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DEBATE VOTO OBLIGATORIO- PRIMER PARCIAL CIENCIA POLÍTICA Y

GOBIERNO MUNICIPAL
“El voto es, el sagrado ejercicio del poder del ciudadano.”
María Corina Machado
El comportamiento electoral en Colombia se ha caracterizado por un bajo nivel de
participación. En los últimos cincuenta años, en los que se han celebrado 14 elecciones
presidenciales, tres de ellas con segunda vuelta, el porcentaje de participación del
electorado tan solo ha alcanzado el 46,5%, es decir que, más de la mitad de los ciudadanos
habilitados para votar se ha abstenido de asistir a las urnas, independientemente de cuáles
hayan sido los candidatos o las condiciones en que se desarrollaron los comicios.

 Doctrina:

El voto obligatorio: Es un componente del sistema de elección político participativo de la


Democracia de carácter coercitivo. Esto, porque el voto obligatorio hace cumplir el
mandato constitucional de elegir y ser elegido con el objetivo primordial de consolidar la
participación y elección ciudadana en su máxima expresión constitucional.

- El voto como institución


North (1990) define a las instituciones como: “las reglas del juego de una sociedad, son
normas y reglas creadas por el hombre que guían y constriñen su conducta, su interacción y
su conjunto de elecciones; no poseen un carácter estático sino dinámico ya que evolucionan
a través del tiempo”.
Este autor también clasifica las instituciones como formales e informales, las instituciones
formales son las constituciones, códigos, leyes, contratos y demás elementos generalmente
plasmados por escrito.
El voto es una institución que hace parte del sistema electoral que a su vez pertenece al
sistema político democrático, en consecuencia es una norma formal. Está consagrada en las
constituciones de los países como un derecho y deber inherente, inalienable, inviolable e
imprescriptible.
David Altman asevera que "una mayor participación -voluntaria o impulsada por el voto
obligatorio- hace a los gobiernos democráticos responsables frente a una mayor porción de
población"
H. Kelsen, consideran que la participación es una prueba de sentido cívico, que aislarse
voluntariamente conduce a privarse del derecho de crítica del régimen y de los elegidos,
que la abstención es contraria al deber de civismo, por consiguiente seria contrario a la
voluntad política dentro de los deberes como ciudadanos.
El objetivo fundamental del cumplimiento del deber de votar es, sin duda, la de formar la
voluntad política de una sociedad: En palabras de Luhman (1970), existe una “función
social de los derechos subjetivos", cuya obligatoriedad puede ser dispuesta por el Estado en
la medida en que el interés social que en él se manifiesta así lo indique” (Baeza, 1998)
Cendón (2005), Lo más destacado, es la contribución del voto obligatorio en la mitigación
de sesgos de clase y el debilitamiento de instituciones informales como el clientelismo y la
corrupción.
Obligar a los ciudadanos a cumplir con su derecho de votar, ayuda a incrementar los niveles
de participación y de alguna manera desarrollar interés hacia la política
En fin, con el voto obligatorio se puede avanzar sensiblemente en la calidad de la cultura
democrática y se diluyen los incentivos perversos para las trampas, empezando por la
compra y la venta del voto. Y sin la obligatoriedad se mantiene un amplio margen de
maniobra para los negociantes en las elecciones.
- En consecuencia, el voto en blanco se diferencia del anulado porque el primero
tiene un valor dentro del conteo de las elecciones, mientras que el segundo es un
voto “perdido”.
Por otro lado, cuando un ciudadano mayor de edad no ejerce su derecho al voto el día de las
elecciones porque no lo desea, es abstención, un fenómeno que ha sido recurrente en época
de elecciones durante años y que no permite a la Registraduría saber si el ciudadano está
inconforme por los candidatos o si solo no quiere acudir a las urnas. Esta casilla refleja la
inconformidad de los colombianos y puede lograr una reflexión en cuanto a las elecciones
que se desarrollan en el momento.
El ciudadano sigue siendo libre al momento de elegir la opción que más satisfaga sus
intereses y que represente sus ideas políticas. Incluso, si no hay un candidato dentro de la
lista de elegibles que represente o que identifique al elector, este puede optar por votar en
blanco.
- Gustav Radbruch (1978: 88) señalaba que los derechos subjetivos públicos se
dividen entre los “derechos cívicos” y los “derechos políticos”
- Los derechos fundamentales son una clase especial de derechos subjetivos cuya
diferencia específica estriba en su carácter fundamental.
- Porque existe igualmente una diferencia entre electores y votantes: los primeros
eligen, porque usaron su voto de manera adecuada y eficaz, los segundos también
usan su voto, pero no necesariamente para elegir, puesto que también lo hacen para
votar en blanco o simplemente para hacer mal uso del mismo.
- Es importante precisar que, la obligatoriedad del voto no significa ni simboliza un
voto coercitivo. La obligatoriedad consiste en obligatoriedad de concurrencia no de
elección.
- Por lo tanto, se puede afirmar que el voto obligatorio no coarta la libertad del
ciudadano, teniendo en cuenta que se le obliga a participar, pero no se le ejerce
ningún tipo de influencia sobre su decisión.

 Derecho comparado:

En América Latina todos los países consagran el voto como un derecho y deber de los
ciudadanos en sus propias constituciones.
- El Salvador: Establece que ‘El sufragio es un derecho y un deber de los
ciudadanos’ (art. 3)”
- Colombia: Articulo 258 constitución nacional.

- Argentina: Código Electoral Nacional, Ley Nº 19.945, artículos 7 al 14.


 Igual. Significa que el voto de todas las personas tiene el mismo valor. Este
principio se expresa de la siguiente manera: “un ciudadano, un voto”.
 Obligatorio. Todos aquellos ciudadanos que se encuentren incluidos en el padrón
electoral y que tengan entre 18 y 70 años de edad a la fecha de la elección, tienen el
derecho y el deber cívico de votar.
- Colombia: Deber cívico articulo 95 No.5, Articulo 96, 98, y 99, articulo 258
constitución política de 1991, articulo 3 y 6 código electoral colombiano

- En Bélgica podría ser difícil conseguir empleo en el sector público si no se es


votante. No hay sanciones formales en México o Italia, pero sí posibles sanciones
arbitrarias o sociales. Esto se conoce como la “sanción inocua” en Italia, donde, por
ejemplo, podría ser difícil conseguir guardería para un hijo o similar; pero esto no
está formalizado de ninguna manera.

 Jurisprudencia: Sentencia SU-747/98

Los deberes constitucionales, a los cuales define como “aquellas conductas o


comportamientos de carácter público, exigibles por la ley a la persona o al ciudadano,
que imponen prestaciones físicas o económicas y que afectan, en consecuencia, la
esfera de su libertad personal.”
Entre los deberes y obligaciones de la persona y el ciudadano contempladas por el
artículo 95 de la Constitución se encuentra el de “participar en la vida política, cívica y
comunitaria del país” (numeral 5). Esta norma y la contemplada en el artículo 260 de la
Carta, acerca de que el voto es un derecho y un deber ciudadano, constituyen los
deberes básicos de los ciudadanos en punto a la participación en la actividad política.
Estos deberes generales permiten distintos desarrollos legales. Algunos de ellos han
sido realizados al tiempo que otros, como el voto obligatorio, no han sido objeto de la
reglamentación legal necesaria para ser exigibles jurídicamente.
- Según la sentencia C-490 de 2011 de la Corte Constitucional, el voto en blanco es
“una expresión política de disentimiento, abstención o inconformidad, con efectos
políticos”, es decir, es una forma de mostrar el inconformismo de los votantes hacia
los candidatos que se postularon a dichas elecciones.

- Sentencia No. C-578/95


DERECHOS FUNDAMENTALES-No son absolutos
Los derechos fundamentales, no obstante su consagración constitucional y su importancia,
no son absolutos y, por tanto, necesariamente deben armonizarse entre sí y con los demás
bienes y valores protegidos por la Carta, pues, de lo contrario, ausente esa indispensable
relativización, la convivencia social y la vida institucional no serían posibles. Con mayor
razón, la eximente de responsabilidad del militar subalterno, que tiene un sentido
puramente orgánico y funcional, debe ser relativizada, de suerte que se garantice su campo
de acción racional y razonable, donde pueda desempeñar el cometido que la inspira, pero
sin poner en peligro la vigencia de la Constitución. De lo contrario, lo que es un simple
medio para asegurar la eficacia de las fuerzas militares y la disciplina, se convierte en un
fin en sí mismo, dislocado completamente de su objetivo constitucional.
- T-324 de 1994 determinó que:
El núcleo esencial del derecho al sufragio comprende tres elementos. El primero de ellos
hace alusión a la libertad política de escoger un candidato. El segundo se refiere al derecho
que tienen los ciudadanos a obtener del Estado los medios logísticos e informativos para
que la elección pueda llevarse a término de manera adecuada y libre. Finalmente, el tercer
elemento hace relación al aspecto deontológico del derecho, esto es, al deber ciudadano de
contribuir con su voto a la configuración democrática y pluralista de las instituciones
estatales

 Anexos:

¿El voto en blanco se le suma al candidato con mayor número de votos?


La Registraduría Nacional aclara en su plataforma digital que en ningún caso se suma el
porcentaje de los votos en blanco al candidato que obtenga la mayor votación en las
elecciones, ya que este es un mito que se ha venido divulgando a través de los años y
distorsiona el verdadero significado de esta casilla. “El voto en blanco se contabiliza
independientemente, al igual que se hace con los sufragios alcanzados por cada candidato”,
enfatiza la entidad.
A diferencia de la abstención, el voto en blanco si tiene efectos políticos al ser reconocido
como una opción válida dentro del proceso electoral según la Registraduría, pues en caso
de tener la mayoría absoluta se repite la elección, “pero no es así cuando la abstención
obtiene mayoría, así ésta sea muy alta”, concluye la entidad.
El deber de votar no va contra la libertad del ciudadano. En realidad, deja intactas las
opciones actuales, porque consiste no en votar por alguien, sino en salir a votar. Quienes
ven en la abstención un acto de protesta, pueden lograr aún más haciendo explícito su
descontento votando en blanco.
- Los promotores del voto en blanco
El voto en blanco tiene su propio partido, según la Registraduría Nacional “es una figura
que introdujo la Reforma Política de 2011. En ésta se habilita la posibilidad de adelantar la
inscripción de un grupo de ciudadanos que promueven el voto en blanco y que como tal
tendrá una casilla con logo-símbolo propio en la tarjeta electoral diferente al voto en
blanco”. La función de este comité es promover el voto en blanco, además, este grupo tiene
el derecho a que se le reponga el dinero invertido en la campaña de acuerdo con los votos
que reciba.
- Descuento en la matrícula de estudiantes
Según la Ley 403 de 1994, cualquier estudiante de institución oficial de educación superior
tendrá derecho a un descuento del 10% del costo de la matrícula, si acredita haber votado
en las últimas elecciones realizadas con anterioridad al inicio de los respectivos períodos
académicos.
Para los estudiantes de pregrado y posgrado que acrediten haber votado en las últimas
elecciones, las universidades no oficiales podrán establecer un descuento en el valor de la
matrícula. El Gobierno le otorgará a estas instituciones reconocimientos especiales e
incentivos.
- 10% en el trámite de expedición de pasaporte
Si votaste, en los siguientes cuatro años podrás obtener una rebaja del 10% en el trámite de
expedición de tu pasaporte, de acuerdo con la Ley 403 de 1994. Toma en cuenta que este
beneficio por votar es válido solo una vez.
- Descuentos en varios trámites
Si ejerces tu derecho al voto, tendrás derecho a los siguientes descuentos durante el tiempo
que transcurra hasta las siguientes elecciones:
- 10% del valor a cancelar por concepto de trámite de expedición inicial y renovación
del pasado judicial.
- 10% del valor a cancelar por concepto de trámite inicial y expedición de duplicados
de la libreta militar.
- 10% del valor a cancelar por duplicados de la cédula de ciudadanía del segundo
duplicado en adelante.
 Conclusión:

En 2010 en Chile se celebraron las últimas elecciones presidenciales bajo la figura del voto
obligatorio. La participación fue del 86.94%.
En 2017, ya sin la figura, la participación fue del 46.70%. Un descenso ostensible que sin
lugar marca una diferencia muy notoria. Lo mismo ocurrió en Venezuela. Las elecciones
presidenciales de 1988 fueron los últimos comicios con voto obligatorio. La participación
fue del 81.92%. En 1993 ya sin la medida, la participación fue del 60.16%. Y en 2018, 30
años después del desmonte del voto obligatorio en dicho país, las cifras de participación
fueron del 45.74% del censo electoral. Lo anterior demuestra, que en democracias frágiles y
sin consolidar como las latinoamericanas, no solamente es necesario adoptar la medida para
tener índices altos de participación electoral si no que es necesario sostenerla hasta que
exista un indicio suficientemente fuerte de la consolidación de una cultura cívica electoral
que permita flexibilizar la figura. Así mismo, estos dos casos demuestran que no se puede
pensar en una medida de carácter transitorio. Lo que sí se puede pensar a futuro es que en la
medida que la población adopte la cultura del voto, progresivamente se flexibilicen las
medidas sancionatorias contenidas en la ley.
En todo caso es necesario enfatizar que a pesar de que la adopción del voto obligatorio
pareciera una excepcionalidad dentro del conglomerado de países del mundo, su aplicación
en los países que lo han adoptado ha sido bastante favorable. De igual manera, en países de
la dimensión de Estados Unidos, en los que las cifras de participación no son tan altas, este
tema ya viene siendo objeto de debate por parte de diferentes universidades y centros de
pensamiento como el Ash Center for Democratic Government and Innovation y la Escuela
de Gobierno John F. Kennedy de la Universidad de Harvard
No pretendo con esta postura asegurar que la adopción del voto obligatorio en el
ordenamiento jurídico colombiano va a resolver por si solo todos los problemas que
enfrenta la democracia en el país. Lo que si puedo asegurar, es que la adopción de esta
figura aumentará drásticamente la participación ciudadana fundando así, una ciudadanía
mucho más representativa de los colombianos. De igual manera, el cambio en las urnas
facilitará la consolidación de una cultura cívica cada vez más democrática, lo que a su vez
contribuirá a retornar la confianza en las instituciones.

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