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Buenas tardes compañeros y maestro

“No existen las barreras que le digan al genio de aquí no pasarás” -Ludwig van
Beethoven-
Cuando hablamos de grandes genios solo nos fijamos en aquellos que han
obtenido la fama y prestigio, pero hay otros no tan conocidos que lograron algo
increíble dentro de su campo, en este caso la música.
Bartolomeo Cristofori nació en el año de 1655 en Florencia Italia, fue un músico
y constructor de instrumentos, su logro más reconocido fue la creación del
piano.
Pero antes del piano Cristofori ya había tenido experiencias creando
instrumentos de teclado como lo fueron la Gran Espineta, instrumento con uno
o dos grupos de cuerdas en diagonal (lo cual hacía compacto el instrumento
principalmente para orquestas de teatro, aunque la mayoría solo tenía un grupo
de cuerdas) y el Espinetón oval el cual es más compacto que el anterior, pero
con cuerdas un poco más largas.
Las primeras menciones del piano en textos fueron bajo el nombre de
arpicémbalo y posteriormente de piano-forte y fue creado como respuesta a la
deficiente respuesta dinámica por parte de los instrumentos de teclado de la
época, los cuales no permitían mostrar el sutil contraste expresivo de volumen
que otros instrumentos si lograban. Lo que quería lograr Bartolomeo Cristofori
era simplemente una genialidad, ya no habría piezas planas en términos
musicales o con una expresión limitada, los tecladistas podrían interpretar esos
altos y bajos en volumen para transmitir aún más sensaciones, tendrían la
libertad de comunicar realmente del corazón al oído hasta llegar a otro corazón.
A pesar de que en sus inicios no fue muy reconocido el teclado por los músicos
italianos de la época y de que Cristofori no estaba tan interesado en este
proyecto como en otros anteriores siguió perfeccionando su mecanismo,
incluso creo el mecanismo de una cuerda para el piano que hoy en día es el
pedal izquierdo del instrumento. Reforzó la estructura para poder tensar más
las cuerdas, utilizó cuerdas más largas y gruesas y usó un registro manual para
dirigir en macillo encargado de golpear las cuerdas a una sola de las dos que
hay por cada nota, finalmente convirtió el movimiento del macillo en dos
movimientos uno hacia arriba para golpear la cuerda y uno hacia abajo para
terminar la presión ejercida y dejar que la cuerda vibre. Cristofori tuvo
dificultades al momento de hacer estos cambios en el mecanismo como la
ruptura de cuerdas o del mecanismo entero por una excesiva presión o
demasiado peso, pero como dijo Beethoven “No existen las barreras que le
digan al genio de aquí no pasaras”.
No dejen que los grandes genios queden olvidados o no sean reconocidos
como es debido

Por: Cristofer Abraham Bautista Torres

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