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Toxinas de alimentos de origen marino en peces, mariscos y tortugas

Hay diversas toxinas de mariscos las cuales deben distinguirse de los venenos marinos, muchas de
las cuales no están confinadas a una especie única

Algunas toxinas de alimentos de origen marino son específicas para una especie o género único.

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Y un factor complicante en el estudio de dichas toxinas es la rareza y la impredecibilidad de la


presencia de la toxina. Las toxinas de alimentos de origen marino en general pueden clasificarse
según a localización del veneno.

Por ejemplo,

1) la ictiosarcotoxina está concentrada en los músculos, piel, hígado o intestinos, o por lo demás no
se relaciona con el aparato reproductor o el circulatorio;

2) la ictiootoxina se relaciona con tejido reproductor;

3) la ictiohemotoxina está confinada al aparato circulatorio, y

4) la ictiohepatotoxina está confinada al hígado.

En general, las toxinas de alimentos de origen marino tienen una tolerancia de cero; cualquier
concentración detectable se considera una causa de acción reguladora.

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Intoxicación por dinoflagelado también llamada intoxicación paralítica por mariscos

El agente causal en este tipo de intoxicación es la saxitoxina o compuestos relacionados, que se


encuentran en una gran cantidad de mariscos. Los mejillones bivalvos son los vehículos más
frecuentes.

La saxitoxina es una neurotoxina que bloquea la transmisión neural en la unión neuromuscular.

La toxina produce debilidad neuromuscular sin hipotensión, y carece de la acción emética e


hipotérmica de la tetrodotoxina.

Ochenta microgramos de toxina purificada por 100 g de tejido pueden resultar letal. La toxina, un
alcaloide relativamente estable al calor, está en mayor cantidad durante mareas rojas y las
agrupaciones pueden alcanzar 20 a 40 millones/mi.

En los mariscos, los materiales tóxicos se almacenan en diversas partes del cuerpo.

Los órganos digestivos, hígado, agallas y sifones contienen las mayores concentraciones de veneno
durante los meses más calurosos.

Los síntomas son entumecimiento con hormigueo o ardor alrededor de los labios y de las yemas de
los dedos, ataxia, vértigo, tambaleo, somnolencia, sequedad de garganta y asimiento de esta,
lenguaje incoherente, afasia, exantema, fiebre y parálisis respiratoria.
Los pacientes a menudo informan una sensación de ligereza, como si estuvieran flotando en el
aire.

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Ciguatera

La ciguatoxina es una neurotoxina ictiosarcotóxica que se encuentra en 11 órdenes, 57 familias y


más de 400 especies de peces, así como en ostras y almejas.

La toxina parece pasar a través de la cadena alimenticia sin reducción de su toxicidad y sin peligro
para el vector.

El periodo asintomático es de tres a cinco horas después del consumo, pero puede durar hasta 24
horas. El inicio es repentino, y los síntomas pueden incluir dolor abdominal, náuseas, vómitos y
diarrea acuosa; dolor muscular; hormigueo y entumecimiento de los labios, lengua y garganta; un
sabor metálico; ceguera temporal, y parálisis. También han ocurrido muertes.

La recuperación por lo general ocurre en el transcurso de 24 horas, pero el hormigueo puede


continuar durante una semana o más.

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Intoxicación por pez globo

La intoxicación por tetraodóntido o pez globo puede sobrevenir por la preparación y el consumo
inapropiados de cualesquiera de alrededor de 90 especies de pez globo.

La toxina (tetrodoloxina) está localizada en casi todos los tejidos, pero los ovarios, hueva, hígado,
intestinos y piel son los más tóxicos. La toxicidad es más alta durante el periodo en el que sueltan
sus huevos, aunque una especie puede ser tóxica en una ubicación pero no en otra.

La tetrodotoxina es una neurotoxina que produce parálisis del sistema nervioso central y de los
nervios periféricos al bloquear el movimiento de todos los cationes monovalentes.

Esta toxina es hidrosoluble y es estable ante la ebullición, salvo en una solución alcalina. La víctima
no tiene síntomas durante 10 a 45 minutos, pero puede presentar un respiro durante hasta tres
horas o más.

La toxicidad se manifiesta como una sensación de hormigueo o picor en los dedos de las manos y
de los pies; malestar general; mareo; palidez; entumecimiento de los labios, lengua y
extremidades; ataxia; náuseas, vómitos y diarrea; dolor epigástrico; sequedad de la piel;
hemorragia subcutánea y descamación; dificultades respiratorias; contracciones musculares
espasmódicas, temblor, falta de coordinación, y parálisis muscular, así como cianosis intensa. La
mortalidad es muy alta.

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Otros tipos de intoxicación por alimentos de origen marino

Intoxicación por morena.


Esta proviene de una ictiohemotoxina, que se destruye cuando se calienta a 60 a 65°C. El secado
no afecta a la toxicidad. La toxina se encuentra en la sangre o el suero de morena cruda, congrio, y
anguiliformes, aunque la carne no es tóxica.

Los síntomas aparecen luego de 30 minutos a 24 horas, y constan de diarrea, heces


sanguinolentas, náuseas, vómitos, formación de espuma en la boca, erupciones cutáneas, cianosis,
debilidad, parálisis y dificultad respiratoria. La aplicación de la toxina por vía tópica da por
resultado ardor, enrojecimiento de la mucosa, e hipersalivación.

Intoxicación por hígado de pescado.

Se origina por una ictiohepatotoxina y puede relacionarse con hipervitaminosis o causarla. Esto
ocurre después del consumo de hígado de sawara (caballa japonesa) y de otros tipos de peces.
Después de un periodo asintomático de 30 minutos a 12 horas, la víctima va a experimentar
náuseas, vómitos, fiebre, cefalalgia, diarrea leve, exantema, alopecia, dermatitis, descamación,
hemorragia a partir de los labios, y dolor articular.

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Intoxicación por hueva de pescado.

Este tipo de intoxicación comprende un grupo de ictiootoxinas que se encuentran en la hueva y los
ovarios de una gran cantidad de peces, entre ellos el salmón y las truchas y otros peces de agua
dulce y de agua salada.

Dentro de este grupo de ictiootoxinas están toxinas estables al calor y toxinas de lipoproteína.

El periodo asintomático va a durar de una a seis horas, seguido por un sabor amargo, sequedad de
la boca, sed intensa, cefalalgia, fiebre, vértigo, náuseas, vómitos, cólicos abdominales, diarrea,
mareos, sudor frío, escalofríos y cianosis. En pacientes graves pueden ocurrir parálisis, crisis
convulsivas y muerte.

Intoxicación por abalones (orejas marinas, orejas de San Pedro).

Se origina por veneno de vísceras de abalone (localizado en el hígado y la glándula digestiva), y es


raro por cuanto produce fotosensibilización.

La toxina es estable a la ebullición, la congelación y el salado.

La aparición de síntomas va a depender de la exposición a la luz solar.

Los síntomas son de inicio repentino e incluyen sensación de ardor y escozor en todo el cuerpo,
también presentará eritema, edema, y ulceración cutánea en partes del cuerpo expuestas a la luz
solar.

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Intoxicación por erizo de mar.

Se desconoce el agente causal, pero al parecer se forma durante la temporada de reproducción y


se confina a las gónadas.
Los síntomas incluyen dolor abdominal, náuseas, vómitos, diarrea y ataques parecidos a la
migraña.

Intoxicación por tortuga marina. El agente causal es la quelonitoxina, que se encuentra en el


hígado en mayor concentración, así como en la carne, grasa, vísceras y sangre.

La toxicidad es esporádica, y es posible que el veneno se derive de algas marinas tóxicas.

Las tortugas comprendidas incluyen la tortuga marina verde, entre otras.

Los síntomas aparecen en el transcurso de algunas horas a varios días, e incluyen vómitos; diarrea;
dolor en los labios, lengua y garganta; aire espirado fétido; dificultades para deglutir; una cubierta
blanca sobre la lengua, que puede quedar cubierta con pápulas pustulosas del tamaño de la
cabeza de un alfiler; sensación de estrechez del tórax; coma, y muerte.

Van a Ocurrir decesos en alrededor de 25% de las víctimas.

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