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PRODUCCIÓN DE HIDRÓGENO

La producción de hidrógeno se realiza mediante diversos métodos que,


interviniendo sobre compuestos, separan el elemento hidrógeno de
otros elementos químicos, como el carbono (en los combustibles fósiles) o
el oxígeno (en el caso del agua), con los que forma dichos compuestos.

El hidrógeno tradicionalmente se extrae de los combustibles fósiles (habitualmente


hidrocarburos compuestos de carbono e hidrógeno) por medio de procesos
químicos.

El hidrógeno también puede obtenerse del agua por medio de producción


biológica en un biorreactor de algas, o usando electricidad (por electrólisis –
electrólisis del agua), o por procedimientos químicos (por reducción química) o
por calor (por termólisis). Estos métodos se encuentran menos desarrollados en
comparación con la generación de hidrógeno a partir de hidrocarburos, pero están
aumentando, ya que sus bajas emisiones de dióxido de carbono permiten luchar
contra el efecto invernadero y el calentamiento mundial (el actual cambio
climático). El descubrimiento y desarrollo de métodos más baratos de producción
masiva de hidrógeno acelerará el establecimiento de la denominada economía de
hidrógeno

A partir de hidrocarburos
El hidrógeno puede ser generado del gas natural con aproximadamente 80 % de
eficiencia, o de otros hidrocarburos con una eficiencia variable. El método de
conversión basado en hidrocarburos libera dióxido de carbono (CO2). Puesto que
la producción se concentra en una sola planta, es posible separar el CO2 y
encargarse del mismo, por ejemplo, inyectándolo en una reserva de petróleo o
gas, aunque esto no se hace en la mayoría de los casos.

Reformado con vapor


El hidrógeno producido en masa para fines industriales, suele obtenerse
por reformado con vapor de agua del gas natural. A altas temperaturas (700–
1100 °C), el vapor de agua (H2O) reacciona con el metano (CH4) produciendo
syngas (gas natural sintético).

CH4 + H2O → CO + 3 H2 - 191,7 kJ/mol


El calor requerido para el proceso es generalmente proporcionado al quemar una
parte del metano.

Monóxido de carbono
Se puede obtener hidrógeno adicional al agregar más agua por medio de la
reacción del vapor de agua con el monóxido de carbono que requiere una menor
temperatura (aproximadamente 130 °C):

CO + H2O → CO2 + H2 - 40,4 kJ/mol

Esencialmente, el átomo de oxígeno (O) es separado del vapor de agua adicional


para oxidar el CO en CO2. Esta oxidación también provee la energía para
continuar con la reacción.

Proceso de Kværner
El Proceso de Kværner o Proceso de Kvaerner de negro de carbón e hidrógeno es
un método, desarrollado para la producción de negro de carbón e hidrógeno a
partir de hidrocarburos (CnHm), como el metano, el gas natural o el biogás. De la
energía disponible, aproximadamente el 48% es contenida en Hidrógeno, 40%
en carbón activado y 10% en vapor sobrecalentado.

El perfeccionamiento del proceso de pirólisis de metano permitió su aplicación a


gran volumen y bajo coste. La pirólisis del metano es una forma de hidrógeno
turquesa con la siguiente ecuación de reacción.

CH4 → C + 2 H2 + 74,8 kJ/mol

Carbón
El carbón puede ser convertido en gas de síntesis (hidrógeno + monóxido de
carbono) en cantidades variables a través de la gasificación del carbón.

Producción de hidrógeno por fermentación


La producción de hidrógeno por fermentación es la conversión de materia orgánica
en biohidrógeno por un diverso grupo de bacterias mediante enzimas en un
proceso de tres pasos similar a la digestión anaeróbica. La fermentación sin
presencia de luz, como su nombre indica, no requiere luz, así que permite una
producción de hidrógeno constante en el tiempo a partir de compuestos orgánicos.
La fotofermentación difiere de la anterior porque solo se realiza en presencia
de luz. Por ejemplo, al usar Rhodobacter sphaeroides SH2C puede usarse para
convertir pequeños ácidos grasos en hidrógeno. La electrohidrogénesis se utiliza
en células de combustible microbiano.

A partir de agua
Producción biológica
El biohidrógeno puede producirse en un biorreactor de algas. A finales del período
1990-2000 se descubrió que, si a las algas se les priva de azufre, cambiarán de
producir oxígeno —la fotosíntesis normal— a la producción de hidrógeno.

La producción es económicamente viable al traspasar la barrera del 7-10 % de


conversión de la luz solar en hidrógeno.

El biohidrógeno puede producirse en biorreactores que utilizan materias primas


distintas de las algas, siendo las más comunes los residuos. El proceso consiste
en que las bacterias se alimentan de hidrocarburos y exhalan hidrógeno y CO 2. El
CO2 puede ser extraído por varios métodos, dejando solo hidrógeno. Un prototipo
de biorreactor de hidrógeno que utiliza residuos como materia prima está en
funcionamiento en la fábrica de zumo de uva Welch's de North East (Pensilvania).

Electrólisis
El hidrógeno también puede producirse por una vía química directa utilizando la
electrólisis. Con un suministro de energía eléctrica renovable, como la
hidroeléctrica, las turbinas eólicas o las células fotovoltaicas, la electrólisis del
agua permite producir hidrógeno sin contaminar ni emitir gases de efecto
invernadero. Normalmente la electricidad consumida es más valiosa que el
hidrógeno producido, por lo que este método no ha sido muy utilizado en el
pasado, pero la importancia de la electrólisis a alta temperatura está creciendo y el
hidrógeno se considera un vector energético fundamental en estos momentos
de emergencia climática. La electrólisis se puede usar también para almacenar, en
forma de H2, energía renovable cuando hay más producción (por viento o sol) que
demanda de la red eléctrica.

Fotoelectrólisis: Utilizar la electricidad producida por células fotovoltaicas es el


sistema más limpio para producir hidrógeno. El agua se fracciona en una célula
fotoelectroquímica, un proceso que también se denomina fotosíntesis artificial o
fotoelectrocatálisis. La industria fotovoltaica investiga para producir células
fotovoltaicas multiunión de mayor eficiencia.
Electrólisis a alta temperatura: Si se dispone de una fuente de calor (por
ejemplo energía solar térmica, o energía nuclear) es más eficiente realizar la
electrólisis del agua calentada a entre 100 °C y 850 °C. El proceso se ha
demostrado en laboratorio, pero no se ha trasladado al uso comercial.

Producción química
Si se utiliza hidróxido sódico (NaOH) como catalizador, el aluminio (Al) y sus
aleaciones pueden reaccionar con agua para producir hidrógeno. Aunque la
misma reacción puede conseguirse con otros metales, el aluminio está entre los
materiales más prometedores, porque es más seguro y fácil de transportar que
otros materiales de almacenamiento de hidrógeno, como el borohidruro de sodio.

La reacción inicial (1) consume hidróxido de sodio y produce hidrógeno gaseoso y


un aluminato como subproducto. Al alcanzar su punto de saturación, el aluminato
se descompone (2) en hidróxido de sodio y un precipitado cristalino of hidróxido de
aluminio. Este proceso es similar a las reacciones en el interior de una pila de
aluminio.

(1) Al + 3 H2O + NaOH → NaAl (OH)4 + 1,5 H2

(2) NaAl (OH)4 → NaOH + Al (OH)3

La reacción global se describe en (3).

(3) Al + 3 H2O → Al (OH)3 + 1,5 H2

En este proceso el aluminio actúa como un almacenamiento de


hidrógeno compacto, porque 1 kilogramo (kg) de aluminio teóricamente puede
producir hasta 0,111 kg de hidrógeno (o el 11,1 % de su peso). Cuando se emplea
en una célula de combustible, ese hidrógeno también puede producir electricidad.
Por comparar, otro material de almacenaje de hidrógeno, el borohidruro de sodio,
puede almacenar hasta el 10,5 % de su peso en hidrógeno.

Como la oxidación del aluminio es exotérmica, estas reacciones pueden darse a


bajas temperaturas y presiones, proporcionando así una fuente de hidrógeno
estable y compacta. Este proceso de reducción es especialmente adecuado para
aplicaciones en lugares remotos, dispositivos móviles o vehículos marinos.
Aunque la pasivación del aluminio normalmente frenaría considerablemente la
reacción, sus efectos negativos pueden ser minimizados cambiando parámetros
como la temperatura, la concentración de álcali (el NaOH), la forma en que se
encuentra el aluminio y la composición de la solución.
Producción termoquímica
Algunos procesos termoquímicos pueden producir hidrógeno y oxígeno a partir de
agua y calor sin usar electricidad. Como en estos procesos la energía que se
introduce es en forma de calor, pueden ser más eficientes que la electrólisis de
alta temperatura. Esto se debe a que la eficiencia de la producción de electricidad
está intrínsecamente limitada. La producción termoquímica de hidrógeno utilizando
energía química del carbón o del gas natural generalmente no se considera,
porque la vía química directa es más eficiente.

Se han probado cientos de ciclos termoquímicos. Algunos de los más


prometedores son:

 ciclo azufre-yodo (S-I)

 ciclo cerio-cloro (Ce-Cl)

 ciclo hierro-cloro (Fe-Cl)

 ciclo magnesio-yodo (Mg-I)

 ciclo vanadio-cloro (V-Cl)

 ciclo cobre-sulfato (Cu-SO4)

Existen variantes "híbridas", que son ciclos termoquímicos con un paso


electroquímico:

 ciclo híbrido de azufre

 ciclo cobre-cloro (Cu-Cl)

Para todos los procesos termoquímicos, la reacción global es la descomposición


del agua:

Los otros elementos químicos que se emplean se reciclan.

Ninguno de estos procesos termoquímicos para producir hidrógeno se ha probado


a escala comercial, pero algunos sí a escala de laboratorio.

Otros métodos
 La investigación nanotecnológica de la fotosíntesis puede conducir a una
producción solar de hidrógeno más eficiente, con células
fotoelectroquímicas.

 La teoría de la tierra hidrogenada (hydridic Earth) sostiene que en el manto


terrestre pueden existir grandes cantidades de hidrógeno.

DEMANDA DE HIDRÓGENO
La Agencia Internacional de Energía (IEA, por su sigla en inglés) informó que la
demanda de hidrógeno alcanzó los 94 millones de toneladas (Mt) en 2021 y
conteniendo una energía equivalente a aproximadamente el 2,5% del consumo de
energía final mundial.

Si se realizaran todos los proyectos actualmente en curso en el mundo, para 2030


la producción de hidrógeno verde, con bajas emisiones de carbono, podría
alcanzar hasta 24 Mt por año, con 9 a 14 Mt basados en electrólisis y 7 a 10 Mt en
combustibles fósiles mediante la tecnología de Captura de Carbono, Utilización y
Almacenamiento (CCUS, según su sigla en inglés).

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Es importante poder tener una idea del negocio del hidrógeno verde en el mundo y
su potencial comercialización para pensar o no en una estrategia nacional de
dicho combustible. Según el Dr John Massey de Grey Cells Energy, el consumo
actual de Hidrógeno está resumido en la siguiente tabla.D

Mayoritariamente se trata de Hidrógeno convencional (H2 gris) derivado de


combustibles fósiles cuya utilización es industrial (química) y tal demanda no se
refiere a aplicaciones energéticas. Nótese que la simple sustitución del hidrógeno
gris utilizado en forma pura, por hidrógeno verde según datos del año 2020
supondría un mercado de 75 M TM/año.

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