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EL SEMINARIO

DEJACQUESLACAN
(Títulos publicados por Editorial Paidós)

Libro 1 Los escriros récni cos de Freud


Libro 2 El yo en la reoría de Freud y en la récnica
psicoanalírica
Libro 3 Las psicosis
Libro 4 La relación de objero
Libro 5 Las form aciones del inconsc ienre
Libro 7 La érica del psicoanálisis
Libro 8 La rran sferencia
Libro 10 La angusria
Libro l l Los cuarro concepros fund amenrales
del psicoanálisis
Libro 16 D e un Orro al orro
Libro 17 El reverso del ps icoanálisis
Libro 20 Aun
Libro 23 El sinrhome
EDITOR ASOCIADO
JUAN GRANICA EL SEMINARIO
TRADUCCION DE
JUAN-LUIS DELMONT-MAURI
Y DIANA SILVIA RABINOVICH
DE JACQUES LACAN
UNICA EDICION
AUTORIZADA LIBRO 3
LA REVISION DE LA TRADUCCION
ES DE DIANA S. RABINOVICH
CON EL ACUERDO DE
JACQUES-ALAIN MILLER LAS PSICOSIS
RESPONSAaLES DE LA EDICION
EN CASTELLANO DE EL SEMINARIO:
JACQUES-ALAIN MILLER Y
1955-1956
DIANA S. RABINOVICH

TEXTO ESTABLECIDO POR


JACQUES-ALAIN MILLER

EDICIONES PAIDOS
Diseño de la Colección BUENOS AIRES - BARCELONA
Rolando & Memelsdorff
MEXICO
XIX

CONFERENCIA:
FREUD EN EL SIGLO

Apertura de la sesión,
por el profesor ]ean De/ay.

En ocasión del centenario del nacimiento de Freud,


quien nació el 16 de mayo de 1856, han sido organiza-
dos, en París, actos para conmem'ararlo.
Conviene recordar que en París, siguiendo las ense-
ñanzas de Charcot en la Salpetriere, cuando tenía tan
solo veintinueve años, Freud encontró su camino. El
mismo, en el artículo de la edición de sus Obras Com-
pletas, subrayó toda su deuda para con la enseñanza de
la Salpetriere.
En nada empaña esta filiación su evidente originali-
dad, deslumbrante, pues a él verdaderamente le debe-
mos el psicoanálisis en tanto método y en tanto doctrina.
Se pueden, incluso se deben, formular reservas ante
ciertos aspectos teóricos y prácticos del psicoanálisis. A
pesar de ello, sigue siendo cierto que al poner en eviden-
cia el papel de los conflictos afectivos y los trastornos
del instinto en las neurosis, aportó una contribución de
suma importancia a la psiquiatría. Por otra parte, al
poner en evidencia el papel del inconsciente en todas
las manifestaciones de la vida mental, puede decirse
que aportó una contribución que supera el marco de

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las ciencias médicas, y que se aplica al conjunto de las muchas cosas, cierto análisis de un sueño que podría citarles
ciencias del hombre. - dominado por una suma de palabras compuestas, especial-
Por ello me pareció necesario, en ocasión de este mente por una palabra de resonancia ambigua anglófona y
centenario. pedirle a ]acques Lacan, quien aquí dirige, germanófona- donde enumera los encantadores rinconcitos
junto con Daniel Lagache y la señora Favez -Boutonier, de los alrededores de Viena.
la Sociedad francesa de psicoanálisis, que hiciese una No me detengo en este nombre por procedimiento pane-
exposición sobre Freud y su influencia en el siglo. Me gírico. Anticipo una articulación de mi discurso, recordando
pareció particularmente calificado para ello, puesto que que su familia, como todas las familias de Moravia, de Galit-
conoce admirablemente la vida y la obra de Freud. zia, de las provincias limítrofes de Hungría, debió, a causa
de un edicto de José II, de 1785, elegir ese nombre entre una
y,
Así pues, hoy estoy encargado por el profe sor J ean Dela lista de apellidos; es un apellido femenino, utilizado frecuen-
de una misión que, por ser distinta de la enseñanza que aquí temente en esa época. Pero, más antiguamente, es éste un
se desarrolla cada semana el mismo día bajo su patronazgo, nombre judío que ya encontramos en el curso de la historia,
mucho me honra ... señaladamente, hablar de Freud ante la traducido de otro modo.
audiencia, nueva en la materia, de los estudiantes de la pasan- Esto está mandado a hacer para recordarnos que a través
tía en psiquiatría, con el propósito de conmemorar el centena- de la asimilación cultural de los significantes ocultos, persiste
rio de su nacimiento. la recurrencia- de una tradición puramente literal, que nos
· Hay en ello una dualidad de fines que impone quizá lleva hasta muy adentro sin duda del núcleo de la estructura
cierta diplopía a mi discurso, la de instruir honrando, la de con la que Freud respondió a sus preguntas. Ciertamente,
honrar instruyendo; y sería necesario que pidiera disculpas para percibirlo en forma adecuada, sería necesario evocar
por ello, si no esperase acomodar la mira de este discurso desde ya hasta qué punto él reconocía su pertenencia a la
hasta hacer coincidir la llegada del hombre al mundo y su tradición judía y a su estructura literal, que llega, dice Freud,
llegada al sentido supremo de su obra. hasta imprimirse en la estructura de la lengua. Freud pudo
Por ello mi título, Freud en el siglo, pretende sugerir más decir, de modo deslumbrante en oportunidad de su sexagési-
que una referencia cronológica. mo . aniversario, en un mensaje dirigido a una comunidad
confesional, que reconoce en ella su más íntima identidad.
Existe sin duda un contraste entre este reconocimiento y
su rechazo precoz, agresivo -casi agraviante para aquellos
1 de sus íntimos que más razones tenía para tratar considerada-
mente- de la fe religiosa de sus padres. Quizás este ángulo
es el que mejor nos introduciría a lo que haría comprender
Quiero comenzar diciendo aquello que, por aparecer bajo de qué manera las preguntas se formularon para Freud.
el nombre de Freud, supera el tiempo de su aparición, y No es por ahí, empero, por donde lo abordaré. Ya que, a
escamotea su verdad hasta en su revelación misma: el nombre decir verdad, no siempre los abordajes más sencillos son los
de Freud significa alegría. que parecen más claros .. Para decirlo todo, no son aquellos
Freud mismo era consciente de ello, como lo testimonian para los que estamos mejor preparados. Y el que a menudo

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sea necesario, para hacer escuchar verdades, pasar por vías vislumbrar una relación de fuerzas psíquicas para la cual el
más complejas, tiene sin duda su razón de ser. término de ambivalencia, empleado a diestra y siniestra, sería
Tampoco encontraremos en la biografía de Freud la raí un disparate.
de la subversión aportada por su descubrimiento. A decir verdad, no seguiremos la geografía de estos estra-
No parece que un toque de neurosis, que ciertamente gos a través del tiempo.
puede servir para comprender a Freud, haya guiado a nadie Escuché un día hablar de Freud en estos términos: Sin
antes por la misma vía. Nada menos perverso, me parece, . ambición y sin necesidades. La cosa es cómica si se piensa en
que la vida de Freud. Si el asunto fuera buscar por ese lado la cantidad de veces, a lo largo de toda su obra, en que
el precio de sus audacias, ni la pobreza del estudiante, ni los Freud confiesa su ambición, avivada sin duda por tantos
años de lucha del padre de familia numerosa, me parecen obstáculos, pero que va mucho más allá en el inconsciente,
bastar para explicar algo que yo llamaré una abnegación en como él nos lo supo mostrar. ¿Será necesario, para que lo
cuanto a las relaciones del amor, que bien es preciso señalar perciban, pintarles -como lo hizo Jung un día hablando
cuando se trata del renovador de la teoría del Eros. conmigo- la recepción de Freud en la Universidad que él
Las recientes revelaciones, las cartas a su novia, gran atrac- equiparaba a la atención mundial? Quiero decir, pintar
tivo de una reciente biografía, me parece que se completan el flujo -cuya significación simbólica él fue el primero en
con algo que denominaría un enternecedor egocentrismo, mostrar- que engalanó con una mancha que iba creciendo
consistente en exigir al otro una conformidad sin reservas a su pantalón claro.
los ideales de su alma bella, y en desgarrarse pensando en el ¿Lo diré? No es éste el relieve con el que anhelo esclarecer
favor concedido a otro la noche memorable en que recibió la figura de Freud, ya que a decir verdad me parece que nada
de ella la primera prenda de su amor. Todo ello se reduce a puede ir más allá de la confidencia que él mismo ofreció en
lo que llamaré una candidez de señorito, que podemos perdo- esa larga autobiografía que constituyen sus primeras obras, la
nar, encontrando su equivalente no menos indiscreto en car- Traumdeutung, la Psicopatología de la vida cotidiana, y el
tas semejantes a la novia de nuestro Víctor Hugo que han Witz. Nadie, en un sentido, llegó tan lejos en la confesión,
sido publicadas. al menos en la medida que le impone a un hombre la preocu-
Esta divulgación, a fin de cuentas bastante oportuna, me pación por su autoridad. Y esto en nada disminuye su alcan-
impide, en lo que a mí respecta, detenerme en la dignidad de ce. El estremecimiento en que estas confidencias se detienen
una unión cuyo respeto mutuo y la vigilancia de las tareas da quizá la impresión de una barrera, pero nada ha permitido
parentales las confidencias de Freud mismo indican, en una pasarla luego: incluso los más indiscretos hacedores de hipó-
palabra, la elevada tradición de las virtudes familiares judías. tesis nunca pudieron agregar nada a lo que él mismo nos
Pues, a través de esas primeras cartas no puede dejar de confió.
aparecer no se qué reducción al mínimo común denominador Hay en esto algo que merece nos detengamos, y que está
de una convención pequeño burguesa, de un amor cuyo lujo mandado a hacer para hacernos sentir el valor de un mé-
sentimental no excluye la economía y el rencor largo tiempo todo crítico al que los introduciré por sorpresa, diciéndo-
conservado por Freud contra su novia, por haberle ·hecho les que una obra se juzga midiéndola con sus propios
perder debido a un desplazamiento inoportuno la gloria de cntenos.
ser el inventor del uso quirúrgico de la cocaína. Esto permite Si el descubrimiento del psicoanálisis estriba realmente en

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haber reintegrado a la ciencia todo un campo objetivable del Nunca podré recomendar lo suficiente, a aquellos de uste-
hombre y haber mostrado su supremacía, y si ese campo es des que frecuentan la literatura analítica -y Dios sabe que
el del sentido, ¿por qué buscar la génesis de este descubri- se ha vuelto enorme, casi difusa- que unan a esa lectura una
miento fuera de las significaciones que su inventor encontró dosis al menos proporcional de lectura de Freud mismo.
en sí mismo en la vía que lo llevaba a él, por qué buscar Verán resplandecer la diferencia.
fuera del registro al que éste debe con estricto rigor confinar- El término frustración, por ejemplo, se ha vuelto el leit-
se? Si debemos recurrir a algún resorte ajeno al campo descu- motiv de las madres ponedoras de la literatura analítica de
bierto por nuestro auto.r, y por nadie sino él, para explicar lo lengua inglesa, con todo lo que entraña de abandonismo y
que es, la prevalencia de ese campo, por estar subordinada, relación de dependencia. Ahora bien, este término está mera
se vuelve caduca. y simplemente ausente de la obra de Freud. El uso prima-
Postular la supremacía y no la subordinación del sentido rio de nociones sacadas de su contexto, como la de prueba
en tanto causa eficiente es aparentemente renegar de los prin- de realidad, o de nociones bastardas como la de relación de
cipios de la ciencia moderna. En efecto, para la ciencia positi- objeto, el recurso a lo inefable del contacto afectivo y de la
va, a la que pertenecen los maestros de Freud -esa pléyade experiencia vivida, todo esto es estrictamente ajeno a la inspi-
que Jones evoca con toda razón al comienzo de su estudi~ ración de la obra de Freud.
toda dinámica del sentido es, por petición de principio, des- Este estilo tiende desde hace algún tiempo a rebajarse al
cartable, fundamentalmente superestructura. La ciencia que nivel de un optimismo bobo utilizado como principio de un
Freud aporta, si tiene el valor que él pretende, es por tanto moralismo equívoco, y fundado en un esquematismo igual-
una revolución. mente grosero, que es realmente la imagen más somera que
¿Tiene ese valor? ¿Tiene esa significación? le haya tocado al hombre para recubrir su propio desarrollo:
la famosa sucesión de las fases llamadas pregenitales de la
libido. La reacción no dejó de hacerse sentir, de tal modo
que ahora hemos caído en la pura y simple restauración de
2 una ortopedia del yo, que hubiese hecho sonreír a todo el
mundo hace tan sólo cien años como una petición de princi-
pio de las más simplistas.
Quiero detenerme aquí para intentar restituir la perspecti- Este deslizamiento bastante inverosímil se debe, creo, a
va que muestra el relieve propio de la obra de Freud, actual- lo siguiente: pensar que el análisis está destinado a servir de
mente borrado. pasarela para acceder a una especie de penetración intuitiva,
Les pido que de inmediato presten atención a un contras- y de comunicación fácil con el paciente, indica un profundo
te entre lo que la obra de Freud significa auténticamente y lo desconocimiento. Si el análisis no hubiese sido más que un
que actualmente se les ofrece como el sentido del psicoanáli- perfeccionamiento de la relación médico-enfermo, literalmen-
sis. Para muchos de ustedes, los estudiantes, y, a medida que te no lo necesitaríamos.
se van acercando más a las cosas de la esfera mental, el Hace muy poco, leyendo un viejo texto de Aristóteles, la
psicoanálisis es un medio de abordaje que permite compren- Etica a Nicomaco, con la intención de encontrar en él el
der mejor, dicen, al enfermo mental. origen de los temas freudianos sobre el placer -es una lectu-

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