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Tratamiento cognitivo-conductual

de fobia a la oscuridad: un estudio


de caso

Máster de Psicología General Sanitaria

Autor: José Manuel Aguilar Melchor


Tutora: Marta Marín Pérez

2020/2022

Campus Villaviciosa de Odón Campus Alcobendas


Calle Tajo S/N, Villaviciosa de Odón Avenida Fernando Alonso, 8
28670 Madrid 28108 Madrid
universidadeuropea.com
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Índice

Resumen/ Abstract

Marco teórico

1. Introducción ...................................................................................................... 4

1.1. Conceptualización de la fobia oscuridad ............................................ 5

1.2. Criterios diagnósticos .......................................................................... 6

1.3. Etiología y modelos explicativos ......................................................... 8


1.4. Prevalencia y comorbilidad.................................................................. 9
1.5. Evaluación ........................................................................................... 11
1.6. Tratamientos más eficaces ................................................................. 11

2. Identificación del paciente y motivo de consulta ......................................... 13

2.1. Datos identificativos ........................................................................... 13

2.2. Motivo de consulta .............................................................................. 13

3. Estrategia de evaluación ............................................................................... 14


4. Formulación clínica del caso ......................................................................... 17
4.1 Análisis psicológico del problema .................................................... 17
4.2 Análisis funcional del problema ....................................................... 19
4.3 Resultados de las pruebas de evaluación ......................................... 20
4.4 Conclusiones y diagnostico ............................................................... 22
5. Tratamiento ..................................................................................................... 23
6. Valoración del tratamiento ........................................................................... 32
6.1 Adherencia al tratamiento ........................................................................... 32
6.2 Consecución de los objetivos ....................................................................... 33
7. Discusión y conclusiones ............................................................................... 37
8. Referencias bibliográficas ............................................................................. 43
9. Anexos ............................................................................................................. 47
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Resumen

En el presente trabajo se expone el caso de una paciente de ocho años con síntomas
compatibles con fobia a la oscuridad. Los padres de la paciente acuden a consulta ya
que su hija se levanta todas las noches de madrugada solicitando la presencia de ellos y
tras la insistencia de la menor, tienen que dormir con ella. Se realiza una evaluación
conductual mediante entrevista, se aplica la Escala de evaluación del Miedo a la
Oscuridad (EMO), el Inventario de miedo a la Oscuridad y registros de observación de
sueño infantil. El tratamiento terapéutico se realiza bajo el modelo Cognitivo-
conductual aplicando técnicas de Psicoeducación, respiración profunda y
escenificaciones emotivas. Hasta el momento, la paciente ha acudido a un total de 13
sesiones de una hora de duración. Se han apreciado mejoras significativas, pero la
terapia continúa su curso actualmente.
Palabras clave: experimento de caso único, fobia a la oscuridad, cognitivo-
conductual.

Abstract

In the present work, the case of an eight-year-old patient with symptoms compatible
with phobia of the dark is presented. The patient's parents come to the consultation since
their daughter gets up every night at dawn requesting their presence and after the
minor's insistence, they have to sleep with her. A behavioral evaluation is carried out by
means of an interview, the Fear of the Dark Evaluation Scale (EMO), the Fear of the
Dark Inventory and child sleep observation records are applied. The therapeutic
treatment is carried out under the Cognitive-behavioral model applying
Psychoeducation techniques, deep breathing and emotional staging. To date, the patient
has attended a total of 13 one-hour sessions. Significant improvements have been seen,
but therapy is currently ongoing.
Keywords: single case experimental study, phobia of darkness, behavioral and
cognitive.
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Marco teórico

1. Introducción

La fobia a la oscuridad son uno de los problemas más frecuentes por los que

los padres solicitan tratamiento psicológico para sus hijos. La mayoría de niños entre

los 3 y los 6 años tienes miedo a dormir solos ya que a esta edad no son capaces de

diferenciar la realidad de la fantasía. En estos casos, se trata de un miedo evolutivo,

que no es a la carencia de luz, sino a los peligros reales o imaginarios que pueden

existir en la oscuridad (Orgilés, 2014).

En algunos niños no desaparece con la edad, sino que se mantiene y aumenta

en intensidad y frecuencia afectando negativamente a su desarrollo. En estos casos

estaríamos hablando de una fobia, en concreto de fobia a la oscuridad.

Aproximadamente un 2% de niños españoles entre 5 y 8 años tienen fobia a la

oscuridad (Orgilés, 2014).

La fobia a la oscuridad es un trastorno con una trascendencia importante en el

ámbito familiar. En este aspecto, genera situaciones conflictivas en casa al intentar

retrasar el momento de ir a la cama, no poder dormir si no es con la compañía de los

padres, etc. En caso de tener hermanos, el problema puede afectar también a ellos, ya

que mediante aprendizaje por observación pueden mostrar señales de miedo (Macià,

2007; Orgilés, 2014).

Esta situación afecta negativamente a los padres generando estrés, cansancio y

discusión. Cuando el menor llama frecuentemente durante la noche a sus padres, estos

no descansan, esto puede ser causa de insomnio en adultos (American Academy of

Sleep Medicine; Sleep Research Society, 2016).


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1.1 Conceptualización de la fobia a la oscuridad.

Los trastornos de ansiedad se caracterizan por experimentar miedo y ansiedad

excesiva, provocando alteraciones en la conducta. El miedo es una respuesta

emocional a una amenaza inminente, real o imaginaria, mientras que la ansiedad sería

la respuesta anticipatoria a una amenaza futura. Aunque ambas respuestas se

superponen, se pueden diferenciar, siendo el miedo una activación automática que te

prepara para la lucha o huida, mientras la ansiedad estaría asociada a tensión muscular

frente a posibles amenazas futuras, provocando conductas de evitación o cautelosas

(DSM-5, 2014).

Este tipo de problemas, se diferencian de la ansiedad o del miedo normal

propio del desarrollo, por ser excesivos o cuando perdura en el tiempo más allá del

periodo del desarrollo establecido. Se diferencian entre ellos dependiendo de la

situación temida, del objeto o la cognición a la que se asocia (DSM-5, 2014).

En las fobias específicas, los individuos presentan miedo a objetos o

situaciones concretas o las evitan. El miedo, la ansiedad o la evitación de situaciones

suceden en un grado desproporcionado comparado al riesgo real que presentan

(Caballo, et al., 2014).

Según Méndez, Orgilés y Espada, (2016), el triple sistema de respuesta

postulado por la terapia de conducta pone de relieve que las respuestas incluidas en los

conceptos de ansiedad, miedo y fobia, son similares:

a) Respuestas Psicofisiológicas como el aumento de la conductancia de

la piel, de la actividad cardiovascular, aumento de la tensión muscular, de la tasa

respiratoria y alteraciones digestivas.

b) Respuestas cognitivas, Aumentando la actividad cognitiva en forma

de pensamientos y/o imágenes mentales negativas sobre la situación temida.


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c) Respuestas motoras. El menor va a intentar no enfrentarse a los

estímulos que le producen miedo.

La edad media del comienzo de una fobia especifica es de 7-11 años y en la

mayoría de los casos se inicia antes de los 10, (American Psychiatric Association,

2013), es importante distinguir el miedo evolutivo, que remite con el paso del tiempo

sin la necesidad de intervención, del miedo patológico, que perdura en la edad adulta y

requiere atención psicológica. Los temores nocturnos en los niños no deben

minimizarse ya que causan angustia a los menores y pueden interferir en las

actividades de la vida diaria de los niños (King, Muris y Ollendick, 2005).

Según Orgilés, los niños hasta los 6 años no son capaces de diferenciar entre

las pesadillas y la realidad y pueden creer que los personajes con los que sueña pueden

estar en su habitación. La fobia a la oscuridad varía de un niño a otro, mientras que

algunos niños expresan que su miedo se debe a que imaginan un ser aterrador o a que

un extraño aparezca en la oscuridad, otros tienen miedo a sentirse solos. Escuchar

ruidos en casa puede ser por ello un motivo de tranquilidad si el niño percibe que esos

ruidos proceden de sus padres, pero también generan miedo si piensa que el ruido es

producido por un extraño que ha entrado en casa (Orgilés, 2014).

Las respuestas de afrontamiento a lo temido, también varían de un niño a otro.

Algunos reaccionan evitando permanecer a oscuras y buscando la protección de sus

padres. Otros van a la cama de los padres en mitad de la noche, enciende la luz o

retrasan el momento de ir a dormir (Orgilés, 2014).

1.2 Criterios diagnósticos.

Los estados de ansiedad están más relacionados con una estimulación

interoceptiva, y el miedo, con estimulación exteroceptiva, de forma que el niño y los


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padres reconocen más fácilmente los estímulos desencadenantes del miedo que los de

la ansiedad. Cuando la ansiedad es excesiva constituye un trastorno, cuando el miedo

es excesivo se denomina fobia (Méndez, Orgilés y Espada, 2016).

Existen dos características que diferencian el miedo de la fobia específica y

que justifican la aplicación del tratamiento psicológico (Méndez, Orgilés y Espada,

2016):

1. Que la respuesta sea desproporcionada, reaccionando del mismo modo

que ante una amenaza real, a pesar de que los estímulos fóbicos sean inofensivos y no

supongan un peligro para el niño.

2. Que sea una respuesta desadaptativa y que la preocupación, el

comportamiento temeroso y el malestar, interfieran en el estilo de vida del niño

repercutiendo negativamente en su desarrollo personal, en las relaciones sociales, en el

ambiente familiar o en el rendimiento (Méndez, Orgilés y Espada, 2016).

La quinta edición del Diagnostic and statistical manual of mental disorders

(DSM-5; APA, 2014) clasifica las fobias específicas en cinco grupos:

1. Fobia animal: animales como serpientes, insectos o perros.

2. Fobia natural: fenómenos como acantilados, tormentas o agua.

3. Fobia sangre-inyección-daño: relacionada con las agujas, la sangre, las

heridas y operaciones médicas.

4. Fobia situacional: lugares cerrados, ascensores o aviones.

5. Otras fobias: que es una categoría residual donde se incluye el ruido

fuerte que temen los niños, payasos o personas disfrazadas.


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Un criterio exigido para diagnosticar fobia específica es la persistencia de la

alteración emocional como mínimo durante seis meses (DSM-5, 2014).

Según la clasificación internacional de enfermedades en su 11.ª edición (CIE-

11), la fobia específica es un miedo o ansiedad excesivo, que aparece al exponerse o

anticiparse a una o más situaciones u objetos específicos (por ejemplo, proximidad a

algunos animales, a las alturas o a volar, espacios cerrados) que es desproporcionado

con el peligro real. El objeto o la situación fóbica son evitados o sobrellevados con

excesivo miedo o ansiedad. Los síntomas se mantienen durante varios meses y son lo

bastante graves como para provocar un malestar o deterioro significativos en las

relaciones personales, familiares, sociales, laborales, educativas o en cualquier otra

área importante del funcionamiento.

1.3 Etiología y modelos explicativos.

Según Méndez, Orgilés y Espada (2016), el inicio y mantenimiento de las

fobias específicas en la etapa infantil, se explica por la actuación de los siguientes

mecanismos:

a) Preparatoriedad de la especie humana: Estar biológicamente

preparados para adquirir respuestas fóbicas por condicionamiento a estímulos que han

supuesto una amenaza para la supervivencia de nuestros antepasados, como la

oscuridad. Explica que se teman algunos objetos o elementos y otros no.

b) Predisposición individual: La vulnerabilidad, psicosocial como la

sobreprotección de los padres. Explica que algunos individuos adquieran fobias y otros

no

c) Procesos de condicionamiento: Experiencias directas e indirectas con

estímulos fóbicos.
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La fobia a la oscuridad, se puede explicar por distintos procesos de

aprendizaje. Cuando el niño es un bebé no tiene miedo a la oscuridad, pero a partir de

los tres años puede tener terrores nocturnos que le despiertan, los padres al oír llorar al

niño, acuden a su habitación encendiendo la luz y lo tranquilizan. También los cuentos

o dibujos animados y películas contribuyen al asociar la oscuridad y la noche a lo

oculto y tenebroso y el día y la luminosidad a lo bueno (Méndez, Orgilés y Espada,

2016).

Los aprendizajes también pueden llevarse a cabo a través del condicionamiento

operante (Méndez et al., 2006). Cuando llega la hora de ir a su habitación a dormir, esa

misma petición de irse a su cama que realizan los progenitores, si el niño no tiene

sueño se va a convertir en un hecho aversivo, ya que las consecuencias de ir a la cama

se convierten en un castigo. En caso de que los padres cedan ante esta situación, se va

a convertir en un refuerzo para el niño. El menor entiende que irse a la cama es como

si fuera un castigo y el acto implica abandonar un espacio de diversión por lo que la

oscuridad se asocia con soledad y aburrimiento. Cuando llega el momento, la

respuesta del niño suele ser de evitación o escape ante la situación. Los padres, que

asocian la resistencia con miedo y no con oposición, suelen reaccionar de forma

permisiva y sobreprotectora, por consiguiente, el miedo a la oscuridad favorece

ventajosamente a los menores ganando tiempo de diversión (Méndez et al., 2006).

1.4 Prevalencia y comorbilidad.

Según el DSM-5 (2014), el trastorno de ansiedad por separación en niños, es el

trastorno más prevalente en menores de 12 años. En cuanto a las fobias específicas, la

prevalencia general en europa está alrededor del 6%, siendo ésta, en población infantil

de un 5%, y un 16% en adolescentes de entre 13 y 17 años. En distintos estudios


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epidemiológicos con menores y adolescentes, indican que la prevalencia media de

fobia específica es de un 6,7% en niños y adolescentes y la del trastorno de ansiedad

por separación en la infancia de un de un 3,9% (Méndez, Olivares y Bermejo, 2013).

Según Fredikson, Annas, Ficher y Wik (1996), el 2,3% de la población infantil

tiene fobia a la oscuridad. Y en un estudio descriptivo realizado por Méndez, Inglés,

Hidalgo, García-Fernández y Quiles (2003), de entre más de tres mil escolares de 7 a

17 años, encontraron que el 3,75 % presentaban miedo a la oscuridad, siendo más

prevalente en el género femenino (3:1) (Méndez et al., 2006). También, Méndez

(2013) afirma que un tercio de los niños tienen miedo a la oscuridad.

Las fobias específicas, la ansiedad por separación y la ansiedad generalizada

comparten respuestas comunes (Orgilés 2014). Realizar un diagnóstico diferencial es

importante para la planificación del tratamiento. El miedo a la oscuridad puede ser un

síntoma en los niños con ansiedad por separación. Además, los pensamientos

intrusivos de algunos menores con fobia a la oscuridad pueden confundirse con

síntomas característicos de la ansiedad generalizada como las preocupaciones

excesivas. Sin embargo, a pesar de compartir características comunes, la ansiedad por

separación, la fobia a la oscuridad, y la ansiedad generalizada también poseen

características diferenciadoras (Orgilés, 2014).

El niño con fobia a la oscuridad teme de manera específica permanecer a

oscuras, mientras que en el trastorno de ansiedad por separación el miedo excesivo

está vinculado con la ausencia de los padres o con anticipar su separación

independientemente del momento del día. El niño con ansiedad generalizada puede

tener dificultades para dormir solo y preocuparse durante la noche, pero sus

preocupaciones no están limitadas exclusivamente a estas situaciones, sino que están

vinculadas a diversidad de acontecimientos y lugares (Orgilés, 2014).


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1.5 Evaluación.

Mediante la evaluación vamos a obtener información del problema para poder

identificar las variables que explican su mantenimiento y así poder planificar el

tratamiento (Orgilés, 2014)

Medir la intensidad de la respuesta a los miedos es el objetivo de la evaluación

de las fobias infantiles. El miedo tiene dos dimensiones, la objetiva donde se pueden

contemplar la conducta y los síntomas, y la subjetiva formada por pensamientos y

sentimientos. El componente subjetivo se puede valorar realizando preguntas directas

al niño, ya sea hablando o por escrito, qué es lo que le da miedo y el grado de malestar

que le produce. A esta técnica se le denomina autoinforme, y existen distintos

procedimientos para llevarlos a cabo: la entrevista, preguntándole directamente al

menor; las escalas subjetivas de miedo, cuando se le pide que identifique el grado de

miedo que le provoca; los inventarios generales de miedos, cumplimentando un test

sobre miedos infantiles y los inventarios específicos, aquellos que se centran en un

miedo específico como puede ser la oscuridad (Méndez, 2013).

La dimensión objetiva se evalúa a través de la observación de la conducta del

niño y de los cambios corporales ante la situación temida. Puede realizarse en el

ambiente natural ya sea en la calle, el hogar o la escuela, o también creando

situaciones artificiales con pruebas de aproximación conductual y de tolerancia

(Méndez, 2013).

1.6 Propuestas de tratamiento y tratamientos más eficaces.

La Desensibilización Sistemática en vivo, ha demostrado su eficacia en el

tratamiento de fobia especifica en niños, también ha demostrado su eficacia la practica

reforzada y el modelado participante, tras una revisión de la literatura científica

realizada por Méndez, Rosa, Orgilés, Santacruz y Olivares (2011). Los tres
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tratamientos tienen como componente principal, la exposición gradual en vivo a la

situación o al objeto temido, ya que se ha comprobado que es uno de los tratamientos

más eficaces para la fobia específica. La exposición gradual en vivo en formato juego,

está considerada como una buena opción en los menores ya que una de sus

características principales es que motiva y refuerza al niño y esto facilita la

aproximación a la situación fóbica. Este tipo de terapia de juego surgió de la

perspectiva dinámica (Méndez, et al., 2003); Realizando juegos con el niño disminuye

la ansiedad ya que es una respuesta totalmente contraria, según esta última

perspectiva, y este es uno de los motivos por los que se consiguen resultados

favorables en la disminución de fobias en menores de 9 años (Sosa, Capafons, Gavino

y Carrió, 1984).

La terapia de juego a través del uso de la biblioterapia ha demostrado su

eficacia, en un estudio de caso realizado por Cámara (2014), mediante entrenamiento a

padres. En otros estudios realizados antes del 2014 ya se habían obtenido resultados

favorables (Méndez et al., 2003; Méndez Orgilés y Espada, 2004; Orgilés, Méndez y

Espada, 2005a; Orgilés, Méndez y Rosa, 2003).

En los estudios realizados de los tratamientos psicológicos en fobia a la

oscuridad, los programas multicomponente alcanzaron los mejores resultados cuando

los tratamientos eran breves e intensivos, incluían exposición en vivo con el estímulo

fóbico, entrenamiento individual y la participación de los padres en la terapia (Orgilés,

Méndez y Rosa, 2005). De este modo se puede llevar a cabo una intervención en el

contexto donde se desarrolla el problema con los padres, previo entrenamiento con

ellos. Con este tratamiento aumenta la posibilidad de éxito (Méndez, Orgilés y Espada,

2009).
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2. Identificación del paciente y motivo de consulta

2.1 Datos identificativos

Laura (nombre ficticio), es una niña de 8 años que estudia 3º de primaria en un

colegio público, vive con ambos padres y un hermano de 15 años en un pueblo a las

afueras de Madrid. Sus padres tienen un nivel educativo bajo y trabajos con baja

cualificación, el nivel socio-económico de la familia es medio bajo.

2.2 Motivo de consulta

Los padres de Laura, acuden a consulta en octubre de 2021, refieren estar

preocupados y desesperados por que su hija se levanta casi todas las noches de

madrugada y demanda que uno de sus padres duerma con ella. La menor, duerme con

una luz encendida y la puerta de su habitación abierta, sus padres duermen en la

habitación de enfrente y aunque se duerme sola, siempre busca conversación con los

padres desde la cama hasta quedarse dormida. De madrugada se despierta y acude al

dormitorio de los padres para que alguno le acompañe y se acueste en su cama con ella,

dice que las sombras y los ruidos de la habitación le dan miedo.

En principio los progenitores no le hacen caso y le ordenan que se vaya a su

cama, pero ella permanece de pie en la habitación de los padres hasta que uno de ellos

le acompaña a su cama y duerme con ella, cuando se tranquiliza y se queda dormida, la

madre, que suele ser quien se levanta, vuelve a su habitación. Este comportamiento se

puede repetir varias veces durante la noche y en algunas ocasiones uno de los padres,

por agotamiento, termina durmiendo lo que resta de noche con la niña en la misma

cama, o la menor termina durmiendo en la habitación de los padres con ellos.

La menor siempre ha tenido miedo por la noche, pero cada vez es más intenso.

Hace año y medio fueron a un Psicólogo dos sesiones, pero dejaron de ir ya que mejoró
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durante un tiempo cuando decidieron poner una luz toda la noche en la mesilla, sin

embargo, la estrategia de la luz ha perdido su eficacia. También le ha dado jarabes para

dormir (Melamil y un jarabe de plantas de Melí), consiguiendo que se levante menos

veces en la madrugada.

3. Estrategias de Evaluación

El proceso de evaluación comenzó con una entrevista a los padres, sin la

presencia de la hija. Durante esta entrevista se habló del motivo de consulta, y se

recogió información sobre las situaciones que preceden a la conducta de miedo de su

hija, las características de la respuesta ansiógena y las consecuencias que suceden

después. De la misma manera también se exploró la reacción que tienen ellos y el resto

de la familia, cuando Laura manifiesta sus miedos y las consecuencias que tiene en el

ámbito familiar, y los hábitos que tiene para dormir. Por otro lado, se le entregó y

explicó detalladamente, como hacer el autorregistro semanal (anexo A), donde tienen

que anotar la hora en la que se despierta la niña, o en qué momento sucede, que

emoción expresa y su conducta, que es lo que verbaliza y que es lo que sucede después,

las consecuencias. Este autorregistro tiene que cumplimentarlo todos los días de la

semana y llevarlo a sesión para repasar lo sucedido durante la semana y entregar uno

nuevo para la siguiente semana.

En la siguiente sesión se ha realizado una entrevista a la menor con un primer

objetivo de entablar una relación positiva con ella, y de conocer el problema desde su

perspectiva. Para conseguir este objetivo, se le ha preguntado sobre los estímulos

temidos, el grado de intensidad, sus pensamientos y sentimientos sobre sus miedos,

confirmando la información facilitada por los padres. La dimensión subjetiva del miedo,

pensamientos y sentimientos, se ha valorado realizando preguntas directas sobre los

objetos que le dan miedo y el grado de malestar que le provoca. También se le ha


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suministrado a la menor, el inventario de miedo a la oscuridad (Méndez, Orgilés y

Espada, 2005) que está formado por 45 ítems sobre oscuridad y nos va a facilitar

conocer el tipo de estímulo o situación que le produce miedo. El cuestionario se

administró durante la sesión.

El inventario está dividido en cuatro subescalas:

a) Miedo a estímulos imaginarios y no reales, como monstruos.

b) Miedo a estímulos posibles y reales, (tener pesadillas o un lugar oscuro).

c) Miedo a características sensoriales, cómo ruidos o sombras.

d) Miedo relacionado con la ansiedad por separación.

La menor debe indicar la intensidad de su miedo para cada situación,

señalando si siente nada (0), algo (1) o mucho (2) miedo.

A los padres se les entregó la Escala de evaluación del miedo a la Oscuridad

(EMO) (Méndez y Santacruz, 1996), (anexo B), basada en los criterios diagnósticos

del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales. La escala está

compuesta por 10 ítems que valoran de nada de miedo (0) a muchísimo miedo a la

oscuridad (10). Evalúa la intensidad del miedo de la menor (criterio A), cómo

reacciona ante la oscuridad (criterio B), el malestar que le produce las situaciones de

oscuridad de las que no puede escapar y como las evita (criterio C), las consecuencias

negativas del miedo a la oscuridad a nivel personal, familiar, escolar y social, y el

malestar clínico (criterio F). El último ítem del inventario es una valoración global de

la gravedad del miedo.

Se administró el Registro de observación de sueño infantil (anexo C),

propuesto por (Orgilés, 2014) para saber la frecuencia de la respuesta de ansiedad,

cuánto dura, que intensidad tiene, la situación que la antecede y la reacción de las

personas que se encuentran con el niño, para posteriormente poder planificar el


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tratamiento. Este registro nos facilitó saber la hora en la que se indica al niño que tiene

que ir a dormir, la hora en la que se duerme, hora en la que se despierta, las ayudas que

necesita el niño para dormir y los episodios de miedo durante la noche, si duerme en

su habitación sola, si algún adulto se acuesta con ella durante la noche o parte de la

noche, o necesita que alguien se quede con ella hasta que vuelva a dormir, si va a la

habitación de sus padres y la intensidad de la luz en su habitación, si tiene que tener la

luz de la habitación encendida hasta que se duerme, la dejan toda la noche encendida,

o encienden la luz de la lampara de la mesilla de noche.

También se ha realizado un test de tolerancia a la oscuridad, ad hoc. En

consulta, la menor con la luz encendida y en compañía no muestra ningún síntoma de

miedo, cuando se le propuso si podía salir a la sala de espera y volver a entrar con la

luz apagada o ella sola a la consulta, indicó que eso no iba a poder hacerlo por su

miedo a la oscuridad. Se les propuso a los padres realizar el test de tolerancia en casa.

La menor puede estar en su habitación durante el día jugando sin ningún problema,

pero cuando es de noche, necesita tener la luz encendida. Cuando se hizo de noche, la

menor estuvo en su habitación sola diez minutos, después volvió a entrar, pero con la

luz encendida de una lampara pequeña sin mucho esfuerzo, luego haciendo un

esfuerzo pudo entrar en su habitación con la luz apagada y mantenerse en ella dos

minutos, aunque con dificultad y sabiendo que su padre estaba cerca contando el

tiempo.

Durante la evaluación se descartó el trastorno de ansiedad por separación y el

trastorno de ansiedad generalizada ya que no existen síntomas compatibles para poder

diagnosticar estos trastornos (DSM-5, 2014). Laura no tiene miedo a quedarse sola en

casa, alguna vez se ha quedado sola por un tiempo muy breve. Se puede quedar en
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casa da alguna amiga a jugar o a dormir, le gusta mucho ir al colegio y no hay nada

que la preocupe.

Una vez concluida la evaluación realizada durante las cuatro primeras sesiones,

y atendiendo a los criterios diagnósticos para la fobia específica del Manual

Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (APA, 2014), se observó que la

menor cumplía con todos los criterios diagnósticos de fobia especifica y presenta un

malestar significativo que interfiere con el funcionamiento normal de su desarrollo, así

como en el funcionamiento familiar.

4. Formulación clínica del caso.

4.1 Análisis Psicológico del Problema (origen y mantenimiento)

Los padres de Laura manifiestan que la menor se levanta todas las noches de

madrugada con miedo y varias veces a lo largo de la noche. La niña reconoce que se

despierta por la noche y se levanta y acude a la habitación de sus padres porque tiene

miedo y necesita que alguien esté con ella.

Una vez realizada la evaluación, a la hora de analizar el caso, se plantean dos

tipos de hipótesis: La hipótesis de origen, que va a dar respuesta a por qué surgió el

problema y que variables individuales y contextuales estaban presente, y la hipótesis

de mantenimiento que nos va a informar de los elementos que están influyendo en la

conducta presente.

- Hipótesis de origen:

El origen de la fobia a la oscuridad de Laura, no se debe a un hecho concreto

en particular. De hecho, los padres no recuerdan cuando empezó a tener miedos y ya

siendo más pequeña los mostraba. El padre de la menor manifiesta que él ha tenido

miedos y que ha sido asustadizo. A esto se le suma que también es sobreprotector, la


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madre indica que ella es muy nerviosa. Los padres recuerdan que, ya a los cuatro años,

la niña se despertaba por la noche con alguna pesadilla y la reacción de los padres era

acudir a su llamada, en ese momento uno de los padres se quedaba a dormir con ella o

bien la llevaban a la cama de matrimonio para dormir con ellos. A la hora de ir a la

cama, hace unos años, se quedaba dormida mientras le leían un cuento, pero nunca se

ha dormido sola y con la luz apagada. La situación ha ido empeorando poco a poco y

si hace unos años se despertaba algunos días a la semana, actualmente lo hace todos

los días y varias veces a lo largo de la noche.

Se considera que los miedos evolutivos, normales de la edad, han sido

fortalecidos por la conducta de los padres y que actualmente esos miedos no han

desaparecido, sino que han aumentado su intensidad y frecuencia y está repercutiendo

negativamente en el desarrollo de la menor.

- Hipótesis de mantenimiento:

La menor, durante el día, no manifiesta ningún temor a andar por cualquier

estancia de la casa, hasta que se hace de noche. En esos momentos, no quiere ir al

baño sola, pregunta si han cerrado la puerta de la calle con llave, tiene que tener la luz

encendida hasta conciliar el sueño y cuando se despierta en mitad de la noche

demanda la presencia de sus padres hasta volver a quedarse dormida. Laura,

manifiesta que tiene miedo a la oscuridad y que cuando se despierta ve sombras y ojos

que la miran y piensa que es la presencia de alguien, también se asusta si oye algún

ruido y se le acelera el corazón. En ese momento se levanta de la cama y va a la

habitación de sus padres. Ellos, cuando se dan cuenta de que se ha levantado la

acompañan a su cama y se acuestan con ella en su cama hasta que se queda dormida.

Cuando se repite varias veces esta situación, los padres deciden que duerma con ellos

el resto de la noche ya que se encuentran agotados. Algunos días son los padres los
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que se quedan dormidos en la cama de la niña junto a ella hasta por la mañana. Esta

situación se ha ido agravando con el paso del tiempo, la menor se despertaba y

llamaba a los padres o se levantaba de su cama, pero era algo que no sucedía todas las

noches, cuando empezó la pandemia, al estar confinados, descuidaron los hábitos y

algunos días la niña se quedaba en la cama de sus padres viendo la tele con ellos hasta

que se quedaba dormida, después ellos la llevaban a su cama. A partir del

confinamiento se despierta todas las noches y acude a la habitación de los padres.

4.2 Análisis funcional del problema

Los padres de la menor manifiestan que su hija actualmente, debido al

problema que tiene, no duerme adecuadamente ninguna noche y que cuando se

despierta de madrugada, sufre un estado de malestar que le impide conciliar el sueño.

Suele levantarse todas las noches hasta en tres y cuatro ocasiones.

Los estímulos antecedentes implicados en el inicio de la conducta problema

son las situaciones de oscuridad, principalmente despertarse de madrugada, y los

pensamientos negativos anticipatorios, como imaginar seres monstruosos en la

oscuridad. Las respuestas producidas en esta situación son de tipo psicofisiológico,

como miedo o ansiedad. Cognitiva, con la preocupación y los pensamientos negativos

sobre la aparición de algún ser imaginario. Y conductas motoras, tales como llamar a

sus padres o ir a su habitación, siendo estas conductas de escape. Las respuestas de

escape o evitación, van seguidas de forma inmediata por un alivio de malestar,

refuerzo negativo, y la atención o presencia de los padres, actuando estas como

refuerzo positivo, favoreciendo el mantenimiento del problema y produciéndose un

aprendizaje por condicionamiento operante (Tabla 1).


20

Tabla 1. Esquema del análisis funcional

Antecedentes Respuestas Consecuentes


Permanecer sola Conductas motoras: Alivio del
en la cama. Llamar o ir a buscar a malestar cuando
Pensamientos sus padres, pedirles escapa de una
negativos que se tumben en la situación de
anticipatorios. cama con ella. oscuridad (R-)
Tener que ir al Conducta de La atención de los
baño o a otra escape/evitación, ir a padres cuando
estancia de la la cama de sus padres. intentan calmarla
casa cuando es Pedir a la madre que o la acompañan.
de noche. le acompañe al baño. Quedarse con ella
Fisiológica/emocional: en la cama o
Ansiedad/miedo: permitir que
taquicardia, temblor, duerma con ellos.
tensión muscular.
Cognitiva:
Pensamientos
negativos sobre seres
imaginarios.

4.3 Resultados de las pruebas de evaluación.

Para la evaluación del caso, se realizó una entrevista con los padres y en la

siguiente sesión con la menor. Se solicitó rellenar una historia biográfica sobre Laura y

además se utilizaron los siguientes instrumentos:

La Escala de evaluación del miedo a la oscuridad (EMO) de Méndez y

Santacruz (1996) administrada a los padres, alcanza puntuaciones igual o superior a

seis sobre un máximo de 10, en los siguientes ítems: en intensidad del miedo,

respuesta inmediata de ansiedad, respuesta de evitación o malestar y en repercusiones


21

a nivel personal, familiar y escolar. En todos los ítems de la escala, tanto el padre

como la madre de la menor, puntuaron mayor a 6, excepto la escala de la madre que en

el ítem 8 puntúa con un 1 a la repercusión negativas en las relaciones sociales, ya que

cree que su hija se puede quedar a dormir en casa de una amiga. En el último ítem del

inventario donde se solicita la valoración global de la gravedad del miedo, la madre

puntúa el ítem con un ocho y el padre con un 10. Según las puntuaciones, se cumplen

los criterios diagnósticos de fobia especifica a la oscuridad, además, la menor lleva

más de seis meses con este problema (DSM-5, 2014).

Para conocer qué tipo de situaciones o estímulos relacionados con la oscuridad

son los temidos por Laura, se le administró el Inventario de miedo a la oscuridad

(Méndez, Orgilés y Espada, 2009), este cuestionario se realizó durante la sesión junto a

la niña y los resultados figuran en la tabla 2

Tabla 2

Resultados del Inventario de miedo a la oscuridad.

Puntuaciones por Rango Puntuación

subescalas

Miedo a estímulos 0-28 14

imaginarios y no

reales

Miedo a estímulos 0-26 17

posibles y reales

Características 0-12 11

sensoriales
22

Ansiedad por 0-24 8

separación

Nota: Inventario de miedo a la oscuridad (Méndez, Orgilés y Espada, 2009)

Durante las cinco primeras sesiones se solicitó a los padres rellenar un registro

donde se describe la situación donde se produce el miedo, que hace y con quien se

encuentra, que emoción expresa, que verbaliza y qué consecuencias tiene. El registro

durante las cinco semanas se repetían todas las respuestas, por lo que se cambió a otro

registro que incluía mayor información.

A partir de la sexta sesión se cambió el registro y se empezó a recoger

información con el registro de sueño infantil (Orgilés, 2014), donde se anota el tiempo

de sueño, la ayuda que necesita para dormir, episodios de miedo y la intensidad.

4.4 Conclusiones y diagnóstico.

Los resultados obtenidos en los cuestionarios realizados por Laura y por sus

padres, los autorregistros que han ido realizando entre sesiones durante las semanas y la

información proporcionada en la entrevista, tanto de los padres como de la menor,

muestran que Laura tiene un malestar intenso cuando se expone a la oscuridad. Este

malestar se ha ido incrementando con el paso del tiempo y cuando acuden a consulta la

situación es para los padres desesperante, no pueden dormir más de dos horas seguidas

y está afectando a la salud de su hija y a la suya propia.

Una vez realizada la evaluación, y atendiendo a los criterios diagnósticos para la

fobia especifica del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales

(APA, 2014), podemos concluir que la menor presenta síntomas compatibles con fobia

a la oscuridad.

Laura cuando se despierta por la noche, presenta una respuesta de escape y

evitación que hace que mantenga la conducta problema por refuerzo negativo. Además,
23

la atención que le prestan los padres ante la situación, hace que se mantenga e

incremente la conducta por refuerzo positivo.

Si exponemos a la menor de forma gradual a las situaciones temidas,

controlando las respuestas de escape y eliminamos los refuerzos positivos, se producirá

una reducción del malestar

5. Tratamiento

Objetivos y propuesta de intervención

El objetivo general es realizar una intervención cognitivo-conductual para

eliminar la fobia a la oscuridad y conseguir que la menor pueda dormir sola en su

habitación con la luz apagada.

Objetivos específicos:

- El primer objetivo es conseguir una alianza terapéutica positiva con la menor,

para ello utilizamos distintos juegos.

- Lograr que la menor identifique la emociones que siente cuando tiene miedo.

- Conseguir que la menor y sus padres, aprendan sobre qué es la fobia a la

oscuridad, para saber cómo se ha originado, que hace que se mantenga, qué

consecuencias tiene a corto y largo plazo y como se puede tratar.

- Formar a los padres para que puedan llevar parte de la intervención en su casa

como coterapeutas.

- Aprender técnicas de control de la ansiedad, técnicas de respiración.

- Reducir la ansiedad progresivamente ante el estímulo temido mediante

exposición gradual en vivo.

- Trabajar en disminuir el miedo a la oscuridad a través de la adaptación de

materiales.
24

Propuesta de intervención.

La fobia a la oscuridad puede repercutir negativamente en el normal desarrollo

de la menor afectando a distintos ámbitos de su vida personal, familiar, así como en el

académico y social. La intervención en la infancia puede favorecer su desarrollo pleno

evitando así que se prolongue hasta edades más avanzadas e incluso hasta la edad adulta

(Méndez et al., 2006).

La intervención, comenzó a partir de la sesión siete con psicoeducación para los

padres y la niña, con el objetivo de aprender qué es la fobia a la oscuridad, como se

origina y se mantiene, qué consecuencias tiene a corto y largo plazo y que soluciones

existen para disminuir la fobia a la oscuridad. Como trabajo para casa se recomendó la

lectura del libro “yo mataré monstruos por ti” (Balmes, 2011).

Se ha realizado una adaptación del cuento “tío pies ligeros” (Coffman, 2009).

Contiene 10 capítulos y 10 juegos de exposición a la oscuridad, relacionados con

actividades agradables (anexo D). La lectura del cuento y los juegos, la realizaron los

padres en su domicilio con la menor, a partir de la sesión siete, leyendo un capítulo y

realizando el juego que corresponde a dicho capítulo, la duración se estima entre 30-45

minutos y se llevan a cabo durante 2 o 3 días a la semana en días alternos, (Méndez,

Orgilés y Espada, 2004). La menor seguirá asistiendo a consulta una vez a la semana

donde se seguirá trabajando en identificar emociones, aprender a realizar cambios de

pensamientos negativos a otros positivos (reestructuración cognitiva), realizando

dibujos de personajes a los que tiene miedo y agregando al dibujo complementos

divertidos con la finalidad de entrenar a la niña para que imagine, en otras situaciones

donde tenga miedo, las situaciones agradables. También se trabajará en consulta con el

cuento “que puedo hacer cuando me da miedo ir a la cama” (Huebner 2009)


25

Hasta la fecha (febrero 2022), se han realizado 13 sesiones, las citas se han

programado una a la semana de 50-60 minutos. Las tres semanas de vacaciones se

navidad se ha interrumpido el tratamiento por viaje de la paciente.

Sesión 1. evaluación del caso

La primera sesión se recibe únicamente a los padres de la menor, se dedica a una

entrevista inicial con el objetivo de recoger información sobre el problema. Le

informamos que tienen que rellenar el consentimiento informado, ficha de

confidencialidad de datos y para casa, responder a la historia biográfica y realizar

autorregistro cuando se produzcan conductas de miedos. Se le explica cómo tiene que

realizar el registro.

Sesión 2.

Se recibe a Laura, con su madre los primeros minutos, para después entrevistar a

la menor sin la presencia de los padres, se realizan distintos juegos para crear una

relación positiva y lograr así la colaboración de la niña a la vez que se recaba

información del problema realizando la entrevista. Como tarea para casa, se le solicita

que complete un nuevo registro durante la siguiente semana.

Sesión 3 y 4

El objetivo de estas sesiones es completar la entrevista con la menor, se revisan

las tareas para casa y la historia biográfica. También se le pasa a la menor el Inventario

de miedo a la oscuridad (Méndez et al.,2006) de 46 ítems y tres opciones de respuesta,

se realiza en sesión explicándole las dudas. A los padres se les pide que completen la

Escala de miedo a la oscuridad (Méndez y Santacruz, 1996).

Sesión 5 y 6

El objetivo de la sesión es la devolución de la información, para ello se recibe

solo a los padres y se les informa, sobre la base del análisis funcional realizado, de la
26

génesis y mantenimiento de la fobia a la oscuridad, se les plantea los objetivos del

tratamiento y en qué va a consistir. Los objetivos son eliminar los miedos imaginarios y

que la menor duerma toda la noche en su cama con la luz apagada. Se les informa de

que para superar el miedo a la oscuridad va a ser necesario su colaboración ya que parte

del tratamiento se llevará a cabo en el domicilio familiar. También se le explica algunas

de las funciones que van a tener que realizar.

Con la menor, sin la presencia de los padres, se le explica por qué tiene miedo a

la oscuridad, se le plantean los objetivos del tratamiento y por qué debe exponerse a sus

miedos. También se le indica que va a aprender estrategias para vencer el miedo.

Finalmente, se les recomienda a los padres el libro “Yo mataré monstruos por ti”

(Balmes, 2011).

Sesión 7

En la primera parte de la sesión se entrega a los padres los tres primeros

capítulos del cuento adaptado del cuento el Tío Pies Ligeros (2009) creado por

Coffman. La adaptación se ha realizado teniendo en cuenta la entrevista con la menor y

lo he llamado “entrenamiento para superhéroes” (anexo) Se explica a los padres en que

consiste la exposición a la oscuridad a través de juegos y cuál va a ser su función como

coterapeutas. La exposición la realizaran en días alternos cuando haya oscurecido y

durante 30 minutos aproximadamente.

En la segunda parte de la sesión, con la niña, trabajamos algunas emociones con

el libro Emocionario di lo que sientes (Núñez y Romero, 2013), para aprender a

diferenciar distintas emociones. Se enseñó respiración profunda mediante modelado y

práctica de ejercicios de respiración y también se enseñó a cambiar pensamientos

negativos por pensamientos positivos, para ello realizó un dibujo de un personaje


27

temido y lo transformó en un ser divertido y amigable poniéndole gafas de sol,

pendientes y otros adornos.

Sesión 8

En la primera parte de la sesión se habla con el padre del trabajo para casa, han

realizado la exposición a la oscuridad casi todos los días en vez de días alternos ya que

su hija demandaba la actividad. A partir de la semana que viene se van de vacaciones de

navidad y no van a asistir a sesiones hasta después de reyes. Se le entrega otros tres

capítulos del cuento y sus actividades y se le recomienda seguir con la exposición a la

oscuridad durante las vacaciones, aunque la menor va a dormir en una habitación con

familiares y los padres.

En la segunda parte de la sesión de trabaja con la menor sobre las veces que se

levanta por las noches, que piensa, que siente. La menor manifiesta que no realiza

ejercicios de respiración profunda en casa y que cuando se despierta va directamente a

la habitación de los padres. Se trabaja respiración profunda en sesión. Se le explica lo

importante que es entrenar para que las cosas salgan bien, siguiendo un truco de magia

del libro Qué puedo hacer cuando me da miedo irme a la cama (Huebner, 2009).

Sesión 9

La sesión se inicia con la menor y el padre para repasar la situación después de

las vacaciones de Navidad y la ausencia de sesiones durante tres semanas, el padre

manifiesta que han seguido el programa pero que la menor sigue levantándose por las

noches dos o tres veces y va a la habitación de ellos. Si que han notado cambios a la

hora de ir al baño cuando es de noche, ahora va sola y no reclama que le acompañen. Se

le refuerza por el objetivo conseguido y se le explica al padre lo importante que es que

no dejen a la niña acostarse en su cama y que cuando se le acompañe de nuevo a su

habitación no quedarse con ella más que el tiempo necesario hasta que se acueste.
28

Se establece un sistema de economía de fichas en el que definimos las conductas

a reforzar, que va a ser no levantarse por la noche. Como Laura se levanta hasta en

cuatro ocasiones a lo largo de la noche, se acordó que conseguiría una ficha si se levanta

una sola vez a lo largo de la noche y dos fichas si no se levanta. En caso de levantarse

dos veces no ganaría ninguna ficha, pero si se levanta en tres o más ocasiones perdería

una ficha. Se estableció los premios y el número de fichas que cuesta cada premio.

Para finalizar se le entrega tres capítulos del cuento para exponerse a la

oscuridad, un registro de sueño infantil y el registro de fichas.

Sesión 10

La paciente acude a consulta muy contenta ya que ha conseguido 4 puntos en la

economía de fichas, se encuentra muy motivada y verbaliza que uno de los días de la

semana no se ha levantado en toda la noche. Se le refuerza por ello.

Se repasa el registro de sueño de la semana, la niña indica que los días que se ha

levantado se puso nerviosa y que se le olvidó utilizar la técnica de respiración, que no

pudo pensar en nada bonito porque no le venía y se tuvo que levantar a buscar a su

padre.

Se trabaja en sesión la técnica de respiración profunda, ya que en casa no

lo realiza y cuando se despierta se le olvida utilizarla. Se utiliza un folio donde

dibujamos unos pulmones y le explicamos lo importante que es llenarlos para que

el corazón lleve oxígeno a todas las células del cuerpo y que, si respiramos

superficialmente, el corazón necesita bombear más deprisa. Después lo

entrenamos siendo ella quien lo explica a una amiga que se ha puesto nerviosa.

Se entrega a los padres el registro de sueño para la semana.

Sesión 11
29

Esta semana la menor acude a consulta muy contenta ya que en el registro

de sueños solo se ha levantado el sábado, varias veces, y otro día de la semana

una sola vez, el resto de la semana ha dormido todos los días la noche entera sin

levantarse. Se revisa el registro de sueño y se le refuerza por los objetivos

conseguidos.

En sesión se trabaja con respiración profunda y con los pensamientos

negativos para sustituirlos por otros positivos y racionales, se le indica que ante

una situación determinada no hay un solo punto de vista y que la interpretación

que se lleva a cabo de la situación condiciona la emoción que se siente. Por

ejemplo, en una situación en la que se encuentra acostada por la noche y escucha

un ruido puede pensar en que hay alguien en casa, y ese pensamiento le va a

producir miedo, o también puede pensar que son sus padres o su hermano y se va

a sentir más tranquila.

Se entrega a los padres el registro de sueño para la semana.

Sesión 12

Esta semana la menor acude a consulta contenta ya que en el registro de

sueños solo se ha levantado dos veces en toda la semana. Se revisa el registro de

sueño y se le refuerza por los objetivos conseguidos. Una de las veces que se

levantó fue porque creía que ya era de día y la otra no se acuerda, cuando se

despertó no utilizó la respiración, se le olvidó.

Se trabaja en los pensamientos ansiógenos de la menor, cuestionando los

pensamientos negativos y sustituyéndolos por pensamientos positivos de

afrontamiento, se pregunta por la práctica de la respiración y si ha surgido algún

problema. y se trabaja con dibujos de seres que le dan miedo adornándolos con

objetos graciosos como peluca, pendientes o gafas. Después se recorta el dibujo


30

del monstruo y se hace una marioneta y con la luz apagada y una linterna

observamos como se ve y se le hace bailar.

Se entrega al padre un nuevo registro de sueño infantil.

Sesión 13

En esta sesión, la primera parte la dedicamos a elaborar una jerarquía de

exposición, con los padres, para modificar las condiciones de luz de la habitación

de Laura y el sistema de reforzamiento que se va a emplear. También se entrega a

los padres la Escala de Miedo a la Oscuridad (Méndez y Santacruz, 1996), para

que la completen y observar la evolución que ha tenido la menor hasta ahora.

En la segunda parte con la menor se intenta realizar el inventario de Miedo

a la Oscuridad (Méndez, Orgilés y Espada, 2005). Aunque por falta de tiempo no

se puede completar y queda pendiente para la siguiente sesión.

Las siguientes sesiones se seguirán realizando durante las próximas

semanas.

Tabla 3 Cronograma de sesiones

Sesión Contenido Tareas para casa


1.ª Entrevista a los padres: Padres: Cumplimentar
recogida de información cada día autorregistro
sobre el problema. infantil.
Cumplimentar historia
biográfica.
2.ª Entrevista a la niña Padres: Cumplimentar
cada día autorregistro
infantil.
3.ª y 4.ª Aplicación a la menor del Padres: Cumplimentar
Inventario de miedo a la cada día autorregistro
oscuridad, se completa la infantil. Cumplimentar
entrevista la Escala de evaluación
del miedo a la
oscuridad, cada uno.
31

5.ª y 6ª Información a los padres de Padres: Cumplimentar


los resultados, cada día autorregistro
psicoeducación y formación infantil. Niña: lectura
para poder trabajar en casa la de cuento.
exposición a la oscuridad.
Con la niña, explicación de
resultados y psicoeducación
7.ª Padres: explicación de los Padres: Cumplimentar
tres primeros capítulos del cada día autorregistro
cuento. Menor: trabajo con infantil. Exposición a la
emociones, respiración, oscuridad mediante
pensamientos. juegos del cuento.
8.ª Padres: se recomiendan Padres: Cumplimentar
pautas para vacaciones de autorregistro, trabajo
navidad. Niña: se trabaja con el cuento.
respiración y pensamientos
negativos
9.ª Padres: se explica cómo Padres: Registro de
realizar la economía de sueño infantil, registro
fichas, se entrega tres de fichas. Trabajo con
capítulos del cuento. Niña, se el cuento
le explica la economía de
fichas.
10.ª-12.ª Niña: Se trabaja Padres: Registro de
pensamientos negativos y sueño infantil, registro
respiración. de fichas.
13.ª Padres: se establece una Padres: Registro de
jerarquía de exposición para sueño infantil
modificar las condiciones de
luz de la habitación de la
menor. Se les pide que
rellenen la escala de miedo a
la oscuridad.
Nota. Actualmente continúan las sesiones.
32

6. Valoración del tratamiento

6.1 Adherencia al tratamiento

El tratamiento, a fecha de 15 de febrero 2022, continua con sesiones

semanales. Se han realizado hasta la fecha 13 sesiones y los cambios son

evidentes.

Al comenzar las sesiones en la primera entrevista con los padres,

manifestaban estar desesperados y agotados por el comportamiento de levantarse

todas las noches de su hija, habían intentado dejar la luz encendida o darle

jarabes, pero Laura seguía levantándose por las noches verbalizando sus miedos.

También la habían llevado al psicologo, pero lo dejaron a las dos sesiones. Según

comentan los padres, coincidió en que le dejaban la luz de la habitación encendida

y mejoró algo, pero a las semanas volvió a levantarse como lo venía haciendo

antes.

Los padres se mostraron en todo momento colaborativos, aunque en

algunas ocasiones, sobre todo el padre, eran muy permisivos con la hija y dejaba

que se acostara con ellos en su cama o manifestaban no haber tenido tiempo para

entrenar la respiración o exponer a los estímulos con juegos a la menor, en

algunas ocasiones también olvidaban los registros de sueño.

También hay que resaltar que las sesiones se interrumpieron durante tres

semanas, las vacaciones de navidad las pasaban fuera y la menor, además de salir

de su contexto habitual, durante esas tres semanas dormía en una habitación

acompañada de familiares. Durante las tres semanas realizaron exposición a la

oscuridad de forma esporádica.

Aunque durante las tres semanas de interrupción de las sesiones, se

continuó con la exposición a la oscuridad con juegos, no se les propuso seguir una
33

economía de fichas ni intentar apagar la luz, ya que durante las vacaciones no iba

a dormir sola en su habitación ni iba a estar en su casa, y se decidió esperar a la

vuelta de vacaciones.

En la primera sesión después de las navidades, los padres manifiestan que

la niña sigue levantándose todas las noches y aunque no parece que la exposición

a la oscuridad haya tenido efecto en el número de veces que se levanta por las

noches, sí que han notado que ya no necesita que la acompañen al baño y se

mueve por la casa por la tarde-noche sin tanto temor.

Por las mañanas cuando el padre se iba al trabajo, dejaban que la niña se

fuera a la cama de matrimonio a dormir con la madre, se les tuvo que explicar

varias veces que, aunque era un par de horas, la conducta de dormir acompañada

era el comportamiento que se pretendía eliminar y permitirlo suponía un retroceso

en la consecución de la conducta objetivo. Se tuvo que insistir en varias ocasiones

en que la niña tenía que dormir en su cama y sola para poder avanzar en el

tratamiento.

6.2 Consecución de los objetivos.

Actualmente el tratamiento todavía no ha finalizado y algunos de los objetivos

no se han llegado a cumplir por falta de tiempo, poder dormir con la luz apagada es un

objetivo en el que se está trabajando.

El objetivo general era conseguir eliminar la fobia a la oscuridad y que la menor

duerma sola en su habitación con la luz apagada y sin levantarse cada vez que se

despierta. Aunque el tratamiento no ha finalizado, actualmente Laura duerme la mayoría

de las noches en su cama sin levantarse y falta por comprobar que también lo haga con

la luz apagada.
34

Sus padres se muestran motivados, pero en algunas ocasiones no tienen tiempo

para trabajar en casa con la niña, aunque el trabajo y las pautas dadas se han ido

cumpliendo en la mayoría de ocasiones. Todo esto junto con la alianza terapéutica son

algunas de las causas por las que se están cumpliendo los objetivos. El trabajo realizado

en psicoeducación tanto a los padres como a la niña, el entrenamiento en técnicas de

respiración, realizado en terapia y en algunas ocasiones con los padres, aunque no la

realizan a diario por falta de tiempo, y la intervención en pensamientos ansiógenos,

además de la exposición en vivo realizada por los padres en el domicilio familiar han

permitido que se haya empezado a conseguir los resultados esperados.

Laura ha ido reducido sus visitas a la habitación de los padres progresivamente a

lo largo de las semanas, según refleja el registro de sueño (figura 1), Cuando acuden a

consulta, Laura se levanta todas las noches más de cuatro veces hasta que consigue que

uno de sus padres duerma con ella en su cama o que sus padres la dejen dormir con

ellos en la cama de matrimonio.

Para establecer una linea base se ha calculado de media que se levantaba cuatro

veces cada noche, aunque había noches que se levantaba en más ocasiones,

para establecer 28 veces al cabo de la semana. Actualmente ha ido reduciendo

las veces que se levanta y cuando se despierta a media noche vuelve a conciliar el

sueño, cuando se despierta sobresaltada, intenta respirar profundamente y pensar en

situaciones agradables. Los padres manifiestan que ha mejorado mucho y que ya en

algunas ocasiones cuando va a la habitación de los padres, ellos le dicen a la niña que se

vaya a su cama y la menor vuelve a su cama sin protestar. Actualmente la niña solo se

levanta en fines de semana ya que los padres son mucho más permisivos con ella los

sábados.
35

Figura 1

Registro de sueño infantil

Nº DE VECES QUE SE LEVANTA A LA REGISTRO DE SUEÑO INFANTIL


30

25

20
SEMANA

15

10

0
0 2 4 6 8 10 12 14
Nº DE SESIÓN

Nota. La figura muestra la disminución del número de veces que se levanta entre

sesiones. Elaboración propia

También se ha pedido a los padres que completen de nuevo la Escala de

evaluación del miedo a la oscuridad (EMO) de Méndez y Santacruz (1996), para

examinar si la menor ha disminuido los síntomas fóbicos, aunque no se ha terminado

todavía el tratamiento, para comprobar si está teniendo resultados. Los resultados se

muestran en la figura 2.

Figura 2

Puntuaciones obtenidas por ambos progenitores


36

ESCALA DE MIEDO A LA OSCURIDAD

90
80
70
60
MADRE
50
40 PADRE
30
20
10
0
SESIÓN 3 SESIÓN 13

Nota. El tratamiento no ha concluido

Como se puede observar el tratamiento está teniendo los resultados esperados,

pero todavía se está trabajando con la menor y sus padres para conseguir terminar con

los miedos en un futuro próximo. El Inventario de miedo a la oscuridad, para medir la

intensidad del miedo de la menor, no lo ha podido completar de nuevo por falta de

tiempo y se completará al finalizar el tratamiento.


37

7. Discusión y conclusiones

Los resultados obtenidos hasta la fecha, indican que el tratamiento

multicomponente aplicado está siendo eficaz para la fobia a la oscuridad. Aunque

todavía no ha concluido el tratamiento, estamos en la sesión 13 y no se han cumplido

los objetivos, ya se observan cambios en la conducta de la menor. El comportamiento

de levantarse todas las noches varias veces ya lo ha suprimido y también se desplaza por

toda la casa sin necesidad de que la acompañen. Actualmente se está trabajando en la

extinción de la luz y todavía no podemos afirmar que se cumpla la hipótesis terapéutica

en su totalidad.

Los resultados que se están obteniendo coinciden con otros estudios realizados

anteriormente en los que las técnicas de escenificaciones emotivas han demostrado

resultados superiores a otros tratamientos. Esta estrategia puede ser considerada

tratamiento de elección para la fobia a la oscuridad en menores (Bados, 2017; Méndez,

Rosa, Orgilés, Santacruz y Olivares, 2011; Méndez, Orgilés y Rosa, 2005).

La exposición a estímulos fóbicos, aunque sea gradual, resulta aversiva para

todas las personas, sobre todo en niños y puede convertirse en un obstáculo para el

tratamiento. Es por este motivo importante utilizar juegos para trabajar con niños

(Hurtado-Perona, 2004).

Para la niña la terapia de juego resultó muy sugerente, y que la apliquen los

padres en el domicilio familiar, supone para la menor media hora al día para jugar con

ellos, mejorando la relación padres-hija, ya que normalmente no tienen tiempo para

dedicarle a ella y menos para este tipo de juegos. Todo esto hace que se minimice el

carácter aversivo de la exposición. Desarrollar el tratamiento en la vivienda familiar


38

mediante entrenamiento previo a los padres resulta eficaz (Olivares-Olivares,

Macià y Olivares, 2014).

Limitaciones.

Una limitación del tratamiento es el bajo control de las variables extrañas que

puedan aparecer durante el tratamiento en el domicilio familiar donde es imposible

controlar el ambiente.

El principal problema durante el tratamiento fue que los padres manifestaron, a

mediados de diciembre, que se van de vacaciones de navidad al sur de España y no van

a poder asistir a más sesiones hasta después de reyes, unas tres semanas.

Como la menor va a dormir en la misma habitación que los padres, se les

recomienda que sigan con la exposición a la oscuridad en la medida de lo posible y que

intenten mantener las rutinas, después de reyes empezaremos con el tratamiento

completo.

Pasadas las vacaciones, los padres de la menor manifiestan que han seguido con

los juegos de exposición a la oscuridad pero que la niña no muestra ningún cambio, se

sigue levantando. Sí que muestra menos miedo para ir al baño por las noches, por

ejemplo, cuando van a cenar o después para cepillarse los dientes, antes tenían que

acompañarla y ahora no.

La exposición a la oscuridad con juegos no la han completado durante las

vacaciones, ya que solo se entregaron seis capítulos de los nueve que forman el cuento,

pero han expuesto a la menor con los juegos de los seis capítulos entregados, esto ha

servido para que Laura experimente una leve mejoría, pudiendo ir al baño sola, pero

seguía levantándose por las noches y dormía con la luz encendida.


39

El cuento junto con los juegos, durante las vacaciones, no se ha combinado con

una economía de ficha ni con una jerarquía para eliminar la luz ya que durante las

vacaciones de navidad iba a ser imposible por estar fuera de casa.

Pasadas las vacaciones, los padres de la menor manifiestan que han seguido con

los juegos de exposición a la oscuridad pero que la niña no muestra ningún cambio, se

sigue levantando. Sí que muestra menos miedo para ir al baño por las noches, por

ejemplo, cuando van a cenar o después para cepillarse los dientes, antes tenían que

acompañarla y ahora no.

La exposición a la oscuridad con juegos no la han completado durante las

vacaciones, ya que solo se entregaron seis capítulos de los nueve que forman el cuento,

pero han expuesto a la menor con los juegos de los seis capítulos entregados, esto ha

servido para que Laura experimente una leve mejoría, pudiendo ir al baño sola, pero

seguía levantándose por las noches y dormía con la luz encendida. La exposición a la

oscuridad con juegos, durante las vacaciones, no se ha combinado con una economía de

ficha ni con una jerarquía para eliminar la luz ya que durante las vacaciones de navidad

iba a ser imposible por estar fuera de casa.

Después de las vacaciones de navidad, sesión nueve, se continua con el

tratamiento entregando a los padres los tres capítulos del cuento con los juegos y se

realiza una economía de ficha para reforzar que no se levante por las noches. A partir de

la sesión 10 y tras aplicar la economía de fichas junto con el cuento y los juegos en la

oscuridad, empieza a disminuir el número de veces que se levanta por las noches. Otra

limitación importante fue que la menor se levantara los fines de semana, ya que algunos

viernes y sábados los padres eran más permisivos con la niña y la dejaban que se

durmiera con ellos en la cama de matrimonio o si se levantaba a las siete de la mañana

la invitan a quedarse con ellos.


40

Ya se les había comunicado en varias ocasiones lo importante que es no

consentir estas situaciones en estos momentos y que con el tiempo podrán realizar estas

conductas, pero ahora no es recomendable hacerlas. Se le informa que la conducta de

dormir acompañada es el comportamiento que se pretende eliminar.

Ha día de hoy la menor está trabajando con una jerarquía para eliminar la luz de

su habitación, se ha recomendado a los padres que sigan, en la medida de lo posible, con

la exposición a la oscuridad con juegos, respiración profunda y trabajar con los ítems

para retirar la luz, reforzado con la economía de fichas.

Los resultados obtenidos actualmente no son los definitivos, pero se observa que

va disminuyendo la fobia a la oscuridad de la menor. Se ha tenido que salvar varios

obstáculos que han impedido realizar la intervención en el tiempo previsto ya que la

ausencia de tres semanas, la intensidad y frecuencia del miedo y variables como la

implicación de los padres o las características de la menor han podido influir en la

duración para conseguir el éxito terapéutico.

También esas vacaciones inesperadas hicieron que se decidiera empezar con la

exposición a la oscuridad con juegos sin retirar la luz o utilizar una economía de fichas.

Se ha observado que la fobia a la oscuridad disminuía muy despacio en esas

condiciones. Cuando se aplica la economía de ficha se observa que la conducta de

levantarse por las noches disminuye considerablemente, pero tiene una luz encendida en

la habitación. En las próximas semanas se podrá comprobar si se consigue que duerma

con la luz apagada y se mantienen los resultados de levantarse por la noche que hay en

la actualidad.
41

Por otra parte la actitud de los padres con la terapia no es la más adecuada ya

que en algunas ocasiones parece que no entienden la terapia, ellos quieren que su hija

duerma toda la noche sin levantarse, consideran que es lo mejor para la menor y para

ellos pero no entienden lo importante que puede ser que la menor aprenda a realizar

respiraciones profundas y así cuando se despierte sobresaltada por la noche lo pueda

gestionar ella sola sin levantarse, tampoco entienden que dejar que se acueste con ellos

los fines de semana supone un retroceso en la consecución de la conducta objetivo y que

puede hacer que la menor vuelva a tener conductas que ya ha superado.

En las sesiones del centro, se reforzo el trabajo con técnicas de respiración

profunda y pensamientos ansiógenos.

Conclusiones.

El cuento con los juegos con los que se comenzó la intervención, reforzado en el

centro con técnicas de respiración profunda y el trabajo con los miedos imaginarios de

la menor, no fueron suficiente para que dejara de levantarse por las noches. A partir de

la sesión en la que se aplica la economía de fichas, sesión 9, es cuando empieza a bajar

el número de veces que se levantaba por las noches.

Esto puede ser debido a la interrupción del tratamiento por las vacaciones o a

que es más efectivo con la economía de fichas. Los padres manifestaron antes de aplicar

la economía de fichas que habían notado un pequeño cambio, su hija ya iba sola al baño

cuando el pasillo estaba oscuro y antes no lo hacía, pero seguía levantándose por las

noches.

Aunque el tratamiento no ha concluido se prevé un buen pronóstico. En líneas

generales no podemos afirmar que el tratamiento programado sea efectivo o no, ya que

ha habido muchos cambios y se ha tenido que adaptar a las circunstancias de la familia,

también es un tratamiento que no ha finalizado


42

Sí podemos afirmar que, actualmente la menor no suele levantarse por las

noches, al menos los días de diario, y que los padres han observado y hemos podido

medir con la Escala de evaluación del miedo a la oscuridad (EMO) de Méndez y

Santacruz (1996), que los síntomas de fobia a la oscuridad en la menor han disminuido

considerablemente. En las próximas semanas podremos comprobar si el tratamiento

aplicado es efectivo y en unos meses si se mantiene.

Finalmente indicar que, al tratarse de un estudio de caso único, la generalización

de los resultados es limitada y no se puede extrapolar los resultados.


43

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47

8. ANEXOS

Anexo A
48

Anexo B

Escala cumplimentada por la madre al comienzo de la terapia.


49
50
51

Anexo C
52

Anexo D

Entrenamiento para superhéroes 1

Capítulo 1

Lucía es una niña de 8 años, tiene el pelo rubio, la piel muy delicada y pálida y una bonita
sonrisa que le caracteriza. Durante el día, se muestra muy alegre y divertida con las personas a
las que quiere, en cambio, cuando llega la noche, se convierte en una niña temerosa y
asustadiza porque tiene miedo a la oscuridad, se despierta por las noches y no puede seguir
durmiendo sola, necesita que uno de sus padres duerma con ella.

Los padres de Lucia llevan un tiempo preocupados por su hija, Sospechan que por alguna
razón tiene miedo a quedarse sola y a oscuras como cuando era más pequeña.

Un día Lucía al llegar del colegio, encuentra una carta encima de la cama de su habitación. En
el sobre viene escrito: Para Lucía.

Lucía emocionada abre apresuradamente la carta y empieza a leer:

Hola Lucía soy la viuda negra, como gran espía que soy, me he enterado que van a reclutar
nuevas heroínas para luchar contra el mal y he pensado que tú eres una gran candidata.

Pero, para poder ser una buena candidata deberás superar unas pruebas.

Lucía pensó que ella no sería una buena candidata porque tenía miedo y a veces se ponía
nerviosa y sobre todo por las noches.

Pero continuó leyendo.

Para ser una gran heroína te revelaré algunos de mis secretos:

En primer lugar, te mostraré el secreto para no ponerse nerviosa y dormir a pierna suelta.

Deja todo tu cuerpo relajado y los brazos como si fueran a tocar el suelo, como si fueran de
goma. Ahora pon los brazos muy rígidos y rectos como si fueran de hierro, intenta aguantar
diez segundos. Repite el mismo ejercicio con todas las partes del cuerpo, primero apretando
fuerte cada una de ellas, y pasados unos segundos, relajando toda la zona.
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Capítulo 2

Lucía había aprendido a relajarse y se quedó dormida toda la noche. El día siguiente continuó
leyendo la carta con el entrenamiento secreto que le había escrito la viuda negra para ser una
gran heroína.

La siguiente prueba consiste en aprender a esquivar a los enemigos y atraparlos, es muy


importante poder esquivar tanto a los enemigos como a cualquier otra cosa que te lancen o
que intente atraparte. También vas a tener que entrenarte para atraparlos tú a ellos.

Capítulo 3

Lucía ya estaba notando los efectos del entrenamiento y cada día lo hacía mejor, así, cada
tarde esperaba el momento para poder seguir leyendo la carta y continuar con el
entrenamiento secreto que le había preparado la viuda negra. La siguiente prueba consiste en
encontrar cualquier cosa que te propongas, para ello este reto consiste en utilizar tus sentidos.
El tacto, el oído incluso el olfato para poder encontrar pistas y descubrir donde se esconden
tus enemigos, solo así conseguirás entrar en el selecto grupo de candidatas a super heroínas.
54

Juego nº1

La madre o el padre del menor, propone a su hija practicar la misma actividad. En primer
lugar, tensando y destensando las extremidades superiores, luego las inferiores y finalmente la
cabeza.

Dispondrán de una muñeca para poder utilizarla como modelo. Una vez realizado el ejemplo
con el juguete, lo llevarán a la práctica todos juntos. Después se respirará varias veces por la
nariz, se retendrá el aire unos segundos en los pulmones y se espirará por la boca. A
continuación, se le invitará a pensar en una escena feliz y agradable que le haya ocurrido. Esto
se realizará todos los días antes de ir a dormir y se le dará un beso y un abrazo.

Juego nº2

La menor tiene que esquivar a sus padres que irán con los ojos tapados (juego de la gallinita
ciega), tendrán que pillarle mientras se mueve sigilosamente por su cuarto con la luz
encendida.

Posteriormente, se invertirán los papeles y será la niña quien se vende los ojos y tenga que
atrapar a uno de sus padres con la luz encendida. El juego se repetirá tantas veces como sea
necesario y los padres podrán esconderse progresivamente en lugares más complejos. Cada
vez que consiga atraparlos se le reforzará con besos, abrazos y felicitaciones.

Juego nº3

Colocar una pequeña campana de cerámica o similar, encima de la cama y pedir a la niña que
entre a la habitación con los ojos vendados y la busque. Cada vez se coloca en un sitio más
complicado. Cada vez que la encuentre se le da un beso y se le felicita.
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Entrenamiento para superhéroes 2

Capítulo 4

Para ser una gran heroína no es suficiente poder guiarse con los sentidos como el tacto, el
oído o el olfato, le dijo la viuda negra a Lucia, también hay que aprender a esquivar enemigos
y usar la cabeza, sobre todo tienes que aprender a diferenciar que es real y que es una sombra,
para ello tienes que utilizar tus ojos adecuadamente y saber diferenciar que es real de lo
imaginario. Te propongo el siguiente entrenamiento. Identificar sombras. Lucia y su
superheroína favorita se sentaron delante de una lampara y comenzaron a hacer sombras en la
pared con sus manos.

Capítulo 5

Después de haber entrenado con las sombras y haber aprendido a distinguirlas, podemos
entrenar otro sentido, le dijo Black Widow a Lucía. Ya hemos entrenado el tacto o la vista,
podemos entrenar el oído, es muy importante escuchar y oír los sonidos, a veces nos
confunden y si los entrenamos estamos mejor preparados. Lucía lo estás haciendo muy bien,
sabía que eras una buena candidata, no me confundía cuando pensé en ti. Sigue así.

Capítulo 6

Lucía cada vez estaba más cerca de superar todos los retos que le ponía Black Widow. Estaba
esforzándose mucho y la superheroína lo sabía. Hoy vamos a entrenar de una manera muy
especial, como ya has entrenado la vista y el tacto, te propongo un reto: Tiene que encontrar
varios objetos valiosos que he escondido para que te cueste localizaros. Esto empieza a
complicarse, pero con tu valía y todo lo que ya has entrenado, no debería ser demasiado difícil
para ti.
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Juego 4

Después de leer el capítulo usted ha de mostrar cómo hacer siluetas de animales con las
manos. La menor las reproducirá en la habitación a oscuras y las proyectará en la pared con
un haz de luz de una linterna. Reforzar a la pequeña (Felicitar, abrazar y besar).
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Juego 5

La niña permanecerá a oscuras en el dormitorio mientras la madre o el padre emiten sonidos


de animales para que el niño los vaya acertando. Se recomienda emplear sonidos fácilmente
identificables (maullidos, ladridos, cacareos, cantos…) Evitar sonidos amenazadores como
rugidos, berridos, etc.

Juego 6

Esconder pequeños premios en el dormitorio que el niño deberá encontrar con la habitación a
oscuras. Se le informará del número de premios que hay escondidos y cuando salga con ellos
en las manos, se le darán muestras de cariño.

Entrenamiento para superhéroes 3

Capítulo 7

Pasaban los días y Lucía no paraba de aprender, cada día que pasaba era más valiente y tenía
menos miedos. Los retos los iba superando unas veces con más éxito y otros con menos, pero
era una chica fuerte y estaba dispuesta a seguir su entrenamiento. Hoy vamos a trabajar tu
paciencia. ¿Qué te parece si jugamos a hacernos las dormidas? Es muy importante aprender a
estar con los ojos cerrados como si estuviéramos dormidos, mientras esperas mi señal para
despertar puedes pensar en todos los retos que hemos superado, que ya son muchos,
¡¡Vamos!!

Capítulo 8

El entrenamiento está llegando a su fin y es hora de pasar un rato divertido, bueno, otro rato
divertido. En esta ocasión vamos a jugar al escondite, supongo que sabrás jugar al escondite,
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solo que lo haremos con la luz apagada. Lucía pensó que hace solo unas semanas no le
gustaba nada la oscuridad, pero gracias al entrenamiento había vencido ese miedo. Estuvieron
jugando un buen rato y después se fue a dormir bastante cansada, durmió a pierna suelta toda
la noche en la habitación a oscuras.

Capítulo 9

Lucía se despierta contenta y satisfecha por haber dormido con la luz apagada.

Esa noche es el día que finaliza el entrenamiento, Black Widow está muy contenta y orgullosa
de Lucía, ha conseguido superar todas las pruebas y de vencer sus miedos. Celebran una fiesta
de despedida donde se lo pasan genial.

Por la noche cuando se va a dormir, oye un ruido sospechoso, pero vence su miedo y avanza a
oscuras por su casa, encendiendo las luces para aclarar el misterio.

Al final descubre que el ruido procede del gato de los vecinos que estará jugando con algún
juguete, como hace siempre.

Capítulo 10

El entrenamiento ha llegado a su fin, Black Widow le confiesa a Lucia que ella también tuvo
problemas y tuvo que superar su miedo a la oscuridad cuando era más joven. La felicita por
haber conseguido superar las pruebas de superhéroes, ya está preparada para ser una de ellas y
también para poder ayudar a alguna amiga que también tenga miedos.

Esa noche Lucía tiene una pesadilla de madrugada, pero se relaja, respira pausadamente e
imagina escenas agradables.

Juego 7

El niño se sentará en el suelo del dormitorio con las piernas cruzadas. Cuando la madre grita
desde el pasillo, ¡Ya voy !, el niño se levanta, apaga la luz y se acuesta a dormir. Repetirlo
varias veces e ir aumentando el tiempo de exposición a la oscuridad.
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Juego 8

Jugar al escondite con el niño en la habitación a oscuras por turnos. Ir retrasando el tiempo de
encontrarle fingiendo no dar con el escondrijo.

Juego 9

La casa permanecerá a oscuras. El niño permanecerá en la habitación mientras la madre o el


padre se traslada de habitación en habitación agitando un frasco con alubias o garbanzos por
ej.

El niño deberá ir encendiendo las luces guiándose por el sonido. Se repetirá varias veces.
Después se repetirá el juego, pero ya sin encender las luces.

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