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M1: Hacia la construcción 4.

LA CONSTRUCCIÓN COMO INDUSTRIA

En este módulo haremos una reflexión sobre la aportación que la construcción hace a otros
sectores, al crear espacios específicos y adecuados para el desarrollo de otras actividades.
También veremos cómo, actualmente, las nuevas tecnologías digitales permiten
industrializar ciertos procesos constructivos, consiguiendo una mayor eficacia y calidad, sin
que la obra terminada pierda singularidad y capacidad de adaptación al lugar donde se
ubica.

Construcción y desarrollo

El ser humano se hizo sedentario gracias a su elevada capacidad para modificar el medio
que le rodeaba y adaptarlo a sus necesidades. La agricultura es un ejemplo de ello y la
construcción también.
Mira estos cuatro paisajes que aparecen en la imagen: un campo de cultivo, un embalse,
una vista de Barcelona y el interior de un edificio, ¿qué tienen en común?
No se han generado espontáneamente. Se han creado de forma planificada, en mayor o
menor medida, para cumplir una función determinada y albergar las actividades humanas.

Para ello, son lugares accesibles, seguros, funcionales y habitables, donde hay poco
margen para lo inesperado.
Al ser construidos, se ha eliminado buena parte de la incertidumbre asociada a la
naturaleza. Así, se ha creado un nuevo orden material, el de lo construido, controlado,
menos inseguro que el natural y más adecuado para el desarrollo humano.
Estos entornos construidos, cuya máxima expresión son las ciudades, permiten que
convivan y se relacionen un gran número de personas. Así, se aceleran los procesos de
intercambio de conocimiento y, con ello, la mejora de las condiciones de vida y el desarrollo
del comercio, el arte, la ciencia, la política, la industria, etc.
A continuación, se presenta el tráiler sobre el documental “El Noble Oficio de la
Construcción” que ha elaborado la empresa Structuralia para la Fundación Laboral de la
Construcción.
El documental pretende dignificar a "estos profesionales que, a pie de obra, soportando o
aprovechando los elementos, superándose día a día, dan lo mejor de sí mismos,
construyendo nuestro presente y los cimientos de nuestro futuro".

La construcción es una “meta-industria”

Durante siglos, la construcción de infraestructuras y edificios ha proporcionado un entorno


funcional y seguro para otras actividades humanas.
Para que ello sea posible, durante el proceso constructivo intervienen numerosos agentes
especializados provenientes de distintas industrias y sectores: la madera, el sector cerámico, del
metal, las instalaciones térmicas, eléctricas, las telecomunicaciones, etc.
Por ello, la construcción es una industria de industrias que, además, permite el desarrollo de
otras actividades económicas: es una meta-industria.
Su función es la de crear espacios funcionales, para que otras actividades se desarrollen de
forma controlada.
El hecho de trabajar en el acondicionamiento del entorno, unido a la cantidad de agentes
que intervienen, implica un mayor riesgo y una mayor complejidad de los procesos de
producción.

Cada obra es un objeto singular

A diferencia de los bienes que se producen en la industria manufacturera, los edificios, las
infraestructuras lineales y otras construcciones civiles guardan una estrecha relación con el
lugar en donde están situados.
Así, por un lado, las características del sitio donde se van a ubicar condicionan la
construcción y, por otro, una vez finalizada la obra, su impacto es altamente duradero.
Esto hace que la producción de elementos semejantes a sí mismos sea difícil y,
generalmente, inadecuada.
A diferencia de otras industrias, la construcción opera sobre lugares no adaptados a su
actividad, creando objetos difícilmente repetibles en otras situaciones en las que se trate de
cubrir necesidades similares. Por otro lado, la creación de elementos idénticos, ajenos al
lugar donde se asientan, suele tener las repercusiones negativas sobre el medio natural y
urbano.
El hecho de que cada proyecto sea único ha supuesto que, durante mucho tiempo, la construcción y
especialmente la edificación no se ejecutasen de manera similar a otros productos industriales.

Producción industrial y singularidad

Antes de la invención de la cadena de montaje los automóviles se fabricaban unidad a


unidad, de modo semejante a como se construye hoy en día un edificio.
La creación de un espacio adaptado y equipado para que cada operario ocupase una
posición especializada dentro de la cadena de montaje permitió acelerar la producción y
abaratar los costes.
Este concepto se extendió a otras manufacturas que, como el automóvil, consistían en la
repetición de un único modelo o prototipo en grandes cantidades. Así, la producción
industrial estuvo necesariamente ligada a la fabricación de elementos seriados, durante la
mayor parte del siglo XX.
Sin embargo, la tecnología actual permite la elaboración de objetos no seriados, de forma
eficaz.
Las nuevas tecnologías digitales permiten industrializar ciertos procesos constructivos,
consiguiendo una mayor eficacia y calidad, sin que el objeto final pierda singularidad y
capacidad de adaptación al sitio y a la función a la que está destinado. Ejemplo de ello es la
construcción modular.
Así, por un lado, el empleo de tecnologías digitales en una obra de construcción tradicional
permite mejorar sus procesos. Pero también se puede rediseñar toda la cadena de
valor de la construcción, desde el diseño, el suministro, la ejecución, la comercialización y
entrega al cliente, el mantenimiento o la deconstrucción, para que esta industria se parezca
más a la manufacturera y gane una mayor competitividad. Ejemplo de esto último es la
construcción modular que veremos en el siguiente apartado.

Ejemplo de construcción modular

Gracias a la tecnología digital aplicada a la construcción industrializada se pueden


realizar módulos o piezas completas de un edificio en una nave, transportarlas al solar
donde se emplaza la obra y montarlas de modo que encajen de forma exacta, con un error
milimétrico, en un tiempo récord.
En pleno centro de Manhattan y en tan solo 3 meses, se planeó construir el hotel modular
más alto del mundo.
Este hotel combina la construcción tradicional de las 5 primeras plantas, la caja de
ascensores y escaleras, con otros 20 pisos de habitaciones modulares de distintos tipos.
Dichos módulos fueron fabricados en seco en Polonia, transportados a Nueva York y
ensamblados aprovechando la disminución del tráfico de las horas nocturnas. La
construcción del hotel no supone un ahorro de costes respecto a los métodos constructivos
tradicionales, pero permite adelantar su explotación y, con ello, mejorar el retorno de la
inversión.
La tecnología BIM permite hacer una planificación cuidadosa sobre un modelo digital,
gemelo del edificio físico. La secuencia de montaje y las interdependencias de los sistemas
de construcción se ensayan y analizan previamente en el modelo digital para evitar que nada
quede al azar en la fase de montaje.
Sin esta tecnología aplicada a una construcción de tipo industrial, sería muy difícil obtener
la precisión dimensional milimétrica que permite el encaje de los módulos en el sitio.

Resumen

La construcción trabaja para crear espacios funcionales para otras actividades humanas.
Por este motivo, la ejecución de las obras se desarrolla habitualmente en un entorno
dinámico, que cambia a lo largo del tiempo, y en el que existe un grado elevado de
incertidumbre.
Esto hace que los trabajos que se realizan en construcción sean más difíciles de automatizar
y que la industrialización de los procesos requiera de una tecnología sofisticada.
Actualmente, las nuevas tecnologías digitales permiten industrializar ciertos procesos
constructivos, consiguiendo una mayor eficacia y calidad, sin que el objeto final pierda
singularidad ni capacidad de adaptación a un lugar determinado.
LA OPORTUNIDAD DIGITAL

Introducción

Como se decía en la presentación del curso, el aprovechamiento de la tecnología cuando se


necesita cambiar los procesos de trabajo para resolver ciertos desafíos sociales o
económicos puede revolucionar la industria.
La construcción trata de satisfacer las necesidades económicas y sociales de cada época,
ya que proporciona habitabilidad al ser humano, alberga sus actividades cotidianas y dota de
soporte físico a las infraestructuras de transporte y a las ciudades.
En este módulo veremos cuáles son estas necesidades, por qué puede la tecnología digital
ayudar a hacer frente a esos retos y qué actividades tienen un mayor potencial técnico de
desarrollo mediante lo que se conoce como industria 4.0.

Retos para la construcción en el siglo XXI

La industria de la construcción proporciona el soporte material a las ciudades y las


infraestructuras que las abastecen y conectan, sirviendo a otras industrias y actividades
humanas. Y lo hace en función de unas necesidades propias de cada época. Así, los
ciudadanos actuales heredamos las ciudades del pasado y construimos las del futuro.
A la pregunta de cuáles son los retos a los que se enfrenta el sector de la construcción a
lo largo de este siglo, aparecen 4 respuestas de forma recurrente:

 El mantenimiento de las infraestructuras existentes.


 La satisfacción de las nuevas necesidades, sobre todo, residenciales.
 La adecuación del parque de edificios a una población envejecida, en un escenario de
encarecimiento del precio de la energía y los recursos y un incremento de los efectos del
calentamiento global.
 La descarbonización de la industria para limitar el cambio climático.

Y para afrontarlos se prevé necesario:

 El diseño de nuevos procesos basados en los principios de la economía circular.


 La industrialización y digitalización de los procesos de construcción, mantenimiento y
rehabilitación.
 La formación de los trabajadores.
 La atracción de capital humano al sector de la construcción.

Una industria circular e hipocarbónica

Hace tiempo que se ha comprobado que existen unos límites al crecimiento según el modelo
económico actual asociado a un uso intensivo de energía y una alta producción de residuos
y emisiones contaminantes.
Sin embargo, actualmente se piensa que la economía puede estar desligada de estos
factores, es decir, que se puede crecer económicamente sin extraer recursos, o importarlos,
ni contaminar. Esto puede llegar a ser una importante ventaja competitiva en un escenario
de encarecimiento de los recursos y estrés climático.
Por este motivo, el desarrollo sostenible está desde hace mucho tiempo en el corazón del
proyecto europeo en sus tres vertientes: económica, social y medioambiental. Así, se espera
que Europa pueda crear nuevos puestos de trabajo e incrementar el bienestar de sus
ciudadanos.
Para mejorar la competitividad de Europa gracias a un modelo no deficitario ambientalmente
y climáticamente neutro, la estrategia económica europea se basa en dos aspectos
fundamentales:
 La creación de una economía de cero emisiones de gases de efecto invernadero, gracias al
aumento de la eficiencia energética con la que se producen bienes y servicios, al empleo de
fuentes de energía renovables, así como a la adopción de una movilidad limpia, segura y
conectada.
 La transición a un modelo industrial basado en la modificación de los procesos de modo que
minimice el uso de recursos, la extracción de materias primas y la generación de residuos. A
este modelo se le ha llamado economía circular, porque pretende generar cadenas
circulares de valor de los materiales en contraposición al modelo lineal actual consistente en
extraer, usar y tirar.
Así, quizá, uno de los mayores retos de la construcción en Occidente es convertir los
edificios, las ciudades y las infraestructuras existentes, en objetos y entidades
climáticamente neutros antes de que acabe la primera mitad del siglo XXI.
Para la creación de una Europa de cero emisiones, que tenga un modelo económico circular,
es clave rediseñar los procesos industriales y, con el fin de facilitar esta tarea, aprovechar el
potencial de la industria 4.0.
Digitalización y sostenibilidad

La conectividad y el Internet de las cosas, unidos al uso de datos de forma masiva,


permitirán una gestión más eficiente de los edificios, obras públicas y ciudades, que
minimice el empleo de recursos, la generación de residuos y las emisiones de gases de
efecto invernadero, principalmente de CO 2.
La construcción tiene una gran oportunidad para cambiar su modelo productivo gracias a
este tipo de tecnologías.

La tecnología digital aplicada a la planificación de las fases que componen el ciclo de


vida una obra puede facilitar:

 La mejora de la productividad.
 La reducción de los recursos que se emplean.
 La reducción de la cantidad de residuos y emisiones que se generan.
 La mejora de la eficiencia energética y del confort interior, si se trata de un edificio.
 El mantenimiento y el incremento de la vida útil del edificio o infraestructura.
 La creación de procesos circulares que permitan reutilizar sus componentes o
materiales.
 La respuesta a ciertos desafíos no resueltos hasta la fecha como, por ejemplo, la
mejora del parque de edificios existente de un modo más asequible y menos invasivo
para los residentes.
Más que un problema técnico

Sin embargo, la sostenibilidad no es un problema meramente técnico. Por ejemplo, la


tecnología para transformar los edificios de modo que no demanden apenas energía fósil ya
existe, pero no se aplica suficientemente.

Por un lado, se trata de un problema económico: las obras son costosas en tiempo y dinero.
Y, fundamentalmente, es una cuestión de tipo social que tiene que ver con la percepción
del problema y la confianza en las posibles soluciones.

Para tratar de resolver este asunto, la Ley de Benchmarking de la ciudad de Nueva York
exige a los propietarios de edificios que excedan cierto tamaño que presenten los datos
anuales de consumos reales a través de una herramienta online para su divulgación y uso
públicos. Esta base de datos incrementa la transparencia sobre el uso de la energía y el
agua y permite a los propietarios e inquilinos de los edificios comparar la eficiencia de los
mismos y reflexionar sobre la necesidad y los beneficios de implementar medidas de mejora.

La oportunidad digital

Actualmente, la construcción es el segundo sector que menos aplica las tecnologías digitales
en el mundo después de la agricultura (McKinsey Global Institute industry digitalization
index, 2016). Y dentro de los países de la unión europea es el que menos aplica las
tecnologías digitales, por debajo incluso de la agricultura (EU Klems; Eurostat; OECD;
McKinsey Global Institute analysis, 2016).

Aunque la industria de la construcción es consciente de la necesidad de digitalización del


sector, el problema es su implementación. El siguiente gráfico, extraído de la publicación “La
reinvención digital: una oportunidad para España” elaborada por McKinsey & Company con
la colaboración de Fundación Cotec, muestra el potencial técnico de automatización en
distintos tipos de actividades asociadas a cada sector productivo.

El potencial de la industria 4.0

En principio, son altamente automatizables aquellas actividades físicas predecibles, para


las cuales es sencillo establecer un procedimiento tipificado, y que ocurren en un entorno
controlado.
Así, por ejemplo, los productos fabricados en una planta industrial tienen un alto potencial
técnico de automatización.
Sin embargo, las actividades realizadas en el sitio o solar sobre el que se construye, a las
que actualmente se dedica un gran porcentaje de tiempo, tienen un potencial medio-bajo.
Por último, aquellas que implican responsabilidad o aplicar la experiencia para resolver
situaciones inesperadas, bastante típicas por ejemplo en las obras de rehabilitación de
edificios de cierta antigüedad, son poco automatizables.
La llamada industria 4.0 tiene un mayor potencial de desarrollo en aquellas actividades que
son susceptibles de ser abordadas mediante las matemáticas, es decir, mediante la
repetición sistemática de instrucciones, reglas y cálculos.
La industria 4.0 no solo permite automatizar parte de las actividades de la construcción,
permite mejorar la comunicación de los agentes que participan en ella, mejorar el diseño
de los procesos y tomar decisiones basadas en datos reales y simulaciones realizadas a
partir de modelos digitales.
Ciertas tecnologías, como BIM, la impresión 3D, el uso de drones, robots y exoesqueletos
mecánicos, abren puertas a la exploración de nuevas posibilidades para mejorar los
procesos y la calidad final de la construcción. Sin embargo, ¿cuáles crees que tienen mayor
potencial?

La construcción en las próximas décadas

En las próximas décadas se espera que la aplicación de la tecnología digital a la


construcción incremente la productividad de este sector notablemente.
Puede que las empresas fabricantes de materiales para la construcción se centren más en la
mecanización de las cadenas de producción, introduciendo robots autónomos o
colaborativos. Las empresas constructoras pueden centrarse en los modelos BIM
conectados con un “sitio” de construcción digital y “conectado”, similar al que se describía en
el vídeo de “Bouygues Construction”.
Por otro lado, la producción industrial de elementos constructivos está evolucionando hacia
la fabricación de piezas de mayor entidad, como las habitaciones del hotel que se mostraban
en el vídeo de “DMDmodular”, por lo que la mayor parte de las horas trabajadas pueden
desplazarse del sitio de la obra a la nave o taller.
Asimismo, aunque existan tecnologías que despiertan mayor expectación, como el Big Data,
la robótica o la impresión 3D, todas ellas parecen estar integradas en la industria de la
Construcción 4.0, en la medida en que unas se aplican aprovechando la existencia de otras,
como se verá en los siguientes módulos.
Resumen

La industria de la construcción proporciona el soporte material a las ciudades y las


infraestructuras que las abastecen y conectan. Y lo hace en función de unas necesidades
propias de cada época. Así, los ciudadanos actuales heredamos las ciudades del pasado y
construimos las del futuro.

Ciertas tecnologías, como BIM, la impresión 3D, el uso de drones, robots, etc. abren puertas
a la exploración de nuevas posibilidades para mejorar los procesos, la calidad final de la
construcción, los tiempos de respuesta, etc.

Sin embargo, ciertas actividades tienen un mayor potencial de digitalización que otras.
Así, la industria 4.0 permite automatizar parte de las actividades de la
construcción, mejorar la comunicación de los agentes que participan en ella, apoyar
el diseño de los procesos y tomar decisiones basadas en datos reales y
simulaciones realizadas a partir de modelos digitales.
TECNOLOGÍAS DIGITALES APLICADAS A LA CONSTRUCCIÓN

Introducción

El control digital de procesos, el análisis y la toma de decisiones basada en datos objetivos y


la conectividad que proporciona Internet pueden cambiar la actividad de las empresas y el
trabajo en la construcción, tal como lo conocemos.
Sin embargo, los cambios en el modelo productivo de una industria no ocurren por la simple
existencia de la tecnología. De hecho, suelen pasar bastantes años desde la aparición de
una nueva tecnología hasta su aprovechamiento en un sector concreto, si es que llega a
suceder.
El factor desencadenante es, más bien, la capacidad para abordar y resolver ciertos
problemas económicos, medioambientales o sociales aprovechando, entre otras cosas, la
disponibilidad de tecnologías adecuadas.
Es decir, el cambio se produce cuando se aprecian necesidades concretas y se identifican
nuevas oportunidades para satisfacerlas. En los procesos industriales es frecuente que
estas oportunidades estén basadas en aspectos como el capital humano, la organización del
trabajo o la aplicación de tecnología.

La invención de la cadena de montaje, por ejemplo, consiguió resolver uno de los principales
problemas al que se enfrentaba la industria del automóvil al principio del siglo XX. El
mercado potencial de esta industria era muy reducido debido a que los vehículos se
montaban uno a uno, eran asequibles solo para una pequeña parte de la población, y el
número de empresas que fabricaban automóviles había crecido demasiado en comparación.
El nuevo método permitía la fabricación de automóviles de forma mucho más rápida y
asequible para una cantidad creciente de compradores.
En este módulo veremos ejemplos de cómo esto ya está ocurriendo y la tecnología digital se
aplica para resolver necesidades concretas en la industria de la construcción.

Realidad aumentada
Uno de los aspectos más novedosos de las nuevas tecnologías es que desafían la
separación tradicional entre el mundo digital y físico.
Así, la realidad aumentada posibilita añadir información virtual al mundo físico. Esta
tecnología tiene varias aplicaciones en la construcción. Por ejemplo, puede servir para
comprender mejor la información contenida en los modelos BIM.
La realidad aumentada permite superponer visualmente la información del modelo BIM a la
obra física. Así, se puede ver por donde discurren elementos como instalaciones que todavía
no existen, con el fin de comprender dónde han de situarse. También se puede utilizar la
información del modelo digital para revelar por dónde discurren las instalaciones cuando ya
están ocultas tras los muros.

GAMMA AR es un software de gestión de obras de construcción que permite superponer los modelos
BIM sobre la obra física usando la Realidad Aumentada con el fin de hacer un control de la ejecución.
Impresión 3D

La impresión 3D, o fabricación aditiva, consiste en fabricar elementos de tamaño variable


mediante la adición continua de pequeñas cantidades de un material en estado líquido o
fluido que, pasado un tiempo, solidifica y adquiere resistencia.
La impresión 3D tiene la capacidad de crear geometrías complejas y singulares que son
difíciles de lograr usando técnicas de construcción tradicionales. Así, la impresora 3D recibe
de un ordenador los datos relativos al diseño de la pieza, permitiendo la impresión de
elementos singulares, adaptados a unas necesidades formales particulares.
Desde un punto de vista ambiental, esta tecnología permite ajustar el empleo de material y
reducir la producción de residuos.
Mediante este sistema se pueden construir componentes o pequeñas piezas de estructuras
metálicas.
También se pueden construir módulos estructurales completos, usando un material a base
de cemento. En este caso, los módulos fabricados se transportan y se ensamblan en el solar
en el que se emplazará el edificio. Posteriormente, la fase de acabado final se puede realizar
de la forma tradicional o incorporando elementos industrializados.
Los edificios que se construyen en Europa han de tener un elevado nivel de prestaciones
energéticas. En esta vivienda la impresión 3D se utiliza para hacer un encofrado perdido “in
situ” que proporciona aislamiento al edificio.

Ejemplo de la primera casa del mundo construida con una impresora en 3D

En Italia, en la Provincia de Ravenna, se encuentra la primera casa en el mundo impresa en


3D con materiales naturales. El proyecto se conoce como Gaia y la idea es construir un
prototipo de casa autosuficiente que generará una ciudad autosuficiente. Su sistema
modular hace viable que pueda extenderse de forma infinita y construirse en diferentes
tamaños.

Ejemplo de aplicación de la realidad aumentada:

La realidad aumentada también se puede usar para facilitar la formación de las personas
trabajadoras gracias al uso de una metodología de tipo práctico.
El proyecto europeo Arfat, de Formación de ensamblaje de encofrados y andamios, aborda
la formación en prevención de accidentes en las obras a través de una innovadora aplicación
móvil en la que se utiliza realidad aumentada. En el siguiente video se puede ver cómo
funciona la tecnología utilizada en el proyecto.
Las caídas desde altura son una de las causas más comunes de accidentes graves, a
menudo fatales, en el sector de la construcción en la Unión Europea. Estos accidentes son
causados principalmente por la caída de altura, especialmente desde andamios. Si quieres
descargarte de manera gratuita el manual y la aplicación de realidad aumentada para
dispositivos móviles de ARFAT, puedes hacerlo en el
enlace: http://www.arfat.il.pw.edu.pl/index.php/en/przykladowa-strona/
Industrialización y uso de BIM

Hoy en día, cualquier disciplina es suficientemente compleja como para requerir la


intervención de varios especialistas. Para sacar adelante un proyecto de construcción se
necesitan equipos de trabajos multidisciplinares, formados por profesionales provenientes de
distintas empresas u organizaciones, que trabajen de forma colaborativa.
La mayor aportación de BIM a la industria de la construcción es la posibilidad de crear un
modelo o gemelo digital gracias al cual se pueden gestionar de forma óptima las fases del
ciclo de vida de una infraestructura o un edificio a través de su simulación virtual. Así, los
agentes que normalmente participan en los proyectos de construcción, asumiendo la
responsabilidad de sus propios procesos, pueden compartir información y analizar las
implicaciones que tienen ciertas decisiones y actividades en el futuro.
De esta forma, se puede trabajar de forma colaborativa sobre el modelo digital para ver
cómo interaccionan unos sistemas con otros y anticipar las consecuencias que tendrían
ciertas acciones, reduciendo riesgos e incertidumbres.
El uso de BIM unido a la construcción industrializada, producida en un taller y ensamblada
en la obra, aporta eficiencia al proceso de construcción al permitir testar en el modelo digital
aspectos como las prestaciones del diseño, la precisión de la secuencia de montaje o la
cantidad de materiales requeridos. Asimismo, permite mejorar el acabado final y la
prevención de riesgos laborales al producirse buena parte del proceso en un ambiente
controlado.
Los tiempos de ejecución se reducen sustancialmente, se optimiza el uso de recursos y,
consecuentemente, se minimizan los residuos de construcción, los ruidos, las interrupciones
del tráfico y las molestias a los vecinos durante la obra.

Esta torre de apartamentos de 60 pisos, construida en Melbourne por el Grupo Hickory,


cuenta con fachadas y unidades estructurales prefabricadas en un taller y entregadas al sitio
de la obra para su montaje. En el siguiente vídeo se puede visualizar el proceso de
ensamblaje de un módulo prefabricado.
Por último el uso del modelo digital permite tomar decisiones sobre el mantenimiento
predictivo del edificio y su demolición llegado el caso.

Internet de las cosas y uso de Big Data

Los datos que se almacenan desde hace años, provenientes de computadoras, máquinas,
sensores y otros dispositivos como los Smartphones, se pueden utilizar para el
mantenimiento de infraestructuras o para identificar patrones y riesgos de construcción: qué
construir, dónde, cómo o en qué momento. Asimismo, se pueden analizar los datos del
clima, el tráfico y la actividad empresarial para programar las actividades de la construcción
y geolocalizar la maquinaria y los suministros para mejorar la logística.
Por ejemplo, se puede organizar el uso de una grúa en función de los patrones de tráfico si
se va a cortar una calle, se puede planificar el mejor momento para hormigonar en función
del histórico de datos climáticos recogidos por la estación meteorológica más cercana, en
vez de hacerlo por los datos climáticos globales, o se puede hacer un mantenimiento
predictivo de un puente a partir del análisis de la relación entre la flexión del tablero y el
tráfico soportado.
La eficiencia energética en los edificios se puede incrementar a partir del uso de los datos
obtenidos por sensores instalados en su interior. Así, se pueden elaborar perfiles de
demanda de energía del edificio e implementar acciones para ahorrar energía en función de
la temperatura exterior, su ocupación, etc.
Estos datos también pueden retroalimentar los sistemas de modelado de información de
construcción (BIM) para programar actividades de construcción y mantenimiento según
sea necesario.
Hasta la fecha, la utilización de los datos captados por dispositivos con conexión a Internet
se ha producido mayoritariamente en grandes edificios terciaros. No obstante, el crecimiento
de la conectividad de los objetos cotidianos permitirá gestionar la energía de forma más
eficiente dentro de los hogares, de forma manual en la vivienda y a distancia mediante
dispositivos móviles, o automática en función de las condiciones meteorológicas y los
patrones de uso.
Pero además, a medida que este tipo de sistemas con conexión internet se generalicen, los
datos que se recogen a nivel de vecindario o ciudad se pueden utilizar para anticipar los
patrones de uso y permitir que los proveedores de energía puedan adaptar su respuesta o
los ayuntamientos gestionar las infraestructuras públicas de manera eficiente. A estos datos
se pueden añadir otros datos históricos una vez digitalizados.

Industrialización, rehabilitación y huella ecológica

La unión de BIM a la construcción industrializada, considerada desde la óptica de


la economía circular, supone una oportunidad para recuperar los elementos del edificio que
vayan quedando obsoletos y sustituirlos por otros, mientras los primeros se reparan en
un taller para su instalación en otros edificios.
De este modo, se reduce significativamente la huella ecológica a la vez que se aumentan
las prestaciones finales de la construcción:
 La mejora de la calidad de los encuentros, las juntas y los acabados permite un incremento
de la eficiencia energética.
 Se reducen los recursos utilizados y los residuos generados al ajustarse las cantidades de
materiales empleados a las realmente requeridas.
 La potencial reutilización de los componentes del edificio permite aumentar la vida útil de todo
tipo de elementos constructivos, materiales y componentes.
La capacidad de la construcción industrializada para adaptarse a todo tipo de solares,
incluso en zonas urbanas consolidadas, permite intervenir en obras de reforma de edificios
existentes.
El edificio o el elemento constructivo terminado no se diferencian, al menos a simple vista,
de otros construidos de forma tradicional, lo novedoso es el proceso industrializado que
optimiza la construcción gracias al uso de la tecnología digital.
La tecnología digital aplicada a la industrialización también puede emplearse en la
rehabilitación de edificios.
“De la cadena de montaje a la obra, así se fabrica un baño en menos de 24 horas”
El Confidencial, 2016
La empresa Conespace se compromete a renovar con un equipo de trabajo un baño en un
día, de modo que el hotel solo pierda la oportunidad de alquilar la habitación durante una
noche.
Esto se consigue gracias a que los paneles y elementos del baño se diseñan para cada
espacio tras un análisis previo que parte de la una toma de datos in situ, se fabrican de
manera industrializada y se montan en el hotel.
La obra se realiza en el mínimo plazo, sin apenas ruido ni polvo, solo el que se deriva de la
demolición de los sanitarios. El montaje de los paneles prefabricados sobre las paredes
existentes se realiza en seco, con un sistema que garantiza una alta calidad de los
acabados, facilita el mantenimiento posterior y la eliminación de los residuos en las reformas
posteriores.

Ejemplo de uso de datos públicos

La Comisión Permanente del Catastro de la Unión Europea a favor de la transparencia de


los datos existentes en registros públicos ha permitido la publicación en abierto de las bases
de datos catastrales. A partir de la explotación de estos datos, por ejemplo, edad de los
edificios, orientación, geometría, situación relativa a otras construcciones, etc., se puede
calcular la pérdida de energía a través de las envolventes de los edificios de un barrio.
El análisis de las pérdidas energéticas de los edificios de un barrio o municipio permite
diseñar políticas de rehabilitación que prioricen las actuaciones que mayor impacto pueden
tener sobre la reducción del consumo energético y las emisiones de CO 2 a nivel macro, de la
ciudad o del territorio.

Edificios inteligentes

Las tecnologías de gestión digital aplicadas a los elementos y sistemas de un edificio


permiten mejorar sus prestaciones. De este modo, se puede reducir la energía empleada en
climatización, mejorar el confort interior, adaptar la iluminación artificial tanto a la luz exterior
como a las condiciones de ocupación del edificio, mejorar la seguridad, la accesibilidad o
proporcionar un entorno más productivo.
Así, por ejemplo, una fachada inteligente puede cambiar para maximizar la entrada de luz
natural, proteger de la radiación solar y controlar la ventilación y la transmisión del calor.
También puede cambiar a través de elementos pasivos como el acristalamiento, capaces de
alterar sus propiedades, como el color o la transmisión de luz, cuando se dan ciertas
condiciones en el exterior.
The Edge, diseñado por Ron Bakker para las oficinas de Deloitte y AKD, en Amsterdam, es
considerado como el edificio más inteligente del mundo. Asimismo, es uno de los más
sostenibles, certificado con una puntuación del 98,36 % por BREEAM (Builging Research
Establishment Environmental Assessment Methodology)
En este edificio se monitorizan diariamente una enorme cantidad de datos para gestionar el
uso de energía, el confort interior y organizar toda la actividad del edificio, como se explica
en este vídeo.

Las ciudades inteligentes

Aunque se trata de un tema que impacta indirectamente a la industria de la construcción, no


se puede acabar este apartado sin hacer una mención a las ciudades inteligentes o Smart
cities.
La idea que hay detrás del término Smart city es aplicar las tecnologías actuales
para mejorar el funcionamiento de las ciudades. La tecnología digital actual permite
obtener datos de forma automática sobre el clima, las condiciones atmosféricas, la
contaminación, el tráfico, etc. Esto facilita el análisis y la toma de decisiones a partir de los
datos objetivos.
Aunque la construcción da soporte físico a la ciudad, la ciudad es mucho más que su parte
material. El ser humano es un ser social y las ciudades son esencialmente un espacio de
relación entre las personas, de tipo social, comercial, profesional, político, etc. En este
ámbito de gestión y gobernanza de la ciudad es donde realmente impacta la Smart city.
Los datos que se manejan para la gestión de la Smart city provienen actualmente de los
sensores y dispositivos electrónicos que instalan las administraciones públicas así como de
la aplicación del Internet de las cosas a todo tipo de objetos del mobiliario urbano.
Esto posibilita tomar decisiones sobre el gobierno de las ciudades. Pero, para que la
tecnología de las Smart cities mejore la participación ciudadana en el gobierno de las
ciudades, se deben cumplir ciertos requisitos. Así, los procesos de recogida y publicación de
los datos han de ser transparentes, accesibles y comprensibles para las administraciones y
los ciudadanos.
Como otros temas urbanísticos, el modo de adopción de este tipo de tecnologías debería
estar sometida previamente a consulta pública y debería desarrollarse la legislación
necesaria al respecto.

Resumen
El control digital de procesos, el análisis y la toma de decisiones basada en datos objetivos y
la conectividad pueden cambiar la actividad de las empresas y el trabajo en la construcción,
tal como lo conocemos.
Las nuevas tecnologías desafían la separación tradicional entre el mundo digital y
físico. Así, la realidad aumentada permite añadir información virtual al mundo físico y puede
servir para comprender mejor la información contenida en los modelos BIM.
El uso de BIM, unido a la construcción industrializada, aporta eficiencia al proceso de
construcción al posibilitar testar en el modelo digital aspectos como las prestaciones del
diseño, la precisión de la secuencia de montaje o la cantidad de materiales requeridos.
Asimismo, permite mejorar el acabado final y la prevención de riesgos laborales al
producirse buena parte del proceso en un ambiente controlado.
La impresión 3D tiene la capacidad de crear geometrías complejas y singulares que son
difíciles de lograr usando técnicas de construcción tradicionales y, desde un punto de vista
ambiental, permite ajustar el empleo de material y reducir la producción de residuos.
La eficiencia energética en los edificios se puede incrementar a partir del uso de los datos
obtenidos por sensores instalados en su interior. Además, estos datos
pueden retroalimentar los sistemas de modelado BIM para programar actividades de
construcción y mantenimiento según sea necesario.
Las tecnologías de gestión digital aplicadas a los elementos y sistemas de un edificio
permiten que sus componentes se transformen para adaptarse a diferentes condiciones
interiores y del ambiente exterior. De este modo, se puede reducir la energía empleada en
climatización, mejorar el confort interior y adaptar la iluminación.
Por otra parte, los datos que se manejan para la gestión de las ciudades inteligentes,
provenientes de los sensores y dispositivos electrónicos que instalan las administraciones
públicas, así como la aplicación del Internet de las cosas a todo tipo de mobiliario urbano,
posibilitan la toma de decisiones sobre el gobierno de las ciudades y pueden contribuir a
mejorar la participación ciudadana.
AUTOMATIZACIÓN

Introducción

Uno de los aspectos que más expectación está generando es la automatización de los
procesos industriales a lo largo de este siglo y cómo esto puede impactar a las relaciones
laborales, al trabajo, a los clientes y a las sociedades en un futuro cercano.
Sin embargo, como se vio en el módulo 2, no todas las actividades son automatizables, ya
sea por problemas técnicos o de aceptación social.
Por ejemplo, la gestión, el diseño de nuevos productos o la ejecución de tareas que
conlleven un grado elevado de incertidumbre son actividades poco automatizables, como
ocurre con el cuidado de personas, la atención al público o la educación, que tampoco lo
son.
Sin embargo, esto no implica que las personas trabajadoras que se dedican a estas tareas
no puedan apoyarse también en el uso de máquinas y programas informáticos.

Robots autónomos

Los robots son máquinas controladas por computadoras. Pueden moverse sobre el suelo,
trepar o volar pero, salvo tecnologías muy caras y sofisticadas, están diseñados para
moverse por cierto tipo de entornos. Así, pueden subir escaleras y sortear o evitar
obstáculos para los que están programados, pero son bastante vulnerables a la
incertidumbre y las situaciones no previstas.
Los robots autónomos tienen la capacidad de realizar tareas concretas, para las que han
sido programados, en entornos relativamente complejos sin ser guiados por una
persona, durante un período de tiempo prolongado. Algunos pueden mejorar su propio
rendimiento “aprendiendo” de la experiencia o de los de datos que reciben.
Hoy en día, la práctica totalidad de las máquinas que se utilizan en las obras de construcción
son manejadas por humanos, aunque estén parcialmente automatizadas. Esto es así porque
el espacio de la obra no suele ser un entorno excesivamente controlado, como ocurre en
una cadena de producción donde cada situación está prevista y perfectamente delimitada
espacialmente.
En el primer módulo vimos cómo se construye para crear espacios funcionales para otras
actividades humanas. Por tanto, los terrenos sobre los que se interviene cuando se
construye no son terrenos adaptados y, en consecuencia, comportan cierto grado de
incertidumbre.
Esto no quiere decir que no haya robots autónomos en las obras, pero su presencia es
limitada. Hoy en día, la mayoría de los robots tienen una movilidad relativamente poco
sofisticada comparada con la de un humano y no son buenos reaccionando ante situaciones
inesperadas, como las que se producen por la interferencia de actividades en las obras.
Además, generalmente, por motivos de seguridad y eficacia conviene separar la zona en
que se mueve la máquina de la presencia humana.

Maquinaria automática
Estas máquinas de movimiento de tierras funcionan de forma autónoma recibiendo las
instrucciones desde un ordenador que contiene los datos de diseño de una edificación. Son
capaces de medir distancias, calcular volúmenes y detenerse en presencia de personas
trabajadoras o cualquiera que se acerque de forma inesperada a la zona en la que operan.

Robots colaborativos

La mayoría de los procesos industriales, no solo los de la construcción, son difíciles de


automatizar al 100 %. Sin embargo, gracias a la colaboración entre robots y humanos se
pueden sumar las habilidades de ambos, la capacidad para hacer trabajos reiterativos y
fácilmente automatizables y la de adaptarse a un entorno aleatorio, respectivamente, para
incrementar la productividad.

Los robots colaborativos o cobots son robots específicamente diseñados para asistir a las
personas trabajadoras de manera segura en los procesos de producción. A fecha de hoy
son, generalmente, brazos articulados capaces de realizar tareas de tipo repetitivo con gran
precisión. De este modo quien trabaja puede dedicarse a otras tareas menos fáciles de
prever o que aporten mayor valor añadido mientras que el robot realiza el trabajo repetitivo.
Son más pequeños y se pueden desplazar por sí mismos.
Además, su precio es asumible para una PYME y son fáciles de programar por el operario
que realiza cada trabajo, sin necesidad de tener conocimientos informáticos, como se ve en
el siguiente apartado.

En la imagen, y en el video que se muestra a continuación, se ve que dos robots colaboran con un
trabajador en la construcción de estructuras espaciales de madera. Los robots fueron desarrollados
por investigadores de la Escuela Politécnica Federal de Zúrich y no solo proporcionan una mayor
eficiencia en el proceso de construcción, sino que permiten la realización de geometrías que hasta la
fecha eran difíciles de ejecutar.
Ejemplo de uso de robots colaborativos

Este vídeo, en italiano con subtítulos parciales en inglés, está presentado por el dueño de
Drilling Company una empresa de 30 empleados actualmente en expansión. Drilling trabaja
haciendo componentes para varios tipos de industria.
Con el propósito de automatizar una operación específica en su centro de trabajo
relacionada con las actividades de taladrado y el roscado de tornillos, Drilling se ha equipado
con un Universal Robots UR10.
Se trata de un robot colaborativo que se dedica exclusivamente a cargar y descargar los
tornillos en las distintas máquinas, una operación que no es posible eludir, pero que resulta
repetitiva y consume tiempo. Gracias al uso del robot ha sido viable reasignar las tareas de
las personas trabajadoras de modo que se ocupen de actividades que aportan un mayor
valor a la producción.

Los 10 robots de construcción más avanzados

A continuación, se muestra en el vídeo los 10 robots más avanzados en la construcción que


permiten trabajar de forma autónoma y colaborativa en actividades como construir muros,
transportar carga pesada o colocar paredes.
1. Effibot: es una pequeña plataforma robótica para mover cargas en el interior de las
construcciones.
2. Hauler HX1: es una plataforma robótica de cargas par el exterior.
3. Brook: es un robot compacto de demolición operado por control remoto.
4. XLP Bucket: es una topadora diseñada para trabajos de construcción o minería.
5. Cargadora: es una máquina que funciona autónomamente con solo introducir el plan
de trabajo.
6. Excavadora: es un robot que funciona creando un mapa tridimensional de su entorno
que utiliza para desplazarse de forma autónoma para empujar, cavar y excavar.
7. Tybot: es un robot que se usa para atar las barras de refuerzo en la construcción de
puentes.
8. Sam 100: es un brazo robótico que coloca ladrillos.
9. Guardian: es un robot diseñado para reproducir los movimientos de su operador en
diferentes trabajos de construcción.
10. HRP-5: es un robot humanoide para realizar trabajos de construcción.

Uso de drones

Un dron es un vehículo aéreo no tripulado. Generalmente es manejado por control remoto


mediante una consola, aunque actualmente hay drones que dirigen parcial o totalmente su
vuelo, siendo autónomos.
En construcción tienen múltiples usos, como realizar reconocimientos de obras en
ejecución o edificios ya acabados desde el aire, inspeccionar el estado de espacios
confinados cuyo acceso es difícil o peligroso para el ser humano o realizar trabajos
topográficos relativos al levantamiento de terrenos en los que se prevé construir.
Sin embargo, el manejo de los drones por control remoto no es fácil. Se requiere un piloto
profesional con licencia y su uso está restringido en zonas urbanas. Si son ligeros, se ven
afectados por el viento pudiendo colisionar con facilidad y resultar dañados. También es
relativamente fácil que se enganchen y se queden atrapados. Esto puede resultar peligroso
si se usan en sitios, como los espacios confinados, donde tendrá que entrar una persona si
es preciso recuperarlos.

Digitalización e industrialización: bibliografía

En el documento adjunto puedes encontrar publicaciones con más información sobre


digitalización y su aplicación a la industria y la economía. Asimismo, te presentamos varios
de los casos de éxito estudiados en este curso, a modo de resumen bibliográfico.

Ejemplo de uso de drones


Los espacios confinados se caracterizan por ser recintos con aberturas limitadas de entrada
y salida y ventilación desfavorable, en los que pueden generarse atmosferas tóxicas y no
están concebidos para ser ocupados por personas, salvo para trabajos puntuales de
construcción y mantenimiento.

Resumen

Los robots son máquinas controladas por computadoras. Pueden moverse sobre el
suelo, trepar o volar pero, salvo tecnologías muy caras y sofisticadas, están diseñados para
moverse por cierto tipo de entornos. Así, pueden subir escaleras y sortear o evitar
obstáculos para los que están programados, pero son bastante vulnerables a la
incertidumbre y las situaciones no previstas.
Los robots autónomos tienen la capacidad de realizar tareas concretas, para las que han
sido programados, en entornos relativamente complejos sin ser guiados por una persona,
durante un período de tiempo prolongado. Algunos pueden mejorar su propio rendimiento
“aprendiendo” de la experiencia o de los de datos que reciben.
Hoy en día, la práctica totalidad de las máquinas que se utilizan en las obras de construcción
son manejadas por humanos debido a que, generalmente, no son entornos controlados.
Sin embargo, existen máquinas de movimiento de tierras que funcionan de forma autónoma,
recibiendo las instrucciones desde un ordenador, y que son capaces de medir distancias,
calcular volúmenes y detenerse en presencia de personas trabajadoras.
Asimismo, hay robots específicamente diseñados para asistir a las personas
trabajadoras de manera segura en los procesos de producción, que realizan las tareas de
tipo repetitivo con gran precisión. Se conocen con el nombre de robots colaborativos.
Por otra parte, los drones tienen múltiples usos en construcción, como realizar
reconocimientos de obras en ejecución, inspeccionar el estado de espacios confinados o
realizar trabajos topográficos relativos al levantamiento de terrenos. Pueden ser controlados
de forma remota por un piloto o volar de forma autónoma.

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