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Análisis de la narración de Tres días de Felicidad por Miaki Sugaru.

Introducción

La novela “Tres días de felicidad”, Mikkakan no Koufuku (三日間の幸福), fue publicada en

Diciembre de 2013 por Media Work Bunko, escrita originalmente como una novela web

titulada “Vendí mi vida por 10.000 yenes al año”, por el autor Miaki Sugaru.

Esta novela fue serializada de Agosto del 2016 a Octubre de 2017 en un manga

publicado por la revista Shounen Jump+, ilustrado por Taguchi Shouichi. Esta obra va a ser el

objeto del análisis en este ensayo.

La historia muestra el despiadado mundo en el que vivimos. Mostrando situaciones

terribles como una mundana realidad, en la que los sueños, esperanzas y expectativas que las

personas tienen sobre sus vidas, son tratadas como algo inalcanzable.

A pesar de que es relativamente corta, es una historia bastante única, empieza

explorando el valor de la vida en dinero real. El protagonista Kusunoki es un joven de 20 años

que ha perdido todo, incluyendo amigos, dinero, su pasión, sus sueños y su esperanza. En tal

situación, se encuentra con una tienda que parece sobrepasar la realidad, con la capacidad de

comprar tiempo, esperanza de vida y salud. Al vender 30 años de su vida, consigue 300.000

yenes para gastar en sus últimos 3 meses.

En la tienda, es atendido por una joven llamada Miyagi, a la que encuentra tocando su

puerta horas después de que realizó la venta. Al embriagado joven le explica que su trabajo es

observar a los sujetos con menos de un año restante para asegurarse de que no hagan locuras,

y que cuando le queden 3 días restantes se retirará, ya que aparentemente las personas pierden

determinación en sus últimas horas.


La historia es una tragedia, sin embargo, la triste realidad no es más que la base, el

enfoque del relato yace alrededor de temas como “El valor de la vida”.

Dentro de la obra no se encuentra ninguna presencia explícita del autor, así que en base

a la definición de autor implícito que nos da Filinich: “Entendemos por manifestación

implícita el conjunto de rasgos de la escritura, presentes en la configuración general de todos

los textos: las elecciones estilísticas, el destino de los personajes, la disposición gráfica, las

convenciones de género”. Se puede afirmar que las estrategias de composición narrativa que

se encuentran presentes en la obra constituyen la presencia de un autor implícito. (Filinich 41)

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La decisión del autor sobre la composición de su narración es visible en este panel, se

trata de un narrador virtual. Al respecto, la doctora María Isabel Filinich menciona que “La

presencia virtual del narrador se caracteriza por desempeñar su función de destinar a otro su

discurso pero carecer de una voz que lo manifieste.” (66)

El narrador virtual de esta historia demuestra su función narrativa mediante lo que nos

decide mostrar, sin activamente tener una voz. La cede al protagonista para que él pueda

narrar su historia, permitiendo que se exprese; esta acción del narrador de ceder su voz

también es visible en el capítulo en el que Miyagi, el segundo personaje principal, narra su

visión de lo acontecido.

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Por lo que podemos decir que el narrador nos muestra la historia, pero la narración en

sí está prestada a los protagonistas. ¿Cuál es el objetivo de esta acción? ¿Es intencional? Si la

narración por parte de los personajes es intencional, tiene que haber un objetivo detrás.

Hipótesis

Si analizamos la narración, lo que existe son principalmente comentarios e introspecciones

realizadas por el personaje, con una posición temporal cambiante; hay ocasiones en las que

habla desde el futuro y otras en las que habla en presente. Tenemos, en base a las categorías de

G. Genete citadas por Desiderio Blanco, un narrador Intradiegético - homodiegético. Un

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personaje que es parte del relato y narra su propia historia, con la particularidad de la posición

temporal. “La historia de la literatura está llena de narradores que rompen los esquemas y que

desarrollan su propia actividad narrativa con absoluta libertad, pasando de uno a otro”.

(Genette en Blanco 20)

Esta cuidadosa elección de la posición narrativa recuerda a Vargas Llosa, consciente de

la importancia de la categoría narrativa en la obra:

“Este personaje es siempre el más delicado de crear, pues de la oportunidad


con que este maestro de ceremonias salga o entre en la historia, del lugar y momento
en que se coloque para narrar, del nivel de realidad que elija para referir un episodio,
de los datos que ofrezca u oculte, y del tiempo que dedique a cada persona, hecho,
sitio, dependerá exclusivamente la verdad o la mentira, la riqueza o pobreza de lo
narrado”. (Llosa en Blanco 18)

Por lo tanto, la hipótesis que sostendrá el desarrollo de este texto considera a este como el

elemento narrativo más destacable del relato: Las introspecciones y pensamientos que brinda

el personaje narrador acerca de su propia historia.

De esta hipótesis puede nacer la contraposición, ¿Podría funcionar la historia con una

narración convencional? Si hay un narrador que nos dice los pensamientos desde una posición

en tercera persona, ¿habría alguna diferencia?¿importa para los objetivos de la obra?

Para que la hipótesis sea correcta, entonces la narración de parte del protagonista tiene que

tener una meta que un narrador convencional no podría alcanzar.

Argumentación

Comenzando con la argumentación, los temas sobre el valor de la vida que la historia

presenta, invitan a que el lector reflexione junto con la historia. Por ejemplo, en el momento

en el que el personaje se da cuenta del valor de su vida; en el que reflexiona sobre aquellas

cosas que no conseguirá: llega a la conclusión de que no tiene salvación, el texto busca

también la reflexión propia del lector acerca de la situación, ¿qué haría yo en esa posición?

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Esto es reforzado por la tendencia en la obra de ocultar al personaje temporalmente en este

tipo de ocasiones, como una invitación al lector a introducirse dentro de esa silueta.

Estas situaciones parecen ser una advertencia al lector para que reflexione sobre sí mismo, en

lugar de sentir piedad o frustración respecto a la actitud nihilista del protagonista. Que decide

vender sus 30 años, quedándose sólo con 3 meses.

La cuestión de la historia no es sobre si ponerle un valor monetario a la vida es

correcto o no, más bien, es sobre cómo cada persona puede percibir las preguntas que la

historia hace, incluso dentro de esta, hay diferentes puntos de vista.

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.

El valor de la vida es subjetivo, abierto a interpretación, como una apelación al lector a

realizar su propia reflexión. Dentro de las tres modalidades expuestas de manifestación del

autor de acuerdo a la Doctora Filinich, tenemos una apelación implícita, a través del estilo

narrativo y fraseo que invita al lector a tomar parte en las interrogantes que la historia plantea.

(52)

Apoyando a la hipótesis, podemos proseguir con la noción de que la narración por

parte del personaje facilita un acercamiento entre el lector y las emociones del personaje, que

no estarían presentes en caso que hubiese un narrador hablando en tercera persona.

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Hay por supuesto diferentes formas en las que un narrador convencional podría narrar

este momento, pero la introspección del personaje logra su expresividad debido a que es él

mismo dándose cuenta de sus errores. Las escenas de este tipo suelen tener al personaje

principal de espaldas, como una silueta, alejado de la toma, o directamente no mostrándolo,

apoyando la invitación al lector de colocarse en ese lugar.

Por último, una muestra de la introspección que realiza el personaje como herramienta

principal en la narrativa, es el acceso directo a las principales ideas de la obra a través de los

pensamientos del personaje.

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Escenas que muestran las elecciones de los personajes, con una visión más clara de las

ideas que el relato posee, parecen recordar la posición privilegiada que el autor tiene frente al

lector, de acuerdo a Filinich:

“En el sentido de que es él quien puede realizar operaciones de manipulación


sobre el lector, y no a la inversa. El lector ocupará un lugar previsto por otro de
antemano en el texto, y el rol que cumpla será aquél que le sea asignado”. (47)

Por lo que a pesar de mantener cierta fijación por las reflexiones propias del lector, el

autor usa sus privilegios para mostrar claramente aquellas ideas que considera importantes.

Aunque también resultan de cierta manera una forma de apelación al lector, citando a Hector

en la obra de Alan Bennet:

“Los mejores momentos en la lectura son aquellos en los que encuentras algo,
un pensamiento, una sensación, una forma de ver las cosas, que pensabas era especial
y particular de tí. Ahora aquí está, plasmada por alguien más, una persona que nunca
has conocido, tal vez ha muerto hace mucho. Y es como si su mano ha salido a tomar
la tuya” (Bennet, The history boys)

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Conclusión

“Tres días de felicidad” es una historia que trata sobre el tema del valor de la vida, y realiza

complicadas preguntas cuyas respuestas son enteramente subjetivas. Una vez analizada la

historia, parece que la única presencia del autor; de tipo implícita, hallada en las elecciones

estilísticas, el destino de los personajes, la disposición gráfica; parece tener como objetivo

comunicar de la mejor manera posible estas preguntas morales. Para ello, el autor ha creado

un narrador virtual específicamente seleccionado para crear una composición narrativa que

genere una apelación al lector, por lo que el resto de decisiones narrativas; como el ocultar al

protagonista en momentos reflexivos, el cambio de punto de vista de personajes, o la

ambigüedad del tiempo en el que el narrador se encuentra, giran en torno a esta búsqueda de

apelación. Por lo que el principal elemento de la situación narrativa de la obra, es el uso del

narrador que le da su voz al personaje, y el resto de particularidades en la narración son usadas

como refuerzo a este elemento principal, con el objetivo de establecer una comunicación en la

que el lector toma un lugar asignado, reflexionando sobre los temas elegidos por el autor.

El relato Tres Días de Felicidad es una obra con el tema del valor de la vida y que realiza

preguntas subjetivas. Tiene un autor de tipo implícito cuya presencia se encuentra sólo en el

estilo de la obra. Este autor usó un narrador virtual que busca tener una apelación al lector, el

resto de las decisiones narrativas parecen girar alrededor de este elemento principal.

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Bibliografia

Blanco, Desiderio. “Autor, enunciador, narrador.” Lienzo, vol. 1, no. 25, 2004.

Filinich, Maria Isabel. La voz y la mirada Teoría y análisis de la enunciación literaria.

Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, 1997.

Bennett, Alan. The history boys. Farrar, Straus and Giroux, 2004.

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