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MARCO TEÓRICO:
Existen algunos estudios sobre el carnaval relacionados con el arte o literatura, pero
ninguno que aborde el tema desde la protesta social. En cambio, el trabajo sí ha recibido un
México o Argentina.
Este el caso de la investigación de (Beltrán & Másmela, s. f.) que lleva por título
“La música protesta latinoamericana: La gran arma para la resistencia de los movimientos
protesta: rebeldía y sumisión” cuyo análisis central se organiza a partir de seis artículos,
las artes, sugiriendo que a través de la música se busca articular diálogos constantes hacia
las problemáticas sociales, mediante estos nuevos escenarios redefinen las demandas
colectivas.
quien explora con cierta profundidad una colección de videos-canciones que discutían las
condiciones en varias regiones del país. Dichas canciones son tomadas como ejemplos de
embargo, poco se toma en cuenta la música como herramienta, y cómo empezó a calar en
antiimperialista y la lucha de la justicia social, siendo una forma de expresión social ante la
disconformidad.
el autor sostiene que estos derechos deben de estar entrelazados con las políticas públicas,
sin embargo, las protestas en defensa del medio ambiente son reprimidas, criminalizando a
los líderes o activistas que luchan por proteger el medio ambiente y sus comunidades.
judicializando a los ciudadanos que luchaban por una causa que se creía justa.
protesta social visionado en las amenazas a los derechos civiles del ciudadano¨, estudio
Por otro lado, la investigación de (Hoyos, s. f.), ¨Los estudios sobre la protesta
social; el caso argentino¨, destaca la importancia de tener en cuenta el papel que juegan los
políticas estatales y las respuestas represivas. Bajo esta premisa, se suma la importancia de
creativas.
de México 2015-2018”, en el cual se explora el papel que jugó la música en las protestas
de México, el autor argumenta que la música y la emoción están unidas y que la música
puede funcionar como un medio para transmitir mensajes políticos en una situación de
(Carmona, 2019), denominado ¨La contracultura: El rock como protesta política¨, que
señala al rock como táctica de protesta política y cómo los artistas lo utilizaron para
del carnaval¨, en el que su autor (González, 2019), explora la relación entre la música de la
que la música está impregnada del cronotopo, pues se caracteriza por la subversión de la
autoridad, desafiando las estructuras de poder, siendo una herramienta para la crítica y
resistencia social.
político en Foucault dentro del escenario antropológico del carnaval¨, una interesante
reflexión que nos aproxima a la complicidad que existe entre la protesta y el carnaval en el
espacio en el que se realiza. El autor señala que el carnaval puede ser visto como un
espacio en el que se invierten temporalmente los poderes sociales y políticos, creando una
Zoraida, 2021), cuyo trabajo se titula: “El canto del allwakuy harawi como expresión
conflicto armado interno y posconflicto en el Perú”. Explora cómo la música puede ser una
social. Excepcionalmente han ingresado al campo artístico. Este es el caso del estudio
resistencia y protesta contra el sistema económico y político del país, destacando el valor
de la cultura popular frente a la violencia del estado. Este sería uno de los limitados
trabajos en el país que sugiere una exploración cercana a nuestro tema de estudio.
b) Enfoque teórico:
señalan que ésta se da generalmente por un cambio político de sistemas de estado o lucha
sociales, 1768-2008. Desde sus orígenes a Facebook. Dónde se sostiene que los
movimientos sociales son formas organizadas de protesta y acción colectiva que nacen en
corporales sino contra el mal en sí mismo (Goffman, p. 11). Hay una dosis simbólica en las
que los signos corporales que dieron origen a los estigmas del pasado hayan desaparecido
completamente, los estigmas siguen siendo marcas que exhiben algo malo y poco habitual
al status moral. Muchas enfermedades se conservan en el tiempo: el estigma del ciego, del
sordo, del tartamudo, del inválido, del viejo, de la prostituta, etc., conservan formas de
marginalidad y exclusión.
El estigma es un fenómeno complejo que –no obstante su categoría o los atributos
que posee– se subordina a un tema más amplio, el de la identidad social, sea esta real o
virtual.
Mientras el extraño está presente ante nosotros puede demostrar ser dueño de un
atributo que lo vuelve diferente de los demás (…) y lo convierte en alguien menos
apetecible. (…) De ese modo, dejamos de verlo como una persona total y corriente
para reducirlo a un ser inficionado y menospreciado. Un atributo de esa naturaleza
es un estigma, en especial cuando él produce en los demás, a modo de efecto, un
descrédito amplio; a veces recibe también el nombre de defecto, falla o desventaja
(Goffman, 12).
degradado que se construye alrededor suyo. Goffman lo menciona y asegura que se trata de
una propiedad profundamente desacreditadora. Un atributo que a los ojos de una sociedad
que comparte ciertos cánones morales establece un límite entre lo normal y lo anormal.
da vida a este fenómeno es la relación, el lazo que une y a la vez que separa a ambos
sujetos.
Su esencia es social y no por ello adolece de una identidad, es más, esta categoría le
confieren su existencia.
La identidad, ese concepto sociológico antes que antropológico que dice que no
somos lo que somos si no hay de quién diferenciarse 1, define un vínculo social, al tiempo
Superado este punto, veamos qué tipo de estigmas se configuran en las relaciones
sociales. Goffman menciona tres tipos de estigmas diferentes. El primero corresponde a las
deformaciones físicas, el segundo, a los defectos del carácter del individuo. En este último
punto podrían ubicarse, dice el autor, las perturbaciones mentales, adicciones a las drogas,
1
Juan Manuel Silva precisa que “La identidad es una palabra que sirve para aludir a las diferencias por las
cuales somos así y no de otro modo… ser es ser diferente”. (1996: 75).
alcoholismo, homosexualidad, desempleo, intentos de suicidio y conductas políticas
individual o colectivo suelen construirse estigmas alrededor del sujeto o sujetos. Un tercer
estigmas que se reconozca, todos ellos tienen los mismos rasgos sociológicos.
En este punto es preciso aclarar que estigma y discriminación no son lo mismo. Son
connotaciones diferentes.
Riesman, citado por Goffman, añade que el estigma tiene visos ideológicos que
esta persona, racionalizando a veces una animosidad que se basa en otras diferencias,
estigmatizar las cosas. Eso ocurre cuando se utiliza el adjetivo para referirse a alguna cosa
percatarnos del estigma que vamos construyendo inconscientemente. Para algunos, estas
Pero el proceso estigmatizador no solo propone una relación entre dos o más
respuesta.
que por razones físicas o incidentales se consideran, por lo común, inaccesibles para quien
Esto ocurre solo si la víctima asume ese papel, si admite que posee un defecto
conductual o un signo corporal del que debe avergonzarse, antes que mostrar temor 2.
casos, esa voluntad pasa a convertirse en una actuación utilitaria. Esto puede explicar la
intencionalidad de ciertos grupos por provocar un estigma sobre ellos y sacarle la mayor
ventaja.
Aunque en estos casos, dijimos, hay una voluntad de resignación que se resuelve
Total, se trata de un tipo de estatus social que tiene un carácter excluyente, pero también
inclusivo, porque así como se les censura, como parte de la dialéctica social, también se les
exclusión.
aquella relación, como ninguna persona que sea consciente de la necesidad de que las
2
La idea de Lotman es diferenciar los contextos en que se construye el miedo. Su especificidad se ordena
desde la relación con el Estado o, más bien, con el poder, con lo que resulta hegemónico. Mientras que la
vergüenza es un regulador de lo que es común a todos los hombres. (Lotman. 1979: 207).
3
Este es el caso de los estigmas construidos alrededor de los invidentes o de quienes sufren alguna dolencia
física evidente.
A diferencia de las personas que conviven con el estigma, intentando un “modelo
de normalización” (Schwartz citado por Goffman, p. 44), hay quienes apuntan a agudizar
empujándolos o propiciando una actitud fóbica que busque resolver el problema por medio
dijimos líneas arriba, los estigmas en esencia, en nuestros tiempos, aparecen sobre la base
pensando buscar un equilibrio entre la identidad social real y la virtual. Clave, dice él, es la
de ella un conocimiento previo (…), es decir, cuando no se trata en realidad de una persona
Tal vez este sea el caso del enfermo mental que oculta información sobre su
identidad social real. Pero Goffman podría referirse también a los ex presidiarios o a los ex
integrantes de círculos criminales. En estos casos, cada persona o cada grupo son
susceptibles de descrédito en la medida en que ofrezcan rasgos de tal o cual conducta. Para
cierto sector social, el tatuaje en el cuerpo de las personas provoca temor e intimida, es el
esquema de valores y la realidad que termina concediendo estas percepciones. Son sujetos
sociedad sobre grupos sociales y que consciente o inconscientemente provocan una mirada
distinta del conjunto, una mirada que los convierte en “anormales”, parafraseando a
Goffman.
La subjetividad es el campo donde las ideas, donde las formas distintas de ver el
mundo, se mueven y se intensifican. Las marcas físicas del pasado se convierten en marcas
simbólicas del presente. El sistema de valores dominante definirá cuáles y a quiénes se les
impondrá esas marcas simbólicas. El uso de las diferentes formas de mediación será útil a
estos fines.
Martín Serrano (1985) habría dicho que el uso de los medios de comunicación
Él dice que “la mitificación que producen los medios de comunicación de masas,
novedad/banalidad de los datos de referencia” (Serrano, p. 147). Tal vez no importe esta
Y es que los medios no están solos en el desempeño de esta función social. Junto a ellos o,
tal vez, otros elementos de mediación –los líderes de opinión por ejemplo- cumplen la
función de reproducir relatos oralmente, proporcionando los mitos necesarios para elaborar
una visión del mundo que mantuviese el consenso social (Serrano, p. 154). Es algo así
como preparar ciertas condiciones para que los medios hagan lo suyo. Pero el proceso
comunicación servirán de soporte funcional a los procesos de control social que representa
la mediación.
Creemos, al igual que Erving Goffman, “que el manejo del estigma es un rasgo
es auténticamente social. Se trata, qué duda cabe, de una marca que se ordena sobre una
categoría particular y que dependerá del campo, del tiempo y del espacio en que se mueva.
configuración simbólica.
c. Definiciones conceptuales
El estigma
considerada normal del ser social, que altera su sentido social y se somete a un proceso de
culturales y simbólicos para imponer una marca social a uno u otros, quienes actúan con
Las mediaciones