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Das rote Wien.

Política y arquitectura residencial en la Viena socialista Manfredo Tafuri

16 especto a la política de vivienda realizada por el Ayunta- una situación ya paradójica, después de la disgregación del
R miento rojo de Viena entre 1919 y 1933, sin lugar a dudas, Imperio y la caída de los proyectos de Anschluss con Alemania.
es lícito hablar de una trágica epopeya. Es imposible de todas La traged ia del deslindamiento vivido por ese movimiento obrero
formas intentar reducir su trascendencia a fórmulas perecede- no se refleja en las fortalezas rojas de la Gemeinde Wien; y con
ras. La experiencia vienesa, situada en una inflexión de la histo- todo, por vías independientes, las lenguas que hablan los Hofe
ria europea, permanece impermeable a parámetros acuñados obreros de la capital austríaca utilizan hasta agotar las posibili-
para juzgar situaciones geográficamente próximas, pero induda- dades expresivas basadas en la interiorización y en el solipismo.
blemente alejadas de ésta en cualquier aspecto. Está claro que La tradición austromarxista
el grandioso experimento Viena socialista representa un proble- Ante todo, la tradición teórica del grupo definido despreciati-
mático punto de encuentro entre componentes diversos, que vamente como austromarxista. Reunidos en torno a la asocia-
entre ellos tienen en común el carácter de excepcionalidad res- ción Zukunft (1903) y a las revistas Marx-Studien y Der Kampf,
pecto a las formulaciones consideradas clásicas en la Europa de Max Adler, Karl Renner, Rudolf Hilferding, Gustav Eckstein y Otto
los años veinte. Bauer dirigen sus intereses hacia la filosofía neokantiana, el
Excepcional, de hecho, es el conjunto de reflexiones teóricas pensamiento de Stammler, Windelband y Rickert y las teorías de
sobre las que se inspira la política austromarxista, excepcionales Mach. Confrontación comprometida ésta, entre la herencia mar-
los instrumentos económicos y de gestión utilizados para realizar xista y las críticas más complejas e insidiosas por parte bur-
el programa de edificación de la Gemeinde Wien, excepcionales guesa. Para Adler y Bauer, aceptar el desafío de las teorías
los fines últimos a los que tienden estos instrumentos, excepcio- neokantianas significa intentar usar nuevas armas para la lec-
nales los aparatos formales que hacen visible ese programa. Y, tura de una realidad considerada en su devenir, de un capita -
sin embargo, en ningún otro ambiente como en el vienés se hace lismo en transformación, de procesos socioeconómicos que se
patente el carácter conflictivo entre técnicas, ideologías y forma. desarrollan con leyes ni lineales ni casuales; cosa que comporta
Realmente, y no sólo metafóricamente, el espacio histórico indi- oscilaciones teóricas y contradicciones. Los intelectuales aus-
viduado por el rote Wien es el lugar de una batalla. tríacos por parte marxista parecen, de hecho, aceptar la rad ical
Batalla que habrá que reconstruir empezando por alinear los incomunicabilidad entre ciencia y valores intuida por Max Weber,
ejércitos en el campo y sin fijar previamente el resultado del con el resultado de ver en los valores mismos algo de incomuni-
encuentro entre ambos. Porque, al menos como hipótesis de cable si no de irracional (Rickert -tan estudiado por los
trabajo, será útil no dar por descontada la homogeneidad entre austromarxistas- habla explícitamente de expulsión del pen -
las diferentes fuerzas protagonistas en la contienda objeto de samiento respecto a la intuición del historiador).
nuestro análisis. Por un lado está la tradición teórica austromar- Max Adler escribe en 1908 que toda casualidad social corre
xista, que desde 1918, sin embargo, parece haber cerrado su sólo dentro de una determinada forma teleológica que le imprime
fase especulativa y comprometida en una difícil confrontación la naturaleza espiritual del hombre y es, por tanto, intrínseca-
con la política real; por el otro lado, es un contexto urbano que mente finalística.
condiciona su historia y su tradición; y por último están las ideo- Pero sería erróneo confundir el austromarxismo con una sim-
logías y los lenguajes que intervienen tangencialmente en los ple refundación ética del Socialismo. Al contrario, como se ha
programas o en las políticas, o que viven independientemente su observado, la joven escuela marxiana de Viena asume como
propia actividad. punto de partida el postulado revisionista de la no identidad del
Por encima de todo está la lucha enfervorizada del movimiento marxismo y socialismo, pero no ya para perpetuarlo o hacerlo
obrero austríaco por abrirse caminos y mantenerlos abiertos en más rígido, sino para plantear de forma más correcta y articulada

DAS ROTE WIEN. POLITICS ANO RESIDENTIAL of excepllonallty as regards the formulat,ons cons1dered appears to have closed ,ts speculat, ve comm11ted phase ,n
ARCHITECTURE IN SOCIALIST VIENNA, 191 9-1933" classIcal ,n the Europe of the twent,es a d1fflcull confrontat,on wIth real pohhc1s: on the other hand
Excephonal. Indeed. Is the group of the theorelIcal ,s an urban context wh,ch cond1hons ,ts h,story and
rellect,ons on wh,ch the Auslro-Marx1st pohcy ,s ,nspired, trad1t1on: and hnalty there are the 1deolog1es and languages
except,onal are the economIc and management ,nstru- wh,ch intervene tangentally ,n the programmers or pohc,es,
ments used to carry out the building programme of the or wh1ch independenlly hve out their own activ,ty
"Th,s essay summanzes • w,thout the de,ce of philolog1cal Gememde w,en. except1onal the ult1mate a,ms towards Over 11 ali ,s the enthus,ashc struggle by the Austnan
notes • /he contents of the volume by the same author wh1ch the ,nstruments reach out, except1onal the formal labour movement to open up avenues and keep them open
v,enna rossa. pubhshed by Electa Milan. 1980 dev,ces wh,ch make th1s programme v1s1ble And, in an already paradox,cal sItuat1on. alter the d1s1ntegrahon
nevertheless. ,n no other env,ronment ,s the confhchve of the Empire and the fall of the Anschluss profects w,th
As regards the hous,ng pohcy carried out by the red character made patent between techn1ques. 1deolog1es Germany The tragedy of the demarcat,on hved through by
V1enna C1ty Counc1I between 1919 and 1933. there ,s no and form as ,n the VIennese Really. and not only th,s labour movement ,s not reflected ,n the red fortresses
doubt thal 11 1s perm1ss1ble to speak of a trag1c ep,c. In any metaphoncally, the h1stoncal space ind1v1duahse by red of the Gememde Wien. and even so. by ,ndependent
case 11 ,s Imposs1ble to anempt to reduce ,ts transcendence W,en ,s the s,te of a banle channels. the languages spoken by the Hofe workers ,n the
to trans1tory formulas The V,ennese expenence. s,tualed ,n A ballle wh1ch w,11 have to be reconstructed start1ng by Austnan cap,tal use unlll they are exhausted expressive
an ,nflechon of European h1story, rema,ns ,mperv,ous to hning up the arm,es ,n lhe held and w1thout prev1ously hx,ng poss1b1htIes based on intenonzat1on and sol1ps1sm
parameters coined to judge s1tua11ons geograph,cally the resull of the encounter between them Because. at least The Austro-Marxisl Tradltlon
clase. but undoubtedly removed from th1s ,n every aspee! 11 as a work1ng hypothes,s. ,t w1II be useful not to neglect the First of al the theoret1cal trad1t1on of the group
1s clear that the grand,ose Soc,ahst V1enna expenment homogene,ty among lhe d1fferent forces tak1ng part 1n the contemptuously dehned as Austro-Marx,st Gathered
represents a problemallc pomt of encounter belween confhct featured ,n our analys,s On the one hand ,s Austro- around the Zukunlt Assoc,ation (1903) and the Marx-
d•verse components wh1ch have ,n common the character Marx,st theorehcal trad1t1on, wh1ch s,nce 1918 however, Stud,en and Oer Kampf magazmes. Max Adler Karl
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11 I 3

el problema de sus reunificación (Marramao). La confrontac ión con las críticas burguesas al pensam iento
De hecho, en la elaboración de Max Adler es donde se puede de Marx exige un debate de alto nivel dentro del grupo aus-
todavía encontrar el haber asumido la crítica del conocimiento tríaco, con resultados múltiples y complejos. Sobre todo
en cuanto instrumento de readaptación del marxismo a los nive- se exalta el problema de la relación política-c iencia,
les más altos y complejos de la organización capitalista y de la intelectuales-partido, mientras el desarrollo capitalista para
lucha de clases, como agudamente ha observado Marramao, Bauer va más allá de la fase de pura competencia, introdu-
que ve separarse el pensamiento de los austromarxistas del de ciendo en el proceso económico elementos de conocimiento y
Kautsky, en cuanto se refiere al problema de la relación organización que el movimiento obrero debe tener en cuenta
intelectuales-clase obrera. para responder con una igual inteligencia científica. Todo esto
Para Adler y para Bauer, se trata de resaltar los efectos de pone al austromarxismo por delante de la Bernstein-Debatte o
complicación de la estructura social producidos por las nuevas del catastrofismo de Kautsky, dejando emerger principios teó-
tendencias del capitalismo. La exigencia que nacía de esta cons- ricos todavía hoy fecundos. En otras palabras, el debate
tatación era la de volver a cualificar el marxismo como una abierto por el austromarxismo no da la espalda a la cu ltura de
sociología científica capaz de explicar la variedad de los proce- la gran Viena, aunque el patrimonio acumu lado por él reaccio-
sos moleculares a los que daba lugar el desarrollo desigual de la nará de forma problemática frente a las opciones impuestas
formación social capitalista. por la guerra y la revolución.

Renner. Rudolf H1lferd,ng Gustav Eckste1n and Otto Bauer w,/h /he spmtual nalure of man and ,s therefore, th1s venflcation was l hal of requahfymg Marx1sm as a
d,rect the1r 1nterests towards Neokant,an ph1losophy, the mtrms,cally finahsllc. sc1enl1f1c sociology capa ble of expta,n,ng the vanety of the
thought of Stammler Windelband and R1ckert and the But 11 would be a m1stake to confuse Austro-Marx1sm molecular processes to wh,ch the unequal development of
theones of Mach. A comm,tted confrontat,on this between w1th a simple adaptahon eth1c of Soc1ahsm On the cap11a1,s1 soc,al educahon gave nse
the Manos! hentage and the most complex and ms1d1ous contrary. as has been observed. the Vienna young Man<1st The confrontahon w1th the m,ddle-class cnhcs of the
cnt1c1sm on the part or the m1ddle-c1ass For Adler and schoof assumes as a departure point the rev,s,omst thought of Marx demands a h,gh level debate w1thin the
Bauer acceptmg the chalienge of Neokant1an theones postulat1on of the non-1denlity of Marx1sm and Soc1al•sm, Auslnan group. w1th mult1ple and complex results Above ali
means attempt1ng to use new weapons to read a reahty but not now to perpetua/e 11 or make 11 more ng1d, only to lhe problem of the polit1cs-sc1ence. mtellectuals-party
cons1dered to be emerg,ng. a cap,tahsm ,n transformat,on. raise m a more corree/ and articula/e form the problem of relat1onsh1p 1s exalted. while cap1tahst development for
soc10-econom1c processes wh1ch are developed w1th laws 11s re-unifica/ion. (Marramao) Bauer goes beyond lhe phase of pure competence.
ne1ther linear nor casual. someth1ng wh,ch bnngs lndeed. Max Adler's produchon 1s where there 1s st1II to 1ntroducing mio the econom1c process elements of
theoret1cat vac,liation and contrad,chons Austnan 1ntellec- be found th e facl of hav1ng assumed cnt1c1sm of knowledge knowledge and organizat1on wh,ch the labour movement
tua1s on the Marx,st s,de 1ndeed appear to accept the as a readaplat1on 1nstrument for Marx1sm al the h,ghest must take into account in order to respond w,th equivalen!
radical mcommunicab,hty between sc,ence and values mosl complex levels of the cap,lahsl organizat1on and the scient,t,c mtelhgence. Ali th1s places Auslro-Marx1sm
sensed by Max Weber. w1th the result of seeing 1n the class struggle. as Marramao has acutely observed. wh1ch ahead of the Bernstem-Oebatte or the catastroph1sm of
values themselves someth1ng mcommunicable 1f not sees the thoughl of the Austro-Marx,sts separated from Kautsky alfowmg theoret1cal principies to emerge wh1ch
irrat1onal (R1ckert - so much stud1ed by Austro -Marx1sts that of Kautsky as regards the problem of the 1ntellectual- are slill fert1le today In other words. lhe debate opened by
-speaks exphc,Uy of expuls,on ot thought as regards the work1ng class re1a1,onsh1p Auslro-Marx,sm does not lurn 1ts back on the culture of
mtu1t1on of the historian). For Adler and Bauer, 1t means h1ghhghhng the effects of great V,enna although the henlage accumulaled by 1t
Max Adler wntes in 1908 that ali social causahty only complical/on of the soc,a/ s/ructure produced by /he new reacts in a problemat1cal way before lhe ophons 1mposed
f/ows wIthm a determmed teleolog,cal form whích ,mprmts 11 tendenc,es of cap,taflsm The demand wh,ch was born of by war and revolut1on
producción y de la distribución. La socialización de las fuentes y 19
de las industrias energéticas figura, consiguientemente, en el
primer puesto del programa de Bauer: de forma más confusa que
en las propuestas de Korsch, en su Sozialisierung la salvaguar-
dia de los intereses sociales está asegurada por un mecanismo
de ajuste recíproco regulado por mediación estatal, entre los
intereses de los consejos de productores y los de los represen-
tantes de los consumidores.
Por otra parte, se exige a los consejos la administración de las
instituciones de inmediato interés obrero: las viviendas obreras,
los economatos, las cocinas colectivas, los servicios, en otras
palabras, las instituciones para educar al proletariado para que
asuma los deberes que asigna Max Adler al hombre nuevo. En
su Der Weg zur Sozialismus ( 1919), Bauer, después de haber
recapitulado brevemente los orígenes de las concentraciones
metropolitanas, afronta el problema relativo a la formación de las
propiedades municipales. La expropiación -escribe Bauer- no
debe efectuarse confiscando brutalmente la gran propiedad
capitalista e inmobiliaria, pues de tal manera no se podría cum-
plir ésta sino al precio de una espantosa devastación de los
medios de producción que reducirían a la mendicidad a las
masas populares y agotarían las fuentes de la riqueza nacional.
De los proyectos de socialización a las elecciones legislati- La expropiación de los expropiadores se debe realizar según un
vas de 1920 orden y una regla que no destruyan el aparato productivo de la
Que, sin embargo, la riqueza de las implicaciones contenidas sociedad, y de forma que no se impida el desarrollo de la indus-
en el austromarxIsmo verifique un décalage en el intento de tria y la agricultura. El instrumento principal de tal expropiación
introducirse en la política cotidiana se ha demostrado debido a en regla puede concentrarse en el sistema tributario. Los instru-
las ambigüedades que caracterizan los proyectos de socializa- mentos a los que Bauer se refiere son la redistribución de la
ción redactados en la inmediata posguerra. El tema de la Soziali- riqueza y la progresiva transformación del capitalismo privado en
s,erung que, con diferentes matices, circula tanto en la Alemania capitalismo socializado con la participación con acciones de los
de We1mar como en Austria, resume ya en sí motivos contradic- viejos propietarios.
torios. el dominio sobre la producción se añade sin soluciones de Bauer no aborda directamente el problema urbano, y se ocupa
continuidad al problema del control de los movimientos de clase por el contrario de los problemas relativos a las áreas edificables
y al tema de la rac1onalizac1ón productiva. Si esto es evidente en y a las viviendas populares.
el pensamiento de Korsch , lo es más en el Otto Bauer. También El estado -escribe Bauer- tendrá( ... ) que regular el precio
para Bauer la socialización tiene como finalidad una justa redis- de los alquHeres en las vi viendas municipales: el principio consi-
tribución. también para él la construcción de una sociedad socia- derado por los ayuntamientos será el de calcular el precio del
lista ti ene que pasar a través de una organización social de la alquiler relativo a las casas, a los talleres, a las tiendas, de modo

From Socialization Projects to the 1920 Legislative sateguard1ng ot social rnterests 1s assured by a rec1procal soc1ety and In such a way that the development of industry
Eleclions adJustment mechan1sm regulated by Stale rntervent,on and agnculture are not h1ndered The marn ,nstrument of
However the ract lhat the nchness of lhe ,mpt,catoons between the interests ot the produce, boards and those of such expropnahon to rule can be concentrated In the
conla,ned ,n Austro-Marx,sm venhes a decalage In the the representatrves of the consumers taxatron system The 1nstruments to wh1ch Bauer refers are
allempl 10 be 1ntroduced In10 everyday po1t1,cs has been On the other hand. adm,n,s1rat1on of the 1nsti1ut1ons of red1slnbut1on of wealth and progressIve transformahon of
demonsirated due to the amb1gu1t1es wh,ch charactenze 1mmed,ate labour rn terest Is demanded of the boards pnvate cap1tahsm rnto socIahzed cap,tahsm w1th sharehold·
the soc,a1tza1Ion proiects drawn up In the ,mmedIate worker hous1ng cooperatIve stores, collectIve kItchens. the 1ng part1c1patoon by the former owners
postwar penod The !heme ot the Soz1alts1erungwh,ch. w,th serv1ces. In other words. the InstItutIons to educate the Bauer does not directly tackle the urban problem. and on
d,tterent nuanc es c,rcula1es both in We,mar Germany and proletaria! to take on the dut,es ass,gned by Max Adler to lhe contrary he 1s concerned w,th problems relahve to
In Austria aiready summar,zes ,n 1tselt contradIctory the new man. In h1s Der Weg zur Soz,ahsmus ( 19 19). bulldable area s and popular hous1ng
mo1,ves dom,nance over producllon ,s added w,thout Bauer alter hav1ng bnefly recap1tulated the ong,ns of The State · wntes Bauer • w,11 have (. ) to regula/e rent
solullons w,1h con1,nu,ty to lhe problem ot class movement metropol,tan concentratoons confronts the problem relahve rates m municipal housmg the prmc,ple cons1dered by
control and ene maller ol product1ve ra11onahza11on lt th1s Is to the formatIon of municipal propert1es Expropnatoon . local b0d1es w,11 be thal of ca/cularmg the rent ,ate re/al/ve
ev1den1 ,n lhe lhougnt 01 Korscn, ,1 Is more so ,n lhat ot 0110 wntes Bauer • should no/ be done by brutal/y conhscatmg to houses. workshops, shops. m such a way that only
Bauer Also tor Bauer soc1ahzat1on has as Its a,m a ¡ust rhe grear cap,tahsl property and real estate. far m thal way building costs wi/1 be convered. They w,11 no/ have any r1ght
red,str,bu/lon. also tor h1m 1he construcllon ot a Soc1ahst th1s cannot be ach,eved except ar the pr,ce of appallmg to obtam prot,ts from such rents Only luxury hous,ng. flats
soc1ety nas 10 pass lhrough soc,al orgamzallon ot devasta/Ion of the prOduc/ion methOds wh1ch wou/d reduce and shops m favourable locat,ons w,/1 be rented al h,gher
product,on and d1stnbut1on Soc,ahzat,on ot lhe sources the popular masses ro beggary and would exhaust the pr,ces and such prof1t can be used ro reduce /he pnce of
and energy ,ndusmes features. consequently ,n the hrst sources of na /lona/ wealth. Exproprat,on ol the expro- sma/1 dwellmgs or to meet the needs of the c1ty
place ,n Bauer s programme ,na more contused torm than pnators should be camed out accord1ng to an order and a In other words. mass building must consIst of a social
the proposals ot Korsch. ,n h,s Soz1aI,s,erung the rule wh,ch do not destroy lhe productove apparatus of hentage extracted from l he productove cycle The cIty for
20 tal que se cubran únicamente los gastos de construcción. Estos estructuras es instrumento de educación hacia la democracia.
no tendrán ningún derecho de obtener ganancias de tales alqui- La máxima atención se pone en los servicios comunes, en la
leres. Sólo las viviendas de lujo, los pisos y las tiendas favoreci- liberación de la mujer de la esclavitud doméstica, en los cánones
dos por su localización se alquilarán con precios más altos, y tal fijados una vez por todas sobre los precios de la construcción, en
ganancia se podrá emplear para reducir los precios de las una gestión llevada a cabo por comités de vivienda elegidos
pequeñas viviendas o para satisfacer las necesidades de la democráticamente.
ciudad. El programa de Bauer representa, ciertamente, una respuesta
En otras palabras, la edificación de masa debe constituir un a las primeras disposiciones soviéticas sobre el tema - no es,
patrimonio social extraído del ciclo productivo. La ciudad, para por esto, casual que él elabore un modelo de casa semicomún
Bauer, no es asim ilable a una gran empresa: ésta se configura para realizarse de forma voluntaria por los inquilinos-, pero está
por el contrario como una gran máquina filantrópica y pedagó- a la base el intento de adherir a los nuevos poderes atribuidos a
gica, instrumento a la vez de una transformación gradual de la los ayuntamientos la participación popular. En el plano político, el
sociedad. escrito de Bauer es todavía optimista acerca de las posibilidades
No asombra, por tanto, que Bauer pueda no considerar con de revitalizar a un bloque democrático anclado en un proyecto
tanto descuido la cuestión de las financiaciones relativas a las de cauta socialización: una socialización, en cualquier modo,
expropiaciones y a las intervenciones municipales: sus intereses que tiene como referencia sea en la experiencia soviética, sea
se vuelven , por el contrario, a las características intrínsecas del en los consejos de las ideologías alemanas. Como ha notado
bien-casa. En el programa expuesto en la segunda parte del Norbert Leser, Bauer se referirá en 1923, en su Die 6sterreichis-
Capítulo sobre la Cuestión de la Vivienda, Bauer afirma que es che Revolution, a un fragmento de la obra de Engels Orígenes de
necesario administrar las casas a los habitantes. La administra- la familia, en el que se prefigura una situación en la que las
ción de las diferentes barriadas -prosigue- se asignará a clases que se enfrentan llegan a encontrarse en una situación
comités que deberán ocuparse de la conservación, de la manu- de equilibrio y donde, en consecuencia, el Estado cesa de ser
tención y de la limpieza de las viviendas. Tales comités - instrumento de dominio y asume, por el contrario, una fu nción
paralelos a los comités de obreros en las fábricas- tendrán la mediadora, para readquirir su tradicional papel al final del ciclo.
autorización, para aliviar el trabajo doméstico, de instalar en el Bauer considera, de hecho, a Austria desde el otoño de 191 9 y
nuevo edificio o en sectores de éste cocinas centralizadas, al otoño de 1922 como una República popular en sentido engel-
lavanderías y tendederos comunes, ambientes de recreo y de siano; mientras que en la política de saneamiento monetario lle-
estudio para los niños, comedores comunes, salas de lectura y vada a cabo por Seipel con el apoyo del capital extranjero, leerá
de recreo para adultos, y podrán contratar el personal necesario la victoria de la burguesía para el 12 de noviembre de 1918. Pero
para el funcionamiento de tales servicios. Los residentes partici- donde el austromarxismo revela sus propios límites históricos es
parán en los gastos de forma proporcional al precio de alquiler en la incierta relación entre esta teoría del Estado y una política
pagado. económica que por exceso de realismo evita la articulación en
A la socialización económica corresponde, por tanto, un pro- programas concretos, quedándose al final confinada en el caso
yecto de democracia residencial. Si el derecho a la casa deberá ejemplar de Viena.
empujar al municipio para que éste dé una adecuada respuesta Los intentos de imponer una inmediata socialización de las
a la demanda de viviendas ejercitando su derecho de expropia- industrias principales serán frustrados duramente: en 1919, la
ción y construyendo viviendas (directamente o mediante coope- SPO es venc ida en la cuestión de la socialización de la Alpine-
rativas), la gestión desde abajo o las viviendas mismas y de sus Montangesellschaft, la mayor empresa minera austríaca; la ley

Bauer ,s not comparable to a large company the latter on can contrae/ the staff needed for /he opera/ion of such local bodIes on the pohllcal plane. Bauer's wntmg ,s st,11
l he contrary ,s formed hke a g reat ph1lanthrop1c and serv,ces. The res1dents will share m /he expenses m opt1m1sl1c about the possIbIlIl1es of rev1lahz1ng a democral1c
pedagog,c mach,ne. an ,nstrumenl al lhe same time of a proportJon to the rent rate pa,d. block anchored ,n a cautious soc,aflzallon pro¡ecl
gradual lransformahon of soc,ely Correspond1ng to economIc soc1alization. therefore, ,s a soc1ahzal1on. in any case. wh,ch has !Is reference e,ther in
11 ,s nol surpns,ng lherefore. that Bauer could so resIdentiat democracy proJect lf l he righl to a house musl lhe Sov,el expenence, or in lhe councils on German
carelessly forget the quest,on of the fmanc,ng relat,ve to mc,te lhe municIpallty lo g,ve an adequate response to lhe 1deolog1es As Norber1 Leser has noled, Bauer referred in
expropnat1ons and lo municipal ,ntervent,on: h,s mterests. demand for housmg by exercIsIng 1ts nght of expropnation 1923. in h,s Die osterreichische Revolu/ion, to a fragmenl of
on the contrary revolved around the ,ntrms,c charac- and building housmg ( directly or by means of coopera- Engels work Family Or,gms, in wh,ch a sItuat1on ,s
tenst,cs of the house-property The programme descnbed t,ves). the management from below of the dwelhngs foreshadowed m whtch /he classes m contronla/Jon ftnd
,n the second part of the chapter on The Hous,ng Ouest,on. themselves and their structures ,s an ,nstrument of lhemselves m a balanced s,Iua/ion and where, conse-
Bauer asserls that 1/ Is necessary for /he mhab,tans lo educat,on towards democracy quently, lhe Slale ceases lobean ,nslrumenl of dom,nat,on
adm,ms/er /he houses. The admmislrar,on of the difieren/ The grealest attent1on is paId to communal services. to and assumes. on the contrary. a med,atmg funct,on. to re-
dis/r,c/s - he cont,nues - w,11 be ass,gned lo comm,ttees free1ng women from domest1c slavery. in canons hxed once acquire 1ls lrad1t1onal role al the end of the cycle
wh,ch mus/ concern lhemselves w1/h preserva/ion and for all on building pnces. to management camed out by Bauer mdeed consIders Austria smce autumn 1919 and
mamrenance and cleanmg of the dwellmgs. Such democrat,cally elected hous1ng commI1tees ,n autumn 1922 as a popular Republic In lhe Engels1an
comm,ttees - parallel to the workers comm,ttees in Bauer's programme represents, certa,nly. a response to sense. wh,le in the monetary slab1hza1,on pohcy carried out
faetones - w,11 have author,zalion to help out w1/h domes/Je the first Soviet provis1ons on the subIect - for th1s reason 11 by Se,pel w1lh lhe suppor1 of fore,ng cap,lal. he will read lhe
work. to msta/1 m the new buildmg or m sectors of lhis ,s not mere chance that he prepared a model for a sem,- vIclory of lhe m1ddle classes for /he 12th November 1918
centra/Jzed k1tchens.. laundr,es and communal clotheslines, communa/ house to be produced In a voluntary manner by But where Auslro-Marx1sm reveals ,ts own h,stoncal hm11s
recrea/Jan and s/udy enVlfonments tor children, communal the tenants, but al lhe bas,s of th1s Is the attempt to adhere ,s ,n the uncertam relahonsh,p between lh1s Slate lheory
canteens. tec/ure and recrea/ion rooms for adults. and they popular partIcIpatIon to the new powers altnbuted to and an econom,c pohcy wh,ch by excess of reahsm avoids
21

3.4.5 K Ehn. S1edlung Hermew1ese. 1923

6. Molkerhof Un precedenle 6

del 30 de mayo de 1919 sobre nacionalización de empresas servIcIos urbanos. Viena se prepara para transformarse en
queda sin aplicar; los proyectos de soc1alizac1ón de la industria exemplum visiblemente concreto de las capacidades constructi-
del carbón y de las empresas relacionadas a la construcción vas del socialismo.
caen frente a la oposición cristiano-social. La SPO, fuerte por la aplastante victoria obtenida en 1920 en
El partido se ve así obligado, en 1920, a salir de la coalición las elecciones municipales, se ve así gestionando una situación
gubernamental, además del descontento de las masas y las de quiebra, tanto por la pesada herencia transmitida por la polí-
incertidumbres de su programa, dentro del cual -como se ha tica urbanística habsbúrgica, como por las paradójicas caracte-
escrito- se había dado ya el divorcio entre general y particular, rísticas asumidas por Viena. La capital de la nueva República ha
perspectiva y movimiento real, Endziel y Bewegung. Es induda- perdido, efectivamente, su identidad: la búsqueda de un nuevo
ble que entre la retirada del gobierno y la concentración de los principium individuationis tendrá que basarse en dicha paradoja,
esfuerzos en Viena, por parte de la SPO, hay una relación asumirla, gestionarla.
directa. Lo que resulta irrealizable en el Estado parece factible en Viena: la situación decimonónica y la puesta en marcha de
su capi tal, llamada a demostrar de manera ejemplar las virtudes los programas municipales
de la administración socialista: proyectos de reforma que inciden En el aspecto económico, el eclipse de la función primaria de
en relaciones de producción están compensados por un gran- Viena, ganglio terc iario de alcance internacional en el ámbito del
dioso programa de obras sociales y de reorganización de los Imperio, se registra desde 1918 en adelante con efectos desas-

ar11cula11on ,n specilic programmes. rema,ning al !he end tration: reform proiects wh1ch involve production relations ligure equ1valen110 lhe lwent,eth part of such an amount ,n
conf,ned ,n !he exemplary case of v,enna are compensated by grand1ose programmes for soc,al the 1nflat1on penod. only one th,rd more of the original value
Attempls lo ,mpose 1mmed1a1e soc1ahzat1on of the main works and reorganization of urban servIces V1enna Is reached to falf ,mmed1ately atterwards to deflc1t
1ndus1nes would be severely fruslrated In 1919 !he SPO prepares to transform ,lself into a v1s1bly concrete s1tuations The collapse of the territorial system of
was vanqu1shed In the question of the soc1ahzat,on of lhe exemplum of the construct,ve capacItIes of Soc1alism product1ve organizatIon. based on the decentrahzat1on of
Alp,ne -Monlangesellschaft, the largest Austnan mIning The SPO. strong because of the crushing vIctory heavy industry In the coal flelds of Morav1a and on var1ous
company. the Iaw of 30th May 1919 on nat,onahzat10n of obta,ned ,n 1920 In the munic,paf electIons. thus sees 1tself 1nterrelat1ons between the d1fferent countnes of the Emp1re
companies rema,ns unapplied. proIects for soc1aI1zatIon of managIng a s,tuat,on wh1ch breaks down, both because of abruptly transforms tert,ary V,enna 1111th two m1lf,on
the coal 1ndustry and of the companies related to the we1ghty legacy transm1tted by the Haspsburg urban inhab1tants - a V1enna wh1ch unt,I then had been able to
consIruc1Ion fall before Chnst,an Soc1ahst oppos,tIon pohcy and because of the charactenst,c paradoxes deny 1I was a working c,ty to assert 1tself as a myth1cal c1ty
The pariy lhus saw ,tself obhged. ,n 1920. to teave the assumed by V1enna The capital of the new Republ,c has ,n of 1deology, management and consumpt,on - into a sort of
government coahtion. bes1des the d1scontent of the masses tact lost ,ts 1dent1ty the search for a new pnncIp,um anachron,sm and nonproducllve conglomerate.
and the uncerta,nt,es of ,ts programme. w1thin wh1ch - as ind1vuatIon1s w1lf have to be based on the sa,d paradox to The reduction In the number of VIennese 1nhab1tants
has been wntten - the d1vorce was already clear bet ween assume ,t to manage 1t from 2.031 498 ,n 191 O to 1.841.326 In 1920. Is not only a
general aná par/lcutar. perspect,ve and real movement. Vienna: The Nineteenth- Century Situatlon and the consequence of the war, but ,t 1nd,cates a tendency wh,ch
Endz,el and Bewegung lt ,s 1ndub1table that between the Starting Up of the Municipal Programmes would be constant in the 1nflat1on penod From 1920 to
w,thdrawal from the governmenl and the concentra1Ion of In the economIc aspect. the eclipse of the pnmary 1934. V1enna ,s transformed ,n any case. 1nto a veritable
efforls In V1enna on the part of the SPO. there Is a direct funct1on of V1enna tert1ary gangIIum of ,nteinat,onal scope State w,thm a State. thanks also to the autonomy of Its
relat,onsh1p That wh,ch ,s unach,able In the State appears ,n the lield of the Emp,re. ,s reg1stered from 1918 onward Landrat w1th1n the new federal repubhc· the c,ty Is prepared
leas,ble In ,ts cap,tal. catled to desmonstrate in an w,th d1sastrous effects The balances of V1ennese banks go to be the testing bench of Soc,ahst Democracy
exeriplary manner the virtues of the Soc1atist adm1n,s- from a value h1gher than 10.000 m,lhon crowns ,n 1913 to a lt ,s ,ndub,table that such a separat,on of V1enna from
22 !rosos. Los balances de los bancos vieneses pasan de un valor No por casualidad, la socialdemocracia vienesa insiste priori-
superior a 10.000 millones de coronas en 1913 a una cifra igual a tariamente en la cuestión de las viviendas, cuya gravedad había
la vigésima parte de tal cantidad en el período de la inflación, se subrayado ya en 1894 Engen von Philippovich. Las iniciativas del
alcanza sólo un tercio más del valor original, para bajar inmedia- alcalde Karl Lüger habían caído, desde 1897 en adelante, en el
tamente después a situaciones deficitarias. El derrumbamiento vacío, mientras que el censo de viviendas redactado en 191 7
del sistema territorial de organización productiva, basado en la revela que el 73,1% del patrimonio de viviendas está formado por
descentralización de la industria pesada en los yacimientos de apartamentos de condiciones higiénicas mínimas y de masifica-
carbón de Moravia y en varias interrelaciones entre los distintos ción que no tienen nada que envidiar a los de las ciudades
países del Imperio, transforma de golpe a la Viena terciaria de industriales del siglo XIX. Nótese, además, que el mismo censo
dos millones de habitantes -una Viena que hasta entonces registra, en los distritos obreros de Viena, un porcentaje de Miet-
había podido negarse como ciudad de trabajo para afirmarse kasernen igual al 90% de la vivienda global, con una incidencia
como mítica ciudad de la ideología, de la dirección y del de los alquileres sobre el salario obrero medio del 15-25%, mien-
consumo- en una especie de anacrónico e improductivo tras que la especulación de terrenos proporciona ganancias
conglomerado. excepcionales. Lo que provoca tanto el aumento de los alquile-
La disminución del número de habitantes vieneses, desde res como el fenómeno cuantitativamente alarmante del realquiler
2.031.498 en 191 O a 1.841.326 en 1920, no es sólo consecuen- de locales o, si no, de cada parte de local. La desastrosa situa-
cia de la guerra, sino que indica una tendencia que será cons- ción de las viviendas vienesas constituye inmediatamente para
tante en el período de la inflación. De 1920 a 1934, Viena se la SPO el terreno privilegiado de su lucha política. Además del
transforma, de todas formas, en un verdadero Estado en el programa de socialización de Bauer, Brod y Danneberg extien-
Estado, gracias también a la autonomía de su Landrat dentro de den panfletos y programas de partido, entre 1919 y 1921 , a favor
la nueva república federal: la ciudad está preparada para ser el de una intervención municipal en la construcción de viviendas
banco de pruebas de la democracia socialista. financiada por sistemas especiales de tasación, mientras que la
Es indudable que tal separación de Viena de Austria repre- utilización de los muchos decretos sobre el embargo de las
senta para la SPO un resultado político. Aislándose del campo y viviendas permite al Ayuntamiento de Viena una operación de
de las pequeñas ciudades, Viena c ircunscribe la influencia de redistribución del patrimonio de viviendas existente, asegurando
los sectores más retrógrados y conservadores, asumiendo un la movilidad de los arrendatarios -bloqueada por las anteriores
papel hegemónico. De esto deriva un nuevo deber para la ciudad leyes para la protección de los inquilinos- a través de un Boletín
que se despierta después del serio Apocalipsis de las mitologías de los Intercambios y Rea/qui/eres. No es suficiente. Una ley
habsbúrgicas. Será necesario realizar una Rote Wien, una Viena aprobada el 15 de abril de 1919 tansforma el ex-Fondo Imperial
roja, a costa de negar -teniendo como base el absurdo político para la Asistencia a la Vivienda en un Fondo Federal para la
y económico impuesto por las contingencias- las funciones Construcción de Viviendas creado con el fin de refundir los capi-
específicas de la metrópoli moderna, a costa de hacer del ana- tales no productivos invertidos por los ayuntamientos en la cons-
cronismo y del carácter parasitario de una capital que concentra trucción de viviendas social y de emergencia: fondo alimentado
dentro de sí aproximadamente un tercio de la población del país por las contribuciones del Gobierno Federal y por un impuesto
entero, la condición misma de una experiencia urbanística especial que grava sobre los empresarios.
excepcional. Es esta la operación trágica emprendida por el aus- Al mostrarse pronto ineficaz este instrumento, se sustituye, el
tromarxismo: fundar en el salto atrás de una entera organización 18 de marzo de 1921 , por el Fondo Municipal para la Construc-
productiva la base de un avance obrero. ción de Viviendas, mientras que las tentativas de hacer aprobar
23

7.8.9.10 K Ehn. Karl Marx-Hof 1927-30 WI IU,\ll UUU 111. U t . ll lllUllf AUUl \T U lll- UIUW llll IIA IIT U 1 : 111
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11. 12 J . Hottman, P Behrens. O S1rnad, J . Frank.


W<l1NttAUJ8AUTEH '""' 6EMEINDE WIEN, ,.. XX· BEZIRK. O Wlach. Winarskyhof 1924
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¡1 Auslna represen1s for 1he SPO a poh11cal result. lsolated
from 1he country and from 1he small c111es. v,enna
" c,rcumscribes 1he ,ntluence of 1he most reacllonary and

conservat,on sectors. assuming a hegemornc role From
th,s 1s derived a new duty for 1he c11y wh1ch awakes alter
the seoous Apocalypse ot 1he Hapsburg mythology lt w,11
be necessary 10 produce a Rote w,en, a red V1enna. al the
cost ot denying • tak1ng as a bas1s the absurd poht1cs and
econom,cs ,mposed by cont1ngenc1es - 1he spec1f1c
func11ons of the modern melropolis. a11he cos1 of mak,ng
from the anachrornsm and 1he paras111c characler of a
cap11al wh1ch concentrates w11h1n itsetf approx1mately one
1hird of the populat1on of the whole country the same
cond1t1on of an excepllonal urban experience Th1s 1s the
5TROM - )TRA)}[. trag,c opera110n undertaken by Austro-Marx1sm: to found ,n
the leap backwards of a whole product,ve orgarnzat1on the

1
bas1s of a labour advance
Not by chance does the V1ennese Soc,al Democracy
r1 ins1st primarily on the quest1on of hous,ng, whose
seriousness Engen van Ph1lippovich had already under-
lined 1n 1894 The in1t1at,ves of the Mayor Karl Luger had
al Parlamento una extensión de la ley de expropiaciones y medi- La ciudad de finales del XIX y principios del XX se considera 25
das respecto a la requisa de las empresas conectadas a la cons- como una preexistencia que hay que contestar. La nueva Viena
trucción de viviendas fallan, comprometiendo los resultados de no será una ciudad dotada de nuevas funciones y nuevas rela-
los siguientes programas de intervención. ciones con el territorio. Es más bien una especie de gigantesca
El interés del partido socialista por la Wohnungsfrage tiene, por exposición de la nueva ética proletaria concentrada en las
tanto, múltiples componentes, entre las cuales no es la última la viviendas obreras.
preocupación por el desempleo creciente, en una fase de estan- Tenemos todos los elementos para leer tal programa en el
camiento previsiblemente prolongada. cuadro de la tradición teórica del austromarxismo. Por un lado, la
Justamente, Gulick observa que en la historia europea entre ciudad -el reino de la necesidad capitalista-, por otro, la elec-
las dos guerras no se ha dado ningún caso en que la cuestión de ción subjetiva del partido, organizada en las únicas zonas urba-
las viviendas se haya planteado, como en Austria, en el centro nas directamente gestionables por éste, en los únicos fragmen-
del debate político y económico. Durante la campaña electoral tos de ciudad que éste quiere y puede sentir como propios.
de 1927 -escribe-, circulaba un espíritu que aconsejaba cam- En este punto es necesario leer detenidamente los sistemas
biar el nombre oficial del partido del de Partido Socialdemócrata económicos puestos en movimiento por la Socialdemocracia
Obrero al de Partido Socia/democrático de los Inquilinos Austría- vienesa.
cos. Durante algún tiempo -sigue Gulick- la protección de los Hay que notar ante todo que Viena puede usar entre 1919 y
inquilinos pareció ser el expediente para transformar el partido 1925 tres instrumentos coordinados entre sí: a) un decreto sobre
de los obreros, en el sentido estricto de la palabra, en un partido la requisa de las viviendas (1919), que permite al Municipio ase-
del pueblo. gurarse el control de 44.838 viviendas (excluidas las de una
La política residencial socialista no afecta, sin embargo, a la habitación); b) la reforma de la ley sobre protección de inquilinos
ciudad en su conjunto. En el curso de los planes quinquenales (7 de diciembre de 1922), promulgada indeterminadamente; c) la
para la construcción de viviendas municipales, no se introduce resolución aprobada el 21 de septiembre de 1923, con la que el
casi ninguna modificación en la ordenación del centro, en la red Ayuntamiento programa un plan de construcciones de 5.000
de las comunicaciones primarias urbanas y extraurbanas, en el viviendas al año, iguales a 75.000 habitantes en c inco años.
sistema de los servicios a escala urbana o territorial. En el curso La terrible inflación de 1921-1922, como se ha notado, había
de la Spatgrunderzeit, toda la atención se había dirigido a la traído consigo una catástrofe financiera sin precedentes, redu-
transformación activa del centro ciudadano y de sus equipa- ciendo prácticamente a cero la renta inmobiliaria. La ley de
mientos terciarios, mientras que se había considerado a la Woh- diciembre de 1922 considera el precio de alquiler compuesto por
nungsfrage en el aspecto brutalmente cuantitativo. Lo que se le cuatro elementos, de los que sólo uno -el llamado alquiler
da la vuelta en la Viena administrada por la SPO, el nuevo stock base- es constante y representa la mitad del alquiler de antes
de viviendas de transformación o de nueva planta del centro de la guerra. Pero a causa de la devaluación de la corona, tal
urbano vienés, en el curso de la administración roja se reduce al cuota asciende en realidad a 1 / 28.000 de aquel alquiler: desde
3% del total. el punto de vista de los propietarios, tal medida se valora como
Se puede justificar tal fenómeno con argumentos puramente una farsa. El segundo componente es el alquiler-manutención,
urbanísticos -con el alto nivel cualitativo y cuantitativo alcan- fijado en un valor de 150 veces el aumento del alquiler pagado
zado en Viena por las dotaciones terciarias, desde la mitad del en 1914, con derecho de los inquilinos a controlar las cuentas y
siglo XIX hasta 1914-, pero se perdería así el aspecto político a recurrir a oficinas municipales de conciliación o a comisiones
de tal elección. especiales en caso de controversias. El tercer componente

lallen. trom 1887 onwards. 1nto a vacuum. wh1le l he V1enna C1ty Councll a red1slnbu11on operal1on of lhe prolonged phase of slagna11on
hous,ng census prepared ,n 1917 reveals lhat 73 1 percent palnmony of ex1st1ng housmg. ensunng lhe mob1hty of the Guhck Justly observes lhal in European h1story between
ot lhe hous,ng patnmony 1s formed by apartmenls w1l h lessees - blocked by prev1ous laws for the prolecllon of the lhe wars no case has been g,ven ,n wh,ch lhe quest1on of
m,rnmal hyg1ene cond111ons and mass1f1cal1on wh1ch leave tenanls - through an lnterchanges and Sublets Bulletm. lt 1s housing has been ra,sed, hke in Austria ,n lhe middle of
nothmg lo be env,ed by l hose 1n lhe mduslnal c1t1es of lhe nol sufflc,enl A law approved on 151h Apnl 1919 pohl1cal and econom,c debate. Ourmg the 1927 elechon
19th Century Note. bes1des. thal lhe same census lransforms lhe ex Imperial Fund tor Hous1ng A1d 1nto a campaIgn - he wnles - there circulated a spmt wh1ch
reg1sters. in the work1ng-class d1stncls of V1enna. a Federal Fund for Hous,ng Conslruct1on created w1lh lhe adv,sed changmg the ofhc,al name of the party from Social
M1etkasernen percenlage equ1valenl lo 90 percent of lhe a,m of refund1ng nonproduc11ve capital invested by local Democrahc Labour Party to Social Democrallc Austr,an
overall hous,ng. w11h an 1nc1dence of renl s being 15-25 bod1es in social and emergency housing construc11on a Tenants Party For sorne lime, Guhck conlinues - tenant
percenl ot the average working wage, wh1le land tund fed by conlnbut,ons from the Federal Governmenl and protechon appeared to be /he exped,ent to transform the
speculallon prov1des excep11onal prohls Th1s provokes by a special tax. wh,ch falls on bus,nessmen workers party, ,n the str,c/ sense ot /he word, into a peop/e 's
bolh the ,ncrease in renls and the quan111a11vely alarming Th1s 1nslrument soon prov,ng ineff1c1enl. 11 was replaced. party
phenomenon ot sublett,ng ot prem,ses or 11 nol. of every on 181h March 1921 by l he Municipal Fund tor Housing Soc,ahst res1denl1al pohcy does nol affect, however, the
part ot prem,ses The d1saslrous s11ua11on of V1ennese Construcllon, while attempts lo make Parhamenl approve c1ty as a whole. In lhe course of l he f1ve-year plans for
h0us1ng 1mmed1alely cons111u1es for lhe SPO lhe pnv,leged an exlens,on lo lhe law on expropnat,on and measures municipal hous,ng conslruchon, almost no mod1t,cat1on 1s
terram of lheir pol11ical slruggle Bes1des Bauer's soc1ah- regarding the requ1s1llon of companies connecled w,lh introduced 1n the arrangemenl of the centre, in the pnmary
zallon programme. Brod and Danneberg 1ssue pamphlels conslruct,on failed, endangenng lhe results of the tollowing urban and exlra-urban communicallons network, 1n the
and parly programmes. between 1919 and 1921 in favour 1nlervenl1on programmes serv1ces system on an urban or lemtonal scale In the
of municipal 1nlerven11on 1n housing conslrucllOn hnanced The Soc,ahsl Party's inlerest in the Wohnungsfrage has. course of lhe Spatgrunderzeit, ali altenhon had been a,med
by spec,al 1axa11on systems. wh1le the use of the many lherefore. mull1ple componenls, nol the least among wh1ch at the acllve transforma11on of lhe c1ty centre and tls tert,ary
decrees on lhe se1zure ot hous1ng makes poss1ble for the 1s worry aboul grow,ng unemployment in a foreseeably fac1ht1es, wh,le the Wohnungsfrage had been cons1dered 1n
26 se refiere a la cuota correspondiente a los gastos de administra- corrientes, evitando solicitar préstamos. Por otra parte, el
ción y para los servicios, a la que se añade como cuarta una impuesto sobre suelos edificables empuja a los propietarios a
cuota proporcional destinada a pagar los impuestos que gravan vender a bajo precio, ya que el bloque de los alquileres hace
sobre la vivienda. El nuevo decreto entra en vigor el 1 de febrero caer el valor de los terrenos al 10% del de antes de la guerra. El
de 1923, e induce un sensible aumento de los alquileres: el Ayuntam iento de Viena puede así, también en ausencia de leyes
índice del costo de las viviendas sube, en este mes, a 346, frente de expropiación , asegurarse un notable patrimonio. Desde el 1
a 166 del mes anterior (1914 = 1), pero frente a un índice general de febrero de 1923, el renovado sistema de tasación aparece
del coste de la vida que, siempre manteniendo igual al 1 el índice como una victoria obtenida por la Socialdemocracia, que realiza
de 1914, alcanza 6601 ). De todas formas, teniendo en cuenta el programa tributario formu lado en 1921 por Danneberg: en
una situación económica que ve drásticamente reducidas las 1929, aproximadamente 600.000 viviendas y locales quedan
posibilidades de exportación para la industria, tal aumento del sujetos al impuesto, con un introito capaz de cubrir el 40% de los
coste de la casa parece brusco. Los socialdemócratas, que gastos. Las financiaciones se devuelven a empresas constructo-
habían votado por la ley junto a los cristiano-sociales y al partido ras en todo o en parte de propiedad municipal; la producción de
pangermánico, tienen que dedicarse a defender la medida, elementos estandarizados y de muebles modernos adecuados a
explicando a los obreros que el mantenimiento de las viviendas las nuevas tipologías residenciales está asegurada por coopera-
no es tanto en interés de los propietarios como en el del pueblo. tivas de producción expresamente creadas. Esto no ocurre, por
En rea lidad, la ley de diciembre de 1922 responde al ataque cierto, de manera no dolorosa. Ya en 1922, la SPO es acusada
desencadenado por los propietarios contra los sistemas de de seguir una línea que realiza un auténtic o bolchevismo de la
requisa adoptados en Viena, manteniéndolos en sus líneas construcción; en el otoño del mismo año, los propietarios de
esenciales, pero reduciendo su rig idez. casas amenazan con una huelga que propone no pagar los
En definitiva, la protección austríaca de los inquilinos emerge impuestos, la suspensión del abastecimiento de agua y de la luz
como la medida más radical en sentido anti-liberal en el sector, por la noche a escaleras y pasillos, la no aceptación de los
en el seno de la Europa de la posguerra, con efectos inmediatos alquileres, el corte de los hilos telefónicos y de los de los tran-
en el precio de los terrenos. Como consecuencia ulterior de la vías, la eliminación de los buzones. La reacc ión socialista es
reduc ida ganancia de los propietarios en los alquileres, se tiene inmediata: el partido invita a los inquilinos a formar comités de
un ahorro notable de los inquilinos, que alimenta una fuente a la bloques que asuman directamente la admin istración de las
que el Ayuntamiento de Viena puede recurrir para dar vida a su viviendas. La represalia de los propietarios, por tanto, fracasa
actividad inmobiliaria. De esta manera, la protección de los inqui- -se real iza la huelga únicamente un día en Viena - , así como
linos hace posible tal actividad; pero -observa Gulick- lo con- fracasan los esfuerzos del partido cristiano-social, que instiga a
trario también es verdad: sólo la actividad inmobiliaria municipal los inquilinos a no pagar el impuesto sobre los alquileres.
podía hacer de la protección de inquilinos una institución. La lucha se reanuda violentamente en la primera de 1923,
Las financiac iones necesarias para tal actividad, en efecto, se cuando los partidos se preparan para las elecciones de octubre.
recogen, en un primer momento, con un impuesto sobre los Es Seipel, con su discurso en Wiener-Neustadt en verano, el que
cánones de alquiler, después de un impuesto sobre las nuevas alimenta un proceso de reacciones en cadena que se derrum-
construcciones de carácter fuertemente progresivo, en armonía bará contra las fuerzas conservadoras, ofreciendo a la SPO la
con la severa política tributaria del Ayuntamiento, renovada por oportunidad de transformar las elecciones de 1923 en un plebis-
Hugo Breitner. La Wohnbausteuer permite cubrir los gastos del cito a favor de la ley para la protección de los inquilinos. Las tesis
gigantesco programa de construcción de viviendas con entradas de Seipel, efectivamente, acogen las solicitudes de la Liga de los

a brutally quant,tallve aspect Th,s was reversed In the only cIty fragments wh,ch the !alter wants and can feel are But because of the devaluahon of the crown. such a quota
V,enna admm,stered by the SPO. the new stock of ,ts own m reahty nses to 1 / 28,000 of that rent from the po,nt of
transformahon hous,ng or new plans of the VIennese urban Al th,s pomt ,t Is necessary to read carefully the vIew of the owners. such a measure Is evaluated as a farse
centre. m the course of the red adm,n,strat,on was reduced economIc systems set In mot,on by V1ennese Social The second componen! Is the maIntenancerent hxed at a
to 3 percent of the total Democracy value of 150 times the rent mcrease pa,d In 1914 w,th the
Such a phenomenon can be Iust1l1ed w,th purely town 11 must be noted hrst of all that V,enna can use between nght of the tenants to control the accounts and to have
planning arguments - w1th the h1gh quahtat,ve and 1919 and 1925 three ,nter-coordmated ,nstruments d) a recourse to municipal conc1hation off1ces or to spec,at
quantllat,ve level reached m V1enna by tertIary endow- decree on the requ,s,t,on of housmg (1919) wh1ch allows comm,ssIons ,n case of dispute The th,rd component
ments from the m,ddle of lhe 19th Century unhl 1914 - but the Munic1pahty to ensure 1tself of the control 44.838 refers to the quota correspond,ng to admm,strat,on costs
the pohtIcal aspee! of such an elechon woutd thus be lost dwellmgs (excludmg !hose w,th one room). b) the reform of and for serv,ces. to wh1ch ,s added as a fourth a
The cIty al the end of the 19th Century and the begmning the law on protect,on of tenants (7th Oecember 1922). proport,onal quota deshned to pay the laxes wh,ch fall on
of the 20th Century ,s cons,dered as a pre-ex,stence whIch promulgated 1ndetermmately: e) the resolutlon approved on the dwell,ng The new decree enters ,nto force on 1st
must be answered. The new V1enna would not be a c,ty 21 st September 1923. wIth wh1ch the C1ty Councll February 1923, and induces a notable mcrease ,n rents the
endowed w1th new funchons and new relat,onsh,ps w,th the programmes a plan for bu1ld1ng 5.000 dwelllngs a year. cost ,ndex of housmg nses, In th,s month. to 346. compared
land 11 ,s rather a sort of gIgan1Ic exhtbl//on ol the new equ,valent to 75.000 1nhab1tants ,n hve years =
w,th 166 for the previous month (1914 1). but compared
proletanan eth,c concentrated ,n the worker housing The terrible mflat,on of 1921-1922, as has been noted, w,th a general cost of living mdex wh,ch, always
We have all the elements to read such a programme m had brought w1th 11 an unprecedented hnancIal catas- maIntaIning the 1914 ,ndex as equIvalent to 1 reaches
the trame of Auslro-Marx1st theoret,cal trad1l1on. On the one trophe, reducIng real estate Income to pract,cally noth,ng 6601 In any case. takmg mio account an economIc
hand. the cIty - the realm of capItalist necesstty - on the The law of Oecember 1922 cons1ders the rent rate to be s,tuahon wh1ch sees export poss1b1!1l1es for mdustry
other the subJectIve elecllon of the party. organized ,n the composed of tour elements. of wh1ch only one - that called drashcally reduced, such an mcrease In the cost of houses
only urban areas d,rectly manageable by the latter. In the bas,c rent Is constan! and represents hall the prewar rent seems abrupt The Social Democrats. who had voted for
27

13 14

agricul tores y de la clase media conservadora, preocupados por Los sucesos de 1923 son decisivos, y la dureza de la batalla
la creciente 1nfluenc1a socialista sobre Viena y decididos a blo- política contribuye a explicar las tonalidades de epopeya asumi-
quear la actIv1dad de la construcción municipal: contra el inter- das por la empresa vienesa.
vencIonIsmo soc1al1sta, Seipel sostiene un regreso a las leyes y a Además, en 1927 se ampliará el plan de 1923, con un pro-
los precios de antes de la guerra, con una liberalización plena del grama respecto a 30.000 viviendas, cifra mantenida idéntica
mercado. La SPO coge pron tamente a los cristiano-sociales a durante el quinquenio 1928-1933, mientras que, desde 1926 a
contrap1é, lanzándose contra Seipel y explicando que su victoria 1933, el porcentaje de inversiones inmobiliarias de la inversión
implicaría alquileres 15.000 veces más altos que los de 1914. La total del Ayuntamiento de Viena oscila entre el 70% y el 91 %, con
ley de 1923 y la concentración de la estrategia política en el vértices máximos en los años 1926 (80,9%) y 1932 (91,7%). A
problema de la vivienda se revelan como un arma potente en las finales de 1933, la ciudad administra en total 66.270 viviendas y
manos de la SPO, que sostiene a la asociación de inquilinos, que 3.607 locales para tiendas, cifra igual al 11% del stock inmobilia-
tiene una fuerza , en 1928, de 229.183 cabezas de familia. La ley rio total, que asciende, según el censo de 1934, a 513.436
de protección de los inquilinos se transforma así en la base para viviendas. Hay que observar que la política de hallazgo de las
una estrecha alianza entre la Socialdemocracia y las clases áreas residenciales se adapta a la de las administraciones de
medias, consolidada, después de 1924-1925, cuando la SPO se antes de la guerra. Ya a finales de 1913, efectivamente, el Ayun-
encuentra con tenerla que defender de los ataques cristiano- tamiento de Viena, gracias a una operación constante de com-
socIales. pra de terrenos, posee 4.690 hectáreas, iguales al 17% del área

the law together w,th the Chnst1an Soc1ahsts and the collected. at 111st. w1th a tax on renting canons. alter a tax product,on cooperahves. Th1s does not happen of course
Pangerman1c Party, have 10 devote themselves to on new constructIon of a strongly progress,ve nature. ,n completely pa,nlessly Already rn 1922. the SPO Is
defend,ng the measure. expla1n,ng to the worKers that harmony w1th the c,ty Counc,r s severe taxat,on pohcy accused of follow1ng a hne whIch produces authenhc
hous1ng ma,ntenance ,s not so much rn the ,nterests of the renewed by Hugo Bre,cner The Wohnbausteuer allows construc11on Bolshev,sm. ,n autumn of the same year
owners as ,n the people s coverage of the expenses of the g,ganhc construchon house owners threaten w1th a str,ke wh,ch proposes not
In reahty the law of December 1922 responds to the programme for housrng w,th curren! down payment pay,ng laxes. suspens,on of the water supply and staircase
attack unleashed by the owners agarnst the requIsItIon avoId,ng apply1ng tor loans On the other hand. the tax on and passage lrghtrng at night non-acceptance of rents.
systems adopted ,n v,enna ,ts essent,al lines be1ng bu!ldable land ,mpels owners to sell at a low pnce, sInce the cutt,ng telephone lrnes and tramlrnes. elrmrnat,on of letter
ma,nta,ned but ,ts striclness reduced block on rents makes land values fall to 1O percent from boxes The Soc,ahst react,on Is ,mmed,ate the party InvItes
In short. Austrran protect,on of tenants emerges as the prewar values The V1enna C1ty Counc1I can thus also ,n tenants to form block comm,ttees wh1ch dtrectly assume
most rad,cal measure In the ant1-lrberal sense rn the sector the absence of expropnat,on laws. be assured of a notable admrn,strahon of the hous,ng The repnsal by the owners
In the heart ol postwar Europe. w1th Immed1a1e effects on patnmony From 1st February 1923. the renewed taxahon therefore. fa1ls - the str,ke Is camed out for one day only In
the pnce of Iand As a subsequen consequence of the system appears. hke a vIctory obtarned by Social V1enna - the Chrrst,an Soc1al1st Party·s ettorts also ta,I lt
reduced prof11s for owners In rents, there Is a not,ceable Oemocracy. wh,ch carnes out the 1axatIon programme urges tenants not to pay the tax on rents
saving by tenants. wh,ch feeds a source to wh1ch the formulated rn 1921 by Danneberg ,n 1929. approx,mately The struggle Is v,otently resumed rn the sprrng of 1923.
v,enna C11y Counc,I can resort to bnng to Irle Its real estate 600.000 dwellIngs and prem,ses are sub¡ect to the tax. w1th when the part,es are preparrng for the October elect1ons lt
actIvI1y In th1s way. protectIon of tenants makes such an an mtro,t capable of covenng 40 percent ol expenses 1s Se1pel. w1th h,s speech rn We1ner-Neustadt ,n the
ac1IvIty possIble. but - observes Guhck - the reverse Is also Frnancrng Is returned to construct,on companies wholly or summer who feeds a cha1n reachon process wh1ch w1II
true onty mumc,pal real estate actMty could f"lake In part of mun,c,pal ownersh1p: produchon of standard,zed collapse rn l he tace of the conservatIve forces. offenng the
protect,on o/ tenants a Jastmg ms/Jlu/lon elements and modero lurn,ture su11able tor the new SPO the opportunrty to transform the 1923 elechons Into a
F1nanc,ng necessary for such an act,v1ty, ,n fact. Is res,dent,al t1pology ,s ensured by spec,ally created pleb,sc1te In favour of the law for protechon of tenants
28 urbana aproximadamente, mientras que en 1925, el patrimonio 13,14 Scheffel Glaser E Llchtblau. L Bauer Paul Spe,ser-Hof 1929
de áreas se eleva a 6.690 hectáreas, iguales al 25% del suelo
15, 16 17 M Schm,d M A1ch1nger Matteott,hof. 1926-27
municipal.
Está claro, sin embargo, que, si para el muncipio de mayoría
cristiano-social tal política urbanística tendía a restringir el mer-
cado de los suelos contribuyendo al alza de los alquileres, la
administración socialista gestiona el patrimonio municipal en
función de su Sozialpolitik global. Cuyas finalidades son clarísi-
f.
mas: la contención del desempleo y la alianza entre clase obrera
y clases medias están indudablemente entre los objetivos alcan-
zados por la combativa defensa llevada por la SPO del principio
de la justicia redistributiva.
Con extremada dificultad, sin embargo, podía el partido res-
ponder a las objeciones de los economistas burgueses, que
observaban cómo la protección de los inquilinos provocaba una
petrificación de la economía y una amenaza a la movilidad de la
fuerza de trabajo.
Hasta cuando las leyes de requisa se mantienen en vigor, la
movilidad obrera está asegurada por el cambio facilitado de las
viviendas. Pero después de 1925, tal posibilidad desaparece:
resulta ahora ineficaz incluso el sistema de atribución en alquiler 15
de las casas directamente financiadas por el Ayuntamiento,
mientras permanece el fenómeno del realquiler, a pesar del ele- sobre 18 ciudades modelo- le da el antepenúltimo puesto, junto
vado número de habitaciones introducidas en el mercado. La a Varsovia y Roma (índice de Filadelfia= 180, índice de Viena=
política inmobiliaria inaugurada en 1923, una vez que ha venido a 42).
faltar el soporte de las leyes de requisa, no puede impedir la Justamente, Gulick observa que la abolición de la protección
anulación de uno de los principales objetivos del plan mismo. de los inquilinos habría llevado a un inevitable aumento de los
La ley de protección de los inquilinos provoca además dos salarios, probablemente a un aumento mayor del que habría sido
efectos complementarios en la economía nacional. Por un lado, el de la subida de los alquileres, a causa de la presión de los
reduce la masa de créditos que circulan en Austria, anterior- trabajadores.
mente ligados a la especulación inmobiliaria: el mismo Otto La política residencial socialista permite, por el contrario, a la
Bauer, inmediatamente citado por el periódico de la asociación industria austríaca, mantener un bajo nivel de consumo interno,
industrial, Die Industrie, hablará de la crisis económica austríaca compensado por el consumo social del bien-casa. Condición
como crisis de crédito. ésta, por otra parte, esencial para el capital austríaco, ya que el
Por otro lado, ésta contribuye a mantener el salario obrero a un bajo nivel de industrialización del país, la escasa presencia in
nivel entre los más bajos del mundo. Una valoración establecida situ de fuentes de sustención y de materias primas y la carente
en 1924 por la Oficina Internacional del Trabajo coloca a Viena dotación tecnológica difícilmente habrían permitido una presen-
en el penúltimo lugar entre las 16 ciudades más grandes del cia austríaca en el mercado internacional, en ausencia del pre-
mundo; en 1928, una segunda valoración -establecida esta vez mio de exportación indirectamente obtenido.

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17

Para valorar el significado económico de la política urbanística noviembre de 1923, y por Hugo Breitner, entonces director del
vienesa hay que considerar, sin embargo, también el daño fiscal Banco de Agricultura, apunta hacia una política de austeridad
que el común sufre. La ley sobre la tutela de los inquilinos y la que hiere despiadadamente consumos improductivos e inver-
inflación hacen, en efecto, fluctuar las rentas fuera del impuesto siones especuladoras. La redistribución de la renta se trans-
sobre el valor catastral, el cual, en el sistema financiero forma en un objetivo prioritario, y con ella cuenta la SPO para la
cristiano-social, había constituido el 40-50% de las entradas realización de su política social.
municipales. Un ulterior 30% de estas últimas se pierde además, Los impuestos sobre bienes de lujo, viviendas incluidas,
a causa del descenso de las tarifas del agua, del gas, de la ascienden así al 20% del total, mientras que el impuesto sobre la
electricidad y de los transportes públicos hasta el nivel de los edificación cubre, como se ha dicho, sólo aproximadamente el
costes de producción y de gestión. Añádase a esto que algunos 40% del coste total de las nuevas viviendas: el restante 60%
impuestos indirectos no se cobran porque se consideran debe cubrirse con las cifras del balance presupuestario munic i-
antisociales. pal, rechazando decididamente todo recurso al mercado finan-
Todo esto puede explicar la combatividad con que el partido ciero, por otro lado extremadamente débi l. Esto se reflejará gra-
defiende, en Viena y en el Parlamento, su propia política, dirigida vemente a principios de los años treinta sobre el programa
a separar el capital productivo del parasitario, enrocado en la residencial vienés: la gran crisis y las decisiones políticas del
defensa de la renta inmobiliaria urbana. Por lo demás, toda la Parlamento dejarán Viena sin contribuciones estatales para la
estrategia tributaria seguida por Karl Seitz, eleg ido alcalde en edificación, que tendrá que sobrevivir contando sólo con el

Se1pel's lheses m fact. lake 1n lhe apphcat1ons by the Bes1des, 1n 1927 the 1923 plan wlll be extended. w1th a tended lo restncl lhe market fer land contnbuhng to the nse
League of Agncullurahsls and lhe conservat1ve m1ddle programme relal mg lo 30,000 dwelllngs, a figure kepl ,n renls. the Soc1ahst adm1nistration manages lhe municipal
classes. womed by the growmg Soc1ahst 1nfluence on 1dentical lhroughoul the 1928-1933 hve-year penod, wh1le palnmony 1n lerms of ,ts overall Soz1alpol1tik. lts a1ms are
V1enna and dec1d,ng lo block municipal construcl1on from 1926 to 1933. lhe percenlage of real eslale abundantly clear· control of unemployment and alliance
ac11v1ty· aga,nsl Soc1ahsl 1nterven11onism. Se1pel upholds a mvestments ot the total 1nveslmen1 by lhe V1enna C1ty belween l he working and m1ddle classes are indub1lably
return lo prewar laws and pnces w11h full liberahza11on of Counc1I hovers between 70 percent and 91 percenl w1lh among lhe ob1echves attained by lhe aggress1ve defence
lhe market The SPO soon calches lhe Chnsllan Soc1ahsls max1mum apexes in lhe years 1926 (80 9 percenl) and broughl by the SPO from lhe red1stnbutive jus/Jce pnnc,ple
on lhe hop launchmg 1lself aga1ns1 Se1pel and expfa1ning 1932 (91 7 percenl ). Al lhe end of 1933. the c1ty Only w1lh exlreme d1ff1culty. however. could lhe party
lhal h1s v1ctory would 1mply renls 1 5.000 limes h1gher than admin1slers a letal of 66,270 dwellings and 3607 shop respond lo lhe ob¡ecllons of m1ddle-class economisls. who
1n 1914 The law of 1923 and lhe concenlral1on of poht1cal prem1ses, a figure equ,valent lo il percenl of lhe lola l real observed how protechon of lenanls provoked petnflca/Jon
slrategy on lhe housmg problem are revealed as a powerful esta le slock, wh1ch nses. accord1ng lo lhe 1934 census. lo of lhe economy and a lhreat to lhe mob1lily of lhe work
weapon 1n the hands of lhe SPO. wh,ch upholds the lenanls 513.436 dwelhngs lt musl be observed lhat lhe policy fer force
assoc,a11on. wh,ch has a slrenglh. ,n 1928. of 229.183 t1nd1ng res1den11al areas 1s adapled to that of prewar As long as the requ1s1t1on laws remain 1n force, worker
heads of fam1hes The law fer prolec11on of lenanls 1s thus adm,nislrat,ons And at the end of 1913. in facl . lhe V1enna mob1hty 1s assured by lhe change of hous1ng prov,ded Bul
transformed mto lhe bas1s fer a close all1ance between C1ty Counc1I. l hanks lo a constant land purchasing alter 1925. such a poss1b1hty d1sappears now even the
Social Democracy and lhe m1ddle classes. consohdated. opera11on, possessed 4.690 hectares, equ1valent to 17 syslem of atlnbuhon 1n rent of houses d irectly financed by
alter 1924-1925. when lhe SPO hnds 1tself hav1ng lo defend percent of the urban area approx1mal ely, while 1n 1925, lhe the C1ty Counc1I is 1neffeclual. while the subletting
11 agamsl Chnst1an Soc1ahsl atlacks patnmony of areas 1s ra1sed l o 6.690 heclares, equ1valen1 phenomenon remains, in sp1te of lhe large number of
The evenls of 1923 are decis1ve. and lhe b1t1erness of lhe lo 25 percent of municipal land rooms 1nlroduced on lo lhe market. The real eslale pohcy
poht1cal batlle conlnbutes lo expla1ning lhe ep1c lonahl1es lt 1s clear. however. thal 1f fer the munic,pahty w,th a ,nauguraled 1n 1923, once support by the requ1s111on laws
assumed by V1ennese enterpnse Christian Soc1alist ma1onty such a 1own planning pohcy slarts lo fa1I, cannol slop l he annulmenl of ene of the ma1n
30 impuesto local. El gobierno conservador, después de la salida de
la SPO de la coalición, efectivamente, busca el aislamiento de la
capital, maniobrando en la repartición de los impuestos subdivi-
sibles entre regiones y municipios. Claramente, Viena tenía todo
el interés en obtener cuotas ya como región, ya como ayunta-
miento. Pero en 1923 ve cómo se le asigna sólo el 52% de los
impuestos globales, contra el 64% reclamando; en 1930 la cifra
baja al 30%, y en 1931 , al 24%. A pesar de este castigo econó-
mico, Viena se ve obligada a dar al Estado impuestos iguales a
los de todas las reg iones federales, con un gravamen creciente
de las desigualdades de su balance. El arma tributaria en manos
del gobierno central se usa, pues, políticamente, contribuyendo a
disgregar las alianzas a las que tiende la SPO. Esta, por su parte,
se ve, de hecho, salvaguardando una economía esencialmente
estática. Y está claro que una economía estática y aislada en un
contexto internacional del que todavía depende, está condenada
a deshacerse; está abocada únicamente a su propia muerte.
Después de la crisis económica de 1929, esto será trágicamente
evidente: las incertidumbres de la política austromarxista tendrán
en ella una llamada de atención.
Pero desde 1923 a principios de los af\os treinta, la SPO juega
sus cartas sobre esta aporía. La renuncia a la amortización del
capital invertido hace de la cosa un servicio prestado a precios
políticos: esto será duramente criticado por Martín Wagner, que,
al comentar los resultados del Congreso de Edificación y Urba-
nística vienés de 1926, además de hacer relevar la subvención
enmascarada ofrecida por los programas constructivos del
Ayuntamiento de Viena a la industria, reitera la necesidad de una
remuneración del capital público invertido. Viena niega esta lec-
tura de la ciudad como máquina de producción. Das rote Wien
es más bien una máquina para la creación del consenso, en la
que fragmentos de economía comunitaria se apoyan en la con-
fiscación de rentas improductivas.
La valoración de los resultados de esta política, por parte de
18
un observador atento como Polanyi, que escribe en 1944, es
iluminadora. En 1918-escribe Polanyi- empezaba un ascenso
moral e intelectual sin precedentes en las condiciones de una
clase trabajadora industrial muy desarrollada que, protegida por 18 A Perco. A Frass. K Oorfme,sler Protessor Jodl-Hof 1925-26

ob¡ectoves of the plan otself. Austnan ondustry to ma,ntaon a low onternal consumptoon AII th,s can expla,n the aggress,on woth whoch the party
The pro1ectIon of tenants law provokes besodes two level, compensated by social consumption ol the house- defends, ,n Voenna and ,n Parhament, ,ts own pohcy, aomed
complementary effecls on the natoonal economy On the property Thos be,ng a cond,toon. on the other hand al separatong productwecap,tal from paras1t1c. anchored In
one hand. ot reduces the mass of cred,ts wh1ch enculate on essentoal for Austnan capota! s,nce the country·s low the defence of urban real estate ,ncome For the rest all
Austria. prev,ously hnked to real estate speculatoon Otto ondustnahzat,on level, the hm,ted presence ,n s,tu of taxat,on strategy foliowed by Kart Seotz. elected mayor In
Bauer homself. ommedoalely quoted by the ondustnal maontenance sources and raw matenals and the lack of November t 923. and by Hugo Bre,tner, then manager of
assoc,at,on ¡ournal. Die lndustoe, will speak of the Austnan technical endowment would woth doffoculty have allowed an the Agncullure Bank, poonts towards a pohcy of austenty
econom,c cns,s as a cred,t cos,s Austnan presence on the onternatoonal market. on the wh,ch merc,lessly wounds unproduct1ve consumptIon and
On the other hand th,s contnbutes to ma,nta,n,ng the absence of the ond,rectly obta,ned export premoum speculatove Investment Redistnbut,on of oncome Is
workefs salary ata level among the lowest on the world An In order to evaluate the economoc sognotocance of transformed ,nto a pnonty ob¡ect,ve. and the SPO counts on
evaluatoon estabhshed ,n 1924 by the lnternatoonal Labour Voennese town plann,ng pohcy one must also cons,der ot for carryong out ots soc,al pohcy
Oftoce places v,enna ,n second to last place among the 16 however the fosca! damage wh,ch the commune suffers Taxes on luxury goods. oncludong dwelhngs. thus nse to
largest c,toes ,n the wortd on 1928. a second evaluahon The law on the guard,anshop ot tenants and ,nflatoon. ,n fact 20 percent of the total. wh1le the tax on bu,ld,ng covers. as
-estabhshed thos tome over 18 model c,ties • puts 11 on thord make oncomes fluctuate outsode the tax on cadastral value has been sa,d. only approxomatety 40 percent of the total
to last place. together w,th Warsaw and Rome (Pholadelphoa whoch, on the Chnstoan Soc,ahst fonancoal system. had cost of the new hous,ng the remaoning 60 percent must be
ondex = 180. Voenna ondex = 42) constotuted 40-50 percent of municopal deposots A covered by the municipal budgetary balance sheet.
Guhck ¡uslly observes that /he aboh/Jon of protect,on of subsequent 30 percent of the latter ,s lost bes,des. because dec,dedly re¡ect,ng any recourse to the t,nancoal market. on
tenants would have led toan mev,table mcrease m salaoes of the drop on water. gas. electncoty and pubhc transport the other hand extremely weak Thos woll be senously
probably to a greater mcrease than the ose m rents would rates to the level of productoon and management costs reflected at the begonning of the thortoes on the v,ennese
have been. because of presure by the workers. Add to thos that sorne ondorect l axes are not charged res,dent,al programme the great crisis and Parhamenl's
The Soc,ahst res,dent,al pohcy allows on the contrary because they are cons,dered antosocoal. pohtIcal dec,s,ons woll leave Voenna wothout State con-
el sistema de Viena, resistía a los efectos degradantes del grave Novy como un experimento de anulación de la renta para la 31
trastorno económico y alcanzaba un nivel nunca superado por producción de los servicios sociales sin remuneración al capital:
las clases populares en ningún país industrial. Claramente, esto se saluda a Viena roja como progenitora de la experiencia del
se debía a los efectos sociales distintos de los económicos, del municipio de Bologna e, incluso, del eurocomunismo.
problema; de todas formas, ¿se puede decir que los economistas Desde el lamento afl igido de Polanyi hasta la exaltación de
tuvieran una comprensión correcta de la economía intervencio- Novy: en ambos casos, la riqueza de la experiencia vienesa
nista? Los economistas liberales sostenían, en efecto, que el queda oculta por un malentendido. Es por sus contradicciones
régimen de Viena representaba otra mala administración de la por lo que Viena roja nos interesa, no por sus soluciones. El que
Poor Law, otro sistema de subsidios que necesitaba la escoba en una difícil situación histórica, la política inmobiliaria social de
de hierro de los economistas clásicos: Pero estos pensadores, un partido que contaba entre sus líderes con algunos de los más
¿no estaban ellos mismos engañados por las condiciones relati- originales pensadores de signo marxista haya asumido un carác-
vamente duraderas creadas por Speenhamiand? A menudo ter utópico, efectivamente es, en sí mismo, una contradicción. No
tenían razón en lo que se refería al futuro, que su profunda intui- seremos tan ingenuos como para imputar la débacle política del
ción contribuyó a dibujar, pero estaban profundamente equivo- austromarxismo a la empresa vienesa. Esta última aparece
cados en lo que se refería a su tiempo. como una declaración de guerra hecha sin esperanzas de victo-
Polanyi escribe en la época de la gran melancolía, a diez años ria; es más, como el último signo de una voluntad política que
de distancia aproximadamente del naufragio de la democracia actúa de manera radical conociendo su propio fin, como testi-
socialista en Viena: el desdén político y la admiración hacia el monio trágico, en fin, que hace del realismo condición para la
esfuerzo llevado a cabo por la Rote Wien se sobreponen al análi- utopía, y de la utopía un desafío a la realidad.
sis científico de los fenómenos. El capítulo de su volumen The Viena roja no antic ipa y no prefigura: constreñida en límites
Great Transformation, del que hemos sacado la cita anterior, se sofocantes por j uegos no controlables desde su interior, queda
titula Speenhamland y Viena. La referencia se hace a la política allí como inquietante interrogante trazado en un capítulo de la
de subsidios que los magistrados de Berkshire, reunidos en historia del movimiento obrero, imponiéndose como ambiguo
Speenhamland el 6 de mayo de 1795, deciden añadir a los sala- monumento, es decir, como objeto de reflexión.
rios para que se alcance una renta mínima individual parame- Para continuar el análisis, hay que encontrar, dentro de la
trada sobre el precio del pan. Sin embargo, es el mismo Polanyi cultura urbanística vienesa, hilos rojos que nos permitan cons-
el que demuestra que el sistema de Speenhamlandtiene como truir una genealogía de esta experiencia. Las innovaciones que
efecto el bloqueo del ascenso capitalista en Berkshire y la la Sozialpolitik de la SPO introduce en el sector residencial tie-
expansión de la miseria. Polanyi quiere demostrar a toda costa nen , efectivamente, dos precedentes teóricos por lo menos: los
que Viena no es Speenhamland. Pero es él mismo el que rela- instrumentos preferidos por la revolución lenta austromarxista
ciona los dos fenómenos históricos. Su defensa moral de la polí- hacen alarde de una tradición suya. Efectivamente, ya en 1894,
tica social de la SPO es insuficiente: indirectamente, es justa- Philippovich proponía la eliminación de la empresa privada de la
mente Polanyi quien reflexiona dolorosamente sobre el producción de las viviendas y defendía una intervención pública
significado de la filantropía a gran escala actuada en Viena. El capaz de fijar los alquileres de las residencias por ella realizadas
título de su capítulo nos suena: Speenhamland es Viena. a un precio que tuviera en cuenta sólo los costos de construc-
Compárese ahora la posición de Polanyi con la de uno de los ción y la amortización de los capitales.
más atentos analistas actuales de la Sozialpolitik austromarxista, En 1911 , Otto Wagner, en un pequeño volumen redactado con
Klaus Novy. La estrategia financiera de Breitner es valorada por ocasión del congreso de urbanismo de Nueva York de 191 Oy de

tnbut,ons for building. wh,ch w,11 have to surv,ve rely,ng only a call to attent,on ,n th,s surpassed by the popular classes ,n any mdustr,af country.
upon the local tax. The conservat,ve government. alter the But from 1923 to the begonmng of the thort,es, the SPO Clearly, th1s was due to the social effects as d1stmct from
ex,t of the SPO from the coaht,on, ,n lacl , seeks ,solat,on of plays ,ts cards on th1s aporoa The re1ect1on of wrotong off the the econom,c. of the probfem; ,n any case, can 11 be said
capital. manoeuvnng 1n the shanng out of subd1v1s1ble capital onvested makes the th1ng a serv,ce g,ven al pohtocal that the econom1sts had a corree/ understandmg ot
laxes among reg,ons and mumc1paht1es Clearly V,enna proces th,s will be harshly crot,zed by Mart,n Wagner who. mtervenlton,st economy? Liberal econom1sts, m effect.
had great ,nterest in obta,nong quotas whether as a reg,on. comment1ng on the results of the 1926 V,ennese Buld,ng upheld that /he Vienna reg,me represented ano/her bad
or as a local body Bul 1n t 923 1I sees how 1I 1s ass,gned and Town Plannong Congress. bes1des revea hng the adm1nistra1ton of the Poor Law another system of subs1d1es
only 52 percent of the overall laxes, againsl 64 percent masked subsidyoflered by the V1enna C1ty Counc1I building wh,ch needed the ,ron broom of the class,c econom,sts
cla1med. 1n 1930 the figure drops to 30 percenl. and 1n 1931 programmes to 1ndustry, repeats the need for repayment of But were not these thmkers themse/ves deceives by the
percent In sp1te of th1s economic punishment, Vienna 1s pubhc capital invested V,enna denoes th1s readong of the refaltve/y harsh cond11tons created by Speenhamled? They
obhged to g1ve the State laxes equal to those of ali lhe c,ty as a product1on machine. Das rote Wien 1s rather a were often right regardmg the future, wh1ch the,r deep
federal reg1ons. w,th a growong burden of the onequahlles 1n machine for the creat,on ot the consensus. 1n wh1ch mtu,tion contnbuted to drawmg, but they were senously
,ts balance sheet. The taxatoon weapon ,n the hands of the fragments o! commun,ty economy rest upon the conf1s- m,staken as regards thelf //me.
central government 1s used. then. pohtocally. controbut1ng to catoon of ur.product1ve 1ncomes. Polanyi wrotes ,n the age of the great me/ancho/y.
break up alhances lending towards the SPO Th1s. on 1ts Evaluat,on of the results of th1s pohcy on t~,e part of an approx1mately ten years alter the wreck of Soc1ahst
part, ,n fact, 1s sateguardong an essent,ally static economy attent,ve observe, such as Polany,, wrot1ng on 1944, 1s Democracy 1n V1enna poht,cal d1sda1n and admorahon
And 11 ,s clear that a stat,c economy ,solated 1n an illum1natong In 1918 - Polanyi wrotes - there began an towards the effort camed out by Rote Wien are
onternatoonal contexl from thal on wh1ch 11 st111 depends 1s unprecedented moral and mtellectuaf ose m /he cond11tons supenmposed on sc1ent1f1c analys,s of the phenomena
condemned to fall apart. ,t 1s only head,ng for ots own death. of a highfy deve/oped workmg class which, protected by the The chapter of h1s volume The Great Transforma/ton, trom
Alter the 1929 econom,c crosis. th1s w1II be trag,cally Vienna system, res,sted the degrad1ng effects of the wh1ch we have taken the prev1ous quotat1on. 1s ent,tlet
obv1ous the uncertaont,es of Austro-Marx1sl pohcy w1II have serious economic upheavaf and reached a leve/ never Speenhamland and v,enna Reference 1s made to the
32 la exposición de Berlín del mismo año, arremete de nuevo contra bosques circundantes de alguna manera, una Trabantenstadt.
la renta inmobiliaria, a favor de intervenciones municipales en el Leopold Bauer, planteándose el problema de situar la econo-
sector residencial y de un monopolio público de los suelos edifi- mía de la edificación respecto a la economía en su conjunto, no
cables, siguiendo las propuestas de Franz Schumeier, formula- sabe hacer otra cosa que apelar a la riqueza constituida por las
das en 1900. La propuesta de Wagner está, claro, bajo el signo capacidades productivas de la fuerza de trabajo, no sin ideas
de la política administrativa que había caracterizado la gestión declaradamente pre-fascistas. Por el contrario, es significativo
de Karl Lüger, su amigo y protector: el alquiler de los terrenos que contraponga -como Loos, Hans Kampffmeyer y, más tarde,
municipales, para Wagner, se utiliza para la formación de empre- Josef Frank- la ideología de la casa obrera unifamiliar y jardín
sas constructoras públicas y de industrias municipales de mate- anexo para el autoconsumo agrícola, al modelo comunitario,
riales de construcción, mientras que la innovación auspiciada de defendido por los programas socialistas.
la red de transportes garantizaría el inmediato contacto de las La respuesta de la SPO no se hace esperar. En 1920 se
industrias mismas y de las obras. emplea a Loas como arquitecto jefe del sector de las viviendas
Para Otto Wagner, esta economía comunitaria del sector de la del Municipio de Viena; en 1921 se pone en marcha la construc-
edificación tiende a perjudicar los monopolios improductivos de ción de una serie de Siedlungen de dimensión limitada; en 1923
terrenos y el poder político que de éstos deriva: por lo demás, la se vota el varo del primer plano quinquenal para la edificación
obra de Lüger tiende a eliminar, a favor de un desarrollo del municipal. Esta puesta en marcha, en presencia, como se ha
potencial productivo, las rentas parasitarias. De esta manera, las visto, de precisos planteamientos pragmáticos, pero sin modelos
tesis de un socialista de cátedra como Eugen von Philippovich y de intervención adecuados, da origen a un conflicto que se
las del más profundo exponente de la cultura artística de la gran resolverá con la derrota de la ideología de Siedlung y la victoria
Viena se entralazan: das Rote Wien no construye sobre la nada; del modelo de Hof, de la intervención centrada en superbloques
sus técnicas y sus lenguajes son fruto de transformaciones: y la equipados: razón suficiente para la oposición cristiano-social
transformación se opone a la invención. para defender las teorías de Leopold Bauer, Frank y Loas.
Una polémica: Siedlung contra Hof Los dos primeros planes quinquenales elaborados por el
Intelectuales extraños a la estrategia austromarxista, lo que Ayuntamiento de Viena tienen como efecto inmediato la desapa-
proponen, contrariamente, en la inmediata posguerra son inven- rición de la intervención privada de la construcción de masa: la
ciones. En un volumen de Leopold Bauer, publicado en 1919, se única posibilidad que queda abierta al capital privado es la cons-
traza un programa claramente alternativo respecto al de Otto trucción de casas o de viviendas unifamiliares privadas. Pero
Bauer. Al ataque contra los programas de socialización desen- junto a este tipo de intervención -que se ha convertido en algo
cadenados en nombre de la productividad de la fuerza de tra- totalmente prescindible después de 1919-, se registra un fenó-
bajo, se une una genérica reforma del régimen de propiedad de meno sintomático que entra en competición directa con la polí-
los suelos. Leopoldo Bauer propone un sistema de tasación de tica de los Hófe. Ya en 191 O se había creado un fondo destinado
los terrenos edificables y leyes de expropiación que aseguren, a la Liga para la construcción de casas unifamiliares de baja
incluso en un sistema de propiedad privada, la libre disponibili- densidad. A través de las leyes de 1919 y 1921 , el Bund trans-
dad de las áreas para una radical reestructuración urbana. El forma este fondo en una orden que tiene como fin dirigir en forma
modelo propuesto se basa en la descentralización combinada de de sociedades y cooperativas la realización de Siedlungen peri-
industrias y residencias en sistemas integrados y autosuficien- féricas: a las 5.917 viviendas organizadas por la Gemeinde Wien
tes, que en el caso de Viena tendrían que haberse desarrollado bajo forma de Siedlungen, se añaden, por tanto, las 4.500 real i-
bajo forma de Siedlungen de baja densidad edificatoria, en los zadas por el Bund entre las dos guerras.

subs1dy policy wh,ch the Berksh1re mag,strates, meeting ,n From Polanyi's d1stressed lament to Novy's exaltallon: ,n In order to cont,nue the analys,s. one has to flnd. w1th1n
Speenhamland on 6th May 1795. decide to add to salaries both cases, the nchness of the v,ennese expenence Viennese town planrnng culture. red strands wh,ch allow us
so as to reach a m,nimum 1nd1v1duat ,ncome parametered rema,ns h1dden by a m,sunderstanding lt ,s tor ,ts to build upa genealogy of th,s expenence The ,nnovahons
on the pnce of bread However, 11 ,s Polany, h,mself who contradIct1ons that red Vienna ,nterests us. not for ,ts wh,ch the SPO Soz1alpol,t1k introduces ,n the res,dent, al
demonstrates that the Speenhamland has ,ts effect solut,ons The tact that ,n a d1ff1cult hIstoncal s,tuat,on. the sector have, ,n fact two theoret,cal precedents at least the
blockage of the Cap,talist nse ,n Berkshire and the social real estate policy of a party wh,ch had among ,Is ,nstruments preferred by the Austro-Marx,st slow revolu/ion
expans,on of poverty Polany, wants to demonstrate al all leaders sorne of lhe most original thinkers of the Marx,st show off a trad1tIon. In fact. already ,n 1894 Ph11ippov1ch
costs that v,enna 1s not Speenhamland But ,t ,s he h,mself tendency has assumed a utop,an character ,n fact ,t ,s ,n proposed the ehm,nahon of the pnvate enterpnse of
who relates the two h1stoncal phenomena H,s moral 1tself a contrad,ct,on. We will not be so ,ngenuous as to hous,ng product,on and defended pubhc ,ntervent,on
defence of the SPO's social policy ,s insutt,c,ent ,ndirectly, impute the polihcal debacle ot Austro-Marx,sm to V,ennese capable of f1x1ng rents of res,dences produced by ,t al a
,t ,s Polanyi who reflects painfully on the mearnng of the enterpnse. Th,s latter appears like a declarahon of war pnce wh,ch would take into account only bu1lld1ng costs
large scale ph,lanthropy acted out ,n V,enna The htle of h,s made w,thout hope of v,ctory; more like the last s,gn of a and depreciahon of capital
chapter Is fam,har to us Speenhamland 1s Vienna polit,cal w,11 wh,ch acts ,n a radical way know,ng ,ts own In 1911 Otto Wagner. ,na small volume produced on the
Compare now Polanyi's pos,t,on w1th that of one of the end. like a trag,c test,mony ,n fact wh,ch makes real,sm a occas,on of the 191 O New York town planrnng congress
most attentive curren t analysts of Austro-Marx,st Soz,al- condIt,on for utop,a. and utop,a a challenge to reality and the Berlin exh1b1t1on ,n the same year once more
pohhk. Klaus Novy Bre,tners flnanc,al strategy ,s evaluated Red V1enna does not antIc1pate nor foreshadow· attacks real estate Income, ,n favour of municipal
by Novy as an expenment ,n anullIng ,ncome for the constra,ned w1th1n suffocat,ng lim,ts by game not con - ,ntervent,on ,n the res,denhal sector and a pubhc monopoly
product,on of social serv,ces w1thout remunerat,on to the trollable from the Ins1de. 11 rema,ns there like a d1sturb1ng of bu,ldable land. follow,ng the proposals of Franz
cap,tal: Red V1enna ,s greeted as the proger,tor of the quest,on-mark traced ,n a chapter of the hIstory of the Schume,er. formulated ,n 1900 Wagners proposal ,s.
expenence of the mun,c,pahty of Bologna and. even. of workers movement. ImposIng ,tself like an amb,guous naturally. under the s,gn of the admin1strat1ve pohcy wh,ch
Eurocommumsm monument. that ,s. like an obIect for reflechon. had charactenzed the management of Karl Luger, h,s fnend
33

El conflicto entre las dos formas de asentamiento se hace Loos a unos destinatarios lo suficientemente refinados para
evidente si se considera la extensión inmobiliaria en zonas saber aceptar esa suprema cualidad arquitectónica que es la
externas al continuo urbano, como el de Perchtolsdorf, de Klos- renuncia a la imagen.
ternenburg, de Marchfeld. Josef Frank, como muchos de los participantes en el congreso
Como han observado Bobek y Lichtenberger, la pequeña bur- de 1926, es explícito en su crítica al modelo del Hof. En el mismo
guesía y vastos sectores populares, actuando por fuera de la año, Loos tiene en Estocolmo la conferencia Die moderne Sied-
iniciativa municipal, invaden de manera desorganizada los espa- lung: en ella se transparenta una lectura de la economía urbana
cios periféricos, con casitas unifamiliares asentadas desordena- de ingenuidad sorprendente, aunque en varios puntos colindan-
damente, fuera de cualquier organización total y de una estruc- tes con las tesis avanzadas, siete años antes, por Leopold Bauer.
tura de servicios adecuados. Viena roja revela así nuevas aporías. Pero la concentración de masas de población notables en
Por un lado, los monumentos proletarios, los Hofe, localizados en complejos equipados, cuya parte construida corresponde a
los márgenes del núcleo urbano; por el otro, la proliferación incon- menos del 50% de la superficie de la parcela resulta vencedora,
trolada de Siedlungen realizadas por los mismos sectores a los desde alrededor de 1923 en adelante, sobre la base de argumen-
que se dirige la política residencial del Ayuntamiento. taciones referentes a las economías de escala permitidas por el
Este dualismo corresponde, por otra parte, a un vivo debate superbloque, tanto a nivel edificatorio como a nivel urbanístico.
cultural. La Siedlung contra el Hof: Loos y Frank contra Behrens El programa de 1923 requiere, de todas formas, una reorgani-
y Karl Ehn. Para los que apoyan el desarrollo urbano a través de zación de las oficinas encargadas de la construcción social y
Siedlungen de baja densidad , no se trata de adherirse a los nuevas relac iones en lo que respecta a los profesionales libera-
modelos que paralelamente elaboran Haesler, Bruno Taut o les. Bajo la administración de Karl Seitz, se estructura a este
Ernst May en Alemania, sino de extender a los sectores popula- propósito una sección de arquitectura municipal, dirigida por
res los privilegios que antes de la guerra había asignado Adolf Hugo Breitner, Franz Siegel y Anton Weber: a través de ésta, el

and protector rent from municipal land, for Wagner. Is used 1919. a clearly alternat1ve programme to that of Otto Bauer the commurnty model, defended by the Socoalist program-
for the formalion of pubhc bu1ldIng comparnes and Is traced To the attack on the socIalizahon programmes mes
municipal building mate11als comparnes. whlle the favoured unleashed In the name ol produchvIty by the work force, Is The SPO's response Is nol long In comIng In 1920 Loos
,nnovatIon of the transport network would guarantee the Jomed a gene11c reform of lhe land ownersh1p regIme Is employed as head arch1tect of the hous1ng sector of the
,mmed,ate contact of the mdust11es themselves and the Leopold Bauer proposes a taxalion system of bu1ldable Murnc1pality of VIenna. ,n 1921 the construchon of a se11es
works land and exprop11alIon laws whIch ensure, even m a p11vate of S1edlungen of lim,ted d1mens,ons Is started up, In 1923
For Otto Wagner, thos commurnty economy of the ownersh1p syslem, the free availabI1ity of areas for radical the first five-year plan for municipal building Is voted for .
bu1ld1ng sector tends to harm nonproduct1ve land urban restructu11ng The model proposed Is based on the Th1s under way, In the presence, as has been seen, of
monopohes and the pohtIcal power de11ved from these for combmed decentralizahon of Indust11es and res,dences In precise pragmahc proposI1ions. but wIthout adequate
the rest. ali Luger's work tends to ehm,nate. In favour of Integrated self-sufflcIent systems, wh1ch on the case of intervenhon models, it gives 11se to a confhct wh1ch will be
developmenl of the product1on potent1al. parasItIc Incomes VIenna would have to have been developed on the form of resolved w1th the defeat of lhe S1edlung Ideology and the
In th,s way, the thesIs by an academic Soc,alist like Eugen low dens1ty buildable S1edlungen In the surround,ng woods vIctory of Hof's model, of ,ntervenhon centred on fully
von Ph1hppov1ch and those of the most profund exponen! of m sorne way, a Trabantenstadt equ,pped superblocks suff1c1ent reason for Christian
great Vienna ·s art,stIc culture 1nterm,ngle das Rote W,en Leopold Bauer. posIng the problem of situating the Soc1alist opposItIon to defend the theo11es of Leopold
does not bu1ld on nolhIng. Its techrnques and languages are building economy as regards the economy as a whole, only Bauer, Frank and Loos
the fru1I of lransformatIons and transformalion Is opposed knows how to appeal to the wealth built up by the The f11st two f1ve-year plans prepared by the V1enna C1ty
to Invent1on produchve capacItIes of the work force. not w1thout Counc1I have as their 1mmed1ate effect the d1sappearance
A Polemic: Sledlung against Hof declared pre-Fasc1st ideas On the contrary, 1t Is s,grnficant of p11vate interventIon in mass construchon: the only
lntellecluals fore1gn to Austro-Marx,st strategy. whal they that he opposes - like Loos. Hans Kampffmeyer and later possIbihty wh,ch remaons open to pnvate capital Is the
propose. on lhe contrary, ,n the ,mmed1ate postwar pe11od Josef Frank - the ideology of the onefam1ly worker's house constructIon of p11vate houses or one-fam,ly hous1ng But
are mvenhons In a volume by Leopold Bauer. pubhshed In and attached garden for agricultura! selfconsumptIon, to together w,th thIs type of ,nterventoon - whIch has become
34

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21

19.20 K Krist-R Oerley. George Wash,ngton-Hof

21 .22.23.24 K Ehn. L1ndenhof.

23 24

someth,ng totally expendable alter 1919 - is reg,stered a structure of adequate services Red v,enna thus reveals hnked to advanced theses.-seven years before, by Leopold
symptomahc phenomenon whIch enters 1nto d11ect new aponas On the one hand, the proletanan monuments. Bauer.
compehtlon wIth the Hofe policy. Already in 191 O a fund the Hofe, located on the borders of the urban nucleus. on But the concentration of s1gn,hcant populahon masses In
had been created destined for the League for the the other, the uncontrolled proilferahon of S1edlungen tully equ1pped complexes. whose built-up part corresponds
construchon of low densIty one-famlly houses Through the produced by the same sectors as those at wh1ch the C1ty to at least 50 percent of the surface area of the plot Is
laws of 1919 and 1921 the Bund transforms lh1s fund into Counc1I res1dent1al policy Is aImed vIctonous. from around 1923 onwards, on the basIs of
an order wh1ch has as I1s aIm d11ecting in the form of Th1s dualism corresponds, on the other hand, to a lively arguments refernng to the scle economIes permitted by the
socIehes and cooperahves the carryIng out of penphenc cultural debate. The S1edlung aga1nst the Hof Loos and superblocK, bolh at a building and a town plann,ng leve!
S1edlungen to the 5,917 dwellings orgamzed by the Frank agaInst Behrens and Karl Ehn. For those who support The 1923 programme requires. in any case, a
Geme,nde WIen In the form of S1edlungen are added urban development through low densIty S1edlungen. 11 Is not reorganizahon of the ofhces entrusted w1th social
therefore, the 4,500 produced by the Bund between the two a matter of adhering to the models sImultaneously crealed construchon and new relatIonshIps as regards the liberal
wars by Haesler, Bruno Taut or Ernst May in Germany but of professions Under Karl Se1tz's adm1nistrat1on. to th1s end a
The confllct between the two forms of establishment Is extendIng to the popular sectors the pnv1leges wh1ch mumcIpal arch1tecture sechon Is structured, directed by
made evIdent 1! one considers the real estate extensIon In before the war Adolf Loos had ass,gned to end users Hugo Bre1tner, Franz S1egel and Anton Weber through th1s,
areas outs,de the urban mass. such as Perchtolsdorf, refined enough to know how to accept that supreme lhe C1ty Counc1I d11ects, through Its own desIgners, the
Klosternenburg. Marchfeld archltectural quahty whIch Is the re¡ection of ,mage preparatIon of the plan, and manages relahons w1th pnvale
As Bobek and Uchtenberger have observed. the petty Josef Frank, like many of the partIcIpants in the 1926 arch1tects, In 1926, 118 arch1tects are occupIed In
bourgeoIse and vast popular sectors. achng outs1de congress, Is explicit in h1s cnticism of the Hof model In the des1gmng the V1ennese Hofe
municipal in1t1ahve. invade In a d1sorganized manner the same year, Loos gIves in Stockholm the lecture Die On the whole, the municipal complexes nse up on land
penpheric spaces, w1th small one-fam1ty houses hapha- moderne S1edlung· in It a read1ng of the urban economy of assured to the C1ty Council, as has been seen, on the part
zardly localed. outside any total organizahon and a surpnsIng IngenuIty is revealed. although al vanous po,nts of the Chnst1an Socialist admm1stratIons wh1ch operated
Ayuntamiento dirige, a través de sus propios proyectistas, la mismo programa. La forma misma del superbloque, que acoge 35
realización del plan, y gestiona las relaciones con los arquitectos en su interior una rica gama de servicios colectivos -
privados; en 1926, 118 arquitectos se encuentran ocupados en guarderías, escuelas, lavanderías, cocinas, talleres artesanales,
el proyecto de los Hbfe vieneses. espacios verdes- contribuye a exaltar la autonomía del Hof y a
En buena parte, los complejos municipales surgen en terrenos aislarlo del tejido que lo rodea. En este sentido, el Wohnhof vie-
asegurados al Ayuntamiento, corno se ha visto, por parte de las nés resume en sí una tradición que, desde finales del siglo XVII I
administraciones cristiano-sociales que operaban antes de la en adelante, había asumido como modelos propios el cuartel, el
guerra: Viena crece sobre sí misma, niega la necesidad de una convento y la cité ouvriere, con características más o menos
organización distinta, niega, en resumen, la necesidad de prefi- fourieristas. Del resto, en la misma Viena los Hbfe dieciochescos
gurar un mundo nuevo. La diversidad no deberá residir en la organizados por el c lero estaban ya allí para proporcionar prece-
reorgan ización del conjunto metropolitano, sino en la configura- dentes tipológicos para entrar en juego con las referencias a los
ción de cada una de sus partes. El modelo de Hof no implica, en modos de vida comunitaria a los que aspiran los modelos citados
efecto, hipótesis de nueva organización urbana. Al contrario, se arriba. Y hay que subrayar que el hilo rojo que une el cuartel a la
inserta en las mallas de la ciudad existente aceptando todos sus cité obrera y a tantos proyectos decimonónicos de organización
vínculos. Tampoco será necesario proyectar un nuevo plan regu- alternativa de la residencia popular no es en absoluto lábil: tam-
lador: el de 1893 se mantendrá válido, y los superbloques de los bién las cités del siglo XIX se estructuran como conjuntos aca-
años veinte se adaptarán a él, a menos de las necesarias bados y completos; alojamientos, equipamientos colectivos y
ampliaciones. La centralización de alojamientos a bajo costo en lugares de trabajo se asientan en organismos dispuestos alrede-
complejos unitarios de grandes dimensiones -de los 1.587 habi- dor de patios que varían de la plaza y del parque sus caracteres
tantes del Sandleiten, realizado en 1924-1926, se pasa en 1927 a funcionales y formales. El superbloque vienés se sitúa como
los 5.000 habitantes en 1.400 viviendas del Karl Marx-Hof, con heredero de una entera cultura del vivir: última etapa de una
una media de 200/ 400 habitantes por complejo- corresponde larga marcha, contempla, victorioso, tanto los resultados de las
en buena parte a la elección urbanística inicial, a exigencias anteriores marchas de acercamiento, marcadas por la acción
unidas al ahorro, en obras de urbanización y a la condicionada filantrópica o reformista, como por la despiadada realidad de las
búsqueda de las áreas. Pero corresponde también a una con- Mietkasernen , imágenes dolorosas de la enfermedad metropo-
centración de fuerza de trabajo en obras unitarias de bajo coefi- litana.
ciente tecnológico: exactamente la condición que será amplia- Para esta última, el Hof no tiene terapias mágicas que
mente explotada a nivel expresivo. proponer.
El campear de los Hbfe en la franja intermedia y suburbana de A la pregunta ¿quién gobierna la gran ciudad? el Wohnhofno
Viena asume un valor simbólico. Un nuevo Ring se dispone alre- tiene intención de responder. La misma capacidad del cuerpo
dedor del núcleo histórico y de su periferia, pero sin las veleida- urbano está comprometida por los Hbfe que irrumpen en él como
des unitarias del decimonónico. Discontinuo y no homogéneo, queriéndolo disgregar sistemáticamente. No se podría dar una
será todavía más representativo, confrontándose continuamente estructura más distante que ésta de la ideología que conforma
con la realidad que rodea sus baluartes. Pero la presencia de la los complejos de dimensión conforme, tan caros al pensamiento
administración roja en la ciudad no está confiada sólo al nivel anglosajón.
ideológico. En Viena el monumento socialista es la vivienda Al mismo tiempo, la ideología general expresada va en direc-
obrera, modelo de equipamiento residencial completo y de nue- ción contraria a las interpretaciones que Simmel o Weber habían
vos modos de vida social: su elocuencia deberá salir de su avanzado acerca del significado de la Grossstadt.

before the war v,enna grows on 1tself. denies the need for a The abundance of the Hofe on the intermed,ate and orgarnzed by the clergy were already there to prov,de
d1fferent organizahon. denies, ,n short, the need to suburban fnnge of v,enna assumes a symboltc value A tIpologIcal precedents for entering into play w,th references
foreshadow a new world Dlvers,ty must not he ,n new Ring ,s ta,d out around the h,stonc nucteus and ,ts to the commurnty ways of llfe to whIch the above-
reorganizat,on of the metropohtan whole. but ,n the shaping penphery, but w1thout the urntary wh,ms of the 19th menhoned models aspired And ,t must be underhned that
of each of ,ts parts The Hof model does not ,mply, in fact. Century Olsconhnuous and not homogeneous. ,t wlll st,11 be the red strand wh,ch ¡oins the barracks to the worker c,te
the hypothes,s of new urban orgamzahon. On the contrary, more representahve, conhnua lly confront,ng the reahty and to so many 19th Century pro¡ects for alternahve
,t ,s ,nserted in the meshes of the ex,st,ng c,ty accepting ali which surrounds Its bastions But the presence of the red orgarnzahon of the popular resIdence ,s by no means
,ts ltnks Nor w,11 ,t be necessary to des,gn a new regulatory admirnstration in the city ,s not conf1dent only at an slippery the 19th Century cites were structured as flrnshed
plan. that of t 893 w,11 rema,n vahd. and the superblock of 1deolog1cal tevel In V,enna the Sociahst monument ,s the and complete wholes, accommodahon. collechve fac,hltes
the twent,es w,11 be adapted to ,t. except for the necessary worker hous,ng a model for complete residen! facIhtIes and and work places are sItuated ,n organisms la,d out around
extens,ons Centrahzalton of low cost accommodalton ,n new models of the soc,al hfe ,ts eloquence come out of ,ts courtyards wh,ch vaned w,th square and park their
unitary complexes of large d1mens,ons from t .587 programme The form of the superblock, wh,ch shelters ,n funcltonal and forma l charactenshcs The v,ennese
inhab,tants of the Sandle1ten, buIlt in t 924, 11 goes ,n 1927 ,ts ,ntenor a nch range oo collechve services day nursenes, superbtock ,s s,tuated as the heir to an entire culture of
to 5 ,000 ,n 1400 dwell,ngs ,n the Karl Marx-Hof, wIth an schoofs. laundnes. kItchens. craft workshops, green hv,ng the tasi stage ,n a long march, ,t contemplates.
average of 200/ 400 1nhab1tants per complex - corresponds spaces - contnbutes to exalhng the autonomy of the Hof v,ctonous, both the results of the former approach,ng
ma,nly to the ,mhal town planmng elect,on, to demands and isolat,ng ,t from the t,ssue wh,ch surrounds ,t In th,s marches. marked by phllanthrop,c or reform,ng achon. and
hnked w,th sav,ngs ,n town planning works and to the sense, the v,ennese Wohnhof summanzes in Itself a by the merc,less reahty of the M,etkasernen, pa,nful ,mages
cond1honed search for the areas But ,t also corresponds to trad1t1on wh,ch, from the end of the 18th Century onwards of the metropohtan sIc kness
a concentrat,on of the work force ,n unitary works w,th a had assumed as Its models. the barracks. the convent and For the tasi. the Hof has no mag,c therapy to propose
tow technolog,cal coett,c ,ent exactly the condItIon wh1ch the elle ouvr,ere, w1th more or less Founenst charac- To the queshon. Who governs /he b,g city? the Wohnhof
w,11 be w,dely explo1ted at an express,ve leve! tenshcs For the rest, ,n V,enna ,tself, the 18th Century Hofe has no intent,on of replying The very compactness of the
36 La vivienda obrera no puede presentarse, en Viena, como el Es verdad que esta convergencia entre cultura arquitectónica
reflejo frío y desencantado de la calculada exactitud que Simmel e ideología política se fundamenta en la estructura de la clase
ve proyectada en el comportamiento urbano. La Philosophie des obrera vienesa. La depresión económica, la ambigua colocación
Ge/des, la insensibilidad a toda distinción que esa misma filoso- de la fuerza de trabajo austríaca en el ámbito de una economía
fía del dinero induce en la actitud blasée del individuo metropoli- inflacionada, la baja composición orgánica de capital, la alta
tano, la disociación, que el mismo Simmel lee como resultado de movilidad de las iniciativas consiguientes a ésta, condicionan
la socialización provocada por la reacc ión contra la desvaloriza- una estructura de la fuerza de trabajo caracterizada por niveles
ción del mundo objetivo, no se pueden asumir como datos decimonónicos y paleotécnicos.
reales, por la ideología austromarxista en Viena. La cuantifica- Justamente, a esta clase obrera, en crisis en toda Europa, pero
ción bruta de las diversificaciones, a la que el anonimato y la de forma predominante en una Viena totalmente anómala res-
indiferencia del dinero reducen los valores concretos, se debe pecto al desarrollo de las nuevas concentraciones urbanas, es a
contestar radicalmente. En la Grossstadt todos los objetos flotan la que la Socialdemocracia austríaca se dirige, para exaltar sus
con igual peso específico en el movimiento constante de la cualidades.
corriente monetaria, de manera que los objetos mismos ...yacen La celebración de la vivienda obrera se puede, finalmente, leer
al mismo nivel y se diferencian entre sí sólo por el área que como exaltación de la convivencia de clase unida a la anacró-
recubren en el espacio; en la Viena socialista, los lugares de los nica profesionalidad del obrero vienés.
valores proletarios tendrán que actuar frente a esa nivelación,
contra esa anulación de los valores, contra el disolverse de la 25.26 P Behrens Proyecto para una casa con terrazas
calidad en el disponible vacío de la necesidad desnuda.
No, por tanto, el dominio de la multiplicidad indicado por Hil-
berseimer como exaltación de la más absoluta sencillez organi-
zativa: no una socialización indiferenciada de las leyes que
dominan la economía metropolitana como metáfora del equiva-
lente general. El rechazo del elementarismo coincide con el
rechazo de un modelo total de ciudad. Las vanguardias, del
resto, ya habían sido criticadas por la cultura de la gran Viena,
por indecentes capitulaciones hacia el universo de la cosifica-
ción. En polémica con los sobresaltos de la angustia burguesa,
que había intentado, en la Alemania de principios de siglo, recu-
perar un último residuo de presencia humana reflejándose en el
alucinante vacío de la mercantilización, Viena roja celebra el
tema del hombre-masa, declarando el total extrañamiento del
proletariado respecto a la alineación burguesa. Frente al anoni-
mato de la ciudad capitalista y al individualismo extenuado de la
burguesía -es decir, frente a los dos opuestos que la vanguar-
dia tiende a unificar absorbiendo la contradicción de su presen-
cia en lo real, Viena roja afirma el individualismo sectario de sus
baluartes obreros.

urban body 1s endangered by the Hofe wh1ch erupt 1n 1t as 1f answered rad1cally In the Grossstadt al/ objects float w1th theme, declanng the total estrangement of the Proletanat
want1ng to systemat1cally d1s1ntegrate 11 No more d1stance equal specif,c weight in /he constan/ mollon of /he regarding m1ddle-class alienat,on. Faced w1th the anony-
structure can be g1ven thal that of the 1deology wh1ch forms monetary curren/, so that the ob1ects themselves .. !,e al /he m,ty of the Cap,tai,s/ c1ty and the extenuated 1nd1v1duahsm
the conform,st d1mens1on complexes. so dear to Anglo- same leve/ and are d1fferentiated one from another only by of the m,ddle class - that 1s, faced w1th the two oppos1tes
Saxon thought the area they occupy in space; 1n Soc1alist Vienna. places wh1ch the vanguard tends to umty absorb,ng the
Al the same time, the general 1deology already w,th Proletarian values will have to act aga,nst th1s levelltng contrad1ct1on of the,r presence ,n reallty. red Vienna asserts
expressed moves 1n a contrary direcllon to the 1nter- against this annulment of values, aga,nst the d,ssolving of the sectanan 1nd1vidualism of tls labour bast,ons
pretat1ons wh1ch s,mmel and Weber had advanced of the quality ,n the ava,lable vacuum of stark necess1ty 11 1s true that th,s convergence between arch1tectural
s1gmf1cance of the Grossstadt Not, therefore. dominahon of the mult1phc1ty tndicated by culture and polihcal 1deology ,s based on the structure of
Worker housing cannot be presented ,n V1enna as the H1lberse1mer as an exaltahon of the most absolute the v,ennese work1ng ctass The econom1c depress,on, the
cold d1senchanted reflechon of the calculated exachtude orgamzational s1mpi,c1ty: nol soc1ahzat1on made 1nd1fferent amb1guous plac,ng of the Austnan work force ,n the sphere
wh1ch S1mmel see pro1ected ,n urban behav1our. The to the laws w,ch dom,nate the metropolltan economy as a of an 1nflated economy the low orgamc compos1t1on of
Phllosoph1e des Ge/des. insens11iv1ty to any d1stinct1on metaphor of the general equ,valent. The re1ect1on of capital, the h1gh mob1llty of 1mt1at1ves resul11ng from th1s,
wh1ch that same ph1losophy of money induces 1n the elementansm coincides w1th the re1ec1ton of a total c,ty cond,hon a ;vork force structure charactenzed by 19th
blasee present of the metropolltan 1nd1v1dual, the d1sas- model The vanguards, for the rest. had already been Century paleotechn1cal levets.
sociat1on, wh1ch S1mmel reads as a result of soc1alizat1on cnltc,zed by great V,enna culture, for mdecentcap1tulat1ons 11 ,s th1s worKtng class prec,sely, ,n cns,s throughout
provoked by the react1on against the devaluation of the to the un1verse of th,ngs In controversy w,th the 101ts of Europe. bul ,n a predom,nant way ,n a V,enna totally
ob1echve world, cannot be assumed as real data, by middle-class anx,ety, wh1ch had attempted, 1n Germany at anomalous regard1ng the development of the new urban
Austro-Marx1st 1deology ,n V1enna The gross quant1hcat1on the beg1nmng of the century. to recovera last remainder of concentrat1ons. that Austnan Social Democracy approa-
of the d1vers1f1cahons. to w,ch /he anonym,ty and human presence reflected ,n the hallucinatory vacuum of ches, to exalt ,ts quahhes
indifference of money reduce spec,ftc values, must be mercant1l1Zat1on, red V,enna celebrates the man-mass The celebrat1on of worker hous,ng can hnally be read as
Viena roja: una ciudad virtual La libre intervención en el material, realizada por Ehn, Perco, 37
Una Viena segunda reconstruible sólo memorísticamente, se Behrens, Gessner, Schmid y Aichinger, niega todo proceso real
imprime así a contraluz en la ciudad que Kraus había definido de organización lingüística. Frente al todo limitado de la ciudad,
observatorio del fin de la humanidad. La galaxia de los Hbfe el fragmento cerrado habla, denuncia, acusa: dice la insoporta-
forma una ciudad virtual, empeñada en plantearse como otra ble falsedad de lo real, contrayéndose en otras realidades que
respecto a la real , y al mismo tiempo dedicada a hacer extraña a arruinan en su interior toda esperanza. El místico de los Hbfe no
esta última. La seria apocalipsis de la gran Viena, parece tener es el que expulsa el sentido del mundo haciendo indecible lo
pocos puntos de contacto con el esfuerzo colectivo que, en los ético, como en Wittgenstein. Los Hbfe no ponen orden en la
años de la posguerra, apunta hacia la recuperación de un aura ciudad. Indudablemente, esto es también rechazo de utopías
que el riguroso poner límites de Otto Wagner había llevado a totalizadoras y de arquitecturas como philosophia perennis. Pero
lenguajes satisfechos de sus tonalidades suspendidas. es también voluntad de superar las condiciones de sentido de
Por el contrario, los lenguajes adoptados por los arquitectos de los signos, de hacer irrumpir significados, subrayados por refe-
la Viena socialista carecen de límites. Paradójicamente, esos rencias puntuales a la memoria colectiva.
lenguajes dan espesor a objetos urbanos cuidadosamente Pero lo semántico de los Hbfe ¿es realmente nostalgia de las
delimitados. totalidades perdidas? ¿Por qué su obstinado aprisionamiento del

26

an exaltIon of class coexIstence uíllled wIth the denounces. accuses 11 tell of the unbearable falseness of other words lhe lragedy of solips1sm Is lived to the full by
anachron,shc profess1onahsm of the V1ennese worKer. reahty, contracllng into other realít1es wh1ch ruin all hope In the Karl Marx-Hof or the Winarskyhof although camoufla-
Red Vienna: a Virtual City Its interior The myshque of the Hofe Is not that wh1ch ged 11 Is a maller of solips1sm wh1ch makes the utop,an
A second V1enna rebuildable only from memory Is lhus expels lhe sense o/ the world making the eth1cal 1sland a cruel symbohc Image of whal the real world 1s no/
1mpnnted agaInst the light on lhe cIty whIch Kraus had unspeakable, as In Wittgenstein. The Hofe do nol make To whoever goes out through lhe emphas1zed portals of the
defoned as the observatory of the end of humamty. The order in the c1ty Undoubtedly, th1s Is also a re¡ecllon of Hale. to whoever decides to force the thresholds wh1ch
galaxy of Hofe torms a virtual c1ty, determ,ned to Impose lotahzing utopIas and arch1tectures as perennial phllo- warn • wIth their iron gales and over-d1mens1oned structure
1tself as another in relallon to the real one, and al the same sophy. But 111s also the w1sh to overcome the cond,tions of • of lhe danger wh,ch ,s prepared lo attack h1m there. the
t,me devoled to mak,ng the laller a stranger The the d,rechon of the sIgns. to make mean,ngs erupt. realm of lhe symbohc now has noth1ng to say
apocalyps1s ser,es ol great Víenna appears to have tew underlined by po1nted references lo the collect1ve memory Or rather 11 says lhat what In the Castle appeared to be
contact points w1th the collect1ve force wh1ch. In lhe But are the semant1cs of the Hofe really nostalgia for lost all Is lhal noth1ng wh1ch merc,lessly enfolds the c Ity In any
poslwar years, poInts towards the recovery of an aura totaht1es? Why the1r obstinate Impnsonment of the meaning case. these eth,cal aphonsms wh1ch are the Hofe. these
wh1ch the ngorous hm1t makíng of Olla Wagner had brought 11 thIs Is not communicable except in the expenence of the too human boasts. want to s1nk into that nolhmg They only
to sat1sf1ed languages of Its suspended tonal,ties retum home? What do they presuppose tor the adventure prom,se a sale retum to those who abandon them. but
On the contrary the languages adopled by the archItects expenenced by the inhab,tans ot lhe Castle. once out of lhe alone. far from the promIsed values. he w,11 have to acl In
of Soc1alist V1enna lack hm1ts Paradox1cally, lhose enclosure wh1ch protects them. bul wh1ch al the same time the d,senchanted metropohtan marsh. because the values
languages g,ve body to carefully delined urban ob¡ects • by the mere fact of being a Caslle • daily expels them? declared are only on th1s retum
The free inlervent1on In the material, carned out by Ehn. One th1ng Is certaIn. the Hof only leaves that wh,ch delays And. on the other hand. what living Is proposed to the
Perca, Behrens Gessner. Schm,c and A1ch1nger denies all once submerged in the world of facts. of happenings Even adull, who can only have nostalgia In the world of worK for
real processes of hngu1st1c-organizal1on. Faced wIth lhe then. in thal world of happen,ngs. lhe Hof floats The c,ty the pleasant success ot lhe soc,al spaces constra,ned
lm1ted whole ot the c1ty. the closed fragment speaks, does not hve, altr.ough ,1 prom,ses resl. a cathartIc lívmg. In w1th,n the 1nflex1ble hm,t of the Hof? No ordenng rat1onahty,
38 significado si éste no es comunicable más que en la experiencia
del regreso a casa? ¿Qué presuponen para la aventura experi-
mentada por los habitantes del Castillo, una vez salidos del todo-
cerrado que los protege, pero que al mismo tiempo -por el solo
hecho de ser Castillo- los expulsa cotidianamente? Una cosa
está segura: el Hof deja sólo al que tiene demora, una vez
sumergido en el mundo de los hechos, de los acontecimientos.
Aun así, en ese mundo de acontecimientos, el Hof flota. No vive
la ciudad, aunque promete un descanso, un catártico vivir. En
otras palabras: la tragedia del solipsismo la viven plenamente el
Karl Marx-Hof o el Winarskyhof aunque camuflada. Se trata del
solipsismo que hace de la isla utópica una cruel imagen simbó-
lica de lo que no es el mundo real. Al que sale de los portales
enfatizados de los Hófe, a quien decide forzar los umbrales que
advierten -con sus puertas de hierro y con su estructura
sobredimensionada- del peligro que está all í preparado para
atacarle, el reino de lo simbólico ya no tiene nada que decir.
O mejor: dice que lo que en el Castillo parecía todo es la nada
que envuelve despiadadamente la ciudad. De todas formas,
estos aforismos éticos que son los Hbfe, estos desgarros dema-
siado humanos, se quieren hundir en esa nada. Ellos prometen
solamente un regreso seguro a quien los abandona, pero solo,
27 alejado de los valores prometidos, éste tendrá que actuar en el
28 desencantado pantano metropolitano, porque los valores enun-
ciados están únicamente en ese retorno.
Y, por otra parte: ¿qué vivir se propone al adulto, que no podrá
sino tener nostalgia en el mundo del trabajo de la agradable
sucesión de los espacios sociales constreñidos dentro del límite
inflexible del Hof? No raciona lidad ordenadora, no lógica para
llevar consigo: empirismo desesperado, más bien. Se llega así a
una paradoja: lo semántico recuperado es parcial, en el límite
ilógico, como, a menudo, las tipologías descuidadas de Ehn o de
Oerly. Contiene una enseñanza negativa: sus pathos comunica
que sin pathos, la acción verdadera está obligada a producirse.
El portal, que advertía que sólo está más allá la nada, trata de
obstaculizar la entrada a quien quiera - deba- sobrepasar vaci-
lante el umbral. La ética de los Hbfe está toda aquí: en su autoa-
firmac ión como formas plenas a la vista del vacío que subraya n,

no log1c to carry w,th h1m: desperate empmcIsm. rather collective home armed only wIth the 1llog1cal1ty that th1s Because of th1s, their messages do not contaIn
Thus a paradox Is amved at the semantIcs recovered is presents to hIm camouflaged as a safety anchor. no mess,anic pronouncements a1med at the metropohs The
partIal. in the lllogIcal hm1t. hke. otten. the careles llpologIes support Is raIsed The oikos of the Hofe is evidently a mask. formal game, for the most trag,c builders of red Vienna has
of Ehn or Oerley II contaIns negatIve teachIng· Its pathos In th1s. at least. conllnuIty w1th the Viennese language no d1rect1on What they accomplish. w,th their archItectural
communicates that w1thout pathos. true actIon Is obhged to groups ,s safeguarded writ1ng. Is a work of extenuatIon of language. Th1s !alter can
occur The portal, wh1ch warns that beyond there is only In sorne way the Hofe also accept the world such as ,t ,s assume the mgenuous and ImtatIng forms adopted by the
noth1ng, tries to make an obstacle to the entry of anybody What separates them rad1cally from the W1ttgenste1n complex in the Obk1rchegasse of W,lhelm Peterle ( 1924-
-who must - hes1tantly cross the threshold The eth1c of the experience Is the absence of a conscious play of the hm,ts 1925) and by the Ebberthof of V1ktor M1ttage and Karl
Hofe Is al! here: in their selfassert1on as ful/ forms In s1ght of of interven/ion. Both 1f It Is a matter of bod,es submerged In Hauschka ( 1925-1926) or they can contrae! to the tImid
the vacuum wh1ch they underhne. and in represent,ng a tIssue wh1ch must be completed, and 1f they are ad1ect1vat1ons of the Klosehof of Hoffman. In any case this
themselves as hosllle d1scurs1ve machines for whoever presented as Isolated bast1ons. or 1f they enter mto dialogue extenuatIon does not 1mply any pla,slf du texte. Regressive
has expenenced that vacuum wIth the vital framework. the Hofe by Ehn, Gessner Perco UtopIa and He1matkunst st1II coexIst In the Metzle1n-staler-
Al heart. the Hof declares that 11 Is 1mposs1ble to Behrens. erupt and mterrupt lnterrupllon Is their primary Hof, but no longer in the Bebelhof or In the Winarskyhof.
domInate the overa!! game of the whole cIty. to speak Its message. the rest Is pause. In any case. th1s mterrupt,on collect1ve places to hve in tragIc provIsIonahty The refuge
multIple languages. to Impose order. Camilo S1tte does not polem1c never managed to be a game wh1ch transformes Is offered from the beg1nning as prov1s1onal: the proud red
InspIre the interna! art1culat1ons of the Karl Se1tz- Hof or the ,tself The Professor Jodl-Hof, the Karl -Marx and the fortresses scarcely h1de the contradIctIon wh1ch shapes
Matteott1hof. not the totahzIng organizatIon wh,ch shows the Undenhof tear apart and reunite a framework they expose them W1th th1s result the pressIng need for security, sought
bhnd path at the end of wh1ch the dissolved community materials ,n evolulion, and even so lm,shed. The confllct m the calmmg atmospheres of the Sandle1tenhof or the
would have to found 1tself once more United one to another w,th the metropohs is entirely assumed by these materials Haunschhof, In the austenty of the WInarskyhof, the Karl
- as In the p1ctures of Egon Sch1ele - the 1nhab1tants of the ful! of memories and because of this wrapped up in Marx-Hof. the Engelsplatz, in the ascelicIsm of the
Hofe appear obhged to coex1st For whoever leaves the themselves Klosehof. in the d1stors1ons of the Professor Jodl-Hofg Is
y en el representarse como hostiles máquinas discursivas para nuac1on no implica ningún plaisir du texte. Utopía regresiva y 39
quien haya experimentado ese vacío. Heimatkunst conviven todavía en el Metzlein-staler-Hof, pero ya
En el fondo, el Hof declara que es imposible dominar el juego no en el Bebelhof o en el Winarskyhof, lugares colectivos para
global de la ciudad total, hablar sus múltiples lenguajes, poner vivi r en trágica provisionalidad. El refugio se ofrece desde el
orden. Camilo Sitie no inspira las articulaciones internas del Karl principio como provisional: las orgullosas fortalezas rojas escon-
Seitz-Hof o del Matteottihof: no la organización totalizadora que den a duras penas la contradicción que las conforma. Con un
indica el camino ciego en cuyo fin tendría que volver a cimen- resultado: la presionante necesidad de seguridad, buscada en
tarse la comunidad disuelta. Unidos los unos a los otros -como las atmósferas tranquilizadoras del Sandleitenhof o del
en los cuadros de Egon Schiele- parecen obligados a convivir Hanuschhof, en la austeridad del Winarskyhof, del Karl Marx-Hof,
los habitantes de los Hofe. Para el que deja el hogar colectivo de la Engelsplatz, en el ascetismo del Klosehof, en las distorsio-
armado sólo con lo ilógico que éste le presenta camuflado como nes del Profesor Jodl Hof, se transforma en una fuga de la reali-
un ancla de seguridad, no se eleva ningún canto. El oikos de los dad -según las veces, ingenua o trágicamente subrayada. El
Hofe es evidentemente máscara. En esto, por lo menos, la con ti- realismo de los Hofe vieneses contiene una vena surreal.
nuidad con los grupos de vieneses del lenguaje se salvaguarda. La conexión entre movimientos sociopolíticos y lenguajes
De alguna manera, también los Hofe aceptan el mundo tal y parece ahora menos estrecha de lo que parecía al principio. Los
como es. Lo que les separa radicalmente de la experiencia de Hofe, de una manera o de otra, aspiran a una realidad distinta, de
Wittgenstein es la ausencia de un juego consciente de los pro- la que denuncian, por otra parte, la inalcanzabilidad.
pios límites de intervención. Tanto si se trata de cuerpos sumer- La Realpolitik de la SPO, por el contrario, apunta hacia un
gidos en un tejido que hay que completar, como que se presen- dispositivo con red de servicios sociales con fines propagandís-
ten como baluartes aislados, o como si entran en diálogo con el ticos y pedagógicos. El cruce entre estos flujos de ideolog ías se
entramado vital, los Hofe de Ehn, Gessner, Perca, Behrens, da por descontado.
irrumpen e interrumpen. La interrupción es su mensaje primario; La que hemos llamado Viena segunda se forma como una
el resto es pausa. De todas formas, este polémico interrumpirno constelación cuyos astros están alejados irremediablemente
consigue nunca llegar a ser juego que se transforma a sí mismo. unos de otros: su conexión es posible sólo con un acto mental;
El Profesor Jodl-Hof, el Karl Marx-Hof y el Lindenhof laceran y las fracturas que produce en el tejido conexivo son condiciones
vuelven a unir un entramado: exponen materiales en evolución, y para su elocuencia. El plus dicere de los Hofe proletarios es
aun así terminados. El conflicto con la metrópoli está entera- función de esta transgresión programada extendida al ámbito
mente asumido por esos materiales llenos de memorias y por urbano: una transgresión que incluso en los complejos más cor-
esto envueltos en sí mismos. dialmente configurados -el Washington-Hof sirve de ejemplo a
Por eso, sus mensajes no contienen anuncios mesiánicos diri- este propósito- toma la forma de una fractura. De todas formas,
gidos a la metrópoli. El juego formal para los más trágicos cons- es hacia el agotamiento del lenguaje hacia donde esas fracturas
tructores del Rote Wien, no tiene dirección. Lo que cumplen, con proceden inevitablemente. Y, por otra parte, ¿la extenuación de
sus escrituras arquitectónicas, es un trabajo de extenuación del las formas no tiene, acaso, como consecuencia su consumo? Lo
lenguaje. Este último podrá asumir las formas ingenuas e irritan- que Joseph Olbrich había cumplido en los enardecidos y precio-
tes adoptadas por el complejo en la Obkirchegasse de Wilhelm sos ambientes privados de la Matildenhofe de Darmstadt se
Peterle (1924-1925) y por el Eberthof de Viktor Mittage y Karl repite, en el ámbito urbano y como fruto de un extraordinario acto
Hauschka (1925-1926) o se podrá contraer en las tímidas adjeti- colecti vo, en la Viena que se quema, claro que inconsciente-
vaciones del Klosehof de Hoffmann. De todas formas, esta exte- mente, al antigua mitología de la fraternidad obrera.

transformed Into a fhght from reahty - accordIng to the thIs end - take the form of a break In any case. 11 ,s towards
times. 1ngenuously or trag1cally underhned The realism of exhaust,on of the language that these breaks 1nev1tably
the V1ennese Hofe contaIns a surreahst vem. proceed And, on the other hand, the extenuatIon of forms
The connect,on between soc,o-pohhcal movements and does not by c hance ha ve as a consequence the,r
languages now appears less narrow than 11 seemed al the consumpt,on? That wh,ch Joseph O lbnch had accom-
beg,nn,ng The Hofe. ,n one way or another. asp,re to a phshed ,n the mflamed and lovely pova/e environmen/s of
d1fferent reahl y, of whIch l hey denounce, on l he other hand, the Mahldenhohe of Darmstadt ,s repeated, in the urban
the 1naccess1b1hty sphere andas the fru, t of an extraord1nary collect,ve act. ,n
The SPO Realpoht1k. on the contrary, po,nts towards a the v,enna wh,ch consumes ,tself, unconsc,ously of
dev,ce w1th a social serv,ces network w,th propagand,sl course, the former mythology of the workers' fratern,ty
and pedagog,c a,ms The mtersechon between these flows The exhaust,on of the v,ennese e xpenence Is. therefore,
of IdeologIes ,s taken as dIscounted Imphc11. in d1fferen1 ways, both ,n the economIc programme
What we have called the second Vienna ,s formed hke a chosen and ,n the ways 11 chooses to demonstrate ,tself
constellahon whose stars are ,rremed,ably separated one The weanng out of the burden wh,ch had animated the
from another th,s connect,on ,s poss,ble only w1th a mental Inveshg atIons of the twent,es comc,d,ng w,th the great
act. the breaks wh,ch ,1 produces ,n the connechng 1,ssue crisis and poht,cal ,nvolu t,on wh,ch bnngs Oollfuss to the
are cond1t1ons for ,tsd eloquence. The plus d1cere of the pres,dency. and to the fa cts of February 1934, has a natural 29
Proletanat Hofe ,s a func11on of th,s programmed development. Even w1thou1resortmg to ,ngenuous finalistic
transgress,on extended to the urban sphere a trans- read,ngs. ,t seems poss,ble to aff,rm that the lile of red 27.28 Hoffman Klosehof 1924-25
gress,on wh,ch even ,n the most cord,ally shaped Vienna fhckers out when th,s last has reached ,ts
complexes - the Wash,ngton-Hof serves asan example to entefechy 29 Schm,d H. A,chmger Re,smannhof
40

El agotamiento de la experiencia vienesa está, por tanto, implí- política, la relación entre programa socialista e ideología arqui-
cito, de distintas maneras, tanto en el programa económico tectónica vive sólo como cansada continuación de las búsque-
escogido como en las formas que elige para manifestarse. El das de los años veinte: la banal articulación volumétrica y los
desgaste de la carga que había animado las investigaciones de decadentes pliegos de la fachada del Adelheid Popp-Hof (1932),
los años veinte, coincidiendo con la gran crisis y la involución realizado por Karl Ehn, muestran de manera evidente cómo se
política que lleva a Dollfuss a la presidencia, y a los hechos de ha relajado la tensión. Del resto, toda la obra del último Ehn,
febrero de 1934, tiene un desarrollo natural. Aun sin recurrir a vergonzosamente pasado en 1934 al área política nacional-
ingenuas lecturas finalistas, parece posible afirmar que la vida socialista, parece no tener nada que ver con las tensiones vivas
del Rote Wien se apaga cuando este último ha alcanzado su del Bebelhof o del Karl Marx-Hof: la disponibilidad ideológica del
entelequia. autor del más decantado de los superbloques vieneses habla
Y, en efecto: con la Engelsplatz, con el bloque realizado por tristemente de la desintegración de toda una cultura, minada, en
Lichtblau en el Paul Speiser-Hof, con el bloque de Hoffmann en buena parte, por sus propias incertidumbres. Viena roja del resto,
la Luxemburgerstrasse, se puede considerar prácticamente ha completado formalmente, después de 1930-1931 , su imagen
cerrada la experiencia que hemos seguido en sus distintas discontinua, mientras se verifican las primeras separaciones
articulaciones. entre masas y partido y se registra una renovada violencia del
Entre 1930 y 1934, cuando la actividad del Ayuntamiento de Estado.
Viena se paraliza por los obstáculos económicos y la involución Puede darse, por tanto, al caso de recordar que en 1927 -el

And. In fact. w1th the Engelsplatz, w1th the block produced 1931, 1ts d1scontinued Image, whIle lhe firsl separahon wh1ch. In spIte of everylhing. had the strength to be
by Uchtblau in the Paul Speiser-Hof, w1th the block by between masses and party are venfIed and a renewed lransformed inlo prov1s1onal rea lihes
Hoffman in the Laxemburgerstrasse. lhe experience wh1ch Slate vIolence Is reg1stered Tod in Wien, 1929-1934
we have followed In Its vanous artIculahons can be Therefore 11 can be remembered that in 1927 • the same In February 1928. and alterwards. In lhe summer ot the
cons1dered prachcally closed year wh1ch sees the beginrnng ot the conslruchon ot lhe same year. co1nc1d1ng w1th the ever more provocatIve
Between 1930 and 1934. when the actIvIty of the V1enna Karl Mark-Hof and the Wash1nglon-Hof • alter a sentence pressures of l he He1mwehr, lhe government prepares laws
C1ty Counc1I Is paralyzed by economIc obstacles and of absolution pronounced wIth regard to sorne repre- reform1ng protectIon ot tenants wh1ch represen! open
polit1cal 1nvolut1on the relat1onsh1p between SocIahst sentatIves of the extreme nghl orgamzatIon of l he altacks on l he SPO. The Soc1alist response Is gIven in the
programme and arch1tectura l Ideology lives on only as a Frontkampfer, the proles! of the Proletaria! exalted In the course of the Seplember 1928 Party congress. whIch
weary continuatIon of the searches of the twent1es· l he municipal Hofe ends wIth 2.000 workers wounded, 85 dead devotes particular attenhon to the problem Adm11ting that
banal volume tnc art1culatIon and the decadent tolds ot the and the burn1ng ot the Palace ot Just1ce even In V1enna In spIte of the municipal buIldIng achv1ty,
facade of the Adelhe1d Popp-Hof (1932). produced by Karl Residen/la / Democracy had been a weapon for detence, there stIII exisls a s1grnfIcant lack of housing Otto Bauer
Ehn, show In an obv1ous way how the tens1on has relaxed nol altack. The Austro-Marxisl Realpohhk had played the proposes hnancIal InterventIon by lhe federal Slate as a
For the rest. ali the work of the late Ehn, shamefully passed only cards avallable in a desperate game ¡eopard1zed from firsl cond1t1on for the soluhon of the problem, and
on In 1934 to lhe Nat1onal-Soc1ahs1pohhcal area . seems to the beg1nrnng tormulates a three point programme unan1mously approved
have noth1ng to do w 1th the lively tensIons of the Bebelhof Al the scene ot the VIennese Hofe a Trauersp1el Is by l he congress Bauer's three points toresee a law for
or the Karl Mark-Hof the 1deolog1cal ava1lab1hty of the rec1ted The sorrowful deed. prophes1ed by the g1ants ot d 1stnbut1on of hous1ng wh1ch replaces, w1th a weaker
author of l he most decanted of the V1ennese superblocks Behrens. Ehn. Perco. ends In a lraumatIc manner formula lhe old requIsItIon law. the creahon of a
speaks sadly of lhe d1sIntegrahon of a whole culture. sweepIng away the hopes of lhe twent1es and anrnhllat1ng maintenance fund and a decree of expropnahon In favour
undermined. In lhe maIn, by I1s own uncerta1n1tes Red the myst1cal remains wh1ch had accomparned them. The of public buIld1ng
• v,enna. for the rest. has tormally completed. alter 1930- brutallty of the lragedy wounds and purnshes dreams Bul the Social Democrat1c Party Is cornered by lhe
mismo año que ve el principio de la construcción del Karl Marx- saluda como victoria de los cristiano~sociales, aun siendo el 41
Hof y del Washington-Hof- después de una sentencia de abso- efecto de un compromiso. El aumento de los alquileres debido a
lución pronunciada respecto a unos representantes de la organi- la nueva ley no es, en sí, dramático. Si en 1928 los gastos de
zación de extrema derecha de los Frontkampfer, la protesta del alquiler son iguales al 3,40% de los gastos totales de una fami lia
proletariado exaltado en los Hbfe municipales termina con 2.000 obrera, en 1932 suben al 5,41 %; pero, entre tanto, el arma polí-
obreros heridos, 85 muertos y el incendio del Palacio de Justicia. tica, antes fue rtemente sujeta en manos del partido socialista,
La democracia residencial había sido un arma de defensa, no queda sin fuerza. La táctica seguida por Seipel y Streeruwitz se
de ataque. La Realpolitik austromarxista había jugado con las compone con los efectos provocados por la crisis de 1929, que
únicas cartas disponibles una partida desesperada y comprome- golpea la frágil economía de Austria, abriendo las puertas a la
tida desde el principio. transformación del Estado en sentido autoritario, seguida por el
En la escena de los Hbfe vieneses se recita un Trauerspiel. El partido cristiano-social, que dirige, en 1930, el jefe de la Heim-
hecho luctuoso, profetizado por los gigantes de Behrens, de Ehn, wehr, Starhenberg, en el Ministerio del Interior, y, en mayo de
de Perco, se cumple de forma traumática, arrollando las espe- 1932, al nombramiento de Dollfuss, como presidente del
ranzas de los años veinte y aniquilando los residuos místicos que Consejo.
las habían acompañado. La brutalidad de la tragedia hiere y La SPO se abstendrá de aplicar la táctica de la violencia
castiga sueños que, a pesar de todo, habían tenido la fuerza de defensiva contra la decisión de Dollfuss de impedir con la inter-
transformarse en realidades provisionales. vención de las fuerzas armadas la reunión de la Asamblea
Tod in Wien, 1929-1934 Nacional convocada por el vicepresidente Strauffuer. En febrero
En febrero de 1928, y después, en el verano del mismo año, de 1934, cuando estalla la insurrección obrera, se había des-
coincidiendo con las presiones cada vez más provocativas de la mantelado ya todo el sistema defensivo del movimiento: el
Heimwehr, el gobierno prepara leyes de reforma de la protección Schutzbund se había disuelto el 31 de marzo de 1933, se había
de inquilinos que representan ataques abiertos a la SPO. La puesto fuera de la ley a la KPO el 26 de mayo; el 1 de enero de
respuesta socialista se da en el curso del congreso del partido 1934 se habían destituido las direcciones electas de las cáma-
de septiembre de 1928, que dedica una atención particular al ras sindicales; el 23 de enero las ventas del Arbeiter Zeitung se
problema. Admitiendo que incluso en Viena, a pesar de la activi- habían prohibido. El ceder en la política de las viviendas había
dad constructora municipal, todavía existe una notable carencia constituido un primer tambaleo seguido de la abertura de cana-
de viviendas, Otto Bauer preconiza una intervención financiera les irrellenables.
del Estado federal como primera condición para la solución del Indudablemente, es posible todavía emocionarse por la explo-
problema, y formula un programa de tres puntos aprobado por sión de la lucha obrera en una fase histórica a estas alturas
unanimidad por el congreso. Los tres puntos de Bauer prevén desesperada y por el intento de resistencia, en febrero de 1934,
una ley de distribución de las viviendas que sustituya, con una contra el ejército gubernamental, por lo que fue llamado la
fórmula más blanda, a la vieja ley de requisa, la creación de un Comuna de Viena. Pero no hay frases más trágicamente explíci-
fondo de manutención y un decreto de expropiación a favor de la tas para caracterizar el estado de ánimo con que se vive la caída
edificación pública. del Rote Wien y de la democracia austríaca, que las pronuncia-
Pero el partido socialdemócrata está acorralado por la política das por uno de los obreros de Calle de febrero, la novela de Anna
de Speipel y la amenaza· fasc ista. Después de las dimisiones Seghers: "Ya no es nada como antes. El Karl Marx-Hof no está
estratégicas de Seipel (abril de 1929) y la llegada del gobierno arruinado, él ha triunfado. Pero nuestra fe en el partido... esa sí,
Streeruwitz, la ley de reforma de la protección de los inquilinos se se ha deshecho".

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Streeruw1tz government, the law reform1ng protect,on of
tenants 1s greeted as a v1ctory by the Chrishan Soc1ahsts,
had already been d1smantled the Schutzbund had been
d1ssolved on 31 st March 1933, the SPO had been placed
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G1v1ng way ,n the hous1ng pohcy had const1tuted a first
stumble followed by the opening of unf1llable channels
V hands of the Soc1ahst Party, 1s powerless The tache followed Undoubtedly, 1t 1s st,11 poss1ble to be moved by the
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by Se1pel and Streeruw1tz 1s made up of the ettects provoked explos1on of the labour struggle into a h1stoncal phase 1n
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by the t 929 cns1s, wh1ch h1ts at Austria's frag1le economy,
opening the doors to the transformahon of the State 1n the
these desperate times and by the attempt at res1stance 1n
February 1934 aga1nst the government army, because of

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directed 1n 1930 by the head of the He1mwehr, Starhenberg, 1n
wh1ch 1t was called the V1enna commune. But there are no
more trag1cally expllc1t phrases to characterize the state of
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~ the M1nistry of the lntenor, and 1n May 1932 the appo1ntment
of Dollfuss as Pres1dent of the Counc1I
m1nd w1th wh1ch the fall of red W,en and of Austrian
democracy was llved through, than those pronounced by
The SPO w1II abstain from apply1ng the tache of
l' ~ _-: . - . . ~ ~ ~ ' _1,.:: :...:. :..:...:.:...::..:.:...:J 31 ene of the workers 1n February Street, the story by Anna
defens,ve v10/ence aga1nst the dec1s1on of Dollfuss to Seghers: Now 111s nothmg //ke before. The Karl Marx-Hof is
30 .31 K. Ehn. Behelhof 1925 stop the meeting of th e Nahonal Assembly called by the no/ rumed, ,t has tr,umphed Bu/ our fa1th m /he par/y... that
V1ce-Pres1dent, Straffuer w11h lhe 1ntervention of the armed has been des/royed Manfredo Tafurf
e Elecla Ed1tnce y el autor

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