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EP.4: Clasificación y comentario de paisajes según los elementos dominantes.

6.- Caldera de Taburiente

En la imagen podemos observar un paisaje natural sin modificaciones


observables por parte del hombre. Se trata del interior del Parque Nacional de La
Caldera de Taburiente, un espacio natural protegido desde 1954 y reserva mundial de
la biosfera desde el 2002.

El terreno presenta grandes elevaciones que rodean una antigua caldera


volcánica, que posteriormente fue erosionada y en la que afectaron deslizamientos
rotacionales, dando como resultado grandes y escarpadas paredes, además de varios
barrancos y un extenso bosque. Este parque nacional se localiza en la isla de La Palma,
provincia de Santa Cruz de Tenerife.

Se trata de un paisaje enteramente natural con un impacto humano casi nulo


que se reduce a las carreteras de acceso, merenderos, senderos y alguna edificación
relacionada con la conservación del paisaje (casetas de guardas, cortafuegos etc.). En
las paredes exteriores de la caldera aparecen cultivos para el consumo propio o la venta
local de cereales, vid, y hortalizas.

En el parque nacional se desarrollan actividades del sector terciario sobretodo


relacionadas con el turismo activo (senderismo, avistamiento de aves, etc.).

Su geomorfología tiene origen en la erupción explosiva de un cráter volcánico


hace 2 millones de años, cuya lava dio lugar a rocas basálticas. El cráter está rodeado
por una serie de montañas a modo de circo de 8 kilómetros de diámetro. El interior ha
sido sucesivamente modificado por las múltiples erupciones y la acción erosiva del
viento, dando lugar a profundos barrancos como el de las Angustias. El curso de agua
del barranco no es constante durante todo el año pero si mantiene su caudal durante la
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mayor parte de este. Ocasionalmente, cuando se dan precipitaciones torrenciales, el
caudal crece repentinamente, destruyendo todo a su paso y siendo una amenaza para
la población, lo que le ha dado su topónimo.

La caldera presenta un clima subhúmedo en su variante subtropical por la


latitud a la que se encuentra. Además, es un clima típico de las zonas elevadas de
Canarias (entre 600-1500 m) que se caracteriza por un aumento de las precipitaciones
con respecto a las zonas de costa, hasta 800 mm anuales, incluso más en la zona de
barlovento. La temperatura media es de 15,2°C con su máximos en agosto y septiembre
con 18,5° y sus mínimos en enero, febrero y marzo con 12,5°. Estas temperaturas
chocan con la media del resto de islas, lo que se debe a la elevada altitud de la caldera
que se ve constantemente influenciada por el mar de nubes. Presenta por lo tanto, unos
veranos cálidos e inviernos suaves.

En cuanto a la flora, destacan los pinares canarios, el pinar es el mejor


representante de la vegetación isleña entre los 1.200 y los 2.000 m en el parque
nacional, está desde los 400 m llegando a alcanzar los 2.400 m en el Roque de Los
Muchachos y se asocia con otras especies formando comunidades vegetales. Además
cuenta con una vegetación de alta montaña en los puntos de mayor altitud. Por otro
lado, la presencia de la laurisilva es mínima, debido a que la altitud de las paredes de
la Caldera no permite el paso de los vientos alisios y, por tanto, la humedad no es
suficiente para que se desarrolle.

La fauna de los pinares es escasa y la componen escasos mamíferos como


las cabras, el arruí, murciélagos y conejos. Estos tienen que ser controlados porque
presentan una amenaza. Aves como los cernícalos o grajas y un gran número de
invertebrados. Destaca la presencia de ciertos endemismos como las palomas turqué y
rabiche, el cuervo canario o el murciélago de Madeira.

En cuanto a los recursos hídricos, en el interior de la Caldera aparecen


fuentes, manantiales y cascadas como la de la Desfondada de 150 m de altura. De
menor tamaño, pero con mayor caudal, es la cascada del Hoyo de los Juncos. Varios
barrancos constituyen cursos permanentes de agua, algunos de cierta importancia
como el de Taburiente y el del Almendro Amargo. Las aguas del Barranco de Rivaceras,
presentan un fuerte color amarillo dando lugar a la Cascada de Colores.

Los cambios que se producen en el interior por efecto de la erosión son muy
patentes a simple vista. Desaparecen cascadas, aparecen otras nuevas, los
desprendimiento son constantes.

Con más de 70 manantiales y galerías, el caudal de la Caldera es


considerable y durante la conquista se conocía al riachuelo que discurre por el barranco
de las Angustias como río Arjerjo y una red de canales, acequias y tuberías la recogía
para su aprovechamiento como agua potable o regadío.

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