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CARGUYOQ

Investigación- acción escénica

De: Lucero Medina Hú


Con textos de: Yolanda Rojas y Melvin Quijada.

NOVENA

En el espacio hay un escritorio en primer término, en una esquina. En la esquina


opuesta, un banco y un estante pequeño. En segundo término, cerca del escritorio, una
mesa baja con libros. En tercer término, la pared de fondo donde se despliegan varios
documentos pegados en la pared, así como archivos con objetos diversos: maquetas,
esculturas, libros. En esa misma línea, una mesa redonda de madera y cerca de esta,
otra mesa y estantes. Rodeando este espacio, sillas para el público. En nivel alto, una
pantalla donde se van proyectando textos que la escritora va escribiendo desde su lap
top en el escritorio mientras en el espacio se escuchan baladas en inglés y en español
de los años setenta y ochenta.

NOTAS DE TRABAJO: sábado 18 de marzo de 2017


“No puedo hablar
Cada palabra que pronuncio se encabrita
No dice lo que quiero
No quiere lo que digo” (Victoria Guerrero)

“Le temo a las palabras pues requieren mucha precisión y con ellas toco
cicatrices que estarán conmigo para siempre” (Herta Muller)

“Escribir que no se puede escribir también es escribir” (Robert Walser)

“El ejercicio consiste en escribir como no se sabe” (Fabio Rubiano)

ESCRITORA
Yo no puedo contar la historia de mi padre porque no la sé. Él nunca me la ha contado,
yo tampoco le he preguntado. Quizá, esa fue una de las motivaciones más fuertes que
tuve para empezar este proyecto y escribir. Había dejado de hacerlo pero en el 2016
postulé a un curso llamado Teatro y Memoria y recordé una imagen que hace mucho se
me había quedado grabada: una mujer, un hombre y un niño cargando una estera
mientras atravesaban un arenal. La leyenda de la foto decía: Desplazados- Lima. Mi
papá también fue un migrante, así que empecé a investigar sobre los desplazamientos
forzados a partir del Conflicto armado interno, y entre todas esas historias, encontré
también la de aquellos que pudieron retornar a sus comunidades entre 1993 y 1999, en
Ayacucho. Empecé a escribir. En el año 1993, yo tenía 13 años.

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ACTRIZ
Y yo, 7. Algo que le pasó a Lucero fue que conforme iba avanzando el tiempo en el
curso, ella sólo escribía monólogos, poemas, mientras sus compañeros iban llevando
escenas, incluso primera versión o versión final.

ESCRITORA
Y decidí pedir ayuda, algo que me cuesta. En el verano de 2017 le propuse a Yolanda
que me acompañe en el proceso de la escritura, como actriz, y ella aceptó. Al comienzo,
en mi primera sinopsis hubo muchos personajes, y pensé que Yolanda los interpretaría
todos, pero ella me propuso invitar a un actor, Melvin.

ACTOR
Cuando nos reunimos, las chicas me contaron que el proyecto se llamaba Carguyoq, y
yo les dije que había sido mayordomo, carguyoq, en una fiesta patronal. Había tenido
que organizar toda la fiesta. Entonces, me gustó la idea de estar en el proyecto, y acepté.
Nunca antes había trabajado con Lucero.

ACTRIZ
Yo sí. Pero, esta parece como si fuera la primera vez.

ALBA
En mí, arde un territorio para nombrar su oscuridad.

ESCRITORA
“Cuando volvimos, casi sin personas estábamos”. Una de las historias que leí empezaba
así, con una comunidad desplazada que retorna a su lugar de origen, en la sierra, y
después de muchos años, al fin pueden preparar la fiesta en honor a su santo patrón, el
Señor del camino.

ACTRIZ
(Preparando un altar en la mesa frente a la de la escritora)
El mayordomo hizo la última visita a una familia con la demanda, la imagen del Cristo
que va de casa en casa para pedir colaboración. Y ellos dijeron que sí, que vestirían el
anda y pondrían las flores. Así se completó todo lo que requería la fiesta, pero desde
ese día, la tierra solo devuelve semillas marchitas y los niños las recogen podridas de
los sembríos.

ESCRITORA
En esa comunidad hay una mujer a la que llamaremos “la mujer que sueña”

MUJER QUE SUEÑA


Habíamos hecho las paces con este lugar y ahora, los camiones que antes se iban
llenos de quinua, papa y frijoles, abandonan el pueblo, vacíos, y todos maldicen el mal
tiempo, algunos se lamentan de haber regresado. Hemos hecho pago a la tierra dos
veces. Dos veces hemos sido rechazados. A mí el Señor me ha hablado en sueños: la
fiesta no está completa, aunque el mayordomo diga que sí, y ya se haya comido la última
hurqa. Pensamos que ese sería el último pan que saldría del horno, que empezaríamos
la fiesta en paz, pero falta alguien para que empiece la celebración como antes, el patrón
me lo ha dicho.

ESCRITORA
El mayordomo de la fiesta, Venancio Coras…

2
ACTRIZ
Un hombre de unos treinta y cinco años…

ESCRITORA
Conversa con la mujer que tuvo el sueño.

ACTRIZ
No. Ella lo busca para contarle que ha soñado con el patrón.

ESCRITORA
Pero él no le cree.

VENANCIO
El cargo está completo hace un mes

ESCRITORA
Dice Venancio.

VENANCIO
La razón debe ser otra, estamos haciendo la fiesta como se hacía antes, no hemos
cambiado nada.

MUJER QUE SUEÑA


Yo no le digo al mayordomo lo que él ya sabe. En esta tierra seguimos en deuda, esta
tierra no ha descansado aun cuando nosotros hemos vuelto. Por eso el patrón pide:” si
vamos a hacer fiesta, que se cumpla con la tradición, así haya pasado tanto tiempo”.

ACTRIZ- ALBA
Este personaje antes no existía. Yo era la primera imagen en las versiones anteriores.
Soy la protagonista, aunque aún no me nombren. En esta parte de la historia aún no sé
de la fiesta, vivo mi vida en la capital, en un distrito apartado. Mi padre acaba de morir
hace una semana. Algo lo fue carcomiendo por dentro, nunca dijo qué.

ACTRIZ
¿Cómo te has imaginado el pueblo?

La actriz se acerca a la instalación, saca una bandeja con casas pequeñas, va hacia la
maqueta y disponen juntas las casas, plaza y demás, conforme la escritora dice su texto.
Por circuito cerrado, la imagen del pueblo que se va creando en la maqueta se proyecta
en la pantalla.

ESCRITORA
Imagino que hay una plaza, como la de varios pueblos pequeños. Y que frente a esa
plaza puede haber una iglesia que tiene la fachada con rastros de ceniza. Hay un centro
comunal; detrás el colegio, al otro lado, casas… y sobre todo, nubes que se aprietan
unas a otras y bajan al pueblo a cubrirlo todo, como el polvo de las tres de la tarde.

ALBA
“Polvo serás, mas polvo enamorado”.

La escritora sigue a la actriz con la cámara, se proyecta un plano americano de ella.

3
ESCRITORA
Alba. Es la hija de Fidel Cani. Es joven, un poco más joven que yo. La veo de perfil, a
contraluz. Pero ella no puede verme. Quizá por eso escribo sobre ella, para acercarme
a la oscuridad de una hija que se pregunta sobre su padre. Espero que los dedos me
respondan.

ALBA
Si pudiera cernir mis recuerdos y quedarme con lo que he perdido. Si pudiera cernir mis
recuerdos y quedarme con lo que he perdido.

ESCRITORA
(siguiendo con la cámara a la actriz, quien rodea la maqueta)
En este momento de la historia, el pueblo está decidido a celebrar la fiesta. El
mayordomo no sabe si creerle a la mujer que sueña…

MUJER QUE SUEÑA


(colocando la figura de una mujer de arcilla en la plaza de la maqueta)
Si no me crees, pidamos consejo. No podremos empezar la novena si la tierra sigue con
rabia.

Escritora camina hacia su escritorio, prende una lámpara. Alba va hacia ella, recoge una
radio portátil.

ALBA
Se cumple una semana de tu muerte, papá. Todos han ido a la misa, menos yo. No
quiero toparme con tu ausencia en el rostro de todos, ni con las estampitas ni los
abrazos.

Se enciende una lámpara en el anaquel opuesto, Alba va hacia ella, se coloca frente a
una urna de madera. Se apaga la lámpara de la escritora.

ALBA
Yo no necesito un abrazo, a mí no me has abandonado, sigues aquí. Con eso tengo
suficiente. Volviste a la casa, como de seguro querías. Tú ya estás descansando, es lo
que debo pensar, tú ya estás descansando.

ESCRITORA
(Enciende la lámpara de su escritorio)
El mayordomo consulta al hombre que lee el futuro en el pueblo: falta el último carguyoq
que tuvo la fiesta, le dice, tiene que estar él para pasarte el cargo. Tiene que volver el
puriqkuna.

VENANCIO
Nadie lo recibirá. El patrón no puede haber pedido eso. El último mayordomo que tuvo
la fiesta es un traidor.

MUJER QUE SUEÑA


Es un traidor, pero es uno de los nuestros.

ACTRIZ
Los puriqkuna son gente que camina, que nunca se queda en un solo lugar porque no
tienen un lugar.

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ESCRITORA
(Leyendo)
“Vagabundos transgresivos sin vínculos con un lugar determinado o con una familia, son
gente sospechosa” (Kimberley Theidon). Se puede ser un puriqkuna y volverse un
runakuna, un hombre de la tierra, pero para eso debe cambiar el corazón.

ESCRITORA
Cuando le cuentan al pueblo lo que dice el hombre que lee el futuro, los mayores que
pudieron volver, bajan la cabeza. Una de ellos sale con paso lento pero pesado, no deja
que otros la vean llorar. Los que se quedan, miran al mayordomo con rencor. Pero en el
aire, hay hambre, hay miedo, y el miedo ya llegó a ese pueblo y cuando se fue, se llevó
a mucha gente de allí. Ahora que parecía que todo iba bien...

ALBA
He visto un picaflor acercarse a la ventana, pienso que eres tú. Pero tú no serías esa
ave, tú no serías un ave. Yo no sería un ave. Apenas podemos ser tú y yo, y tú ahora
eres...

VENANCIO
Tenemos que llegar a un acuerdo. El tiempo de la novena va a empezar.

ESCRITORA
“Dos personas pueden ir a la capital, sabemos dónde vive. Siempre lo supimos”, le
responden los mayores del pueblo.

ACTOR
Entonces, solo tenemos que hacerlo venir con su banda de mayordomo. Sin él la fiesta
está incompleta. El patrón lo está llamando.

ALBA
Eres… Eras.

Alba se acerca a una radio, pone una canción Almohada de José José. Va hacia los
papelógrafos, explaya uno sobre una pared. Por circuito cerrado, vemos cómo la cámara
se encuadra una foto al lado del papelógrafo, la cámara viaja por esa imagen donde hay
un hombre dando de comer a una niña pequeña. Luego, sigue el recorrido del plumón
sobre el papel que Alba está realizando. Golpes de puerta de madera. Alba apaga la
radio, camina hacia la puerta y abre.

ALBA
¿Sí?

ESCRITORA
“Buenas noches, señorita. ¿Está el señor Fidel Cani?”

ALBA
No está.

ACTOR
“Lo podemos esperar”

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ALBA
Va a demorar.

ACTOR
“No importa el tiempo. Nos urge hablarle.”

ALBA
¿Son familia?

ESCRITORA
“No”

ALBA
¿Qué son?

ESCRITORA
“Vecinos. Tenemos invitación para una fiesta”

ALBA
Él no va a fiestas.

ESCRITORA
“Es una fiesta distinta. Es importante verlo y contarle, señorita”.

ALBA
Él no está, ya les dije. Aquí no lo pueden esperar.

ESCRITORA
Los hombres se miran desconcertados, se van. Siete días pasarán para que ellos logren
hablar con ella. Primero dejan una nota, la pasan por debajo de la puerta; otro día, una
caja que Alba encuentra al llegar del trabajo. Ella toma la caja, la mira sin abrirla.
Apagón.

ACTRIZ
¡Luz! Tengo una propuesta para mi personaje. Alba está llena de ira, coge la caja, la
mira, quiere llorar, pero el impulso le gana, la tira contra el piso… algo se ha roto.

ALBA
En verdad, antes leo la nota que han dejado hace días bajo la puerta. No he dejado de
verla. ¿Quién envía una carta hoy en día? (Leyendo la carta) “Fidel, somos nosotros. El
Señor te está pidiendo. Vamos a sacar al patrón como siempre se hacía y tienes que
pasar el cargo, tienes que estar aquí con tu banda de carguyoq. Si no estás, no puede
empezar la fiesta. Vuelve solo para la fiesta”.

ACTRIZ
Vuelve solo para la fiesta.

ACTOR
¿Los hombres se van?

ESCRITORA
No. Esperan hasta el día siguiente. En la noche vuelven, tocan una y otra vez. Ella abre.

6
ACTRIZ
¿Qué les dice?

ESCRITORA
Le cuentan de la fiesta en honor al Señor del camino, que quisieran hablar con su padre,
él fue el último mayordomo que tuvo la fiesta y es necesario que vuelva para que pase
el cargo al siguiente mayordomo.

ACTRIZ
Le están preguntando si tiene la banda…

ACTOR
¿Qué banda?

ESCRITORA
De mayordomo.

ACTOR
¿Por qué no les dice que su padre ha muerto?

ESCRITORA
(escribe y el texto se proyecta)
Mi papá…

ACTRIZ
Mi papá no puede ir a ningún lado, está muerto. Desde hace una semana está muerto”.
Se han puesto blancos.

ESCRITORA
No pueden irse sin la banda—

ALBA
Yo no pienso ir.

ESCRITORA
Pero eres su hija…

ALBA
Él jamás me contó de ustedes, ni de su pueblo… es algo que tendría que resolver él.

ESCRITORA
“Señorita, la necesitamos. Usted es su hija… Solo serán 4 días. Es ir y nada más.
Cubriremos todos los gastos allá. Piense que es lo último que puede hacer por él”.

ACTRIZ
Mi personaje no sabe mentir, se ve en sus ojos. Va a decir que no, y no lo disimula.
Siempre construyo un personaje desde su mirada. Yo les diría que se vayan, me pondría
fuerte, que ya están en mi casa, han dado la noticia, y se pueden ir. Ellos tienen una
fiesta que preparar, yo tengo un muerto que llorar. Estamos a mano.

ESCRITORA
¿Y si Alba acepta?

7
ACTRIZ
¿Por qué va a aceptar si ella no quiere?

ESCRITORA
Porque quizá sí es lo último que puede hacer por él.

ACTRIZ
Eso no es suficiente....

ESCRITORA
Si alguien te pidiera hacer algo por tu padre, lo harías.

ACTRIZ
Ya, pero yo no soy Alba.

ESCRITORA
Ahora estás haciendo de ella, ¿qué harías?

ACTRIZ- ALBA
Cogería una mochila. Cojo una mochila, poca ropa, algo de lana, una casaca, medias,
escarpines. Dicen que hace frío, que lleve gorro. Algo para leer en el camino. Iremos en
bus. Voy a faltar a las clases, tendré que recuperar esas horas. Odio los buses, pero no
digo nada. “¿Te afecta la altura?”. Justo nos tocaba entrar a los tejidos. Tomamos el
taxi. Esto es una locura. “Allá tenemos todo preparado, solo tienes que ir y estar”. Pienso
en volver a mi casa, a mi cama. Los tejidos son grupos de células que se agrupan para
cumplir una tarea. Bajamos del taxi. “Trajo la banda, ¿no, señorita?” Pero esto es lo
último que puedo hacer por él. La sangre, los huesos, son tejidos. Uno de ellos me ayuda
a llevar la mochila. “Pesa”. Son solo cuatro días.

Alba toma su mochila, la abraza, gira en su sitio lentamente. La escritora ilumina su


rostro mientras la cámara la graba y su rostro se proyecta en la pantalla.

ESCRITORA
Imagino que Alba se queda dormida en el bus. Su cabeza se tambalea de un lado a
otro. Cae rendida.

Un hombre, Venancio, cruza el espacio y camina hacia el altar, retira una vela que está
a punto de extinguirse, se va.

ESCRITORA
De Lima a Ayacucho son nueve, casi diez horas de camino, ¿cuánto se puede soñar en
ese tiempo?

ACTRIZ
Yo nunca sueño.

ESCRITORA
Creí que ellos podrían estar más cerca del odio, del rencor. Que algunos cerraban las
puertas de sus casas para no ver al puriqkuna. ¿cuánto habrá cambiado? ¿se habrá
puesto viejo y seco como un tronco?.

8
El actor coloca un bastidor cuadrado de madera sobre el piso, frente al altar. La escritora
se acerca con un saco lleno de tierra que echa dentro del bastidor.

ESCRITORA
El mayordomo prepara una cama en su casa, acuerdan que sólo él le hablará, y durante
toda la fiesta los demás le hablarán lo necesario. No la esperan a ella. De pronto, llegó
una foto al celular del mayordomo, no era Fidel. ¿Quién es? Fidel Cani ha muerto. Es
su hija. Esta madrugada es la primera adoración después de casi treinta años, la gente
hace cola afuera de la iglesia, aprietan algodones entre sus manos, ansiosos, y Alba
llega.

Alba empieza a caminar, ingresa a la tierra dentro del bastidor.

ESCRITORA
(Escribe en la lap top, y el texto se proyecta)
Fidel: Me toca hablar a mí. Si me nombras, vuelvo. Si me hueles, vuelvo. Si no me dejas
de llorar, nunca me he ido.

ALBA
La última vez que te vi ya no estabas aquí, papá. Dicen que me llamabas. Las
enfermeras no podían creer que no quisiera entrar. “Es el dolor”, murmuraban entre
ellas. Una se me acercó para decirme muy dulce que entrara, que después me iba a
arrepentir, que era lo mínimo que podía hacer, por caridad. Quería gritarle que no se
meta pero le dije: “es el dolor”. Ya no me dijo nada.

Venancio enciende un cirio grande, adornado de colores y cintas, camina hacia ella, la
mira sorprendido. Alba

ESCRITORA
Afuera de la iglesia se escucha a los músicos ensayar. Las personas que están dentro
la ven llegar, se ponen de espaldas.

ACTRIZ- ALBA
Mi personaje solo piensa en huir. Sabe que no fue una buena idea, lo presiente. Dicen
que el aire es más limpio en la sierra, pero aquí pesa. Alba se acerca a la imagen del
Cristo. Parece dormido. Parece dormido. Es el dolor.

Pitido. Alba y la imagen del Cristo quedan frente a frente.

VENANCIO
¿Quién eres?

ESCRITORA
Alba lo ve, vomita.

VÍSPERA

Música de banda, fiesta. Venancio empieza la decoración del pueblo, se escucha a los
músicos ensayando. La escritora va hacia la pared y pega el papelógrafo con el
programa de la fiesta.

9
NOTA DE TRABAJO: Jueves 10 de noviembre de 2016.
Uno nunca está a salvo de lo que ha ocurrido.

ESCRITORA
Cuando empezaron los cálculos sobre el número de desplazados por la violencia política
se estimó que bordearían los 430 000. Al momento en que empecé esta investigación,
se tenía registro de 600 000 personas. Muchos de ellos llegaron a las ciudades, y casi
la mitad pudo retornar por la gestión del programa PAR, creado durante el gobierno de
Alberto Fujimori, como parte de su plan de Reconstrucción y Pacificación Nacional.
Pero, al retornar las comunidades no contaban con colegios, postas, casas, ni caminos.
Tampoco con tierra, ganado o vínculos comunales. Llegaban a empezar todo de nuevo
igual que quienes se quedaban en ciudades como Huamanga en Ayacucho, o Lima.

Escritora abre su lap top, escribe los términos que menciona del glosario, y estos se
proyectan en la pantalla.

ESCRITORA
Mientras iba leyendo más, me di cuenta que necesitaba hacer algo así como un glosario
porque había términos que yo asumía que entendía, pero revelaban otras cosas:
empecé buscando a los desplazados, que eran también llamados “los miles” por los
diarios de la capital: “aquellos que contaminaban o invadían la ciudad”. Y estaban los
resistentes, aquellos que se quedaron, y que se veían a sí mismos como los más fuertes
y valientes. Y los retornantes, que tenían que volver a hacer suyo su propio lugar.
Algunos desplazados nunca pudieron volver. O no quisieron. Mi papá tampoco volvió a
su lugar de origen. ¿Por qué?

ACTRIZ
¿Aquí lo pruebo?

La escritora asiente, le pasa unos papeles a la actriz, quien ha colocado un bastidor de


madera con tierra en la esquina del primer término, opuesta al escritorio.

ACTRIZ- ALBA
Tengo las manos frías. El camino de la estación de bus hasta este pueblo, no existe.
Solo un auto hasta el cruce, y luego, caminar más de cincuenta minutos entre la tierra y
las piedras. Ellos me trajeron, y no hablamos nada durante el trayecto del bus ni la
caminata. No dormí nada. Me ofrecieron papa, un mate. Huelo a rosas. Nunca me lo
dijiste, papá, nunca lo nombraste. Desde antes de llegar, desde el camino hasta aquí,
huele a tierra y rosas. Es lo primero que se siente al estar cerca, y al cruzar el arco que
da la bienvenida, el olor se va dispersando por la plaza, por las casas, y los caminos de
piedra. Pareciera que el olor desaparece cuando uno entra a alguna tienda, pero no, el
olor vuelve a penetrar en el cuerpo, y entonces, uno huele como alguien de aquí. Papá,
he venido al pueblo que borraste de tu boca. Te guardaste el nombre, pero igual llegué.

El actor coloca una figura de barro masculina en uno de los cerros de la maqueta, esto
se proyecta en la pantalla.

ESCRITORA
(escribe en su lap top y se proyecta)
Fidel: He segado sus vidas (borra) He segado mi vida con mi propia mano.

10
ACTRIZ
Su papá fue quien acusó al pueblo, ¿no? ¿Ellos le van a contar eso a Alba?

VENANCIO
(al público, entra con un cohete de fuegos artificiales en la mano)
No se lo diremos. No hablaremos del pasado, solo del presente, de la fiesta. Pasaremos
cuatro días con ella, es probable que se quiera ir antes, pero tiene que quedarse hasta
el kacharpari para estar en el paseo de bandas. No les estoy pidiendo fingir. Es la
invitada. Al quinto día, todas las cosas serán como antes.

Venancio se va encender un cohete, busca en sus bolsillos algo que no encuentra. Sale.

ALBA
Desde la mañana me despertaron los cohetes, dicen que hoy es la víspera, eso he
escuchado. Alguien me ha dejado pan y mate de coca. Un poco de queso y leche. El
pueblo se ve distinto de día. Solo queda un árbol en la plaza, y está derribado.
(al público, mirándo a la escritoria poner un árbol en la plaza de la maqueta)
Si ella estuviera aquí, no le quitaría los ojos de encima.

ACTRIZ
¿Al final seguiremos diciendo “un pueblo” o vamos a referirnos a Chungui u otra de las
comunidades?

ACTOR
Deberíamos mencionarlo.

ACTRIZ
Creo que la idea es que esto pudo haber pasado en cualquier lugar.

La escritora va a la mesa baja con la maqueta, mueve las piezas para adornar con fiesta.

ESCRITORA
Sí, pero no en todos fue igual.

ACTRIZ
Claro, y ¿cómo vamos a hacer la fiesta?

ACTOR
Para eso necesitamos saber dónde es, qué costumbres hay...su música, su baile.

ESCRITORA
Si fuera Chungui, su música y bailes también han cambiado.

ACTOR
Las danzas no cambian. En el escenario se pueden volver espectáculo, pero la esencia,
la acción no cambia ni evoluciona.

ACTRIZ
No evoluciona, pero sí se transforman, responden a lo que la gente vive hoy.

11
ACTOR
Eso es como querer cambiar la historia. Tu sola no puedes cambiar la historia. Mira,
recordando, yo una vez di clases en el Penal Castro Castro, a reos políticos. Les enseñé
este paso del huaylarsh, puños arriba, con los pies, así como arar la tierra con el
estacatakay. Les dije: “Ahora se forman en columnas”, y escuché que uno le decía al
otro: “Qué bien, compañero. Las columnas del partido siguen de pie y vamos fuertes
con el puño en alto”. Eso no es el huaylarsh.

ESCRITORA
Con mayor razón, si vamos a mencionar a Chungui, tendríamos que ir allá y conocer.

ACTRIZ
Sí, claro, pero tenemos que concentrarnos aquí. Yo no sé por qué Alba está allí. Alba
no sabe qué hace aquí. No me queda claro. Vamos, tiene una acción, o un objetivo,
pero debe haber algo que la mueva inconscientemente. ¿Tú qué quieres de ella?

ESCRITORA
Yo creo que sin saberlo va a saldar la deuda de su padre.

ACTRIZ
¿Con quién?

ESCRITORA
Con el pueblo.

ACTRIZ
Pero ella no ha hecho nada.

ACTRIZ
(al público)
Le conté a Lucero que un amigo me preguntó sobre qué trataba este proyecto, un amigo
extranjero, que estaba de paso por acá. Yo le dije: bueno, el proyecto está relacionado
con el Conflicto armado interno, y él me dijo: Ustedes tienen una herida con eso, ¿no?
Eso me dejó pensando un rato y le dije que sí.

ACTOR
Y que no.

ACTRIZ
Y luego que no, que no sabía. Mientras iba respondiendo trataba yo misma de
responderme. Y de allí le dije: Bueno, también hay un padre y una hija.

La actriz vuelve a la mesa baja de la maqueta, frente a la escritora.

ACTRIZ
Pero ella no ha hecho nada.

ESCRITORA
No, y ella tampoco sabe lo que hizo su papá, pero el pueblo sí.

ACTRIZ
Ya, entonces ¿cómo la reciben? ¿A Alba?

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ESCRITORA
Alba camina por la plaza, una mujer pasa por su lado, escupe.

ALBA
Fue esa mujer, cree que no la he visto, sigue caminando.
(A LA ESCRITORA)
Y tú vas a dejar que siga caminando, y que yo no diga nada.

ESCRITORA
Ya. Esta podría ser la primera vez que la escritora y Alba se miran...

ACTRIZ
Que se confrontan.

ESCRITORA
Tú en un plano, yo en el otro. ¡Eso! ¿Repetimos?

Escritora y actriz van hacia la mesa baja y rehacen sus posiciones y gestos del momento
anterior.

ALBA
Pero ella no ha hecho nada.

ESCRITORA
No, y ella tampoco sabe lo que hizo su papá, pero el pueblo sí.

ACTRIZ
Ya, entonces ¿cómo la reciben? ¿A Alba?

ESCRITORA
Alba camina por la plaza, una mujer pasa por su lado, escupe.

ALBA
Fue esa mujer cree que no la he visto, sigue caminando.
(A LA ESCRITORA)
Y tú vas a dejar que siga caminando, y que yo no diga nada.

La escritora va hacia la maqueta, prende una bombarda pequeña.

ESCRITORA
Los cohetes vuelven a sonar,

MUJER QUE SUEÑA


“Antes, nuestra vida ya no era vida”

ESCRITORA
La gente va y viene por las calles de piedra…

MUJER QUE SUEÑA


“Para seguir viviendo teníamos que llevar nuestra vida a los montes, huaycos, cuevas a
todos sitios como venados para esconderse”

13
ESCRITORA
De pronto, una gran bombarda.

MUJER QUE SUEÑA


Pero hoy no es tiempo de las cosas tristes.

VENANCIO
(Entra corriendo para encender un cohete)
¡Chaupis Punchao!

Sonido de cohetes, música de banda.

ALBA
(Abre su mochila, saca la urna con cenizas de su papá)
Aquí te voy a dejar, papá. No sé si es lo que quieres, ni siquiera sé qué hago aquí, pero
es lo último que puedo hacer por ti.

Sonido de campanas de iglesia. Una mujer pasa con una gran olla, unos chicos llevan
cajas de cerveza. Venancio entra, saluda al público, alza una botella de cerveza y un
vaso, indica que pasen comida a la gente, se acerca a la Mujer que sueña, que lleva
varios platos, le da indicaciones.

MUJER QUE SUEÑA


Me acerco a ella, a Alba, le ofrezco la sopa de víspera. Ella la toma entre sus manos,
están heladas. Dicen que los familiares siguen con las manos frías hasta que el muerto
cumple el primer mes. Tiene tu mirada, Fidel. Esa es tu herencia, tu mirada extraña,
como si no fueras de ningún lado.

Venancio acomoda a la gente en el espacio. Da la bienvenida, pregunta si han comido,


si han bebido. Reparte cerveza, saca la lista de donantes de la fiesta y agradece a
algunas personas del público por sus donaciones. Cuando reparte cerveza, se topa con
Alba.

VENANCIO
¿Cómo te sientes?

ALBA
Mejor, disculpa por lo que pasó ayer.

VENANCIO
No te preocupes. Fue una sorpresa para todos.

ALBA
Quise limpiar.

VENANCIO
Sólo serán cuatro días. Esperamos que te sientas mejor.

ALBA
Tú eres el mayordomo, el carguyoq.

14
VENANCIO
Carguyoq.

ALBA
Alba Cani.

VENANCIO
Venancio Coras.

ALBA
Gracias por hospedarme en tu casa.

Ambos congelan en la acción, salen de su posición y se dirigen al público.

ACTOR
Cualquiera que los ve, cerca de la plaza, diría que son solo dos personas conversando.
Muchos alrededor saben la verdad, pero no lo dicen.

MUJER QUE SUEÑA


A mí me siguen visitando los sueños. Le he preguntado al patrón si está contento, si
dejará que la tierra produzca como antes. Ella es sangre de su sangre. El patrón no me
contesta, ni con su boca ni con sus ojos. Pero eso no se lo contaré a nadie.

VENANCIO
Vamos a empezar con la entrada de los músicos, luego vamos a la misa.

ALBA
Alguien escupió hacia el suelo cuando me vio. Ellos me dijeron que era importante que
esté aquí, por eso vine, pero ni bien he pisado el pueblo, siento que no soy bienvenida.
Ayer, cuando llegué al templo, me dieron la espalda…

VENANCIO
No te pueden ver, es tu momento con el Señor, por eso estaban de espaldas. En verdad,
yo debí entrar contigo…

ALBA
A mí me dijeron que tenía que entrar…recién había llegado.

VENANCIO
Podemos hablar luego de eso.

ALBA
Entiendo todo esto del ritual, voy a poner de mi parte. A mí, mi papá nunca me contó de
esto...Yo quisiera hablar con alguien del pueblo, quizá contigo.

VENANCIO
¿Sobre qué?

ALBA
Hay algo que quisiera pedirles. No se los dije a quienes fueron a mi casa…

Sonido de cohetes.

15
VOZ EN MEGÁFONO: ¡Nos sentimos muy alegres de poder recibirte, nuestro Señor
del Camino! Treinta años sin ti, sin tu bendición, sin verte la carita, papanchis.

ALBA
Mi papá murió allá, en la capital…

Música de banda.

VOZ EN MEGÁFONO: ¡Y agradecemos también a nuestro carguyoq, Venancio Coras,


en memoria de la promesa de su madre. Tanto tiempo que hemos vuelto, papá. Ahora
queremos celebrarte…

VENANCIO
(al público)
Va a empezar la entrada, tenemos que estar en el arco del pueblo, por allí llegarán los
músicos, vamos a recibirlos y hacer el paso de cargo (A ALBA) ¿Cómo te llamabas?

ALBA
Alba

VENANCIO
Alba. ¿Trajiste la banda?

Alba saca de su bolso una banda de mayordomo, asiente.

ACTRIZ
(al público)
Alba piensa que las fotos no mienten, por eso mira la foto de su padre. Se ve feliz,
extiende los brazos, sonríe.

Alba lleva la banda en las manos, camina.

ACTOR
Solo los niños la siguen, no saben quién es, la llaman “la invitada”. Uno de ellos va
detrás de ella con una gaseosa. El agua anaranjada se tambalea dentro de la botella de
vidrio, y se la da. Le sonríes, la bebes. Ellos también te sonríen. A ellos no les dice nada
tu apellido. Cani: aquél que muerde.

Escena Alba de niña con Fidel. Ella baila un llaqta maqta mientras la música sale de una
radio pequeña.

ACTOR
Mira Yola. Flexiona las rodillas y usa el peso de tu cuerpo. La gente, allá en Chungui,
trabaja en el campo y es por eso que cuando bailan llevan el peso de su cuerpo hacia
la tierra. Hazlo despacio.

Él baila, la actriz lo imita.

ACTOR
Muy bien, muy bien. Pero si hiciéramos una danza de... Por ejemplo, de mi tierra, de
Huancayo. El Huaylarsh. Pon las manos en la cintura, levanta el mentón y ahora lo que
vas a hacer es doblar la rodilla derecha hacia atrás y golpear suavecito con el talón. La

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rodilla izquierda también se dobla pero solo se hace un golpe. Sígueme. Despacio. Muy
bien, ahora muévete, muévete.

Él se traslada por el espacio mientras zapatea, ella lo sigue.

ACTOR
Aceléralo.... Y ahora cruzado. Ahora con ese paso, tienes que enamorarme. ¿Si? El
huaylarsh es un baile de enamoramiento. Inténtalo....

Ambos bailan

ACTOR
Enamórame pues, no te voy besar. ¿Me vas a enamorar o no?. No mires el piso,
coquetéame, es tu oportunidad. Mueve los hombros la cadera. Uno dos, tres

Bailan

ACTOR
Lucero, mejor para el siguiente montaje, ¿ya?

MUJER QUE SUEÑA


(mientras coloca flores sobre un sombrero, esta imagen a detalle se proyecta en la
pantalla)
Dicen que un día llegó un hombre muy viejo al pueblo en medio de una fiesta, parecía
un pordiosero, lleno de harapos, sucio, se acercaba a la gente a pedirles chicha. Nadie
le daba, y así se la pasó hasta la noche. Una mujer lo vio, se compadeció, y ay, dijo,
cómo no le han dado nada a este pobrecito. La mujer le ofreció chicha y pan, el hombre
la miró agradecido, saciado, y le dijo: “en cinco días, coge a tu familia y huye hacia el
cerro, y le señaló ese al que ahora le decimos Cerro grande. Han olvidado ser
agradecidos, así que no quedará rastro de ninguno. No le digas a nadie”. El día llegó, y
en forma de tormenta el pobrecito volvió, y barrió con todo lo que estaba sobre la tierra.

Alba y Venancio van a la entrada del pueblo, se escucha la música. Silencio. Sonidos
de waqrapukus. Él le coloca la banda del padre, le pasan un sombrero adornado con
flores, él se lo coloca a Alba en la cabeza. Alguien le pasa la demanda a Alba, Venancio
hace un ademán para que se la de y ella lo hace. Ambos se colocan uno al lado del otro.
Flashes de fotos. Campanadas de iglesia. Venancio se va bailando con la demanda
hacia el altar, Alba queda sola.

DÍA CENTRAL: PROCESIÓN

La escritora abre un archivo de power point, este se proyecta con un texto y unas fotos,
ella saca su celular y graba su voz.

ESCRITORA:
NOTA DE TRABAJO: Domingo 23 de setiembre de 2018.
¿Qué historias no han sido contadas? ¿Qué historias no nos han sido contadas
completas? ¿Qué historias elegimos contar y son mentira? ¿Qué historia he
elegido contarme toda la vida y es mentira?

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Pausa la grabación, proyecta el documento de power point en modo presentación,
escuchamos la grabación mientras aparecen unas fotos de ella y su padre, y la canción
Almohada de José José. Al final, guarda el documento como Final- Final de verdad.ppt

ESCRITORA:
(escribe y se proyecta)
Esta rabia ya ha estado entre nosotros,
la hemos lamido,
hurgando en nuestra propia piel.
Yo, la nombro: es real.
En algún momento empezaré a desaparecer.
Lo presiento

ACTRIZ
Una vez Lucero me preguntó cuál era la relación con mi papá, si había pensado en eso
ahora que hacía un personaje como Alba. Yo le decía que en verdad no, que todo igual,
como siempre. No recordaba que mi papá había sido mayordomo.

La escritora proyecta una foto del papá de la actriz.

ACTRIZ
El nació en Ancash, en Parobamba. Muchas personas de allí migraron a la capital, y
mantienen como tradición hacer la Fiesta de la Santa cruz de Parobamba en Lima. Yo
no sé por qué no lo recordaba, capaz porque cuando fui era chica. Con esa banda que
él tiene puesta empezamos a ensayar. La tenía guardada mi tía Miriam.

Escritora proyecta una foto del papá de la actriz donde se le ve a él con los brazos
abiertos.

ACTRIZ
Esta es la foto que siempre volvería a ver. Se ve feliz, extiende los brazos, sonríe.

La actriz coloca un huayno, Río Santa, realiza diversos trazos alrededor del bastidor de
madera con una tiza, marca una ruta donde escribe 8 horas, 6 horas, 4 horas. Termina
rodeando el cuadrado de tierra en el piso.

ACTRIZ
(al actor y la escritora)
Tengo algo para mostrarles. (a la escritora) ¿Lo ven? Capaz y nos da imágenes.

ACTOR
En una fiesta patronal, en el día central sale la procesión. Es el tiempo en que florea la
papa y las calles de cantutas, claveles y campanitas. Todos las juntamos para poder
ofrendarlas al patrón.

Venancio se acerca a la imagen del Cristo, la cámara lo sigue en primer plano, detrás
del Cristo.

VENANCIO
Será que hoy te vestimos, papanchis, te pusimos el sudario de fiesta, y te pregunté si
estábamos haciendo las cosas bien, que ella había venido, la hija de Fidel, que todo se

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estaba haciendo como antes. Que hoy ví algo que no me imaginé, ni en sueños: una
familia invitó a su casa a Alba. ¿Estamos haciendo todo bien?

ALBA
Un niño me lleva de la mano ante sus padres, ellos están comiendo en su casa, tienen
la puerta abierta, el niño me hace pasar, me acerca una banca a la mesa, y ellos no
tienen cómo decir que no.

ESCRITORA
Le mostré a un amigo lo que había escrito hasta aquí y me dijo: “La guerra por sí misma
no es dramática. Uno piensa que sí, pero no lo es. Tus personajes tienen que hacer,
tienen que vivir en la escena, les tiene que pasar algo”. En este momento me empecé a
cuestionar cómo estaba contando una historia que yo no había vivido, lo que decía de
personas a la que ni siquiera había visto. Había ido a Ayacucho, varias veces, pero lo
más lejos que había llegado era Vilcashuamán, en un tour.

ACTRIZ
Planeamos ir a Chungui, varias veces.

ESCRITORA
Nos juntamos con gente que era de la zona, para conversar. Sobre todo, porque
queríamos llegar hasta Oreja de perro que colinda con la selva, y conocer los pueblos
de Belén Chapi, Ninabamba, Yerbabuena, Oronqoy, Totora...

ACTRIZ
Otros nos dijeron que mejor no nos arriesgáramos a ir allí, que era peligroso, que era
parte del VRAEM. De todos modos, nos animanos, compramos nuestros pasajes…

ACTOR
Averiguamos, eran casi diez horas caminando, era mejor hacerlo de noche porque de
día el sol te fulmina...

Se escucha Audio:
El burgomaestre Eusebio García Orihuela fue cobardemente asesinado al parecer
estaba desplazándose con dirección hacia la comunidad del distrito de Oronccoy esa
zona conocida como Oreja de perro o Vizcatán en la región de Ayacucho. Este ha sido
emboscado por miembros al parecer de sendero luminoso ya que esta zona es un paso
importante tanto de sendero luminoso como del narcotráfico. La comisaría más cercana
se encuentra a cuatro horas en la ya región de Apurímac perteneciente a la región
policial de Andahuaylas. El burgomaestre junto a otras personas se desplazaba por la
carretera cuando fue emboscada la camioneta de la municipalidad en la que se
transportaba, este recibió varios impactos de bala, el herido fue auxiliado por otro
vehículo que apareció en la zona y fue trasladada hacia el centro de salud más cercano,
trayecto en que por gravedad de las heridas dejó de existir. EL levantamiento del
cadáver recién el día de hoy se podrá realizar ya que la policía no puede desplazarse
hacia el lugar debido a la peligrosidad de la zona.

Mientras, sobre la maqueta baja, colocamos un mapa de Chungui, y la cámara va por el


mapa, señalando los lugares que se van escuchando en el audio.

ESCRITORA
No viajamos. Nuestro contacto nos pidió esperar. No nos dijo hasta cuándo.

19
ACTOR
(Mientras se proyectan fotos del colegio de Melvin en Huancayo)
Cuando Lucero y Yolanda me invitaron a este proyecto, me interesó investigar sobre
todo lo que rodea a la fiesta, y me preguntaba si a partir del periodo de violencia cambia
en algo la música, el baile. ¿Cómo sería la fiesta ahora en Chungui? Yo soy de
Huancayo. En uno de los ensayos recordé que cuando estaba en primero de
secundaria, los terroristas ingresaron a mi colegio.. Nos sacaron al patio donde nos
hicieron formar. Pintaron todo, tiraron volantes. Yo recogí uno, uno de ellos me llamó y
yo pensé que me iba a llevar como se llevaron a otros amigos.

La cámara sale del encuadre de las fotos, recorre la maqueta hasta llegar al libreto que
se encuentra cerca y se queda en una parte del texto que queda proyectada:
Actriz
¿Pasamos letra?

ACTRIZ
¿Pasamos letra?

Actriz asiente, va a la mesa de la escritora, se coloca frente a la lap top. Se proyecta


una imagen donde se ve el rostro de Alba y solo el hombro de Venancio con su banda
de mayordomo. A continuación, los textos de Venancio salen proyectado en la pantalla.

VENANCIO
Pensé que ya había salido.

ALBA
Salí. Quería recorrer un poco el pueblo, todos están tan ocupados. Hacen velas
hermosas. Quería hablar contigo, pero ayer, después de la misa, fue imposible.

VENANCIO
Quizá se está aburriendo.

ALBA
Yo no soy bienvenida, me gustaría saber por qué. Me voy a quedar muy poco tiempo.
El lunes yo vuelvo a Lima...

VENANCIO
¿Estudia?

ALBA
Trabajo. Soy profesora. De secundaria. Enseño biología o lo que me toque. Mis alumnos
deben estar felices de que no haya clase. He visto que hay un colegio pequeño en el
pueblo. ¿Allí enseñó mi papá? Él nunca me habló de este lugar. Para mí fue una
sorpresa, me gustaría saber más de él. ¿Quién lo conocía?

VENANCIO
Ya no están en el pueblo.

ALBA
Hay mucha más gente joven. De nuestra edad. No sé a quién preguntar. ¿Tú sabrás de
alguien que lo haya conocido? Quizá tu mamá, tu abuela… o tu papá.

20
VENANCIO
Mi mamá ha fallecido.

ALBA
Lo siento. Lo olvidé. Perdón. Mi mamá también murió hace unos años.

VENANCIO
Señorita…

ALBA
Todo esto para mi es nuevo. Él nunca me contó, no sé por qué. Yo quisiera saber más
de él, dónde estudió, dónde estaba su casa, dónde jugaba, si tenía amigos. Quizá iba a
la iglesia. ¿Dónde está el cementerio? Quizá mis abuelos están allí.

VENANCIO
Mucha gente tuvo que irse de aquí.

ALBA
Mi papá también se fue. ¿Por qué se fueron?

Se proyecta la palabra Silencio.

ALBA
Alguien debió conocerlo, en la municipalidad debe haber algún registro…

El actor se levanta, se coloca la banda de mayordomo, coge unos ramos de flores. Las
proyecciones de texto se detienen.

VENANCIO
No. No hay nadie, señorita. Estamos de fiesta. Van a ser las tres, estamos tarde para la
procesión.

ALBA
No sé si este es el momento, pero quisiera saber cómo puedo hacer para dejar a mi
papa aquí.

VENANCIO
¿Tu papá?

ALBA
He traído sus cenizas. No sé dónde estaba su casa. En la capital era profesor, quizá si
las dejo cerca de la escuela.

VENANCIO
No podemos hablar de eso ahora.

ALBA
Puedo quedarme un día más, si es necesario. No quiero interrumpir toda la festividad,
pero sí quisiera que él descanse aquí. Él y yo… para mi es complicado…Nosotros no
hablábamos mucho…sé que no tengo que contarte esto, casi ni nos conocemos.

Campanas de iglesia.

21
VENANCIO
Tengo que ir a la puerta de la iglesia. Ya va a salir el Señor. Disculpa.

Venancio se va, se pierde entre la gente que se agolpa ante la iglesia con sus flores en
la mano.

MUJER QUE SUEÑA


El rumor corre por el pueblo: Quieren dejar el polvo de Cani aquí, y el polvo subirá al
aire, y lo respiraremos, y quizá hasta llegue a las nubes, y caiga en forma de lluvia.
¿Beberemos del traidor? ¿nuestras semillas crecerán con su forma?

Actriz y escritora van hacia la maqueta, arman el frontis de una iglesia, por el circuito
cerrado vemos a un anda a escala salir en procesión. En tercer término, en el altar,
Venancio dispone todo para la procesión. Al llegar el anda de la maqueta a la puerta de
la iglesia que se reproduce en pequeña escala, Venancio coloca el anda sobre sus
hombros. Ambos planos se cruzan.

ACTRIZ
Yo no me quedaría tranquila, que me digan que sí, y punto. Ella tiene derecho a saber
lo que hizo su padre.

ACTOR
Yo se lo diría. Si fuera Venancio.

ESCRITORA
¿Durante la fiesta?

ACTOR
A ver, está en el pueblo, ya cumplió con lo que le pidieron. El patrón está a punto de
salir…

ESCRITORA
Se pueden quedar callados. La fiesta seguiría hasta el final. Ella se va.

ACTRIZ
Puede pasar esto: suenan las campanas, sale la procesión, todos lo rodean. Yo, Alba,
lo sigo, intento llegar hacia Venancio. Lo noto nervioso, me pongo a su lado. La
procesión llega hacia un descampado, no hay nada, pero la gente para, pide que el
patrón se quede allí, que tú digas unas palabras. Tu no quieres, pero ellos insisten.

VENANCIO
(al público)
Señores, agradecemos a la presencia de cada uno de ustedes. Estamos aquí
celebrando esta fiesta en honor a las personas que han hecho posible este momento.
Hace treinta años que no honrábamos a nuestro patrón. Muchos de los del pueblo que
estuvieron en la última fiesta ya no están, pero ahora vamos a brindar por ellos, vamos
a estar con todos en familia, han venido muchas visitas y ahora hay que celebrar.

ALBA
Yo también quisiera decir algo… Sé que todos saben que mi padre, Fidel Cani, ha
muerto hace poco…

22
VENANCIO
Pido fuertes palmas para el patrón. ¡Músicos…

Suena banda de procesión.

ALBA
Quisiera dejar sus cenizas, quisiera que él descanse aquí… Él nació acá, y creo que
merece un lugar, por favor…

VENANCIO
Te dije que hablaríamos luego--

ALBA
¿Por qué no podría descansar aquí? Tiene el mismo derecho que ustedes. Lo trajeron-

VENANCIO
El patrón lo llamaba.

ALBA
Lo voy a dejar aquí. Ha venido a cumplir con ustedes, ahora cumplan con él.

VENANCIO
Tendrás que llevártelo.

ESCRITORA
La gente se aproxima a Alba, la rodea. Venancio trata de interponerse, lo alejan.

ALBA
La gente me lleva...

ESCRITORA
Alba trata de escapar, pero otras manos la sujetan.

ALBA
¿A dónde me llevan?

ESCRITORA
Alba y Venancio se miran.

VENANCIO
Maymanmi apallankichy.

ALBA
¿Me van a matar?

VENANCIO
Maymanmi apallankichy.

ACTRIZ
¿Lo has escrito? ¿Llego a morir?

23
Vuelan papeles por el aire, caen sobre ellos. La actriz coge uno de ellos del suelo, lo
lee, voltea hacia la escritora.

ACTRIZ
Me muero. No, tú me matas.

ESCRITORA
Este debería ser el momento climático de la historia. En mi primera sinopsis pensé que
debía ser terrible, que la comunidad la confrontaba, la llevaban a un descampado y la
mataban por ser hija de quien los traicionó. Era dramático, sí, pero, ¿realmente eso
pasaría?

ACTRIZ
Alba aún no sabe lo que hizo su padre. Hasta ahora solo los del pueblo han contado su
versión. En ningún momento ha hablado Fidel.

ESCRITORA
Está muerto.

ACTRIZ
Esto es teatro, ¿no?

ACTOR
Yo creo que la gente no siempre quiere vivir de rencores. Ellos quieren hacer su fiesta,
lo están haciendo. Si pasa el tiempo, las cosas también cambian en uno, la manera de
afrontarlas. Quedarse en el pasado no ayuda a curar el presente.

ESCRITORA
¿Entonces cómo se cura? Si ella está allí, si saben quién es, ¿la fiesta sigue?

ACTOR
¿Por qué no? La gente no busca revolcarse en su pasado.

ESCRITORA
Yo no estoy diciendo eso.

ACTRIZ
¿Y qué pasa si quieren perdonar? Quizá ni siquiera se trata de eso. ¿Tú qué harías?

ESCRITORA
No lo sé. ¿Tú?

ALBA
La mujer que escribe sobre mí me dibuja con sus palabras, escribe lo que cree que fui.
Dice que ha leído mucho, y confía en poder reconstruir una vida como la mía. Si yo
pudiera hablar, le contaría que no es tan sencillo. Cuando amanezco, mi cuerpo se llena
del olor de las rosas enredadas con el de la tierra húmeda. Y no me puedo mover, solo
puedo oler.

Alba coge una caja cerca de la mesa baja, la abre.

24
ALBA
Ella se pregunta cómo relatar mi historia, y si yo pudiera preguntarle algo, sería, ¿para
qué? ¿qué quiere hacer con una historia triste que nadie conoce?

La actriz deja caer sobre ella el contenido de la caja, varias casas en miniatura, árboles
y tierra. Se escucha la canción: En la subida de Kutina.

En la subida de Kutina, cactu desnudo de tuna,


te aconsejo que no des tantos frutos, como una docena y media.
Si luego de este aviso das frutos y floreces,
vendrán hombres extraños y te llevarán, te cogerán.
En la subida del Kutina, enredadera de tumbo,
te aconsejo que no des tantos frutos, como docena y media.
Si luego de este aviso das frutos y floreces,
vendrán hombres extraños, te comerán, te cogerán.

KACHARPARI: FIN DE FIESTA.

NOTA DE TRABAJO: Viernes 21 de febrero de 2020.


¿Se puede perdonar a quien nos hizo daño? ¿Puede cambiarnos el corazón?
¿alguna vez ha cambiado mi corazón?

ACTOR
En esa canción, la señora le pide a la planta para que no florezca, no de frutos porque
eso atrae a los forasteros. ¿Cómo es, no? Le pide a la naturaleza que le ayude, que ya
mejor no crezca, para que nadie más llegue y te quite lo que has sembrado, tus
animalitos. Tu vida. Que mejor no lleguen los extraños.

ACTRIZ
Puriqkunas.

ESCRITORA
Les cambió el corazón. ¿Eso es posible? ¿O qué se quiere decir con que “cambia”?

ACTOR
¿A ti te ha cambiado?

ESCRITORA
Hay cosas que no veo cómo antes, no juzgo como antes.

ACTRIZ
A mí sí. Y creo que Alba también se preguntaría qué pasó con su papá, por qué se calló
tantas cosas…

ACTOR
¿Qué podría decir? ¿cómo lo podría decir? Si fue un traidor--

ESCRITORA
Igual tiene una versión. Algunos en el pueblo sí pudieron ser parte de Sendero, en algún
momento pudo ser una opción.

25
ACTOR
Eso no puede ser una opción. Ellos no te daban a elegir.

ESCRITORA
¿Y si Fidel tampoco pudo elegir?

La actriz coloca una mesa en primer término, al medio. Sobre esta, un gelatinógrafo:
reproductor de copias de papel a tinta. Va sacando copias mientras dice el texto.

ALBA
El primer tejido que te rodea es la piel, luego vienen los músculos que rodean a los
órganos. Cuando un cuerpo entra al crematorio es como si el fuego se abriera paso
entre los tejidos, los músculos, los huesos…los carcome y los transforma. Luego de dos
horas, todo se acabó, sólo queda el polvo caliente entre tus manos (cogiendo una hoja
entre las manos) Así. Todo lo que fue esa persona queda aquí. Pasan los días, y el odio,
el amor, todo queda aquí. El tiempo es un fuego que entra muy despacito dentro de uno.

Se dispone la mesa con un plato con cancha. Venancio y Alba se sientan uno al lado
del otro en unos bancos.

VENANCIO
Fui con mi mamá a la primera exhumación aquí en el pueblo, queríamos ver si mi papá
estaba en esa fosa. Encontramos 25 muertos, 20 eran hombres, tres eran niños, y dos,
mujeres muy jóvenes. En la segunda exhumación vimos 15 mujeres, 10 niños y 9
hombres. Encontraron un fémur, hasta ahora no sabemos de quien era. Todo lo que te
conté, de cuando llegaron los militares en medio de la fiesta, fue cuando tu papá no
estaba.

ALBA
¿Dónde estaba?

VENANCIO
Dicen que se fue a recoger la cerveza que un vecino había prometido para la fiesta, pero
no regresó. Luego supimos que él acusó al pueblo. Dijo a los militares que varios de
aquí estaban con los compañeros, los de Sendero. Los militares llegaron, no
preguntaron. Unos pudimos correr, escondernos, otros no.

ALBA
¿Por qué mi papá hizo eso?

VENANCIO
¿Él nunca te contó nada?

Alba niega con la cabeza.

ALBA
¿Dónde están las fosas?

VENANCIO
La más cerca, a dos cuadras.

26
ALBA
¿Dónde se detuvieron durante la procesión?

VENANCIO
Sí.

ALBA
Pero no se ve nada.

VENANCIO
Ni siquiera nosotros sabemos dónde hay más.

ALBA
¿Mi papá conoció a tu papá?

Alba y Venancio se miran. Música de procesión. Venancio se levanta, va hacia la


maqueta y recoge El Cristo para empezar su recorrido hacia la puerta de la iglesia. Al
llegar, se detiene y da la vuelta hacia las cuatro direcciones para despedirse. El Cristo
ingresa sin dar la espalda a las personas, se despide. Campanas de iglesia, cambia a
música festiva.

ESCRITORA
(Escribe en su lap top y se proyecta)

Fidel: He segado mi vida con mi propia mano,


por eso huyo,
porque ya nada crece en primavera;
pero revuelto el mundo algo puede durar.
Como la semilla abandonada
que crece solo para ella,
aunque el sol no salga para ella,
aunque la lluvia no caiga.
Para ella.

ESCRITORA
Voy a cambiarlo todo. Todo.

ACTRIZ
¿Y tienes algo?

ESCRITORA
El final.

ACTOR
¿Y lo demás?

ESCRITORA
No lo tengo completo, solo esbozos, pero el final, sí. Quiero partir de eso.

Les entrega unas hojas. Actor y actriz se miran, se ríen.

27
ACTRIZ
Esto…son poemas.

ACTOR
¿No habrá escenas?

ESCRITORA
Habrá escenas, seguro que sí.

ACTRIZ
Esto no tiene conflicto.

ACTOR
Mi personaje decía más cosas.

ESCRITORA
Habrá personajes, Venancio, Alba, la mujer que sueña. Y apareceremos nosotros.
Nosotros como nosotros.

ACTRIZ
¿Puedes contar algo tan real como lo que pasó allá? ¿Vamos a poder hacerlo aquí y
que sea creíble?

ESCRITORA
No. Y quizá no se trata de que sea real. Quizá se trata de inventar algo que aún no es
posible.

ACTRIZ
¿Qué hacemos acá, entonces? Si no vamos a arañar la realidad, si no vamos a poder
golpearla, ¿qué hacemos acá?

La escritora coloca los zapatos de taco frente al cuadrado de tierra, la actriz se aproxima.
Le pasa el sombrero, se lo pone. Música. La actriz se coloca dentro del bastidor de
madera, y poco a poco, toma todo el espacio mientras aparece el texto.

ACTRIZ
He venido a tu fiesta. Me he sentado en tu mesa, tomado tu licor para hacerme sentir
en la casa a la que mi papá nunca pudo volver. A donde decidió no volver. Y estoy aquí,
y acabo de recibir al Señor del camino, y tuve puesta la misma banda de mayordomo
de mi papá. Y ahora comeremos juntos el pan dulce, y beberemos juntos. Y te quedarás
callado, no dirás nada. Hasta mañana. Guardarás la rabia hasta mañana, quizá hasta
me saques a bailar, y te diga que sí, y tome de tu misma botella. Y nuestras manos se
juntarán, y formaremos una sola ronda. Puedo sentir cómo tiran de mis brazos, es la
música, es el sonido de los platillos, es tu mano que me jala fuertemente, y son los
cohetes que revientan en el cielo y es mi corazón y es la otra mano que me aprieta y
duele me aprieta y duele y es el sonido de la trompeta y es el repique del taco sobre la
tierra no sé andar en tacos y estoy bailando estoy bailando a días de tu muerte en medio
de la vida que ellos celebran papá estoy bailando por ti que ellos te perdonen que me
perdonen después de treinta años de cincuenta de cien seguro hay mucho que perdonar
o quizá no se trata solo del perdón esta fiesta no trata de esto esta es la fiesta de los
vivos los que quedaron y son sus manos y es el sudor es su sudor el que me hace más
cercana a ellos casi podría sentirme uno más de aquí como tu es el sudor que hace que

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mi mano resbale de quien me tiene agarrada me van a dejar ir el olor a la cerveza me
van a dejar ir los cohetes revientan casi sobre mi ropa y yo no quiero me sueltan irme
que el bombo siga encontrando a mi corazón no me quiero ir que yo no me quite lo
bailado hasta mañana por lo menos hasta mañana. Ya no me muero.

ACTRIZ
Ya no me muero.

EL QUINTO DÍA

ESCRITORA
Salí de Huamanga hacia Chungui a las tres de la mañana, junto con la caravana de
combis y camionetas que aprovechan el resguardo militar en el camino. Don Elías, el
teniente alcalde de Chungui, me acompaña. Al inicio, el camino es carretera, luego se
vuelve ruta afirmada. No recuerdo cuantas veces me quedé dormida o desperté, solo
que en algún momento abrí los ojos y vi nombres que solo había leído: Ninabamba, San
Miguel, Huallhua. Un chico muy joven extiende su mano, no paramos. “Es un cargacho”,
dicen, que su mochila tiene droga. El joven se queda en el camino, nos alejamos. Luego
de seis horas, Don Elías señala hacia unas casas que se ven cerca de los cerros:
“Lucero, aquí empieza Chungui”. Yo solo veo niebla, pero abajo es día de fiesta. Cuando
llegué, fui a dejar mis cosas al cuarto donde me quedaría, y salí a la iglesia, pasé por la
plaza y vi que caminaban varios militares con sus armas. Cuando terminó la misma,
ellos entraron porque sacarían a la imagen de Santo Domingo de Guzmán, una de las
12 que salen en procesión para la fiesta de la Virgen del Rosario. Cuando terminó la
procesión, la gente se movía más rápido, pasaban las cajas de cerveza, comida,
calientito. Dos bandas de música se pusieron frente a la puerta de la iglesia y se formó
una gran ronda, la gente bailaba. Un hombre me pasó cerveza, luego me llevó a la ronda
donde bailaban y me tomaba de las manos muy fuerte, incluso podía sentir los pliegues
de sus palmas. La vida allí seguía su curso. Al día siguiente, mientras desayunaba con
Don Elías en la tienda de la señora Luzmila, me preguntó con cuánta gente había podido
hablar, que todos allí tienen recuerdos de la violencia. “Hasta yo”, me dijo. Le dije que
no me atreví. Eran ellos los que me preguntaban por qué venía de Lima, tan lejos y sola,
si había traído otra casaca para dejarles, o si me quedaba para el convido al día
siguiente, que repartirían comida para todos. Una de las mayordomas me advirtió: “no
escuches el sonido del waqra, te va a hacer volver”. “Voy a volver”, le respondí. Cuando
terrminamos de desayunar, nos despedimos de la señora Luzmila, caminamos hacia la
estación de combis hacia Huamanga, pasamos el colegio, caminábamos por un
descampado, y le dije: “Don Elías, yo no sé si debo o no sé cómo preguntar… ¿dónde
están las fosas?”. Él se detuvo, señaló a pocos metros de donde estábamos y me dijo:
“allí”, “allí”.

MUJER QUE SUEÑA


Mientras servimos el convido a la gente del pueblo, todos preguntan dónde está ella, la
invitada. Los niños no la han visto. Seguro se fue en la madrugada, así como vino,
aunque llovía. El agua: buena señal para la tierra. Soñé que el agua limpia nos rodeaba.
Llegó el quinto día.

Alba y Venancio se colocan cerca del bastidor de tierra, ella lleva en sus manos la caja
con las cenizas del padre, y su mochila al hombro.

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ALBA
No sé si tengo que pedir perdón por lo que hizo mi papá.

VENANCIO
No tienes que hacerlo.

ALBA
¿Por qué siento que sí?

Venancio queda callado.

ALBA
¿Te vas a quedar?

VENANCIO
Es una ceremonia. Tiene que haber gente.

ALBA
Pensé que ibas a querer olvidarte de mí.

VENANCIO
Estás aquí. No puedo olvidarme de ti.

Alba echa las cenizas del padre sobre la tierra. Venancio canta una canción, casi como
si fuera un murmullo.

ALBA
Volviste a casa, como de seguro querías. Tú ya estás descansando. Ya estás
descansando.

Alba se va. Venancio se saca la casaca, la estira y, se enfrenta con un toro imaginario.
Lo mide, se abalanza hacia él, como en una danza, por todo el escenario. Cuando lo
vence lanza caramelos al público.

NOTA DE TRABAJO: según el día que corresponda.


Este es el final, y no se detiene.

Se escucha la canción Ciudad solitaria de Luis Aguilé. Video del camino de Chungui
hacia Lima. Ruta afirmada, paredes de tierra, camino serpenteante. Tras las curvas,
nubes. Muchas nubes. Tierra. Camino. Tierra.

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He segado mi vida con mi propia mano,
por eso huyo,
porque ya nada crece en primavera;
pero revuelto el mundo,
algo puede durar.
Como la semilla abandonada
que crece solo para ella,
aunque el sol no salga para ella,
aunque la lluvia no caiga.
Para ella.

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