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Este trabajo tiene el objetivo de observar un corpus de la obra Caronte o los

observadores (Cont.) de Luciano de Samosata (escritor griego del siglo II d.C.) del que
se cuenta con cuatro versiones manuscritas y una impresa. Partiendo del supuesto de
que el análisis de la tipografía griega aportaría algunas características sobre los intereses
y prácticas de lecto-escritura de los copistas, se intentará establecer relaciones entre la
escritura y el contenido de los escolios registrados en cada manuscrito. Este análisis
permitirá poner en relación la profundidad o relevancia de los comentarios y la
experiencia en conocimientos de escritura. Asimismo, teniendo en cuenta que las
impresiones griegas fueron algo más tardías respecto de las latinas (Clair, 1976:169),
desarrollaremos el impacto de la circulación de dichos escolios ya en versiones
manuscritas, ya en impresas. La diferencia entre ambas versiones radica en que las
primeras son accesibles a un público reducido (los lectores habilitados al contacto con
los manuscritos en los monasterios), mientras que las segundas lo son a un público más
amplio. El propósito del trabajo es mostrar en qué momentos ciertos comentarios
pudieron circular de manera masiva y en qué momentos no. Este análisis permitirá
mostrar reflexiones sobre la obra de Luciano que ya existían en escolios en una época
muy temprana y que la crítica moderna logró identificar mucho después.

Para realizar tales objetivos, el trabajo cuenta con los siguientes apartados. En el primer
apartado se presentan y describen los manuscritos. Con los aportes de la paleografía se
incluyen aquí análisis para identificar la tipografía griega empleada en cada uno de
ellos. En el segundo apartado se exponen los temas que aparecen en los escolios según
cada manuscrito. Asimismo, se plantean hipótesis sobre el perfil-lector de cada copista
que puede identificarse de acuerdo a la tipografía y a los comentarios realizados. En
tercer lugar, el trabajo se ocupa del impacto de la edición impresa sobre el modo de
circulación. Esta sección abarca una breve presentación sobre tendencias en la crítica
especializada en Luciano. El corpus está formado por manuscritos de los siglos X al XV
y la edición impresa de los escolios es de 1906, del filólogo Hugo Rabe para editorial
Teubner.

Primer apartado: identificación de los manuscritos

Para comenzar destacamos que la pieza Caronte se inscribe en el género diálogo satírico
y en cuanto a lo formal un rasgo compartido por todos los manuscritos es la ausencia de
indicación de los comienzos de la intervención de cada personaje junto con los nombres

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completos, pero sí aparecen de manera abreviada al margen. Esto puede responder a una
decisión formal de economía del soporte o puede suponer que el lector de algún modo
debería conocer las abreviaturas de los nombres, o bien, que por el parlamento debería
saber quién es el personaje que habla. Desde el punto de vista formal, a pesar de que el
género discursivo es el diálogo, el texto se copia en columnas seguidas, sin separaciones
de las diferentes intervenciones de los personajes en saltos de renglones.

Manuscrito γ: (Vaticanus 90, del siglo X). El texto tiene al costado las iniciales de los
nombres de los personajes donde comienza el cambio de parlamento. Las páginas no
están foliadas. El texto está escrito en una sola gran columna.

La escritura ha sido identificada en el tipo denominado Bouletée (“con bolitas”) nombre


asignado por J. Irigoin (cf. Ruiz, 2011:96) debido a la presencia de ápices circulares en
las aristas de los trazos, rasgo que se puede ver en el manuscrito γ. Para ejemplificar se
cita el manuscrito Urb. Gr. 15 (Ruiz, 2011:96) del que ofrecemos una imagen:

Pasaje de 1r extraído de https://digi.vatlib.it/view/MSS_Urb.gr.15

A continuación, una imagen del primer pasaje de nuestro manuscrito γ para comprobar
la forma de las aristas.

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Esta escritura se ubica en las corrientes constantinopolitanas, por el aspecto general del
ritmo (ductus) es una escritura caligráfica y reposada. Canart (1980:27) la caracteriza
como una escritura solemne que surge en contextos litúrgicos, reservada a los textos de
los evangelios y a los manuscritos de lujo.

Los rasgos principales de la minúscula Bouletée y que se encuentran en el manuscrito


analizado son: el ángulo, de posición vertical; el módulo es pequeño y geométrico; se
evitan las ligaduras. Por la reducción de los ascendentes (astas) y descendentes (caídos)
de las letras se produce una caja de escritura cuadrada (con excepciones en algunas
letras como lambda “λ” o rho “ρ”) que condujo a Irigoin a señalar que esta escritura
transgrede el esquema cuatrilineal de la minúscula y logra uno más parecido al bilineal.

Algunas letras destacadas para identificar el tipo Bouletée son: la delta (δ) que
predomina diseñada con la curva de la parte superior enderezada hacia arriba en lugar
de inclinada hacia la izquierda como en otras escrituras minúsculas; y la ýpsilon (υ)
cuadrada. Canart (1980:27) ofrece estas imágenes:

A continuación mostramos ejemplos tomados del corpus del manuscrito γ:

-delta (δ) enderezada:

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Destacado en la palabra ἰδεῖν (Cont. 1.4)

Destacado en la palabra οὐδεις (Cont. 1.5)

Destacados en las palabras δείξεις y εἰδως (Cont. 1.8)

-ýpsilon (υ) cuadrada:

Destacados en las palabras οὐ y πάνυ (Cont. 1.2)

Destacados en las palabras στερούμενοι y οἰμώζουσι (Cont. 1.4)

Manuscrito B: (Vindobonensis 123, de los siglos X-XI) contiene treinta obras. Las
páginas están foliadas. Está escrito en dos columnas, la primera línea del texto está en
ékthesis. Tiene el título centrado, no marca iniciales de los personajes con los cambios
de diálogo y la primera palabra del cuerpo del texto está desplazada hacia la izquierda.

La escritura ha sido identificada como estilo otrantino rectangular (por el uso en los
manuscritos de Otranto, Puglia), se incluye en el sub-grupo de las minúsculas ítalo-
griegas que surgen a partir del s. X. Sobre este estilo Crisci (2012:176) menciona la
característica ornamentación, el uso de muchos colores y la decoración de las letras
iniciales, indicio del carácter arcaico y provincial. Para ejemplificar se citan los
manuscritos Vat.Gr. 1221 (cf. Ruiz, 2011:98) y Sin.Gr. 193, f. (cf. Crisci, 2012:176) de
los que ofrecemos imagen:
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Pasaje extraído de:

https://portail.biblissima.fr/fr/ark:/43093/mdatab395f4d84d8c57c0cde2eb0f05eb75cef6
7cd8c7

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Pasaje extraído de Crisci (2012:402)

A continuación una imagen del primer pasaje de nuestro manuscrito B para comprobar
las semejanzas. Merece destacar que con una flecha hemos señalado el diseño que
indica el comienzo del texto porque es similar al que se puede ver en la columna
izquierda del manuscrito Sin.Gr. 193, f.:

Esta escritura se origina en la Italia meridional, después de la dominación normanda y


representa un modelo tradicional y arcaizante (cf. Canart, 1980:33-34). Por el aspecto
general del ritmo (ductus) sigue la forma cursiva de escritura rápida (currenti calamo),
para sostener que no favorece la legibilidad argumentamos que no ha sido incluida en
los estilos caligráficos, sino en los tradicionales (Canart, 1980:33-34).

Los rasgos principales del estilo otrantino rectangular y que se encuentran en el


manuscrito analizado son: el ángulo de posición vertical (eje recto); el módulo de las
letras es irregular, rectangular y aplastado. Algunas letras destacadas para identificar
este estilo son: la forma rectangular y aplastada de letras como alpha (α), beta (β), kappa
(κ), ny (ν), pi (π), sigma (σ), omega (ω). Además, las ligaduras de sigma-pi (σ-π) o
ýpsilon-ny (υ-ν).

A continuación mostramos ejemplos del corpus del manuscrito b:

-alpha (α) y ny (ν) rectangulares:

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Destacado en la palabra αἰτησάμενος (Cont. 1.8)

-pi (π) y omega (ω) rectangulares:

Destacado en la palabra λιπόνεως (Cont. 1.9)

-beta (β) rectangular y aplastada:

Destacado en la palabra βίῳ (señalamos además que en el manuscrito las iotas están
adscritas “τωι βίωι”) (Cont. 1.5)

Destacado en la palabra βραδύνανταμε (Cont. 1.16)

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Destacado en la palabra βηλοῦ (Cont. 1.19)

-ligadura ýpsilon-ny (υν):

Destacada la ligadura en la palabra βραδ-υν-αντα[με] (Cont. 1.16)

Destacada la ligadura en la palabra σ-υν-διάκτορος (Cont. 1.24)

Manuscrito ω: (Marcianus 840, de comienzos del siglo XI) el texto está escrito en una
columna, las páginas están foliadas. En el margen izquierdo tiene las iniciales de los
nombres de los personajes pero no hay cortes en la línea cuando termina la intervención
de un personaje.

En la lectura del manuscrito ω, ubicado en los inicios del s. XI encontramos dificultades


para identificar un estilo uniforme. A partir de ello consideramos que corresponde al
período de disolución del tipo Perlschrift o Perlada, un estilo que surgió en la segunda
mitad del s. X (Canart, 1980:29). Esta escritura se caracteriza por el predominio en la
forma de las letras del uso de círculos enteros, quebrados o unidos, cuya combinación
genera la apariencia de perlas ensambladas (cf. Canart, 1980:27). No obstante, Ruiz
(2011:98) señala que a partir del s. XI se observa un relajamiento de la tendencia
caligráfica y la minúscula evoluciona con menor perfección gráfica y predominio de
formas cursivas. De manera que, las minúsculas griegas de este período resultan
difíciles de sistematizar en grupos y, por el contrario, se imponen las técnicas

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individuales de los copistas. A pesar de esto, en la base permanece el estilo Perlschrift,
cuyas letras destacadas son: la presencia repetida de las iotas adscritas (en lugar de
suscritas), la omega (ω) formada por la unión de dos ómicron (ο) engarzadas, la pi (π)
igual a la omega pero con un trazo horizontal arriba, la alpha (α) formada a partir de una
ómicron con un trazo vertical a la derecha. Pero además, en el manuscrito ω se
presentan muchas características registradas como propias de aquel período de
relajamiento, tales como: la abundancia de abreviaturas;1 algunas letras agrandadas o
interposición de mayúsculas (como la gamma Γ); la escritura de kappa (κ) dividida,
entre otros rasgos dispersos que se registraron en este período.

Primero, mostraremos una imagen de la escritura Perlschrift y una del primer pasaje del
manuscrito ω para comprobar la similitud de base. Luego mostraremos ejemplos del
relajamiento de la escritura a perla.

Manuscrito ejemplar de la escritura Perlschrift Par. gr. 1085:

1
Las abreviaturas de los manuscritos griegos han sido sistematizadas y descriptas por Crisci (2012:282-
286), que proporciona tablas con imágenes ilustrativas (este aporte es similar a la sistematización de
abreviaturas en latín de Capelli).

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Pasaje extraído de Crisci (2012:398).

Confrontar la similitud del manuscrito ω:

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-abreviatura de ἄνθρωποι (Cont. 1.5). En la imagen también se pueden ver letras de
estilo Perschrift: la omega (ω) formada por la unión de dos ómicron (“αὐτῳ”, que tiene
la iota adscrita como se puede ver en la marca sobre la omega en la esquina superior
derecha); la alpha (α) igual a ómicron con un trazo vertical a la derecha.

Destacamos que a la derecha del círculo verde está la letra épsilon (ε) de la siguiente
palabra, de manera que ἄνθρωποι está abreviada. Ver el modelo de abreviatura que
ofrece Crisci (2012:286):

- abreviatura de γὰρ:

Destacado de la conjunción γὰρ (Cont. 1.11).

El diseño se puede confrontar con el que ofrece Crisci (2012:284):

11
-abreviatura de la negación οὐ:

Destacado de οὐ abreviada (Cont. 1.14)

El diseño se puede confrontar con el que ofrece Crisci (2012:284):

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-Alógrafos de gamma (minúscula “γ” y mayúscula “Γ”):

Destacados en las palabras: Γιγνομένων, ἐγὼ y Γῆς (Cont. 2.9-11).

-kappa (κ) dividida:

Destacado en la palabra κατιόντες (Cont. 1.6).

Manuscrito N: (Parisinus graecus 2957, s. XV) es un manuscrito recentior,


considerado mixto y deterior. A pesar de eso es valioso porque tiene conexiones con la
parte perdida del manuscrito más antiguo de Luciano, el ms. E (Harleianus 5694, s. X).
Así, las setenta y nueve obras que conserva se consideran el testimonio más completo
de la familia β (cf. Gómez Cardó, P. 2022). Las páginas están foliadas. Al costado del
texto aparecen las iniciales donde comienza el cambio de parlamento. La escritura se
caracteriza con una tendencia a la cursiva, clara (espaciada), con algunas ligaduras y es
la más legible.

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La grafía ha sido identificada como escritura de Crisolora, un modelo que surge en
Florencia, en el siglo XV. Tal escritura lleva el nombre de Manuel Crisolora, un
maestro bizantino que llegó a Florencia en 1379 y difundió la enseñanza de la lengua
griega y de los textos del mundo helénico entre los humanistas italianos. Para ello,
Crisolora elaboró textos alfabéticos, con modelos simplificados, para la iniciación en los
nuevos caracteres mediante la estrategia de la repetición.

La escritura crisolorina fue registrada especialmente en comentarios marginales del


erudito en los códices de su biblioteca y se caracteriza por estar acompañada de un título
autógrafo bilingüe (en griego y en latín) que resume el contenido del texto. En el
aspecto general predominan la claridad, el equilibrio de los caracteres, la estricta
división de letras y palabras, con lo cual se favorece la legibilidad. Crisci (2012:208)
sostiene que es un modelo de escritura muy imitable, rasgo que permitió su
conservación en una tendencia crisolorina presente en muchos de los discípulos,
incluso, en manos indirectas alejadas en el tiempo. Para ejemplificar se cita el
manuscrito Vindob. phil. gr. 90, f. 82 procedente del discípulo Palla Strozzi (Crisci,
2012:210), del que ofrecemos imagen:

Pasaje extraído de Crisci (2012:407)

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A continuación una imagen del primer pasaje de nuestro manuscrito para comprobar las
semejanzas:

Por las características mencionadas es una escritura caligráfica, el ritmo (ductus) es


reposado. Algunos rasgos específicos son: la escasez de abreviaturas; también de
ligaduras; numerosas yuxtaposiciones; trazos reducidos que producen letras claras; en
general no se rompe el sistema bilineal. En cuanto a letras particulares, la escritura
crisolorina se caracteriza por: la beta (β) a dos ojales; gamma (Γ), kappa (Κ) y pi (Π)
mayúsculas; delta minúscula (δ); épsilon semilunar (ε); theta (θ) y omega (ω) abiertas;
tau (τ) en dos trazos.

A continuación mostramos ejemplos del corpus del manuscrito N:

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- theta (θ) abierta y beta (β) a dos ojales (con dos círculos):

Destacados en las palabras εἰωθώς y βίῳ (Cont. 1.2-5)

-gamma (Γ) y kappa (Κ) mayúscula:

Destacados en las palabras Και, νεραΓωΓουντα, γιΓμένων (Cont. 2.7-9)

-Abreviaturas escasas: γὰρ y καὶ no están abreviadas como en mss. B.

Destacado en (Cont. 1.6-15)

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-Intento de mantener el sistema bilineal:

El mástil de la letra rho (ρ) y el primer trazo de my (μ) no tienen caídos, tau (τ) sin
ascendente (alógrafo junto a otras escritas de manera agrandada):

Destacados en ῥιψῃ, κἀμὲ y τοῦ (Cont. 1.16)

Segundo apartado: análisis de los escolios

Escolios del copista de gamma:

Para analizar los escolios del copista de gamma que emplea el estilo Bouletée, es
preciso tener en cuenta que dicha grafía surgió en contextos litúrgicos y en manuscritos
de lujo. El contenido de los comentarios de este copista es siempre sobre correcciones
de palabras (ver en Apéndice: indicados los comentarios γ 1-4; 6-9, todos sobre
correcciones de palabras). Un solo escolio (γ5) expone datos de un personaje conocido
en la época de Luciano: Milón, un atleta de Crotona.

Probablemente, el predominio de los comentarios sobre corrección lingüística responda


a la trayectoria por la que pasaron los textos de Luciano. Pues, los lectores tempranos,
(entre los que se puede mencionar a Focio, filólogo del s. IX), tuvieron una postura
negativa hacia el contenido ridiculizante, cómico y revisionista sobre las creencias
religiosas de Luciano (que llegó a ser catalogado como “anticristo”). Sin embargo, esta
obra ha sido conservada casi en su totalidad (unos ochenta y seis textos se conservan en
el corpus lucianeum) por la perfección de la lengua griega ática que los hacía
ejemplares para el estudio (cf. Cabrero, 2006:161-162). De manera que, en ese criterio
lingüístico se justifica la lectura interesada exclusivamente en las correcciones de
palabras. Asimismo, se entiende que un copista formado en contextos litúrgicos

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difícilmente realice lecturas con criterio literario, porque como ya hemos señalado desde
la visión cristiana la sátira de Luciano fue muy condenada.

Escolios del copista B:

Para analizar los escolios del copista de B que emplea el estilo otrantino cuadrado, es
preciso tener en cuenta su surgimiento en la región sur de Italia, después de la conquista
normanda. Dicha región previamente había sido ocupada por lombardos y bizantinos, el
antiguo reino de impronta helenística. Mencionamos el dato de la presencia helénica en
el sur de Italia porque este copista ubicado entre el siglo X y XI es el que realiza los
comentarios literarios más importantes, que denotan un profundo conocimiento de la
lengua y cultura griegas.2

Los escolios 1, 3, 4 y 6 B1 indican que el copista conoce mucho sobre literatura y


cultura griegas. En efecto, el escolio B1 es sobre las características del dios Hermes, y el
copista considera que permiten dar “mayor verosimilitud al diálogo”, ya que Luciano lo
presenta como un dios que no tiene tiempo (por la multiplicidad de tareas a su cargo
como mensajero y conductor). El Escolio B3 es interesante porque remarca que la
descripción de Hermes como un personaje “de hombros fuertes” es un detallo cómico
que logra Luciano, tal vez el comentario supone que el lector no se dará cuenta del
chiste. El comentario B4 indica un conocimiento muy erudito y literario porque el
escoliasta explica que Luciano se burla de Homero, pero especialmente remarca el
pasaje abrupto del elogio a la burla. Por último, el escolio B6 también indica un
profundo conocimiento de la poesía homérica, puesto que el copista señala sobre un
símil homérico reelaborado por Luciano (la comparación de la condición efímera de los
hombres con las burbujas de agua) que es “un paradigma muy útil, fértil o bien
logrado”. Además, el escolio B2 es sobre una corrección de palabra, mientras que el B5
pone en evidencia un amplio dominio de la lengua griega porque el copista identifica un
aticismo (un término específico del dialecto griego ático que tuvo su auge en siglo V
a.C. y en época helenística cedió su lugar al griego koiné).

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Es preciso señalar que Italia será escenario de los orígenes del Renacimiento (fenómeno cultural de
recuperación de la cultura griega) y posteriormente del Humanismo, pero no tuvo centros en la región sur
sino en Florencia, Roma y Venecia. Sin embargo es llamativo el conocimiento de la literatura griega del
copista de B. Asimismo, la grafía de otrantino no ha sido registrada como antecedente de la escritura
humanística, pues, se ha señalado que a partir del siglo XV las escrituras se clasifican en dos grandes
grupos: la escritura tradicional o conservadora y la humanística e innovadora. La escritura de otrantino es
una de las que se conservan en el grupo tradicional o conservador (cf. Ruiz, 2011:101-102).

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Escolios del copista de omega:

Para analizar los escolios del copista de omega cuya escritura es representativa del
período de disolución del estilo de la escritura Perlschrift (Perlada) es preciso tener en
cuenta que aquel se caracteriza por una tendencia a la relajación, con contrastes entre el
tamaño de las letras, usos de abreviaturas, entre otros detalles que descuidan la
legibilidad. Consideramos que probablemente este desinterés en la escritura esté
vinculado con el desinterés en la lectura debido a que el copista de ω solo aporta un
comentario de corrección de una palabra. En efecto el escolio ω1 es sobre un pasaje del
diálogo donde dice “la acrópolis, la de triple muralla”, el copista sugiere agregar “la
acrópolis [que tiene] triple muralla.”

Escolios del copista de N:

Para analizar los escolios del copista de N, de escritura ya ubicada en el período


humanístico y que hemos identificado como escritura de Crisolora, tales datos no dejan
dudas de un contexto propicio para el interés por la literatura griega. El escolio señalado
como N1 permite identificar que el copista entiende, o bien, distingue la diferencia entre
los personajes de relatos míticos que es un lenguaje “oscuro” en el sentido de no
descifrable, respecto de la observación de personajes históricos. Pues, ese es el tema
central del diálogo Caronte o los observadores: la observación de los personajes míticos
(Hermes y Caronte) ubicados desde arriba de un mirador a los hombre de la tierra.

A modo de conclusión:

En el desarrollo de este trabajo hemos analizado versiones manuscritas de la pieza


Caronte o los observadores de Luciano de Samosata, en las que no eran legibles los
escolios, de ahí remarcamos la importancia de la versión editada e impresa de H. Rabe
(1906). Pues, especialmente los escolios del copista B dan cuenta de reflexiones
estrictamente literarias, de identificación del uso sofístico del lenguaje y de una
valoración del matiz satírico de la obra de Luciano. Es preciso tener en cuenta que estos
escolios figuran en un manuscrito ubicado entre los siglos X y XI, cuando dominaban
las lecturas de Luciano como un “nihilista”, de recursos humorísticos agresivos y vacíos
de contenido. Las observaciones del escoliasta B sobre el juego ambivalente con los
datos de los relatos míticos y de la tradición homérica son ideas que no fueron
profundizadas por la crítica especializada en Luciano hasta aproximadamente el año

19
1977 cuando Louis Robert en Asie Mineure pudo combinar la imagen del artista
Luciano con la de las reflexiones filosóficas no aisladas de su época (cf. Cabrero,
2006:7-9).

APÉNDICE:

γ1

20
B1

B2

B3

γ2

Ν1

γ3

B4

B5

21
γ4

γ5

γ6
γ7

ω1

22
γ8

γ9

B6

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Bibliografía:

Cabrero, M. C. (2006): El elogio de la mentira. Sobre las Narrativas Verdaderas de


Luciano de Samosata. Universidad Nacional del Sur.

Canart, P. (1980) Lezioni di Paleografia e di Codicologia Greca. Biblioteca Apostolica


Vaticana.

Clair, C. (1976) Historia de la imprenta en Europa. Madrid: Ollero & Ramos.

Crisci, E; Degni, P. (2012) La scrittura greca dall’ antichità all’ época della stampa.
Una introduzzione. Carocci.

Gaskell, P. (1999) Nueva introducción a la bibliografía material. Ediciones Trea.

Gómez Cardó, P. (2022) “Editar, traducir, leer a Luciano de Samosata: jalones de una
pervivencia”, en El hilo de la fábula, Revista anual del Centro de Estudios
Comparados. Facultad de Humanidades y Ciencias, Universidad Nacional del Litoral.
Vol. 20, n°23.

Rabe, H. (1906) Scholia in Lucianum. Lipsiae: Teubner.

Ruiz, H. (2011) “La escritura de la lengua griega desde sus primeros testimonios hasta
la difusión del libro impreso”, en Thamyris, nova series: Revista de didáctica de
Cultura Clásica, Griego y Latín, (2), 81-103.

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