Está en la página 1de 4

SECRETARÍA DE EDUCACIÓN PÚBLICA

SUBSECRETARÍA DE EDUCACIÓN SUPERIOR


TECNOLÓGICO NACIONAL DE MÉXICO
INSTITUTO TECNOLÓGICO DE BOCA DEL RÍO

Profesor:
Angel Rene Zamudio Prieto

Nombre del Alumno (a):


Alvarado Ruiz Axel

Carrera:
Licenciatura en Administración
LADM-2010-230

Asignatura:
Consultoría Financiera

Unidad 3:

3.2 El Papel Y Las Tendencias De Los Códigos De Buen


Gobierno

Boca del Río; Ver. 25/04/2023


EL CÓDIGO DE BUEN GOBIERNO
Que Es El Código De Buen Gobierno
Un código de buen gobierno es un conjunto de principios, normas, reglas y buenas
prácticas que tienen por objeto mejorar el gobierno corporativo de las empresas. Estas
normas no son de obligado cumplimiento sino voluntarias para las empresas; por tanto,
no se trata de leyes sino de recomendaciones de buenas prácticas. Se trata del patrón a
seguir por los administradores de las empresas para aplicar las mejores prácticas de
gobierno de las sociedades. Estos han surgido sobre todo a partir de determinados
procesos de falta de ética en los negocios y de prácticas abusivas realizadas por directivos
en grandes compañías y organizaciones.
El código trata sobre los derechos de los accionistas, funciones de los administradores y
junta directiva, transparencia y fluidez en la comunicación, mecanismos de control, código
de conducta, conflictos de interés e información privilegiada, relaciones con empleados y
proveedores, reclamaciones...
El Código de Buen Gobierno fija las pautas de comportamiento para las actividades diarias
dentro de las compañías nacionales e internacionales que conforman el Grupo.
Igualmente, determina el compromiso de respetar principios éticos frente al Estado, la
comunidad, los accionistas, y demás inversionistas; principios que constituyen criterios
obligatorios para la interpretación y aplicación de este Código, al igual que la visión, la
misión, la filosofía corporativa y los objetivos estratégicos.
Con relación al Estado, su conducta es y será la de acatar y apoyar a las instituciones y
autoridades legítimamente establecidas y la de colaborar decididamente para con éstas
en la recta aplicación de las normas.
Frente a la comunidad, actúa en los asuntos gremiales, sectoriales o nacionales; vela por
mejorar la calidad de vida; utiliza la tecnología que represente un menor riesgo para el
ambiente; y, participa en obras o eventos de beneficio común.
Los principales contenidos del código de buen gobierno son:
a) Derechos de los accionistas o socios de la empresa: asamblea general, tratamiento
equitativo de los accionistas o socios, representación de los accionistas o socios y
relaciones de los accionistas o socios con la empresa.
b) Funciones de los administradores y funcionarios ejecutivos: funcionamiento de la
junta directiva (elección, principios de actuación, responsabilidades, criterios de selección,
incompatibilidades, asesores externos, reuniones y comités), presidente y principales
ejecutivos, negociación de acciones o títulos participativos y principales accionistas o
socios de la empresa.
c) Transparencia, fluidez, integridad y confidencialidad de la información: revelación de
información financiera, de riesgos y de control interno, calificadoras de riesgos, canales de
información para accionistas, inversores y el mercado en general y confidencialidad.
d) Mecanismos de control: externos (superintendencia bancaria, superintendencia de
Valores y revisoría fiscal) e internos (auditorías y sistema integral de prevención y control
de lavado de activos).
e) Código de conducta.
f) Conflictos de interés e información privilegiada.
g) Grupos de interés y relaciones con empleados, clientes proveedores y la comunidad en
general.
h) Reclamaciones relacionadas con el código de buen gobierno y sanciones.
Una vez aprobado el Código por el más alto nivel organizacional, debe divulgarse
ampliamente entre todos los grupos de interés y desarrollar mecanismos de monitoreo
para su implementación y cumplimiento adecuado.
El Código De Buen Gobierno Corporativo Mexicano
El Código de Buen Gobierno Corporativo Mexicano está enfocado en el consejo de
administración y en los comités que le componen, mientras que el Código de Buen
Gobierno Corporativo Brasileño, además de los consejos de administración y sus comités,
trata de cuestiones más amplias que dicen respecto al Buen Gobierno Corporativo de las
Empresas, tales como: toma de control, información privilegiada, arbitraje, dispersión de
acciones, código de conducta, etc.
Con la intención de mantener la independencia de los auditores independientes, el Código
de Buen Gobierno Corporativo Mexicano recomienda que las compañías no contraten
empresas de auditoría independiente cuyo valor de los honorarios a ellas pagados,
representen más del 10% de la facturación de esta empresa de auditoría. En Brasil, el
Código de Buen Gobierno Corporativo recomienda que la comisión de auditoría, o en su
caso el consejo de administración, evalúe si los honorarios pagos por la empresa no
generan dependencia financiera de la empresa de auditoría independiente. Eso es un
tema bastante cuestionable, una vez que acaba generando una ventaja para las grandes
empresas de auditoría, que poseen grandes facturaciones y consecuentemente
dificultando el crecimiento de pequeñas y medianas empresas de auditoría.
Problema
Otro problema para el desarrollo de Buen Gobierno Corporativo en Brasil y México es la
poca representatividad de los inversores institucionales en esos dos mercados. En
mercados desarrollados esos inversores suelen ser una de las principales fuerzas de
control externo. En el caso de México, debido tanto a la reciente reforma del régimen de
pensiones como a la canalización de sus inversiones en bonos indexados del gobierno, los
inversionistas institucionales locales aún están jugando un rol muy limitado en los
mercados de capital privado (Husted y Serrano, 2001).
Para los autores, el problema del Buen Gobierno Corporativo tanto en Brasil como en
México, no está en sus códigos, y si en algunas características similares de los dos
mercados, como por ejemplo la alta concentración de la propiedad de las empresas, las
herramientas utilizadas para separar la propiedad del control, bien como, la débil
relevancia de los inversores institucionales como fuerza de control externo.

También podría gustarte