Está en la página 1de 12

LA CHICA DEL DESTINO

De: Christian Suito


LA CHICA DEL DESTINO CHRISTIAN SUITO

LA CHICA DEL DESTINO


De: Christian Suito

Una habitación grande sin ventanas, en medio hay una mesa circular.
Ingresan Marlene y Abigail.
MARLENE
Pasa, querida. Ponte cómoda.
ABIGAÍL
Gracias.
Marlene lleva cosas a la mesa.
ABIGAÍL
Hace mucho calor. ¿Por qué no hay ventanas aquí?
MARLENE
No, ventanas no.
MARLENE
Pero siento mucho calor.
MARLENE
Prenderé el aire acondicionado. Bajito nomás lo pondré. Imagínate si
hubiera ventanas, ingresan las malas energías, los demonios. No. Ahí
nomás.
ABIGAÍL
¿Y si el demonio ya ingresó?
MARLENE
(Riendo) ¡Que graciosa eres! (Dándole una palmada en el hombro). Bueno,
¿A qué has venido?
ABIGAÍL
Le escribí por WhatsApp.
MARLENE
¿Qué WhatsApp? ¡Ah! ¡Sí, sí, sí! Tú eres la del destino ¿No?
ABIGAÍL

2
LA CHICA DEL DESTINO CHRISTIAN SUITO

Ajá.
MARLENE
Ya, ya, ya. Dame tu mano.
ABIGAÍL
No creo que con solo la mano pueda…
MARLENE
¿Pueda qué?
ABIGAÍL
Saber…
MARLENE
No hay nada que Marlene no pueda ver a través de la mano. Así que…
ABIGAÍL
Mire. No es por nada, pero lo que yo busco es algo concreto y específico.
He ido a muchos lugares y ninguno me ha podido responder con certeza.
Dicen que es imposible de saber, que es riesgoso y bla, bla, bla.
MARLENE
¿Qué quieres saber, chica destino?
ABIGAÍL
(Susurrando) El día de mi muerte.
MARLENE
¿Qué cosa?
ABIGAIL
(Susurrando) El día de mi muerte.
MARLENE
Hija, no te escucho, habla más fuerte.
ABIGAIL
(Gritando) ¡El día de mi muerte!
Silencio.
MARLENE
(Ríe nerviosa) ¿Es enserio?
ABIGAÍL

3
LA CHICA DEL DESTINO CHRISTIAN SUITO

Sí.
MARLENE
¡Ay no, hija! Pero…. Por qué preocuparse por la muerte.. Hay tanto qué
hacer, tanto por vivir. Deja de pensar en esas cosas. Yo te aconsejo que…
ABIGAÍL
Yo no he venido para que me aconseje cosas. ¿Lo va a hacer o no?
MARLENE
¿Qué cosa? ¿El consejo? Claro, niña…
ABIGAIL
No, el día de mi muerte.
MARLENE
Hija, no te puedo decir eso.
ABIGAÍL
Me largo. (Se levanta del asiento).
MARLENE
Espera, espera.
ABIGAIL
¿Lo puede hacer o no?
Es un poco complicado, pero sí, lo puedo hacer.
ABIGAÍL
Bien. (Se sienta).
MARLENE
Voy por mis cosas. (Sale y vuelve casi de inmediato). Listo.
ABIGAÍL
Ya.
MARLENE
Cuéntame de ti. ¿Cuántos años tienes? ¡Oh! ¡Qué tonta! Ni siquiera sé tu
nombre.
ABIGAÍL
Pero supuestamente eres vidente, deberías saberlo.
MARLENE

4
LA CHICA DEL DESTINO CHRISTIAN SUITO

¡Ay! Que amargada eres, niña. Relájate un poquito. Es cortesía.


ABIGAÍL
Abi. Me dicen Abi, es un diminutivo de Abigaíl.
MARLENE
Que lindo nombre, me encanta.
ABIGAÍL
Lo detesto.
MARLENE
Bien, Abi. Dame tus manos.
ABIGAÍL coloca las manos encima de la mesa mientras que MARLENE las
observa detalladamente, recorre las líneas de las manos, mueve los dedos
de la muchacha, por último, las huele. Coge su baraja y coloca las cartas
en la mesa, una por una.
ABIGAÍL
¿Qué dice?
MARLENE
¡Shhh! No interrumpas.
MARLENE mira con detenimiento cada carta.
MARLENE
No, no, no. No puede ser. (Vuelve a juntar las cartas y realiza el
procedimiento anterior).
ABIGAÍL
¿Qué? ¿Pudo verlo?
MARLENE
Espera.
ABIGAÍL
Pero…
MARLENE
No, no, no.
ABIGAÍL
¡Diga algo!

5
LA CHICA DEL DESTINO CHRISTIAN SUITO

MARLENE
Tienes que irte. Lo siento mucho.
ABIGAÍL
¿Qué? ¡No! Dígame qué es lo que vio.
MARLENE
No te va a gustar.
ABIGAÍL
Dígamelo.
MARLENE
Ay, Dios mío. (se persigna) Mira, han venido aquí personas que no me
han creído y me han dicho que tenía que decirles algo para confiar.
ABIGÍL
Puede decirme cuándo voy a morirme por favor.
MARLENE
No le va a gustar
ABIGAIL
Dígame, por favor.
MARLENE
No, no puedo
ABIGAIL
Ncesito saberlo.
MARLENE
Niña, no.
ABIGAÍL
Le pagaré el doble.
MARLENE
Hoy.
ABIGAÍL
¿Qué?
MARLENE

6
LA CHICA DEL DESTINO CHRISTIAN SUITO

Hoy. Hoy es el día de tu muerte.


ABIGAIL
¿Hoy?
MARLENE
Hoy mismo. Mira, falta muy poco para que termine el día. Lo que te voy
a pedir es que te calmes, sé que este tipo de noticias es difícil de asimilar.
Lo veo siempre en Grey’s Anatomy. No, no llores, por favor. Bueno, sí es
normal llorar ante este baldazo de agua fría. Que tonta soy.
ABIGAÍL
(Secándose las lágrimas) Va a suceder.
MARLENE
Diría que quizás en un ochenta y siete por ciento.
ABIGAÍL
¡¿Qué?!
MARLENE
Sí, hija, hay esperanza. Ve a tu casa, tranquilita. Yo voy a rezar para que
esta vez rija el trece por ciento de probabilidad para que no mueras…
ABIGAÍL
¿No es cien por ciento efectiva?
MARLENE
Ay, no. Siempre hay un margen de error, por eso voy a…
ABIGAÍL
¡Me mentiste!
MARLENE
¿Qué?
ABIGAÍL
Me dijiste que tú predecías el futuro sin equivocarte.
MARLENE
Bueno, son pequeños detalles, no todo es perfecto.
ABIGAÍL
¡Con esto no se juega!

7
LA CHICA DEL DESTINO CHRISTIAN SUITO

MARLENE
Sí, sé que con la muerte no se juega. Por eso no quise hacer esto desde
el principio, no sabía que te morirías hoy. Bueno, quizás.
ABIGAÍL
Dime cómo muero.
MARLENE
Niña, eso ya es meterse mucho más allá, no puedo involucrarme…
ABIGAÍL
Te pago el triple.
MARLENE
¡No, no, no!
ABIGAÍL
El triple.
MARLENE
¡Carajo! Está bien. Pero págame por adelantado. (ABIGAÍL saca el dinero
y se lo entrega) Conste que no lo hago por el dinero, sino por ti.
MARLENE apaga las luces del lugar, enciende unas velas negras en forma
de calavera. Coloca su mano en la frente de ABIGAÍL.
MARLENE
Necesito que te relajes. Voy a ver esa posible muerte a través de tu ojo de
Agamotto, cierra los ojos.
ABIGAÍL empieza a temblar involuntariamente mientras que MARLENE
reza en voz baja, ambas se separan bruscamente.
ABIGAÍL
¿Vio algo?
MARLENE
¡Lo vi! ¡Lo vi! Te asesinan, te matan, te parten en pedacitos y te meten en
una maleta roja. (llora)
ABIGAÍL
¿Quién lo hace? ¿Vio su rostro?
MARLENE
Esto no puede pasar.

8
LA CHICA DEL DESTINO CHRISTIAN SUITO

ABIGAIL
Dígame, ¿lo vio?
MARLENE
Debe haber un error.
ABIGAIL
¿Vio quién me mató?
MARLENE
¡Yo! Yo soy tu asesina.
Silencio.
MARLENE
Vete, por favor. No quiero hacerte daño.
ABIGAÍL
Está bien.
MARLENE
No te voy a hacer daño, lo prometo.
ABIGAÍL
Marlene, está bien.
MARLENE
¡Vete! No quiero hacerte daño, no quiero.
ABIGAÍL
No me vas a hacer daño. Tú no tendrás la culpa, será el destino.
MARLENE
¿El destino?
ABIGAÍL
Sí. No podemos huir del destino, Marlene. Se tiene que cumplir.
MARLENE
Pero, hay un trece por ciento de probabilidad de que no suceda.
ABIGAÍL
Ahora la vidente cree en las probabilidades.
MARLENE

9
LA CHICA DEL DESTINO CHRISTIAN SUITO

¿Quién eres?
ABIGAÍL
Abigaíl, tengo veinticuatro años, debí morir hace dos. Pero alguien
impidió mi muerte, alguien recomendó a la persona que iba a
atropellarme que fuera en bus, en vez de ir en su propio auto. Él llegó a
la agencia de transporte, compró el pasaje, llamó a su esposa y le dijo
que la amaba con todo su corazón. Ella, extrañada, le dijo: Tonto, nos
vamos a ver en unas horas. Él se despidió con un beso y colgó. Al poco
rato ella recibió una llamada, el bus se había volcado.
MARLENE
¿Cómo sabes eso?
ABIGAÍL
Me lo dijo una brujita, una igual a ti. Yo no sabía, pero desde ese entonces
la muerte ya me había sentenciado, la muerte estaba ahí, recelosa, me
tenía en la mira, pero no podía matarme. Lo intenté, varias veces, ella, la
muerte me dejaba escapar de sus garras. Esta brujita me dijo que solo la
persona que había impedido que se cumpla mi destino era la encargada
de mi propia muerte.
MARLENE
No, yo no soy una asesina. No te voy a matar.
ABIGAÍL
Marlene, tienes que hacerlo. Tú sabes que con el destino no se juega.
MARLENE
No, niña. Hay siempre una forma de escapar, sino mira cómo
sobreviviste. La muerte se llevó a mi marido, pero no a ti.
ABIGAÍL
Sí, pero quedé aquí, atrapada. ¿Tú crees que yo quería vivir? ¿Tú crees
que quiero soportar este mundo de mierda?
MARLENE
No digas eso, hija.
ABIGAÍL
¡Cállate! Deja de decirme eso, no soy tu hija ni tu niña. No sabes nada de
mí, no sabes todo lo que he tenido que soportar, la mierda de vida que
me tocó vivir, y todo fue peor desde ese día, ese maldito día donde debí
morir.
MARLENE
10
LA CHICA DEL DESTINO CHRISTIAN SUITO

Mira. No sé tu historia, no sé por lo que has pasado, pero sé que una


pérdida es lo más doloroso en el mundo. Es horrible perder a alguien que
tanto amaste durante gran parte de tu vida, pero eso no tiene que
derrumbarte, la vida sigue y tiene algo bonito para ti.
ABIGAÍL
Ya no hay algo bonito para mí, Marlene. Ya no.
MARLENE
Debe haber otra solución. Tiene que haber otra solución.
ABIGAÍL
No, no la hay, solo hay esta. Tienes que matarme.
MARLENE
No me pidas eso.
ABIGAÍL
Por favor, te lo ruego.
MARLENE
Hija, no me pidas esto.
ABIGAÍL
Solo tú me puedes quitar este sufrimiento. (Saca un cuchillo de su
cartera).
MARLENE
¡En qué lío me metes, Dios!
ABIGAÍL
Ya se acaba el tiempo, van a ser las doce. Tienes que hacerlo, Marlene.
MARLENE
En verdad no puedo hacerlo.
ABIGAÍL
Tienes qué. Ya lo hiciste, en la visión. Toma.
Le entrega el cuchillo, MARLENE lo toma. ABIGAÍL se recuesta en el piso.
MARLENE
¡Ay, Dios!
ABIGAÍL

11
LA CHICA DEL DESTINO CHRISTIAN SUITO

Solo hazlo. Libérame de esto que ocasionaste. (Alza las manos de


MARLENE que sostienen el cuchillo).
MARLENE
Perdóname, niña.
ABIGAÍL
Todo estará bien, Marlene.
MARLENE
¡Dios mío!
ABIGAÍL suelta las manos de MARLENE, el cuchillo cae a su pecho.
MARLENE, entre lágrimas, apuñala varias veces a la joven en el mismo
lugar. FIN.

12

También podría gustarte