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Diego Maradona dio positivo en controles antidoping en dos ocasiones mientras jugaba al fútbol, una en 1991 por cocaína y otra en 1994 por efedrina, lo que le significó suspensiones de 15 meses cada vez. Luchó contra la adicción a la cocaína durante muchos años, internándose en centros de rehabilitación en 1996 y 2000, y estuvo cerca de la muerte en 2004 por una crisis cardíaca relacionada con su consumo. Finalmente dejó la cocaína después de ese episodio gracias al pedido de sus hijas
Diego Maradona dio positivo en controles antidoping en dos ocasiones mientras jugaba al fútbol, una en 1991 por cocaína y otra en 1994 por efedrina, lo que le significó suspensiones de 15 meses cada vez. Luchó contra la adicción a la cocaína durante muchos años, internándose en centros de rehabilitación en 1996 y 2000, y estuvo cerca de la muerte en 2004 por una crisis cardíaca relacionada con su consumo. Finalmente dejó la cocaína después de ese episodio gracias al pedido de sus hijas
Diego Maradona dio positivo en controles antidoping en dos ocasiones mientras jugaba al fútbol, una en 1991 por cocaína y otra en 1994 por efedrina, lo que le significó suspensiones de 15 meses cada vez. Luchó contra la adicción a la cocaína durante muchos años, internándose en centros de rehabilitación en 1996 y 2000, y estuvo cerca de la muerte en 2004 por una crisis cardíaca relacionada con su consumo. Finalmente dejó la cocaína después de ese episodio gracias al pedido de sus hijas
En 1991, dio positivo en un control antidoping cuando jugaba en el Napoli de Italia.
La sustancia encontrada era cocaína y
el castigo fueron 15 meses sin jugar. Solo unos días después, la Justicia argentina le ordenó someterse a un tratamiento terapéutico, luego de haber sido encontrado por la Policía con estupefacientes. Ya en 1994, y nuevamente en actividad, llegó el segundo control de antidoping positivo de su carrera. Fue en el Mundial de Estados Unidos de ese año y la imagen de Maradona saliendo del campo de juego junto a la enfermera camino a la prueba se convirtió en un ícono. Aquella vez le encontraron efedrina y, una vez más, lo inhabilitaron por 15 meses. Las drogas seguían siendo un enorme fantasma en su vida. Dos años más tarde, se internó en Suiza para realizar una rehabilitación por su adicción a la cocaína, pero, en 1997, la AFA informó que Diego -que por entonces jugaba en Boca- había dado positivo nuevamente. En el año 2000 ocurrió uno de los episodios que generó mayor preocupación hasta este momento respecto de la salud del Diez. El 4 de enero, cuando estaba de vacaciones en Punta del Este, tuvo un cuadro de hipertensión arterial y una arritmia ventricular a causa de una sobredosis. Fue ingresado de urgencia a un hospital y estuvo grave. Una vez que se recuperó, viajó a Cuba para realizar un nuevo tratamiento de rehabilitación. Pero su situación no iba a mejorar y cuatro años más tarde volvió a estar al borde de la muerte a raíz de su consumo problemático. En aquella ocasión fue internado por una crisis cardíaca agravada por una infección pulmonar y estuvo en coma inducido. El pedido desesperado y cargado de amor de sus hijas marcó un antes y un después: después de ese episodio, dejó la cocaína. “A mí me sacó Dalma”, dijo en más de una oportunidad, aunque la joven siempre remarcó la intervención que también tuvieron su hermana, Gianinna, y su mamá, Claudia. “El problema más grande fue el de la droga. La droga mata. Yo soy muy afortunado, porque si continuaba así, hoy estaría muerto. Hace 13 años que no consumo. Hoy puedo levantarme a la mañana y ver a mis hijos y nietos”, contó Maradona en una entrevista en 2017. En 2019, en una entrevista con TyC Sports, Maradona habló claramente sobre sus problemas con las drogas, particularmente su relación con la cocaína, los excesos con el alcohol: “A los chicos les digo ‘no a la droga’. Ustedes no tienen participación con la sociedad, no tienen participación con la familia, eso lo aprendí de mi vieja, porque yo no soy maleducado, soy mal aprendido. Y yo cuando tomaba falopa no tenía nada, era un zombi. No la prueben”. Tras su retirada del fútbol como jugador, Maradona cayó en una espiral de drogas y excesos que le costaron su salud y su físico y lo acompañaron hasta su muerte.