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Lo que el Administrador Deshonesto Hizo Bien

En la historia del administrador deshonesto en Lucas 16, el personaje principal es el


héroe —a pesar de su deshonestidad. ¿Pero, por qué? Como administrador, él
sabía que estaba a punto de ser despedido, canceló parte de las deudas que otras
personas le debían a su amo. Su esperanza era que un día, cuando necesitara
ayuda, ellos recordarían que le debían un favor. Su deshonestidad ciertamente no
es admirable. Entonces, ¿qué le gustó a Jesús de este hombre?

El administrador deshonesto hizo tres cosas bien, y son las mismas cosas que Dios


quiere que hagas con tu dinero.

Primero, el administrador miró hacia adelante. Consideró el futuro. Cada anuncio en


nuestra cultura nos enseña a hacerlo ahora, a gastarlo ahora, a tenerlo ahora y a
olvidar el futuro. Es por eso que muy pocas personas tienen ahorros.

Proverbios 14:8 dice: “El sabio medita en sus propios caminos, pero al necio lo engaña su
propia necedad” (NBV). Hay algunas cosas que debes enfrentar en tus finanzas, y
entre más esperes para hacerlo, más difícil será arreglarlas.
La segunda cosa que Dios quiere que hagas, como lo hizo el administrador, es
hacer un plan. ¿Cómo sabes si tienes un plan financiero? Es muy sencillo: ¿Tienes
un presupuesto? Un presupuesto le dice a tu dinero a dónde ir. Si no tienes un
presupuesto, tú no tienes un plan. “El hombre hace planes, pero es el Señor el que dirige
sus pasos” Proverbios 16:9 (NBV).
La tercera cosa que hizo el administrador que también debemos hacer, es actuar
rápidamente. Él no pospuso las cosas. Él no esperó. Puso en marcha su plan. Él no
dijo: “Algún día voy a ordenar mis finanzas. Algún día comenzaré a ahorrar para la
jubilación”. Recuerda esto: “uno de estos días” será ningún día.

El administrador dice en Lucas 16:4, “Ya sé lo que voy a hacer, para tener quienes me
reciban en sus casas cuando me quede sin trabajo” (DHH). Eso es lo que Jesús está
elogiando —no la falta de honradez del administrador, sino su capacidad para hacer
un plan y actuar en consecuencia. Si vas solo a la deriva a través de la vida, no
estás actuando con prudencia. Necesitas tener la visión a largo plazo.
Cuando Jesús habla de la visión a largo plazo, no está hablando de la
jubilación. Está hablando de la visión a largo plazo al otro lado de la muerte. Cuando
miras hacia el futuro, haces un plan que le agrade a Dios, y luego actúas en
consecuencia; así estás haciendo una inversión para el futuro que cosechará
recompensas eternas.

Reflexiona sobre esto


 ¿Qué hechos concretos sobre tus finanzas necesitas enfrentar hoy? ¿Qué decisiones
difíciles harán que tu vida sea más manejable?
 Piensa en tus últimas tres grandes compras o inversiones. ¿Cómo se alinean con los tres
principios discutidos en el devocional de hoy
 ¿Cómo puede tu presupuesto y planificación reflejar una perspectiva eterna?

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