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Manuel A.

Odría
BIOGRAFÍA
Nacimiento

Sus padres fueron Arturo Odría Álvarez y Zoila Amoretti Pechú. Su abuelo paterno fue el coronel Manuel Odría de La Canal, uno de los vencedores del combate del 2 de
mayo del Callao, donde fue herido, quedando inválido del brazo derecho. Su bisabuelo paterno fue Sebastián Ignacio de Odría Urdanpilleta y Atristaín, de origen vasco,
el primer Odría que llegó al Perú en tiempos de la colonia, quien luchó bajo la bandera realista durante la guerra de la independencia y luego se estableció
definitivamente en Tarma, donde se casó con la dama tarmeña María Dolores de La Canal.

Su abuelo materno fue el italiano Antonio Amoretti, casado con Dolores Pechú Arrieta, hija de Pedro Pechú Le brum (próspero comerciante francés natural de Bayona)
y de Lorenza Arrieta (perteneciente a una de las familias más poderosas de la región central del Perú, también de origen vasco, y con importantes vínculos desde la
época del Virreinato Peruano).

Manuel A. Odría Amoretti nació en una de las casonas de la familia Arrieta. Su máximo benefactor fue su tío abuelo materno, el doctor Manuel Pechú Arrieta, cónsul de
Francia y alcalde de Tarma, quien veló por darle una educación idónea.

Años escolares

Estudió la primaria en el colegio de los padres dominicos San Francisco de Sales, y en 1909 pasó a cursar la secundaria en el Ilustre Colegio Nacional San Ramón, ambos
en su natal Tarma, donde su tío, el distinguido hombre de negocios y hacendado Juan Carlos Arrieta Abeytúa era el administrador general y contribuyente asiduo del
colegio. Entre las amistades que Odría cultivó en el colegio, destacaron Ulises Sempertegui, Manuel García-Zapatero, Luis A. Cárdenas, Antonio Cantella y Edilberto
Caro. Destacó en las asignaturas de matemáticas y especialmente en historia, materia por la que obtuvo el primer puesto en el tercer y cuarto año. Culminó sus
estudios secundarios en 1913. Al año siguiente falleció su padre.
Formación militar

En 1914 se trasladó a Lima con su familia y se preparó para ingresar a la Escuela Militar de Chorrillos. Ello se dio el 28 de abril de 1915, eligiendo el arma de infantería.
Durante los cuatro años de estudios como cadete, obtuvo notas sobresalientes. En el tercer año obtuvo una mención honrosa por haber obtenido la más alta nota.
Asimismo, fue el único cadete elegido para representar a los institutos armados, formando parte de una delegación de jóvenes universitarios, que viajó a Bolivia en
1917. En dicho grupo estudiantil se hallaban Javier Correa Elías, Raúl Porras Barrenechea, Cristóbal de Losada y Puga, Edgardo Rebagliati y Víctor Raúl Haya de la Torre.

El 1 de febrero de 1919, egresó de la Escuela Militar con el grado de subteniente de infantería y como el número uno de su arma, mereciendo la espada de honor de su
promoción (la número 19). Por sus cualidades profesionales, fue solicitado por la Escuela como instructor, prestando sus servicios durante siete años.

El 27 de julio de 1921, ascendió a teniente y, el 1 de febrero de 1924, a capitán. En 1927 ingresó por concurso a la Escuela Superior de Guerra, para realizar cursos de
especialización. Después de dos años de estudios egresó como diplomado de Estado Mayor, integrando la primera promoción. Ingresó también a la Universidad
Nacional Mayor de San Marcos realizando estudios en la facultad de ciencias matemáticas. Con el mismo espíritu de superación profesional, ingresó a la Escuela
Superior de Guerra Naval, de donde egresó como diplomado de Estado Mayor Naval, formando parte de la primera promoción en 1932.
Trayectoria profesional

Ascendido a mayor el 1 de febrero de 1930, asumió la jefatura del batallón de Infantería de la Escuela Militar, cargo que ejerció hasta su ascenso a teniente coronel, el 1
de febrero de 1936. Fue entonces designado Jefe de Estado Mayor de la Cuarta División en el Cuzco y, con igual cargo, pasó a la División Ligera, con sede en Piura, al
frente de la cual participó en la guerra con el Ecuador de 1941. Memorable fue su actuación en la batalla de Zarumilla, que se libró del 23 al 27 de julio de ese año, y en
el que las fuerzas peruanas repelieron el ataque de los ecuatorianos, pasando así a la ofensiva y a una ocupación breve de territorio ecuatoriano. Por su distinguida
acción fue promovido a coronel el 15 de noviembre de 1942, y nombrado Sub-Director y luego Director General de la Escuela Superior de Guerra del Perú.

Viajó a los Estados Unidos para seguir cursos sobre los armamentos modernos, y a su regreso fue promovido a General de Brigada, por ley del Congreso dada el 23 de
marzo de 1946. Ocupó asimismo el cargo de jefe de estado mayor general del Ejército, desde abril de 1946 hasta enero de 1947, cuando fue convocado para formar
parte del gabinete ministerial del presidente José Luis Bustamante y Rivero, como Ministro de Gobierno y Policía.

La siguiente etapa de su vida corresponde a su ascenso al poder, primero presidiendo una Junta Militar de 1948 a 1950, y luego como presidente constitucional, de
1950 a 1956. El 10 de octubre de 1951, por ley dada por el Congreso, fue ascendido al rango de General de División.
Presidente de la república (1950-1956)

Odría juró como presidente constitucional el 28 de julio de 1950, ante un Parlamento igualmente elegido. Mantuvo vigente la Ley de Seguridad Interior. Su gobierno
gozó de estabilidad económica y continuó la obra trazada en la etapa de la Junta Militar.

Siguiendo su lema «Hechos y no palabras», Odría desarrolló un vasto plan de obras públicas, principalmente enderezado a la construcción de las Grandes Unidades
Escolares tanto en Lima como en las principales ciudades del país, así como vías de comunicación, hospitales, ministerios, hoteles, etc. Muchas de sus obras fueron
destinadas a su ciudad natal, Tarma (la Iglesia Matriz, el Hotel de Turistas, el Hospital Regional, etc.); y a Tacna, la ciudad heroica, cuna natal adoptiva de María Delgado
de Odría.

Hay que señalar que el gobierno de Odría se vio favorecido por una coyuntura económicamente favorable por el aumento de las exportaciones debido a la guerra de
Corea. Los precios de los productos de exportación (algodón, azúcar, metales, lana) repuntaron en el mercado mundial. Ello motivó que los ingresos fiscales
aumentaran notablemente, dinero que el gobierno utilizó en su programa de obras públicas, que aparte de su utilidad intrínseca, dio empleo a decenas de miles de
trabajadores.

Pero al mismo tiempo, los derechos civiles fueron severamente restringidos y la corrupción fue rampante a lo largo de todo su régimen. La represión política estuvo
encarnada en la figura del director y luego ministro de Gobierno, Alejandro Esparza Zañartu, tenebroso personaje que actuaba bajo un halo de misterio.

El gobierno tuvo también que afrontar el problema del asilo de Haya de la Torre en la embajada colombiana, asunto que lo desprestigió a nivel internacional. Ya en el
tramo final de su período, el aumento de los precios en los artículos de primera necesidad, la iniciación de una inquietante crisis económica-fiscal y la acentuación de la
dictadura, produjeron malestar en las masas, clamándose por un gobierno que renovara las viejas estructuras de la nación. Surgieron nuevos partidos políticos como la
Democracia Cristiana, el Social Progresismo, y posteriormente Acción Popular, acaudillado por el arquitecto Fernando Belaúnde Terry.
El Pacto de Monterrico

Una de las principales preocupaciones de Odría era lograr que su sucesor se comprometiera a no investigar la corrupción y los delitos políticos de su gobierno. Aunque
los ingresos legales de Odría durante el Ochenio sumaban en total alrededor de 300 000 soles, había acumulado propiedades que valían 3 000 000 sólo en el
departamento de Lima. Otros miembros de su familia y ministros del régimen se habían enriquecido también.

Aparentemente, cuando parecía probable la victoria electoral de Prado, se llegó a un acuerdo, conocido como el «Pacto de Monterrico», entre Prado y Odría,
asegurando que la cuestión de la corrupción no sería abierta por el nuevo régimen. Así, pues, no se hizo investigación alguna en los años siguientes, a pesar de que las
prácticas corruptas del régimen de Odría fueron denunciadas públicamente y en gran detalle por líderes de la oposición como Héctor Cornejo Chávez.

Pos presidencia.

En las elecciones generales de 1962 Odría postuló como candidato por la Unión Nacional Odriísta, partido por él fundado y cuyo plan era un “Estado socialista de
derecho”. Compitió con Víctor Raúl Haya de la Torre y Fernando Belaúnde Terry, pero ninguno de ellos alcanzó el requerido tercio de los votos generales. La elección
del presidente debía entonces trasladarse al Congreso. La situación obligaba a un pacto entre por lo menos dos de los tres principales contrincantes para elegir al
presidente. Insólitamente, el pacto se realizó entre los dos enemigos acérrimos, Haya y Odría, acordándose que este último asumiría la presidencia de la república. Pero
un golpe de Estado de las Fuerzas Armadas removió al presidente Prado del gobierno, unos pocos días antes de que terminara su mandato, aduciendo que existían
vicios en el proceso electoral.

Fueron convocadas nuevas elecciones en 1963, a las que se presentaron los mismos tres candidatos que obtuvieron alta votación en 1962. Esta vez ganó Belaúnde con
un 36% de los votos. Bajo este nuevo gobierno, el partido de Odría formó una alianza parlamentaria con el APRA, que obstaculizó todo intento de reforma estructural
planteado por Belaúnde y su partido. Esta pugna política culminó con el golpe militar del general Juan Velasco Alvarado, en 1968.

Fallecimiento

Durante el Gobierno de las Fuerzas Armadas, Odría se retiró de la política activa. Vivía entonces en el barrio de Santa Beatriz, Cercado de Lima, en la calle Nicolás
Corpancho, junto a su esposa María Delgado Romero. Falleció el 18 de febrero de 1974, a causa de un infarto al miocardio. Sus restos embalsamados se velaron en el
mortuorio del Hospital Militar Central y luego en la Iglesia del Sagrario. Por decreto supremo N° 002-74/PM, el gobierno decretó que se le rindieran honores de
Presidente de la República y declaró duelo nacional el día en que se realizaron sus funerales. Sus restos están en un mausoleo en el ala izquierda de la Iglesia Catedral
de Tarma.

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