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Un camino autoetnográfico entre hilos y tejidos narrativos:

problematizando relaciones interculturales en salud pública

Noelia Rosa Mercaú1


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Partiendo de la escritura como una herramienta de comunicación, considere oportuno


presentar esta ponencia como un modo de posibilitar en ámbitos académicos un enunciado
con matiz emancipatoria. Relatar un camino autoetnográfico reflexivo, construido con una
identidad indígena adscripta: mujer, intelectual de-construida por elección y académica.
Transitando y tejiendo experiencias alternativas de producción científica en búsqueda de un
pensamiento crítico, atravieso procesos de resistencias y luchas en un espacio-tiempo circular
ancestral.
Me propongo tensionar ciertos interrogantes motivados y cuestionados desde el inicio de mi
trabajo final de grado en la Lic. en Sociología. Particularmente, uno silenciado en los años de
estudiante universitaria: ¿Cómo defino mi estar-hacer-emerger con una indigenidad
construida?
Conjuntamente, tengo la intención de compartir un relato entre dudas y certezas fundado en
¿Quién soy yo para decir y desde dónde construyo mi discurso en este espacio? Pues,

1
Universidad Nacional de Villa María
noeliarmercau@gmail.com

1
apresurándome a manifestar algo inscrito desde mi existencia y resistencia indígena con
conocimiento situado, intentando tejer puentes y ensayar traducciones posibles.
A modo de dar una conexión de las partes constitutivas de este trabajo, introduzco la
presentación en una primera instancia, justificando con fundamentos teóricos metodológicos
lo que me motivo a ocuparme en esto.
En una segunda instancia, esbozare una objetiva caracterización socio-antropológica de
familias indígenas asentadas en un cortadero de ladrillos ubicado en zona rural de Villa María,
Córdoba.
Complementariamente, desarrollaré un apartado donde problematizo prácticas interculturales
en salud pública originadas tras la implementación del Programa Médicos Comunitarios 2 (en
adelante PMC), entre los años 2010 y 2016 en el área referenciada anteriormente.
Predomina una metodología cualitativa, con un abordaje que implicó suponer una dimensión
espacio-temporal de interacciones sociales y contingencias situacionales de las sujetas y los
sujetos categorizados, descomponiendo elementos etnográficos de su cotidianeidad.

Lo autoetnográfico: entre trayectorias y andares en espacios situados


La búsqueda de abordajes y discusiones que puedan encuadrar en posibles respuestas sobre la
temática de interés, me llevo a cuestionar prácticas, decisiones y modos de acercarme a
“objetos de estudios” previamente delimitados desde una lógica científica universalmente
legitimada en la academia.
Asimismo, re-pensarme y de-construirme como sujeta indígena con determinados privilegios.
En correspondencia a esto, la perspectiva de feminismos de Abya Yala trabajada desde un
Equipo de Investigación3 del cual formo parte en la Universidad Nacional de Villa María (en
adelante UNVM), me ayudo a esclarecer algunos puntos dispersos en mi labor como mujer y
aprendiz investigadora. “Ahí donde existe un privilegio, un derecho es negado, precisamente
porque los privilegios no son universales, como son pensados los derechos (igualmente, ahí
donde un derecho es negado, se construye un privilegio”. (Gargallo Celentani F.;2014: 34).
Este acercamiento, me hizo repasar y memoriar el camino ancestral recorrido desde múltiples
espacios de luchas colectivas por derechos humanos y comunitarios. Implicando analizar, mi
propia trayectoria individual compartida en otros lugares, como mujer con particulares
territorialidades que habitan en mi cuerpa.
2
El PMC tiene como principal objetivo fortalecer la estrategia de Atención Primaria de la Salud, como política
de Estado en los sistemas locales de salud. Aportando a la inclusión y la atención con calidad en el Primer Nivel
de los grupos con mayor vulnerabilidad social a través de diversas estrategias de intervención sanitaria.
3
Convocatoria de investigación 2018-2019: “Mujeres, migraciones, tierra y territorio: Experiencias, imaginarios
y políticas interculturales en el contexto nacional, provincial y local”
2
De este modo, fui madurando lógicas de pensamientos tensionando, discusiones epistémicas y
metodológicas sobre un desde dónde y cómo nos forman en la universidad respecto a estudios
de la temática indígena.
La posibilidad en el año 2018, de moderar una mesa temática y un panel sobre Pueblos
Indígenas en la UNVM4 (junto al desmedido esfuerzo compartido con mi compañera de
coordinación) despertó en mí, la necesidad de escribir desde traducciones de diálogos
diversos. Asimismo, me permitió posicionarme desde un lugar acuerpándome en mi
territorialidad ancestral.
“Bajo una forma de cuidado epistémico buscamos dar apertura a la construcción de
prácticas alternativas en la interpretación/comprensión/producción de otros
conocimientos dentro del mundo académico. Nuestra intención se basó
fundamentalmente en tejer puentes y ensayar traducciones posibles, promoviendo de
esta manera trabajos transdiciplinarios”.
(Liberal C., y Mercaú N; Mesa Pueblos Indígenas-II Jornadas de Sociología, 2018. UNVM)
“Comprometidas a escribir desde un pensamiento compartido con traducciones de
diálogos puestos en tensión y la construcción de un enriquecimiento mutuo entre
académicas/os; diversos actores comprometidos con el propósito de la mesa y;
referentes de comunidades”.
(Liberal C., y Mercaú N; Mesa Pueblos Indígenas-II Jornadas de Sociología, 2018. UNVM)

En consecuencia, me introduje en la búsqueda y reapropiación de conocimientos (otros,


subalternos, horizontales, dialógicos y prácticos) que me permitieron situarme en espacios de
debates, que dieron lugar a la crítica de un conocimiento eurocentrado atravesado por
discursos y prácticas letradas internalizadas.
Reconozco que no es una fácil tarea posicionarme como sujeta indígena académica y articular
estos saberes en mi vocación sociológica, pero es una responsabilidad que asumo por mis
ancestros y guías espirituales en este tiempo físico.
Lo anterior está fuertemente relacionado a una identidad indígena apropiada: sentimiento
histórico de pertenencia al Pueblo Nación Camichingón. Hilando esto me encuentro con lo
autoetnográfico entre certezas y dudas, en un camino por explorar y sentir.

4
II Jornadas de Sociología 16 y 17 de agosto de 2018. Instituto Académico-Pedagógico de Ciencias Sociales.
Universidad Nacional de Villa María.
Panel/ Pueblos Indígenas: diversidades y resistencias en torno a territorios ancestrales. Experiencias
comunitarias.
Mesa Temática/ Pueblos Indígenas: tensiones desde los márgenes.
Disponible en http://sociales.unvm.edu.ar/ii-jornadas-de-sociologia-de-la-unvm-2018/
3
Sumado a lo anterior, amerita ser mencionada mi actividad realizada por el año 2010, como
Agente Sanitaria Indígena dentro del PMC. Pues, ese es el punto de comienzo para construir
este trabajo, porque allí tuve un primer un acercamiento a la población destinataria del área de
salud indígena5: mis hermanas y hermanos indígenas con quienes construí vínculos de
confianza que aún conservo.
Pasados los años, la demanda de tesis se me presenta como un desafío de trabajo intelectual
en la construcción de mi sujeto/objeto de investigación. En la búsqueda de respuestas posibles
lo autoetnográfico nace como un entendimiento y forma de liberar sentires e inquietudes del
transitar por esa instancia:
“Cuando los investigadores hacen autoetnografía, escriben retrospectiva y
selectivamente sobre epifanías que surgen y que son posibles porque ellos mismos son
parte de una cultura y tienen una identidad cultural particular”.

(Ellis, Adams y Bochner, 2015:253)

Reconociendo una mismidad con un lugar de enunciación específico, tomo este método para
construir un conocimiento social, en correlación con Ellis:

“Yo soy ambos, el autor y el foco de la historia, el que la cuenta y la experimenta (....)
Soy la persona en la intersección de lo personal y lo cultural, pensando y observando
como un etnógrafo y escribiendo y describiendo como un narrador. (Ellis, 2016:13)

En ese sentido, el posicionarme desde mi indigenidad supone repensar una particularidad


histórica y política legada y, también epistemes otras sobre la comprensión de cosmovisiones
y saberes dentro del mundo académico. Asumiendo, un compromiso ancestral con un decir, no
desde un saber dominante legítimo del mundo docto, sino inscrito desde mi existencia y
resistencia indígena con conocimiento situado”.

Contextualizando enfoques de salud intercultural en migrantes indígenas


El interés de algunos Estados Latinoamericanos por reconocer derechos de la salud dirigidos a
Pueblos Indígenas (poblaciones prehispánicas prexistentes a la conformación geopolítica de
los estados nación) fue acompañado por el establecimiento métodos de intervención suscritos
5
Los equipos comunitarios son definidos con áreas georreferenciadas, que delimitan la población nominal a
cargo, allí se ejecutan las propuestas locales de intervención. El Área de Salud Indígena, es una modalidad
diseñada para población indígena, tiene como objetivo estratégico mejorar la cobertura de salud y las
condiciones de accesibilidad al Sistema Público de Salud de las Comunidades Indígenas de todo el país, desde
una perspectiva intercultural.
4
a acuerdos internacionales. Respaldados principalmente por la Organización Mundial de la
Salud (OMS) y Organización Panamericana de la Salud (OPS).
En esta línea presentaré, resultados analíticos de lo que fue la implementación del PMC
durante los años 2010-2016 en Villa María, provincia de Córdoba al interior de la República
Argentina. Problematizando aquellos mecanismos de control con dispositivos de gestión que
no contemplan situaciones y territorialidades locales de su población destinataria.

“Tal como se apunta en la Conferencia OMS/UNICEF en 1978, donde la Declaración


de Alma Mata se propuso como meta primordial de los Estados latinoamericanos
planteada al año 2000, lograr un nivel de salud equitativo para todos los pueblos del
mundo a través de la APS. No obstante, contextualizado a nuestro país y teniendo en
cuenta su direccionamiento e implementación, lo anterior supondría que éste al estar
respaldado por el Banco Interamericano del Desarrollo (BID) su orientación asume un
plan de acción que ordena y de coherencia a los fundamentos de una lógica sostenida
en sus principios”. (Mercaú N; 2018: 160)

Tomando alcances teóricos provenientes de la sociología y antropología, desde una


comprensión integral de la noción de Pueblos Indígenas. Con la premisa que existe una
diversidad cultural en el imaginario social argentino selecciono en esta publicación, el
dispositivo analítico: sujetas y sujetos indígenas con una identidad construida socialmente.
En definitiva, mi universo de análisis fueron aquellas mujeres y hombres indígenas entre 21 y
55 años que viven en el cortadero de ladrillos Boliche el Palo 6. Poniendo foco en las mujeres
como población referenciada, ya que son las más desfavorecidas en cuanto a la asistencia
médica brindada por las entidades de salud públicas en la República Argentina.
Este apartado, también pretende dar cuenta el resultado de trabajo de campo, que advierte el
contexto social de un grupo de familias provenientes del Estado Plurinacional de Bolivia:
insertas en una estructura social con desigualdad cultural y económica. En el marco de
mecanismos de control implementados con políticas públicas inclusivas en el área de la salud
pública del país receptor.
Entendiendo a nosotros/as los indígenas como nacidos/as u originarios/as de determinado
territorio, esta línea agrega un componente de vital importancia: descender de los pueblos

6
El nombre “Boliche el Palo” hace referencia a un establecimiento privado que se encuentra sobre ruta Nº 9 Km
549 frente al predio donde están ubicados los diferentes cortaderos de ladrillos. Antiguamente funcionaba como
proveeduría y venta de bebidas alcohólicas. Actualmente, durante el día funciona como almacén, de noche se
observan camiones estacionados donde habitualmente descansan los transportistas.
5
originarios de un territorio preexistente a la conquista de América y la conformación
geopolítica de los Estados-Nación.
En este sentido, comparto la noción de indigenidad de Stavenagen porque el:
“(…) concepto sugiere una continuidad histórica entre la población indígena original
y la que actualmente se identifica como descendiente directa de aquella. Esta
continuidad puede ser genética (por reproducción biológica) y cultural mantenimiento
de formas culturales tales como la lengua y la religión que se derivan directamente del
grupo originario” (Stavenagen;1992:90).
Siguiendo este enfoque, la gubernamentalidad racionalista de carácter universal impone “una
nación política sobre la nación cultural” (Diaz-Polanco, 1981:87). En la apropiación de
prácticas culturales ancestrales y en las maneras en que las resignificamos en nuestra
cotidianeidad es dónde: “Ciertos grupos sociales, aun formando parte de un conjunto social
mayor estructuralmente hablando, se constituyen en configuraciones con una identidad
propia”. (Díaz-Polanco; 1981:13). En esta perspectiva, me propongo observar las
particularidades históricas, dentro de un sistema mundo que aún persigue ideales del
liberalismo formulados de manera consciente y colectiva con dispositivos implementados por
medio de políticas públicas inclusivas a través de los programas de salud, tal como sería el
caso del PMC.
Con un abordaje metodológico cualitativo, aplicado al análisis interpretativo de las entrevistas
en profundidad realizadas: escuchando sus palabras intenté interpretar un lenguaje común
propio: sus narrativas, reflejo de sus prácticas cotidianas. Como ya se entiende, es “El medio
tipificador por excelencia que permite transmitir el conocimiento de origen social es el
vocabulario y la sintaxis del lenguaje cotidiano” (Schutz,1974:44).
Pues así, poniendo en marcha cierto arte de interpretación en los diferentes encuentros.
Descubrí estrategias y modos de acercamiento creativos para comprender el sentido y mensaje
de sus relatos orales: precisos, cortos, gestuales, anacrónicos, bilingües, donde los silencios
muchas veces decían más que sus palabras. Ovillando la relación sujeto-objeto en la
producción de conocimiento no como relación de poder, sino desde una relación inter-
subjetiva.
Aquí una vez más, experimenté un deconstruir/me como académica con privilegios, desde un
lugar de posibles epistemes emancipatorias (Aníbal Quijano). Intentando ilustrar sus
narrativas discursivas de historias de vida, presenciadas y experimentadas en sus en contextos
de interacción con efectores de salud y agentes de salud, que puntualizaré en la exposición.

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La importancia de enfocar mi mirada en las mujeres como sujetas indígenas que atraviesan
procesos de salud/enfermedad/atención, en el marco de relaciones socioculturales en
contextos de ruralidad. Explicaría aquellos, modos de configuración y etiquetación de esa
otra, vista por la sociedad y agentes de los organismos de gobiernos como diferente.
Por tanto, detenerme en ellas fue una necesidad al sentir sus múltiples opresiones hechas
cuerpa, sumado a peticiones para acompañarlas a los centros de salud y, repetición de
indicadores que salían cada conversación.
Esto me trajo a la mente, un sentimiento sobre que “Pensar desde el territorio cuerpo de una
mujer indígena implica pensar desde un cuerpo que ha sido doblemente feminizado: por ser
un cuerpo portador de genitales femeninos y por ser un cuerpo indio”. (Gargallo Celentani F.;
2014:48).
A lo anterior, le suma que aquellas indígenas además de migrantes que vienen de “afuera”,
están incluidas en programas sociales de Estado y tienen el derecho a tener una atención
igualitaria y respetada.
Realzando la voz de Silvia Rivera Cusicanqui, quién acertadamente afirma:
“Es por eso que las expresiones culturales se han convertido en el grito de guerra de
estas necesidades, para romper estos esquemas en sus entornos. Donde la migración es
señalada como un fenómeno dependiente de limitaciones territoriales, no se tiene en
cuenta que el sentir migrante es el sentirse ajeno, ajeno a esos esquemas, pero a la vez
estos sentimientos nos hacen similares y el reconocernos implica el punto de partida
para querer intervenir en esos esquemas”. (Cusicanqui, S.; 2011:99)
Como ya se dijera, esto permite interpretar el sentido que ellas mismas les dan a sus prácticas
sociales (cruzadas por subalternidades y sistemas de opresión), dentro de una estructura social
con desigualdades raciales, culturales y económicas.
Adecuadamente Del Popolo y Jaspers, explican claramente este aspecto:

“La diferencia entre los medios urbano y rural constituye una primera manifestación
de la desigualdad territorial. Las poblaciones rurales en general sufren persistentes
limitaciones en la oferta, la calidad y las posibilidades de acceso a los servicios
básicos de educación, salud, empleo y seguridad social, pero estas limitaciones son aún
más marcadas para las poblaciones indígenas que residen en las zonas rurales. Por lo
tanto, será de gran aporte tener en cuenta la configuración de las redes en sus
trayectorias de vida y de movilidad para conocer las diferentes relaciones sociales
construidas por cada individuo. Pues, partir de la existencia de vínculos generados por

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el propio sujeto nos permitirá visualizar aquellas prácticas que ese colectivo migrante
pone en funcionamiento, como un proceso basado en interacciones que los mismos
sujetos como actores van construyendo en su propio recorrido ya sea en el ámbito de la
salud u otros contextos donde pueden crear relaciones sociales negativas de
desigualdad o positivas basados en la horizontalidad. (Del Polopolo y Jaspers en
Mercaú, N;2018;147)

De este modo, necesite trabajar con una referencia del contexto social y contexto subjetivo
donde habitan, con la premisa que las características de los sistemas de producción que ponen
en funcionamiento desarrollan una infraestructura económica que delimita un modo
especifico de vida y particularidades propias de su entorno material.
Pues, descomponiendo elementos etnográficos vinculados a concepciones espacio-temporales
propio de su praxis cotidiana, su relación con el medio ambiente natural y relaciones sociales
con otros miembros externos e internos a su asentamiento poblacional. Opte por el uso de
entrevistas y observación participante, realizadas en zona rural comunitaria y en sala de
espera de las entidades de salud. Considerando estos apropiados, a los fines de comprender y
describir el terreno donde cotidianamente viviencian diferentes situaciones relacionadas a
procesos de salud enfermedad y atención.

Entre barro y carretillas: la desigualdad sale como el humo


El título y la siguiente descripción etnográfica, intenta dar cuenta una realidad inefable y
compleja que tracé en un cuaderno de campo por el año 2011. Rescato aquí, un sentido
estético para quienes alguna vez caminamos esas calles curvadas con barro entre las zapatillas
en días de lluvia o arenilla de tierra en los ojos cuando el viento se imponía en nuestro andar.
“Con el acercamiento a este enfoque narrativo, busco “(…) producir una descripción
densa, estética y evocadora de la experiencia personal e interpersonal (…) al discernir
patrones de la experiencia cultural que surgen de las notas de campo, las entrevistas
y/o los artefactos” (Ellis, Adams y Bochner, 2015: 255).

A continuación, mi ejercicio:
“Sobre la ruta el humo se asoma a lo lejos entre las filas de Acacias que se encuentran
a su orilla, como protegiendo y delimitando ese mundo inhóspito…”
“Al ingresar, los niños descalzos con caritas sucias son los primeros que reciben a los
visitantes, también se puede observar a mujeres lavando ropas en fuentones o

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carretillas con aguayos en sus espaldas cuando no trabajan cortando ladrillos a la par
de su familia, por su parte a los hombres se los advierte pisando el barro con
maquinarias arcaicas o en tractores. En cada hogar hay una carretilla y un aguayo,
pareciera que simbolizan un sentido de pertenencia y el esfuerzo de quienes se
encuentran entre el barro, en ese légamo tan cruel, escabroso y difícil de transitar…”
Cuaderno de campo ASI. Mayo 2010, Noelia.
“Uno puede hacer cuadras a pie con la sensación de que siempre alguien está
observándonos detenidamente sin saludar, asomados desde las pequeñas ventanas de
sus viviendas o detrás de alguna hilera de ladrillos, salvo que algún niño travieso
anuncie que alguien llegó a visitarlos o levantemos la mano para iniciar el
acercamiento”.
“Al retirarnos, nos llevamos impregnado ese olor peculiar del lugar y esa jaqueca que
quizás sea del humo…o quizás del dolor y la impotencia que genera sentir esa realidad
tan lejana pero tan cercana a nosotras mismos…”
Cuaderno de campo ASI. Abril 2010, Noelia.
Sociológicamente, escribiendo:
Del cortadero de ladrillo emerge, una visible situación de pobreza y marginalidad dentro de
un modo de producción capitalista con una actividad lucrativa del polo ladrillero que sostiene
al rubro de la construcción en la ciudad y la zona.
Bajo un régimen de mediería, la población habitante del lugar se relaciona con el propietario
del terreno en condición de trabajadores. El intercambio económico interno da origen a una
situación de explotación laboral y termina en una acumulación de capital en manos de unas
pocas familias y propietario del campo.
Respecto a las condiciones habitacionales, predomina la arquitectura tradicional horizontal, de
ladrillos bloques rodeadas de tierra desértica. Como principales atributos de las viviendas, en
general son casas bajas con pisos de tierra y ventanas pequeñas sin vidrios, oscuras en su
interior, construidas por ellos mismos de manera temporal. A esto puedo añadir una situación
de hacinamiento con características de precariedad habitacional.
Me detengo, brevemente a mencionar que la población indígena de América Latina presenta
en términos generales condiciones de salud preocupantes, no estando mis hermanas y
hermanos indígenas fuera de estas circunstancias. Pues las barreras geográficas de acceso a
atención sanitaria en la Argentina, demuestran estadísticamente, ser un impedimento debido a
la distancia y la falta de transporte, para quienes viven principalmente en zonas rurales.
Predominando, correspondientemente en el seno del sistema de salud pública dificultades de
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financiamiento y gestión para dar cobertura a las necesidades de salud a este sector
poblacional, siendo uno de los más desfavorecidos.
El Programa Médicos Comunitarios: alcances y limitaciones.
Los habitantes del cortadero, si bien cuentan con un definido acceso a los servicios de salud
públicos: Centro de Atención Primaria a la Salud (en adelante Caps), Asistencia Pública y
Hospital Regional. No obstante, los informes del equipo de salud (responsable de dicha área
rural georreferenciada) ponen en evidencia que existen limitaciones geográficas de
acceso/entrada al asentamiento debido a la distancia y una especie de encierro comunitario.
En relación al estudio exploratorio de las prácticas biomédicas ejercidas sobre cada paciente
indígena, observé al momento de acompañamiento a sus consultas una marcaba diferencia en
la atención respecto de otros grupos sociales.
Posiblemente varios factores son los determinantes en la discontinuidad de los tratamientos
con patologías específicas. Por una parte, uno de los indicadores que prevalecieron en el
discurso del personal del Caps, fueron al escaso presupuesto del sistema de salud público
destinado a esta población. Por otra parte, la problemática que emergía visiblemente en los
relatos orales de quienes iban a la consulta médica era la falta de comprensión de los
tratamientos indicados y, las dificultades de acceso físico al centro de salud, que incluye un
costo indirecto del precio del transporte y la pérdida de jornada laboral al momento de
trasladarse al centro de salud. Aumentando, en algunos casos el período de tiempo entre la
manifestación de los primeros síntomas de la enfermedad y la búsqueda de la atención de
salud.
Una deliberación preliminar de este trabajo indudablemente amerita situar y problematizar el
concepto de interculturalidad, su análisis como una suerte de lente de aumento y puente para
pensar la totalidad del conjunto social en las situaciones concretas de interacción: relación
médica-paciente indígena y los efectores de salud.
De este modo, tensionando la noción intercultural la antropología médica crítica (AMC)
“basa sus análisis en que todo conocimiento relacionado con el cuerpo, la salud y la
enfermedad es culturalmente construido, negociado y renegociado en un proceso dinámico a
través del tiempo y el espacio” (Chamorro y Tocornal, 2005:118). Me ocupa, indagar dicho
concepto en el marco de lo que fue la implementación del PMC, para esclarecer aquellos
mecanismos de control con dispositivos de intervención sobre una realidad construida e
imaginada.
Con la lógica de pensar ya no la pobreza en singular, sino en la existencia de pobrezas en
plural aparecen los y las migrantes indígenas interpelado/as como sujetos y sujetas de
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derechos; al mismo tiempo que vulnerables. Pues de esa forma, la conjunción de las dos
figuras dentro de las políticas sociales “hace al indígena un pobre especial, pobre por su
condición de vulnerabilidad y especial en tanto que, jurídicamente, le son reconocidos
derechos específicos siendo factible entonces la atribución de capacidades y prerrogativas”
(Lorenzetti, 2011; 5).
Aquí la investigación-gestión planteada como “conocimientos implicados” de Jose Maria
Uribe Oyarbide, trasladaría el estudio de la temática indígena a la agenda pública estatal
dónde los actores sociales que intervienen (médicos-as/pacientes/equipos de salud) no
siempre comparten una realidad sociocultural común: de espacio y circunstancias
determinadas, donde probablemente las intervenciones no coinciden con el impacto esperado
por los programas socio-sanitarios.

Reflexiones finales
Con este escrito me permití hacer una traducción objetiva y sistematización escueta de
algunas dimensiones de análisis, extraídas de entrevistas realizadas a familias indígenas que
viven en una zona rural de Villa María. Caracterizando su espacio físico y social donde están
insertos/as, en una ciudad con emergentes enclaves migratorios y población beneficiaria de
políticas sociosanitarias enfocadas acciones desde una perspectiva intercultural.
Aquí, humildemente asumo la responsabilidad de comunicar un camino de investigación
generador de dudas y aciertos. Desde lugar político de enunciación -respetando una escritura
académica- con un modo dónde posibles asimetrías impropias de este particular trabajo salgan
a la luz.
A modo de cierre provisorio, fue importante identificar aquellas prácticas discursivas
entendidas en el contexto social donde fueron producidas, permitiéndome hacer una
interpretación sobre el desarrollo de las experiencias y trayectorias subjetivas relacionadas a
diferentes procesos de enfermedad y atención.
Queda abierta una línea de trabajo que considere profundizar en los factores determinantes de
la salud y, situaciones socioeconómicas estructurales por las que atraviesan las familias
indígenas.
Sin perder de vista las prácticas biomédicas (los profesionales) como puntos de inflexión
donde se podrían analizar estrategias políticas de los programas de salud y la interculturalidad
en acción. Continuaré transitando, este camino de investigación intentar ‘madurar/deshilar’ el
término interculturalidad entendido como una nueva forma de conocer códigos de pertenencia

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y luchas históricas propias de los pueblos indígenas, y su apropiación por parte del Estado
como nueva ideología de asimilación con la adopción de políticas adscriptas.
Además, desde metodologías etnográficas que den cuenta de los reales saldos aun
invisibilizados de la colonialidad en ámbitos locales y regionales.
Reevaluar un giro epistémico, podría ser recorrido para construir y tejer experiencias
alternativas que tengan su origen en un estar-hacer-emerger en la producción científica, sobre
la comprensión de cosmovisiones y saberes otros dentro del mundo académico.
Esta fue mi primera autobiografía, me permití romper con lo convencional. Un escrito desde
una experiencia subjetiva con mis hermanos y hermanas ancestrales, a quienes está dedicado
este arte/narrativo/naciente de un sentir compartido que consideré importante plasmarlo en
este espacio.
Consideré oportuno presentar una publicación que aporte un conocimiento social, resultado de
problematizar la temática de los Pueblos Naciones Indígenas habilitando saberes con
perspectiva emancipatoria, vislumbrando un horizonte desde un sentir-pensar característico de
los pueblos originarios, dentro de un mundo en continua relación y renacimiento con otros/as
donde nos encontramos en territorios habitados: emergiendo desde diversos lugares.

Bibliografía
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