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ESCUELA NACIONAL DE ANTROPOLOGÍA E HISTORIA

“TRAS LAS HUELLAS FRANCESAS Y CAHITAS EN LA


TAMBORA SINALOENSE”. Música e identidad

TESIS

QUE PARA OPTAR POR EL TÍTULO DE

LICENCIADO EN ETNOHISTORIA

PRESENTA

EDUARDO VALENCIA ARMIENTA

DIRECTOR DE TESIS: MAESTRA. LAURA MONSIVAIS


GALINDO

CIUDAD DE MÉXICO 2017


Dedicatoria.

Principalmente a mi hija y a su madre, quienes fueron un pensamiento constante de

fuerza, para lograr uno de los propósitos que vienen, a mi madre y padre; para mí es un

placer otorgarles este fruto.


Agradecimientos:

Quiero agradecer principalmente a mis padres, a mis hermanos, a mis amigos; es

decir, la familia. Estas personas que me acompañando en diversas etapas o misiones en la

vida, en las cuales he recibido una ayuda invaluable.

Gracias a todos los trabajadores y otros investigadores del Archivo Histórico

municipal de Mazatlán, también quiero agradecer a mis amigos que participan en la danza

del venado y otros que dentro de algunas tradiciones me ayudaron a comprender lo

importante de la lengua y de los cantos de la tradición oral para preservar y heredar las

costumbres.

Justo y necesario agradecer también a la Maestra Monsivais quien me ayudo al

desarrollo de un pensamiento capaz de realizar preguntas hábiles para extraer

conocimiento, y por su gran colaboración y paciencia en cada momento de consulta en este

trabajo de investigación.

Agradecido con la vida, con la escuela, con la fuerza que nos impone la ley de la

compensación para salir adelante en estos tiempos difíciles, y si he aprendido algo, es a

observar que la complejidad desarrolla las oportunidades que se crean en el entorno.

Al narrar como acontecieron las cosas, al escribir las narraciones, llegamos a unas

crónicas o cronologías; pero escribir la historia, es suponer, es cuestionar, buscar,

interpretar y exponer los resultados, realmente es un trabajo dinámico para entender los

cambios sociales y saber dónde gravitamos y el contexto de interacción de fuerzas.


INDICE.

INTRODUCCIÓN……………………………………………………………………….…..7

Justificación y descripción del tema..………………….……………….………..…..11

Estado de la cuestión…………..……………….…………………………………14

Objetivos…………………………..………….………….……………………….....16

Hipótesis……………………….………………………………….………… ..............17

Metodología…………………..…………………………………………………...…18

Marco teórico y Conceptual…...……….……………………………….….…….…….21

Antropología de la música…….……………………………………………………31

Planteamiento del problema……...…………………………………………..…….44

CAPITULO. I. ANTECEDENTES MUSICALES.

1.1.-El tambor: usos y funciones en la música originaria del occidente de

México………….……………………...…………………………………………………….47

1.2.- Música e instrumentos característicos del noroeste de México y

Mesoamérica………………………….………………………………………......................48

1.3.-Música española y su llegada a México: Organización social y

sincretismo……………………….………….………………………………………………53

1.4.-La música religiosa durante la colonia…………..….…………………..….....55

1.5.-Música colonial………..……………………………..…..…………………......56

1.6.-Música profana durante la colonia………………………………………........60

1.7.-La música mexicana……………………………………..……………….…….61


1.8.-La música actual de Sinaloa…………….……………..…................................63

1.9.- Música de raíces prehispánicas…….………………………………………....65

CAPITULO. II. ETNOGRAFIA DEL ESTADO DE SINALOA.

2.1.-Etnografía del Estado de Sinaloa….………………..………………..……….71

2.2.- El Rosario…………….….…………………..…………………..……………..79

2.3.-Concordia..……………………….……………………….…………………….82

2.4.-Mazatlán….……………………………………………………..………..…......84

2.5.-San Ignacio….….…………………………………………………………….…86

2.6.-Elota….……………..………………………………………………………..….87

2.7.-Cósala…..…………………………………………….…………………………89

2.8.-Culiacán…..…………………………………………………………………….92

2.9.-Choix….……………………………………………………...……………….…94

2.10.-El Fuerte…….……………………………………….…………………...........94

2.11.-Sinaloa de Leyva……..………………………………………………………..96

CAPITULO. III. LAS REPRESENTACIONES COLECTIVAS EN LA MÚSICA

ÉTNICA DE SINALOA.

3.1.-La música de Sinaloa.………………..…………………..………………..…....99

3.2.-Cultura, identidad e inconsciente colectivo……………..……..…….….…...101

3.3.-Presencia de la tambora en la historia de la música popular de Sinaloa….107

CAPITULO. IV. PRESENCIA FRANCESA EN MÉXICO.

4.1.-Presencia francesa en México.……….…...…..….…..…………....…..….......114

4.2.-Migración francesa en México……………………………………..…………….119


4.3.-El crecimiento del capital francés después de la intervención francesa……….126

4.4.- La influencia francesa en la vida social mexicana…………………….………..134

4.5.-Participacion francesa en la vida agrícola en México….………………….……141

4.6.-La influencia francesa en el norte de México…..………………………….……143

4.7.-El Jazz y la Tambora………..………………………………….…………..…….144

Consideraciones……..……………………..……………………………………………....148

Alcances…...……..…………………………………………………………….…………...156

Bibliografía…..…………………………………………………………………………….157

Fuentes por internet..……………………………………..…………………………….…162

Entrevistas………………………………………………………………………………….162

Índice de figuras…………………………………………………………………………...163

Anexos…………………………………………………….…………………………….….165
INTRODUCCIÓN.

1
La Tambora es un instrumento de percusión, cuyo nombre viene de la lengua cahita,

donde se le llama Tampora, que significa tambor; es un instrumento central en agrupaciones

de música de viento, se toca con una baqueta forrada de cuero, además de tener platillos y

corresponde al bombo de una orquesta y le da nombre a un género musical, en el cual da la

base rítmica que marca la velocidad y el carácter de este género.

La música de Tambora juega un papel muy importante en el Estado de Sinaloa, ha

llegado a influenciar a otros géneros y a formar parte de la identidad de los sinaloenses y de

todo el país.

Un derivado de la música de Tambora es el llamado corrido, el corrido tiene además

una influencia del romance español y adquirió su forma característica durante la Revolución

Mexicana. Ha enriquecido la tradición oral de los pueblos americanos así como el romance a

través de trovadores y juglares en Europa, poseyendo la Tambora, las funciones universales

de la música por su carácter comunicativo.

Esta tesis aborda los antecedentes históricos y el contexto social en el que surge la

Tambora, a raíz de un largo proceso de préstamos culturales acaecidos en Sinaloa, de 1840 a

1930, años en los que México se haya bajo la influencia de otros países. En esta investigación

se enfatiza el contacto con Francia.

1
El tambor tradicional es conocido como o “kúbajo” “támporom”, el tambor es de forma cilíndrica de doble
parche de 35 centímetros de diámetro y 23 centímetros de profundidad, corresponde a la clasificación de los
membranófonos y se percute con dos baquetas. El aro de la caja es de lámina dura, los parches son de cuero
de chivo y anteriormente era de venado. Las paredes del aro presentan dos orificios opuestos
diametralmente aproximadamente de 5 centímetros de distancia de los parches, estos orificios permiten
ajustar los cueros con los tensores que están hechos de piel y evitan el exceso de presión del aire contenido
en el tambor. Cuando requiere afinación a base de calor, lo acercan a las brasas de los tizones. Aparece en
nuestra tradición popular bien como instrumento de señal para toques rituales, junto con la campana
proporcionan la parte rítmica, integrados a los dos violines para la interpretación de los sones de la danza de
San Juan originariamente en Navojoa se expande a los tradicionales pueblos mayos.
http://navojoa.gob.mx/Gobs/images/pdf/DanzaMayos.pdf

7
Este largo proceso de préstamos culturales, entre ellos el musical, incorpora muchos

elementos que enriquecen la cultura e identidad de los pueblos que se encontraron en

contacto.

Durante los periodos de la Conquista, la Colonia y durante el periodo de la casa de los

Borbones de Francia, surgen algunos de estos préstamos y sincretismos, en aspectos como la

comida, la pintura, la música, la arquitectura y todas las manifestaciones artísticas incluyendo

los comportamientos sociales, destacando igualmente las aportaciones que se dieron durante

el Porfiriato en México.

Además de los intercambios culturales, hay pueblos que nunca tuvieron un contacto

entre sí y que sin embargo, poseen similitudes en instrumentos, cosmovisión y religión, sin

importar el tiempo y la distancia entre ellos, resultando posible pensar que los seres humanos

compartimos un inconsciente colectivo que nos une y nos asocia entretejiendo una cultura

universal, en donde la música juega un doble papel; la música como producto de la cultura y

la música como generadora de cultura.

Durante mis estudios realizados en la Escuela de Nacional de Antropología e Historia,

en al área de etnohistoria, me interesó la investigación tanto de documentos de textos

históricos como musicales, por lo que encontré que la etnomusicología es una herramienta

útil para abordar los aspectos musicales dentro de los estudios etnohistóricos.

La etnomusicología resulta relevante como herramienta de la antropología, pues

desde ésta es posible explicar y comparar el fenómeno musical a estudiar, en este caso la

Tambora. En este estudio incorporo conceptos psicológicos como inconsciente colectivo y

arquetipo, para abordar el estudio de los elementos universales, según conceptos

establecidos por el psicólogo C.G. Jung, también se estudian elementos que sobreviven a

los cambios, como elementos transgeneracionales, imaginario colectivo y representaciones

colectivas para abordar elementos indígenas que perviven a los cambios, también se

8
contemplan en este estudio los fenómenos sincréticos que permiten transformaciones

como un dialogo cultural. Este sincretismo surge como respuesta del ser humano ante un

choque de culturas y su adaptación a los cambios.

Apoyados en la herencia social, cargada de comportamientos y símbolos, pasados de

generación en generación, según las explicaciones y conceptos en “las representaciones

colectivas” de Durkheim, se entiende que las representaciones colectivas son la base del ente

colectivo, ellas hacen posible la presencia de un pasado en una evolución musical. Funciona

de tal manera que a través de estos modelos se crea un conservatismo como lo menciona en

“El hombre y sus obras, la ciencia de la antropología cultural” (Herkovits 1995. P. 522) o
2
bien como lo menciona Clifford Geertz en “la interpretación de las culturas” .

En el caso de la Tambora podemos observar que tiene una importante carga simbólica

en el inconsciente colectivo y en el imaginario colectivo de la entidad sinaloense, aunque

posea nuevas formas de expresión musical que han evolucionado por el contacto con otras

culturas y cambios internos. Varias culturas han intervenido en el proceso de la formación de

la Tambora, en un prolongado y complejo desarrollo musical y cultural que comienza antes

de la Conquista, continua durante el Porfiriato y llega hasta nuestros días.

Hay que considerar además, la variedad de esclavos que traen consigo los europeos tras

su llegada al sur del estado de Sinaloa, como en los puertos de Chametla y Mazatlán y que

aportan nuevas culturas musicales, además de la llegada en los años posteriores de los

ingleses, estadounidenses, franceses y alemanes, entre otros.

_______________________
2
Psicológicamente el proceso puede explicarse en términos de una actitud de control de la percepción. Pero lo
cierto es que en el hombre ni campos predominantes ni series mentales pueden formarse con suficiente precisión
sin la guía de modelos simbólicos de emoción. Para orientar nuestro espíritu debemos saber que
impresiones tenemos de las cosas y para saber qué impresiones tenemos de las cosas necesitamos las
imágenes públicas de sentimiento que sólo pueden suministrar el rito, el mito y el arte. (Clifford
Geertz 2006:81).
9
Los términos de endoculturación, transculturación, aculturación y sincretismo son

importantes para la etnohistoria, porque designan el proceso y resultado de las formas de

intercambio entre las culturas a través del contacto con otras. Estos conceptos describen qué

tipo de intercambio se dio y bajo qué condiciones, según el concepto que utilicemos para

definirlo. Se usa también en esta investigación el término de apropiación de G. Bonfil, B.

Se realiza una descripción de algunos conceptos utilizados en esta tesis, los cuales han

sido elaborados desde la metodología que utiliza la Etnohistoria, la Antropología y la

Etnomusicología, y otras ciencias sociales, algunos de estos términos vienen del mismo arte

musical y el interés mostrado por estudiar las expresiones sonoras como expresiones

culturales.

El libro las culturas musicales, lecturas de etnomusicología. Cruces, F. (2001) será un

referente importante desde el cual se abordará el estudio de la música de la Tambora, ya que

el estudio de las culturas se puede abordar desde el estudio de la música como signo y

significante cultural.

Esta investigación recoge la metodología de la etnohistoria y de la etnomusicología, ya

que ambas permiten la investigación de archivos, trabajo de campo y de gabinete que existe

sobre la música que caracteriza al Estado de Sinaloa y los usos y funciones de su música, para

entender las transformaciones de la banda de viento en la Tambora sinaloense y aportar una

nueva forma de acercamiento a la investigación del tema.

10
JUSTIFICACION.

Algunos estudios como los realizados por Helena Simonett, sobre el Estado de Sinaloa

han considerado como enajenada su música, (según el concepto de G, Batalla.) por que no

consideran las aportaciones o los elementos propios de la región, ya que algunos

investigadores toman en cuenta unos pocos factores presentes en el momento de su ejecución

y pasan por alto que ésta es producto de un proceso, dejan de lado los antecedentes que

ayudan a entender la evolución de la música, tomando en cuenta lo externo y superficial,

como cuando se considera solamente a Alemania como influencia musical en esta región;

(por su aportación de instrumentos y géneros musicales), además dejan fuera la influencia de

otros países con los que ha habido intercambio cultural. Estas investigaciones basan sus

estudios en cronologías, trabajo de campo, entrevista, pero dejan fuera la interpretación y el

análisis de los procesos históricos, y otros como los realizados por H. R. Olea y M. Flores

toman en cuenta los antecedentes históricos, pero carecen de una reflexión antropológica del

fenómeno y de una propuesta teórica explicativa.

La presente investigación tiene como propósito mostrar que existen factores constantes

que permanecen aún en momentos de cambios dentro de una sociedad, los cuales coadyuvan

a salvaguardar la identidad de un pueblo o sociedad ante estas formas de cambios que existen

en el choque de las culturas, permitiéndole una continuidad.

La Tambora, es una música que tiene en sus usos y funciones una universalidad, pero

en su ritmo y melodía presenta características propias. Este estudio se propone rescatar tanto

las aportaciones regionales indígenas que influyen en ella, como los elementos aportados por

otros países (principalmente Francia) que dieron como resultado una música regional con

características propias.

En el estudio de la música como producto cultural se incluyen, otros elementos

concomitantes de ella como la danza y la lengua.

11
Existen escasas fuentes de consulta bibliográficas relacionadas a la Tambora y la

música de viento de la región mencionada, razón por la cual resulta importante obtener

información y emplear nuevas técnicas para abordar la historia de este fenómeno de la

Tambora, que aporten nuevos elementos al análisis histórico del tema, como por ejemplo;

estudiar la estructura musical como un patrón que se presenta en la estructura social. Es

necesario tomar en cuenta aspectos importantes de esta cultura para la compresión de su

historia y la construcción social del imaginario colectivo de la cultura de Sinaloa,

representados en su música; Además, es fundamental emplear técnicas de investigación

etnohistóricas y herramientas de la etnomusicología, y así mismo analizar acontecimientos

del contexto mundial en que surge este fenómeno en un lugar y tiempo específico, para así

arrojar resultados en la interpretación del fenómeno identitario de la música regional,

principalmente entre 1840-1930.

Un enfoque multidisciplinario permite verificar y aportar las evidencias para conocer

mejor el desarrollo histórico de la música de Banda y su vinculación con la identidad

sinaloense, exponiendo cómo era la música regional y cómo se ha transformado con el

contacto con otras culturas y explicar los procesos de esta forma de expresión y de una nueva

identidad cultural interpretada a través de instrumentos externos, dando lugar a un auténtico

factor identitario en la historia de la cultura musical sinaloense. Se trata de la construcción de

una sensibilidad e identidad cultural de la música popular que hasta el día de hoy es un

referente a nivel internacional.

Existen diferentes versiones sobre la formación de la música de Tambora, entre las que

destacan las de M. Flores y H. R. Olea, es principalmente a partir de la llegada de la música

de viento al estado y de su posterior integración como elemento cultural de la identidad

regional, pero es necesario incrementar la información sobre la llegada de la música de viento

a Sinaloa y sobre los acontecimientos que indican quién aporta mayor influencia a esta

música.

12
Es importante tomar en cuenta la música de banda extranjera con sus ritmos regionales

como la polka, el vals, el chotis o schottis, marchas, Txaranda, etcétera, que al llegar a la

región noroeste de México se popularizaron.

Dentro de los elementos fundamentales en la música es necesario tomar en cuenta el

ritmo, la melodía, la armonía y la interpretación de los instrumentos, las variantes

lingüísticas, su relación con la danza y su evolución en la interpretación musical hasta

nuestros días, así como las conductas ante ellas y los significados sociales de ésta.

Es necesario considerar que los grupos originarios ya contaban con una cultura musical

en el Estado de Sinaloa, y adoptaron desde la llegada de los peninsulares diversos

instrumentos y música, tanto religiosa como profana, y que hubo presencia de bandas

militares y que con la llegada de diversos migrantes se enriqueció el repertorio musical, sin

olvidar la labor de los evangelistas en la enseñanza formal de la música a los nativos como

forma de expandir la fe católica y todo esto conformará la música de Tambora.

Es importante; además, considerar el contexto histórico del proceso de la Tambora

también durante el afrancesamiento cultural que se dio en México hasta los años del

Porfiriato.

13
ESTADO DE LA CUESTION.

Los estudios consultados en diferentes archivos consisten en algunos ensayos con pocas

fuentes, sin contexto y sin conceptos teóricos etnohistóricos para explicar el fenómeno a

estudiar, otros pocos cuentan con una ardua investigación de archivo y una minuciosa

descripción de las prácticas culturales, pero no reflexionan acerca de este fenómeno como

producto cultural, solo se mencionan los lugares en los que surgen las primeras bandas que

incluyen el tambor y describen el proceso y la trayectoria de las agrupaciones y los autores

más relevantes en el inicio de la música de banda sinaloense y con poco énfasis en los

antecedentes históricos de ésta música y sin analizar los procesos evolutivos de ésta, tal es el

caso de los estudios de Helena Simonett y Manuel Flores y sobre todo sin poner entre estos

elementos una relación. No se encontró ningún estudio que considerara la interacción del

lenguaje y la música en la Tambora.

Por otra parte, la información aportada por cronistas, códices e historia oral sirven

como una plataforma alterna para analizar los orígenes de la música en el noroeste de

México. Un autor con una aportación importante es Héctor R. Olea que de su obra “Los

orígenes de la Tambora, identidad sinaloense” (1974-1980) surgen algunas cuestiones

relativas al sincretismo en la Tambora de Sinaloa y da una explicación de la rápida

apropiación identitaria de la música de Banda por parte de campesinos y pobladores

originarios de la zona, añade que existen en el pasado cambios por préstamos culturales en un

territorio pluriétnico, desde un México precolombino, este autor también considera la

importancia de la Tampora.

Algunos autores han abordado la historia desde un enfoque interdisciplinario como En

Sinaloa nací, título del libro de la etnomusicóloga (Simonett, H. 2004), que toma su título de

una canción del compositor sinaloense, José Ángel “Ferrusquilla”, en este trabajo Simonett,

H., señala que la Tambora tiene como precursores de origen a migrantes alemanes, quienes

14
como dueños de las casas mercantiles trajeron consigo los instrumentos de viento; la autora

se basa en este argumento para explicar que la música de viento se difundió en el estado con

la llegada de estos migrantes.

Hay otras explicaciones del surgimiento de la música de viento en Sinaloa y de quienes

introdujeron los instrumentos de viento, se dice en la tradición oral que llegó con el ejército

francés, poco antes del período conocido como La Intervención Francesa; por lo que se

señala que las bandas de guerra francesas realizaron esta aportación durante este conflicto

bélico y con su estadía en el pacífico mexicano, esta es la historia que se difunde en el

imaginario colectivo y en la historia popular de Mazatlán, Sinaloa.

Simonett, H. (2004) considera que la contribución alemana se inició “en círculos

privados” durante el siglo XIX, deduce que hubo durante este siglo una popularizaron

gradual de la música culta y popular de Alemania.

Los habitantes de las zonas serranas, quienes según Simonett, H (2004). “tenían muy

buen oído” y los habitantes de los poblados mineros recibieron también mayor influencia

extranjera durante el periodo colonial. Estos poblados fueron asimilando e integrando dicha

música a su música popular.

Existen también otras propuestas explicativas sobre otros momentos importantes en el

desarrollo de la música de banda sinaloense que señalan que un estilo de la música de viento

se presentó durante la guerra con EE.UU en 1847, existen también bitácoras de los barcos

ingleses que arribaban a las costas de Sonora y Sinaloa, en las cuales los capitanes describen

veladas amenizadas con bandas de viento que tocaban música del compositor italiano Verdi,

G (Simonett, 2004). Ya que en esta zona del noroeste de México confluyeron muchas

culturas por ser éste un importante punto estratégico geopolítico.

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OBJETIVOS.

OBJETIVO GENERAL.

Identificar cuáles son los orígenes musicales de la Tambora sinaloense, que

posteriormente le dieron un desarrollo que la llevó a convertirse en un elemento de identidad

regional. Así como los agentes culturales y contextuales de donde surge la Tambora como

género musical.

OBJETIVOS ESPECIFICOS.

1-. Documentar la influencia francesa en la música de la Tambora.

2-. Encontrar los antecedentes musicales y los elementos que aportan peculiaridad

regional, a la Tambora Sinaloense.

3-. Analizar cómo se dieron los diferentes intercambios culturales en la zona de Sinaloa.

4-. Mostrar la interacción del habla con la música de la Tambora.

5-. Diferenciar las influencias nativas de las llegadas de Europa en la música sinaloense.

16
HIPOTESIS.

1- Entre las culturas extranjeras que influenciaron la cultura sinaloense destaca la

francesa.

2- La presencia indígena a través de la supervivencia de su lengua y sus costumbres se

haya presente y aporta peculiaridades en la actual música de Tambora.

3- La pervivencia de elementos resistentes al cambio y la adaptación de otros

periféricos permiten a la Tambora ser un símbolo cultural identitario.

4- El estudio de la música de Tambora permite entender los procesos históricos y

socio-culturales de Sinaloa.

17
METODOLOGÍA.

En esta investigación se realizó trabajo etnohistórico mediante búsquedas: en el

Archivo Municipal de Mazatlán; en los documentos hemerográficos (diarios oficiales); se

realizaron consultas en el extranjero a través del portal en línea del consulado francés, en la

sección de migración de Francia a México, (archivo que aporta datos poblacionales, en

México), logrando así utilizar datos cuantitativos y cualitativos. Se realizaron entrevistas a

músicos e investigadores sinaloenses, el trabajo de campo consistió en visitas a poblaciones

donde surgieron las primeras bandas de la Tambora para hacer una recolección de datos que

pertenecen a la tradición oral, intentando un acercamiento a sus costumbres, observando

participativamente.

Se establecieron diálogos con músicos, en especial con la banda de los Osuna, y se

asistió a eventos sociales, rituales, musicales y dancísticos. Se buscaron también datos audio-

visuales con entrevistas y documentales sobre la Tambora en donde el realizador tuvo la

oportunidad de entrevistar a personalidades importantes y representativas del género que

durante el tiempo en que se realizó la investigación ya no estaban con vida. Además de la

revisión bibliográfica, se obtuvo información de los diarios publicados durante el

acontecimiento de la batalla contra el Cordeliere (XIX) y otras libradas en las cercanías del

puerto de Mazatlán y otras partes del estado.

Es necesario considerar un pasado que ésta siempre entre nosotros, es el imaginario

colectivo que acompaña a la humanidad, es su cultura, su tradición en formación y en

transición que la distingue de las otras regiones incluso en el interior del país; es decir, son

cientos de años los que acompañan la tradición y formación de una cultura en un contexto

social en el devenir del tiempo, la cual ante un choque cultural, se apropia, adapta y hace

suyos elementos ajenos como método de sobrevivencia del ente colectivo social, volviendo al

inconsciente colectivo más complejo, resguardándose a través de la tradición oral, el

18
mestizaje y los sincretismos culturales o transculturaciones, lo que Enrique Cámara de Landa,

llama “matriz cultural”, (Cámara, 2004, p. 270).

Umberto Eco (1984) hace mención de los métodos y conceptos que crea la lingüística

para aproximarse al estudio de la Música considerándola un lenguaje, debido a la importancia

que tiene la lengua en la concepción de la realidad, mitos, danzas etcétera, que tienen como

función la explicación del universo, la función de los individuos y de la sociedad dentro de

esta cosmovisión.

Para abordar estas cuestiones es necesario indagar en las expresiones musicales previas

a la llegada de la música de banda europea al estado de Sinaloa, la tradición musical de los

grupos étnicos originales y los instrumentos con que contaban, por medio de un estudio

organológico, el estudio del pasado musical y las entrevistas actuales (semi estructuradas)

permitirán conocer mejor los determinantes o las constantes culturales que vinculan a la

música de Banda con la identidad sinaloense, en donde aún subsisten características

musicales y culturales del pasado regional con las nuevas aportaciones y apropiaciones.

Aplicando las bases de la etnohistoria para obtener los antecedentes históricos.

Esta investigación tiene un enfoque diacrónico ya que tiene una perspectiva histórica y

sincrónico puesto que se abarca desde el estado actual del fenómeno estudiado.

Esta investigación hace un análisis de lo que precede a un contexto en donde se dan los

préstamos, para lograr entender que gracias a ciertas circunstancias se manifiesta una nueva

expresión cultural, ya que para el momento de la entrada de los alemanes el conocimiento

musical era abundante e incluso antes de la conquista y siguió su desarrollo durante la colonia

y hasta nuestros días.

19
Se consultaron algunas fuentes como algunos diarios de religiosos y principales

cronistas, como Fray Pedro de Gante, Fray Pérez de Ribas, Fray Toribio de Motolinia

etcétera., para aportar datos que dejen ver el interés de los conquistadores en usar la música y

el canto como medio para la llamada conquista espiritual, donde involucraron a los indígenas

mexicanos en el oficio de misas y otras ceremonias religiosas, dando como resultado la

creación de formas de supervivencia cultural.

El análisis de la cultural tiene dos enfoques epistemológicos: Uno centrado en objetos y

procesos tecnológicos y otro que lo sitúa dentro de un contexto interrelacionando con la vida

social. En este estudio se emplean ambos modelos epistemológicos.

20
MARCO TEORICO Y CONCEPTUAL.

 ETNOHISTORIA.

Ya que el objeto de estudio de la etnohistoria son los restos culturales de la historia,

debe incluir en sus estudios la música, como parte de las obras del hombre.

La etnohistoria ha pasado por un largo proceso para llegar a ser considerada una

ciencia, logrando un acercamiento con fenómenos históricos y socio-culturales, dejando de

ser solo una herramienta para otras disciplinas, ya que posee su propio objeto de estudio,

metodologías, conceptos y marcos conceptuales.

Sobre los inicios de la etnohistoria, Marín, C. (1965) relata en. La etnohistoria un

intento de explicación:

La etnohistoria es reconocida en la antropología mexicana después que en los Estados

Unidos, fue aprobada en 1946, la ley de reclamaciones indígenas que daba derecho a los grupos

indios a reclamar al gobierno indemnizaciones por las tierras que les habían quitado los

colonizadores blancos, siempre y cuando las hubieran perdido mediante tratados. Para precisar

la existencia de estos y sus estipulaciones, para identificar las antiguas localidades y territorios

“cedidos”, se recurrió, a etnógrafos que investigaron en los archivos, y acudieron a toda clase

de evidencias pertinentes. El “acercamiento” se había producido y surgía así un nuevo campo

de trabajo, la etnohistoria norteamericana. (p. 166).

Este reconocimiento de aportaciones de la etnohistoria a la investigación histórica

social, permitió la incorporación en sus estudios de documentos de pertenecía, pinturas

rupestres, petrograbados y códices en pieles donde se evidenciaban a estas extensiones de

tierras como áreas en donde habían morado los grupos originarios, es decir, se fueron

introduciendo nuevos elementos como fuentes de información sobre la historia de los pueblos

que eran considerados ágrafos, cuyas fuentes se suelen llamar interpretativas.

21
Debido a este surgimiento de la etnohistoria como ciencia a mediados del siglo XX en
3
EE.UU, la etnohistoria adquiere bases epistemológicas (metodología ) en sus estudios dentro

de las ciencias antropológicas y sociales. Durante mucho tiempo la etnohistoria estuvo

enfocada en la historia de estos pueblos ágrafos ya sea en la reconstrucción de su historia o

darles voz a éstos, cuyas viejas formas de comunicación fueron quedando obsoletas, debido a

la transculturación.

Es en gran parte por esta razón que la etnohistoria ha tenido una importante función en

sus primeras investigaciones para obtener más información de la ya otorgada por los

etnólogos que hacían sus trabajos de campo, se logra así crear para la investigación de estas

áreas nuevos antecedentes (sujetos a interpretación) utilizando lo ya aportado por la historia.

Acerca de la incorporación de la etnohistoria a las ciencias antropológicas en México

Marín, C. (1965) menciona:

El termino perecía adecuado para ubicar estas investigaciones, de las cuales las más se

referían al desarrollo del México prehispánico, realizadas con base en el riquísimo acervo de

fuentes y documentos escritos, pero utilizando las categorías y conceptos utilizados por la

antropología cultural. (p. 161).

La etnohistoria con su diversidad analítica, teórica y temática dentro de un campo

académico formado por una serie de convergencias entre especialistas en pos de estelas,

códices, pinturas murales, textos doctrinales, relaciones de méritos, historias orales o fiestas

corpus, etcétera fue introduciéndose dentro de las ciencias sociales aunque todavía en el

2001, acerca de la historia de la etnohistoria Tavarez, D. “crónica de una disciplina

bastarda” Desacatos, Num. 7, otoño 2001. P. 11-20. Describió lo siguiente:

3
Ver en Helena G. Solis 22 de Agosto 2014 https://prezi.com/0oiv4djoskvk/metodologia-empleada-por-la-
etnohistoria/

22
En este recorrido sobre la historia de la etnohistoria podemos leer:

… se podría ensayar aquí una definición de la Etnohistoria mediante una serie de

rasgos mínimos que la distinguen como una disciplina aparte. De acuerdo con este criterio de

la Etnohistoria. (p.12)….

- Intenta analizar y reconstruir las estructuras sociales y culturales de grupos étnicos...

(idem)….

- Dedica particular atención a los estudios lingüísticos y filológicos y a la

contextualización histórica de los textos compuestos en sistemas alfabéticos o pictográficos en

lenguas no europeas. (idem)….

-Enfatiza problemas historiográficos y epistemológicos que resultan del contacto e

interacción entre concepciones europeas y no europeas del pasado”. (idem)….

-Analiza y cuestiona la interpretación social y cultural de grupos no europeos utilizando

metodologías filológicas, lingüísticas y etnológicas… (idem)….

El autor arriba citado se refiere a la metodología de la etnohistoria a un periodo y en un

espacio, en el que surgió la investigación de ésta en México, para lograr su inserción a las

instituciones mexicanas dedicadas a la investigación antropológica.

Sobre el quehacer de la etnohistoria en la actualidad este mismo autor, comenta que la

etnohistoria abarca:

….estructuras simbólicas, prácticas rituales, relaciones de parentesco, etnogénesis

mediante el análisis histórico de fuentes documentales. En realidad, estos rasgos genéricos no

resuelven todos los problemas de la definición de la etnohistoria, pero si ofrecen un punto de

referencia concreto, que contempla la praxis actual de un numeroso grupo de especialistas en la

mayoría de los contextos geográficos donde se realizan investigaciones etnohistóricas en el

presente. ( idem).

23
 ETNOMUSICOLOGIA.

El término etnomusicología fue acuñado en 1950 por el holandés Jaap Kunst en A.

Merriam (1977) que lo prefirió al de musicología comparada, comprende el estudio de la

música folklórica, así como diversos parámetros conceptuales; el concepto de “cambio

musical”, “la música como símbolo”, “aspectos universales de la música”, “la función de ésta

en la sociedad”, “la relación entre diferentes sistemas musicales”, entre otros y las

definiciones de ésta son variadas, por ejemplo: va desde el estudio de la “música como

cultura”, o “el estudio comparativo de las culturas musicales”, o como la definió, E. Von

Hornbostel “la ciencia hermenéutica del comportamiento musical del ser humano” y la

antropología de la música. (Cruces, Blacking, Feld, Finnegan, Hornbostel, Kartomi, Keil,

Merriam, Mayer, Myers, Netl, Rice, Carol, Sinha, 2001, pp. 59-71).

Hablar de etnomusicología actualmente, es hablar de una serie de préstamos

interdisciplinarios y sincretismos musicales que traen consigo una larga historia de roces

entre culturas de muchos pueblos como en el México pluricultural con otros países, ya que no

existe una música pura, y sobre la etnomusicología Olmos, M. añade (2003):

La etnomusicología ya no se contempla simple y llanamente como un apéndice de la

música y la etnología. En la actualidad, la teoría etnomusicológica amplía su campo visual

sobre lo estético como fenómeno articulado íntimamente a la reproducción social. El

etnomusicólogo no se reduce a estudiar la manifestación sonora particular; debe estudiar el

conjunto de fundamentos estéticos que producen la música al interior de la cultura. No importa

estudiar solo el texto musical sino el contexto, el conjunto de elementos que otorga sentido al

universo musical. El estudio de la música nos revelará los principios con los que la música es

recreada y asimilada. (p. 58).

24
Este autor al hablar de la etnomusicología hace una descripción de los inicios de esta

disciplina y sus principales áreas, en las cuales se fue fijando como objeto de estudio las

culturas indígenas y la música no europea.

Continúa Olmos, M. (2003) diciendo:

Para estudiar la música indígena no basta con la recolección de material; el

etnomusicólogo es antes que nada un traductor de códigos estéticos. Ningún tipo de música se

explica por sí misma, sino que es portadora de significaciones culturales sobre las que reposa el

sentido estético con el que se produjo. (p. 50).

Acerca de la relación entre la estructura musical y lo social, dice Olmos, M. (2003):

La traducción de las representaciones musicales da cuenta de la estructura de la identidad

cultural. Cuando hablamos de esta estructura identitaria nos referimos a aspectos invariantes del

reconocimiento colectivo al interior de una cultura. En este sentido, la parte musical de la

cultura es un sistema que participa activamente en el conjunto de los conocimientos que

soportan la identidad colectiva, y que al igual que otro sistema cultural, es susceptible de

modificarse en forma, pero manteniendo en su estructura los cambios más lentos. Dichos

contenidos estructurales, de carácter musical en este caso, son los que soportan los rasgos de

identidad sensible de un pueblo, presentándose a menudo como fenómenos de carácter

arquetípico. (p. 55).

La etnohistoria además de los estudios lingüísticos y filológicos, incluye,

arqueológicos, históricos, etnológicos y la etnomusicología, que estudia la producción social

de la música en un contexto dado. Estas disciplinas resultan pertinentes para la realización del

estudio de la Tambora.

El concepto de C.G. Jung de arquetipo (modelo) e inconsciente colectivo, relacionados

con el concepto de representaciones colectivas de Durkheim, (importante para relacionar e

integrar en una lógica integral al concepto de cultura), permiten entender las bases de un ente

25
social o fenómeno vivo. Ayudándonos a entender cómo funciona este ente y como acontece

la transmisión y preservación del núcleo (formado por estos tres conceptos) de una cultura

como lo menciona M. Olmos en la cita anterior.

De tal forma que dentro de los componentes de una cultura encontramos el lenguaje o

lengua, la cual por tener acentuaciones diferentes además; de otros fenómenos fonéticos cada

una de ellas reproduce en los instrumentos sonoridades distintas, influenciadas por el habla,

ya que ésta es la forma más inmediata para convivir y expresar la realidad existiendo una

estrecha relación entre la forma de entender el mundo y la forma de nombrar sus fenómenos

sociales y naturales.

Es entonces que desde el inconsciente colectivo de C.G. Jung que utilizó para trabajar y

entender al imaginario colectivo, el cual a su vez, ayuda a entender las representaciones

sociales y a la cultura como el fenómeno tangible de estas tres fuerzas. Y entender la cultura y

la importancia de la lengua en esta para crear música.

Los conceptos de B. Batalla son utilizados para entender y mostrar cuales son las

variables, actores sociales o el contexto y el resultado entre los choques de dos culturas, en

este caso occidental y no occidental.

En esta tesis los conceptos utilizados provienen de diversas áreas, sin embargo todas

enfocadas al estudio del ser humano y a su quehacer social. Algunos conceptos se desprenden

de la etnohistoria otros son tomados de la psicología y otros de las ciencias antropológicas y

sociales. Todos los conceptos sirven para aumentar la comprensión y descripción del

fenómeno a estudiar. Dentro del texto se emplean citas de autores de apoyo que muestran que

existen diferentes términos para el estudio de un mismo fenómeno.

 Arquetipo: remite a un constructo propuesto por Carl Gustav Jung para explicar,

aquellas imágenes oníricas y fantasías que correlacionan con especial similitud

motivos universales pertenecientes a religiones, mitos, leyendas, etcétera.

26
En la etnomusicología del siglo pasado no se tomaban en cuenta las culturas cercanas a

la propia, como en la actualidad sucede en el estudio de los grupos urbanos, actualmente

estudia toda la cultura musical del hombre; Además, es importante observar si en la música

existen arquetipos, así como núcleos duros y periferias blandas que estudia López Austin o el

fenómeno de conservatismo que podemos revisar en (Herkovits, M. 1995 p.522).

Como hemos visto en el estudio de la música de los pueblos se encuentran

características que permiten hablar de similitudes o de universalidad en la música y dentro de

estos estudios de la etnomusicología se abre un apartado en donde algunos autores pueden

acercarnos al entendimiento de su universalidad, considerada en algunos de sus trabajos.

El inconsciente colectivo, según C. G. Jung, El inconsciente colectivo contiene toda

la herencia espiritual de la evolución de la humanidad que nace nuevamente en la

estructura cerebral de cada individuo. El inconsciente colectivo es un término que

permite explicar cómo una carga social hereditaria desde lo más profundo del ser

subsiste a pesar de los cambios o intervención de factores externos.

Sobre este concepto Jung, C. escribe (1994):

…Una de las formas en las que se manifiesta primero son, fantasías (incluyendo sueños)

de carácter personal, que vuelven indiscutiblemente a experiencias personales, cosas olvidadas

o reprimidas, y por eso se pueden explicar totalmente a través de la anamnesis individual.

Segundo, fantasías (incluyendo sueños) de carácter impersonal, que no pueden reducirse a

experiencias pasadas del individuo, y por eso no se pueden explicar como algo adquirido

individualmente. Estas imágenes de la fantasía sin duda tienen sus análogos más cercanos en

los tipos mitológicos... Ya que estos casos son tan numerosos, estamos obligados a suponer la

existencia de un sustrato psíquico colectivo, que se ha llamado inconsciente colectivo…

27
…El inconsciente colectivo –antes de entrar en detalles- parece estar constituido por

motivos mitológicos o imágenes primordiales, razón por la cual los mitos de todas las naciones

son sus verdaderos exponentes. De hecho, toda la mitología puede considerarse una especie de

proyección del inconsciente colectivo…

…De este modo, surge una conciencia que ya no está aprisionada en el pequeño y

extremadamente sensible mundo personal del yo, sino que participa libremente en el mundo

más amplio de los intereses objetivos. Esta conciencia ampliada ya no es ese quisquilloso y

egoísta conjunto de deseos, miedos, esperanzas y ambiciones personales que siempre debe ser

compensado o corregido por las contra tendencias inconscientes; más bien, es una función de

relación con el mundo de los objetos, que conduce al individuo a una comunión absoluta,

valedera e indisoluble con el mundo en general…

…En esta idea se expresa la naturaleza global de la plenitud psíquica. Entre los límites de

la mente consciente no cabe la plenitud -que incluye la extensión indefinida e indefinible del

inconsciente-. Empíricamente hablando, la plenitud es, por consiguiente, una extensión

inconmensurable, más vieja y más joven que la consciencia, que se despliega en el tiempo y en

el espacio”. Que significa esto que perdura que no es perecedera, que se despliega más allá del

individuo y la cual se vuelve indisoluble, es decir, inherente a la sociedad y de los fenómenos

de tiempo y espacio, que viene acompañando a la humanidad desde un pasado lejano hasta un
4
actual presente… Tomado de obras completas ver pie de página.

Además del inconsciente colectivo existe una conciencia colectiva que nutre el

imaginario colectivo o conjunto de creencias y sentimientos comunes dentro de los miembros

de una misma sociedad que forma un sistema determinado que tiene vida propia, podemos

llamarlo consciencia colectiva o común.

______________________________
4
C.G. Jung, Tipos Psicológicos, Edhasa 1994 y Daryl Sharp, Lexicon Junguiano, 4 vientos 1994 las
cursivas son citas de Jung recogidas por el autor desde sus obras completas
Disponible en línea. (http://www.odiseajung.com/psicologia-analitica/glosario/lo-inconsciente-
colectivo/, 2017) Consultado 27/6/2016

28
Algo completamente distinto en ocasiones a las creencias particulares, aunque se

manifieste individualmente. Estos términos ayudan a explicar cómo se sigue ampliando la

herencia, antes y después de nosotros. “la cultura tiene vida propia”, palabras que salieron de
5
una entrevista, a un danzante de los Mochis Sinaloa.

William McDougall en su obra Introducción a la psicología (1958) escribió acerca de

una mente colectiva:

….Cabe considerar la mente como un sistema organizado de fuerzas mentales o

intencionales, y, en el sentido así definido, puede decirse con propiedad que toda sociedad

humana posee una mente colectiva. Porque las acciones colectivas que constituyen la historia

de tal sociedad están condicionadas por una organización únicamente descriptible en términos

mentales, y que empero no está comprendida dentro de la mente de individuo alguno. (p. 172).

….La sociedad hállase más bien constituida por un sistema de relaciones entre las mentes

individuales, que son las unidades que la componen. Las acciones de la sociedad son, o pueden

ser bajo ciertas circunstancias, muy diferentes de la mera suma de las acciones con las que sus

diversos miembros podrían reaccionar frente a la situación en ausencia del sistema de

relaciones que los convierte en una sociedad. (idem).

Un individuo piensa y obra como miembro de una sociedad, su pensamiento y sus

acciones privadas pueden ser distintas de su pensamiento y acciones colectivas.

Desde la psicología colectiva, cabe establecer el estudio de las particularidades del

comportamiento colectivo y de la vida mental de determinadas sociedades.

_______________________
5
Oscar Valdez 9 de diciembre del 2016, danzante de los Mochis Sinaloa.

29
Este mismo autor, escribe (1958):

Frente a la vida mental de cualquier sociedad con sus miembros relacionados social y

orgánicamente entre sí, la psicología social tiene que describir cómo cada nuevo miembro que

se incorpora a la sociedad va moldeándose según las pautas tradicionales de pensar, sentir y

hacer, hasta que deviene apto para desempeñar su papel como miembro de la misma y su

influencia contribuye a la vida mental colectiva" (op. Cit. pp.172,173).

Así como existe un inconsciente colectivo y otro individual, y una consciencia

colectiva y otra individual, existe una representación mental de lo real, colectiva e individual

que se ha llamado imaginario.

Siguiendo el planteamiento por los autores mencionados arriba, como W. MacDougall,

M. Olmos, E. Durkheim y C.G. Jung acerca de su concepción del imaginario social o

representaciones colectivas y la explicación de estos conceptos, se pueden relacionar éstos

con ejemplos históricos, para el análisis de distintos fenómenos sociales y entonces resultan

útiles para el estudio de la Tambora sinaloense.

30
LA ANTROPOLOGIA DE LA MUSICA.

 Universalidad de la música. Es importante además del estudio de los instrumentos,

estudiar las situaciones en las que se practica la música, el espacio y el entrono

sonoro, así como fenómenos colaterales a esta. Algunos estudios de música

comparada señalan que hay elementos que se hayan en todas las culturas y en todos

los tiempos, y que otros son de carácter específico, por lo que se hace necesario

entender la evolución y las bases estéticas generales de la música, buscando analogías

entre la música originaria de la región y la de otras regiones. Resulta relevante

considerar los aspectos de la música regional de Sinaloa y sus transformaciones desde

la conquista S.XVI-XVII, hasta la llegada de migrantes comerciantes del periodo del

contacto que se dio en el Siglo XVIII-XIX, hasta el Porfiriato, así como los usos y

funciones universales de la música.

Por lo anterior, en el estudio de la cultura Cahita, como ha señalado E. Von Hornbostel,

“hay que reconocer la presencia de un arte altamente desarrollado, que poseyendo quizás

los mismos usos y funciones que los otros, obviamente ha evolucionado en ambientes y hacia

direcciones completamente diferentes” (Cruces, F. et. al. 2001. p. 56)

Existen estudios que nos permiten explicar los orígenes de la música a partir de sus

estadios evolutivos, la relación entre lengua, música, danza, ha llamado la atención ya en el

pasado, como al naturalista, filósofo y antropólogo ingles Herbert Spencer, desde 1857

concebía el canto como un lenguaje dotado de una especial intensidad dada por la emoción, el

naturalista Charles Darwin, quien consideraba desde 1871 que el canto constituía la herencia

de un acrisolado legado de rituales de aparejamiento de nuestros antepasados animales, del

cual se derivó posteriormente el lenguaje. El compositor Richard Wagner en ese mismo siglo,

escribió que la música y el lenguaje tenían orígenes comunes, la lengua musical. En esta

universalidad de la música es importante considerar, no solo el lenguaje, sino también la

psicomotricidad, como por ejemplo, los movimientos rítmicos del cuerpo al trabajar.
31
Desde el siglo, XIX podemos observar cómo se han planteado las posibilidades y

habilidades ancestrales naturales e inconscientes que posee musicalmente el ser humano, que

puede derivar en estilos musicales, pero aún no se planteaban teorías que abordaran este

fenómeno como un fenómeno cultural, dentro de una historia y un espacio dado y los

procesos de intercambio cultural. Existen ya en el siglo XX algunos estudios que abordan el

problema de contexto como para Nicholas Cook (2001) quien escribió “O si utilizamos la

música como un modo de comprender otras culturas, entonces podemos verla como un medio

de negociar la identidad cultural, de mover nuestra propia posición, construyendo y

reconstruyendo nuestra propia identidad en el curso del proceso”. (Cook, N. 2001. p. 161,

como se cita en Ruesga B. et al.,2004).

Este mismo investigador comento:

Frecuentemente las apariencias son engañosas. Por ejemplo, puede parecer que dos

culturas emplean la misma estructura de escala (musical), pero es posible que esta estructura

sea interpretada de modo distinto por los miembros de cada cultura. Inversamente la música de

las dos culturas en cuestión puede emplear materiales muy diferentes, pero el mecanismo

subyacente que gobierna la organización de estos materiales podría ser el mismo para ambas.

(idem).

Acerca del problema de universalidad y singularidad en la música John Blacking (1966)

escribió:

Los análisis estadísticos de los intervalos… son muy oportunos, con tal de que sepamos

que los mismos intervalos tienen los mismos significados en todas las culturas cuyas músicas

estamos comparando, si esto no fuera así podríamos estar comparando fenómenos no

comparables en otras palabras si aceptamos las premisas de que las estructuras musicales de

cualquier cultura son producto de conceptos y comportamientos peculiares de esa cultura, no

podremos compararla con estructuras similares en otra cultura, a no ser que sepamos que las

32
segundas derivan de conceptos y comportamientos similares a las primeras. Inversamente, los

análisis estadísticos pueden mostrar que la música de dos culturas es muy diferente, pero un

análisis de las bases culturales de estos patrones sonoros puede revelar que esencialmente

ambas tienen un mismo significado, que ha sido traducido de modos distintos a los diferentes

“lenguajes” de ambas culturas. (Cruces, F. 2001. et. al. p. 65).

Podemos pensar que la música de viento Alemana tiene los mismos usos y funciones

que su similar en tierras sinaloenses y puede ser cierto, sin embargo también puede no

tener las mismas connotaciones sociales.

Respecto a la importancia y la presencia del lenguaje en las expresiones artísticas

Van Den Berghe P. (1975) comenta:

La etnicidad es a su vez un fenómeno objetivo y subjetivo, la relación entre ambos

aspectos es una cuestión empírica (…) Los grupos étnicos se definen a la vez por las

modalidades culturales subjetivas de su conducta incluyendo la más importante, su conducta

lingüística y por sus visiones subjetivas de si mismos frente a otros (p.18).

Y sobre este mismo tema Howoritz, D (1985) comenta lo siguiente:

“El idioma de la etnia es el lenguaje del parentesco” (Horowitz, D. 1985. p. 57) cita a

Michael Fischer diciendo que la etnicidad puede ser el caso máximo de intimidad socialmente

organizada y la experiencia familiar. Pierre Van Den Berghe va aún más lejos al afirmar que

“sentimientos étnicos y raciales son extensiones de las sentimientos de parentesco” (Berghe P,

1975, p. 18).

El encuentro de las culturas se puede estudiar a partir de hechos sociales, a partir de

la música y la música se puede estudiar como un lenguaje, como lo ha planteado Umberto

Eco, Charles Darwin y Theodor Adorno.

33
Un aspecto considerado universal dentro del fenómeno musical como ya se dijo, es su

relación con el lenguaje, Bruno, Nettl (1975) comento al respecto “…que todas las

tradiciones musicales emplean un fuerte componente de oralidad” (Cruces, F. et al. 2001.).

Y agregó este mismo autor.

Siento por lo tanto que no debería dedicarme simplemente a lo que llamamos música de

tradición oral, o a lo que conocemos como música folk, sino al estudio de toda la música desde

un punto de vista de su tradición oral; y esto para mí, es una de las definiciones aceptables

dentro del campo de la etnomusicología. (op, cit. p. 69).

En la actualidad la etnomusicología estudia todo tipo de música pero con distintas

metodologías transdisciplinarias.

David McAllester en (1956) mencionó que la etnomusicología “no está en modo alguno

limitada a la llamada “música primitiva”, sino que viene más definida por la orientación del

investigador que por cualquier limite rígido del discurso”. En 1960 sugirió una definición de

la etnomusicología en términos categóricamente procesuales como “el estudio de la música

en la cultura” y dos años más tarde Nketia J, H, (1962) escribió “el estudio de la música

como un aspecto universal del comportamiento humano está siendo reconocido cada vez más

como el objetivo de la etnomusicología”.

McAllester, David. (1956) también comento sobre la importancia de considerar los

aspectos procesuales en los estudios musicales:

Las definiciones que acentúan los aspectos procesuales fuerzan al investigador a enfocar

la totalidad en lugar de las partes separadas, a considerar la descripción como el inicio del

estudio y valorar el sonido musical no como una forma separada, sino como parte de la

totalidad de la sociedad y la cultura. (Ruesga, B. et al., 2004. pp. 3- 6).

34
Nettl, B en 1975, definió el objeto de estudio de la etnomusicología como. …“el

estudio comparativo de las culturas musicales, particularmente como sistemas totales,

incluyendo sonido y conductas, por medio de la investigación de campo”. (Cruces, F. et al.,

2001. p. 71).

Una de las tareas de la etnomusicología es la búsqueda de correlaciones entre la

estructura del sonido musical por una parte y la cultura y la sociedad. La etnomusicología

resulto útil en esta investigación ya que nos permitirá estudiar el fenómeno musical de la

Tambora, a través del inconsciente colectivo, el imaginario y las representaciones colectivas

que salvaguardan una parte esencial de la música originaria del Estado de Sinaloa.

Para explicar cómo La música de Banda se convirtió en referente identitario es útil el

concepto de apropiación de la cultura, de G. Bonfil Batalla, y de inconsciente colectivo, de

C.G. Jung, que ayudan a entender cómo se preserva y adapta el pasado a los cambios,

logrando sobrevivir una cultura, esto implica la transmisión de elementos culturales, como la

lengua, el ritmo y la estructura musical, nos referimos a representaciones colectivas que han

pasado a formar lo que la población sinaloense identifica como Tambora. Para lo anterior me

centraré en las ideas de C. Gustav. Jung, expresadas en el “Documental construido sobre

fragmentos de dos legendarias entrevistas: la controvertida grabación a Jung en agosto de

1957”, que trata del mundo interior, los arquetipos y el inconsciente colectivo, en relación a

los intercambios culturales, utilizaré los conceptos de G. Bonfil Batalla.

Algunos otros conceptos que ayudan a comprender y explicar el desarrollo del

fenómeno a estudiar son los descritos a continuación.

Los conceptos que definen al hombre y sus culturas; la cultura ajena, la propia y

apropiada, señalados por G. Bonfil Batalla, incluyen el concepto de apropiación de la

cultura, para hablar acerca de los resultados de choques entre culturas y sus características,

en términos de relaciones sociales la dialéctica del control cultural no se establece entre “lo

35
mío” y “lo tuyo”, sino entre “lo nuestro” y lo “de los otros”, propio y ajeno tienen connotación

social y es un proceso dialogal.

La capacidad de decisión es también un fenómeno cultural, en tanto las decisiones (el

ejercicio del control) no se toman en el vacío, sin contexto, ni en un contexto neutro, sino en

el seno de un sistema que incluye valores, conocimientos, experiencias, habilidades y

capacidades preexistentes, el control cultural, por eso no es absoluto ni abstracto, sino

histórico.

Así por control cultural entiende Bonfil, G. (1991):

La capacidad de decisión sobre los elementos culturales; pero como la cultura es un

fenómeno social, la capacidad de decisión que define al control cultural es también una

capacidad social, lo que implica que, aunque las decisiones la tomen individuos, el conjunto

social dispone a su vez, de formas de control sobre ellas. (pp. 174-175).

Este concepto nos ayuda a entender cómo es que la cultura sinaloense toma cierto

control, para poder salvaguardar sus características regionales heredadas.

Para Bonfil, G. (1991) Cultura impuesta se refiera a:

…Se refiere aquellas en que ni las decisiones, ni los elementos culturales puestos en juego

son del grupo social; los resultados, sin embargo, entran a formar parte de la cultura total del

propio grupo. Podría ser el caso de hábitos de consumo impuestos por el sistema mercantil: la

introducción de la cerveza en sustitución del pulque, o bien, en otro orden, la sutil imposición

de modelos de vida, aspiraciones, valores, a través de los medios de comunicación, el sistema

educativo, etc. Se trata, en cualquier caso, de un proceso mediante el cual se incorporan

elementos culturales que permanecen ajenos porque su control no es de la comunidad

considerada. (pp. 174-175).

Este concepto es útil para explicar cómo en la conquista y durante la colonia a los

nativos mexicanos les fue impuesta una cultura con nuevas creencias, a través de la

música.
36
Acerca de la cultura apropiada señala Bonfil, G. (1991):

… “se refiere a cuando los elementos culturales son ajenos en el sentido de que, su

producción y/o reproducción no está bajo el control cultural del grupo, pero éste, los usa y

decide sobre ellos. Un proceso que parece estar ocurriendo en diversas situaciones es la

apropiación de las grabadoras portátiles de cassettes cuyo uso permite difundir música propia

(entre los Seris, por ejemplo) y que también ha servido para trasmitir consignas políticas en

grupos que se hallan en guerra de liberación. (pp. 174-175).

Este término se emplea para estudiar periodos posteriores a la colonización,

expansión, dominio e imposición de creencias y resulta útil para el estudio del

fenómeno de la Tambora, ya que ésta se origina dentro de un contexto en el cual la

aculturación o imposición cultural había cesado después de un prolongado contacto

cultural.

Sobre el concepto de cultura enajenada este mismo autor anota:

…aunque los elementos culturales siguen siendo propios, la decisión sobre ellos es

expropiada. El bosque es de la comunidad, pero lo tala una compañía maderera de acuerdo a sus

intereses, con sus obreros y sus máquinas. La "folklorización" de danzas y festividades

religiosas que se promueven con un interés comercial completamente ajeno a su sentido

original, es un ejemplo común. (pp. 174-175).

La enajenación, se refiere a un fenómeno resultante de la creciente adopción de

comportamientos impuestos por los medios masivos de comunicación.

37
Para explicar cuáles son las razones que hicieron posible el fenómeno estudiado serán

tomados en cuenta los conceptos como ya se dijo de G. Bonfil, Batalla planteados en “la

teoría del control cultural en el estudio de los procesos étnicos” (1991), para entender y

explicar como sucede que los grupos originarios de Sinaloa, a través de un conocimiento

previo de la música de viento incorporaron la música de Banda con su propio estilo,

formando la Tambora. Estos conceptos arriba mencionados son utilizados para hablar de

intercambios culturales, están presentes en la investigación; ya que permiten conocer cómo

acontece este enriquecimiento y al pasar de los años como se convierte la música de Banda en

un elemento simbólico de la cultura del estado de Sinaloa, convirtiéndose en una forma de

resistencia resguardando la carga histórica de la memoria colectiva de muchos años, esencia

de los habitantes del estado de Sinaloa. Estos conceptos explican cómo en los procesos de

dominación de una cultura sobre otra, influyen el pensamiento y la cultura del conjunto

social.

Bonfil, Batalla, G. (1991) incluye dentro del estudio de la memoria colectiva, el

término de representaciones colectivas:

… que son diferentes de una sociedad a otra, precisamente porque son resultado de una

larga acumulación que ocurre en un universo social delimitado y continuo a lo largo de un

tiempo. De ahí que las representaciones colectivas siempre formen parte de una cultura

específica y que la identidad étnica como expresión ideológica, contrastiva, pero fundada en

esas representaciones colectivas particulares, exprese también a esa cultura específica (p. 168).

Las representaciones colectivas, son modelos que se expresan a través de las fiestas,

creencias religiosas, donde una idea mueve a toda una multitud que participativamente los

envuelve en una experiencia social.

En este sentido, intentamos explicar la adopción de “La música de Banda” en la

identidad sinaloense a partir de los elementos musicales de las culturas originarias.

38
Para referirnos a Cultura usaré la definición de Clifford, Geertz (2003):

…"el concepto cultural al cual me adhiero (….) denota una norma de significados

transmitidos históricamente, personificados en símbolos, un sistema de concepciones

heredadas, expresadas en formas simbólicas por medio de las cuales los hombres se comunican,

perpetúan y desarrollan su conocimiento de la vida y sus actitudes con respecto a éstas". (p. 88).

La memoria colectica puesta en las representaciones e imaginario colectivo a través de

símbolos (mitos, ritos y música) son conceptos que permiten estudiar porque son específicos

estos, en cada una de las regiones en que surge un fenómeno dado, creando una cultura con

una identidad propia, o además en la descripción de cultura de C. Geertz, podemos observar

como él dice, “una norma de significados trasmitidos históricamente, como un sistema de

conceptos heredados” (op. Cit.), así una cultura utiliza estas representaciones propias para

generar una identidad.

Otro concepto que se incluye es el de representación social de Durkheim, E. quien la

definió como “la conciencia colectiva que trasciende a lo individual; una fuerza que puede

ser visualizada en los mitos, la religión, las creencias y demás productos culturales”

(Durkheim, E. 1968, p. 21).

Durkheim, E. (1968) añade:

Las representaciones colectivas son el producto de una inmensa cooperación que se

extiende no sólo en el espacio sino en el tiempo; para producirlas, una multitud de espíritus

diversos asociaron, mezclaron, combinaron sus ideas y sentimientos, largas series de

generaciones acumularon aquí su experiencia y su saber. (pp. 21-22).

Estos conceptos arriba mencionados explican las distintas formas de trasmisión de una

cultura, así como los mecanismos para preservar y heredar la identidad.

39
Por otra parte, C. Gustav Jung señala que la raza humana posee una herencia colectiva

que se manifiesta en la necesidad de materializarse, esta energía creadora de culturas

proveniente de las mentes, es llamada, “inconsciente colectivo”. El inconsciente colectivo

determina la materialización de una futura realidad, puede ser que la sociedad sea

determinada incluso por un hombre, mas este hombre es determinado por circunstancias

sociales. Este mismo autor incluye en sus estudios sociales los símbolos y representaciones

sociales.

Todos estos conceptos antropológicos acerca de las culturas se pueden incluir en los

estudios musicales ya que la música es un producto cultural.

 La musicología comparada; “tiene por objeto de estudio la comparación de las

obras musicales especialmente de las canciones folklóricas, de los diferentes pueblos

de la tierra con fines etnográficos, que clasifica conforme a sus diversidades”

(Merriam, A. 1977, p. 199. como se cita en Cruces, F. et. al. 2001) sin hacer una

comparación jerárquica como la hacia la antigua escuela de la musicología comparada

europea y etnocéntrica.

La musicología y la etnomusicología son parte de una misma ciencia social como lo

menciono List, G. (1962):

Muchas de las definiciones de musicología, eran prácticamente las mismas que de la

Etnomusicología, ambas tienen también como objeto de estudio los instrumentos de todos los

estratos de la humanidad, desde los nominados pueblos primitivos hasta las naciones

civilizadas, incluyendo folklóricas, popular, tradicionales y cultas no occidentales. Y el énfasis

en las de tradición oral. (Cruces, F. et al. 2001. p. 24).

Actualmente los estudios culturales sobre la música como ya se dijo, vimos incluyen

todos los aspectos concomitantes al fenómeno sonoro e incluyen la música en diferentes

contextos.

40
“Desde la Antropología la definición más común de Etnomusicología es, “el estudio de

la música como cultura” (Cruces, F. et. al. 2001. p. 25) no como producto solo cultural sino

como generadora de cultura, como ya señalo en (1768) Jean Jacques Rosseau. Por lo que

actualmente esta disciplina estudia la música en su contexto.

Desde los distintos encuentros de culturas es donde se contextualiza el nacimiento del

fenómeno de la Tambora sinaloense y los rasgos culturales que participan en la formación de

los cambios sociales, esta perspectiva permite encontrar y explicar cómo sucedió el

intercambio de elementos culturales y los procesos que de estos se derivan.

Algunos elementos pueden cambiar en apariencia, tal como sucedió durante la

conquista espiritual en América, como en los templos donde se impusieron los nuevos ídolos

traídos de Europa y se presentó el llamado sincretismo religioso, donde la cosmovisión

indígena subyace y se incorporan técnicas y símbolos prehispánicos a través de la

participación de la mano indígena. Por ejemplo, las primeras muestras de pintura colonial

fueron relativas a escenas religiosas, elaboradas por maestros anónimos, que aportaran

medios precolombinos; tintas vegetales, minerales y telas de trama áspera e irregular. La

producción artística hecha en la Nueva España por indígenas en el siglo XVI, es denominada

arte indio cristiano, presente principalmente en los estados de Puebla y Tlaxcala.

Partiendo de la premisa que establece que el sincretismo es un proceso, es difícil aceptar

que la “Tambora” naciera con la llegada de los alemanes o franceses sin el aporte cultural de los

pueblos ya colonizados, esto por las características que han tenido otros intercambios culturales a

través del contacto durante la Conquista y la Colonia. Aceptar que la cultura musical nativa no

tuviera un efecto catalizador, detonante o una aportación, o que solo se enajenasen de la cultura

musical extranjera, resulta poco creíble, al existir previamente una amplia cultura musical en

América, por lo que se da una apropiación de la música extranjera, un proceso similar al del

arte indio-cristiano.

41
Hay una historia, un contexto, un cambio en los significantes en los conceptos que

merecen ser tomados en cuenta. Al hablar del nacimiento de la Tambora, hay que

considerarlo como un fenómeno en donde el intercambio sucede de muchas maneras entre los

pueblos de Áridoamérica, Mesoamérica y Europa que en su contacto enriquecieron

musicalmente a los pueblos originarios de Sinaloa, que después volverá a modificarse en

procesos de asimilación, adaptación y apropiación a través de diversas etapas de la historia

como la Conquista, la Colonia, la Independencia y la Revolución, hasta llegar a la formación

de la República Mexicana.

Los conceptos antropológicos explican cómo se suceden estos fenómenos de

intercambio e identidad y como una cultura musical es afectada por su entorno y como ésta

afecta al entorno.

Además el uso de estos conceptos y metodologías posibilita abrir nuevas líneas de

investigación que permitan una nueva revisión histórica para rescatar y descubrir qué o

quienes fueron los agentes aportadores de elementos culturales que dieron como resultado el

nacimiento de la música de Tambora.

Es importante considerar un pasado que siempre está presente, mimetizado que está

entre nosotros, es el imaginario colectivo que acompaña a una región o a un país, es su

cultura, su tradición en formación y en transición, con una esencia primigenia que la distingue

de las otras regiones, incluso dentro de un mismo país; es decir, son cientos de años los que

acompañan la tradición y formación de ésta cultura dentro de un contexto social en el devenir

del tiempo, la cual ante un choque cultural, se apropia de elementos ajenos volviendo además

al imaginario colectivo más amplio, guardando una memoria colectiva a través de la tradición

oral, el mestizaje y los sincretismos culturales, lo que Enrique Cámara de Landa, ha llamado

“Matriz cultural” (Cámara de Landa, E. 2004. p. 270).

42
Una cita que me motivo para realizar esta investigación acerca de la música de Sinaloa,

se encuentra en el libro Quince fragmentos y un tango de Ramón Pelinski.

“La Etnomusicología actual… deja espacio y tiempo a la voz del otro… el

reconocimiento de derecho de cada cultura a expresarse con su propia voz, ínsita al

Etnomusicólogo a estudiar su propia tradición musical”. (Pelinski, R. 2000, p. 17).

Resulta útil para este estudio las consideraciones señaladas por A, Merriam (como se

cita en Cruces, F. et. al. 2001) en su artículo usos y funciones. El uso se refiere a las

circunstancias en que es interpretada y la función se refiere al aspecto simbólico de esta “sin

función no hay sobrevivencia”.

Destaca como principales funciones de la música las de: 1.- expresión emocional, 2.-

goce estético, 3.- entretenimiento, 4.- comunicación, 5.- representación simbólica, 6.-

respuesta física, 7.- refuerzo de la conformidad a las normas sociales, 8.- refuerzo de las

instituciones sociales y ritos religiosos, 9.- contribución a la continuidad y estabilidad de la

cultura y 10.- de contribución de la integración de las sociedad.

43
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA.

El presente trabajo de investigación pretende demostrar que la Tambora es un

fenómeno sincrético y que posee peculiaridades aportadas por los grupos en contacto. De la

presente investigación surgen los siguientes cuestionamientos, ¿cuáles son las

particularidades que dan forma al fenómeno musical de la Tambora sinaloense?, ¿cómo

surgió este fenómeno ¿Que influencias musicales están presentes en él? estas preguntas de

investigación se abordan haciendo un recorrido histórico, observaciones in situ, y se

realizaron entrevistas para analizar las circunstancias presentes en su formación y desarrollo,

dando seguimiento de la trayectoria de los grupos representativos en el inicio de este género a

través de textos, videos y observaciones en encuentros con participantes de música de banda e

intérpretes actuales; además, se realizó una revisión de los principales géneros europeos para

encontrar las caracterizas de estos que se encuentran presentes en la música de Tambora, en

cuanto a la música con mayor influencia prehispánica se asistió a representaciones rituales y

populares en donde se realizó entrevistas a los participantes, y se realizaron observaciones

participativas así como consulta de textos y videos históricos.

Este estudio se realizó principalmente, en las zonas que forman el área sur del estado de

Sinaloa y sindicaturas pertenecientes a los municipios de Mazatlán y Concordia, en el estado

Sinaloa, entre los meses de Septiembre del 2015 y Noviembre del 2016.

El fenómeno sincrético ésta presente en la música del estado de Sinaloa y ayuda a

entender que la transmisión transgeneracional logro fusionar la música de banda de

diferentes regiones y periodos en Sinaloa, produciendo lo que se llama hoy música de

Tambora, como resultado de diferentes contactos culturales musicales.

Es importante tomar en cuenta los actores sociales dentro de su contexto histórico; es

decir, los actores sociales pueden crear un fenómeno social o ser un contexto (social o

natural), los hombres son un elemento vivo dentro de un fenómeno social, por el cual un

44
fenómeno puede ser cambiado por los actores sociales y viceversa, también se incluyeron

conceptos antropológicos, sociales y etnomusicológicos considerando además que el hombre

puede definir a una sociedad y la sociedad al hombre.

Uno de los caracteres que define a una sociedad es la lengua, cabe mencionar que

“Tampora” o Tambor en lengua Cahita del grupo mayo-yoreme, designa al instrumento

musical esencial en todas las celebraciones de los grupos originarios de la región estudiada,

es una herencia del pasado musical que se agrega a una nueva cultura musical externa, un

instrumento principal que transforma la música de Banda en la Tambora sinaloense. Uno de

los problemas que enfrentó esta investigación es que esta herencia prehispánica no ha sido

incluida en los trabajos etnohistóricos, debido a que ha sido escasamente documentada,

aunque hay algunos estudios realizados sobre Áridoamérica. Las principales fuentes fueron

documentadas sobre ésta por los cronistas, son diarios realizados desde el centro y sur del

país, y los realizados sobre el noroeste de México se realizaron hasta la llegada de las

misiones jesuitas en el siglo XVII.

Otro aspecto poco estudiado y del cual surgen nuevas preguntas es la relación entre

la estructura social, el habla y los productos resultantes en la cultura musical.

Esta investigación trata de responder a estas preguntas tomando en cuenta la interacción

de la historia, geografía, lengua, bagaje cultural, imaginario colectivo, representaciones

sociales e interacción de diferentes grupos sociales que intervienen en la creación de la

música de la Tambora, pero está centrado principalmente en la influencia que ejercieron los

franceses en estas regiones.

Otras regiones del país comparten con Sinaloa similares elementos musicales y han

sido afectadas por similares influencias extranjeras y eventos históricos pero presentan

singularidades musicales y culturales debido a variaciones históricas y lingüísticas, poseen

diferentes expresiones musicales, pero comparten algunos significados, uso y funciones en la

música regional.
45
Otras preguntas que surgen en la investigación son: ¿Cuáles son las caracterizas

musicales que distinguen a las diferentes bandas musicales en las distintas regiones del país?

y ¿Qué influencias extranjeras tienen mayor presencia en la banda sinaloense? y ¿Cuáles son

los lugares que determinaron el desarrollo de este género musical en Sinaloa?

Por lo que se buscó el contexto histórico y social en donde se ha desarrollado la banda

musical de Sinaloa y cuáles son las principales influencias o agentes presentes en este género

musical.

El encuentro de culturas no sólo se estudia a partir de los instrumentos musicales, sino

también a través de distintos procesos sociales y tomando en cuenta la música como un

lenguaje, lo que se busca estudiar es como el carácter tonal del habla es un determinante en la

sonoridad producida por los instrumentos ejecutados por los primeros músicos de estos,

además de mostrar que la Tambora surge en un periodo de afrancesamiento, ampliando la

información sobre la influencia que tienen en la Tambora las culturas europeas.

46
CAPITULO. I

ANTECEDENTES MUSICALES.

1.1.- EL TAMBOR: USOS Y FUNCIONES EN LA MUSICA ORIGINARIA DEL

OCCIDENTE DE MÉXICO.

Antes de la llegada de los españoles a América en el siglo XVI el instrumento musical

que acompañaba principalmente al grupo de los Cahitas (en el norte de México) era la
6
“Tampora” o tambor, del cual no hay memoria de su invención pero se dice que les servía

para comunicarse a distancia cuando tenían impedimento por las lluvias para usar humaredas

producidas por el fuego o en otras ocasiones por el viento que dificultaba el toque de un

instrumento de aliento como el caracol marino.

Manuel Flores Gastélum en su libro “Historia de la música popular en Sinaloa” (1974-

1980), realiza una descripción acerca de la de construcción prehispánica de este tambor, y

existen algunas crónicas de frailes franciscanos, en donde incluyen la descripción de los usos

de algunos instrumentos de la región.

Cuando los nativos tenían que convocar a guerra o invitar a un festín general (mitote) lo

hacían, según el misionero Fray Pérez de Rivas (1944-1997), “a son de grandes tambores

que sonaban y se oían a una legua”. (Olea, H. 2012. p. 2). El anterior pasaje del cronista

comprueba lo que más adelante Manuel Flores menciona como su primera aproximación a la

Tambora, cuando dice, “que sonaban los tamborazos para reunirse a tocar” (Flores, M.

1974-1980. p.7). Esta información describe el uso común entre las etnias pre-hispánicas de

esos grandes tambores, la Tampora que se escuchaba a gran distancia, con uso convocatorio

o de llamado.

6
Tambora común de 18 a 22 pulgadas de diámetro, hecho de madera de guásima con cuero de chivo en un
inicio y se le anexan posteriormente, dos platillos de 14 a 16 pulgadas, usados por un mismo ejecutante.

47
A continuación, se cita una descripción la función del “tambor”. Según, Olea, H.
(2012):

La música primitiva de esa época era mágica porque servía para acompañar las

invocaciones del hechicero; era también bélica porque enardecía los ánimos de los guerreros;

además, popular porque amenizaba los grandes mitotes indígenas después de las victorias. (p.2).

Se puede observar actualmente como la música conserva su uso comunicativo y función

ritual, se puede aún observar actualmente su empleo para enardecer los ánimos, amenizar,

exhortar, celebrar triunfos, nacimientos y acompañar pérdidas (como sucede en algunos

entierros). En este sentido la música cumple con las funciones sociales ancestrales, aunque la

tecnología cambie, no cambia su función.

Incluso en eventos modernos y aparentemente lejanos entre si el pulso musical cumple

una función protagónica en eventos masivos como los actuales raves (festivales de música

electrónica) que siguen celebrándose entre jóvenes y en fechas de significación calendárica,

relacionados a eventos astronómicos, como solsticios, equinoccios y ciclos lunares.

1.2.-MÚSICA E INSTRUMENTOS CARACTERISTICOS DEL NOROESTE DE

MEXICO Y MESOAMERICA.

Para acercarnos al estudio de los diversos tipos de instrumentos se puede consultar el

códice florentino, donde encontramos que en sus danzas los pueblos originarios empleaban

instrumentos de aliento y percusión principalmente; como la batea, el bule o guaje, las

sonajas de ayal o ayale, los tenavaris, (hechos con capullos de cigarras llenos de pequeñas

piedras o con los cascabeles de víbora), los “raspadores” de madera y hueso, la trompeta de

caracol, las flautas de carrizo, de cerámica y madera; así como tambores de lengüeta, madera

y parche, como la Tambora cuyo parche es de cuero de venado y otros instrumentos

fabricados por los nativos.

48
Sobre los instrumentos introducidos al noroeste de México por los Mesoaméricanos.

Olea, H. (2012) anota:

Los Nahoas introducen a la cultura otros instrumentos musicales, en ocasiones más

perfeccionados, como el “teponaxtli” (tambor de madera, con lengüeta), el “huéhuetl” (tambor

grande), el “ayacachtli” (sonaja de palo) o el “omichicauatztli” (sonaja de hueso), el

“tetzilacatl” (timbal o gong) y las flautas, silbatos y chirimías. Tenían el “mixcoacalli” que era

una casa especial para los cantores. Sahagún, glosó en su obra muchos cantos e himnos a sus

dioses (p. 4).

Podemos ver un sincretismo en el resultado cultural de los bailes y festejos en los que

se usa la Tambora, el uso de instrumentos de fabricación extranjera fue una apropiación,

porque no llegaron a imponer algo con lo que los originarios no estuvieran familiarizados, es

decir, no era algo totalmente nuevo, en la adoración, festividades rituales religiosas y su

parafernalia, tampoco lo fueron, las formas podían ser distintas pero no las funciones. Por lo

cual fue posible apropiarse de las nuevas tradiciones, incorporando los metales, siendo el

sincretismo el resultado por apropiación y adaptación, uno de los métodos para conservar su

cultura.

En el Códice Florentino, B. Sahagún muestra en la lámina LXIX, libro. 8 instrumentos

y danzantes, aparece la escena de una orquesta precortesiana de músicos y danzantes con los

instrumentos musicales llamados “huéhuetl” y “Teponaxtli”, estos instrumentos no fueron

adaptados o cayeron en desuso entre las tribus de Cahitas, Mayos o Pimas bajos (Noroeste de

México)., por “La prohibición en el S. XVI dada por los tres concilios provinciales”

(Saldivar, G. 1987, p.123) de la iglesia católica, sobre la ejecución de melodías sin su

supervisión, permitiéndoles solo las percusiones, con el fin de evitar la música pagana, fue

una de las principales causas de la producción de las melodías repetitivas y la perdida de

melodías originarias, por restricción de incluir más instrumentos, el tambor siguió dirigiendo

múltiples ceremonias y es así como llega hacer un fuerte símbolo cultural de los Pimas bajos

y llego hacer finalmente la base de la Tambora.


49
Códice Florentino.

Figura.1. Códice Florentino, Sahagún Lamina LXIX, libro. 8 instrumentos y danzantes.

Nota. Se pueden observan algunos instrumentos musicales.

Los originarios del noroeste del país siguieron haciendo uso protagónico de la Tampora

para sus danzas, juegos (como el Ulama) y otras actividades sociales. Los géneros musicales

utilizados por los originarios fueron de tres tipos; la música mágica, que era la más antigua

usada en los rituales; la música de guerra, que era una invitación o invocación bélica y que

también se utilizaba en los juegos para entonar himnos a sus dioses; y la música popular, que

amenizaba sus bailes, mitotes y acompañaban diferentes actividades sociales.

Estos son algunos de los usos que daban a la música y sus funciones que nos permiten

observar rasgos culturales que sobreviven y que son universales. Sobre los diferentes géneros

Olea, H. (2012) señala:

Entre las naciones Cahitas hubo diversos géneros de música como la (tocada, bailada y

cantada) instrumental, vocal acompañamiento de danzas y mixta. En ellos la fuerza rítmica de

los instrumentos se debió haber impuesto desde esa época fuertemente en el inconsciente

colectivo, tan es así que la cultura aún sigue manifestándose en la actualidad en sus danzas y

música permitiendo comprobar la extensión de la consciencia en el tiempo. (p. 4).

50
Los cronistas virreinales describieron a principios del siglo XVII como ya los indios

acompañaban al gran tambor (la Tambora) con chirimías y trompetas; es decir, la asociación

de instrumentos de percusión y viento ya estaba presente. Saldívar, G. (1987) realizó un

estudio acerca de la introducción de los nativos a las pastorelas españolas (representación

indígena pagano-religiosa que se hacía en las festividades de Navidad), así como sobre la

celebración de la pascua desde el año de 1596. En un inicio se dio el choque cultural, con una

imposición cultural, lo que con el tiempo devendrá en un intercambio.

Figura.2. Códice Florentino, Sahagun Lamina LXXXVIII, libro. 8 instrumentos y danzantes.

Pérez de Rivas al reseñar la edificación de la iglesia por la Nación Zuaque refirió que se

solemnizó de la manera siguiente: “En la plaza del pueblo, que era grande, se encendieron

otros fuegos y en medio de él sus danzas y los tambores que antes habían servido a los

zuaques para convocarse a guerra ahora entre cristianos cantose la misa”…(Olea, H. 2012,

p. 4).

Este es otro ejemplo de cómo la música de viento con la presencia del tambor nativo

evoluciona a un nuevo sentido. Este es un claro ejemplo del sincretismo que se origina en la

música en esa época, como sucedió en el arte religioso colonial con participación indígena

en la pintura.

Sobre los principios de la enseñanza de esa época en escuelas musicales, Saldivar, G.

(1980) dice:

Después al fundarse la escuela de fray Pedro de Gante en Texcoco se principió a enseñar

a los nativos la construcción de toda clase de instrumentos, Torquemada en una reseña

51
minuciosa nos comenta que los primeros instrumentos que se construyeron “fueron flautas,

luego chirimías, después orlos y tras ellos vihuelas de arco; posteriormente cornetas y bajones,

y que no hubo género europeo que no interpretasen los originarios de Mesoamérica y que no

usasen en todos sus poblados. (p. 180).

Sobre la fabricación de instrumentos en la Nueva España Saldivar, G. (1980) menciona:

…Y ellos mismos labran todo, que ya no hay que traerlo de España. Una cosa puedo afirmar

con verdad, que en todos los reinos de la cristiandad (fuera de las indias) no hay tanta copia de

flautas, chirimas, sacabuches, trompetas, orlos, atabales como solo en este reino de la Nueva

España…..los demás instrumentos que sirven para solaz y regocijo de las personas seglares, los

indios hacen todos y los tañen. Raveles, guitarras, discantes, vihuelas, arpas y monocordios, y

con esto se concluye que no hay cosa que no hagan (p. 181).

Las ordenanzas eran en realidad para mantener bajo control y vigilancia la práctica

musical, porque de ser libre la práctica sin la observación y dirección de la iglesia, podría

utilizarse en prácticas paganas, aunque en algunos pueblos se logró la practica musical

pagana.

Acerca del contrabajo (que fue un instrumento con amplia aceptación, entre los

nahuatlacos), Saldivar, G. (1987) observó:

Uno de los instrumentos más aceptados fue el Contrabajo con arco, que recibió entre los

indígenas el nombre de tololoche, del cual en el diccionario de aztequismos la hace derivar de

la palabra tololontic, semi esférico y de formas redondeadas, pero un nuahuatlaco don Mariano

Rojas, obtuvimos la respuesta de que en su concepto era una palabra onomatopéyica y entre

tantas opiniones le damos como origen probable a una versión ya que existe que las palabras de

totolt (pájaro) y el reverencial tzin. (p. 229).

Llama la atención como en este instrumento podemos ver que en su forma de nombrarlo

pervive un nahuatlismo, como medio de apropiación.

52
1.3.- LA MUSICA ESPAÑOLA Y SU LLEGADA A MEXICO: ORGANIZACIÓN

SOCIAL Y SINCRETISMO.

Los elementos culturales aportados por el conquistador español no eran producto de

una cultura pura, sino la resultante de varias mezclas, razón por la cual podemos afirmar que

tras el conquistador vinieron otras culturas, cuyo resultado había sido fijado y desarrollado en

ochocientos años de dominación de la península ibérica, así como de otras culturas con

quienes se estableció contacto.

Como ya se dijo es importante tener en cuenta que no hay pureza en la música, lo que

recibimos es parte de una cadena de intercambios culturales en distintas formas,

enriqueciéndose unas a otras, como fue el caso del desarrollo de la música en México y se

puede observar en la Tambora, donde se pueden rastrear no solo influencias españolas sino de

múltiples contactos culturales como lo constata en el siguiente párrafo G. Saldívar “Para

estudiar el origen de nuestra música y muy especialmente las formas vernáculas, es preciso

buscar sus relaciones con la música no sólo española, sino hay que ir mucho más lejos a la

arábiga y la africana”. (Saldivar, G. 1987, p. 187).

Una de las influencias sobre España fue la arábiga, pueblo que surgió del desierto

africano, nómada e infatigable, lanzado en lucha a la conquista, sembrando a cada paso sus

ideas y echando raíces hondas en todos los órdenes de vida, haciendo derroche de producción

y gala de complicados artificios, cubriendo todo de un colorido mágico de deslumbrante

belleza, llevando consigo conocimientos tanto filosóficos y como científicos; Además,

recogieron a su paso cuanto pudo asimilar su grandeza, de Egipto, por ejemplo, tomaron

conocimientos en varias áreas, en especial de su música, instrumentos y formas melódicas

algunas de éstas que escucharon a los pastores del Copto, este es un ejemplo de como las

expansiones de los pueblos o naciones producen un enriquecimiento cultural, el cual se

observa de la misma manera con la llegada de españoles a México.

53
El pueblo árabe en su afán de conquista realizará trasplantes culturales y con ellos la

música, otros pueblos han sido atraídos por la fascinación de aquel conglomerado poderoso,

en su expansión el pueblo árabe lleva los instrumentos musicales y cantos con que después

añoraría su tierra distante, y así llega la influencia árabe a España, vaciando en sus campiñas

y ciudades el fruto propio y el recogido en su larga peregrinación, imponiendo e impregnando

aquellas ideas en aquel pueblo peninsular, de igual manera sucedió con los españoles, con los

ingleses, estadounidenses, franceses y alemanes al llegar a Sinaloa.

El pueblo árabe logró mantener su influencia durante ocho siglos sobre España,

contribuyendo decisivamente a formar en ella una cultura peculiar, influyendo como en el

caso de la lengua, siendo esto lo mismo que sucedió tras 500 años de conquista ibérica en

territorio mexicano. A partir de la transformación del idioma y de una nueva cosmovisión se

modificaron las formas de expresar, transmitir y por ende entender la realidad, la cual fue

afectada.

Los originarios de México recibieron con curiosidad y por imposición su música, en un

inicio incomprensible, la lengua y nuevas expresiones artísticas que el conquistador impuso.

Mientras algunos conquistadores recorrían durante la conquista el campo, tierras, llanuras y

el resto del territorio entonando e imponiendo sus cantos y de esa manera lograban

introducirse a la cotidianidad de los nativos y les preparaban para recibir la religión cristiana

y al mismo tiempo recibir la esclavitud.

En este proceso de conquista se recurre a la sustitución de ritos, pero paulatinamente,

ya que no se podía lograr el cambio de inmediato, el carácter tradicionalista del nativo era un

obstáculo y es conocido que fue por los misioneros, que sirviéndose del canto como mejor

medio para la enseñanza de la religión y el idioma, se logró la penetración cultural. Todavía

podemos admirar en el ritual indígena muchos de aquellos cantos que sobrevivieron a la

conquista, algunos de ellos acompañaban sus danzas, en las que se pueden observar algunos

54
caracteres originarios de su música, especialmente los ritmos, aunque algunos acompañados

por instrumentos incorporados por los extranjeros, el ritmo es nativo-mestizo.

Los pueblos americanos adaptaron la música a su sentimiento y siguieron

reverenciando de manera subrepticia a sus antiguas divinidades, sobre esto, comenta G.

Saldívar ., … “los misioneros al decir que ejecutando los cantos y danzas que se les imponía

reverenciaban a sus ídolos, colocados a veces en los altares, detrás de las imágenes o

enterrados al pie de una cruz” (Saldívar, G. 1987. p. 190).

De esta forma también sucede con los mexicaneros o concheros actuales que al igual

que en la Tambora, detrás de la Banda interpretada por los mestizos permanecen caracteres

Cahitas, preservando la música regional, la lengua y la cosmovisión que se manifiestan en un

lenguaje musical, que se perpetúa y busca una forma de trascender, adaptándose al nuevo

imaginario mestizo.

1.4.-LA MUSICA RELIGIOSA DURANTE LA COLONIA.

La música religiosa jugó un papel importante en la introducción del conocimiento

musical en México, se empleó por la iglesia como herramienta evangelizadora, que redactó

disposiciones y textos que marcaban las obligaciones de los cantores y músicos así como el

uso de los instrumentos de viento principalmente; la flauta, la chirimía y el sacabuche e

incluso se les asigna un sueldo a los músicos nativos.

Algunos investigadores dan por hecho que hubo compositores mexicanos anónimos

dentro de la música religiosa colonial, entre ellos Sáldivar, G. (1987) quien comenta:

Hurgando en los archivos que hemos tenido a nuestro alcance y muy especialmente en el

de esta catedral, no hemos localizado composiciones de estos maestros de capilla, aunque no

dudamos que haya compuesto, y que estén anónimos en los innumerables códices musicales de

esta iglesia, ya que es indudable que hubo productores de música durante la primera mitad del

siglo XVI. (p. 127).

55
Este mismo autor presenta una cita de Motolinia, sobre la participación temprana en

la escritura musical por parte de los nativos, Saldívar, G. (1987):

…nos dice de un indio que compuso en Tlaxcala una misa, y si esto hacían los que

apenas iniciaban, lógico es suponer que los maestros, ya europeos, ya criollos, compusieran

también, y más tratándose de uno que ocupaba el puesto mayor a que se podía aspirar entonces,

también sin olvidar que muchos de los indígenas estudiosos no era cualquier indígena sino que

pertenecían a un linaje real, para que estos a la vez de aprender también difundieran lo

aprendido a sus padres y pueblo súbdito de estos señores. (p. 114).

Podemos suponer que es posible que los nativos escribieran obras en el S.XVI y que

existía un interés en la enseñanza musical, incluso fomentada con salarios para que estos

oriundos aprendieran y enseñaran a su vez, como parte del plan de adoctrinamiento sobre el

pueblo mexicano. Aunque también los indígenas mexicanos pudieron apropiarse de ese nuevo

conocimiento en su vida privada o grupal y que en la apropiación de estas nuevas expresiones

musicales hay una adaptación y pervivencia de su cultura musical que continua hasta nuestros

días, que por intercambios o imposiciones dará como resultado, la música mexicana.

G. Saldívar. “En 1735, Mariano Placeres, organista mayor de la catedral de Durango,

asociado a Miguel Careaga construyo un piano de muy dulce y agradables voces, daban

publicidad a este instrumento tratando de comercializarlo anunciando que era lo mismo que

si fuera extranjero”. (Saldívar G. 1980, p. 191). Y no había familia más o menos acomodada

desde la colonia hasta mediados del siglo XIX que no tuviera un piano, aunque no supiesen

tocarlo.

1.5.-MUSICA COLONIAL.

Desde una perspectiva etnomusicológica se puede observar al fenómeno de la Tambora

como una transición de la música regional (o nacional) que incorpora distintos elementos

transformándose de una cultura receptora a una cultura emisora, ampliando la cultura de la

56
región, que a través de una nueva música con nuevos elementos rítmicos, melódicos y

armónicos, han adaptado los originarios para su propia expresión.

Para desarrollar este punto considero de utilidad el estudio realizado por algunos

investigadores que trazando una línea de tiempo nos permiten conocer los contextos que

crean el fenómeno de la Tambora y los factores que permean la construcción musical, esta

investigación parte del periodo de la conquista de México por los españoles.

En este capítulo serán referentes el libro, “historia de la música” Gabriel Saldivar,

(1987) Ediciones Gernika, S.A y “historia de la música en México” Gabriel Saldivar, (1980)

Edición, Gobierno del Estado de México.

La música importada intento aniquilar por completo la música regional, de esta labor se

hicieron cargo principalmente los misioneros de culto católico. La música profana al

introducirse no tuvo por objeto hacer prosélitos de ninguna naturaleza y por lo tanto

aprendían aquellos que realmente encontraban placer en ella o que para distinguirse en su

medio pagaban a un maestro o se ingeniaban para adquirir un nuevo repertorio musical; es

decir, que una vez más la pasión por la música rompe fronteras de similitudes o disimilitudes,

evidenciando el interés de algunos que se ingeniaban para adquirir conocimiento musical, lo

cual demuestra que diferentes clases socio económicas gustaban de aprender la nueva música

europea.

Los primeros maestros que enseñaron música en el ámbito religioso enseñaron canto

también como forma castellanizar, como dice, Saldívar, G. (1987):

Quien primero se dedica a enseñar canto llano a los indígenas fue el fray Juan de Haro o

Caro y el primero que enseño música instrumental fue fray Pedro de Gante, la exposición

admirable que hace Motolinia en sus relatos de como aprendieron los indios el canto. (p. 112).

57
Sobre la primera canción que se aprendieron, Torquemada comenta, Saldívar, G.
(1987):

La primera que se aprendieron los indios fue la misa de Nuestra señora… No hay

aldehuela que por pequeña que sea deje de tener tres o cuatro indios, que canten cada día en su

iglesia las horas de Nuestra Señora, especialmente en la provincia de Mexhoacán y Xalisco. (p.

114).

Es pertinente la anterior cita, ya que hace mención del aprendizaje y de la gran

aceptación de la música y además hace mención de dos estados que pertenecen al occidente

mexicano, los cuales también pertenecieron a la Nueva Galicia y a Nueva Vizcaya, que como

Durango y Sinaloa tuvieron contacto comercial por la industria minería.

Señala G. Saldívar., que “Hay muchos hasta de once y doce años que saben leer y

escribir, cantar canto llano y canto de órgano y aun apuntar para sí varios cantos, tomaban

dictado, según esto”. (Saldívar, G. 1987. p.121).

Agrega que, “Un indio en Tlaxcala aprendió en una semana lo que se tocaba en la

iglesia por su cuenta propia, que decía su maestro que él no supo tanto en dos años”. (op.

Cit. p.114).

Existe una carta escrita por Motolinia a sus hermanos en Flandes, fechada desde

México el 27 de junio de 1529, donde comenta acerca de estas habilidades musicales de los

originarios en México, en Saldívar, G. (1987):

Mi oficio es predicar y ensañar día y noche. En el día enseño a leer, escribir y

cantar…..recogimos en nuestras casas a los hijos de los señores principales para instruirlos en

los principios de la fe católica y que después enseñen a sus padres. Aprendieron estos

muchachos a leer, escribir, cantar y celebrar el oficio divino. (p. 120).

Y continúa señalando cuáles fueron las primeras escuelas de música, …“Entre

1523-1527 se fundó la escuela de música en Texcoco y en 1527 se trasladó la capilla

de San José al convento de San Francisco en la ciudad de México, donde continuaron

los cursos establecidos en la primera”… (op. Cit. p. 121).


58
México contó con la primera escuela de música de América que estaba a la par de las de

Europa, como comenta, Saldívar, G. (1987):

Esta fue la primera escuela de música de América. Comprendían sus cursos musicales

lectura y escritura de canto llano, canto de órgano, canto figurado, probablemente dictado

musical, la ejecución instrumental y construcción de los instrumentos; a semejanza de la

educación musical que enseñaba en las universidades de Europa desde siglos atrás. (p. 121).

Sobre los comienzos del sincretismo en las fiestas, podemos observar como no se

pudieron desterrar algunos caracteres indígenas, como continúa diciendo Saldívar, G. (1987):

En las fiestas de corpus cristi 1524 permitían a los niños indígenas coronas apenachadas y en

otras ocasiones danzaban alrededor del fuego, costumbre que jamás se pudo desterrar… y, ni con los

concilios de provinciales mexicanos que se celebraron (1555-1565-1585). A Motolinia le parecía

que iba en disminución esta costumbre cambiándose por otro fuego, el de la oración dándose tanta

prisa en aprender la doctrina, puesta en canto llano y en su lengua. (pp. 123, 124).

Llama la atención como describen algunos cronistas a los grupos del norte, “el estadio

de cultura de estas tribus (Occidente) era inferior: unos cazadores y otros pescadores, algunos

eran nómadas, andaban broncos, desnudos y vagabundos, como dice el citado cronista Fray

Pérez de Rivas “era gente bozal, resabidos y serranos”. (Olea, H. 2012. p. 1) pasando por

alto su cultura milenaria y las manifestaciones de ésta, en aquellos tiempos se decía que los

indios no tenían alma, sin embargo se esmeraban en la enseñanza musical y fundaron una

escuela de música a un nivel cercano al de las universidades europeas. Este aprendizaje dejo

en los nativos un conocimiento musical que permeo la vida cultural regional.

Estas naciones del norte y occidente de México vivían en diversos niveles de desarrollo

cultural y diversas formas de producción. Según el antropólogo Paul Kirchhoff, hasta allí

llegaban los límites geográficos de Mesoamérica y conservaban sus ritos, costumbres y

tradiciones legendarias, se puede leer en Olea, H., lo que comenta sobre estos grupos el

cronista Fray Pérez de Rivas“…estas gentes no tenían conocimiento alguno de Dios, ni de

59
alguna deidad, aunque falsa, ni adoración explícita de Señor que tuviese dominio en el

mundo...” (Olea, H. 2012. p. 1) porque el criterio europeo para juzgar la organización de

estos grupos se basaba en la propia, que intentan imponer a través de su adoctrinamiento y

evangelización. Pese a la centralización de la evangelización ésta se irradio también a la zona

norte del país.

En este apartado podemos ver como desde muy temprana edad los jóvenes eran

reclutados para aprender la música como medio de adoctrinamiento, también podemos

observar los tipos de fuentes que existen, esto sucedió en Mesoamérica y también sucedió

con la entrada de las misiones jesuitas a occidente, es entonces que comienza a darse una

fuerte imposición, incorporación y apropiación de elementos culturales externos, por medio

de un proceso de sincretismo.

1.6.-MUSICA PROFANA DURANTE LA COLONIA.

Además de la música popular traída de Europa considerada profana, se va creando una

música mestiza y regional también considerada profana (fuera del ámbito eclesiástico), “a

pesar de la prohibición dictada desde el año de 1555 por el Concilio Provisional”, (Saldivar,

G. 1987. p.123) la música que se gesta fuera de la iglesia tiene influencias indígenas,

mestizas, africanas y europeas, tomando un mayor auge en sus tres expresiones artísticas: 1.-

Danzas, 2.- Canciones, destacando las de carácter narrativo (especie de corridos)

influenciadas por la música de los trovadores y los romances carolingios y 3.-marchas

militares.

De la canción popular existe constancia desde el siglo XVII, con una participación

indígena que la hace mestiza y mexicana, especialmente los corridos que dentro de la

tradición mexicana son una forma de sobrevivencia dentro de la tradición oral por su carácter

narrativo e histórico, especialmente en el norte del país.

Lo dicho anteriormente muestra que no solo fue una imposición de cultura o

aculturación, sino una cuestión de predisposición cultural con la interacción de varias

60
culturas, ya existían bases y conocimientos musicales locales, como en el caso de la Tambora

sinaloense, esta tradición de la Banda de viento fue producto de un sincretismo musical.

Después de un largo período hasta llegar a finales del siglo XIX e inicios del XX, los

trabajadores del campo, llamados peyorativamente indígenas o campesinos, por sus

costumbres del trabajo agrícola, ligados a su tradición ancestral, resistieron a la imposición,

producto de la expansión económica en la nación y trataron de mantener su cultura pese a los

intentos de enajenación y aculturación. Es con ésta visión de la transformación del nativo al

campesino en el proceso del mestizaje como se da la apropiación de los instrumentos

extranjeros, (por contacto), para hacer música propia. Desde el inicio de la conquista este

“Indígena” o “Natural”, (como ya se viene explicando), aprendió incluso la fabricación

profesional de instrumentos de calidad de exportación, logrando crear una música nacional

mexicana con características regionales.

Así esta “cultura” regional fue la que hizo suya la música de la Banda y la convirtió en

la Tambora, fue la tradición indígena, su lengua y su familiaridad con la Tampora, factores

importantes, así como, la historia y la participación de otros actores sociales. Todos estos

elementos puestos en las representaciones e imaginario colectivo dieron como resultado la

música que hoy en día se hace característica de la “estrepitosa” y “rápida” banda sinaloense,

la Tambora. La cual justamente sobrevive en el occidente del país, siendo parte de la cultura

regional del estado de Sinaloa y de occidente México y que además en la actualidad se

exporta a otras regiones del país y el extranjero.

1.7.-LA MUSICA MEXICANA.

La música mexicana durante el siglo XVIII tomó características propias, influenciada

por muchos países, encajada en los ritmos de la vida americana que constituyeron el origen de

la música regional y permitieron su inserción en la vida colectiva, pero podemos afirmar que

ya desde el siglo XVII tenemos una música nacional, una música que integra símbolos

61
nativos que logran sobrevivir al mestizaje, no es impuesta, ni enajenada sino apropiada,

adaptada y desarrollada, como lo menciona Saldivar, G. (1987):

La expresión musical así mismo tomó un aspecto especial; influencias de muchos países

de Europa, encajadas en los ritmos de vida americana, construyeron el origen de nuestra música

en el siglo 17 podemos afirmar que ya teníamos una música nacional, la aparición del son, la

valona, el corrido en el siglo anterior había recibido la acción del medio ambiente americano y

consolidaron su forma nacional. (pp. 201-202).

La música profana o música popular, es el resultado de adaptaciones, conforme al sentir

del pueblo, unas de carácter semejante a las importadas por los colonizadores y otras son

creaciones locales y de diversos mestizajes de música, con mayor preponderancia de algunos

de los elementos históricos; En “el origen de la canción mexicana y de la música que

denominamos mexicana, el corrido, el son, la valona etc...El factor indígena interviene en

mínima parte, quizá está restringido al ritmo en cierto genero de composiciones” (Saldívar,

G. 1987. p. 190).

7
En algunas composiciones el ritmo es dado por el tambor , es afínales del siglo XVIII

que se integra para formar parte de la música mexicana, incorporándose las diferentes

percusiones regionales, destacando en el noroeste la Tampora o Tambora una aportación

indígena en la música mexicana. Como lo ha señalado Flores, M a través de su obra.

En la música de Mesoamérica y occidente de México encontramos contenidos míticos

con instrumentos rituales y cantos a distintas divinidades, algunos grupos no recibieron

educación musical por parte de la iglesia, sino que aprendieron con la práctica “de la música

de banda por nativos del puerto de Mazatlán y serranías, los cuales no tenían una formación

musical, más eran excelentes músicos de oído”. (Simonett, H. 2004. p. 92).

El uso del tambor fue adaptado a nuevos instrumentos musicales y nuevos géneros y en

el siglo XIX surge una nueva expresión musical llamada Tambora.

62
En esta investigación se contempla el uso y la función social del tambor en los nativos

del estado Sinaloa, (la Tambora) y se corrobora que sigue con los mismos usos y funciones

originales, convirtiéndose en parte del folklore de un Sinaloa mestizo y en un arquetipo que

moldea a los factores que entran en contacto con ella para sobrevivir y perdurar a través del

imaginario colectivo y las representaciones colectivas, ya que el instrumento que marca el

pulso musical y simbólico, es el tambor en la mayor parte de las culturas.

Para Vicente, T. Mendoza (1984) existe una música nacional mexicana ya que:

Todos los grupos mencionados en la lista preinserta aportan producciones de índole

varia, mas con fuertes caracteres locales. Los grupos del noroeste y de la costa hasta Nayarit,

son quizá de los más puros por sus elementos musicales e idiomáticos, pero también practican

música aprendida de los peninsulares desde el S.XVI… invocaciones al Sol, la Luna y a las

estrellas, y a los diversos númenes de su panteón ancestral, especialmente a las ligados con la

agricultura; se han consignado así mismo cantos y bailes dedicados a animales totémicos o que

forman parte de su mitología: el oso, el venado, el coyote, el tigre, la serpiente, los pájaros, el

águila y el colibrí. (pp. 27-28).

Aunque algunos investigadores sitúan el nacimiento de la identidad de la cultura

mexicana en la época independentista del siglo XIX, sus raíces están dadas desde el Siglo

XVI y algunas desde la época precolombina.

1.8.- LA MUSICA ACTUAL DE SINALOA.

La actual música de banda tiene generalmente aún la misma forma de agrupación

que tiene desde finales del siglo XIX y principios del siglo XX.

___________
____________________
7
Ver página 97, cita de (Flores, M. 1974-1980, p. 7)

63
El ensamble actual generalmente incluye en sus piezas, algunas de origen regional o

geográfico, sones tradicionales, canciones rancheras, corridos, polkas, valses, mazurkas y

schottises, incorporando en la actualidad baladas y cumbias.

La dotación instrumental básica de una banda sinaloense consta de un Sousafon o

(tuba), uno o dos saxofones (charchetas), uno o dos clarinetes, uno o dos trompetas

(cornetínes), uno o dos trombones, una caja o tarola (anteriormente redoblante), un juego

de platillos y la Tambora (bombo).

En la actual banda sinaloense existen piezas instrumentales y cantadas, ambas

pueden ser de estructura rígida o abierta. En cuanto a los temas que trata existen:

históricas, patrióticas, políticas, revolucionarias, religiosas, epitalámicas, fraternales,

fúnebres, satíricas y casi todo los temas que acompañan la vida del hombre, aunque

mediáticamente se han difundido más los llamados narcocorridos.

La música de banda o Tambora es mayormente escuchada en grandes festividades

patronales o ferias relacionadas a eventos calendáricos, pero también está presente en las

celebraciones sociales y ritos de paso, en la actualidad la música de banda perviven

todavía canciones de carácter descriptivo, de la naturaleza, y sobresale el corrido, el cual

cumple con la función de llevar un mensaje, ya sea “educativo” o como forma de recordar

un evento o un personaje importante para la comunidad y se integra a las representaciones

colectivas y alimenta el imaginario colectivo por su carácter narrativo.

La música de banda sinaloense se ha difundido profusamente por los medios

masivos de comunicación quienes han comercializado este género regional, por lo que

encontramos bandas estilo sinaloense a lo largo de todo el país, este tipo de agrupación y

género musical se ha convertido en un representante musical dentro y fuera de México,

por lo que encontramos bandas estilo sinaloense en otros países (principalmente en el sur

de los EE.UU).

64
Cabe destacar que la danza del venado sigue interpretándose, en las festividades

rituales del noroeste del país y se ha convertido en un símbolo de esta región.

1.9.-MUSICA DE RAICES PREHIPANICAS.

Dentro de la música indígena actual los grupos del noroeste y hasta la costa hasta

Nayarit son quizás de los más puros por sus elementos musicales e idiomáticos. Como señala

Vicente T. Mendoza, en su libro, panorama de la música tradicional de México. (1984).

Algunas de las características de la música indígena son para Jas Reuter (1981)

las siguientes.

1. Cumplen principalmente una función ceremonial que unen a la comunidad por el mito, la

historia, la relación con la naturaleza y las deidades, en su mayoría ejecutadas por hombres,

las mujeres participan sobre todo en la música social como el arrullo, ambos en el canto

lirico de amor a la pareja, a las flores, aves o paisajes.

2. Son generalmente colectivas, pueden ser propiciatorias ante las fuerzas de la naturaleza,

divinizadas muchas veces y representadas por animales para favorecer la fertilidad de la

tierra, fauna o el hombre.

3. Gran parte está ligada a la danza como la de procesión, de ofrendas y fúnebres, por esto;

presentan ritmos muy marcados y preponderancia de instrumentos rítmicos de herencia

prehispánica. La repetición de breves frases melódicas (o sones) cumplen la función de

indicar cambios de pasos y figuras creando un ambiente facilitador del trance.

4. Predomina la música instrumental en la que cada instrumento es una voz, predomina la flauta de

carrizo, la chirimía, el tambor (bombo), pueden agregarse sonajas y cascabeles. Se han

incorporado algunos instrumentos europeos de cuerdas como el violín, la guitarra y el arpa.

5. El canto se produce en tesitura aguda y falsete.

6. Cada grupo usa su propia lengua pero puede mezclarla con palabras españolas haciendo una

traducción de la letra indígena. (P. 27).

65
En Sonora y Sinaloa la música indígena que ha sobrevivido es la interpretada en la

danza del venado, que consta de: la danza del venado propiamente dicha, la danza del

coyote y la pascola.

A continuación se hace una descripción de la danza del venado la cual es importante

en esta investigación por ser una de las tradiciones de los grupos cahitas que sobrevive

hasta nuestros días con un notable sincretismo, se realiza en un calendario ritual el cual es

incorporado al calendario de festividades católicas. Los Cahitas fue una “nación” que llegó

a dominar una amplia región del estado y su lengua es la más hablada aún en la actualidad.

Debemos recordar que la palabra “Tampora” viene de lengua Cahita y significa tambor y

le da el nombre a la Tambora (instrumento y género musical), la cual ha acompañado

todos los periodos de la historia de Sinaloa.

Es importante conocer algunos aspectos sobre autodenominada “Nación Yaqui”, la cual

pertenece a la cultura cahita, cuya cultura ha sido la más representativa fuera del estado

después la división política de Sonora y Sinaloa.

Sobre la danza del venado se hará una descripción breve a través de su historia, su

ejecución y sus manifestaciones colaterales, con la intención de mostrar los usos del tambor y

su ritualidad simbólica, la vigencia de las melodías, la adaptación o transformación de la

música, la relación entre los músicos y su interacción con la sociedad.

Los Yaquis son un pueblo indígena milenario que se asentó en los territorios de los

actuales estados de Sonora y Sinaloa. Desde la Conquista existieron varios intentos por

cristianizarlos; sin embargo, el pueblo Yorem (en lengua yaqui) acopló la cosmovisión

católica a su propia interpretación del mundo.

Las ceremonias vienen desde el pasado indígena y han logrado conservarse casi de

forma intacta hasta nuestros días, gracias al recelo con que los Yaquis guardan sus usos y

costumbres.

66
El nombre original de la danza es Maaso Yiihua. (Danza del Venado). La danza es

realizada por un joven yaqui que desde pequeño es alimentado con comida diferente a la del

resto de la comunidad, esta danza representa los movimientos que escenifican la caza del

venado; es una danza de veneración al Dios Venado para que entregue su vida y el yorem

pueda vivir de su carne y a través de este sacrificio, el espíritu del venado pueda evolucionar.

La danza consiste en la aparición del danzante principal con una cabeza de venado

disecada, ataviada con un pañuelo o papeles de colores sobre su propia cabeza, llevan un

lienzo blanco que cubre los ojos y en la frente lleva una cruz de concha nacar, en el cuello

lleva escapularios o collares de chaquira blanca, el torso desnudo esta liado con un rebozo

azul, de donde pende un griijatium (cinturón de uñas de venado) y en las manos lleva dos

senasos (sonajas de bule) y en los pies lleva unos lienzos negros que representan a una

serpiente, rodeado de pascolas (cazadores) que llevan un pantalón de manta hasta las rodillas,

tenavaris (cascabeles), estos portan mascaras que representan animales como coyotes y

perros, y portan en las manos diferentes objetos como arcos y flautas, haciendo su aparición

al final el danzante mayor.

Figura. 3. Danzante del Venado. Introducción al estudio de la música folklorica mexicana. Julio

Antonio Coss, 1971.s.p Ediciones de divulgación cultural N.1

La danza consta de cuatro etapas que representan, el nacimiento, el crecimiento, la vida

y la muerte del venado. Esta danza va acompañado por los Baa-wehai (tambor de agua)

67
interpretados por tres músicos, que son los encargados de emular los sonidos del corazón del

venado, los hiriukam (frotadores de varas de Brasil con algunas ranuras, cuyo sonido emula

la respiración del venado), estos mismos instrumentistas son los que entonan los cantos que

acompañan las etapas de la danza. Esta dotación de instrumentos puede variar, pero ésta es la

básica, en ocasiones puede haber otros instrumentos, como lo he podido observar tanto en

regiones del norte como del sur del estado.

Los Yaquis son un pueblo cuya cosmovisión guarda recelosamente su cultura

primigenia, a través de la trasmisión oral. La manera en la que un danzante puede llegar a

interpretar al venado se da por tres formas: La primera: por medio de un discipulado y guiado

por el danzante mayor, recibiendo las tradiciones que han pasado de generación en

generación y la segunda: por manda, si el futuro danzante padece algún mal, su alma es

encomendada a una de las deidades, para su sanación (el Sol y la Luna) y la tercera: es por

encanto (iniciática): el miembro de la tribu se aleja de la comunidad, hacia las montañas o los

cerros, hacia el mar o el desierto en donde es “encantado” por el Juya Aniya (Mundo de

Arboles/Mundo Selva) y al regresar puede dedicarse a la actividad que prefiera.

Cuando es contratado, el que representa al venado para una fiesta, hace un “contrato

indígena” que se llama saludo, la paga suele ser de veinte pesos y una caja de cigarros, o los

veinte pesos y un paño, (el paño representa la flor de la tradición, que lleva el venado en la

frente y que se llama cehuayoleme, flor indigena) constituyendo esto un compromiso, al cual

no se puede faltar.

Entre los instrumentos empleados en la danza del venado en la región cahita,

aperencen:

Los tambores de agua (Baa Héhai), dos raspadores de madera (Hirúkiam), dos

cantadores raspadores, flauta de carrizo (Bacacusia), cinturón de pezuñas de venado,

teneboim o tenavari (capuños rellenos de piedras), sonajas de calabaza, arpa y violín regional

68
y el más importante el tambor de doble parche. (Cúbahi, también llamado tampora) o

bombo.

La danza del venado, es una manifestación cultural que pervive hasta nuestros días, con

algunas variaciones, por ejemplo, antes las mujeres no danzaban, ahora sí, los tenavaris,

debido a la escasez de capullos de mariposas suelen sustituirse con materiales reciclados.

La mayoría de los ejecutantes de esta danza suelen ser de regiones que conformaron la

Nación Cahita. La cual tiene más hablantes y predominio en varias partes del estado, llegando

a ser esta nación la que aporta más elementos étnicos al estado.

Parte de esta información se tomó de una entrevista realizada a un joven danzante

llamado Salvador Valdéz de 28 años de edad, interprete de la danza del venado, el cual me

sorprendió por su emotividad y gusto con que hablaba de sus tradiciones, mostraba un fuerte

sentimiento de identidad simbolizada en la música y la danza del venado. Esta entrevista se

realizó el 13 de marzo del 2016 en los Mochis, Sinaloa.

La figura rítmica de este ritual (al cual asistí como observador), que ejecutaba el

raspador es la misma que tiene “el sinaloense” (una canción típica de Tambora), por lo que

cabe reflexionar acerca de la trasmisión de patrones culturales en distintas manifestaciones

musicales, ya que ambas son representativas de la identidad sinaloense, estas mismas figuras

rítmicas y la base del pulso musical que da el bombo o Tambora son las bases rítmicas de la

actual música de banda.

El pulso de la música de la danza del venado y de la actual música de banda nos remite

al tiempo del tótem, de las máscaras, de la naturaleza como fuerza sobrenatural que otorga

cohesión a los que observan y participan. Es esta danza, una forma de resistir, de

manifestarse, de despertar intereses, una forma de evitar el enajenamiento; ya que estas

manifestaciones musicales apelan al imaginario social y al inconsciente colectivo,

69
incorporando el pensamiento mágico, que otorga el poder de fusionarse con el universo,

desbordando pensamientos y emociones hacia al ámbito de lo onírico y lo sutil.

70
CAPITULO.II

2.1.-ETNOGRAFIA DEL ESTADO DE SINALOA.

A continuación se hace una etnografía del estado de Sinaloa y algunas de sus ciudades

para mostrar algunas características de los principales sitios que dieron nacimiento a las

primeras bandas musicales de viento, representativas de este estado para mostrar también,

algunos aspectos de estos lugares que tuvieron contacto con extranjeros y que llegaron a tener

una influencia importante en la cultura musical del estado de Sinaloa y algunos hechos

históricos significativos como la Conquista, la minería, inmigración y principales etnias que

han interactuado para entender porque estos lugares poseen su característica cultural.

SINALOA.

Según datos del INEGI (2015)8. El estado de Sinaloa está situado al noroeste de la

República mexicana, posee costas en el Océano Pacifico y el Golfo de California. El 48% del

estado presenta clima cálido subhúmedo localizado en una franja noreste-sureste que abarca

desde Choix hasta los límites con Nayarit, el 40% tiene clima seco y semiseco, presentes en

una franja que va desde el Fuerte hasta Mazatlán, el 10% es muy seco y se localiza en la zona

de los Mochis, el restante 2% es clima templado subhúmedo está localizado en las partes altas

de la Sierra Madre Occidental y tiene un clima extremo.

La temperatura media anual del estado es alrededor de 25°C, las temperaturas

mínimas promedio son alrededor de 10.5°C en el mes de enero y las máximas promedio

pueden ser mayores a 36°C durante los meses de Mayo y Julio.

Las lluvias se presentan en el verano durante los meses de Julio a Septiembre, la

precipitación media del estado es de 790 mm anuales.

8
http://www.cuentame.inegi.org.mx/monografias/informacion/sin/territorio/clima.aspx?tema=me&e=25
71
Sinaloa es un importante productor agrícola a nivel nacional, las principales áreas de

cultivo se encuentran en los climas secos y semisecos, por lo que requiere riego, siendo los

principales cultivos: maíz, frijol, papa, cártamo, soya, algodón, sorgo, garbanzo entre

otros. En la región que presenta clima cálido subhúmedo se cultiva jitomate, sandía, melón

y hortalizas.

El estado de Sinaloa representa 2.93% de la superficie del país

DIVISION POLITICA.

Al 2015, el estado de Sinaloa está dividido en 18 municipios:

Ahome, Angosturas, Badiraguato, Concordia, Cósala, Culiacán, Choix, Elota,

Escuinapa, El Fuerte, Guasave, Mazatlán, Mocorito, Rosario, Salvador Alvarado, San

Ignacio, Sinaloa de Leyva y Navolato.

Figura.4. Mapa de Sinaloa, (en línea). Disponible: http://espanol.mapsofworld.com/continentes/norte-

america/mexico/sinaloa.html consultado. (27/04/2016)

A continuación se presenta una reseña realizada por Hiram Félix, tomada del libro.

Breve historia de los Estados (Ortega, S, 1999) en el capítulo “Breve historia de Sinaloa. Esta

72
reseña la dedica el autor a la memoria del historiador Héctor R. Olea, el cual es uno de los

autores más importantes que han escrito sobre la historia del estado Sinaloa y el cual he

consultado para profundizar sobre la historia de la música en Sinaloa, H. Félix nos presenta

una cronología de la historia de Sinaloa a través de sucesos históricos medulares que ayudan

a explicar diversos fenómenos, en este caso la Tambora, esta obra está divida en periodos

para realizar un recorrido histórico.

H. Félix, estudia la historia, grupos étnicos, sus formas de alimentación, número

estimado de la población de cada uno de los grupos, las áreas donde estos habitan, algunas

aportaciones de la arqueología al conocimiento de materiales de construcción, vasijas, arcos y

otros elementos utilizados en la vida diaria y características sociales que diferencian a los

diferentes grupos, en especial la lengua y el avance cultural.

Dentro de la vida social este autor contempla; danzas, juegos y mitos incorporados al

imaginario colectivo, siendo esta obra una de las fuentes históricas que más aportan sobre el

conocimiento de esta región.

Félix, H. (2000) realiza sus estudios a partir de la llegada de los peninsulares a México:

La primera fase correspondiente a la conquista….. y se desarrolla de 1520-1600. Se

distingue por ser el resultado de dos guerras simultáneas: la primera; la de los soldados de Nuño

de Guzmán que aniquilaron a los indígenas con armas, y la segunda; que mantiene Nuño de

Guzmán y Hernán Cortés, que termina con la victoria de este último. (p.196).

Sobre las funciones de las misiones jesuitas comenta, en este mismo texto:

La segunda fase, “misioneros y colonos del XVII”, se inicia cuando el gobierno español

cierra los espacios para los conquistadores empresarios y se interesa por financiar sus propias

empresas de conquista y colonización. Se da la evangelización por medio de misiones a cargo

de los jesuitas, quienes, junto a los soldados presidiales, establecieron comunidades indígenas

73
disciplinadas, y ejercieron el control sobre grupos seminómadas como los Cahitas. Además,

estas acciones se vieron complementadas con el arribo y establecimientos de colonos españoles

y mestizos en empresas productivas que aprovechaban el trabajo de los sometidos……. la

cultura traída por los españoles (el idioma castellano y religión católica) empieza a actuar como

elemento unificador en el ámbito de las provincias, forjándose al mismo tiempo un lazo de

unión con otras regiones conquistadas y colonizadas. (pp. 196-197).

La tercera etapa demarcada por este autor se presenta en el siglo XVIII “Una vez

cumplido el objetivo de las misiones, preparar las condiciones para el establecimiento de los

colonos, la autoridad virreinal decidió su secularización a principios de 1765”. (Félix, H.

2000, p. 197).

La cuarta etapa transcurre entre el S. XVIII y XIX, periodo de las reformas borbónicas.

“El capítulo referido a “las reformas borbónicas y la independencia, 1767-1821” es el

trabajo con mayor detalle… de las consecuencias de las reformas en la Iglesia (la expulsión

de los jesuitas)”(Idem).

Una quinta etapa habla, sobre la participación de Sinaloa y Sonora durante el periodo

de consolidación de la independencia en el S.XIX, Félix, H. (2000):

Luego de la independencia proclamada por Iturbide se abrieron las puertas para la

participación política de los grupos de notables provincias de Sonora y Sinaloa, aspecto que

agudizo la lucha por el poder. Las pugnas entre los notables concluyeron con la división del

Estado Interno de occidente y la delimitación de sus dos territorios en 1831, creándose el estado

de Sinaloa…. Los problemas continuaron pero ahora dentro de la nueva identidad, pues los

notables de Culiacán y Mazatlán se enfrascaron en la defensa de sus intereses, situación que se

evidencio durante la guerra contra los Estados Unidos en 1847. (p.197).

En esta investigación se incluye la influencia de la Casa de los Borbones como inicio

del afrancesamiento en la Nueva España.

74
En dicha obra también destaca la participación de Sinaloa durante la guerra de La

Reforma, la instauración del Segundo Imperio y la restauración de la republica entre 1867 y

1877 ya que en éstas se presentaron algunas transformaciones sociales que “no fueron

espectaculares, pero si profundas, y se marcó el fin de un periodo caracterizado por la

agonía de las comunidades indígenas y el ocaso del poder de comerciantes extranjeros del

puerto de Mazatlán”. (Felix, H. 2000, p. 198). Y el último capítulo relata las características

de la Revolución Mexicana en Sinaloa (1909-1940).

Resulta relevante para esta investigación algunas notas sobre las bandas musicales de

ésta región noroccidental durante la Independencia y la Revolución. Al describir algunas

costumbres que identifican y arraigan al sinaloense, este autor por medio de la descripción de

los hechos militares de 1859 a 1863, abre un espacio para hablar de las primeras bandas

musicales sinaloenses y la Tambora, parte importante del folklor popular. A través de

antiguas crónicas señala como “Placido Vega incluía una banda de música en las fuerzas

bajo su mando para que enardecieran los ánimos de los soldados al momento de entrar en

combate y les procurara diversión en los tiempos de reposo”. (Felix, H. 2000, p. 199).

Esta reseña aporta datos de donde se obtiene un importante punto de referencia, no solo

por los datos que aporta; sino, por la forma en que los aborda y los periodos en que divide la

vida cambiante de la cultura del pueblo de Sinaloa; esta división por etapas de la historia de

Sinaloa permite abordar de la misma forma los periodos de la vida musical de Sinaloa dentro

de un contexto tanto regional, nacional e internacional.

Al realizar un estudio sobre el estado de Sinaloa es importante considerar sus etnias,

demarcar y delimitar los lugares en que habitaron éstas, ya que al ser pueblos nómadas

incidieron en las variaciones de los límites políticos del estado y de ésta división política

resultará una disputa entre los estados de Sonora y Sinaloa.

75
La investigación que realicé para encontrar mapas que mostraran a detalle cuál era la

división geográfica y la delimitada por grupos étnicos, fue ardua, el trabajo citado de S.

Ortega. (2000) es una recopilación de los más importantes trabajos sobre esta zona de

occidente. En el archivo general digital de Sinaloa, encontré que algunos libros hablan sobre

las divisiones geográficas del estado y de sus pobladores pero no utilizan mapas para ubicar

al lector geográficamente; sin embrago, encontré algunos trabajos que pueden ser una fuente

de consulta, ya que hacen alusión a la división política y a sus distintas transformaciones,

documentan el paso y la influencia de las grupos nahuas por distintas zonas, algunos de estos

libros sobre la zona incluyen una serie de comparaciones lingüísticas. “Peregrinación Azteca

y Nombres geográficos indígenas de Sinaloa” de Eustaquio Buelna (1887), y “compendio

histórico, geográfico y estadístico” (1877) de este mismo autor, “Límites entre Sonora,

Sinaloa y Californias 1790” de Molina Molina Flavio, Edición conmemorativa del

bicentenario escrita en 1779 (1979), “Pioneros sinaloenses en California” de Nakayama

Antonio (2006) y el de “Arquitectura porfirista en Culiacán” de Sandoval Bojórquez Martin

y F. Luis Molina (2002), todas estas obras documentan algunos aspectos que se contemplan

en esta investigación.

Acerca de las primeras investigaciones sobre la música del noroeste del país

encontramos los trabajos de Vicente T. Mendoza (quien ha destacado como investigador y

recopilador de la música mexicana), donde leemos, “La música indígena empezó a sernos

revelada mediante las investigaciones que se realizara en los últimos años del S, XIX en el

Noroeste de México, el antropólogo noruego Carlos Lumholtz, publicadas en su obra El

México desconocido” (Mendoza, V. 1984, p.17).

A pesar de haber encontrado en algunos textos que la mayor parte de las

investigaciones sobre estas áreas fueron realizadas por los EE,UU busqué estudios realizados

en México, sin encontrar resultados satisfactorios, incluso en el Archivo General de Estado

de Sinaloa y fue hasta que buscando en páginas de internet de las universidades de EE.UU

76
como la UCLA y la de Texas que encontré mapas de diferentes periodos, algunos de los

cuales voy a utilizar para mostrar la geografía y división política de la entidad y distribución

de poblaciones indígenas y sus desplazamientos en diferentes periodos.

Figura.5. Mapa Sinaloa, distribución de los grupos étnicos en 1540. http://www.edmaps.com/html/mexico.html

Consultado. 27/04/2016

Este y otros mapas permiten ubicar las zonas que abarca esta investigación, éste primer

mapa nos muestra como en 1530 estaban distribuidas estas “naciones indígenas” nómadas y

seminómadas. Otros mapas no permiten observar los cambios y las ciudades que se fueron

delimitando posteriormente.

77
Figura. 6. Distribución política en el Virreinato de Nueva Galicia 1796-1821. (en línea) Disponible:
http://www.edmaps.com/html/mexico.html Consultado. 27/04/2016

78
Figura.7. Mapa de México S. XIX (en línea) Disponible: http://www.edmaps.com/html/mexico.html

Consultado. 27/04/2016

2.2.-EL ROSARIO.

El Rosario es un municipio costero que se encuentra al sur del estado de Sinaloa,

reconocido por su riqueza en minerales desde los inicios de la Conquista, en donde se

encuentran construcciones de principios del S.XVIII.

Sobre la fundación de este municipio, M, Flores., cita a D. González quien en (1959)

escribió:

“El 16 de Enero de 1531,Nuño Beltran de Guzman derroto a los chametlas adjudicado el

pueblo a la Colonia Española, con el nombre de San Pedro” (Lazcano, J, 1968, p.103), “en

agosto 3 de 1654 fue fundado el real de minas del Rosario” (Idem), de la música previa a la

conquista en esta zona se sabe muy poco ya que fue una zona arrasada durante la colonización,

79
pero se conocen instrumentos rudimentarios, existen datos que si documentan los tipos de

instrumentos que traía la avanzada de las tropas españolas y “en época de la independencia

se puede hallar que la música se encuentra en un atraso, pero que si hay un interés por ella”

(González, D. 1959, p. 525 como se cita en Flores, M. 1974-1980).

Sobre la música en Rosario, Flores, M. (1974-1980) comenta, que en 1944 en la

primera feria del libro realizada en la capital del país, Alfredo Ibarra público sobre Sinaloa lo

siguiente:

…. En Rosario donde se ha aventajado un algo más, pero se entiende que hablamos de la

música por principio, pues donde quiera se encuentra un violín, hasta en el rancho más

miserable. Algunos tocan el arpa, la guitarra y la jaranita, instrumentos propios para los cantos

criollos, que sin tener la elegancia de los de Europa, tiene para nosotros un encanto arrebatador.

(p. 13).

Más adelante se menciona en la misma nota de Flores, M (1974-1980) lo siguiente:

Los bailes de tono, se habían reducido hasta hace poco tiempo a las casas de los

empleados de rango que venían de España o de la capital y estos mismo “degeneraban”, a

media función, en jarabe, cigüeña, paloma, venado que son los fandangos puramente criollos y

del gusto de la muchedumbre, los indios imitan de tal modo a ciertos animales en sus fandangos

que suelen bailar en cuclillas, dando saltos a manera de sapos y hasta toman una brasa

encendida entre los dientes lo mismo que suelen hacer dichos animales, los muchachos

traviesos se divierten con ellos (p. 13).

Aquí podemos apreciar cómo se da una mezcla y apropiación, porque al decir que al

final de las fiestas de las clases de “rango” de españoles “degeneran” a media función, se

observa el avance de lo popular, tomando popular como la expresión mayoritaria de un

pueblo, en este caso la música criolla con bailables donde aún pervive la cultura nativa, como

el uso que se le da a la palabra fandango ya en un contexto americano. “Aparece por primera

80
vez la palabra fandango al mencionarse su uso tanto por los criollos como por los indígenas

en América”. (idem).

Sobre el uso de los mismos géneros y piezas que se presentan en varias regiones de

América, Flores, M (1974-1980) comenta:

Al encontrarse nombres idénticos para algunos sones sinaloenses en otras regiones, se

puede suponer que correspondan a contactos e intercambios entre estados: suposición que no

puede ser esclarecida puesto que desgraciadamente no hubo quien los pasara en papel pautado

para cotejarlos con los tocados en la actualidad. (pp. 13,14).

Y sobre la evolución y expansión de estos géneros y piezas cabe citar a Igor Stravinsky

que en su poética, sostiene que “una tradición verdadera no es el testimonio de un pasado

transcurrido; es una fuerza viviente que anima e informa el presente”. (idem.)

Sobre el devenir de la música Flores, M (1974-1980) considera la interacción de varios

elementos cuando escribe:

Tal vez desde esa lejana época, nuestra música, tanto aborigen como mestiza, fue

adquiriendo la tonalidad mayor que viene hacer su sello, indiscutible y que nos hace pensar en

ciertas características de nuestras tribus que influyeron definitivamente en darle esta distinta

manera de ser, creemos que los especialistas nos darán la razón cuando señalamos la

belicosidad de nuestros indígenas, su amor por la libertad y la inestabilidad. (p. 14).

Este mismo autor nos describe como los municipios de Concordia y Rosario estuvieron

en contacto con otras culturas y esta influencia es reflejada en el campo de las artes.

El Rosario y su municipio vecino de Concordia tuvieron un contacto más temprano con

los colonizadores que otros municipios por su condición minera, dando como resultado un

amalgama cultural mayor que en otras partes del Estado, y es natural que la preponderancia en

lo económico fuera catalizadora de las artes, pues hubo, literatos, músicos, periódicos, teatros

etc….muchas casas rosarenses contaban con piano, guitarra y algún otro instrumento. Como

cita este mismo autor. (p.14)

81
2.3.-CONCORDIA.

Concordia es un municipio serrano colindante con el estado de Durango, con gran

aportación económica debido a la minera y que participó en los distintos movimientos armados

de la historia del país, considerada la cuna de las bandas musicales con alta influencia francesa.

La región ubicada entre el Estado de Sinaloa y el Estado de Durango, nos señala los

municipios en donde se formaron las primeras bandas musicales, esto debido al auge de la

minería a principios de la Colonia en esa zona, por esto en 1968 J, Lazcano los reúne como

un solo territorio cultural. “Francisco de Ibarra, Concordia, también una de las principales

ciudades y primeras fundadas, Sinaloa pertenecía a nueva Vizcaya cuya cabecera era

Durango y Nueva Galicia cuya cabecera era Guadalajara” (Lazcano, J 1968, p. 98).

Podemos observar como Sinaloa al haber pertenecido a estas dos cabeceras ha sido un

puente intercultural y esta zona de la región de occidente de México ha influido en la

formación cultural de la música norteña, este proceso de mestizaje en las costumbres que

perviven al cruce racial y son trasmitidas en ocasiones ya modificadas de su estado original.

Acerca de sus procesos históricos este autor menciona sobre la importancia de esta

vecindad, ya que al ser estos sitios principalmente habitados por población española, por ser

mineras y cabeceras políticas, el mestizaje entre dichos estados es un hecho irrefutable, así

mismo este mestizaje se da en la producción musical.

Flores, M (1974-1980) comenta acerca de las diferentes aportaciones de los distintos

grupos que llegaron a estas localidades, lo siguiente:

seguramente con los primeros colonos vino la música como parte de un acervo musical

en sus diversas manifestaciones, por ejemplo, juego de rondas infantiles, cantos de trabajo,

música sacra o religiosa, y música profana como complemento de la festividades religiosas,

naturalmente estas manifestaciones van tomando cartas de naturalización por el uso, siendo

82
adaptadas por los nuevos habitantes de estas tierras, nacidos ya de la unión de razas que ya

reciben el nombre de criollos o mestizos (p. 17).

Cabe citar un estudio que realizo el maestro Vicente T. Mendoza, donde emplea el

término de trasplante, haciendo una analogía de un término biológico para explicar cómo

un elemento cultural es insertado a otro territorio: “afirma que el trasplante de melodías

fue igual al de los diferentes vegetales que trajeron los españoles y que encontrando el

terreno y medio propicios, hicieron posible su asentamiento y multiplicación, dándose

casos de mejoramiento del nuevo producto”. Vicente T. Mendoza 1951, revista nuestra

música, s.p. (Flores, M. 1974-1980 p. 18).

Este mismo autor cita a Estrada. J (1973) quien comenta acerca de la vecindad de

Sinaloa con Durango:

Fue innegable la influencia que ejerció en el desarrollo de la música en esta región

colindante con la serranía, la relación directa con la cabecera de Durango, a partir de la música

religiosa, ya que esta ciudad era un asiento de una capilla de excelente música junta a la de

Puebla, México y Oaxaca, gozaba de sólido prestigio en la época colonial, y no creemos que

Concordia, Cópala y Panuco hayan carecido de las enseñanzas eclesiásticas a la que va

aparejada la utilización de la música, en esos tiempos en que el arte musical fue un colaborador

efectivo en las tareas de adoctrinamiento y conversión de la masa indígena, como se ha

mencionado arriba, que gran parte se logró apaciguar por este medio. (Estrada, J. 1973, p.15

como se cita en Flores, M. 1974-1980).

Esta región en la cual ni la sierra impidió el intercambio, constituyó un importante

núcleo cultural que influenció otras regiones.

En Concordia se fundó una de las primeras escuelas de la zona, en donde aparece uno

de los principales maestros que difundió la enseñanza de la música regional, como a

continuación Flores, M. (1974-1980) señala:

83
…la escuela de 1770 se fundó en San Sebastián (Concordia) bajo el auspicio de los

Jesuitas… Cien años después de la fundación de la escuela de música de Concordia apareció

por primera vez el nombre del maestro Sebastián Sánchez Tirado, hijo de Andrés Sánchez y

Ángela Tirado, que nació 1876, y recibió sus enseñanzas del maestro José Virgen, a quien se le

atribuye la creación del Schotis, “Amor de madre” y quien destaco por su habilidad en el

clarinete en el año de 1890 y fue director una de las primeras bandas del Estado ( P. 18).

Sobre la presencia de la banda musical de Sánchez Tirado durante la Revolución

Mexicana, Flores, M. (1974-1980) comentó lo siguiente:

…el 27 de septiembre de 1913 en Concordia tomo la plaza el famoso “Granito de Oro”

Rafael Buelna, durante la Revolución, quien al oír tocar la banda del maestro Sánchez la

incorporo a sus contingentes, habiendo estos participado en las acciones del Rosario, Tepic,

Orendain y Guadalajara, por ultimo tomaron parte en la entrada de la ciudad de México, pasada

la revolución la banda regreso a Concordia y su fama duro hasta los años 1930. (pp. 18,19).

Esto significa que durante 17 años al pasar por diferentes partes de la República

Mexicana, esta agrupación dejó y recogió características musicales variadas. Las bandas

tienen un papel importante antes y durante la Revolución Mexicana, habiéndose formado

muchas durante el Porfiriato como base para las futuras bandas regionales.

2.4.-MAZATLÁN.

Mazatlán es el puerto más importante del estado por su actividad portuaria y comercial y

por haber sido la puerta de acceso a las regiones mineras para diversos extranjeros.

Acerca del importante papel que jugó el puerto de Mazatlán durante la Intervención

Francesa, el historiador sinaloense Eustaquio Buelna en febrero 1864, escribió:

Se embarcaron en el puerto de Mazatlán los contingentes con que el estado de Sinaloa

contribuye a la causa de defender la patria de la intervención francesa, comandados por Placido

84
Vega, comandante militar y Gobernador del estado… desembarcan en Zihuatanejo las fuerzas

de Sinaloa, y habiendo tenido que salir de inmediato los contingentes a sus primeros combates,

dejan en dicho puerto a sus bandas de música y otros pertrechos. (Flores, M. 1974-1980 pp. 40-

41).

Así mismo Antonio Nakayama en un tríptico sobre la cultura del estado de Sinaloa y

sobre su música menciona que el regreso de la banda de Sánchez Tirado se hizo por tierra y

que tal vez durante ese recorrido integraron la pieza denominada “batalla de Tabasco”

número popular que se interpreta hasta ahora en el norte del país.

Aunque la influencia alemana sobre la música sinaloense es innegable en Mazatlán, las

primeras agrupaciones musicales vienen de mucho más atrás de su llegada, porque los

alemanes se asentaron en Mazatlán entre 1876 y 1911 y ya había una relación de más de cien

años con la cultura francesa, desde el reinado Borbón en la Nueva España.

Durante 1786 y 1808 hay un periodo de afrancesamiento, la influencia francesa

también estaba presente en las bandas de música, en las filas militares tocando para divertir

en tiempo de reposo y convocar a la batalla a los soldados.

Las bandas musicales fueron tomando un lugar destacado a nivel nacional. “Son

numerosos los datos existentes de las agrupaciones musicales agregando que cuando el

maestro Jaime Nunó, coautor del himno nacional, llego a nuestra nación fue nombrado por

Santa Ana inspector de bandas de música en 1854”. (Flores, M, 1974-1980, p. 21).

Estas bandas musicales que integraban la Tambora en su dotación musical tuvieron un

importante desarrollo en los primeros poblados mineros, ahí se dio un sincretismo

instrumental y musical durante la colonia y S. XIX, ya que estos asentamientos son más

antiguos que las ciudades costeras, con excepción del puerto de Mazatlán “que según José de

Garibay aparece en el escenario histórico y cultural desde 1603”. (Lazcano, J, 1968, p. 99).

85
Mazatlán desde tiempos previos al periodo de las intervenciones fue “visitado”

notoriamente por los ingleses, como lo menciona Simonett, H (2004) así mismo otros

migrantes se instalan ahí.

Es en el año de 1820 cuando se abre como puerto comercial Mazatlán, en plena época

independentista.

Indudablemente la llegada y tránsito de barcos de todas partes del mundo influyó en la

formación del carácter mazatleco y en el ámbito musical no desaparece la participación de los

grupos musicales regionales, sobre todo en eventos populares, en cambio la orquesta fue una

agrupación presente en eventos de las clases privilegiadas; es decir, son las clases

acomodadas las que prefieren la música interpretada por orquestas (tipo europeo) y la música

de Banda es la preferida de las clases populares, citadinas y rurales.

Como muestra de lo anterior, mencionaremos que en el teatro Rubí (hoy Ángela

Peralta) era donde se daban grandes temporadas de Ópera, Opereta y Zarzuela, espectáculos

que agradaban al viajero y fueron formando el grupo elitista de los porteños. En 1893

podemos ubicar a estos grupos orquestales debidamente preparados para estos eventos, desde

1847, como Simonett, H. (2004) señala.

2.5.-SAN IGNACIO.

Es un municipio situado al sur del estado que fue fundado por jesuitas, lugar de

tradición minera y con una amplia tradición musical, vecino de Cósala compartió con éste

algunos enfrentamientos entre realistas e independentistas que traían consigo bandas

militares, dejando estas su huella en el gusto de los habitantes del estado, se puede notar la

presencia de motivos militares en gran número de las tonadas y no solo en las que llevan

ritmos de marcha. Todos los municipios sureños del estado estuvieron cerca de los distintos

conflictos del país y por eso un gran número de tonadas populares que nacieron en estas

regiones presentan características que son diferentes de las composiciones de la región

86
norteña. En varios poblados de esta región se formaron grupos musicales de banda, y

extendieron su influencia al campo que fue incorporando a su cultura este tipo de

agrupaciones musicales, aunque un poco más sencillas. Estas bandas populares estaban

formadas por mestizos con un marcado ascendente indígena, y existieron desde la mitad del

siglo XIX.; Es decir, son una conjugación de circunstancias de la Independencia con el

nacimiento de la música nacional y de la Revolución con el surgimiento de la música

regional.

Las belicosas poblaciones indígenas de la región de los Pimas bajos y Mayo-Yoreme,

que desde la conquista lucharon por una autonomía regional y nacional, son las que dan

origen a las principales características a la Tambora sinaloense. Sobre esta belicosidad se ha

escrito.

En tanto los estados de Sonora y Sinaloa, fueron de los más codiciados, hicieron

esfuerzos heroicos en la defensa nacional, son los más celosos de la integridad de sus

territorios, como comenta M, Rojas (2002) y agrega:

Es la fuerte raíz cultural de los pueblos del norte, el prolongado proceso de ocupación

colonial y la beligerancia propia de esos grupos hicieron posible que más de tres siglos después

de la llegada de los españoles muchos de aquellos antiguos cazadores-recolectores cabalgaran

indómitos por las llanuras norteñas. (Rojas, M. et al. 2002. tomo 2. Cap. IX. Parr. 4).

La Tambora símbolo de la identidad de estos pueblos (como instrumento de

comunicación y exhortación) siguió conservando su papel protagónico en la música del

noroeste de México, colectivizó la identidad y la belicosidad, en los nativos de Sinaloa.

2.6.-ELOTA.

Elota es un municipio en el área central del estado, con zona costera que cuenta con una

extensa playa con petroglifos con una edad aproximada a 12 000 años, como su nombre lo

dice es un productor de maíz y más también produce mariscos.

87
Desde tiempos prehispánicos fue un sitio de tránsito. “Antes de la conquista Elota

situada en la rivera del rio Piaxtla, era la salida de las tribus de los señoríos de Cósala y

Piaxtlán” (Lazcano, 1961, p. 70).

Debido a asentamientos por la actividad minera y agropecuaria es fácil imaginar que

haya habido un desarrollo de actividad musical, donde interactuaban distintas culturas, ya sea

habiendo producción musical, ya sea de índole militar o practicada por cancioneros o

pequeños grupos para entretenimiento que iban en busca de los innumerables fondos mineros

que se encontraban más hacia el este, en la Sierra Madre Occidental.

Ya desde los primeros asentamientos se da cuenta de la creación de grupos musicales

Santamaría (1952):

En México desde los comienzos de la vida colonial hubo bandas militares de música, que

mucho más tarde los ayuntamientos al convertirse en las entidades administradoras y gestoras

de la vida municipal o local vieron como un importante agente educativo. (Santamaría, 1952, p.

37, como se cita en Flores, M. 1974.1980).

La guerra de la Independencia y de la Revolución son dos fenómenos que ayudan a la

proliferación de las bandas musicales en muchas regiones del país.

Algunas bandas de índole militar, se asentaron en el vecino San Ignacio y Cósala, por

imperativos de seguridad con carácter fijo. Y durante su estancia realizaban “escoleta”

(ceremonia militar). Estas actividades dieron por resultado el conocimiento y gusto por la

música de este tipo en gran parte de nuestra población rural.

Hemos afirmado que la llegada de los diferentes instrumentos musicales en un inicio

fue impulsada por la Iglesia, estos instrumentos paulatinamente serán incorporados a las

fiestas paganas y a esto hay que añadir una serie de instrumentos musicales traídos por los

hacendados y mineros, desde la Colonia y no fue una cuestión privativa del estado de

Sinaloa, sino que fue generalizada en toda la República Mexicana, de ahí que impere en casi

88
todo el país el grupo musical que se denomina Banda, con características específicas en cada

región.

Producto de estas aportaciones de instrumentos musicales traídos de Europa (en

especial de viento) fue la agrupación musical denominada como mariachi surgida en la

región del Bajío de México, icono de la música mexicana durante largo tiempo de influencia

francesa y arraigado principalmente en Jalisco, y que no cobra tanta fuerza en la actualidad

como la Banda o la Tambora sinaloense.

Sobre los maestros musicales, surgidos en Sinaloa Flores, M (1974-1980) relata:

Hacemos notar que el maestro Álvarez al igual que Sebastián Sánchez, en Concordia,

Manuel Flores Gastélum, El Recodo; Cuco Godina, por todo el municipio de Mazatlán; Juan

Gómez , por el rumbo de Villa Unión, “El Nango” Sánchez por el rumbo de Ixpalino, San

Javier; el pollo Ramón Millan, en San Ignacio academizarían nuestra música regional, al

enseñar la debida técnica y practica de los distintos instrumentos, a la vez que impartían

conocimientos teóricos, el músico empírico y autodidacta, que de pronto comienza a conocer la

técnica y la lectura, etc. Lo que significa una paulatina y profunda modificación de nuestra

música vernácula. El maestro Álvarez al llegar a Elota se rodeó de elementos nativos del Lugar

y redondeo su grupo. 1927. (p. 36).

Poco a poco va cambiando la música conforme se van agregando nuevos conocimientos

musicales proporcionados por estos maestros mencionados, por otras características del

contexto y la interacción de la cultura receptora, con otras.

2.7.-CÓSALA.

Es un municipio situado en la sierra limítrofe entre Sinaloa y Durango, es una área rica

en minerales, por lo cual fue uno de los principales asentamientos durante la Colonia para su

89
explotación, es un lugar lleno de riqueza cultural como, petroglifos y fue poblada por los

tepehuanos, acaxees y xiximes. “Fue descubierta el 15 de marzo de 1562 por su geografía y

clima agradable, (bosque) fue habitada por los Nahoas, como lo reconocen los

investigadores”. (Lazcano, J. 1961, p. 9).

Acerca de sus características coloniales, Flores, M. (1974-1980) anota:

Quienes tienen la oportunidad de conocer esta pintoresca población del estado, pueden

admirar la presencia colonial, que tan maravillosamente han preservado los habitantes de este

lugar. No puede sustraerse quien vea estas callejuelas y rincones, a la idea de un pasado lleno

de sucesos y actividades, como lo atestiguan las fuertes construcciones e iglesias, sus paseos,

sus trapiches. etc. (p. 37).

Al ser Cósala una zona rica en recursos, fue escenario de variadas disputas por su

dominio como escribió R, Buelna (1966):

Lamentablemente es por la importancia que tuvo que siempre fue víctima de numerosos

ataques, saqueos, durante las luchas fratricidas, a partir de la gesta de La Independencia,

pasando por los periodos La de Reforma así hasta el Porfiriato y la revolución. (pp. 26,27).

Al igual que en otros sitios, las bandas musicales siempre estuvieron presentes, desde

las instrucciones musicales impuestas por los jesuitas y por los ya mencionados movimientos

armados.

Sobre los cosaltecas, que llegaron tras la conquista Flores, M (1974-1980) escribe:

Los pobladores de esta región desde sus inicios probablemente fueron peninsulares o

acaso criollos de determinado grupo, que no admitieron mucho cruce consanguíneo, con

individuos no pertenecientes al núcleo, por lo que se nota en los habitantes una inclinación a

ponderar su ascendencia hispana. Que los hace presumir de sus excelsitudes de todas las cosas

de su zona. (p. 37).

90
Sobre la vida social y costumbres cosaltecas durante la Colonia, Flores, M (1974-1980)

subraya una búsqueda por igualar las costumbres de la capital del país:

Se dice que las damas cosaltecas andaban a la orden del día en cuanto a gustos y

costumbres de las que se observan en la Capital y en otras grandes ciudades de la Nueva

España, usando sedas y telas que en más de una ocasión fueron traídas por la Nao de china o

Filipinas y que los corsarios se encargaron de desviar hacia puertos sinaloenses, para lucir los

finos atavíos y telas había que organizar algún sarao, para lo que era indispensable la presencia

de la música, materializada en bailes de salón que fueron partes de las actividades sociales de

estos lejanos tiempos. (p. 37).

Estas fiestas caracterizaron a Cósala en cuanto a la moda, las costumbres y los gustos

capitalinos fueron extendiéndose a otros lugares vecinos de Sinaloa.

Las fiestas populares eran acompañadas por bandas musicales que tocaban en el centro

de la ciudad y más tarde en los kioskos.

“La existencia de los kioskos en Cósala como en Guadalupe de los Reyes, fueron

construidos para las audiciones de las bandas, el siglo pasado, encontramos un pasado

musical muy remoto en estas partes del estado”. (ídem.).

Figura.8. “Kiosko en Cósala”. (en línea). Disponible:

http://www.vmexicoalmaximo.com/sinaloa/cosala Consultado. 6 /05 2016.

91
2.8.-CULIACAN.

Este municipio es la capital del estado de Sinaloa, se ubica geográficamente en el

centro del estado, con una alta producción agrícola y en donde encontramos una de las

franjas costeras más grandes del estado, lugar donde encontramos una fuerte adoración al

Dios Huitzilopochtli, (dios de los guerreros) desde tiempos prehispánicos.

Dentro de los antecedentes históricos de la ciudad de Culiacán anteriores a la conquista

encontramos algunos textos del fraile Antonio Tello donde menciona el culto a

Huitzilopochtli y la fundación de Culiacán, como se citó en Flores, M. (1974-1980):

En el año 522 de nuestra era fue fundado el pueblo de Tlapalloconco hoy (Culiacancito)

en 701 los Nohoas ya habían emigrado al valle de México (esta emigración debió haber

comenzado en el 555), llegan los Aztecas a territorios Tlapallaconquecos y es en este lugar

donde se origina el culto al Dios Huitzolopochtli. Por los años del 600 al 900, habitan

errabundas las tribus; Xochimilcas, Chalas, Tlaxcaltecas, Tepanecas y Colhuas. (p. 39).

Acerca de la llegada de los españoles a esta región el mismo fraile A. Tello, dice en

Flores, M (1974-1980):

Todos estos informes y los que menciona el padre Tello cuando narra en su calidad de

miembro de la expedición de Nuño Beltrán de Guzmán, que en la región del oso fue recibida la

comisión de los conquistadores por el señor del pueblo nativo cuyos moradores a su vez y en

mayor número, salieron a recibir a sus huéspedes danzando y cantando por el camino (p. 39).

En este texto podemos observar el uso que se le da a la música como expresión de

“buen recibimiento” y “amabilidad” e intento de dialogo intercultural por los nativos, como

sucedió en otras regiones

Este cronista comenta como durante la época colonial los evangelizadores empleaban la

música como vehículo de adoctrinamiento y resaltan las habilidades musicales de los nativos,

cabe suponer que el ejército español traía consigo música militar.

92
“Durante el largo periodo de la colonia, los principales impulsores del arte musical,

fueron los misioneros que tuvieron buen cuidado, como ya se ha insistido en ello, de

aprovechar la facultad de los naturales y las tradiciones existentes”. (Flores, M 1974-1980,

p. 40).

En la época de la Independencia se refuerza la presencia de la música con la

reafirmación de la nacionalidad mexicana. Destacan dos bandas musicales enlistadas en los

contingentes que se embarcaron en febrero de 1863 como parte de las tropas que enviaba

Sinaloa a combatir durante la intervención francesa y que desembarcaron en Zihuatanejo, en

dichas bandas intervinieron músicos de Culiacán.

Esta misma inclusión de bandas de músicos en grupos militares se presentó en otras

regiones del país, como durante la intervención de EE.UU. como se muestra en la siguiente

cita de Flores, M (1974-1980):

Recordamos la lectura una antología musical del estado de Tabasco, escrita por el

maestro Baqueiro Foster, en una cuyas páginas se afirma que Mauricio Solís fue ejecutante de

la flauta y el flautín, como soldado miembro de una banda y que le había tocado pelear contra

los invasores norteamericanos en 1847. …Iguales situaciones pudieron haber vivido nuestros

músicos de estos tiempos. (p. 43).

A través de todo el estado de Sinaloa encontramos que la mayoría de los músicos de

banda popular, vinieron de pequeños pueblos o rancherías o son descendientes de gente que

migro de estos lugares (Cósala, Concordia), como afirmaron los informantes, “Ángel Reatiga

“el capi”, Heriberto Cisneros, profesor José María Cota, Manuel Acosta Zavala, y su

hermano Julio, el maestro escobar, Pedro Álvarez, Leónidas Ortiz” {en el trabajo de}

(Flores, M 1974-1980, p. 43).

93
2.9.-CHOIX.

Es un municipio en el norte del Estado de Sinaloa que hace frontera con el estado de

Sonora ambos estados durante un tiempo conformaron el estado de Occidente. Choix es una

región en la cual se mueven las tribus nómadas pertenecientes a la nación Cahita y Mayo-

Yorome, las cuales se desplazan por todo el estado, siendo estas las que tienen mayor

influencia sobre las demás poblaciones nómadas del resto del estado, además de poseer una

riqueza y estabilidad otorgada por uno de los ríos más caudalosos e importantes del estado.

A lo largo del rio Fuerte se asentaron los grupos étnicos, Zoes, Zuaques, Tehuecos y

Ahomes; todos de la tribu Mayo, que en los tiempos prehispánicos tenían delimitaciones fijas

en lo referente a sus dominios, encontramos desde entonces a los Zoes en lo que hoy

denominamos Choix, palabra derivada del nombre de esta tribu.

En cuanto a las habilidades artísticas de los pobladores de esta región, Lazcano, J

(1958) dice:

A través del desglose de cada uno de los municipios; hemos tratado de localizar las fechas

probables de los asentamientos humanos. En el caso de Choix se muestra en el mismo nivel de todos

los grupos indígenas del norte del estado en cuanto a sus habilidades artísticas. (p. 97).

Los grupos de esta región de Choix empleaban para acompañar estas actividades;

instrumentos de percusión, (tambores, sonajas, raspadores), de aliento como flautas de carrizo

cuyo uso todavía está presente. Y tanto la música como la lengua dan identidad y delimitan

su espacio.

2.10.-EL FUERTE.
El Fuerte es un municipio situado en el norte del estado que hace frontera con el estado

de Sonora, es uno de los municipios del estado con mayor producción agrícola y cuenta con

uno de los ríos que desembocan en el Golfo de California,(el fuerte) al igual que en Choix

también permitió que se asentaran numerosos grupos seminómadas, por la gran cantidad de

recursos que otorgaba éste para abastecer sus necesidades.


94
Existen algunas crónicas que narran la búsqueda desde la época colonial de algunas

ciudades míticas e esta región:

…En 1533 sale de San Miguel, Diego de Guzmán a explorar los territorios del norte y en

diciembre del mismo año llega hasta el rio yaqui…. regresando después hasta Culiacán, Fray

Marcos de Giza acompañado del negrito Estabanico emprende en el mes de mayo la búsqueda

de las siete ciudades de Quibira y Cibola...((Lazcano, J. 1958, p. 98) como se cita en Flores, M.

1974-1980. p. 98.).

Otra expedición que cita este autor es la siguiente: Lazcano J. (1958):

En noviembre del mismo año el alcalde de la Villa de San Miguel de Culiacán, Melchor

Díaz y por disposición del virrey Antonio de Mendoza, explora el norte y llega hasta la

desembocadura del rio Colorado, para el año de 1540, el propio gobernador del reino de Nueva

Vizcaya, Francisco Vázquez de Coronado prosigue en la búsqueda de las míticas siete ciudades

y llega hasta el actual estado de Kansas en EE.UU· (Flores, M. 1974-1980. p. 98.).

En este texto se puede observar que ya existían rutas trazadas entre Mesoamérica,

Aridoamérica y Norteamérica desde tiempos anteriores a la Conquista.

Estos expedicionarios conocieron Carapoa en su paso por el actual territorio del

municipio del el Fuerte, donde seguramente se aviaban de alimentos, pero sobre todo de

agua, que la había en abundancia por el rio Zuaque (antiguo nombre del río fuerte) el más

caudaloso del estado y que atraviesa este municipio, en su incesante viaje hacia su

desembocadura en el golfo de California.

Los peninsulares encontraron resistencia por estos grupos cahitas, al igual que en otras

regiones norteñas, Lazcano, J (1958):

En 1564 el capitán y gobernador de la nueva Vizcaya Francisco de Ibarra entra a Carapoa

y funda en el mismo sitio la villa de San Juan Bautista, como un bastión que sirviera para frenar

95
los ataques constantes de la tribu Cahita, que desde el principio dio muestra de una indeclinable

decisión por defender sus territorios, en un justo anhelo por conservar su libertad, sus tierras,

sus bosques, en fin todos lo que representa su habitad. (Flores, M. 1974-1980. p. 98.).

La cultura Cahita está conformada por las diferentes tribus nómadas ya mencionadas

que abarcan la mayor parte del estado, (incluyendo la conexión con la meseta del Nayar),

aportan desde su lengua como ya se dijo el nombre de Tampora a la llamada la Tambora

sinaloense, como instrumento y género musical donde está impreso el carácter de estos

grupos y que hasta la fecha es símbolo de la identidad sinaloense.

Acerca del carácter o espíritu combativo en la música de Sinaloa, Flores, M. (1974-

1980) comenta:

La música fue un factor importante como impulsora del espíritu combativo de nuestros

indígenas Pérez de Riba, Baltazar de Obregón, el padre Tello y todos los relatores de la epopeya

de la conquista del Noroeste mencionan la existencia de cantos e instrumentos usados por los

originarios, a través de los años han conservado su amor y dedicación por la actividad musical,

que tiene como acabamos de señalar antecedente que se remonta a tiempos anteriores a la

llegada de los españoles y que después por medio del empeño de los misioneros, aprendieron a

tocar, violines, arpas y guitarras (por lo que no sorprende como es la formación de lo que se

conoce como chirrines o norteños) que constituyen lo básico de los grupos musicales, que se

encargan de amenizar los festejos a lo largo de todo el año, se realizan por las distintas

cofradías de mantener vivas las tradiciones. (p. 71).

Aquí podemos ver como la música es importante para estas etnias del estado, con qué

fines utilizaban la música, cuáles son los usos que hoy tiene, y qué función cumplía en la

estructura social en que se surge.

2.11.-SINALOA DE LEYVA.

Sinaloa de Leyva es un municipio del norte del estado, se encuentra en la rivera del rio

Sinaloa también llamado Petatlán. La villa fue fundada el 30 de abril de 1583 con el nombre de

96
Villa de San Phelipe y Santiago de Sinaloa, por don Pedro de Montoya, en 1585 se realizó

una segunda fundación de la villa, por Antonio Ruiz, en 1591, llegaron los misioneros

jesuitas Gonzalo de Tapia y Martín Pérez, que fueron los principales cronistas de esta región.

El padre fray Andrés Pérez de Ribas (1944), escribió acerca de los lugares donde

catequizó Gonzalo de Tapia, entre ellos Sinaloa de Leyva y comentó:

…en ella hizo diligencia para que le dieren algunos cantores que fuesen en su compañía

llevando algunos instrumentos musicales, celebrasen alegre pascua de navidad, que ya se

acercaba… Celebrose la misa con música, que admira y tenía en suspenso a los indios, como

cosa tan nueva para ellos… Dieron orden los padres de que aquel día hubiese procesión fuera

de la iglesia, en que salieron algunas danzas. (Flores, M. 1974-1980. p. 72).

Este texto constata que la práctica de la actividad musical se incorporó a las labores de

catequización de indígenas, criollos y españoles.

Más adelante Pérez de Ribas retoma el texto de P. Tapia donde escribió: “Todo lo dejó

bien dispuesto el padre Tapia en México, y justamente alcanzó del Virrey algunos

ornamentos para aquellas nuevas y pobres iglesias, que se iban fundando, campanas e

instrumentos musicales para celebrar las fiestas con decencia conveniente” (Flores, M.1974-

1980. p. 72).

Sobre la tradición y las celebraciones que se mantienen vivas, Flores, M (1974-1980)

dice:

…se fundó una orquesta de san José de Gracia, de donde migraron en el éxodo la gente

serrana, cuando la minería decayó y comienza la explotación de la agricultura en toda la faja de

la costa del estado. Esto explica cómo es que llegan las bandas a las costas, o por que las

personas de las serranías se acercan a la costa con un conocimiento musical previo debido a las

instrucciones de los jesuitas, ya bajan con un conocimiento cultural mucho más grande por ser

las zonas de más contacto durante la conquista y la colonia, por ser provenientes de los sitios de

explotación minera en los cuales habitaban los españoles y se dieron los primeros mestizajes.

(p. 65).
97
En este trabajo de Manuel Flores Gastélum, se describen algunos antecedentes

históricos de los pueblos de Sinaloa y distintos encuentros culturales y como dentro de estos

contextos se fueron desarrollando algunas de sus bandas musicales y la formación y

procedencia de las músicos que las integraban y cuáles fueron también sus influencias; es

decir, se da una descripción de los factores que intervinieron durante este proceso musical,

aportando datos, sugiriendo y exponiendo como estos factores del mestizaje cultural están

presentes hasta la actualidad en la música sinaloense, donde sobrevive una parte prehispánica,

siendo de gran importancia este estudio para entender la historia de las poblaciones del estado

en donde surge la Tambora, como referente identitario.

98
CAPITULO.III

LAS REPRESENTACIONES COLECTIVAS EN LA MUSICA ETNICA DE SINALOA.

3.1.-LA MÚSICA DE SINALOA.

En la música Mayo-Yoreme de Aridoamérica (incluyendo la del estado de Sinaloa),

podemos encontrar un sonido repetitivo y enérgico en los bailes y la música tradicional de los

aún sobrevivientes pueblos nativos, como en la representativa Danza del Venado, que recrea

una relación hombre –naturaleza. Esta danza del venado es un elemento generador de

identidad de los sinaloenses y algunas de sus características rítmicas como el ostinato y el uso

de compases compuestos, los encontramos también en su música popular.

Sinaloa toma y hace la música de banda propia, gracias a una herencia ancestral de

carácter tonal desde el habla, un estilo musical que nace del baile y viceversa, espíritu de

estos pueblos nómadas. La danza está muy ligada a la expresión de la música, se podría decir

que cada estilo musical nace de una forma de bailar y viceversa.

Para entender la herencia histórica cultural, que pasa de generación en generación,

tomaré la siguiente parte del texto del cronista, Olea, H (2012):

La institución de culto al sanguinario Dios Huitzilopochtli, por el año 544 según sus

tradiciones, dio ocasión para que se conocieran los himnos a los Dioses, además tuvieron un

concepto sobre la creación del mundo ya que su Dios junto con Quetzalcóatl creó los doce

cielos, el agua, la tierra, el sol, las estrellas y la luna, refiere la mitología Náhuatl. Al

convertirse las naciones indígenas en idólatras — adoradores del sol y la luna— la religión y el

arte dejaron abundantes huellas de su cultura y organización social, es decir, en la cosmovisión

del pueblo mexicano. (p. 2).

99
Las diferentes “tribus” realizaban sus fiestas calendáricas y de culto a través de bailes,

juegos y danzas. Olea, H (2012) anota:

Los bailes y mitotes servían para regocijar a todo el pueblo. Estos se preparaban para

celebrar sus victorias ante los trofeos de guerra que consistían, conforme al compilador de sus

historias, “la cabeza o cabellera del enemigo muerto u otro miembro, como pie o brazo, que se

ponía en una asta en medio de la plaza y alrededor se hacía el baile, acompañado de algaraza

bárbara y baldones al enemigo muerto”. En estos festines participaban las mujeres que se

entregaban a la borrachera y baile general “al son de grandes tambores” Las fiestas al Dios de la

Guerra, Huitzilopochtli, consistían en bailes y cantos que duraban veinte días. (p. 3)

Estas fiestas apelan a una realidad distante sin embargo siguen vigentes en Sinaloa, por

su simbolismo que abarca el presente, parafraseando a G. Bonfil Batalla (1991), son

representaciones heredadas en un lugar delimitado en un tiempo continuo.

Cardoso de Oliveira (1976) ha comentado acerca de estas representaciones colectivas lo

siguiente:

Esas representaciones colectivas, en cuanto transcienden el ser individual, expresan una

realidad más alta, la de la propia sociedad. Es una realidad de orden intelectual y moral, un ser

social, irreductible - en su totalidad - a las conciencias individuales que, a su vez, en su práctica

cotidiana no podrían aprehenderlas sino fragmentariamente. El carácter inconsciente de las

representaciones colectivas debe ser comprendido desde este punto de vista. (p. 41).

El inconsciente colectivo sumado a un simbolismo transgeneracional ayuda a explicar

cómo se integra un bagaje cultural y elementos simbólicos en los nativos de Sinaloa, “el

tambor” o “Tampora” de presencia como arquetipo y factor cultural en la Banda de viento, se

une con un ritmo impuesto por el lenguaje.

El concepto de representaciones colectivas, tomado de E. Durkhiem, (1986) explica:

[Las representaciones colectivas] son el producto de una inmensa cooperación que se

extiende no sólo en el espacio sino en el tiempo; para producirlas, una multitud de espíritus

100
diversos asociaron, mezclaron, combinaron sus ideas y sentimientos, largas series de

generaciones acumularon aquí su experiencia y su saber. (pp. 22-23).

Esto es lo que sucede en un encuentro intercultural, y sucedió durante el surgimiento de

la Tambora; culturas y herencias distintas colaboraron y perviven.

En el estado de Sinaloa la música de Banda empieza y termina con la estrepitosa

Tambora, es la indudable aportación cultural de las representaciones colectivas de los nativos

portadores de una “multitud de espíritus” que se asociaron, (en palabras de Durkheim), a las

nuevas expresiones de la música traída e interpretada con instrumentos extranjeros.

Podemos acercarnos a la transformación de la música de viento a la Tambora; es decir,

donde intervienen estos sentimientos, esta multitud de espíritus, este inconsciente colectivo

que se manifiesta fuertemente durante el mestizaje para subsistir y seguir siendo parte del

espíritu del estado de Sinaloa.

Podemos rastrear en los orígenes de la música sinaloense si escuchamos las letras en la

música de la Tambora actual, que aparece la muerte como algo inevitable, vemos que hay una

posible recreación de la antigua cosmovisión y prácticas rituales al dios Huitzilopochtli, con

nuevos instrumentos, con nuevas danzas, pero al final con una cosmovisión ancestral que

determina la música de banda del pueblo de Sinaloa, nutrida del imaginario colectivo

heredado.

3.2.- CULTURA, IDENTIDAD E INCONSCIENTE COLECTIVO.

Es necesario partir, desde crónicas y fuentes bibliográficas, estudiar cómo son

introducidas las costumbres ajenas que con el tiempo se hacen propias; si bien es cierto que

existen Bandas musicales de aliento, en otras regiones del país actualmente existe un género

musical denominado música de banda, emergido de la Tambora sinaloense.

En las distintas regiones geográficas del país la lengua nativa ha sido fundamental en el

desarrollo de las diferentes manifestaciones culturales, manifestando diferencias entre ellas.

101
P Kirchoff. (1943.) ha propuesto una división geográfica de Mesoamérica, tomando en

cuenta diferentes manifestaciones culturales e incluye las diferencias lingüísticas.

Si bien es cierto que existe una música instrumental, los instrumentos en muchas

ocasiones están diseñados para acompañar a la voz, expresión anímica por sí misma, la

siguiente idea enfatiza que en cada región que ha adoptado la música de Banda, hay un factor

a considerar que; es el habla, ya que todos los pueblos poseen una modulación y tonos

peculiares al hablar y la cultura musical está relacionada con el tipo de lengua (herencia

cultural transmitida de generación en generación) de la zona geográfica en donde se

encuentra ubicada (entorno sonoro) e influencia; entonces, el canto, la danza, el sentir,

manifestándose en una forma específica de hacer música.

Acerca de esta interacción entre lengua, tesitura, extensión y sistema tonal, Eric M.

Von Hornbostel, dice:

El estudio de un sistema tonal nos interesa en primer lugar establecer sus límites, el

ámbito en la música vocal, el ámbito viene determinado por la extensión de la voz, en la música

instrumental depende de la técnica constructiva del instrumento y también de la anatomía

humana a la cual se adaptan los instrumentos, la ampliación del ámbito de los instrumentos

afectará a la música vocal. (Cruces, F et al. 2001, p. 45).

Esta nota explica porque cada región obtiene una única forma de interpretar estos

instrumentos debido a toda la carga social que lo convierte en individuo dentro de su

sociedad. Algunos intérpretes de las viejas bandas sinaloenses, comentan que antes era

eminentemente instrumental, en sus inicios, y que ahora la música está hecha para acompañar

a la voz en su mayoría, como comenta Felizardo García “Chardo” en el documental , La


9
tambora sinaloense- Mazatlán Vs Culiacán”. Min.24 .

En la escuela de Berlín donde se realizaron importantes estudios de musicología

comparada, a finales del S. XX, se investigó acerca de los aspectos biológicos de nuestro

102
comportamiento musical y se halló que algunas conductas son de carácter universal y otras

están determinadas por el ámbito cultural, se hace presente esta dicotomía entre naturaleza y

cultura.

Podemos leer en la siguiente cita como el esfuerzo del hombre primitivo en su

precario conocimiento y herramientas para la elaboración de instrumentos, ya deja su

esencia impresa en el ritmo y la melodía, como lo menciona Wead, K. (1902):

Los constructores de instrumentos primitivos se guiaban muchas veces por principios

extra musicales, los orificios en los instrumentos espacialmente equidistantes o se presentan en

grupos simétricos o aproximadamente en el medio de los nodos internos naturales de las cañas

de bambú, también en las flautas de arcilla del antiguo Perú y México los orificios se

distribuyen de acuerdo a criterios ornamentales, las escalas irregulares de estos instrumentos de

viento son corregidas mediante la pericia del soplo de los ejecutantes. (Cruces, F et al. 2001,

p.48).

A estos aspectos culturales y naturales debemos sumar el paisaje sonoro como fuente

importante en las creaciones de las músicas regionales.

Los estudios sobre cultura musical contemplan tanto aspectos universales como

particulares de cada cultura, en este estudio utilizaré ambos enfoques.

Hay una disposición de carácter universal hacia la música en el ser humano, existen

instrumentos similares en culturas distantes entre sí, hay algo en el ser humano que lo acerca

a la música con características y arquetipos universales, los estudios comparativos en un

inicio se centraban en la búsqueda de diferencias, pero las similitudes surgieron también de

esa comparación. La universalidad en comportamientos y expresiones culturales resulta

posible y existen expresiones diferentes que cumplen funciones similares.

Como ejemplo, encontramos a lo largo de México características musicales universales en

ritmos, melodías, escalas e instrumentos; sin embargo, como ya se dijo la música de Banda a

_______________
9Ver en: https://www.youtube.com/watch?v=01vg9Tjz2Mk
consultado 15/08/16
103
pesar de haberse generalizado en todo el territorio desde la Colonia ha ido adquiriendo

características regionales, como podemos apreciar en la diferencia entre una banda de Oaxaca

y una de Sinaloa, como se puede observar en el número de ejecutantes, la distribución de

estos en el escenario, la diferencia de los instrumentos, así como las diferentes formas de

entonación y repertorio.

Berghe P. desde 1975 señalo como raíz de la cultura a la lengua y su importancia

incluso para la construcción de los instrumentos según las escalas tonales.

Esta es la perspectiva bajo la cual considero surge este fenómeno de variaciones

sonoras en los distintos tipos de Bandas musicales regionales del país. La geografía y la

lengua son elementos importantes de estas variedades. Veracruz, Oaxaca, Michoacán y

Sinaloa son zonas que pertenecen a diferentes regiones lingüísticas, igualmente afectadas por

similares eventos históricos, como las intervenciones e influencias extranjeras, entre ellas la

francesa y la estancia de casas comerciales alemanas; estas influencias extranjeras

encontraron diferentes formas y lugares de entrada ya sea por el Pacifico o por el Golfo de

México. En el caso de Mazatlán se produjo un mestizaje con características propias por el

diferente contexto.

Este contacto tuvo como resultado productos culturales específicos que como comenta

Bonfil, G. (1991):

Cabría destacar que esa realidad más alta, esa sociedad a la que se refiere Cardoso de

Oliveira, no es la sociedad en abstracto, sino siempre una sociedad concreta. Las

representaciones colectivas son diferentes de una sociedad a otra, precisamente porque son

resultado de una larga acumulación que ocurre en un universo social delimitado y continuo a lo

largo de un tiempo. De ahí que las representaciones colectivas siempre formen parte de una

cultura específica y que la identidad étnica, como expresión ideológica contrastiva pero fundada

en esas representaciones colectivas particulares, exprese también a esa cultura específica. (p.

168).

104
Sobre la influencia de la lengua en la música Hornbostel, E. dice: “En este caso el

movimiento melódico y también el ritmo, parece que hasta un cierto punto venga dado por la

melodía de la lengua”. (Cruces, F. et al. 2001, p. 54).

Estos planteamientos enfatizan el papel del lenguaje dentro de una cultura, ya que ésta

sirve para comunicar, dialogar, entender, crear conceptos, crear sonidos etcétera, estos

enfoques nos ayudan a entender y explicar muchos elementos culturales y sus

manifestaciones artísticas. Si estudiamos las costumbres que sobreviven en un pueblo,

principalmente su lengua por ser su forma de expresión podemos verla presente en su

identidad a través de sus bailes y sus cantos.

El desarrollo de la lingüística siguió una evolución similar al de la etnomusicología, la

filología estudia las lenguas por separado, hasta que la lingüística comparada estableció

conexiones entre ellas, esto sirvió para señalar nuevos caminos en el estudio de las lenguas de

los llamados pueblos “primitivos” que hasta entonces despertaron interés.

El estudio del lenguaje como podemos observar en las opiniones de Umbrto Eco,

Charles Darwin, va más allá de un lenguaje fonético abarcando un lenguaje corporal, musical

y otras expresiones artísticas humanas.

Los musicólogos no pueden reconstruir la música de los pueblos antiguos a través de

los objetos musicales exhibidos en los pueblos y se apoyan en datos etnohistóricos que

incluyen testimonios documentales, las notaciones de algunos viajeros, hallazgos

arqueológicos, diarios de campo, crónicas de misioneros que dieron cuenta de “la música

disonante de los nativos”. El análisis de músicas que utilizan intervalos y ritos distintos a la

cultura europea dificulta la transcripción, pero la creación del fonógrafo y nueva tecnología

facilito la recolección y el análisis de estas expresiones musicales.

Es aquí de donde el método comparativo, con la tecnología disponible en el desarrollo

de ésta investigación, se convierte en un trabajo multidisciplinario.

105
El inconsciente colectivo contiene toda la herencia humana es una impronta en la

evolución de la humanidad, que aparece nuevamente en la estructura cerebral de cada

individuo. El concepto de inconsciente colectivo explica cómo una carga social hereditaria

subsiste ante los cambios, ya sea por migración, por intervención de factores externos o

endógenos.

El conjunto de creencias y símbolos comunes dentro de los miembros de una misma

sociedad producto de sus experiencias colectivas forma un sistema determinado, podemos

llamarlo imaginario colectivo o común, algo distinto a lo individual, el inconsciente colectivo

y el imaginario colectivo van más allá de nuestro control, están antes y después de nosotros

“la cultura tiene vida propia”, palabras recogidas en una entrevista realizada a un danzante

(Salvador Valdéz) de los Mochis Sinaloa el 8 de abril de 2016.

Sobre esta psique colectiva el psicólogo William McDougall (1958) escribió:

Cabe considerar la mente como un sistema organizado de fuerzas mentales o

intencionales, y, en el sentido así definido, puede decirse con propiedad que toda sociedad

humana posee una mente colectiva. Porque las acciones colectivas que constituyen la historia

de tal sociedad están condicionadas por una organización únicamente descriptible en términos

mentales, y que empero no está comprendida dentro de la mente de individuo alguno. (p. 172).

El pensamiento y la acción de un individuo dentro de un grupo pueden ser distintos de

su pensamiento y de su acción como individuo aislado.

Este mismo autor comenta acerca de las particularidades del comportamiento colectivo

y de la vida mental de determinadas sociedades, lo siguiente:

Frente a la vida mental de cualquier sociedad con sus miembros relacionados social y

orgánicamente entre sí, la psicología social tiene que describir cómo cada nuevo miembro que

se incorpora a la sociedad va moldeándose según las pautas tradicionales de pensar, sentir y

hacer, hasta que deviene apto para desempeñar su papel como miembro de la misma y su

influencia contribuye a la vida mental colectiva (idem.).

106
Siguiendo los autores ya mencionados y la inclusión de algunos conceptos como

imaginario, representaciones, inconsciente y colectivas, se hace una relación de estos

conceptos con ejemplos históricos a través de una narrativa acerca de los procesos por los que

ha pasado la “Tambora sinaloense”.

Por ejemplo, los alamanes que fueron construyendo kioskos para las interpretaciones

musicales públicas, siendo la incorporación de estos una aportación a la vida cultural que va

volviendo su presencia significante en distintos eventos donde participan distintos actores

sociales que se incorporan a la sociedad y como representante social va moldeando las pautas

tradicionales de pensar, sentir y su influencia contribuye a la vida mental colectiva.

3.3.- PRESENCIA DE LA TAMBORA EN LA HISTORIA DE LA MUSICA PUPULAR

DE SINALOA.

A continuación se muestran algunos cambios y aspectos en la música del estado de

Sinaloa como son las principales figuras que rescatan los escritos pautados, fechas de las

primeras grabaciones de la Tambora cuando entra a la industria musical, la descripción

organológica de los instrumentos que forman la banda que hacen la música de Tambora, las

diferencia entre música de cuerdas y viento, sus primeras apariciones en la historia del estado

y la estrecha relación entre los pueblos de Durango y Sinaloa, y algunas reflexiones acerca

del significado social de la música de Tambora y esta como significante social.

Una de las figuras importantes en la investigación de la música del estado de Sinaloa

fue Ángel Viderique, destacado, por haber sido recolector y haber transcrito algunas

melodías… “El maestro Viderique ya intuía el papel que desempeñaría la música de banda

sinaloense, y por eso lo recordamos como uno de sus fundadores.” (Flores, M. 1974-1980,

pp. 2,3).

107
Sobre su primer acercamiento a la Tambora, Flores, M (1974-1980) comenta:

El primer conocimiento de la banda lo “percibí” porque oí una serie de tamborazos, que

era la forma en la que se convocaba a los músicos, en una ocasión de una tocada por que no

había teléfonos, en una clara reminiscencia indígena por medio del percutir de algún tambor. (p.

7).

A continuación se transcribe una interesante descripción de los integrantes de un grupo

musical e instrumentos utilizados en la Tambora, que realizó Flores, M (1974-1980):

2 clarinetes de sistemas sencillos de 13 y 15 llaves, dos cornetines, dos trombones de

pistones, dos saxhorns productores de armonías, el bajo de pecho en Si o Mi bemol y las

percusiones integradas por una tambora (bombo) cuyo vaso era de manufactura casera hecha

con madera de nuestros bosques a lo cual se le adosaban a ambos lados las respectivas

membranas o parches que no eran otra cosa que piel de chivo, debidamente afeitado pero sin

curtir, los que medianamente ajusta los aros por medio de cuerdas de mecate se templaban y

producían un sonido diferente al de los parches usados en la actualidad, ya que estos últimos

son de plástico, lo que no ha cambiado son los platillos que son tocados por el encargado de la

tambora, uniéndose uno de ellos al costado de la misma y siendo percutido por el otro que es

manejado con la mano izquierda, la tarola o redoblante también era confeccionado igual que la

tambora, a la tarola se le agregaban unos cascabeles de serpiente, pues se decía que se hacía

más sensible su parche con esta innovación, estos cascabeles iban por dentro de la caja. (pp. 7-

8).

Esta es una descripción de la dotación de instrumentos regionales, su enriquecimiento y

algunas de sus características.

108
Tambora Sinaloense

Figura.9. Banda sinaloense de principios de 1900. Archivo Histórico Municipal de Mazatlán.

Algunos historiadores como R, Olea y M, Flores, nos narran cómo algunos cronistas

describieron a los grupos musicales que hacían “las delicias sinaloenses”, y los dos

principales tipos de orquesta que denominaban música de cuerdas o música de viento (según

la dotación instrumental).

Acerca de las preferencias de los distintos sectores sociales en torno a la música,

comenta Flores, M (1974-1980):

En cuanto a su preferencia por los distintos sectores los campos estaban delimitados, la

orquesta era de sectores económicamente más altos, mientras que la banda era la música del

pueblo y de uno que otro cacique o hacendado, que en las parrandas jalaba con el gusto de sus

peones. (p. 8).

La banda es una expresión popular del pueblo, que dentro del lenguaje coloquial le

podemos llamar de las clases campesinas, como dice, H. Simonett (2004). Es decir, la música

de banda, aunada a la Tambora forma parte de la vida colectiva. Los instrumentos de vientos

y el tambor son usados desde tiempos remotos en los distintos eventos sociales.

109
Sobre las primeras grabaciones que se realizaron de esta música, Flores, M (1974-1980)

menciona:

Las primeras grabaciones hechas por las bandas del edo. Fueron hechas sin ningún

interés comercial, es decir, fueron hechas por el placer de escucharse a sí mismos. 1952 los

guamuchileros, la del recodo, Porfirio amarillas, los tamazulas y otros grupos…. Después se le

suman nuevos instrumentos, como cencerros, maracas, tumbas, güiros, para darle a la banda

sonoridad tropical. El uso de nuevos instrumentos y tecnología hizo un cambio fuerte en la

música regional, volviéndola hacia lo comercial, deteriorando la imagen primitiva de la banda,

dando por resultado la creación de híbridos, que lamentablemente pierden su relación con las

raíces populares auténticas. (p. 9).

La música de Tambora no pierde con sus transformaciones, si no que se enriquece y la

música nativa de Sinaloa con la introducción de nuevos instrumentos y estilos, que

conservando elementos originarios también se enriqueció.

Sobre los cambios tecnológicos que se dieron en los instrumentos Flores, M. (1974-

1980) comenta:

Lo que a su vez ha jugado un papel fundamental en la transformación de las estéticas

musicales, se puede afirmar que todos los cambios en los modos de comunicación de las formas

artísticas han conllevado transformaciones en el orden formal de lo estético y su construcción

de sentido. En los modos cabe señalar modos, y no en comunicación. (p.10).

Al entender la música como cultura Nicholas Cook (2001), plantea que:

Si la música es un modo de crear significado, y no solo de representarlo, podemos ver la

música como un modo de conocer al otro, de obtener un tipo de comprensión del otro cultural y

si utilizamos la música como un modo de comprender otras culturas, entonces podemos verla

como un medio de negociar la identidad cultural, de mover nuestra propia posición,

construyendo y reconstruyendo nuestra propia identidad en el curso del proceso. (Ruesga, B. et

al., 2004.).

110
Además de que la música puede atenuar diferencias culturales, puede establecer puentes

de comunicación entre culturas, crear campos de intersecciones y entendimiento, en un

mundo lleno de conflictos, no podemos permitirnos pasar por alto lo que la música tiene que

ofrecer y esto es posible a través de una relación activa con ella.

Es por eso que al estudiar en los procesos de préstamos culturales, es importante, que

considerar que no hay identidades puras o incontaminadas. Cuando se define la

“autenticidad” de tal o cual música, mediante un proceso de abstracción de rasgos, se tiende

sospechosamente a olvidar la historia de las mezclas en que se formaron y que en todo

encuentro cultural se establece un dialogo.

Las actuales investigaciones toman en cuenta la conjunción de varios elementos, sobre

esto Flores, M. (1974-1980) dice:

Por eso al tratar de llevar a cabo esta compilación solo nos guía el deseo de preservar

para las nuevas generaciones, por medio de cintas grabadas, transcripciones en papel pautado y

por una relación de todos los detalles inherentes al tema. Pero no nada más la música

tradicional mestiza forma parte de la producción de nuestro estado, sino que tenemos la

interesantísima aportación de la música indígena localizada en la parte norte y que es practicada

por la tribu mayo-yoreme, que ha conservado casi integra su música. (p. 11).

Este comentario de Flores, M. resulta pertinente para apoyar la hipótesis de este trabajo;

es decir, si no se ha conservado integra, si podemos asegurar que la aportación de la música

indígena originaria del estado se ha conservado, ha resistido y ha integrado sus propios

instrumentos musicales, los cuales interpretan desde su tradicional forma mestiza con bases

indígenas, que aportan las peculiaridades a la Tambora sinaloense.

En esta obra de Flores, M. se incluyen antecedentes que el autor toma en cuenta para

tener presente como la Banda viene acompañando la historia de Sinaloa y sus pueblos

vecinos con los cuales por diferentes motivo han tenido contacto en diferentes fechas de la

historia del estado, por ejemplo hace mención de los miembros de la “Banda los Azulitos”,

111
(llamados así por el uniforme de mezclilla que utilizaban). La “Banda de los Azulitos” en el

año de 1935 fue a tocar a Tamazula Durango, población que siempre ha tenido contacto con

Sinaloa y al preguntar a los músicos del lugar, por la historia de las bandas de ese lugar le

informaron a este Flores, M que sus antecedentes, se remontaban a la época del primer

presidente de la República Mexicana: Guadalupe Victoria (1824-1829), que nació en esa

población.

Todavía están en Culiacán los hermanos Meza que con la familia García fundaron la

Banda los “Tamazulas”, así lo menciona Flores, M (1974.1980) como una muestra de la

influencia que tienen ambos estados en los diferentes momentos históricos en la creación de

las Bandas, que con el tiempo, van tomando nuevos elementos donde se va plasmando la

esencia de Sinaloa principalmente.

Buscando en las publicaciones locales del estado hallé, un texto de uno de los

investigadores del Colegio de Sinaloa, titulado, Un barco pirata en Teacapán y otras

crónicas marinas de Joaquín López Hernández, en el cual se lee, lo siguiente: “el estado de

occidente, al convertirse en Sonora y Sinaloa. Ambas comunidades comparten pues

costumbres y nexos familiares, tal como hacia el sur entre Rosario, Escuinapa en el estado

de Sinaloa y Acaponeta y Tecuala en Nayarit”, (López, J. 2002, p. 16). Esto constata que los

límites culturales traspasan la geografía.

En la obra arriba citada, este autor comenta que ya desde 1855 está la presencia de las

bandas:

La juventud de Vega transcurre en Culiacán como empleado de la casa comercial de su

primo el coronel Francisco de la Vega; su gran pasión fueron las armas, conquistar bellas

mujeres y la música de Tambora. Se inicia en la carrera de las armas en 1855, al pronunciarse a

favor del plan de Ayutla. (López, J. 2002. S.p). {como ya lo he señalado anteriormente en la

página 76}

112
Esta cita da cuenta de cómo antes de la llegada de la influencia alemana al sur de

Sinaloa, ya existía el nombre de Tambora, para este tipo de agrupación musical, como esta

mencionado en la reseña: la breve historia de Sinaloa, de Hiram Félix. Ya se han encontrado

muchos datos que hablan de las Bandas más antiguas, las cuales ya tenían la instrumentación

de la Tambora actual.

Dice Manuel Flores que la banda se esparció por todo el estado, que en Navolato había

una dirigida por Conrado Solís y que había una banda en Concordia que dirigió el maestro

Sebastián Sánchez, y que durante la Revolución formó parte en la brigada del Gral. Rafael

Buelna.

Esta mención de 1935 también hace alusión a la existencia de la banda durante el

mando de Guadalupe Victoria en la presidencia en los años de 1824 a 1829 y las relaciones

que ya existían en entre Durango y Sinaloa en los orígenes de la Tambora.

113
CAPITULO. IV

4.1.-PRESENCIA FRANCESA EN MÉXICO.

Es necesario contextualizar la entrada de la cultura francesa en México para entender

como Francia ha interactuado con las diferentes culturas de México y su música.

La información acerca de la llegada de los franceses a México contempla la explotación

de las zonas mineras de occidente y los contextos políticos militares a los que se encontró

sujeto este territorio nacional durante la colonia, la guerra de intervención Norteamérica, la

intervención francesa y las diferentes naciones que pretendieron ocupar este espacio para

obtener un beneficio político territorial y de explotación económica, señala como principal

actor a Francia, tanto en el comercio, como en la industria textil y que además este grupo

buscaba consolidar una nueva área de producción después de la perdida de algunos territorios

ocupados por Francia en otros países, como el territorio de Louisiana en EE.UU.

A continuación se documenta la influencia de Francia en México en diversas áreas, en

las cuales se hace presente la adopción de su cultura en el occidente de México y en el Golfo

de México, tomando como referencia los acontecimientos y resultados en ambas partes del

país, exponiendo el panorama de la entrada de Francia en México.

Acerca de la llegada de los franceses a México, Fernández, J. dice:

México ha sido siempre una ciudad cosmopolita. Ser cosmopolita en el siglo XIX quería

decir abrir la mente a lo que se producía en Francia”… Este país era el laboratorio cultural de

Occidente y su cultura juzgada como de punta en el hemisferio. Por esta razón, hablar de

influencia francesa es hablar de la influencia que ejerció toda Europa sobre México en un

momento dado y que se transmitió a través de los franceses o de personas embebidas en la

atmósfera cultural francesa. Francia a su vez, reunía conocimientos con los que otros pueblos

habían contribuido. Tratar de disgregar lo exclusivamente francés, como si se pudiera aislar del

114
resto, nos llevaría a configurar un relato inútil, incompleto, fuera de todo marco histórico. Sin

embargo, hemos aceptado hablar de influencia francesa con la condición de que se entienda, por

un lado, que México no se alimenta sólo de Francia, y por otro, que Francia juega un papel

condensador de la cultura occidental durante el lapso que hemos escogido para trabajar. (Pérez,

J, et al., 2004 p. 105)

Es importante tomar en cuenta este apartado de la obra acerca del afrancesamiento en

México, introducido durante la presidencia de Porfirio Díaz “el urbanismo porfirista, un

urbanismo marcado por el historicismo e influenciado por las ideas higienistas de los

científicos franceses de aquellos tiempos”. (Pérez, J et al., 2004 pp.137,138)

La influencia francesa se dio también a través de España en la nueva España, como

Fernández, J comenta:

La España del siglo XVIII, como la mayor parte del mundo occidental se encuentra

seducida por el esplendor de París, por Versalles y en general por el urbanismo barroco francés.

Recordemos que desde 1700, la casa de Borbón encabezada por Felipe de Anjou, nieto de Luis

XIV de Francia, reino en España a partir de 1759, con Carlos III acentúa el ritmo reformador de

los borbones y la tendencia despótica, ilustrada y profrancesa de la corte española. Las primeras

grandes manifestaciones del urbanismo francés entran a la península Ibérica precisamente

gracias a Carlos III, quien promueve algunas transformaciones en Madrid. (Op, Cit. p. 136)

En este producto social que es el urbanismo podemos observar como la influencia francesa

viene a asentarse en México sin la necesidad de grandes modificaciones debido a que ya

había una traza en las rectas calzadas prehispánicas, y podemos ver el paso de México a la

colonia y al afrancesamiento, tanto en el urbanismo como en la música se pueden ver los

agentes que lo configuraron.

115
… acerca del estilo arquitectónico y del urbanismo Fernández y Chanfón comentan

que: “Y no se buscó tal efecto porque las perspectivas que se fugaban hasta el horizonte

montañoso o que remataban en un monumento, existían ya en la traza del siglo XVI, e

incluso mucho antes, en las rectas calzadas de Tenochtitlan”. (Chanfón, 1997, pp. 199-

228. como se cita en Pérez, J. et al., 2004) resaltando los antecedentes locales.

Figura.10. Boulevar de Sebastopol. En el fondo se aprecia la Estación de ferrocarriles del este en París. (en
línea)

Disponible: http://books.openedition.org/cemca/4077?lang=es Consultado. 6/05/2016.

Durante el S.XIX, en el urbanismo hay también una influencia en el arte escultórico con

la aparición de algunas estatuas que se volverán emblemáticas de la ciudad y el país, un

ejemplo de esto es “el caballito” que es una estatua de Carlos IV realizada por M. Tolsá, y las

estatuas de los héroes de la Reforma ubicados sobre la Avenida Reforma, que recuerdan los

Campos Elíseos de Francia, así como la Columna de la Independencia emparentada con la

Columna de la Plaza de la Bastilla que conmemora las revoluciones parisinas de 1830 y 1848

y el Hemiciclo a Juárez de claro estilo francés.

116
En cuanto a la arquitectura, sobresalen el Palacio de Bellas Artes, el Palacio de

Correos, entre otros, de formas o técnicas afrancesadas, en Sinaloa, el mercado Pino Suarez.

Las clases altas son atraídas hacia el gusto por lo francés, como podemos observar en

un diario del siglo XIX:

La seducción en la que caen los intelectuales porfiristas que insisten en la erección de

estatuas, viene de la manera en que sus colegas franceses interpretan la historia. Para la Francia

del siglo XIX, la civilización es una marcha emprendida por unos pueblos (por los pueblos

europeos) y continuada por los demás, los menos avanzados... Si en ese momento Francia está a

la cabeza del mundo civilizado, según lo aceptan las élites mexicanas, entonces es necesario

seguir su ejemplo, andar su camino”. Extraído del periódico, El Nacional el 20 de noviembre de

1880, bajo el título de «¡Francia!», (Pérez, J. et al., pp. 210-213)

Y esta introducción del arte frances sucedía tanto en la capital como en las principales

ciudades al interior de México.

A continuación se muestran algunos datos del S. XIX acerca de la población y

distribución de los franceses en México, antes, durante y después de la intervención francesa,

aunque no se puede estimar con exactitud el número de franceses en México durante la


9
colonia, pero he encontrado algunas fuentes en la paginas, del Consulado francés donde se

exponen los nombres, oficios, edades, lugares de precedencia, estado civil y descendencia.

Sobre la llegada de franceses después de la Independencia, Meyer, J. (1980) anota:

Detrás de sus súbditos, el gobierno francés, que tarda en reconocer la independencia de

los países americanos envía en 1823 al teniente de marina Samouel, para informarse sobre la

9
http://genfrancesa.com/regnantes/mexico/Registro%20de%20poblacion%20francesa/index.html#img_0106.jpg

117
economía, las finanzas y el ejército de México. Comienza una ola de viajeros que no se agota

hasta la primera guerra mundial y que, mediante sus escritos, estimula la partida de franceses

hacia México, los sueños de un reino francés, un imperio en México o un ducado de Sonora. . .

Entre 1820 y 1830, y son más de 300 soldados excéntricos como Fred Adaximilien, barón de

Waldeck, sacerdotes como el prolífico abate Domenech, sabios pagados por el gobierno para

estudiar las posibilidades del canal de Tehuantepec, técnicos contratados, arqueólogos. Son los

Isidore Lowenstern, Duflot de Mofras Arthur Morelct, just Girard, jean Jacques Ampére, Désiré

Charnay, Alfred de Valois, Brasseur de Bourbourg. Al lado de estos propagandistas influyentes,

están los que se quedan, como Cyprien Combier, primero empleado como agente comercial,

luego trabajando por su cuenta en Sonora, y que son cada vez más numerosos. En Veracruz,

puerto de entrada del 60% de los inmigrantes, se cuentan 17 franceses en 1826, 39 al año

siguiente, 71 en 1829, 99 en 1830. No se incluyen los 300 colonos embarcados por Laisné de

Villeveaue en la trágica aventura de Coatzacoalcos. (Pérez, J. et al., 2004, pp. 6-7)

Es necesario considerar también los desplazamientos surgidos como consecuencia de la

guerra civil en los EE.UU, la cual propicia movimientos migratorios a territorios mexicanos

en busca de formar nuevos centros de producción, en cuanto a esta expansión colonialista

Meyer, J. (1980) agrega:

Por último, una Compañía Colonizadora franco-mexicana fundada en 1833, creó dos

centros junto al río Xaltepec y otro en Tepijolote. Es preciso mencionar asimismo el fracaso de

todos los proyectos agrícolas de Collinet, de Pyot y Dorneer en Texas, del marqués de

Radepont, de du Pasquier de Dommartin quienes obtuvieron concesiones en Chihuahua y

Sonora en 1852 y soñaron con implantar allá colonias francesas que sirvieran de barrera al

expansionismo norteamericano. (Pérez, J. et al., 2004, p. 8)

118
4.2.-MIGRACION FRANCESA EN MÉXICO.

En la migración de los franceses podemos observar, distintos lugares de entrada a

México y los asentamientos que estos formaron, en la siguiente cita se mencionan lugares y

números de habitantes de franceses en México, de acuerdo a las investigaciones realizadas

por Meyer, J. (1980):

Se habla a menudo de los filibusteros norteamericanos y de sus intentos, exitosos en el

caso texano, de despedazar el país. Ahora bien, los franceses no fueron los últimos en intentar

el proyecto: en 1845 un tal Francois Sentmanat, naturalizado mexicano, antiguo gobernador de

Tabasco, trata invadirlo y arrastra tras de sí algunos de los supervivientes de Coatzacoalcos

(Masson, 1864)… unos años después, Gaston Raousset-Boulbon quiere aprovecharse de

circunstancias y apoderarse de Sonora. Numerosos franceses habían partido hacia California,

varios millares. A traídos por el oro, unos 20 000 en 1853, antiguos militares republicanos,

artesanos. Víctimas de la xenofobia norteamericana, se sienten atraídos por el mito de Sonora,

popularizado en la prensa francesa, y se hallan disponibles para las empresas de colonización.

Charles de Pindray, Lépine de Segondis y Raousset-Boulbon arrastran tras de sí a unos 500.

Este último, oficial del duque d'Aumalc en Argelia, había probado fortuna en California.

Animado por la embajada francesa y el gobierno mexicano se enfrenta a los poderosos intereses

de la compañía Barron and Forbes y al gobierno local con el que se hallaba coludida. En 1852

Raousset, con sus 200 franceses, se apodera de Hermosillo. Pero él, enfermo, ve como su tropa

victoriosa capitula: unos regresan a San Francisco, otros se instalan en Sonora. En 1854

Raousset vuelve al servicio activo: México, para bloquear la ruta del filibustero Walker que

opera en Baja California, sueña con enrolar a 1 500 franceses de California, esos franceses

californianos de Sonora, más numerosos de lo que dicen las estadísticas, se mexicanizan

rápidamente y no guardan de su origen más que un nombre a menudo fonético: por ejemplo,

Bonnaud se ha convertido en Bono. (Pérez, J. et al., 2004, p. 10)

119
La cita anterior contempla la presencia francesa no solo desde una sola perspectiva;

sino desde varios aspectos del mestizaje, como es la naturalización de los franceses en

México, participando en una nueva cultura que tomará un aspecto propio más allá de una

imposición o apropiación. En donde la incorporación de numerosos franceses incorpora un

nuevo criollo Franco-Mexicano, sobre esto Meyer, J (1980) añade:

Los franceses que se incorporan totalmente al país son numerosos, pero se han perdido

para el historiador, incapaz de evaluar el fenómeno: por ejemplo, Lucien Biart, se encuentra

casualmente en Tuxtepec hacia 1850 a un bearnés, Bernard Lourdis, casado con una indígena

desde 20 años antes y él mismo asimilado como indígena. En Santiago Bayacora, pueblo

perdido y miserable de Durango, me he encontrado un tal Bernadach, que había oído hablar de

un antepasado el cual se había mostrado reacio a hacer el servicio militar y había llegado en la

época en que había un rey de París. A mediados de siglo, en el otro cabo de la escala social,

Miramón y Comonfort dos grandes personajes de las guerras de Reforma se encuentran entre

los franceses integrados a la casta de los "criollos nuevos". Entre los Niños Héroes caídos en

Chapultepec ante el invasor norteamericano, se hallan varios retoños de familias francesas.

(Pérez, J. et al., 2004 p. 11)

Este nuevo criollo al incorporarse a la vida de México incorpora a la vida del país distintos

aspectos de su cultura como es la música.

Una muestra del afrancesamiento, en las clases altas se da cuando los conservadores traen

un gobernante europeo (Maximiliano Habsburgo).

Cabe señalar que algunos de estos criollos no fueron simpatizantes de la intervención

francesa. Como podemos leer en Meyer, J. (1980):

La loca empresa de Maximiliano, "el gran proyecto", la expedición francesa a México, no

cuestionó la existencia de la colonia francesa, ni la persistencia de la corriente migratoria…No hay

duda de que los franceses de México no manifestaron entusiasmo alguno por la intervención y de

que sus intereses y simpatías les habían colocado del lado de los liberales, pero eso no basta

120
para explicar la seguridad absoluta de que gozaron durante la aventura y después de ésta. La

colonia francesa no sólo no sufrió, sino que incluso salió beneficiada. (Pérez, J. et al., 2004 p.

11)

Algunos franceses durante la Intervención Francesa llegaron sin intenciones

intervencionistas. “En el transcurso de los años siguientes, las deserciones afectan

gravemente a la legión hasta tal punto que Bazaine afirma que los tipos sólo se enrolan para

ser transportados gratuitamente. México, 27 de abril de 1864, al Ministro de la Guerra”, en

(Genaro García, Col. Doc. XX, Doc. V: 24-29 como se cita en Pérez, J et al., 2004)

A continuación se presenta el porcentaje de franceses en México en el S.XIX, donde

podemos observar la importancia que tienen en cantidad, con respecto al número de otros

habitantes europeos y su distribución en el país.

“De los 1 800, 1 470 se dispersan por 90 lugares distintos de México: 75% entre la

ciudad de México (1/3) el Estado de Veracruz (30%), Tampico y Matamoros (10%)”

(Meyer, J, 1980, pp. 14-15)

Estas cifras expuestas por Jean Meyer en su investigación parecen corresponder a las

encontradas en la página de internet en la cual se encuentran las cifras que se expondrán en la

siguiente tabla.

121
TABLA. 1

Distribución de la población francesa en México S.XIX.

Ciudad. Habitantes.
MEXICO, D.F. 518
VERACRUZ 407
En Veracruz 175
En Jicaltepec 95
En Orizaba 55
El resto en 14 lugares.
TAMAULIPAS 42
SINALOA 64 (63 en Mazatlán)
PUEBLA 63 (56 en Puebla)
ZACATECAS 56 (48 en Zacatecas)
GUANAJUATO 33 ( 24 en Guanajuato )
OAXACA 23 (22 en Oaxaca)
JALISCO 21 (18 en Guadalajara)
TABASCO 19 (10 en Tabasco)
DURANGO 18
SAN LUIS POTOSI 16 (11 en San Luis)
MEXICO (estado de) 14
CHIHUAHUA
TEHUANTEPEC 10
SONORA 05

Se mencionan 115 casados, la mitad con mexicanas. Nota.


Se puede observar que Mazatlán ocupa el 5 lugar en
ocupación francesa.

Pérez, J et al., 2004. p. 15

Acerca del periodo de 1830 a 1850 existe un registro de 267 franceses naturalizados por

todo el país, en donde 70 se hallan en Mazatlán (datos extraídos Meyer, J y de la paginas.


10
Consulado Francés).

10 ttp://genfrancesa.com/regnantes/mexico/Registro%20de%20poblacion%20francesa/index.html#img_0106.jpg

122
En las siguientes imágenes se muestran algunas construcciones realizadas con

influencia francesa.

Habitación y entorno de la «colonia» francesa de Jicaltepec y San Rafael en los años 1830.

Figura. 11. Finca San Rafael, En Paso De Telaya Jicaltepec, Veracruz. (en línea) Disponible:

https://es.wikipedia.org/wiki/Inmigraci%C3%B3n_francesa_en_M%C3%A9xico.

Consultado. 6/05/2016

123
Casa techo de dos aguas.

Figura. 12. Casa de dos aguas estilo Franceses en Ciudad Del Carmen, Campeche Casas Tipicas,
Barrio Del Guanal. (en línea) Disponible:
https://es.wikipedia.org/wiki/Archivo:La_Mangua_Carmen.JPG Consultado. 6/05/2016.

Iglesia construida con las bases estéticas con la que se construye la torre Eiffel en París.

Figura. 13. Santa Rosalía, B.C.S Mulegé. Iglesia Eiffel (en línea) Disponible:

https://noticabos.org/2010/03/21/la-iglesia-eiffel-queda-en-santa-rosalia-b-c-s/ Consultado. 6/05/2016.

124
Construcción clásica francesa con techo de dos aguas.

Figura. 14. San Rafael Veracruz, casa estilo francés Paso De Telaya. (en línea) Disponible:

https://es.wikipedia.org/wiki/Inmigraci%C3%B3n_francesa_en_M%C3%A9xico

Consultado. 6/05/2016.

Ciudad de México.

Figura. 15. Palacio Nacional De Las Bellas Artes. (en línea) Disponible:

http://www.obrasweb.mx/arquitectura/2012/11/12/la-herencia-arquitectonica-del-general-porfirio-diaz

Consultado. 6/05/2016

125
En la tabla 1 se puede observar que Sinaloa contaba con una de las mayores

poblaciones de franceses en México durante finales del siglo XIX, Rene Barbosa (1971)

comenta acerca de otras migraciones, la colonia francesa sigue en número a la española y

es ligeramente más numerosa que la alemana.

4.3.-EL CRECIMIENTO DEL CAPITAL FRANCES DESPUÉS DE LA

INTERVENCION FRANCESA.

Algunos sectores de la sociedad mexica en el siglo XIX recibieron con beneplácito la

cultura francesa en México, también este “buen recibimiento” se dio por parte de franceses

ya instalados en México durante la Colonia.

Como podemos constatar en la siguiente cita de Meyer, J. (1980):

Se parte entonces hacia México, confiados en una sólida instrucción primaria, llevada

por una comunidad habituada al esfuerzo, al triunfo y al viaje, recibida enseguida en México

por los primeros migrantes que establecen la estructura ciánica y comunitaria, rampa de

lanzamiento para todos los recién llegados. Una estructura social arcaica funciona en provecho

de la nueva mentalidad del empresario que recorre velozmente todos los estadios del

capitalismo comercial, industrial y financiero. Se aprovechó una ocasión histórica: la

intervención francesa, inyección imprevista de capitales que tal vez no fuera ajena a la

recuperación económica de México y que es el origen del éxito fulminante de los

barcelonnettes a partir de 1870. Éxito hecho posible por la situación que se habían labrado, así

como por su sentido de los negocios: enemigos del Imperio, venidos de esos Bajos Alpes de la

resistencia al golpe de Estado, insubordinados, desertores, amigos de los liberales, opuestos a la

intervención, monopolizan las provisiones de los ejércitos y absorben el salario de los 30 000

hombres del cuerpo expedicionario. Estos héroes balzacianos hacen sus cuantiosas fortunas

como proveedores del ejército, lo que les permite liquidar a los mayoristas alemanes y a sus

rivales españoles y mexicanos. Por cierto, el desastre de 1870 y el deseo de venganza explican

el asalto en contra del comercio alemán, pero anteriormente, antes de la intervención francesa,

no se habría contado con los medios. (Pérez, J. et al. 2004, p. 24).

126
En esta cita podemos observar que esta migración francesesa del S. XIX está matizada

por una cultura que trae su propia historia liberal, su influencia económica y que estos

migrantes principalmente venidos de los bajos Alpes franceses (barcelonettes) logran

desplazar económicamente tanto a alemanes como a españoles ya establecidos en México,

cabe señalar que la música de esa región alpina se caracteriza por un sonido semejante al de

la actual música sinaloense (motivos, temas, melodías) y cuya dotación musical es muy

similar, su nombre es Txaranda.

Sobre esta migración a México durante el S.XIX y su crecimiento económico, Arnaud y

Chabrand escribieron, en Berghe Pierre (1902) lo siguiente:

Partidos muy jóvenes del lugar natal, entre los 16 y los 20 años, con una instrucción de lo

más rudimentaria, sin conocimiento alguno del comercio en general y todavía menos del

comercio mexicano, sin hablar español, sin capital alguno, debían trabajar duro para ponerse al

corriente en su nuevo oficio. (Pérez, J Ch et al. 2004, p. 55).

Estos investigadores dan cuenta de algunas de las características de estos migrantes,

en su mayoría jóvenes con poca instrucción, pero emprendedores ante las nuevas

oportunidades.

Además del constante crecimiento de la población francesa también está crece

económicamente llegando a tomar un lugar importante en las finanzas nacionales, llegando

a poseer más del 50% de la economía nacional, por lo que Meyer, J (1980) escribe:

Entre 1890 y 1910, se calcula en un millón de francos por año el capital llevado a Francia

por los viejos que se retiran a su patria chica. Chabrand, en 1892, estimó en unos 450 el número

de capitalistas "Barcelos" que, en México, poseían de 50 000 a 800 000 francos y en 30 el de

los millonarios (150 de ellos tenían una casa en Barcelonnette y pasaban allá el verano).

(Pérez,J. et al., 2004, p. 25).

127
Algunos franceses deciden permanecer en México debido a que ya eran más

mexicanos que franceses, por tener aquí sus fuentes de ingreso para seguir incrementando

sus fortunas y para poder participar en otras áreas de la vida social y política del país.

Como podemos ver en la siguiente cita de Meyer, J (1980):

Pero el grueso de la fortuna permanece en México y no hay exportación de capitales: una

mínima parte de la renta solamente. Los barcelonnettes de México se convierten enteramente en

' criollos nuevos" y se esfuma la idea original de hacer fortuna en América y regresar al terruño.

Se regresa de vacaciones, nada más. Al integrarse a la alta sociedad mexicana, a la clase

poseedora y dominante, este grupo dinámico juega un papel de primera línea en el crecimiento

económico del Porfiriato y participa en la formación del proletariado mexicano que promueve y

acepta fácilmente obreros e ingenieros franceses. (Pérez, J. et al., 2004, p. 25).

Estos nuevos “nuevos criollos” durante el Porfiriato, en su mayoría barcelonnettes

son la clase social dominante en la política y económica del país, como lo fueron los

criollos españoles durante la colonia.

Las bases para la formación de la riqueza de los franceses está ya asentada en

México en periodos anteriores a la guerra de intervención, sin embargo este periodo fue

muy importante para posicionarse en el primer puesto como clase social extranjera que

influyó y dominó en el país.

Estos grupos franco mexicanos crecieron durante la Independencia, las reformas

borbónicas y la intervención francesa, por lo que Bazant, J (1971) comenta:

Los franceses residentes en México se beneficiaron, al igual que los demás extranjeros,

con las guerras de Reforma y del Imperio. Más incluso que aquéllos puesto que, como ya se ha

señalado, su fortuna data realmente de la expedición militar francesa. Anteriormente, como los

otros extranjeros, y en compañía de mexicanos, liberales o conservadores, pertenecientes a la

124

128
misma clase, compran los bienes del clero y hacen muy buenos negocios gracias a la

desamortización precipitada por la guerra civil y extranjera. Jan Bazant (1971) es muy claro a

este respecto. Los vendedores franceses de Puebla, Veracruz, ciudad de México. . . no son los

últimos en beneficiarse en esa ocasión: un tal Saulnier repartió sus inversiones (80 000 pesos)

entre Puebla, Orizaba y Veracruz, a lo largo de la gran ruta comercial (Bazant, J. 1971, p. 83).

Limantour, padre del famoso Secretario de Finanzas de Porfirio Díaz, y Antoine Bonhomme,

acreedores del gobierno liberal, se hacen pagar mediante adjudicaciones y adquieren por una

bicoca propiedades urbanas en Veracruz, valuadas en 500 000 pesos. En la ciudad de México,

Bazant descubre a siete comerciantes franceses que compran por valor de 1 230000 pesos: se

observa el peso de esas 7 personas, si tenemos en cuenta que 1 000 personas compraron por

valor de 16 millones. Unas 78 personas efectuaron el 43% de las transacciones; entre ellos 49

mexicanos y 18 extranjeros (68% a mexicanos, 20% a franceses, 12% a otros 11% extranjeros).

En Puebla, Ziegler compra por 19 550 pesos bienes raíces que valían 326 000” (Bazant, J.

1971, p. 200, 232 como se cita en Pérez, J et al., 2004).

Mucho de este crecimiento económico es debido a que las clases altas de México

están “fascinadas” por lo francés, en la filosofía, la moda, etc… estas tendencias ayudan a

incrementar sus ventas y la riqueza de estos grupos; de esta forma, la inserción de la cultura

francesa comienza por permear profundamente varios aspectos de la sociedad mexicana,

podemos observar la injerencia de grupos franceses en la vida política mexicana como en el

caso de la familia Limantour ascendentes del famoso secretario de finanzas de Porfirio Díaz.

Acerca del control y el monopolio comercial en donde los franceses desplazan a otros

países participantes en el comercio nacional, Berghe, Pierre (1902) señala:

Los franceses se libran entonces de las casas de mayoreo inglesas, alemanas y españolas

para comprar directamente en Francia y en Manchester y fundar sus propias firmas

distribuidoras, una de las consecuencias más afortunadas. . . para el comercio fue el gusto por el

gasto y el lujo en el vestido desarrollado en proporciones enormes en todo México" (p. 63).

129
Es difícil poder estimar el poder económico y su influencia en la sociedad debido a los

datos que suelen ser imprecisos, como podemos ver en la siguiente cita de Cosío, D (1953-

1973):

En 1902, el Quai d'Orsay atribuye a esos establecimientos un valor de 50 millones de

francos; inferior, con mucho, a la realidad, esa cifra representa el triple de los haberes

comerciales norteamericanos. Gracias al apoyo de la banca, las casas de comercio capitalizan en

1910 un activo de 200 millones de francos; la llegada de capitales de Francia, entre 1867 y

1911, no representa más de unos 50 millones (30 entre 1880 y 1898). Es decir, un 65.6% de las

inversiones extranjeras en el comercio. (p. 1125).

Este porcentaje que llega hacer mayoritario muestra el gran interés que tiene Francia

por lograr establecerse dentro de la construcción económica y social de México.

En cuanto al monopolio industrial Meyer, J. (1980), describe este intento:

Después de 1880, una vez consolidado el monopolio del comercio de la ropa, los

franceses obtienen la victoria definitiva quitando a la competencia cualquier posibilidad de

volver a emprender la lucha. Las firmas más importantes ("de mayoreo") se sindican en 1884

para comprar a las fábricas (pertenecientes en su mayoría a españoles) la totalidad de la

producción….los franceses entran en la industria textil moderna. "Pequeños" y 'grandes"

constituyen en 1889 la Compañía Industrial de Orizaba, S.A. (CIDOSA) para crear una gran

fábrica textil, la de Río Blanco (3 000 obreros). (Pérez, J et al., 2004, p. 31).

En este punto es evidente que Francia intenta tener el poder de la economía en México

y esto lo logran por un tiempo gracias a las inversiones que llegan de Francia y la formación

de un grupo de empresarios Franco-Mexicanos, hay un crecimiento en la industria textil

significativo en las áreas de Sonora y Sinaloa. Como se observa en siguiente cita, de Meyer,

J. (1980):

El éxito inmediato de CIDOSA precipita los capitales disponibles de otros comerciantes

franceses hacia la industria: compra de antiguas fábricas, creación de nuevas; en unos pocos

años, los jefes principales de las firmas comerciales francesas son a la vez comerciantes e

130
industriales. Obligados a modernizarse para resistir este asalto, los españoles tienen a menudo

que ceder sus fábricas a sociedades anónimas en las que los franceses ocupan el primer rango

(Pérez, J et al., 2004, P. 29).

En este periodo de auge, los franceses se imponen completamente de la economía

mexicana, quedando por encima de los españoles, a quienes les compran sus fábricas.

No solo invirtieron en la industria textil; sino que poco a poco abarcaron sectores

claves en la economía mexicana como en negocios de tabaco, papel, explosivos, industria

minera, agua, fundición de metales y bancos, como refiere, Meyer, J. (1980):

Pugibet había creado en 1875 una fábrica de cigarrillos, El Buen Tono, que se vuelve

sociedad anónima en 1894 con un capital de un millón de pesos. La sociedad transformada en

1898 tiene un capital de 2.5 millones de pesos. En 1899 los dividendos repartidos de 2% van a

25%. La fábrica de la ciudad de México emplea a 2000 trabajadores y la sociedad crea otra

(sociedad mercantil), igual de importante, en Nueva York. Estos éxitos que estimulan los

capitales franceses de México y de Francia (por medio de la Unión Parisiense, el Banco de

París y los Países Bajos, etc . . .) no se detienen ahí: papeleras de San Rafael, vidrieras de

Calpulalpan, compañía litográfica y tipográfica francesa, compañía de aguas gaseosas,

Compañía Eléctrica (ciudad de México), Compañía de fuerza motriz y de irrigación (Hidalgo),

Fundidora de Hierro y Acero de Monterrey (capital de 10 millones de pesos, 2/3 franceses),

Compañía Nacional Mexicana de Dinamita y Explosivos. La entrada de los franceses en el

campo de la metalurgia y de los explosivos se debe a las inversiones de bancos franceses en las

minas mexicanas: las más espectaculares son las de la mina de cobre de El Boleo en Baja

California (París, 1885, capital de 12.5 millones de francos), y Dos Estrellas (20 millones

invertidos) en Michoacán. (Pérez, J. et al., 2004, p. 32).

131
En esta lista de industrias podemos encontrar algunas que son importantes hasta la

actualidad y estas son las que hicieron fuerte a Francia para su entrada en el sector bancario.

Cosio, D (1953-1973) como comenta:

La entrada de la banca francesa en el sector bancario mexicano es bien conocida: en 1881

Edouard Noetzlin, presidente del Banco franco-egipcio, obtiene una concesión bancaria y crea

el Banco Nacional Mexicano, rápidamente transformado en Banco Nacional de México, por

fusión con el Mercantil, Agrícola e Hipotecario. Los fondos eran franceses y españoles de las

colonias residentes). En 1910, el 70% de los 20 millones de pesos de capital era propiedad de

franceses. (p. 1121).

Dentro de la inversión bancaria el sector franco-mexicano, poseía el porcentaje más

elevado, incluso participaba con bancos de inversiones variadas, como podemos ver en la

siguiente cita del mismo autor:

El Banco de Londres y México (1889) se encuentra en 1902 con 5 miembros del consejo

(de 12) que son los directores de las principales firmas comerciales francesas en México. Los

franceses controlan entonces 46% de sus 21.5 millones de pesos de capital. (p. 1061)

Cabe notar que seguido de Francia estaban las inversiones de EE.UU, Inglaterra

y Alemania. Según Meyer, J. (1980):

Esta cifra no toma en cuenta la cuota de los títulos nominales (cuota media de 1910-

1911), es decir 235 millones de pesos…Las inversiones bancarias de Estados Unidos siguen

muy detrás con 34 millones; Inglaterra con 17, Alemania con 12. Francia ocupa de este modo el

primer rango con 60% de los capitales, y si bien el papel de la metrópoli (Paris) es importante,

el de los franco-mexicanos no lo es menos: la extensión de sus empresas comerciales e

industriales los ha llevado a los negocios bancarios. (Pérez, J et al., 2004, p. 35).

Meyer, J. (1980) cita otras compañías importantes francesas:


Dirigen los capitales europeos, los banqueros parisienses (Benac, Mallet, etc.), hacia El

Buen Tono, hacia las cervecerías Moctezuma, los explosivos de dinamita. Papelera San Rafael,

132
los textiles de CIDOSA, El Palacio de Hierro, la Compañía Hidroeléctrica de San Idelfonso,

etcétera. Todas ellas compañías industriales y comerciales de la colonia francesa. (Pérez, J et

al., 2004, p. 35).

Entre 1900-1911, las inversiones de otros países que buscaron su expansión en

México, provocan una baja en el poder económico francés, como podemos leer en Meyer,

J. (1980):

…En México, al igual que en casi todas partes, el comercio francés sufre una

disminución de 193 020 piastras en la importación y de 34 940 en la exportación, mientras que,

en el mismo período, los envíos de Alemania se elevan en más de 400 000 piastras y las de

Estados Unidos en más de 4 000 000 dólares. (ídem.).

En el siguiente cuadro se muestra, la situación económica de los cuatro principales

países participantes en la economía nacional durante 1897 y 1901, donde podemos

observar, que EE.UU, Inglaterra y Alemania participaban significativamente, casi en un

tercio de la inversión total. Y destaca la participación de Alemania a finales del S XIX.

Tabla. 2
IMPORTACIONES DE MEXICO POR PAISES.
(En piastras)

PAIS 1897 1898 1899 1900 1901

ESTADOS UNIDOS 19 335 125 22 222 360 27495 520 31 026415 35 165 253
GRAN BRETAÑA (sin colonias) 5 388 610 8 044 440 10 352 795 10 483 200 9 924 634

ALEMANIA 3 861 780 5 248 670 6112 930 6 673 849 7 084 741

FRANCIA (sin colonias) 4 966 760 5 480045 5 480 045 6 757 138 6 564 107

Nota. El flujo económico francés es mayor a finales del S. XIX.

(Pérez, J et al., 2004 p. 48).

Estas nuevas participaciones de otros países en la economía de México afínales del

Siglo XIX van a tener repercusiones en la vida política, social y cultural, también se puede

133
ver este cambio en aspectos de la música de Sinaloa en especial la influencia Alemana en la

música de la Tambora, como se puede ver en la introducción de géneros, como la polka, el

vals, los instrumentos, etcétera.

4.4.-LA INFLUENCIA FRANCESA EN LA VIDA SOCIAL MEXICANA.

Además de los aspectos mencionados hay un afrancesamiento en la vida cotidiana de

los habitantes de todo el país durante el S. XIX, en costumbres, hábitos y gustos; además,

podemos observar como este periodo de afrancesamiento se va prolongando hasta llegar al

más conocido, que acontece durante el Porfiriato.

Como lo menciona Gali, M (2004):


La presencia de la cultura francesa en México a partir de la Independencia resulta difícil

de rastrear debido a lo fragmentario de las fuentes, pero sobre todo a causa de la escasa

investigación realizada sobre la historia cultural de la primera mitad del siglo XIX. A partir de

revistas y periódicos de Veracruz, Puebla y la ciudad de México, abordo varios aspectos de lo

que se denomina presencia francesa «en las pequeñas cosas», a saber, las modas, el nuevo

concepto de ornamentación del espacio doméstico y el contacto con los autores y la cultura

francesa a través del aprendizaje del idioma y del conocimiento de los autores y la literatura

francesas en una educación primaria o informal. Además, gracias a la litografía, los tópicos de

la cultura francesa se reforzaban por medio de las imágenes reproducidas en las revistas; poco a

poco la vida cotidiana se afrancesaba y en el imaginario de los mexicanos se formaba una idea

de qué era lo francés, que se identificaba con lo moderno y lo elegante. Lo francés en las

pequeñas cosas: la penetración del gusto francés en la vida cotidiana, (Pérez, J et al., 2004 p.

379).

La apropiación de la cultura francesa se da en diferentes ámbitos, no solo en lo público

como ya se ha mencionado, sino hasta llegar a lo privado (de lo material a lo inmaterial) es

decir, desde el momento en que el imaginario de los mexicanos se forma una idea de que era

lo francés, surge la penetración en la vida cotidiana.

134
Como lo expresa Foseey, M. (1994) a continuación:

se centrará en las modas, los espacios domésticos con su mobiliario y objetos suntuarios

o la educación, entendida esta no tanto como la asimilación de conocimientos organizados y

sistemáticos sino como la adquisición de saberes que llevan a nuevas formas de sensibilidad o

de sociabilidad y que alcanzan a un amplio abanico de la población. En definitiva, lo que

podríamos llamar pautas culturales. (Foseey, M. 1994 p. 80. Como se cita en Pérez, J. et al.,

2004).

En cuanto al afrancesamiento en la literatura presente ya desde el S. XVIII y su

influencia ideológica en México encontramos, lo que comenta Gali, M. (2004):

Nuestro castizo y bastante tradicional José Joaquín Fernández de Lizardi, en su tratado de

educación femenina en forma de novela titulado La Quijotita y su prima, se quejaba

amargamente de las novedades introducidas a finales del XVIII, que no son otras que las

costumbres «libertinas» exportadas por Francia”. (Pérez, J et al., 2004, p. 380).

Acerca del comportamiento de las mujeres y hombres respecto a la vestimenta, se hace

mención de como las modas anteriores, (las españolas) son reemplazadas por las francesas.

Como señala Fossey, M (1994):

En el día es más que rica la compostura de las mujeres, es además de buen gusto, pues

llegan en dos meses las modas parisienses a México, y afectan a las señoras mexicanas, la

misma volubilidad respecto a la hechura de sus bujerías que las petimetras que dan las modas

en París». Y puntualiza: «Por la mañana salen con el traje a la española [...] Después de oír misa

a las doce, deponen las señoras su compostura de la mañana para vestirse a la francesa [...]» Y

por lo que respecta a la moda masculina, los hombres «visten con elegancia, conformándose a

las modas de París con mayor premura que los de las provincias de Francia». (Pérez, J et al.,

2004, p. 388).

135
La inserción cultural afecta los usos y costumbres de la sociedad mexicana, en donde se

ve un desplazamiento de la usanza española por la francesa como se cita arriba, como se

comenta en esta obra se puede entender como un cambio externo, va creando cambios

culturales en las periferias blandas de una cultura receptora, como escribe Gali, M (2004):

…Sigue con el blanco, poniendo ejemplos de a quién y en qué circunstancias sienta bien

este color. Valgan estos fragmentos de Madame Robert para darnos cuenta de que el tema de

las modas no es tan superficial o periférico como pudiéramos creer y revela, por el contrario, un

nuevo concepto del cuerpo y de la psique resultado de los grandes cambios sociales,

económicos y políticos que se operan en el siglo XIX”. (Pérez, J et al., 2004, p. 390).

Además de la presencia de la comunidad francesa y su prolongada influencia surgen

empresas franco-españolas surge una necesidad de aprender el idioma francés para hacer

negocios, la importancia no solo es para los negocios sino que es un signo que permite

insertarse dentro de las clases dominantes y sofisticadas. Es importante considerar la

inserción de una nueva lengua en una cultura, ya que esto traerá cambios en la sensibilidad

que aporta a la concepción del mundo.

Al consultar las revistas y periódicos de la primera década de la vida independiente en

México, llama la atención la frecuencia con que se alude a la enseñanza del idioma francés,

así como la presencia de ciudadanos franceses que se ofrecen como profesores particulares.

A continuación se muestra un extracto del archivo que cita, Gali, M (2004):

Archivo de la Academia de Bellas Artes, Caja 15, exp. 1, Biblioteca Lafragua, UAP.

«En consecuencia del estatuto que previene el que toda persona estante ó habitante en la ciudad,

que llevada de un patriotismo desinteresado y amor a la humanidad quiera dar gratis alguna

instrucción importante a la pública ilustración, pueda hacerlo con tal que se atempere a la

constitución del establecimiento; damos noticia al público como el Señor Licenciado y maestro

Don José María Troncoso Cura Rector del Sagrario de la Santa Iglesia Catedral, Provisor y

Vicario General de este Obispado se ha ofrecido a dar la enseñanza del idioma francés en la

librería de esta casa de siete a ocho de la noche desde el día dos de Enero del inmediato año de
136
mil ochocientos diez y ocho con el favor divino. Las personas que quieran subscribirse

ocurrirán al socio Vice - Director, Don José Antonio Ximenez.» «Real casa de la academia y

junta de caridad para la buena educación de la juventud de la ciudad de la puebla de los

ángeles». (Pérez, J et al., 2004 pp. 390-391).

Esta misma situación se repetía en diferentes zonas del país… “La ciudad de Puebla no

quedaba a la zaga. Ya en 1821 se anunciaban las clases de francés en un periódico liberal

como era La Abeja poblana. Con el título de Aviso al Público se informaba que…” La Abeja

poblana, Suplemento al núm. 20, Puebla, 15 de abril de 1821 (idem)

Acerca de este anuncio Fossey, M. (1994) comenta:

El anuncio nos parece sugerente y oportuno: por la fecha, abril de 1821, y por el

contenido. En primer lugar, el profesor es un clérigo ilustrado, en segundo lugar, se anuncia la

geografía (apertura al mundo que no tarda en llegar con la Independencia) y aprendizaje del

idioma que se convertirá en la primera lengua franca de este mundo interconectado por el

comercio y las comunicaciones: el francés. “la lengua francesa hasta el punto de ser ya

indispensable a la educación de la juventud; por manera que de aquí a veinte años se hablará

francés en las tertulias de México como en las de San Petersburgo”. (Fossey, M 1994, p. 149

como se cita en Pérez, J. et al. 2004).

Incluso en el diario “El Mercurio N.86 del 22 de marzo de 1826, publica una reseña

de ópera traducida al francés”. (Pérez, J et al., 2004, p. 385).

En los desplazamientos de los franceses a la capital, sobre salen los provenientes de la

región del norte como, Chihuahua, Tamaulipas, Sonora y Sinaloa, paulatinamente se

desplazaron a la capital, interactuando con otras culturas, aprovechando la aceptación de su

cultura “sofisticada” representada en su idioma y utilizando la enseñanza de éste como oficio.

Cabe señalar que algunos grupos de franceses ya instalados en el norte no provenían

directamente de Francia, sino que habían pasado por el norte de América, estos grupos

trajeron otros elementos culturales durante la segunda década del S.XIX, una de sus

137
aportaciones musicales consecuencia de esto fue la introducción del Jazz a México e

indiscutiblemente a Sinaloa.

Algunos de estos grupos salidos de Nuevo Orleáns se desplazaron por tierra al Noroeste

de México y otros llegaron a México vía Veracruz, como se puede ver en el diario El

Mercurio, Veracruz, 17 de enero de 1827 que nos muestra Gali, M (2004) a continuación:

… hay indicios de que algunos de estos franceses en realidad procedían de Nueva

Orléans. La relación con Nueva Orléans debería revisarse con más cuidado a la hora de estudiar

las relaciones entre México y Francia ya que algunos periódicos, y desde luego las personas y

las mercancías francesas llegaban a Veracruz después de pasar por Nueva Orléans. He aquí un

ejemplo que nos concierne y que se anuncia en el periódico con un título en mayúsculas:

Idioma Francés. «Se compromete a enseñarlo por principios un joven que acaba de llegar de

Nueva Orleans y que conoce con perfección las gramáticas castellana y francesa”. (Pérez, J et

al., 2004. p. 392).

El idioma y el pensamiento francés se introdujeron a México a través de la literatura,

con autores y novelas francesas difundidas durante esta época, por ejemplo sobre la literatura

Gali, M (2004) dice:

El fistol de diablo…. Payno cita varias veces a Rousseau e incluso hay amplios comentarios

sobre este autor. En los capítulos dedicados a Las veladas de la Quinta, hay referencias a varios

autores. Quiero citar a Mme de Genlis, Precisamente una de las obras más populares de Mme de

Genlis era, Las veladas de la Quinta, de quien Manuel Payno toma el título para unos de sus

capítulos de El fistol del diablo.…..quien junto con Mme de Stäel son las autoras francesas más

conocidas en México. De Mme de Genlis circulaban muchas traducciones y se la citaba como

una autora que no sólo distrae, sino que educa”. (Pérez, J et al.,. 2004 p. 394).

El papel del idioma francés tiene un papel destacado dentro de lo recreativo y lo

formativo y la educación que se impartía en México durante este periodo de afrancesamiento,

esta introducción de diferentes manifestaciones de la cultura francesa fue permeando la

138
cultura en México, tanto en usos y costumbres como en el ámbito subjetivo y simbólico, ya

para la cuarta década del S.XIX es evidente la incorporación de estos elementos franceses en

la sociedad mexicana. Gali, M (2004) añade:

…a partir de los años cuarenta, se va reproducir con insistencia ilustraciones que remiten

a Francia, a personajes de la vida intelectual francesa o a «iconos» que pueden alimentar un

cierto imaginario sobre Francia y lo francés. Entre estas imágenes hemos seleccionado algunos

retratos de franceses célebres, así como unos temas gráficos que nos remiten a los

acontecimientos más sonados de la historia moderna de Francia: La Revolución. (Pérez, J. et al,

2004 p. 396).

Empieza a surgir un cambio en las formas de pensar, de vestir, hablar y de

comportamientos sociales, como hemos dicho, estos factores son importantes para formar la

identidad de una cultura, la cual define la forma de concebir y de estar en el mundo.

Las nuevas tendencias de mundialización presentes durante los años cuarenta del S.

XIX, la entrada al mundo moderno tomaron como referente a Paris en cuanto al “buen gusto”,

y el pensamiento surgido de la Revolución Francesa que junto al romanticismo permeara

además todas las artes y el imaginario colectivo, modificando “la sensibilidad en el marco de

la historia cultural” (Pérez, J et al., 2004. p.401) la modernidad alcanza no sólo a las clases

altas, sino que se expande entre la naciente clase media mexicana, y que, como en otros

países hay una emergente burguesía, que a su vez influenciará a las clases menos

privilegiadas.

Otra influencia francesa se da en la gastronomía y podemos ver como desde la Colonia

ya existía este afrancesamiento en una de las bebidas que podemos considerar mexicanas,

como lo es el café con leche, y los cafés sitios que funcionan como centro de reunión de

intelectuales, muy al estilo europeo, hasta nuestros días como podemos leer en la siguiente

cita:

139
…la influencia francesa a nivel popular se refleja en el surgimiento a imagen y semejanza

de los cafés parisinos, de los primeros establecimientos de este tipo; donde se preparaba al más

puro estilo europeo… una de las bebidas que hoy día consideramos como una tradición
11
mexicana. 5 de mayo Francia en las mesas mexicanas. (Lano20, 2013) .

Figura.16. La introducción de la moda francesa con las tiendas departamentales. (Ortiz, 2004. p. 179).

La admiración que mostraban los mexicanos por otros países, en un inicio las clases

privilegiadas, se reflejaba en preferir productos extranjeros de los mexicanos; pero este

comportamiento se fue extendiendo a todas las clases, en la Ciudad de México existían

lugares que eran exclusivos para productos traídos desde Francia para “el cliente más

exigente”. Entre los productos preferidos por los mexicanos se encontraban: ropa, telas,

productos de belleza, accesorios, cosméticos y objetos suntuarios y de arte, los cuales atraían

al comprador. Las casas cosméticas francesas han tenido éxito en nuestro país hasta nuestros

días e incluso en la farmacéutica existe el ejemplo de la Farmacia París ubicada en el Centro

Histórico de la Cd. México.

______________
11
http://lano20.com.mx/la20/la-no-20-cultural/5-de-mayo-francia-en-las-mesas-mexicanas/
140
4.5. PARTICIPACION FRANCESA EN LA VIDA AGRICOLA DE MÉXICO.

Como hemos visto la llegada de Francia a México aconteció desde hace varios siglos,

los primeros franceses llegaron durante el virreinato de la Nueva España, su principal entrada

se dio por la costa del Golfo de México y la frontera con los EE.UU. Como podemos

observar los franceses adoptaron y aportaron formas de trabajo, se unieron con los nativos del

estado de Veracruz y otros, para defender su nuevo territorio, se casaron e hicieron una vida

como franco-mexicanos ejerciendo sus oficios, trajeron novedades en cuanto a ropa,

repostería, perfumería, etcétera, trajeron sus propias formas de organización, influyeron en la

economía, en la arquitectura y en las mentes a través de sus escritores, en la sensibilidad a

través del arte, logrando cambios que permearon intensamente a la cultura del país

incluyendo la música de México.

Los franceses trajeron consigo lo que les era propio no solo en usos y costumbres, y

además aprendieron de locales las nuevas técnicas de cultivo.

Algunos franceses intentaron implantar la siembra de vainilla, caña, vid y con ésta la

producción vinícola, pero es con la llegada de los franceses que provienen del sur de

Louisiana en EE.UU que se logra una producción exitosa, como menciona, Skerrit, D (2004):

A estos dos tipos de productos podemos agregar la siembra de caña de azúcar y su

transformación en aguardiente y panela. Este producto había sido el objetivo principal de la

fracasada compañía colonizadora, con visión a la creación de un emporio de producción

moderno. No obstante, el retiro de la compañía y de los nulos avances en la importación de

maquinaria avanzada, la caña fue incorporada en el proyecto de reproducción material de la

colonia, teniéndose que aprender los procesos de los trapicheros locales, hasta que comenzaron

a llegar franceses de Louisiana en la segunda mitad del siglo, quienes tenían experiencia en esta

rama de la producción. (Pérez, J et al., 2004. p. 34).

En este ambiente rural el status es una cuestión social otorgada por el medio de

producción y lugar, en donde lo étnico pasa hacer una nueva clase llamada campesino,

141
teniendo una modificación en los valores culturales, en estos factores étnicos culturales la

lengua es relevante como identidad. Esta nueva clase socio económica, aparece durante la

revolución como un importante actor socio-cultural. Acerca de esto comenta Hobsbawm, E.

(1990):

Cuando de campesinos hablamos, parecería natural caracterizarlos como una figura de

una categoría socioeconómica. Por otro lado, tendríamos que lo étnico se ubica en el campo de

lo cultural. Pocas veces se intenta relacionar estos dos campos. No obstante, si leemos los

escritores franceses de finales del siglo XVIII y principios del XIX, encontramos descripciones,

y por tanto caracterizaciones, llenas de campesinos portadores de cultura, sin referencia a algo

que se parezca a lo étnico. El Abad Gregorio (1793) sería el caso clásico para encontrar este

tipo de caracterización. Todo en su reporte a la directiva de la revolución estaba enfilado hacia

descartar a los campesinos como portadores de una cultura potencialmente moderna y nacional.

La base fundamental para su análisis fue la lengua, en que los varios PATOIS no eran capaces

de comunicar los altos valores de la modernidad y la urbanidad. Al contrario, la persistencia del

dialecto de las áreas rurales y del sur especialmente, reproducía las nociones de la patria chica,

el localismo y “la irracionalidad” nacida de una relación estrecha con la naturaleza…”

(Hobsbawm, E. 1990, p.20 como se cita en Pérez, J et al., 2004.).

Algunos autores, satanizaban a los campesinos, o bien los enaltecían como los

buenos guardianes de los valores que habrían de preservarse.

Todavía en el periodo postrevolución está presente este sector social llamado

campesino, como comenta Skerrit, D (2004):

...Para el final del proceso que trato aquí (la inmediata posrevolución), lo étnico,

convertido más explícitamente en concepto de nacionalidad, pasó a representar las distinciones

de clase social y no simplemente la forma particular de ser campesinos, a tal grado que, quienes

nominalmente formaban parte del grupo francés, pero que ya se encontraban menos favorecidos

en términos materiales, se juntaron con los campesinos e indios de la región en su lucha por la

tierra. (Op. Cit. pp. 37-38).

142
En forma similar se establecieron en las zonas de la sierra sur cercanas a la costa del

Pacifico en el estado de Sinaloa.

4.6.-LA INFLUENCIA FRANCESA EN EL NORTE DE MÉXICO.

Es importante observar cómo afectó la llegada de los franceses tanto de Louisiana como

de otros lugares, a la cultura mexicana, y su aporte a la cultura musical sinaloense. Un

elemento destacado es el Jazz, como fenómeno que surge en una mundialización.

En este apartado se muestran dos mapas con fechas y lugares de ocupación francesa en

EE.UU. (población de la cual, alguna parte llega al norte y occidente de México).

Figura.17. Mapa de la distribución de franceses en 1664-1689. (Barbosa, R. 1971, p. 142).

En estas imágenes podemos observar fechas que son correspondientes al tiempo donde

en la Nueva España ésta presente el reinado de la casa de los Borbón que influencia a España.

Tomando en cuenta que Florida y la zona de Louisiana formaban parte de una nueva

colonia y como ya se ha dicho anteriormente en el texto, muchos de los franceses entran y

llegan a México de Luisiana, después del final de la guerra civil en EE.UU muchos franceses

se desplazan al noroeste de México incidiendo en toda la cultura de esta región.

143
El poder económico que buscan los migrantes franceses, llega a posicionarlos en las

altas clases sociales del país y en la política, integrándose a la clase dominante.

De esta manera la migración de los franceses modifica la psique y los gustos de los

criollos-mexicanos, afectando las artes y expresiones culturales. Como ya se dijo

anteriormente.

Figura.18. Mapa de la distribución de franceses en 1713-1754 (Barbosa, R. 1971, p. 143).


Nota: Distribución de la población europea en América.

4.7.-EL JAZZ Y LA TAMBORA.

En la historia musical del estado de Sinaloa, ya desde el S.XIX, encontramos que,

existían las bandas musicales de origen civil y militar, muchas de ellas formadas por algunas

deserciones de militares que se quedaron en la región sur del estado de Sinaloa, algunas de

estas influencias llegaron con tropas militares francesas y americanas durante el periodo

144
llamado de intervenciones y como ya se dijo había funciones de ópera y conciertos en las

principales salas y teatros y se entonaban además cantos populares.

Desde finales del S. XVIII en EE.UU se empieza a producir una música con

características pluriculturales, mezcla de música europea y africana, con la unión del Rag

Time, el Blues, el Gospells, marchas y melodías europeas teniendo como características

principales: la síncopa, el contratiempo, la improvisación dentro de compases binarios, así

como el empleo de acordes y armonías compuestos, también la incorporación de nuevos

instrumentos, en un inicio esta música será interpretada por pequeñas bandas o combos

musicales.

A principios del S. XIX Nueva Orleans era un sitio de encuentro de pueblos y culturas;

principalmente, franceses, españoles, nativos creek, ingleses, italianos, alemanes y esclavos

traídos de África. Joachim Ernest Berendt en su libro “El Jazz” (1962) comenta:

Todos los inmigrantes, voluntarios e involuntarios, amaban por lo pronto su propia

música; amaban lo que querían mantener vivo como sonidos de su patria. Se cantaban

canciones populares inglesas, se bailaban danzas españolas, se tocaba música folklorica y de

ballet francesa, se marchaba al son de las bandas militares, cuyo modelo en todo el mundo era

la banda prusiana, de las iglesias se escuchaban los himnos y corales de anglicanos y católicos,

bautistas y metodistas, y en todos los sonidos se mezclaban los shouts- los gritos cantados de

los negros-, sus bailes y sus ritmos. Hasta los años del ochenta se reunían regularmente en el

congo-square de nuevo Orleans para efectuar sus ritos Voodoo culto que se remontaba a viejas

tradiciones africanas casi olvidadas. Y al nuevo dios de los cristianos le cantaban casi de la

misma manera que a los buenos y a los malos espíritus de su antigua patria africana. (pp.18-19).

Con la venta de Louisiana y Florida en 1821 por parte de Francia a los EE.UU y con la

guerra de secesión de 1861 a 1865 en los EE.UU. se incrementa la inmigración

principalmente de franceses a México en especial a Sinaloa, trayendo con ellos los

instrumentos musicales, uno de estos llegó a ser parte importante de la Tambora, la tuba, que

145
fue modificada bajo el nombre de Sousafon. El sousafón es un elemento importante de la

tradición de bandas de metales de Nueva Orleans, y aún se utiliza en grupos como la Dirty

Dozen Brass Band. Igualmente, es instrumento emblemático de las bandas populares de

varios países de América Latina como México (donde se le conoce también como tuba)

comúnmente en las bandas.

En el libro, “guía incompleta del jazz” Rio, E (1984) comenta sobre los inicios del

Jazz:

…el jazz es una música eminentemente NEGRA, fabricada por negros a partir de sus

ritmos traídos del África…

…A los spirituals y los cantos de trabajo hay que añadir un tercer elemento como raíz de

lo que sería luego el jazz: la música militar… que los negros conocieron en la guerra civil de

1863. No por nada, todas las bandas militares de los ejércitos del sur eran negras.

…La guerra trajo a los negros el fin de la esclavitud... y el uso de instrumentos musicales

nuevos para ellos y esenciales para el jazz: la trompeta, el trombón, el clarinete y el tambor

occidental. Así como quien dice estaba todo listo para el nacimiento del jazz al terminar el

S.XIX. (Rio, E 1984, pp. 7-20).

Acerca de los factores que intervienen en la formación de las primeras bandas del jazz

Rio, E (1984) comenta:

Acabada la guerra de secesión, nueva Orleans contempla la desmovilización de las

derrotadas tropas sureñas. Los instrumentos de las bandas no tardan en asomarse por tiendas de

empeño y changarros de compra venta y a precios ridículos. Se forman así las bandas de negros

que musicalizaban la vida de la ciudad en actos políticos, entierros, desfiles, bailes, fiestas y

parrandas. El primer grupo de jazz de que se tiene memoria, pero no grabaciones, fue la banda

de Manuel Pérez ¿mexicano, español, cubano? De quien nadie ha investigado. Guía incompleta

del jazz, (idem).

146
Además de la migración existió un intercambio a través de las caravanas circenses

las cuales incluían a músicos que traían y llevaban las nuevas corrientes musicales a

ambos países y que influían en la creación de nuevos gustos.

Hubo participación de músicos México-Norteamericanos, en los inicios del jazz en

Nueva Orleans, como la familia de Marcos Tio, provenientes de Tampico y Manuel Pérez,

quien lideró algunas bandas musicales, en ese sitio.

Las bandas de guerra tienen un papel importante para la formación de estas bandas

civiles, pasan por un periodo de adaptación que resulta en un sincretismo que termina en una

nueva expresión, un nuevo sentir.

En Sinaloa, después de la época de la minería y de las guerras de intervención, algunos

sectores de la población se desplazan a la costa, donde encuentran instrumentos y partituras

comercializados por la casa Melcher`s, que aprovecha la reciente apertura del puerto de

Mazatlán. Existe en esa época una atmosfera cultural francesa que influenció al mundo, y

tiene su lugar en la historia y la cultura de Sinaloa; sin embargo, cuando se habla en los libros

de historia de la música regional de la Tambora, se ignora dicha influencia y una cultura con

la cual México tiene largo tiempo de coexistir, en donde la Tambora es contenedor y receptor

de todas estas culturas con las que entra en contacto, y aunque sigue modificándose, sin

embargo la Tambora, posee un estilo propio sinaloense.

Con la entrada del jazz a Sinaloa, la tambora tiene algunas modificaciones en las cuales

se adaptan ritmos y usos similares a los de las bandas traídas por los migrantes que provienen

de EE,UU. Algunos franceses provienen de una región situada entre España y Francia

llamada Barcelonett, estos traían una música de banda llamada Txaranda, que después de la

migración de Louisiana adquiere elementos musicales del jazz, y será introducida a Sinaloa

donde en la música de banda la función simbólica subyace, ya que la tambora (instrumento)

constituye un arquetipo y la música llamada de banda va a modificarse y asimilarse en sus

caracteres periféricos.

147
CONSIDERACIONES.

En esta investigación, sobre la presencia de la Tambora como instrumento y género

musical, se ha considerado la influencia francesa en México y la importancia de la lengua

como elemento identitario, que son trasmisibles, dan continuidad, crean una tradición oral y

forman parte del imaginario colectivo.

Además de los elementos trasmisibles transgeneracionalmente, el tambor tiene un

papel en el inconsciente colectivo (de llamado, de alerta, de comunicación etc.,) pero

adquiere peculiaridades según la región y el contexto como en el caso Sinaloa.

Los encuentros culturales en Sinaloa se hacen presentes, la transculturación como

proceso de intercambio cultural dio como resultado un sincretismo, que se encuentra presente

en la música de Tambora.

Surge un sincretismo en la música de Sinaloa al mezclarse con la música procedente de

otros lugares, las cuales aportan melodías, instrumentos, ritmos, cantos y danzas a través de

los cuales se pueden rastrear, las culturas que interactúan en ella.

Para establecer que la Tambora tiene una sonoridad peculiar, producto del carácter

tonal del habla, resulta relevante el estudio de Blacking, J. que realizó con la tribu Venda

(tribu Bantu, de África del sur) en donde muestra como la música tiene acentos al igual que la

lengua, y si estos cambian también lo hará el significado, así como el sonido de la palabra y

el discurso sonoro musical y viceversa; de esta manera la lengua y la música están

correlacionadas.

Lo mismo pasa con la construcción de los instrumentos musicales y la anatomía

humana, en donde ambos se adaptan y de esta adaptación surgirán modelos musicales.

Para realizar esta investigación antropológica se hizo una revisión de las características

de la música nativa, y las diferentes manifestaciones culturales en distintos periodos de la

música en Sinaloa, a través de textos, observaciones participantes y videos acerca de la

148
imposición de música europea durante la Conquista, la popularización de géneros musicales

europeos durante la Colonia y la música propiamente mexicana, esta revisión fue útil para

ejemplificar algunos conceptos utilizados como transmisión, aculturación, apropiación,

enajenación, transculturación, periferias blandas, núcleos duros, imaginario colectivo,

representaciones colectivas, etcétera., que resultan útiles para entender algunos procesos de

estos fenómenos, como el proceso de transculturación que se dio de la música religiosa a la

música profana, de la música profana a la popular y todas estas con la nativa para conformar

la música mexicana y como diferentes culturas aportaron características propias.

Para entender y explicar el fenómeno sonoro cultural, a través de algunos científicos

sociales y cómo se construye este conocimiento, a través de la Etnohistoria encontré como

herramienta la Etnomusicología.

A través de métodos antropológicos, fue necesario el estudio de las circunstancias en

las cuales se dieron cambios sociales, naturales y culturales, debidos a factores endógenos y

exógenos. Examinando estudios musicales se logró una aproximación a este tipo de estudios

y cuáles son sus cuestionamientos académicos y sus resultados, para ver cómo se dio el

contacto musical entre culturas diferentes. La historiografía nos ayuda a crear un referente

que permite guiar y observar las formas y medios de estos procesos.

La Tambora es un resultado sincrético y debe ser entendido en el proceso de

transculturación, es importante el roce de diferentes culturas en donde Mazatlán resulta un

crisol cultural, por ser uno de los puertos comerciales más importantes del Pacifico, que

permitió la llegada diferentes culturas al estado de Sinaloa, donde la cultura francesa tuvo

gran influencia al ser Mazatlán, además, la cuarta ocupación más grande del país de éstos

migrantes, teniendo mayor presencia en el periodo en que surge la música de Tambora, a

pesar que otros estudios se centran en la indiscutible influencia alemana.

149
En la investigación sobre la música regional del estado de Sinaloa se pudo encontrar

que la llamada Nación Cahitas tuvo contacto con otras culturas de Mesoamérica y del norte

de América y que algunos instrumentos fueron introducidos por estos contactos durante el

periodo anterior a la Conquista; esto permite ver como acontecía tiempo atrás este fenómeno

de intercambio musical y sus resultados.

En el estudio sobre los instrumentos musicales se halló que ya había en la época

prehispánica agrupaciones de músicos que formaban bandas musicales con instrumentos de

percusión y viento, constituyendo esto la raíz de agrupaciones posteriores y transformándose

en la Tambora, como fenómeno de pervivencia.

En esta investigación se observó como los caracteres heredados o de transmisión

transgeneracional, crean y preservan una cultura, esta se expresa de muchas formas

adaptando nuevos elementos, generando una cultura dinámica que cambia las formas

periféricas más no la función simbólica e identitaria.

En los habitantes de la sierra sur de Sinaloa el habla juega un papel importante en la

expresión musical creando géneros específicos, (manifestándose a través de ritmos y

melodías) que acompañan a ésta.

Al apropiarse los habitantes de estas localidades serranas de los instrumentos de viento

de fabricación europea, imprimen un carácter tonal específico resultado del habla, una

característica importante en la sonoridad que estos grupos dan a la Tambora.

Podemos ver la relación entre la palabra y el tono en lenguas en las que las alturas de

los sonidos, donde la denominada melodía de la lengua o acento tonal es determinante como

significante, y el habla esta puesta en los elementos de la música, (ritmo, melodía y armonía),

además interviene el tiempo y el espacio en su formación y resulta la expresión de una

cultura con cohesión e identidad.

150
Es necesario realizar investigaciones multidisciplinarias para obtener diferentes

perspectivas de un fenómeno social, por ejemplo, los instrumentos musicales que se hallan en

los museos a disposición del investigador para realizar estudios de organología deben

considerar también los usos y funciones de éstos, los cuales son interpretados con datos

aportados por etnólogos, musicólogos, arqueólogos, historiadores y viajeros, entre otros.

Los habitantes de la sierra de Sinaloa, que conforman el campesinado trae en su memoria,

costumbres que viene guardando desde tiempo atrás, entre ellas, una forma de hablar peculiar,

como el acento, estos habitantes de la sierra de Sinaloa, fueron los primeros en recibir la

instrucción musical durante la Colonia y fueron también los primeros en crear música regional

mestiza o sincrética, son los precursores de la música de la Tambora.

La Tambora es un fenómeno, que se ha convertido en símbolo medular en el imaginario

colectivo que construye la identidad sinaloense; ya que la música demarca divisiones socio-

culturales y representa uno de los elementos étnicos que pasa de generación en generación,

proporcionando identidad tanto al individuo como a su grupo.

La acumulación de patrones culturales expresados a través de la música es posible, ya

que su efecto comunicativo llega a los sentimientos e ideas, la lengua hace de ésta uno de los

medios de pervivencia, que al colectivirsarse genera un sentimiento reivindicativo; siendo de

carácter popular está relacionada con la creación de identidad, con el manejo de los

sentimientos y con la organización del tiempo, mediante el uso de bailes y canciones

calendáricas.

Por otro lado la música de la Tambora va más allá de sus textos, es algo más que un

acompañamiento y un comunicar de emociones, va más allá de los ritmos habituales de la

lengua. Es en sí misma un discurso lleno de significados, convirtiéndose ella misma en un

significante social.

151
Como ya se dijo la Tambora tiene principalmente influencias extranjeras,

principalmente del vals y de la polka, el baile popular evidencia estas influencias.

La música nativa de Sinaloa y la música mestiza de la Tambora al seguir cumpliendo

sus funciones sociales perviven, ya que: 1.- ambas cumplen con la función de expresión

emocional, 2.- la función de goce estético, 3.- la función de entretenimiento, 4.- la función de

comunicación, 5.- la función de representación simbólica, 6.- la función de respuesta física,

7.-la función de refuerzo de la conformidad a las normas sociales, 8.- la función de refuerzo

de las instituciones sociales y ritos religiosos, 9.- la función de contribución a la continuidad

y estabilidad de una cultura y 10.- la función de contribución a la integración de la sociedad.

Existen constantes culturales y cambios que pueden surgir por muchas circunstancias,

también existen contextos sociales que van moldeando a una sociedad y la música juega un

papel importante hoy y siempre preservando, transmitiendo y modificando, es el inconsciente

colectivo que va a “moldearse”, mas no pierde su esencia y es lo que le da continuidad a una

identidad cultural de un pueblo a través de la música.

En la tradición oral de la cultura mazatleca existen dos versiones acerca de las

influencias extranjeras en la Tambora, una particularmente tiene como principal aportador a

la cultura alemana.

Este estudio no descarta dicha influencia, pero está centrado en la influencia francesa,

documentando los principales contactos entre México y Francia, cuál ha sido su relación y los

periodos de contacto, sobre este eje de investigación encontré diversos elementos y

fenómenos sociales, incluyendo la influencia del Jazz en la Tambora.

A través de esta investigación, se hallaron indicios de una fuerte participación de la

cultura francesa en todo México, a partir de la Colonia, el reinado de los Borbón, el periodo

de post-independencia e intervención francesa, como aportadores de elementos culturales en

un contexto en el que se puede hablar de la gestación de una música nacional y una música

152
popular regional. Se habló de un afrancesamiento y constante presencia de Francia en

México, además de su mayor participación en la cultura mazatleca, debido a los

asentamientos franceses en Sonora y Sinaloa, específicamente en Mazatlán.

La música de Banda que también se puede llamar música de aliento, ha evolucionado

debido a la introducción de la música europea, en donde gracias a los procesos de préstamos

culturales se ha venido modificando hasta la actualidad, tomando el nombre de Tambora, la

cual ha conservado su carácter regional, gracias a que las raíces cahitas están presentes en la

Tambora por el uso de la Tampora y el uso de ritmos binarios principalmente.

Algunas características fueron aportadas por las bandas militares de franceses que

desertaron y se desplazaron a las zonas serranas del sur del estado de Sinaloa, en donde

dejaron algunas canciones y formas de baile.

Las aportaciones de instrumentos utilizados en la bandas de jazz son incorporados a la

Tambora, como el Sousafon o tuba, llegando a ser parte de la formación clásica de la actual

Tambora, mostrando la Tambora una sonoridad con características aportadas desde el jazz,

como son la improvisación y los sonidos sincopados.

A través de las representaciones colectivas se transmite lo esencial de una región, persona o

civilización, porque tienen el caracter reivindicativo, al ser la Tambora una música popular, tiene

un papel central desde su inicio en la vida social, ejerciendo dominio en distintas áreas de la vida

de los pobladores del estado de Sinaloa, incluyendo estados emocionales y psicológicos,

individuales y colectivos, a través de un poder cohesivo dentro de la cultura.

La Tambora cumple con las mismas funciones de crear identidad, cohesión,

colectividad, manejo del tiempo en las fiestas, de trasmisión de conocimiento, ritos de paso,

cosmovisión y pactos sociales y prácticamente está en toda la vida social; es entonces que se

explica porque la tradición oral posee cantos que cuentan historias, porque es uno de los

medios y además el más fuerte para crear un vínculo y memoria a través del imaginario

153
colectivo en el ente social e individual. La tambora o tambor como instrumento que sobrepasa

todos los cambios, y culturas por su carácter simbólico en el inconsciente colectivo universal.

El gusto musical que puede tener cada persona, lo inserta dentro de la colectividad, por

eso la música lo ubica como individuo en lo social.

La empatía, siendo una característica universal puesto en el inconsciente colectivo

permite la supervivencia del hombre mismo, permite compartir los arquetipos de éste

inconsciente colectivo, un factor que facilita los intercambios culturales musicales. En la

Tambora encontramos elementos universales y particulares.

Los símbolos culturales presentan una resistencia a la extinción a través de expresiones

culturales que les permiten mantenerse vivos, como, los cuentos, la música, las danzas,

etcétera, así también, la lengua constituye un símbolo y un medio para la supervivencia de

una cultura. Esta investigación considera la Tambora un símbolo cultural.

Esta investigación considera como un actor social que interviene en la preservación de

la cultura, al músico, que posibilita la ejecución de la música, cantada, bailada o instrumental

y cuyo oficio ha heredado generalmente de sus padres (que son músicos en conjuntos

instrumentales que abarcan más de una generación), los hijos van incorporándose

gradualmente junto a otros actores sociales son la audiencia de los conciertos e incluye una

proporción de hijos de los ejecutantes, junto con sus amigos y parientes, entonces, muchas

veces el conocimiento viene desde la familia, hay en la actualidad en Sinaloa familias que

son una dinastía musical e instituciones en las bandas musicales de Tambora.

El patrón familiar influye para seguir caminos musicales, a los hijos y hasta a los nietos,

principalmente barones.

Estas bases familiares fueron más evidentes en los inicios, dando origen a familias que

integraban una Tambora y llegaron a convertirse en las raíces de otras bandas, así es que el

aprendizaje a menudo tenía lugar dentro de la familia, apoyado en un sistema de enseñanza-

154
aprendizaje propio de las bandas musicales, es común para estas bandas que incluyeran desde

aprendices y maestros, resultando en una tradición continúa. En ocasiones algunos por

circunstancias personales de su ciclo laboral se ven obligados a retirarse.

Esta es la forma en que se ha resguardado, esta costumbre a través de la tradición oral,

la Tambora, fue pasando de generación en generación por músicos descendientes de una

familia de músicos, en diferentes pueblos, rancherías, ciudades y todavía hasta mediados del

S. XX, antes de las primeras grabaciones y partituras desde el Porfiriato, época en donde se

crearon bandas estatales, de donde se formaron músicos que dejaron música escrita. Esta

región del noroeste del país y sus habitantes que vieron surgir esta expresión musical, tienen

y llevan en sus calles y paisajes la historia antigua de Sinaloa donde nació la Tambora.

Hablar de los elementos de identidad, como el tambor y la lengua, se convirtió en una

forma de abordar el estudio desde áreas que fueron muy útiles, para poder insertarlas como

partes colaboradoras en la creación de la Tambora y especialmente formando parte de las

representaciones, imaginario e inconsciente colectivo.

155
ALCANCES.

De esta investigación se pueden abrir futuras líneas de investigación como son:

La participación de la mujer en la Tambora.

La relación entre el ritmo y lengua.

Las respuestas motrices y neurológicas ante algunos estímulos musicales.

Arquetipos universales de la música.

El papel que han representado los medios de comunicación masiva en el fenómeno de

popularización de la musical de banda sinaloense.

156
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ENTREVISTAS.

Oscar Valdez Armenta, comunicación personal. 10 de diciembre del 2016.

Samuel Antonio Lizárraga, comunicación telefónica. 9 de octubre del 2016.

Salvador Valdez Armenta, comunicación personal 13 de marzo del 2016.

162
INDICE DE FIGURAS.

Figura.1. Códice florentino. Sahagún. Lamina LXIX. Libro 8. Instrumentos y danzantes.

Figura.2. Códice florentino. Sahagún. Lamina LXXXVIII. Libro 8. Instrumentos y danzantes.

Figura.3. Danzante del venado. Introducción al estudio de la música folklorica mexicana.

Julio Antonio Coss, 1971.s.p Ediciones de divulgación cultural N.1

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Figura.6. Virreinato Nueva Galicia 1796-1821. (en línea) Disponible:

http://www.edmaps.com/html/mexico.html Consultado. 27/04/2016

Figura.7. Mapa de México S. XIX (en línea) Disponible:

http://www.edmaps.com/html/mexico.html Consultado. 27/04/2016

Figura.8.“Kiosko.de.Cósala”.(en-línea).Disponible:

http://www.vmexicoalmaximo.com/sinaloa/cosala Consultado. 6 /05 2016.

Figura.9. Banda sinaloense de principios de 1900. (en línea) Disponible: Archivo Histórico

Municipal de Mazatlán.

Figura.10. Boulevar de Sebastopol. En el fondo se aprecia la Estación de ferrocarriles del este

en París. (en línea) Disponible: http://books.openedition.org/cemca/4077?lang=es

Consultado. 6/05/2016.

163
Figura. 11. Finca San Rafael, En Paso De Telaya Jicaltepec, Veracruz. (en línea) Disponible:

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Consultado. 6/05/2016

Figura.12. Franceses en Ciudad Del Carmen, Campeche Casas Tipicas, Barrio Del Guanal.

(en línea)-Disponible:..https://es.wikipedia.org/wiki/Archivo:La_Mangua_Carmen.JPG

Consultado. 6/05/2016.

Figura.13. Santa Rosalía, B.C.S Mulegé. Iglesia Eiffel (en línea) Disponible:

https://noticabos.org/2010/03/21/la-iglesia-eiffel-queda-en-santa-rosalia-b-c-s/ Consultado.

6/05/2016.

Figura.14. San Rafael Veracruz, casa estilo francés Paso De Telaya. (en línea) Disponible:

https://es.wikipedia.org/wiki/Inmigraci%C3%B3n_francesa_en_M%C3%A9xico Consultado.

6/05/2016.

Figura.15. Palacio Nacional De Las Bellas Artes. (en línea) Disponible:

http://www.obrasweb.mx/arquitectura/2012/11/12/la-herencia-arquitectonica-del-general-

porfirio-diaz Consultado. 6/05/2016

Figura.16. La introducción de la moda francesa con las tiendas departamentales. (Ortiz, 2004

p. 179)

Figura.17. Mapa de la distribución de franceses en 1664-1689. (Barbosa, 1971, pág. 142).


Figura.18. Mapa de la distribución de franceses en 1713-1754 (Barbosa, 1971, pág. 143).

164
ANEXOS.

Extracto de la entrevista realizada el día de 10 de diciembre del 2016, a Oscar Valdez

Armenta, pasante de la ENAH en la licenciatura en antropología social, nativo de los Mochis

Sinaloa, quien se ha dedicado a estudios y participación en los rituales yaquis como danzante,

instrumentista y cantante, por discipulado y ha participado con diferentes rituales con pueblos

nativos de América.

P.- ¿A qué te dedicas?

R.- Realizo ceremonias con los pueblos de Nayarit y Sinaloa.

P.- ¿Cómo se construye un tambor?

R.- La elaboración es sencilla, pero son algunas personas las que se dedican a elaborarlos, la

elaboración es prácticamente, madera y piel curtida de cochi (cerdo) con hilos de piel de

cochi, prácticamente no se necesitan más cosas para su elaboración, solo piel y madera.

P.- ¿Hay algún cuidado especial o uso especial?

R.- Sí. El tambor regularmente se utiliza para conectar con nuestro corazón y al cantar,

nuestro canto tiene una espiritualidad que ayuda a conectarnos con lo espiritual, es por eso,

que tiene usos rituales para acompañar a los cantos que regularmente son ofrendados

(cantados) frente al fuego o altares, símbolos mestizos, prehispánicos y católicos.

P.- ¿Cómo se aprenden estas canciones?

R.- Principalmente acercándote a personas que sean parte de una tradición, es aquí en donde

poco a poco se aprende y se participa en conjunto para cantar, ya que cantar en las

ceremonias es como rezar.

P.- ¿Hay en la actualidad melodías que sean muy viejas?

165
R.- ¡Claro que las hay¡, mas no sé qué tan viejas sean, sé que hay unas que vienen desde el

1800, pero seguro debe existir en las letras de las canciones, pedazos de canciones mucho

más viejas y si no es así al menos si son evocadas a deidades muy antiguas, de nuestras raíces

de tiempos prehispánicos.

P.- ¿Se traducen las canciones?

R.- ¡Por supuesto¡ del náhuatl al español, del wixarrika al español, casi en todas las naciones

que han sufrido cambios por conquistas o aculturaciones, se han visto obligadas a hacerlo.

Sobreviven porque se les estaba cargando la chingada y deciden abrirse, algunos estuvieron

de acuerdo y otros muy cerrados y dogmáticos no, pero deciden abrirse aun que en muchas

comunidades donde aún tiene su lengua madre las canciones no son traducidas.

P.- ¿Existe una herencia para ser músico?

R.- Desde el momento en que están dentro de un contexto ritual está el músico dentro de una

herencia. Los rituales tienen vida, se retoma esta realidad prehispánica a partir de un ideal

colectivo de que creían que era y lo que fue. Los rituales que se hacen no son como eran, como se

hacían antiguamente, se retoma la parte prehispánica, la tradición y forma, porque es algo que

tiene vida, que se va modificando su capacidad de existir, y se modifica según los tiempos y las

necesidades, a partir de la conquista toma un nuevo formato a partir de la conquista y surge una

manera diferente desde su raíz, es viva independientemente de los que existimos, tiene vida y

existe de manera independiente, es un ser viviente que tiene energía propia.

No eran “pendejos” ni sumisos sino sabios que se fueron adaptando.

P.- ¿Cuál fue tu primer acercamiento?

R.- Prácticamente desde niño cuando viví en el pueblo de San José rio, a 16 km de los Mochis, en

la esquina de la casa estaba la Iglesia del Toro, donde llegaban los danzantes del venado.

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Después en el poblado de San Miguel a 15 km al norte de los Mochis en las festividades

Yoremes, en semana santa, tienen un calendario ritual católico, que va parejo con sus

tradiciones.

P.- ¿Qué relación vez en la música nativa de Sinaloa en la Tambora, con el uso del tambor y

las canciones?

R.- Es un símbolo de celebración, se relaciona con la música de viento que ayudo a formar un

auge, convirtiéndose en algo muy especial, cada pueblo tiene su banda, lo regional adapta los

corridos para cantar lo que sucede. El tambor, la raíz es el tambor, el tambor es la tierra,

nuestras raíces están en la tierra y ya cambia según el contexto.

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Extracto de la entrevista, realizada a Samuel Antonio Chiquete, músico sinaloense,

comunicación telefónica. 9 de octubre del 2016.

P.-¿Samuel, donde puedes ver la influencia francesa en la tambora, sinaloense?

R.-Primeramente, como músico, soy jazzista, pero me encanta la música de mi cultura, y

como estudiante llamó mi atención la influencia que tiene el puerto de Mazatlán durante el

periodo de las intervenciones, debido a las sonoridades jazzísticas que presenta la tambora,

fue que como estudiante, me dedique a investigar cómo llega esta influencia a la tambora,

en Sinaloa y cuál fue la sorpresa encontrar música adaptada del jazz a la tambora, y de

compuestas desde la tambora hacia una tendencia de jazz.

Esto se puede oír en algunas canciones, que me hizo escuchar y me comento sobre el

uso de la tuba o Sousafon, que en EE.UU inventa dicho instrumento Phlip Sousa.

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Extracto de entrevista con Enrique Aramburo. Cantante y músico de una Banda sinaloense.

Realizada en diciembre del 2016, rancho limón de los Peraza.

P.- ¿Que es la música de tambora?

R.- ¡La música tradicional de Sinaloa¡

P.- ¿Cómo te iniciaste en este género?

R.- La escuchaba desde “chiquillo” porque mi papa tiene una con sus hermanos y desde

entonces quise ser cantante de una banda.

P.- ¿Ha cambiado la música de la Tambora?

R.- Sí, ¡bastante¡

P.- ¿En qué?

R.- Sobre todo en los nuevos temas y ya no son tan románticas y que ya casi no hablan de

lugares ¡ahora hasta meten cumbias¡ incluso ya hay tecno banda.

P.- ¿Qué diferencia hay entre la banda de Sinaloa con las otros lados?

R.- La de Sinaloa es la que más representa a todas las bandas, por qué todas nos copian, pero

les falta el alma sinaloense y no tienen esa fuerza en el ritmo.

P.- ¿Qué tanto participan las mujeres en la música de banda actual?

R.- Como siempre son menos, pero ahora quieren cantar, pero casi no las ves ni en los

metales y que yo sepa ninguna con la tambora.

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