sabe del amor quién no ha tenido que despreciar precisamente lo que amaba! – F.
Nietzsche He decidido catalogar este día como uno de los más tristes de mi vida porque la pérdida de un gran amor representa una tristeza profunda. Quiero continuar agradeciéndote por todas las cosas buenas y malas que vivimos como pareja, cada viaje, cada beso, cada encuentro sexual, cada abrazo, cada caricia, cada una de las cosas que vivimos estarán para siempre marcadas en mí y no lo digo porque las piense eternamente en mi cabeza sino porque esas cosas han ayudado a construir poco a poco lo que soy actualmente como persona. Ahora, te preguntarás por qué a pesar de los grandes recuerdos y del amor que aun conservo hacia ti yo he decidido dejarte, y es en nombre de lo que fui y de lo que quiero y anhelo ser en un futuro, siempre me he considerado una guerrera y una loca soñadora, deseo una cantidad de cosas para mí: viajes, aprendizajes nuevos, crecimiento profesional y un montón de locuras que llegan a mi cabeza día a día y tengo la certeza de que son cosas que tu no quieres y tampoco hacen parte de tu vida. Durante este mes de separación estuve esperándote y buscando una posible señal de tu parte, una propuesta, una garantía, algo que me permitiera asegurar que podría seguir atada a este amor, pero nunca lo tuve, básicamente he tenido que ir a buscarte para persuadirte de lo que sucede y al final terminar recibiendo propuestas que en relación con lo que yo deseo, parece que lo que propones es muy poco. En algún momento me culpe y pensé que no lo había dado todo 100 % por esta relación, pero no fue así, yo deje a mi familia, invertí mis ahorros, aprendí a cocinar, cambie mi rutina de vida e hice un montón de cosas para lograr que esta relación tuviese algún fruto, así que me voy con mi cabeza tranquila porque sé que lo di todo o por lo menos todo lo que humanamente estuvo a mi alcancé. Cometí errores, como quizás muchas personas lo han hecho, pero no me voy aferrar a eso para seguir justificando el maltrato emocional al que fui sometida a tu lado. Hoy me duele como me trataste en algún tiempo, me duele saber que fueran conductas repetitivas y que un “voy a cambiar” a estas alturas ya no es válido. Sé que no debí permitir que Edwin entrará a la relación, pero pedí perdón una y mil veces por eso. Quiero que sepas que me he elegido a mí, que necesito recuperarme, necesito empezar a cumplir mis proyectos, mis metas, que me necesito a mí, tengo problemas de autoestima, inestabilidad emocional y un montón de cosas que no son tu culpa, pero no puedo construir una relación sabiendo que yo no estoy bien. No te voy a pedir que cuides a Lorenzo porque es más que evidente el amor que tienes hacia los animales, obviamente te quedaste con una parte linda de lo que alguna vez fue nuestro hogar. Cuídate mucho, disfruta tu vida y espero algún día consigas una gran compañera para tu vida, una con la que quizás tu vida resulte más fácil. TE AMO CÉSAR y siempre desearé lo mejor para ti.