g
calabacín)
Suplemento *
* En función del tipo de suplemento utilizado
No administrar durante el periodo de diagnóstico

Peso: 8 kg
Kcal: aproximadamente 330

Ingredientes Cantidad
Lomo de cerdo asado 140 g
Corazón y bazo de cerdo 20 g
Aceite de girasol 3 cucharaditas de café
Verduras (calabaza, zanahoria, 30 g
calabacín)
Suplemento *
* En función del tipo de suplemento utilizado
No administrar durante el periodo de diagnóstico

2
Ingredientes Cantidad
Bacalao/merluza 270 g
Aceite de girasol 4 cucharaditas de café
Verduras (calabaza, zanahoria, 40 g
calabacín)
Suplemento *
* En función del tipo de suplemento utilizado
No administrar durante el periodo de diagnóstico

3
Ingredientes Cantidad
Conejo (muslo) 170 g
Aceite de girasol 3 cucharaditas de café
Verduras (calabaza, zanahoria, 30 g
calabacín)
Suplemento *
* En función del tipo de suplemento utilizado
No administrar durante el periodo de diagnóstico
Peso: 8 kg
Kcal: aprox. 260 (baja en calorías)

Ingredientes Cantidad
Lomo de cerdo asado 130 g
Corazón y bazo de cerdo 20 g
Aceite de girasol 1 cucharadita de café
Verduras (calabaza, zanahoria, 30 g
calabacín)
Suplemento *
* En función del tipo de suplemento utilizado
No administrar durante el periodo de diagnóstico

2
Ingredientes Cantidad
Bacalao/merluza 260 g
Aceite de girasol 3 cucharaditas de café
Verduras (calabaza, zanahoria, 40 g
calabacín)
Suplemento *
* En función del tipo de suplemento utilizado
No administrar durante el periodo de diagnóstico

3
Ingredientes Cantidad
Conejo (muslo) 160 g
Aceite de girasol 1 cucharadita de café
Verduras (calabaza, zanahoria, 30 g
calabacín)
Suplemento *
* En función del tipo de suplemento utilizado
No administrar durante el periodo de diagnóstico

Recetas de mantenimiento para


gatos adultos activos (BARF) y poco
activos, esterilizados/castrados
(BARF bajas en calorías)
Peso: 3 kg
Kcal: aproximadamente 160

Ingredientes Cantidad
Ternera 60 g
Corazón, bazo, riñones, pulmones, 40 g
hígado de ternera
Aceite de girasol 1 cucharadita de café
Verduras (calabaza, zanahoria, 10 g
calabacín)
Levadura de cerveza desactivada 1g
Suplemento *
* En función del tipo de suplemento utilizado

Peso: 3 kg
Kcal: aprox. 128 (baja en calorías)

Ingredientes Cantidad
Ternera 50 g
Corazón, bazo, riñones, pulmones, 40 g
hígado de ternera
Verduras (calabaza, zanahoria, 10 g
calabacín)
Levadura de cerveza desactivada 1g
Suplemento *
* En función del tipo de suplemento utilizado

Peso: 5 kg
Kcal: aproximadamente 230

Ingredientes Cantidad
Ternera 100 g
Corazón, bazo, riñones, pulmones, 50 g
hígado de ternera
Aceite de girasol 1 cucharadita de café
Verduras (calabaza, zanahoria, 20 g
calabacín)
Levadura de cerveza desactivada 1g
Suplemento *
* En función del tipo de suplemento utilizado

Peso: 5 kg
Kcal: aprox. 180 (baja en calorías)

Ingredientes Cantidad
Ternera 70 g
Corazón, bazo, riñones, pulmones, 40 g
hígado de ternera
Aceite de girasol 1 cucharadita de café
Verduras (calabaza, zanahoria, 10 g
calabacín)
Levadura de cerveza desactivada 1g
Suplemento *
* En función del tipo de suplemento utilizado

Peso: 8 kg
Kcal: aproximadamente 330

Ingredientes Cantidad
Ternera 120 g
Corazón, bazo, riñones, pulmones, 60 g
hígado de ternera
Aceite de girasol 2 cucharaditas de café
Verduras (calabaza, zanahoria, 30 g
calabacín)
Levadura de cerveza desactivada 1g
Suplemento *
* En función del tipo de suplemento utilizado

Peso: 8 kg
Kcal: aprox. 260 (baja en calorías)

Ingredientes Cantidad
Ternera 90 g
Corazón, bazo, riñones, pulmones, 50 g
hígado de ternera
Aceite de girasol 2 cucharaditas de café
Verduras (calabaza, zanahoria, 30 g
calabacín)
Levadura de cerveza desactivada 1g
Suplemento *
* En función del tipo de suplemento utilizado
Capítulo 6

Conducta alimentaria
Del cuenco a la mente
Raimondo Colangeli

OBJETIVOS DEL CAPÍTULO

• Comprender el aspecto etológico de la conducta alimentaria.


• Evaluar la conducta alimentaria como parte del diagnóstico de las
enfermedades conductuales.

La conducta alimentaria debe analizarse no solo en su componente


fisiológico, sino también en su aspecto mental, es decir, tanto desde el punto
de vista emocional como cognitivo.
Los nuevos hallazgos realizados por la neurociencia y la
psiconeuroendocrinoinmunología (PNEI), ciencia que estudia las
interacciones entre los sistemas nervioso central, endocrino e inmunitario, así
como su efecto sobre el comportamiento humano y animal, nos llevan a
abandonar una visión centrada exclusivamente en el estudio de un aspecto
específico, en este caso el nutricional, para ampliar nuestra evaluación a todo
el organismo y a la mente.
La función principal de las conductas es la adaptación a las variaciones del
entorno (externo e interno); el comportamiento se vuelve patológico cuando
pierde su plasticidad, es decir, su capacidad adaptativa.
A continuación analizaremos la conducta alimentaria en sus diferentes
aspectos:
• Neurofisiología y etología.
• Prerrogativa social de la gestión de los recursos alimentarios.
• Comportamiento de agresividad depredadora.
• Semiología conductual, signos y síntomas que nos conducen a un
diagnóstico diferencial entre patología orgánica y patologías
conductuales.

Neurofisiología y etología
La conducta alimentaria se define como un conjunto de actos motores
realizados por el animal con el fin de buscar, aceptar e ingerir los elementos
reconocidos como alimentos y destinados a su alimentación. Este es un
sistema complejo que va más allá de comer (y beber) y que se basa en
factores externos (estímulos presentes en el ambiente exterior) e internos
(metabolismo y neurotransmisores). En efecto, en una visión actual
neurocientífica, se habla de interconexión entre el sistema hipotalámico y el
sensorial, entre el sistema límbico y la corteza prefrontal, donde las áreas
cognitivas interactúan con las áreas que gobiernan las emociones. Por tanto,
podemos entender mejor por qué la ingestión de alimentos está relacionada
con la coherencia entre olfato y gusto, y cuánto varía la palatabilidad con
respecto al origen del alimento (receptores de aminoácidos) y a la novedad
alimentaria, que es estrictamente individual (ver más adelante la definición de
coprofagia); todo esto lleva a la neofilia (introducción de nuevos elementos
nutricionales en la dieta) o a la neofobia alimentaria (supervivencia frente a
efectos tóxicos) (cuadro 6.1).
En cuanto a la influencia de las hormonas sexuales en la conducta
alimentaria, sabemos que tanto los estrógenos como la testosterona tienden a
disminuir el apetito; de hecho, se observa un incremento de peso en los
animales esterilizados debido al aumento del apetito, a alteraciones
metabólicas, a la reducción de la actividad física y, no menos importante, a
factores emocionales de los propietarios (culpa asociada a rituales
alimentarios incorrectos).
En la naturaleza, los cánidos salvajes ingieren en poco tiempo una gran
cantidad de alimento tras la captura de una presa y la disección mediante
mordiscos; un cánido salvaje puede ingerir una cantidad de alimento
equivalente al 20 % de su peso, aunque también puede comer cada 3 días;
esto se debe a la incertidumbre de la captura de la presa, a la dificultad para
su conservación y a la competencia alimentaria con otros animales. En
libertad, por lo tanto, el perro se alimenta durante el día y pocas veces. Este
es quizás el motivo, por creencia popular o por comodidad, por el cual los
dueños solían suministrar la comida a sus perros una vez al día (lo que
predispone a posibles patologías gástricas como gastritis o vulnerabilidad al
síndrome de dilatación/torsión gástrica [gastric dilatation volvulus, GDV]).
Como ya se ha descrito, la indicación de suministrar dos o tres comidas al día
durante toda la vida es útil para prevenir las patologías citadas, además de las
patologías de ansiedad con manifestaciones gastrointestinales.
Volviendo a la alimentación del perro en la naturaleza, no es raro observar
la búsqueda e ingestión de hierba, este comportamiento a menudo recuerda a
una especie de “autofitoterapia”, ya que, además de favorecer el vaciado
gástrico o la evacuación intestinal, la elección de determinadas especies de
plantas o de partes de las mismas recuerda a la automedicación de las
poblaciones humanas indígenas que no tienen acceso a la medicina
occidental.

CUADRO 6.1 EL EFECTO GARCÍA O APRENDIZAJE AVERSIVO


GUSTATIVO

John García, etólogo en la Facultad de Medicina de Harvard, realizó en los


años 50 del siglo pasado un experimento en el campo gustativo con ratas
que resultó muy interesante.
García alimentó a las ratas con un líquido dulce y, posteriormente, les
administró una sustancia que provocaba vómitos o náuseas durante un
breve periodo de tiempo; inmediatamente observó que, incluso después de
un único experimento, las ratas que habían recibido esa sustancia evitaban
para siempre el estímulo dulce. Se demostraba de este modo que el
aprendizaje de aversión a un sabor es el resultado de una función particular
de la memoria asociativa (situada en el hipocampo y en la amígdala), que
es común a todas las especies animales. Una única experiencia negativa es
suficiente para comprometer la actitud hacia un alimento determinado;
puede parecer que este instinto ha dejado de ser necesario para los
animales de compañía, pero en la naturaleza un animal no puede permitirse
aprender despacio el posible efecto mortal de un alimento.

La coprofagia es un comportamiento bastante molesto


para los dueños, ya que no les gusta que su perro les
lama la cara después de haber ingerido heces. La
coprofagia es una conducta alimentaria fisiológica
ancestral, ya que la madre en los primeros días de vida
del cachorro, cuando este todavía no tiene control
neurológico de sus esfínteres, al final de la toma, gira al
cachorro para colocarlo en posición supina y le lame los
genitales para favorecer la emisión de las heces (de
contenido lácteo) y de la orina, que ingiere para
mantener limpio el nido. Por lo tanto, las heces de otros
animales son apetecibles debido a su olor y gusto,
relacionado con la presencia de altas concentraciones de
proteínas, y a sus características.
A menudo sucede que los propietarios refieren cómo su
cachorro se come sus propias heces solo en casa, esto
puede estar relacionado con el aprendizaje de no hacer
sus deposiciones en casa, implementado previamente
con castigos aplicados por el dueño al volver a casa; el
cachorro, en este caso, elimina las pruebas al ingerir las
heces y se esconde para efectuar las micciones (figura
6.1).
FIGURA 6.1 Coprofagia en el cachorro.

Prerrogativa social de la gestión de los recursos


alimentarios
El recurso alimentario forma parte de una de las cuatro prerrogativas sociales,
junto con la gestión del territorio, la gestión del aspecto reproductivo y, sobre
todo, la gestión de los contactos sociales, también llamada control de la
iniciativa. Así pues, investigar la conducta alimentaria nos permite obtener
información sobre el aspecto relacional dentro del grupo familiar hombre-
perro.
Sin embargo, debemos eliminar rápidamente conceptos obsoletos y
engañosos relacionados con el concepto de perro alfa y de jerarquías basadas
en la dominación (y, por tanto, la sumisión), explicando la evolución del
concepto de jerarquía. El lobo/perro alfa es una figura que está en nuestra
imaginación y una noción profundamente arraigada y vehiculizada en
nuestros pensamientos. ¿Por qué? La idea del lobo alfa fue acuñada por
Rudolph Schenkel, un estudioso del comportamiento animal, que en 1947
publicó un estudio en su momento revolucionario denominado Expressions
Studies on Wolves, derivado de la observación de los lobos del zoológico de
Basilea (Suiza), en el que definió una sociología del lobo que posteriormente
se trasladó a la sociabilidad del perro doméstico. En su búsqueda, Schenkel
había identificado dos lobos principales en una manada: un “lobo conductor”
macho y una hembra. Los describió como los “primeros de la manada” y
también apreció rivalidades violentas entre los distintos miembros respecto a
la gestión de las prerrogativas sociales, especialmente la relacionada con la
gestión alimentaria.
Un problema clave de la investigación sobre los lobos de Schenkel es que,
aunque supuso el primer estudio de acercamiento a los lobos, no se hizo con
animales en su hábitat natural. Schenkel estudió dos manadas de lobos que
vivían en cautividad, aún así, esta investigación fue la principal fuente sobre
el comportamiento del lobo durante décadas. Posteriormente, otros
investigadores realizaron sus estudios con lobos en cautividad y publicaron
resultados similares sobre las relaciones de dominación-sumisión dentro de
estas manadas de lobos. Además, la noción de lobo alfa se vio reforzada en
gran parte por el libro del biólogo experto en fauna salvaje L. David Mech,
publicado en 1970, The Wolf: The Ecology and Behavior of an Endangered
Species.
Posteriormente, los estudiosos del comportamiento animal, incluido Mech,
han estudiado a los lobos más tiempo en la naturaleza y los comportamientos
observados han sido diferentes de los observados por Schenkel y otros
investigadores en los lobos que viven en los zoológicos.
En 1999, Mech publicó el artículo “Alpha Status, Dominance, and
Division of Labour in Wolf Packs” en Canadian Journal of Zoology. Este
estudio es considerado por muchos como un avance en el conocimiento de la
estructura de las manadas de lobos. Como escribe Mech en el artículo de
1999, “el concepto del lobo alfa que gobierna un grupo de individuos de edad
similar es especialmente engañoso”. El autor explica que sus estudios sobre
lobos salvajes han permitido descubrir que estos animales viven en familias:
dos progenitores junto a sus cachorros más jóvenes. Los lobos no tienen un
sentido innato del rango, no son dominantes ni sumisos de nacimiento.
Nadie se ha “ganado” el papel de líder del grupo, pero los padres pueden
imponer su dominio sobre la descendencia en virtud de su condición de
progenitores. Estos supone el paso paradigmático de la jerarquía de
dominación, basada en la competencia, a la jerarquía familiar, basada en la
colaboración y la referencia de las figuras parentales y de los adultos
presentes en el grupo familiar. El lobo más joven no derroca al alfa para
convertirse en el jefe de la manada. Mech destacó que la manada típica es una
familia en la que los padres guían las actividades del grupo dividiéndose las
tareas; así las hembras son principalmente las encargadas de cuidar y
defender a los cachorros, mientras que los machos se comprometen a
procurar la comida repartiéndose alternativamente el liderazgo según el caso.
El término "liderazgo" significa situaciones en las que un lobo controla y
dirige el comportamiento de los demás individuos, eligiendo la dirección
durante los desplazamientos, cuándo y dónde parar para descansar y si
perseguir o no a una presa. Si la presa que se ha capturado es suficientemente
grande, todos los miembros de la manada, independientemente del rango,
comen juntos, mientras que “[…] si la comida es escasa, los cachorros
tendrán prioridad”.
Mech también escribe: “[…] el intento de aplicar a las manadas de la
naturaleza la información derivada de la observación de manadas constituidas
por elementos sin ningún vínculo de parentesco ha contribuido a crear una
gran confusión. Un enfoque de este tipo es comparable a querer sacar
deducciones sobre el comportamiento familiar de los seres humanos
estudiando el comportamiento de los ocupantes de un campo de refugiados”.
Sin embargo, la idea obsoleta del lobo alfa todavía se mantiene en un área
del mundo real: el adiestramiento del perro. A menudo se lleva al extremo la
idea de manada y de jerarquización; a los dueños de perros se les proporciona
una lista de reglas sobre cómo mantener el estado alfa en todos los aspectos
de su relación: no dejes que tu perro pase por la puerta antes que tú, no le
dejes ganar cuando juguéis a tira y afloja, no lo dejes comer antes que tú…
Algunos adiestradores, incluso de prestigio, fomentan actos de dominio físico
que pueden ser peligrosos de realizar para los propietarios. Estas
indicaciones, en su mayor parte, derivan de los antiguos estudios sobre los
lobos citados anteriormente y establecen erróneamente que debemos estar en
constante competencia con nuestros perros por la posición de líder de la
manada.

Por tanto, ¿cómo se aplica esta nueva información a la


gestión alimentaria del perro incluido en el grupo
familiar? El concepto de jerarquización alimentaria, en
el que la madre no deja que el cachorro se acerque a la
comida para definir el estado inferior de este,
comportamiento que más tarde retoma el dueño que
come antes que el perro o no le da comida de la mesa,
está desactualizado. Esto no es lo que determina el
liderazgo.

Cuando nos encontramos en presencia de una patología conductual


denominada trastorno competitivo de relación (TCR), desde el punto de vista
de la alimentación, observamos a un perro que manifiesta:
1. Petición de comida apremiante y repetida, saltando sobre las personas
hasta llegar a comportamientos de agresión o robo de comida de la mesa
o de la encimera de la cocina.
2. Robo de comida de la mesa o de la encimera.
3. Gruñidos, si los miembros de la familia, extraños u otros perros se
acercan al cuenco o a la comida encontrada/robada; los gruñidos pueden
ser con la boca cerrada o abierta (en relación con la variación de la
excitación, es decir, del nivel de impulsividad del animal); el perro
presenta una postura rígida que se interrumpe cuando come; si el intruso
no se detiene, esto puede desencadenar la agresión mediante mordiscos.
Es importante distinguir este comportamiento de agresividad
competitiva por la comida de la defensa de la misma (relacionada con
una escasez de alimento o, más a menudo, con la dificultad para
conseguirlo si suministra en un solo cuenco para todos los cachorros
antes de su adopción, ya que el menos emprendedor tiene dificultad para
alimentarse). En este caso, el perro seguirá comiendo con avidez, sin
levantar el hocico del cuenco y sin dejar de gruñir (en estas
circunstancias, debe aumentarse la confianza del cachorro en el dueño
añadiendo alimentos de vez en cuando durante las comidas).
4. Apetito caprichoso, también denominado “perro degustador”; esta es
otra forma de manifestar una competencia por la gestión de la comida.
Hace tiempo, una dueña me refirió las dificultades para alimentar a su
Yorkshire Terrier macho de 2 años del siguiente modo: "Mi perro solo
quiere comer carne de vacuno, molida dos veces, del carnicero que está
en la plaza y no del que está debajo de casa, de lo contrario permanece
en ayunas”. A menudo, los conceptos de “te preparo la comida porque
te quiero” y “me quieres si te comes lo que te preparo” desembocan en
un ritual que puede resultar disfuncional en la relación entre el dueño y
su perro.
5. Precipitación para agarrar la comida frente a los demás animales,
mientras que los perros tímidos pueden no acercarse al cuenco y no
comer si hay uno o más familiares.

CUADRO 6.2 LA RECOMPENSA

Durante la educación del cachorro, tanto en los cursos de adiestramiento


como en la intervención rehabilitadora de un perro con patologías
conductuales, se utiliza a menudo la comida como refuerzo primario.
Según las técnicas de aprendizaje, utilizar una recompensa/premio permite
aumentar la frecuencia de un comportamiento ya adquirido o expresar un
comportamiento nuevo en lugar de otro no deseado. Sin embargo, desde
un punto de vista nutricional debemos elegir un alimento cualitativa y
cuantitativamente adecuado. Demasiados profesionales de la cinología
utilizan alimentos muy energéticos o demasiado grasos (p. ej., salchichas o
queso parmesano) y en cantidades exageradas. Además de ser un error
nutricional, estos refuerzos activan de manera destacada el circuito de
recompensa del sistema neurotransmisor de la dopamina, que si por un
lado alimenta el placer y la gratificación, por otro puede llevar al
fenómeno de dependencia en caso de abuso. Por este motivo, es oportuno
utilizar al mismo tiempo, y principalmente, una recompensa social que
active el sistema serotoninérgico, es decir, aquellas actitudes afectuosas
como caricias, voz dulce y gratificante, para expresar la propia satisfacción
con el comportamiento del perro. Como explica Robert Lustig en su libro
The Hacking of the American Mind, mediante conceptos neurocientíficos,
la dopamina desencadena el placer (“quiero cada vez más”), mientras que
la felicidad es producto de la serotonina (“estoy satisfecho con lo que he
conseguido”).
Una recomendación para los propietarios que quieran premiar a su perro
con intolerancia/alergias y que esté siguiendo una dieta excluyente es que
se pueden encontrar recompensas de varias marcas con contenido
monoproteico igual al elegido para la dieta; como alternativa, se puede
comprar alimentos frescos, cortarlos en trozos, secarlo en un deshidratador
de alimentos o, simplemente, al horno a 60-70 °C durante
aproximadamente 2 horas.

Comportamiento de agresividad depredadora


A diferencia de otros comportamientos de agresividad, como los de
competición, de irritabilidad, de miedo, territorial y maternal, que tienen una
función comunicativa (te amenazo o te muerdo para comunicarte algo), el
comportamiento de agresividad depredadora tiene una función asociada a la
motivación de la comida. Es un comportamiento que se denomina instintivo
y, de hecho, se produce por la estimulación del hipotálamo lateral, es decir,
de la parte filogenéticamente más antigua del cerebro, con conexión entre
regiones hipotalámicas y centros de la saciedad. Es un comportamiento que
consta de una secuencia dividida en tres fases (como, por otra parte, cualquier
comportamiento):
1.Fase inicial o apetitiva: la fase de espera suele verse reforzada por una
hipoglucemia que aumenta el estado de alerta del perro, con el resultado
de hacerlo receptivo al menor movimiento repentino presente en el
entorno circundante, así un animal se convierte en presa cuando se
mueve.
2. Fase central: matanza de la presa mediante mordeduras que provocan
disección y consumo. No obstante, consumo y depredación no siempre
van de la mano; en efecto, la presencia de numerosas presas en un lugar
cerrado puede desencadenar la depredación en sujetos saciados; de
hecho, se han dado casos de encontrar a una comadreja dormida por la
mañana en un gallinero, agotada tras matar a todas las gallinas, de las
cuales se había comido solo una.
3. Fase terminal o de parada: reposo o inhibición reforzada por la
hiperglucemia.

Sin embargo, el instinto por sí solo no permite seguir actuando, hay que
añadir la experiencia adquirida, el entrenamiento o la imitación de un perro
adulto experto.
Además, el comportamiento depredador debe dividirse según el tipo de
presa:
• Presa de pequeño tamaño: generalmente se trata de una depredación
individual, en la cual el perro salta sobre la presa con las patas juntas
cayendo con las patas delanteras para inmovilizarla; a continuación
agarra a la presa con las mandíbulas y la sacude violentamente,
fracturando su espina dorsal cervical. Este comportamiento lo realizan a
menudo los perros adultos y los cachorros durante el juego. Es un
comportamiento lúdico depredador absolutamente aceptable sobre un
objeto inanimado, al contrario que el “tira y afloja” entre dueño y perro.
• Presa de gran tamaño: esta es una depredación de grupo, en la que la
estrategia y la colaboración son fundamentales para el éxito. En primer
lugar se elige la presa y, en el momento en que huye, se desencadena la
persecución, seguida de la inmovilización y la muerte por disección.

Una característica fundamental para la conducta depredadora es la interacción


insuficiente o incluso nula con sujetos de la propia especie y de otras
especies, que el perro adquiere durante el periodo de socialización,
aproximadamente entre los días 30 a 120 días de vida. Esto nos explica por
qué una intervención de rehabilitación tiene escasos o nulos resultados; en
este caso la prevención es la única vía posible. Un conocimiento precoz y
repetido de otros individuos de su misma especie debe llevar al perro a una
socialización “generalizada” con todos los demás perros. Sin embargo, esto
no es del todo cierto, ya que el grado de socialización también depende del
autocontrol del perro y de su estabilidad emocional. Además, actuar en grupo
puede desencadenar persecución y, en ocasiones, lesiones de perros pequeños
(en los casos más graves, la muerte), que se convierten en presas. Por el
contrario, la socialización interespecífica se define como parcial (limitada,
por ejemplo, a los animales presentes en la familia y no a los externos) o
categorizada (por lo que respecta al ser humano, haber tenido experiencias
con la categoría de los adultos no quiere decir conocer la categoría de los
recién nacidos, diferente de la categoría de los niños, de los adolescentes, de
los ancianos, de los extranjeros, de las personas discapacitadas con
inestabilidad al andar, de las personas en uniforme como carteros, monjas,
militares, etc.). Por tanto, la principal prevención que podemos poner en
práctica es la experiencia positiva y precoz con los distintos tipos de seres
humanos.

Semiología conductual: signos y síntomas que nos


dirigen al diagnóstico diferencial entre patología
orgánica y patologías conductuales
Más allá de la evaluación de una patología orgánica responsable de un
cambio en el apetito, las características de dicho cambio pueden orientarnos
hacia un estado patológico mental y, por tanto, hacia un diagnóstico de
patología conductual, en la que a la intervención rehabilitadora se podrá
añadir una terapia de apoyo farmacológica, nutracéutica o con feromonas.
• Anorexia: aparece en los estados depresivos agudos. Un caso será, por
ejemplo, en el momento del destete del cachorro y de su inserción en el
nuevo grupo social; a menudo los dueños refieren cómo el animal que
llega a una casa nueva no se mueve, no explora, no come, no hace sus
necesidades. Esta situación es incompatible con la vida y no puede durar
mucho tiempo, aunque gracias a la domesticación, el perro pone
rápidamente en marcha un mecanismo de apego secundario al grupo
adoptivo de humanos (u otros perros presentes) que sustituye a la figura
materna y al grupo inicial. Otro ejemplo es la pérdida de una figura de
referencia dentro del grupo social (una figura de la familia o del grupo
de perros presente) por fallecimiento o simplemente por alejamiento.
• Hiporexia: puede presentarse una disminución del apetito de forma
parcial, según el contexto (en casa o fuera de ella, figura 6.2).
• Disorexia o fluctuación del apetito: esta condición, es decir, la
alternancia de periodos de bulimia con periodos de hiporexia, puede
presentarse sobre todo en el síndrome depresivo crónico del perro de
edad avanzada, que va acompañado de otros signos clínicos, como
alteración del sueño con dificultad para dormir y despertares abruptos
durante la noche.
• Bulimia (del griego boulimía o “hambre de buey”): así se define una
voracidad excesiva ligada a patologías orgánicas como la diabetes o a
patologías conductuales; en medicina humana se define como bulimia
nerviosa y, junto con la anorexia, forma parte de los trastornos de la
conducta alimentaria. Es importante no asociar el concepto de hiperfagia
del bulímico con el de obesidad; esta patología se caracteriza por un
aumento de la ingestión alimentaria con búsqueda permanente de comida
y disminución progresiva del estado de satisfacción tras la ingesta
(estereotipia). De hecho, dependiendo de la edad de aparición de este
signo clínico durante la vida del perro, pueden identificarse diferentes
patologías conductuales (figura 6.3).

FIGURA 6.2 Disminución del apetito: hiporexia.


FIGURA 6.3 Voracidad patológica: bulimia.

Conducta alimentaria del gato


También el gato, que ahora forma parte estable del grupo social de los seres
humanos, ha modificado con el tiempo su conducta alimentaria. Nacido como
depredador solitario predominantemente nocturno, este formidable cazador
de pequeñas presas como roedores y pájaros, era utilizado por los egipcios y
otros pueblos de la antigüedad como defensor de las reservas alimentarias
(hallazgos fósiles encontrados en China, que datan del 5600 a. C., demuestran
una alimentación a base de roedores y mijo). Con la adquisición de estatus de
animal de compañía, su vida se desarrolla, en muchos casos, dentro de las
paredes domésticas, sin necesidad de tener que procurarse alimentos. Aquí,
por desgracia, se observa a menudo una alimentación alejada de las
características etológicas del gato; en la naturaleza, el comportamiento
depredador de pequeñas presas es la única manera para este animal de
procurarse la comida. Pero entre 15-20 intentos, solo algunos salen bien, eso
significa hacer de 5 a 10 pequeñas comidas al día. El gato, por tanto, no es un
perro pequeño (como a menudo piensan los dueños) que se deba alimentar
dos veces al día, sino que es preferible darle de comer cinco o incluso más
veces al día en pequeñas cantidades, eligiendo un alimento húmedo, seco o
preparado en casa. El alimento seco, al ser menos apetecible, puede dejarse a
disposición del gato, aunque esto depende de las características de su apetito
(extrapolables a las que hemos visto en el apartado sobre el perro).
Desde un punto de vista social, la conducta alimentaria del gato no tiene un
valor jerárquico; en un grupo de gatos el primero que llega come (aunque
siempre es mejor dividir la comida en varios cuencos), sin que se presenten
comportamientos de agresividad. Los gatitos que han tenido dificultades para
abastecerse de alimentos pueden manifestar una conducta de defensa de la
comida cubriendo el cuenco con su cuerpo y alejando con la pata al vecino,
aunque este es un acontecimiento raro.

El gato, ese gran desconocido


El menor conocimiento de las necesidades conductuales del gato lleva al
dueño a interpretar sus demandas de manera errónea, cometiendo errores
nutricionales incluso graves para la salud del animal. Un ejemplo es cuando
el propietario vuelve a casa. El gato que a menudo ha estado solo durante
muchas horas en una casa con poco o ningún enriquecimiento ambiental,
corre hacia el dueño a su llegada y, frotándose entre sus piernas y maullando,
lo invita a jugar con él (perseguir juguetes o hacerse mimos). No obstante,
esta petición a menudo se interpreta como una demanda de comida, reforzada
por un sentimiento de culpa por haberlo dejado solo durante tanto tiempo. ¿Y
entonces qué debemos hacer? A menudo, se premia al gato con alimentos
“prohibidos” y el resultado es una menor actividad física y una petición
reiterada de alimento cuando el dueño vuelve a casa (con gratificación
dopaminérgica), con la consiguiente tendencia a la obesidad.
Frecuentemente el gato está sobrealimentado, con hiperfagia y ausencia de
saciedad evidentes. La dieta elegida también debe adaptarse a lo largo del día
y dividirse en varias comidas. Muchos dueños están ausentes durante varias
horas al día, por lo que un buen consejo es utilizar un dispensador automático
que abra los compartimientos en momentos predeterminados.
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