Está en la página 1de 3

NEOCORPORATIVISMO 1043

permitiendo ci monopol io de representaciOn, da en todo a las caracteristicas propias dc las


deiegndoIes ciertas funciones, asegurándo- dos versiones dcl concepto de n. Sin embar-
les privilegios selectivos, haciendo obligato- go, ci concepto es 6til para analizar tenden-
na de hecho o de derecho Ia pertenencia a las cias e intentos recurrentes en diversos paises
mismas, solicitando un flujo de informaciOn, europeos.
apoyando Ia formación de socios organizados
segün los principios de la representación fun- II. CAUSAS DE LAS TENDENCJAS NEOCORPORATIVISTAS.
cional para Ia gestión de la poiltica económi- En ambos usos dcl concepto de n. está impli-
ca y social... puede lograr Ia formulación de cita Ia vision de un estado que asume la mi- -

una respuesta, organizada por pane de Ia ciativa respecto de las organizaciones de inte-
sociedad civil" (Schmitter). reses. Las reconoce y tal vez las sostiene, les
Sin embargo, gran parte de Ia literatura delega funciones pOblicas, las hace participar
especializada se refiere al n. como a un en Ia formacion de las opciones politicas.
momento del proceso politico, analIticamen- Dicha iniciativa se explica a mcnudo por la
te distinto dci de la intermediación de inte- exigencia, dc parte de los gobiernos, de res-
reses entre sociedad civil y estado. El n. se ponder a una serie de problemas que se plan-
ye como un particular modo de fonnacion de tean en los paises de capitalismo maduro. En
las opciones polIticas por parte del aparato primer lugar, la imposibilidad de evitar ci
estatal. En ci n. las grandes organizaciones conflicto de clase mediante Ia simple repre-
de los intereses no se limitan a ejercer pre- sión de Ia acciOn sindical lleva a la exigencia
siones desde ci exterior —como en ci n-iodelo de una reguiacion transfiriéndolo al campo
pluralista.— sino que son directamente incor- politico. A través de una negociación pohti-
poradas, o asimiladas, en el proceso de for- ca, en efecto, el estado puede conceder poder
macion y de gestión de las decisiones. 0 sea y beneficios a las organizaciones dcl capital
que ci n. consiste, segOn diversos autores, en y del trabajo, a cambio de una moderación en
la "participación de los grandes grupos socia- sus relaciones conflictivas. En segundo lugar,
les organizados en Ia formación de ia politi- ci aumento de las demandas al estado por par-
ca estatai, especialmente de Ia polItica eco- te de los grupos organizados lieva, segOn los
nómica" (Lehmbruch 1977). teóricos de ia "sobrecarga", a una crisis de
El primer concepto corresponde pues al gobernabilidad. Algunos gobiernos reaccio-
input del proceso politico, o sea al momento nan entonces intentando incorporar a los gru-
de Ia trasmisiOn de ia demanda desde la socie- pos más poderosos al proceso de formación
dad civil hacia el estado; ci n. se ref iere a un de las opciones poiiticas, hasta el punto de
tipo de estructura y de funciones de las orga- inducirlas a no ejencer ex post sus poderes de
nizaciones que concentran U representan inte- veto sobre las mismas opciones. Finalmente,
reses. El segundo concepto corresponde al segfin algunos autores, ante Ia crisis dcl esta-
output del proceso politico, o sea a los modos do asistencial (v. estado de bienestar) que se
a través de los cuales las opciones se forman limitaba a sostener desde el exterior el desa-
y se gestionan; en este sentido ci n. indica un rrollo económico sin intervenir directamen-
modo caracteristico de la incorporación de te, ci estado se ye obiigado a asumir un papel
tales organizaciones en ci aparato decisional más "directivo" para garantizar niveles acep-
y administrativo. En este segundo caso se tables de acumulación global (Winkler 1976).
habla a menudo de "concertación" de Ia poli- Sin embargo, los gobiernos son en general
tica económica, haciendo resaltar ci hecho de demasiado débiles para desempeflar por 51
que tales organizaciones de intereses priva- solos este papel; buscan entonces implicar en
dos son sistemáticamente consultadas por los ia regulaciOn pObiica de ia economia a las
gobiernos antes de Ia adopción de medidas grandes organizaciones de intereses, que tie-
politicas. El concepto de n. parece además nen a su vez suficiente poder y legitimizaciOn
implicar una elevada institucionalizaciOn y para hacer crelble aquel proyecto.
formalización de dichas reiaciones. No obstante, cabe senalar que no todos los
No hay duda de que en ambos casos se tra- gobiernos de los paises de capitalismo madu-
ta de tipos ideales. En ningOn pals se ha rca- ro han respondido a estos problemas comu-
lizado plenamente un sistema que correspon- nes intentando cncar una base neocorporati-
1044 N EOGIJ ELFISMO

va. Se han experimentado diversas soiucio- obtener reconocimiento, influencia sobre las
nes, como Ia biisqueda de una gobernabilidad opciones de politica económica y participa-
basada en sistemas de clientela, que garanti- ción en ci ejercicio de funciones semipObli-
zan un consenso atomizado que no precisa cas. 0 sea que se manifiestan tendencias simi-
una implicación de las organizaciones de inte- lares a las neocorporativas más por efecto de
reses, o como ci control del conflicto de cia- conquistas desde abajo que de concesiones
se mediante la exclusion —en lugar de Ia in- desde arriba. Pero son precisamente sus on-
corporación— de Ia clase obrera del bioque genes los que hacen que estas tendencias sean
social destinado a gestionar el desarroilo eco- dificilmente integrables en una coherente
nómico, o finalmente como ci retorno al mer- "estrategia de dominación" con un plantea-
cado y a la "politica de presiOn" de tipo plu- miento neocorporativo plenamente institucio-
ralista en lugar de una mayor regulaciOn nalizado. Elias siguen representando fuertes
pOblica de Ia economIa. En realidad Ia solu- elementos de tension y de desequilibrio en ci
ción neocorporativa parece imponerse sobre sistema politico y en las relaciones indus-
las otras alternativas solo en aquellos paises triales.
(y en aquellos periodos históricos) donde los
partidos de la clase obrera están en ci gobier- BIBLIOGRAFIA: C. Crouch, Relazioni industriali ed
no (v. gobiernos socialdemócratas). En efec- evoluzione del ruolo dello Stato ne//Europa occi-
to, éstos significan para las organizaciones dentale, en Con flitti in Europa. Lotte di classe,
sindicales La gararitia poiltica de que el esta- sindacati e stato dopo ii '68, a cargo de C. Crouch
do se convierta en promotor de algunos inte- y A. Pizzorno, Milan, Etas Libri, 1977; C. Crouch,
reses fundamentales de la clase obrera: pIe- Class conflict and the industrial relations crisis,
no empleo y sistema benefactor, además de Londres, Humanities Press, 1977; G. Lehmbruch,
protector de Los derechos sindicales. La exis- Corporativismo liberale e governo dci partiti
tencia de dicha garantIa induce a los sindi- (1977), en La società neocorporativa, a cargo de
catos a privilegiar el intercambio en el mer - M. Maraffi, Bolonia, II Mulino, 1981; C. Maier,
cado politico de todo lo que se refiere a acti- La rifondazione dell'Europa borghese (1975),
vidades conflictivas contractuales en el sis- Ban, Dc Donato, 1979; C. Offe, The attribution
tema de relaciones industriales. Esta costum- of publicstatus to interest groups, en Organizing
bre lleva a una centralizaciOn de la estructura interest in Western Europe, a cargo de S. Berger,
sindical y de actividad negociadora, lo cual Nueva York, Cambridge University Press, 1981;
permite a su vez la participaciOn de los sin- P. Schmitter, Ancora ii secolo del corporativis-
dicatos en Ia formación de Ia politica econó- mo? (1974), en M. Maraffi, La societh corporati.
mica y la delegacion de funciones pOblicas a Va, cit.; P. Schmitter, Interest intermediation and
los mismos. regime governability in contemporary Western
La afirmación de soluciones neocorporati- Europe and North America, en S. Berger, Orga-
vas no se ha de ver como un simple resuita- nizing interest in Western Europe, cit.; H.
do de una "estrategia de doninación" (Crouch Wilensky, The 'new corporatism ", centralization
1977b) perseguida por los estados como res- and the welfare state, Londres, Sage Publica-
puesta a determinadas exigencias, sino como tions, 1977; J. Winkier, Corporatism, en Archi-
resultado de un proceso en el que incluso las ves Européennes de Socio1os'ie, xvii, 1976,
opciones formuladas por las organizaciones ninn. I
sindicales y las caracteristicas instituciona-
les en las que se desarrollan las relaciones de [MARIN0 REG1NI]
clase desempenan un papel decisivo.
En los lugares donde dichas condiciones
politicas e institucionales no se presentan y
donde los sindicatos son débiles o fragmen- neoguelfismo
tados —como en Estados Unidos o en Ia Fran-
cia de Giscard—, éstos quedan excluidos del Se designa con este término ci movimiento de
intercambio politico. En otros casos —como ideas que se deriva de Del prinato morale e
en la Italia de los años setenta— cobran fuer- civile degli italiani (1843), de Vincenzo Giober-
za de forma considerable y logran entonces ti, en el que Se confia al papa una funcion

También podría gustarte