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José Eloy Alfaro Delgado
José Eloy Alfaro Delgado
Índice
• 1Biografía
o 1.1Primeros años
o 1.2Activismo liberal
• 2Presidencia del Ecuador
o 2.1Primer Gobierno: Desde el 23 de agosto de 1895 al 31 de agosto de 1901
o 2.2Segunda Administración: 23 de diciembre de 1906 a 11 de agosto de 1911
o 2.3Ministros de Estado
• 3Cronología del alfarismo
• 4Legado
• 5Derrota y asesinato: La Hoguera Bárbara
• 6Mausoleo y homenajes
• 7Sucesión
• 8Véase también
• 9Referencias
• 10Bibliografía
• 11Enlaces externos
Biografía[editar]
Primeros años[editar]
Imagen del expresidente ecuatoriano José Eloy Alfaro Delgado (1842-1912), miembro del Partido
Liberal Radical.
José Eloy Alfaro Delgado nació el 25 de junio de 1842. Su padre fue don Manuel Alfaro y
González, un republicano español oriundo de Cervera del Río Alhama, La Rioja, nacido el
18 de diciembre de 1796, quien llegó al actual Ecuador en calidad de exiliado político (hijo
de Antonio Alfaro Colmenares y de su esposa Leandra González Larrañaga y nieto
paterno de Antonio Alfaro y de su esposa María Manuela Colmenares), y María de la
Natividad Delgado López, nacida en Montecristi el 8 de septiembre de 1808, hija de Rafael
de la Cruz Delgado, que fue en repetidas ocasiones regidor del Cabildo colonial de
Montecristi, y de su mujer María de la Cruz López Prieto.
Activismo liberal[editar]
Eloy Alfaro y su familia en 1908.
José Eloy Alfaro Delgado recibió su instrucción primaria en su lugar natal y al concluir esos
estudios, se dedicó a ayudar a su padre en los negocios. En su juventud fruto de una
relación amorosa tuvo un hijo ilegítimo llamado Rafael.
Al enterarse, el joven Eloy Alfaro, de que el presidente Gabriel García Moreno había
pedido el protectorado a Francia, se unió a las filas liberales. A los 22 años de edad
empuñó las armas contra García Moreno, pero tuvo que salir del Ecuador porque
la conspiración urdida por el general Tomás Maldonado había sido sofocada. Corría 1864.
Al año siguiente regresó para combatir junto al general José María Urbina en el Combate
naval de Jambelí (1865).
Derrotado y perseguido, Alfaro se exilia en Panamá, departamento de Colombia todavía,
en donde dedicado al comercio adquirió riqueza y contrajo matrimonio con Ana Paredes
Arosemena, panameña de 16 años de edad, y con quien tuvo nueve hijos. En Panamá
conoció a Juan Montalvo, a quien protegió y financió la edición de algunos de los
inmortales ensayos. Muerto el presidente Gabriel García Moreno en 1875, Alfaro regresó a
Ecuador, luchó por la abolición de la octava constitución política conocida como Carta
Negra y por la convocatoria de una asamblea constituyente.
Artículo principal: Revolución de Veintemilla
Se embarcó para Esmeraldas y asumió la dirección del movimiento armado, pero fue
vencido y tras un escape prodigioso y lleno de sufrimientos a través de los Andes y la
selva llegó a Panamá. Volvió otra vez a combatir en la campaña de la Restauración, lo que
le valió ser nombrado Jefe Supremo de Manabí y Esmeraldas. Los opositores le echaron
en cara el decreto del 2 de julio de 1883, en el que ordenaba que los "sindicados sean
juzgados sumaria y verbalmente sin apelación" y que "los bienes de todos estos criminales
se les confisquen mientras dure la guerra y para emplearlos en sostener la guerra".
Sus tropas fueron las primeras en cercar a Guayaquil. Combatió en la batalla del 9 de julio
de 1883 y entró triunfante en la ciudad. Convocada la asamblea constituyente de 1884,
renunció a la Jefatura Suprema de Esmeraldas y Manabí, recibió la confirmación de su
grado de general y se exilió del Ecuador.
Poco después, volvió para combatir al presidente José María Plácido Caamaño y liderar a
los montoneros en la conocida como Revolución de los Chapulos. En diciembre de 1884
perdió el Combate naval de Jaramijó en el vapor "Pichincha", antes "Alajuela" (como la
ciudad donde fue exiliado en Costa Rica y donde iniciado en la francmasonería regular),
contra la flotilla del presidente Caamaño, comandada por el general Reinaldo Flores. Para
no rendirse, encalló la nave y la incendió. Escapó a Panamá atravesando Colombia en una
odisea plagada de dificultades de la que salió nimbado con la aureola de héroe mítico
siempre derrotado pero jamás definitivamente vencido. "General de las Derrotas" lo
llamaban entre despectivos y asombrados sus grandes enemigos conservadores.
Durante sus exilios, recorrió Centroamérica, siendo el Congreso de Nicaragua el que le
otorgó el grado de General de División en ese país. Según declaró el gobierno del
presidente Rafael Correa en 2012, Alfaro nunca llegó a ser general en el Ejército
ecuatoriano, por lo que Correa lo ascendió post mortem al grado de General de Ejército,
máxima jerarquía del Ejército ecuatoriano en la actualidad, pero que no existía en su
época, en una ceremonia especial el 5 de junio de 2012.
Historiadores militares como el exalcalde de Quito y héroe de la Guerra del Cenepa,
general (r) Paco Moncayo, aclararon que Eloy Alfaro fue legalmente General de División
del Ejército del Ecuador desde el 24 de agosto de 1895.2 y que no fue "General de
Ejército" por no existir ese rango en su época. Alfaro fue ascendido por el Consejo de
Ministros cuando ya ostentaba la Jefatura Suprema de la República, según reza el decreto
respectivo, que menciona sus triunfos en los combates de la guerra civil de ese año, como
Gatazo.
Moncayó precisó que según documentos del Ministerio de Guerra y Marina del Ecuador de
1900, que publicó en ese año el Escalafón Militar de los generales ecuatorianos, con sus
respectivas antigüedades, Eloy Alfaro fue nombrado General de Brigada el 2 de febrero de
1883, durante la guerra civil que derrocó al general Ignacio de Veintimilla, quien ejercía de
"Jefe Supremo y Capitán General de los Ejércitos de la República", es decir, de dictador.3
Todo el mundo se le opuso: los comerciantes y banqueros porque había contratado con
una compañía extranjera, y había que renegociar la deuda externa y gravar con impuestos
el comercio exterior. Los latifundistas de la Sierra, por la deuda externa y los trastornos
que el ferrocarril acarrearía al mercado interno; la Iglesia, porque el contratista no era
católico y porque con el ferrocarril llegaría la disolución de las costumbres. Alfaro se
mantuvo firme: "Don Miedo nunca fue buen consejero. El decoro nacional no consiente un
paso atrás", telegrafió a Luis Felipe Carbo, su ministro en Washington.
Se sancionó la Ley de Instrucción de 1897, que reservaba al Estado el control de todo el
ciclo de enseñanza, incluida la universitaria; la educación debía ser laica y gratuita, y la
primaria obligatoria; entregó la recaudación de impuestos en la Costa a una compañía
privada, la Sociedad de Crédito Público; adoptó el patrón oro como base del sistema
cambiario y norma referencial para el comercio exterior; reorganizó las Fuerzas Armadas,
abrió la administración pública a la clase media, y las oficinas del Estado a la mujer
trabajadora.
En 1900, Ecuador concurrió con éxito a la Exposición Mundial de París; se trasladaron
solemnemente a la catedral metropolitana los restos mortales del Mariscal Antonio José de
Sucre, descubiertos en el subsuelo del Carmen Bajo de Quito.
La paz interna fue perturbada por sucesivos levantamientos de los conservadores. Primero
en Riobamba, en 1897, lo que dio pie a excesos en el colegio San Felipe: El padre Victor
Emilio Moscoso Cárdenas, superior del colegio, fue asesinado por las tropas alfaristas, que
profanaron las hostias consagradas. Al año siguiente, se levantó en Cuenca el coronel
Antonio Muñoz y fue derrotado por el coronel Ullauri, liberal. En 1898, la lucha fue en Taya
y Guangoloma, Cotopaxi. Se mutilaron las orejas de los prisioneros reincidentes, vencidos
en Taya. En 1899, fue derrotado en la Batalla de Sanancajas, Chimborazo, el general
conservador José María Sarasti. Los desterrados al Perú atacaron Loja. Las mutuas
intromisiones de liberales ecuatorianos apoyados por Alfaro en Colombia y de
conservadores colombianos en Ecuador causaron tres batallas entre 1898 y 1900, que
aunque localizadas y sin consecuencias internacionales, fueron sangrientas. En la de
Tulcán, el 22 de mayo de 1900, murieron 800 combatientes, en su mayoría colombianos.
Destacó en este conflicto la doctrina del obispo de Ibarra, Federico González Suárez, que
se opuso a los invasores conservadores de la llamada "Restauración Católica", aduciendo
que no era moral sacrificar los intereses del Ecuador por querer salvar los de la religión.
En este período, el presidente Eloy Alfaro también dio impulso a la educación laica. El 19
de mayo de 1896 su mano derecha, el coronel Luciano Coral Morillo, inaugura el Instituto
Tecnológico Bolívar de Tulcán siendo el primer colegio laico del país, el 1 de junio de 1897
el Instituto Nacional Mejía, el 14 de febrero de 1901 el Colegio Normal Juan Montalvo y el
Colegio Normal Manuela Cañizares, el 11 de agosto de 1901 el Colegio Vicente
Rocafuerte de Guayaquil.
El golpe de Estado de Eloy Alfaro contra el presidente Lizardo García en 1906 produjo una
atmósfera de conflicto en todo el país. Después de asumir el poder político como dictador
por segunda vez después de derrotar a las fuerzas gobiernistas de Lizardo García en la
Batalla de Chasqui (15 de enero de 1906), Eloy Alfaro llamó a elecciones para la asamblea
constituyente para restaurar el orden jurídico.
La asamblea se reunió en Quito el 9 de octubre de 1906, eligió a Eloy Alfaro Delgado
Presidente Constitucional de la República el 23 de diciembre de 1906 por 41 votos, más 13
votos en blanco, y promulgó la duodécima constitución política.
El 9 de diciembre de 1906, el general conservador Antonio Vega Muñoz levantó a Cuenca
contra Alfaro. Vega esperaba refuerzos conservadores. Fue derrotado por el general
liberal Ulpiano Páez en Ayancay, entre Azuay y Cañar. Vega murió de un balazo cuando
entraba a pie en Cuenca como prisionero de las tropas alfaristas. Los gobiernistas dieron
la versión de que Vega se había suicidado; pero lo más probable es que fue asesinado.
Eloy Alfaro montado sobre el corcel presidencial en el patio sur del Palacio de Carondelet en 1906.
La llegada del ferrocarril transandino a Quito el 25 de junio de 1908 fue el triunfal Domingo
de Ramos para el acosado presidente. El arzobispo de Quito ordenó echar a vuelo las
campanas. Hubo fiestas populares y oficiales. El regocijo fue intenso. "Día", dijo Alfaro, "el
más glorioso de mi vida porque es la realización de los más grandes ideales del país y que
han sido y son los míos propios".
Artículo principal: Tensión peruano-ecuatoriana de 1910
El laudo arbitral del Rey de España estaba próximo a pronunciarse, y se supo que iba a
ser desfavorable a Ecuador. "El Perú había comprado con oro, derramado pródigamente, a
todos los españoles que tenían que tomar parte en el proyecto del laudo", opinaba
González Suárez en una carta privada. Y aunque el laudo hubiese sido favorable a
Ecuador, Perú había declarado por boca de sus representantes en Madrid y de su propio
presidente que "si peruanos ocupaban (ya) todo el Oriente, estas tierras son y serán
peruanas contra todas las declaraciones del mundo". Los ánimos populares se
encendieron. El 3 de abril de 1910 fueron atacados en Guayaquil el Consulado del Perú,
algunos establecimientos comerciales y un barco mercante de ese país. Hubo desmanes
parecidos en Quito. Ecuador dio satisfacciones, pero el Perú respondió con un ultimátum
incumplible para el honor nacional. Alfaro encargó la presidencia y se puso al frente de un
Ejército de 25 mil soldados y una reserva de 20 mil voluntarios. Todo el Ecuador lo
respaldó a través de Juntas Patrióticas Nacionales. No se llegó a combatir porque
mediaron Argentina, Brasil y Estados Unidos.
En la segunda presidencia de Eloy Alfaro, se realizaron las siguientes obras públicas: se
inauguró, por el centenario del primer grito de la Independencia, un monumento
conmemorativo en la Plaza Grande de Quito, y se realizó una Exposición Universal. Para
sede de esa exposición se construyó el Palacio de la Exposición, actual sede del Ministerio
de Defensa del Ecuador.
Ministros de Estado[editar]
Ministerio ministro
General Francisco
Ministerio de Hipólito Moncayo
Guerra y Marina Coronel Wilfrido
Venegas
Ministerio de Julio Román
Instrucción Francisco J.
Pública martin Aguirre
Manuel Montalvo
Ministerio del
José M. Carbo
Interior
Amalio Puga
A. Reyes V.
Octavio Díaz
Camilo Echanique
Ministerio de Jorge Marcos
Hacienda A. Reyes V.
Luis A. Dillon
Miguel Valverde
Manuel Montalvo
Pacífico
Villagómez
Luis F. Carbo
Ministerio de Alfredo Monge
Relaciones César Borja
Exteriores Lavayen
Francisco Xavier
Aguirre Jado
José Peralta
Juan Francisco
Freile Zaldumbide
Fuente:67
1878 Abr. 6.- Se expide en Ambato la IX Constitución, que suprime la pena de muerte
para los delitos políticos y comunes, y seculariza la enseñanza.
Abr. 21.- Ignacio de Veintemilla Villacís asume el poder como Presidente de la
República. No hubo Vicepresidente. (a)
Feb. 10.- José María Plácido Caamaño y Gómez Cornejo asume el poder como
Presidente de la República; Agustín Guerrero Lizarzaburu es su Vicepresidente.
1884
Feb. 13.- Se expide en Quito la X Constitución, que deroga la pena de muerte.
Ene. 1.- El liberal Nicolás Infante Díaz es fusilado en Palenque. Grupos armados
1885 de alfaristas ("montoneras") crean inestabilidad en la Costa. Revolucionarios en
el sur son fusilados. Se inicia el camino Quito-Archidona.
Mar. 20.- El Crnel. Luis Vargas Torres es fusilado en Cuenca.
1887 Ago. 1.- Convenio Espinoza-Bonifaz con el Perú para que el Rey de España
arbitre la cuestión limítrofe.
Ago. 17.- Antonio Flores Jijón (hijo del Gral. Juan José Flores) asume el poder
como Presidente de la República; Pedro José Cevallos Salvador es el
vicepresidente.
1888
Se restablece el Ministerio de Instrucción Pública. En Guayaquil se funda la Junta
de Beneficencia.
May 19.- Crea el Colegio Nacional Bolívar de Tulcán, primer colegio laico del
Ecuador.
May 29.- Conservadores ecuatorianos exilados en Colombia y aliados
colombianos se enfrentan a tropas del gobierno en Cabras (Carchi).
Jul. 5.- Tropas conservadoras bajo el coronel Antonio Vega Muñoz toman
Cuenca.
1896
Ago. 20.- El ejército liberal bajo el Gral. Ulpiano Páez derrota a tropas de Vega
en Lircay, Lenta y Girón.
Ago. 22.- El ejército liberal triunfa en Cuenca después de feroz resistencia
requiriendo combates de casa por casa; mueren 1250 combatientes.
Oct. 9.- La I Asamblea Constituyente Liberal (la XII Nacional) se reúne en
Guayaquil y nombra a José Eloy Alfaro Delgado como Presidente Interino.
Oct. 12.- Se expide la Ley de Cultos que establece las relaciones entre la Iglesia
1904
y el Estado.
Ene. 16.- Eloy Alfaro toma el poder como Jefe Supremo después que sus tropas
derrotan a tropas gobiernistas en Chasqui (Cotopaxi).
Ene. 19.- Guayaquil reconoce a Eloy Alfaro como Jefe Supremo.
Oct. 9.- Eloy Alfaro es elegido Presidente Interino por una Asamblea
1906 Constituyente.
Dic. 22.- Se expide en Quito la XII Constitución, llamada "atea" por los
conservadores, pues establece la separación de la Iglesia y el Estado. El Estado
es supremo. El cargo de Vicepresidente es suprimido.
Llega el ferrocarril a Ambato.
Abr. 24.- Alfaro asume la Jefatura del Ejército para fortificar el golfo de
1910 Guayaquil en caso de una invasión peruana. La intervención diplomática de
Estados Unidos, Argentina, y Brasil evita la guerra.
Jul 30.- La Junta Patriótica, integrada por Luis Felipe Borja Pérez
(padre) (presidente), Federico González Suárez (vicepresidente), Manuel A.
Larrea, José Julián Andrade, Carlos Casares, Carlos Freile Z., Joaquín Gómez de
la Torre, Carlos Pérez Quiñones, Quintiliano Sánchez, Pacífico Villagómez, Luis
1911 Felipe Borja Pérez (hijo) y Celiano Monge, pide que el gobierno
de Alfaro reconozca la elección de Emilio Estrada como Presidente.
Ago. 11.- Alfaro renuncia por revuelta popular; el presidente del Congreso,
Carlos Freile Zaldumbide es encargado del Poder.
Sep. 1.- Emilio Estrada Carmona asume el poder como Presidente
Constitucional; no hubo Vicepresidente.
Dic. 21.- Estrada fallece de ataque cardíaco.
Dic. 22.- Carlos Freile Zaldumbide es otra vez encargado del Poder.
Legado[editar]
Uno de los principales aportes de Eloy Alfaro fue la creación de colegios públicos laicos,
eliminado el monopolio de la Iglesia católica en la educación. Estas medidas fueron
inspiradas por librepensadores como Juan Montalvo y José Peralta, quienes impulsaron la
secularización de la sociedad ecuatoriana. La creación de colegios públicos y de colegios
privados para la formación de profesores laicos, fue una de las principales tareas de Eloy
Alfaro. Una de las medidas de la Revolución liberal que se mantuvo durante décadas fue la
obligación de los estudiantes de los colegios católicos de rendir sus exámenes y validar
sus conocimientos ante los maestros laicos del Estado.
El general fue miembro de las logias masónicas, al igual que los próceres de la
Independencia, y sus esfuerzos para separar la Iglesia del Estado fueron consagrados en
aspectos como la creación del Registro Civil. Esta medida permitió que las personas
tuvieran derecho a la identidad sin necesidad de constar en los registros de bautismo de la
Iglesia Católica. Alfaro promovió la libertad de cultos, permitiendo el ingreso al país de
misiones protestantes, en especial, de Estados Unidos.
Freile Zaldumbide ordena que los otros prisioneros sean llevados a Quito. Plaza, aparece
como contrario a esta disposición, pero el historiador Roberto Andrade lo acusa de haber
manipulado la decisión y planeado el asesinato de los jefes del radicalismo, que finalmente
ocurrió en la capital el 28 de enero de 1912 en el Penal García Moreno.
Controvertida es aún hoy, la cuestión relativa a los responsables materiales e intelectuales,
del asesinato de Alfaro y varios de sus tenientes.
La historia oficial atribuye tal vergüenza a la plebe. El historiador Roberto Andrade,
contemporáneo de Alfaro, acusa a Leonidas Plaza; otros investigadores lo liberan. Nadie
niega que fuera un crimen político y horrendo, instigado por móviles protervos, que aún
hoy llenan a la República de estupor.
1908: En primera fila, Archer Harman y Eloy Alfaro; segunda fila: Alfredo Monge, Crnel. Belisario
Torres, Dr. César Borja Lavayen, Gral. Francisco Hipólito Moncayo, William Fox y Amalio Puga.
"Enseguida desembarcó Plaza con su ejército. Su primera decisión en Guayaquil, fue la violación de
las Capitulaciones. En algunos de sus telegramas manifestó sorpresa porque los Generales no
habían fugado: ésta es declaración de que él lo hubiera hecho, porque para él nada importa un
compromiso. En la mejor acción de este hombre se deja vislumbrar la estrofa de una canalla. Mandó
prender á los generales Eloy Alfaro y Ulpiano Páez, quienes se hallaban juntos, esperando la
designación del vapor en que debían embarcarse (...) Plaza había tenido buen cuidado de incorporar
en el populacho a soldados disfrazados y escogidos, para que mataran a los generales en la calle,
cuando los conducían a prisión". Se refiere a Plaza: "Y a su cómplice Valverde le telegrafiaba a
Manabí en las mismas horas: "El hecho de haber caído prisioneros todos los cabecillas está
revelando que una justicia superior va á destruir el mal de una manera radical y para siempre."9
Conducidos por el coronel Alejando Sierra y sus soldados del batallón Marañón a pie y a
caballo, los prisioneros de guerra entraron en Quito. A pesar de que era un secreto a
voces que se tramaba un linchamiento -algunos diarios hasta lo insinuaron en sus
editoriales, aunque dado el porcentaje de analfabetismo de la época es muy poco probable
que hayan influenciado directamente a la masa- Sierra paseó al general Alfaro en un
automóvil blanco desde el sector de Chillogallo, en la entrada sur de Quito, al Penal,
tomando las calles más concurridas, donde la gente pudo verlo e insultarlo. Según relató
Cristóbal Gangontena, el auto iba conducido por un francés llamado Hubert, quien fue
insultado por la gente. Gangontena cree que hubo incidentes entre la guardia y la gente, al
extremo de haber un muerto y por lo menos un herido.8 Los militares entregaron a Alfaro
en la Penitenciaría, donde fue encerrado en la Sección E, junto con sus tenientes. Pero no
hubo tiempo ni siquiera de asegurar las celdas, cuando empezó el ataque.
Era poco después del mediodía cuando una turba, estimada en cuatro mil personas (según
los resultados de las investigaciones del fiscal Pío Jaramillo Alvarado en el año de 1919),
rodeó el Penal para asaltarlo. Los militares, según pudo establecer el fiscal, no solo que no
ofrecieron resistencia, sino que llamaron a la gente para darle armas y elementos para el
ataque. Solo la guardia interna del Penal resistió, asegurando las puertas con lo que tenían
a mano, pero estas fueron rápidamente destruidas. Todos los tiros disparados fueron
contra el Penal, sin que se hiciera fuego desde el interior. Según pudo establecer
Gangotena en una visita a los pocos días, los asesinos forzaron a tiros una ventana y una
puerta de madera, mientras que no pudieron romper la puerta principal. La puerta de
madera había sido asegurada con unos adobes, sin éxito. Quienes entraron abrieron luego
la puerta principal y supieron rápidamente en donde estaban los presos, pues se dirigieron
a la Serie E sin demoras.
El general Alfaro, que tenía 69 años, le dijo al director del Penal, Rubén Estrada, que se
ahogaba y pidió un cajón para sentarse, pues en la celda no había mueble alguno. El
director declaró que había dispuesto que le den una silla.
Un grupo de artesanos de Quito, armados con fusiles, pistolas y garrotes, ingresaron con
facilidad a las celdas donde se había conducido al expresidente y sus tenientes. Las
puertas de las celdas estaban abiertas, pues, según declararon los empleados del
presidio, no tuvieron tiempo de asegurarlas con candados, salvo en el caso de la celda de
Flavio Alfaro.
Cuando el general anciano sintió un ruido, púsose en pie y se acercó a la puerta, en
ademán de imponer silencio. Un cochero llamado José Cevallos, al parecer un sicario
contratado por el ministro de Gobierno de Freile, Octavio Díaz, entró en la celda a matarlo.
Según Gangotena, el general llevaba consigo una botella de coñac, que lanzó contra él.
El testigo del asesinato del general, Adolfo Sandoval, declaró en el proceso:
“Penetré por medio de aquel populacho hasta la puerta de aquel establecimiento, que ya la encontré
despedazada y que habían botado una especie de muro de adobe, que habían hecho para
resguardarle. Habiendo subido la escalera de la Serie ‘E’ encontré en una celdilla a los generales
Eloy Alfaro y Ulpiano Páez, y me consta que el cochero José Cevallos, dirigiéndose al general Alfaro
le dijo: ‘dónde están los millones que has robado viejo sinvergüeza’, le dio de golpes con un palo
que tenía en la mano, lo boto al suelo, y en seguida con el rifle que tenía, lo mató, y luego hizo lo
mismo con el general Páez. Cuando muerto ya el general Páez, el carpintero Emilio Suárez, le dio
un barretazo en la cara que le hizo tortilla, sacaron sus cadáveres que los botaron de ese altillo para
abajo, y los bajaron. En seguida volvió a subir Cevallos, gritando ‘falta un bandido’, y dirigiéndose a
la celdilla en donde había estado el general Flavio E. Alfaro, en cuyas puertas que habían estado
aseguradas con candado, rompió éste a balazos, penetró, le hizo un tiro, con el que cayó muerto, en
cuyas circunstancias entró un joven con pistola en mano, con la que también le hizo un tiro: no
conocí a ese joven, pero debe dar razón el sindicado Cevallos. Vi también al zapatero Montenegro
con cuchillo y que gritaba también, que había que matarles a los Flavistas, y el cochero de la señora
Isabel Palacios, hacía tiros en las celdillas de los presos, en compañía de muchas personas a
quienes no pude conocer porque eran numerosas y debido también a la ofuscación que existía;
pues es inexplicable lo que acontecía, puesto que los hechos que pasaban eran terribles”. 10