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Qué hace (y qué no

hace) un líder de
alabanza
12 MAYO, 2022  |  OSCAR MORALES

Este debería ser el artículo más corto en la historia de Coalición


por el Evangelio. Un líder de alabanza dirige el tiempo de música
en su congregación. Es bastante obvio… ¿cierto? 

Con todo, si somos honestos, las preguntas como « ¿Qué hace un


director de alabanza?» abundan en eventos relacionados con la
música y el ministerio de adoración. ¿Cuáles son las tareas
principales del líder musical? ¿Hasta dónde llega su
responsabilidad? ¿Qué debería hacer, en qué debería
concentrarse? 

En nuestra cultura evangélica, muchos líderes de alabanza


empiezan a preguntarse si parte de su rol debería de ser grabar un
disco, organizar eventos junto con otros artistas cristianos, salir de
gira con sus músicos para poder «ir hasta los confines de la tierra
para ministrar al pueblo de Dios». Estas cosas no son
pecaminosas ni tienen nada de malo en sí mismas… el problema
está en que se han interpretado como la regla para muchos líderes
de alabanza.

También podemos llegar a creer que nuestro llamado a servir se


resume en sacar canciones, ensayarlas, ser un «animador» para
que la congregación cante o dance y —el peor error de todos—
ser quienes «llevan a la iglesia a la presencia de Dios».  
Líder de alabanza: tu trabajo no es «hacer que las cosas sucedan».
El Espíritu Santo trabaja en el corazón de cada creyente para que
alabe al Señor. El único intermediario entre Dios y Su pueblo —
quien nos da acceso a la presencia del Padre— es Jesucristo, no
nosotros.

Entonces, ¿cuáles son las responsabilidades de un líder de


alabanza? ¿Qué debe de hacer y en qué debería enfocarse?
La tarea principal del director de alabanza es discipular y servir a la iglesia a través del
regalo de la música
 
Para iniciar, debemos recordar que el director de alabanza debería
llenar los requisitos bíblicos de un diácono. Además, podemos
enumerar cinco tareas cruciales que todo líder de alabanza debe
llevar a cabo:

1. Un buen líder de alabanza crece en


sus disciplinas espirituales.
Las disciplinas espirituales son esenciales para todo creyente; el
líder de alabanza no es la excepción. Tristemente, este aspecto
suele descuidarse al momento de nombrar a un director musical;
lo primero que se busca son «los dones». Las habilidades
musicales son importantes, pero sin una vida espiritual sana y
robusta, un líder de alabanza no llegará muy lejos al intentar
cumplir su labor. 

La tarea principal del director de alabanza es discipular y servir a


la iglesia a través del regalo de la música. ¿Cómo podrá alguien
discipular y servir a la iglesia si él mismo no practica la lectura, la
meditación y el estudio serio de la Biblia… si no ora y no ofrece
adoración personal al Señor?
2. Un buen líder de alabanza crece en
sus dones y habilidades.
Los dones que Dios nos ha dado son para el servicio y la
edificación de la iglesia (1 Co 14:12). Entender esto nos debe
hacer conscientes de nuestra responsabilidad, no solo de cuidar
estos talentos, sino también de hacerlos crecer. Debemos ser
buenos mayordomos del liderazgo y las habilidades musicales o
técnicas que Dios nos ha dado.

El líder es responsable de los recursos a su alcance —como


videos o clases— y permanece creciendo para la gloria de Dios y
bendición de Su pueblo. Vivimos en la época de la información.
Existen muchísimas maneras de continuar aprendiendo y puliendo
nuestro oficio.

3. Un buen líder de alabanza conoce a


—y convive con— su iglesia local.
Un líder que sirve a su iglesia debe conocer a su iglesia. No solo
saluda a los miembros de la congregación al final de la reunión,
sino que participa y convive con ellos en los grupos pequeños y
en las diversas actividades organizadas por la iglesia. 

Pasar tiempo con tu familia espiritual te llevará a saber cómo


servirlos, amarlos y discipularlos a través del don de la música.
Entender en qué etapa se encuentra tu iglesia y qué es lo que está
viviendo informará la manera en que la Palabra de Dios cantada
puede ministrar sus corazones.
Un líder que sirve a su iglesia debe conocer a su iglesia
 
4. Un buen líder de alabanza discipula
a más líderes de alabanza.
Muchos líderes fallan en la formación de otros líderes, a veces por
falta de experiencia (nunca se nos ha ocurrido hacerlo) y otras por
la mala motivación del corazón (querer ser vistos como algo
especial y único dentro de la iglesia).

Con todo, es crucial desarrollar a otros líderes que compartan el


trabajo y la responsabilidad  de amar y servir a la iglesia a través
del don de la música. Líderes que traigan más dones, experiencia
y visión al ministerio. Líderes que no solo te apoyen, sino que
también te reten a llevar a cabo tus tareas de mejor manera cada
día, para edificar la iglesia y servirla. 

Esto no tiene que ver necesariamente con un «sistema» o


«programa» de desarrollo de líderes, sino más bien de una
experiencia de amistad en Cristo. En este contexto de comunidad
se puede fomentar el crecimiento en habilidad y liderazgo,
construir una visión de ministerio y desarrollar grupos de músicos
espiritualmente sanos.

5. Un buen líder de alabanza prepara la


liturgia del servicio dominical.
La liturgia es el orden de los elementos en un servicio de
adoración dominical. Si bien los detalles dependen de la
denominación de la iglesia, podemos afirmar que los elementos
principales de una liturgia dominical son los siguientes:

 Música
 Predicación
 Ordenanzas 
 Ofrenda
Previo a la Reforma Protestante, el culto dominical era algo
incomprensible para muchos. Las personas asistían a cultos que
no eran en su idioma; los miembros de la iglesia eran solo
espectadores de algo que realmente no entendían. Fomentar de
nuevo la participación de la iglesia en el culto al Señor fue uno de
los mayores logros del movimiento de la Reforma. 
La liturgia de nuestras iglesias debe afirmar, enseñar y guiar a la iglesia en una
«conversación» acerca de las verdades fundamentales de la Biblia
 
La liturgia de nuestras iglesias debe afirmar, enseñar y guiar a la
iglesia en una «conversación» sobre las verdades fundamentales
de la Biblia respecto a Dios y Su relación con el ser humano. 

Esta, por ejemplo, es la liturgia de nuestra iglesia local. Se divide


en cinco partes principales:

 Llamado a la alabanza: Dios llama a Su pueblo a adorarle.


o La reunión dominical de la iglesia inicia con una lectura bíblica
mostrando a la iglesia que Dios nos llama a adorarle por lo que Él
es y por lo que Él ha hecho.
 Llamado a la confesión de pecado y afirmación de la
seguridad de perdón: Dios llama a su pueblo a estar en Su
presencia.
o La reunión dominical puede incluir lecturas bíblicas y cantos
sobre confesión de pecados, entendiendo que cuando nos
acercamos a la presencia de Dios es necesario reconocer nuestro
pecado delante de su santidad.
o También incluimos lecturas y cantos que hablen de la seguridad
de perdón que tenemos cuando confesamos nuestros pecados
delante de Dios.
 Predicación de la Palabra: Dios habla a Su pueblo a través de la
Escritura.
o Una vez que hemos cantado a Dios por lo que Él es y lo que Él ha
hecho, y que hemos confesado nuestros pecados recordando Su
perdón, nuestro corazón está listo para escuchar la Palabra
predicada.
o Al haber escuchado la palabra de Dios podemos ser obedientes a
ella y practicar las ordenanzas para la iglesia: 
 Santa Cena
 Bautismos
 Respuesta en adoración: La iglesia responde en alabanza a la
Palabra expuesta.
o Cuando la iglesia ha escuchado la Palabra y practicado las
ordenanzas de Jesús, puede responder en alabanza por la gracia de
Dios.
o Cantamos y leemos pasajes relacionados al agradecimiento o a
sermón que escuchamos
o En esa misma actitud de adoración, recordamos que las ofrendas
son adoración a Dios y las recogemos en este momento.
 Comisión a la iglesia: Dios envía a la iglesia a ser sal y luz en el
mundo.
o Agradecemos a Dios por la oportunidad de haber cantado, orado,
confesado y escuchado el evangelio.
o Leemos en la Palabra una bendición o un mandato a la iglesia
para vivir en misión (los unos a los otros) al esparcirse por la
ciudad, para dar testimonio del evangelio que hemos creído.
El líder de alabanza debe tener la habilidad y el conocimiento
bíblico para preparar la liturgia domingo a domingo. El orden del
servicio dominical y el pasaje de la predicación son centrales para
determinar cuáles son las canciones que se entonarán, los textos
que se leerán y las oraciones que se elevarán durante la reunión.
Todo esto, por supuesto, requiere que tengamos una
comunicación clara y estrecha con el pastor encargado de la
predicación para poder planificar la liturgia con excelencia.

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