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Este documento describe las transformaciones sociales en Argentina en las primeras décadas del siglo XX. Hubo fuertes conflictos sociales como la Semana Trágica de 1919 y huelgas en La Forestal entre 1920-1921 que resultaron en represión. Aunque la conflictividad cesó, el movimiento obrero se fortaleció. La mayoría de la población era inmigrante, principalmente de España e Italia. A pesar de la Primera Guerra Mundial y la crisis de 1929, la economía argentina continuó basándose en la exportación agrícola
Este documento describe las transformaciones sociales en Argentina en las primeras décadas del siglo XX. Hubo fuertes conflictos sociales como la Semana Trágica de 1919 y huelgas en La Forestal entre 1920-1921 que resultaron en represión. Aunque la conflictividad cesó, el movimiento obrero se fortaleció. La mayoría de la población era inmigrante, principalmente de España e Italia. A pesar de la Primera Guerra Mundial y la crisis de 1929, la economía argentina continuó basándose en la exportación agrícola
Este documento describe las transformaciones sociales en Argentina en las primeras décadas del siglo XX. Hubo fuertes conflictos sociales como la Semana Trágica de 1919 y huelgas en La Forestal entre 1920-1921 que resultaron en represión. Aunque la conflictividad cesó, el movimiento obrero se fortaleció. La mayoría de la población era inmigrante, principalmente de España e Italia. A pesar de la Primera Guerra Mundial y la crisis de 1929, la economía argentina continuó basándose en la exportación agrícola
En los primeros años de este período sucedieron fuertes conflictos sociales: la semana trágica de 1919, las huelgas y la represión en La Forestal entre 1920 y 1921, los episodios de la Patagonia. Luego, la conflictividad cesó. Sin embargo, el movimiento obrero fortalecía su posición dentro de los sindicatos y comenzaba un proceso de transformación de la identidad de los grupos dominados o bajos de la sociedad, especialmente, en las ciudades. Se extendió la identidad popular con huellas en la experiencia migratoria. La mayoría de la población o un alto porcentaje de ella, era extranjera (más que nada españoles e italianos). Esto se notaba más en las grandes ciudades. La primera guerra mundial impactó negativamente la llegada de los inmigrantes, pero luego, se recuperó. A pesar de la guerra, durante los años radicales la economía argentina se basó en la exportación de productos agropecuarios. Cuando la inmigración se recuperó de la guerra, la inversión extranjera volvió a funcionar. Entonces, la economía agroexportadora se reconstituyó. Se dio también un desarrollo y producción gradual de bienes para el mercado interno y la sustitución de importaciones. Entre 1920 y 1930, se radicalizaron en argentina muchas empresas extranjeras, en su mayoría, norteamericanas. Fábricas de productos eléctricos, farmacéuticos, de neumáticos y químicos, etc. A pesar de la crisis de 1929 y del golpe de estado de 1930, la economía argentina se siguió fundamentando a partir de la producción primaria para el mercado externo dentro de una relación comercial que incluía argentina, Inglaterra y estados unidos. La presencia de Estados Unidos en las importaciones argentinas crecía al igual que las inversiones en el país. Pero, estados unidos no había comercio de productos agropecuarios ya que ellos también se enfocan en ello para subsistir. Con la guerra, los salarios bajaron y en 1919, inició una cierta recuperación de manera lenta. En tiempos de Alvear, los salarios se mantuvieron, aunque con complicaciones por la inflación. Los trabajadores que entraron en huelga durante 1917 y 18, alcanzó el máximo en 1919, el año de la semana trágica. ¿Qué pasó con los trabajadores rurales? Sus salarios cayeron al igual que en las ciudades, aumento de la desocupación, los trabajadores y su situación jurídica se hizo precaria y su organización sindical. Las zonas de exploración rural y agrícola tendieron a explotar a los chacareros, peones y los obreros rurales con los propietarios, contratistas y arrendatarios. En esos casos no faltó la violencia tanto por parte, de las fuerzas represivas y huelguistas, trabajadores o chacareros. Dos conflictos relevantes: La Forestal y la Patagonia: El conflicto en el mundo rural y el conflicto social hubo 2 episodios muy importantes: *La Compañía La Forestal, cuyos capitales eran ingleses que actuaba el norte Santa Fe y en el Chaco. Masacre de La Forestal La masacre de La Forestal fue una matanza de huelguistas de la empresa británica de tanino La Forestal, sucedida en 1921 en varios pueblos del norte de la provincia de Santa Fe (Argentina). Los asesinatos sucedieron durante el gobierno del presidente radical Hipólito Yrigoyen y fueron cometidos por el grupo parapolicial Liga Patriótica Argentina y fuerzas policiales privadas de la empresa, autorizadas por el gobierno de la provincia. *La Patagonia La Patagonia rebelde, también conocida como la Patagonia trágica, es el nombre que recibió la lucha protagonizada por los trabajadores anarcosindicalistas en huelga en el Territorio Nacional de Santa Cruz, en la Patagonia argentina, entre 1920 y 1922. Sus inicios se trazan a una crisis económica dada al finalizar la primera guerra mundial causando la baja del precio de la lana. Esto afecta gravemente a las haciendas ovejeras de la región de la Patagonia sur, principalmente en la provincia de Santa Cruz. Los estancieros responden con una serie de despidos y con una reducción generalizada de las condiciones laborales. Los disturbios iniciales comienzan con una serie de huelgas independientes distribuidas en la región.3 Intervinieron organizaciones sindicales anarquistas cómo la Sociedad Obrera de Río Gallegos y Federación Obrera Regional Argentina (FORA) incitando a los obreros por medio de campañas de propaganda y un empuje a la sindicalización de los obreros, también intervienen fuerzas paramilitares reaccionarias como la Liga Patriótica bajo contacto de los estancieros. El presidente Hipólito Yrigoyen envía en enero de 1921 tropas del Ejército comandadas por el teniente coronel Héctor Benigno Varela con órdenes de "normalizar" la situación.4 A pesar de lograrse un acuerdo inicial, las negociaciones colapsan y los disturbios se transforman en una huelga general, culminando en la toma de haciendas y el regreso de la armada con órdenes de terminar con las huelgas por uso de fuerza. Entre 300 y 1.500 obreros fueron asesinados o fusilados.5 La Policía informó la pérdida de cinco de sus hombres y el Ejército admitió haber perdido dos soldados.6 Varela afirmó en su informe al Ministerio de Guerra que los trabajadores planeaban derrotar a la expedición militar y, con ayuda de los sindicatos, "tomarían el poder en Buenos Aires".7 Se ha afirmado que los hombres de Varela combatieron contra carabineros chilenos y que se había capturado a diez de ellos; información que se usó desde entonces para justificar la masacre como una defensa de la soberanía argentina contra un intento de invasión chileno. La inusitada represión constituye uno de los hechos más graves de violencia contra los trabajadores durante un gobierno democrático argentino.109 La semana trágica: Del 7 al 14 de enero de 1919, en Buenos Aires, se desataron graves incidentes entre manifestantes obreros anarquistas y grupos de choque que respondían a las patronales enfrentadas además con el Gobierno de Yrigoyen. En esta situación, los Trabajadores llevaron adelante ciertas medidas de fuerza para reclamar y luchar por mejores condiciones laborales. Sin embargo, se desató una tragedia que se cobró la vida de cientos de obreros que se movilizaban por una causa justa. Esta fue la más sangrienta de las represiones que sufrió el sector de Trabajadores en la historia argentina. El conflicto se había originado con la toma de los Talleres Vasena, donde los Trabajadores hacían expresos sus reclamos de mejoras en las condiciones laborales. En primera medida, el Gobierno aceptó el planteo gremial pero la intransigencia del sector anarquista de la Federación Obrera Regional Argentina (FORA), sumada al accionar violento de rompehuelgas y de grupos nacionalistas, derivó en una escalada de violencia que dejó cerca de 700 muertos y miles de heridos. El proceso político había cambiado sustancialmente con la llegada de Hipólito Yrigoyen a la presidencia en 1916. Propició leyes a favor de los Trabajadores y la Organización Sindical, junto a una economía nacional contra los intereses probritánicos de la oligarquía, lo que le valió a Yrigoyen un durísimo enfrentamiento con la Sociedad Rural Argentina que lo abucheó en una de sus exposiciones, como décadas más tarde haría con otro Presidente radical, Raúl Alfonsín. Este era el marco crispado en el que se desarrolló esta lucha que llevaron adelante los anarquistas de los Talleres Vasena, quienes iniciaron una huelga en reclamo por la reducción de la jornada laboral de 11 a 8 horas. Las negociaciones estancadas detonaron el accionar violento de la patronal, quien usó grupos de choque para reprimir sangrientamente a los obreros que se encontraban protestando. Estos hechos dramáticos conforman una página oscura de la historia del sector trabajador de la Argentina, pero quedó asentado, de esta manera, que los Trabajadores y las Trabajadoras tenemos el justo Derecho a manifestarnos ante la falta de respuestas y de luchar incansablemente por nuestros ideales. El movimiento obrero: Los movimientos obreros no eran sólo trabajadores movilizados espontáneamente, sino que también participaban las agrupaciones sindicales. En los barrios nuevos hubo espacios de sociabilidad local como cafés, clubes, asociaciones culturales o deportivas, bibliotecas y sociedades de fomento. Entre 1918 y 1929, se sancionaron leyes que reglamentaron el trabajo a domicilio y el trabajo infantil y el trabajo nocturno; y cómo debían de pagarse los salarios. En 1929, se sancionó la ley de 8 hs diarias y 48 semanales de trabajo. Durante la presidencia de Alvear, el 1 de mayo se había convertido en feriado nacional y se establecieron algunas jubilaciones para algunos trabajos. Con más tiempo libre aparecieron espacios como el cine, el futbol. En los barrios nuevos había una mezcla de experiencias, gente que tenían diferentes trabajos y muchas veces se unieron para pedir la creación de escuelas, hospitales, bibliotecas o clubes, etc. Estás iniciativas exigían la negociación con el Estado que era visto como proveedor de servicios, además, de un agente represivo. El partido socialista y el radicalista tenían una fuerte impronta barrial y funcionaron como intermediarios de esos sectores y el Estado.