El 20 de junio de 1820, moría en Buenos Aires uno de nuestros máximos próceres.

Podríamos decir que fue abogado, economista, periodista, político, diplomático y militar,
pero preferimos rescatar su parte educativa.

Para Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano la educación era un pilar
fundamental para lograr la libertad de un pueblo. Desde su estadía en España demostró
esa iniciativa elaborando un plan de acción educativa con ideas avanzadas para su
época. Al volver propone la creación de escuelas de Comercio, Náutica, Agrícolas, para
Mujeres, de Hilanzas de lana y de algodón, Academia de Geometría y Dibujo.

Demostrando coherencia entre las palabras y los actos, Manuel Belgrano donó $40.000
(premio obtenido por las victorias en las batallas de Salta y Tucumán) para la construcción
de 4 escuelas en Santiago del Estero, Tucumán, Jujuy y Tarija.

“Sin que se ilustren los habitantes de un país, o lo que es lo mismo, sin enseñanza, nada
podríamos adelantar.”