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El artículo critica la obra de teatro "Las peladas", que trata sobre un hombre de 85 años de edad en una residencia de ancianos en Lucena, Córdoba, España. El hombre intenta sanar los daños del pasado relacionados con la violencia que sufrió su familia durante la Guerra Civil Española en 1936. La obra utiliza el diálogo entre el anciano y su cuidadora para explorar temas de verdad, justicia y sanación a través de las generaciones.
El artículo critica la obra de teatro "Las peladas", que trata sobre un hombre de 85 años de edad en una residencia de ancianos en Lucena, Córdoba, España. El hombre intenta sanar los daños del pasado relacionados con la violencia que sufrió su familia durante la Guerra Civil Española en 1936. La obra utiliza el diálogo entre el anciano y su cuidadora para explorar temas de verdad, justicia y sanación a través de las generaciones.
El artículo critica la obra de teatro "Las peladas", que trata sobre un hombre de 85 años de edad en una residencia de ancianos en Lucena, Córdoba, España. El hombre intenta sanar los daños del pasado relacionados con la violencia que sufrió su familia durante la Guerra Civil Española en 1936. La obra utiliza el diálogo entre el anciano y su cuidadora para explorar temas de verdad, justicia y sanación a través de las generaciones.
Distribuido para vidalga@institutdelteatre.cat * Este artículo no puede distribuirse sin el consentimiento expreso del dueño de los derechos de autor.
POR JAVIER VALLEJO
앬 El tiempo no es enfermera que todo lo cura: los daños
estructurales del alma requieren cirugía y isioterapia. Las peladas, thriller psicológico sobre la necesidad íntima de reparación, viene a contar que nunca es tarde para hacer valer la verdad, sea en la plaza de Mayo bonaerense, en el Quiché guatemalteco o en Lucena, donde el control obtenido por los golpistas el 18 de julio de 1936 sin haber encontrado resisten- cia armada no evitó que iniciaran una represión acorde con la consigna impartida por el general Mola sobre la violencia extrema que debía caracterizar la sublevación. A partir de lo sucedido esos días en la comarca cordobesa donde nacieron sus padres, David Roldán-Oru ha escrito una icción en la que presente y pasado se acrisolan a través de un lucentino de 85 años; su cuidadora; sor Inés, directora de la residencia, y Carmela, mujer del protagonista. En Las peladas conluyen el vocabulario popular idedigno y la expresiva sin- “civilizadamente” pero cuyo verdadero campo Una escena de taxis del anciano, encarnado sin caracterización por Alfonso de batalla será la custodia del hijo. La acción de La dansa de Rodríguez, actor joven proteico; el naturalismo de algunas este duelo de poder tiene lugar en un salón lu- la venjança. escenas, que sería del agrado de Zola redivivo; un aliento joso, abierto al público por ambos lados. Roger DAVID RUANO dramático jondo, una dramaturgia musical vertebradora y la Amenaza es lo que suele llamarse un hombre “de cultura”, pero poco a poco conocemos su carácter autori- iluminación tenue, anaranjada, hermana del virado fotográico en sepia, ideada por Roldán para darle impronta documental
en la sombra tario, su fundamentalismo y su peligro, emble-
matizado en su ansia de apartar a los débiles, los depresivos, los pesimistas, del camino de su hijo a su puesta en escena. El texto merece crédito, salvo una réplica donde Benito habla de los leales a la República en términos propios de (“debemos evitar que le pase lo mismo que a esos alguien joven e instruido. La transiguración del protagonista seres repugnantes e infelices: siento que esa es durante la anagnórisis viene a signiicar la posesión de un mi misión”, proclama). Clàudia, pintora, intros- personaje vivo por un ser querido difunto. Escena mágica esta, pectiva, busca liberarse del dominio de su mari- por la libertad con la que está escrita y el vuelo vertiginoso de do y empezar una vida nueva, pero su sombra es su intérprete. Empática y encantadora la Rocío de Sofía Cano. Laia Marull y Pablo Derqui un egoísmo no menos dañino: los ejemplos, al ser Versátil Laura Garmo en su papel doble. más secretos que los de Roger, resultarían dema- muestran, a gran voltaje, siado reveladores. ¿Quién es más culpable, quién lo peor de una pareja en pugna más víctima? Lo más sugestivo es que Casanovas Las peladas por la custodia ilial en un feroz no parece tomar partido por ninguno. Quizás la Texto y dirección: David Roldán-Oru. Madrid: Cuarta Pared, 16 de pregunta más adecuada sea: ¿quién dejará peor marzo; Mirador, del 6 al 9 de junio. Gira: Chiclana, Cabra, Valencia melodrama de Jordi Casanovas herencia? Y ahí radica el riesgo al que me refería al principio, y que corren tanto el dramaturgo POR MARCOS ORDÓÑEZ como el director y los dos intérpretes, porque las raíces hereditarias, y la lenta, letal danza de ordi Casanovas es uno de nuestros dra- la venganza, están al borde del melodrama en- El movimiento es más
J complejo que la mente
maturgos más astutos y versátiles. Na- loquecido. Hemos visto muchas piezas en torno cido en 1978, cuenta ya con una trein- a contiendas matrimoniales, pero los giros de tena de obras, en las que acostumbra La dansa de la venjança (título que quizás peque a arriesgarse cambiando de género y de obvio: única pega) son un poco chirriantes, tono sobre un fondo tal vez común: la aunque a menudo los excesos argumentales in- crueldad y los juegos de dominio, con una vio- yectan intensidad al melodrama. Tiene algo de POR RAQUEL VIDALES lencia a veces física aunque más habitualmente los siniestros relatos de Daphne du Maurier, con verbal, como suele corresponderle a la escena. toques alucinados del primer Sirk o de Fassbin- Ha escrito comedias negras (Idiota), thrillers (Les der. Sebastià Brosa firma una escenografía que millors ocasions), aventuras fantásticas al borde le hubiera gustado al Hitchcock más onírico y 앬 Era hora de que llegara a España este trabajo de la compañía alemana Rimini Protokoll que se pone como ejemplo cuando se habla de “teatro inmersivo”. Se estrenó del terror o la ciencia ficción (Un hombre con ga- claustrofóbico. Y hablando de Hitchcock, ahí está en 2013 en Berlín y ha pasado ya por 35 ciudades del mundo. fas de pasta, City/Sim City, La ruina, La revolució), el espacio musical de Jordi Bonet, que despier- Aquí no hay actores ni escenario: el actor es el espectador, y el para citar solo algunas de mis favoritas, y recien- ta en mí ecos de los pasajes más ominosos de escenario es la ciudad que el espectador-actor debe recorrer tes incursiones en el teatro documento, Bernard Herrmann. durante dos horas guiado por una voz robótica a través de modalidad inaugurada con Ruz-Bárce- Pero lo que realmente me tocó fue unos auriculares. Somos 40. Caminamos al unísono por PURO nas, estrenada en el madrileño Teatro TEATRO de qué modo Derqui y Marull le echan control remoto. De ahí el título: Remote Madrid. del Barrio, o Port Arthur y Jauría, que kilos de convicción y poderío al condu- La cita es en el cementerio británico de Madrid. Es martes espero ver la semana próxima en el Pa- mio, y cómo Riera dirige con tiralíneas: por la tarde, todavía horario laboral, pero de pronto estamos vón Kamikaze. la modulación del ritmo creciente y la en el barrio de Carabanchel leyendo epitaios. Hay que elegir La dansa de la venjança toma su tí- tensión entre la pareja; el control ex- uno. Rápidamente encuentro el mío: “Nicholas Witold, conde tulo de Medea’s Dance of Vengeance, de quisito de la puesta en escena; el hu- (último en la línea) Zawadowski Miklaszewski (1903-1971)”. Samuel Barber, y es un melodrama contempo- mor oscuro que fluye bajo el texto. La amenaza Salimos al mundo de los vivos y caminamos por calles desco- ráneo en clave de denuncia, pero que a mis ojos también evoca un río imparable. No hay excesi- nocidas. Viajamos en metro, entramos en una iglesia, baila- tiene maneras victorianas e incluso toques de fe- vos gritos, pero los silencios son más dolorosos mos en medio de una plaza y provocamos a otros transeúntes rocidad isabelina. Está funcionando de maravilla y desarbolantes. Me gusta también el equilibrio mientras la voz robótica hace preguntas. ¿Te mueves porque en la Villarroel barcelonesa, a las órdenes de Pere entre naturalismo y los giros casi expresionistas quieres o porque te lo ordenan? ¿Por qué me obedeces si soy Riera, que tuvo allí un éxito parecido dirigiendo de la última parte. Lamento no haber podido de- un robot? ¿Cómo te sientes entre la multitud? un texto propio, Infàmia, tres años atrás. El re- tenerme en el argumento, para analizar, aunque Puede que estas cuestiones sean obvias, pero no es ese el parto es sensacional. A mi juicio, lo mejor que ha fuera un poco, la forma en que Casanovas te lleva mérito de esta pieza. En general, el mérito del teatro inmersivo hecho Laia Marull, una estupenda actriz que sa- por donde quiere, con golpes de efecto tan fulmi- no es tanto intelectual como sensorial. Físico. Todo pasa por be ser vulnerable e inquietante, y que, lástima, no nantes como el de la maleta enigmática. Y que al el cuerpo, hay que moverse, tomar posiciones. Y ahí de pronto se prodiga mucho en teatro. Debutó en 1993 de la final recuerde aquellas funciones policiacas (con salta una chispa. Lo importante es el movimiento. Lo dice la mano de Lluís Pasqual, y entre sus trabajos hay la firma de José Luis Alonso) que en los sesenta voz robótica: “Puedo vencerte jugando al ajedrez, pero no al que destacar también Nina, El polígrafo, La llista se anunciaban por la radio con voz cavernosa: fútbol. El movimiento es más complejo que el pensamiento”. e Incendis. Pablo Derqui es un maestro a la hora “Por favor, no cuenten el final a sus amistades”. Al inal, subimos a una torre. Todo Madrid a la vista. El de dibujar personajes turbios y amenazadores, No creo equivocarme augurándole un gran éxi- Madrid de todos los días. Quizá solo se trataba de redescu- como hizo en Roberto Zucco, L’ànec salvatge o to. En toda España y donde se estrene. brirse como habitante de esta ciudad. Calígula. Derqui y Marull, que ya coincidieron en el Lliure interpretando Hedda Gabler, son aquí dos personajes profundamente perturbados, ca- La dansa de la venjança Remote Madrid si strindbergianos: Roger y Clàudia, un matrimo- Texto: Jordi Casanovas. Dirección: Pere Riera Una creación de Rimini Protokoll nio de clase alta que parece haberse separado La Villarroel. Barcelona. Hasta el 31 de marzo Centro Conde Duque. Madrid. Hasta el 7 de abril