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Lima,24 de octubre 2011

EXP. N.° 02756-2011-PA/TC SINDICATO DE TRABAJADORES MUNICIPALES DE CHORRILLOS


(SITRAMUN CH) A FAVOR DE AQUILINO P. CAYETANO SANABRIA

ASUNTO

Recurso de agravio constitucional interpuesto por don Aquilino Cayetano Sanabria por su
propio derecho y el Sindicato de Trabajadores Municipales de Chorrillos.

 ANTECEDENTES

Con fecha 19 de febrero de 2010, el Sindicato de Trabajadores Municipales de Chorrillos y


Aquilino Pedro Cayetano Sanabria interponen demanda de amparo contra la Municipalidad
Distrital de Chorrillos, su Alcalde, don Augusto Yamashiro y la procuradora pública Cristina Lila
de la Torre Ugarte, a fin de que cesen todos los actos que a su juicio violan los derechos a la
integridad moral, psíquica y física, al honor y  la buena reputación, a la intimidad personal y a
la paz y tranquilidad de este último, y en consecuencia se repongan las cosas al estado anterior
a la violación de los indicados derechos.

FUNDAMENTO DE LA ARGUMENTACION

El demandante Aquilino Pedro Cayetano persigue que cesen todos los actos que a su juicio
violan los derechos antes invocados, puesto que, paneles publicitarios y folletos con
información falsa han sido distribuidos en todo el distrito de Chorrillos, dañando su honor y
poniendo en peligro su integridad física. En cuanto, se estima que Aquilino Pedro Cayetano y el
sindicato como tal, incurrieron como último recurso de agravio constitucional con el fin de
defender sus derechos e interés de quienes los conforman, teniendo pleno sustento
constitucional para interponer la presente demanda.

OPINION DE LA CASATORIA

Ante lo presentado decidieron declarar FUNDADA la demanda interpuesta por Aquilino Pedro
Cayetano y el sindicato, siendo respaldado por el Art. 2. 7 donde declara que hay igualdad ante
la ley y nadie debe ser discriminado ante cualquier índole, en consecuencia, ordenaron a los
demandados el retiro inmediato de cualquier tipo de panel o cartel, así como la distribución de
todo tipo de material que atenten contra el honor y la buena reputación del recurrente. Ante
ello, acredita que nuestro estado avala el pleno ejercicio de nuestros derechos, no obstante, la
libertad de expresión de ninguna manera puede resultar injuriosa o despectiva causando
daños a la dignidad humana.

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