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Tumores cerebrales infantiles, semiología

neurológica y diagnóstico
Eduardo López Laso(1), María Elena Mateos González(2)
(1)
Unidad de Neurología Pediátrica, Unidad de Gestión Clínica de Pediatría y sus Especialidades, Hospital Univer-
sitario Reina Sofía, Instituto Maimónides de Investigación Biomédica de Córdoba (IMIBIC) y CIBERER, España
(2)
Unidad de Oncología Pediátrica, Unidad de Gestión Clínica de Pediatría y sus Especialidades, Hospital Universi-
tario Reina Sofía, Instituto Maimónides de Investigación Biomédica de Córdoba (IMIBIC), España

López Laso E, Mateos González ME. Tumores cerebrales infantiles, semiología neurológica y diagnóstico.
Protoc diagn ter pediatr. 2022;1:151-158.

1. INTRODUCCIÓN exposición a radiaciones ionizantes es el único


factor de riesgo ambiental asociado de manera
Los tumores del sistema nervioso central (SNC) consistente al desarrollo de tumores cerebrales
son las neoplasias más frecuentes en la infan- en la infancia.
cia tras las leucemias y, globalmente, consti-
tuyen la primera causa de muerte por cáncer La clasificación de los tumores del SNC de la Or-
en la infancia. ganización Mundial de la Salud (OMS) de 2007,
basada en aspectos puramente histológicos, ha
Su incidencia se sitúa entre 1 y 3 por 100 000 sido reemplazada por la clasificación de 2016,
menores de 19 años (5,4 por 100 000 cuando que incorpora además parámetros moleculares
se incluyen los tumores benignos). Los tumo- y genéticos. Estos avances han sido posibles gra-
res supratentoriales son más frecuentes en cias a estudios de genómica de alta resolución,
niños menores de 3 años y en mayores de 10, epigenética y transcriptómica. Estos avances
mientras que los infratentoriales son más fre- han posibilitado el desarrollo de terapias dirigi-
cuentes entre los 4 y 10 años (45-60% de los das a dianas moleculares específicas, especial-
tumores cerebrales de los niños se localizan mente relevante en los gliomas, y la asignación
en la fosa posterior). Los niños más pequeños más precisa de grupos de riesgo en el caso de
tienen con más frecuencia tumores de origen los meduloblastomas y ependimomas.
embrionario, mientras que los de origen glial
predominan en los más mayores.
2. MANIFESTACIONES CLÍNICAS
La patogénesis de la mayoría de los tumores
cerebrales infantiles es desconocida. Se de- La sintomatología va a depender de la edad,
ben a síndromes genéticos hasta un 8% de de la localización del tumor, de si existe o no
los cánceres en la infancia y adolescencia. La edema cerebral peritumoral acompañante y

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de la posible existencia de una obstrucción a toras y focales con alteración de conciencia.


la circulación del líquido cefalorraquídeo (LCR) Son la manifestación más frecuente en al-
que conduzca a una hidrocefalia e hipertensión gunos tipos de tumores, como astrocitomas
intracraneal (HTIC). de bajo grado y oligodendrogliomas de los
hemisferios cerebrales.
Los síntomas y signos más frecuentes son los
derivados del aumento de la presión intracra- • Signos anormales en la exploración: los más
neal (PIC), déficits neurológicos focales y epi- frecuentes son alteraciones de los pares cra-
lepsia. Generalmente, la aparición de la sinto- neales (incluyendo parálisis del VI par, uni- o
matología se acompaña de signos neurológicos bilateral, como signo no localizador debido
anormales en la exploración clínica, aunque en a HTIC), papiledema y signos cerebelosos
los casos en que un tumor se presenta con cri- (cada uno de ellos en alrededor del 50% de
sis epilépticas (CE) es menos frecuente que la los casos), seguidos de signos de vías largas.
exploración sea anormal. Es importante estar
atentos a la progresividad de la sintomatolo- • Otras alteraciones características en la edad
gía; la mayoría de los casos se diagnostican en pediátrica son: macrocefalia, generalmente
los primeros 3-6 meses desde el inicio de los en lactantes, debida a HTIC; problemas de
síntomas, aunque puede demorarse especial- crecimiento (tanto de escasa ganancia de
mente en los casos que se presentan con CE o talla como de peso) y otros trastornos en-
trastornos endocrinológicos. El tiempo hasta docrinológicos, el más frecuente, la diabetes
el diagnóstico se reduce en tumores de mayor insípida.
agresividad y a menor edad del paciente.
• Otras formas habituales de presentación
2.1. Síntomas y signos son las alteraciones visuales, además de di-
plopía por afectación del VI par, disminución
• Cefalea: constituye el síntoma más frecuen- de la agudeza visual asociada o no a déficits
te (50% de los niños la presentan antes del campimétricos (descritas estas dos últimas
diagnóstico). Puede ser leve e intermitente, hasta en la mitad de los pacientes) y latero-
y responder a analgésicos. La cefalea persis- colis o tortícolis asociado o no a rigidez de
tente, que despierta o presente al despertar, nuca en tumores de fosa posterior.
es signo característico de HTIC. Es común
que se acompañe de vómitos, repetidos, con • Otros signos no localizadores:
mayor frecuencia por la mañana.
– Debidos a HTIC, aparte de la parálisis del
• Problemas de aprendizaje y del comporta- VI par, afectación de los nervios craneales
miento (irritabilidad, letargia) son las for- III (generalmente con midriasis unilateral
mas de presentación en alrededor de un exclusivamente), IV, V y VII, como conse-
10% de los casos cada una. cuencia de la compresión de las fibras
nerviosas contra estructuras óseas por la
• CE: son la forma de presentación en el 10- HTIC. Son más frecuentes en los tumores
15% de los niños. Suelen ser CE focales mo- de fosa posterior.

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– Ataxia, puede también aparecer en lesio- cutivas y de coordinación motora fina), tras-
nes frontales. tornos del comportamiento, alteración del
nivel de conciencia, déficits campimétricos,
• En <2 años, aparte de macrocefalia, retraso CE, déficits motores focales, retraso del de-
en la adquisición de hitos del desarrollo o sarrollo psicomotor, talla baja, pérdida de
pérdida de estos y alteraciones del compor- peso, vértigo, síntomas auditivos.
tamiento como irritabilidad. Otras formas
de presentación: hemorragia intracraneal, • Tumores de la médula espinal: dolor de es-
náuseas, vómitos y fallo de medro, cuya for- palda (>50% de los casos), escoliosis y otras
ma más extrema es el síndrome diencefálico deformidades espinales (30% de los casos),
de emaciación. trastorno de la marcha o de la coordina-
ción (40%), debilidad motora focal, para-
2.2. Síntomas y signos en función plejia, cuadriplejia, debilidad de miembros
de la localización del tumor (sin incluir superiores, trastorno esfinteriano (20%),
los derivados de HTIC) laterocolis o tortícolis, alteraciones sen-
sitivas, disfagia, cambios en la voz (estos
• Tumores supratentoriales: CE, signos neu- últimos en lesiones de la unión cervico-
rológicos focales (el más frecuente, hemi- bulbar, en ocasiones asociado a anorma-
plejia), alteraciones visuales, cognitivas y del lidades del patrón respiratorio, vómitos y
comportamiento. cuadriplejía).

• Tumores cerebelosos: ataxia, movimientos


oculares anormales, vértigo, estrabismo, 3. PRUEBAS COMPLEMENTARIAS
rigidez de nuca, laterocolis o tortícolis, pér-
dida de peso, debilidad motora focal, sínto- • Ante la sospecha de un tumor cerebral, la
mas auditivos. prueba de elección es el estudio de reso-
nancia magnética (RMN) craneal pre- y
• Tumores de troncoencéfalo: ataxia, pa- poscontraste, incluyendo secuencias FLAIR
rálisis de pares craneales, signos pirami- y de difusión, junto al estudio de RMN es-
dales, debilidad motora focal, parálisis pinal. La diseminación leptomeníngea es
facial, estrabismo, movimientos oculares frecuente en niños por lo que debe reali-
anormales, problemas de aprendizaje y de zarse un despistaje del neuroeje completo
comportamiento, vómitos intratables, fallo al diagnóstico.
de medro.
• El rendimiento de la RMN se sitúa muy por
• Tumores diencefálicos y centrales (ependi- encima de la tomografía axial computari-
marios): movimientos oculares anormales y zada (TAC), excepto para la visualización de
estrabismo, disminución de agudeza visual, calcificaciones intracraneales. La TAC sigue
diabetes insípida, ataxia, atrofia óptica, pro- siendo la prueba de imagen más utilizada
blemas de aprendizaje (problemas visuales, en situaciones de urgencia debido a que tie-
de memoria, alteraciones de funciones eje- ne la ventaja de no necesitar una anestesia

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general en pacientes no colaboradores, pero 4. CLAVES DIAGNÓSTICAS DE LOS PRINCIPALES


tiene a su vez los inconvenientes derivados TUMORES CEREBRALES EN LA EDAD PEDIÁTRICA
de la exposición a radiación ionizante. Si no
es posible disponer de RMN, la TAC debe 4.1. Meduloblastoma
hacerse pre- y postinyección de contraste
iodado, salvo en situaciones de alergia al El meduloblastoma (MB) es el tumor maligno
contraste, puesto que el estudio podría re- más frecuente de la infancia. Es el segundo de
sultar falsamente negativo si no se admi- los tumores de fosa posterior tras el astroci-
nistra el mismo. toma cerebeloso. Su pico de incidencia es bi-
fásico: 3-4 años y 8-9 años, y predomina en el
• Para el diagnóstico diferencial de las lesio- género masculino.
nes puede ser de mucha utilidad conocer si
existe restricción a la difusión. Su presencia Suelen originarse en la región del vermis ce-
abogaría por un tumor con elevada densi- rebeloso, en el techo del IV ventrículo y crecen
dad celular como el meduloblastoma u otro hacia la luz del IV ventrículo y el dorso del ver-
tumor de origen embrionario. mis, produciendo hidrocefalia.

• El estudio mediante RM espectroscópica Las metástasis por diseminación a través del LCR
permite conocer algunas características son frecuentes. La presentación característica es
bioquímicas de la lesión. con síntomas y signos de HTIC y ataxia de pocas
semanas de evolución. Puede no haberse desa-
• Los estudios de tomografía de emisión de rrollado papiledema en el momento de la pre-
positrones (PET), combinados con RMN o sentación. La diseminación metastásica puede
TAC valoran funcionalmente el metabolis- ocasionar dolor radicular y/o paraplejía. Puede
mo de los tumores malignos. dar lugar a múltiples neuropatías craneales.

• El estudio del LCR no es generalmente esen- En los estudios de RMN, el MB se caracteriza


cial, salvo para aquellos tumores que pue- por ser un tumor sólido, de línea media, re-
den presentar diseminación leptomeníngea, dondeado, hipointenso en T2 y con gran avi-
en cuyo caso la citología es esencial para el dez homogénea por el gadolinio. Puede tener
estadiaje y ante la posibilidad de una en- pequeñas áreas quísticas, hemorragias o cal-
fermedad hematológica. El estudio de mar- cificaciones.
cadores bioquímicos en LCR se utiliza en la
valoración de los tumores de células germi- La nueva clasificación de la OMS de 2016, ba-
nales (gonadotropina coriónica humana y sada en características moleculares e histoló-
alfafetoproteína). La realización de una pun- gicas, reconoce 4 grupos moleculares: wingless
ción lumbar ante la sospecha clínica de una o WNT, sonic hedgehog (SHH), grupo 3 y grupo
masa intracraneal debe realizarse siempre 4. Estos grupos a su vez se dividen hasta cons-
tras un estudio de neuroimagen y teniendo tituir 12 subgrupos con un comportamiento
en cuenta las posibles contraindicaciones de biológico distinto. El subtipo de MB WNT se
esta técnica. asocia con el síndrome de Turcot. La supervi-

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vencia de este tipo de MB es superior al 95% a grandes, de márgenes imprecisos, que ex-
los 5 años. Los MB de los grupos 3 y 4 presentan panden el puente y que característicamente
metástasis con frecuencia. El MB SHH se asocia se realzan poco o nada con gadolinio. Tienen
al síndrome de Gorlin. muy mal pronóstico. Los tumores situados
en el bulbo y mesencéfalo son, con frecuen-
4.2. Gliomas cia, lesiones de bajo grado con componente
exofítico. Su pronóstico es mejor.
Constituyen alrededor del 40% de los tumores
del SNC de la infancia. • Gliomas de bajo grado: los gliomas de bajo
grado son los tumores del SNC más comu-
• Gliomas de alto grado: el 20% de los gliomas nes en los niños (40% de todos los tumores
infantiles son de alto grado. Representan de del SNC en menores de 18 años). Incluyen:
un 7 al 11% de los tumores cerebrales pri- el astrocitoma pilocítico (AP), que constituye
marios en la edad pediátrica. Su incidencia el tipo más frecuente, el astrocitoma pilo-
es mayor en síndromes con predisposición al mixoide, el astrocitoma de células gigantes
desarrollo de tumores como Li Fraumeni. In- subependimario (ACGSE), el xantoastrocito-
cluyen el astrocitoma anaplásico (AA) grado ma pilocítico y el astrocitoma difuso. Todos
III de la OMS y el glioblastoma multiforme ellos son grado I de la OMS, salvo el último
(GBM) grado IV de la OMS. La forma más que es grado II. La mayoría aparecen de for-
frecuente de presentación es con cefalea, ma esporádica, aunque el AP se asocia a la
hallazgos neurológicos focales y cambios de neurofibromatosis tipo I (NF1) y el ACGSE a
la personalidad. En un tercio de los casos se la esclerosis tuberosa. La clínica depende de
presentan con CE. La captación de contraste la localización. La mayoría se encuentran en
es común en GBM, pero puede estar ausente el cerebelo. El síndrome diencefálico hiperme-
en los AA. tabólico de Rusell es característico de los tu-
mores de localización hipotalámica, cursa con
• Gliomas de troncoencéfalo: la presenta- emaciación y fallo de medro a pesar de una in-
ción de los tumores de troncoencéfalo gesta calórica adecuada. Este síndrome tam-
suele incluir una combinación de ataxia, bién se puede originar por tumores de fosa
neuropatías craneales y signos de vías lar- posterior y craneofaringiomas. El AP muestra
gas. Los síntomas de HTIC generalmente un crecimiento lento y suele localizarse en los
son tardíos y puede no haber papiledema. hemisferios cerebelosos. Son tumores bien
Los vómitos son frecuentes. La irritabilidad definidos con componente quístico. Rara vez
y las alteraciones emocionales son comu- son infiltrantes. Los quistes pueden ser leve-
nes. Los tumores de lámina cuadrigémina mente hiperintensos con respecto al LCR en
o periacueductales producen hidrocefalia o secuencias T1 y FLAIR. Se realzan intensamen-
síndrome de Parinaud. te con el gadolinio. El 10% pueden presentar
diseminación leptomeníngea.
El glioma difuso de la línea media se localiza
de manera habitual en el puente. Son tumo- • Gliomas de la vía óptica: representan el 4-8%
res grado IV de la OMS. En RMN son tumores de los tumores del SNC pediátricos. Aparecen

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especialmente en niños pequeños y son de 4.3. Ependimomas


lento crecimiento. La mayoría de los gliomas
de la vía óptica son esporádicos, pero hasta Los ependimomas son el tercer tumor por
un tercio se observan en pacientes que tienen frecuencia y suponen el 15% de los tumores
una NF1. Este tumor afecta al 20% de pacien- de fosa posterior. El 60% de los casos se pre-
tes pediátricos con NF1. A pesar de ello no se sentan en menores de 5 años. En la mayoría
recomienda el cribado sistemático en esta po- de los niños se localizan en fosa posterior, sin
blación si no hay síntomas, ya que exhiben embargo, en la adolescencia tienden a presen-
un comportamiento menos agresivo a pesar tarse en los hemisferios cerebrales, no siendo
de presentarse a edades más precoces. Tanto rara la asociación a sangrado tumoral en estos
en el contexto de NF1 como en pacientes sin casos. Son tumores sólidos que se sitúan en
esta enfermedad se han descrito regresio- línea media, ocupando el IV ventrículo, obstru-
nes espontáneas. Son AP, pueden afectar al yéndolo, y tienen tendencia a extenderse por
nervio óptico (de forma uni- o bilateral, son los recesos laterales hacia la cisterna cerebe-
prequiasmáticos el 26-36%), al quiasma, así lopontina y el canal espinal cervical. Pueden
como al tracto y radiaciones ópticas (64-74% metastatizar por el LCR. Las manifestaciones
en estas localizaciones) con o sin extensión al más frecuentes son síntomas/signos de HTIC
III ventrículo. La presentación depende de la y déficits focales. Las parálisis de nervios cra-
localización. Las lesiones anteriores al quias- neales, la rigidez de nuca y el tortícolis tam-
ma se presentan con proptosis y pérdida pro- bién son frecuentes.
gresiva de visión monocular en unos meses.
En la exploración podemos encontrar papile- 4.4. Craneofaringioma
dema o atrofia óptica. En niños con lesiones
del quiasma o más posteriores se presentan Constituye el 5-10% de los tumores cerebra-
con disminución de agudeza visual asimé- les infantiles y el 50% de los tumores de línea
trica o unilateral. En menores de 2 años se media. Se pueden presentar a cualquier edad.
acompaña de nistagmo pendular adquirido, Es un tumor epitelial benigno de lento creci-
en ocasiones monocular. Los defectos de cam- miento, originado en los remanentes celulares
pos visuales habitualmente son asimétricos de la bolsa embrionaria de Rathke en el área
e irregulares. El tumor puede extenderse al supraselar adyacente al quiasma óptico. Por la
hipotálamo y dar lugar a hidrocefalia con o localización suele presentarse con trastornos
sin disfunción hipotálamo-hipofisaria. En visuales uni- o bilaterales como hemianopsia
estos casos, con frecuencia de presentación bitemporal, nistagmo, papiledema y atrofia
temprana, puede haber macrocefalia y movi- óptica, y con problemas endocrinológicos. ,
mientos oculares desconjugados, y el tumor visuales a. Los pacientes habitualmente son
puede haber crecido mucho. diagnosticados meses después de su presen-
tación por las anormalidades endocrinológicas
En los estudios de RMN la densidad del teji- como déficit de crecimiento, disfunción sexual,
do tumoral puede ser similar a la del tejido amenorrea, hipotiroidismo o diabetes insípi-
cerebral y tras la inyección de contraste sue- da. Con frecuencia producen HTIC por hidro-
le producirse un realce homogéneo. cefalia. No es infrecuente encontrar, además,

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somnolencia, apatía y cambios de humor. Las teratomas son más frecuentes en el período
lesiones suelen ser grandes en el momento del neonatal, mientras que los tumores malignos
diagnóstico con calcificaciones en la región su- son más frecuentes en los adolescentes. Los tu-
praselar o infra- y supraselar y la presencia de mores localizados en la glándula pineal suelen
uno o varios quistes, que pueden comprimir producir hidrocefalia obstructiva o anomalías
el III ventrículo. neuroftalmológicas por daño tectal. El síndro-
me de Parinaud parcial o completo puede estar
4.5. Tumores de los plexos coroideos presente en hasta el 50% de los localizados en
la glándula pineal. Son frecuentes la poliuria,
Los tumores de los plexos coroideos se presen- la polidipsia y la pubertad precoz. En ocasiones
tan con hidrocefalia y un aspecto característico producen ataxia y déficits focales. El diagnós-
de coliflor intraventricular en la neuroimagen. tico puede demorarse si se presentan con una
En RMN son hiperintensos en T2 y se realzan clínica más solapada como empeoramiento del
de manera homogénea. Suponen el 3-4% de los rendimiento académico, cambios de compor-
tumores intracraneales pediátricos, siendo más tamiento y endocrinopatías.
frecuentes en menores de 1 año. En lactantes,
la hidrocefalia generalmente se desarrolla rápi- La imagen típica de los germinomas es la de
damente. El 50% se localizan en los ventrículos una masa redondeada en la región pineal de
laterales, el 40% en el cuarto ventrículo y el 5% densidad ligeramente superior a la del cere-
en el tercer ventrículo. En el 5% restante de los bro. Los no germinomas son masas más hete-
casos, afectan a varios ventrículos. Histológi- rogéneas con frecuente componente quístico.
camente se dividen en: papilomas benignos La presencia síncrona de tumor en regiones
bien diferenciados (grado I de la OMS), atípicos pineal y supraselar sugiere germinoma. La
(grado II), o carcinomas agresivos (grado III). Los determinación de marcadores tumorales, con
carcinomas de plexos coroideos son el 40% de elevación de la alfafetoproteína y/o betaHCG
los tumores de plexos coroideos y aparecen con en el LCR y/o sangre, pueden ser diagnósticos y
más frecuencia en pacientes con síndrome de evitan la necesidad de biopsiar. En otros casos,
Li Fraumeni. el examen histológico suele ser necesario para
confirmar el diagnóstico.
4.6. Tumores de células germinales
4.7. Oligodendrogliomas
Constituyen el 3% de los tumores cerebrales
infantiles. Los tumores de células germinales Representan el 20% de los tumores supraten-
son los tumores más frecuentes de la región toriales. Son tumores de crecimiento lento.
pineal. Suelen localizarse en la región pineal Tienen una importante tendencia a calcificar.
y/o supraselar. Se dividen en germinomas La mayoría se localizan en el lóbulo frontal y
(50-60% de los tumores de células germinales se presentan con CE. En RMN son hipointensos
intracraneales), y tumores de células germina- en T1 e hiperintensos en T2. Menos del 25%
les no germinomas (carcinoma embrionario, se realzan con gadolinio. El pronóstico gene-
tumor del seno endodérmico, coriocarcinoma, ralmente es bueno, incluso en pacientes con
teratoma maduro e inmaduro, y mixto). Los resección parcial, pues permanecen estables

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por largos períodos. Hay oligodendrogliomas BIBLIOGRAFÍA


malignos, de mal pronóstico.
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Afectan a lactantes y niños pequeños. Tienen
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media, supratentorial o cerca del ángulo ce- son D, Hayward R, Aquilina K. Intracranial Neo-
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gadolinio de manera heterogénea debido a la
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Suelen presentar diseminación leptomeníngea. rol Clin. 2018 Aug;36:533-56.
Debido a que son comunes las mutaciones en
la línea germinal, se recomienda estudio y con-
sejo genético a estas familias.

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