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Materia: Teorías del Derecho y Neoconstitucionalismo

Alumna: Fernández Beas Martha Patricia

Matricula: 18090239

Maestro: Licenciado Hugo Javier Pérez Agraz

Carrera: Licenciatura en Derecho

Primer Cuatrimestre

Tarea: 1.2 Aspectos Generales Del Neoconstitucionalismo,


Teorías Neoconstitucionalista y Teoría de La Constitución

Fecha de entrega:

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1.2 ASPECTOS GENERALES DEL NEOCONSTITUCIONALISMO, TEORIAS
NEOCONSTITUCIONALISTAS Y TEORIA DE LA CONSTITUCION.

SURGIMIENTO DEL NEOCONSTITUCIONALISMO.-

El Neoconstitucionalismo, que también se


le conoce como el nuevo constitucionalismo.
Tiene su espacio en Europa y su tiempo en el
periodo posterior a la culminación de la Segunda
Guerra Mundial (posguerra); esto es, a partir de
1945.

Lo característico de la corriente teórica


del Neoconstitucionalismo es que describe la
manera en que se concibe la Constitución en los
Estados democráticos; esto es, como una norma
jurídica que no sólo establece las funciones de
los entes públicos, sino que además reconoce un sistema de principios que fungen como
criterios rectores de las acciones en el ámbito público y privado.

Por otro lado, cabe resaltar que además de concebir un denso contenido material en
las Constituciones de la posguerra, también se reconoce su supremacía, a fin de que funjan
como instrumentos de garantía y realización de los derechos fundamentales.

Marco teórico
En el terreno teórico son tres los estadios que cambiaron la forma de entender el
constitucionalismo, los cuales se pueden agrupar en los siguientes puntos:
a) la Constitución como verdadera norma jurídica;
b) la creación de una jurisdicción especial para controlar la constitucionalidad de las
leyes, y
c) la novedad de la interpretación de la Constitución

A. La Constitución como verdadera norma jurídica:


Parece evidente que a mediados del siglo XX hubo un cambio respecto al carácter de
las Constituciones políticas de diversos países de Europa; esto es, se empezó a reconocer el
carácter jurídico y, por lo tanto, obligatorio de éstas. De esta forma, ya no sólo serían
concebidas como un documento político de buenas intenciones de los gobernantes, sino
como verdaderas normas jurídicas vinculantes tanto para los poderes públicos como para los
particulares.

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B. La creación de una jurisdicción especial para controlar la constitucionalidad
de las leyes:
Muy conectado con el punto anterior, se tiene la ola de justicia constitucional que
marcó a la mayoría de los países de Europa en el periodo de la posguerra con la creación de
tribunales constitucionales, los cuales, en términos generales, cumplen con una función de
defensa jurisdiccional de la norma suprema en todas sus partes, lo que se identifica con el
control de constitucionalidad de las leyes. A partir de 1945 las cosas comenzaron a cambiar
en gran medida por la inclusión de los derechos humanos (antes sólo consagrados en
declaraciones políticas universales) en las Constituciones, quedando por ello su protección en
manos de la justicia constitucional, de ahí que se comenzaran a formar tribunales especiales
para atender esa tarea.

En síntesis, por lo que hace a la creación de una jurisdicción especial para controlar la
constitucionalidad de las leyes, se puede decir que si bien la expansión de esa jurisdicción es
un fenómeno que se dio principalmente en Europa, ésta no fue extraña a nuestro país. Así,
cabe afirmar que algunas de sus manifestaciones tienen plena vigencia en el sistema jurídico
mexicano, en el cual si bien no se cuenta con un tribunal constitucional especial e
independiente del Poder Judicial, sí se tiene una Suprema Corte de Justicia, la cual, al igual
que el tribunal constitucional alemán y español, por mencionar algunos ejemplos, puede
conocer de recursos de amparo, fungiendo así como tribunal de última instancia, y además
efectuar un examen de constitucionalidad de las leyes.

C. La novedad de la interpretación de la Constitución


Es innegable que la interpretación jurídica como instrumento necesario para la
aplicación de las normas jurídicas surgió paralelamente con el derecho; sin embargo, no se
debe pasar por alto que por largo tiempo la Constitución fue concebida como un documento
político sin efectividad jurídica; por ello, al otorgarle fuerza normativa a ésta, se tuvo la
necesidad de instituir un nuevo parámetro en la interpretación jurídica; esto es, la
interpretación constitucional, derivado de las nuevas piezas del derecho con las que tenían
que operar los juzgadores.

La novedad de la interpretación de la Constitución es una imagen del


Neoconstitucionalismo, la cual se genera, porque los jueces constitucionales no operan con
normas que describen conductas que se conectan con consecuencias jurídicas, sino con
normas que consagran ideales morales en forma de principios que deben ser cumplidos de
forma optimizada dentro de los márgenes posible. Así, los principios no pueden contradecirse,
como las reglas jurídicas, sino en todo caso colisionar, lo que jamás implicará su
autoexclusión del sistema jurídico.

Como marco histórico, se caracteriza como respuesta a las violaciones cometidas


por regímenes jurídicos vigentes en contra de la dignidad humana y con la consecuente
formación de los Estados constitucionales de derecho.

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Como marco filosófico, se establece una renovada vertiente en la teoría del
derecho, que sin ubicarse en alguna corriente jurídica específica, si busca un replanteamiento
sobre la relación entre el derecho y la moral.

Como marco teórico, se modifica la naturaleza de la Constitución, se crea una


justicia constitucional y se desarrolla una compleja interpretación jurídica

ASPECTOS GENERALES DEL NEOCONSTITUCIONALISMO.-

1. Concepto
Cabe decir que el Neoconstitucionalismo puede ser entendido como aquel esquema
teórico que explica el proceso de transformación de la tradición formalista del derecho,
derivado de la aceptación y comprensión de la norma fundamental como norma jurídica que
integra un sistema de principios y valores que respaldan todo el derecho y, por consiguiente,
al Estado y sus actividades.

Se puede vislumbrar que el Neoconstitucionalismo se convierte en una plataforma de


conocimiento para describir diversos fenómenos, como son las Constituciones con
contenidos, el control de constitucionalidad, la relación entre el derecho y la moral, la eficacia
jurídica de las Constituciones, por mencionar los más relevantes.

La concepción teórica del Neoconstitucionalismo busca describir y explicar todas


las consecuencias que presenta una de las últimas transformaciones jurídicas del presente
siglo XXI, derivado del reconocimiento de las Constituciones como verdaderas normas
jurídicas y cargadas de un amplio contenido moral.

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2. Tipos
La idea de tipos de Neoconstitucionalismo surge como una analogía sobre la conocida
distinción que Norberto Bobbio formuló del positivismo jurídico, distinción que generó cierto
impacto en la teoría del derecho, o más precisamente en la manera de explicar y confrontar el
positivismo jurídico.

A. Teórico El Neoconstitucionalismo teórico se puede concebir como aquel conjunto


de ideas ordenadas que tienen como objetivo el describir e interpretar de manera
generalizada el proceso de transformación de un sistema jurídico legalista y centralista a un
sistema jurídico no formalista y de textura abierto, característico de los Estados
constitucionales de derecho. El tipo de constitucionalismo teórico se concentra en un modelo
integral, en el cual se estudia la Constitución como norma jurídica fundante y con contenidos
valorativos.
Se puede afirmar que desde el campo teórico, el Neoconstitucionalismo busca
caracterizar el funcionamiento actual de los sistemas jurídicos. Así, el Neoconstitucionalismo
viene a presentar nuevos planteamientos epistemológicos sobre la manera de estudiar el
fenómeno jurídico; por ejemplo, en el campo de las fuentes del derecho, en la forma de
concebir a la Constitución, y sobre todo en la manera de interpretar y argumentar con ideales
morales positivizados. Por ello, es evidente que el Neoconstitucionalismo teórico reclamaría la
revisión del pensamiento jurídico dominante a fin de ajustarlo a las vigentes realidades; ello si
quiere atender en alguna medida el carácter maximalista que permea el derecho.

B. Ideológico Si se recuerda que la caracterización del positivismo ideológico se


representa con la obligación (moral) de obedecer el derecho por emanar éste de un
procedimiento preestablecido y por ello de su estimación como valioso, entonces el
neoconstitucionalismo ideológico se asemeja en mucho a aquél, porque desde el
constitucionalismo existe una estimación positivamente valiosa de la Constitución por
contener derechos fundamentales y además por emanar de un poder constituyente, por lo que
se considera moralmente bueno el obedecerla.
Se considera que el elemento relevante para la comprensión del constitucionalismo
ideológico es el valorativo; esto es, la estimación positiva que como sujetos cognoscentes
efectuamos sobre esta corriente jurídico-filosófica.

C. Metodológico El Neoconstitucionalismo metodológico no tiene que ver con el


método para estudiar dicho fenómeno, sino más bien con la precisión en el objeto de estudio,
si en el positivismo metodológico el objeto lo era el derecho positivo; esto es, el derecho real
y, por lo mismo, la negación de la relación entre el derecho y la moral, en el
neoconstitucionalismo metodológico ocurre ciertamente lo opuesto; es decir, aquí se mantiene
al derecho como un fenómeno sujeto de valoración e identificable en el mundo del deber ser,
y no sólo en el del ser, como defiende el positivismo metodológico.

En este sentido, la relación moral-derecho se enmarca en la misma interpretación de


la Constitución, derivado de que esta norma consigna derechos que representan algún tipo de

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moral que es importante reconocer jurídicamente, por lo que los juzgadores se ven obligados
a transitar por el terreno de la moral.

Para entender el neoconstitucionalismo metodológico, el cual no es más que la


posición adversaria del positivismo conceptual, pues aquél reconoce una toma de posición
valorativa del fenómeno jurídico y, por lo tanto, la negación de la tesis de la separación entre
el derecho y la moral impulsada desde el positivismo metodológico.

TEORIAS NEOCONSTITUCIONALISTAS

La reforma constitucional de derechos humanos del 10 de junio de 2011 ha permitido


que la democracia del Estado mexicano se vea grandemente fortalecida, pues la misma es un
producto de la teoría Neoconstitucionalista en la que la atención se centra en la protección y
garantía de los derechos vitales haciendo que el mismo transite a una sólida “democracia
constitucional”

El desarrollo del marco filosófico que envuelve a la teoría Neoconstitucionalista;


expresa, en primer término, que en el centro de la misma se encuentra la conexión entre el
derecho y la moral existente por la inclusión de los derechos fundamentales en la
Constitución, como pilares en la protección de la dignidad humana, mismos que asumen una
actuación de limitantes al Estado.

Es decir, se experimenta una renuncia al formalismo jurídico, al legicentrismo, al


legalismo, al juridicismo extremo, transitando a una redefinición integradora en la que la
norma además de ser “válidamente” dictada, sea “justa” porque respete y proteja los derechos
fundamentales y sea “eficaz” porque ellos estén garantizados en la práctica. Por lo tanto,
ahora la “vigencia” de la norma es entendida como el hecho de que simplemente ha sido
dictada por las autoridades públicas produciendo sus respectivos efectos jurídicos; mientras
que la “validez” jurídica, como la debida protección de los derechos humanos de los
ciudadanos (Santiago 2008,10).Al respecto el doctor Carbonell expone que:

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Los jueces constitucionales han tenido que aprender a realizar su función bajo
parámetros interpretativos nuevos, a partir de los cuales el razonamiento judicial se hace más
complejo. Entran en juego las técnicas interpretativas propias de los principios
constitucionales, la ponderación, la proporcionalidad, la razonabilidad, la maximización de los
efectos normativos de los derechos fundamentales, el efecto irradiación, la proyección
horizontal de derecho, el principio pro personae, etcétera. Además los jueces se las tienen
que ver con la dificultad de trabajar con “valores” que están constitucionalizados y que
requieren de una hermenéutica que sea capaz de aplicarlos a los casos concretos de forma
justificada y razonable, dotándolos de esa manera de contenidos normativos concretos. Y
todo ello sin que, tomando como base tales valores constitucionalizados, el juez constitucional
pueda disfrazar como decisión del poder constituyente lo que en realidad es una decisión más
o menos libre del propio juzgador. A partir de tales necesidades se genera y recrea una serie
de equilibrios nada fáciles de mantener (Carbonell 2010, 162-3).

Resulta de gran relevancia tener presente que a la par de esta metamorfosis del
derecho interno Neoconstitucionalista se observa un fuerte influjo del derecho internacional de
los derechos humanos; ya que este ordenamiento jurídico ubica a la persona humana como
sujeto del derecho internacional y provoca que haya una redefinición de la soberanía de los
estados. Por ello, cada vez es más común encontrar en las constituciones que su catálogo de
protección de los derechos humanos se encuentra enriquecido con el reconocimiento expreso
que hacen de los tratados internacionales en el corazón de las mismas.

El nuevo constitucionalismo, con su centralidad en los derechos fundamentales y


con el papel protagónico que desempeña el Poder Judicial (sin olvidar que tanto el Poder
Legislativo como el Ejecutivo también realizan su labor al respecto), fortalece
significativamente los sistemas con democracias representativas, es decir, la integridad del
Estado de derecho constitucional.

La teoría del neoconstitucionalismo está circunscrita el denominado Estado


constitucional de derecho, mismo que posee un sistema democrático constitucional de
carácter representativo, en el que la protección de la dignidad humana mediante un amplio
catálogo de derechos fundamentales y su correspondiente protección por medio de garantías
bien definidas se antoja como pilar fundamental de las sociedades contemporáneas.

Las características de fuerte influencia Neoconstitucional, a saber:

a) La constitucionalización del derecho internacional de los derechos humanos, con el


reconocimiento expreso que se hace de los derechos fundamentales que se encuentren
inmersos en los tratados internacionales de los que México forme parte.

b) El control difuso de la constitucionalidad y de la convencionalidad.

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c) La implementación de la interpretación normativa conforme a la Constitución y los
tratados internacionales que forman parte de ella, y bajo los principios pro-personae,
universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad.

México, como se ha apuntado en varias ocasiones, le ha dado la tan esperada


bienvenida a la teoría del neoconstitucionalismo. Lo anterior porque:

a) El Estado mexicano tiene una Constitución rígida, pues cuenta con principios en los
que no puede ser modificada de manera sencilla.

b) El artículo 1 establece expresamente que los derechos humanos deberán ser


plenamente garantizados por todo el engranaje estatal, dentro de los que se encuentra el
Poder Judicial.

c) Se establece ampliamente la fuerza vinculante de la Constitución al establecerse


como obligatorios todos y cada uno de los artículos de la misma, pues, como bien lo dice el
doctor Carbonell (2010, 167), “tradicionalmente no se consideraban como vinculantes las
normas programáticas (derechos sociales) o los principios; estos ahora ya no se conciben
como simples programas de acción política o catálogo de recomendaciones a los poderes
públicos”.

d) Se experimenta una sobreinterpretación de la Constitución, pues ahora todas las


autoridades se encuentran obligadas a interpretarla de manera extensiva, con base en
principios explícitos e implícitos; así, con esta sobreinterpretación, siguiendo a Guastini (2001,
160), “no quedan espacios vacíos de (o sea, libres del) derecho constitucional: toda decisión
legislativa está prerregulada por una u otra norma constitucional. No existe ley que pueda
escapar al control de la legitimidad constitucional”.

e) En la misma se establece que “la influencia del derecho constitucional se extiende,


desde esta perspectiva, tanto a su objeto tradicional de regulación que son los poderes
públicos, sus competencias y sus relaciones con los particulares, como a las diversas ramas
del derecho privado, que también se ven condicionados por los mandatos constitucionales,
entre los cuales destacan las normas constitucionales que establecen los derechos
fundamentales” (Carbonell 2010, 168).

f) La aplicación directa de la norma constitucional se establece con el control difuso de


la constitucionalidad y la convencionalidad, las que se encuentran obligadas a implementar
todas las autoridades, con especial relevancia las jurisdiccionales. Aspecto que resalta a la
vista por la implicación del mismo, ya que con él los jueces de todos los ámbitos (locales,
estatales, federales) se encuentran facultados a realizar dicho control.

g) Se cuenta con la interpretación conforme de las leyes, lo cual no significa


precisamente una interpretación de la Constitución, sino de la ley. Al respecto resulta didáctica

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la cita que hace Carbonell (2010, 169) de Javier Jiménez Campo, cuando menciona que “la
interpretación conforme se da cuando, al tener un juez la posibilidad de aplicar a un caso
concreto la interpretación X1 de una ley o la interpretación X2, opta por la que sea más
favorable para cumplir de mejor forma con algún mandato constitucional. Desde luego, la
interpretación conforme también significa que ante una interpretación de la ley que vulnera el
texto constitucional u otra interpretación de la misma ley que no lo vulnera, el juez prefiere
esta última”.

h) Por último, la influencia de la Constitución en las relaciones políticas se encuentra


sometida al mandato constitucional y con los límites de los derechos fundamentales.

Ante la entrada en vigor de la reforma constitucional del 10 de junio de 2011 en


México se vive un nuevo paradigma constitucional, y como consecuencia una revolución, en el
entendimiento del derecho en su parte formal y material, que incide en todas las funciones del
Estado y más aún en aquellas directas al ejercicio profesional de los poderes públicos y en
especial en la educación del derecho.

El nuevo constitucionalismo latinoamericano (NCL) es la denominación con la que


han sido bautizados los procesos constituyentes y el resultado de los mismos de algunos
países de América Latina en los últimos años del siglo XX y la primera década del XXI, es
posible englobar con ese membrete a los cambios constitucionales que tuvieron lugar desde
los años ochenta y que abarcan a países como Brasil (1988), Costa Rica (1989), México
(1992), Paraguay (1992), Perú (1993), Colombia (1991), hasta Venezuela (1999), Ecuador
(1998 y 2008) y Bolivia (2009) porque existen rasgos que son comunes a muchos procesos
constitucionales latinoamericanos recientes y que confieren a los ordenamientos actuales
cierto aire de familia. En algunos casos se trata de Constituciones que han sido objeto de
reformas profundas; en otros, de textos con modificaciones parciales.

El surgimiento de novedosos textos constitucionales en Sudamérica (Colombia


1991, Venezuela 1999, Ecuador 2008 y Bolivia 2009) junto con la actividad jurisdiccional de la
Corte Interamericana de Derechos Humanos dio la oportunidad de afirmar la existencia de un
Nuevo Constitucionalismo Latinoamericano. Éste fue caracterizado desde la ciencia jurídica
como un sistema normativo regional que rompía con el paradigma clásico del
constitucionalismo al integrar derechos novedosos como: el buen vivir o “sumak kawsay,”
de la Madre Naturaleza (Pacha Mama), cuotas parlamentarias indígenas, el derecho
jurisprudencial de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), entre otros. Tiene
lugar a partir de la jurisprudencia interamericana de los derechos humanos sobre los sistemas
jurídicos nacionales.

Es a partir de la concepción de “ser humano libre y responsable” que el pueblo


activa las Asambleas Constituyentes redefiniendo la concepción social del poder, y con ello, el
de autoridad y obediencia. El poder constituyente no varía por cuanto al elemento objetivo,
referente a la construcción de un orden social-político-jurídico, sino por el subjetivo y el

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teleológico. En efecto, los sujetos del poder constituyente en las experiencias
latinoamericanas se distinguieron por una participación directa y activa de los ciudadanos; en
segundo lugar, y por lo que respecta a las finalidades del poder constituyente, el sentido de la
unión política no es tanto la supervivencia sino el vivir bien, ni tampoco la seguridad o el bien
común sino la justicia social.

Distinciones entre el:


“Neoconstitucionalismo” (es una teoría del derecho que estudia al MDC),
“Nuevo Constitucionalismo” (es una teoría democrática de la Constitución)
“Nuevo Constitucionalismo Latinoamericano” (es la manifestación de este último en
algunos países de América Latina).
Se puede concluir que el Nuevo Constitucionalismo Latinoamericano hunde sus
raíces en la tradición política- jurídica del siglo XIX pero que la novedad y originalidad radica
en la superación de la dependencia. En efecto, la superación de la dependencia permitió la
recuperación histórica de la identidad y de la dignidad de los pueblos latinoamericanos ,
circunstancia que llevó al pueblo en su calidad de soberano a alejarse del modelo
constitucional europeo y construir, desde su circunstancia específica, una Carta Magna
acorde a las necesidades.

TEORIA DE LA CONSTITUCION

La Constitución es el documento o documentos creados por un poder constituyente,


que expresan las normas que regulan la organización de un Estado, los derechos
fundamentales de la persona humana y los procedimientos de creación de las leyes.

Poder constituyente es la denominación del poder que tiene la facultad de crear la


norma fundamental de un ordenamiento jurídico, dando origen a un Estado y su sistema
político también tiene la atribución de modificarla o enmendarla.

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Dentro la Teoría de la Constitución se encuentran establecidos los principios
necesarios para poder interpretar la constitución es decir es el fundamento.
Fundamento de validez de normas:
Formal. Se crea a parir de una norma superior el ejemplo más común es el proceso
legislativo.
Material. El contenido de la norma no puede contradecir la norma superior.

Soberanía.
La soberanía significa independencia es decir un poder con competencia total, por lo
tanto ninguna norma anterior, ni de fondo ni de forma, puede limitar la soberanía
constitucional.

Este principio señala que la constitución es el fundamento o la base principal del


ordenamiento jurídico, es decir, no puede existir ordenamiento jurídico que esté por encima de
la constitución que lo fundamenta.

Supremacía
La Constitución es suprema porque plasma la voluntad del pueblo. En cuestiones
políticas es el pueblo quien dará vida a esta supremacía constitucional, en lo jurídico es la
Constitución. El principal efecto de la supremacía constitucional es que toda norma contraria a
la constitución carece de efecto, una norma que contradiga lo establecido en la constitución
no tiene validez en el ordenamiento jurídico.

Principio de Legalidad.
El principio de legalidad o primacía de la ley es un principio fundamental del Derecho
conforme al cual todo ejercicio del poder público debería estar sometido a la voluntad de la ley
de su jurisdicción y no a la voluntad de las personas.

Legitimidad.
Una norma jurídica para ser legítima debe cumplir los siguientes requisitos: validez,
justicia, y eficacia. Podemos dividir la legitimidad en dos aspectos fundamentales: legitimidad
formal y material. La formal se considera como el correcto proceder de los órganos
jurisdiccionales con respecto a todos los procedimientos establecidos en el Ordenamiento
Jurídico. La legitimidad material es el reconocimiento del pueblo creado a partir de la
aprobación de la ley creada o de la actuación gubernamental.

Mecanismo para proteger la Constitución.


Rigidez de la constitución. Significa que las disposiciones y normas de una
constitución no pueden ser modificadas ni derogada, de la forma en que
puede alterarse una ley, y por lo tanto se establecen condiciones y requisitos
especiales. En caso que la modificación o derogación se realice en la misma
forma que opera para las leyes, estamos frente a una constitución flexible.

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La constitución debe ser escrita. Para asegurar la supremacía de la norma
fundamental esta debe estar construida en un único documento orgánico y
solemne.
Control de la constitución. Este mecanismo pretende proteger el principio de
supremacía frente a posibles vulneraciones emanadas del órgano legislativo
en el cumplimiento de su mandato de crear la ley, según el órgano que
realiza este control.

Recurso de protección.
Este procedimiento, procede contra amenazas, privaciones, o perturbaciones de
derechos consagrados constitucionalmente o dicho de otra forma procede respecto de
derechos que no sean de la libertad personal. Como características de este recurso
encontramos que se pude presentar cualquier persona capaz de comparecer en juicio, puede
hacerlo por sí mismo o en representación de otro, se requiere la existencia de un acto o de
una omisión que afecte la establecido constitucionalmente, puede ser arbitraria o ilegal.

Golpe de estado.
Es la transformación de las estructuras políticas e institucionales, pero no
necesariamente de las estructuras económicas y sociales. El efecto inmediato del golpe de
estado es la destrucción o desconocimiento del ordenamiento jurídico presente.

Parte Dogmática y Orgánica De La Constitución.


La constitución establece la división de poderes y garantiza los derechos humanos. El
contenido de la constitución en términos generales son los derechos fundamentales y la
división de poderes.

Para su estudio la constitución mexicana se divide en una parte Dogmática que es la


encargada de establecer los derechos fundamentales los cuales serán inalienables e
innegociables y la parte Orgánica que organiza los órganos encargados de la administración
del estado.

División de Poderes.
La separación de poderes o división de poderes es una ordenación y distribución de
las funciones del Estado, mediante cual la titularidad de cada una de ellas es otorgada a un
órgano u organismo público distinto. La separación de funciones al considera al poder como
único e indivisible y perteneciente al titular de la soberanía y fue concebida, desde el principio,
como una técnica de garantía de la libertad.

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Bibliografía:

Leon, U. d. (08 de 03 de 2019). Teoría de la Constitución. Recuperado el 27 de 05 de 2021,


de http://ual.dyndns.org/Biblioteca/Derecho_Constitucional/Pdf/Unidad_03.pdf
Perez, D. (26 de 07 de 2012). La reforma constitucional. Obtenido de https://tecnologias-
educativas.te.gob.mx/RevistaElectoral/content/pdf/a-2012-04-010-172.pdf
Solano, V. (30 de 12 de 2012). EL NEOCONSTITUCIONALISMO. UNA DEFINICIÓN Y UNA.
Recuperado el 27 de 05 de 2021, de file:///C:/Users/USUARIO/Downloads/Dialnet-
ElNeoconstitucionalismoUnaDefinicionYUnaTaxonomiaL-5771475%20(1).pdf
UNAM, I. d. (05 de 09 de 2018). EL NEOCONSTITUCIONALISMO. Recuperado el 27 de 05
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