Año 2, Nº 2.

2021

Boletín N° 8

Impacto Ambiental No
Previsto Vs 25 quinquies

APLICACIÓN DEL ARTÍCULO 25 QUINQUIES

E
l concepto Impacto Ambiental
No Previsto (IANP) se encuentra
apenas recogido en la legisla-
ción nacional. Sin embargo, en
el año 2010 la Ley Orgánica de la SMA
(LOSMA) incorpora un concepto similar al
establecer una de las funciones y atribu-
ciones la siguiente: “Suspender transitoria-
mente las autorizaciones de funcionamien-
to contenidas en las Resoluciones de Cali-
ficación Ambiental o adoptar otras medidas
urgentes y transitorias, para el resguardo
del medio ambiente, cuando la ejecución u
operación de los proyectos o actividades,
genere efectos no previstos en la evalua-
ción y como consecuencia de ello se pue-
da generar un daño inminente y grave para
el medio ambiente”.
De esta manera, se incorpora por primera
vez en la legislación nacional, un concepto
que podría atribuirse a un IANP. No obs-
tante lo anterior, con la incorporación en la
Ley Bases Generales del Medio Ambiente
(LBGMA) el artículo 25 quinquies por la
LOSMA el año 2010, existe la tendencia
de asociar los IANP con dicho artículo. Sin
embargo, este artículo sólo indica que “La
Resolución de Calificación Ambiental po-
drá ser revisada, excepcionalmente, de
oficio o a petición del titular o del directa-
mente afectado, cuando ejecutándose el
proyecto o actividad, las variables evalua-
das y contempladas en el plan de segui-
miento, hayan variado sustantivamente en
relación a lo proyectado, todo ello con el
objeto de adoptar las medidas necesarias
para corregir dichas situaciones…”.
Se podría señalar entonces que el IANP y
el artículo 25 quinquies tienen alcances
distintos, ya que el primero trataría varia-
bles que no fueron consideradas en la eva-
luación ambiental y que tampoco corres-
pondía considerarlas en su momento.
Se evidencia, por lo tanto, la falta de espe-
cificación respecto de qué se entenderá por
una “variación sustantiva” de una variable
que forma parte del plan de seguimiento,
ya que este concepto no se define en nin-
gún cuerpo normativo, quedando sujeto al
criterio de la autoridad y del titular estimar
cuándo se trata de una variación
“sustantiva” o una variación “menor”.
Si bien, en el oficio ordinario N°
150584/2015 emitido por el SEA que impar-
te instrucciones en relación al artículo 25
quinquies se intenta establecer cuándo las
variables han variado sustantivamente, no
se señala sobre qué parámetro se conside-
ra una variación “sustantiva”, sino que sólo
se indica que se considerará una variación
sustantiva cuando se generen nuevos im-
pactos ambientales o un aumento
significativo en la extensión, mag-
nitud o duración de los impactos,
pero nuevamente se deja a crite-
rio de la autoridad o del titular
decidir si una variación de la ex-
tensión, magnitud o duración de la
variable en cierto grado o porcen-
taje respecto de lo evaluado co-
rresponderá o no a una variación
“sustantiva”.
Por lo tanto, ante cualquier cam-
bio en el proceso o en la forma de
proceder ante lo declarado en la
RCA, que es lo autorizado, el res-
ponsable civil de la empresa debe
asegurar al menos y ante la duda,
el presentar una consulta de perti-
nencia. Y, por otro lado, en ningún
caso se debe de usar esta herra-
mienta buscando la parcialización
de los proyectos y por ende de
sus impactos, lo que puede traer
consigo graves descargos por
parte de la autoridad. El buen uso
de cualquier herramienta de velar
para correcta gestión de los im-
pactos y el resguardo legal am-
biental de la organización siempre
velando por darle continuidad
operacional a ésta.

Cristhian Castillo M.
Analista Senior Medio Ambiente
Guacolda Energía S.A.
Teléfono: +(56-2) 26804700 anexo 3748
cristhian.castillo@aes.com

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