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ddeDlarfioMelossi presenta una perspectiva original y bien

Edlflib.rdo
e irn a e a orma en que~~ ha desarrollado ••~l.G.ontroLsocial
en las sociedades modernas~ Segúnargument; á'rit<);~1-;>~~h~:-
e!' .._.
sión s?cial se ha organizado históricamente debido, en parte, a los
cambios que se han presenciado en e! concepto de estado, así co-
mo a l~s qu~ han ocurrido en cuanto al orden político y social.
Melossi analiza e! desarrollo temprano de las teorías del estado
y el derecho en la Europa predemocrática, comparándolas con los
conceptos de control social que prevalecen en los Estados Unidos
del siglo xx.
En la primera parte de su trabajo, comienza por explorar la
obra de Maquiavelo, de Hobbes yde Locke, los escritos de Rousseau
sobre la democracia, el estado ético de Hege!, y e! tratamiento que
le da Marx a la democracia política y económica. A continuación,
Me!ossi dedica su atención a la pugna que se da en Europa en torno
a la democracia, examinando la relación que guarda esta lucha con
la crisis que padece la teoría del estado. El autor pondera los escri-
tos pertinentes de Durkheim, Weber y Gramsci, así como los en-
sayos frecuentemente ignorados de Hans Ke!sen, que es la figura
más prominente de la jurisprudencia europea del presente siglo.
En la segunda parte de su libro, e introduciéndose en el tema
del surgimiento de! control social en la democracia estaduniden-
se, e! autor se centra ahora en los trabajos de la Escue!a de Chi-
cago durante la década de 1920, en los conflictos de! período de!
New Deal, y en la obra de Parsons y de C. Wright Milis.
Como conclusión, y tras incorporar al análisis los debates ac-
tuales en el campo de la teoría social y política, Me!ossi desarrolla
su propia teoría de! control social y el derecho, que hace girar en
torno a las ideas de la comunicación y de! público. Critica las
"teorías del estado" contemporáneas y defiende, en cambio, una
. .' teOd¡Lso.cial.::C<lr.enl~-,de.estado", como la adecuada paralas.so- ·~'".·Ú"
. =-"~í;d;d-;s' democráticas de masas. Conforme a esta perspectiva, tam-
bién aborda la cuestión de la estructuración de una comunidad
política europea verdaderamente democrática.
El presente texto resultará de interés para quienes deseen pro-
fundizar sus conocimientos en los campos de la teoría social y po-
lítica, la jurisprudencia sociológica, el derecho y la sociedad, la
desviación y el control social, y la criminología.
Dario Melossi es profesor asociado de sociología en la Uni-
versidad de California, en Davis.

Dario Melossi
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11 )l(ISiQIO
veintiuno
editores
siglo veintiuno editores, s.a, de c.v.
CERRO DEL AGUA 248. DELEGACiÓN COYOACÁN. 04310 MEXICO. D.F.

siglo veintiuno de españa editores, s.a. AGRADECIMIENTOS 9


CALLE PLAZA 5. 28043 MADRID. ESPANA

INTRODUCCIÓN 12
La parábola del estado, 14; Democracia y control social, 17

PRIMERA PARTE
LA PARÁBOLA DEL ESTADO

l. DEL ESTADO DEL PRíNCIPE AL ESTADO DE LA SOCIE-


DAD CIVIL 23
El estado del príncipe, 25; El estado del Leviatán, 32; El estado de
la sociedad civil, 36; Un estado iluminado e i1uminador, 38

2. DERECHO NATURAL, DEMOCRACIA Y ESTADO 42


La voluntad general y el estado, 44; El estado ético, 49

3, LA CUESTIÓN SOCIAL Y LA CRÍTICA DEL ESTADO 58


Propiedad privada, control y democracia, 67

4. EL ESTADO, CUERPO ANGÉLICO 75


Conciencia colectiva y conciencia del estado, 77; La voluntad de
poder y el fenecimiento del derecho natural, 84; La legitimación
de! estado, entre la heurística y la reflexividad, 90
~-:::"'='::=::;-"-;':::!::::" ---=----- - - ':..' .;:''-:- - .':-..::..:.....
~~-::.-:;= •••
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.•...._.. ~ p- ._-

5. EN BUSCA DE LA DEMOCRACIA, CONTRA EL ESTADO 102


Una teoría no estatal del estado, 102; Kelsen y Freud, 106; La
portada de germán montalvo democracia frente al estado, 110; El estado de los soviet, 117; De
la hegemonía, o e! estado de! príncipe moderno, 121; Observacio-
primera edición en español, 1992 nes de interlocución: sobre el estado actual de europa, 130
© siglo xxi editores, s.a, de c.v.
isbn 968-23-1812-2
SEGUNDA PARTE
DEMOCRACIA Y CONTROL SOCIAL
primera edición en inglés, 1990
polity press, cambridge, inglaterra
© dario me!ossi,1990 6. EL RECHAZO ESTADUNIDENSE DEL CONCEPTO DE ESTA-
título original: the state o/ social control. a sociological study o/ concepts o/ state and social DO Y EL CONTROL SOCIAL 137
control in the making o/ democracy La "democracia natural" de Estados Unidos yel "estado débil",
138; El contexto social del progresismo, 143; Rechazo de la co-
derechos reservados conforme a la ley nexión de estado e individuo y descubrimiento del "principio

_:'-; ~~~iiif~J.,~~q>~FE,!i~:xico/printed ~n:d ~a?;!~~~=~,ic~. =r-:~:.;:.•''''':.:í.'~:;~"--~'


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EL RECHi'_ZO ESTADUNIDEl'lSE DEL CONCEPTO DE ESTADO EL RECHA.ZO ESTADUNIDENSE DEL CONCEPTO DE ESTADO 153

CONTROL SOCIAL DEMOCRÁTICO EN EL LABORATORIO En otros trabajos fundamentales de la Escuela de Chicago, como
CHICAGO por ejemplo el análisis del campesinado polaco que efectuaron
William 1. Thomas y Florian Znaniecki (1918-1920), se observaba
Con objeto de desarrolla! una teoría del control social que fuese la misma inspiración. En una importante "nota metodológica" que
compatible con la sociedad democrática, era preciso abandonar la constituía una introducción a su libro (1918-1920, pp. 1-86), Tho-
postura monista que había acompañado los primeros intentos de la mas y Znaniecki señalaban que los sociólogos de Chicago negaban
sociología estadunidense. Esto lo lograron los sociólogos de la Escue- la posibilidad de! control social por medio de la "magia" del dere-
la de Chicago, y especialmente los filósofos pragmatistas con los que cho, o del gobierno, o por "decreto". Haciendo una acerba crítica
tenían vínculos: George Herbert Mead yJohn Dewey (Bulmer, 1984). a las alucinaciones de los legalistas, escribían:
La tesis doctoral que Robert E. Park presentó en alemán y que en
inglés se tituló The crowd and the public (1904), fue típica entre los La forma más antigua y persistente de técnica social es la de "ordenar y
trabajos de transición desde la antigua hasta la nueva conceptualiza- prohibir" -es decir, la de enfrentar una crisis mediante un acto de volun-
tad arbitrario con el que se decreta la desaparición de los fenómenos
ción que tuvo lugar en Chicago. Park trataba un tema que, como
indeseables o la aparición de los deseables, aunado al uso de la acción
hemos visto, se estaba debatiendo acaloradamente en Europa en esa
física para procurar que se cumpla con el decreto. Este método corres-
época: la llamada "psicología de las masas", Massen-psychologie. Las
ponde exactamente a la fase mágica de la técnica natural. En ambos se
imágenes que prevalecían en Europa eran las de la muchedumbre piensa, de manera más o menos consciente, que los medios esenciales
como fuerza oscura, cataclísmica, anidada en las grandes Ciudades y para lograr que se produzca un determinado efecto residen en e! propio
propensa a ser presa de la demagogia. Se la consideraba fácilmente acto de voluntad mediante el cual el efecto es decretado como deseable y
capaz de regresar a formas atávicas (Sighele, 1981), así como de un con respecto al cual la acción es meramente un vehículo o instrumento
comportamiento repentinamente indigno y violento (LeBon, 1982). indispensable; en ambos, el proceso mediante e! cual la causa (el acto de
A Park, en cambio, le fascinaba el proceso de la formación de un voluntad y de acción física) se supone que hará realidad su efecto, perma-
"público", un proceso mediante el cual se pudiera "dar forma" a la nece fuera de! alcance de la investigación; y en ambos, finalmente, en
muchedumbre -corno lo hubiera expresado su antiguo maestro en caso de que e! resultado no se logre, se introduce algún nuevo acto de
Berlín, Georg Simmel. voluntad, con nuevos accesorios materiales, en vez de intentar averiguar
cuáles son las causas perturbadoras, y eliminarlas. Un buen ejemplo de
Park identificaba el problema principal y las esperanzas de la
esto, en el campo social, lo encontramos en el procedimiento legislativo
sociedad moderna como la creación de una esfera de opinión pú-
típico de nuestros días (Thomas y Znaniecki, 1918-1920, p. 3).
blica que pudiera resolver los problemas de la democracia. Pero,
¿cómo podría crearse un discurso común de esa índole? Más tar-
Según Thomas y Znaniecki, e! control "racional", por el contrario,
de, Park y otros de sus colegas de Chicago comprendieron clara-
únicamente se puede basar en e! conocimiento de los diversos
mente que la respuesta a esa pregunta se hallaba en la comunica-
aspectos de los procesos sociales que intervengan en él; conoci-
ción, y que una de las condiciones necesarias para la resolución de miento que aclarará otros posibles cursos de acción. En conse-
los conflictos era la comunicación libre entre los individuos, los
cuencia, será un acto de razón democrático, y no un acto de volun-
grupos sociales, las comunidades étnicas y las organizaciones. En
tad autoritario, el que proporcione la solución a los problemas
consecuencia, resulta fácil entender la forma en que la inmigra-
sociales. Thomas y Znaniecki identificaban la "desorganización
ción y la cuestión de lograr que los inmigrantes se integraran a la
social" como el problema medular de la sociedad moderna, y con-
metrópoli estadunidense, les proporcionó a Park y a sus colegas la
sideraban que esta desorganización era la causante de las dislo-
metáfora central para su trabajo. Los cuatro "procesos sociales"
caciones que caracterizaban a la propia sociedad (Thomas y
-competencia, conflicto, adaptación y asimilación- que figuran de
Znaniecki, 1918-1920, pp. 1127-1132 Y 1302-1306)_ Ponderemos,
modo prominente en la obra Inlroduction lo the science oJ sociology
por ejemplo, las observaciones con las que Thomas y Znaniecki
(1921), de Park y Burgess, emanaban del análisis de la inmigración.
154 EL RECH.'\.ZO ESTADUNIDENSE DEL CONCEPTO DE ESTADO EL RECHAZO ESTADUNIDENSE DEL CONCEPTO DE ESTADO 155

concluyen el asunto-de la""inri\or~1ida(r sexual" de las ')óvenes"- bilidad de que-ocurriera -dri dinl:)jb'én'~~os IflléKfos por parte de
inmigrantes polacas residentes en Chicago: los miembros de la clase trabajadora por convertir sus sueños en
realidades, de tal modo que del enfoque individual se pasara al
Tal vez la muchacha se ajustaría sin repugnancia a [...) una vidajuiciosa, colectivo, con lo cual se re avivaría la flama de una "guerra de cla-
por insulsa que fuese, a no ser por el hecho de que en una ciudad nort-, ses". Durante ese período, la idea de canalizar el conflicto de cla-
americana tiene constantemente ante sus ojos las posibilidades aparentes ses hacia el campo de la democracia era un leitmotiv central entre
de una vida totalmente distinta, llena de emociones, placer, lujo y pavo-
quienes representaban el ala más progresista de las ciencias socia-
neo. Los aparadores, los teatros, la prensa, la vida de la calle con su des-
les en Estados Unidos.
pliegue de riqueza, belleza y modas, constituyen, todos ellos, un contras-
te demasiado notable con la monotonía de las perspectivas que le esperan De no aceptarse ese encauzamiento, la otra opción era, por su-
si sigue siendo una "buena chica". Si se sintiera definitiva e irremediable_ puesto, la coacción, que no resultaba insólita en la época de activi-
mente excluida de este gran mundo, a causa de barreras de clase práctica_ dad de Thomas y Znaniecki. Después de la primera guerra mun-
mente infranqueables, cual es el sentir de una muchacha campesina eu- dial y la traumática Revolución bolchevique, se extendió por todo
ropea, es posible que todo este despliegue de lujo lo viera como un Estados Unidos el "temor rojo". La presión de las organizaciones
espectáculo interesante y que no tuviera el sueño de desempeñar algún laborales y político-revolucionarias, como son la International
papel en él. Pero, incluso aparte de la idea de democracia -que aun cuando Workers of the World (rww) -a cuyos miembros también se cono-
políticamente no significa gran cosa para ella, sí le enseña a pensar que las ce como los "Wobblies"-, presión que había venido incrernen-
únicas diferencias sociales entre la gente son diferencias de riqueza-s, cree que tándose desde principios de siglo, alcanzó su punto culminante en
cuando menos una pequeña parte de esta suntuosidad está en realidad a
la ola de huelgas de 1919 y en episodios particulares como el de la
su alcance, y su imaginación le presenta imágenes de posibilidades ilimi-
huelga general de Seattle (Brecher, 1972, pp. 101-143). El procu-
tadas para seguir avanzando en el futuro. Por supuesto, tarde o tempra-
no se verá obligada a regresar al cauce que le han destinado la sociedad, rador general, Palmer, respondió con sus famosas "redadas rojas",
el estado, las condiciones económicas; será "reformada" y se le hará sen- encarcelando a los organizadores y deportando a inmigrantes; sin
tar cabeza por la fuerza, mas no tomará un rumbo de vida satisfactorio y embargo, cada vez se veía más claro que el orden social no se
positivo en lo moral, sino que se tratará de una aceptación, con mayor o podía mantener únicamente mediante los tribunales y los esquiro-
menor descontento, de las limitaciones prácticas de sus deseos y de las les profesionales de Allan Pinkerton.
reglas más o menos superficiales del decoro. Empero, antes de que sus Debido al optimismo fundamental que fue típico de la era pro-
sueños se desvanezcan trata de hacerlos realidad hasta donde puede. gresista y al concepto plástico de la naturaleza humana afín a aquél,
Tenemos con esto una sola, claro está, de las especificaciones de la in- esto-es, la educación,la socialización y la: integración pasaron a
quietud que caracteriza a Estados Unidos ya las mujeres estadunidenses ser las alternativas naturales a la coacción (Wiebe, 1977, p. 154;
(1918-1920, pp. 1820-1821; las cursivas son mías).
Lasch, 1965, pp. 141-180; Diggins, 1981, pp. 23-25). Los miembros
de la sociedad podían descubrir la forma más racional de resolver
Los intentos por parte de las "muchachas" y los "muchachos" de la
los conflictos mediante la ampliación del campo del discurso. En
clase trabajadora estadunidense por hacer realidad sus "sueños"
el libro de Park titulado The immigrant press and its control (1922),
en la gran ciudad -intentos que en el realismo literario de la época
en The haba (1923) de Nels Anderson, y en algunas partes de la
con frecuencia se planteaban como destinados a tener un trágico
obra Introduction to the science 01 sociology (1921, pp. 425-431) de
final, desde An american tragedy (1925) de Theodore Dreiser, hasta
Park y Burgess, se recalcaba que la manera de tratar con la disen-
Native son (1940) de Richard Wright- reflejaban la "libertad" mo-
sión étnica o política era romper las barreras lingüísticas y crear
ral personal que había originado el carácter revolucionario del
un universo común de discurso. Éste era el terreno apropiado del
gran demócrata, el dinero." Naturalmente, existía también la posi-
control social. El científico social se iba a interesar de manera medu-
4 Vale la pena señalar que en el análisis de Thomas y Znaniecki, así como en las

obras literarias citadas, se pueden encontrar los aspectos sustanciales de la teoría de la anomia, que posteriormente hizo famosa Robert K. Merton (1938).
156 EL RECHAZO ESTADUNIDENSE DEL CONCEPTO DE ESTADO EL RECHAZO ESTADUNIDENSE DEL CONCEPTO DE ESTADO 157

la competencia entre los distintos vocabularios- Lasmua;;i'il<-


.: ,-~'-~:-:;"~-·l';"íar-en ,-·""J"--Vt·g~iiadecuada contra la diseminación de doctrinasnocivasj.en ql~~-:-ii~"\2'<:¡¡';¡¡"'
lenguas nativas de los inmigrantes, así como la vernácula del Wob- la mayor amenaza a la libertad es un pueblo inerte; en que e! debate
público es un deber político; y en que éste debiera ser uno de los princi-
bly, se analizarían y tratarían como instancias de mundos limita_
pios fundamentales dei ~obierno .norteamerican.o_ ~e d.aban cuenta de
dos. Éstos solamente se podrían superar fomentando la integra_
los riesgos a los que están sometidas todas las msutuciones humanas.
ción práctica y el ingreso lingüístico al universo mayor de la
pero sabían que el orden no se puede lograr SI través del castigo por
sociedad estadunidense. haberlo infringido; que resulta peligroso desalentar el pensamiento, la
La cuestión social decisiva de la libertad de expresión y las pug- esperanza y la imaginación; que el miedo engendra la represión; que la
nas que marcaron su afirmación en la sociedad estadunidense, se represión engendra odio; que el odio amenaza la estabilidad del gobier-
convirtieron en la prueba ejemplar del nuevo enfoque que se le no; que la senda segura está en la oportunidad de debatir libremente los
daba al problema del orden. En el período entre 1909 y 1915, los supuestos agravios y los remedios que se proponen; y que el remedio
revolucionarios de la lWW montaron una campaña nacional para apropiado ante los malos consejos son los buenos consejos. Puesto que
lozrar que se resnetara su derecho constitucional de hablar en creían en el poder de la razón cuando ésta se aplica a través de! debate
'" ¡
público (Kairys, 1982, pp. 150-153). Las "luchas por la libertad de público, evitaban e! silencio coaccionado por la ley -que es la argumenta-
ción de la fuerza en su peor forma. Como se daban cuenta de que ocasio-
expresión" de los "Wobblies" representaron el ejemplo probable-
nalmente surgían tiranías entre las mayorías gobernantes, enmendaron
mente más vigoroso en la larga lucha del movimiento obrero de
la Constitución a manera de que quedara garantizada la libertad de ex-.
Estados Unidos por tratar de que se reconociera e! derecho de los presión y de reunión (Whitney v. California, 274 US 357, pp. 375-376
trabajadores a organizarse. Los organizadores laborales y en parti- (1927), citado en Kairys, 1982, p. 155).
cular los Wobblies, se dieron cuenta de que la sustancia de! discur-
so no radica meramente en la expresión de una opinión, en la Los teóricos legales progresistas como Brandeis, ciertamente no
descripción de un punto de vista, por así decirlo, sobre algún as- eran amigos de los Wobblies. Pero sí opinaban que adhiriéndose a
pecto desvinculado de la realidad social. Los activistas de la clase los principios del gobierno democrático y corriendo los riesgos
trabajadora estaban conscientes, en particular, de! hecho de que que éste implicaba, aquellas posturas radicales como las de los
e! habla es la forma principal de acción social, debido a la cual los Wobblies se podían domeñar, y e! orden se podía alcanzar de ma-
miembros de la sociedad organizan sus experiencias sociales. El lema nera mucho más firme y vigorosa que mediante el uso de cachipo-
central de la rww, "iOrganizaos!", constituía la esencia de sus "luchas rras y fusiles. Este tipo de perspectiva legal y política les proporcio-
por la libertad de expresión". naba igualmente a los líderes sociales, políticos y económicos, las
-._. ." ._- - -- -. -. ~~-~-h"'::"':.:' - ;..
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=- - Los intelectuales progresistas estadunidenses aceptaronel reto. - . 'hábilidades" técnicas que les hacían falta para ganár la competen-
Al finalizar la primera guerra mundial, los magistrados Louis Bran- cia en pos de la confianza de las masas (Ginsberg, 1986, pp. 87 Y
deis y Oliver Wendell Holmes articularon las bases para la futura 224-225). Sin embargo, esta transformación social de tan grandes
doctrina de libre expresión en una serie de opiniones disidentes, proporciones no se puede reducir a una sustitución conspiratoria
conforme a las cuales la expresión de opinión se debía organizar del censor por el manipulador de las relaciones públicas, como
de un modo congruente con las reglas del libre mercado, y no parecen sugerirlo Benjamín Ginsberg y otros (Ginsberg, 1986, p.
mediante reglas monopólicas y autoritarias (Kairys, 1982; Gi~s- 225; Graebner, 1987, pp. 36-57). La batalla para llegar al corazón y
berg, 1986, pp. 36-40). Kairys cita el siguiente pasaje de Brandeis: a la mente de las personas únicamente se puede ganar creyendo
firmemente en la democracia -es decir, en el libre flujo de la co-
Quienes lograron nuestra independencia [...] creían en el hecho de que
municación y en los mejores resultados de la competencia. El paso
la libertad de pensar como uno quiera y de hablar según lo que uno
desde un control centrado en la censura hacia aquel que gira en
piensa eran medios indispensables para e! descubrimiento y la difusión
torno a la producción de significados sociales, fue también un cam-
de la política; en que sin la libertad de expresión y de reunión, el debate
sería fútil; en que con estas libertades, e! debate ofrece por lo común una bio desde e! control social gubernamental por medio de la ley,
158 EL RECHAZO ESTADUNIDENSE DEL CONCEPTO DE ESTADO EL RECHAZO ESTADUNIDENSE DEL CONCEPTO DE ESTADO 159

'hasta.el. control.social. p-roducido por la interacción .social infor~-" ,-:,_'gel?"áf1>T.otetgrja.do,.En-!aterminologíade Cooley.Ja.J'mentalidad-ss">


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mal. A mi parecer, esta transformación global se puede resumir pública" es la fuente de una "voluntad pública" (1909, p. 402). El
en dos modelos: uno de censura del orden político, en el que los gobierno, a su vez, no es más que la expresión de la voluntad pú-
mensajes orientados hacia el control del comportamiento de los blica, es decir, de la voluntad expresada como opinión pública.
miembros se puede eliminar a través de la coacción centralizada; y pero, ¿el gobierno es también la única expresión de dicha volun-
un modelo de interacción social del orden político, en el que el tad pública? La respuesta que daba Cooley a esta pregunta es
comportamiento se controla a través del ofrecimiento (cuando probablemente e! ejemplo más definitorio de! tipo de teoría social
menos abierto a todos de jure) de mensajes afirmativos (véase el que estaba surgiendo en Estados Unidos, en esos años:
capítulo 9).
Charles Horton Cooley fue tal vez el observador más perspicaz El punto de vista que muchos sostienen en el sentido de que la voluntad
en lo tocante a la relación que existía entre la comunicación y la pública se debe identificar de manera principal, si ya no total, con la
institución del gobierno, resulta justo sólo en cierto sentido estrecho.
democracia, en ese período. Señalaba lo siguiente: "¿Acaso no les
Esto es, el mecanismo del gobierno es ciertamente la expresión más defi-
resulta obvio a los observadores juiciosos que nuestra sociedad, de
nida y autorizada de la preferencia pública, y si la voluntad pública se va

I
fibra fuerte y articulación libre, acepta la agitación de manera más
a limitar mediante un conteo de voces y luego se la va a llevar a cabo, por
segura que en el caso de las estructuras rígidas de Europa?" (1909, la fuerza de ser necesario, entonces el gobierno no es más que un agente.
p. 153). Nadie ha argumentado mejor que Cooley el hecho de que Pero sólo una pequeña parte de la voluntad de la sociedad es de esta
la democracia es "el resultado de condiciones que hacen natural índole. En un sentido más general, dicha voluntad constituye un todo
que la gente esté consciente de las cuestiones del día, y que así lo diversificado, que abarca el pensamiento y el propósito de todas las insti-
exprese" (1909, p. 86). La sociedad democrática únicamente se iba tuciones y asociaciones, formales o informales, que cuenten con alguna
a poder organizar merced a la difusión y propagación de la comu- amplitud de metas e incluso, como he dicho, el de los individuos aislados.
nicación. Conforme al análisis que hacía Cooley, el hecho de que Cierto es que la verdadera voluntad de la humanidad nunca se ha con-
la comunicación tuviera que ser libre y se la hubiera que alentar, centrado, ni es probable que se concentre, en un solo agente, sino que se
manifiesta a través de muchos instrumentos, y la unidad que necesitamos es
antes que someter a censura, se debía a la propia diversidad entre
cosa mucho más intrincada y flexible de la que se podría lograr únicamente a
los individuos, y en especial entre los grupos que conformaban la
través del estado. Al igual que otras fases de la organización, el gobierno es
sociedad.
meramente una forma de hacer las cosas, idóneo por su carácter para
En el capítulo XIII de su obra Social O1ganization, titulado "What realizar algunas de ellas, y no idóneo para efectuar otras (Cooley, 1909,
the masses contribute [tc-the-public.raindj'e.Clso-que apor-tan las pp. 402-403; lascirrsivas s'oñ mías). '-~""""=~''',-;;~'-:--'''''-'-'
~·.~"-O-=-_'._,:.~
masas [a la mente pública]"), Cooley rendía un tributo claro y con-
movedor al papel que desempeñan las masas en la democracia. El "estado" sobre e! que escribía Cooley no era más que un sinóni-
Mientras que Durkheim, en su tratamiento muy similar de la rela- mo impreciso de los órganos constitucionales de! gobierno. "La
ción que existe entre estado, democracia y conciencia colectiva unidad que necesitamos" en la sociedad finalmente había coloca-
(véase e! capítulo 4 anterior), había recalcado la {unción racional do el concepto de estado en el "museo de antigüedades" enge!sia-
de las élites dirigentes, Cooley, en cambio, hacía recaer la atención no, mas no bajo el socialismo, sino bajo la tierra más promisoria
en las cualidades de liderazgo de las masas. Siguiendo e! análisis del capitalismo. Esa unidad la acarreaba e! consenso que se crea
de Jane Addams, Cooley sostenía que las masas de inmigrantes, entre e! público, fuerza infinitamente más poderosa y permanente
"recogidas de todas las tierras", se hallaban en la postura más ideal que la de! monstruo bíblico.
para construir una nueva civilización, puesto que, para ellas, los
"viejos sistemas y tradiciones" habían quedado completamente
destruidos (Cooley, 1909, p. 137) -lo cual constituye una verdade-
ra versión estadunidense de! antiguo llamamiento de Marx y En-
_~~;{~~~ .. ":~'. . - ·,,-o;:·~;{..~;;''':.{i?:'' -:'~~..:;:.:<4.¡:;/~~-~::
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