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C L
D CEL
0.5
J
DEPARTAMENTO DE MISIONES DEL CELAM
D.M.C.
Publicaciones
COLECCION n.M.C.
EN PRENSA:
Pedidos e informes
DOCUMENTO FINAL
LA PA
DEL PRIMER ENCUENTRO CONTINENTAL
DE MISIONES EN AMERICA LATINA EN LAS
21 - 27 DE ABRIL DE 1968
MELGAR - COLOMBIA
AMERIC
DEPARTAMEN
Calle 7
Apartado Nacio
Bogotá
Documento CELAM N? 5
IN
Presentación
ALGUNOS PROBLEMAS
IGLESIA MISIONER
a) Iglesia misionera e I
b) Pluralidad de cultur
c) Uniformidad de la I
d) Cambio social
e) Una crisis de fondo
LA IGLESIA MISIONERA
a) Vocación universal a
b) La Iglesia, sacramen
c) Responsabilidad mis
d) Diversas situaciones
SITUACIONES MISIONER
a) Situaciones misioner
b ) Areas de situaciones
ORIENTACIONES PARA U
PASTORAL MISIONE
a) Promoción humana
b) El despertar de la f
c) Celebración de la vi
d) Formación de la com
e) Diálogo ecuménico
f) Educación misionera
g) La formación de los
lmprlmatur
CONCLUSION
Propiedad reservada
PRE
La Comisión E piscopa
CELAM (D. M. C.), se com
neros, ' y en general a t odos
resultado del primer Encue
despu és del Conc ilio en el
Tras una esme rada y
ahora presenta m os fue elab
ocho días, de 18 Obis pos
rica, junto con más de c
cien cias JI disciplin as (AG
misionera.
Al hablar de misione
aquellos Territorios y a q
Congregación para la Evang
esencial de la Iglesia.
Pero pensamos tambi
todos aquellos apóstoles qu
juridicam ent e misioner as, e
mente m isionera.
En este sentido, el D o
el lugar donde se realizó el
a la angustia de muchos ap
to rales adecuadas a las situa
apostó lica; y, por otr a part
to s del Con cilio, especialm
Constitució n Apostólica t t E
Este Document o no e
de La palabra. Es un tr ab
con un profundo sentido d
I glesia Latinoamericana en
toral, susceptible siempre
Acompañan el texto a
por el D. M. C. con la fi
result ados de la En cuesta r
facilitar la comprensión de
mi smo . Dada. la obietioidad
constituye una base muy seria para ,u.na ALGUNOS PROBLE
Encuesta, ;uzgamos que la problemática misionera en América
mejor comprensión de DE LA IGLE
Latina. fectuó con miras a la JI Con- EN AMERIC
El Encuentro de M.elgar de tatinoamericano pues creíamos
feyencia General del.!- PIISCO pa. ~ neros se hiciera~ presentes con
necesario que tamblen os mlSlo 1 iones
el aporte de sus inquietudes, problemas y so UCI D' t a
1 CELAM presta con este ocumen o,
Creemos que e d M" e; un buen servicio a todos
través de su Departamentof.e ision ~na colaboración cada vez
nuestros hermanos,. ~ ~on '"?" q;~~ traba;o que bntos comen-
t:
za o,
e:~~~~~d/::m:I~~:ta~;~0~~cu1iarescircuns~ancias de las dife-
.' .. d estro Contmente.
1. La evangelización de
ha constituído un grande y
rentes situaciones mlszoneras e nu misioneros para llevarles e
(AG 6) la Iglesia como sig
Bogotá, 15 de Agosto de 1968. vación. Cada época, de acu
realidad, sus postulados teo
cretas, ha dejado el sello d
Mnr. Gerardo Valencia Cano realización de la obra evan
Vicario Apostólico de Buenaventura
Presidente del M. D. C. Los misioneros de hoy,
para con el momento actua
4.11), desean una revisión
su acción pastoral (PC 2.4)
Los grandes cambios so
funda y aceleradamente en
(2) y el impulso renovador
a la Iglesia, sitúa a los mis
10
reconocer los signos de los tiempos, p ensar de una manera
nueva, y buscar una renovación pastoral. y otros (5). Estas diferente
Los misioneros encuentran fundamentalmente los si- conocidas ni reconocidas e
guientes problemas, que pueden sintetizar algunos de los in- t ituciones, valores y aspira
terrogantes que han surgido en los últimos ti empos en torno grupos en la vida naciona
a la actividad misionera en América Latina, y que incluso re- graciadamente, más como
basan en su conjunto los límites de Íos llamados "territorios que como el reconocimient
de misión " ( 3) . a enriquecer el patrimonio
cerse con él (7).
14
II y buscan crear una auténtic
No la aceptan en cuanto se
del mundo, no se abren a lo
LA IGLESIA MISIONERA mente sobre sí mismos (Mt
a) Vócación universal a la salvación . 8. La energía salvadora
Cnsto, presente en la hum
7. El hombre, todos los hombres, han sido llamados a histo~a de salvación en la q
la comunión con Dios. Esta iniciativa divina de salvación, los diferentes grupos religi
esta convocación, precede a todo cuanto existe (Ef 1, AG 2) que se hallan también de a
Y le da, por tanto, su sentido. El centro de este designio sal- nente. Porque todo cuanto d
vífica universal es Cristo: por 'El fueron creadas todas las tre las gentes como presenc
cosas y en El tienen su consistencia (Col 1, 16); por El nos que se halla sembrado en
revela el Padre su iniciativa, por El la conduce' a su cumpli- hombres .Y en las culturas
miento. Cristo es el hombre perfecto llevado por el Padre a pe:ece, sino que sa?a, se
la plenitud en virtud de su resurrección (GS 22), que .hace tuírlo a su autor, Cnsto, me
de él Señor de la historia y del cosmos (Hechos 2, 36). En la Iglesia (AG 9).
Cristo , pues encuentra la humanidad el sentido del camino
. E~tar atentos, ~or 1? ta
que ha seguido desde siempre (LG 13).
dinamismo de su histona p
Todo el dinamismo del cosmos y de la historia humana, valores culturales y religios
el movimiento por la creación de un mundo más justo y fra- que llega la acción mision
ternal, por la superación de las desigualdades sociales entre cuestión de adaptación past
los hombres, los esfuerzos -,-tan urgentes en nuestro conti. cubrir. ,la forma como Crist
nente-. por liberar al hombre de todo aquello que lo desper- salv~clOn que engloba a todo
sonaliza: la miseria física y moral, la ignorancia) el hambre, pectiva podrán discernirse a
así como la toma de conciencia de la dignidad humana (GS
22), tienen su origen, SO\1 transformados- y alcanzan super- C?n todo, si bien la pre
fección en la obra salvífica de Cristo. En El y por El la caz e Impulsa de manera de
salvación está presente n el corazón de la historia de los plenitud, se ve limitada, en
hombres, y .no hay acto humano que, en última instancia, la condición humana, por las
no se defina frente a ella. libertad, por el pecado (GS
toma de conciencia y de la dignidad humana (GS 22), tienen
su origen, son transformados y alcanzan su perfección en la
obra salvífica de Cristo. En El y por El la salvación está
presente en el corazón de la historia de los hombres, y no b) La Iglesia, sacrament
hay acto humano que, en última instancia, no se defina frente
a ella. 9. En esta vocación univ
Los hombres -aceptan ya en parte la comunión con Dios, sitúa el misterio de la Igles
aunque no lleguen a confesar explícitamente a Cristo como salvífica. Cristo en efecto e
a su Señor, en la medida en que movidos por la gracia (LG su ';Espíritu, por El enviado,
16) a veces secretamente (GS 3, 22) renuncian a su egoísmo lo Impulsa por diferentes c
3~, 39); pero actúa en forma
sibla de los creyentes, que e
las gentes- sacramento, es
16) Cfr. Pro XII, Evang. Praecon, 87-88; PABLO VI asume este salvación _human~ y del univ
principio y Jo explicita en su Mensaje Africae Terrarum 7. que el Senor santifica y salva
16
11. Pero la I glesia m i
sino ha ciendo de ellos un pueblo (AG 2) , es la Iglesia, igual-
lógica de la humanidad y s
mente sa cra men to de la íntima unión de los homb res con
exe nta de los límites y defi
Dios y de ellos entre sí (LG 9 ). dición de puebl o peregrino
De ahí que la Iglesia vea en las divisiones de los cristia- La plenitud de los tiem
n os un hech o que contraría su p ropia naturaleza, y sien te otros y la re nov ación del
la necesid ad imperiosa de buscar el restablecimiento de la cre tada y empieza a realiza
unidad perdida ( UR 13, LG 15) (17) p or fidelid ad a su pro- presente. Pero la perfecció
pio ser y al Señor, y como condición (AG 6) p ara el cu m- llegue el tiempo de la resta
plimiento de su misión. cual el universo entero, co
10. Todo el universo, toda la histori a humana, están, m ente renovado en Cristo
pues, penetrados de la presencia activa del Señ or y de su
Espíritu. Solo la com unidad cristiana, sin em ba rgo, es plena-
mente consciente de ella : por la fe reconoce qu e el Señor e) Responsabilidad mi
realiza su obra de sa lvac ión y la lleva a su cum plim iento
por caminos a veces oc ultos, y ac ep ta como resp onsabilidad 12. Situad a en la pers
propia la tarea de , reve la r la presencia del Seño r en la hi sto- I glesia peregrina es neces
ri a ( GS 40) por la caridad se solidariza y compromete con por naturaleza ( AG 2) ( 20
la m arch a de la historia humana, testimon iando así el amor sión del Hijo y del Espíri
de .Dios; por la esperanza está cierta de que los frutos exce-
lentes de la natu rale za y del esfuerzo hu mano, de spués de
haberlos propa ga do por la tierra en el es píri tu del Señor
y según su m andato, volveremos a encontr arlos limp ios de parte, la fa lta de p redicación.
toda m an ch a, pl enamente iluminados y transfigura dos, en la ternam ente y por lo menos imp
reali zaci ón del Reino de Dios (GS 39) . Por esto, la Iglesia, de Cris to: m as es ta imperfecta
a la Igl esia exige se r conducida
comunidad de fe, de esperanza y de caridad (LG 8), es expre- (Card . Jou rn et ). "Muchos indi
sión p rivilegiad a de la presencia del Señor , enviad a por El varse y de hech o se sa lvan, aun
pero el géne ro hum ano como ta
para anu nciar e l m en saje de salvación y h acer discípulos ticamen te m isionera , no puede
su yos (Mt 28, 19). (Card. Fr ings ). "S in la gracia
La ac tivi da d misionera de la I glesia re sponde, pues, tanto Iglesi a visible cons ti tuye en el
para todos los hombres. Aun lo
a la posib ilidad real de la sal vaci ón a través de la presencia subjetiva e impl ícitamente, per
de la graci a del Señor en todos los homb res, como a lo que hast a hacerlos mi embros efec
Koeni ng).
falta a su expresión consciente y pl en a en gran des se ctores
de la humanidad (18). 19) Fue cé lebre la Congreg
Nov . 1964, no solo por haber r
sic iones recomenda do por el m
da do origen a un replanteamien
gía del Concili o. E n el debate i
tem ente en cie r tas líneas que
17) Cfr . Declaración conjunta de la Iglesia Cat ólica y de la Igle- nu evo esque ma: La importancia
cia Ortodoxa, 7 dic. 1965. la .Iglesi a , por sí mismo y po
Fnngs ); La mi sión como algo e
18) "La misión de la Igl esia se reali za m edi an te aquella actividad man dato so lem ne de Cristo, se
co n la que . .. se hace p resen te en ac to pl eno a los hombres o ~ la s sa lvac ión fu era de la Iglesia (
gente s" (AG S ref. AG 3) . Merecen destacar se algunas aportaciones tod a la Iglesia , y no solamente
del deba te conci liar q ue sig uió a la presen tación del " n uevo es que ma" mente misionera (Mnr. Geer aets
que rem pl azaba al re chazado de las 13 proposicio nes (Congr . Gral.
144·148). " Lo sepa n o no los homb res , despu és de la redención de 20) Seis razon es aduce el
Cri s to existe un a so la econo m ía de salvación . .. Dios no abandona a m isi ón en la Iglesia : a) Por ser
las mu chedumbres qu e a ú n igno ran el eva nge lio y suple, por o tra b ) Por exigencias prop ia s de su
18
fuente en la iniciativa del Padre (AG 2) (21), de recapitular d) Diversas situacione
todo en Cristo. Así la acción misionera no solo no es mar-
ginal, sino que constituye el deber fundamental (AG ~5) ~e 14. La diversidad de ci
la Iglesia, pueblo mesiánico (LG 9), que entra en la 11lsto~a situaciones misioneras y d
humana, con la obligación de extenderse a todas la: nacro. ción. Estas circunstancias
nes (22) en virtud tanto del mandato e~preso d.el Senor que grado de implantación y vi
envió a los apóstoles como El había Sl?O enviado (AG 5), o mejor inserción del 'Eva
como de la vida que el mismo Señor le infunde en orden al pueblos (AG 6).
crecimiento de su Cuerpo (AG 9), hasta su estatura plena 15. Síntomas para ap
(Ef 4, 16.12). lan situaciones misioneras,
Esta responsabilidad misionera incumbe a t?da la Igle- a) La ausencia o in
sia y a todos sus miembros en razón del bautismo, de .la medios propios para el
confirmación y de la Eucaristía (AG 36). En consecuencia, cristiana y la consiguien
se da una verdadera igualdad entre todos en lo referente a ministros, instrumentos
la acción común para edificar el Cuerpo de Cristo (LG 32). sia universal, que de pr
El Colegio Episcopal, sinembargo, como sucesor del Colegio desequilibrio constante
Apostólico, tiene la responsabilidad particul~r de mostrarse comunidades.
solícito por todas las Iglesias y de evangehzar a todas las Pero, al constatar las
gentes (CD 6) de suerte que la Iglesia se implante (AG 6) preguntarse si ellas obede
entre ellas co~o sacramento de salvación. la Iglesia en esa comunid
13. Aunque único e idéntico en todas partes y en todas de la desadaptación de cier
las condiciones el deber misionero, sinembargo, no se cum- con respecto al medio y e
ple siempre de' igual manera. La varieda~ de circ~.stancias Porque de toda comunida
en que se realiza la misión, exige modalidades distintas en vivir y expresar su fe con
la acción misionera. Hay que reconocer, en todo c~~~, que la pios y autóctonos.
Iglesia peregrina está en permanente estad.o de nuslOn. h.asta
su plenitud escatológica y que las diferen~as en la actl:rl?~d
misionera no procede de la naturaleza misma de la mision,
sino de las circunstancias en que esta se desarrolla (AG 6). de la Iglesia: reafirmando con
de Dios que quiere a todos lo
demostrar que el cristianismo
sus intereses humanos, político
tin Arzobispo de Contonou-Da
obra consigue (la Iglesia) que
d) Por el ejemplo de los Apóstoles; e) Porque los sucesores de los en la mente y en el corazón d
Apóstoles deben dar perennidad a la obra iniciada por Jesucnsto y culturas de esos pueblos, no so
proseguida por los Apóstoles; f) Porque en la. presente n~eva condi- y se eleve y se perfeccione" (L
ción de la humanidad se exige con más urgencia a la Iglesia la salva-
ción y renovación de toda creatura, para que todo. ~e mstaure en
Cristo y todos los hombres constituyan en El una familia y un Pueblo 23) El deber misionero ab
de Dios. idéntico. La Iglesia, toda la Igl
misión que El había traído. E
21) La justificación primera y fontal de la. I?atural~z~ misionera de la Iglesia, incluso aquella
de la Iglesia radica en las mismas rrustones divinas trírutarias .(~G funda raigambre cristiana. Po
3.4). Uno de los reproches al rechazado esquema de las 13 proposiciu- que reconocer en esta activida
nes fue la falta de una ñmdamentacton teológica adecuada. raleza misma de la misión, sin
sión se realiza (AG 6). En est
mentos fundamentales: La Igle
22) El aspecto negativo: "E~ necesario rechazar sin. vacilación al- realizar el designio de Dios; L
guna la opinión según la cual Cnsto no ha querido reunir a todos los la misión se dirige (AG 6. Las
pueblos sino solo a una pequeña parte" (Quequiner Sup..Gen. MEP); que se encuentran ambos ele
El aspecto positivo: "Para quitar toda ambigüedad y disipar las. s.os- ferencias.
pechas, es necesario mostrar claramente la universalidad de la misión
20
b) Otros síntomas se relacionan con el grado de
evangelización de las comunidades. Encontramos comu-
nidades no evangelizadas, y comunidades superficialmen-
te evangelizadas, que no han sido debidamente penetra- SITUACION
das por el evangelio no en su cultura, no en su ethos, EN AME
y cuyo cristianismo es más bien sen tim en tal y ritualista
que de convicción y de vida.
Se trata, en este ca so, de grupos sociológicos de bautiza-
dos, que viven en países de tradición cristiana, pero que ya
rehuyen adherirse a estructuras visib les de la Iglesia; diver,
sos grupos obreros de ideologías extremistas, de jóvenes uni-
versitarios en rebeldía, de minorías intelectuales agnósticas
u ateas; finalmente grupos sincretistas, sectores indígenas y 17. S iguiendo los prin
mestizos de diversas culturas, et c. ñalar diversas situaciones m
ja de América Latina. A m
Para discernir estos síntomas en una comunidad o grupo
continuación ciertas situa
humano es necesario referirlos a una visión de la Iglesia
orientar la acción misione
como comunidad de amor y fraternidad y como fermento completos.
renovador (GS 40) que actúa al interior del mundo. La in-
serción de los miembros de esa comunidad en la tarea de La concretización y rec
los hombres por construír una sociedad más justa, más hu, corresponderá en cada paí
mana y fraternal, es índice para juzgar su vitalidad. Episcopales, y a nivel conti
nes del CELAM (24).
16. Estos síntomas se dan en diversos grados y formas,
más o menos entremezclados, lo que en ocasiones puede di-
ficultar el diagnóstico bien definido de una situación y hace
que su interpretación sea necesariamente flexible. La com- a) Situaciones misione
probación de la existencia de tales síntomas ha llevado a
reconocer las actuales y múltiples urgencias misioneras de 18. Recogiendo y aplic
la Iglesia. Esta visión de la misión de la Iglesia y la diver- expuestos (25) a la realida
sidad de circunstancias en que ella se desenvuelve no le presen tan las siguien tes sit
resta, sinernbargo, ni importancia ni urgencia a lo que co- 1~ Los pueblos o grupo
múnmente (AG 6) se ha venido llamando "misiones". Antes no está suficientemente im
bien, situada "la actividad mi sionera" en la totalidad de la apostólico propio, o por ca
misión de la Iglesia y en la diversidad de situaciones, se be- pastoral;
neficia a sí misma al ser asumida por todo el pueblo de Dios
como cosa propia y enriquece a la Iglesia con su s aportes es-
pecíficos.
24) Estas concretizaciones
sean de índole territorial .0 de o
de la ~rganIza clOn met ódica de
su conjunto. Co rresponden , por
de cada país y, en últ ima ins tan
y el sta tus juríd ico de las mi sm
CELAM , c?mo ó rga no de co or
ay uda a niv el so b re todo conti
reflexiones y las suge re ncias op
22
2~ Los pueblos o grupos en los que la Iglesia, ya implan. netrar sus culturas. Cabe
tada, no ha llevado a cabo una acción evangelizadora eficien- cantes del Vudú en Haití o
te, por falta de iniciación cristiana y vida apostólica de sus el Brasil. No se quiere in
miembros, que han entendido la religión, más como una prác- los grupos negros del con
tica legal que como vida ferviente y operante; En proceso de rápida
3~ Los pueblos o grupos en los que la Iglesia ha sido masas urbanas marginales
implantada y el Evangelio predicado, pero no llegan a pene- tos medios en los que la
trar la cultura de los pueblos: o porque nunca se logró, o tada; pero cuya vinculaci
porque la Iglesia no es aceptada en su actual realización his- duce a la mera recepción d
tórica, o porque se ha producido una descristianización co- tica de ciertas devociones
lectiva; En esta misma área s
4~ Los grupos humanos en los que la Iglesia está enrai- telectuales: humanistas, c
zada, el Evangelio fue predicado y hasta llegó a penetrar las no conformes al cristianis
culturas, pero todo de una forma mediocre: Cuentan con ritarios, tienen cada vez m
personal apostólico y estructuras pastorales, pero todo ello movimientos reivindicador
con una cierta precariedad, debido a que no se ha llegado a que mencionar, por último
comprender el evangelio como un compromiso vital y res. cinados por las idealogías
ponsable. Segunda Area. Se da
también una cierta prácti
netrado débilmente esas z
b) Areas de situaciones misioneras en América Latina hay en ellas ni vitalidad e
Iglesia capaz de vivir por
19, Aplicando la tipología general anteriormente esta- po muchos vestigios de s
blecida a la realidad socio-cultural de América Latina, pue- trata de un cristianismo
den distinguirse las siguientes áreas de situaciones misio- mente implantadas.
neras. Se incluirán en esta s
Primera Area. No hay prácticamente indicadores que indígenas de México, Guat
atestiguen una vida cristiana, pues la Iglesia de hecho no Central y de la región An
está presente, no ha sido realmente implantada, ni puede turales que requieren una
vivir por sí misma: Religiones no cristianas, sincretismos, También se incluyen m
descristianización. Continente, que presentan
Esta área incluiría: algunos grupos selváticos tribales Amazonia legal selvática d
como los Macú, los Tunebos de Colombia, los Aucas del bia, Venezuela; el norte de
Ecuador, etc. En circunstancias socio-culturales distintas de Ecuador y Colombia, y am
las anteriores, pero en iguales condiciones de vida cristiana, no indígenas, y las Antilla
se encuentran algunas comunidades indígenas de las zonas y no pocas poblaciones m
altas, que no se han integrado al sistema de la cultura na- Tercera Area. Esta ár
cional, y viven en aislamiento casi absoluto: son ciertos constituída por aquellas c
grupos como los Aymarás de Bolivia, Puruhuayes de Ecua- Latina, que cuentan con un
dor, grupos de Chiapas en México, etc. pios y de núcleos cristiano
También se incluyen en esta misma área grupos negros con una organización past
altamente sincretistas: Sus culturas afro.americanas presen- dado el carácter minorita
tan algunos rasgos de vida cristiana; muchas veces habitan arrollados, y la precarieda
territorios y ciudades en las que la Iglesia está constituída; estas comunidades han de
pero puede decirse que el Evangelio no ha llegado aún a pe- tuaciones misioneras.
24
No se pretende desar
IV todas las consecuencias d
de la misión eclesial. Unic
ORIENTACIONES PARA UNA RENOVACION que hoy se plantean con m
DE LA PASTORAL MISIONER A de América Latina y que t
EN AMERICA LATINA múnmente llamadas "misi
a) Promoción humana
26
sus instituciones (GS 42), pero buscando, al mismo tiempo, tren expresión en los medi
ayudar a la comunidad humana a asumirlas oportunamente tengan en lo posible literat
y evitando de todas maneras caer en el paternallsmo (29) 23. LA EDUCACION (3
con una permanencia indefinida de su acción subsidiaria. imp~rt~nt~s p~ra a~udar a
'Esta presencia activa de los cristianos debe ser asegurada en que msistír pr'imordialrnent
todas las situaciones de América Latina y de una manera jóvenes y adultos, con espe
especial entre los grupos marginados y en vías de desarro- de la comunidad; estos últim
llo (GS 42). ponsabilidad en la promoc
Es fundamental que la presencia misionera de la Iglesia toda clase de paternalismos
respete las diversas culturas y las ayude a evolucionar de carse aún hoy día en algun
acuerdo con sus características propias (30), abiertas al in- sario que busquen su integ
tercambio con otros grupos culturales. Se reconocen que las donde proceden los alumno
culturas autóctonas presentan características marcadamente sivamente su responsabilida
sacrales, y pues están abocadas a recibir el impacto de la nezcan indefinidamente com
civilización técnica y de la secularización; hay que preparar.- cual no ha de interpretarse
las pedagógicamente para que dicho impacto no las desinte- de la Iglesia en materia edu
gre, sino que al contrario, las ayude a evolucionar positiva- Esta educación ha de
mente. coordinado de todos los que
Un aspecto muy especial de estas culturas lo constituyen buyen a ella. En primer lug
las lenguas nativas (31). Hay que promover su estudio como de masas, debidamente em
un paso decisivo de aculturación. Que estas lenguas encuen- mento indispensable, sobre
únicos que pueden llegar ha
inaccesibles. Las universida
responsabilidad frente a las
29) Enc. DMC: El 69.8% de los Superiores manifiesta que se ha nos marginados (33). Finalm
asumido con fre cuencia una postura marcadamente patemalista en el ción ante los gobiernos para
campo de la integración y promoción humana, aunque el 49% añade, cativo al servicio de estos g
no obstante, ha existido un trabajo de promoción humana ; De los
misioneros, un 27.3% califica de mero paternalismo las actividades de 24. EL DESARROLLO
desarrollo social realizadas por la misi ón , un 5% co mo totalmente
inoperantes y un 5.6% como simple autojustificación, mientras que un marginados, principalmente
54.4% las juzga como planeaci ón técnica al servicio de la comunidad. ras llamadas primitivas, po
económicas propias que, por
30) Cfr. supo n . 3 nota 6. Enc. DMC: En cuanto a la "acultura-
ción" de las comunidades nativas, el 35% de los misioneros desea que
dichas comunidades queden como tales pero que mejoren en t érrni-
nos de b ienestar social , el 5.4% cree que basta solamente el cambio 32) Enc. DMC : El 59.9% de
religioso, el 42.5% espera que el nativo debe transformarse en ciuda- a la realldad actual .de la misi ó
dano nacional (normal) , el 5.6% espera que abandonen sus formas c ~ee Jncap~z. de facilitar el camb
culturales. el 5.4% cree que se trata de obtener únicamente su salva- diatos y fáciles de borrar, mient
ción , el 5.8% no contestó. Con todo ponderadas las priorid
SIa en el campo del desarrollo, l
31) Ene. DMC: La mitad de los Superiores manifiestan que solo
un 20% de sus mis ioneros conocen las lenguas nativas, una cuarta 33) Cfr. Los CrIstianos en l
parte que solo un 5%; el 84.5% de los Superiores opinan que el apren- 26 y 30.
dizaje es solamente recomendable por considerarlo indiferente o muy
difícil, el 16.5% lo está exigiendo; el 32.5% manifiesta que la polltica
en este sentido es esperar que se ap rendan únicamente en el terreno 34). Ene, DMC: El esfuerzo d
y por contacto con los nativos; De los 53 Superiores, 31 confiesan que de la siguiente forma una escala
los misioneros no conocen el ritual religioso autóctono, y 16 piensan desarr~l~o de la infraestructura
incluso que no es necesario estudiarlo en profundidad. Sobre la opi- 11.~, VIVienda 11.1 , nue vas fuentes
nión de los misioneros, cfr. sup o n. 3, nota 6. mt;Jo!,as para un mayor rendim
pnondades, el cooperatrvtsrno apa
28
tencia. Para estas poblaciones el desarrollo económico es
noria de ed~d en que todav
decisivo.
la autonomía d.e. sus . ~ultur
Partiendo de la situación donde se encuentran hay que
mueve su partlclpaclOn en
ayudarlos a realizar ciertos cambios y a promover algunas arrollo (36).
empresas capaces de aportar mejoramiento económico. En
el caso de los indígenas es decisivo asegurarles tierras sufi- ., Las actividades ele la
cientes para sus actividades agropecuarias o de caza y pesca cion humana, han de inser
(GS 71). Incluso en las naciones donde ya comenzó el pro- esfuerzos, tanto a través de
tuciones (37).
ceso de reforma agraria, es necesario insistir en Jos dere-
chos de la población indígena. La reforma agraria en rela-
ción a estas poblaciones debe ser integral, que Jos beneficie
como ciudadanos nacionales. Esto conlleva mucho más que b) El despertar de la f
la soJa posesión de tierras.
Los grupos autóctonos desarrollan a menudo una activi- 27. En Cristo hombre
dad de tipo artesanal. Se hace necesaria una mejor organi- sido elevada a una dignida
zación del mercado de sus productos, evitando la explota- ve-:dadera promoción inte
ción de Jos intermediarios. También han de mejorarse las Cnsto su fuente y su corona
técnicas , llegando a la creación de pequeñas industrias. Las la Iglesia exige la proclama
cooperativas ofrecen grandes ventajas y exigen una conve- tes tirnonjo de la comunida
niente educación procurando que no destruyan sus sistemas bres en la realización de e
económicos y culturales. elel hombre. En la realizaci
25. Las ayudas (35) de las instituciones internacionales, tener en cuenta la presenci
al servicio de los países en vía de desarrollo, deben orientar- s~s culturas de América Lat
se hacia una promoción humana integral. Evítese entonces sionero : a conocerlas bien
el peligro del paternalismo y procúrese que dichas ayudas am?r y alegría; a v~lorar la
contribuyan al cambio de estructuras. nativos del 'EvangellO y pro
26 . Todo el esfuerzo de promoción económica de estos
sectores marginados debe orientarse dentro de una planifi-
cación regional y nacional integral. Donde no existiera, habría
d 1 36) Ene, DMC : Seg ún el 57.6
que provocarla; donde ya exista, hay que estimular una par- e a oIJ'lIslón solo parcialmente
ticipación consciente y responsable sin caer en el peligro de un 6.2 7 0 no Influye prácticamente
~e . Es muy grande el num ero d
la tecnocracia. mtcrro<ga~os sobre aspectos p art
Este esfuerzo de planificación y de integración, no podrá al que segun el 76.3'Y<! no existe en
os carnbios producidos.
llevarse a cabo sin una educación cívica que lo acompañe y
que libere a las poblaciones marginadas del estatuto de mi. CI 3~) Enc. D.:vIC: El 64.2% de
Í(:oraclón de Jos ~sfuerzos de la I
Cal1!P?S, y manifiestan que dese
F,:cIdi rlo, que la ,:cclOn misional
arcas dde promoción del desarro
35) Ene , DMC : Valorado por los misioneros, el capítulo de las vivren a, etc.
ayudas se presenta con un índice de prioridades que establece el 22.9
para la necesidad de un personal más preparado, el 14.2 para la ne- ' . 38) Ene, DIVIC: Se pregunt ó
cesidad de más medios económicos, el 13.9 para la necesidad de mayor 2~o~~ un programa de evangelizac í
número de personal, el 12.3 para la necesidad de una mayor ayuda . o que SI, y un 56.6% que no
por parte de organismos especializados; Este último dato se completa mero deseo pero. que no actúa o
con otro según el cual el 44.6 .de los misioneros señala la falta de Pecto s muy parciales Por tratar
ayuda técnica, ya sea que no existe o que no se busca, como la prrn- t an clara, parece que el 14.2% que
cipal dificultad para el ejercicio de su labor. re sp ues ta negativa: Lo cual arroj
30
La presencia de la semilla del Verbo en esas culturas es
un punto de apoyo fundamental para la proclamación de la El ~atecumenad?, ~l c
palabra divina en el anuncio del Kerigma. El misionero, por D?-ente: tiene :0!D0 fmahda
lo tanto, debe partir de las situaciones y de la conciencia re- situaciones rmsioneras su i
ligiosa de esas poblaciones. 31. Recogiendo las ori
28. La proclamación del Mensaje Evangélico debe asu- le~guas na~I~as, se destaca
mir, en cuanto sea posible, las categorías mentales y las ex- saje evangélico a través ?e
presiones culturales existentes (GS 44). La Palabra necesita ma. Igualmente debe CUId
encarnarse en estas categorías (39). De esta manera puede elaborados de acuerdo con
'di' .
purificarlas y ayudarlas a constituírse en auténticas expre- g1o b an d o 1a 1 osmcrasía co
siones de fe. ~2. La vida de fe de lo
Solo la profundización y conocimiento de esta fe logrará ~?mo en el grupo humano
integrar el impacto que produce la irrupción de la civiliza- tIe~dose en s~s. tareas temp
ción moderna en medio de estos grupos. SOCIales y políticas, y esfor
29. En este despertar de la fe y en su educación hay del evangelio.
que tener muy en cuenta el lugar importante que ocupa la Esta exigencia nos llev
Biblia como Palabra de Dios poderosa y eficaz para la salva- moral cristIana en todas su
ción del creyente (Rom 1, 16; DV 21). El estudio y la medi- en cada una de nuestras cu
tación de la Biblia constituyen una base excelente para el mento los ejemplos y la doc
diálogo ecuménico (UR 21). Las traducciones ecuménicas de to de, toda la moral, y el E
la Biblia significan un paso decisivo en ese diálogo. corazon de los hombres (GS
30. La fe es el primer elemento de la vida cristiana en va de todo comportamient
la comunidad eclesial y elemento esencial en la constitución centrada en la caridad par
de esta misma comunidad. En este sentido se destaca la im- todos los hombres.
portancia esencial de la iniciación cristiana. Esta iniciación ~ste h.e,cho de, l~ Nueva
exige una competente educación de la fe que lleve al creyen- s~ ~ensIOn sa.lv~fica, ha
te a vivir consciente y responsablemente su pertenencia a la dinámico, La actividad misio
Iglesia (40). grupos humanos de tal form
34
ficarIas de sus elementos no conformes con el evangelio, y
ras y en sus pueblos (AA
ordenarlas a la celebración del misterio pascual en la Litur-
con toda libertad en unión
gia. Se hace necesario no importar devociones poco adapta-
das a la cultura y a la expresión de nuestro pueblo (47). En las situaciones de
39. Para impulsar la adaptación de la liturgia es de suma lipas de laicos misioneros
conveniencia la creación de Comisiones litúrgicas, por áreas que surgen de los grupos h
culturales, para orientar y realizar experimentos, con la de- tienen el derecho de reali
bida autorización, y crear progresivamente un culto que sea monio manifestado en su
expresión de la comunidad. sea por el anuncio explícit
el deber de insertarse en la
bajan, como un testimonio
hombres que viven allí. Los
d) Formación de la comunidad eclesial movidos, estimulados y for
bilidades en la Iglesia local
40. La Iglesia, presente actualmente en misterio, crece temporales. Hay que promo
y se realiza visiblemente en el mundo (LG 3.8). Su implan- laicos misioneros que ejerz
tación exige que la comunidad eclesial presente una fisono- cen al mismo tiempo por l
mía propia, adaptada a cada una de las situaciones misione- blos, conscientes de que así
ras y a cada uno de los grupos humanos que se encuentran salvación. Tales movimient
en dichas situaciones. netamente secular y estar
Se presentan algunas consideraciones sobre los diversos nica adecuada. 'El Departam
miembros que integran esta comunidad y sobre las diversas de estimular de manera sis
estructuras en las que ella se concretiza. dades de los laicos misione
41. Todos los Laicos, por su bautismo y confirmación, 42. Los religiosos y la
tienen el derecho y la obligación de realizar la acción misio- rica Latina una gran potenc
nera según su propia condición, porque a ellos les correspon- ras. Se requiere, sin embarg
de la gran tarea de encamar el Reino de Dios en sus cultu- ele vida religiosa para mayo
nera. Según las experiencias
t~ que los superiores locale
Viven en situaciones mision
47) Ene. DMC: Las tendencias que actualmente operan en este prev~as de estas situacione
sentido según los misioneros son en un 54% de los casos hacia una comun acuerdo con sus reli
integración positiva que supondría la aceptación de elementos nativos
modificados hacia lo católico en un 17% hacia la simple adaptación de Hay que fomentar nuev
símbolos nativos, en un 11% hacia la integración de tipo ideológico contemplativos (51), que r
o teológico. lugar, y promover los religi
48) Enc. DMC: Sobre la postura actual de los laicos en las misio-
nes, un 57.5% de los misioneros la juzga de "seglar" y en pleno acuer-
do con los misioneros, un 16.1% la califica de "clericalizada", un
13.6% la considera al margen de los misioneros e incluso en abierta . 49) Cfr. Renovación y adapt
Latina CLAR 1.
oposición a ellos, un 12.6% no la juzgó, lo que parece indicar cierta
ambigüedad al respecto: En cuanto a una posible proyección del lai-
cado rara el futuro, el 30.9% preferiría aumentar los laicos, mientras 50) Cfr. Ibid, pág. 31 n. 4.
que e 43.9% prefiere aumentar los sacerdotes y solamente un 13.4%
se inclina por preferir el aumento de personal religioso. 51) Cfr. Ibid, pág. 23 n. 4.
36
La experiencia más reciente de religiosos y religiosas en ellas un liderazgo, y p
que asumen parroquias y comunidades sin párroco residen- tipo de exigencias X otro e
te, sean estimuladas y apoyadas (52). 46. Los presbíteros a
Toda Comunidad Religiosa está llamada a insertarse (53) vez m.ás urgente de una v
en la comunidad local, dando testimonio y fomentando la co~~dmado, de una particip
renovación de la vida cristiana. tacion pastoral de sus cir
. Es muy. conveniente q
temdo antenormente una e
ambientes. y que su nomb
Ministerios consulta a los presbíteros
nes, para una mayor expr
43. La comunidad eclesial tiene necesidad de ministe- 47. Parece también co
rios que estén a su servicio para animarla y estructurarla. tuaciones misioneras más d
Los ministerios deben corresponder a las necesidades y exi- las que ajusten la duració
gencias pastorales de la comunidad. gencias de un ministerio p
En las circunstancias actuales de América Latina, los
laicos son llamados hoy a asumir diversos ministerios en la
Iglesia: desde el de catequistas hasta aquellos que ejercen
con autorización especial, como por ejemplo, la administra- Estructuras Pastorales
ción de la eucaristía, la celebración de sacramentales y de
exequias, la asistencia a la celebración de los matrimonios, ~8. Al inici~rse las ac
y otros. Iglesia, se necesitan estruc
44. La restauración del diaconado (54) como ministe- dad cristiana, que responda
rio permanente constituye hoy una posibilidad nueva de ani- situ~ciones. Las "comunida
mar y estructurar las comunidades eclesiales. En la situa- quenas grupos naturales, c
ción de América Latina, los diáconos pueden desempeñar típo de estructuras pastora
un buen papel en la formación de estas comunidades y es- También en las Iglesia
pecialmente en todo el proceso de la iniciación cristiana. parroquíales, hay que emp
45. Dada la situación actual de las áreas misioneras, las a impulsar la dinámica de
exigencias actuales de la comunidad eclesial y las perspecti- ~ase", que permita una m
vas que se abren para el futuro, hay una inquietud que plan- fieles.
tea la cuestión de una pluralidad de formas de vida pres- Dichas "comunidades e
biteriaI. t~?O, cOJ?unidades de fe, n
De cualquier manera, se siente la necesidad de presbíte- C1On, a fin de que puedan
ros suficientes que presidan y coordinen estas comunidades des eucarísticas.
eclesiales y celebren en ellas la Eucaristía; presbíteros que ~?' En las. áreas de ba
surjan del seno mismo de dichas comunidades, que ejerzan blación muy dispersa, se pl
ral i~inerante. También en e
~unldades .de ?~se" que pu
diante el ejercicio en ellas
casos tienen es~ecial impor
52) Cfr. Ibid, pág. 49 n. 4 y págs.: 11, 19, 20, 21, 26. labra que permitan agrupa
53) Cfr. Ibid, págs. 14, 16, 34 ss.
38
50. Desde el punto de vista teológico y de las actuales
3. La educación de la
exigencias pastorales de América Latina, hay que revisar la Pueblo de Dios.
actual división jurídica de Diócesis, Prelaturas, Vicariatos y 53. El Departamento d
Prefecturas Apostólicas. Aun reconociendo las presentes di- drí 11 d
na amarse e manera m
ficultades de orden práctico que impiden llegar pronto a una . id d
ACtIVI a es M"
ISlOneras"
. ' ha
.
solución satisfactoria, hay que orientar, sin embargo, los es1 conforme a ~os tres tipos de
fuerzo s en esta dirección y realizarla de manera progresiva. mente menCIOnados. 'El De
Estas circunscripciones deben recibir una gran autono-
1. Análisis y estudios
mía en la organización de sus estructuras, buscando las for- torales.
mas más flexibles, y adaptadas a las exigencias locales. La
curia diocesana o prelaticia debe asumir estructuras senci- 2. Formación de mision
llas, evitando la burocracia y concentrando sus esfuerzos en 3. Contactos entre las c
coordinar las tareas pastorales. Conviene plantearse la con- neros que envían su persona
veniencia y la urgencia de las Prelaturas personales (-PO 10; . ~. Public~c~ón de estud
ES 4) para una mejor atención a ciertos grupos étnicos, dis- actividades rrnsioneras.
persos en varias circunscripciones eclesiásticas y situaciones
variadas, incluyendo aquí las situaciones migratorias. El fe- . 5. Contactos e intercam
Episcopales en relación con
nómeno de las migraciones es, en efecto, cada vez más im-
portante en nuestro continente, y constituye una situación
misionera distinta que exige una actividad misionera propia El financiamiento
(SD 18).
51. Tienen especial importancia los encuentros periódi- 54. En la formación de
cos entre los Ordinarios que trabajan en situaciones misione- nerse en cuenta también tod
ras homogéneas. En este sentido hay que llegar a una zoni- recursos económicos (LG 23;
ficación de las áreas misioneras. Las áreas homogéneas, aun- puntos de mayor importanci
que traspasen las fronteras de varios países, deben conside- . Hay que lograr unos sist
rarse con una perspectiva de pastoral de conjunto (AG 22). m:tan. una mejor utilización
52. Las Conferencias Episcopales deben tomar concien- eficacia evangélica.
cia y ejercer su responsabilidad colegial en lo referente a En la~ áreas pobres y
todas las situaciones misioneras del país. Esta responsabili- plear ~edlOs pobres, más ad
dad colegial ha de manifestarse en la contribución de las pob.l~cIOnes, como una exige
Iglesias mejor dotadas de América Latina a las más necesita- n~clOn. Lo cual ofrece, adem
das en personal y medios (AG 38; PO 10). gicas.
Se sugiere a nivel nacional, la creación de un organismo Urge una mejo~ dist ribuc
permanente y eficaz, que coordine y estimule las actividades que ?bedezca a. criterios pa
misioneras del respectivo país (ES 1-4), si es conveniente, pnondades debidamente esta
pueden constituírse también en una Comisión Episcopal. Los recursos deben aplic
Dicho organismo tendría tres tipos de actividades específi- acuerdo a los convenios esta
cas: donantes.
1 La actividad misionera en situaciones de Iglesias in- Las Iglesias mejor dota
suficientes implantadas. obras e instituciones de lujo,
2 La actividad misionera en áreas descristianizadas o
insuficientemente evangelizadas, que pertenecen a diócesis
plenamente constituídas. 56) Cfr. AG 3.
40
cacion de los fieles hacia una mayor generosidad para con conciencia misionera de lo
las Iglesias más pobres (57). . en una dimensión de toda
La administración de los bienes econ ómicos se debe con, liza ~n el Pueblo de Dios:
fiar preferencialmente a laicos competentes y, en la medida Implica, de esta forma, un
de lo posible, a seglares autóctonos. haga sentir las responsabi
difusión del evangelio, y
co como exigencia indispe
e) Diálogo ecuménico (58) ción y la eucaristía (AG 3
Es, por tanto, toda la
La Iglesia misionera se encuentra hoy. en América , L.ati- la Misión. Pero las activid
na ante una exigencia fundamental de diálogo ecumeruco. específico a esta educación
Son muchas las Iglesias y denominaciones cristianas que des- hoy un replanteamiento y
arrollan actividades misioneras en el continente. El diálogo trina del Concilio Vaticano
presenta, a veces, dificultades especiales en. América La~ina; las exigencias de una Amé
no obstante se impone un esfuerzo ecum énico como exigen- 57 . Las Obras Mision
cia de la misma Misión, que venga todo él animado por un como uno de sus fines p
profundo espíritu de caridad (59). M.ás difícil ~ ni~el de las del Pueblo de Dios , para
bases, este diálogo presenta perspectivas prormsorias en los ellas estimulan y promuev
niveles superiores. presión auténtica del sent
Se debe buscar una colaboración más amplia en los sec- toma de conciencia del deb
tores que se refieren a la promoción humana (UR 12) (60). y cada uno de los fieles se
Esta colaboración puede ser muy fructuosa en lo refe,rente a el Día Universal de las M
estudios antropológicos y lingüísticos. en este nuevo contexto pa
Conviene realizar encuentros conjuntos con las diversas mejor orientación. Este d
Iglesias cristianas en orden a la reflexión teológico-pastor~l para una efectiva educaci
y a un intercambio de experiencias misioneras que se reali- al verdadero sentido de
zan en América Latina. la propaganda de tipo sen
Para la realización plena de esta colaboración, se debe 58. Las colectas de fo
educar el pueblo cristiano en el espíritu ecuménico, que teamiento para que alcanc
encuentre su expresión más genuina en la comunión del tido más evangélico y má
culto y oración.
g) La formación de lo
f) Educación mísíonera del Pueblo de Dios
59. Todo 10 expresad
56. Más que una actividad especial, la educación de la grandes líneas de orientac
57) Cfr. PABLO VI, Mensaje al mundo católico, con motivo de la 61) Enc. DMC: Un 56.2% d
jornada misional, 2 jun. 1968. á se sienten felices; eso no obst
m ayoría de los casos el mision
un 81% de los misioneros pid
58) Cfr. AG 29; UR 10. pués de un a buena preparació
u n 97% pide cursos anuales de
59) PABLO VI, Alocuc. 24 en. 1968. l a necesidad de una formació
18.6% cree que la mayoría de
60) JUAN XXIII, Paco in terris. Cfr. PABLO VI, Popo Progr., n . 82.. un sen tim iento de frustración
42
sioneras, sean obispos, presbíteros, religiosos o laicos. A con-
de gran importancia la pr
tinuación, se señalan algunos rasgos más importantes ~ue
deben reflejarse en la fisonomía del misionero en Aménca ponsa?les que debe~án ?ri
intensivos de actualización
Latina.
61. Se necesitan curso
El misionera deberá estar dotado de: aquel equilibrio
los misioner?s (63) que se
humano que le permita insertarse en una nueva y extr~~a
situación; y también de grandes cualidades de aculturaci ón
y es nec.esano promover es
del Instituto, sea al ampar
que lo hagan capaz de integrarse plenamente en su nue~a
cultura y patria. La naturalización en el país donde trabaja, . ~e debe pen.sar tambié
cacion del t rabajo de los r
puede constituír un buen testimonio evangélico de su despo-
tividad de base y no com
jo y esfuerzo de encarnación. .
deber.á promover, ~ursos y
Necesita el míslonero : una espiritualidad comprometida
cambios entre misioneros,
con la promoción de las masas subdesarrolladas, un espíritu
y p~ra una mayor eficacia d
profundo y sincero de servicio a la comunidad eclesial en
bera tomar en cuenta las á
la que ejerce su actividad, buscando crecer con ella en la tablecidas de acuerdo Con
vida teologal como hermanos en Cristo, y una gran constan- análisis precisos.
cia, perseverancia y fortaleza en sus trabajos, (~G 2~) . .~a
Se recomienda la funda
de poseer: una adecuada formación antrop~lo~ca, hng~ls
~a?entes de infoz:nación y
tica, psicológica y en Medios de Com~lcacló.n. SOCIal, m~ltando a antropolo?os es
aun cuando no sea especialista; una formaci ón teol ógica, ade- minada. Estos antrapologos
cuada a su condición, a su capacidad y al tipo de actividades consultores para muchos pro
para las cuales va a ser destinado (62). Debe manifestar una cuan do ellos no vivan en el
gran apertura a la Iglesia Universal, evitando toda clase de . Se ha ~isto también la n
exclusivismos y de particularismos. trtuto o dIrectamente del D
60 . Para facilitar la formación de este perfil del misio- C,ELAM se organicen equipo
nero y capacitarlo en las orientaciones que señala este Do- CIOS para la. actualización de
cumento, se sugiere la creación de un Instituto que asuma zonas o regiones.
esta tarea mediante cursos especializados y diversificados,
de acuerdo con las necesidades de América Latina.
Hay que estudiar bien la estructura, la función y el ~
cionamiento de este Instituto para que responda a las eXI-
gencias de la Misión en América Latina y a un mayor apro-
vechamiento de personal y recursos. Pero, en todo caso, el
Instituto deberá asegurar a sus alumnos un contacto perma,
nente, o por lo menos periódico, con la realidad a la cu~l
están destinados. Igualmente conviene resaltar que el Insti-
tuto deberá atender, entre otras cosas, de manera especial a
la formación de especialistas que puedan ayudar a los mi-
sioneros (clérigos y seglares) en su trabajo, proporcion án,
doles una reflexión más sólida en su fundamentación y pro-
fundización de la actividad misionera. En este sentido, es
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